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Tabasco

A DOS TIEMPOS
1940-1960

C O L E C C I Ó N
MANUEL MESTRE GHIGLIAZZA
Historia y Pensamiento Social
José Manuel Piña Gutiérrez
Rector
Tabasco
A DOS TIEMPOS
1940-1960
ELÍAS BALCÁZAR ANTONIO

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco


Segunda edición, 2014

D. R. © Universidad Juárez Autónoma de Tabasco


Av. Universidad s/n, Zona de la Cultura
Colonia Magisterial, C.P. 86040
Villahermosa, Centro, Tabasco

Los juicios expresados en esta obra son responsabilidad del autor,


en nada reflejan la opinión de esta Casa de Estudios respecto al tema.

Queda prohibida la reproducción parcial o total del


contenido de la presente obra sin contar previamente con la
autorización expresa y por escrito del titular, en términos de
la Ley Federal de Derechos de Autor.

ISBN: 978-607-606-190-9

Diseño de Portada: Vianey Rodríguez Torres

Hecho en Villahermosa, Tabasco, México.


Índice
Prólogo

Introducción

Capítulo I. Tabasco, el tiempo cotidiano en el tiempo largo 31

A manera de entrada 33

José Vasconcelos en Tabasco 53

La gran inundación de 1944 58

1945. Sigue la crisis 63

Capítulo II. Agonía de una época 77

Decadencia de la vida fluvial y marítima 79

Capítulo III. Frontera y el dragado de los ríos 103

Capítulo IV. Orígenes e importancia de la aviación en Tabasco 119


Capítulo V. Ferrocarril del Sureste 137

Impacto económico y social 139

Las carreteras en Tabasco. Su articulación con el ferrocarril del Sureste 157

Capítulo VI. Las carreteras y los inicios de la vida automotriz 163

Un poco de crónica 165



La lucha contra el pantano 168

La carretera Villahermosa-Nacajuca-Jalpa-Comalcalco-Paraíso.
Un caso interesante 175

Caminos Vecinales 184

Otras vías municipales 189

Camiones y líneas de transporte 193

Capítulo VII. La energía eléctrica en Tabasco 211

Orígenes 213

Electricidad en los municipios 219

Aquél conflicto eléctrico y el Plan de Electrificación 225

Plan de electrificación de Bartlett 228

Majestuosas presas hidráulicas y la energía hidroeléctrica 233


Capítulo VIII. El Aparato productivo, la traición y la corrupción 239

Primeros pasos de la actividad de PEMEX en la Región 243

Estancamiento crónico y decadencia del que fuera “Oro Verde” 252

Capítulo IX. Inserción de Tabasco al mercado de la ciudad


de México y al contexto nacional 305

Cacao, un producto en ascenso 308

Renacimiento y ascenso de la ganadería 340

Capítulo X. Enfermedades de la pobreza y los años críticos 375

Pobreza y enfermedades ancestrales 377

Escasez y carestía 391

Bibliografía 439
Prólogo
El presente libro Tabasco a dos tiempos, es el resultado de varios años de
investigación hemerográfica y de archivos. Buena parte del material
documental que el autor manejó en esta investigación se deriva de
fuentes primarias. Los trabajos sobre la historia social y económica de
Tabasco son escasos y precisamente Elías Balcázar, es uno de los pocos
investigadores locales y nacionales que más ha trabajado esa parte de
la historia tabasqueña y regional en el sureste de México, por ello las
referencias bibliográficas no son muchas. El autor lleva trabajando esa
parte de la historia de Tabasco y de la región desde hace casi veinte
años.
Si bien Elías Balcázar tiene un ambicioso plan de trabajo a largo
plazo, este trabajo en particular forma parte de los planes y objetivos
del Cuerpo Académico “Historia, cultura y vida cotidiana” y del cual
el autor de este libro forma parte. Este cuerpo en fase de consolidación,
tiene dos rubros o campos de investigación: “Historia e historiografía
regional” e “Historia Cultural”. El autor ha realizdo este libro de
acuerdo a los objetivos del primer campo de trabajo mencionados y
su libro responde perfectamente bien a las necesidades de la historia
regional y vida cotidiana como explicaré más adelante.
Es necesario apuntar que ante la escasez presupuestal que
padecen las universidades del país, los investigadores sufren apremios
para realizar sus investigaciones y publicar sus trabajos. Sin embargo,
gracias al apoyo que la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y
la División Académica de Ciencias Sociales, vienen otorgando a sus
cuerpos académicos, el presente libro ha podido realizarse y ver por
fin la luz de su publicación. Lo valioso de este manuscrito además es
que su contenido histórico será de gran apoyo para los contenidos
temáticos de los programas de las asignaturas de Historia de Tabasco
que se imparten en las carreras de Historia y Sociología de la División
Académica de Ciencias Sociales y Humanidades.
Como líder del cuerpo académico, se me encomendó prologar
el presente libro y para hacerlo lo leí de manera minuciosa y con ojo
10 Tabasco a dos tiempos

crítico. De esas lecturas me surgieron dos o tres grandes temas que creí
necesarios plantear en el siguiente prólogo.
En primer lugar ¿Por qué Tabasco a dos tiempos? Aquí el autor se
apoya y retoma el gran aporte que sobre el tiempo en la historia y en el
individuo hiciera el ilustre y prestigiado historiador francés Fernand
Braudel. Sin duda que al descubrir y plantear el concepto de tiempo
largo y tiempo corto, tiempo estructural y tiempo de los individuos,
Braudel dejó un gran legado conceptual y de método para las futuras
generaciones de historiadores.
Nos dice Braudel que el tiempo largo es el tiempo de las
estructuras sociales, el tiempo de las colectividades, de los pueblos y
sus instituciones ; que el tiempo corto es el tiempo de los individuos, el
tiempo de lo cotidiano, del diario vivir de la personas, sean humildes o
grandes personajes. Nos dice el historiador francés que el tiempo largo
donde se da la vida y el devenir histórico de las colectividades, tiempo
estructural, es el tiempo que abordan los historiadores. El tiempo
en que se da el comportamiento de los pueblos y sus estructuras se
lleva décadas y hasta siglos, mientras que el tiempo corto, se mide en
horas, días, semanas y años hasta que muere la persona; este tiempo
es más efímero que el tiempo de los pueblos y de las civilizaciones.
En el tiempo corto, los cambios son más rápidos, más drásticos.
Mientras que en el tiempo largo, estructural, tiempo de las sociedades
los cambios son más lentos, más graduales, a veces imperceptibles. Si
bien el tiempo largo lo abordan los historiadores, el tiempo corto, de lo
cotidiano, lo abordan los cronistas, los novelistas y biógrafos, así como
los periodistas y hasta la gente chismosa.
Motivado por el planteamiento que sobre el tiempo hace Fernand
Braudel, Elias Balcázar Antonio hace un esfuerzo por escribir la historia
social y colectiva de Tabasco, pero narrando también la historia diaria,
cotidiana, de sus personas, de sus individuos. Creo que el reto que
el autor se propuso de narrar la vida social y de los individuos de
Tabasco fue una empresa, a mi modo de ver muy difícil, pero de la cual
salió no sólo bien librado, sino que Elias Balcázar lo hizo muy bien. De
ahí Tabasco a dos tiempos: la vida económica y social del pueblo de un
Tabasco colectivo y la vida cotidiana de sus personas. Esta empresa,
bien lograda por el autor, hace más amena y atractiva la lectura de
este libro. Un libro que sin perder de vista el rigor del análisis y sin
descuidar la síntesis, nos narra en la forma de crónicas y anécdotas
la vida diaria de las personas inmersas, sin que lo sepan, dentro de
unas estructuras sociales: dentro de relaciones sociales con carácter
necesario.
Elías Balcázar Antonio 11

Otro aspecto que quiero destacar en este prólogo es la


periodización que de la historia de Tabasco hace el autor no sólo en
este libro sino a partir de su libro anterior: Tabasco en sepia, economía
y sociedad 1880-1940. En ese libro Balcázar destaca o plantea dos
periodos: El primero cuando a partir de la explotación de las maderas
preciosas, caoba y cedro, se formaron poderosos capitales, españoles
la mayoría, que durante el Porfiriato pudieron echarse a cuestas, con
el capital acumulado, grandes empresas como las siguientes: flotas
navieras marítimas y fluviales, fundación de bancos, establecimientos
de astilleros, de ingenios azucareros, manufacturas tabacaleras,
impulso a la ganadería de bovinos y a la agricultura. En ese primer
periodo el gran mercado, no el único, que Tabasco abasteció con su
producción agrícola y ganadera fue el mercado yucateco que vivía
años de esplendor derivados del auge henequenero. Pero esto duró
hasta 1918 al terminar el auge derivado de la Primera Guerra Mundial;
luego vino el desplome henequenero y con ello la crisis económica
para Tabasco y la región.
Y aquí Elias Balcázar plantea el segundo periodo con el auge
platanero pero ahora con otro mercado: el de los Estados Unidos, sobre
todo con la región de La Florida, ubicada en el Golfo. Fueron Galveston;
Mobil,Alabama; y Tampa, Florida; los tres puntos donde colocó
Tabasco su producción platanera en aquellos años. Esta actividad
económica no se inició con Garrido como creen algunos, se inició desde
1907 y tuvo su primer auge durante los años de la guerra citada pero
se le puso mayor empeño a partir del derrumbe del mercado yucateco:
y estos fueron precisamente los años del régimen de Tomás Garrido
Canabal. Y este auge duró hasta que se dio el desplome platanero con
la enfermedad del chamusco que diezmó las plantaciones de plátano
de la región, ya en 1938. Con este desplome Elias Balcázar termina
ese periodo y su libro Tabasco en Sepia. A partir de esa crisis, inicia el
presente libro: Tabasco a dos tiempos, 1940-1960.
A partir de la pérdida de los mercados en ultramar se inicia el
presente libro y el tercer periodo que el autor se propone en su plan de
trabajo global. Al perderse esos mercados, empieza Tabasco y la región
a sufrir la decadencia en su actividad marítima y fluvial: Frontera que
había sido el majestuoso puerto marítimo que significó las puertas de
Tabasco durante toda una época, entró en decadencia. La actividad
platanera junto a la actividad naviera sufriría una larga crisis negándose
a morir, fueron largos veinte años en los que se llegó esa agonía; el
autor nos narra la agonia y la decadencia en forma anecdótica y a la
12 Tabasco a dos tiempos

manera de un cronista. En este periodo será el Ferrocarril del Sureste y


la construcción de caminos y carreteras los que den la puntilla a la vida
fluvial de Tabasco y de la región; otro será el mercado que le dará vida
a la región: el creciente mercado de la ciudad de México.

Y en esta parte daré mi tercer comentario: el autor entiende a la
región económica como un todo dinámico, cambiante y no estático, no
supeditada a las divisiones políticas entre las entidades federativas,
ni atadas a las regiones climáticas y geográficas. La región cambia de
acuerdo a los cambios que sufren las relaciones sociales; la región que
floreció con las relaciones, a través del mar, motivadas por el mercado
yucateco o el de los Estados Unidos se modificó de manera radical. Ya
no van a ser esos mercados, ya no se va a hacer la conexión por agua;
la vida marítima y fluvial es historia. Ahora la región se mueve hacia
el ferrocarril y hacia las carreteras para vincularse con el creciente
mercado de la Ciudad de México: y el aparato productivo tabasqueño
y de la región se va a acomodar a las demandas de ese mercado. Y
estos cambios son los que analiza y narra Elias Balcázar en el presente
libro, sin dejar de hacer una crónica de la vida cotidiana de aquellos
días.

Ramón Castellanos Coll


Introducción
Desde tiempos inmemoriales la superficie del planeta que hoy
conocemos como Tabasco, en el sureste de la república mexicana,
ha sido agua en su mayoría. Los 24,500 kilómetros cuadrados donde
se encuentra esa entidad de México lo conforman un archipiélago
con largos, anchos y caudalosos ríos con numerosos afluentes;
innumerables lagunas y arroyos, amplias superficies de pantanos
y acahuales; todo ello, desde tiempos ancestrales, ha integrado un
organismo vivo, una vasta selva tropical, que en los días actuales se
ha deteriorado de manera sustancial por la acción depredadora del
hombre; principalmente por PEMEX.
La parte occidental de la entidad tabasqueña comparte
características geográficas y climáticas con el sur de Veracruz; la parte
sur de la entidad tiene esas similitudes también con la parte limítrofe del
norte de Chiapas y así también el este y el sureste tabasqueño guardan
esas mismas afinidades con Campeche, con el Petén Guatemalteco y
con la selva Lacandona de Chiapas; todas estas zonas comparten entre
sí un clima tropical húmedo, una geografía de la selva con mucha agua
y temperatura calurosa.
Con los hombres de las partes señaladas de esas entidades
vecinas, el habitante de Tabasco ha mantenido estrechas relaciones
económicas y sociales desde tiempos remotos; relaciones que han
integrado una totalidad concreta y orgánica, derivándose de ellas
una región económica y social. Esa totalidad regional ha tenido un
comportamiento dialéctico: en décadas pasadas tuvo cambios pero
éstos fueron de manera gradual, muy lentos; sin embargo, en los
últimos años los cambios fueron profundos y muy drásticos. Los grupos
humanos que han vivido en los espacios geográficos aquí apuntados,
han integrado esa totalidad concreta, estructuras integradas por sus
relaciones económicas y sociales y han compartido, durante largos
años, muchos rasgos y similitudes culturales, lingüísticas, folclóricas
y costumbres bien definidos. Similitudes culturales y sociales afines
que han estado por encima de las divisiones territoriales y políticas
14 Tabasco a dos tiempos

de cada una de las entidades federativas arriba apuntadas. Ha sido la


cultura del Trópico húmedo, de la costa y del calor, como la nombraba
don Pedro César Ocampo Ramírez. A su vez esa totalidad concreta
mantuvo relaciones con pueblos ubicado más allá del mar, a través de
sus ríos y del golfo de México; fue aquella una sociedad volcada hacia
el mar y hacia sus ríos que en buena medida le daba las espaldas al resto
del país; sus relaciones hacia el Golfo tenían un carácter necesario, más
permanentes, y sus relaciones con el centro del país eran más casuales
y eventuales. La ausencia de ferrocarriles y de carreteras y la relativa
facilidad que permitían los ríos, las lagunas y el mar hacia mercados
muy demandantes y en dólares así lo exigían. Durante buena parte
del siglo XIX hasta bien entrados los años revolucionarios del siglo
XX, la conexión comercial y marítima con Europa fue importante:
buena parte de la madera preciosa, caoba y cedro, que se explotó en
el sureste mexicano se iba se hacia allá y la diversidad de artículos
manufacturados que se consumían en Tabasco y en la región venían
del viejo continente; esta relación se mantuvo hasta los primeros
años de la primera guerra mundial. Por otro lado Tabasco y las zonas
colindantes mantuvieron un fuerte vínculo comercial con la península
de Yucatán; el gran auge henequenero que vivió esa península durante
los últimos cuarenta años del siglo XIX hasta 1919, hizo de Yucatán
un gran mercado para los productos agrícolas y pecuarios de Tabasco
y de la región; al terminar la primera guerra en 1918 vino la crisis
económica de posguerra y se dio el gran desplome de esa fibra en el
mercado mundial.
De los 24, 500 kilómetros cuadrados de territorio tabasqueño; 714,
720 hectáreas son actualmente acahuales, selva alta perennifolia, áreas
de vegetación hidrófila, lagunas, arroyos, manglares y marismas: esta
superficie representa el 31 % del total del territorio tabasqueño y la
totalidad de esa superficie es inhabitable. Del 69 % restante del llano
tabasqueño, 54.8 % se destina hoy a pastizales para una ganadería
extensiva de bovinos y 14 % a la agricultura: esta actividad sufre
problemas de encharcamientos y riesgos de inundaciones anuales.
Sólo un 5 % de la superficie estatal y que se destina a la agricultura en
nuestros días lo constituyen terrenos planos de primera, tierra negra de
aluvión, con una alta composición de nutrientes, con buena retención
de humedad y fáciles de labrar; estos terrenos se encuentran en las
vegas del viejo río Mezcalapa, en una buena franja, de sur a norte, de la
región de la Chontalpa en los municipios de Huimanguillo, Cárdenas,
Elías Balcázar Antonio 15

Cunduacán Comalcalco y Paraíso. Y hacia oriente, en las vegas del


Grijalva y el río Carrizal, en una parte de los municipios de Cárdenas,
Cunduacán, así como en los municipios de Centro y Teapa, y parte de
Jalapa y Tacotalpa en la vega de los ríos Teapa y Tacotalpa.1
En esa selvática geografía vivían 285, 360 habitantes en 1940 y un
total de 356, 839 en 1950; para 1960 esta población era de 496, 340 y
más de 2, 000, 000 en nuestros días. Hasta antes de 1960 el 60 % de la
población vivía en el campo; un 20 % podía calificarse como población
urbana, entendiendo ésta como una población que hasta la década de los
cincuenta vivían en las cabeceras municipales, “ciudades” que carecían
de agua potable, de energía eléctrica, de drenaje y de los servicios
mínimos de salud y de atención médica. Como veremos en este libro,
la población sufría un alto índice de mortalidad y morbilidad infantil;
padecía enfermedades endémicas como el paludismo, la tifoidea, la
disentería, la tuberculosis y otras enfermedades propias de la pobreza y
de la ignorancia como la anemia, la desnutrición crónica, la parasitosis y
las enfermedades pulmonares y gastrointestinales.
En esos años casi un 80 % de la población económicamente activa
de Tabasco se dedicaba a la agricultura y a la ganadería; una agricultura
de plantaciones y de temporal con métodos rústicos donde el machete, la
coa y el garabato eran, y han sido hasta hoy, los principales instrumentos
de producción; la fertilización, el sistema de riego y demás cuidados
científicos de los cultivos y de las plantaciones han brillado por su
ausencia hasta el día de hoy, salvo raras excepciones. La ganadería era y
ha sido extensiva, de potreros con muy poca aplicación de la zootecnia y
demás técnicas modernas propias de la ciencia. Las grandes y medianas
extensiones han predominado en esa ganadería de potreros, aunque
también se ha dado la presencia importante de pequeños predios, éstos
con pocas cabezas de ganado. En la agricultura de plantaciones ha sido
más frecuente la mediana y pequeña propiedad y su producción se ha
destinado más a mercados foráneos y muy poco a los mercados locales.
Junto con la pequeña propiedad, la parcela y el minifundio se han
destinado hasta hoy a la siembra de temporal, de granos y alimentos, aves
y cerdos de traspatio, destinados a los pequeños mercados municipales
y locales y para el sustento familiar.

1
Palma López, D., Cisneros Domínguez, J., Trujillo García A., Granados Álvarez N., Serrano
Burgar J. E. Caracterización de los suelos de Tabasco (uso actual y potencial y taxonomía), Gobierno
del Estado de Tabasco, 1987.
16 Tabasco a dos tiempos

Las características propias de unas estructuras agropecuarias


rústicas, su baja productividad, debido a la baja composición orgánica
y técnica de capital no permitían en aquellos años la generación de un
alto Producto Interno Bruto; la poca riqueza generada, mal distribuida,
se concentraba en unas cuantas familias. Varias de estas familias
acomodadas vivían en Villahermosa o fuera del estado, en la Ciudad
de México, para su comodidad y habitar en un mejor clima. Al cuidado
de la finca rústica dejaban a un capataz o a un pariente de confianza.
La mayoría de la población vivía y trabajaba en el campo y ganaba
salarios de miseria, el salario en esos años apenas llegaba a los seis
pesos diarios; las circunstancias del hombre de la “ciudad” no eran
muy alentadoras. De ahí que las condiciones para la integración de
un mercado interno tabasqueño, sólido, fueran muy deficientes. Esa
mayoría de población con sus escasos ingresos apenas alcanzaba a
conformar raquíticos y minúsculos mercados municipales.
El motor principal del aparato productivo agropecuario de
la entidad y de la región fueron y siempre han sido los mercados
externos, dentro del país o para la exportación. De los vaivenes de esos
mercados, de su auge y decadencia, hemos logrado delimitar y precisar
tres periodos desde 1880 hasta 1960, año este último hasta donde ha
llegado nuestra investigación y que concluimos en este libro Tabasco a
dos tiempos. El primer y segundo periodo de los tres lo abordamos en
nuestro libro anterior Tabasco en Sepia (Economía y sociedad 1880-1940).
Durante el primer periodo, y explicado en este último libro,
el aparato productivo tabasqueño y de la región sureste giró
principalmente en torno al mercado yucateco; en la época del
Porfiriato la península de Yucatán gozó los años de oro derivados
de la gran demanda de la fibra del henequén y su alta cotización en
el mercado mundial. Después de la plata fue esa fibra el principal
producto de exportación de México. Así lo demandaba el creciente
mercado mundial, derivado principalmente de la creciente revolución
agrícola que se daba en los Estados Unidos en los años de fines del
siglo XIX y principios del siglo XX. Después de la guerra civil y una
vez que superó sus problemas secesionistas, Estados Unidos quedó en
una ventaja geográfica de tener acceso a los dos grandes océanos y
disponer de abundantes y diversos recursos naturales que, entre otros
factores, le permitieron ingresar en sucesivas revoluciones industriales
y tecnológicas, tanto en los crecientes centros urbanos como en
la agricultura. Y fue precisamente la revolución tecnológica en la
agricultura estadounidense y su creciente y explosiva producción de
Elías Balcázar Antonio 17

granos y de azúcar la que demandó grandes cantidades del henequén


yucateco: en el mundo de aquellos años la fibra del henequén era
la única para fabricar los envases y las cuerdas demandados por la
creciente producción de granos y de azúcar y por la creciente marina
mercante del golfo de México y del Atlántico, para su comercio con
Europa. Al ser Yucatán el único lugar en el mundo donde se producía
esa fibra, esa península quedó en una posición privilegiada por ser la
única abastecedora del mercado mundial, posición que le dio un gran
auge económico a la tierra del faisán y del venado, pero sobre todo a
la casta divina yucateca y al consorcio norteamericano, International
Harvester. Luego surgieron otras regiones en Asia, así como otras
fibras que sustituirían al henequén, hasta provocar la decadencia y la
ruina de la economía henequenera yucateca a partir de 1919.
Ante el impacto del auge de esa península, Tabasco se convirtió en
su gran abastecedor de bovinos, de cacao, azúcar, aguardiente, maíz,
manteca de cerdo, y otros productos. Desde luego que Yucatán no fue
el único mercado para las mercaderías tabasqueñas en esos años, pero
sí fue el principal y el más importante. Una coyuntura que favoreció
a Tabasco en aquellos años de fines del siglo XIX y principios del XX
fue la guerra de “independencia” cubana provocada por los gringos
contra España para quedarse con esa isla; esa guerra civil en la patria de
Martí trastocó los ingenios cañeros cubanos, así como sus plantaciones
tabacaleras y su producción de puros y cigarros; por lo mismo, en
Tabasco se multiplicó el número de ingenios azucareros y, sobre todo
la producción de aguardiente para abastecer al mercado yucateco; así
también las plantíos de tabaco se multiplicaron en Jalpa y Nacajuca,
así como el tabaco de corral de Huimanguillo que se hizo famoso en el
mercado nacional y mundial con sus finos y exquisitos puros y cigarros.
Por otro lado y a pesar de la falta de carreteras y de ferrocarril, Tabasco
mantuvo relaciones comerciales con la Ciudad de México, a través de
sus ríos y del mar, vía puerto de Veracruz y luego por Coatzacoalcos;
a partir de estos dos puertos y por el ferrocarril hacía llegar su ganado
bovino, cuero de cocodrilo y de venado y algunos productos de
plantaciones a esa ciudad capital, principalmente cacao. Otro mercado
importante en esos años fue Campeche y las monterías de la Región de
los Ríos y de Chiapas. El corte drástico de ese periodo y estudiado en
mi anterior libro se da en 1919: terminada la Primera Guerra Mundial
vino la crisis económica y el desplome de la producción henequenera;
entonces Tabasco perdió para siempre los beneficios derivados de la
bonanza de lo que fuera el gran mercado yucateco.
18 Tabasco a dos tiempos

En una segunda etapa, abordada en el libro mencionado también,


otro fue el mercado que le dio vida a la economía y a la sociedad
tabasqueña y de la región a partir de esa crisis: ese mercado fue el
de los Estados Unidos en toda la región de la Florida. Galveston y
Brownsville, Texas; Mobile, Alabama; y Tampa, Florida; fueron los
importantes mercados para el plátano tabasqueño; un plátano que por
su calidad y tamaño, le dieron fama y buena entrada de dólares a la
economía tabasqueña.
El plátano Tabasco o plátano roatán que se sembrara por
primera vez en 1901 en la finca Las Palmitas, donde hoy es la colonia
Gaviotas en Villahermosa, se empezó a exportar hasta principios de
1907; la actividad platanera logró tener cierto auge durante los años
de la primera guerra mundial pero llegó a gozar sus mejores años
durante la dictadura garridista, a partir de 1925 hasta su desplome
en 1940 con la crisis del chamusco. La actividad platanera durante los
años garridistas estuvo controlada y monopolizada por la Southern
Banana Corporation, una filial de la Standard Fruit. Esta compañía
americana se enfrentaba en franca competencia con otra poderosa
compañía estadounidense, la United Fruit, por el control del negocio
platanero en Centroamérica. Con la enfermedad del chamusco y el
desplome platanero en 1940 concluyó el segundo periodo que aquí
comentamos brevemente y que abordamos con cierta amplitud en mi
libro mencionado.
Es a partir de este corte y de esta crisis, prolongada por cierto, que
iniciamos la investigación para el presente libro. Perdidos los mercados
de ultramar y del Golfo, Tabasco y el sureste del país le darían la
espalda al mar y a la vida del agua. En pocos años la vida fluvial y
marítima quedaría en el olvido; de manera gradual lo que en años idos
fuera una flamante flota marítima y fluvial entraría en permanente
decadencia; esto, durante la década de los años cuarenta y cincuenta,
hasta desaparecer por completo. La vida económica, social y cotidiana
de los hombres de la región se alejaría del mar y de los ríos. La pérdida
de aquellos mercados, el bloqueo impuesto por la United Fruit a la
producción platanera de Tabasco, el azolvamiento más frecuente de los
ríos y de la barra de Frontera acelerarían esa decadencia. Aquella vida
forjada a través de un puerto y abundantes ríos quedarían en el olvido;
puertos y ríos, mar y barcos, quedarían sólo para historiar. Lanchones
y barcos semihundidos quedarían como esqueletos descarnándose por
la acción corrosiva del tiempo y del salitre.
Elías Balcázar Antonio 19

Factor definitivo en la desaparición de esa vida fluvial y marítima


fue el Ferrocarril del Sureste y la red de carreteras federales y vecinales
que se multiplicaron para vincularse a esa vía ferrocarrilera y con el
centro del país. El orgulloso puerto de Frontera y los majestuosos y
caudalosos ríos Grijalva y Usumacinta, desplazados por el imponente
camino de hierro y luego por el de asfalto, quedarían sólo para la
historia y como tema de inspiración para las canciones de Manuel
Pérez Merino y los sonetos de Galguera Noverola. De esta forma todo
el sureste mexicano quedaba conectado con el resto del país y, sobre
todo, con el creciente mercado de la Ciudad de México.
A partir de la inauguración del Ferrocarril del Sureste en 1950 y de
la inauguración de la carretera Villahermosa-Coatzacoalcos en 1958, el
aparato productivo de Tabasco y del Sureste le daría por completo las
espaldas al mar; desde esos años la economía y los hombres del Sureste
se volcaron hacia el puerto de Coatzacoalcos en busca del mercado
de la Ciudad de México. Lo que fuera el flamante puerto de Frontera,
orgullosas y ricas puertas de Tabasco de tiempos pasados, quedaría
abandonado y en el olvido. A partir de la década de los cincuenta,
la actividad económica tabasqueña y de las regiones colindantes se
volcaría hacia el boyante puerto de Coatzacoalcos. Los trabajos de
construcción del Ferrocarril a partir de 1935 en la parte occidental de
la entidad y los trabajos de construcción de la carretera Villahermosa-
Coatzacoalcos a partir de 1953 provocaron una migración importante
de tabasqueños hacia el sur de Veracruz y el occidente de Tabasco;
el mismo atractivo migratorio y la bonanza económica en esa zona
ejercieron los descubrimientos de los yacimientos petroleros de Las
Choapas en 1950 y los de La Venta y Ogarrio I y Ogarrio II en 1957.
Con la apertura del Ferrocarril del Sureste y la carretera del golfo
las relaciones entre Tabasco con el puerto de Coatzacoalcos y el sur de
Veracruz se estrecharon; las relaciones comerciales de los municipios
de la Chontalpa y del occidente de la entidad llegaron a ser tan fuertes
y alcanzaron un grado tal con la región sur de ese estado vecino, que
hubo el riesgo de que Santa Ana, Sánchez Magallanes y toda esa parte
occidental de Tabasco se “destabasqueñizara”.
En el periodo de tiempo en que se da la decadencia de la vida del
agua y se da la aparición de una nueva vida impuesta por el ferrocarril
y por la multiplicación de una red de carreteras y de automóviles y
camiones, fue la aviación de gran utilidad, muy importante, en la
vida comercial y social de todo el sureste mexicano. En aquellas zonas
selváticas, carentes de ríos navegables como es el norte de Chiapas y
20 Tabasco a dos tiempos

la selva de Campeche y Quintana Roo donde los cayucos y las canoas


no podían penetrar, el caballo y la mula jugaron un valioso papel en
la región desde los tiempos coloniales. Cuando el avión surgió como
uno de los grandes inventos del siglo XX, éste vino a desempeñar una
importante función económica y social en la región. A partir de 1931,
año en que se empezó a usar el avión en Tabasco y en el Sureste del
país con fines comerciales para sacar el rico y valioso café de Sabanillas.
Chiapas, a través de Macuspana, la aviación se multiplicó de manera
rápida en la región. Al gusto europeo por el café de Sabanillas, se le
sumó el gusto por el tabaco producido en esa región; ello impulsó la
creciente comercialización aérea; unos años después, el avión sirvió
para transportar, por encima de la impenetrable selva del sureste,
la valiosísima resina del chicle extraída de las numerosas monterías
chicleras de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Guatemala.
En pocos años y con el apoyo del gobierno de Tomás Garrido, hubo
53 campos de aviación en la entidad. Este numeroso enjambre de
aviones brindaría luego un apoyo muy importante a las audaces y
valientes brigadas de obreros, ingenieros y técnicos que, a través de la
selva infernal e indomeñable, avanzaban a duras penas en los titánicos
trabajos de construcción del Ferrocarril del Sureste.
Todos esos avances tecnológicos y de infraestructura gozó el
Sureste durante las dos décadas aquí estudiadas. A ello se sumó la
multiplicación de la red de energía termoeléctrica y de la telefonía.
Pero a pesar de esos avances, no podía superarse la pobreza
ancestral, la escasez y la carestía derivadas de un aparato productivo
agropecuario tradicional y rústico, golpeado por crisis recurrentes.
A esas crisis propias de los vaivenes macroeconómicos del mercado
mundial y nacional, de las devaluaciones de 1948 y 1954 y de otros
factores, se sumaban las sequías e inundaciones anuales, así como las
enfermedades endémicas como el paludismo.
Muchas dificultades atravesó el aparato productivo
tabasqueño durante las dos década aquí estudiadas: la decadencia
y la descomposición de la actividad platanera destinada al mercado
americano; los problemas de la cuarentena impuesta al ganado
bovino en 1947 debido a la fiebre aftosa; las distintas plagas y
enfermedades que periódicamente atacaban al cacao ante la ignorancia
de muchos propietarios de plantaciones; la especulación y el abuso
de los intermediarios y de los coyotes en la Ciudad de México, así
como de intermediarios locales; el favoritismo oficial que gozaron
muchos importadores de cacao y de grasas de copra en esa ciudad
Elías Balcázar Antonio 21

en perjuicio de los productores nacionales; la falta de créditos y de


asesorías biotécnicas para ganaderos y agricultores; los problemas en
el transporte, en la comercialización y otros males más.

¿Por qué Tabasco a dos tiempos?


Esta pregunta quizá se la hizo el lector al leer el título del presente libro.
Sin duda alguna, realicé esta investigación apoyado en el inteligente
planteamiento, que sobre el tiempo en la vida de los pueblos y de los
individuos hace el historiador francés, Fernand Braudel: el tiempo de
larga duración y el tiempo de corta duración.
Según Braudel, referirnos al tiempo de larga duración, es referirnos
a aquel tiempo que le lleva a los pueblos, a las estructuras sociales, a
las instituciones y a las civilizaciones realizar su vida; completar sus
avances y sus ciclos de vida; es la vida colectiva de los hombres la
que dentro de un lento y largo tiempo realiza sus cambios graduales,
cambios estructurales y superestructurales, a veces imperceptibles y a
veces acelerados. Al hablar de tiempo largo nos referimos a ese tiempo
en que transcurre la vida colectiva del hombre; de su organización
económica, de sus estructuras, de sus instituciones; el tiempo
largo, estructural, es el tiempo de las arquitecturas sociales y de las
civilizaciones. En estas reflexiones y en mi investigación me apoyé en
Fernand Braudel. Este tiempo largo es aquel en el que transcurre la
vida de las sociedades y de las colectividades, tiempo susceptible de
mil velocidades o de mil lentitudes. Ondas de larga duración, ondas
de corta duración, como lo planteaba Kondratieff al explicar los ciclos
económicos. Tiempo cíclico de auge y ascenso económico y tiempo de
recesiones, de crisis económicas y revoluciones políticas y sociales;
de esplendor social y de decadencia y ruina. En ese tiempo largo se
dan movimientos en la sociedad que duran décadas y hasta siglos: son
movimientos y cambios seculares.
Ese tiempo largo, en que transcurre la vida de los pueblos y de
una civilización, la vida de los individuos, de las personas, no tiene
la misma duración, ni el mismo ritmo; ésta se desarrolla de manera
breve y fugaz. El tiempo corto es el tiempo de lo cotidiano, del diario
vivir del individuo: de sus días de ir al trabajo o la escuela, de sus
convivencias familiares, de sus paseos, de un cumpleaños o de una
navidad. Ese tiempo breve y fugaz, de cada día, lo narra el cronista, el
periodista, el biógrafo y el novelista. Tiempo cotidiano, existencial del
22 Tabasco a dos tiempos

individuo: del peluquero, del aguador, del locatario en el mercado, del


que vendía carbón, verduras o pescado en el barranco en Villahermosa,
en el “paso” de Paraíso o de Tenosique en la década de los cincuenta
del siglo XX; tiempo diario del lanchero, del motorista, del capitán
de un barco que ya no existe o de aquel que apuntaba los racimos de
plátano y que los alijadores embarcaban en los pasos y en el barranco
durante los años aquí estudiados.
Tiempo breve del burócrata, del telegrafista, del vago, del
panadero, del bolero en 1947; del político, del gobernante Noé de la
Flor, de Santamaría, de Bartlett, de Orrico de los Llanos, de Eduardo
Alday, de Manuel Antonio Romero Zurita, de Mario Brown Peralta,
José Guimond Caballero, Tito Hernández Olivé, Carlos Echeverría,
Guillermo Sevilla, Nacir Antonio, Guillermo Hübner, Uriel Torres;
hombres que tuvieron afanes familiares, ilusiones o preocupaciones
políticas y económicas; y que con la muerte todo quedó en la nada.
Porque al final de cuenta la vida de los hombres es sólo un simulacro
de espejos.
A pesar de ello y con mucho pesar, por encima de esas vidas
efímeras que sólo fueron un simulacro de espejos, sólo un sueño,
Tabasco existe2. La sociedad tabasqueña, con sus estructuras
económicas, sociales, políticas, religiosas, jurídicas y culturales existe,
no sin importantes cambios; la colectividad llamada Tabasco, como
pueblo, con su arquitectura social, política o económica existe con
nuevos protagonistas y nuevos hombres de la calle, de la oficina, de
la fábrica, del campo, de la vagancia. Otros nombres, otros rostros,
quizá los mismos apellidos, algunos nuevos, pero la colectividad que
es Tabasco existe a pesar de la vida efímera de sus individuos que la
ha creado e integrado, individuos que sin embargo ya se han ido a la
tierra de los muertos y a la nada eterna donde el tiempo de los muertos
es sólo fantasía para consuelo de los dolientes que han quedado vivos.
¡Tiempo implacable! que no perdona a nadie, diría el poeta Baudelaire.
Nos dice Braudel: “El tiempo que es el nuestro, el de nuestra
experiencia, de nuestra vida, el tiempo que trae nuevamente a las
estaciones y que hace florecer a las rosas; señala el curso de nuestra
edad y cuenta también, pero con un ritmo muy diferente, las horas de

2
Esta figura “el simulacro de los espejos” la he tomado del poema “La recoleta” de Jorge Luís
Borges, el gran escritor argentino se inspiró para escribirlo en las visitas que hacía al cementerio
del mismo nombre en Buenos Aires; he tomado además la expresión para titular otro libro de
próxima publicación y que se llamará precisamente Simulacro de espejos. Éste aborda crónicas,
anécdotas, personajes, remembranzas y acontecimientos de Tabasco.
Elías Balcázar Antonio 23

las diversas estructuras sociales. No obstante, por mucho que tarden


en envejecer, también ellas cambian. Terminan por morir”.3 El antiguo
imperio romano con sus estructuras sociales, políticas, económicas,
duró varios siglos, pareció eterno y terminó por morir. Aquella enorme
y gran colectividad mediterránea vivió varios siglos, vivió su tiempo
de larga duración, tuvo también sus individuos con su vida cotidiana
y en ella vivieron también individuos con su tiempo de corta duración,
breve y fugaz: también con sus afanes, problemas e ilusiones.
La historia estructural, de larga duración, el devenir de los
pueblos y de las civilizaciones se toma décadas y siglos enteros; los
cambios históricos en las estructuras sociales se dan de manera muy
lenta, casi de manera imperceptible; este tiempo histórico se ubica en
el límite de lo móvil y de lo inmóvil, a un grado tal que sus estructuras,
sus instituciones, sus idiosincrasias e ideologías aparentan ser eternas,
como algo “natural” y no como un producto histórico y una creación
del hombre. Así se pensó con la desaparecida antigua civilización y
cultura griega; con el desaparecido imperio español que duró tres
siglos o el antiguo imperio romano que duró casi ocho siglos. Esa
apariencia presenta hoy el imperio y la cultura trasnacional de los
dólares y de los gringos quienes piensan hoy que su cultura, su modo
de vida es algo natural, ahistórica y eterna; junto con Bush todos los
gringos piensan que su cultura y su modo de vida es la única correcta
y la única conveniente para todos los pueblos, que ésta llegó para
quedarse.

En el plano de la historia de larga duración, historia y sociología no


es que se respalden (sería quedarse corto); se confunden. La larga
duración es la historia interminable, indesgastable, de las estructuras
y grupos de estructuras. Para el historiador, una estructura no es
sólo arquitectura, ensamblaje; es permanencia, con frecuencia más
que secular (el tiempo es estructura). Ese grueso personaje atraviesa
inmensos espacios de tiempo sin alterarse; si se deteriora en tan largo
viaje, se recompone a lo largo del camino, su salud se restablece y, en
definitiva, sus rasgos sólo cambian muy lentamente.4

El historiador tradicional nunca abordó, ni comprendió este tiempo


largo, ni las estructuras y el ensamblaje que es esa totalidad orgánica
de la vida colectiva de los hombres; ese historiador se perdió en el

3
Braudel, Fernand. Las ciencias sociales, Alianza Editorial, México, 1992, p. 57.
4
Ibídem, p. 125.
24 Tabasco a dos tiempos

tiempo breve y escribió aquella historia episódica de acontecimientos


sueltos a veces inconexos, de héroes y frases célebres, de anécdotas
y biografías de hombres “importantes”. Es necesario aclarar y
puntualizar que eso no es escribir historia; eso es escribir crónica,
biografías y hasta chismes y curiosidades anecdóticas. Toda esta labor
de abordar el tiempo breve y el acontecer de la vida cotidiana de la
sociedad y de un individuo le corresponde al cronista, al periodista,
al novelista, al que cubre las páginas de sociales de un diario; al buen
conversador de café y de cantina. Esto no quiere decir que esa labor
carezca de valor histórico o que no sea interesante; por el contrario, en
las hemerotecas y archivos, entre otras fuentes, se encuentra toda una
inmensa cantidad de documentos e información escritos por aquellos
que han abordado el tiempo breve y la vida cotidiana de un pueblo y
de sus individuos. Esa información, además de divertida e interesante,
es rica e invaluable para quienes pretendemos escribir historia en el
estricto sentido de la historia social. Por si fuera poco, algunos de esos
documentos y crónicas tienen además un hermoso estilo literario y su
contenido ha sido expuesto a veces con un gran cuidado de lo estético.
Pero no sólo es el tiempo breve el que interesa al historiador.
El historiador como científico de lo social, no se queda en el tiempo
corto donde los hechos, los fenómenos sociales se dan a un ritmo
más precipitado; el historiador aborda el tiempo estructural, de
larga duración, donde las economías, las instituciones y toda la
arquitectura social se dan a un ritmo más lento, menos precipitado.
Para ello necesita utilizar las herramientas que le permitan cocinar
(hermenéutica le llaman los académicos) toda la rica información
fenomenológica, particular, diversa que día a día surge de la vida
cotidiana de los individuos que integran esa arquitectura social; tales
son las crónicas, las noticias diarias empolvadas en las hemerotecas, los
libros de notarías, las actas constitutivas, los informes, los censos, los
datos proporcionados por las distintas ramas de la economía, por los
hospitales, la historia oral, etcétera. Para procesar esa rica información,
hacer el trabajo hermenéutico, el investigador está obligado a apoyarse,
con inteligencia e intuición (inspiración le llamaría yo, imaginación
sociológica le llamó Wright Mills, “esa cualidad mental que les ayude
a usar la información”) en la ciencia de la Economía Política, conocer
a los autores más influyentes de esa ciencia como, Adam Smith y
David Ricardo, entre otras obras clásicas de la Economía Política, así
como apoyarse en la herramientas que nos proporcionan la macro y
la microeconomía; también, y todo esto lo escribo para mis alumnos
Elías Balcázar Antonio 25

de historia, ya que el historiador debe manejar la Estadística y la


Demografía, así como la Geografía, entre otras, pues son herramientas
invaluables. Está obligado además a tender un puente de comunicación
permanente con los avances logrados por sociólogos, politólogos y
economistas.
En el presente libro hemos hecho el esfuerzo de abordar el
tiempo estructural junto con el tiempo cotidiano de las personas
de Tabasco y de la región sureste. De ahí Tabasco a dos tiempos; el
tiempo estructural de Tabasco y del sureste de México, y el tiempo
cotidiano de sus individuos en aquellos años; ese ha sido nuestro
afán y nuestra ilusión. Hemos tratado de apegarnos a los rigores que
exige el análisis económico y social de los cambios y movimientos que
tuvieron las estructuras económicas y sociales de la región durante
las décadas que van de 1940 a 1960, (a veces tuvimos la necesidad de
hacer planteamientos anteriores a la primera fecha y posteriores a la
segunda). A la vez hemos hecho el esfuerzo de narrar el tiempo corto,
cotidiano y a veces anecdótico de la vida breve de aquellas personas; y
uno de los objetivos que buscamos con ello es narrar una historia que,
sin dejar de ser estructural, total, rigurosa y de análisis y síntesis, nos
permita una lectura más amena dentro de un afán de remembranzas
y anécdotas.

Algunas reflexiones epistemológicas y de método


Al hacer estas reflexiones sobre lo estructural y lo individual, sobre
el tiempo de lo colectivo de larga duración y el tiempo cotidiano del
individuo, necesariamente nos apoyamos (apoyo que quedó implícito
en estas reflexiones y en la exposición de este libro) en algunas
categorías filosóficas del conocimiento, principalmente en la unidad y
contradicción que existen entre la esencia y el fenómeno, la necesidad
y la casualidad, la unidad y la diversidad; esto nos lleva, a la vez, a
la controvertida y polémica contradicción, que se presenta entre lo
universal y lo singular. La esencia, que es más permanente y universal,
se esconde y se expresa a través del fenómeno, que es particular,
es diverso y único; la esencia además contiene una diversidad de
fenómenos por los cuales se expresa; fenómenos, hechos individuales
y particulares, aparentemente dispersos, sueltos, inconexos,
aparentemente sin referentes estructurales pero que están contenidos
y son la expresión de una esencia, la cual no es otra que las estructuras
26 Tabasco a dos tiempos

económicas y sociales5. La esencia, o sea las estructuras económicas y


sociales, como el elemento universal y necesario, se oculta a los ojos del
hombre de la calle y tiene además un carácter más estable y permanente;
la esencia, o sea las estructuras sociales, permanece más en reposo y
es constante, sus cambios son más lentos, casi imperceptibles. En la
historia del tiempo largo las estructuras sociales son la esencia misma
del hombre como ser social que es, cambian de manera muy lenta e
imperceptible y permanecen escondidas; el hombre de la calle en su
diario quehacer y vivir, que no es mas que creador y resultado de esas
relaciones sociales, no se da cuenta que su vida cotidiana, de cada día,
se da inmersa dentro de estructuras económicas, sociales, culturales,
etcétera. Por el contrario el fenómeno, por el que la esencia, lo universal
y necesario, se expresa y a la vez se oculta, es único, es algo individual,
particular y no se repite. Es en esta dimensión del tiempo, dentro de
unas estructuras o conformando unas estructuras sociales, que se da la
vida cotidiana del individuo, de las personas, de las familias, con sus
problemas, proyectos y afanes. Dicho en palabras de Braudell

La dificultad estriba en descubrir la larga duración en un terreno en


el que la investigación histórica acaba de obtener innegables éxitos:
el económico. Ciclos, interciclos y crisis estructurales encubren las
regularidades y permanencia de sistemas, o como también se ha dicho,
de civilizaciones económicas, es decir de viejas costumbres de pensar
y de obrar.6

Para los que no están acostumbrados a estas reflexiones epistemológicas,


y a manera de ejemplo, digamos que en el enunciado “Sócrates fue un
hombre” conviven la esencia y el fenómeno, lo necesario y lo casual,
lo universal y lo individual: Sócrates nada más ha habido uno, fue un
individuo, único, ya no existe; hombres hay y han existido muchos,
es lo universal y a pesar de que a través de los siglos han existido y
muerto muchos individuos con sus rostros, nombres, huellas digitales
y características muy particulares, el ser hombre universal sigue
existiendo. Es la esencia hombre, algo universal, contenida y expresada
en muchos seres individuales, particulares que han existido y que ya
no existen. La esencia, lo universal permanece, y si no es eterna sí es
más duradera y es la unidad de lo diverso, el ente universal de muchos

5
Ver V. I. Lenin. Cuadernos filosóficos. Editorial Progreso, Moscú 1965. Rosental M. M. y Straks G.
M., Editorial Grijalbo, México 1965.
6
Ibídem, p. 73.
Elías Balcázar Antonio 27

entes particulares; cambia pero de manera muy lenta. Lo particular, lo


individual, el fenómeno es único; se da una vez y desaparece; es más
movible y cambiante, su duración es más breve.
Por eso en la historia y al hablar de tiempo de larga duración
y tiempo de corta duración, nos referimos a la esencia del ser social
hombre como creador y resultado histórico de estructuras sociales por
un lado y, por otro lado, nos referimos a fenómenos, a lo particular
y accidental, es decir a individuos y su vida diaria y cotidiana; lo
universal y lo individual conviven, lo social y el individuo no existen
separados; no podemos entender uno sin el otro. Al referirnos al
tiempo largo, tiempo estructural, estamos refiriéndonos al devenir
de las estructuras económicas y sociales, de las instituciones, de las
colectividades con una arquitectura social bien definidas; y éstas no
son más que resultado de relaciones económicas, políticas, étnicas,
religiosas y culturales necesarias entre los hombres; de las relaciones
del hombre con su entorno físico y geográfico y que permanecen a lo
largo del tiempo. Pero aunque permanecen y son más estables también
cambian; estos cambios son más lentos, más graduales. El individuo de
la calle, el bolero, el taxista, el aguador, el lechero, el burócrata, el que
pregona su fruta en el mercado o por las calles no se da cuenta de que
su libre albedrío, “su voluntarismo”, está inmerso, atrapado, dentro
de estructuras sociales, dentro de una red de relaciones sociales con
carácter necesario y que una supuesta libertad y un supuesto “libre
albedrío” del hombre no existen sino que éste, atrapado en esa red de
relaciones sociales, vive enajenado sin ser conciente de su enajenación;
y no se da cuenta porque las estructuras, como la esencia, pasan
desapercibidas al sentido común del hombre de la calle que poco
puede hacer para modificar esas estructuras en que vive atrapado.
Las estructuras como toda esencia, están escondidas, ocultas, pasan
inadvertidas al hombre de la calle; el hombre que no es científico de la
sociedad y de su historia, no se da cuenta de esas estructuras, no se da
cuenta que vive inmerso dentro unas estructuras sociales, políticas y
económicas.
Las estructuras sociales que permanecen escondidas y que no
alcanza a apreciar, a detectar el hombre común, existen y se manifiestan
diariamente en el tiempo corto, en el quehacer cotidiano y en la vida
individual de los hombres; pero este tiempo, el de lo particular y de
los fenómenos, por el que se manifiesta y a la vez se oculta la esencia,
o sea las estructuras, es la más caprichosa y la más engañosa de las
duraciones y es motivo de que se escriban historias; una historia
28 Tabasco a dos tiempos

tradicional, anecdótica, de episodios y hasta de argüendes o chismes.


Este es el tiempo que abordan muchos periodistas o “historiadores”
sin lograr trascenderlo y ahí se quedan; el árbol no les permite ver el
bosque, no les permite ver el todo, las estructuras. Muchos de estos
periodistas o “historiadores” ni conocen el tiempo de larga duración,
el tiempo estructural, y por eso desconocen la esencia de las cuestiones
sociales, económicas, políticas y culturales de la sociedad y de la
época en que escriben. Por todo ello, algunos periodistas (diaristas),
y los “historiadores” de café caen en el chisme, en el infundio y en la
calumnia y hasta se meten en la vida privada de las personas. Eso, ni es
periodismo, ni es historia; al menos como actividad profesional.
Al llegar a este punto de nuestras reflexiones vemos la necesidad
de criticar esas corrientes epistemológicas que conciben el mundo de lo
social y de la historia como un conglomerado caótico de individuos, de
particularidades dispersas, carentes de organización, de estructuras;
para esta concepción de la realidad social es la casualidad, el libre
albedrío y el voluntarismo de lo individual lo que predomina; dentro
de esta concepción, lo social y lo histórico carecen de un orden, de
un sistema, de estructuras, de relaciones sociales necesarias que
conforman un todo orgánico, vivo y en permanente cambio. Esas
“novedades” que hoy plantea cierta corriente del posmodernismo,
de dar prioridad a lo individual y de desechar la totalidad, de tirar
a la basura la parte holística de lo social, ya las planteaban algunos
pensadores e historiadores empiristas y pragmatistas de los siglos XIX
y XX. O sea que la tal novedad no es ninguna novedad.
Gran avance del pensamiento alemán fue descubrir la
concepción de la sociedad moderna como una totalidad orgánica; el
descubrimiento de esa categoría filosófica, gran logro del pensamiento
filosófico del siglo XIX y XX, se ha venido desechando en los últimos
años. El avance del pensamiento a partir de Hegel de descubrir la
totalidad, lo estructural y orgánico dentro del estado moderno, el
estado nación, fue un gran desarrollo y aporte para el pensamiento
posterior. Ese avance de Hegel continuó con Carlos Marx y posteriores
pensadores marxistas como Georg Lucakcs, Karel Kosic y Zeleny, así
como con la Escuela de Francfort con Herbert Marcuse y Teodoro
Adorno. Ellos descubrieron real y concretamente la totalidad en el
desarrollo del capitalismo, de los mercados nacionales, y más tarde
en el desarrollo del capitalismo y del mercado mundial, estructuras
mundiales y regionales del desarrollo y del subdesarrollo; con esta
nueva realidad las estructuras económicas y sociales se mundializaron
como una totalidad real mundial. Así también y como consecuencia
Elías Balcázar Antonio 29

de los capitalismos nacionales industrializados y modernos, surgieron


y se desarrollaron los estados nacionales. Hoy se propone la existencia
de un estado mundial y una totalidad política mundial como resultado
del desarrollo de la mundialización de las relaciones económicas,
políticas, sociales y tecnológicas.
Sin embargo, se cometieron excesos dentro de las ciencias sociales
con el uso de la categoría de totalidad concreta; en muchos casos, ésta
se vació de contenido real y sólo quedó como un modelo abstracto que
cada vez se alejó de la realidad. Se cayó en un tipo de reduccionismo
que no ve más que el todo, aplastando las unidades menores.7 Se le da
prioridad a la categoría de totalidad social, borrando, descuidando la
relevancia de las partes que la integran. Jaime Osorio nos dice que el
uso de:

La globalización remite a un discurso holístico en donde las partes de


la totalidad pierden relevancia, con lo cual desaparece lo diverso y lo
heterogéneo, predominando la homogeneidad. Se construye así una
totalidad vacía: el mundo global.8

Al no ver más que el todo se desecha, se le da poca importancia


a lo microsocial, a lo microhistórico; dentro de esa concepción lo
regional, lo local, los individuos pasan a un segundo orden, si no es
que al olvido, a la omisión.
En el otro extremo de esta concepción, existe una concepción que
“mistifica el conocimiento parcelario”; se trata aquí de conocer de
manera exhaustiva lo particular, dentro de una concepción dispersa
de los fenómenos sociales, obteniendo con ello un conocimiento
fragmentado. Quienes dentro de esta corriente hacen hincapié en el
estudio de lo diverso, de lo específico e individual, desechan, borran
de la escena la organización holística de las partes que conforman ese
todo concreto. Con una investigación así, estudios de caso, sólo se
logra:

Una recopilación de “pedacería social”, con discursos que se recrean


detallando exhaustivamente algún trozo de realidad, pero olvidando
el interrogante por el lugar de un todo mayor, o bien construyendo
realidades-mosaicos por la vía de la sumatoria de la pedacería, pero
con ausencia de una visión holística.9

7
Osorio, Jaime. El Estado en el centro de la mundialización. Ed. Fondo de Cultura Económica, México,
2004, p. 111.
8
Ibídem, p. 112.
9
Ibídem, p. 113.
30 Tabasco a dos tiempos

El pensamiento que concibe la realidad social e histórica como un


conglomerado caótico de individuos, de pedacería social fragmentada,
de particularidades dispersas, carentes de organización, sin un referente
estructural que les da orden y sentido, es una de las “novedades” del
posmodernismo. Para esta concepción es la casualidad, el libre albedrío
y el voluntarismo de lo individual lo característico y dominante; dentro
de esta concepción, lo social y lo histórico carecen de un orden, de
un sistema, carecen de estructuras, de relaciones sociales necesarias
dentro de un todo orgánico, vivo y en permanente cambio. Esas
“novedades” que hoy plantea cierta corriente del posmodernismo,
terminan por desechar la totalidad, tirar a la basura la parte holística
de lo social y, entonces las partes estudiadas, de manera exhaustiva
y sin referente estructural, pierden sentido. Para esta corriente y
derivado de la ruptura de lo micro y macro, predominan los estudios
microrregionales y microhistóricos desligados de un marco general,
estructural, de interpretación.
En el caso de este libro, de la investigación y de la historia que
aquí narramos, se trata de una historia regional, una historia de una
de las partes que integran el todo que hoy es México, que a la vez está
inmerso dentro lo que hoy es una totalidad mundial. Pero a la vez
hemos procurado no caer en el error de entender a Tabasco y a la región
Sureste como un mero reflejo o resultado de lo nacional o mundial;
hemos entendido que es un ente que tiene vida propia pero no aislada
o fuera del contexto nacional y mundial. Al estudiar y narrar esta
historia de Tabasco y de la región sureste de México, hemos tratado
de ser exhaustivos, en la medida que nuestros archivos y el tiempo
disponible nos lo permitieron; a la vez hemos tratado de ser rigurosos
en el análisis de las partes que integran esa totalidad estructural que
fue Tabasco y el sureste mexicano en la década de los años cuarenta y
cincuenta; pero también, repito, no hemos perdido de vista el marco
general de interpretación, el referente estructural, regional, nacional y
mundial en que se da esa pequeña parte del mundo que es y ha sido
Tabasco, el sureste de México y las partes que lo integran.
Tabasco, el tiempo cotidiano
en el tiempo largo
CAPÍTULO I

Golfo de
México
A manera de entrada
Corría el año de 1940, el planeta, la especie humana, se debatía en otra
conflagración mundial. De nuevo los odios eternos entre las naciones
y las ambiciones desmedidas de los hombres violentaban la vida
tranquila, el tiempo cotidiano de los pueblos. El tedio, el aburrimiento y
el esplín de los hombres eran sacudidos por la guerra. Una enfermedad
por otra. La monotonía cotidiana, mal de nuestro tiempo, orillaba
una vez más a los hombres a vivir al filo de la navaja; hacer la guerra
para sentirse vivos. Las barreras de las razas, las creencias religiosas
en varios dioses y en ninguno, las ambiciones económicas y políticas
del hombre, convertidas en aranceles y en aduanas interpuestas entre
los pueblos, fueron desbordadas de nuevo por la eterna y desmedida
ambición de dominio de los gobiernos y de los líderes. Eran los inicios
de una moderna neurosis por apropiarse del planeta e imponer
relaciones de dominio y de saqueo, así como imponer modos de vida.
Mientras en ultramar sucedía aquella locura humana, aquí en
Tabasco la vida cotidiana continuaba su marcha y las notas de la guerra,
que llegaban a destiempo, ocupaban la atención y las pláticas diarias
de la gente; así llenaba el tabasqueño sus días vacíos, enmohecidos por
el tedio y por el ocio propio de la falta de trabajo. Por supuesto que el
chisme también ocupaba un lugar importante para llenar esos vacíos.
Lejos habían quedado los días de auge bananero. La enfermedad
del chamusco había barrido con plantaciones enteras del plátano roatán
y con el sustento de un pueblo: la perversidad de la empresa gringa,
la Southern Banana, acabó de un hachazo con la esperanza de los
tabasqueños. El imperio de los dólares obligaba una vez más a morirse
de hambre a un pueblo de América Latina y a doblegar su voluntad
de independencia por medio del bloqueo. Mientras tanto, en el frente
de guerra en Europa, en África y en Asia los dueños del capital y de
los derechos humanos asesinaban pueblos en el nombre de la libertad,
de la democracia y de la civilización, así como en el nombre de Dios;
dioses de la guerra, de los dólares y del odio.
34 Tabasco a dos tiempos

La Confederación de Uniones de Productores de Plátano


jamás alcanzaría los niveles de prosperidad económica logrados en la
década recién pasada. La Cooperativa de Transporte de la Industria
del Plátano, (COOTIP)1, empresa de transporte fluvial y marítimo
tabasqueña, sobrevivió dando tumbos hasta su total extinción. En
su origen esta empresa se integró con los chalanes, los remolcadores
embargados a don Manuel Jáidar en 1931 y con la flota y equipo que
luego se le expropió a la Southern Banana Corporation en 1938 por el
gobierno cardenista de Francisco Trujillo Gurría.2 El bloqueo económico
y el boicot de las grandes compañías fruteras gringas sobre Tabasco
llevaron por completo a la ruina de su pueblo. El caso tabasqueño era
un adelanto de lo que más adelante harían con Cuba los campeones de
los derechos humanos en el mundo; tratar de doblegar de hambre a
aquellos pueblos y gobiernos que no fueran sumisos a las ambiciones
explotadoras, insaciables y arbitrarias de las multinacionales.
Los propietarios de la United Fruit y de la Standard Fruit,
dueños ya de Centroamérica, no tuvieron ningún escrúpulo en
sembrar el hongo Cercospora Musae Zimm en los platanales
tabasqueños para enfermar sus plantaciones. Orillaron así a la ruina
y a la desesperación al pueblo y al gobierno de Tabasco3. Al decir
de los viejos que sobrevivieron a esos amargos y difíciles años, esa
enfermedad fue introducida por gentes de la misma compañía gringa
Standard Fruit como represalia contra las medidas nacionalistas del
gobierno de Lázaro Cárdenas. Precisamente 1938 fue también el año de
la expropiación petrolera. A esta enfermedad en Tabasco se le dio en
llamar el mal del “chamusco”, llamada así porque las hojas de la planta
contagiada daban la impresión de estar quemadas o chamuscadas.
Con anterioridad ese hongo había provocado la misma enfermedad en
las Islas del Sur y en Centroamérica. En las Islas se le dio el nombre del
mal de Sinatoka y en Centroamérica, el mal de Hoja.
Los inicios de la década de los cuarenta fueron para Tabasco
años de profunda crisis económica, de falta de empleos y desesperación
para el pueblo tabasqueño. El gobierno de Francisco Trujillo pedía
con urgencia la ayuda de la federación para reanimar la deteriorada
economía del estado. Por concepto de impuestos la producción
bananera en días de bonanza llegó a aportar hasta $400, 000 al año;
en 1940 el gobierno de Tabasco sólo captó por ese renglón $76, 144

1
Cooperativa de Transporte de la Industria del Plátano, desde ahora la conoceremos como
COOTIP.
2
Ver mi libro Tabasco en Sepia, UJAT, 2003, p.p. 111 a 115 y 241.
3
Ibídem, p.p. 237 a 240.
Elías Balcázar Antonio 35

y en 1941 no captó nada. El puerto de Frontera, otrora las orgullosas


“Puertas de Tabasco”, caminaba por la senda inminente de convertirse
en un puerto fantasma. De aquellos tiempos en que llegaban a Frontera
imponentes barcos suecos y noruegos, ingleses y americanos, así como
bergantines ingleses y americanos, sólo quedaron fotografías pintadas
de amarillo, de ese amarillo sepia que sólo el tiempo puede pintar.
Aquellos primeros días del siglo XX, cuando el astillero de la
Bushnell ensamblaba y botaba majestuosos barcos que surcaron por
años las aguas del Grijalva y del Usumacinta, eran sólo historia. El
Lumijá, el Abraham Bandala, el Sánchez Mármol o el Carmen fueron
quedando en el recuerdo y sólo como temas de plática que los viejos
contaban a los jóvenes. Aquella poderosa flota marítima de los Romano,
víctima de los años convulsivos de la revolución, ya había sucumbido
bajo las fuerzas implacables del tiempo. Igual destino sufrieron los
barcos de don Polo Valenzuela, aquellos que majestuosos, símbolos
de un gran capital, recorrieran la inmensidad del Usumacinta y del
Grijalva. Los barcos de don Polo cubrieron durante años el itinerario
hacia la región de los ríos hasta el Palizada y la isla del Carmen.
Estas compañías navieras no resistieron a las medidas de incautación
del gobierno carrancista y a los abusivos actos de corrupción de los
gobiernos “revolucionarios”4. “El Carmen”, llamado el Plutarco Elías
Calles durante los años del Maximato, el último sobreviviente que
surcara los ríos de Tabasco hasta mayo de 1958, no sobrevivió a las
fuerzas destructoras de un incendio y su casco terminó sus últimos
días sirviendo como “flamante” panga en el paso hacia Frontera.
A ese pueblo en crisis lo seguían azotando el paludismo
endémico y las anuales inundaciones. En un periódico de diciembre de
1943 el maestro José A. Coffin escribía sobre tres jinetes del Apocalipsis:
“Alcoholismo, inundaciones y apatía”5. El ilustre profesor Coffin olvidó
mencionar la desnutrición, el paludismo, la parasitosis intestinal,
la disentería, la tuberculosis y las enfermedades venéreas6. Las
inundaciones afectaban al estado cada año y, de manera extraordinaria
y catastrófica, cada diez u once. En esos años fueron Cunduacán, Jalpa
y Nacajuca los municipios que más sufrían por los estragos de aquellas
inundaciones. Los impactos destructores fueron peores e incisivos en
esos municipios sobre todo a partir del “rompido” de El Samaria. Esto

4
Ibídem.
5
RN, 9 de diciembre de 1943.
6
RN, febrero 27 de 1944.
36 Tabasco a dos tiempos

aconteció en aquel trágico año de 1932 cuando el Grijalva abrió un


nuevo brazo hacia esa zona de la Chontalpa; desde entonces y durante
años derramó buena parte de su torrencial cauce en esos municipios;
cantidad de agua incrementada por los diluvios anuales.
A principios de la década de los cuarenta la entidad había
perdido aquellos mercados que tanta vida le diera al pueblo
tabasqueño. Fueron mercados que ejercieron un impacto histórico
desde fines del siglo XIX y los primeros cuarenta años del siglo XX.
Primero el gran mercado yucateco, derivado del auge henequenero
y que tanta demanda hiciera de los productos tabasqueños como el
aguardiente, azúcar, cacao, ganado y maíz, había pasado a mejor vida
desde 1919. Aquellos años de bonanza sólo quedaban en el recuerdo
de la gente. La fibra yucateca vivió sus últimos días de auge durante
la primera guerra mundial; pasada la guerra, 1919 fue un año de
tragedia y de ruina para la península yucateca y, en consecuencia,
para Tabasco. Luego nuestra entidad encontró salida a su profunda
crisis económica en la actividad platanera y en la exportación de
roatán al mercado americano. Galveston, Texas; Mobile, Alabama; y
Tampa, Florida fueron sus principales compradores. Ese movimiento
comercial, a través del golfo de México, venía caminando desde 1907.
Como anotamos ese mercado se perdió y la actividad platanera cayó
en ruinas como resultado del boicot de los norteamericanos.
El aparato productivo tabasqueño, “bananizado” durante los
años garridistas, sufría las consecuencias de una economía agrícola
monoproductora y monoexportadora. Similar al resto de América
Latina, Tabasco quedó en una posición muy vulnerable y subordinado
a los caprichos de la Standard Fruit y sujeto a los vaivenes del mercado
mundial. Ese aparato productivo “bananizado” tardaría algunos
años en rediseñarse y en responder con otras actividades agrícolas y
pecuarias. Esta vez el aparato productivo tabasqueño, de una ganadería
extensiva de bovinos y de una agricultura de plantaciones, giraría
en torno a la creciente demanda del mercado nacional en ascenso,
principalmente el de la ciudad de México. La acelerada urbanización
e industrialización de ciudades como Puebla, México, Guadalajara,
Monterrey, entre otras, debido a la política de industrialización y
de sustitución de importaciones del gobierno de Ávila Camacho,
presentaron una creciente demanda de alimentos y de materias
agropecuarias para Tabasco y para otras regiones del país.
1944, año en que se inauguró la biblioteca José Martí en
Villahermosa fue un año igual a los anteriores, difícil para Tabasco y
Elías Balcázar Antonio 37

para el mundo. Este seguía desangrándose en los frentes de guerra de


Europa, del Norte de África y del Pacífico. La Alemania expansionista
de Hitler se negaba a morir y a abandonar sus sueños imperialistas de
adueñarse del mundo. Este sueño sería logrado más adelante y para
desgracia del planeta por otros imperialistas; esta vez por los aliados
vencedores y la potencia imperialista de los yanquis. Éstos, igual o
peor que los nazis, se autonombran campeones de la democracia y del
mundo libre... libre para el capital y para los modernos agiotistas de
Wall Street. Los mismos gringos amantes de la guerra que, después
de armar una hipócrita misa mundial y difundirla por el canal
CNN en septiembre de 2001, masacraron sin misericordia al pueblo
afgano. Este pueblo se debate en la miseria y sufre condiciones de
vida similares a la edad de piedra. Luego la invasión a Irak, así como
a Libia y las que siguen en la interminable agenda imperialista. En
la invasión a Irak se impuso la ambición petrolera de Bush con sus
necedades fundamentalistas y maniqueas y sus mentiras propaladas
por el gobierno de los Estados Unidos y sus canales de televisión. Esa
vez pasaron por encima de la opinión mundial, de la ONU, de los
gobiernos de todos los países y del sentido común. Una vez más se
hacía caso omiso de las experiencias que nos da la historia.
1944, Tabasco seguía sin recuperarse del desplome platanero
acontecido entre 1938 y 1940. Los años de oro del plátano roatán, años
de las vacas gordas del garridismo habían quedado en el recuerdo.
La actividad platanera, al igual que las torres gemelas, se derrumbó
de manera estrepitosa y sólo quedó miseria y desolación en el estado.
Todavía en el año de 1943 los productores locales, buscando reanimar
la actividad platanera y ante la falta de embarcaciones, rentaron dos
barcos para transportar la fruta. Esos barcos fueron requisados por el
gobierno de Estados Unidos cerca del Departamento de Guerra de la
Unión Americana, a pedido de altos funcionarios de la Standard Fruit
Co;7 la misma que saqueó a Tabasco durante los años garridistas, con
el consentimiento y la complicidad del “socialista” Tomás Garrido.
La requisa de esos barcos no fue por motivos de la segunda guerra
sino parte de una venganza contra el gobierno de México y de Tabasco
por su política expropiatoria y nacionalista. Y ni quien les dijera nada.
Como siempre, los gringos yanquis empeñados en aplastar a un pueblo
y cancelar su futuro.

7
RN, abril 20 de 1944.
ganado hacia Veracruz por
38 Tabasco a dos tiempos
rto de Frontera; también se
aya rumbo a Coatzacoalcos
La obra del ferrocarril del
s tramos, ese año del 44 el

Sin embargo, el grato recuerdo de los años de bonanza bananera


seguían35fertilizando el optimismo de los tabasqueños, optimismo que
no les permitía ver el bloqueo impuesto sobre Tabasco por la voracidad
humillada de la Southern Banana. Optimismo que hacía afirmar a un
editorial del Rumbo Nuevo en 1944 que “...la industria platanera es
nuestra propia vida, la vida del terruño querido en donde nacimos
y hemos de morir”. Que “mientras hay que esperar durante 7 años
la primera producción del cacao y 8 la del coco, el plátano ofrece sus
verdes frutos en poco tiempo”. Luego dice: “Todo Tabasco lo sabe.
Gran parte de la República también. Han recibido beneficios indirectos
empresas como la Lotería Nacional, las fábricas y las casas de comercio
de la metrópoli, Veracruz y Mérida, porque en la época de prosperidad
de la industria platanera los hombres despilfarran el dinero y las
mujeres se visten con algo más que una tafeta o un treborco”8. Lo
que ese editorialista y demás tabasqueños no entendían o no querían
aceptar es que la actividad platanera de Tabasco había recibido su tiro
de gracia desde 1940.
En los primeros meses de 1944 Tabasco sufrió una gran sequía
que generó escasez de maíz, frijol y arroz en la entidad. Esta sequía
redujo el calado de los ríos y entorpeció la navegación y el comercio.
Se dejaron de comercializar millares de racimos de plátanos y otros
productos. Hasta esos días las vías principales de comunicación
interior seguían siendo los ríos, las lagunas y los arroyos. La sequía,
el consiguiente bajo calado y el azolve de los ríos continuaban siendo
la eterna rémora para la actividad comercial del estado. Con el fin de
canalizar y desazolvar las vías fluviales que sufrían de bajo calado,
sobre todo los tramos de la zona platanera del Mezcalapa, del rompido
del Samaria y del río Grijalva, el secretario de Marina, el general
Heriberto Jara, instruyó para que se trasladasen dos dragas al estado
de Tabasco9. Esa sequía además, no fue más que el aviso inminente

8
RN, abril 23 de 1944.
9
RN, 24 de abril de 1944.
Elías Balcázar Antonio 39

de un ciclón y de una de las peores inundaciones que sufriera nuestro


estado en aquellas infaustas décadas. Ciclón e inundación que desde el
21 de septiembre de ese año golpearía a Tabasco dejándolo en ruinas;
inundación que sentaría sus reales durante el mes de octubre.
En aquel mes difícil escaseó la carne. La Segunda Guerra
demandó mucha carne en esos años y elevó los precios; los ganaderos
locales preferían vender su ganado a mejores precios en la Ciudad
de México. Tabasco no estaba conectado con esa ciudad y con el
centro del país, ni por carretera, ni por ferrocarril. Había que sacar el
ganado hacia Veracruz por chalanes y por mar a través del puerto de
Frontera; también se sacaba arriado por la orilla de la playa rumbo a
Coatzacoalcos para embarcarlo por ferrocarril. La obra del ferrocarril
del sureste marchaba lenta y a escasos tramos, ese año del 44 el tendido
de las vías férreas llegaba apenas hasta el río Mezcalapa.10 La obra
del ferrocarril del sureste sería concluida e inaugurada hasta el 29 de
mayo de 1950. La carretera que enlazó a Tabasco con Coatzacoalcos,
la del paralelo 18, empezaría a funcionar hasta 1957 y se inauguraría
totalmente asfaltada hasta 1959.
Mientras, el ciclón del 21 de septiembre y la gran inundación
que se extendió durante todo el mes de octubre de 1944 dejaban
destrucción y miseria a su paso. La desnutrición ancestral, la tifoidea,
el paludismo, la gripa, las enfermedades pulmonares y la falta de
higiene y de médicos hacían estragos en una población pobre e
ignorante en su mayoría. La falta de médicos obligaba a las gentes
a acudir a curanderos, hierbateros, brujos y ensalmadores. Y si bien
los remedios de éstos no rebajaban las inflamaciones del hígado y del
bazo, ni disminuían los fríos de calentura, sí rebajaban y disminuían el
bolsillo de los más pobres e ignorantes.
La gente entre el agua y con el frío, en espera de un cayuco, hacía
cola para comprar una lata de carbón en el barranco de Villahermosa.
Varios chalanes e hileras de cayucos reposaban majestuosos sobre el
lecho misterioso del Grijalva. Notas de algunos diarios señalaban que
algunos majaderos se divertían diariamente con las mujeres que tenían
necesidad de hacer cola para comprar su carbón pues para ello tenían
que meterse entre el río y verse obligadas a arremangarse las faldas y a
enseñar sus hermosas piernas.11 En ese año como en 1944, Villahermosa
carecía de agua potable, de energía eléctrica y de drenaje. Dice una

10
RN, 22 de noviembre de 1944.
11
RN, 18 de noviembre de 1943.
40 Tabasco a dos tiempos

nota: “Desde que en malas horas el señor Víctor Fernández Manero ex


gobernador de Tabasco tuvo la feliz ocurrencia de obsequiar (lo que no
era suyo), la planta de luz y agua de esta ciudad a un grupo de obreros,
ha sido el mayor fracaso... ya que desde la fecha en que estos obreros
se hicieron cargo de dicha planta y se formaron en Cooperativa, con
arreglo a la Ley, estos individuos se dieron desde un principio a la
parranda y a desatender sus obligaciones...” dejando a la maquinaria
en total abandono.12 Ni hablar de los otros dieciséis municipios.
En condiciones tan difíciles, con un aparato productivo tan
maltrecho y sin esperanzas de recuperarse de la crisis, muchos
tabasqueños emigraron. Algunos se fueron de braceros hacia los Estados
Unidos atraídos por el auge que la guerra provocó a la economía de
ese país. La contratación de braceros empezó el 4 de septiembre de
1944 y en tres días se habían enganchado 1200 braceros tabasqueños.
Todos con destino a ese país del norte mientras durara la guerra. Dos
lanchones cargados de braceros tabasqueños, vía Huimanguillo por
el río Zanapa, salieron el martes cinco de septiembre. Ese día hubo un
mitin de festejo en el cine Novedades.13
Algunos no emigraron tan lejos. Sólo se fueron al occidente
del estado, atraídos por las obras de construcción del Ferrocarril del
Sureste y, luego, por los campos petroleros de Las Choapas, Agua
Dulce y La Venta. Igual que los aventureros de la fiebre del oro en
el viejo oeste de los Estados unidos, ahí se derrochó dinero a manos
llenas. Los burdeles y las cantinas hicieron su agosto en aquellos años
de auge de esa región.14 En 1944 vivían en Agua Dulce cerca de siete
mil tabasqueños, muchos originarios de Paraíso. Como en cualquier
campamento y pueblo petrolero la vida en esos dos lugares era muy
cara; el doble de cara que en Tabasco. Después de diecisiete años de
vivir en Agua Dulce, Nelson Quintana platicaba que antes de que él
fuera la primera autoridad de ese poblado el kilogramo de azúcar,
frijol o arroz tenía un precio de entre $1.80 a $1.90. Un kilo de carne
con hueso tenía un precio de $1.80, una gallina $7.50, un pavo $20 y un
huevo $0.20.15 Las bibliotecas brillaban por su ausencia en esos lugares.
Otros tabasqueños que emigraron de su terruño se fueron a la Ciudad
de México y jamás volvieron. Algunos sólo se acordaron de Tabasco
cuando quisieron regresar como candidatos a la gubernatura después
de largos años de ausencia.

12
RN, marzo 26 de 1944.
13
RN, 7 de septiembre de 1944.
14
RN, diciembre 16 de 1943 y enero 13 de 1944.
15
Ibídem.
Elías Balcázar Antonio 41

Pero no todo era negro ni malas noticias en 1944. El 19 de


enero de ese año fue inaugurado el Servicio de Rayos X, de los
Servicios Sanitarios Coordinados del Estado. La ceremonia se realizó
en la casa número 25 de la calle de Independencia. Por tratarse de
un “gran acontecimiento”, a las ocho de la noche de aquel histórico
día asistieron al evento el Licenciado Noé De la Flor, gobernador del
Estado; el general Manuel J. Contreras, jefe de la XXX Zona Militar;
Licenciado Manuel Flores Castro, secretario particular del gobernador;
Licenciado Adelor D. Sala, secretario de gobierno; Dr. Adelfo Aguirre,
oficial mayor; Don Carlos González Inurreta, tesorero general y Don
Jorge Brindis, ayudante del gobernador.
Se encontraban ya en el edificio los Doctores Régulo Torpey,
director del Sanatorio Juan Graham Casasús; Maximiliano Dorantes,
Ciro Pomoca Morales, David Gutiérrez Villarreal y el Ingeniero
Gonzalo Graham Casasús. Se encontraba también el Licenciado
Manuel Antonio Romero Zurita quien fuera Profesor del Instituto
Juárez, fundador y director del Rumbo Nuevo y quien fuera también
presidente del Partido de la Revolución Mexicana y de la Junta de
Conciliación y Arbitraje, además mi tío y un excelente ser humano.16
Hizo demostraciones del funcionamiento del aparato de
rayos X el doctor Julián Manzur. Mientras tanto el siempre inquieto y
combativo don Jesús Ezequiel De Dios en 1944 ya andaba haciéndole la
vida imposible a los patrones explotadores y organizando a los obreros
para defender sus salarios y derechos laborales.
Otra noticia agradable fue la visita de José Vasconcelos a
Tabasco, particularmente a Puerto Ceiba en el municipio de Paraíso. Su
visita, acompañado del gobernador, fue con motivo de inaugurar una
escuela primaria en ese lugar que hasta hoy lleva su nombre. Haremos
la reseña más adelante.
Y en este marco, el acontecimiento más relevante del año
fue la inauguración de la Biblioteca José Martí. El 12 de octubre, día
de “La Raza”, a las 11:00 horas llegó el gobernador Noé De la Flor,
acompañado por todo su gabinete. Asistieron también el presidente
municipal del Centro Torcuato A. Brindis y el jefe de la XXX Zona
Militar. En sus orígenes la biblioteca contó con cinco mil volúmenes:
la mayoría adquiridos por compras ordenadas por el gobernador del
Estado con un costo aproximado de $27, 000; 400 ejemplares fueron
por obsequios de particulares.

16
RN, 27 de enero de 1944.
42 Tabasco a dos tiempos

Fuera de la biblioteca, el ciclón y las inundaciones catastróficas


de esos días hacían de las suyas. El Gobierno dejó de percibir $800, 000
por concepto de impuestos. Antes del ciclón había en el estado 1, 869,
994 cepas de plátano; después sólo quedaron 786, 687 cepas. El valor
de las cepas antes del desastre era de $5, 497, 000; el valor de las que
sobrevivieron era de sólo $2, 000, 000. En total las pérdidas totales se
calcularon en más de 3, 000, 000.
Junto al ciclón y demás calamidades, los abigeos también
hacían de las suyas robando el ganado y la alambrada de los potreros.
Debido al alza de precios del bovino en Yucatán y en otros estados,
los ganaderos tabasqueños se beneficiaron multiplicando sus ventas
de ganado en esas entidades. Sin embargo y como siempre, “Las
Asociaciones Ganaderas Locales fueron el patrimonio de unos cuantos
privilegiados y la Unión Ganadera Estatal su consecuencia, con muy
reducido núcleo de ganaderos acomodados. Los favorecidos con
esta situación daban reses al abasto atropellando los intereses de la
mayoría, casi siempre pequeños ganaderos sin influencia dentro de la
institución...Los favoritos dieron duros turnos forzosos en el abasto
a los postergados y ellos dedicaron su atención a exportar al por
mayor... lo que ha provocado enorme descontento y una lucha entre
los oligarcas con las mayorías de los ganaderos”.17
Aunado a los abusos de los ganaderos de la elite, el cólera hacía
estragos en el ganado porcino; el gobierno local se vio obligado a prohibir
su venta dentro y fuera de la entidad.18 Esos días se caracterizaron
además por una gran escasez de maíz. El kilogramo de este cereal
alcanzó un exorbitante precio de $0.70 cuando en situaciones normales
éste tenía un precio $0.50.19 La escasez y la especulación con el maíz
y el hambre de la gente obligaban a algunos tabasqueños a recurrir
a la vieja costumbre de comprar maíz fuera del estado para venderlo
a precios cómodos dentro de Tabasco. Esta costumbre estuvo muy
arraigada durante los años del Porfiriato y del gobernador Abraham
Bandala; quizá por filantropía o por precaución política y evitar una
rebelión, pero así lo hacían don Pascual Bellizia y don Polo Valenzuela
a principios del siglo XX. En 1944 hizo lo mismo el presidente municipal
de Centla, Alfredo de la Flor Casanova. En ese año el edil instruyó
a Julián Carbonell para que comprara treinta toneladas de maíz: La
compra se hizo en Arriaga Chiapas y el kilogramo se vendió a $0.48
17
RN, enero 27 de 1944.
18
Ibídem.
19
RN, marzo 14 de 1944.
Elías Balcázar Antonio 43

dentro de la población más fregada.20 Para evitar una mayor escasez


y carestía de maíz, frijol y arroz, así como los riesgos de hambrunas,
cada año se realizaban certámenes de la producción y se premiaban
a los mejores agricultores en maíz, frijol y arroz. Los nombres de los
ganadores se publicaban en los diarios locales.21
Por otro lado, el agua que para beber vendían en latas de
veinte litros los aguadores en sus carretones tirados por una mula o
un caballo viejo en la ciudad de Villahermosa, en ese año tuvo un alza
en su precio $0.05 por lata. Una lata de agua llegó a tener un precio de
$0.15 que no todos podían pagar.
A pesar del derrumbe bananero y de la gran crisis económica
que de él se derivó, los agricultores no perdían las esperanzas de
que el cultivo del plátano cobraría nuevo auge y que con él vendrían
mejores días: por ello seguían sembrando y cultivando el plátano.
La Confederación de Uniones de Productores de Plátano de Tabasco
seguían anunciándose en la prensa local y otros medios como
“Exportadores de plátano Roatán y Macho a los mercados nacionales y
extranjeros, oficinas en Juárez 23 de Villahermosa”. En la zona costera
de Paraíso y Centla el cultivo del coco y la producción de copra crecían
de manera acelerada. Así lo exigían los altos precios alcanzados por
ese producto en el mercado mundial debido a la Segunda Guerra. En
esa alza, el creciente desarrollo industrial en el centro del país jugó un
papel muy importante.22
Ante la situación catastrófica derivada del ciclón, el presidente
Ávila Camacho envió $50, 000 como ayuda para los damnificados. A
pesar de los momentos críticos por los que pasaba el estado de Tabasco
y a pesar de los apuros presupuestales que padecía el gobierno de
Noé De la Flor se fundó la biblioteca José Martí. Ni el ciclón, ni la
inundación catastrófica, ni la crisis económica impidieron la fundación
e inauguración de la flamante biblioteca. Institución que en aquellos
años fue la magna obra y gran motivo de orgullo para los tabasqueños.
Aquel era un pueblo más humilde, más sencillo pero que creía más que
hoy en su futuro.
En un principio la biblioteca ocupó la casa ubicada en la
esquina que hace la calle de Zaragoza Sur con la Avenida Francisco
I. Madero. Antes de la Revolución de principios del siglo XX en esa
casa estuvo el Colegio Católico de Santa María de Guadalupe. Luego
ese Colegio se trasladó a la calle 5 de Mayo en una casa contigua al

20
RN, marzo 9 de 1944
21
RN, enero 14 de 1945 y marzo 24 de 1944.
22
RN, febrero 10 de 1944.
44 Tabasco a dos tiempos

Sanatorio del doctor Mayans; la casa de Zaragoza y Avenida Madero se


transformó en el convento del Verbo Encarnado hasta 1914 en que, con
motivo de la Revolución y de las medidas carrancistas de intervenir
los bienes del clero, las monjitas tuvieron que salir por piernas. Una de
ellas estuvo escondida en la región de los Ríos y con los años regresó
a Villahermosa y, depuestos los hábitos, puso una escuela de párvulos
en la calle de Aldama. Esta ex monja se llamaba doña Paz Castañeda y
de cariño le decían doña Pacecita.
En esa casa intervenida por la Revolución y por el gobierno de
Tomás Garrido se instaló la Liga Central de Resistencia y la imprenta
del Periódico Redención, órgano periodístico del garridismo y que
dirigiera don Trinidad Malpica. También estuvo ahí una escuela
primaria y luego una casa de empeño. Para 1936 la ocupó la Federación
General de Trabajadores hasta que fue ocupada por la Biblioteca José
Martí en 1944. Esa casa tan multicitada perteneció a doña María Paillet
de Bosch. En mi libro Villahermosa, crónicas y remembranzas hay un
documento donde se narra al detalle el interior de lo que fuera esa
lujosa casa de esa rica señora.
En 1952, el crecimiento de la biblioteca exigió un mayor espacio,
por su parte los obreros reclamaban para que se les restituyera su
antiguo local; lo anterior aunado a la propuesta de integrar la biblioteca
bajo el control del Instituto Juárez generó el proyecto de reubicarla en
un espacio mayor. Este espacio fue una parte del local de la Casa de
los Artesanos en la calle Hidalgo No. 19. El sábado 29 de agosto de
1953 la Biblioteca José Martí pasó a ocupar su nuevo domicilio, siendo
gobernador el licenciado Manuel Bartlett.
En 1955 y siendo el general Miguel Orrico De los Llanos el
gobernador y la directora de la biblioteca doña María del Pilar del
Espíritu Santo, poetisa tabasqueña que escribió con el seudónimo
de Alicia de Lavalle, la biblioteca tuvo que ser reubicada de nuevo
por la falta de espacios. En abril de ese año Orrico de los Llanos, en
compañía de su hijo Jorge Orrico Carrillo y del licenciado Joaquín
Bates Caparroso, visitó la biblioteca y constató esa necesidad.
El nuevo edificio, en Hidalgo No 20, donde se instalaría la
biblioteca fue donado por el Ayuntamiento del Centro con el decreto
número 180. La integración de la biblioteca al Instituto Juárez se hizo
cuando éste dejó de ser Instituto y se convirtió en la naciente Universidad
Juárez de Tabasco; ésta se fundó a partir del 20 de noviembre de 1958
por iniciativa de Miguel Orrico de los Llanos. A principio de enero de
1959 la poetisa Alicia de la Vale dejó la Dirección de la biblioteca y pasó
a ocupar la Dirección de Difusión Cultural del Estado; la Dirección de
Elías Balcázar Antonio 45

la biblioteca la ocupó otra brillante poetisa tabasqueña, doña Carmen


Vázquez de Mora.
A pesar de la flamante biblioteca recién inaugurada en ese año de
1944, Tabasco, o buena parte de los tabasqueños, seguía viviendo en el
oscurantismo. La mayoría de sus habitantes se debatía en la ignorancia
y sufría las consecuencias propias del analfabetismo,tales como el de
ser engañados por sus patrones, por el curandero y el yerbatero, y por
aquellas curanderas y parteras conocidas como brujas. En 1944 más
del 52 % de los tabasqueños no sabía leer ni escribir y carecían de la
información más elemental en asuntos alimenticios, de higiene y de
salud. (A ese 52 % habría que sumarle las analfabetas funcionales).
Para esta década persistía la vieja costumbre de que cada tabasqueño
andaba empistolado, costumbre que, mezclada con el alto índice de
alcoholismo, había convertido al crimen en el deporte predilecto del
estado.23 Sin duda, Tabasco estaba plagado de criminales a pesar de que
todavía se aplicaba la pena de muerte. A referirse al panteón de Teapa
don Andrés Iduarte en su libro autobiográfico Un niño en la revolución
decía que era la mayor mina de plomo que existía en la entidad.
Además de debatirse en el oscurantismo mental y educativo
que da la falta de preparación y de escuelas, los habitantes de las
“ciudades” y poblados padecían la oscuridad que da la noche y sufrían
las consecuencias de la carencia de energía eléctrica. En aquellos años
caminar de noche por las calles de Villahermosa o por cualquier otro
poblado, cuando no había luz de luna y se carecía de un foco de mano,
significaba caminar en la oscuridad y correr el riesgo de “toparse
con la llorona” o con uno de los tantos fantasmas tan arraigados en
la creencia popular. Una de esas noches Neptalí Olmos Zurita fue
detenido, acusado de atacar a una mesera en el restaurante de Nicolás
Padilla en Villahermosa.24 La nota policíaca afirmaba que el tal sujeto
era uno de los tantos fantasmas que salían de noche por los barrios de
la ciudad para amedrentar a lo transeúntes; porque han de saber, dice
la nota, “…que cada colonia tiene su fantasma particular”.25
El 2 de abril el periódico Rumbo Nuevo publicó una carta que
nos da luz sobre la aparición de uno de los tantos “fantasmas” que

23
Ver todos los números del Periódico El Cóndor de 1948-1950. Sería interesante hacer un estudio
sobre la criminalidad de Tabasco en aquellos años. Los archivos y las hemerotecas están llenos
de esa información.
24
RN, 30 de marzo de 1944.
25
Ibídem.
46 Tabasco a dos tiempos

recorrían las calles de Villahermosa en aquellas madrugadas. Nos dice


la carta:

Deseo hacer llegar por su conducto mi protesta en contra de la


equivocación de la policía al confundir al señor Neptalí Olmos Zurita
con un fantasma. Para ser fantasma se requiere haber vivido y haber
muerto; carecer de carne y osamenta; ser como el aire, como la sombra
y como el eco. Éste no es el señor Olmos, que está en manos de la
policía en tanto que yo continúo en mis andanzas libremente burlando
la ‘eficaz’ vigilancia de la ciudad”.
“¿Qué deseo, qué intento?, continúa el redactor de la carta. Mi
deseo es hacer sentir mi protesta, la más importante de las dos a que
hago referencia en esta carta. Deseo que no haya un solo habitante
de Villahermosa que no se dé cuenta de la utilidad y urgencia de la
luz eléctrica. Los fantasmas, continúa la carta, vivimos gracias a la
oscuridad de las noches en el campo y en los pueblos atrasados. Iba yo
a escribir, pensando en Villahermosa, que en las ciudades atrasadas,
pero ahora no hay ciudad, por atrasada que sea, que carezca de luz
eléctrica. Mientras la Cooperativa de Luz y Fuerza no pueda iluminar
Villahermosa, se oirán mis pasos y mi voz, haré mis apariciones. Se
sabrá de mí. De Ud. Atento S. S. Afmo. El Fantasma No. 1.26

La ciudad de Villahermosa carecía de los más elementales servicios


propios de la vida urbana más rudimentaria. No se diga la situación
que se vivía en las cabeceras municipales o en las comunidades
rurales. En esos años las casas de la ciudad carecían de desagüe, de
los servicios sanitarios más esenciales y las calles en tiempos de lluvia
eran verdaderos lodazales, verdaderas cloacas y fuentes de infección
y de parasitosis.27
1944 fue un año muy difícil para Tabasco. Primero aconteció
una prolongada sequía y al finalizar el año azotó la región un ciclón y
llegó con él una inundación catastrófica que devastó la entidad como
sucedía cada año. Noé de la Flor quien era gobernador entonces de la
entidad decía en su mensaje del 31 de diciembre para despedir ese año:

Verdad es que la época nos ofrece un panorama por demás complejo,


difícil, crítico, a veces desconsolador para los mejores espíritus…El año
que finaliza ha sido difícil para la entidad. Primero una prolongada
sequía; después el ciclón y las inundaciones dañaron gravemente la

26
RN, 2 de abril de 1944.
27
RN, 24 de mayo de 1944.
Elías Balcázar Antonio 47

economía social y, por consecuencia, la economía del Erario Público y


las actividades privadas, colectivas y oficiales.
… Lo lamentable que resulta para nosotros es no poder afrontarlos con
nuestras propias fuerzas. Problemas todos que no podemos resolver
por hoy… Esas fuerzas, continúa de la Flor, serán más que suficientes
para superar nuestro destino, cuando nos llegue la técnica, cuando
seamos un pueblo comunicado y cuando nuestra querida provincia
sea debidamente saneada.28

Terminaba su mensaje Noé de la Flor exhortando a todos los


tabasqueños a olvidar rencores y resentimientos y a borrar las huellas
dolorosas del pasado de nuestro pueblo. En esos días estaba fresca
todavía la fractura y la herida entre garridistas y antigarridistas. Entre
los primeros persistía aún la obsesión de la revancha y de retomar
el poder; Noé de la Flor había llegado a la gubernatura del estado
como marcado antigarridista y precisamente lo que él buscaba era la
reconciliación y el olvido de rencores y resentimientos.
En esos años Tabasco era muy pobre. La entidad venía
arrastrando desde tiempos ancestrales una agricultura y una
ganadería muy tradicional, demasiado rústica y atrasada y con poca
o nula tecnología. El garabato, el machete y la coa seguían siendo los
principales instrumentos de labranza en el campo. Con excepción,
quizá de las plantaciones de caña y de plátano, los sistemas de riego
y fertilización ni se conocían. Era una población con cerca de 300,000
habitantes en 1940, que vivía confiada a la generosa fertilidad de las
tierras negras de Tabasco ubicadas en las orillas de las vegas de los
ríos, tierras de aluvión.
Muchos agricultores estaban acostumbrados a una agricultura
de plantación, donde había que esperar a que la naturaleza con su
fotosíntesis hiciera todo, ante la amenaza de inminentes sequías e
inundaciones. La agricultura de temporal, maíz, frijol, yuca y calabaza,
que sufría la misma situación de rusticidad y deficiencia que las
plantaciones, convivía con algunos cultivos de traspatio que brotaban
porque la naturaleza en Tabasco es pródiga y generosa. “La forma en
que se cultiva la tierra en Tabasco, nos dice el editorial de un periódico
de 1944, se reduce a rozar y tumbar el bosque y la maleza por medio
del machete y el garabato, para después realizar la limpia y ‘jilear’ al
machete”. Ni rotación de cultivos, ni alternancia de terrenos, ni riego,
sólo fertilizante para algunos cultivos, nos dice el editorial.29

28
RN, 31 de diciembre de 1944.
29
RN, 4 de abril de 1944. “Jilear” se dice en Tabasco, sobre todo entre el peón y el jornalero del
48 Tabasco a dos tiempos

Se buscaba abatir la escasez de maíz, de frijol y de arroz,


premiando con dinero a quienes lograran mejores rendimientos en
esos cultivos;30 y es que la baja rentabilidad y las pocas utilidades
económicas que ofrecen esos cultivos, generaban como siempre, el
desinterés en su siembra. Con esos estímulos monetarios se buscaba
además arraigar al campesino a su tierra y a su parcela pues la escasez
de mano de obra en el campo era crítica debido a la migración de
braceros, no sólo a los Estados Unidos, que requería trabajadores con
motivo de la Segunda Guerra Mundial, sino, como ya dijimos, también
debido a que muchos tabasqueños fueron atraídos por el auge en la
zona petrolera del occidente del estado, en Agua Dulce y las Choapas,
y en el sur de Veracruz donde se pagaban mejores salarios. Otros se
fueron a trabajar en las obras del Ferrocarril del Sureste cuya línea se
encontraba ya en lo que se conoció como Chicago, Tabasco y Punta de
Vía en Huimanguillo, cerca del río Mezcalapa y a 26 kilómetros de la
ciudad de Teapa. A esa escasez de brazos contribuyeron las crecientes
plantaciones de coco y de cacao que, al vivir años de auge en esos días,
como resultado de la segunda guerra mundial, absorbían mucha mano
de obra.
Otros emigraron hacia la Ciudad de México o al puerto de
Coatzacoalcos, este último con el que Tabasco tenía fuertes nexos
económicos; fueron tabasqueños que nunca regresaron a su tierra.
Fue el caso de aquellos que emigraron de Paraíso hacia Aguadulce.
Originalmente campo petrolero al igual que las Choapas, Aguadulce
fue fundada principalmente por personas que emigraron de la entonces
Villa de Paraíso quienes por cierto ese año donaron un reloj público a
esta Villa. Dice la nota: “Luce la escuela urbana Juan Hernández de la
Cruz un reloj grande y de buena calidad regalado a la Villa de Paraíso
por paraiseños de Aguadulce. Llevó el regalo hace dos semanas el
señor Felipe Cancino Izquierdo”.31 Tomó la palabra en la ceremonia de
donación don Agustín Beltrán quien entonces era presidente Municipal
de Paraíso.

campo, al trabajo que se hace con el machete de limpiar un cultivo de plantaciones de cacao o
coco u otro, cuyos árboles o matas están sembrados en fila o línea. El peón cobra por fila limpiada
pero como el tabasqueño se come la efe, así como las eses, entonces no dice “fila” sino “jila”. Y al
trabajo de limpiar al machete una “jila”, le llama “jilear” o hacer la “jilea”.
30
RN, 23 de marzo de 1944.
31
RN, 11 de mayo de 1944.
Elías Balcázar Antonio 49

Debido a los estrechos y muy importantes nexos económicos,


sociales, deportivos y familiares que en esos años los tabasqueños tenían
con esa región sur de Veracruz, y por lo interesante de su explicación
transcribiré un artículo de Amílcar Noel, publicado en Rumbo Nuevo el
19 de noviembre de 1944:

Acabo de terminar una gira entre las fronteras de Veracruz y Tabasco,


tocando Tonalá, Aguadulce, Las Choapas, San José del Carmen,
Rueda, Chicago (Punta de Vía) y la población de Huimanguillo
que aún conserva las huellas del desbordamiento del río y sufre las
consecuencias económicas.
A mi retorno, nos dice Amílcar Noel, reflexiono y pienso que el estado
de Tabasco aún sigue teniendo sus fronteras como una muralla china,
si cabe la metáfora [sic], a pesar de que actualmente cuenta con un
gobierno culto e idealista y de buena fe, pero no obstante subsisten
círculos viciosos que deben corregirse para encauzar con mayor
rapidez su desenvolvimiento económico, su cultura y el progreso
nacional.
Los estados del Veracruz y Oaxaca, pongo por caso, no mantienen
en sus fronteras un ejército de celadores para vigilar el movimiento
de entrada y salida de sus productos, sino al contrario se ofrecen
facilidades para ese intercambio comercial.
En las fronteras de Tabasco-Veracruz, según lo he visto con mis propios
ojos, del lado de Tabasco lo mismo se obstaculiza la exportación [sic]
de una vaca, toro o buey, como la de un cerdo, una gallina y guajolote,
al igual que la de toda clase de cereales. Estas trabas, por lo que yo
pude observar en el ambiente de la vida rural tabasqueña, causan
profundo desaliento hasta en los propios hogares donde las sufridas
mujeres se interesan por aumentar la economía doméstica, criando
cerdos, gallinas y guajolotes.
El gobierno de Tabasco, sigue diciéndonos Amílcar Noel, expidió el
año pasado un decreto restringiendo la exportación (sic) de maíz,
frijol, etcétera; y según me han explicado algunos policías fiscales en
esas disposiciones se restringía también la exportación de aves de
corral. Para Villahermosa y algunas otras poblaciones esa disposición
fue y quizá sigue siendo excelente pero no ha sido lo mismo para los
campesinos que, radicados en el occidente de Tabasco, pegados a la
frontera con Veracruz, no pueden llevar sus productos hasta la capital
del estado, ni siquiera a las propias cabeceras municipales, por la
distancia y lo intransitable de los caminos.
50 Tabasco a dos tiempos

Para una vasta extensión de los municipios de Huimanguillo y


Cárdenas, precisamente los habitantes de la costa y de los que habitan
sobre rutas fluviales y ahora inmediatos a la vía ferroviaria, los únicos
mercados accesibles para la venta de sus productos son los poblados
petroleros de Aguadulce y Las Choapas, donde semanalmente se
distribuyen muchos miles de pesos entre los trabajadores del petróleo.
Hace diez años a lo sumo, nos sigue diciendo Noel, sobre la margen
derecha del río Tonalá en una estación de 150 kilómetros, desde la
Barra de Tonalá hasta las sierras del Pedregal limitando con Chiapas,
esa zona tabasqueña se encontraba deshabitada, lóbrega e imponente
por sus bosques, riachuelos y llanuras; ahora con la presencia de los
campos petroleros de Aguadulce, Las Choapas y el Pedregal y el
asomo de los trabajos del Ferrocarril del Sureste esa región se comenzó
a poblar…”, lentamente primero y luego con rapidez.
Los tabasqueños entusiastas y los no tabasqueños que habitan en
Aguadulce, Las Choapas y San José del Carmen han sido los primeros
en cruzar los ríos, plantar el primer árbol frutal, levantar la casita
de palma, llevar desde muy lejos la vaca lechera y el semental para
que un día el ‘chaparral’ inaccesible y los fangales intransitables se
tornaran en tierras productoras agrícolas y ganaderas.
Pero si al entusiasmo del trabajo y al sacrificio económico… se le
ponen barreras fiscales…entonces las prédicas gubernamentales y la
llamada coordinación federal y estatal rebotan brutalmente contra la
propia revolución…

El caso más palpable y reciente de esa barrera fiscal infranqueable


tabasqueña es la multa, nos dice Noel, “…que se pretende aplicar a los
pequeños ganaderos residentes en Las Choapas por el hecho de haber
cruzado sus ganados al lado de Veracruz para ponerlos a salvo de la
inundación sin previo aviso o pago de los derechos de exportación”.
El creador de estas barreras fiscales fue Tomás Garrido allá por
los años 1924 o 1925. “Primero con el pretexto puramente de carácter
político para que no se escaparan los delincuentes de la Revolución
Delahuertista; posteriormente para evitar los contrabandos de bebidas
alcohólicas cuando se decretó el estado seco y se pretendía convertir
a la ínsula en la Suiza de América con métodos bolcheviques…para
proteger la industria tabasqueña… y para aumentar los ingresos
fiscales”.32 Hasta aquí el editorial de Amílcar Noel.
Junto a las obras del Ferrocarril del Sureste y los campos
petroleros ubicados en el occidente del estado y el sur de Veracruz, las
32
RN, 14 de noviembre de 1944.
Elías Balcázar Antonio 51

monterías chicleras en Tenosique atrajeron a muchos trabajadores con


mejores salarios que en otras regiones del estado. Ese mismo impacto
ejercieron los incipientes trabajos de exploración y perforación que se
realizaban ya en Sarlat en el municipio de Macuspana. Se dio la noticia
en esos días que para los próximos trabajos en esa zona habría 43
plazas; esta noticia fue recibida con gran entusiasmo por miembros de
la Sección 29 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana (STPRM) que, desde entonces y de acuerdo con los directivos
de PEMEX, controlaría todas las plazas a favor de sus recomendados
del centro del país, de Poza Rica y de Tampico. Este sistema desplazó a
los trabajadores tabasqueños como sucede hasta el día de hoy. No fue
raro entonces que los trabajadores de la región fueran desplazados de
esas plazas surgidas en Sarlat. El Sindicato de Obreros Petroleros de
Comalcalco y de Paraíso, integrado por obreros que en años anteriores
habían trabajado con la compañía inglesa El Águila, peleaban su
ingreso a la Sección 29 del Sindicato de Trabajadores para poder
laborar en PEMEX; la misma lucha realizaron 87 trabajadores en Sarlat
al formar un sindicato y que buscaban por medio de la CTM lograr su
ingreso a esa sección 29.33 Sindicato que no fue reconocido, trabajadores
tabasqueños que fueron desplazados, como veremos luego. Y a pesar
de las faltas de empleo, el presidente de la República, Manuel Ávila
Camacho, insistía en su exhortación a los gobernadores de “evitar
el éxodo de braceros a los Estados Unidos pues existe el peligro de
quedarnos sin brazos”.34
En esos días críticos la carne de res escaseaba en los mercados,
los expendios estaban vacíos; el gobierno de la entidad, los gobiernos
municipales y los comerciantes pedían que se sacrificara el ganado
necesario para abastecer al mercado local. Como los sueldos en la
entidad eran raquíticos, no era atractivo para los nagateros, ni para
nadie, matar más reses y ofrecer más carne en el estado. Aunque el
precio de la carne en Villahermosa era más barato que en Pichucalco,
Palizada y Puerto México (así se conocía a Coatzacoalcos entonces) era
alto para el bajo salario y los bajos ingresos que percibía la mayoría de
la población tabasqueña. El salario promedio de un trabajador era de
$1.25 diarios, el precio de 1 kilo de carne fluctuaba entre $0.80 a $1.00
y el de maíz era de $0.50.35

33
RN, 13 de abril de 1944.
34
Ibídem.
35
RN, 6 de julio de 1944.
52 Tabasco a dos tiempos

En esos días el precio de la carne se incrementó en $0.10 en


Villahermosa y $0.20 en Jalpa. Los consumidores se quejaban porque los
carniceros no pesaban bien la carne y daban kilogramos de 800 gramos.
Los ganaderos argumentaban que había escasez de carne, debido que
el ganado estaba muy flaco por la sequía y que ante la escasez de agua
y el intenso calor era muy difícil trasladarlo a Villahermosa o a otras
cabeceras municipales. Decían que además les convenía esperar a que
el ganado se engordara en los potreros para venderlos con un mayor
peso.36 Sin embargo, muchos ganaderos preferían sacar su ganado
hacia la Ciudad de México o a otra entidad del país para venderlo a un
mejor precio. El ganado se sacaba en chalanes para enviarlo por mar a
la ciudad de Mérida o a Coatzacoalcos o al puerto de Veracruz para
embarcarlo en el ferrocarril para venderlo en la Ciudad de México.
En esta ciudad el kilo de carne tenía muy buen precio, aunque los
ganaderos tenían que enfrentar a la mafia de coyotes que controlaban
los rastros y el mercado de esa ciudad. En ese año la Segunda Guerra
Mundial estimulaba el alza de los precios del ganado, ya que buena
parte del ganado de los estados norteños se vendía en el mercado
americano.
A esos días críticos se sumó la escasez de gasolina y de llantas
en la entidad; lanchas y barcos de motor sufrían la amenaza de quedar
parados y con ello paralizar el comercio fluvial y la navegación que
todavía seguían siendo importantes en la entidad. El transporte
automotriz que poco a poco lograba una posición importante en
la entidad se veía entorpecido por la falta de gasolinas y de llantas.
“Tampico, dice una nota de periódico, despacha más de trescientos
litros de gasolina diariamente. ¿Cuánto de esta gasolina está destinado
a Tabasco? Cierta cantidad que periódicamente transportan barcos del
Golfo. ¿En qué podría ser usada esa gasolina en Tabasco? Urge además
el abasto de llantas; en todo el estado hay automóviles guardados por
falta de llantas. No vienen éstas al estado a pesar de los esfuerzos de
los interesados. Era común que de un automóvil de alquiler vivieran
muchas personas. En los quince días que estuvo guardado un
automóvil en Villahermosa supimos que cinco familias que estaban
pasando hambre dependían de los hombres que trabajaban con el
carro. Es decir, de 20 a 25 personas, concluye la nota, dependen de lo
que producen uno o dos hombres cogidos al volante como una tablita
de salvación”.37

36
RN, 8 de junio de 1944.
37
RN, 22 de junio de 1944.
Elías Balcázar Antonio 53

José Vasconcelos en Tabasco


El hombre hasta en los momentos más difíciles, de guerra y de catástrofe,
de tragedia y de muerte, tiene una vocación o una virtud intrínseca,
natural, a construir una vida cotidiana. Una vida con actividades y
costumbres diarias que le permita sobrellevar el sufrimiento de los
días tormentosos y a hacérselos un poco placenteros, soportables,
con la esperanza de que lleguen tiempos mejores. Cuando el hombre
pierde la esperanza no sobrevive, aquellos que nunca perdieron la
esperanza han sobrevivido; la esperanza ha sido el soporte de muchos
hombres para luchar y salir adelante, nos dice Víctor E. Frankl, judío
alemán y prestigiado psicoanalista, quien sobrevivió a los campos de
concentración de la Alemania Nazi. Hasta en esos campos el hombre
construyó una vida cotidiana, con sus normas y sus reglas, para hacerse
la vida más soportable en condiciones extremas. Una vida cotidiana
con la que buscó darle un sentido a su vida en condiciones dantescas
tan absurdas, trágicas y llenas de dolor. Aquellos que le perdieron el
sentido a sus vidas se perdieron, no soportaron y no sobrevivieron.
Aquellos que lograron escapar de la cámara de gases, del tiro de
gracia de los nazis y pudieron reinventar un sentido a sus vidas, en los
mismos campos crearon una vida cotidiana y sobrevivieron.38 No es el
sufrimiento extremo el que mata sino la pérdida de sentido de la vida,
de la esperanza.
El tabasqueño es un hombre que ha sabido mezclar la seriedad
con la risa, los momentos solemnes con el relajo y la guasa, los días
críticos con el desmadre y la ironía, el sufrimiento con el placer y el
paseo: sin tanta filosofía, sin tanto calentarse la cabeza.
A mediados de ese año, el jueves seis de julio, en medio de
un calor sofocante y la algarabía de los acarreados fue recibido José
Vasconcelos en el aeropuerto de la ciudad de Villahermosa. Muchos
de los asistentes y que aclamaban en la multitud, jamás habían oído
hablar de Vasconcelos. El aeropuerto estuvo en los terrenos en donde
hoy se encuentra Tabasco 2000; la pista ocupaba terrenos que iban
desde lo que hoy es la Avenida Prolongación de Paseo Usumacinta,
Fraccionamiento de Los Ríos, Nueva Imagen, hasta donde hoy se inicia
la Colonia Petrolera en el edificio de La Sección 44. Al día siguiente,
viernes 7 de julio, Vasconcelos fue agasajado con un banquete en el

38
Frankl, Víktor E., El Hombre doliente. Herder, Barcelona, 1990; Ante el vacío existencial, Herder,
Barcelona, 1990; El Hombre en busca de sentido, Herder, 1990 y La presencia ignorada de Dios, Herder,
Barcelona, 1985.
54 Tabasco a dos tiempos

edificio de lo que fue la Escuela Granja y que fuera fundada por el


gobierno de Tomás Garrido. Junto con el Instituto Juárez esta escuela
significaba la Meca de la educación en Tabasco. Qué mejor lugar para
agasajar al gran maestro, educador de México, autor del Ulises Criollo,
soñador de una Raza Cósmica y frustrado demócrata maderista contra
los incivilizados militares. Al banquete, iniciado a las dos de la tarde,
asistieron doscientos comensales. Tomó la palabra el profesor Elpidio
López Escobar quien era director de Educación del Estado; en su
discurso el Profesor Elpidio dijo con orgullo que su título de maestro
estaba firmado por José Vasconcelos cuando en 1921 éste era secretario
de Educación.39 Vasconcelos no sólo fue Secretario, fundó también
esa Secretaría durante el gobierno de Obregón. Fue en aquellos años
cuando editó a lo clásicos griegos y latinos y soñó con llevar esos libros
hasta los rincones más apartados del país para que todos los mexicanos
los leyeran. ¡Qué utopía! ¡Qué ingenuidad! No conocía a los mexicanos
y menos a los tabasqueños. ¡Regálales un pomo pero no un libro!.
Al día siguiente el festejado y el gobernador Noé de la Flor
inauguraron y participaron en el Congreso Magisterial. Tres días antes
se había cerrado la planta deshidratadora de plátano que daba empleo
a 150 mujeres y cincuenta hombres debido a que la Confederación
Platanera había dejado de proveerle diez toneladas mensuales de dicha
fruta necesaria para funcionar con niveles adecuados de rentabilidad.40
A su vez los cacaoteros de Cunduacán no sólo sufrían los impactos de
la sequía y lo difícil de las comunicaciones, sino además la ambición
de los coyotes y de los usureros. La ausencia de bancos en el estado
y de fuentes de financiamiento orillaron siempre a los agricultores a
caer en las fauces insaciables de algunos comerciantes, que a su vez
la hacían de prestamistas. Antes de 1910 existió en ese municipio una
casa comercial importante que fuera propiedad de un español llamado
Juan Rodríguez. Esta casa les adelantaba efectivos y mercancías a los
productores de cacao que luego éstos pagaban con la cosecha o con
moneda. Al desaparecer esa casa comercial los préstamos quedaron
en manos de pequeños comerciantes o simplemente de usureros que
ni giro mercantil tenían. Sin embargo, en esos días que Vasconcelos
andaba por Tabasco, los prestamistas le pagaban a los cacaoteros el
risible y ruinoso precio de $1.00 por kilogramo cuando la cooperativa
les pagaba un precio de $2.90. El problema era que la cooperativa sufría

39
RN, 9 de julio de 1944.
40
RN, 6 de julio de 1944.
Elías Balcázar Antonio 55

periódicamente de falta de liquidez y eso orillaba a los agricultores,


urgidos de dinero, a caer en manos de los usureros. Se sabía que en
ese año don Arquímedes Oramas le había proporcionado al presidente
de la cooperativa Hernán Pérez la cantidad de $24, 400 pesos con
el fin de prestarlo a los cacaoteros con un pequeño interés, pero esa
cantidad no alcanzaba a cubrir las necesidades de liquidez de más de
mil agricultores que había en Cunduacán.41
Mientras don Pepe Vasconcelos continuaba su viaje por la
Chontalpa rumbo a Puerto Ceiba, Paraíso; el paludismo endémico
seguía deteriorando cuerpos humanos. La parasitosis y la tifoidea que
se agudizaban en esos días de calor y la desnutrición, entre otros males,
seguían destruyendo hombres, mujeres y niños. Mientras el autor de
La Tormenta y El Desastre seguía su gira por la Chontalpa, la gente
se distraía de sus problemas cotidianos y de su tedio acostumbrado,
leyendo y comentando las notas sobre la Segunda Guerra, notas que
llegaban con días de retraso. En esos días el cielo alemán se ensombrecía
con los miles de aviones que los aliados habían lanzado sobre la ciudad
de Berlín. La derrota del ejército alemán y la caída del régimen nazi de
Hitler eran inminentes. Se redefinirían nuevas potencias imperialistas
para saquear y dominar al mundo, la guerra fría estaba por venir.
Pero a la cultura tabasqueña del jolgorio y de la fiesta no
la interrumpía nada, ni nadie. En Paraíso, en la calle 5 de Mayo,
don Deyoces Pérez inauguraba una terraza para realizar los bailes
sabatinos y construía también pequeñas casas y baños en el balneario
“El Limón”.42 Don Antonio Suárez construía un kiosco en el parque,
parecido a la casa que Hernán Cortés tuvo en Cuernavaca; ahí se
venderían cervezas, mantecados, agua de coco, refrescos y raspaditos.
El Chelo Caraveo construía una planta de hielo y don Guillermo
Hübner, quien poseía el mejor rancho de copra frente a Puerto Ceiba
y era presidente de la Junta de Mejoras Materiales, recibía la antigua
planta eléctrica que mal iluminaba ya las calles de Paraíso y a la llorona.
De él, de “don Guillermo Billy”, como le decían en ese municipio, don
Pepe Bulnes escribía que regaba las calles polvorientas de Paraíso con
cervezas heladas y no con agua. El presidente municipal, don Agustín
Beltrán, juntaba $6,000 para el reloj municipal. Como en las demás

41
RN, 2 de julio de 1944.
42
Ese balneario ocupaba la parte occidental de la superficie donde hoy se encuentra la obra y el
puerto de Dos Bocas. Los chilangos le mal llamaron así a ese puerto pues la bocana de Dos Bocas,
donde se juntan las aguas del río y del mar, está más hacia el oriente. En la superficie que hoy
conocemos como Dos Bocas se encontraba la Ranchería Torno Largo.
56 Tabasco a dos tiempos

cabeceras municipales, el reloj público instalado en medio del parque


o en el edificio del Ayuntamiento simbolizaba progreso y prestigio. La
feria del chicle se había celebrado en Tenosique, al igual que la feria
del cacao en Comalcalco, en honor al patrono del pueblo, San Isidro
Labrador.43
Embarcado en lancha desde el muelle central de Villahermosa
José Vasconcelos llegó a Puerto Ceiba; era un domingo 9 de julio, casi
las diez de la mañana. La brisa que venía del río era fresca y peinaba
la ancha frente de don Pepe, una frente y unos ojos rebosados de
inteligencia pero que dejaban ver un escondido dejo de amargura; con
todo, y maravillado por tanto verde y tanta agua, José Vasconcelos
daba profundas muestras de agradecimiento por la calurosa recepción.
Lo acompañaba Noé de la Flor, miembros de su gabinete y dos
que tres lambiscones. Cerca de tres mil personas aclamaron a los
visitantes; les dio la bienvenida el profesor Tito Hernández Olivé con
una bella pieza de oratoria. Acompañaban a don Tito el presidente
de Paraíso, Agustín Beltrán y el de Comalcalco, Heberto Moheno. El
profesor Hernández Olivé, quien era además director de la escuela
primaria Instituto Ingeniero Epafrodito Hernández Carrillo, dijo en
su discurso de aquella mañana: “Sepa usted insigne maestro que este
mensaje no es de conveniencias políticas. No es el recibimiento de
un político a otro político, sino el cariñoso homenaje del pueblo de
Tabasco al pensador que ha dado prestigio a México y al Continente
Americano”.44 Por cierto don Epafrodito, padre de don Tito, hizo el
nuevo plano del poblado de Paraíso cuando el anterior, cuyas casas
eran de madera, palma y horcones de árbol, fue quemado en 1872.
Dentro de las tantas luchas que sangraron a Tabasco y a nuestro país,
ésta en que se quemó a Paraíso se debió al resultado de las elecciones
habidas en 1871 entre progresistas y radicales; entonces los radicales
cuyo candidato fuera don Pedro Méndez, hermano de don Gregorio,
protestaron por un supuesto fraude de los progresistas que le dio el
triunfo a don Victorio Dueñas, así como contra la reelección de Juárez;
por ello los radicales se sublevaron en Cárdenas y en Paraíso el 18 de
diciembre de 1871 encabezados por don Pedro Sánchez Magallanes;
se envió a combatirlos a la Guardia Nacional al mando de don Eusebio
Castillo, Encarnación Sibaja, José María Sol, entre otros. Al encontrarse
Sánchez Magallanes y sus rebeldes guarnecidos en Paraíso, fue sitiado

43
RN, 5 de mayo de 1944.
44
RN, 16 de julio de 1944.
Elías Balcázar Antonio 57

por Encarnación Sibaja quien mandó a sus hombres a quemar las


casas de esa comunidad.45 Es por eso que la cabecera municipal de
Paraíso, que se reconstruyó a partir de cero y de un plano en 1872, es
el mejor trazado en el estado y tiene las calles perfectamente simétricas
y alineadas.
Una vez terminada la ceremonia de bienvenida en Puerto Ceiba
los viajeros abordaron automóviles para dirigirse a Comalcalco, “La
Perla de la Chontalpa”, donde llegaron a las 14:00 horas. Vasconcelos
fue recibido también con gran entusiasmo. Ahí el profesor Rosendo
Taracena le dio la bienvenida y lo invitó a visitar el museo arqueológico
construido por el mismo don Rosendo en el Instituto Comalcalco del
que era director. En el plantel del Instituto, Vasconcelos inauguró
un monumento a la Madre, monumento tallado en cerámica por el
ilustre mentor cunduacanense. Después el intelectual oaxaqueño
visitó la escuela Teresa Vera, para luego ir a comer en la casa de don
Heberto Moheno, Presidente Municipal. Hubo un gran baile además.
Sin embargo el festejado Vasconcelos, el gobernador Noé de la Flor y
su comitiva se retiraron para dirigirse a las playas del balneario “El
Limón”, en Paraíso, a tomar un baño de mar. Eran las 18:00 horas, una
tarde cálida y pachorruda. Se caía el sol allá en el horizonte, perdiéndose
entre las olas; los pocos rayos de luz se filtraban con timidez entre las
palmeras que jugaban con la brisa; el anochecer desdibujaba el verde
paisaje hasta borrarlo por completo, las sombras daban la bienvenida
a la noche inminente y, con ella, a las figuras fantasmales que se
escondían en la arboleda. El verde mar terminó por tornarse plomizo y
se perdió otro día más en la eternidad.
En ese balneario pernoctó Vasconcelos. Al día siguiente, 10
de julio, temprano, 9:00 horas, él y toda la comitiva se dirigieron de
retorno a Puerta Ceiba. En ese pequeño puerto interior tuvo lugar una
ceremonia con la que se inauguró la escuela que hoy lleva su nombre.
En representación del Gobierno del Estado, el Licenciado Máximo Evia
le brindó unas palabras para honrar al culto oaxaqueño. Por último
éste tomó la palabra y, entre otras cosas, dijo: “La impresión que llevo
de Tabasco es que está rehabilitándose después de un largo y doloroso
periodo de destrozo administrativo y social…Esta escuela que lleva
mi nombre me ha producido una impresión de tierna gratitud porque
es limpia y clara y se encuentra colocada en un ambiente tropical que
siempre ha sido grato a mi corazón”. Quizá esta última reflexión la

López Reyes, Diógenes, Historia de Tabasco, Gobierno del Estado de Tabasco, 1980, p. p. 457 y 1958.
45
58 Tabasco a dos tiempos

hizo Vasconcelos emocionado por los recuerdos de su niñez cuando


vivió en la ciudad de Campeche con su padre quien, por su trabajo, era
enviado a distintas plazas del país. El padre de don Pepe era de oficio
telegrafista, según él mismo nos cuenta en su Ulises Criollo. Luego,
dirigiéndose a los maestros les dijo: “Tenéis la trascendental misión de
formar en los niños mentes equilibradas y serenas”.46
Concluida la ceremonia y los abrazos y saludos de despedida,
el festejado oaxaqueño tomó la lancha de regreso a Villahermosa
y durmió en lo que hoy es la Quinta Grijalva y la casa oficial de los
gobernadores. Al día siguiente, antes de partir rumbo a la Ciudad de
México, desayunó tortuga en verde, tamales de pavo y de chipilín,
plátanos fritos, maduros y verdes machacados, frijoles refritos,
chocolate hecho con cacao criollo, espumoso y caliente, así como café.
¡Todo un desayuno tabasqueño! Amenizó el desayuno con su guitarra
y su voz el trovador tabasqueño, Pedro Gutiérrez Cortés. Todo esto
nos lo cuenta un reportero que cubrió la fuente.47

La Gran Inundación de 1944


A toda gran sequía le sigue una gran inundación. Este enunciado
podría proponerse como un axioma aplicado a la geografía y al clima
de Tabasco. Sobre todo para aquellos años cuando no existían presas
hidráulicas que protegieran al estado de las grandes avenidas de agua
de los ríos multiplicadas de manera torrencial y catastrófica en los
días de intensas lluvias. En 1944 ese axioma se cumplió de manera
extraordinaria y con etiqueta de tragedia.
Llovía desde principios de septiembre. Llovía tanto aquella
madrugada del 13 de septiembre que las lluvias dañaron la pista
del aeropuerto de Villahermosa. Eso obligó a aterrizar en la isla de
El Carmen, al avión que de la Ciudad de México transportaba al
gobernador Noé de la Flor. El día 20 la lluvia arreció sin interrupción
y la fuerza del viento era tal que cimbraba los tejados y hacía volar
otros por los aires. A una velocidad de 80 kilómetros por hora entró
ese día el ciclón a Tabasco, el mismo que a su paso había dejado ruinas
y miserias en la península de Yucatán. La fuerza del viento fue de tal
magnitud que logró desenraizar varias ceibas en distintos puntos de

46
Ibídem.
47
RN, 19 de julio de 1944.
Elías Balcázar Antonio 59

la ciudad de Villahermosa. Los platanares quedaron en el suelo, igual


las milpas y enorme cantidad de árboles.48 En Huimanguillo, no quedó
nada de sus plantíos de tabaco.
Como ya dijimos páginas atrás, más de tres millones de pesos
perdieron los agricultores de plátano debido al ciclón; de cerca de 2,
000, 000 de cepas que había antes de esos días trágicos sólo quedaron
786, 000. Parte de las plantaciones de cacao y coco fueron destruidas
y el ganado que no pudo arriarse a las partes altas se ahogó. Los
municipios más afectados, Jalpa, Nacajuca y Cunduacán fueron
convertidos en kilómetros cuadrados de lagunas. “En la cabecera de
Nacajuca, nos dice un brigadista, hallamos una ciudad lacustre; cuatro
o cinco edificios fuera del agua y muchas casas con el agua hasta las
vigas. Las calles convertidas en corrientes de agua… Un hecho notable
es que hace más de 50 años no se viajaba por agua de Nacajuca a Jalpa,
ni de Jalpa a Cunduacán. Ahora viajamos así, con asombro de los
vecinos de Jalpa y de Cunduacán”,49 termina diciéndonos el brigadista.
El jefe del Estado Mayor de la XXX Zona Militar, el general
Joaquín Martínez Íñiguez, consternado por la desgracia, decía: “Lo
que hemos visto es dramático y terrible, las enfermedades debido
a las inundaciones y al clima insalubre causan más daño a Tabasco
anualmente que cada una de las luchas armadas que han tenido lugar
en el estado…”.50 Las brigadas de rescate repartieron a los damnificados
despensas con arroz, frijol, carne, sal, café, maíz, petróleo, cerillos,
y medicinas hasta agotar las dieciocho toneladas de víveres que
desde Villahermosa se llevaron a esos tres municipios en un chalán.
El reparto se hizo en cayuco aunque hubo casas en que las canoas y
demás embarcaciones no podían entrar debido a que era muy pequeño
el tramo de las puertas que había quedado fuera de la superficie del
agua.51 Muchas personas sobrevivían en tapancos o sobre los techos
de las casas y de las chozas que lograron sobrevivir a los torrentes de
agua.
En auxilio de los damnificados el secretario de Salubridad del
Gobierno federal, doctor Gustavo Baz, envió a Tabasco cajas de quinina
y medicamento contra la disentería. El Poder Legislativo Local aportó
un día de sueldo por cada diputado y trabajador. El gobernador, Noé
de la Flor, donó $100; Adelor D. Sala, secretario de gobierno y don

48
RN, 14 y 24 de septiembre de 1944.
49
RN, 5 y 22 de octubre de 1944.
50
RN, 22 de octubre de 1944.
51
RN, Ibídem y 22 Octubre de 1944.
60 Tabasco a dos tiempos

Trino Malpica, $50 cada uno; Manuel Antonio Romero Zurita $30 y la
Asociación Ganadera, $500.52
En la Ciudad de México como a eso de las 19:00 horas del 4
de octubre, varios connotados tabasqueños se reunieron en la Notaría
del licenciado Manuel Andrade Priego. Las oficinas se encontraban
en la calle de Justo Sierra número 7. Esa reunión se hizo con el fin
de constituir un comité de auxilio para los damnificados de Tabasco;
entre otros, fundaron ese comité Manuel Bartlett Bautista, Clotario
Margalli González y Horacio Brindis.53 El Presidente del Partido de la
Revolución Mexicana en el Estado (PRM), Manuel Antonio Romero
Zurita (Gastón Lafarga) envió a cada uno de los comités municipales
de ese Partido un telegrama que decía: “Sírvase ese Comité organizar
bailes, kermesse y otros actos ya sea nombre Perreme o forma privada
para colectar fondos…” que serán enviados al gobernador para auxiliar
damnificados.54
El Comité de Frontera organizó una kermesse que le produjo
$720.00 que fueron girados a Noé de la Flor; el de Teapa hizo una
colecta y juntó $150 que también giró al gobernador y de ese mismo
municipio un Comité Pro-damnificados envió $91; el Juez Mixto de 1ª.
Instancia y el Agente del Ministerio Público también de ese municipio,
Juan Rueda B. y Obelio P. Sala respectivamente, aportaron $34.16.
A los empleados de Gobierno del Estado se les descontó un día de
haber y por ese concepto se juntó la cantidad de $2, 896.93 para los
damnificados; el personal del Ayuntamiento del Centro aportó $212.00
y el de Jonuta $197.50; también de este municipio se enviaron $275.00
recaudados en festivales y $29.60 que se les descontó a los empleados
de la Receptoría de Rentas.55 El General José Domingo Ramírez Garrido
envió un giro por $50.56 La Unión de Damas Católicas también hizo
su kermesse pero no para ayudar a los damnificados sino con el fin
de juntar fondos para continuar las obras del templo de La Conchita57
y con el fin también de entretener el tedio y el aburrimiento de sus
rutinarias vidas. No enviaron ayuda monetaria, ni apoyos materiales,
pero sí rezaron y elevaron sus oraciones por los que estaban en la
desgracia colmándolos de bendiciones; y que digan que les fue bien:
conciencia tranquila, misión cumplida. Y eso pues ya es ganancia.

52
RN, 12 de octubre de 1944.
53
El Universal, 4 de octubre de 1944.
54
RN, 19 de octubre de 1944.
55
RN, 22 y 29 de octubre y 12 de noviembre de 1944.
56
RN, 22 de octubre de 1944.
57
Ibídem.
Elías Balcázar Antonio 61

Como siempre sucede después de una inundación de la


magnitud que fuese, las enfermedades endémicas y epidémicas se
intensificaron; así también se multiplicó la lucha contra ellas. A partir
de ese mes de noviembre se hizo obligatoria la construcción de fosas
sépticas y a quien no acatara esa orden se le multaría con doscientos
pesos.58 En esos días el Gobierno del Estado adquirió 10 kilogramos de
quinina y 70, 000 cápsulas vacías;59 era la única manera de combatir los
sufrimientos que causaba el paludismo pero no existían, ni existen hoy
vacunas ni otros medicamentos para curar y erradicar esa enfermedad.
La quinina era sólo un paliativo y nada más. Por otro lado se anunciaba
también la creación del “Hospital Antituberculoso en la colonia Andrés
García frente al reloj que corona el monumento a los héroes”.60
A principios de noviembre en el Periódico Oficial se publicaba
la Ley de Emergencia contra el Analfabetismo.61 Ese 2 de noviembre,
día de muertos, se publicó esa ley; fue un día frío, húmedo, con lluvia
muy fina y pertinaz. Como era su costumbre, Gastón Lafarga recorrió
el panteón central, las tumbas húmedas y los pasillos anegados de
agua acentuaban aún más el silencio y la soledad de los muertos; esos
recorridos le estimulaban a meditar, a reflexionar sobre lo hermoso de
la vida y lo efímero y vulnerable de ésta frente al tiempo implacable
y ante la muerte inminente. Recorrer los cementerios era para Manuel
Antonio una invitación a vivir hacia adentro de uno mismo, para
regocijo del espíritu, para disfrute de una mente anonadada en el
silencio, mientras la delgada llovizna y el viento frío le peinaban
la frente. Era una manera de compensarse de las pesadumbres y
quebrantos físicos de su vida cotidiana a sabiendas de que vamos hacia
la muerte; porque si bien se mira la melancolía es “un dolor gustoso”
nos decía don Alfonso Reyes. Caminar por los cementerios era para
Gastón La Farga una manera de navegar su espíritu entre las ideas
y las emociones que surgen al recordar a los hombres del pasado y
meditar sobre los sueños y anhelos de esos hombres idos, mientras
gozamos de la vida plena y divina. Simulacro de los espejos, esa es
la vida de los hombres nos diría Borges en su poema La recoleta, al
recorrer el panteón porteño del mismo nombre en Buenos Aires; así
de efímera es la vida de cualquiera ante la muerte, donde los muertos
no tienen tiempo, ni anhelos, ni futuro.

58
RN, 14 de noviembre de 1944.
59
RN, 19 de noviembre de 1944.
60
RN, 29 de octubre de 1944.
61
RN, 2 de noviembre de 1944.
62 Tabasco a dos tiempos

El cementerio, reflexionaba Gastón Lafarga ese día de muertos, es el


pasado, o mejor, nada y en esa nada que es el cementerio, la ficción del
tiempo, la ilusión de la supervivencia de la personalidad humana, la
fe en el más allá… Todos, absolutamente todos los que reposan aquí
son nuestros deudos… Tabasco es nuestro hogar, nos dice el Manuel
Antonio Romero. Los tabasqueños constituyen nuestra familia. Los
que reposan en este blanco cementerio y en todos los del estado,
fueron nuestros antecesores. Allí están los constructores anónimos del
Tabasco de hoy…
Aquí en el panteón están los civilizadores que cruzaron el Atlántico
o vinieron del norte o subieron del sur. Reposan hombres de
sensibilidad y finura espiritual como don Guillermo Eskildsen,
nacido en Rótterdam, el Sr. Van Horn, los esposos Desmarets, don
Gustavo Suzarte Campos y varios centenares de hombres de acción,
de pensamiento o de corazón que nos ayudaron en el empleo de
nuevas técnicas, en el amor a nuevas ideas, en la enseñanza de una
manera de vivir distinta a esta, un poco feraz y resentida en que se
esconden y reflejan nuestras taras, enfermedades y vicios, ignorancia
y sentimiento oscuro de protesta frente a la naturaleza bárbara y al
hombre sin freno…, Ahí también reposan los seres sin historia.”62

Aquel año Tabasco terminó entre el agua. Aunque con menos intensidad
la lluvia de los últimos días del año fue constante y pertinaz. El daño
ya estaba hecho: el aparato productivo deshecho, las enfermedades
endémicas y epidémicas seguían con su labor destructora y el erario:
por los suelos. El gobierno sin posibilidades de hacer frente a tantas
necesidades; la construcción de escuelas y de edificios municipales
a medio hacer; los trabajos de limpieza de caminos, de arreglo de
carreteras, desazolve de ríos y arroyos quedaban inconclusos.63 El pago
de deudas heredadas de anteriores administraciones sufrió notable
quebranto, y el gobierno quedaba forzado a caer en moratoria y a pedir
auxilio a la federación.
A pesar de atravesar por días críticos, aquella última
noche de 1944 los tabasqueños la terminaron con alegría, fiesta y
algarabía. Muchos bailes, nacimientos concurridos, bastantes cenas.
La inmensidad del cielo negro y las calles oscuras, sin luz eléctrica,
se iluminaron con cohetes, luces de bengala, juegos pirotécnicos y
fogonazos de escopeta y de pistolas. Cada tabasqueño tenía un arma
en aquellos años. La alegría del tabasqueño ha sido siempre ruidosa,

62
RN, 5 de noviembre de 1944.
63
RN, 4 enero de 1945.
Elías Balcázar Antonio 63

hasta en su relación más íntima es así. Aquel amanecer cuando la luz


del nuevo día y del nuevo año se abría paso entre las sombras, que
huían, se destapó la lluvia. Aquella mañana trasnochada, como a las
siete horas, se desencadenó un fuerte norte que terminó por desolar la
ciudad de Villahermosa; ni los más valientes trasnochados quedaron
en las calles. Ese primer día de 1945 fue hogareño. La noche tétrica y
de lobos. Aquellas gentes entraron a la rutina el día dos, entre aguas; el
día tres volvió a salir el sol.64

1945. Sigue la crisis


El pasado huracán había dejado maltrecho al aparato productivo, el
raquítico erario público se adelgazó aún más. No había recursos para
reconstruir al estado y atender las necesidades cotidianas. A ello
se aunaba una campaña difamatoria contra Noé de la Flor llena de
calificativos y calumnias. La eterna lucha de los que están fuera contra
los que están dentro. Lo que demarca ese estar dentro y ese estar fuera
es el círculo encantado del presupuesto. La pugna eterna entre los
grupos por la gubernatura ha sido siempre por ingresar a ese círculo
encantado.
Como siempre, pleitos dentro del esquema trillado y desgastado,
de los buenos contra los malos, los morales contra los inmorales, los
justicieros contra los enemigos de los pobres, los malvados ricos contra
los buenos pobres y los sufridos proletarios. Esa eterna y perruna
lucha entre los de afuera contra los de adentro, entre quienes están
fuera del presupuesto contra los que gozan las mieles y las canonjías
que les da el erario público; todo esto no tiene nada que ver con
diferencias ideológicas. Esto último es lo de menos. Sin embargo, hay
que inventarlas para justificar los ataques y las arremetidas. Guerra
llena de calificativos insultantes y denuestos, y pobre en sustantivos,
muy poca sustancia. Nada ha cambiado hasta el día de hoy.
En esos días, los viejos garridistas, enemigos de Noé de la Flor,
gobernador entonces, continuaban con sus maniobras en lo oscurito a
través de folletos y de pasquines anónimos, hojas sueltas, periódicos
insultantes y revistas llenas de calumnias.65 De manera simultánea a
esos forcejeos, codazos y piquetes de ojos entre los que ambicionaban
la gubernatura, explotó la bomba en el ámbito nacional con el
escándalo de los braceros en la Ciudad de México. En ese escándalo

64
Ibídem.
65
RN, 8 de enero de 1945.
64 Tabasco a dos tiempos

los involucrados eran Carlos A. Madrazo, entonces diputado federal


y fuerte aspirante a ser gobernador de Tabasco; los senadores Heberto
Sala Rueda, Alfonso Gutiérrez Gurría y el hermano de éste, Carlos
Gutiérrez Gurría quien era además Jefe de Personal de la Secretaría
del Trabajo. El escándalo se debió a un supuesto cobro indebido de
dinero que éstos hacían a los braceros por la tarjeta que les permitía
a nuestros connacionales ser contratados para trabajar en los Estados
Unidos. Entre otros involucrados estaban Sacramento Joffre, Téllez
Vargas, Florizel Pereznieto, Manzueto Bartilotti, Alberto Núñez de
Álvarez quien al parecer ya se encontraba en la penitenciería y César
Tosca, Secretario de don Carlos A. Madrazo, detenido el 9 de enero de
ese año.66
En verdad el pecado de don Carlos fue haberse enfrentado a la
incuestionable y férrea voluntad del sacro presidente de la República;
hacer eso en aquellos años de férrea dictadura presidencialista
significaba para quien lo hiciera firmar su muerte política. En aquellos
años no se movía ni un dedo sin orden del presidente de la República;
mucho menos cuando se trataba de una supuesta aplicación de la ley
y de hacer justicia en las altas esferas de la vida política, como fue
en ese caso de los braceros: cuando esto sucedía en esas esferas, era
por orden del presidente contra alguien que había contravenido su
santísima voluntad y había caído de su gracia. Con motivo del informe
presidencial ante en el Congreso de la Unión en 1944, el presidente
Ávila Camacho nombró al viejo vasconcelista Herminio Ahumada
para responder al informe. “En su respuesta Ahumada tocó tres temas
que habrían de soliviantar los ánimos de diputados y senadores.
Sostuvo que la mayor responsabilidad ante Dios y ante los hombres
de un gobernante era la salvación de la Patria; criticó las formas en que
se llevaban las elecciones federales y locales y abogó por la verdadera
efectividad del sufragio y una radical reforma de los procedimientos
políticos. Veladamente atacó a los extremos del abanico político
oficial, acusando a la derecha de desprestigiar la revolución y a la
izquierda de propiciar la inmoralidad, el radicalismo y la anarquía.
Frente a los extremos, el diputado Ahumada colocaba la conducta
ejemplar, apostólica y ejemplar del presidente de la República”67. Por
supuesto que la respuesta al informe no fue del agrado de la mayoría

RN, 11, 14 y 18 de enero de 1945.


66

Luis Medina. Historia de la Revolución Mexicana 1940-1952. Del cardenismo al avilacamachismo. El


67

Colegio de México, 2001, p. 222.


Elías Balcázar Antonio 65

de los legisladores. Una vez que salió el presidente Ávila Camacho del
recinto, en el debate que siguió después fue la izquierda oficial la que
más atacó a Ahumada. Los demás diputados hicieron alianza con esa
izquierda y decidieron destituir a Ahumada, el hombre de todas las
confianzas del presidente. En lugar de Ahumada se nombró al joven
diputado Carlos Alberto Madrazo Becerra. Poco le duró el gusto al
paisano. El líder Medrano presionó para que se revocaran los acuerdos
y se restituyera en la presidencia a Ahumada, pero el enfrentamiento
ya estaba cantado y nada menos que contra el “Señor Presidente”. Lo
que surgió “…como una reacción espontánea a un exceso verbal de un
diputado se convirtió en un conato de enfrentamiento político, pues la
minoría se retiró de la Cámara junto con Madrazo. Y ahora, como líder
minoritario, Madrazo se colocó en abierta rebeldía al acusar a Medrano
de tratar de dividir la cámara apoyando a un reaccionario. Medida
extrema en verdad, porque la restitución de Ahumada al cargo de
presidente de la cámara baja ponía de manifiesto que contaba con todo
el apoyo del presidente Ávila Camacho”. Sin embargo, el presidente se
guardó muy bien el desacato: desplantes como el de Madrazo era una
ofensa imperdonable para la incuestionable figura presidencial. Ávila
Camacho decidió castigar a Madrazo y a los suyos, para ello esperó o
propició el momento y el motivo para hacerlo.
Poco después de ese incidente el secretario del Trabajo, otro
tabasqueño, Francisco Trujillo Gurría, convocó a los diputados del
Distrito Federal, entre los que estaba Carlos A. Madrazo, para que
colaboraran en la distribución de las tarjetas que autorizaban la salida
de mexicanos a trabajar como braceros en los Estados Unidos: la trampa
estaba puesta. A pocas semanas algunos funcionarios de la misma
Secretaría del Trabajo denunciaban a Madrazo y a los suyos de que
estaban traficando ilegalmente con las tarjetas. Como ya dijimos, entre
otros involucrados estaban Sacramento Joffre, Téllez Vargas, Florizel
Pereznieto, Manzueto Bartilotti, Alberto Núñez de Álvarez quien al
parecer ya se encontraba en la penitenciería y César Tosca, Secretario
de don Carlos A. Madrazo, detenido el nueve de enero de ese año68.
Sin duda, los enemigos de Madrazo y aspirantes a la
gubernatura de Tabasco aprovecharon la venganza presidencial para
denostarlo, descalificarlo y sacarlo de la jugada en sus aspiraciones
de ser gobernador del estado. Y es que las presiones y estrategias
amañadas para influir sobre el dedo presidencial para ungir nuevo
gobernador para Tabasco y eliminar enemigos fuertes nunca tuvo, ni
ha tenido escrúpulos.

68
Ibídem, p. p. 223 y 224.
66 Tabasco a dos tiempos

Insistimos, Carlos Madrazo, quien de muy joven fuera un


fervoroso garridista camisa roja, era un gallo fuerte para venir a gobernar
a Tabasco. La llegada de Madrazo como gobernador de Tabasco
perjudicaría a los antigarridistas como Noé de la Flor y Francisco J.
Santamaría, quienes con Manuel Bartlett siguieron dominando la vida
política de Tabasco hasta marzo de 1955. Madrazo se cobraría la deuda
de los daños causados por el asunto de los braceros precisamente en
1955, cuando urdió el derrocamiento de Manuel Bartlet; tendría que
esperar hasta 1958 para llegar a la gubernatura de la entidad y sentarse
en la silla en 1959. Para ello tuvo que enfrentar fuertes resistencias.
Mientras tanto en Tabasco sus enemigos abrían otros frentes
para atacar a don Pancho Trujillo; uno de ellos el asunto ganadero.
Uno de esos francotiradores, colaborador de Rumbo Nuevo, escribía el
21 de enero de ese difícil año de 1945: “Hasta hoy ha habido demasiada
influencia política en las cooperativas y las Uniones ganaderas. El
gobierno ha tenido que sufrir más de una vez los daños de las mafias
políticas enquistadas en las uniones ganaderas, al mismo tiempo que los
comerciantes honrados (han tenido que soportar) a los intermediarios
en la compra de reses sobre todo el destinado a la venta en mercados
extraños al estado”. Sin duda, los misiles iban dirigidos contra el
Secretario del Trabajo, Francisco Trujillo.
Pocos días después aparece otra nota, en Rumbo Nuevo también;
ésta del 4 de marzo y dice: “Opinan sobre la Sociedad Cooperativa de
Ganaderos. Entrevista al secretario general del Sindicato de Nagateros,
don Fermín Estrada”. Y éste nos dice: “Nos llama la atención en primer
lugar que capitalistas como los ganaderos dirigidos por el diputado
Trujillo Gurría, se organicen en cooperativas, porque esta asociación
es una prerrogativa de auténticos trabajadores asalariados según
disposición expresa de la Ley respectiva. Pero nos sorprende todavía
más, nos sigue diciendo don Fermín, ver a un grupo de personas como
el aludido, ofreciendo carne barata, después de que durante largos
años, teniendo como jefe al mismo diputado Trujillo Gurría, sólo se
ocupaban de alzarle el precio a este artículo de primera necesidad,
para lo cual llegaron a matar sólo tres reses, negando el ganado en
existencia, con el fin de encarecer el producto y explotar al público”.69
Y, sin mayor recato, ni empacho, otro bazucaso como parte de
la campaña contra el grupo de los Trujillo Gurría, Madrazo y demás.
Éste provenía de la Asociación Ganadera: “Se nos dijo que la llamada

69
RN, 21 de enero y 4 de marzo.
Elías Balcázar Antonio 67

cooperativa no es más que una trampa para seguir explotando a


los incautos ganaderos y al público consumidor. Sólo se trata de
un grupo de ricos ganaderos que valiéndose de su dinero desean
seguir extorsionando al pueblo, nos sigue diciendo tan “valiente” y
“proletaria” declaración. Luego sigue: “… que todo Tabasco recuerda
que el grupo de Ernesto Trujillo Gurría y Pedro Calzada es el mismo
que se opuso a que el actual gobierno dictara las medidas conducentes
a abastecer en forma abundante los mercados de la ciudad en materia
de carne, y que fue la decisión del gobierno tomada en el sentido que
se maten diez y doce reses diarias lo que ocasionó el distanciamiento y
el enojo del Diputado Federal mencionado,” nos dice la nota del Robin
Hood tabasqueño y concluye afirmando que ese grupo está actuando
fuera de la ley.
Otro misil más y en la misma dirección: “El Banco de Comercio
Exterior nos ha dirigido una carta en relación a una operación de
compra-venta de maquinaria en que intervino el secretario del Trabajo,
Francisco Trujillo Gurría, a través del propio Banco. El pasado 27 de
febrero en el diario La Prensa, dice la nota, aparece una publicación
suscrita por Ángel Salido Ramírez, Ramón Elorza y Celerino Algara
que nos dice que en la compra de maquinaria agrícola fitosanitaria
adquirida por un empréstito de diez millones de pesos dado por el
gobierno federal a los productores tabasqueños a través del Banco
Nacional de Comercio Exterior, S.A., el licenciado Trujillo Gurría,
entonces gobernador del estado, obtuvo una Comisión de 500, 000
dólares, que fue deducida del empréstito”.70 Cuatro días después
el Consejo del Banco desmintió esa nota y aclaró detalladamente el
manejo de esos recursos.71
Otra nota, rayando en la bajeza y en el chisme pueblerino:
“Ernesto Trujillo y Pedro Calzada abaratadores de carne. Res sentido”,
dice el encabezado. Luego: “Pregúntele a Pancho Sumohano quién le
mandó a tirar sangre, seguramente de animal en su teatro Novedades
para llamar a Salubridad, hacer grande el lío que dio lugar a que el
cine teatro cambiara de dueño”.72 En ese saca aceite los antigarridistas
conducidos por Noé de la Flor lograban sacar de la directiva de la
Asociación ganadera a viejos garridistas como Gustavo Garrido
Canabal, Felipe Marín y Ovidio Jasso. “Garridistas no quieren dejar

70
RN, 11 de marzo de 1945
71
RN, 15 de marzo de 1945.
72
Ibídem.
68 Tabasco a dos tiempos

la mesa directiva de la Unión presidida en el periodo anterior por


Gustavo Garrido Canabal” decía una nota del 11 de marzo. El 9 de abril
de ese año vino a Tabasco el secretario de Agricultura del Gobierno
federal, Marte R. Gómez, para dar posesión a Pedro Trinidad Cano,
ganadero de Teapa.73
Y, otro obús más, de los “buenos” contra los “malos” de
la película; ésta última nota rayaba en una histeria anticomunista,
cayendo en la cultura lacayuna, patriotera y arrastrada, propio de
los años de gloria de la dictadura presidencialista. Dice la nota: “Ha
causado pésima impresión en todos los sectores la noticia de algunos
individuos desprestigiados, encabezados por los camisas rojas Baltasar
Dromundo, Agapito Domínguez y Ernesto Trujillo, aprovechando
la celebración del aniversario de la muerte del líder comunista
Garrido Canabal, pronunciando discursos incendiarios como para
intranquilizar a la población haciendo al señor General Enríquez el
poco favor de proclamarlo candidato presidencial único. El mitin,
sigue la nota, fue en el teatro Principal que ofreció su propietario
señor Trujillo. El profesor Carlos Giorgana y el obrero Fermín Estrada,
Secretario General de los Nagateros, intervinieron valientemente
llamando a la cordura y afirmando que era una verdadera traición a la
patria y al ”Señor Presidente” lo que estaban haciendo”,74 termina la
nota, no sin antes comentar que “Señor Presidente” en el texto original
está con mayúscula, lo que nos recuerda a Miguel Ángel Asturias.
Esa cultura servil y sin dignidad (snob: “sine nobilitate”, sin
dignidad, diría Ortega y Gasset), encontró oportunidad de expresarse
en su forma más ridícula con motivo de la muerte de Maximino Ávila
Camacho; el mismo que fuera hermano del entonces presidente de la
República, Manuel Ávila Camacho. Decía una nota: “…en Villahermosa
la noticia causó estupor”. Afirmar eso cuando de seguro la mayoría de
los tabasqueños no sabían quien había sido esa persona, no significaba
otra cosa que una conducta servil y rastrera hacia el “Señor Presidente”.
Luego sigue la nota indigna: “…en la biblioteca José Martí donde se
estaba llevando a cabo un acto cultural, por instrucciones superiores
se suspendió la música. Del parque Juárez y de Plaza de Armas se
retiraron a los paseantes; cantinas, billares y el teatro Principal cerraron
sus puertas; un animado baile que se estaba llevando en la Terraza se
tuvo que suspender”.75

73
RN, 11 de marzo y 10 de abril de 1945.
74
RN, 12 de abril de 1945.
75
RN, 25 de febrero de 1945.
Elías Balcázar Antonio 69

Mientras esos días eran testigos de la infinita capacidad


serpentina y reptante que tienen los pueblos y de que la política
todo lo prostituye, el año de 1945 pintaba muy feo para Tabasco. En
ese año terminaba la Segunda Guerra Mundial, la crisis económica
de posguerra con sus efectos recesivos sobre México y Tabasco
eran inminentes. El desempleo era el destino seguro para muchos
mexicanos y tabasqueños. El Japón se rendiría aquel histórico viernes
10 de agosto; humillado por la derrota, el martes 21 de ese mes se
suicidaba el vicealmirante del Japón Takijiro Onishi, el mismo que
fuera el organizador de los cuerpos “kamikaze”.
A principios del año siguiente, en enero de 1946 y como
resultado precisamente del efecto recesivo de la posguerra, se desató
una de las huelgas más grande y trascendental, que ha habido en
la historia de los Estados Unidos: 750, 000 obreros de la industria
siderúrgica en huelga. 1, 300 plantas clausuradas en menos de treinta
días; el cierre de fundidoras de acero, plantas para rieles de ferrocarril
y para la fabricación de máquinas y motores tenían paralizada a la
nación del norte. En febrero era ya 1, 000, 000 de desempleados en la
rama del acero en ese país. Para esas fechas habían retornado a México
50, 000 braceros, otros venían en camino para sumarse al ejército de
desocupados que ya había en el país; la minería mexicana entraba
también en un proceso recesivo y las huelgas se dieron en cascada.76 El
desempleo creciente y masivo corroía como un cáncer a nuestro país.
Tabasco no era la excepción. En esas circunstancias empezaría Miguel
Alemán su gobierno. El 3 de febrero se destapaba la candidatura de
Francisco J. Santamaría para la gubernatura del estado.
En Tabasco el 70 % de su población, superior entonces a los
280, 000 habitantes, seguía padeciendo el paludismo.77 Un estudio
del doctor Julián Manzur de 1949 nos informaba que el 86 % padecía
desnutrición, 91 % vivía en casas con pisos de tierra; 54 % no usaba
zapatos; 58 % no conocía el excusado; y la mayoría padecía parasitosis.
88, 274 tabasqueños, entre 6 y 48 años de edad, no sabían leer. Y 42, 380
con edades entre 18 a 60 años, se podían calificar como alfabetizados.78
Otra fuente nos dice que el 51 % de la población no sabía leer ni escribir.
Esa pobreza e ignorancia significaba una mina de dinero para
cientos de charlatanes que se encontraban por todo el estado engañando

76
RN, 23 de enero de 1946.
77
RN, 11 y 14 de enero de 1945.
78
RN, 1 de marzo de 1945.
70 Tabasco a dos tiempos

incautos. Hasta bien entrada la década de los cincuenta del siglo XX


la práctica de la brujería y de la magia negra estaba bien extendida
en el estado. Según datos de la Procuraduría de Justicia, nada más en
Comalcalco había 700 casas dedicadas a esa “profesión”. Era alarmante
el número de personas que asistía a las prácticas de hechicería. En
las oficinas de esa dependencia se encontraban incautados una gran
cantidad de libros con títulos como el siguiente: Magia Negra, Magia
Blanca, Magia Verde, Magia Roja, Cómo hablar con los muertos, El Tesoro
de las Oraciones, Oráculo de los destinos, Palabras de un Predestinado, La
Cruz de Caravaca, entre otros títulos. El 15 de febrero de 1958 se inició
en Saloya una “práctica de milagros” que duró ocho días. La leyenda
de la propaganda rezaba así: “Milagros y Maravillas, Jesucristo es el
mismo, ayer, hoy y mañana. Venga con fe y traiga a sus enfermos,
Dios hará que salgan completamente sanos”. Estos “servicios” se
realizaban en Saloya, Segunda Sección, en el municipio de Nacajuca,
cerca del puente, en la casa del señor Francisco Farías. La propaganda
repartida en unos volantes concluía así: “Los señores Carlos Harrel y
Francisco Doleshal dicen: no somos curanderos, tan sólo proclamamos
las promesas de Dios y oramos. Su poder sana a los enfermos, pues lo
que es imposible para el hombre es posible para Dios.”79
A principios de 1945 la fiebre de tifoidea golpeó duro a la
población.80 Sin conocer el agua potable, los habitantes de Villahermosa
consumían agua que por lata compraban a los aguadores; la lata de
agua de primera tenía un precio de $0.20 y la de segunda $0.15$. El
preciado líquido, según una nota de periódico, “es tomada por los
acarreadores a orillas de la población [sic] en donde desaguan las
cloacas de la ciudad”.81
El carbón era otro producto vital para la vida de los
tabasqueños. No sólo porque las familias más pobres lo requirieran
para cocinar, buen número de lavanderas y planchadoras necesitaban
del carbón para realizar su trabajo del “lavado ajeno”. Para obtener
este preciado producto estas humildes mujeres tenían que madrugar y
poder hacerse de una lata en el barranco. Los pillos vendedores ponían
lastre en el fondo de la lata y poder así robar en el peso. En aquellos
años el proceso de lavado y planchado consistía en que una vez seca la
ropa, se planchaba con una o varias planchas de fierro que se ponían

79
El Momento, 22 de febrero de 1958.
80
Ibídem.
81
RN, 21 de enero de 1945.
Elías Balcázar Antonio 71

a calentar sobre brasas de carbón hasta que se ponían al rojo vivo.


Mientras se usaba una, se ponían a calentar las otras. En Villahermosa

humildes mujeres tenían que madruga


las lavanderas acostumbraban a recoger los envoltorios de ropa sucia
todos los lunes para entregarla limpia y planchada los sábados. Por
eso a los habitantes de esta ciudad capital se les llamó en un tiempo
“envoltorios sucios”. Esa frase le gritaban en el estadio de beisbol los

es ponían lastre en el fondo de la lata


aficionados de los demás equipos a los simpatizantes del equipo del
Centro. En esos años el lavado del pantalón blanco tenía un precio
de un peso cincuenta centavos; el de la guayabera, desde un peso a
un peso con veinticinco centavos. El alza en el precio del carbón y en
o y planchado consistía en que una ve
del jabón perjudicaba a las lavanderas pues muchas amas de casa no
eran concientes de estos cambios.82 El pachulí, para perfumar la ropa,
se buscaba como mal monte. De 1956 leemos una nota en el periódico

que se ponían a calentar sobre brasa


local El Momento donde se manifestaba una gran preocupación en la
población por la escasez de carbón. En esa nota del 18 de noviembre se
externaba una seria queja contra la Delegación Forestal por no poner el
debido empeño en el abasto de este preciado producto. El requerimiento

una, se ponían a calentar las otras. E


diario de la ciudad de Villahermosa era de 500 sacos. Hasta el día 2 de
diciembre de ese año se logró un arreglo con la citada delegación; en
ese ínterin abundaron quejas de familias que supuestamente se habían
quedado sin comer por falta de carbón.
oltorios de ropa sucia todos los lune
La Forestal logró brindar el abasto de 300 sacos diarios a la capital
del estado, abasto que se haría por la margen izquierda del río Grijalva.83

habitantes de esta ciudad capital se le


82

83
RN, 16 de diciembre de 1944.
El Momento, 18 de noviembre y 2 de diciembre de 1956.

en el estadio de beisbol los aficionado


72 Tabasco a dos tiempos

Un editorial de Rumbo Nuevo del 3 de abril de 1945 nos dice:


“Hoy que la guerra ha encarecido la vida, que las subsistencias valen
un ojo de la cara, que la ropa está por las nubes, que las diversiones
alcanzan precios astronómicos, nada más triste que haber retrogradado
[sic]. Tabasco tuvo comunicaciones fluviales y marítimas frecuentes y
baratas, luz eléctrica y agua abundante. Hoy…escasos aviones surcan
el aire, la Yalton y el motor Arturo recorren los ríos; la primera sale al
mar, las canoas y lanchones se deslizan de banco en banco de arena,
sobre ríos que son leves manchas líquidas sobre un cauce semiseco.
En Villahermosa y en las cabeceras municipales el progreso material
encuentra trabas diversas”.84
A la escasez de otros productos se aunó la del azúcar, y ésta
alcanzó tal grado que provocó desesperación; la escasez de este
producto llegó a ser tan grave que se tuvo que racionar su distribución
y consumo.85 La producción de azúcar en los once ingenios que
operaban en la entidad fue de 73, 235 sacos de 50 kilogramos en 1943 y
el consumo fue de 97, 835 sacos; el déficit de 24, 600 sacos fue cubierto
con azúcar de los ingenios de Veracruz distribuidos racionadamente
por la UNPASA (Unión Nacional de Productores de Azúcar S.A.). Para
1944 la producción local de azúcar bajó a 64, 153 sacos y el consumo
aumentó a 107, 603 sacos. El faltante fue cubierto de la misma forma.
El impacto de la segunda guerra mundial provocó mayor
escasez de azúcar esos días. La UNPASA distribuía de manera
racionada ese producto a todo el país: a Tabasco y el norte de Chiapas
le correspondían 5, 400 sacos mensuales; de ellos, 1, 500 eran para
el municipio de Centro, cantidad insuficiente para satisfacer las
necesidades de la población de este municipio. Se propuso entonces
que no se surtiera a las fábricas de gaseosas, paleterías, puestos de
refrescos, neverías y demás. Sin embargo, se llegó a un acuerdo de
distribuir los 1, 500 sacos, correspondientes a un mes, de manera
semanal. Serían entonces 375 sacos semanales de 50 kilogramos
para la ciudad de Villahermosa, distribuidos de la siguiente forma:
a detallistas, 170 sacos; a pequeños panaderos, 40; a cooperativas de
panaderos, 12; fábricas de galletas, 20; refrescos Samuel Mendoza,
10; La Industrial Tabasqueña, 5; fábrica de gaseosas, Señora Casao, 4;
fábrica de gaseosas, Señora Viuda de Cárdenas, 2; fábrica de gaseosas,
Señora González Aguilera, 2; refresqueros en grupo, 4; puestos de

84
RN, 3 de abril de 1945.
85
RN, 8 y 10 de abril de 1945.
Elías Balcázar Antonio 73

café en ambos mercados: uno, y cien sacos para los comercios de las
rancherías y demás sectores.86
Varios factores se apuntaban como las causas de esa escasez. La
sequía en ese año había provocado la disminución en la producción en
los ingenios en cerca de 40 %. En 1942 la producción nacional que fue
de 419, 845 toneladas satisfizo una demanda de 392, 946; pero en 1944
la producción nacional disminuyó drásticamente a 327, 905 toneladas.
Cantidad que no alcanzó a satisfacer una demanda de 385, 571. Se
tuvo que importar azúcar. Para 1945 se esperaba una producción
de 377, 000 toneladas para atender a una demanda de 450, 000. Se
pensaba enfrentar, como realmente sucedió, un déficit de 75, 000. Este
crecimiento en el consumo no sólo se debió a una población creciente y
más demandante sino también al crecimiento de la industria de bebidas
alcohólicas. En 1945 se transformó en alcohol más de cien toneladas de
miel de caña destinada a la elaboración de azúcar.
El organismo nacional de la UNPASA que distribuía el azúcar,
AZÚCAR, S.A., designaba en cada estado un depósito autorizado
para regular la distribución de ese producto; aquí en Tabasco era la
casa de Juan Pizá, S.A. Existía también otro organismo semioficial,
Distribuidora Nacional, que tenía designado a Roberto Pedrero G.
como su agente distribuidor. Casa Pizá debía entregar a este agente
400 sacos mensuales, quien a su vez vendía el producto por medio de
otras personas. Éstas vendían el azúcar a $1.10 el kilogramo, o sea por
encima del precio oficial que era de $0.75. Esto creaba inconformidad,
malestar en el hombre de la calle que buscaba endulzar su café, su
agua de pitahaya o de matalí, pero con ese precio le resultaba muy
caro. Al dueño de la panadería, de la fábrica de gaseosas o del puesto
de aguas frescas la escasez les provocaba desesperación y malestar.
Además, por medio de ese sistema de venta se obligaba a la gente a
que por cada kilo de azúcar que se les vendiera debían comprar un
pedazo de jabón.87 Para 1947 Juan Pizá anunciaba el kilo de azúcar al
mayoreo a $0.77 y $0.79 al medio mayoreo, “se cobraba aparte el precio
de los envases”. Esta casa autorizaba al pequeño comerciante a vender
el kilo de azúcar a $0.82 al menudeo.88
Los años de la década de los cuarenta y cincuenta, sin duda,
significaron para Tabasco un singular tiempo histórico, un punto

86
Ibídem.
87
RN, 1 y 4 de agosto de 1945.
88
RN, 17 de agosto de 1947.
74 Tabasco a dos tiempos

crucial en su historia económica y social, donde se cruzaron, como


en un solo vértice, dos procesos. Esos años significaron un momento,
un tiempo específico, único en la historia de Tabasco y de la región
sureste, donde culminaron de manera imperceptible, hasta decaer y
llegar a su fin, las relaciones económicas, sociales, políticas y familiares,
colectivas e individuales, que los hombres y mujeres de Tabasco y del
sureste durante siglos tuvieron a través de los ríos y del mar. Aquella
historia hacia el Golfo y a través del golfo de México llegaba a su fin
al concluir la década de los años cuarentas y al transcurrir los años
de la quinta década del siglo XX. Esos años significaron también y al
mismo tiempo un momento, el inicio de un nuevo tiempo en la historia
de Tabasco y del sureste. Un punto en que se iniciaba una novedosa
articulación económica y comercial con el centro del país a través del90 COOTIP, Cooperativa
a ella como COOTIP, tal y
ferrocarril y por las carreteras: estos dos medios de comunicación,91 RN, 16 de junio de 19
en proceso de construcción en la década de los cuarenta y cincuenta
del siglo XX. En aquellos años Tabasco no concluía totalmente con
aquel ciclo histórico que implicaba un fuerte vínculo con el golfo de
México a través de Frontera desde tiempos ancestrales y durante los
años últimos por Puerto Ceiba. Pero era un ciclo que fue llegando a
su fin durante las décadas de los años cuarenta y cincuenta hasta su
conclusión definitiva al terminar esta última década. A partir de este
momento histórico, Tabasco le daría las espaldas al mar. Los viejos y
otrora atractivos mercados de Yucatán, Estados Unidos y Campeche,
quedarían en el pasado y en el olvido. En esos años se desarrollaba
ya, de manera simultánea, un nuevo vínculo económico y social, un
nuevo tiempo en donde la producción y la sociedad tabasqueña y
del sureste se encaminaban a articularse, vía ferrocarril y carretera,
con el sur de Veracruz y el centro del país. Estas nuevas relaciones
económicas y sociales no lograrían madurar y consolidarse sino hasta
bien entrada la década de los sesentas. Pero fue a fines de las décadas
de los años cuarenta y cincuenta que se dio el inicio del desarrollo y
del fortalecimiento de este nuevo circuito comercial con la Ciudad de
México y con otros mercados del país por medio del ferrocarril y de las
carreteras.
En esa contradicción vivía Tabasco, historia que precisamente
contaremos en este libro; historia que marcó y dejó atrás una época
para dar inicio a otra. Historia que además concluía con un tiempo
estructural y con un tiempo cotidiano que las personas vivieron como
algo natural durante décadas. Tiempo cotidiano que se vivió en los
Elías Balcázar Antonio 75

puertos marítimos y fluviales, en los muelles, en los “pasos”;89 tiempo


cotidiano que aquellas personas vivieron en los viajes por barcos
y canoas, surcando el mar, largos ríos y majestuosas lagunas. En
90 COOTIP hoteles de paso ende
, Cooperativa losTransportes
puertos, ende la laestación
Industria del del
ferrocarril,
Plátano.donde se
Por cuestiones de breve
encontraban o reunían las
a ella como COOTIP, tal y como se le conoció en aquellos años. personas que viajaban; el comerciante, el
ganadero, el hombre de negocios; el estudiante que salía a la capital
91 RN, 16 de junio de 1946, 10 de noviembre de 1949.
del país, lleno de ilusiones y proyectos; puertos y andenes65 donde se
daban
a de Transportes de la Industria reunión
del Plátano. las defamilias
Por cuestiones brevedad, de y losen adelante
ahora paisanos sólo nospara despedir al que se iba
referiremos
o para recibir a la familia, al amigo o la persona querida que llegaba;
como se le conoció en aquellos años.
946, 10 de noviembre de 1949.
para saber 65 de noticias, de las cosas novedosas que sucedían fuera de

Tabasco, para entregar la carta o el bultito que llegaba o que se iba.


Lejos habían quedado aquellos años en que Tabasco sostuvo
un intenso comercio con Europa. Nada quedaba del que fuera
esplendoroso puerto de Frontera, en otros tiempos orgullosas “Puertas
de Tabasco”. Sólo en el recuerdo de los más viejos quedaba el auge
de aquellos años que dieran inicios al siglo XX; aquellos años cuando
llegaban a Frontera, gran puerto marítimo entonces, buen número de
majestuosos barcos suecos, noruegos, americanos, ingleses, mexicanos,
tabasqueños, entre otras banderas, quedarían en el olvido. De aquel
intenso movimiento comercial, de marinos, de estibadores, de
viajeros, de mercaderías y de dinero que hiciera de Frontera un puerto
en auge, nada quedaba. Aquel gran número de barcos marítimos,
fluviales, balandros, lanchones, chalanes, remolcadores y canoas que
en esos años surcaran los numerosos ríos de Tabasco, quedó perdido
en la espesura de los años y en el silencio de la selva y del olvido.
Sólo quedó el murmullo solitario provocado por las corrientes de los
ríos que arrullaban el silencio de la selva. Sólo el sonido monótono,
acompasado, de un remo al rozar con el cayuco de alguien que sale
a pescar su diario sustento. Aquella flota marítima y fluvial había
desaparecido de Tabasco al finalizar la década los cincuenta, y para
siempre. Los tabasqueños no alcanzaban a entender que aquello que
había sido su mundo, su fuente de trabajo y de riquezas, de rigores de

“Pasos” se llamaba aquí en Tabasco, no sólo al cruce de un lado a otro en un río; sino también
89

a aquellos lugares o puntos de las orillas de los ríos, lagunas o arroyos donde las canoas, los
cayucos y barquitos atracaban con mercancías y viajeros. Fue en esos pasos donde surgieron las
cabeceras municipales y los principales poblados.
76 Tabasco a dos tiempos

trabajo y esperanzas, de paseos y placeres, de poder y de fracasos, ya


no existía.
Veían con ilusión y cargados de esperanza la manera como iba
avanzando la construcción del Ferrocarril del Sureste: el futuro. A la
vez y aferrados al pasado, insistían en los trabajos del dragado de los
ríos, de la barra de Frontera y de la construcción de las escolleras de
ese puerto, en decadencia. Veían con emoción el avance de la red de
carreteras que se venía construyendo dentro del estado y de éste hacia
Coatzacoalcos y el centro del país, pero seguían aferrados a dar vida a
una flota de barcos en extinción, como los de la COOTIP.90 Se resistían
a aceptar que una a una iba desapareciendo cada embarcación, bajo
el peso implacable del tiempo y de los nuevos tiempos; los pocos que
quedaban ya no eran rentables ni operantes. Su presencia era obsoleta
y habían caído en manos de una mafia.
De 1945 leemos notas que expresan quejas de los ganaderos
porque sus animales transportados por la vía fluvial y marítima
llegaban flacos y maltratados a los mercados y, por tanto, a menores
precios. El ganado que salía de Tabasco por esa vía, afirmaba un
ganadero, no llegaba con la misma robustez de aquel ganado que se
transportaba por los caminos de fierro. La copra también sufría mermas
porque tardaba en llegar a las fábricas de jabón y de aceites. Escribía
un editorialista en ese año, que el maíz, el cacao, el arroz y el café se
picaban antes de llegar a las bodegas de los centros de consumo. El
plátano se pudría en el viaje al carecer de medios de refrigeración o las
entregas se retrasaban ante la ausencia de barcos o debido al carácter
irregular, inestable, del calado de los ríos y de las barras que en época
de seca eran intransitables.91 Todo esto abordaremos en detalle en el
presente libro.

90
COOTIP, Cooperativa de Transportes de la Industria del Plátano. Por cuestiones de brevedad,
de ahora en adelante sólo nos referiremos a ella como COOTIP, tal y como se le conoció en
aquellos años.
91
RN, 16 de junio de 1946, 10 de noviembre de 1949.
Agonía de una época

CAPÍTULO II
Decadencia de la vida fluvial y marítima
El estado que precede al moribundo en su lecho de muerte es la agonía,
así nos dice el diccionario; también es la angustia que aquel sufre en
los momentos previos a su muerte inminente. Agonía también es
lucha, combate nos dice don Miguel de Unamuno en su libro Agonía
del Cristianismo.1 Esa dualidad, agonía en su doble acepción, vivió la
actividad fluvial en Tabasco en sus últimos años: una flota naviera en
decadencia, moribunda, pero que se negaba a morir y que a la vez
luchaba por seguir con vida. Así fueron los últimos años de la vida
fluvial y marítima en Tabasco. En esos días se daba también y en otro
frente otra lucha, una lucha titánica del hombre en la construcción del
Ferrocarril del Sureste a través de la selva y del pantano. Esta obra
magna de ingeniería, reto al peligro, a la muerte y a la imaginación,
fue un monumento al esfuerzo y al sacrificio de los hombres que ahí
dejaron sus vidas, sus esfuerzos y sus años jóvenes. Estos trabajos por
más de una década significaron la agonía, la lucha de un pueblo en la
busca de nuevos caminos para sobrevivir.
Muchos factores se conjugaron para liquidar la vida fluvial y
marítima de la región: falta de mercados, escasa rentabilidad, ríos poco
navegables, el azolve de la barra de Frontera que obligaba a multiplicar
los trasbordos y a encarecer los fletes; la alta competitividad de la flota
mercante platanera de la United Fruit en Centroamérica, la aparición
paulatina del Ferrocarril del Sureste; luego la carretera de Villahermosa
a Coatzacoalcos. En esos días se multiplicaron los hundimientos,
accidentes, incendios y las descomposturas de barcos. Percances tras
percances, como una epidemia, contribuyeron a apurar la agonía y la
muerte de esa actividad. Pareciera que una especie de fatalidad con
prisa hubiera caído sobre ese moribundo cuya muerte era inminente.
La Confederación Platanera, apoyada en los pocos barcos y lanchas
que le quedaban a la Cooperativa de Transporte de la Industria del

1
Unamuno, Miguel de, La Agonía del cristianismo, Espasa-Calpe, España, 1975, p. 23.
80 Tabasco a dos tiempos

Plátano (COOTIP), fundada en 19392, se veía obligada a rentar barcos.


Sólo así podía colocar los racimos de plátano que le demandaba el
mercado americano. Los barcos de la COOTIP eran insuficientes.
En marzo de 1946 la Confederación tuvo que suspender el envío de
plátano al extranjero; dos barcos que le rentaba la Federal Motorship
Company, el “Badger State” y el “Empire State”, habían quedado
fuera de servicio, el primero al hundirse en Frontera y el segundo por
encontrarse en condiciones muy malas para navegar.3
En estos dos barcos la Confederación gastó una fortuna; 18
mil dólares mensuales de renta por cada barco, 700 mil pesos para
acondicionarlos y, además por cada tonelada transportada, pagaba un
flete de 26.71 dólares. Por el contrario, y quien sabe sí por mala cabeza
o negocios turbios, la administración de la platanera subarrendó
esos dos barcos a la Banana Distributing Company para que sacara
el plátano de Chiapas; de manera inexplicable le cobraba sólo 14
dólares por cada tonelada a esa compañía distribuidora gringa y, en
contra de lo acordado, ésta nunca le pagó un peso a la Confederación
Platanera por los $700, 000 que ésta gastó en el acondicionamiento de
esos dos barcos. Como veremos luego, a la Confederación Platanera y
a la COOTIP la ahogaron hasta su muerte mucha corrupción y malos
manejos. De ahí surgieron considerables fortunas, se enriquecieron
varios dirigentes. En esos días la Confederación gastó una cantidad
menor, sólo $50, 000 pesos, para acondicionar el barco “Veracruz”;
esta nave era más grande que los dos barcos americanos en los que,
como vimos, la Confederación invirtió $700, 000 pesos para los mismos
fines. Lo raro del asunto es que no sabemos por qué escondida razón
también, a los pocos días de haber acondicionado el barco “Veracruz”,
se le entregó a la Banana Distributing Company.4
Mientras tanto la Confederación Platanera se vio obligada,
por el momento, a realizar sus exportaciones de plátano con los dos
únicos barcos que tenía la COOTIP: el Nanuk y el Roatán. Además de
carga, estos dos barcos daban servicio de pasaje con un itinerario entre
Frontera, Veracruz y Tampico. Con sus chalanes “tipo Sol” la COOTIP
daba además servicio de carga entre Coatzacoalcos, Villahermosa,
Frontera, Campeche y Progreso.5

2
Dijimos en el capítulo anterior que con el fin de abreviar, a esa Cooperativa de Transporte de la
Industria del Plátano le llamaremos COOTIP.
3
RN, 12 de marzo de 1946.
4
RN, 26 de abril de 1946.
5
El Hijo del Garabato 16 de mayo de 1947.
Elías Balcázar Antonio 81

A partir de 1947 la Confederación de Plátano contó además con


los servicios del barco “Santamaría”. En mayo de ese año la COOTIP
compró lo que fuera una moderna embarcación a la que bautizaron
con el nombre de “Santamaría” en honor al gobernador del estado.
En emotiva ceremonia realizada en Frontera, esta embarcación fue
puesta en servicio el sábado 24 de mayo de ese año. El 29 de ese mes,
por la tarde, llegó a Villahermosa el “Santamaría”. Una gran multitud
emocionada, junto con el gobernador y su gabinete, esperaba en los
muelles fiscales. Esos mismos muelles que fueran testigos de dolorosas
despedidas y felices encuentros; los mismos que fueran el punto de
esperadas noticias: buenas nuevas o malas. Debido a su calado, aquella
tarde el “Santamaría” tuvo que anclar a mitad del Grijalva. Su capitán
era el señor Tiburcio González; el maquinista era un conocido mecánico
José Pinto Palma y el oficial, Víctor Manuel Mendoza.6
Construido durante la Segunda Guerra Mundial este barco
sirvió para transportar implementos de guerra que los americanos
llevaban al frente y ello fue la razón de que tuviera potentes motores.7
Con un precio de 100, 000 dólares, el barco tenía cuatro motores
marca Buda; dos motores marca “Superior” con generadores de 1000
kilowats cada uno; una capacidad para transportar 300 toneladas y
grandes refrigeradores para conservar la fruta; compresores, equipo
para agua fría y caliente; seis tanques de agua: cuatro de lastre y dos
de agua purificada. Cada tanque tenía un volumen de 5 toneladas;
bombas centrífugas contra incendio; bombas para achique y limpieza;
una caseta de controles para equipo moderno; oficina radiotelefónica;
un sistema de radar. Esta embarcación alcanzaba una velocidad de 12
nudos que en términos de velocidad terrestre equivaldrían a 12 millas
marinas por hora, casi 22 kilómetros por hora.8 Los motores tenían una
potencia de 480 caballos de fuerza y, en dos bodegas, una capacidad
para transportar 300 toneladas.
Sin embargo, los barcos de la COOTIP, ahora tres, no lograban
cubrir las necesidades exportadoras de la Confederación platanera.
Ésta se vio obligada a contar con los servicios de los barcos Anaqua,
Linda Clausen Marjorie y del buque motor “Pride of Claire”. Este
último se hundió el 1 de abril de 1948 y para cubrir su ausencia la
confederación compró, a fines de ese año, el buque motor Ocean Maid;

6
RN, 30 de mayo de 1947.
7
RN, 2 de noviembre de 1952.
8
Ibídem y RN, 30 de mayo de 1947. Un nudo es una medida marina de velocidad que equivale a
una milla marina por hora. Una milla marina equivale a 1852 metros.
82 Tabasco a dos tiempos

la compra se hizo en 239, 000 pesos.9 A mediados de ese año toda la


carga de plátano que transportaba el “Santamaría” se echó a perder
debido a la descompostura de su sistema de refrigeración.
En 1949 la COOTIP compró el barco “Presidente Alemán” a un
precio de $320, 000 por medio de un crédito que el presidente Miguel
Alemán otorgó a esa institución. Ese barco con una capacidad de 3,
800 a 4, 000 toneladas, calaba nueve pies con una carga de 2, 000; tenía
dos máquinas con una capacidad, cada una, de 900 caballos de fuerza
y desarrollaba una velocidad de 12 nudos. Su eslora medía 320 pies;
su manga era de 52 y de puntal tenía 32 pies. Con aire acondicionado
y cuatro portalones para introducir la fruta, tenía una capacidad de
carga para 35, 000 racimos de plátano, casi 2, 000 toneladas. El barco
“Presidente Alemán” llegó a Frontera el 26 de enero de ese año.10 Según
afirmaciones de los directivos de la Confederación Platanera, ese barco
era muy lento y carecía de refrigeración por lo que la fruta llegaba en
pésimas condiciones al mercado americano. Estos directivos ofrecieron
50, 000 dólares para acondicionar ese barco pero los dirigentes de
la COOTIP no aceptaron. Y es que las relaciones entre los directivos
de la Cooperativa y de la Confederación no eran muy buenas aun
cuando los miembros de la platanera le habían dado el préstamo para
acondicionar el barco “Santamaría”. Los miembros de la COOTIP
acusaban de traidores a los directivos de la Confederación.11 Al
presidente de esta última, Salvador Broca, lo acusaban de malinchista,
antipatriota porque supuestamente daba preferencias a los barcos
extranjeros y discriminaba a los nacionales. Lo acusaban de fraudulento
y traidor “al amparo de la amistad del señor gobernador del estado,
cuya amistad traiciona.”12 El problema era que la COOTIP no tenía las
embarcaciones suficientes para cubrir ni en una ínfima proporción las
necesidades de exportación de la Confederación Platanera. De ahí que
esta organización tuviera que rentar barcos de matrícula extranjera;
americanos, pues el mercado donde colocaba su producción era el de
los Estados Unidos.
Los débiles esfuerzos locales por ampliar y conservar la flota
naviera, perjudicados por las diferencias de los intereses de grupo,
además de enfrentar otros problemas, contrastaban con la poderosa
cuadrilla de 44 barcos modernos que el gobierno americano acababa

9
RN, 11 de diciembre de 1948.
10
RN, 27 y 28 de enero de 1949.
11
El Hijo del Garabato, 22 de abril de 1949.
12
El HG, 30 de julio de 1948.
Elías Balcázar Antonio 83

de entregar a la United Fruit. Este consorcio era amo y señor de la


producción platanera en Centroamérica. Aquellos años de esplendor
bananero, los años garridistas, habían quedado lejos. Fueron
años peligrosos en que otro consorcio, la Southern Banana, filial
de la Standard Fruit, se apropió y controló toda la producción y
comercialización del plátano de Tabasco. Poderoso monopolio éste
que, sin duda y a su salida de Tabasco, impuso un terrible boicot
sobre la actividad bananera tabasqueña para su exterminio. Se
podría afirmar que con la ruina bananera y naviera, muy caro pagaba
Tabasco la expropiación que de todos los bienes de la Southern Banana
hiciera el gobierno cardenista de don Francisco Trujillo en 1940. Por el
contrario, me atrevo a afirmar: ¡De la que se salvó Tabasco! De haber
sido otra la historia, lo más seguro hubiera sido que esta región fuera
hoy otra república bananera aplastada y explotada por los gringos,
como sucede hoy con Guatemala, Honduras y toda Centroamérica.
Pero en fin la ciencia y el arte de la Historia no es narrar y analizar “lo
que pudo haber sido y no fue”. Pero si bien Tabasco se salvó de ser un
enclave bananero norteamericano, no se salvó, junto con Campeche
y Chiapas, de ser un enclave petrolero para beneficio de los capitales
estadounidenses y de una burguesía mexicana foránea. De lo que
no había duda, es que nadie podía detener ya el trabajo destructor
del tiempo implacable. Éste, ayudado por incendios, hundimientos,
errores del hombre y su debilidad por el dinero, continuó apurando el
exterminio de la vida marítima y fluvial en toda la región. “Lluvia de
desastres”, “ruin sabotaje”, “complot por enemigos de la institución”,
entre otros encabezados de periódicos, desconcertados y llenos de
angustia, eran comunes esos días.
El domingo 12 de marzo de 1950, a las 15:00 horas, enfrente de
la Aduana de Frontera se incendió el barco americano “Joyvonne” con
un cargamento de 8, 645 racimos que iban a ser transportados a Estados
Unidos; el incendio destruyó por completo el barco. Al hacer la labor
para rescatar la carga con ayuda de lanchas, dos días después se hundió
una de ellas propiedad de la Confederación Platanera; el percance
sucedió frente a la barra. Esta lancha, llamada “Ana”, transportaba 1,
200 racimos de plátano para su trasbordo al buque motor “Halifax”;
este buque llevaría la carga completa al mercado americano. La culpa
de ese hundimiento se le atribuyó al capitán del “Halifax” y al piloto
mayor de apellido Ibarra quienes por negarse a hacer el trasbordo esa
tarde, al recalar y golpear la marea contra la lancha cargada, sobrevino
84 Tabasco a dos tiempos

el hundimiento.13 Los trabajos de alijo y trasbordo, con las consecuencias


comentadas, eran muy difíciles. Esos días el fuerte “norte” que azotaba
a las costas de Tabasco había cobrado mayor fuerza. Por esa razón y
debido al atraso en el alijo y en el trasbordo de la fruta destinada para
ser transportada por el “Santamaría”, al madurarse, se echó a perder.14
Para mayo de ese año, 1950, los directivos de la Confederación
Platanera, debido a la ineficacia de la COOTIP y a las diferencias entre
esas dos organizaciones, viajaron a los Estados Unidos y lograron el
contrato con varios barcos más. A mediados de ese año la organización
tenía contratados quince barcos, con la capacidad y los destinos
siguientes:

Barcos contratados por la Confederación Platanera


para la exportación de plátano (1950)
Nombre del barco Capacidad en toneladas Destino

Oro Verde 140 Brownsville

Roatán 160 “

Hill Phill 180 “

Caravel 135 “

Marilyn 260 “

Caroll Ann 260 “

Benson 320 “

Halifax 320 “

Benmarck 330 “

Santamaría 160 “

Mishpa 190 Mobile

Marjorie 300 “

Elisa 300 Tampa

Anaqua 320 “

Presidente Alemán 700 “

Total Tns. 4075


13
RN, 15 de marzo de 1950.
14
RN, 16 de marzo de 1950.
Elías Balcázar Antonio 85

Y mientras en esas esferas se daba la danza de los millones, de los


grandes negocios y del golpeteo político movido por la ambición, las
necesidades cotidianas de transporte fluvial y marítimo para carga
y pasaje se cubrían con embarcaciones más pequeñas y sencillas. En
esos días permaneció amarrado en Frontera durante dos meses el
Vapor Palacio “Carmen” para su reparación. Ese día que amarraron al
“Carmen” cayó un hidroavión, debido al fuerte “norte”; tres personas
que iban dentro quedaron atrapadas, tuvieron que romper los vidrios
y nadar hasta la orilla con ayuda de otro pasajero, Feliciano León.15
Según datos de los años de 1951 a 1953, el vapor nacional
“Carmen” cubría una ruta de Villahermosa-Frontera-Región de los
Ríos, hasta Jonuta; el buque “Puxcatán” lo hacía desde la ciudad de
Villahermosa a Tepetitán, Macuspana y Salto de Agua. Hasta aquí
cubrían también su ruta las canoas motor “Norma Alicia”, “Nuevo
Armandito” y el “Benito Juárez” que llegaba hasta Boca del Bayo,
Macuspana. Por la misma ruta del “Carmen”, viajaban para llegar a
Isla del Carmen y a la ciudad de Campeche la canoa motor “Carlos
Manuel”, “María Luisa”, la “Vaca Sagrada”, “María Julia” “El
Halcón”, “Camariaca”, “Segundo Palmer”, el Marsopla”, “Judith”,
“Ave María”; el pailebot “Juan José”, el balandro motor “Encanto”,
el balandro motor “Radio”. Todas estas embarcaciones llegaban hasta
Campeche.
Las canoas motor “Librada”, El Argentino”, “Armando”,
“Cardumito”, “Balancán”, “Laguna de Atasta”, el balandro motor
“Elba”, el motor nacional “Carmen Celis”, la canoa motor “Unión” (de
los hermanos Argáiz), el buque motor “América” ( de los hermanos
Samberino), cumplían con un itinerario de Villahermosa-Frontera-
Jonuta-Zapata-Balancán y Tenosique. El buque motor “América” se
hundió en diciembre de 1951 debido a un choque frente a un paraje
llamado “El Corcho”. Fue sacado a flote para su reparación a mediados
de ese mes.
La lancha motor “Lusitania” sólo viajaba de Villahermosa a
Frontera. La canoa motor “Armandito” prestaba sus servicios hacia
el municipio de Jalapa.16 “El Halcón” y “El César” cubrían la ruta de
Villahermosa-Cárdenas-Huimanguillo. El motor “Cárdenas” que
fuera propiedad de don Candelario Priego realizaba su servicio de
carga, correo y pasaje por toda la Chontalpa, cubriendo un itinerario

15
HG, 29 de octubre de 1948.
16
La Voz de Tabasco, 1951, 1952 y 1953.
86 Tabasco a dos tiempos

desde Huimanguillo, Cárdenas, Comalcalco y Paraíso. “El Coconito”


que también realizaba un servicio de carga, correo y pasajeros, cubría
una ruta de Villahermosa a Tapijulapa, pasando por Tacotalpa. Desde
la región chiapaneca de Sabanilla, “El Coconito” transportaba todo el
café que la Casa Pizá exportaba a Hamburgo, Alemania a través del
puerto de Frontera. El café de Sabanilla se acarreaba en mulas hasta
Tapijulapa durante muchos días de camino, según nos narra en su bello
y bien informado trabajo sobre la historia de la aviación en Tabasco,
el licenciado Mario Alberto Azcona Fernández.17 (Trabajo, que me ha
sido de gran utilidad cuando abordo la parte de la aviación en Tabasco,
proporcionado por mi amigo Joaquín Rodríguez Ochoa). Por otro
lado las canoas “Lolita”, “Isabel” y “Jorge”, propiedad de don Andrés
Pérez, realizaban un recorrido desde Teapa, Tacotalpa y Macuspana;
estas canoas llevaban los nombres de cada uno de sus hijos.18
La ruta de Villahermosa a Puerto Ceiba, Paraíso y Comalcalco,
entre 1951 y 1953, la cubrían las lanchas motor “Ada María” y
“Almirante”.19 A principios de septiembre de 1954 se inauguró en
Puerto Ceiba la motonave “Chontalpa”, propiedad de don Uriel
Torres, importante hombre de negocios del municipio de Paraíso
y de la Chontalpa en esos años y muy conocido como “El General”.
Las palabras de la ceremonia inaugural las dio el profesor Samuel
Magaña Cortés que, entre otras cosas dijo: “…hasta hoy vemos atracar
a este bonito puerto las embarcaciones “Paraíso”, “Puerto Ceiba”, la
“Juanita”, la “Ruthana” y el “Chontalpa” que viene a dar impulso
a nuestra navegación que ya es de mucha importancia.” “El puerto
está de fiesta, sus hombres progresistas y sus lindas mujeres se han
sentido llenos de satisfacción al ver surcar las tranquilas aguas del río
Seco a este hermosísimo barco que es un eslabón más en el progreso
de Paraíso, de la Chontalpa y de nuestro querido Tabasco; por eso su
nombre simbólico”. Luego dijo, “Nuestro amigo Uriel, sí es un general,
pero no de aquellos que en defensa de determinado ideal conducen
a los hombres al combate, él es un gran conductor de voluntades y
anhelos de progreso para este pueblo donde viera la luz…”.20

17
Azcona, Fernández, Mario Alberto; “La Aviación en Tabasco a manera de historia”. Trabajo
inédito, p. 10.
18
Ibídem, p. 11.
19
Ibídem.
20
RN, 8 de septiembre de 1954.
Elías Balcázar Antonio 87

Embarcaciones como los balandros motor “Ruiz Cano” y


“América”, desde años atrás viajaban por las aguas del Golfo y de
Tabasco. Eran embarcaciones un poco más grandes, con dos potentes
máquinas, cada una, y sólo cubrían rutas marítimas por el golfo de
México hasta el Puerto de Veracruz y Tampico. En el puerto de Veracruz
Juan Capellini, uno de los dueños quizá, atendía personalmente
a quien quisiera hacer uso de esos dos barcos y en Villahermosa
le atendía Humberto Campos Castillo; sus oficinas estaban en la
esquina de Madero y 27 de Febrero.21 Características similares tenía
el buque “Óscar Codwell” que muchas veces permaneció anclado y
majestuoso en el Grijalva, frente a Villahermosa, como también los
buques nacionales “Quintana Roo” y “San Francisco”. Estos buques
nacionales como el “Ruiz Cano”, caracterizado éste por su lentitud
debido a su proa ancha y por estar construido todo de fierro, tenían
una capacidad de 200 a 400 toneladas de carga, surtían al comercio
local y transportaban parte de la producción local como maíz, cacao
y copra. El más grande y moderno de ellos fue el “Vicente Antonio”
y que se hundiera en 1937 cuando hacía su recorrido entre Frontera y
Veracruz. El “Urline”, por su diseño aerodinámico y estilizado, era el
más rápido de este tipo embarcaciones,22
Las canoas motor “Asturias”, “Izamal” y “María” prestaban
los mismos servicios en menor escala y cubrían la misma ruta que
esos buques. El sábado 4 de julio de 1953, a las 20:00 horas, llegaba de
Minatitlán la canoa “María” con un cargamento de combustible para
Petróleos Mexicanos.
Tres remolcadores surcaban también los ríos tabasqueños en
esos años en que languidecía la vida y la actividad marítima y fluvial
de la región; el “Brune” que viajaba regularmente hacia Campeche, el
“Chiapas” hacia Pichucalco y el “Paraíso” en Frontera.23
En 1949 la empresa naviera “Felipe Casanova y Cía. S. de R.
L., de Veracruz ofrecía sus servicios con los buques motor “Beatriz
Marfil”, “Pail”, “Frontera”, “Rosa Virginia” y “Oradell”. Su domicilio
en ese puerto estaba en la calle Morelos número 55. Su representante en
Villahermosa era don Ángel Mario Martínez Zentella con domicilio en
la calle Pino Suárez número 1. Esta empresa manejaba además seguros
para los barcos, para automóviles, contra incendios en general y de

21
HG, 25 de marzo de 1949.
22
Azcona, Fernández, M. A., Op. Cit., p. 13.
23
La VT, 1951, 1952 y 1953.
88 Tabasco a dos tiempos

tránsito.24 En ese mismo año, 17 de octubre de 1949, a las 23:00 horas,


frente a Frontera se quemó por completo el “Beatriz Marfil”; pérdida total.
El equipaje y la carga también se perdió. Convertido en una antorcha fue
remolcado a “La Isla” donde el fuego lo consumió por completo. Cuando
el fuego amenazó con propagarse a otras embarcaciones y al muelle fiscal
de Frontera donde se encontraba atracado, Esteban Samberino lo jaló con
su remolcador hacia “La Isla”. Concluye la nota: “… el buque se hundió
a la entrada del canal que actualmente se halla en desuso pues es otra vía
que para la salida utilizan las embarcaciones”. Ahí perdió todos los enseres
y útiles José Manuel Ascanio, tesorero de la Junta Local de Caminos, cuya
familia residía en Frontera; ese día precisamente su familia se disponía a
viajar a Villahermosa donde pensaba radicar y reunirse con Ascanio. Tan
desagradable noticia le fue comunicada desde Frontera a José Manuel
Ascanio por su esposa Carmen Zenteno de Ascanio.25
El 24 de julio de 1946 una descarga eléctrica, un rayo, fulminó al
pailebot “José Antonio” que se debatía en medio de una fuerte tormenta
en el golfo de México. Iba de Frontera a Alvarado, Veracruz con un
cargamento de plátano. Se fue a pique. Sólo Antonio González se salvó: al
nado llegó a Alvarado.26
En el periódico El Hijo del Garabato, que dirigía don Trinidad
Malpica, del 11 de junio de 1948, apareció un curioso encabezado que
decía: “Una extraña jettatura persigue al chalán “Lagos” de la Cooperativa
Platanera”. Ese encabezado obedecía a la muerte accidental sufrida por
tres de sus socios en distintas fechas: Maclovio Hernández que hace
unos dos años, decía la nota, cayó al mar a la altura de Chiltepec; meses
después Juan Rosado que cayó al mar también pero frente a Puerto México
(Coatzacoalcos); y ahora, Constancio Ramírez “…que desapareció bajo el
manto salobre de las aguas entre Santa Ana y Tonalá.” Lo curioso, lo raro
es que el viernes en la madrugada, como a eso de las cuatro de la mañana
pero de 1950, año y medio después de esas muertes extrañas que apunta
El Hijo del Garabato, se hundía el chalán “Lagos” en la desembocadura de la
barra de Tonalá. El chalán, remolcado por el “Chilapa”, venía procedente
de Coatzacoalcos con una gran cantidad de tanques de petróleo que había
cargado en Minatitlán. El remolcador “Chilapa” tenía por contramaestre al
señor Atila Pola.27

24
HG, 17 de enero de 1947.
25
RN, 19 y 20 de octubre de 1949; HG, 21 de octubre de 1949. José Manuel Ascanio escribió algunas
crónicas muy interesantes sobre Tabasco y San Juan Bautista y que la prensa local le publicó.
Notas que utilizaremos para otro libro.
26
RN, 25 de julio de 1946
27
El HG, 11 de junio de 1948 y RN, 11 de diciembre de 1950.
Elías Balcázar Antonio 89

El martes 11 de abril de 1950 naufragó el buque motor “Rosa


Virginia” que fuera propiedad del armador tabasqueño Emilio Canales.
Con destino a Dos Bocas zarpó ese día del puerto de Veracruz con un
cargamento de 65 toneladas de cemento. El naufragio se suscitó entre
Alvarado y Roca Partida.28
El 21 de octubre de 1950 se hundió “El Gavilán” que cubría la
ruta de Villahermosa a Huimanguillo; se hundió frente a la finca que
fuera de Dionisio Morales, importante y controvertido personaje de
la Confederación Platanera quien en esos días era Comisario de ese
organismo. “El Gavilán” ya se había hundido en otra ocasión en el
canal de la Pigua, ahí perdió la vida Bienvenido Zurita.29 Diez días
después, el 31 de octubre, encalló en Frontera el buque “Presidente
Alemán”, adquirido en enero del año anterior por la COOTIP; cerca de
la barra y por causas que se desconocen fue a dar contra un banco de
arena; el cargamento de plátano que transportaba hacia Tampa, Florida
se perdió. El remolcador “Río Blanco”, después de muchas maniobras,
logró rescatarlo de ese banco.30
Seis días después de ese percance, a las 23 horas también, se
incendió el motor “Rafael Hernández” en el muelle de Frontera. De
diez toneladas, propiedad de Mauro Vázquez López, se quemó con un
cargamento de jabón, azúcar, cerveza, harina y sal, cuando estaba por
salir de viaje en la madrugada. A esa hora el motorista Ángel Romero
Arévalo, que se encontraba en estado de ebriedad, fue a revisar su
máquina porque en la madrugada saldrían de viaje, pero al tomar el cable
con la bombilla para alumbrarse se le cayó de las manos temblorosas;
la bombilla cayó sobre el magneto lo que produjo la chispa fatal sobre
una lata de “gasoavión” y las llamas se propagaron con rapidez. La
gente que salía del cine esa noche trató de ayudar a Romero Arévalo
pero ya nada se pudo hacer por salvar la embarcación. El dueño de
la embarcación, Mauro Vázquez, declaró que tenía días que había
solicitado al sindicato el cambio de motorista, ya que Ángel Romero
vivía “… en estado permanente de ebriedad, pero no se le atendió,
tal vez porque entre los que están disponibles, nos dice don Mauro,
la ebriedad sea el estado natural”. Luego nos dice: “Tengo veinte
años de trabajar día y noche; hace poco tuve una enfermedad que me
dejó en la calle, con deudas de más de $35, 000, pues debía a don Luis

28
El Cóndor, 15 de abril de 1950.
29
La VT, 22 de octubre de 1950.
30
RN, 3 de noviembre de 1950.
90 Tabasco a dos tiempos

Lezama el motor y a muchos comerciantes, tanto de esta plaza como


de la de Villahermosa que me ayudaban con mercancías”. Continuaba
diciéndonos que al recuperarse de su enfermedad se dio a la tarea de
pagar a sus acreedores, poco a poco, pero que otra vez quedaba en la
calle. “Los sindicatos, concluía don Mauro, no son sino pura exigencia
pero no tienen, ni inculcan el concepto de responsabilidad en sus
agremiados”.31
Un mes y medio después, el 21 de diciembre de 1950, frente
a las costas de Santa Ana se hundió la chalana “Puebla” cuando la
remolcaba el buque “Jennie W”. Procedente de Minatitlán se dirigía
a Villahermosa con un cargamento de petróleo y derivados. Según
los reportes la chalana chocó de frente con un grueso tronco de
árbol que flotaba en las aguas y sufrió averías, de tal magnitud, que
provocaron que pronto se fuera a pique. Las pérdidas materiales fueron
considerables. Unos días antes, el 10 de diciembre, se había hundido
otro chalán en la barra de Tupilco. Venía de Minatitlán cargado con
tambos de petróleo con destino a Frontera y Villahermosa.32
Al año siguiente, viernes 28 de septiembre de 1951, el “Houbart
Lights”, barco pesquero de matrícula americana encalló en el canal
lateral de Frontera cuando desde mar adentro se dirigía a este puerto.
Ese barco semihundido de proa quedó ahí para siempre, cerca del
Faith, otro barco que corriera la misma suerte hacía poco tiempo.
La capitanía del puerto advertía del peligro que significaban para el
tráfico marítimo esos dos barcos hundidos en las aguas del puerto a
todo lo largo de la cabeza del canal lateral. Acudieron en auxilio del
“Houbart Lights”, sin éxito, el remolcador PEMEX y la lancha “Iris”;
dirigió las maniobras el capitán de altura Adrián Tiburcio González,
práctico del puerto y encargado de la draga “Tampico”. Esta persona
había sido además capitán de los barcos “Santamaría” y “Presidente
Alemán”. El capitán del “Houbart Ligths” declaró que al encontrarse
a doce millas de la costa su embarcación sufrió desperfectos en las
máquinas y perdieron los guardines del timón y el ancla.33
Un mes después de ese accidente se hundió “El César”,
remolcador que fuera de don Elías Dagdug. Esto sucedió el jueves 4 de
octubre de 1951, como a las 18:20 horas. “El César” se hundió en el río
Mezcalapa en un lugar conocido con el nombre de “Paso Landero” en

31
La VT, 8 de noviembre de 1950.
32
La VT, 13 de diciembre y RN, 22 de diciembre de 1950.
33
La VT, 2 de octubre de 1951.
Elías Balcázar Antonio 91

el municipio de Cunduacán; transportaba un cargamento de cerveza


para el municipio de Jalpa de Méndez. Perecieron ahogados la señora
Catalina Acosta y el timonel Isidro Cruz Valencia cuando éste trató
de salvar a la señora; los encargados de las máquinas, Aurelio Zurita
y Manuel Arévalo, lograron salvarse al nadar hasta la canoa que
remolcaban. “El César” cubría regularmente la ruta Villahermosa-
Cárdenas-Huimanguillo, pero ese día, con fines comerciales, iniciaba
la ruta Villahermosa-Cárdenas-Jalpa.34 Trece días después, el lunes 19
de noviembre se hundió la embarcación “Simón Bolívar” a la altura del
río Carrizal; la lancha, sobrecargada de sulfato de cobre para asperjar
y para láminas de asbesto no resistió una mala maniobra del patrón de
esa embarcación de apellido Custodio.35
Hubo hundimientos de barcos que, por sus características y
magnitud, significaron verdaderas tragedias; fueron acontecimientos
que se comentaron durante años en Tabasco y en la región y que sólo el
tiempo fue dejando en el olvido. Quizá el más comentado fue la tragedia
del “Macuspana”, donde perdieron la vida más de 200 hombres. Este
trágico hundimiento que sucedió en 1913, escapa a los años del periodo
que aborda el presente libro, pero por sus características resulta muy
interesante. Por ello haremos una breve reseña de esa tragedia y que
hemos tomado de un interesante artículo de Mario Claudio Lezcano,
publicado en 1950.36
El “Macuspana” era una embarcación muy parecida con el
majestuoso barco el “Carmen”; igual que éste, aunque de menores
dimensiones, también tenía un sistema de propulsión de paletas y no de
hélice. El mismo sistema usado por los vapores que durante el siglo XIX
llenaron toda una época en el río Mississipi, en los Estados Unidos. Era
la madrugada del 31 de marzo de 1913. Manuel Mestre Ghigliazza era
el gobernador del estado y Victoriano Huerta el “flamante” presidente
de la República. Estaban muy frescos los días de la “Decena Trágica” y
los crueles magnicidios de don Francisco I. Madero, el de su hermano
Gustavo y el de Pino Suárez. Victoriano Huerta, el usurpador, acababa
de derrocar a Madero y, don Manuel Mestre, quien fuera gobernador
maderista y a pesar de los acontecimientos, no había renunciado.
Serían como 12:30 horas de aquella madrugada cuando más de
200 miembros del 31 batallón de la Guardia Nacional, de guarnición en

34
RN y La VT, 6 de octubre de 1951.
35
La VT, 24 de noviembre de 1951.
36
La narración la tomamos de un bello e interesante relato de Mario Claudio Lezcano publicado
por Rumbo Nuevo el 15 de febrero de 1950. El relato tiene el título La Tragedia del “Macuspana”.
92 Tabasco a dos tiempos

esta plaza aquellos días, se sublevaron en la ciudad de Villahermosa,


entonces San Juan Bautista. A esa hora sonaron los primeros disparos
por la parte oriente del parque de la Paz. Ahí perdió la vida el capitán
Carlos Rosado Osorio, quien se encontraba de guardia aquella noche en
el cuartel general. Pronto cundió la alarma y la confusión en la ciudad;
los sublevados se lanzaron al asalto para robar en los principales
centros comerciales de la capital, como fue la Casa Juan Ferrer. De la
sucursal del Banco Nacional de México robaron una fuerte cantidad
de dinero. Pronto un oficial del ejército junto con diez hombres se
apoderó del “Macuspana” y retuvo en calidad de prisioneros a los dos
veladores que se encontraban a bordo.
“Cuando después de recorrer los rebeldes numerosos
almacenes comerciales, nos narra Mario Claudio Lezcano en 1950,
fueron a dar a “La Bandera Roja” que fuera propiedad de don Nicasio
Somarriba, que se ubicaba donde hoy abre sus puertas el almacén
de ropa de don Bernabé Romero Priego –esquina de Av. Juárez y
Rafael Martínez de Escobar-, casi todos los soldados se encontraban
completamente borrachos. “La Bandera Roja” era como otras muchas
tiendas de aquella época: verdaderos bazares donde se vendía de todo.
Y era tal la borrachera de aquellos soldados, nos dice Lezcano, que de
“La Bandera Roja” se llevaron artículos envejecidos por el almacenaje
y dejaron lo mejor de lo que habían sustraído de los otros almacenes
que eran de mucha mejor calidad”.
A las 4:00 de la mañana los soldados abordaron en masa y en
desorden el barco “Macuspana” que se encontraba amarrado en el
barranco que servía como muelle, en una orilla del Grijalva; unos en
las bodegas y otros en cubierta. Los oficiales ocuparon los camarotes.
Debido a que no lograron localizar al capitán del barco, al parecer
de apellido Jurado, obligaron a uno de los veladores a conducir la
embarcación. Le dieron órdenes de imprimir la mayor velocidad para
escapar a toda prisa de las fuerzas que trataba de reclutar el gobierno
local.
“Eran las 5:00 de la mañana –seguimos transcribiendo a Lezcano-
cuando, para cortar el camino hacia la Chontalpa, el “Macuspana”
entró al río “La Pigua”. Debido que al entrar a una corriente contraria
disminuyó naturalmente la velocidad, el Subteniente Lagranja trató
de obligar al timonel a que ordenara mayor velocidad, cuando en
realidad el barco estaba dando toda su presión. Si a la oscuridad
de la noche agregamos la inexperiencia del improvisado Capitán,
comprenderemos por qué el “Macuspana” dio contra un banco de
barro, y quedó atravesado ante la fuerte corriente.
Elías Balcázar Antonio 93

“Instantes después, nos narra Lezcano, la embarcación se


volcaba por completo. Gritos espantosos de angustia y de socorro
partieron del barco poniendo en pie a quienes moraban en las
proximidades. Los soldados que iban sobre la cubierta y que portaban
todo el equipo de campaña, con dobles cartucheras, además de que
llevaban sobre sí toda cantidad de artículos producto del asalto, a lo
que hay que agregar el estado de embriaguez, materialmente se fueron
al fondo del río. Los gritos de los que iban en la bodega debieron
de sonar espantosamente dentro de la caja de metal. Las escenas
fueron indescriptibles: hombres previamente ahogados en alcohol
imposibilitados para salvarse; soldados cargados de parque y de
botín que bajo las aguas trataban de deshacerse de todo para salir a
flote; otros que, no sabiendo nadar se colgaban desesperadamente de
quienes en vano trataban de ganar la orilla del río…
“Escasos minutos bastaron para que el “Macuspana”
desapareciera bajo las aguas del río, con su cargamento en el vientre”,
concluye Mario Claudio Lezcano.
Lograron salvar la vida sólo 15 soldados, entre ellos Lagranja,
con 4 fusiles y escaso parque. No lograron avanzar mucho en su camino
hacia la Chontalpa; al día siguiente, la mañana del primero de abril,
fueron alcanzados y hechos prisioneros. Esa misma tarde de abril, los
sobrevivientes fueron fusilados en el cementerio municipal.
Otro hundimiento trágico por aquellos años y que la gente
recordó por mucho tiempo fue el del vapor “Villahermosa”; acontecido
el 16 de noviembre de 1929 frente a la finca “Montaña” en Paraíso;
murieron en él 18 personas, entre pasajeros y tripulantes.37
Pero no sólo hundimientos e incendios fueron diezmando la
vida marítima y fluvial de la región; ni sólo el azolve de ríos y bocanas
que obligaba a multiplicar alijos, trasbordos y fletes fueron causas
únicas de esa decadencia y muerte. Aparte de que el Ferrocarril del
Sureste y las carreteras serían las causas principales de esa decadencia,
de ese desuso y olvido, la actividad comercial y de los viajes por río y
por mar sufrió también las diferencias políticas entre los miembros de
la COOTIP y de la Confederación Platanera, así como la corrupción
y los malos manejos dentro de esas dos organizaciones. Si bien estas
últimas no fueron las principales causas, sí aceleraron su decadencia y
desaparición.

37
Archivo de historia de Tabasco, Fondo Gobernación, rollo número 5.
94 Tabasco a dos tiempos

Un asunto que trascendió fue aquel de la lancha “Jahuactal”, que


fuera la embarcación gubernamental, la de uso exclusivo del “Señor
Gobernador”, don Francisco J. Santamaría. Esa embarcación fue
construida en los astilleros de la Confederación Platanera, botada un 4
de mayo de 1949 y “…cedida galantemente para servicio del Gobierno
del Estado”.
De 51 pies de eslora, 3.5 de manga y 3 de puntal, el Jahuactal
era una magnífica nave. Dotada de una máquina Carterpillar de diesel
con una potencia de 65 caballos de fuerza. Su interior tenía cocina, dos
servicios sanitarios, un privado, comedor y cocina. En esa embarcación
podían viajar con comodidad hasta diez pasajeros.38 En ella hizo todas
sus giras Francisco J. Santamaría por todo el estado; año y medio
después le llovían las críticas, a él y a la Confederación.
Les señalaban que este organismo estaba controlado por el
Gobernador y usaba para ello a su presidente, José Morgadanes.
Les decían que mientras la directiva informaba a sus agremiados
productores que el kilo de plátano se vendía en los Estados Unidos a 7
centavos de dólar, sin embargo, ellos sabían que se estaba vendiendo
a $0.17. La diferencia se la retenía, vía comisiones, José Morgadanes
y parientes; al “maestro”, a Santamaría, le otorgaban una “regalía”
mensual de $20, 000. Y esto, ¿con qué derecho?, se preguntaban los
enemigos de los dirigentes y del gobernador; pues con el único de ser
gobernador del estado, respondían.
Ahí estaba la explicación del flamante regalo del Jahuactal, según
sus críticos y enemigos. Embarcación que además tenía tripulación y
avituallamiento de primera, con vinos y licores importados. Permanecía
siempre anclado y majestuoso en el Grijalva, frente a Villahermosa, en
espera del “maestro”.39 Por supuesto, las respuestas no se esperaron
mucho tiempo. A un artículo de Carlos Denegri, publicado por El
“Universal, diario de circulación nacional, José Morgadanes envió una
carta a ese periódico para desmentir “las infames acusaciones” hechas
por el columnista contra “el maestro”. “Decir que tiene “regalías
o cualquier otra clase de intereses pecuniarios en esta negociación
es una falsedad denigrante e infamante”, dice la réplica a Denegri.
Que “No solamente jamás ha tenido otras relaciones que las de una
ayuda desinteresada y patriótica para con la Confederación, sino
que al tratar los productores de obsequiarle el “Jahuactal”, lo rehusó

38
RN, 5 de mayo de 1949.
39
La VT, 10 de septiembre de 1950.
Elías Balcázar Antonio 95

terminantemente, estando solamente al servicio del gobierno para sus


giras de trabajo[sic] en el Estado y es público y notorio que el mismo
gobierno prestó a la Confederación Platanera salvándola en horas de
angustia $ 400, 000 que se le han devuelto íntegramente sin intereses”.40
Fueron tantas las presiones y las críticas, que la Confederación terminó
por retirar el uso del Jahuactal a Francisco J. Santamaría, por no decir
que el “maestro” tuvo que devolver la embarcación.
Y al igual que a la Platanera, fue precisamente la corrupción
un cáncer que hizo mucho daño a la Cooperativa de Transportes
Marítimo y Fluvial de la Industria Platanera (COOTIP). En ese tiempo
el presupuesto para el Ayuntamiento de los municipios era raquítico,
las presidencias municipales no eran tan codiciadas como hoy; en
aquellos años, éstas no eran motivo de tantos pleitos y conflictos como
en los días actuales. Por el contrario la lucha y las broncas por lograr
la directiva de esas dos organizaciones, la de la COOTIP y la de la
de la Confederación Platanera, fueron siempre viscerales y llegaron a
rayar en la violencia. Y es que había mucho dinero de por medio. En
cada informe y en cada oportunidad el gobernador conminaba a la
reconciliación a los dirigentes de esos dos organismos.41
Cuando alguna de las dos pasaba por momentos difíciles, recibía
una inyección del presupuesto federal o del gobierno del Estado. Por
ejemplo, en marzo de 1948, y por instrucciones del presidente Alemán,
la COOTIP recibió un préstamo de Nacional Financiera por $ 4, 850,
000.42 Un año atrás el presidente Miguel Alemán le había condonado
a la cooperativa una deuda que ésta tenía con el Gobierno Federal;
el adeudo condonado fue de $12, 000, 000. Con ese préstamo de casi
$5, 000, 000 se pensó comprar cuatro barcos de 800, 000 toneladas
cada uno y capaces de transportar entre 18, 000 a 20, 000 racimos
de plátano; también se proyectó reparar la moto nave “Nanuk” y
el “Santamaría”, así como la flota fluvial y marítima existente de
remolcadores y chalanes y la construcción de tres unidades del mismo
tipo. Seguro sí fue que un año después de concedido el préstamo, en
mayo de 1949, se terminaba de construir el “Jahuactal” y se le dio al
gobernador Francisco J. Santamaría para su servicio personal. En ese
año también, pero del mes de noviembre, se celebró una asamblea
de la COOTIP en el cine “Tropical”; éste se localizaba donde hoy se

40
RN, 15 de septiembre de 1950.
41
RN, 4 de octubre de 1948.
42
RN, 6 y 8 de marzo de 1948.
96 Tabasco a dos tiempos

encuentra el edificio del Tribunal Superior de Justicia. En esa asamblea


Ramón Velueta Ramos planteó la propuesta de entablar una demanda
contra los miembros de la anterior directiva; los motivos fueron los
“fuertes desfalcos en el capital de la Cooperativa”.43 En febrero de 1951
la prensa local anunciaba otra estafa contra la COOTIP, esta vez por
fraude en el manejo de los viajes de carga reportados. Esta vez Walter
Vidal, Pedro Colorado y Manuel Vázquez García, los involucrados,
fueron encarcelados.44
Fundada en 1939 con la flota expropiada a la Southern Banana
y con la que se le embargó años atrás a Manuel Jaidar,45 la COOTIP
vino de más a menos, con una vida accidentada y crisis recurrentes;
siempre salió de éstas con el subsidio de la federación y del Gobierno
del estado. La vida difícil de la COOTIP siempre estuvo ligada a la
actividad platanera. Sus ingresos más importantes provenían de
transportar el plátano de la Confederación Platanera; por eso la crisis
de la producción platanera de Tabasco, provocada por el chamusco
y por el boicot de las grandes corporaciones gringas, perjudicó de
muerte a la COOTIP. Cualquier baja en la producción o en el precio
del plátano perjudicaba a esta cooperativa; cuando las inundaciones y
los huracanes destruían buena parte de las plantaciones, la cantidad
de plátano para transportarse disminuía y, por tanto, bajaban también
los ingresos de la cooperativa.
En 1952 el equipo de la COOTIP era numeroso y oneroso.
Ese equipo para su mantenimiento implicaba fuertes erogaciones. Se
dividía en tres flotas: marítimo, fluvial y costero; la primera integrada
por dos grandes barcos, el “Santamaría” y el “Presidente Alemán”. El
servicio costero y fluvial estaba integrado por remolcadores grandes
y pequeños, chalanes, astilleros para reparación y construcción de
equipo. Debido a que todo ese equipo requería un costo permanente
de mantenimiento, la COOTIP no podía darse el lujo de mantenerlo
inactivo. Por ello, cuando la producción y exportación de plátano
disminuía, esa cooperativa lograba otros contratos para transportar
productos de PEMEX, maderas aserradas o en rollos, cacao, copra
y ganado, entre otros productos. No se podía hacer eso con el barco
“Presidente Alemán”, éste fue fabricado exclusivamente para
transportar el plátano a los Estados Unidos o a cualquier otro mercado.

43
RN, 27 de noviembre de 1949.
44
RN, 10 de febrero de 1951.
45
Para una información más amplia sobre esta expropiación y estos embargos, ver Elias Balcázar
Antonio, Tabasco en Sepia, 2003.
Elías Balcázar Antonio 97

Cuando la producción de plátano disminuía y, en consecuencia su


exportación, ese barco permanecía inactivo. Eso significaba pérdidas
para la COOTIP. Pero sin duda, ya en 1952 lo que más perjudicaba a
la cooperativa fue el funcionamiento pleno del Ferrocarril del Sureste.
“Nadie duda de los beneficios que el Ferrocarril del Sureste reporta a
la economía del estado en general, nos dice una nota de periódico de
ese año. Sin embargo, dice la nota, siendo una línea para pasajeros y
carga, esta última actividad ha repercutido en perjuicio de la COOTIP
que ha perdido gran parte de la carga procedente de la Sierra y de
la Chontalpa, regiones que ahora explota el Ferrocarril del Sureste
llevando el plátano a Coatzacoalcos”.46 Muchos barcos no sólo de la
COOTIP permanecían “amarrados” en el puerto de Frontera por falta
de cargamento.
Al año siguiente, 1953, la COOTIP atravesaría por una profunda
crisis económica que orilló a sus dirigentes a pedir auxilio urgente al
presidente Ruiz Cortines.47 La catastrófica inundación de 1952 fue de
tal magnitud que poblados enteros de Tabasco casi desaparecieron; las
plantaciones de plátano quedaron en el suelo, entre el agua y entre
el lodo. No había plátano que transportar. Debido al mal tiempo que
azotaba a las costas de Tabasco y a la barra de Frontera, azolvada
eternamente, el poco plátano que dejó la inundación se transportaba a
Coatzacoalcos por el Ferrocarril del Sureste.
Durante la década de los cincuenta la COOTIP siguió en picada;
se hicieron más esfuerzos por revivirla pero, sin duda, sus días estaban
contados. En 1960, en una de las últimas asambleas de sus miembros
se tomó el acuerdo de que se investigaría a todos aquellos que habían
sido sus dirigentes y habían hecho grandes fortunas en ella. Que al
investigar esas fortunas saldrían “…a la luz pública muchas de las sucias
maniobras que dieron al traste con los intereses de la otrora poderosa
cooperativa de Tabasco.”48 El jueves 6 de abril de 1961 salió una nota,
casi lapidaria, en el periódico local “El Momento”. La nota en primera
plana decía: “Nada de Bromas: Terminará la COOTIP”. Desde las
nueve de la mañana del día anterior se encontraba en Villahermosa una
Comisión integrada por representantes de la Secretaría de Hacienda,
del Banco Nacional de Comercio Exterior y dirigentes de la COOTIP.
La Comisión se dedicó a levantar un inventario de los bienes de la
cooperativa para llevar a cabo un embargo definitivo por parte de la

46
RN, 15 de enero de 1952.
47
RN, 16 de enero de 1953
48
El Momento, 14 de julio de 1960.
98 Tabasco a dos tiempos

Secretaría de Hacienda como acreedor de preferencia. Posteriormente


se sacarían a rematar los bienes para pagar de manera preferente a la
Secretaría de Hacienda y en segundo término al Banco Nacional de
Comercio Exterior. Lo que quedara, si es que algo quedaba, sería para
pagar a los demás acreedores.49 Un mes después salía otro encabezado
en ese periódico que decía: “Comenzó el Jaleo por las Presidencias”.
Eso nos hace pensar que ya ordeñada y muerta la COOTIP, los mismos
de siempre, buscarían ahora nuevas vacas para exprimirlas también.
Mientras esa cooperativa sufrió la agonía hasta su muerte, la
vida marítima y fluvial siguió sus pasos en Tabasco y en la región
del sureste de México. Pareciera que la historia hubiera tenido prisa
por terminar de una vez por todas y de la manera más rápida con
esa actividad. Incendios y hundimientos siguieron haciendo de las
suyas, también los bancos de arena que atrapaban barcos incautos y
capitanes distraídos. Todo esto quedaba en el terreno de lo accidental,
de lo casual. Y afirmamos esto último además, haciendo una
reflexión epistemológica. Pero lo que tuvo un carácter necesario en la
descomposición de ese mundo del agua fue la modificación de raíz en la
dirección de las relaciones económicas y comerciales. Durante esas dos
décadas, de 1940 a 1960 y de manera sustancial, se dejaban a un lado
los mercados del Golfo y de ultramar y se sustituían por los del centro
del país, fundamentalmente la Ciudad de México. Se cambiarían las
embarcaciones, los barcos, las canoas y los cayucos por ferrocarriles y
camiones; mares, ríos y lagunas quedaban relegados a segundo plano
por carreteras y caminos de hierro. En 1956 permanecían “amarrados
en Frontera”, inactivos por la falta de plátano, los barcos frigoríficos
“Miguel Alemán”, el “Frida”, el “Santamaría” y el “Mercurio”. En
estas cuatro embarcaciones trabajaban cien tripulantes entre oficiales
y marinos a quienes se les seguían pagando sus salarios a pesar de la
parálisis sufrida por sus barcos.50
Y para darle la puntilla o aplicarle los santos óleos a la actividad
marítima y fluvial, en enero de 1957 el Gobierno federal incrementó
las cuotas extraordinarias que los empleados de las capitanías de
puertos debían cobrar por despachar o dar entrada a embarcaciones
en horas consideradas como inhábiles. Esto obligó a encarecer los
fletes y a hacer menos rentable el transporte marítimo y fluvial. Gran
desconcierto provocó esta medida entre los numerosos propietarios
de embarcaciones pequeñas que prestaban su servicio de cabotaje
entre los puertos de Veracruz a Frontera o que se dedicaban al tráfico

49
El Momento, 6 de abril de 1961.
50
El Momento, 1 de febrero de 1956.
Elías Balcázar Antonio 99

fluvial. Ante esta medida muchos propietarios de embarcaciones


de río prefirieron amarrar sus lanchas y pequeños barcos en horas
inhábiles antes de entrar a Frontera; y amarrados fuera del puerto se
quedaban a esperar las horas hábiles para entrar al puerto sin importar
las molestias y los perjuicios que causaban a los pocos pasajeros. Las
horas hábiles eran de las 8:00 a las 14:30 horas; si llegaban fuera de esa
hora los dueños esperaban hasta el día siguiente a que dieran las 8:00
horas para entrar a Frontera y dirigirse a Villahermosa.51 En marzo
de ese mismo año se informaba que los dueños de embarcaciones
aumentarían las tarifas de los fletes porque aunada a esa medida
federal, estaban pagando precios excesivos en el combustible debido a
su escasez y que los transportistas marítimos y fluviales y de carreteras
sufrían en esos días. Un periodista escribía entonces que el alza en los
fletes no se justificaba “…máxime que ahora el transporte de carga
puede hacerse en todo el país por la vía férrea o por carreteras”.52
A fines de ese año, 25 de noviembre, sucedía el dramático final
de la “Yalton”. Esa embarcación por muchos años, desde 1930, prestó
sus servicios entre Tabasco y Veracruz, fue consignataria de la Casa
Pizá; durante todos esos años fue su sobrecargo Julián Jiménez, más
conocido como “el Negro Julián”. A la altura de Roca Partida, entre
Alvarado y el puerto de Veracruz en una zona llena de arrecifes, la
“Yalton” recibió un fuerte golpe de agua que le provocó el hundimiento.
Este balandro motor, propiedad de Pedro Aguilar, tenía un precio de
cien mil pesos y en el momento de la tragedia traía una carga en sus
bodegas con un precio de $85, 000. “El pánico se apoderó de todos los
pasajeros y tripulantes en aquellos momentos de angustia y todo fue
confusión, decía uno de los sobrevivientes. Parecía que se nos había
llegado la hora”. Pero por uno de esos milagros del destino, escribía
un reportero, cerca del lugar donde se estaba desarrollando la tragedia,
pasaba un guarda costa de la marina mexicana que buscaba refugio en
algún punto seguro de la costa; así fue como pudo auxiliarse a las catorce
personas que se encontraban en la “Yalton”.
Toda una época llenó la “Yalton” desde 1930. Varias veces fue
sorprendido en alta mar por peligrosos temporales pero la pericia de sus
tripulantes lo llevó siempre sano y salvo a su destino. En otra ocasión
estuvo a punto de naufragar en Ciudad del Carmen, pero todo quedó
en un susto. Como la “Yalton” ofrecía un servicio seguro, siempre
tuvo la preferencia de los viajeros; quizá fue el más requerido por los
tabasqueños que viajaban a la Ciudad de México, sobre todo estudiantes

51
El Momento, 31 de enero de 1957.
52
El Momento, 10 de marzo de 1957.
100 Tabasco a dos tiempos

y hombres de negocios. En aquella época de esplendor de la “Yalton”


atracaban en el muelle de Villahermosa el “Lurline”, “Perseverancia”,
“Caridad”, “Franschon”, “Cóndor”, “Constancia”, “Rosita”, “Hirán”,
“Ruiz Cano” y el “Vicente Antonio”. Este último se hundió varios años
atrás y en esa tragedia murieron numerosos tabasqueños como el señor
Juan Martínez Torruco y su hija Elena Martínez Ruiz; lograron salvarse
la señorita Graciela Martínez Ruiz y Fernando Martínez Ruiz, así como
un hermano de don Antonio Mena. El naufragio del “Vicente Antonio”,
provocado también por un golpe de agua que le partió el casco, ocurrió
de noche. Había zarpado del puerto de Veracruz con rumbo a Frontera.53
Fue el “Carmen” el último sobreviviente de esa época en Tabasco;
el vapor palacio le decían algunos. Del tipo de los barcos que surcaban
el Mississipi, esta embarcación tenía una enorme rueda trasera de aspas
que era movida por una caldera. Tenía tres pisos: el inferior era para
carga y ganado y los otros dos tenían camarotes para pasajeros. Al igual
que los vapores “Lumijá”, “Abraham Bandala” y “Sánchez Mármol”,
el “Carmen” fue armado aquí en Tabasco en lo astilleros de “The
Tabasco-Chiapas Trading and Transportation Co.” Era propietario de
esa compañía Henry Bushnell y otros socios capitalistas de New Jersey;
Manuel Sánchez Mármol era apoderado legal y Bushnell era presidente y
representante de esa compañía. Los astilleros se encontraban en Frontera.
Junto con el “Carmen” se ensambló el “Lotus” en esos astilleros en 1906.
El “Carmen”, junto con el Sánchez Mármol y el “Abraham Bandala”, fue
puesto a remate en abril de 1915.54
En aquellos años el “Carmen” zarpaba desde el barranco, a
orillas del Grijalva, a la altura de lo que fuera la calle Constitución, hoy
27 de Febrero. Partía a la seis de la tarde pero desde las dos hacía sonar
de manera impresionante su silbato cada hora. Ese sonido se escuchaba
por toda Villahermosa, silbato al que todos sus habitantes estaban
acostumbrados.
La legendaria embarcación que escribiera toda una historia de
la navegación en Tabasco y Campeche se incendió un lunes 12 de mayo
de 1958; casi un martes trece. El incendio destruyó por completo al
altivo barco que durante años surcara majestuoso los ríos de Tabasco.
Originalmente ese vapor de tres pisos se llamaba “Carmen” pero
durante los años de Garrido y del callismo se le cambió ese nombre por
el de “General Plutarco Elías Calles”; a la caída del régimen garridista
se le restituyó su nombre original: el “Carmen”. Aquel 12 de mayo

El Momento, 28 de noviembre de 1957.


53

Cfr., Elias Balcázar Antonio. Tabasco en Sepia. UJAT, 2003, p. p. 76 a 79. y El Progreso, 4 de febrero
54

de 1906.
Elías Balcázar Antonio 101

este hermoso vapor regresaba de Jonuta cargado con ganado rumbo a


Villahermosa. El siniestro sucedió como a eso de las siete de la mañana,
a la altura de la Boca de Aztlán, casi a 10 kilómetros de la ciudad de
Villahermosa. El incendio se inició en la cocina al explotar la estufa
cuyas divisiones de madera de pino fueron fácil presa de las llamas,
nadie las pudo parar. El “Carmen” había hecho un viaje especial a
Jonuta para embarcar un ganado de Manuel García y César Valenzuela.
El ganado fue echado al agua a tiempo con excepción de dos reses y no
hubo desgracias personales. El capitán Joaquín Rodríguez y el cocinero
sólo sufrieron quemaduras de segundo grado en los brazos y el primero
perdió $7, 000 en billetes que guardaba en el camarote.
En los días cercanos al incendió que acabó con él, el “Carmen”
era propiedad de una cooperativa integrada por Silvestre Reyes, Ángel
Pech, Felipe González, Ernesto Ortiz, Ignacio Armengol y Auspín
Madrigal. El barco no estaba asegurado y estos socios se quedaron
sin trabajo y con graves apuros económicos. Ellos venían trabajando
en la embarcación desde hacía quince años, no percibían salarios sino
sólo anticipos, ya que debían juntar dinero para pagar los gastos de
mantenimiento del barco, pues lo acababan de sacar de reparación.55
Mucha tristeza y consternación causó el incendio total del
“Carmen”, no sólo en Tabasco sino en Ciudad del Carmen. Y es que
ese vapor también había creado hondas raíces en el sentimiento de la
gente de aquella región. El vapor palacio el “Carmen” era el último
que quedaba, como un símbolo, de una época extinguida. Pocos días
después del incendio de lo que fuera majestuoso y aristocrático barco,
Joaquín Peña Sánchez, reportero de “El Momento”, nos narra: “Con
mucho sentimiento y congoja recibieron los viejos Carmelitas la fatal
noticia del hundimiento y quemada (sic) del Vapor de Río “Carmen”.
Todos se lamentaron y hubo quien no lo creyera.
“Para la fiesta de julio, la fiesta más grande de esta Isla, todos los
habitantes de Ciudad del Carmen estaban pendientes de la llegada de
dicho vapor. Era un alboroto, los niños gritaban cuando oían la sirena
y los tradicionales voladores anunciando la llegada. La gente corría al
muelle y los rostros alegres, llenos de anhelos, expresaban una honda
satisfacción al arrimo de dicho vapor, que con toda majestad se abría
paso entre las calmadas olas. Qué orgullo el del estado de Tabasco al
mandar a esta concurrida fiesta una de las bellezas extinguidas por la
edad moderna, nos narra el reportero, pero que llevaba el corazón de
cada uno de los tabasqueños. Era la mano blanca de la amistad que año
con año se estrechaban Ciudad del Carmen y Villahermosa, pero que

55
El Momento, 17 de mayo de 1958; RN, 20 de febrero de 1956.
102 Tabasco a dos tiempos

ahora fue convertida en una lágrima que corrió por todas las regiones de
los ríos hasta llegar a la blanda arena de la Isla.
“Ciudad del Carmen siente en lo más hondo la pérdida del
Vapor de Río “Carmen”, que año con año alegraba esta fiesta y se une
a Tabasco vistiendo su lazo de luto. Ciudad del Carmen, junio 23 de
1958”.56
de junio de 1958.
El casco del “Carmen” fue 85 comprado en $30, 000 por los
hermanos López de Llergo al Banco de Fomento Cooperativo. Ese casco
fue convertido en panga; falca que dio el servicio durante muchos años
en Frontera como puente de comunicación entre Villahermosa y el resto
del estado con la península yucateca. Así terminaba sus días el último
barco que hiciera historia durante toda una época en Tabasco.






56
El Momento, 26 de junio de 1958.
Frontera y el dragado
de los ríos
CAPÍTULO III

Acostumbrados y aferrados a una época en extinción, el tabasqueño


junto con los hombres del sureste se empecinaban en fortalecer y
reactivar su flota marítima y fluvial. No teniendo otros medios de
transporte y desesperados por hacer expeditas las vías marítimas
y fluviales para facilitar su comercio, los hombres del sureste se
empeñaron en el dragado de la barra de Frontera y de los ríos.
Estos esfuerzos duraron décadas. De manera obstinada todos esos
esfuerzos y empeños continuaron, a sabiendas de que los trabajos
del Ferrocarril del Sureste avanzaban a paso firme. Ya en esos días
avanzaban decididas y con esmero aquellas brigadas heroicas de
obreros ferrocarrileros. Técnicos e ingenieros se enfrentaban ya a los
múltiples obstáculos que la selva, el insalubre clima tropical húmedo
y la montaña les presentaban. Los hombres de la región no se daban
cuenta o no aceptaban que los tiempos de comunicación por agua
habían quedado atrás. No querían entender que el ferrocarril y, sobre
todo, los tiempos de las carreteras y del automóvil eran ya una realidad
inminente que desplazaba a pasos rápidos y firmes a toda una época y
a un modo de vida.
Sin embargo, hasta la década de los años cincuenta, aferrado
a un pasado, el tabasqueño seguía sufriendo y enfrentando el azolve
de la barra de Frontera y de los ríos. Todavía hasta esa década los
hombres del sureste seguían pensando que del dragado de éstos
dependía la salvación de Tabasco, cuando el Ferrocarril del Sureste y
la carretera del Golfo eran ya una realidad. La eterna y enorme carga
de aluvión arrastrada desde la sierra y depositada por las voluminosas
corrientes del Usumacinta y del Grijalva, río abajo, en terreno plano y
sin declive, azolvaban cada año las bocanas y los ríos. La navegación
de las embarcaciones, sobre todo en la época de seca, se entorpecía y
esto obligaba a comerciantes y marinos a multiplicar alijos, trasbordos
y sus costos para comercializar sus productos. Todo ello imponía al
tabasqueño la urgente necesidad de dragar ríos y bocanas, sobre todo
la barra de Frontera y, durante la década de los cincuenta, la barra de
Dos Bocas y el río Seco hacia Puerto Ceiba.
106 Tabasco a dos tiempos

En nuestro libro Tabasco en Sepia abordamos de manera amplia


el eterno problema del azolve de la barra de Frontera, problema que
se venía sufriendo desde tiempos ancestrales. Al llegar con Hernán
Cortés por las tierras y aguas tabasqueñas, Bernal Díaz del Castillo
escribió en su Historia Verdadera: “En doce días del mes de marzo de
mil quinientos diecinueve años, llegamos con toda la armada al río de
Grijalva, que se dice de Tabasco, y como sabíamos ya, de cuando lo de
Grijalva, que en aquel puerto y río no podían entrar navíos de mucho
porte, surgieron en la mar los mayores y con los pequeños y los bateles
fuimos todos los soldados a desembarcar a la punta de los palmares,
como cuando con Grijalva, que estaba del pueblo de Tabasco obra de
legua y media”.1 Con anterioridad Juan de Grijalva había prevenido a
Cortés de que debido a la poca profundidad del canal debía dejar sus
barcos fuera de la barra (hoy Barra de Frontera.) Y esa rémora tuvieron
que sufrirla hasta mediados del siglo XX, comerciantes y viajeros del
sureste que, ante la carencia de ferrocarriles y de carreteras, hacían
sus actividades y operaciones por ríos, mares y lagunas, así como por
rústicos caminos pedestres.
Pero los proyectos y las promesas del dragado de Frontera
y de los ríos, como siempre, continuaron en eso: en promesas y
proyectos. Periódicos como La Voz de Tabasco clamaban en 1948: “Basta
de promesas, queremos hechos, Tabasco exige el dragado”. “Para
los gobiernos revolucionarios ya no existe Tabasco”, “Mientras los
magnates políticos derrochan los dineros del pueblo, Tabasco está
en la ruina por falta de una draga”.2 Una de las tantas promesas la
vemos publicada en Rumbo Nuevo del 19 de marzo de 1947. Estas notas
no servían para otra cosa que para encampanar a la gente, crearle
falsas ilusiones y exagerar con mentiras las supuestas gestiones del
“Señor Gobernador” en el centro, ante unos oídos sordos del “Señor
Presidente” de la República. Con ello no se buscaba otra cosa que inflar
la imagen del “Señor Gobernador” dentro del culto a la personalidad,
tan acostumbrado en aquellos años. Necesitamos que se termine
la barra de Frontera, decía otra nota del 4 de enero de ese mismo
año; “…el comercio y la industria no podrán desarrollarse mientras
estemos sin la vía principal de nuestra comunicación al exterior y
atenidos al servicio de aviones sin buena pista, sometidos al capricho
de compañías concesionarias que sin derecho obligan al pasajero a

Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Porrúa, 1992, p.50.
1

La VT, 15 de mayo de 1948.


2
Elías Balcázar Antonio 107

nuevas rutas, llevándolos por ejemplo hasta Ciudad del Carmen, por
no poder aterrizar sus aparatos, en vez que las compañías cumplan
con la obligación que la ley les impone de tener una pista asfaltada y en
buenas condiciones para el aterrizaje”.3
El martes 31 de diciembre de 1946, al sonar las doce campanadas
de la iglesia La Conchita y del reloj del Palacio de Gobierno se daba
la transmisión de Poderes Constitucionales de Tabasco en el cine
Tropical. Como ya dijimos, éste se encontraba en lo que hoy ocupan
las oficinas centrales del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de
Tabasco. El gabinete del nuevo gobernador, Francisco J. Santamaría,
quedaba integrado por Máximo Evia Ramón, secretario general de
Gobierno; Joaquín Bates Caparroso, Subsecretario de Gobierno; Arturo
Gamas Colorado, Oficial Mayor; Francisco Bates Colorado, tesorero
General; Eduardo Langle M., Secretario Particular; Gustavo Esquivel,
oficial mayor de la Secretaría Particular; Salvador Alba Guerrero,
subprocurador de Justicia.4
Y las notas promisorias sobre el dragado y las obras portuarias
de Frontera no cambiaron; siguieron siendo las mismas de todos los
días, de todos los años: “Vienen las dragas a desazolvar la Barra de
Frontera”; “Éxito total de las gestiones hechas por el gobernador
del estado, licenciado Santamaría”.5 En aquellos días la prensa local
exaltaba la “multitudinaria y apoteótica” recepción hecha al “Señor
Gobernador” en el aeropuerto de la Compañía Mexicana de Aviación.
Notas como las siguientes eran el pan de cada día: “sin precedentes y
única en la historia de Tabasco” ha sido la cariñosa y calurosa recepción
hecha al “Señor Gobernador” por el pueblo de Tabasco que se volcó
a recibirlo en el aeropuerto a su llegada de la Ciudad de México, a
donde fue a gestionar ante el “Excelentísimo Señor Presidente” obras
de beneficio para Tabasco. Para las obras de la Barra de Frontera
se invertirán $5, 000, 000 anuales; por fin las obras portuarias de
Frontera van a realizarse; una comisión de técnicos norteamericanos
toma datos para llevarlas a cabo, etcétera.6 En una de esas llegadas
al aeropuerto de Villahermosa, cargado de promesas Francisco J.
Santamaría dijo a la multitud ahí acarreada: “El agradecimiento que
hoy me significa el pueblo de Tabasco no debe ser a mí, sino en primer
lugar al excelentísimo “Señor Presidente de la República”, tan noble y

3
RN, 4 de enero de 1947.
4
RN, 1 de enero de 1947.
5
RN, 19 de marzo de 1947.
6
RN, 25 de marzo y 7 de junio de 1947.
108 Tabasco a dos tiempos

francamente dispuesto a oírnos, a tender su mirada y su benevolencia


hacia Tabasco; a los Señores Ministros, tan francamente dispuestos
también a oírnos, secundando patrióticamente la política resuelta y
rectilínea del señor Licenciado Miguel Alemán7…”. Sin duda, eran
los tiempos de mayor esplendor del presidencialismo, del culto casi
sagrado al tlatoani sexenal en turno y de la demagogia.
El 10 de septiembre de 1947 se publicitaba en la prensa local
del estado la “Entrevista Alemán-Santamaría”. Y se hacía con bombos
y platillos, como si se tratara de todo un acontecimiento histórico
para Tabasco y un acto heroico y patriótico del “Señor Presidente”,
cuando era su obligación trabajar para México. “Aún resonaba el
eco aprobatorio del Primer Mensaje Presidencial, dice la nota de la
entrevista, cuando un coche de siete asientos, charolado y silencioso,
entró orgulloso por la puerta <Mariana> del Palacio Nacional.

Dentro, silente como ermitaño y absorto en sus pensamientos, iba el


licenciado Francisco J. Santamaría, Gobernador de Tabasco.
El coche paró en el patio de Honor. Descendió el personaje subiendo
a las antesalas presidenciales. Un ayudante lo saludó con respeto,
diciéndole: -El Señor Presidente lo espera. Puede usted pasar señor
licenciado.
El Jefe de Ejecutivo, sentado en su hermoso escritorio, firmaba
documentos oficiales. Cuando notó la presencia del licenciado
Santamaría, se puso de pie yendo hacia él para recibirlo con una
sonrisa y un efusivo abrazo:
-Ya sé a qué viene, -le dijo el presidente-. Viene a gestionar para su
Tabasco, lo que Tabasco se merece porque lo ha ganado.
-Efectivamente, -respondió el maestro-
Pues oiga usted…
Y el hombre que tiene los destinos de México en sus manos, comenzó
a hablar… (Nos sigue narrando el periodista y, sin duda, asiduo
ferviente del culto a la personalidad del “Señor Presidente” y del
“Señor Gobernador”, así como amante del “chayote”)
-La construcción de la Barra de Frontera será un hecho. No vamos
a gastar ni dos, ni tres ni cuatro millones de pesos. Vamos a invertir
sesenta millones para hacer de Frontera la llave del Sureste. Un
puerto como los principales del mundo. Con muelles, grúas, vías
férreas, almacenes, bodegas y un bello edificio para su Aduana que
será elevada a la categoría de primera clase que le dará importancia
marítima y comercial.

7
RN, 25 de marzo de 1947.
Elías Balcázar Antonio 109

En esos instantes tocó su timbre. Apareció un ayudante a quien pidió


un álbum, primorosamente encuadernado que contenía estudios
técnicos de obras portuarias.
Los ojos del maestro no perdían detalle. Al oír cómo se entusiasmaba
el joven presidente, él también se contagió de entusiasmo. Entusiasmo
como llama que encendía los sentidos; dulce y reconfortante como luz
de esperanza”.8

La entrevista, narrada por un supuesto testigo presencial sigue


en el mismo tono cursi, meloso, empalagoso, arrastrado y servil. Nada
de lo prometido en esa entrevista, ni después, se cumplió para Frontera,
ni para Tabasco. El destino del que en otros tiempos fuera orgulloso
puerto tabasqueño y gran emporio del movimiento de grandes
embarcaciones, de capitales importantes y de intenso movimiento
comercial, era el abandono y la pobreza.
Un año después de esa “histórica” entrevista, “Alemán-
Santamaría”, seguían anunciándo las mismas promesas. El 23 de
abril de 1948 por Mexicana de Aviación llegó a Villahermosa Sergio
Carballo Samperio, director general de Obras Marítimas y Dragados
de la Secretaría de Marina. Llegó acompañado de los ingenieros Frank
Carey, perito consultor de obras portuarias; Gustavo González Aguilar,
técnico de la Dirección de las Obras Marítimas y Dragados; Anders
Christenson, representante de la Compañía Christani & Nielsen y
César A. Tosca. La misión de los viajeros era cumplir las órdenes del
presidente Alemán de informar sobre las obras que se realizarían en
Frontera y que éstas debían concluirse en 1949. El representante de
la Christani & Nielsen, Anders Christenson, continuaría su viaje a
Nueva Orleáns para investigar qué otras compañías podrían ayudar
a efectuar las obras “…en las que el “Señor Presidente” tiene especial
interés”. El enviado de la Secretaría de Marina no pudo hacer ese viaje
“…en virtud de los graves problemas de dragado que existen en los
puertos de la República”.9 Tampoco pasó nada.
El 3 de julio de ese año se inauguró el Tercer Congreso de la
Federación de Organizaciones Populares del Estado de Tabasco.
Presidido por el senador Fernando López Arias, quien luego fuera
gobernador y cacique de Veracruz, el evento se llevó a cabo en el
edificio de la Sociedad de Artesanos de Villahermosa a partir de las
nueve de la noche. Esa noche el secretario general de la Federación
8
RN, 10 de septiembre de 1947.
9
RN, 24 de abril de 1948.
110 Tabasco a dos tiempos

Única de Trabajadores del Estado, Ramón Velueta Ramos, afirmó


que entre los tabasqueños había la impresión de que el presidente
Alemán tenía a Tabasco como a un enfermo de tuberculosis al que
se mantiene aislado. Dijo que mientras a estados como Veracruz le
llovía los millones del erario nacional a Tabasco no se le cumplía el
ofrecimiento de los veinte millones que el presidente le había hecho.
El político veracruzano, López Arias, contrariado le contestó que el
presidente Alemán sí tenía en cuenta a Tabasco supuesto que se estaba
construyendo la carretera de Teapa a Villahermosa y el Ferrocarril
del Sureste. Santamaría también entró al quite a favor del “Señor
Presidente” afirmando que los estados más favorecidos por el erario
público eran aquellos que habían sido más perjudicados por la fiebre
aftosa.10 Lo que se le olvidó decir a Santamaría o no quiso recordar esa
noche fue aquella afirmación que hiciera en enero de 1947 cuando dijo:
“No permitiré que las arcas públicas sean saqueadas, impediré que
el tonel de las Danaides de la barra de Frontera y de la carretera de
Teapa sigan sirviendo de pretexto para enriquecer a muchos vivos”.11
Si alguna vida es contradictoria y voluble es la de los políticos, en un
tiempo dicen y hacen cosas de las que luego se contradicen; por eso
ahí están las hemerotecas y los archivos: para refrescarles la memoria.
En lo que no había ninguna duda era que el país sufría los terribles
efectos recesivos de la profunda crisis económica de la posguerra.
La devaluación del peso de 1946 había deteriorado aún más las
capacidades presupuestales del gobierno federal.
De aquellos años críticos de posguerra, 1947 fue excepcional.
Debido a la fiebre aftosa que asolaba a la ganadería de varios estados
del país, se impuso en Tabasco un cordón sanitario que entró en vigor
el 9 de enero de ese año. Se estableció un estricto sistema de vigilancia
y de control para que no entraran ni salieran productos animales
que pudieran estar contaminados de fiebre aftosa. Por supuesto y
en el corto plazo los ganaderos locales salieron muy perjudicados y
con el consiguiente descenso en los ingresos para la entidad y para
el presupuesto del Gobierno del Estado. Sin embargo, veremos con
amplitud en la parte que dedicaremos al capítulo de ganadería, que
la fiebre aftosa que afectó al ganado de Veracruz y del centro y norte
del país, benefició a la ganadería de Tabasco y de Chiapas. Al diezmar
la aftosa a millones de cabezas de bovino en aquellas entidades,

10
La VT, 7 de julio de 1948.
11
El HG, 17 de enero de 1947.
Elías Balcázar Antonio 111

entre ellas Veracruz; entonces Chiapas y Tabasco se convirtieron en


estratégica reserva ganadera para el futuro inmediato. A mediados de
ese año crítico fue necesario sacrificar 6, 000, 000 de reses en todo el
país afectadas por la aftosa. En julio de ese año se tuvo que abastecer al
afectado mercado veracruzano con ganado tabasqueño y chiapaneco.12
Por otro lado a mediados de ese año se iniciaba una fuerte campaña
contra el paludismo que continuaría con los gobiernos posteriores
hasta su total erradicación en la región, como veremos luego en otro
capítulo. El 12 de agosto de ese terrible 47 se creaba en Tabasco un
dispensario antipalúdico.13
La escasez de productos de primera necesidad y el alza en
los precios alcanzaron niveles alarmantes. Santamaría pidió la
colaboración de todos los comerciantes para que bajaran “todo lo más
posible” los precios del arroz, del maíz, frijol, manteca y carne de cerdo.
En la lucha contra la carestía tanto el Gobierno del Estado y de cada
municipio exentó de impuestos a esos productos, así como a la leña, al
carbón, a las aves de corral y a los huevos. Con el mismo fin de luchar
contra la carestía se constituyó en enero de ese año la Confederación
Fijadora de Precios de Artículos Necesarios.14 En el mes de marzo el
Gobierno del Estado a través de la Nacional Distribuidora compró 60
toneladas de maíz para combatir la escasez y el alza de precios de ese
vital grano.15
Por si algo le hacía falta a ese crítico año, Tabasco fue asolado
por una terrible sequía que afectó de manera alarmante a la agricultura
y a la ganadería. Los ríos casi se secaron y la comunicación fluvial se
entorpeció aún más. También una enorme manga de langosta hacía
estragos en el campo guatemalteco, a 250 kilómetros de Chiapas. La
manga, proveniente de El Salvador, abarcaba una superficie de quince
kilómetros de largo por un kilómetro de ancho y avanzaba ocho
kilómetros por día.
El Gobierno Federal estableció un ejército sanitario en la
frontera sur con Guatemala. Un gran número de brigadas integradas
por miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la de
Agricultura y Ganadería, así como campesinos de la zona se parapetaron
con mil lanzallamas nuevos más dos mil que se habían usado en
años anteriores, langosticidas, aviones especiales y cazas nacionales.

12
RN, 4 de mayo, 4 de junio, 23 y 28 de julio de 1947.
13
RN, 19 de junio, 2, 25 de julio y 13 de agosto.
14
RN, 7, 9, 10 y 15 de enero de 1947.
15
RN, 27 de marzo de 1947.
112 Tabasco a dos tiempos

Se utilizaron además cien aviones de aeroaficionados, equipados de


manera adecuada para acabar con el acridio. Fue jefe de esa campaña
contra la langosta el ingeniero Guillermo Brondo de Witte. La plaga
acabó con extensas plantaciones de café del país vecino pero no logró
entrar a México. En agosto de ese infausto año azotó aquel terrible
ciclón que destruyó Tampico. Pero, no todo era negativo en ese año
del 47: Santamaría creó el servicio médico para los empleados del
Gobierno del Estado a partir del 23 de enero de ese año.16
También en esos días eran más insistentes las propuestas serias
sobre la necesidad de construir presas hidráulicas para evitar las
catastróficas inundaciones anuales y electrificar por completo no sólo
a Tabasco sino a buena parte del país. Las quejas sobre las deficiencias
del alumbrado público generado con plantas de luz eran frecuentes.17
Son cuestiones que veremos en otros capítulos.
Ya entonces la comunicación terrestre automotriz en el estado
cobraba, día a día, mayor importancia y se multiplicaba por todo el
territorio a pesar de las incipientes carreteras. A principios de 1947 la
“Cooperativa de Transportes, Villahermosa, S. C. L.” anunciaba que
su servicio de Pullman de primera en horas ordinarias costaba $0.20
para Atasta y $0.30 para Tamulté. Después de las 21:00 horas el mismo
servicio costaría $0.30 centavos para Atasta y $0.40 a Tamulté. Además
cada camión de primera clase estaba equipado ya con el respectivo
colector de moneda para que cada pasajero personalmente depositara
su moneda. La Sociedad Cooperativa de Transportes de Pichucalco,
Chiapas ofrecía sus servicios con cuatro camiones cuyos nombres
eran “Tin Tan” y “Marcelo”, “Cantinflas” y “Pito Pérez”. La Línea
de Camiones Villahermosa-Cárdenas-Huimanguillo de la Empresa
Dagdug ofrecía sus salidas a las cinco de la mañana. La parada de esa
línea estaba frente a lo que fuera el restaurante Montecarlo, en la calle
Madero de Villahermosa.18
En aquel mes de enero de ese año “Fernández y Cruces, S. de
R. L.” informaba al público el gusto de haber sido nombrados Agentes
Autorizados en el estado de los Automóviles y Camiones Dodge.
Ya entonces se leían anuncios en la prensa local sobre ventas de
automóviles de particular a particular. En enero de ese año se ofrecía

16
RN, 24 de enero de 1947; 2, 5, 6, 7, 8, 10 y 16 de julio; 17 de agosto de 1947.
17
RN, 13 y 15 de enero de 1947.
18
El HG, 17 de febrero y 6 de junio de 1947.
Elías Balcázar Antonio 113

un automóvil Studebaker 1947 completamente nuevo, así como un


chevrolet modelo 1937 en perfectas condiciones. Se daban los informes
en la calle Juárez número 40 de la ciudad de Villahermosa.19 Amílcar
Luque Prats se anunciaba como distribuidor autorizado de las llantas
Royal de la U. S. Rubber Mexicana S. A. y de lanchas “U. S.”, en la calle
de Aldama No. 43 en Villahermosa.20
Ese año difícil fue rico en noticias de la vida cotidiana. Domingo
Díaz y Soto, ex director de la banda de música del estado hizo el
arreglo musical para “Tristezas Tabasqueñas” poema de Napoleón
Pedrero Fócil. El presidente Alemán, decretaba en febrero de ese
año que se debía cantar el himno nacional, una vez por semana en
todas las escuelas, frente a la bandera. También en ese año se inició la
construcción de la Ciudad Universitaria (CU) de la UNAM. El 23 de
enero la profesora normalista Esperanza Estrada de Balcázar abría las
inscripciones en la escuela urbana “Lic. Lorenzo Calzada en Teapa”.
El 26 de enero el artista de cine Jorge Vélez sufrió un asalto “al estilo
gángster”; lo acompañaba su esposa Margarita Richardi de Vélez,
quien había sido esposa del extinto General Maximino Ávila Camacho.
En el asalto murió Elena Richardi, esposa de Alfredo Bonfil quien años
después, siendo funcionario importante de la administración de don
Luís Echeverría, muriera en un accidente de avioneta por el estado de
Veracruz. Al año siguiente, febrero de 1948, se inauguraba la escuela
secundaria de Paraíso.21
Hechas estas digresiones sobre lo cotidiano y volviendo a
nuestro tema central, aferrados a un modo de vida arraigado desde
sus orígenes los hombres de esta región sureste insistían en las dragas
y en los trabajos en Frontera. Igualmente, las promesas incumplidas
persistían. En marzo de 1947 y por instrucciones del presidente Alemán,
el subsecretario de Marina, contralmirante Luís Shauferber prometió
que del 20 de los corrientes en adelante estaría a disposición del estado
la draga “Ciudad del Carmen” reparada junto con el remolcador
“Frontera” para realizar los trabajos de desazolve en ese puerto y
evitar los gravísimos perjuicios que sufría, sobre todo, la exportación
del plátano. Al salir de su entrevista con ese Subsecretario Santamaría
dijo que rogaba al pueblo tabasqueño dar la debida importancia a ese
gesto del supremo gobierno, porque para lo sucesivo se evitarían las
cuantiosas pérdidas que se venían sufriendo por la imposibilidad de
que entraran y salieran barcos por el puerto.22
19
RN, 13, 14 y 18 de enero de 1947.
20
El HG, 16 de mayo de 1947.
21
RN, 26 de enero, 3, 17 y 20 de febrero de 1947 y 25 de febrero de 1948.
22
RN, 15 de marzo de 1947.
114 Tabasco a dos tiempos

En esos días de abril visitó el estado “Joe Chamaco”, quien


fuera famoso billarista; y al salir de Tabasco hacia los Estados Unidos,
el día 16 de ese mes, le dejó su agradecimiento a Santamaría por
haberlo ayudado a curarle una fractura en el brazo derecho. En esos
días también el comerciante tabasqueño Juan José Green compraba el
pailebot motor nacional “Cristóbal Colón”; éste tenía una capacidad
para 55 toneladas entre carga y pasajeros y cubría una ruta entre el puerto
de Veracruz y Villahermosa. El miércoles 23 de abril el gobernador
inauguraba además en Comalcalco la biblioteca “Lorenzo Calzada”
ubicada en el Instituto Comalcalco del profesor Rosendo Taracena. Ya
desde entonces les negaban a los trabajadores tabasqueños su ingreso
para trabajar en PEMEX y la dirigencia nacional, como hasta el día de
hoy, le daba preferencia a los foráneos. ¡Ah!, pero eso sí, las serenatas
continuaban en el parque Juárez de Villahermosa pero éstas ya no
serían los viernes como se acostumbraba, sino los sábados.23 En agosto
de ese año el Ayuntamiento de Paraíso adquirió su primer volteo con
un precio de 14 mil 717 pesos. En esos días de septiembre, el domingo
14 para ser más precisos, llegaba a Villahermosa Adolfo López Mateos
quien once años después llegaría a ser presidente de la República;
vino a Tabasco en representación del presidente Miguel Alemán con
motivo del Informe de Santamaría; López Mateos visitó Comalcalco
el miércoles 17 de ese mes y estuvo a punto de accidentarse en la
avioneta cuando arribó a ese municipio.24 Pero, salgamos del tiempo
cotidiano, de la vida diaria de los individuos y regresemos al tiempo
de las estructuras, de los pueblos, de las sociedades.
Miguel Alemán volvió a hacer las mismas eternas promesas de
dragado y de obras de ese olvidado puerto. Puerto al que por cierto
se le dio el nombre de Álvaro Obregón con el decreto número 21 con
fecha 25 de julio de 1928; obviamente se le dio le ese nombre a raíz
del asesinato del caudillo sonorense, ocurrido ocho días antes a esa
fecha; es decir el 17 de julio. Se le restituyó a Frontera de manera oficial
su verdadero nombre precisamente en 1947; esta vez con el decreto
número 179, con fecha viernes 7 de julio y promulgado el 13 de ese
mismo mes y año. En verdad la tradición se impuso y a Frontera
nunca se le dejó de nombrar como tal a pesar de que por decreto se le
trató de imponer el nombre del gran caudillo y estratega militar de la

23
RN, 21 de marzo; 16, 20, 24 y 25 de abril de 1947
24
RN, 26 de agosto, 15, 16 y 19 de septiembre.
Elías Balcázar Antonio 115

Revolución.25 Aprovechando este pasaje, aclaramos que Obregón no


perdió su brazo en Celaya; lo perdió en el combate de la hacienda de
Santa Ana del Conde, cerca de Trinidad, Guanajuato para la toma de
León.26
Las promesas presidenciales de ese 4 de agosto sobre dragas
y todo lo de siempre fueron hechas esta vez a una comisión de
tabasqueños que visitó al presidente Alemán en la Ciudad de México.
Prometiendo la inmediata movilización de las dragas “Veracruz” y
“Chijol” para que de manera permanente se establecieran en Tabasco
para dragar la barra de Frontera, el río Grijalva y el arroyo “El Cajete”.27
A fines de ese mes se anunciaba además que la obra portuaria
de Frontera tendría un costo de doce millones de pesos, promesa que
contemplaba la construcción de las escolleras, un muelle y una bodega,
así mismo un faro y un muelle en Chiltepec, en el municipio de Paraíso.
Por fin las prometidas obras quedaban garantizadas en un contrato
firmado entre el Gobierno federal y la empresa gringa, Christiani
and Nielsen en el mes de noviembre de ese año. “Alcanzaremos
insospechados índices de prosperidad”; “La producción platanera
tomará nuevo auge”, decían las notas optimistas y llenas de esperanza
de aquellos días.28
Sin embargo, años después la barra de Frontera siguió azolvada,
al igual que los ríos. Las promesas del envío de dragas persistían: la
“Papaloapan”, “Yucatán”, “Tampico”. La draga “Veracruz” llegó en
agosto y aunque realizaba los trabajos correspondientes en Frontera,
éstos se hicieron de manera muy deficiente. En marzo de 1949 hubo
otra promesa de enviar a Tabasco la draga “Yucatán” para realizar
los trabajos de desazolve y dragado en los bajos del río Grijalva, en el
recorrido que va desde Frontera hasta Villahermosa, sobre todo en los
bajos frente a los Acachapan, La Pigua, El Corcho y Santa Inés. Hasta el
mes de noviembre siguió la misma promesa, pero la draga “Yucatán”
nunca llegó. La barra de Frontera y ese tramo del Grijalva continuaban
azolvados; la imposibilidad de realizar el trasbordo entorpecía y
frustraba la comercialización de enormes y cuantiosos cargamentos de
plátano. Medio millón de aquellos pesos se perdieron en el año del 49
por ese motivo.29

25
RN, 14, 15, 20 y 21 de julio de 1947.
26
Hall, Linda B. Álvaro Obregón, Poder y revolución en México 1911-1920. FCE, 1985, p. p. 128 y 129.
Ver también Dulles, John W. F. Ayer en México. FCE, 1977, p. 19.
27
RN, 5 de agosto de 1948.
28
RN, 29, 30 de agosto; 7 de septiembre y 16 de noviembre de 1948.
29
RN, 11 y 19 de marzo; 15 de noviembre.
116 Tabasco a dos tiempos

El 28 de noviembre los directivos de la platanera, los dirigentes


de los trabajadores marítimos y terrestres, los miembros del Club
Rotario, de la Cámara de Comercio, de la Asociación Ganadera
Local y de la Asociación de Productores de Coco se dirigieron por
la vía telegráfica al ingeniero Alberto J. Pawling. Este ingeniero era
subsecretario encargado del Despacho de la Secretaría de Marina. En
ese telegrama le explicaban con amplitud lo poco que se había hecho
para resolver siquiera temporalmente el problema del azolvamiento
del canal lateral de la barra de Frontera. Le explicaban también las
condiciones deplorables en que se encontraba el canal en ese momento,
situación que estaba causando grandes pérdidas a la economía
tabasqueña, especialmente a la producción platanera que en esos días
estaba dando sus mayores cosechas. Pawling les respondió con otro
telegrama, donde les decía, que le constaba lo difícil que era navegar
por ese canal lateral y que ya se giraban órdenes para que una draga
saliera de inmediato hacia Frontera.30 La draga “Tampico” llegó a este
puerto casi tres meses después. A las tres de la madrugada del 20 de
febrero de 1950. Pero nada cambió. El canal siguió igual y las obras
portuarias de Frontera estaban paradas. Para colmo el 18 de septiembre
de ese año, cuatro líderes provocaron una “huelga loca” al impedir
que los trabajadores de la draga “Tampico” realizaran los trabajos del
dragado. El motivo fue que no les habían pagado la primera quincena
de ese mes. La gente de Frontera se molestó por ese hecho ya que,
según versiones de la calle, la Secretaría de Marina nunca les exigía un
formal trabajo a los trabajadores de la draga y que consumian alcohol
en el puerto.31
Y aunque parezca increíble y cansado para el lector, pero nos
dio el mes de marzo de 1951 y todo seguía igual; el canal azolvado,
las mismas promesas de enviar la draga “Yucatán” que se encontraba
en el puerto de Veracruz; o la promesa de que se enviarían la draga
“Tuxpan” o la “Coatzacoalcos” que en esos días se encontraba, esta
última, en Salina Cruz. Llegó el mes de agosto de ese año y “ahora sí
se iniciarán las obras portuarias”.32 De la hemeroteca y de los archivos,
leemos documentos de los meses de abril, junio y agosto de 1953 y
encontramos la misma canción con el mismo estribillo.33 ¡Ah!, pero los
mensajes de “agradecimiento” para el Presidente Alemán abundaban.

30
RN, 2 de diciembre de 1949.
31
La VT, 20 de septiembre de 1950 y RN, 20 de junio de 1950.
32
RN, 18 de marzo; 9 y 17 de agosto de 1951.
33
RN, 8 y 23 de abril; 10 de junio; 14, 22, 30 de agosto y 2 de septiembre de 1952.
Elías Balcázar Antonio 117

“El Presidente Alemán ha cumplido su palabra” dice una nota de


septiembre de 1952. Otra dice “No son ya una simple promesa las
obras de Frontera”. Sin embargo, Miguel Alemán se fue, dejó de ser
presidente y poco le interesó Frontera y las vías de comunicación
fluvial de Tabasco. Eran otros tiempos, eran tiempos del ferrocarril y,
sobre todo, de las carreteras. Y en estas vías de transporte sí puso todo
su empeño el Presidente Alemán, como veremos luego.
¡Basta de Engaños!, es el título de un artículo escrito por el
Doctor Orestes Somarriba C. publicado por El Hijo del Garabato del
18 de marzo de 1949. Por considerarlo tan oportuno y puntual sobre
el tema que aquí nos ocupa, transcribiremos de él algunos párrafos.
Dice: “…pasan los meses, las promesas por él (el político cuando es
candidato) lanzadas a los cuatro puntos cardinales, constantemente
martillan el cerebro de los ingenuos, optimistas, de los cuerdos
(porque yo estoy loco) y deciden recordárselas o hacerlas cumplir,
pero nuevos ofrecimientos e inteligentes evasivas en diplomáticos
telegramas, inquieta a los cuerdos, a los optimistas, a los amantes del
progreso y de la cultura (yo soy un retrógrado e ignorante), vuelan
en veloces aeroplanos a entrevistar al presidente, quien los recibe
con toda cortesía, dándoles la diestra y obsequiándoles su más franca
sonrisa, los acomoda en acolchados sillones. Nuevos y halagüeños
ofrecimientos salen de lo labios del presidente; los optimistas, alegres
y risueños, retornan al estado, convertidos en conspicuos heraldos de
halagadoras noticias; pero… los meses se convierten en años, las obras
de las escolleras continúan en estudio, constantemente se escuchan
noticias que no tienen más fundamento que el deseo de que se realicen
las obras”. Y nos sigue diciendo el doctor Somarriba:

Los optimistas propalan la noticia: que el gobierno firmó contrato con


una compañía extranjera, los trabajos serán iniciados el mes de enero,
que una poderosa draga está por llegar, que los ingenieros encargados
de la obra están por llegar en avión, pero en verdad, todo es pura
fantasía de los optimistas, de los crédulos que sentenciosamente
hablan sin más base que su optimismo, pero eso sí, haciendo alarde
de que platicaron con el “Señor Presidente” en mesa redonda”. Y
concluye don Orestes:
“Señores optimistas, tiempo es ya, que la realidad os despierte del
profundo sueño en que estáis, las escolleras del Puerto jamás serán
construidas; Tabasco no interesa en lo más mínimo al centro”.
Entró el año de 1953, Adolfo Ruiz Cortines era el nuevo Presidente de
la República. Y aunque don Adolfo puso un gran empeño y devoción
por Tabasco, la vida fluvial y marítima de la región estaba liquidada.
En un artículo titulado “Caminos Carreteros”.
118 Tabasco a dos tiempos

Publicado en Rumbo Nuevo el 4 de octubre de 1950, don Pedro Ocampo


Ramírez nos dice: “Desde hace varios años estamos presenciando, con
lastimado corazón de tabasqueño, la agonía lamentable de nuestros
verdes caminos fluviales que fueron orgullo y decoro de estas tierras
tropicales y lacustre. Hemos visto cómo hasta el río, el gran río
Usumacinta, ha sido profanado en tiempos de sequía por gentes que
han tenido la audacia de atravesarlo a caballo, nos dice don Pedro;
hemos sufrido al ver crecer en medio de nuestras venas –sangre es
el líquido que corre por los ríos- islas nacidas al amparo del sauce.
Árbol territorial por excelencia, según definición del poeta Galguera
Noverola. Hemos agonizado junto con nuestros ríos y hemos llorado
con un largo llanto, la amargura de sentirnos aislados del mundo y de
la civilización; por falta de caminos terrestres y fluviales”. Hasta aquí
don Pedro. Y contra el devenir del tiempo, de las nuevas realidades
que en la historia se generan nada se puede hacer. La agonía de esa
época y de Frontera había concluido. Desde entonces Frontera ha
estado en el olvido.
Un editorial del Rumbo Nuevo de 1954 nos dice: “¡Frontera, sin
movimiento de barcos, sin el ruido de su marinería, gastadora y alegre!
¡Centla con sus complicados problemas de uno a otro extremo!.. Hace
30 años, la lucha social había convertido a Frontera en un polvorín. Hace
40 años Centla era un emporio. Había hombres como Pascual Bellizia.
Progreso, ilusiones y proyectos. Eso era Frontera en 1910”. Y en otra
parte dice ese editorial: “Frontera tuvo prosperidad mientras por allí
entraban y salían materias primas y mercancías. Ahora, el Ferrocarril
del Sureste, la aviación y la carretera Puerto Ceiba-Kilómetro 133, le
han quitado importancia como puerto y movimiento comercial”.
Junto con una época, Frontera había muerto. El tiempo
implacable y la historia habían consumado una más de sus fechorías.
Orígenes e importancia
de la aviación en Tabasco
Tabasco a Dos
CAPÍTULO IV
La aviación en Tabasco y en la región Sureste tuvo una importancia
invaluable, jugó un papel muy trascendente en la vida social y
económica a partir de 1931. Pocos historiadores han destacado esa
trascendencia. La falta de carreteras, o lo incipiente e intransitable de
éstas, aunado a las dificultades en el transporte fluvial hicieron de la
aviación una necesidad de gran uso práctico. A partir de esa fecha y en
pocos años todos los municipios de Tabasco, así como muchos poblados
estuvieron comunicados por avioneta y por avión. La entidad, como
un todo, estuvo comunicada también con varias regiones y localidades
del norte de Chiapas, el occidente de Campeche y, por medio de la
Compañía Mexicana de Aviación, con la Ciudad de México.
La aviación como medio de transporte nació al mundo con el
invento de los hermanos Wilbur y Oliver Wright. Este último realizó
el primer vuelo el 17 de diciembre de 1903 en Kitty Hawk, Carolina
del Norte en Estados Unidos; hazaña que duró doce segundos.1
Con la Primera Guerra Mundial la aviación tuvo un gran desarrollo
tecnológico. Según John Fuster Dulles, en su conocido libro Ayer en
México, el avión como arma de combate se usó por primera vez en
Topolobampo el 14 de abril de 1914. En el avión “Sonora” realizó
este vuelo Gustavo Salinas, quien fuera capitán constitucionalista; lo
hizo junto con su ayudante con el fin de bombardear los barcos de
Victoriano Huerta que se encontraban en las costas cercanas a ese
puerto. Poco después los mismos aviadores utilizaron el mismo avión
para bombardear a las tropas federales que se encontraban en Mazatlán,
Sinaloa, puerto que estaba en manos de los huertistas pero sitiado por
las tropas de Obregón.2 Sin embargo, en la Enciclopedia Las Grandes
Batallas del Siglo Veinte de la editorial UTEHA encontramos que “la
primera nación del mundo en hacer uso de aviones en guerra” fue
Italia en la campaña de Libia en 1911-1912.3 Esta aclaración y precisión

1
Larousse Temático, volumen 4, p. 749.
2
Dulles, John, W. F. Ayer en México. Fondo de Cultura Económica, 1985, p. 14.
3
Las Grandes Batallas del Siglo Veinte, tomo 3. UTEHA. España, 1982, p. 453.
122 Tabasco a dos tiempos

contra la opinión de Dulles, se la debo a quien fuera mi alumno en la


UJAT Kleber Guillermo Quintero.
Terminada la Primera Guerra Mundial, a partir de 1919 se
establecieron las primeras líneas aéreas tanto en América como en
Europa. En los Estados Unidos fue Pan Am (Pan American Airways);
en Europa KLM; en Colombia, AVIANCA. En México la Compañía
Mexicana de Aviación fue la primera línea mexicana. Ésta se fundó el
20 de agosto de 1924 con una ruta entre Tampico y Tuxpan. El primer
aeropuerto fue en Tampico, en un terreno que había servido como
potrero.4
Los primeros aviones eran biplanos con un solo motor donde
viajaban el piloto y un pasajero; los dos utilizaban gogles y gorros de
piel para protegerse del viento. Fundada por los americanos Randall
ulo IV G. Peiper, William L. Mallory, Carl V. Schlaet y George L. Rhil, en sus
inicios Mexicana de Aviación otorgó sus servicios a las compañías
petroleras El Águila y a la Shell. El servicio principal era transportar
por aire las nóminas de las rayas de los obreros que trabajaban en los
campos petroleros de la zona; esto con el fin de evitar los asaltos de
las bandas que merodeaban los caminos. El primer contrato postal lo
concedió el Gobierno federal a Compañía Mexicana de Aviación en
1928 para llevar correspondencia entre Tampico y la capital mexicana.5
na importancia
a vida social y
n destacado esa
e intransitable
fluvial hicieron
A partir de esa
asco, así como
avioneta y por
icada también
RN, 24 de agosto de 1949 y Azcona Fernández, Mario A. op. Cit. P. 15.
4

pas, el occidente
RN, Ibídem. de Campeche y, por medio de la
5

México.
mundo con el invento de los hermanos Wilbur y
Elías Balcázar Antonio 123

En el excelente y amplio trabajo inédito sobre la aviación en


Tabasco, de Mario Alberto Azcona Sánchez, nos apoyaremos en buena
medida en este capítulo, por lo que haremos referencia a ese trabajo
de manera frecuente. El señor, y abogado además, Mario Alberto
Azcona Fernández nos narra que el primer vuelo realizado a Tabasco
fue por Mexicana de Aviación, un 15 de octubre de 1928. Este primer
vuelo se realizó en el avión de ruta “Fairchild” con matrícula XA-BCI
y fue conducido por el piloto americano C. J. Robinson, quien ese día
aterrizó en el Playón a las doce de ese mediodía. Este lugar sirvió como
aeropuerto provisional por pocos meses hasta que Mexicana inauguró
el suyo el 16 de febrero de 1929 en donde hoy se encuentra Tabasco
2000. Entre los pasajeros que viajaron en ese primer vuelo histórico
destacan: doña Mercedes López Payró quien fue la primera mujer y
tabasqueña en volar en esa línea, por ello Mexicana de Aviación le
otorgó un pase exclusivo de por vida para volar en los aviones de esa
empresa.6
El Playón se encontraba en una franja de tierra entre el
río Grijalva y la parte norte, noreste de Villahermosa a la altura de
la calle Pino Suárez, Constitución, Zaragoza y Méndez hasta una
parte que ocupa el mercado Pino Suárez. Manuel Antonio Romero
Zurita, Gastón Lafarga, nos narra que en 1908 llegaron de Puebla a
Villahermosa los hermanos Manuel y Leopoldo Bartlett, junto con un
joven de apellido Palomeque. Los hermanos Bartlett pronto sacaron
de su equipaje los artefactos de béisbol: guantes, pelotas y bates. Los
hermanos Nicolás y César Valenzuela, Edgard Morgadanes y otros
muchachos junto con Manuel Antonio Romero se pusieron a aprender
a jugar béisbol, precisamente en el Playón. Campo que estaba bien
cuidado debido a que los oficiales del ejército jugaban polo a caballo
en ese lugar. Los hermanos Valenzuela compraron folletos y artefactos
dedicados al béisbol. “El recreo tuvo una atracción nueva, nos sigue
narrando Gastón Lafarga. Las tardes de los miércoles, de los sábados
y de los domingos, tuvieron para los alumnos del Instituto Hidalgo un
profundo encanto. Nos rodeaba la multitud en el Playón. El béisbol
desconocido hasta entonces conquistó simpatías y meses más tarde
entraba en las costumbres deportivas de la época. Los hermanos
Bartlett introdujeron el béisbol en Tabasco”, termina diciéndonos
Manuel Antonio Romero, entre otras remembranzas.7

6
Azcona, Fernández, M. A., op. Cit. P. 18.
7
RN, 14 de enero de 1952.
124 Tabasco a dos tiempos

Pero fue en 1931 cuando la aviación empezó a desarrollarse


en el interior de Tabasco y a multiplicar su red con fines comerciales.
Los primeros pasos se dieron con la región cafetalera de Chiapas y
las remotas monterías chicleras de Tenosique y Jonuta, así como de
Campeche y parte de Yucatán. En ese año un extraño personaje venido
a Tabasco de origen alemán-prusiano que por su aspecto nada común
y su barba crecida le pusieron el apodo de “El Duque de Alba”. Ese
“gringo”, como también le decían, corría motos y hacía acrobacias con
ellas, aparte de que sabía volar aviones. Su nombre era Hans Mattes,
nos narra Azcona Fernández.
Pues ese personaje trabó relaciones con los dueños de la
importante Casa Pizá, S. A. para proponerles el negocio de transportar
por avión el fino y calificado café de Sabanilla desde el estado de
Chiapas hacia Macuspana, para exportarlo a Hamburgo, Alemania por
la vía fluvial y marítima. Antes de llevar a cabo el “loco” proyecto de
Mattes, el café era transportado desde Sabanilla a Tapijulapa en mulas
o a caballo y luego se sacaba en el motor “Coconito” hacia Villahermosa
para luego por Frontera, exportarlo a Europa. Dado el alto precio del
café en el mercado mundial, el proyecto de Hans Mattes resultaba ser
rentable y fue aceptado por la poderosa Casa Pizá. Para ello Mattes
trajo el avión “Solar” que desde San Diego California fue piloteado
hasta el Playón por Jimmy Ángel; era un avión todo de lámina y en su
costado tenía el logotipo de Casa Pizá.
El proyecto contó además con el apoyo del ingeniero Fernando
Rosas, quien era el representante en Tabasco de la Compañía petrolera
El Águila y que se encargó de proveer al avión de la gasolina que
era de mayor octanaje. Igual que los demás combustibles derivados
del petróleo, la gasolina se traía a Tabasco por barcos y chalanes, de
Veracruz a Frontera y luego a Villahermosa; de aquí se transportaba
a Macuspana. Fernando Rosas, además, tuvo un interés particular
en apoyar ese transporte aéreo a Macuspana debido a que él tenía la
necesidad de viajar desde el Playón, en Villahermosa a ese municipio
donde se venían realizando los principales trabajos de exploración
petrolera en la región por la Compañía El Águila. Los vuelos desde
Macuspana al Playón, los estableció Casa Pizá debido también a que
por esa vía se enviaban las rayas para pagar a los trabajadores de esa
compañía petrolera y a que los funcionarios y empleados de la misma
tenían que viajar con frecuencia a esa zona.8

8
Ibídem, p. p. 21, 22 y 25.
Elías Balcázar Antonio 125

Y se logró la autorización de usar el Playón como campo de


aterrizaje pues ya existía el antecedente de que la Compañía Mexicana
de Aviación lo había usado con esos fines cuando no tenía su propio
aeropuerto. Por su parte el presidente de Macuspana, José María Ruiz,
proporcionó un terreno de cuatrocientos metros de largo para ser
utilizado como pista de aterrizaje en ese municipio, con la autorización
de Tomás Garrido Canabal. “Como equipo de vuelo, nos dice Azcona
Fernández, Mattes trajo desde San Diego California dos aviones
marca Ryan, de fabricación estadounidense, con motor “Wright”, con
trescientos caballos de potencia. Los aviadores que llegaron a Tabasco
para volar de Sabanilla a Macuspana fueron: Jorge Slepi, a quien
Mattes nombró jefe de pilotos; Jimmy Leddel, que más tarde sería
el piloto personal de Tomás Garrido Canabal; John Winfield, Longo
Lorgio y Jimmy Ángel. Este último aviador le trajo a Hans Mattes otro
avión marca “Solar”, también de fabricación americana con motor más
grande marca WASP de 440 caballos de fuerza”, nos narra Azcona
Fernández. En otra parte nos dice que esos aviones Ryan eran aparatos
muy famosos debido a que esa fábrica de aviones fue la que construyó
el “Espíritu de San Luís” con el que Charles Lindberg realizó su vuelo
histórico al cruzar el Atlántico, de América a Europa en 1927.9
El primer vuelo a Sabanilla fue un 20 de agosto de 1931 y en
él se transportaron 800 kilogramos de café; el vuelo fue realizado por
Jimmy Ángel y Jorge Slepi. Entusiasmado con ese servicio de carga
a Sabanilla y que por sus características no era muy regular, Tomas
Garrido sugirió y autorizó a Mattes a que ampliara el servicio aéreo
por todo el estado. Para ello se realizaron los trámites necesarios ante
la Secretaría de Comunicaciones para que se estableciera el servicio
aéreo, de pasaje, de carga y postal a los 17 municipios, así como a ciertas
zonas de Campeche como Palizada y Ciudad del Carmen, y también a
Salto de Agua, Chiapas. Garrido no sólo autorizó que se construyeran
pistas de aterrizaje en los 17 municipios, también ordenó que se
hicieran 58 pistas de aterrizaje más por todo el estado en poblados
como Sánchez Magallanes, Oxolotán, San Carlos (Villa Benito Juárez),
Tepetitán y Tapijulapa, entre otros. Fue así como surgió la “Compañía
Aeronáutica del Sur” que además de los dos aviones Ryan y el “Solar”,
contaba con un avión marca “Foker” y otro marca “Travelair” con un
motor de 350 y 300 caballos de fuerza respectivamente.10

9
Ibídem, p. 23.
10
Ibídem, p. p. 25 y 26.
126 Tabasco a dos tiempos

Las rutas que cubría esta incipiente empresa eran:


Villahermosa- Comalcalco-Paraíso.
Villahermosa-Cárdenas-Huimanguillo.
Villahermosa-Jalpa de Méndez-Cunduacán.
Villahermosa-Frontera.
Villahermosa-Macuspana-Salto del Agua.
Villahermosa-Teapa-Pichucalco.
Villahermosa-Tacotalpa-Tapijulapa.
Cd. del Carmen-Villahermosa-Emiliano Zapata-Balancán-
Tenosique.
Villahermosa-Jonuta-Palizada.

Un aeroplano muy famoso en esos años fue un avión marca Stinson


con matrícula XB-AJA que fuera propiedad del gobernador Tomás
Garrido. Por su color verde subido le llamaban “El Guacamayo”.
Había otro avión marca Stinson también, pintado de rojo y negro; eran
colores que simbolizaban a la agrupación corporativa de los camisas
rojas del garridismo y a las ideas “socialistas” de ese régimen. En él
viajaban los funcionarios del Gobierno.
Un vuelo histórico fue el que hiciera Garrido hasta Boston
en el avión “Solar” conducido por su piloto personal Jimmy Leddel.
Partieron un 12 de junio de 1932 a las siete de la mañana del campo de
aterrizaje “Carlos Rovirosa Pérez”; esta pista pertenecía a la Compañía
Aeronáutica del Sur, años después pasaría a ser propiedad de la
Compañía Tabasqueña de Aviación. La pista de 800 metros, hecha de
terracería, se encontraba en la parte que hoy va de avenida 27 de febrero,
antes carretera a Atasta, por la entrada de la Ceiba (el ISSSET) hacia la
Ciudad Deportiva (agencia Chevrolet de Cruces); para más precisión,
ocupaba los terrenos donde hoy se encuentra el Fraccionamiento
España y la pista, entre avenida 16 de Septiembre y Ejército Mexicano,
recorría parte de lo que hoy es la calle Andrés García. Esos terrenos
los compró Garrido a doña Delfina del Águila, en marzo de 1932. La
pista se llamó “Carlos Rovirosa Pérez” en honor al primer aviador
militar tabasqueño quien en compañía de su copiloto, coronel Pablo
L. Sidar, trató de hacer un vuelo de Buena Voluntad a Buenos Aires,
Argentina; no lograron llegar debido a que por una fuerte tormenta
cayeron al mar a la altura de Costa Rica, donde fallecieron los dos.
Rovirosa Pérez, sepultado en la rotonda de los hombres ilustres, era
hijo del ilustre sabio tabasqueño ingeniero José Narciso Rovirosa y de
doña Natividad Pérez. Esta señora fue la segunda esposa del ingeniero
Elías Balcázar Antonio 127

Rovirosa después de quedar viudo a la muerte de su primera esposa,


la señora Encarnación Pastrana Contreras. A su vez doña Natividad, al
enviudar por la muerte del sabio Rovirosa, se casó con el profesor Luís
Gil Pérez quien murió de 39 años de edad.11
Pero siguiendo con el vuelo de Garrido, repetimos, éste se
inició aquel 12 de junio a las siete de la mañana haciendo, escala en
Tampico para luego continuar hacia Matamoros. De aquí se internaron
en los Estados Unidos, para hacer escalas en Galveston, Nueva
Orleáns, Charleston, Baltimore, Nueva York y Boston. El motivo del
viaje de Garrido fue para hacerse un chequeo médico en esta ciudad
ya que estaba de moda hacerlo, tal y como lo hacía el “Jefe Máximo”,
Plutarco Elías Calles.12 El regreso fue el 20 de julio, ocho días después;
aterrizaron en el campo de la Tabasqueña a las dos de la tarde.
Poco tiempo dominó Hans Mattes el negocio del transporte
aéreo. Francisco Sarabia Tinoco famoso aviador en el ámbito mundial
llegó a Tabasco en 1931, invitado por Mattes y por el atractivo que
presentaba la creciente actividad aérea comercial en Tabasco y en la
región. Sarabia, famoso por sus habilidades como piloto y por sus
record de velocidad en sus vuelos, fue además un gran empresario
en el giro de la actividad del transporte aéreo. Él ofreció menores
costos en el transporte del café de Sabanilla para la Casa Pizá; pronto
desplazó a Hans Mattes. En Macuspana, nos dice Azcona Fernández,
se averió el primer avión en Tabasco; éste, de marca Waco, era de
Sarabia y tenía un motor menos potente que los de Aeronáutica del
Sur; por ello tenía problemas de despegue en la pista de Macuspana
que era muy corta para la potencia de ese avión. Por ese motivo
Sarabia buscó una pista más adecuada y más cerca de Sabanilla; ésta
fue en Rosarito en Tacotalpa, finca platanera que fuera propiedad de
don José Sobera, accionista también de la Casa Pizá. Surgió así la ruta
Sabanilla-Rosarito-Sabanilla. El campo aéreo de Rosarito llegó a tener
una gran importancia por su número de aviones y vuelos, con amplios
talleres, una pista cómoda y una importante población. Sarabia se
ahorraba cinco minutos de vuelo en esa ruta y le cobraba a Casa Pizá
tres centavos menos por kilogramo que Aeronáutica del Sur. Debido a
esas ventajas esta compañía cambió sus operaciones a Rosarito. Pronto
empezó a transportar también el prestigiado y bien cotizado tabaco
de Simojovel hacia Rosarito para su exportación a través del puerto de
Frontera.

11
RN, 23 de noviembre de 1951 y 14 de abril de 1956.
12
Azcona Fernández, M. A. op. cit, p. p. 27, 28, 33 y 34.
128 Tabasco a dos tiempos

Pronto Francisco Sarabia amplió sus actividades hacia Chiapas.


Debido a la selva, a su geografía montañosa y tener menos espacios de
ríos para la navegación fluvial, la comunicación aérea resultó ideal y de
mayor importancia para esa entidad. “Transportes Aéreo de Chiapas,
S. A.”, fundada por Sarabia, cubrió ampliamente esa necesidad. Esta
empresa comunicó con eficacia y rapidez a la capital de ese estado,
Tuxtla Gutiérrez, con los municipios de Palenque, Comitán de las
Flores, Sabanilla, Copainalá, Yajalón, San Cristóbal de las Casas,
Ococingo, Tapachula, Arriaga, Simojovel, Sabanilla, Motozintla, Salto
de Agua, Pichucalco y otros. Luego esa compañía estableció una ruta
larga Tapachula-Tuxtla Gutiérrez- Oaxaca-Ciudad de México.13
Por otra parte Aeronáutica del Sur de Hans Mattes, tenía una
deuda de $60, 000 que fue absorbida por un gringo, Garre Woodside
Peck, y otros socios. De esta manera esa empresa se convirtió en
Sociedad Anónima; ahora llevaría el nombre de Compañía Aeronáutica
del Sur, S. A. Esta empresa aprovechó el auge chiclero y amplió sus
actividades hacia las monterías chicleras de Tenosique, Campeche y
de la selva chiapaneca, continuó con el transporte del café y del tabaco
chiapaneco. En 1942 la empresa estableció en Tenosique una pista
aérea con el fin de sacar la producción de chicle de los numerosos
campamentos chicleros establecidos en ese municipio y en la selva de
Chiapas. La cantidad y calidad del chicle extraído de los campamentos
de Campeche y Quintana Roo, eran mayores y mejores que los de
la selva chiapaneca; de ahí que las bases aéreas de “Los Chenes” en
Campeche y la de Peto en Yucatán tuvieran mayor importancia. Ésta
última se utilizaba para sacar el chicle de Quintana Roo.
“Los campos chicleros del área de la base de Tenosique
fueron: Santa Clara, Buenos Aires, El Cedro, Agua Azul, Tecoja, El
Real, Dolores, Nuevo México, Yahocu, Finca, Kintala, que además era
una escuela agrícola de norteamericanos”.14 El auge chiclero en los
diversos campamentos establecidos en Tabasco, Campeche, Chiapas,
Yucatán y Quintana Roo no sólo fueron motor para constituir una
nueva modalidad en el transporte de carga por la vía aérea, sino
que contribuyeron además a la configuración de una amplia red de
transporte aéreo a lo largo y ancho de la selva y de la sierra de todo
el sureste. Como veremos luego, esta amplia red jugó un papel muy
importante y muy valioso en el apoyo a las brigadas de ingenieros,

13
Ibídem, p. p. 29 y 30.
14
Ibídem, p. 59.
Elías Balcázar Antonio 129

técnicos y obreros que, a través de la selva impenetrable e infernal,


avanzaban a duras penas en la construcción del Ferrocarril del Sureste.
Entre los pilotos que transportaron cargamentos de chicle
en Tenosique encontramos a: Ramón Celorio Valle, Mario Oropeza,
Manuel Gayosso Suárez, Luís Cross Barragán, Emilio de Villa-Ceballos,
Jorge González, Gilberto Valecillos, entre otros. Los empresarios
chicleros y también madereros que contrataban el servicio aéreo en
Tenosique fueron: Julián Celorio, Venancio Baeza, José Solórzano,
Plinio Valenzuela, Juan García Rodes, Antonio Vela de origen español
y Nicolás González.15 El Chicle en esa región fue algo así como la
fiebre del oro en el viejo Oeste de los Estados Unidos, acontecida
durante el siglo XIX. Su importancia económica fue tal y su impacto
en el transporte aéreo también, que los mismos contratistas chicleros y
madereros crearon su propia compañía aérea que se llamó Aerochiclera,
S. A. El capitán Carlos Fidias Sáenz Jurado quien aprendió a volar en la
escuela poblana “Cinco de Mayo” voló varios años para Aerochiclera
en Tenosique; luego voló para Comunicaciones Aéreas de Veracruz;
luego en Aerovías Latinoamericanas y, desaparecida ésta, llegó a ser
jefe de pilotos en la también desaparecida Compañía Tabasqueña de
Aviación.16
Los campamentos chicleros eran verdaderos infiernos para los
campesinos que ahí trabajaban por salarios de hambre. El paludismo, la
mosca chiclera, las numerosas nauyacas y otras serpientes venenosas,
así como el trabajo extenuante durante largas jornadas en condiciones
insalubres y con un calor infernal acabaron con muchas vidas que
quedaron atrapadas en la selva. Existían enganchadores o agentes de
enlace entre los propietarios de los campos chicleros y los trabajadores
contratados. Con engaños y promesas melosas enganchaban a los
incautos, quienes eran trasladados en avión con la oferta de buenos
salarios. Varios de estos enganchadores operaban en San Pedro y
en El Triunfo, Balancán; desde aquí los incautos eran llevados, en
algunos casos, a la central chiclera Chumpiche en Campeche que
era propiedad de Isidro Bonfil y Ciriaco Sosa. Desde ese lugar, línea
divisoria con Guatemala, los enganchados eran introducidos en este
país centroamericano para luego concentrarlos en los campamentos
de Pashban y Nacimiento. Los tabasqueños, enganchados y llevados
a Guatemala trabajaban por jornadas equivalentes a diez quintales

15
Ibídem, p. 60.
16
Ibídem, p. 73.
130 Tabasco a dos tiempos

por las que les pagaban 26 quetzales por quintal.17 En el mercado cada
quintal era vendido en $450 en promedio.18
Toda la riqueza chiclera era acaparada por empresas gringas
que obtenían del monopolio del chicle exorbitantes ganancias. En
Campeche en la temporada de 1946 a 1947 se exportó un total de 2,
800, 551 kilogramos de chicle. Las exportaciones fueron hechas de la
siguiente manera:

Empresas exportadoras de chicle. (1947)


CASA EXPORTADORA CANTIDAD EN KILOGRAMOS
Herman Weber, Co. 351, 405
T. A. Desmond, Co. 672, 332
Mexican Explotation, Co. 315, 855
Wrigley, Import, Co. 494, 872
Leaff Gum, Co. 121, 689
Chiclera Mexicana, S. A. 122, 140
Se consideró por mermas 2, 258
Total exportado 2, 080, 5511
Fuente: RN, 14 de agosto de 1947
La producción de chicle destinada al consumo nacional
durante ese mismo periodo fue de 343, 706 kilogramos. Esa cantidad
la consumían las siguientes empresas:
Producción de chicle para el mercado interno. (1947)
Fábricas Kilogramos
La Victoria, S. A. 327, 100
Veneciana 8, 260
Chicle Maya 970
Chicle Adams, S. A. 1, 992
La Fortuna 1, 000
Impulsora Agrícola Industrial, S. A. 4,384
Total para la industria nacional 343,7062
Fuente: RN, 14 de agosto de 1947

En esos años trabajaban en los campamentos chicleros de Campeche


un poco más de ocho mil trabajadores que vivían con sus respectivas
familias del corte del chicle. También en esos años la actividad chiclera

17
El Momento, 28 de septiembre de 1957.
18
RN, 15 de agosto de 1947.
Elías Balcázar Antonio 131

era la base medular de la economía de ese estado, así como la principal


fuente de ingresos del gobierno de esa entidad.19
Volviendo a nuestra historia de la aviación en Tabasco y en
toda la región Sureste, nos encontramos que para 1945 la Compañía
Aeronáutica del Sur, S. A. desapareció. En ese año William Truman
Churchill Morgan, americano emparentado con el que fuera Primer
Ministro inglés Winston Churchill, apareció en el escenario. Por
un lado Morgan, como le decían, adquirió la empresa veracruzana
“Comunicaciones Aéreas de Veracruz, S. A”. y la concesión de sus
rutas. Al comprar también a la compañía “Aeronáutica del Sur, S. A.”
fusionó a las dos con el nombre de la primera: “Comunicaciones Aéreas
de Veracruz, S. A.”. En esa fusión, “Aeronáutica del Sur, S. A.” aportó
los siguientes aviones: Stinson XA-BIV para seis plazas; Verville XA-
BLX para cinco plazas; Trosh XA-CIV para seis plazas; Interstate Cadet
XA-ALZ para dos plazas; Rovin XA-CAE para tres plazas; Travelair
XA-BJD y Travelair XA-BLL para seis plazas cada uno; dos aviones
Focker de cinco plazas cada uno y un Coning- Hall XA-COM de seis
plazas.20
La otra empresa aérea fusionada aportó tres aviones Pilgrim
para nueve pasajeros cada uno. Ya con su nueva empresa, Morgan
compró además dos aviones, bimotores grandes, con motores de
ochocientos caballos de fuerza cada uno, marca Hornet; además
del piloto y el copiloto estos aviones eran de 18 plazas y hacían sus
vuelos de Villahermosa a la ciudad de México. Salían a las siete de
la mañana de esta ciudad y llegaban a Villahermosa a las tres de la
tarde. Esta nueva empresa adquirió después el Douglas DC-4 con su
nueva matrícula XA-FOZ y cubría una ruta México-Jalapa-Córdoba-
San Andrés Tuxtla-Coatzacoalcos-Villahermosa.21 Y en su afán de
ampliar sus vuelos hacia Centro y Sudamérica, Morgan compró nuevos
aviones y ahí nació “Aerovías Latinoamericanas, S. A.”. Esta empresa
duró poco, sucumbió ante las presiones y chantajes de Elías Sesma.
Esta persona era inspector del Departamento de Aeronáutica Civil de
la Secretaría de Comunicaciones y estaba asignada en el sureste con
ese fin. Sin embargo, su jefe, el general Javier González Gómez, le
dio instrucciones de pedir fuertes “mordidas” a esa compañía; $500
mensuales por avión. Cantidad que Aerovías Latinoamericanas no

19
RN, 19 y 21 de agosto de 1947.
20
Azcona Fernández, M. A. op. Cit. P. p. 70 y 72.
21
Ibídem, p. p. 72 y 75.
132 Tabasco a dos tiempos

pudo pagar. El capitán Jorge Mason, quien fuera jefe de pilotos de esa
empresa declaró luego que ese general González Gómez le confesó
año realizóque lossu intención era “acabar con Aerovías Latinoamericanas”.22 No
trabajos de ampliación y mejoramiento de la pista la So
obstante, otras fuentes nos dan indicios que desde 1947 el servicio que
ontrato que brindaba esa aerolínea
la Secretaría deeraComunicaciones
pésimo y las condiciones de sus Públicas
y Obras aviones firmó co
eran malas; argumentaban como pruebas, la cantidad de accidentes
. La pista ampliada alcanzó
suscitados y los una
“centenares longitud
de muertos”. 23
Es de milquedoscientos
posible éstas hayan cuarenta
sido las verdaderas causas de que a esa empresa se le cancelara la
concesión en 1949 para seguir operando.
zo y 29 de octubre deAl1948. RN, 19 y 25
desintegrarse en de febrero
1949 estadeempresa,
1949. las concesiones
lo, 26 de julio originales
de 1956. también se dividieron. Surgió de esa fractura la “Compañía
108 toda una época en el transporte
Tabasqueña de Aviación” que llenaría
aéreo de Tabasco y con algunas partes de Chiapas. En ese mismo
año brindaba sus servicios también la empresa “Servicios Aéreos de
Chiapas. Buere y Ortega” con aviones bimotores. El servicio era de
carga, paquetería y pasaje. Los lunes, miércoles y viernes cubría la ruta
Villahermosa-Comalcalco-Coatzacoalcos; los martes, jueves y sábados
brindaba sus servicios en la ruta Villahermosa-Macuspana-Salto de
Agua-Yajalón. Su agente en la ciudad de Villahermosa era Francisco
Soberón Tuero y sus oficinas se encontraban en la calle Juárez número
nueve.24 En 1951 otra compañía, “Aerotransportes, S. A.”, con aviones
DC-3 para veintiún pasajeros realizaba vuelos de Villahermosa a
México con escala en Coatzacoalcos. Estos vuelos eran los martes,
jueves y sábados y el precio del boleto era de $162.25

22
Ibídem, p. 81.
23
RN, 1 de abril de 1947.
24
El HG, 5 de marzo y 29 de octubre de 1948. RN, 19 y 25 de febrero de 1949.
25
La Voz del Pueblo, 26 de julio de 1956.
Elías Balcázar Antonio 133

En 1949 en que se desintegró “Aerovías Latinoamericanas”, se


trabajaba en la ampliación del aeropuerto de la Compañía Mexicana de
Aviación que, como ya dijimos, la pista estaba ubicada en Villahermosa
en lo que hoy es parte de Tabasco 2000: desde unos terrenos que eran
de Agapito Domínguez Canabal hasta donde se encuentra el tanque
elevado cerca del monumento la “Chichona”. Como parte de esos
trabajos de ampliación, el gobernador Francisco J. Santamaría firmó las
escrituras de compra-venta de otros terrenos aledaños que pertenecían
a Ramón Neme Castillo, Nelson Oropeza Évoli y Gonzalo Ruiz Marín.
La firma de esa escritura se llevó a cabo el viernes 18 de febrero de
1949. El gobernador cedió esos terrenos a la Compañía Mexicana de
Aviación y para ello se firmó la escritura pública número 26, el jueves
24 de febrero a las doce horas en la notaría número 8 del licenciado
ociedad Lavalle-
Demófilo Pedrero; en ella el Gobierno del Estado donaba 43, 805 metros
cuadrados a esa compañía aérea.
on esa sociedadDurante ese año realizó los trabajos de ampliación y
mejoramiento de la pista la Sociedad Lavalle-Urbina con un contrato
ta metros yqueuna
la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas firmó con esa
sociedad de Juan Lavalle. La pista ampliada alcanzó una longitud de
mil doscientos cuarenta metros y una anchura de cincuenta. Según un
reportaje del Rumbo Nuevo del 21 de mayo de 1949, la carpeta era de
petróleo de cinco centímetros de espesor. Sin embargo, Juan Antonio
Ramos en un artículo publicado también en Rumbo Nuevo pero de 1950,
señalaba que la pista fue asfaltada en cuatro etapas: una primera capa
gruesa de grava; la segunda capa de petróleo, otra tercera de granzón
y una ultima de asfalto. Nos dice que por esa razón la pista era muy
sólida y podía soportar el peso de tetramotores de 30 toneladas.26
Como afirmamos páginas atrás, en cada municipio había una
pista de aterrizaje o campo de aviación como era costumbre nombrarle
en Tabasco. El de Jalpa de Méndez era compartido con Nacajuca, dada
la estrecha cercanía de estos dos municipios. También recordemos que
en varios poblados existian estas pistas de aterrizaje; durante los años de
Garrido llegaron a haber 58 pistas. Durante la década de los cincuenta
del siglo pasado y en que la actividad aérea local prácticamente quedó
en manos de la Compañía Tabasqueña de Aviación, los vuelos eran
realizados sólo con pequeñas avionetas, para dos o cinco pasajeros,
carga muy ligera, correo y paquetería.

26
RN, 21 de mayo de 1949 y 26 de mayo de 1950.
134 Tabasco a dos tiempos

Un campo aéreo que vale la pena destacar por su importancia y


amplitud, fue el que se remodeló, amplió y acondicionó en Comalcalco
en 1953 para que pudieran aterrizar y despegar aviones grandes. Se
reinauguró el miércoles 20 de mayo de ese año; ese día despegó el
primer avión carguero de Mexicana de Aviación con tres toneladas de
cacao. El poderoso Douglas DC-3 con matrícula XA-JID aterrizó a las
doce horas llevando carga para el comercio local de Comalcalco; su
piloto era el Capitán Oscar Alarcón y su copiloto el señor Bonilla. La
pista tenía una longitud de 900 metros y 24 de ancho y fue revestida
con mil quinientas camionadas de material de terracería, debidamente
configuradas.
Al acto inaugural asistieron don Carlos Echeverría Valenzuela,
presidente municipal de Comalcalco y dueño de la finca cacaotera
“El Carmelo”, la finca de cacao más importante de Tabasco y quizá
de toda la región Sureste. “El Carmelo”, ubicada en Cunduacán,
fue una de las tantas e inmensas propiedades que tuvo en Tabasco
don Polo Valenzuela durante los años del Porfiriato. Por herencia
le quedó a la familia. Ello derivado del matrimonio de una hija del
revolucionario Carlos Green, doña Carmela Green, y un hijo de don
Polo, si la información y la memoria no nos fallan. Otra de las personas
que asistieron al evento fue Francisco Osorio, quien era Agente de la
Compañía Mexicana de Aviación; el Coronel Gustavo Gordillo, Jefe
de la XXX Zona Militar; el doctor Adán Martínez de Escobar; Capitán
Gustavo Ferrer; Coronel Porfirio Ontiveros, jefe del Servicio Militar.
Como madrinas asistieron las señoritas Clarita Echeverría, hija de don
Carlos, y Alicia Lützow. Otras damas asistentes fueron las señoras
Adela Díaz de Echeverría, Dora Díaz de Hübner, Nely L. de Dagdug,
Esther Díaz Vda. de Lützow, Reyna de Ontiveros, entre otras. El
discurso oficial estuvo a cargo de Vicente Pulido.
Ese día el poderoso Douglas DC-3 despegó de la flamante pista
de Comalcalco con 41 sacos de cacao, casi 3 toneladas, provenientes de
la Cooperativa de Río Seco, del municipio de Cunduacán.27 En aquellos
años el cacao era oro molido, un grano muy cotizado en el mercado
nacional y mundial; este grano era símbolo y sinónimo de prosperidad
y riqueza en la región. En aquellos años y hasta mediados de la
década de los setenta Río Seco era un verdadero hervidero de gente
y de dinero en los meses de cosecha y entrega de cacao y, sobre todo,
cuando pagaban la utilidad y el remanente correspondiente. Aquello

27
RN, 12 de marzo, 21 de mayo, 19 de junio y La VT, 22 de mayo de 1953.
Elías Balcázar Antonio 135

ya no existe “gracias” al neoliberalismo económico empobrecedor de


la agricultura y que hoy padecemos.
Los últimos días de la aviación local, dentro de Tabasco y en
la región, los cubrió la Compañía Tabasqueña de Aviación, S. A. De la
desintegrada Compañía Aerolíneas Latinoamericana, S. A. surgieron
varias empresas aéreas menores; una de ellas fue la “Tabasqueña”.
Don Benito Sastré se encargó de los arreglos de la compra con William
Winston Churchill. La empresa Compañía Tabasqueña de Aviación,
S. A. logró sobrevivir 25 años gracias al empuje y empeño de don
Francisco Sumohano Heredia, así como a sus otros accionistas don
Antonio Gular León, don Francisco Soberón y Felipe Casanova. Fue el
presidente del Consejo don Francisco Sumohano y don Benito Sastré,
el Comisario.
La cuadrilla de aviones estaba integrada por un avión Avro-
Hanson-4, para diez pasajeros, con piloto y copiloto; dos aviones
Travelair de cinco plazas y el piloto, con matrículas XA-BLM y XA-
BLL; un avión Bellanca XA-GAR de cinco plazas y el piloto; un Curtis
Trouch, XA-CIB para cinco pasajeros y el piloto; dos aviones Stinson
de tres plazas y el piloto; un Piper Cub con matrícula XA-GOD para
dos pasajeros y el piloto y una avioneta Luzco para tres pasajeros y el
piloto. Más tarde “la Tabasqueña” adquirió tres aviones Bellanca, estos
se los compró a la cooperativa chiclera, que operaba en los “Chenes”,
en Campeche. También sus dueños compraron tres aviones Cessna
usados y como desecho de la segunda guerra mundial; éstos eran para
cinco pasajeros o para 500 kilos de carga.
Los pilotos que volaron en esa aerolínea fueron: Carlos Fidias
Sáenz Jurado, Fernando Goñi, Francisco Castro, Gilberto Reyes,
Fernando Gonzalo de Anda, Jorge Morales, Miguel Domínguez
Castellanos, Francisco Jiménez Rodríguez, Rosemberg Maza. Luego se
fueron contratando pilotos como René Azcona Fuentes y Bartolo Baeza
Vidal, entre otros.28
La Compañía Tabasqueña de Aviación tenía sus oficinas en
Villahermosa en la calle 5 de mayo número 34. Los números telefónicos
eran el 10-55 en sus oficinas y el 12-18 en el aeropuerto. Había dos
vuelos diarios a Paraíso: 8:00 horas y a las 12:00 horas; a Comalcalco
tres vuelos diarios: a las 8:00, 12:00 y 16:30 horas; había otro servicio
diario de Villahermosa a Comalcalco pero con destino a Coatzacoalcos.
A Emiliano Zapata, Balancán y Tenosique se realizaba un vuelo diario

28
Azcona, Fernández, M. A. , p. p. 87, 88 y 89.
alían a las once de la mañana de Villahermosa.
e historia de la aviación tabasqueña y regional, iniciada en 1931, así como fueron de
y de gran impacto en la región, también fueron efímeros. Fueron años interesantes
en anécdotas; 136 Tabasco
un tiempo, una aépoca
dos tiempos
que, igual como sucedió con la vida fluvial y
ncia del Ferrocarril del Sureste, de las carreteras y el eterno devenir de la historia
acable acabaron con ella.

que partía de Villahermosa a las 11:00 horas. A Frontera se hacían dos


31 RN, 20 de enero, 6 y 12 de febrero, 2 de marzo, 9 de agosto, 2 de septiembre y 15 de octubre de 1956.
vuelos diarios: a las 8:00 y a las 13:00 horas. Para Tuxtla111Gutiérrez se
hacía un vuelo, los lunes, miércoles y viernes que salía a las nueve de la
mañana y duraba 50 minutos; el boleto tenía un precio de $76 en 1956.
A Ostuacán, Chiapas a donde principalmente se brindaba servicio de
carga, los vuelos eran martes, jueves y sábado y salían a las once de la
mañana de Villahermosa.29
Estos 25 años de historia de la aviación tabasqueña y
regional, iniciada en 1931, así como fueron de gran trascendencia y
de gran impacto en la región, también fueron efímeros. Fueron años
12 de febrero, 2 de marzo, 9 de agosto, 2 de septiembre y 15 de octubre de 1956.
interesantes111 y ricos en historia y en anécdotas; un tiempo, una época
que, igual como sucedió con la vida fluvial y marítima, la presencia
del Ferrocarril del Sureste, de las carreteras y el eterno devenir de la
historia con su tiempo implacable acabaron con ella.

RN, 20 de enero, 6 y 12 de febrero, 2 de marzo, 9 de agosto, 2 de septiembre y 15 de octubre de


29

1956.
se construyó de un to
acán. 14
Ferrocarril del Sureste

CAPÍTULO V
Impacto económico y social
Manuel Antonio Romero Zurita, Gastón Lafarga, nos narra los años
aquellos del siglo XIX cuando los estudiantes de profesiones liberales,
los picapleitos y los políticos buscaban asomarse a los altos miradores
de la altiplanicie mexicana, a la Ciudad de México, para triunfar. Para
llegar a la Meca de nuestro país aquellos tabasqueños tuvieron que
hacer viajes a caballo que duraban de tres a cuatro meses. Lo mismo se
veía obligada a hacer aquella gente ansiosa de figurar por sus holgados
bienes o aquellos curiosos que buscaban conocer el mundo; montar a
caballo desde Tabasco, a través de la selva, los ríos y pantanos, cruzar la
montaña hasta llegar a la ciudad de los palacios. Otra opción, peligrosa
además, era embarcarse en ligeros navíos que cabalgaban sobre las olas
del mar con frecuencia tempestuosas y con amenaza de muerte.1
Ante esos inconvenientes, nunca faltaron ideas y proyectos para
construir caminos de hierro, ideas y proyectos que datan desde fines del
siglo XIX y principios del XX. Fueron afanes que pensaron en construir
ferrocarriles dentro de Tabasco o en líneas férreas que lo comunicaran
con el centro del país. No faltaron empresas que buscaron unir a toda
la Chontalpa con la ciudad de Villahermosa, como lo fue el truncado
proyecto del Ferrocarril Central Tabasqueño, que no sobrevivió a la
profunda crisis económica de 1907 y a los difíciles años de la revolución;
el trazo proyectado se iniciaba en San Juan Bautista con dirección a
Tierra Colorada hacia Nacajuca, Jalpa y Comalcalco con un ramal a
Cunduacán, vía Amatitán hasta llegar a lo que fuera el ingenio azucarero
La Trinidad y que fuera propiedad de don Polo Valenzuela.2 Del
inconcluso proyecto apenas se construyeron nueve kilómetros de línea
férrea que casi alcanzaron a llegar hasta Saloya; Abandonados, durante
años permanecieron expuestos al tiempo y al clima la locomotora y los
pequeños vagones, así como los rieles tendidos. Esa obra inconclusa
quedó como lugar de paseo, donde los habitantes de Villahermosa en
1907 llegaban a hacer su día de campo los domingos.3

1
RN, 26 de mayo de 1956
2
Ver revista El Progreso, editada desde 1904 a 1914 y ver los Periódicos Oficiales de 1899 a 1907.
3
Ver El Progreso, 18 de marzo de 1906; El Eco de Tabasco, 1908 y RN, 26 de mayo de 1950.
140 Tabasco a dos tiempos

Otro intento frustrado fue el que se realizó con la Compañía


del Ferrocarril Río Seco, S. A. a partir de un contrato otorgado el 24 de
abril de 1901 al Ingeniero Pedro A. González y al licenciado Joaquín
Baranda Mc Gregor. Otorgaron luego sus derechos a Benjamín Barrios,
apoderado legal de don Polo Valenzuela, el tabasqueño más rico en
aquellos años. La línea de ese proyectado ferrocarril pensó hacerse
desde Cárdenas hasta el Bellote y Chiltepec, pasando por Río Seco, las
villas de Comalcalco y Paraíso. Las relaciones entre los accionistas de
Nueva York y don Polo, no prosperaron y todo terminó en un pleito
legal entre este rico tabasqueño y el ingeniero Pedro A. González. El
único avance logrado en ese frustrado proyecto fue con dinero propio de
don Policarpo, de don Trinidad de la Fuente y de don Manuel Briceño.
Se levantaron tres kilómetros de terraplén, se pagaron mil durmientes y
en eso quedó todo. Esta historia la narro de manera más amplia en mi
libro Tabasco en Sepia.
Anterior a estos proyectos hubo otro contrato del 31 de agosto
de 1881; en él se estableció el compromiso de construir las vías férreas
para unir San Juan Bautista con Minatitlán o, de ser necesario, con el
puerto y ciudad de Coatzacoalcos. Este contrato lo firmó el general
Carlos Pacheco. Ssecretario de Fomento y representante del presidente
de la República, Manuel González; y por el Estado de Tabasco firmó ese
documento el gobernador Simón Sarlat y don José Francisco Maldonado.
Una de la causas, entre otras, por las que abortó la realización de esa
obra fue la falta de apoyos presupuestales del Gobierno federal y la
incapacidad técnica de poder llevar a cabo, a través de la selva y el
pantano, una obra que se antojaba humanamente imposible de realizar,
y más en aquellos tiempos.4 Planos de esos se hicieron a montones.
Sueños, proyectos y utopías surgieron en iguales magnitudes. Fueron
José Tamborel, el sabio matemático, el ingeniero Pedro A. González y
el ingeniero Joaquín Pedrero Córdova quienes plasmaron esos sueños
en papel. Don Alberto Correa abundó en ellos. Cómo dijimos, todo
quedó en intentos frustrados, en proyectos inconclusos, no terminados.
La crisis económica de 1907 y luego la Revolución acabaron con estos
sueños, con esta utopía.
La construcción de un ferrocarril en Tabasco y en la región sureste
sólo empezó a ser una realidad a partir de 1935. En ese año se iniciaron
los trabajos del Ferrocarril del Sureste y en esa obra fue determinante la
decisión y voluntad del gobierno del general Lázaro Cárdenas. A partir

4
RN, 21 de enero de 1952.
Elías Balcázar Antonio 141

de esa decisión presidencial los trabajos para construir ese ferrocarril, por
encima de grandes escollos, casi humanamente imposibles, se iniciaron
y continuaron hasta que Tabasco y el sureste quedaron comunicados
por tren con el resto del país.
Los primeros estudios sobre esa línea se iniciaron allá por
el año de 1905; el ingeniero Pedro A. González realizó los primeros
reconocimientos y algunos planos.5 Pero fue el ingeniero Israel
Castillo quien por último se encargó de definir la línea y la ruta. Con
apoyo de la aviación, que empezaba a cobrar fuerza en esos años, se
hicieron numerosos vuelos de reconocimiento, pero la espesa selva,
impenetrable e indomable, ocultaba a pilotos e ingenieros los detalles
topográficos, geológicos e hidrográficos. En tierra los problemas del
trazo fueron ocasionados por la nula visibilidad debido a lo tupido
de la gran selva tropical que no permitía ver más allá de 2 metros,
ello nos recuerda la expresión de Hernán Cortés debida a la imagen
que le dio la inmensa y exuberante selva del sureste. Las brigadas
de localización fueron necesarias, así como los innumerables vuelos
de reconocimiento para precisar el trazo de la línea del tan esperado
ferrocarril. Largas y agobiantes jornadas, a pie y caballo a través de
la selva y el pantano, diezmaron vidas humanas; sufridas brigadas
penetraron la selva agreste y hostil, plagada de alimañas y mosquitos
transmisores del paludismo, serpientes venenosas y fieras carnívoras
como el puma, el jaguar y el cocodrilo, entonces abundantes; brigadas
que no encontraban parajes en medio de la selva impenetrable para
establecer sus campamentos. El costo de estos trabajos de localización
ascendió a $4, 400, 000. Por indemnización de fincas afectadas se
pagaron $93, 000, 000. El costo de los terraplenes ascendió a $78, 220.
Es más fácil hablar de números, de dineros, de presupuestos y
cantidades, cuando se trata de obras hechas por el hombre. Es difícil,
impensable, imaginar los sacrificios, las muertes y la lucha titánica,
casi imposible, que realizó el hombre en los trabajos para construir
el Ferrocarril del Sureste. Verdaderas “batallas de localización” se
libraron para trazar la línea más firme, corta e idónea, del Ferrocarril
del Sureste.6
La primera ruta que se trazó partía de Sarabia y no de
Coatzacoalcos; ese trazo fue Sarabia- Cerro Pelón- Paso Dolores-
Pichucalco- Campeche. Pero el proyectado punto de Sarabia presentaba

5
RN, 12 de junio de 1951.
6
SCOP, Ferrocarril del Sureste, 1950, p. p. 33, 34, 35y 36. RN, 12 de junio de 1951.
142 Tabasco a dos tiempos

el inconveniente de que iba a exigir la construcción de más puentes


debido a que por esa zona atraviesan numerosas corrientes de ríos
secundarias; por eso se cambió el trazo de la ruta hacia Coatzacoalcos.
Ahí la estación sería Allende, del otro lado del río, enfrente del puerto.
Además este puerto de Coatzacoalcos presentaba una salida más
adecuada para los productos del sureste. El problema que enfrentó
esta ruta fue la necesidad de construir un largo puente sobre el río
Coatzacoalcos; en esos días el servicio para cruzar los carros del
ferrocarril y demás equipo se hacía en un ferry. En la década de los
sesentas del siglo XX se construyó el primer puente que pasa a un lado
de Nanchital pero que exigía la entrada a la ciudad de Coatzacoalcos.
Luego, a fines la década de los setentas se construyó el majestuoso
puente, Antonio Dovalí Jaime, con un libramiento que permite una
comunicación más rápida y directa entre el Sureste con el resto del
país.
Por decreto presidencial del 29 de diciembre de 1934 se creó la
empresa Líneas Férreas de México, S. A. de C. V., que durante 1935
continuó los trabajos iniciados por Empresa de los Nacionales. Pero
el 7 de abril de 1936 y por acuerdo del presidente Lázaro Cárdenas la
construcción del Ferrocarril del Sureste quedó a cargo de la Secretaría
de Comunicaciones y Obras Públicas, a través del Departamento de
Ferrocarriles y Vías Terrestres. El 7 de septiembre se creó la Dirección
General de Construcción de Ferrocarriles de esa misma Secretaría
(SCOP) que se encargó definitivamente de todas las obras de
construcción de ferrocarriles. Todas las obras de terracerías, drenaje,
alcantarillado y edificios se hicieron por contrato; las de tendido de
vías y puentes importantes se realizaron por administración.
Los obstáculos propios del clima tropical, el calor insoportable,
las copiosas lluvias, el pantano, el terreno fangoso, los innumerables
ríos, arroyos y lagunas, así como la exuberante e intrincada vegetación
de la selva impenetrable hicieron muy difícil el trabajo y el avance de
las brigadas y de las obras. Las nubes de mosquitos, entre ellos los
trasmisores del paludismo, así como las mordeduras de víboras como
la nauyaca, el coralillo y la víbora de cascabel provocaron numerosas
bajas humanas.
A los obstáculos anteriores agreguemos la poca eficiencia de los
trabajadores de la región, no acostumbrados a ese tipo de trabajos; por
otro lado la resistencia de los propietarios de terrenos que se negaban
a ser afectados con motivo de la obra generó contratiempos. A veces se
antojaba imposible introducir hasta la selva todo el numeroso equipo
Elías Balcázar Antonio 143

pesado como dragas, tractores, palas mecánicas, plantas eléctricas,


compresoras y arados mecánicos. Otro problema presentado fue el
alijo o trasbordo de ese equipo pesado, que de manera obligada se tenía
que realizar en alta mar. Desde los trasatlánticos hasta los chalanes o
barcos de menor calado, el trabajo de descarga tenía que hacerse en
alta mar debido al azolve y al poco calado de las barra y de los ríos.
Estas maniobras eran muy complicadas y no dejaban de representar
un peligro para la vida de esos trabajadores. Para enfrentar muchos
de estos problemas se contó con el apoyo de varios regimientos de
infantería del Ejército Nacional.
“Como en cualquier línea de ataque, nos dice un documento de
la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), atrás de los
frentes de construcción se movía un complicado enjambre tendiente a
tener alimentada la obra de los elementos indispensables: maquinaria
herramientas, refacciones, pólvora, dinamita, aceites de lubricación,
combustibles, todos ellos usados en forma pródiga. Ese enjambre
abastecía a los campamentos de víveres, mercancías, ropas, medicinas
y aún agua potable. Esta necesidad elemental fue sin embargo uno de
los aspectos más difíciles de resolver y de los que más preocuparon
y tuvieron ocupados a los directivos, ya que en muchas ocasiones
la acción de ellos tenía que orientarse hacia el extranjero en busca
de refacciones y partes mecánicas, para sustituir las que el intenso
desgaste del equipo requería”.7

Desde un principio los aviones jugaron un papel muy importante


e invaluable en la construcción del Ferrocarril del Sureste, se utilizaron
desde que se tuvieron que hacer los reconocimientos preliminares
para trazar la ruta; se siguieron usando en las siguientes etapas de
la construcción como fue en el apoyo para abastecer a los frentes de
construcción de todo el material mencionado arriba, así como de las
refacciones requeridas con urgencia para la maquinaria descompuesta
que de no arreglarse con rapidez hubiera permanecido más tiempo
ociosa; los aviones también brindaron protección al personal no sólo
al surtirlo de víveres y medicinas urgentes, sino transportando a los
accidentados o enfermos de gravedad para su pronta atención médica
en la Ciudad de México. Aunque el transporte a caballo fue de mucha
utilidad, éste se usó para resolver problemas locales.

7
SCOP, Op. Cit., P. P. 55 y 57.
144 Tabasco a dos tiempos

En Coatzacoalcos y a través de Ferrocarriles Nacionales, se


adquirió un terreno amplio para instalar el campo aéreo provisional;
en Campeche se aprovechó el de Mexicana de Aviación. Se
construyeron o acondicionaron otras pistas en diversos puntos de la
ruta y se aprovecharon los que ya existían de las compañías chicleras
del Sureste. Las pistas construidas en diversos puntos de la línea en
Tabasco, Chiapas y Campeche fueron: San José del Carmen, kilómetro
59; Francisco Rueda, kilómetro 81; Aserradero SCOP, kilómetro 113;
Zanapa, 120; Chicago, 144; La Crimea, 159; Casa Blanca, 172; Pichucalco,
kilómetro 194; Teapa, kilómetro 213; Tacotalpa, 230; El Carmen, 258;
Salto de Agua, 290; Palenque, 336; Tenosique, 404; El Tiradero, 452 y
Escárcega, kilómetro 568.8
En relación a los apoyos brindados a los trabajos de construcción
del Ferrocarril del Sureste por la vía marítima y fluvial, éstos contaron
con una flota compuesta con once chalanes de carga con una capacidad
de 35 toneladas y diez con un capacidad para 40 toneladas; cuatro
chalanes con motor, tres de carga y uno de pasajeros; de los tres de
carga, dos de ellos tenían una capacidad de 50 toneladas y otro para
180 toneladas. Un chalán tanque de acero para 200 toneladas; cuatro
remolcadores diesel, dos de ellos con una capacidad de desplazamiento
de 45 toneladas y otros dos con capacidad de desplazamiento para
200 y 300 toneladas; este último era de alta mar con un motor de 240
caballos de fuerza y una velocidad de 12 nudos. Esta flota tenía además
un crucero motor de alta mar para 15 pasajeros y una capacidad para
tres toneladas de carga, equipado con dos motores de gasolina para
una velocidad de 9 nudos; 4 lanchas-motor para 30 pasajeros y una
velocidad de 15 nudos; dos lanchas-remolcador para 12 pasajeros, para
una carga Express de 4 toneladas y con una velocidad de 10 nudos. Dos
lanchas rápidas para 16 pasajeros con un motor cada una de 60 y 100
caballos de fuerza; una lancha rápida de madera con un motor de 20
caballos de fuerza y un velocidad de 12 nudos; una lancha automóvil,

8
Ibídem, p. p. 57 y 58.
Elías Balcázar Antonio 145

tipo túnel, para pasaje, y remolque para 140 toneladas, con casco de
madera.9
Toda esta flota tuvo su base en Ciudad del Carmen, Campeche,
pero las embarcaciones se distribuyeron en puntos estratégicos
para brindar el apoyo a las brigadas de localización, así como a los
frentes de construcción. Esta flota fue fundamental en la construcción
de los puentes definitivos ya que en sus chalanes se transportaron
piloteadoras, grúas para construir los puentes de los ríos Tancochapa,
Mezcalapa, Tulijá y Usumacinta; por Villahermosa, vía marítima y
fluvial, se introdujeron las alcantarillas metálicas.
Esta flota estaba compuesta además por dos Ferry: un
Ferry-chalán de acero con 10 metros de manga y 75 de eslora; dos
compartimientos estancos y dos vías sobre cubierta para 10 vagones de
ferrocarril. El otro era el Ferry-Boat, “Michoacán”, llamado así en honor
a los orígenes del presidente Lázaro Cárdenas; tenía una capacidad de
734 toneladas netas y 1097 brutas. Además con dos máquinas de vapor
de 250 caballos de fuerza cada una y equipado con dos vías, este Ferry
tenía una capacidad para 12 vagones. Este Ferry prestó sus servicios
en el paso de Coatzacoalcos a Allende y sirvió como puente del
ferrocarril en ese río. El miércoles 6 de noviembre de 1946 el presidente
Manuel Ávila Camacho cruzó en ese Ferry con el tren presidencial el
Olivo; en el tren presidencial llegó hasta el kilómetro 144 a orillas del
río Mezcalapa donde se construía el puente más largo de todos los
puentes de la ruta. Ahí trasbordó y en un tren aerodinámico ligero
y veloz llamado autovías llegó a Teapa; ahí también trasbordó, y en
motores de vía llegó a Tacotalpa con el fin de inaugurar el tramo del
Ferrocarril hasta ese punto, el jueves 7 de noviembre de ese año.
Aprovechando el viaje, Ávila Camacho vino a Villahermosa y,
entre otros recorridos, visitó la biblioteca José Martí el viernes 8 de
noviembre. Como veremos el Ferrocarril del Sureste fue funcionando
y se fue inaugurando por tramos, conforme avanzaba la obra. En el
Ferry Michoacán se transportaron a través del río Coatzacoalcos, por
Allende, las 20 mil toneladas de riel que se utilizarón en toda la obra;
también todo el cemento y el fierro de refuerzo para las alcantarillas,
así como las estructuras para los puentes definitivos. Este ferry que
originalmente tuvo el nombre de Ulster fue comprado en los Estados
Unidos por el Gobierno federal en 23, 000 dólares. Al transportarse a

9
Ibídem, p. p. 60, 61, 62 y 63.
146 Tabasco a dos tiempos

Coatzacoalcos tuvo que ser reparado a fondo por el personal calificado


de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP).10
Introducir hacia el interior de la selva toda la maquinaria y el
equipo pesado no fue fácil; menos en época de lluvia. Y era precisamente
esta región, paso obligado para la ruta del ferrocarril del Sureste, la de
mayor precipitación pluvial no sólo del país sino de todo el continente
americano; sólo superada por una zona de la India llamada Cherrapunji
con una altura media anual de lluvia de 10.8 metros. La altura media
anual en la zona de la ruta trazada para el ferrocarril del Sureste era
la siguiente: de 2 a 3 metros de Coatzacoalcos a Zanapa (Km. 120); de
ese Km. 120 a Teapa (Km.210), de 3 a 4 metros; del Km. 210 a Palenque
(Km. 335), de 4 a 5 metros; del Km. 335 a Chacamax (Km. 370), de 3 a 4
metros; del Km. 370 a Candelaria (Km. 510) de 2 a 3 metros y del Km.
510 a Campeche (Km. 738) de 1 a 2 metros.
La abundancia de agua, los derrumbes, los deslaves, la
filtración, los encharcamientos, aunados a las partes bajas y pantanosas
generaron serios problemas de inestabilidad en el terreno. Maquinaria
que se resbalaba y enterraba en el lodo, en el terreno pantanoso y en
época de lluvias abundantes, quedaba atrapada e inutilizada y había
que esperar hasta la temporada de seca para sacarla.
Para introducir toda esta maquinaria pesada a través de la
selva y del terreno tan sinuoso e inestable, se construyeron caminos de
acceso hacia la línea trazada para la vía del ferrocarril. Estos caminos
eran transitables en la temporada de seca, meses aprovechados por los
camiones para hacer su trabajo de acarreo; pero en los días de lluvias
se utilizaron “marimbas” o “camas” de troncos de árboles para poder
realizar las maniobras de transporte de la maquinaria pesada.11
Otro problema que tuvieron que enfrenar los directivos e
ingenieros encargados de la obra del ferrocarril fue la escasez de
materiales de construcción durante los años de la Segunda Guerra
Mundial. De 1939 a 1945 fue casi imposible adquirir sobre todo el
material para construir los puentes definitivos. Durante esos años
se habilitaron puentes provisionales para poder avanzar en la
construcción de la línea férrea. Además había material que en otros
países se usó con éxito pero no en esta región, debido al clima; fue
el caso de la tubería galvanizada para las alcantarillas. Se tenía la
experiencia de que este tipo de alcantarilla se había utilizado en la
carretera costera que va de Los Ángeles a San Francisco; a los cuatro

10
Ibídem, p. p. 63, 64 y 146; RN, 8 y 9 de noviembre de 1946.
11
Ibídem, p. p. 66 y 73.
Elías Balcázar Antonio 147

años estaba en buen estado de conservación a pesar de que algunas


partes de esa carretera se encontraban en contacto con el agua del mar.
Esa tubería no tuvo la misma suerte con el clima del sureste; a los dos
años de uso el galvanizado se había perdido y la tubería empezaba a
oxidarse. Para superar ese obstáculo se sustituyó la tubería metálica
por tubería de concreto armado con la que se logró mayor duración;
para construir esa alcantarillas se establecieron dos fábricas: una en
Tenosique en 1944 en la margen derecha del río Usumacinta; la otra a
orillas del río Tacotalpa a fines de 1947.12
Sin duda, la magna obra que fue el Ferrocarril del Sureste
significó un triunfo de la ingeniería nacional y del Gobierno mexicano;
tanto el estudio como la construcción del ferrocarril fueron realizados
por ingenieros, técnicos y obreros mexicanos. Se necesitaron tres
sexenios para llevar a cabo los sueños de Tamborel y de Pedro A.
González de quien, el puente ubicado sobre el río de Tacotalpa lleva
su nombre. Lástima que todo haya quedado en el abandono y en el
olvido.
Con un total de 738 kilómetros y 28 puentes los trabajos del
Ferrocarril del Sureste se concluyeron en 1950. Las “puntas” de las
líneas se unieron por fin en el kilómetro 325, en Palenque, el 23 de
junio de 1949; ese día se llevó a cabo una ceremonia en ese punto de la
línea y en la que el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Obras
Públicas, Agustín García López, unió las dos “puntas”. Sin embargo,
faltaban algunos puentes por terminar. Horas antes de esa ceremonia
García López visitó los trabajos del puente sobre el río Usumacinta de
178 metros de largo.13
En enero de 1949 faltaban varios puentes por concluir de manera
definitiva. Sin embargo, el ferrocarril ya operaba desde antes por
tramos, con puentes provisionales y máquinas ligeras. Hasta el lunes
12 de septiembre de 1949 llegó a Teapa la primera máquina de vapor,
marcada con el número 710 de Ferrocarriles Nacionales de México.
Esta locomotora vino tripulada por Fausto Arredondo Arroyo, como
jefe de frenos; Hipólito Miranda, como conductor; Daniel Espinosa,
maquinista; Leoncio Meliechi fogonero; como garroteros, Hipólito
Diez y Gonzalo Silveti y el maestro mecánico, Pablo Amezcua.
Entre los puentes más importantes e inconclusos hasta esa
fecha se encontraban el Mezcalapa, que era el de mayor longitud con

12
Ibídem, p. 77.
13
RN, 26 de junio de 1949; 12 de junio de 1951 y 2 de octubre de 1954.
148 Tabasco a dos tiempos

495 metros; el del río Pichucalco de 76 metros de longitud; el de Teapa


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el Ferrocarril
fin
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el Ferrocarril del longitud
Sureste
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Sureste fue 96 metros;
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14

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16

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Elías Balcázar Antonio 149

Comités Regionales Agrarios de Cárdenas y de Huimanguillo. Luego


visitó el puente sobre el río Mezcalapa y en el poblado San Manuel le
dio la bienvenida Ramón Galguera Montuy a nombre de los habitantes
del lugar. Esa noche Miguel Alemán cenó y durmió a bordo del “Tren
se Olivo” para trasladarse al día siguiente a Teapa.
la El jueves 25 y a bordo de un calamazo Santamaría fue a
alcanzar a Miguel Alemán en la estación del 133, en Huimanguillo.
nte Para ello el día anterior don Francisco viajó de Villahermosa a Teapa
de en la carretera que venía a inaugurar el presidente; en Teapa abordó
el calamazo. Ese mismo jueves 25 de mayo, a las 10:20:32 horas llegó
ría Alemán a Teapa, a la estación del ferrocarril Morelia, a bordo del
“Tren Olivo”. Además de su esposa Beatriz Velasco de Alemán lo
na acompañaban el gobernador Francisco J. Santamaría; gobernadores
de de otras entidades; el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas,
Agustín García López; de Salubridad, Rafael Pascasio Gamboa; de
era Recursos Hidráulicos, Adolfo Orive Alba y de Agricultura Nazario
o.15 S. Ortiz Garza. Todos acompañados con sus esposas. Vestido con un
traje gris perla, al bajar del tren, Alemán fue recibido en el andén de
la estación Morelia por el presidente de Teapa, Maximiliano Méndez.
Después de una espera de más de seis horas y en un terrible día
la caluroso propio del mes de mayo en Tabasco, una multitud recibió con
o”. júbilo al “Señor Presidente”.
Con toda su comitiva el presidente se trasladó al centro de la
las ciudad de Teapa, donde se le tenía organizada una noche tabasqueña.
gó Las palabras de bienvenida se las dio el diputado Cándido Rivera quien
a nombre del pueblo tabasqueño le agradeció las obras realizadas por
de el régimen alemanista.17 Al día siguiente viernes 26 mayo de 1950,
temprano, entre nueve y diez de la mañana, Miguel Alemán procedió
uel a inaugurar la carretera de Villahermosa a Teapa. Primero develó una
uel placa de bronce con la inscripción conmemorativa donde aparecía su
nombre en primer lugar, luego el del Secretario de Comunicaciones,
el del gobernador Francisco J. Santamaría y el del director general de
ón Caminos, Armando Salinas. En términos estrictos, ésta sería la primera
carretera de Tabasco; asfaltada en su totalidad, supuestamente
en prestaría un servicio permanente a camiones y automóviles todos los
meses del año. Sin embargo, el asfalto, precario en varios tramos, se
ves fracturó y deterioró en numerosas ocasiones con las interrupciones
ón correspondientes en el tráfico. Las demás seguían siendo caminos-
carreteros, sin asfaltar e intransitables en época de lluvias.
lo Concluida la ceremonia inaugural, Alemán y su comitiva
rio
17
RN, 24, 25 y 26 de mayo de 1950.
de
os
de
150 Tabasco a dos tiempos

hicieron el viaje de Teapa a Villahermosa; el “Señor Presidente” viajó


a la capital del estado en un automóvil gris que puso a su disposición
Francisco Soberón Tuero. En ese carro lo acompañaron Francisco J.
Santamaría; el general de Brigada José Domingo Ramírez Garrido
quien era Comandante de la XXX Zona Militar y el secretario de
Comunicaciones, licenciado Agustín García López. Esa noche y en
la Quinta “Isabel” se llevó a cabo un concierto y recital poético. Esa
Quinta que fuera propiedad de Santamaría se la compró luego el
Gobierno del Estado y pasó a convertirse en la Quinta Grijalva, hoy
el recinto oficial de los gobernadores de Tabasco. Se le ha llamado
“Quinta Grijalva” a partir de un decreto del 22 de septiembre de 1953.
En ese festejo participaron las señoritas Rebeca Carrera, Carlota Sosa,
María del Pilar del Espíritu Santo (Alicia Delavalle), la Morena Pavón
Jasso, Argelia Cárdenas y Amparo Vega; Ramón Galguera Noverola
actuó como maestro de ceremonia y declamó dos de sus poemas.18
Al día siguiente, sábado 27 de mayo, Miguel Alemán regresó
a Teapa por la recién inaugurada carretera y en la estación Morelia
tomó el tren presidencial Olivo hacia la ciudad de Campeche. Como
ya apuntamos, en la estación del ferrocarril de esa ciudad y en una
ceremonia, sencilla pero de gran trascendencia histórica, el presidente
Alemán inauguró el Ferrocarril del Sureste el lunes 29 de mayo de 1950.
Con motivo del Ferrocarril del Sureste, don Pedro Ocampo Ramírez
nos dice: “El Ferrocarril del Sureste, obra digna de mejores elogios, es
como una arteria a la que hemos amarrado nuestras venas para poder
palpitar simultáneamente con el resto del país. El ferrocarril nos unió
al centro de la patria y la tarea pendiente se concreta a que los caminos
vecinales unan entre sí a los dispersos poblados tabasqueños”.19
Sin duda que el impacto que el Ferrocarril del Sureste ejerció en
toda la región modificó de manera sustancial la actividad económica
y la vida social cotidiana de las personas. El tabasqueño y los demás
habitantes de esta región Sureste se alejaban de los río y del mar, su vida
económica y social se llevaría a cabo por otros espacios de la geografía
regional, poco usuales y conocidos hasta entonces. Nombres de lugares
y estaciones se volvieron de uso común: Tancochapa, Moloacán,
Cuichapa, Francisco Rueda, Emilio Carranza, Tachicón, Chicoacán, La
Crimea, Pixoyal, Bayamón, Allende, Huimanguillo, El 133, Pichucalco,
Teapa, Tacotalpa, entre otros. Estos lugares, estuvieron en la mente
de los hombres de la región mientras el Ferrocarril del Sureste fue el

18
RN, 27 de mayo de 1950 y 23 y 28 de septiembre de 1953.
19
RN, 4 de octubre de 1950.
Elías Balcázar Antonio 151

principal medio de transporte y de comunicación terrestre. Muchos


de estos nombres quedarían en el olvido y en el desuso cuando el
Ferrocarril del Sureste fue quedando en el abandono y en el olvido.
Así sucedió con el puerto de Frontera, lo mismo pasó con los nombres
de los barcos, paileboats, buques-motor, así como con los nombres de
los muelles, embarcaderos, “pasos” y lugares que estos recorrían.
Un acelerado crecimiento en el número de pasajeros y toneladas
de carga se dio desde que el ferrocarril, todavía en construcción,
empezó a brindar su servicio por tramos.

Unidades transportadas por el ferrocarril


del Sureste (1939-1949)
Toneladas de
Año Número de pasajeros Toneladas de carga
Express
1939 4,890 3,970 0
1940 18,114 7,025 0
1941 66,260 9,231 0
1942 69,327 13,547 840
1943 150,981 18,449 3,023
1944 211,515 23,993 4,998
1945 261,712 23,313 6,853
1946 313,962 54,205 9,987
1947 335,795 65,063 9,380
1948 366,501 102,918 11,602
1949 438,761 132,176 13,778
60,461
TOTAL 2 237,818 459,890
Fuente: El Ferrocarril del Sureste, SCOP, 1950, p. 175.
152 Tabasco a dos tiempos

Como ya hemos apuntado, en 1940 sólo estaban construidos algunos


tramos reducidos de la vía del ferrocarril; en cambio para 1950 el
servicio de Coatzacoalcos hacia Tabasco y Campeche ya era continuo.
El ascenso en el número de pasajeros y en las toneladas de carga y
Express transportadas fue impresionante. Igual de impresionante fue
la multiplicación de los ingresos: de $3, 200, 000 que eran en 1949, éstos
ascendieron a $6, 000, 000 en 1950 y a $8, 000, 000, $200 mil en 1951.20
La rapidez con que se movían las personas y los productos causó
optimismo y júbilo en la sociedad de aquellos años. La salida rápida
del plátano a través del Puerto de Coatzacoalcos para su exportación
o para comercializarlo en las diferentes regiones del país evitaba
pérdidas en la fruta, así como también evitaba los caros fletes que por
la vía fluvial y marítima tenían que pagarse por los numerosos alijos.
También por Coatzacoalcos y de manera rápida salía el ganado bovino
del sureste; éste ya no perdía tanto peso ni llegaba tan maltratado como
cuando era llevado a los mercados por su propio pié o en chalanes.
Antes del Ferrocarril del Sureste el ganado tenía que llevarse arriado a
través de cruces de ríos, arroyos, terrenos bajos y lodosos, así como a lo
largo de la orilla del mar a través de las bocanas hasta poder colocarlos
en los centros de consumo o en el ferrocarril que entonces llegaba hasta
Coatzacoalcos para ser conducido a la Ciudad de México. A veces de
los potreros el ganado se arriaba hasta la orilla de los ríos Grijalva o
Usumacinta para embarcarlo en chalanes hacia el golfo de México, a
través de Frontera, y luego trasbordarlo y reembarcarlo en el ferrocarril
en Coatzacoalcos o en Veracruz con destino a la Ciudad de México. El
ganado entonces llegaba muy mermado y maltratado a los mercados.
Con el Ferrocarril del Sureste la madera, el cacao, la copra,
la pimienta y otros productos salían con más rapidez y con menos
trasbordos y alijos por lo que los fletes resultaban más baratos. El
trazo estratégico de la vía del Ferrocarril del Sureste hacia Allende
benefició, sin duda, al puerto de Coatzacoalcos y a la zona aledaña.
La decadencia y el abandono en que quedó el puerto de Frontera
contrastaban con el auge que ese puerto veracruzano disfrutó en esos
años, beneficiado por el ferrocarril. Aunado a ello, también se vivía
en la zona del occidente de Tabasco y del sur de Veracruz el auge
derivado de los campos petroleros; hubo entonces gran derrama de
dinero, gran movimiento de personas y de mercancías como parte del

20
RN, 12 de junio de 1951.
Elías Balcázar Antonio 153

impacto del “boom” petrolero y ferrocarrilero que se disfrutaba en esa


parte de la región sureste.
Otros puntos que resultaron beneficiados por el Ferrocarril del
Sureste fueron Puerto Ceiba en Paraíso y Teapa, la Sultana de la Sierra,
como la llamara Francisco J. Múgica.21 Con la construcción del ferrocarril
se fueron tendiendo además líneas de carreteras hacia la vía del tren;
esto se hizo de manera estratégica con el fin de conectar importantes
zonas productivas de Tabasco y de la región con el ferrocarril para
agilizar aún más el movimiento de mercancías y personas. Como
veremos luego, desde la estación del 133 en Huimanguillo se construyó
la carretera hacia Puerto Ceiba. Esto convirtió a este lugar de un sencillo
“paso” de pescadores que era, con canoas y cayucos para mover pasaje
y mercancías de manera local, en un importante puerto fluvial o
interior que permitió conectar a toda la rica región de la Chontalpa con
el mar a través de Dos Bocas. A esa carretera, de terracería y concha
de ostión, se le llamó en la década de los cincuentas “el Corredor de
la Chontalpa”; ese corredor permitió un gran movimiento comercial
con Coatzacoalcos a través de la estación del 133 que se conectaba con
Puerto Ceiba a través de Huimanguillo, Cárdenas y de la rica zona
cacaotera de Cunduacán, Río Seco, Comalcalco y la zona coprera de
Paraíso.
Volviendo a nuestro tema del ferrocarril vemos que el horario
inicial del Ferrocarril del Sureste en 1950 fue el siguiente: un tren mixto
salía de Allende a Campeche los lunes, miércoles y viernes a las 7:20
horas y llegaba a la estación de Campeche al día siguiente a las 3:00 de la
tarde. Otro tren mixto salía de Campeche los lunes, miércoles y viernes
a las 6:00 de la mañana y llegaba a la estación Allende al día siguiente
a las 13:45 horas. Había otro tren mixto que sólo prestaba sus servicios
de Allende a Teapa y viceversa; salía de Allende los martes, jueves y
sábados a las 7:20 de la mañana y llegaba a Teapa ese mismo día a las
15:45 horas. Otra corrida salía de Teapa los lunes, miércoles y viernes
a 5:20 horas de la mañana para llegar a Allende a las 13:40 horas del
mismo día. Había una corrida dominical entre Tancochapa y Allende
y viceversa para transportar a los contingentes de excursionistas y
deportistas que se movían entre estas dos estaciones. En agosto de ese
año se abrieron corridas diarias de trenes directos sólo para pasajeros
entre Allende y Campeche. Esas corridas en ambos sentidos se hicieron

21
RN, 5 de marzo de 1945.
154 Tabasco a dos tiempos

con el fin de evitar las demoras que necesariamente se tenían con las
corridas de trenes mixtos.22
En 1953 y debido a que se iban a hacer los trabajos para el
montaje definitivo del puente de Teapa, se tuvo que modificar el horario
de salidas y llegadas de la siguiente manera: el tren mixto que salía de
Allende los lunes, miércoles y viernes a las siete de la mañana, llegaba a
Teapa, estación Morelia, a las tres de la tarde. En esta estación se hacía el
trasbordo de pasajes, Express, correos y valores; a las 17:00 horas; salía de
Teapa para continuar su viaje a la estación de Campeche donde llegaba
al día siguiente a las 15:00 horas. Otro tren mixto salía de Campeche
los días domingo, martes y jueves a las 20:30 horas, llegaba a Teapa al
día siguiente, lunes, miércoles y viernes a las 13:30 horas. Aquí se hacía
el trasbordo de pasajes, Express, correo y valores y continuaba su ruta
a partir de las cinco de la tarde para llegar a Allende a las 0.30 de la
madrugada. Otro tren mixto salía de Allende a Teapa los días martes,
jueves y sábado a las 7:20 horas y llegaba a Teapa a las 15:45 ese mismo
día; además había otro tren mixto que salía de Teapa a las 5:20 horas y
llegaba a Allende ese mismo día a las 13:42 horas.23
El domingo 3 de octubre de 1953 el gobernador de Tabasco Manuel
Bartlett Bautista inauguró el tren rápido destinado exclusivamente para
pasajeros. La ceremonia inaugural fue a las 10:00 horas en la Estación
de Teapa. Bartlett Bautista, acompañado de su esposa Isabel Díaz
Castilla de Bartlett y de sus pequeños hijos Gabriel y Gelis Bartlett Díaz,
rompió una botella de champagne en el frente del autovía número 1.
Después de la ceremonia todos los invitados abordaron los dos autovías
y acompañaron al gobernador y a su familia a hacer un recorrido de
Teapa a Tacotalpa, recorrido que hicieron dos veces consecutivas. En el
trayecto comieron bocadillos acompañados con cervezas y buen vino.
El equipo inaugurado se adquirió en Alemania. Consistía en dos
autovías, carros o pullman de ferrocarriles muy modernos y confortables.
Tenían capacidad para 82 pasajeros cada uno; por fuera estaban pintados
de rojo, plata y marfil, todos los colores con un tono metálico; el interior
era de un color gris perla. Al ir en marcha el tren rápido, con la luz del sol
reflejaba un brillo intenso que parecía una perla atravesando con rapidez
el inmenso y variado verdor de la selva tropical. Los carros eran muy
confortables, todos alfombrados, tenían sillones reclinables, giratorios

22
RN, 15 de julio y 24 de agosto de 1950.
23
RN, 27 de agosto de 1953 y La VT, 27 de agosto de 1953.
Elías Balcázar Antonio 155

y acojinados. Además tenían aire acondicionado, un departamento


para guardar equipaje, una cocina y servicios sanitarios. Con una doble
unidad de 900 caballos de fuerza desarrollaban una velocidad hasta de 90
kilómetros por hora; cubrían la distancia entre Allende y Teapa en cuatro
horas y media, y entre Allende y Campeche en dieciocho horas. Con
máquinas diesel cada una y aún cuando cada carro era independiente,
éstos podían acoplarse para desarrollar mayor velocidad. Las unidades
inauguradas se denominaron “Tabasco 1” y “Tabasco 2”24. Otros
dos autovías se inauguraron el 23 de enero de 1955 en la ciudad de
Campeche; a las siete y media del día anterior el gobernador Bartlett
y sus invitados tomaron el autovía especial que los llevó a esa ciudad.
Esos nuevos trenes rápidos traídos de Alemania también tenían las
mismas características y se les denominó “Campeche” y “Yucatán”.25
El horario de los trenes rápidos, mixtos y ordinarios, era el siguiente:

24
RN, 3, 4 y 5 de octubre de 1954.
25
El Momento, 22 de enero de 1955 y RN, 25 de enero de 1955.
156 Tabasco a dos tiempos

Ferrocarril del Sureste

Aviso importante
Se hace conocimiento al público usuario, que a partir del LUNES
día 3 de SEPTIEMBRE próximo, entrará en vigor el HORARIO
NUM 8 expedido por la Gerencia de este ferrocarril, que contiene
importantes modificaciones para la corrida de trenes, como se
muestra a continuación:

SALIDAS DE ALLENDE LLEGADAS A ALLENDE

TREN TREN OR- TREN TREN TREN OR- TREN


MIXTO DINARIO RÁPIDO MIXTO DINARIO RÁPIDO

Martes Lunes, Jueves HORARIO CONDENSADO Miércoles Martes, Lunes,


Jueves Miércoles, ¨¨¨¨¨¨¨¨¨ ¨¨¨¨¨¨¨¨¨ Jueves, Miércoles,
Sábado Viernes ¨¨¨¨¨¨¨¨¨ ¨¨¨¨¨¨¨¨¨ Sábado Viernes.

7.00 7.00 15.15 Sale ALLENDE Llega 10.15 109.45 15.25


9.40 8.48 16.39 Sale TANCOCHAPA Sale 8.48 18.09 12.57
13.13 11.30 18.35 Sale CHONTALPA Sale 6.55 15.33 9.38
16.28 13.53 20.10 Sale PICHUCALCO Sale 5.21 13.01 6.17
17.25 14.35 20.40 Llega TEAPA Sale 4.50 12.10 5.00
Llega 15.05 21.10 Sale TEAPA Llega 4.20 11.40 Sale
15.40 Sale TACOTALPA Sale 11.13
17.55 23.’5 Sale SALTO DE AGUA Sale 2.27 9.02
19.35 0.16 Sale PALENQUE Sale 1.14 7.10
21.50 1.58 Llega TENOSIQUE Sale 23.33 4.55
22.20 2.18 Sale TENOSIQUE Llega 23.13 4.25
1.23 4.37 Sale CANDELARIA Sale 20.58 1.23
3.15 6.00 Llega ESCÁRCEGA Sale 19.33 23.30
3.30 6.10 Sale ESCÁRCEGA Llega 19.23 23.15
8.25 9.45 Llega CAMPECHE Sale 15.50 18.20

LLEGAN A CAMPECHE SALEN DE CAMPECHE


Martes, viernes. Martes. Lunes,
Jueves, ¨¨¨¨¨¨ ¨¨¨¨¨¨ Miércoles
Sábado. ¨¨¨¨¨¨ ¨¨¨¨¨¨ Viernes.

VILLAHERMOSA, TAB., AGOSTO 28 DE 1956


Agencia Comercial del F. C. del Sureste
Zaragoza Núm. 31-B Teléfono 11-0626

26
El Momento, 30 de agosto de 1956.
Elías Balcázar Antonio 157

El Ferrocarril del Sureste así como el tren rápido, los autovías,


tuvieron su años de auge en la década de los cincuenta y principio
de los sesenta. La apertura de la carretera del Golfo, el crecimiento
del transporte camionero y el abandono en que lo dejaron los
gobiernos posteriores provocaron su decadencia hasta su extinción
total. Fueron millones de pesos, muchas vidas y sacrificios, sueños e
imaginación, tirados a la basura. Uno no alcanza a explicarse el por
qué de ese abandono. Quizá se trató de intereses camioneros privados,
“emanados de la revolución”, a los que había que cuidar evitando que
un ferrocarril propiedad del Estado compitiera de manera ventajosa
contra esos intereses. Porque en Europa y en los Estados Unidos el
ferrocarril sigue jugando un papel importante y se han modernizado
con el tiempo. Aquí lo botamos al cesto de la basura y del olvido. La
multiplicación de carreteras modernas y de autopistas y los intereses
de una creciente industria automotriz se encargarían de darle el tiro de
gracia a los ferrocarriles. Qué lejos y qué ilusas suenan a nuestros oídos
aquellas palabras que con entusiasmo escribiera Belisario Colorado Jr
en un artículo publicado el 11 de enero de 1950, unos meses antes de
la inauguración del Ferrocarril del Sureste. Dice: “Es inconcuso que el
ferrocarril nunca será desplazado por la civilización; será modernizado,
dotado de mayor seguridad y rapidez, de comodidad y elegancia; nos
dice emocionado y optimista don Belisario, pero desplazado ¡nunca!”27
Ahí quedan esas palabras.

Las carreteras en Tabasco. Su articulación con el


Ferrocarril del Sureste
Precisamente a mediados de la década de los cuarenta se empezó a
dar gran impulso a la construcción de carreteras en Tabasco, en la
región sureste y en todo el país. Desde los años de Garrido ya se había
puesto empeño en la construcción de caminos carreteros en el estado;
sin embargo éstos no dejaron de ser caminos rústicos, vecinales, sin
carpeta asfáltica, transitables sólo en los meses de seca. En los meses
de lluvias, si no desaparecían con las inundaciones, estos caminos
se convertían en intransitables lodazales devorados, a veces, por las
aguas de los popales y del pantano.

27
RN, 10 de octubre de 1950.
158 Tabasco a dos tiempos

El 31 de marzo de 1925 y cuando la actividad vehicular y


automotriz daba sus primeros pasos en el estado, el gobierno de
Garrido decretó la Ley Vial para el estado de Tabasco que tenía como
fin impulsar la construcción de caminos carreteros en la entidad.
Esa ley hizo obligatorio para los habitantes de Tabasco de cualquier
nacionalidad y que tuvieran una edad comprendida entre 18 y 50
años, prestar sus servicios durante 12 días al año en la construcción
de carreteras; ningún ciudadano podía ser llamado por dos o más
días seguidos en el mismo mes a realizar esos servicios, a menos que
alguien así lo solicitare. Tampoco ningún habitante podía ser obligado
a prestar sus servicios fuera de la municipalidad, vecindario28, ribera
o pueblo donde radicaba; además y de acuerdo a esa Ley, si algún
ciudadano que por algún motivo no pudiera “concurrir el día que le
correspondiera cubrir sus servicios podría comisionar a otra persona
buscada y pagada por él mismo, que lo sustituya de la obligación, no
pudiendo por ningún caso, redimirse de ella ni con metálico”.
Para cumplir con las disposiciones de esa ley se creó la
“Comisión Central de Vialidad del Estado” integrada ésta por un
primer ingeniero que fungía como director general de vialidad del
estado y dos ingenieros ayudantes. Se crearon además delegaciones
municipales de esa Comisión; cada delegación, encabezada por el
presidente municipal, integró padrones de población de los ciudadanos
con edad entre 18 a 50 años; de acuerdo con el ingeniero encargado, la
delegación debía fijar con anticipación “la fecha y el lugar en que cada
grupo de habitantes deba prestar su contingente” y además llevaba
un registro de los nombres de los ciudadanos que cumplían con sus
servicios y las fechas en que éstos lo hacían; a quienes cumplían con sus
trabajos se les daba un comprobante.
Aquellas carreteras debían tener las siguientes características:
en la medida de lo posible debían tener un recorrido en línea recta o se
procuraría que éste fuera lo menos sinuoso; el nivel que debían tener los
caminos debía ser lo más alto posible “que ni aun las más altas crecientes
puedan cubrirlos de agua dándoles en el centro o eje, para ponerlos a
cubierto de estas contingencias una altura mínima de 75 centímetros
sobre el más alto nivel a que haya llegado la mayor creciente”. Aquellas
carreteras, como la que se concluyó de Villahermosa-Atasta-Tamulté

Hasta 1925 se le llamó Vecindario a las rancherías, pero la Comisión Permanente de la XXIX
28

Legislatura Local en sesión extraordinaria del 16 de enero de 1926 aprobó suprimir a los
vecindarios de los municipios el Estado esta denominación sustituyéndola por la de rancherías.
Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Tabasco, 20 de enero de 1926.
Elías Balcázar Antonio 159

en aquellos años, debían tener veinte metros de ancho y amplias y


profundas cunetas para una mejor circulación de las aguas. Y con el fin
también de que las aguas e inundaciones fluyeran con más facilidad
hacia las cunetas y no quedaran anegadas en las carreteras, éstas
debían ser convexas, con una pendiente no menor a los quince grados,
contando del centro hacia las orillas. Se procuró que los trazos de estos
caminos no se construyeran siguiendo las orillas de los ríos con el fin de
evitar el derrumbe provocado por la erosión de las aguas fluviales y de
las crecientes, así como también porque se consideraba que una zona
que contara con la facilidad que le brindaba la comunicación por agua
no tenía tanta necesidad de una carretera.29
Sin embargo y a pesar de los esfuerzo del gobierno garridista,
fue a partir de la década de los años cuarenta, cuando se inició un
proyecto amplio y ambicioso, federal y local, para construir verdaderas
carreteras. El proceso no fue fácil, ni se llevó a cabo en pocos años. La
construcción y apertura de carreteras se multiplicó a partir de mediados
de la década de los cuarenta.
Sin duda que el proyecto carretero en el sureste giró en torno a
la línea trazada para el ferrocarril. El trazo de cada una de las carreteras,
federal y vecinal, obedeció al objetivo primordial de vincular las zonas
de cultivo y de ganado a la vía del ferrocarril. El cacao y el plátano de
Tabasco y Chiapas, la copra y el ganado de Tabasco, así como la madera
de Campeche no se sembraban, ni se cultivaban a orillas de las vías del
ferrocarril. Había entonces la necesidad de ligar, de vincular las zonas
productivas de la región con el ferrocarril, por medio de carreteras
federales, vecinales y troncales.
En atención a esa lógica, los caminos en Tabasco y en el sureste
se realizaron de manera estratégica para integrar y vincular con la
línea del ferrocarril amplias regiones productoras de plátano, cacao,
ganado, copra y madera, entre otros. Ello facilitaría la comercialización
de esos productos a través del Puerto de Coatzacoalcos. Conforme
avanzaban los trabajos de construcción de la vía del ferrocarril con
sus puentes, alcantarillas, estaciones y demás, se fueron construyendo
también carreteras en atención a esa necesidad y estrategia comercial:
como “alimentadores” de productos y de pasajeros de los vagones del
Ferrocarril del Sureste. En ese sentido, en esa dirección, y para ligar
el ferrocarril con el golfo de México, se construyó la carretera de la
Chontalpa, desde Puerto Ceiba hasta la estación del ferrocarril del

Tabasco, Decretos del H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Tabasco, Villahermosa Tabasco, 1982.
29
160 Tabasco a dos tiempos

133 en Huimanguillo. Por otro lado la carretera Villahermosa-Teapa


sería sin duda la arteria más importante y más corta para vincular a la
capital de Tabasco con la Sultana de la Sierra y la estación del ferrocarril
Morelia. Con esa orientación se trazó también y se construyó la carretera
de Villahermosa-Macuspana-Jalapa-Tacotalpa buscando con el trazo,
la línea del ferrocarril. Con ese mismo sentido se trazó la carretera de
Tenosique y la de Palenque, Chiapas.
De manera simultánea, en esa dirección y siguiendo esa
estrategia se desarrollaron los trabajos para construir caminos vecinales.
A través de estos caminos se buscaba vincular las zonas productivas
más aisladas con las carreteras que directamente se articulaban con la
línea del ferrocarril.
Sin embargo, con el funcionamiento del Ferrocarril del Sureste
y de la carretera Puerto Ceiba-Estación 133, la región de la Chontalpa
fue absorbida comercialmente por el puerto de Coatzacoalcos y por
la boyante actividad petrolera en el occidente de Tabasco y el sur de
Veracruz. En esos años toda la producción de cacao, copra, pimienta
y ganado de la Chontalpa se comercializaba por ese circuito a través
de Coatzacoalcos con destino a la Ciudad de México. Por esa ruta
viajaban también todos los tabasqueños y viajeros del Sureste. Debido
a ello y al boyante auge petrolero del occidente de Tabasco y del sur
de Veracruz, particularmente Agua Dulce, Las Choapas, Ogarrio
y Pajaritos, se estrecharon más las relaciones comerciales entre la
Chontalpa con Coatzacoalcos. Por el contrario y como resultado de
ese estrecho circuito comercial, las relaciones comerciales entre esa
región tabasqueña con Villahermosa se debilitaron a niveles mínimos
alarmantes; ello contrastaba con la vigorosa relación comercial sostenida
con Coatzacoalcos. Frontera estaba en el olvido.
Por ello se tuvo en esos años el temor de que toda esa región de
Tabasco se “destabasqueñizara”. Debido a esa preocupación se proyectó
y puso mucho empeño en la construcción de la carretera Villahermosa-
Cárdenas-Coatzacoalcos. También con el fin de reforzar las relaciones
entre la capital tabasqueña con la rica región de la Chontalpa y para
evitar que ésta se “destabasqueñizara” y se “alejara” de Tabasco, se
puso todo el empeño en la construcción de la carretera Villahermosa-
Nacajuca-Jalpa-Comalcalco, con ramal hacia Cunduacán. Uno de los
objetivos específicos que se buscaban con esa carretera era vincular a
la capital tabasqueña con el “corredor de la Chontalpa”, es decir, con la
carretera Puerto Ceiba-Estación del 133 e integrarla al auge económico
de esa rica región.
Elías Balcázar Antonio 161

Ya en su primer Informe de Gobierno, en 1947, así como en su


discurso donde rindió protesta como gobernador el 1 de enero de ese año
ante el Congreso Local, Santamaría expresaba su preocupación sobre
el aislamiento de aquellos lugares del Estado, remotos e inaccesibles,
“como la rica y grande región de Sánchez Magallanes” en Cárdenas.
Regiones que “…tienden a abrirse paso y trato comercial hacia entidades
vecinas, con grave menoscabo de nuestra economía y hasta peligro de
nuestra integridad territorial.” Luego dice: “He podido darme cuenta
de cierto movimiento intencionado, más bien de carácter político,
tendiendo a erigir aquella apartada región en un nuevo municipio,
desmembrándola de Cárdenas. Desligarla administrativamente es
aislarla por completo y, lo que es peor, alejarla de Cárdenas y aún de
Tabasco”. Por otra parte don Trino Malpica advertía de ese peligro en la
primera plana del Hijo del Garabato del 17 de octubre de ese año: “Los
Santaneros amenazaron con desmembrar el territorio tabasqueño”,
“Pretenden anexarse al estado de Veracruz”, decían los encabezados.
Al parecer habitantes de Santana habían hecho Memoriales y recogido
firmas y con ese fin ya venían haciendo gestiones en Coatzacoalcos.
Esa fue una de las razones por la que se puso siempre empeño
en canalizar “Arroyo Verde”. Éste era un canal, artificial en partes, que
durante décadas permitió la comunicación de esa región de Cárdenas,
en especial la barra de Santana, con el municipio de Paraíso, a través de
la barra de Tupilco y la ranchería de la Unión. Como quedó apuntado
en mi libro “Tabasco en Sepia”, el canal de “Arroyo Verde” fue
construido a principios del siglo XX por quien entonces era Jefe Político
de Paraíso, Manuel Ferrer Vega, con ayuda de los vecinos de Tupilco.
Fue inaugurado el 15 de noviembre de 1908.30 En ese Primer Informe de
gobierno Santamaría nos dice que se proponía la necesidad de construir
la carretera desde Cárdenas hasta el río Santana no sólo para acrecentar
el comercio sino para “vincular política y socialmente aquella lejana
comarca con su cabecera municipal.”31

30
Balcázar Antonio, Elías. Tabasco en Sepia, UJAT, 2003. Ver pié de página número 25 del primer
capítulo, p. 50.
31
Tabasco a través de sus gobernantes, Gobierno del Estado de Tabasco, 1988. Vol. 6, p. p. 38, 39,
82 y 83.
Las carreteras y los inicios de
la vida automotriz

CAPÍTULO VI
Un poco de crónica
El 12 de diciembre de 1940 el presidente de la República, Manuel Ávila
Camacho, entre otros acuerdos, se comprometió con la construcción
de la carretera Villahermosa-Teapa y la de Puerto Ceiba-Paraíso-
Comalcalco-Cárdenas. Con ese fin se instaló en Villahermosa la
Dirección General de Caminos a principios de 1941.1 Al año siguiente
se amplió el proyecto del tramo para esta última carretera hasta
Huimanguillo buscando conectarla con lo que sería la estación del
ferrocarril en el kilómetro 133. Ya en ese año se habían localizado de
manera preliminar 49.5 kilómetros para esta carretera; 41 kilómetros
de manera definitiva; se habían desmontado y desenraizado 34; en los
trabajos de terracerías se había avanzado con 32.5 y de revestimiento
con 6 kilómetros. Por su parte la carretera Teapa-Villahermosa, con
una longitud de 55 kilómetros, estaba totalmente desmontada y
desenraizada, contaba para ese año con 22 kilómetros de terracería y
19.5 de revestimiento.
Con el fin de llevar a cabo ese ambicioso proyecto carretero
y de ampliar su cobertura se crearon en 1945 las Juntas Locales de
Caminos. En ese año las Juntas contaron con un presupuesto de 145
mil pesos y con el apoyo además del Gobierno Federal, a través de
la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), así como
de los Ayuntamientos y de los grupos productivos organizados. El 15
de marzo de ese año la Comisión Local de Caminos inició los trabajos
de localización del trazo de la carretera Villahermosa-Cárdenas.2 En
esa misma fecha se reanudaron también los trabajos de las carreteras
de Villahermosa a Teapa y de Puerto Ceiba-Comalcalco-Cárdenas-
Huimanguillo para entroncar en este último municipio con la estación
del ferrocarril en el kilómetro 133, llamada “estación del 133”.
Desde abril de 1947, el proyecto de la carretera Villahermosa-
Nacajuca-Jalpa-Cunduacán empezó a caminar. El trazo contempló

1
Trujillo García, Francisco, Tercer Informe de Gobierno, 1941. Tabasco a través de sus gobernantes,
Gobierno de Tabasco, 1988, volumen 4, p. p. 176 y 207.
2
RN, 14 de enero y 18 de marzo de 1945.
166 Tabasco a dos tiempos

un ramal hacia Comalcalco para vincularlo con el “corredor de la


Chontalpa”, es decir, con la carretera que va de la estación del 133 a
Puerto Ceiba. La construcción de esa nueva vía se comenzó con una
aportación inicial de 250, 000 por parte del gobernador Francisco J.
Santamaría.3
También en 1947 se reiniciaban los trabajos de localización
de lo que sería la carretera Villahermosa-Cárdenas que se habían
suspendidos; en ese año se tenían localizados 22.3 kilómetros a partir
del parque Tamulté, rumbo al río Carrizal y el Samaria. El Gobierno de
Tabasco aportó ese año $120,000 e igual cantidad el Gobierno Federal.
Al parecer y según el informe de Santamaría de ese año, ya se venían
gastando fuertes sumas de dinero en años anteriores para esa carretera.
Sin embargo, según ese mismo informe, no se tenía “...carretera alguna
que técnicamente pudiera llamarse así, ni se han hecho trabajos de
localización”. Pero más hoy y más mañanas, no fue sino hasta el primer
día de octubre pero de 1950, y a pesar de las lluvias, que se iniciaron los
trabajos para esa carretera. Desde el sábado 31 de agosto de ese año el
ingeniero Edberto Membreño Cámara, representante de la SCOP ante
la Junta Local de Caminos, lanzó sus brigadas de peones para trabajar
en el desmonte sobre la línea que ya en ese año estaba localizada y
trazada.4
Y los trabajos para ampliar esa misma carretera del Golfo o
del “Paralelo 18” con el tramo que va de Cárdenas a Coatzacoalcos, se
iniciaron el miércoles 11 de marzo de 1953. En esos días se encontraba
en Cárdenas toda la maquinaria pesada y el equipo con el que se daría
inicio a los trabajos de terracería y revestimiento.5 En 1956 esta carretera
estaba totalmente terminada hasta Coatzacoalcos con pura terracería
pero faltaban los trabajos para revestirla con asfalto. Después de tantos
tropiezos quedó totalmente revestida, con un buen asfalto, hasta fines
de 1958. Ya desde el mes de abril de 1957 vehículos particulares y hasta
dos líneas camioneras hacían uso de esa carretera.6 Desde noviembre
de 1958, con buen asfalto de petróleo, quedaría totalmente abierta y
brindando servicio a toda su capacidad. Sin embargo, había muchas
pangas que atravesar: la de Los Monos en el río Carrizal, donde está
hoy el puente frente al centro comercial Sam’s en Villahermosa; la
panga del Samaria, a la mitad del tramo entre esta ciudad y Cárdenas;

3
RN, 18 de abril de 1947.
4
RN, 3 de mayo de 1947 y 3 de mayo de 1950.
5
RN, 10 de marzo de 1953.
6
El Momento, 10 de septiembre de 1956 y 28 de mayo de 1957. RN, 29 de mayo de 1956.
Elías Balcázar Antonio 167

la panga de Los Soldados, en el río Tonalá y que es la línea divisoria


entre el estado de Tabasco y Veracruz; la panga de Nanchital, sobre
el río Coatzacoalcos a unos cuantos kilómetros cerca del puerto y la
ciudad del mismo nombre. A mediados de la década de los sesentas
quedarían construidos los puentes para todos esos cruces de ríos.
La primera carretera de Villahermosa a Macuspana se construyó
por la ruta Villahermosa-Jalapa-Macuspana, es decir, se trazó vía Jalapa
a partir de un entronque con la carretera de Villahermosa-Teapa. La
necesidad de hacerla por esa ruta se debía a la imposibilidad entonces
de poder construir un puente por la parte del río Grijalva, donde
hoy es Gaviota Norte, y donde existen ahora los puentes Grijalva I
y Grijalva II, rumbo al aeropuerto y hacia Macuspana. También se
trataba de aprovechar el cruce del río con el puente de La Majagua en
la carretera Villahermosa-Teapa. Con una aportación mensual de $15,
733 por parte del Gobierno del Estado se iniciaron en 1948 los trabajos
de localización para trazar esa ruta, así como los trabajos de terraplén
y terracería. En junio de ese año la suma invertida por el gobierno
de Santamaría ascendía a la cantidad de $65, 733.7 El objetivo de esa
carretera no sólo era comunicar a la capital de Tabasco con esa rica
región ganadera sino, sobre todo, también vincular a esa vasta zona
con el Ferrocarril del Sureste con el fin de sacar el ganado bovino, vía
Coatzacoalcos, hacia los mercados en la ciudad de México. En abril de
1949 empezó a operar una panga en el río de La Sierra, entre Jalapa y
Macuspana.
Unos años después, en 1954, se iniciaron los trabajos para la
construcción de la carretera directa Villahermosa-Macuspana y en
la que para cruzar el río Grijalva se tenía que usar una panga. Es la
carretera que hoy nos lleva hacia el aeropuerto y hacia la península de
Yucatán, vía Escárcega. Precisamente esa ruta se trazó como parte de la
continuación de la carretera del “paralelo 18” para ser el enlace de toda
la Península de Yucatán, vía Escárcega, con la carretera Villahermosa-
Cárdenas-Coatzacoalcos y, por supuesto, con el centro del país. Los
trabajos de localización se iniciaron en mayo de ese año; el trazo
continuaba hasta Emiliano Zapata, Palenque, Escárcega, Campeche,
Mérida hasta su punto final en Puerto Juárez en Quintana Roo.8
Ya desde entonces se explotaba la piedra del cerro “El
Tortuguero” para la construcción de carreteras. A pesar de que la

7
RN, 17 de junio de 1948.
8
Ibídem y RN, 22 de abril de 1949 y 31 de mayo de 1954.
168 Tabasco a dos tiempos

mayor parte de este cerro era propiedad de la nación, contratistas


y particulares lo explotaban en provecho propio. Vendían la piedra
a Petróleos Mexicanos para la construcción de carreteras y para la
edificación de Ciudad Pemex, iniciada su construcción en 1956 e
inaugurada el 3 de marzo de 1958. En ese año la Junta de Mejoramiento
Moral, Cívico y Material de Macuspana reclamaba para sí la explotación
del “Tortuguero” pues ello sería en beneficio de la colectividad.
Hacían la petición al presidente Ruiz Cortines, Alfonso Álvarez García
y Narciso Bocanegra García, Presidente y secretario de la misma Junta,
respectivamente.9

La lucha contra el pantano


Llevar a cabo todo ese amplio y ambicioso proyecto carretero en
Tabasco y en la región no fue nada fácil, ni se realizó en pocos años. Se
avanzaba en esos trabajos aprovechando los meses de seca. En los meses
de lluvia era imposible continuar con esas tareas. Después de veinte
años prácticamente la única verdadera carretera en el estricto sentido
técnico de la ingeniería caminera era la de Villahermosa-Cárdenas-
Coatzacoalcos, la llamada carretera del paralelo o del paralelo 18. Quizá
la de Villahermosa-Teapa hubiera podido tener la misma calificación.
Las demás carreteras, hasta 1965 y aún años después, no dejaban de ser
caminos de terracería, sin asfaltar; inundables, verdaderos lodazales e
intransitables en época de lluvias y verdaderas polvaredas en época de
seca. En los meses de lluvias el pantano y la selva voraz se “comían”
esos caminos de terracería, hasta casi desaparecerlos. En los meses de
seca había que empezar de nuevo y reconstruir lo que el agua destruía
en los días de lluvia. Era una verdadera aventura lanzarse sobre esos
caminos en los meses de lluvia; sólo los más temerarios se atrevían a
correr el riesgo o quienes obligados por una urgente necesidad tenían
qué hacer la travesía. En aquellos años se usaban automóviles con
doble tracción y equipados para transitar en terrenos fangosos, como
el Jeep Willy y el “Land Rover”.
Aquellas carreteras se tuvieron que levantar varios metros sobre
el nivel del mar y de los ríos para evitar las inundaciones, el pantano
y el daño sufrido por las tierras bajas hechas lodazales en tiempos

9
El Momento, 6 de diciembre de 1956.
Elías Balcázar Antonio 169

de lluvias. En la construcción de las carreteras, aquellas brigadas de


peones, técnicos e ingenieros se vieron obligadas a levantar terraplenes
bien compactados, muy por encima del manto friático y de los terrenos
bajos y pantanosos. En las inundaciones posteriores y recientes, lo
elevado de las carreteras ha servido para que los damnificados, que
viven en las comunidades y rancherías, en terrenos bajos y a orillas
de la cinta asfáltica, coloquen sus pertenencias a salvo del agua.
Gallinas, puercos, trastes, roperos, camas, víveres, leña, ropa, hasta
ganado bovino y otras pertenencias se colocan sobre la cinta asfáltica
para protegerlos de la inundaciones anuales. Por lo regular el ganado
bovino es sacado de los potreros de tierras bajas y arriado por esas
carreteras hacia terrenos más altos.
Aparte de las dificultades técnicas que esos terrenos bajos
presentan y su impacto en los costos que implica rellenar y compactar
el terreno bajo, no pocos obreros murieron sepultados en esas obras.
En el kilómetro 10 de la carretera Villahermosa-Teapa murieron
sepultados dos hermanos bajo más de diez metros de tierra. Como
a las diez de la mañana del 8 de septiembre de 1949 se encontraban
trabajando los hermanos Florentino, Herlindo, Basilio y Francisco
Ortiz Avelino como jornaleros para la Compañía Construcciones del
Sureste. De repente el camellón se derrumbó y sepultó vivos a dos de
los hermanos, Florentino y Herlindo; los otros dos nada pudieron hacer
para salvarlos.10 De estas desgracias se dieron varias en esa titánica tarea
de construir las carreteras de Tabasco. Sería largo y pesado de contar
cada una. Aparte de esas desgracias debido a accidentes de trabajos,
los obreros camineros sufrían la más inicua y despiadada explotación.
Carecían del más elemental servicio médico, de alojamientos, de
medios de transporte para trasladarse a sus áreas de trabajo y sufrían
de muy bajos salarios y mala nutrición. Por cierto ese mismo día del
accidente aquí contado, a las 18:00 horas, fueron sepultados también
los restos de Clemente Orozco en la Rotonda de los Hombres Ilustres,
en la Ciudad de México.
Dos meses después de la desgracia sucedida a esos obreros
un avión de la Compañía Tabasqueña de Aviación con matrícula
XAGOF aterrizó forzosamente en la carretera de Villahermosa-
Teapa. Aquel martes 22 de noviembre de 1949, como a las nueve de
la mañana, el capitán de ese avión Gonzalo de Anda cubría la ruta 33
que comprendía el recorrido a Tacotalpa y Tapijulapa. Pero a la altura
de Pueblo Nuevo el pilotó notó una falla en el motor y, para evitar un
accidente fatal, se vio obligado a aterrizar en un tramo recto como de
10
RN, 9 de septiembre de 1949.
170 Tabasco a dos tiempos

kilómetro y medio de esa carretera, un poco más allá de Playas del


Rosario. El avión desviado por el fuerte viento, cayó en una cuneta.
El piloto y los pasajeros, Víctor Manzanero y Alfonso Suárez del Sol,
salieron ilesos. Fueron transportados a Villahermosa en la camioneta
del presidente municipal de Teapa, Manuel Rosado G. En la ciudad
capital la Compañía Tabasqueña de Aviación les apoyó con otro avión
para ser conducidos a su destino final, Tacotalpa.11
Las mismas características geográficas de la región, terrenos
bajos, la gran red fluvial de anchos y profundos ríos con sus afluentes y
vigorosas corrientes de agua en meses de lluvia, se presentaron también
como serios obstáculos tanto para la construcción de carreteras, como
para el tráfico de vehículos y camiones. Los numerosos brazos de
ríos generaron la necesidad de construir también un buen número
de puentes de diferentes tamaños y longitud; una vez construidos,
algunos fueron barridos por las fuertes corrientes de agua en los meses
de crecientes. Eso pasó varias veces con el puente de Teapa y el de la
Majagua; este último, inaugurado por primera vez el 16 de septiembre
de 1948.12 Varios años operaron numerosas pangas o falcas para pasar
de un lado a otro, camiones y automóviles, ante la ausencia de puentes.
Sobre el peligro que las bravas corrientes de los ríos presentaban
al cruce de vehículos en pangas, don Raúl Falconi Vera, oriundo de
Paraíso, nos decía en junio de 1956: “No es la forzosa lentitud con que
se hace el recorrido entre Villahermosa y Paso del Mango lo que me
obliga a quejarme. Me quejo de las dificultades y riesgos con que se
atraviesan algunos ríos y arroyos sobre las falcas… Más de una vez
se empinan los carros con peligro de caer al agua… La vida de los
choferes que conducen dichos vehículos está en constante peligro…
Piense usted, nos sigue platicando don Raúl Falconi, que a menudo
se forma una cola de vehículos esperando poder pasar… No faltan
audaces que intentan arrebatar la delantera a los vehículos que les
llevan ventaja”.13
En verdad los peligros que entrañaba cruzar los vehículos en
panga, que señalaba don Raúl Falconi, no eran exagerados. Casos como
el siguiente no fueron excepcionales: el 31 de agosto de 1958 un trailer
cervecero golpeó a una camioneta sobre la panga de Nanchital; en ese
punto esta falca cruzaba los vehículos a través del río Coatzacoalcos. El
golpe fue de tal magnitud que la camioneta que se encontraba colocada

11
RN, 23 de noviembre de 1949.
12
RN, 20 de octubre de 1948.
13
RN, 1 de junio de 1956.
Elías Balcázar Antonio 171

hasta delante en esa panga fue arrojada a las profundas aguas de ese
río. Rafael Arias Gordillo, propietario de la camioneta y conocido
comerciante en la región, así como su conductor se encontraban dentro
de la cabina de este vehículo en el momento que fue arrojado al agua
por el golpe. Los dos murieron ahogados. Otra camioneta sufrió la
misma suerte pero no había ocupantes en el momento del accidente.14
El puente sobre el río Coatzacoalcos de 556 metros de largo y que
tendría un costo total de 37 millones de pesos empezó a construirse en
junio de 1957. La empresa de participación estatal “Caminos Federales
de Ingresos” era la encargada de esa magna obra. En septiembre de ese
año esa constructora ya había hincado 65 metros de cilindros y había
colado 559 metros cúbicos de concreto. Lo invertido por el Gobierno
federal hasta el día 25 de ese mes era de un $1, 556, 137. Ese puente
empezaría a brindar servicio hasta 1960.15
El 7 de junio de ese mismo año, 1958, en la carretera
Villahermosa-Coatzacoalcos se hundió la panga del Samaria como a
las dos de la tarde. A cargo del señor Víctor Rodríguez, esa falca no
aguantó el peso de un camión cargado con un tractor de once toneladas.
Al filo de las 4:00 de la madrugada del día siguiente lograron sacarla.
La cola de camiones y vehículos en espera de que se reanudara el paso
alcanzaba varios cientos de metros. No había entonces la intensidad de
tráfico de vehículos que existe hoy. Ese año fue de intensas lluvias; un
mes después del hundimiento de esa panga, de nuevo se interrumpió
el cruce de vehículos en el paso de El Samaria. Debido a la intensa
lluvia, prolongada ya por varios días, los puntos de las dos orillas
del río preparados para que los camiones abordaran la panga era un
verdadero lodazal; ello y la corriente impetuosa de las aguas fluviales
hacían imposible y muy peligroso el abordaje de la panga, así como
el cruce de ésta cargada de camiones. Quienes cruzaban el río en esas
condiciones en verdad eran personas temerarias. En esos días que
se interrumpió el paso por el Samaria, varios camiones cargados de
ganado tuvieron que regresar a Villahermosa; después de varios días
de espera los camiones cargados de plátano perdieron toda la fruta
que llevaban.16

14
El Momento, 3 de julio de 1958.
15
Excélsior, 25 de septiembre de 1957.
16
El Momento, 10 de julio de 1958.
172 Tabasco a dos tiempos

Notas como la siguiente eran frecuentes cuando llegaban los


meses de lluvias y de los “nortes”: “… el tránsito en la carretera del
Golfo está prácticamente interrumpido, sobre todo, el tramo Cárdenas-
Villahermosa, debido a los torrenciales aguaceros que cayeron en días
pasados. Algunas empresas han resuelto no aceptar carga de esta ciudad
a la Chontalpa por temor a no poder cumplir satisfactoriamente, se sabe,
inclusive, dice la nota, que dos camiones plataneros se accidentaron y
un trailer de Auto Express del Sureste quedó atravesado en la carretera
obstaculizando el tránsito”. Y termina la nota: “De tres Auto transportes
de Oriente (ADO) que salieron de México sólo uno pudo llegar a esta
capital y los otros dejaron el pasaje en Cárdenas.”17
Y esa conduerma la sufrieron las carreteras de Tabasco y de
toda la región, mientras no se asfaltaran debidamente y el cruce de los
pasos de los ríos se tuviera que hacer en pangas, ante la ausencia de
puentes. Como dijimos anteriormente muchos de estos puentes eran
barridos por las fuertes corrientes de los ríos en los meses de lluvias y de
crecientes. Como ya apuntamos también, el puente de La Majagua, en la
salida de Villahermosa a Teapa, fue inaugurado el 16 de septiembre de
1948. Desde entonces se interrumpió un sinnúmero de veces el tráfico en
esa carretera debido al deterioro que ese puente sufría con frecuencia,
así como la cinta asfáltica. Por esos motivos se puso a funcionar una
panga en 1956, misma que fue hundida a propósito en noviembre de
1957. Una vez rescatado el pesado chalán con ayuda de elementos de la
COOTIP se comprobó que efectivamente el hundimiento fue resultado
de un sabotaje. Y en esos términos lo denunció el licenciado Mario A.
Brown Peralta, Presidente de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y
Material de Villahermosa; la denuncia la presentó ante la Procuraduría
de Justicia, cuyo titular era el licenciado Marco H. Buendía. El percance
provocó fuertes erogaciones a la citada Junta ya que tuvo que pagar a
la COOTIP los gastos de salvamento del chalán hundido, la subida al
astillero y su reparación; además la Junta tuvo que pagar a la Unión
de Crédito Platanero la cantidad de cuatrocientos pesos diarios por la
renta de otro chalán para sustituir a la panga en reparaciones. A fines
de 1958 se suspendían los trabajos de construcción de los puentes de La
Majagua y de Tonalá; se calificaba a esos trabajos como de vana ilusión.
La Compañía Constructora Belther, encargada de los trabajos de los dos
puentes, retiró a su personal debido a la falta de presupuesto por parte
del gobierno.18

17
El Momento, 23 de junio de 1957.
18
RN, 20 de octubre de 1948; El Momento, 4 de septiembre de 1955, 12 de octubre, 30 de noviembre
Elías Balcázar Antonio 173

Los mismos percances e interrupciones se sufrieron con el


puente de Teapa. A las 17:00 horas del 29 de marzo en1950 el gobernador
Francisco J. Santamaría inauguró ese puente en una sencilla ceremonia.
No hubo discursos, sólo se recordó el aislamiento que venía sufriendo
Teapa desde años atrás. Dos años después la fuerte corriente del río
destruía ese puente por tercera ocasión.19
A fines de la década de los cincuenta, 1958, sólo la carretera de
Villahermosa a Coatzacoalcos se encontraba debidamente asfaltada;
esa condición le permitió, a partir de 1958, dar servicio todos los meses
del año, siempre y cuando el cruce de las pangas lo permitieran. A
principios de noviembre y cuando ya se encontraba totalmente
asfaltada, fue inaugurada por el ingeniero Walter C. Buchanan.
Este ingeniero era subsecretario de Comunicaciones, encargado del
despacho (SCOP) y como representante del presidente Ruiz Cortines
inauguró esta carretera. La ceremonia se realizó en el río Tonalá que es
la línea divisoria entre Tabasco y el Estado de Veracruz.20
Las demás carreteras, carentes de asfalto, se convertían en
verdaderas trillas y en lodazales intransitables, tan luego caían las
primeras lluvias. Reportajes como el siguiente de Rodolfo Montiel,
“Montielito”, eran frecuentes; además nos ilustran sobre las deficiencias
y precarias condiciones que padecían las “carreteras” en esos años.
Después de una gira que Montiel realizó con el gobernador por esos
caminos en julio de 1956, dice: “La carretera de Teapa a Villahermosa
está en pésimas condiciones. Cincuenta y pico de kilómetros, que en
condiciones normales se recorren en 55 minutos o en una hora, en las
condiciones en que se encuentra dicha carretera se cubren en dos horas
y pico. El revestimiento asfáltico que tenía dicha vía de comunicación
ha desaparecido”. Luego nos dice: “La carretera del kilómetro 133,
que es la que une a la Chontalpa (Paraíso, Comalcalco, Cunduacán,
Jalpa de Méndez, Nacajuca, H. Cárdenas y Huimanguillo), con la
estación del ferrocarril podemos decir con propiedad que no existe.
Está trazada dicha carretera, pero está destruida totalmente. Carece
de revestimiento asfáltico, está toda hoyada, hay lugares que se han
convertido en verdaderos fangos”, nos sigue diciendo Montiel entre
otras cosas.21 Esas condiciones las vivimos y logramos corroborar
personalmente cuando de niños viajamos por esos caminos.

de 1957 y 14 de agosto de 1958.


19
RN, 30 de marzo de 1950 y 6 de diciembre de 1952.
20
Excélsior, 5, 8, 9 de noviembre de 1958.
21
El Momento, 15 de enero de 1959; RN, 22 de julio de 1956.
174 Tabasco a dos tiempos

Los trabajos de pavimentación, iniciados en la carretera de


Villahermosa a Teapa desde años atrás resultaron ser muy deficientes.
Culminarían hasta mediados de la década de los sesenta. En 1965
la carretera de Huimanguillo a Puerto Ceiba, “el corredor de la
Chontalpa”, a la que se refiere Montiel, seguía careciendo de cinta
asfáltica; sólo tenía un corto tramo pavimentado de cinco kilómetros,
que comprendía de Cárdenas al “campamento de la Luz”, así se
le llamaba al campamento de la Comisión Federal de Electricidad
establecido a cinco kilómetros de la cabecera municipal de Cárdenas;
otros tramos estaban revestidos con concha de ostión.
En 1957 la Secretaría de Recursos Hidráulicos concluyó la
construcción de bordos de protección, drenes, canales de alivio y
de rectificación. Se construyeron bordos de protección para tapar el
“rompido” de “El Veladero”; con ello se defendía de las inundaciones
a Cunduacán, Nacajuca, Jalpa, parte de Huimanguillo y Cárdenas y
se libraban a 400 mil hectáreas de las inundaciones. Todas esas obras,
junto con los bordos de protección de Cabillo, Diatula, Pejelagarto y
El Motí, ayudaron a proteger los caminos de las inundaciones. Esas
obras concluidas por esa Secretaría en agosto de 1957 contribuyeron
a mejorar la red de caminos que no se podía construir de manera
definitiva porque las inundaciones la destruían cada año. El 8 de
octubre de ese año voló a Tabasco en “El Aguador” el ingeniero
Eduardo Chávez, titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos. “El
Aguador” era el avión de esa Secretaría; comandante de esa nave era
Luís Flores Díaz. Ese día Chávez inauguró esas obras, bordos y represas
de protección. Llegó diciembre y “las salvadoras obras hidráulicas de
defensa de la Chontalpa” pasaron la prueba de fuego. Supuestamente
el Grijalva estaba domado. Pero esto sólo fue una verdad contundente
hasta la construcción de las Presas Hidroeléctricas en el Alto Grijalva;
contundencia que se vino abajo con la trágica inundación del 2007 con
la que buena parte de Villahermosa se fue a pique y otras comunidades
del estado.
En 1957 se habían construido en la entidad 1, 396 kilómetros de
carreteras. De ellas 1, 235 se construyeron durante la administración
de Adolfo Ruiz Cortines: 250 kilómetros fueron construidos por la
Secretaría de Recursos Hidráulicos utilizando los bordos de protección;
150 los construyó PEMEX; 200 kilómetros el Gobierno de Tabasco; 500
kilómetros los Ayuntamientos y 296 la Secretaría de Comunicaciones y
Obras Públicas. Antes, nos dice una nota, era ir a caballo, atravesar los
ríos, esperar la lancha y trasbordar el barco motor, empleando en todo
Elías Balcázar Antonio 175

ello cinco días. Hoy con las carreteras, concluye la nota, se utiliza en el
mismo recorrido de 5 a 6 horas.22

La carretera Villahermosa-Nacajuca-Jalpa-Comalcalco-
Paraíso. Un caso interesante
Quizá la carretera que más logró levantar el entusiasmo comunitario
e incorporó la cooperación colectiva de las comunidades de esa zona
fue la carretera que va de Villahermosa a Nacajuca y a Jalpa, hasta
entroncar en un punto de Comalcalco con la carretera federal que
va de Puerto Ceiba a la Estación 133 en Huimanguillo. Todos los
presidentes municipales de esa zona de la Chontalpa, los sectores
productivos organizados y otras organizaciones municipales pusieron
todo su entusiasmo y sus recursos para la construcción de esa carretera.
Importantes personajes de esos años, hombres con profundo amor al
terruño derramaron entusiasmo y derrocharon optimismo y energía
en la construcción de esa vía. Las demás carreteras que aquí hemos
recorrido se construyeron por contrato con una empresa privada. En
estos casos predominaron relaciones capitalistas y monetarias. En el
caso de la construcción de la carretera Villahermosa-Nacajuca-Jalpa-
Comalcalco predominaron las relaciones comunitarias y la cooperación
colectiva voluntaria. Quizá porque en esa zona ha sobrevivido el
reducto de relaciones y costumbres comunitarias como herencia de los
pueblos prehispánicos chontales.
Iniciada en 1947 el proyecto de esta carretera recibió un subsidio
inicial de 250 mil pesos por parte del gobernador del estado, Francisco
J. Santamaría. A principios de mayo de 1947 una brigada de dieciocho
ingenieros partió de Villahermosa a esa zona para hacer una inspección
ocular y detectar las condiciones del terreno donde se debería hacer
el trazo de la ruta. Esa brigada fue esperada en Tierra Colorada por
los presidentes municipales de Nacajuca y Jalpa de Méndez, Máximo
Gómez S. y Rafael Barjau D. respectivamente. Integraban además el
comité de recepción: Alfonso Martínez G. precandidato a diputado
local; José Ángel Martínez, Ignacio Campos, Trinidad Lanestosa,
Ernesto Rovirosa y Cipriano García.23
22
Excélsior, 27 de agosto y 9 de octubre; Universal, 7 de septiembre y 16 de octubre; El Popular, 8 de
septiembre de 1957. Novedades de México, El Nacional y La Prensa 19 de diciembre de 1957.
23
RN, 18 de abril, 6 de mayo de 1947.
176 Tabasco a dos tiempos

En esos años la comunicación fluvial hacia esa zona era cada


vez más difícil. La escasez de agua en 1950 debido a las persistentes
sequías y al agotamiento natural de los ríos, de afluentes y arroyos,
aunado al azolvamiento debido al depósito diario de tierras de
aluvión hacían casi imposible la navegación hacia esos municipios
de la Chontalpa. El jacinto (lirio acuático) y los desechos de la selva
se sumaban a esos depósitos, el río se volvía más intransitable. Ya ni
siquiera el tránsito en cayucos o en ligeras canoas era posible. “Contra
ríos agotados, construcción de caminos” era el slogan que se manejaba
en ese imparable proyecto caminero. Debido a que el problema de
sequía de los ríos y arroyos era más agudo cada día, el gobernador
Francisco J. Santamaría convocó a una urgente junta de trabajo con
los presidentes municipales del Centro, Capitán Alfonso Sosa Vera; de
Nacajuca, Fernando Mier Salazar; de Jalpa, Manuel A. Fuentes. Esta
junta se realizó a fines de abril de ese año.
Como resultado de esa reunión se acordó un plan de trabajo
que se echó a andar el 8 de mayo de ese mismo 1950; de acuerdo a ese
plan se realizaron las siguientes acciones:
1.- Ese día se iniciaron los trabajos para la construcción del
pequeño puente San Cristóbal; obra que se terminó en diez días.
Esto en las inmediaciones de Nacajuca y Centro. En estos trabajos el
presidente municipal de Nacajuca proporcionó diez trabajadores de
los que ocho pagó el Gobierno del Estado.
2.- En esa misma fecha se iniciaron los trabajos a partir de
Villahermosa hacia ese puente con la motoconformadora del Centro y la
del Gobierno del Estado. De allí se continuaron los trabajos con esas dos
máquinas hasta terminar los terraplenes en el “Paso de don Cipriano”.
También el presidente municipal de Nacajuca proporcionó toda la
gente necesaria para hacer los trabajos de limpieza de todo el camino,
conforme fueron avanzando las tareas de las motoconformadoras.
3.- El presidente municipal de Jalpa se encargó de la construcción
del puente de Ayapa, así como del arreglo del camino hasta sus límites
con Comalcalco.
4- El presidente municipal de Comalcalco, con la
motoconformadora de ese municipio, se encargó de construir el
trayecto que va desde esa cabecera hasta los límites con Jalpa. Además
se encargó de la construcción del puente en la ranchería Cuxcuxapa.
Los trabajos de este puente se iniciaron el 17 de julio de 1950 con una
aportación de mil pesos mensuales por parte del Gobierno del Estado,
hasta completar la cantidad de $25, 000. Este dinero lo administró el
presidente municipal de Comalcalco, don Julián Murillo.
Elías Balcázar Antonio 177

5.- El Gobierno del Estado suministró todas las alcantarillas


necesarias y absorbió los gastos ocasionados por la motoconformadora
de ese gobierno. El Ayuntamiento del Centro proporcionó un volteo,
además de su motoconformadora.24
A un costo de cien mil pesos, el Gobierno del Estado adquirió su
motoconformadora en 1948; de Coatzacoalcos vía ferrocarril ésta llegó
a la estación Morelia en Teapa y por carretera a Villahermosa llegó un
16 de diciembre de ese año, por la noche. Era un acto sin precedentes,
ningún gobierno había podido hacer una adquisición de esa naturaleza.
Santamaría salió a recibir la motoconformadora hasta la carretera de
Teapa. La gente de Villahermosa llegaba a admirar tan majestuosa
máquina en el cortijo de la Compañía Constructora, S. A., establecido
en el recodo de lo que hoy es la colonia Jesús García y el Boulevard Gil
y Sáenz, hoy Paseo Tabasco. De un peso de once toneladas y con un
motor marca Austin Western 99-H, esa flamante aplanadora tenía un
motor Diesel, marca International Harvester, modelo VD-144 con una
potencia de 76 caballos de fuerza y mil 400 revoluciones por minuto.25
Un miércoles 27 de mayo de 1953 y de la Ciudad de México, el
presidente municipal de Paraíso, don Manuel R. Domínguez recibió
un telegrama del doctor Horacio Brindis de la Flor. Ésta persona, muy
amiga de Bartlett era representante del Gobierno de Tabasco en esa
metrópoli. En ese mensaje le informaba que el día anterior había salido
de la Ciudad de México la motoconformadora en una plataforma del
ferrocarril; también venía en ese tren el automóvil del doctor Juan
Lezcano, quien lo había dejado en aquella ciudad capital al irse a
vivir a Paraíso como receptor de rentas. Esa impresionante máquina,
equipada con buldózer, marca Carterpillar y un motor de 75 caballos
de fuerza, llegó a la estación Chontalpa del ferrocarril la noche del 8 de
junio. Fueron a recibirla hasta esa estación don Manuel R. Domínguez,
el doctor Juan Lezcano y otros invitados y amigos. Días después la
motoconformadora llegó a Paraíso y fue bautizada el viernes 19 de
junio a las 12:00 horas. Como trabajo inaugural empezó a aplanar la
calle 5 de mayo de esa cabecera municipal y luego siguió su trabajo
rumbo al camino de El Limón.26 En febrero de 1955 don Guillermo
Sevilla Figueroa quien era ya el presidente municipal de Paraíso inició
los trabajos para pavimentar las calles que rodean el parque. La primera

24
RN, 30 de abril y 18 de julio de 1950. La VT, 3 de mayo de 1950.
25
RN, 17 y 19 de diciembre de 1948.
26
RN, 28 de mayo y 14 de junio de 1953.
178 Tabasco a dos tiempos

calle que se pavimentó en esa cabecera fue la calle Juárez, la calle de la


entrada del puente. Esta calle fue pavimentada por la administración
de don Tito Hernández Olivé en 1948. Y la pavimentó con ladrillos.27
Al no tener otro medio de pavimentar las calles se usaban ladrillos. Por
eso a esa calle se le llamó “la calle del adoquín” o “la calle adoquinada”.
De niños, ahí llegábamos a patinar, no había otro lugar para hacerlo.
La misma característica de pavimentación tuvo la calle Juárez de
Comalcalco.
El domingo 13 de junio pero de 1954, el gobernador Manuel
Bartlett dejó empatado un juego de béisbol en la novena entrada
que se realizaba en el “Ricardo Castro Flores”. El juego se realizaba
con propósitos de recolectar dinero para los desayunos escolares.
La urgencia de retirase del juego fue motivada para cumplir con un
compromiso en Comalcalco. Llegó como a las tres de la tarde a la Perla
de la Chontalpa a inaugurar la motoconformadora de ese municipio.
En las palabras inaugurales brindó elogios a Candelario Bosada y
Julián Murillo quienes habían sido los dos anteriores presidentes
municipales de Comalcalco. Por supuesto elogió de manera especial
a don Carlos Echeverría, presidente municipal en ese trienio28 y quien
fuera un hombre muy entusiasta en la construcción de las carreteras de
la Chontalpa al igual que don Guillermo Sevilla Figueroa de Paraíso.
El buldózer de $300, 000 era de mayor potencia que los que antes
mencionamos. Su potencia y capacidad se demostró cuando ese día;
como parte de la inauguración tumbó dos cocoteros, un frondoso árbol
de mango y destruyó y aplanó un alto y sólido montículo de tierra.
No fue fácil llevar a cabo el proyecto de la carretera
Villahermosa-Nacajuca-Jalpa-Comalcalco-Paraíso. Este fue un
proyecto exclusivamente del Gobierno del Estado y de los municipios
involucrados. No se contaba con la ayuda del Gobierno federal. Siendo
pues de características estatales y municipales se sufrió mucho la escasez
de recursos económicos, públicos y privados, para la realización de esa
obra. Esa escasez monetaria fue suplida con el trabajo colectivo y la
entusiasta cooperación comunitaria. Y es que además esa carretera era
muy importante para la vida económica del Estado y, sobre todo, para
esa zona de la Chontalpa. Los gobiernos de los municipios de Tabasco
y el gobierno de la entidad manejaban presupuestos muy raquíticos

27
RN, 8 de mayo y 16 de septiembre de 1948 y la VT, 26 de mayo de 1948; El Momento, 16 de
febrero de 1955.
28
RN, 15 de junio de 1954.
Elías Balcázar Antonio 179

en esos años. Tabasco no era entonces un estado petrolero, ni recibía


las participaciones e inversiones federales que luego se darían a partir
del “boom” petrolero a fines de la década de los setentas del siglo XX.
Por ello esa carretera fue más el resultado del mérito colectivo y de la
cooperación de la gente de esos municipios, de sus ayuntamientos y
de sus entusiastas presidentes municipales, así como de otros amantes
de Tabasco.
Las limitaciones presupuestales y las condiciones del terreno
por donde se trazó la ruta de esa carretera hicieron más difíciles y
prolongados los trabajos. Esa parte de la Chontalpa es quizá la superficie
más baja de Tabasco. Y decir eso es mucho, pues Tabasco nace, crece y
está en el agua. El tramo de esa ruta atravesó un sinnúmero de ríos y
sus afluentes, de riachuelos y arroyos, de pantanos y acahuales. Buena
parte de aquella gran red fluvial se ha secado con el tiempo implacable
y con la labor destructora del hombre.
Durante esos años iniciales se avanzó en la localización y el trazo
de la ruta, en su desmonte y ampliación, así como en el levantamiento
y compactación de los terraplenes. Poco se había avanzado en los
trabajos de terracerías y mucho menos de carpeta asfáltica. En tiempos
de lluvias esa carretera era totalmente intransitable en vehículos, así
fueran máquinas especiales para el lodo. Los lodazales son enormes,
verdaderos pantanos y ciénegas, nos dice una nota de periódico de
febrero de 1954, al referirse a las condiciones en que los meses de lluvia
habían dejado a esa carretera. Ante la carencia de presas hidráulicas,
esa región era la más expuesta y la más inerme al embate catastrófico
de las inundaciones anuales. En esos días de febrero los miembros
del Comité Pro-Caminos de la Chontalpa hicieron el recorrido, parte
a pie y parte a caballo. Sólo así se podían hacer los recorridos para
inspeccionar los trabajos de rehabilitación de los distintos tramos
dañados del camino. Tres días antes habían hecho el recorrido a
caballo el supervisor de Administración, doctor José García Evia, y el
diputado Ángel Mario Martínez. Ese recorrido fue desde la ciudad de
Cunduacán hasta Cumuapa y El Remolino. Los acompañaba Roberto
Díaz Mérito, miembro de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y
Material.29
Sin duda que esa carretera, como las demás del estado, sólo
eran transitables en tiempos de seca; para ello los vehículos tenían
que librar los hoyancos, camellones de lodo seco, la vegetación tupida

29
RN, 22 de febrero de 1954.
180 Tabasco a dos tiempos

que invadía la ruta y otros estropicios que los tiempos de lluvias y


de inundaciones dejaban como herencia. Como Penélope, de nuevo se
tenía que construir lo destruido por la lluvia y las inundaciones: hacer
los trabajos de desmonte, aplanado y compactación en los tiempos de
seca para hacer transitable la carretera. A fines de marzo de ese mismo
año trabajaban ya entre el tramo de Saloya y el Paso de don Cipriano
250 obreros y cinco camiones de volteo. Se tenía la confianza de que
en quince días más toda la carretera hasta Paraíso estuviera expedita;
siempre y cuando no volvieran las lluvias.
Y es que además de las necesidades de comercializar sus
productos y de viajar, las personas de la región ponían todo su empeño
e ilusiones en reconstruir, aplanar, rellenar y compactar el camino
cada año, pues se acercaba la Semana Santa, la feria de San Isidro en
Comalcalco y también la temporada de playa en Paraíso. Las personas
de la capital del estado y de los municipios de la Chontalpa veían en
las playas de El Limón, en Paraíso, el mejor lugar para pasear cada fin
de semana. Ese balneario fue inaugurado un 28 de mayo de 1937. En
esa misma fecha murió ahogado en el Grijalva el joven Ramón Torruco
y el teatro Merino se abarrotaba con el debut de la obra “La Joyita”.30
Sin duda el balneario de El Limón y sus zonas colindantes de ese
municipio como Puerto Ceiba, El Bellote y Chiltepec significaban lugares
paradisíacos de paseo para pobres y ricos. Claro eso era antes de que
PEMEX destruyera y contaminara esos lugares. No sólo los dirigentes
foráneos de esa empresa destruyeron sin más ni más ese balneario,
sino también el panteón de Puerto Ceiba, así como las rancherías de
El Limón, Limoncito y Torno Largo, expulsando a numerosas familias
que, desde muchas generaciones anteriores, vivían en esos lugares
como agricultores. Dejemos apuntado para las generaciones jóvenes y
las que vendrán, como ya lo hicimos en un pie de página anterior, que
donde hoy se encuentran las instalaciones petroleras con el nombre
de Dos Bocas, en verdad la ocupaban el balneario El Limón, así como
las rancherías de Torno Largo, El Limón y el Limoncito. En realidad
Dos Bocas se encuentra más al oriente, en la bocana donde desagua
el cuerpo hidrológico de ríos, afluentes y lagunas de la zona. O sea
que hasta los nombres de sus rancherías, poblados y comunidades le
vinieron a cambiar los agentes de Pemex a los tabasqueños. Así son
estas cosas del colonialismo interno que sufre hoy el sureste de parte
de los grupos de poder centro-norteño. Volvamos a nuestra carretera.

30
El Momento, 26 de mayo de 1957.
Elías Balcázar Antonio 181

El viernes 11 de marzo de 1955 el gobernador Manuel Bartlett


realizó una gira de trabajo desde Villahermosa a Paraíso, vía Nacajuca,
Jalpa y Comalcalco. La partida fue a las 7:00 de la mañana de la Quinta
Grijalva a bordo de dos camiones y varios jeeps. Estos jeeps, marca
Land Rover o Willy, eran distribuidos en Villahermosa por Gustavo
Hernández Loroño. Acompañaban al gobernador Arturo Gamas
Colorado, Secretario General de Gobierno; Héctor L. Prats, tesorero
general del Estado; los diputados Víctor Zapata Frías y Ángel Mario
Martínez; el arquitecto Alfonso Zapata Tosca, Nelson Oropeza, Gustavo
Hernández Loroño, Carlos Pellicer Cámara, doctor José García Evia,
Santiago Arias. Además el licenciado Juan Morales Torres, presidente
del Comité Pro-Caminos de la Chontalpa; el ingeniero Edberto
Membreño, jefe del Departamento de Caminos, departamento creado
ese mismo día y dependiente de la Dirección de Caminos a cargo
del arquitecto Zapata Tosca. También iban en esa comitiva Manuel
Antonio Romero Zurita, director del Rumbo Nuevo; Pedro César
Ocampo, Manuel Fernández, Homero el “Chato” Pedrero, así como
los ayudantes del gobernador, Juan Serra y Belisario Palma. Llegaron a
desayunar a Nacajuca y más tarde comieron en Cunduacán. La tirada
era larga entonces.31
Se tienen ya $20,000 reunidos para rehabilitar esa carretera, dijo
ese día, el todavía Gobernador Manuel Bartlett al reportero. Hay un
Comité Pro-Caminos de la Chontalpa, dijo, reforzado por delegaciones
o subcomités residentes en cada municipio; hay un gerente de las
obras del circuito de la Chontalpa y su prolongación hasta Paraíso.
Este gerente fue don Carlos Echeverría, que como ya hemos dicho era
un importante hombre de negocios de la Chontalpa, cacaotero y dueño
de la finca El Carmelo, cerca de La Trinidad en Cunduacán.
El Comité estaba integrado por un entusiasta presidente Juan
Morales Torres, hombre con gran dinamismo y entusiasmo, quien fue
el promotor ante los presidentes municipales y el gobernador para la
creación de ese comité. El tesorero fue Gustavo Hernández Loroño; el
secretario, el diputado Ángel Mario Martínez; los vocales, el doctor
José García Evia y el diputado Víctor Zapata Frías. Las delegaciones
o subcomité municipales estaban presididos por el propio presidente
del municipio o por personas asignadas para ese fin. En Nacajuca el

31
RN, 12 de marzo de 1955.
182 Tabasco a dos tiempos

subcomité estaba integrado por José del Carmen Gómez, M. Denis y


Manuel León; en Jalpa de Méndez por el profesor Manuel Gallegos
Romero, don Jaime Domínguez y José del Carmen Vargas; en
Comalcalco por don Carlos Echeverría, Andrés Hernández Casanova
(don Andresito Hernández) y don Rafael Sevilla; en Paraíso por Manuel
R. Domínguez, doctor Adalberto Santos Vera, Pablo de la Cruz Torres
y Sebastián Santos Ficachi (Tano Santos).32
En 1949, durante los meses de seca, se hacían hasta 5 horas de
Villahermosa a Paraíso en camión; se tenía que cruzar una panga en
Tierra Colorada que daba servicio con cupo sólo para tres vehículos.
Otra falca en el paso Don Cipriano y otra en el Paso del Mango. Esta
última fue suprimida el 11 de mayo de 1955 debido a que ese paso se
rellenó con un alto camellón bien apisonado. La panga de ese punto
se trasladó al Paso de Don Cipriano por lo que, por breve tiempo, se
dio el servicio ahí con dos pangas: una de ida y otra de vuelta. Éstas
cruzaban un arroyo en forma de “ese” desde este paso al paso del
Mango, conocido también como Loma de los Pérez. Cada panga se
llevaba media hora en hacer el recorrido.33 El jueves 2 de junio de
1955 esas dos pangas dejaron de funcionar ya que ese día se inauguró
un puente y un camellón que le permitía un cruce más seguro y
expedito a los vehículos y a los peatones. Desde 1934 Don Cipriano le
dio su nombre a ese paso debido a que en aquellos años de mayores
inundaciones se negó a abandonar su casa y sus tierras. “Le añadió un
piso a su casa de materiales, nos dice Manuel Antonio Romero Zurita,
y veía pasar debajo del refugio de su familia las aguas iracundas del
Mezcalapa, desbordadas y revueltas. Más tarde levantó un tercer piso.
Un día sus hijos lo obligaron a dejar sus tierras y fue a morir a Las
Choapas, lejos de su hogar y de la tierra de sus mayores, que él amaba
tanto”, concluye diciéndonos Romero Zurita.34
El martes 20 de abril de 1954 se inauguró un puente en Saloya
todo de mampostería pero lo suficientemente firme para permitir el
paso a vehículos de regular peso. Durante ese acto inaugural tomaron la
palabra los profesores Ildefonso Díaz Rojas y Carmen Díaz. El primero
dio cifras exactas del costo del puente: $ 8, 123. Sólo la primera sección
de Saloya cooperó con $4, 000. Díaz Rojas señaló que esa cantidad se
logró gracias a la cooperación entusiasta de los vecinos y ejidatarios de

32
RN, 13 de marzo de 1955.
33
RN, 20 de junio de 1954, 12 de mayo y 11, 13 y 25 de septiembre de 1955.
34
RN, 25 de abril de 1954 y 3 de junio de 1955.
Elías Balcázar Antonio 183

Saloya y de sus secciones Sandial, Jiménez y Arroyo. Que no se tuvo


que enviar preso a nadie a Nacajuca, ni amarrar a ningún campesino
para juntar el dinero; dijo que de los 250 vecinos que tiene esta primera
sección de Saloya todos trabajaron voluntariamente de seis a más
días sin cobrar un solo centavo. Claro no faltaron las flores al “Señor
Gobernador” a quien agradeció su “generosa y entusiasta” ayuda.
Entre otras cosas más, el profesor Díaz Rojas de manera profética dijo:
“algún día este camino será carretera petrolizada y consolidada”.35
Para el año siguiente y con el cambio de presidentes
municipales, las personas integrantes del Comité Pro-Caminos de la
Chontalpa fueron otras. José Guimond Caballero por el municipio
de Centro; Hernán Rabelo Wade por Nacajuca; Tomás Taracena
de Jalpa de Méndez; José Sabino Dagdug Jairala de Comalcalco;
Guillermo Sevilla Figueroa de Paraíso; Ernesto Balcázar de Cárdenas
y por Huimanguillo, Roberto Aguirre. Los trabajos hechos el año
anterior tenían que volverse a hacer al año siguiente. Las autoridades
y la prensa local anunciaban cada año: “comenzarán las obras de la
carretera de la Chontalpa”, como si años antes no se hubiera hecho o
empezado nada. Pero es que la difícil geografía de la región, la selva, el
pantano, los ríos, las intensas lluvias y las inundaciones no se dejaban
tan fácilmente. Y más si se contaba con una economía pobre, con un
aparato productivo de una agricultura tradicional predominante, nada
moderna y nada tecnificada. El garabato y el machete seguían siendo
las principales herramientas del campesino así como su miseria. Un
cuerpo desnutrido y con malaria que generaba poco rendimiento.
Cero industrias en el aparato productivo. El Gobierno del Estado y los
gobiernos municipales percibían pocos ingresos por el mismo motivo.
La Federación muy poco aportaba a los municipios y al Gobierno del
Estado.
Aquel año de 1956 el Comité Pro-Caminos de la Chontalpa logró
juntar $242, 000 para la carretera de Villahermosa a la Chontalpa.36
Algunos municipios, a falta de dinero, aportaban ladrillos o mano de
obra voluntaria. En Nacajuca y Jalpa, sobre todo, hay muchas ladrilleras
y mucha pobreza también. En los años siguientes se continuó trabajando
en la construcción de los puentes sobre los demás “pasos”; en la
elevación del terreno y consolidación de los terraplenes. Los puentes
fueron provisionales hasta principios de la década de los sesentas. Sólo

35
RN, 21 y 25 de abril de 1954.
36
RN, 14 de enero y 12 de febrero de 1956.
184 Tabasco a dos tiempos

se empezó a ver claro, en la definición de una carretera asfaltada y con


puentes de concreto y muy buena cimentación a fines de esa década.
La presencia de enormes presas hidráulicas en el alto Grijalva, a partir
1964, ha servido de gran defensa a esa zona de aquellas inundaciones
catastróficas que sólo dejaban destrucción, tragedia y más miseria
para Tabasco. Algo veremos sobre presas hidráulicas en el capítulo de
energía eléctrica. Mientras tanto veamos qué pasaba entonces con los
caminos vecinales.

Camino vecinales
Aunque en Tabasco se anunció la creación de la Asociación Regional de
Comunicaciones Vecinales hasta el 8 de marzo de 1955, ya desde fines
de la década de los cuarenta se venía trabajando en la construcción
de estos caminos. Este organismo sería una filial de la Asociación
Mexicana de Caminos Vecinales presidida por Rómulo O’Farril y fue
hasta el 26 de marzo de ese año cuando de forma oficial y legal se dio
por constituido.37 Pero, como dijimos, en la entidad se venía trabajando
en ese renglón desde la década pasada.
En su informe de gobierno de 1947 Santamaría señaló que se
había acometido la construcción de caminos vecinales en todos los
municipios y, sobre todo, el mejoramiento de los ya existentes. A
fines de 1948 se daban por concluidos los trabajos en la construcción
de la carretera de Villahermosa a Atasta. Éstos, llevados a cabo por
Constructora Tabasqueña, S. A. era la misma empresa que se encargó
de los trabajos en la carretera Villahermosa-Teapa. Al parecer esa
constructora perteneció a Ovidio Ruiz Sastré y se le acusaba de usar la
misma maquinaria del Gobierno del Estado. En el diario Rumbo Nuevo
del 16 de septiembre de 1948 se observan fotografías muy claras de esa
carretera, así como de la calle Juárez del municipio de Paraíso muy bien
pavimentada. Como dijimos, esta última fue la única calle pavimentada
que tenía esa cabecera municipal hasta que la administración de don
Guillermo Sevilla, como presidente municipal, pavimentó otras calles
como fueron las que rodean al parque.
En marzo de 1949 se iniciaron los trabajos de la carretera “El
Azufre”, en Teapa. El Gobernador del Estado, Francisco J. Santamaría
la inauguró un jueves 4 de agosto de ese mismo año. Lo acompañaron
el profesor Fernando Mayo Sanlúcar, presidente municipal de Centro;

37
El Momento y RN, 8 de marzo de 1955.
Elías Balcázar Antonio 185

el ingeniero Edberto Membreño, Arístides Prats y Ovidio Ruiz. Lo


acompañaron también el ingeniero Máximo Carrera Sosa, gerente de la
Compañía Constructora Tabasqueña; Carlos de la Cerda, residente en
Teapa de la Dirección Nacional de Caminos; y el presidente municipal
de la Sultana de la Sierra, Manuel Rosado. Y para destacar la importancia
y utilidad de esa carretera, se exaltaron los valores curativos de las
aguas térmicas de “El Azufre” y sus maravillas para sanar a aquellos
enfermos que la medicina no puede curar; se le informaba al lector
que gracias a esa carretera podría llegar con más facilidad al Azufre y
disfrutar de las virtudes de sus aguas térmicas.38
El jueves 23 de junio de 1949, como a las 20:00 horas, llegó a
Tenosique el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas del
Ejecutivo Federal, licenciado Agustín García López; procedente de
la ciudad de Campeche llegó por el Ferrocarril del Sureste. En la
estación de Tenosique un numeroso grupo de personas y el presidente
municipal de ese municipio, doctor Jorge Raúl Martínez, le prodigaron
una calurosa bienvenida. Más tarde en el Club Rotario se le brindó
una cena-recepción. En la cena el señor Alcides del Torno Calcáneo le
entregó un documento que contenía la solicitud para la construcción
de la carretera desde la estación del ferrocarril hasta la cabecera
municipal de Tenosique. En el acto Agustín García López, Secretario de
Comunicaciones, aprobó la petición y autorizó al ingeniero encargado
de esas obras para que procediera a la iniciación de los trabajos de
esa carretera. También autorizó la construcción de un boulevard
cuyo trazo debía partir desde el parque de la cabecera municipal
de Tenosique hasta entroncar con dicha carretera. Sólo puso una
condición: que los terrenos que se tuvieran que afectar para esas obras
debían ser donados por los propietarios que resultaran afectados. El
señor Justo Díaz del Castillo, que se encontraba presente en la cena,
se levantó y respondió al Secretario de Comunicaciones: “Los terrenos
por donde está trazada la carretera son de mi propiedad y desde luego,
desde este momento, están a la disposición”. Asimismo, Alcides del
Torno dijo que cedía la parte del terreno de su propiedad que resultara
afectado por la construcción de la carretera. También dijo que donaba
las dos hectáreas a la Secretaría de Comunicaciones, superficie que de
antemano ya estaba invadida por la construcción de la Casa Redonda,
patios y talleres mecánicos del Ferrocarril del Sureste.39 En ese año de
1949, particularmente en esos meses de junio, julio y agosto, la Región

38
RN, 26 de marzo y 5 de agosto de 1949.
39
RN, 25 de junio y 1 de julio de 1949.
186 Tabasco a dos tiempos

de los Ríos padecía de una gran sequía. Buena parte de las cosechas
de maíz se perdieron; el precio de este grano llegó a tener los precios
exorbitantes de entre 60 y 90 centavos el kilogramo.
Ese mismo día, por la noche, se desarrolló un pavoroso incendio
en la ciudad de Campeche. El evento acabó con el establecimiento
comercial “Casa Gantuz” que fuera propiedad precisamente del señor
Antonio Gantuz. También el incendio acabó con la peletera que fuera
propiedad del señor Luís López Carrillo, así como con la miscelánea
“Casa Cuitinuy”. Esos comercios establecidos en tres amplios locales
comerciales que fueran propiedad de la señora María Gutiérrez
Zamora estaban ubicados en la calle 53 número 305 de esa ciudad.
También para esas fechas se habían concluido los trabajos para la
construcción del faro de Chiltepec y se trabajaba ya en la carretera de
doce kilómetros que uniría a ese pueblo costero y de pescadores con
puerto Ceiba en el municipio de Paraíso.40
Días antes a esa fecha, el domingo 29 de mayo, Santamaría
inauguró otro camino vecinal. Esta vez en Centla. Al puerto de Frontera,
como a las dos y media de la madrugada, llegaron los reporteros de
Villahermosa a cubrir el evento. El Gobernador Francisco J. Santamaría
que llegó el día anterior como a las dos de la tarde en el Jahuactal,
dormía en la casa del Presidente Municipal. Un gendarme obligó
a los reporteros a bajarse de la banqueta para “no hacer escándalo
con los zapatos” y evitar así que se interrumpiera el sagrado sueño
del “Señor Gobernador”, nos narra un reportero de El Cóndor. A las
9:30 de la mañana, nos sigue narrando, en un auto nos dirigimos al
acto de inauguración de la carretera Frontera-Nuevo Centla-San
Pedro. A bordo de otro automóvil iba el gobernador acompañado de
las autoridades porteñas; lo secundaban todos los camiones y autos
atestados de gente formando una manifestación apoteótica, llena de
júbilo desbordante. La inauguración fue breve, igual que el discurso
de Santamaría quién después de decir las frases de costumbre cortó el
listón. Minutos después se sentó en un tablón debajo de un frondoso
árbol a tomar un baño de sombra y de brisa marina. Se encontraba
rodeado de un grupo de bellísimas damitas. Por supuesto, no podían
faltar los serviles de costumbre; “…los lambiscones y los acomodaticios
que a la hora del chorote hasta se pelean por tomar en la misma jícara
en que tomó el Señor Gobernador”, nos dice El Cóndor. Y luego: “Los
mismos individuos despreciables han venido batallando todo el
trayecto de manera nauseabunda por colocarse junto al gobernador o

40
Ibídem y 13 de marzo de 1949.
Elías Balcázar Antonio 187

junto al presidente municipal cuando se trata de tomar alguna foto; los


mismos que de manera bochornosa se pelean la jícara gubernamental
y se la cuelgan de los hombros”.
“El mismo Santamaría le dijo a Nacho de la Cruz que dentro
de unas semanas regresará para pasarse seis o siete días pescando
pero que no le avise a nadie porque desea que nadie lo moleste.
Desvergonzadamente los lambiscones ríen y no tienen un poquito
de…gracia para retirarse”, concluye la nota. Esta breve crónica,
tomada del semanario El Cóndor del 28 de mayo de 1949, nos recuerda
que nada ha cambiado hoy. Que todavía hoy abundan esas personillas
que se disputan la jícara gubernamental o presidencial, hasta caer en
la indignidad. Es el ingrediente esencial de la empleomanía. Conducta
servil, parte medular del hombre sin dignidad, “sine nobilitate”, snob,
diría Ortega y Gasset.
Año y medio después, el 8 de junio de 1951, Santamaría regresó
a San Pedro para inaugurar la carretera de Nuevo Progreso a San
Pedro, en Centla; carretera que iría a entroncar con la que se interna
en el Estado de Campeche. En el multicitado lugar de San Pedro, en
la desembocadura de los ríos San Pedro y San Pablo y, previa cita
oficial, se encontró con el gobernador de Campeche Manuel J. López
Hernández. A las 18:00 horas los dos gobernadores realizaron un acto
inaugural conjunto de esa nueva carretera. Acompañaron a Santamaría
en ese viaje, Francisco Caparroso, tesorero general del Estado; diputado
Juan Sevilla Sumohano; licenciado Juan Garzón; ingeniero José G. de
la Canal; don Francisco Sumohano y Pedro Lombardini, taquígrafo
secretario del gobernador.41
El 27 de octubre pero del año anterior, 1950, J. Santamaría autorizó
esta vez 15 mil pesos más para la carretera vecinal Hermenegildo
Galeana en Teapa. Con ese dinero se compró un camión volteo a la
casa Lemarroy en Coatzacoalcos. La otra parte la dio el Ayuntamiento
de ese municipio. La adquisición del volteo les permitió ahorrar 25
pesos por viaje de grava que les cobraba un particular, además de
que esa unidad daría servicio para otros trabajos del municipio. Los
trabajos de esa carretera quedaron terminados en julio de 1952 con un
costo total de 37 mil 171 pesos. Con una terracería de grava, de nueve
kilómetros, esa carretera fue inaugurada por Santamaría el 16 de julio
de ese año.42

41
RN, 10 de enero de 1951.
42
RN, 1 de octubre de 1950 y 24 de julio de 1952.
188 Tabasco a dos tiempos

A mediados de abril de 1951 estaban ya por concluirse los


trabajos de una carretera vecinal en Jalapa. De 17 kilómetros a partir
del poblado Tequila, el trazo de esta carretera atravesaba por varias
regiones productoras, sobre todo de ganado bovino, hasta entroncar
con la carretera Villahermosa-Jalapa-Macuspana. Entre las rancherías
que atravesaba estaban San Cristóbal o el Bellote, San Juan Bautista y
Chichonal. Esta carretera se inició gracias al entusiasmo e impulso de
Julián Ocaña y Ángel Jiménez. Se pensaba que con ella sería posible
hacer una de circunvalación con la construcción de la carretera de
Dos Montes, Centro, conectando con la de Macuspana con un ramal a
Tierra Colorada en este último municipio.43
También en ese mes de abril de ese mismo año, el jueves 26 de
abril, fue puesta en servicio la carretera vecinal que va de la cabecera
municipal de Macuspana a la Villa de Tepetitán. En el acto inaugural se
destacó el empeño que puso en su construcción el presidente municipal,
Juan César Becerra y Bates. Las rancherías y poblados beneficiados por
esa carretera son Límbano Blandín, Maluco, Clemente Reyes, Virgilio
Chan, Guerrero, Ramón Grande, Castro y Güiro, Colonia Rovirosa, La
Esperanza, Venustiano Carranza, Alcalde Mayor y Aserradero. En una
ceremonia sencilla y ante el júbilo de los presentes fue despedido el
camión que hizo el primer viaje.44
En julio, también de 1951, se inauguró una carretera privada.
El jueves 12 de julio Santamaría inauguró esa carretera de tres
kilómetros en la finca “El Carmen” de don Lorenzo Prats en Teapa.
Revestida de grava y arena esa carretera o camino atravesaba varias
fincas productoras de plátano y cacao como “Las Lilas” de don Benito
Fernández y “El Rosario” de don Leandro Ledesma. A invitación
expresa de don Lorenzo Prats, Francisco J. Santamaría cortó un listón
inaugural que tenía una leyenda que decía: “El gobierno de Santamaría
ha hecho florecer el campo”. Luego se sirvió una suculenta comida
con platillos tabasqueños en los corredores de la casa solariega de
la misma finca “El Carmen”. La comida fue servida por las señoras
Carmen Salazar de Prats y Elena Illán de Casanova y por la señorita
Nelly Mollinedo.45 Estuvieron presentes en el acto y, por supuesto
en la comida, Maximiliano Méndez, presidente municipal de Teapa;
Benjamín Barona, secretario particular del gobernador; ingeniero
Máximo Carrera Sosa, jefe del Departamento de Obras del Gobierno;

43
RN, 26 de abril de 1951.
44
RN, 28 de abril de 1951.
45
RN, 13 de julio de 1951.
Elías Balcázar Antonio 189

Francisco Bates Caparroso, tesorero general del Estado; Arístides


Prats Salazar, subprocurador de Justicia; José Alday Amábilis, cajero
de la Tesorería General del Estado; Amílcar Luque Prats, jefe del
Departamento de Tránsito; Alfonso Girard, director del Catastro.
También estuvieron los señores Ovidio Ruiz, Manuel Rosado, Miguel
Suárez, Constantino Cano y un grupo de cacaoteros de la Sierra y de
la Chontalpa. Por la tarde Santamaría supervisó los avances de los
trabajos de la carretera a la ranchería Hermenegildo Galeana que,
como vimos, inauguró hasta el 16 de julio de 1952. En ese recorrido
visitaron la finca “Sitio Grande” donde don Constantino Cano les
brindó múltiples atenciones.46
A fines de 1951 estaba en construcción el camino Estación
San Manuel-La Guadalupe. Camino demandado años atrás por
los habitantes de la ranchería Paredón en Huimanguillo. En ese
año se tenían construidos dos kilómetros de terracería y cuatro de
localización definitiva; el tramo tenía un trazo total de 18 kilómetros
hasta la finca “La Guadalupe”, frente al lugar conocido con el nombre
de “Paso de Leo Zurita”. En ese punto cruza el río y el trazo entroncaba
a la carretera “El Fénix”, ramal que sale a la Carretera Central de la
Chontalpa entre Huimanguillo y el kilómetro 133 del Ferrocarril del
Sureste. El Ejecutivo del Estado proporcionó el equipo mecánico y el
personal técnico de localización, la comunidad pagó todos los demás
gastos que demandaba esta obra por lo que hizo erogaciones hasta
fines de ese año por la cantidad de siete mil pesos.

Otras Vias Municipales


Con los caminos antes descritos, que bien podríamos calificar como
carreteras troncales o alimentadoras del Ferrocarril del Sureste, se
agilizaban las relaciones comerciales y se articulaban con el citado
ferrocarril las principales zonas productoras. Aún faltaban muchas
zonas de gran importancia productora como la región ganadera,
chiclera y maderera de los Ríos que requería también de comunicación
terrestre y de caminos vecinales que la vincularan con el ferrocarril.
Hacia las zonas productoras ya comunicadas partían, a la vez y como
arterias menores, los caminos vecinales de terracería que llegaban
hasta los rincones más apartados para brindar las posibilidades de un

46
RN, 13 de julio de 1951.
190 Tabasco a dos tiempos

transporte rápido a sus productos. Buena parte de estos trabajos los


realizaron los presidentes municipales con la cooperación del Gobierno
del Estado dentro de un Plan General de Comunicaciones.
Así, en Huimanguillo la carretera en construcción de la
ranchería Paredón comunicaría a esta región con la vía del Ferrocarril
del Sureste en la Estación San Manuel. Otros caminos vecinales en
construcción en ese año comunicarían las rancherías Libertad, Arroyo
Hondo y Pico de Oro, con la carretera Central de la Chontalpa.
Asimismo, un papel muy importante jugaría el camino que pasa hoy
por los pueblos de Ocuapan, Mecatepec y Tecominoacán y llega hasta
la ranchería Guapacal, zona que por su lejanía y falta de comunicación
se encontraba aislada del resto del estado. Ese camino tenía sus ramales
hacia la Laguna del Rosario y el kilómetro 120 del Ferrocarril del
Sureste. En este punto necesariamente pasaría la entonces proyectada
carretera federal Villahermosa-Coatzacoalcos, hasta entroncar también
con la carretera Central de la Chontalpa en el kilómetro 133. En ese
tramo de Tecominoacán, el Ayuntamiento de Huimanguillo tuvo que
cerrarle el paso a la maquinaria de la Compañía Independiente México-
Americana debido a que con su maquinaria pesada había destruido
tramos de esa carretera sin hacer las reparaciones necesarias.
En Comalcalco, en 1951 también, se comunicaban ya con
la Cabecera municipal los pueblos de Aldama y Tecolutilla y las
rancherías Sur hasta Puente Tulipán del Municipio de Cunduacán y
luego con Zaragoza, Cuxcuxapa, Independencia, Cocohital. En esa
zona existían carreteras perfectamente conformadas y en las que se
construyeron puentes de muy buena calidad.
También en 1951, en Centla, se logró comunicar con la Cabecera
municipal a los pueblos de Allende, Madero, Guerrero, Cuauhtémoc
y Jalapita, y se realizaban ya trabajos con ese fin en los caminos para
Tabasquillo y Simón Sarlat; vías semejantes se abrieron para Escolleras y
Boquerón. En Cárdenas, estaba concluido el camino al paso de la Palma,
sobre el río Santana, con muy buenos puentes y alcantarillado, así como
caminos a las rancherías Calzada y Bajío. En Balancán se construía la
carretera al Triunfo para conectar esa zona a la estación ferrocarrilera.
En Cunduacán estaba en construcción el camino a Río Seco y por el
Remolino se buscaba la salida a la Carretera de Cárdenas-Villahermosa;
en Jalapa, como ya dijimos, el camino de la carretera Villahermosa-
Macuspana, entroncando en la ranchería Chichonal hacia Tequila,
pasando por San Juan el Alto, El Bellote y Aquiles Serdán. Ya señalamos
también el camino a Tepetitán en Macuspana, para ello se aprovechó la
extensa red de Petróleos Mexicanos para comunicar esa Villa. En Paraíso
se concluían o se realizaban los trabajos en los caminos vecinales hacia las
Elías Balcázar Antonio 191

rancherías Nicolás Bravo, El Limón y Limoncito, Potreritos, Las Flores,


La Unión, Tupilco y Chiltepec; en noviembre de 1952 quedó terminado
el camino de esa cabecera municipal a la ranchería Madero. En Teapa,
los caminos que ya comentamos como los de la ranchería Galeana, al
Azufre, a las Grutas del Coconá y aquel construido por la iniciativa
privada, como el de la finca “El Carmen” de don Lorenzo Prats, todos
ellos conectaban con la Carretera Federal y, por tanto, con Villahermosa
y con la vía del Ferrocarril del Sureste.47
A principios de 1952, el camino vecinal que va del kilómetro 17
de la carretera Villahermosa-Teapa al pueblo “Francisco J. Santamaría”,
antes Cacaos, estaba perfectamente revestido y, a pesar de las lluvias, se
mantenía en perfectas condiciones de tránsito. A mediados de ese año se
trabajaba con intensidad en la construcción de la carretera a Tapijulapa
a pesar de lo abrupto del terreno. Esta carretera era una promesa de
campaña cuando en 1946 Santamaría, entonces candidato, recorrió esa
zona. La gente de Tapijulapa recibió con júbilo la llegada de los tractores
y demás maquinaria, después de grandes esfuerzos por hacerlos llegar
a ese poblado, entonces casi inaccesible para vehículos motorizados.
Y haciendo de nuevo remembranza en la vida cotidiana de aquellos
años vale la pena recordar que dos días después de la llegada de esa
maquinaria a Tapijulapa, el legendario Emil Zatopek ganaba la carrera
de Maratón en las olimpiadas de Helsinki con un tiempo de 2:20:23, para
sorpresa del mundo.48
Como ya dijimos fue hasta el 26 de marzo de 1955 que se
creó en Tabasco la Asociación Regional de caminos vecinales. Ésta
era una filial de la Asociación Mexicana de Caminos Vecinales que
presidía don Rómulo O’Farril. En esos días se trabajaba en el camino a
Sargento López en Comalcalco. En esos días también, los alumnos de
leyes del Instituto Juárez abrían un bufete jurídico gratuito; moría el
general Rodolfo Sánchez Taboada y la actriz tabasqueña Leticia Palma
era admitida de nuevo en la ANDA después de su pleito con Jorge
Negrete. También se iniciaban los trabajos para prolongar el boulevard
Gil y Sáenz, hoy Paseo Tabasco, hasta entroncarlo con la carretera
federal, hoy avenida Ruiz Cortines, así como con el aeropuerto, hoy
Tabasco 2000. También en 1955, pero hasta el 18 del mes de agosto, se
empezó a trabajar en la construcción de la carretera vecinal de Teapa
a Puyacatengo. El día 19 de ese mes se publicaba en la prensa local la
Ley Orgánica de la Escuela Normal Rural del Estado de Tabasco.49

47
V Informe de Gobierno de Francisco J. Santamaría. Ver RN, 20 y 26 de septiembre de 1951 y 26 de
noviembre de 1952.
48
RN, 28 de febrero y 29 de julio de 1952.
49
RN, 8 de marzo, 3 y 18 de mayo, 27 de julio, 15 y 19 de agosto de 1955. El Momento, 8 de marzo
192 Tabasco a dos tiempos

El 17 de marzo de 1956 quedaba inaugurada la carretera de


Frontera a Paraíso.50 En sus orígenes esta carretera atravesaba por puros
arenales y dunas costeras. A partir de ese puerto, esta carretera atraviesa
los poblados de Allende, Madero, Guerrero y Cuauhtémoc hasta llegar
a Aquiles Serdán en Paraíso. Por un costado pasa por Chiltepec hasta
llegar al Bellote donde se cruzaba una panga que durante un tiempo
manejó Román (Mancho) Quiroz. La panga era empujada por una
canoa con su motor fuera de borda que se le amarraba a un costado
y por la parte trasera. La panga del Bellote dejó de funcionar, al igual
que la de Frontera, cuando la administración de don Enrique González
Pedrero construyó sendos y majestuosos puentes, entre 1984 y 1987.
Los trabajos para la carretera de Villahermosa a Frontera
se iniciaron hasta el día 3 de marzo de 1957. Por atravesar amplias
zonas pantanosas y bajas de Tabasco, los trabajos tuvieron muchos
contratiempos y altibajos. No fue fácil la construcción de esta carretera.
Un año después los trabajos avanzaban a paso de tortuga. En julio
de 1958 los camioneros tabasqueños se quejaban de que habían sido
desplazados por camioneros foráneos en el acarreo de arena, grava,
piedra y otros materiales. La Coconal, empresa encargada de construir
esa carretera, les daba preferencias a camioneros intermediarios de
Monterrey y Veracruz.51 En esos momentos de la historia de Tabasco,
poca importancia representaba Frontera y esa carretera para la región.
El proyecto carretero de esos días, que se volcaba sobre la línea del
Ferrocarril del Sureste con miras al importante puerto de Coatzacoalcos,
poco volteaba a mirar hacia el mar y hacia una olvidada Frontera que
había vivido sus mejores años. Salvo comunicar importantes zonas
productivas del norte del municipio del Centro con Villahermosa,
así como importantes centros de población de ese municipio, la
carretera de Villahermosa a Frontera no revestía mayor importancia
para Tabasco y para una región que se incorporaba vía carretera y por
ferrocarril, con vigor y a pasos acelerados, con el centro del país. De
ahí que la construcción de la carretera entre Villahermosa y Frontera
marchara con mucha lentitud. Ésta funcionaría con cierta eficacia hasta
bien entrada la década de los sesenta. Y ello como paso obligado para
ir a Campeche o a Mérida por esa vía corta para evitar la ruta más larga
por Escárcega. Pero eso sí, dejando a un lado a Frontera.

de 1955.
50
RN, 17 de marzo de 1956.
51
El Momento, 31 de marzo y 28 de julio de 1957 y 26 de julio de 1958.
Elías Balcázar Antonio 193

Camiones y Líneas de Transporte


Conforme fue desarrollándose la red de carreteras y caminos en
la entidad y en la región, en esa medida se multiplicó el número de
camiones y automóviles. Casi a la par que se extinguía la vida fluvial
y marítima y el número de embarcaciones disminuía, así también
cobraba fuerza el movimiento de vehículos y camiones en Tabasco y
en la región. En 1948 sólo había 60 camiones para servicio de pasaje
en todo el estado. De esos, 22 circulaban en Villahermosa dando
servicio urbano y suburbano. A fines de 1951 circulaban en la entidad
un total de 960 vehículos: 384 eran automóviles y 576 eran camiones.
Las licencias de manejo otorgadas hasta esa fecha sumaban ya mil
881 credenciales. Existían 33 rutas de transportes abiertas en caminos
vecinales, la mayoría conectaba con la ciudad de Villahermosa.

Líneas de Transporte y número de camiones


para pasaje.Tabasco 1948
Líneas de Transporte Número de camiones
Villahermosa-T. Colorada 2
Villahermosa-Macultepec 2
Villahermosa- Paso la Piedra 2
Vhsa.-Pueblo Nvo. de las Raíces. 2
Villahermosa-Aztlán 3ª Sección 2
Villahermosa-Sn Pedrito Mezcalapa 2
Vhsa-El Limón (frente a Reforma) 2
Vhsa-Cunduacán 1
Vhsa-Samaria-Cárdenas-Huimanguillo 4
Vhsa-Samaria-Cárdenas-Huimanguillo-Kilómetro 133 4
Vhsa-Jalapa-Macuspana 3
Villahermosa-Sabinas-Tamulté 2
Frontera-Jalapita- ptos. intermedios 5
Barra S. Magallanes-Tonalá 1
Comalcalco-Río Seco-Km. 133 2
Cárdenas-Huimanguillo-Km. 133 2
Servicios urbanos y suburbanos de Villahermosa. 22
Fuente: Santamaría, Francisco J., Segundo Informe de Gobierno, 1948.

194 Tabasco a dos tiempos

En 1951 se abrieron nuevas rutas de transporte: la de Villahermosa


a Nacajuca concesionada a la Cooperativa Nacajuca, S.C.L. La línea
de Jalpa de Méndez a Comalcalco y que comunica los poblados de
Cupilco, Ayapa y Chichicapa, estaba concesionada a Alejandro B.
Oropeza y hacía un recorrido total de 32 kilómetros; existía la de San
Manuel-El Cometa-La Tienda-Pueblo de la Libertad con desviación
a El Tular-Mango-Reforma-Casa Blanca, en Cunduacán. Esta línea
de 19 kilómetros estaba a cargo de Mateo Naranjo Escalante. La de
Villahermosa-Cunduacán-Jalpa de Méndez-Nacajuca con un recorrido
de 60 kilómetros estaba concesionada a Víctor Rodríguez Fuentes y
socios. En ese año se dio la ampliación de la ruta a Macultepec en el
municipio del Centro hasta el Espino. Este lugar era un “paso” fluvial o
embarcadero y todavía en la década de los cincuenta tenía considerable
importancia. Esta ruta llegaba hasta el poblado José G. Asmitia y estaba
a cargo de Eustorgio Sánchez Rivas. La línea Villahermosa-Playas del
Rosario-El Gimbal-Guarda Costa-Alvarado, a cargo del Comisariado
Ejidal Subteniente García, tenía un recorrido de 58 kilómetros.
En el municipio de Jalapa existía una ruta de 50 kilómetros y
estaba concesionada a Gustavo Falcón y Socios. Esta ruta cubría un
itinerario entre los poblados de Francisco J. Santamaría-Mérida y La
Concepción. En Tacotalpa se creó la línea de camiones que cubría la
ruta desde el Ingenio Dos Patrias y la estación de “El Cruce” hasta
la cabecera municipal de Teapa. Esta línea de camiones cubría un
recorrido de 28 kilómetros y estaba a cargo de la Cooperativa de
Transportes Tacotalpa, S.C.L. En el municipio de Huimanguillo existía
una ruta de 67 kilómetros desde la cabecera municipal a Sigeros-
Ocuapan-Tecominoacán-Pico de Oro y estaba a cargo de la Unión
de Permisionarios de Transportes de Huimanguillo. Otra ruta iba de
la cabecera municipal de Tenosique a la estación del Ferrocarril del
Sureste concedida al Sindicato de Transportes de ese municipio. Desde
1949 venía dando servicio la Cooperativa de Transporte Macuspana-
Jalapa-Villahermosa. El permiso de ruta para Elías Dagdug, en
Huimanguillo, se le otorgó en diciembre de 1950.52
Para fines de 1952 se habían concedido otros permisos de ruta en
los diversos caminos vecinales de Tabasco. El permiso número 218 a la
señora María del Carmen Burelo de Cunduacán; sus camiones cubrían
la ruta desde la ciudad de Cunduacán a Pechucalco-Hacienda Roma-

52
Francisco J. Santamaría, III Informe de Gobierno, 1948 y V Informe de Gobierno, 1951. RN, 24 de julio
de 1949, 8 de diciembre de 1950 y 24 de septiembre de 1951.
Elías Balcázar Antonio 195

Puente San Mateo-Crucero La Trinidad-Ejido San Pedro-Puente San


Miguel hasta La Chonita. Este último punto ya en la carretera federal
Estación 133-Comalcalco-Paraíso. El permiso número 229 concedido a
Jorge Naranjo Vera de la ciudad de Cárdenas. Esos camiones cubrían
la ruta desde Río Seco-Tierra y Libertad-Ingenio San Cándido-Río
Seco 2ª Sección de Cunduacán-Ingenio Santa Rosalía-Hidalgo-Ingenio
Santa Rita y H. Cárdenas, que era la Terminal.53
Se otorgaron permisos provisionales a Lucio Osorio García de
Cunduacán, para cubrir una ruta hacia la Piedra y Cumuapa en ese
municipio. También en Cunduacán se le dio un permiso a José Ángel
Custodio y cubría la ruta hacia Huimango y Cúlico. A Bernabé Naranjos
Contreras, también de Cunduacán, se le otorgó la concesión para la
ruta hacia los Ejidos Libertad, Amado Gómez, Tular, Santo Tomás
con acceso a la cabecera municipal. Y Fernando Villar Noverola en el
municipio del Centro cubría la ruta de Villahermosa por la margen
derecha del río del Espejo con Terminal en Paso del Amate.54
Sin duda, la primera línea de camiones que se creó en Tabasco
fue la Cooperativa de Transportes de Villahermosa, C.T.V. Fundada en
1937, ésta cubría la ruta de Villahermosa a Atasta y Tamulté. Durante
los años del régimen garridista y callista se crearon y predominaron
las ligas de obreros y campesinos. A la caída del callismo y del
garridismo en 1935 y con el ascenso del gobierno cardenista y su
nueva política obrera, estas ligas derivaron en la creación de sindicatos
y de cooperativas. Fue así como en el seno de la Liga de Camioneros
de Pasajes entre las rutas de Atasta y Tamulté se creó la Sociedad
Cooperativa de Transporte de esa misma ruta. Los propietarios de
camiones, independientes, veían en esa cooperativa una amenaza para
sus intereses. Por ello se dedicaron a crearles problemas y obstáculos
a esa sociedad de camioneros. Los propietarios independientes eran
Filomeno Camelo, Welio Domínguez, Juan Ramón, Enoc M. Díaz,
Isidro Díaz, Arturo Pérez, Antonio Hernández y otros más. Dentro
de los cooperativistas estaban Elías Juárez, Constantino Juárez,
Carmen Pereyra, Luís Cos, Conrado Zurita, Gilberto Zurita, René
López, Manuel Ramón, José Cuevas, José Arévalo, Manuel Valencia y
Guillermo Sauret de quien tomamos esta crónica.

53
RN, 25 y 29 de agosto de 1952.
54
RN, 29 de agosto de 1952.
196 Tabasco a dos tiempos

El primer camión que compraron los miembros de la cooperativa


fue “El Obrero”; la segunda unidad adquirida llevó por nombre “El
Chapultepec” y la tercera llevó por nombre “El Halcón”. Don Dionisio
Contreras, alias “Pajita”, compró un camión Ford equipado para
dar servicio a pasajeros; este camión se lo compró la cooperativa.
En 1943 la cooperativa tenía ya catorce camiones. Las diferencias
entre propietarios independientes y cooperativistas continuaron.
Víctor Fernández Manero, gobernador del estado, en 1937 intercedió
en el conflicto. Hubo una orden terminante de que para acabar
con ese litigio se formara una sola organización. La mayoría de los
propietarios independientes se negaron. Sólo tres aceptaron ingresar
a la cooperativa: Don José Bautista, don Antonio Hernández y otro
de quien no conseguimos el nombre. Para hacer la fusión se nombró
como perito valuador al profesor Eurípides Heredia; esta persona
prestigiada y reconocida como uno de los mejores mecánicos que ha
tenido Tabasco. Casi sin saber leer y escribir pero por ser “leguleyo
hasta la pared de enfrente”, Gilberto Zurita la hizo siempre de abogado
defensor, y muy bien, de la sociedad cooperativa. Varias veces fue
presidente del Consejo de Administración.
Siendo presidente del Consejo, Gilberto Zurita, la cooperativa
compró, en el Paso de Tamulté de las Barrancas, veinticinco horcones
y un lote de madera rolliza para la construcción de un galerón que
sirvió para garaje y oficina. Se consiguió un crédito con Manrique
Hermanos para comprar las láminas de zinc para techar el galerón
que también servía como taller para reparar los camiones. En 1942 era
Andrés Castillo presidente del Consejo. Con él se inició la ampliación
del garaje y de los talleres, así como su construcción con mampostería.
Entre 1953 y 1954, siendo presidente del Consejo Héctor Pedrero se
terminó la parte trasera del garaje y se inauguró el servicio de primera
con seis pullman y se pusieron al servicio de segunda once unidades.
En 1939 la Cooperativa formó su novena de béisbol con el
nombre de “Camioneros del Centro”. Destacaron en ella Andrés
Castillo alias el Pelón Castillo y un tal Lilongo. Luego fue reforzada
con elementos que no pertenecían a la cooperativa como José D. Ruiz,
alias el Pelón Ruiz; Atilano Noceda, alias Chilano, proveniente de
Campeche y Darío de la Cruz.
Nos dice Guillermo Sauret que la disciplina dentro de la
cooperativa era muy estricta. Había una disposición que prohibía que
los choferes les dieran el volante a los cobradores. También había otra
disposición de que todas las madrugadas un camión pasara por la
Elías Balcázar Antonio 197

Chata Correa quien, según Sauret, fuera secretaria de Garrido. Cada


madrugada ella se encargaba de comprar el fresco en el mercado para la
cooperativa. Seguro de que a esa hora nadie los veía, una madrugada le
dio el volante al Pelón Castillo quien entonces era cobrador. Sauret nos
dice que, para su sorpresa, fue suspendido con tres días de castigo.55
Al mismo tiempo que empezó a operar en Villahermosa
la Cooperativa de Transporte de Villahermosa dedicada al pasaje,
empezó a funcionar también la Cooperativa de Porteadores de Camión
del Centro, S.C.L. dedicada al servicio de carga con tres camiones.
Desde esos años existían ya en otros municipios camiones de carga de
propiedad particular, sin formar una cooperativa. Se dedicaban sobre
todo al transporte y embarque de plátano. En 1943 había en Teapa
cuatro camiones para el servicio de carga y de pasaje.56
De mayo de 1948 tenemos una nota que nos habla de la
Cooperativa de Transporte de la Chontalpa, S. C. L. que en sus inicios
cubría la ruta de Comalcalco-Paraíso-Puerto Ceiba. “Los camiones
verdes de la Chontalpa”, así se les conocía. Luego extendieron su ruta
hasta la estación del ferrocarril 133. Los dueños de esta línea se quejaban
ante el Departamento de Tráfico de Villahermosa debido a que “…no
obstante que siendo ellos trabajadores del volante y haberse unido en
Cooperativa para comprar dos camiones para que hagan este servicio,
unas camionetas propiedad de gentes pudientes y comerciantes en la
región, salen minutos antes que los pullman recogiendo todo el pasaje,
lo que resulta en perjuicio de los camioneros”. El pasajero pagaba un
peso treinta centavos por viaje en estos camiones.57 En junio de 1951
la Cooperativa de Transportes de la Chontalpa, S. C. L. y que tenía su
matriz en Comalcalco adquirió dos nuevos autobuses último modelo,
“…cobrando pasaje de conformidad con la tarifa estipulada, que viene
a ser un cincuenta por ciento menos de lo que cobraban los propietarios
de camioneta que antes hacían dicho servicio”. También en esos días
tenían en construcción dos nuevos chasis a los que se les instalarían
también nuevas carrocerías con el fin de ampliar el servicio y hacerlo
más continuo y eficiente.58
A principios de marzo de 1949, nos informaba el profesor y
diputado por Paraíso, Samuel Magaña Cortés, que de Coatzacoalcos
se había adquirido un camión para pasajeros y en esos días había

55
El Momento, 26 de mayo, 2, 16 y 23 de junio de 1957.
56
De la Flor, Noé, Primer Informe de Gobierno, 1943.
57
La VT, 8 de mayo de 1948.
58
La VT, 6 de junio de 1951.
198 Tabasco a dos tiempos

salido con destino a ese municipio. Este camión llamado precisamente


“Paraíso” se destinó a cubrir la ruta entre la cabecera municipal de
Paraíso, La Unión y Tupilco. También nos informaba este diputado
como la gran noticia que de Coatzacoalcos ya había llegado también a
ese municipio un camión de carga.59
También en ese mes de marzo de 1949 se amplió el servicio de
camiones de Villahermosa a Macultepec con dos camiones de servicio
mixto, para carga y pasaje, y dos camionetas. En aquel año salía un
camión de pasaje y carga de Macultepec a Villahermosa a las 2:00 de la
mañana y regresaba a las13:00 horas; de Macultepec para Villahermosa
la camioneta de Francisco Peralta salía a las cuatro de la tarde y regresaba
al día siguiente a las 9:00 de la mañana; la camioneta de Rafael Ramón
salía de Macultepec hacia Villa a las 5:00 de la mañana y regresaba a las
11:00 de ese mismo día. Otro camión de ruta mixta salía de Macultepec
a las 6:00de la mañana hacia Villahermosa y regresaba a Macultepec a
las cuatro de la tarde. Si a alguien lo dejaba el camión o la camioneta de
ruta, esta persona se metía en problemas; y más si, de tarde y estando
en Villahermosa, no tenía dónde pasar la noche. Eran socios de esta
ruta los señores Rogelio García, José Inés Ramón, Ildefonso Ávalos,
Manuel Ávalos Cruz, Evaristo Ramón y Francisco Evia. Ese mismo día
fueron reprobados en su examen de manejo Manuel Govea, Hernán de
los Santos, Miguel Hernández, Isaías Pola, Roberto Sánchez y Miguel
Moreno. Por lo mismo, no les dieron licencia para conducir.60
También partir del 14 de marzo de 1949 la Cooperativa de
Transporte de Macuspana-Jalapa-Villahermosa empezó a operar en esa
carretera. En ese año esa cooperativa daba el servicio con tres camiones
llamados “Isabel”, “Tabasco” y “Macuspana”. Los dos primeros
circulaban de Villahermosa a Jalapa y viceversa; el tercero de Jalapa
a Macuspana. Y, como siempre la instancia federal, por encima de las
entidades, estuvo a punto de que la concesión de esa cooperativa se
cancelara. Debido a que esa línea de camiones usaba veinte kilómetros
de la carretera federal de Villahermosa a Teapa, el delegado de la
Policía Federal de Caminos, Adolfo Martínez Huerta, les cerró el paso.
La cosa no pasó a más. Se hicieron las gestiones correspondientes ante
la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas para solicitar la
autorización federal.61

59
RN, 12 de marzo de 1949.
60
RN, 15 de marzo de 1949.
61
RN, 24 de julio de 1949
Elías Balcázar Antonio 199

El lunes 4 de abril también del año de 1949 se abrió la línea


de transportes Aquiles Serdán-Chiltepec-El Bellote en el municipio de
Paraíso. Se le otorgó la concesión al Señor Félix Acuña del Valle. Esta
ruta, prácticamente costera y en el oriente de ese municipio, logró unir
esa zona con el municipio de Centla al vincular sus servicios con el que
brindaba desde antes la Cooperativa de Transportes “Unidad”, S. de
R. L. de la Ciudad y Puerto de Frontera. Esta cooperativa cubría la ruta
desde San Román y unía los pueblos de Vicente Guerrero, Allende y
Cuauhtémoc con Terminal en Jalapita, exactamente frente a la escuela
“Aquiles Serdán”, en el municipio de Paraíso, precisamente el punto
de donde partía la nueva línea de comunicación. Al parecer esta nueva
línea sería la que unos años después se conocería como los camiones de
los “Guacos” y que extendió sus servicios hasta la cabecera municipal
de Paraíso.62
Sin duda que la vida automotriz y las comunicaciones terrestres
por medio de camiones, automóviles y demás, cobraba día a día mayor
fuerza en Tabasco, en la región y en todo el país. Con ello surgieron
leyes, reglamentos, nuevos organismos, instituciones y dependencias;
éstos eran producto, resultado de esa nueva realidad y, a la vez, fueron
creados para normar y servir a esa nueva realidad. Una interrelación
dialéctica, dicen los picudos académicos intelectuales. El martes 21
de junio de 1949 se integró la Comisión de Transportes y Tarifas del
Estado de Tabasco. Ésta se creó por el decreto número 120 del 30 de
abril de ese mismo año. Para formular el reglamento correspondiente
se comisionó a los licenciados José Manuel Aguirre, Marcos Buendía
Pérez y Carlos Compáñ Requena.63 Ese año quedó redactada la Ley y el
nuevo Reglamento de Tránsito que el gobernador Santamaría sometió
al Congreso del Estado para su aprobación. En esos días se creó además
el Cuerpo de Agentes de Tránsito.
En octubre de ese año y precisamente en relación a las tarifas,
miembros de la Cooperativa de Transportes de Villahermosa hacían
declaraciones planteando la necesidad de aumentar las tarifas de
pasajes. Tarifas que no se modificaban desde 1943. Poniendo 1939 como
año de referencia explicaban que todo había subido desde entonces. En
ese año el precio de un chasis era de $3, 819; una carrocería tenía un
precio de $1, 400; el de un litro de gasolina era entonces de $0.18. Para
1943 el precio de un camión era de $7, 770; el del litro de gasolina era

62
RN, 12, 15 y 17 de marzo; 5 y 24 de abril y 24 de julio de 1949.
63
RN, 21 de junio de 1949.
200 Tabasco a dos tiempos

de $0.25 centavos; una carrocería costaba $3, 000 por lo que pudieron
hacer frente a esos aumentos con un incremento en el pasaje de $0.5.
Sin embargo, para 1948 el precio de todos esos insumos se fueron a
las nubes. Un chasis costaba $27, 157; una carrocería $9, 000 y el litro
de gasolina era de $0.39 centavos. O sea, los primeros costaban cuatro
veces más de lo que era en 1943 y ocho veces más de lo que costaba
en 1939. Y es que la devaluación del peso en los años de posguerra, en
1946, había agudizado la crisis generalizada que el país sufría en esos
días. Ese día 29 de octubre en que los miembros de esa cooperativa
hacían esas declaraciones, la tabasqueña Carmelinda Pacheco de
Haedo participaba en la representación de la obra de teatro “Don Juan
Tenorio”. Esta representación se hizo en el auditorio del Sindicato
Nacional de Telefonistas en la ciudad de México. La tabasqueña hizo
el papel de la tornera. Ese mismo día lo deudos de Blanca Estela
Pavón, recién fallecida por el accidente de aviación en el Popocatépetl,
presentaban una demanda contra la Compañía Mexicana de Aviación,
reclamando $500, 000.64
En julio de 1950 la Compañía de Transportes de Tabasco,
Sociedad Civil adquiría cinco unidades para transportar pasaje y carga.
Éstas cubrían la ruta Villahermosa-Cabeza de Loro-Guineo-Río Tinto-
Boca de San Francisco-Boca Limón-San Pedrito-Paso de Cunduacán-
Tintillo- y Buena Vista, Mezcalapa. Todas, rancherías del municipio
de Centro y parte de Cunduacán. También ese día se adquirió otro
pullman para ampliar a tres el servicio de transportes de pasajeros de
Villahermosa a Pueblo Nuevo de las Raíces, en el municipio de Centro.
Desde 1946 otra cooperativa de transporte operaba en
Huimanguillo. Ésta tenía el largo nombre bajo la razón social de
la “Cooperativa de Transporte y de Carga y Pasaje entre paso de
la Piedra, Cárdenas, Huimanguillo y Punta de Vía, S. C. L.”. Este
último punto era una estación del ferrocarril en ese municipio. Eran
miembros del Consejo de Administración de esa cooperativa Andrés
Colorado, Constancio Colorado y Constancio Cornelio. En 1950 los
miembros de ese consejo presentaron su queja ante el Gobierno del
Estado; ésta se debía a que en la ruta que sólo ellos tenían autorizada,
camiones de redila, autorizados para transportar sólo plátano, también
transportaban pasajeros y todo tipo de carga. Solicitaban que hubiera

64
RN, 30 de octubre de 1949.
Elías Balcázar Antonio 201

más vigilancia, sobre todo en los pasos de “El Carrizal” y de “Los


Monos” para evitar ese movimiento ilegal.65
En marzo del 51 se otorgó otra concesión para otra línea de
transportes; esta vez a los señores Víctor Rodríguez Fuentes, Carmen
Vargas Ulín y Manuel Fuentes. Ésta se encargó de cubrir la ruta de 90
kilómetros Villahermosa-Cunduacán-Jalpa de Méndez-Nacajuca. Esta
línea vino a brindar muy valioso servicio de transportes de pasajes y
carga en una de las zonas más productivas de la Chontalpa.66 Estas
líneas y rutas, enlazadas como un todo, buscaban de una u otra forma
vincular las zonas productivas y los poblados con algún punto del
Ferrocarril del Sureste o con los crecientes mercados locales derivados
del crecimiento de las cabeceras municipales.
El viernes 8 de septiembre de 1952 se inauguró un servicio
de transportes de pasajeros de primera clase, para la carretera de
Villahermosa a Teapa y puntos intermedios. La razón social era
“Transportes Sastré”. Sus oficinas en Villahermosa estaban en la
avenida Madero número 10 y en Teapa a un costado del Parque
Independencia. Antes de la línea “Transportes Sastré” ya venían
operando en esa ruta los camiones de la “Línea de Permisionarios de
Transportes Villahermosa-Teapa”. Ese sábado 9 llegó a Villahermosa
Dora María por Mexicana de Aviación; ese mismo sábado cantó en el
Cine Principal, contratada por Juan Trujillo, quien era además gerente
de la Empresa Tabasqueña de Espectáculos.
El 20 de octubre de 1953 quedaba legalmente constituida la
Unión de Propietarios de Volteo de Villahermosa. La razón social era
“Unión de Trabajadores Propietarios de Volteo de Villahermosa” y
estaba afiliada a la Confederación de Trabajadores de Tabasco.67 Al
igual que en Comalcalco, en Paraíso existía ya en ese año el Sindicato
de Choferes bajo la razón social Sindicato de Choferes de Automóviles,
Camiones y Tractores de Paraíso. Su domicilio estaba en la calle
2 de abril número 19 de esa cabecera municipal. El 12 de marzo de
1953 nombraron nueva directiva: Román Pintado Wilson, secretario
general; del interior, Raúl Falconi Vera; del exterior Deyoces Pérez;
de actas Moisés Oyosa M.; tesorero, Onecífero Javier; y del trabajo,
Juan Tejeda F. Desde antes se venía suscitando un conflicto entre los
choferes de Comalcalco y de Paraíso. Las dos partes no tenían bien

65
RN, 26 de julio y 6 de diciembre de 1950.
66
RN, 31 de marzo de 1951.
67
RN, 12 de septiembre de 1952 y 21 de octubre de 1953.
202 Tabasco a dos tiempos

definido a quien le correspondería transportar los pasajeros cuando


éstos eran abordados en una u otra cabecera municipal. El martes 9 de
agosto de 1955 se llegó a un acuerdo y se resolvió satisfactoriamente el
conflicto. Medió en ese problema Gonzalo Margalli, Jefe de Circulación
del Departamento de Tránsito del Estado. Con ese fin viajó a Paraíso
donde celebró reuniones entre las dos partes.68
En agosto de 1953 y en Paraíso también, Transportes Martínez
ponía en servicio “su poderoso camión San Miguel” que salía todos los
días de Puerto Ceiba a las 4:00 de la mañana y llegaba a Villahermosa a
las 9:30. De regreso, salía de esa ciudad capital a las 11:30 de la mañana
y llegaba a Paraíso a las 18 horas. “Esta ruta, dice la nota, vino a llenar
un imperiosa necesidad ya que sólo en automóvil especial se podía
hacer el viaje a la capital. Ahora y por sólo $15 va uno a Villahermosa”,
concluye la nota.69 Tres o cuatro años después los camiones de don
“Guayo” Ocharán harían ese servicio desde Paraíso a Villahermosa.
Éstos eran conocidos como “los camiones de don Guayo”.
Ya en 1954 se anunciaba en Villahermosa la llanta sin cámara.
La “Sellomática” se le llamaba en México. La primera empresa en
fabricar y vender esa llanta fue la Goodrich a partir de 1947. Aquí en
México y en Tabasco la vendía con su coasociada Goodrich-Euzkadi.
En 1954 esta empresa entabló una demanda contra la U.S. Rubber Co.,
y contra la Firestone debido a que sin su permiso estaban usando su
patente para fabricar llantas sin cámara. Poco después se arregló ese
litigio y la Goodrich dio licencia de su patente a otros fabricantes.70
El 9 de mayo de 1955 se inauguró la ruta de Villahermosa a
Tierra Colorada de Ismate, en Macuspana. Esta concesión se le dio a la
Cooperativa de Camiones “El Triunfo” que contaba entonces con dos
unidades. La Terminal en Villahermosa estaba en la calle Constitución
número 30. Los camiones salían de Tierra Colorada, Ismate a las 5:00
de la mañana y llegaban a la capital del estado a las 8:30 de esa misma
mañana; salían de Villahermosa a las 14:00 horas y llegaban a Tierra
Colorada Ismate a las 18:30 horas.71
Al año siguiente, en marzo de 1956, se inauguraba el servicio
Express y de Carga entre Villahermosa y la Ciudad de México. La
razón social era “Transportes del Sureste, S.A. de C.V.” y el primer
camión llegó a la capital del Estado el 13 de marzo de ese año. El 5 de

68
RN, 18 de abril de 1953 y 12 de agosto de 1955.
69
La VT, 4 de agosto de 1953.
70
RN, 19 de julio y 3 de agosto de 1954.
71
RN, 10 de mayo de 1955.
Elías Balcázar Antonio 203

febrero de 1957 la Cooperativa de Transportes de Villahermosa, de la


que ya hicimos una breve crónica, ampliaba sus servicios de transporte
de pasajeros a Coatzacoalcos. Ese mismo día, a las 9:00 de la mañana
y de manera simultánea salió otro camión desde Coatzacoalcos con
destino a Villahermosa, propiedad de la Cooperativa Coatzacoalcos-
Minatitlán. El precio del boleto era de catorce pesos. En el acto de
inauguración de la nueva ruta Salvador Neme Castillo, Secretario del
Ayuntamiento del Centro, tomó la palabra. Dijo que a pesar de que
la carretera a Coatzacoalcos no estaba revestida era una necesidad
brindar ese servicio, pues los nuevos tiempos así lo demandaban. Ese
9 de febrero el presidente Ruiz Cortines autorizaba el establecimiento
del Seguro Social para Tabasco.72
El sábado 16 de junio de 1956 el licenciado Eduardo Alday
Hernández entregaba cinco camiones volteo a presidentes municipales
de la Chontalpa. Los camiones fueron donados por Adolfo Ruiz
Cortines, presidente de la República. Eduardo Alday, secretario
general de Gobierno, encargado del Despacho del Ejecutivo por
Ministerio de Ley, en representación del general de División Miguel
Orrico de los Llanos, gobernador del estado, presidió el acto de entrega
de esos volteos. El primer camión se entregó al presidente municipal
de Jalpa de Méndez, profesor Tomás Taracena Hernández; el volteo
era color beige con número de motor T442-1260. Roberto Díaz Mérito,
presidente de Cunduacán, recibió un camión color azul con número
de motor T442-1251. El presidente municipal de Paraíso, Guillermo
Sevilla Figueroa, recibió un camión color verde con número de motor
T442-1249. El camión para Nacajuca de color rojo y motor T442-1236
fue recibido por su presidente municipal Hernán Rabelo Wade. Don
José S. Dagdug Jairala, “don Chuy”, presidente de Comalcalco, recibió
un camión rojo con franjas negras y motor número T442-1264.73
El lunes 25 de febrero de 1957 la prensa local anunciaba en la
primera plana que para ese miércoles 27 de febrero el general Miguel
Orrico de los Llanos, gobernador del estado, inauguraría el servicio
de ADO, Autobuses de Oriente. Con emoción se destacaba que esa
línea comunicaría de manera rápida a la ciudad de Villahermosa con
la ciudad de México. El servicio brindado por esta empresa facilitaría
el transporte de pasajeros entre estas dos ciudades, haciendo escala
en la ciudad de Cárdenas. Sin embargo, la inauguración fue aplazada

72
El Momento, 5 de febrero de 1957. RN, 5 y 8 y 9 de febrero de 1957.
73
RN, 17 de junio de 1956.
204 Tabasco a dos tiempos

y no se precisó fecha alguna para ese evento. En esos días el general


Orrico andaba en la Ciudad de México, faltaban algunos trabajos que
concluir de la carretera de Villahermosa a Coatzacoalcos y además el
mes de febrero que era de lluvia, no permitía buenas condiciones en
esa carretera la cual no estaba revestida. Los trabajos de asfaltado se
realizaron hasta mediados de 1958 y todo el año de 1959.
Por fin hasta el miércoles 24 de abril de ese año se llevó a cabo la
inauguración del esperado servicio de ADO. El acto inaugural se llevó
a cabo a las 9:00 de la mañana enfrente del Hotel Manzur en donde
estarían provisionalmente las oficinas de esa línea de camiones. La
primera unidad partió con destino a la Ciudad de México a las 9:15
esa mañana. Fueron los primeros viajeros el periodista Antonio García
Santos, presidente de la Asociación de Periodistas Tabasqueños,
la señora Juana Aguilar Viuda de Mateos y Rafael Bastón Pulido,
gerente de los ADO. Los choferes de aquel primer histórico viaje
fueron Eugenio Martínez y Fernando Herrera. Para cubrir el evento
inaugural se encadenaron las radiodifusoras locales. Los locutores
que narraron tan importante evento ese día fueron Jesús Nazar
Jáidar, Juan Sabino Olivé y Efraín Castillo Villegas. También ese día el
gobernador del Estado, Miguel Orrico de Los Llanos, dijo: “Motivos
de júbilo es comenzar a recoger los frutos del esfuerzo que realiza el
“Señor Presidente” Ruiz Cortines en bien del sureste”. También tomó
la palabra Salvador Neme Castillo quien entonces era Secretario del
Ayuntamiento del Centro. El presidente municipal era José Guimond
Caballero. Acompañaron al “Señor Gobernador” esa mañana Eduardo
Alday Hernández, secretario de Gobierno; Nicolás Reynés Berezaluce,
secretario Particular del gobernador; Manuel Gurría Ordóñez,
subsecretario de gobierno; Ramón Neme Castillo, tesorero general de
Gobierno, entre otros.
En aquellos años los ADO cubrían la ruta en veinte horas.
Existían muchas pangas que cruzar, no había los libramientos que
existen hoy, ni la cinta asfáltica tenía las condiciones, ni los carriles
que tiene hoy. El precio del boleto era de ochenta pesos.74 En julio
de 1958 fueron suspendidos los viajes de ADO entre Villahermosa
y Coatzacoalcos debido a las torrenciales lluvias que azotaba a la
región y a esa carretera en esos días. Ésta sufría desperfectos en varios
tramos, sobre todo en aquellos que carecían de revestimiento asfáltico.

RN, 13 de marzo de 1956; El Momento, 5 y 24 de febrero de 1957. RN, 8, 24 y 25 de febrero, 24


74

y 25 de abril de1957.
Elías Balcázar Antonio 205

Los pasos de las pangas de Alvarado y de El Samaria estaban en


condiciones tan malas que era imposible cruzarlos. El gran tonelaje
de los autobuses de ADO y la inseguridad en las pangas obligaron
a la gerencia de esa empresa a suspender temporalmente los viajes
de sus unidades.75 Como ya señalamos, la carretera Villahermosa-
Coatzacoalcos quedó totalmente asfaltada en noviembre de 1958 y fue
inaugurada en ese mes. En aquellos días las personas de los municipios
de Paraíso, de Comalcalco, de Cunduacán, de Jalpa y Nacajuca o de
Huimanguillo que querían viajar en ADO, tenían que transportarse a
Cárdenas, en camión de segunda o en automóvil, para tomar el autobús
en esa heroica ciudad. En tiempos de lluvias era casi imposible llegar
a Cárdenas, debido a que las demás carreteras hasta mediados de la
década de los sesentas carecían de cinta asfáltica.
Desde sus inicios, y antes del ferrocarril y de la carretera del
Golfo, la creciente actividad camionera y de automóviles en Tabasco y
en la región se enfrentó al problema de la escasez de gasolina. No existía
el sistema de distribución de ese combustible, por gasolineras, como
existe hoy. Hacer llegar la gasolina desde la refinería de Minatitlán,
Veracruz, vía Coatzacoalcos, significaba un verdadero problema.
En los tiempos de “nortes”, y de fuertes tempestades, era imposible
que aquellos barcos se hicieran a la mar. Permanecían amarrados
en Coatzacoalcos, cargados con tambos de gasolina, en espera de
que el mal tiempo amainara. Muchas embarcaciones y chalanes se
hundieron cuando de Minatitlán venían cargados con tambos de
petróleo y gasolina. Toda esta situación provocó que, ante la escasez
de gasolina, muchas veces el tráfico de camiones se interrumpiera. En
esas ocasiones las personas que vivían en Tamulté, Atasta, Primero
de Mayo y El Águila “tuvieran que trasladarse a pie a esta ciudad”.
En abril de 1946 la escasez de gasolina fue tal que la Cooperativa de
Camioneros le facilitó gasolina al periódico Rumbo Nuevo para formar
el linotipo. En marzo y en noviembre de 1957 la escasez alcanzó niveles
tan críticos que talleres, pequeñas industrias y, por supuesto, los
camiones y vehículos se paralizaron en buena medida. Y esta situación
persistió hasta principios de la década de los sesentas.76
Como era de esperarse la creciente actividad de transporte
y comunicación automotriz generó la necesidad de emplacar los

El Universal, 14 de julio de 1958.


75

RN, 26 de abril de 1946; 11 y 12 de febrero de 1947. El Momento, 14 de marzo y 14 de noviembre


76

de 1957.
206 Tabasco a dos tiempos

vehículos, renovar las tarjetas de circulación y la obligación de


sacar licencias de manejo. Todo esto resultaba novedoso para los
tabasqueños, no acostumbrados a esta nueva realidad. Con el
propósito sólo de remembrar un poco y de que algún lector recuerde a
algún familiar o conocido, daremos una lista de nombres de aquellos
que obtuvieron algunas de las primeras placas, licencias de manejo y
tarjetas de circulación en Tabasco, lista tomada de unos boletines del
Departamento de Tránsito de septiembre de 1951 y de agosto de 1952.

Licencias de choferes otorgadas en 1951


Comalcalco
NOMBRE NÚMERO
Enrique Lützow Trujillo 1837
Rutilo Peralta Valenzuela 1884
Ovidio Peralta Gil 1929
Ángel Ferrer Sastré 1930
Evelio Díaz Méndez 1931
Uriel Cortés Zárate 1932
Efraín León Alejandro 1933
Sotero Ventura Rodríguez 1934

Paraíso
NOMBRE NÚMERO
Maribel Castillo Javier 1883
Mario Gómez Santos 1890
Alfonso Maldonado Jiménez 1891
Ariel Córdova Falconi 1909
Luís Ávalos Palma 1911
Miguel Laguna Pérez 1938
Raúl Tejeda Alejandro 1926
Elías Balcázar Antonio 207

Frontera
NOMBRE NÚMERO
Santiago López Olán 1881
Marcos Rueda Casanova 1886
José Luis Rodríguez Martínez 1880
Salvador Villanueva Maya 1882
Nemecio mayo 1906
José Valencia C. 1907
Gregorio M. S. Fojaco 1908
Asunción Bonfil Gómez 1927
Pascual Bellizia C. 1928
Felipe Rodríguez Clemente 1925

Tenosique
NOMBRE NÚMERO
José Mandujano Pérez 1889

H. Cárdenas
NOMBRE NÚMERO
Conrado de Xicoténcatl 1885

Huimanguillo
NOMBRE NÚMERO
Juan José Córdova B. 1919
Raúl Recinos Castellanos 1920
Eduardo Morales González 1921
Carmen Gallegos Hernández 1922
José Guzmán Castro 1923
Pedro Custodio Fuentes 1924
Francisco Green Ruiz 1925
208 Tabasco a dos tiempos

Teapa
NOMBRE NÚMERO
Eugenio A. Moreno Ovando 1868
Luís Fernando Sánchez P. 1876
Lorenzo Ramos Pedrero 1878
Carmen Ariztiguiz Zurita C. 1877
Mario Padrón P. 1895
Vicente Cano Brindis 1894
Franklin Prats Beltrán 1893
Miguel Ángel Zurita C. 1896
Raúl Montejo Carballo 1898
Rubén Balcázar González 1899
Heradio Méndez B. 1900

Macuspana
NOMBRE NÚMERO
Leonel Morales Ocaña 1887
Alfonso Baca Sarabia 1888
José Manuel Acosta 1910

Fuente R.N., del sábado 8 de Septiembre de 1951

Placas otorgadas en 1952


NOMBRE NÚMERO
Lorenzo Calzada Luna, Teapa 90-911
Manrique Bravata Y20-060
José Mariano García Y20-063
Ángel Lezama del Rivero, Macuspana 90-771
José Rafael Hernández J. Y20-081
Miguel Lazo de la Vega Y20-163
Manuel M. Santandreu Y20-022
José Mariano García Y20-240
Antonio Gular Y20-334
Consuelo Dagdug M. 90-691
Manuel Fernández M. Y20-030
Elías Balcázar Antonio 209

Licencias otorgadas en 1952


NOMBRE NÚMERO
Juan Graham Pérez 593
Fernando Quevedo Pérez 1706
Leoncio Ramírez Velázquez 1623
Ramón Arias Zapata 1221
Raúl Montejo Carballo 1898
Trinidad Medina Torres 1388
Rogelio Gorro Ceballos 15543
José Govea Pumaro 38
Germán Gil Rosado 470
Félix Gómez Pérez 1565
Eduardo Pedrero Pérez 145473
Juan Mendoza González 1423
Fernando Brito Morgas 173
Dionisio Morales Santiago 1850
Feliciano Martínez Hernández 1397
Carlos Rosique Gamas 1798
Santiago Aguilera 692
Gregorio Reyes Vinagre 1001
Germán Gil Rosado 23034
Rodolfo Antonio Pérez Flores 1871
Román García García 2235

Tarjetas de circulación
NOMBRE NÚMERO
Transportes Tabasco a.C. 189
José Jiménez Cable 344
Cervezas Finas S.A. 287
José Antonio Figueroa 1004
Fuente: RN, 25 y 29 de Agosto de 1952

Debido a que las personas de la región no estaban acostumbradas a esta


nueva vida de camiones y vehículos, así como al creciente tráfico de
éstos por las calles y las novedosas carreteras, se desarrolló una intensa
labor para habituarlas al nuevo orden. Hubo muchos atropellados en las
210 Tabasco a dos tiempos

calles y en las carreteras. En las zonas rurales, algunos acostumbraban


a recostarse a la orilla de las carreteras para platicar o dormitarse.
En Villahermosa se empezó por ordenar las calles; enfrentando una
terrible resistencia, se reubicó a los puestos de pequeños comerciantes
que invadían las aceras en las zonas de mayor circulación vehicular y
en las calles más angostas, donde el peatón caminaba por en medio del
arroyo. Se desarrolló una intensa campaña para acostumbrar al peatón
a caminar por las aceras y se combatió el mal hábito de hacerlo por
en medio de la calle. “Falta enseñarlos a caminar por la derecha y a
algunos a enseñarles cual es su mano derecha”, nos dice Santamaría en
su primer Informe de Gobierno en 1947.

La energía eléctrica
en Tabasco

CAPÍTULO VII
Orígenes
Corría el año de 1843, la población tabasqueña y de Villahermosa era
escasa y muy pobre; padecía ésta en aquellos lejanos años todos los
jinetes del Apocalipsis. Además de las guerras intestinas recurrentes
y fraternas, existían aquellas que provocaban aventureros extranjeros.
Éstos veían en estas selvas tropicales y del infierno, sólo tierra de
promisión, para la fortuna rápida. El paludismo crónico e incurable en
aquellos días, la fiebre amarilla, la disentería, la tifoidea, la parasitosis,
la tuberculosis, las enfermedades pulmonares, la anemia y todos los
males, propios de la pobreza y de un clima insalubre, devastaban a
aquella incipiente sociedad. La ignorancia también hacía de las suyas.
Villahermosa, San Juan Bautista, carecía entonces de todos
los servicios públicos, que pudiera otorgarles una vida decorosa a
sus escasos habitantes. Ni drenaje, ni agua entubada, menos energía
eléctrica. El 16 de septiembre de ese año, y como parte de los festejos
de la independencia, se inauguró un nuevo alumbrado público, de
faroles con mecheros de petróleo. El año anterior los habitantes de
Villahermosa se la pasaron a oscuras, porque el Ayuntamiento no tuvo
ni un peso para pagar los mecheros. En 1843 la fuerte epidemia de
fiebre amarilla, de vómito prieto, se llevó a la tumba a niños y también a
adultos, en cantidades tales que diezmó su población1 En 1842 la fuerte
epidemia de viruela también había enlutado a numerosos hogares
tabasqueños. Se creyó que la tripulación de una corbeta cubana había
traído esa epidemia a Tabasco.
Fue hasta el 20 de junio de 1890 que se firmó un primer contrato
entre los Gobiernos del Estado y del Ayuntamiento para otorgar
alumbrado público a Villahermosa; ese contrato se firmó con Narciso
Gambau. Este señor, uno de tantos aventureros que llegaban a tierras
tabasqueñas a hacer fortuna rápida, se comprometió a establecer cien
lámparas de luz eléctrica de arco, de fuerza de mil bujías cada una. De
acuerdo a ese contrato el alumbrado público empezaría a funcionar al

1
López Reyes, Diógenes, Historia de Tabasco, 1980, p. p. 244 y 259.
214 Tabasco a dos tiempos

oscurecer y se apagaría al aclarar el día, menos en las noches de luna.


Sólo se encenderían las lámparas en caso de que la luna no alumbrara.2
Eso del cambio de horario no existía. Las horas eran marcadas por la
luna y el sol, las gallinas y las vacas.
Fue hasta el 29 de octubre de ese mismo año que se inauguró el
alumbrado público, tal como se convino en el contrato. Sin embargo,
el señor Gambau prestó el servicio con tantas fallas e irregularidades
que Villahermosa vivía más en la oscuridad que en la luz. Se tenía
más fe en que la luna alumbrara que en Gambau y su pésimo servicio.
En 1897 el gobierno de Bandala le rescindió el contrato a este amigo,
así como la subvención de $10, 000 anuales que le daba. Ese servicio
quedó en el olvido. El Ayuntamiento se vio obligado a prestar el
servicio de alumbrado con faroles de gas. Y lo hizo de manera
eficiente.3 Después de un largo pleito, en 1902 el gobierno indemnizó
a Gambau y le pagó por sus malos servicios la suma de $46, 373.4 Era
una costumbre indemnizar, por distintas razones, a aventureros que
venían a Tabasco a hacer de las suyas. Al año siguiente, 20 de enero,
se fundó la compañía Tabasqueña Electro-Motriz, S.A. Ésta brindaría
no sólo alumbrado al público sino fuerza motriz para alguna clase de
negocios.5 Hasta casi la mitad del siglo XX la energía eléctrica brindada
sólo sirvió para alumbrar las cálidas noches de Tabasco, ahuyentar a
la llorona y muy poco para otros usos. En los ingenios cañeros y en los
trabajos pesados de haciendas y ranchos, ante la escasez de mano de
obra humana, se usaba la energía caballar y mular.
“A fines de 1909 quedó instalada la nueva planta de luz eléctrica
de la Compañía Tabasqueña Electro-Motriz, S. A. cuyo presidente
era don Román Romano, en un edificio construido frente al puente
Zaragoza, donde hoy está el cárcamo número 11. Se le llamó “planta
Mayito” por estar el predio dentro de los límites de ese vecindario. El
26 de abril de 1910 se firmó un nuevo contrato para el suministro de
energía”.6
En El Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Tabasco del 17
de abril de 1917 se publicó un decreto, el número 49, que señalaba que
por cuenta del estado se establecería un Departamento de Electricidad

2
Torruco, Geney, Villahermosa Nuestra Ciudad, Tomo I, 1987, p. 136.
3
Torruco Geney, op. cit., p. p. 142, 155, 156.
4
Periódico Oficial del Gobierno del Estado, 17 de mayo de 1902.
5
Periódico Oficial del Gobierno del Estado, 31 de enero y 18 de marzo de 1903. Ver también Torruco
Geney, op. cit. P. 176.
6
Torruco, Geney, op. cit. P. 199.
Elías Balcázar Antonio 215

Médica, con instalación de Rayos X, fluoroscopía, radiografía,


radioterapia y electricidad médica en general. En esos años de la
Revolución, el Gobierno seguía haciéndose cargo del alumbrado
público.
En Comalcalco se inauguró la primera planta de luz un jueves
15 de septiembre de 1910; por razones obvias se escogió ese día como
parte de los festejos de la celebración del “Primer Centenario de la
Independencia Nacional, además en esa fecha cumplía años el general
Porfirio Díaz. No se imaginaba don Porfirio que un mes más tarde
reventaría la revolución. Esa misma noche también fue inaugurado
el Palacio Municipal de Comalcalco, el jefe político del municipio era
el señor Luís F. García Rojas. Aquella planta de energía eléctrica fue
adquirida por los hermanos Rutilo, Salvador y Francisco Peralta; los
tres eran prominentes propietarios de amplias extensiones de tierras
y ricos agricultores y ganaderos. Sin exagerar, podemos afirmar que
esos tres hermanos Peralta, constituyeron el tronco de numerosas e
importantes familias, que hoy integran el municipio de Comalcalco. La
planta fue importada de Alemania, era marca Deuz-Otto y funcionaba
con un generador que a través de unas bandas hacía girar unas poleas.
Esta máquina funcionaba con un combustible importado también de
Alemania, el Carbón Cardit, con el que se producía el gas para que
el generador trabajara. La planta fue instalada por Pablo Sathen,
ingeniero de origen alemán; su ayudante como mecánico electricista
era el comalcalquense, el señor Arturo Vera Morales. Esa planta fue
instalada en la calle Lerdo, en la casa del señor Francisco Magaña
Salazar, quien fue el encargado de administrarla. La multicitada
planta funcionó hasta 1917 pero debido a la Primera Guerra Mundial
y a los problemas derivados de la Revolución escaseó el combustible;7
la planta fue reinaugurada el 2 de julio de 1925, durante los años de
Garrido, según leemos en el periódico Redención. Con fecha 4 de julio
de 1925 leemos en ese periódico que Comalcalco había inaugurado dos
días antes su planta de luz y que Paraíso inauguraba también la suya
el 1 de septiembre. Por cierto, una nota curiosa publicada en ese diario:
en el mes de octubre de ese año, quedaba abierta en Villahermosa
la academia de música donde se enseñaría a tocar el serrucho. Esta
academia se llamó “El sonido 13”.8 En esos días críticos y difíciles

7
Burelo Domínguez, Manuel. Comalcalco del Ayer. H. Ayuntamiento de Comalcalco, 2004, p. p.
97 y 98.
8
Redención, 31 de octubre de 1925.
216 Tabasco a dos tiempos

cuando el garridismo empezaba a consolidarse, una vez derrotada la


rebelión delahuertista, una gran plaga de langosta sentó sus reales en
el estado para comerse todo aquello que verdeara en Tabasco. Había
escasez de maíz y de dinero; se obligaba al comercio local a aceptar
vales.9
Volviendo a la planta de luz de Comalcalco, esa vez (1925) la
pusieron a funcionar los señores Julio Vera Morales y Raúl Vera de
la Fuente, para ello le adaptaron una caldera al gasógeno; esa caldera
trabajaba con carbón de mangle hecho en las carboneras de Paraíso,
pero como ese carbón traía el salitre natural de los manglares, la sal
y el uso terminaron, por dañar la caldera hacia 1940. En esos años
la planta fue vendida como chatarra a Clemente Gil García y José
Castellanos Escalante, por la cantidad de $100, 000 quienes fracasaron
en su proyecto de reactivarla. Terminaron por venderla a los hermanos
Cárdenas en Villahermosa, quienes le adaptaron una máquina diesel
para una fábrica de hielo.10 Como veremos en páginas siguientes el 6
de enero de 1951 se instaló otra planta de luz en Comalcalco ante la
iniciativa del doctor Horacio Filigrana.
En Frontera el mismo ingeniero alemán Pablo Salthen llevó la
primera planta de luz a ese puerto en 1909. A fines de ese año llegaba
de Europa un barco a Frontera con la maquinaria correspondiente
que fue instalada y puesta a funcionar hasta principios de 1910. Ésta
fue instalada en la casa ubicada en la esquina de las calles Francisco I.
Madero y José María Morelos y Pavón, frente a una tienda comercial
que se conoció con el nombre de “La Marina”. Al pasar los años la
máquina se descompuso. Un día se hundió la draga “Dewis” en el
canal lateral de Frontera y los hermanos Esteban y Carlos Samberino
tuvieron la feliz idea de sacarle la máquina a esa draga. Con grandes
esfuerzos lograron sus propósitos y gracias a ello le adaptaron esa
máquina a la planta de luz y la pusieron para hacerla funcionar de
nuevo.11
Pero, fue hasta mediados de la década de los cuarentas que se
puso mayor empeño en este asunto de la energía eléctrica. Aún cuando la
Comisión Federal de Electricidad empezó a funcionar en Villahermosa
desde 1945, el servicio de electricidad en la capital del estado era
sólo de alumbrado; en 1947 seguía siendo deficiente, intermitente

9
Redención, 20 de julio, 24, 29 y 30 de octubre de 1925.
10
Burelo Domínguez, Manuel op. cit. p. 98.
11
Zalazar Tosca, José, “Centla, en su historia, cultura y progreso, H. Ayuntamiento de Centla,
1990, p. p. 113 y 114.
Elías Balcázar Antonio 217

y defectuoso. Ante la queja de los vecinos afectados la Comisión ya


enmudecía. El drenaje en la ciudad también era malo, el servicio de
agua potable, no obstante la pavorosa insalubridad, no existía. Sólo
unas cuantas calles tenían pavimento. Las demás eran lodazales, focos
de infección en los tiempos de lluvia y de las inundaciones anuales.12
Una nota de periódico de 1944 nos dice: “Desde que en malas horas
el señor Víctor Fernández Manero ex gobernador de Tabasco, tuvo la
feliz ocurrencia de obsequiar (lo que no era suyo) la Planta de Luz y
Agua de esta ciudad a un grupo de obreros, ha sido el mayor fracaso…
ya que desde la fecha en que estos obreros se hicieron cargo de dicha
planta y se formaron en cooperativa, con arreglo a la Ley, estos
individuos se dieron desde un principio a la parranda y a desatender
sus obligaciones… dejando a la maquinaria en total abandono”.13
Desde que se estableció en Tabasco la Comisión Federal
de Electricidad en 1945, sus directivos se abocaron a adquirir la
maquinaria que generaría energía eléctrica para aquella vieja ciudad
de Villahermosa. La maquinaria se importó de los Estados Unidos.
Después de muchas gestiones, incertidumbre y larga espera, del puerto
de Veracruz llegó a Frontera el chalán Río remolcado por el motor
Elena de la Cootip. Era el 20 de abril de 1946. En ese chalán llegaron las
primeras dos máquinas de 400 caballos cada una para ser instaladas en
Villahermosa.14 Llegaron éstas a nuestra ciudad capital el 22 de abril de
ese año, como a eso de las 11:00 de la mañana, después de varios meses
de estar embodegadas en el puerto de Veracruz, haciendo larga espera
para ser transportadas. Con ellas también llegó la tubería y el material
para iniciar los trabajos del agua potable. Una gran multitud esperaba
llena de júbilo en los muelles fiscales de Villahermosa, para presenciar
tan grande acontecimiento.15 Ese día fue de fiesta, hubo música en las
calles y la cena política del gobernador con los más picudos de entonces
no se hizo esperar; la misma cena de notables se da hoy. El día anterior
se había cumplido un año de haberse inaugurado en la capital del
estado la sucursal número 12 del Nacional Monte de Piedad.
El 16 de julio de ese año del 46 se anunciaba con beneplácito que
para el mes de septiembre empezaría a funcionar una de las máquinas;
la otra funcionaría para fines de ese mismo año. Una se instaló en
donde hoy se encuentra el cárcamo, a un lado del Teatro Esperanza

12
RN, 26 y 30 de junio de 1947.
13
RN, 26 de marzo de 1944.
14
RN, 21 de abril de 1946.
15
RN, 21, 22 y 23 de abril de 1946.
218 Tabasco a dos tiempos

Iris; para 1948 terminó de instalarse la otra en la calle de Pedro C.


Colorado esquina con Allende, donde hoy se encuentran las oficinas
de cobro de la Comisión Federal de Electricidad;16 existía además una
planta portátil ubicada en la calle de Lerdo.
Poco duró el gusto, el 15 de enero del siguiente año los usuarios
se quejaban por el mal servicio. Decían que cuando las máquinas
fallaban, que era seguido, no les hacían el descuento respectivo y que
cuando los abonados se atrasaban, que también era frecuente, “…les
cortan la luz sin ningún miramiento”. El día 28 de ese mismo mes la
Comisión Federal publicó una nota que decía que debido a los serios
desperfectos de la máquina diesel la cual operaba en Mayito sufrida el
sábado 25 de los corrientes “…nos hemos visto obligados a interrumpir
el servicio”. A los perjudicados se les abonarán los días que dure
interrumpido el servicio.17
En esos días de enero se iniciaba una “obra de moralización”
que consistió en una razzia de vagos, briagos y parroquianos en los
billares. El licenciado Francisco J. Santamaría, Gobernador del Estado,
a partir de ese 1 de enero, envió una circular a todos los presidentes
municipales en que les instruía que debían clausurar todas las cantinas
establecidas en los poblados y rancherías, y sólo quedarían abiertas
las de las cabeceras municipales. Hasta nueva orden sólo 69 cantinas
habría en el estado: (¿nada más?). Había entonces un poco más de
trescientos mil tabasqueños. Se creaba en esos días el servicio médico
para los empleados del gobierno.18 De Centroamérica una gran plaga de
langosta amenazaba con entrar al sureste mexicano, mientras la fiebre
aftosa diezmaba buena parte del ganado bovino en el país. El ganado
de Tabasco, gracias a un buen cordón sanitario y a su aislamiento del
resto del país, salió ileso para convertirse, junto con el de Chiapas, en
la gran reserva que abastecería luego a la Ciudad de México. Buena
parte de la ganadería del resto del país quedó maltrecha después de
esa fiebre epidémica.
La planta de Pedro C. Colorado, antigua calle de La Pólvora,
terminó de instalarse a fines del mes de enero de 1948; la mañana del
24 de enero visitaron la planta el senador Adelor D. Sala y el presidente
municipal del Centro, Agustín Beltrán Bastar. El ingeniero Jesús

16
RN, 25 de enero de 1948. Plática con el señor Óscar Pérez Priego, empleado del Ayuntamiento
del Centro.
17
RN, 15 y 28 de enero de 1947.
18
RN, 7, 23 y 24 de enero de 1947.
Elías Balcázar Antonio 219

Artiga, a cargo de la planta, les dio una amplia explicación19. Hasta


mediados del mes de febrero se hicieron pruebas con la planta de
Pedro C. Colorado inaguraba el día 19 de ese mes a las 17:30 horas de
la tarde. Vino en representación del presidente Miguel Alemán, don
Antonio Ruiz Galindo, quien era secretario de la Economía Nacional y
presidente de la Comisión Federal de Electricidad. Lo acompañaba el
gobernador del estado, Francisco J. Santamaría, el vocal Ejecutivo de
la Comisión Federal de Electricidad, ingeniero Alejandro Páez Urquidi
y el senador Antonio Taracena; también los miembros del gabinete
de Santamaría y los diputados locales, entre ellos el profesor Samuel
Magaña Cortés, de Paraíso. Hubo sandwiches, cervezas y refrescos.
Las cintas tricolores, prendidas en los “switches” de las plantas, Ruiz
Galindo las cortó en el acto inaugural. Santamaría dio instrucciones
para que éstas se colocaran en el Museo de Historia y fueran admiradas
por las generaciones futuras. Después del acto inaugural se saborearon
más bocadillos en el Café del Portal, luego se realizó un paseo en lancha
por el río Grijalva y hubo una suculenta cena, también ésta en el Café
del Portal.20
Para mediados de abril de ese año la planta trabajaba por
encima de su capacidad y la Comisión advertía al público, por medio
de un amplio desplegado, que no otorgaría ni un permiso más hasta
que la tercera planta estuviera funcionando. Ese boletín manifestaba a
los consumidores de energía que a pesar de que se tenían contratados
250 kilowats, la planta estaba generando 310; “…por esto es fácil
saber, nos dice el desplegado, que sesenta se están usando ilegalmente,
porque la mayoría dispone de más energía que la contratada. La
cantidad es sumamente elevada además de ser plenamente indebido”.
El desplegado recomendaba a los usuarios que sólo consumieran la
energía necesaria pues se observaba que a pesar de no necesitarlo,
los consumidores dejaban que todas las lámparas permanecieran
encendidas.21

Electricidad en los municipios


A partir de 1948 la euforia por tener una planta eléctrica de luz se
expandió como reguero de pólvora por municipios, poblados y

19
RN, 25 de abril de 1948.
20
RN, 20 de febrero de 1948 y el Hijo del Garabato, 20 de febrero de 1948.
21
RN, 22 de abril de 1948.
220 Tabasco a dos tiempos

colonias. El 23 de febrero el gobernador giró instrucciones al señor


Teodoro Schumacher Muñoz, jefe del Departamento de Organización y
Operación de la Comisión Federal de Electricidad, para que adquiriera
una máquina generadora de fluido eléctrico, marca Otto, que antes
estuviera prestando servicios en Atasta.22 Esta máquina se requería
para ser instalada en Tepetitán. Igualmente se procedió para instalar
otra planta en Tamulté y en Mayito.23
En enero de 1947 Plácido Aguilera Colorado, del municipio
de Cárdenas, explicaba en un editorial del Rumbo Nuevo que la planta
de luz que durante años suministró energía eléctrica a esa cabecera
municipal, desde hacía varios meses ya no servía. Aguilera afirmaba que
debido a los presupuestos raquíticos de los municipios se requería del
patriotismo de los comerciantes, ganaderos, agricultores, industriales
y profesionistas para dar solución al problema de la luz eléctrica en
Cárdenas y en los demás municipios. Se pedía el apoyo también de
agrupaciones culturales, religiosas y deportivas. Señalaba además
que no debía pensarse en la energía eléctrica sólo para generar la luz,
sino además para “…la comunicación del radio, los molinos, el uso
de plantas, el aprovechamiento de refrigeradores, el establecimiento
de cines y otros espectáculos de esparcimiento para contrarrestar los
malos entretenimientos como son las famosas ruletas que se encuentran
en los portales y en las calles alumbradas con candiles”.24
Al año siguiente, el 4 de mayo de 1948, se encontraba ya
en la ciudad de Cárdenas la planta de luz de cincuenta kilowats,
marca Westinghouse, adquirida por la empresa de Luz y Fuerza de
Cárdenas, S. A., así como el estudio técnico realizado por un ingeniero
enviado para ese fin por la Comisión Federal de Electricidad. Faltaba
sólo el material para la instalación del cableado pues la “postería” se
encontraba lista para ser colocada en el momento oportuno.25
El 3 de mayo el presidente de Teapa convocó a una reunión
con personas pudientes de ese municipio, aprovechando la visita del
gobernador. En esa reunión se planteó la necesidad de adquirir una
planta de energía eléctrica para esa cabecera. El presidente municipal
anunció la oportunidad de adquirir una planta en Veracruz; ésta,
de 280 kilowats, podía adquirirse con facilidades de pago.26 A fines

22
RN, 17 de febrero de 1948.
23
RN, 24 de febrero de 1948.
24
RN, 16 de enero de 1947.
25
RN, 5 de mayo de 1948.
26
RN, 7 de mayo de 1948.
Elías Balcázar Antonio 221

de ese mes, en Cunduacán se aplaudían y se calificaban como todo


un acontecimiento los trabajos relacionados para reparar la antigua
máquina que por años había estado inactiva.27A fines de junio de ese
año los trabajos del tendido de cables que iluminaría a Frontera iban
muy avanzados. El contrato se hizo con la Compañía Luz y Fuerza
de Frontera, S. A., el Gerente era el señor Ángel I. Mora.28 A fines del
mes de julio en el poblado Francisco J. Santamaría todos los postes
se encontraban sembrados y la instalación del cableado prácticamente
concluida. Todos esos trabajos se lograron gracias al entusiasmo del
profesor Manuel Jiménez Haro, quien era director de la escuela de ese
lugar. Ese entusiasmo permitió que el presidente municipal del Centro,
don Agustín Beltrán Bastar, le obsequiara 2, 000 metros de alambre
que, aunque usado, estaba en magníficas condiciones.29
El 29 de mayo de ese año del 48 llegó de la Ciudad de México
a Macuspana el ingeniero Daniel Suzulqui, enviado por la Comisión
Federal de Electricidad, para trabajar con el presidente municipal de ese
lugar, Evaristo A. Moscoso. En una reunión conjunta con las personas
más importantes de Macuspana se logró la contratación de la compra del
terreno y la construcción del edificio para instalar una planta doble de
100 kilowats. Dos años y medio después, el domingo 18 de noviembre,
se anunciaba la adquisición de una nueva planta eléctrica para ampliar
el servicio que hasta ese día sólo estaba funcionando de noche. La
adquisición de la nueva planta la hizo Enrique Zurita G. y ésta tendría
una capacidad de 125 kilowats, superior en capacidad a la anterior. El
señor Enrique Zurita estaba por adquirir una tercera planta con lo que
alternando el servicio de las tres, Macuspana tendría energía eléctrica
las veinticuatro horas del día. Con ello este municipio se pondría a
la cabeza en ese renglón después de la ciudad de Villahermosa. El
mismo Zurita adquirió también una planta para fabricar hielo con
una capacidad para generar seis toneladas diarias.30 El propósito de
estas personas emprendedoras, como las de los demás municipios
era utilizar la energía eléctrica no sólo para brindar alumbrado a la
comunidad sino para poder establecer pequeñas industrias y fábricas.
La desaparecida escuela Normal “La Granja”, que se encontraba
donde hoy está la colonia Prados de Villahermosa, no se quedó atrás en
esos caminos del progreso eléctrico. El lunes 29 de noviembre de 1948

27
RN, 31 de mayo de 1948.
28
RN, 9 de junio de 1948.
29
RN, 25 de julio de 1948.
30
RN, 20 de marzo de 1948 y 18 de noviembre de 1951.
222 Tabasco a dos tiempos

el director del plantel, el profesor José Morgas García, en compañía del


gobernador Francisco J. Santamaría, inauguró de manera solemne los
servicios de alumbrado y agua potable para esa escuela. De Jalpa de
Méndez tenemos una nota del 12 de julio pero de 1949; la nota dice:
“Gran regocijo se ha apoderado de los habitantes de esa población al
saber que próximamente se instalará aquí una magnífica planta eléctrica
que dará principalmente servicio de alumbrado. El gobernador, dice la
nota, acaba de ordenar la entrega de $4, 000 para la compra de la planta
que tiene un valor de $10, 000. El Ayuntamiento de Jalpa cooperará
con los postes necesarios para el tendido de las líneas así como con
el material para realizar las instalaciones. El patronato lo integraban
Manuel A. Fuentes, Presidente; Jesús Sandoval, Secretario; Humberto
Barjau, Tesorero; y los vocales Francisco Villamayor y Manuel Ulín”.31
Un mes después, el 23 de agosto, se inauguraba la planta de luz
eléctrica en Tacotalpa, adquirida por el cabildo y con la cooperación
del gobernador Francisco J. Santamaría.
Y esa euforia por establecer servicio de energía eléctrica en
todos los municipios, cuando menos de alumbrado en las cabeceras
municipales, había cundido por todo el estado. En Nacajuca el acto
solemne con ese fin se realizó el 2 febrero de 1950 ante la presencia de
más de mil personas. Claro no faltaron los discursos, los protagonismos
y aquellos que, como hasta hoy, no desaprovechan ocasión para hacer
su grilla y besarle la mano al gobernador. Santamaría donó $2, 000 para
la compra de alambres, focos y aisladores y se comprometió a otorgar
un subsidio de $150 mensuales para el sostenimiento del servicio del
alumbrado; el Ayuntamiento aportaría $100 mensuales para ese fin.
En ese acto inaugural lanzaron su “speech”: Sabino Ulín, José Alcocer,
Faustino León Ramón y José Encarnación Julián. Como los actos
inaugurales de los otros municipios, este culminó con un baile popular
por la noche y bebidas espirituosas; eran bailes que terminaban en
pleitos y machetizas.32
En Jonuta venía funcionando una planta desde 1943. Esta
planta, de segunda mano fue comprada en $3, 000 con aportación
de la Asociación Ganadera y otros sectores. Para marzo de 1948 esa
planta, propiedad del pueblo y administrada por la Junta de Mejoras
Materiales, brindaba muy mal servicio de alumbrado, apenas hasta
las 21:00 horas. En este año la Junta, con anuencia de los sectores,

31
RN, 13 de julio de 1949.
32
RN, 5 de febrero de 1950.
Elías Balcázar Antonio 223

decidieron venderla en atención a una petición de compra por parte


de Rubicel Zurita. Este señor había instalado varias máquinas para
negocios particulares. A eso se dedicaba. La operación se llevó a cabo
y este señor reconstruyó las partes buenas que quedaban de esa planta
y le añadió una máquina diesel. Con ello pudo cumplir el compromiso
firmado en el contrato de brindar alumbrado hasta las doce de la
noche. El semanario “El Crisol”, de ese municipio acusó al Presidente
municipal de Jonuta, de haber vendido esa planta de manera indebida
y fraudulenta. Calumnia que quedó aclarada.33
El corresponsal de Rumbo Nuevo en Comalcalco, Jorge E.
Graniel Díaz encabezaba su nota del 7 de enero de 1951 así: “Los Reyes
en Comalcalco”; luego dice: “Regalos para los pobres y una planta
de luz eléctrica para la población”. “A eso de las veinte horas, como
si se tratara de un regalo retrasado de los legendarios Reyes Magos
a los comalcalquenses, llegó a esta ciudad la esperada planta de luz
eléctrica, la que fue recibida con el júbilo consiguiente; ya que viene
a llenar una necesidad que hace tiempo se había hecho notoria”. La
planta era de la marca Cartepillar de 120 caballos de fuerza y producía
75 % kilowats trabajando 24 horas; pero como sólo se utilizaba de
noche entonces daba un rendimiento de hasta 83 kilowats. La empresa
era del doctor Horacio Filigrana; don Julián Murillo Pulido era el
presidente Municipal de Comalcalco a quien lo acompañaron en ese
acto inaugural su esposa Estela Peralta de Murillo; acompañaban
además a la primera dama las señoras Clara Roca de Collado y Antonia
Rodríguez de Preve así como las señoritas Alicia Collado Roca, Sarife
Dagdug Dagdug, Yolanda Morán Zentella y muchas otras.
En Paraíso, como ya vimos, aunque ya existía una planta desde
años atrás, ésta venía funcionando con irregularidad. Desde mayo de
1944 que don Guillermo Hübner, presidente de la Junta de Mejoras
Materiales de ese municipio, recibió la vieja planta, fue necesario
meterle mano y dinero y con frecuencia repararla. 34 El 21 de diciembre
de 1953 y ante las gestiones del presidente municipal de Paraíso,
Don Manuel Domínguez, la Comisión Federal de Electricidad envió
al ingeniero Raúl Hernández, quien era jefe de la planta de luz de
Villahermosa y destacado técnico. Se hizo el estudio y se determinó
la cantidad de voltaje que se requería para satisfacer las necesidades
de esa población y, por ende, el tamaño y poder de la planta que se

33
RN, 13 de marzo de 1948.
34
RN, 5 de mayo de 1944.
224 Tabasco a dos tiempos

debía comprar. Fue hasta el 7 de agosto del año siguiente, 1954, que
quedaba instalada la nueva planta que le daría luz y fuerza motriz
a la cabecera municipal las 24 horas del día. La planta se la rentaba
la Comisión al Ayuntamiento y ello se había logrado ante el empeño
de quien entonces era presidente de la Junta de Mejoras Materiales,
don Guillermo Sevilla Figueroa. Era el tesorero de esa Junta, su primo
político, don Elio Carrillo35. La multicitada planta se inauguró a fines
de ese mes.
El entonces boyante puerto interior de Paraíso, Puerto Ceiba,
tenía alumbrado público desde 1951. El acto inaugural de la planta
se realizó un viernes 7 de septiembre; encabezaron esa ceremonia los
principales gestores de esa obra: Higinio Pintado, Ramón Pintado,
Teodoro Pérez, Concepción Ceballos y Gerardo Rocher.36
Sin embargo, el 30 de agosto 1952 se inauguró otra planta de
energía eléctrica en ese bello puerto fluvial que en esos años tenía
un gran movimiento comercial, de barcos, de viajeros, mercaderías,
alegres bienvenidas y tristes despedidas. En esos años por Puerto
Ceiba y en barco salía toda la producción de la Chontalpa hacia
Coatzacoalcos, al Puerto de Veracruz, para ser transportada desde ahí
por ferrocarril hacia a la Ciudad de México; algo de esa producción
se colocaba también en Campeche y en Yucatán. Había entonces en
ese puerto paraiseño grandes bodegas donde se almacenaba todo
el cacao, la pimienta y la copra que la fértil región de la Chontalpa
producía, en espera de un barco para su transporte hacia aquellos
mercados. Por ahí también entraba buena parte de los productos que
se consumían en Tabasco. Importantes hombres de negocios en ese
lugar fueron los hermanos Édison y Carlos Ruiz, así como don Uriel
Torres. Puerto Ceiba fue punto estratégico importante en el circuito
comercial que recorría y enlazaba toda la Chontalpa con la estación
del 133 del Ferrocarril del Sureste en Huimanguillo. Ese circuito se
hacía a través de la carretera en construcción, que operaba entonces
con muchas dificultades por falta de asfalto. Esa carretera, reforzada
con la concha de ostión, dio en llamarse en esos años el “corredor de
la Chontalpa”. Se le llamaba así pues atravesaba precisamente toda la
Chontalpa, desde la estación del ferrocarril del 133 en Huimanguillo
pasando por Cárdenas, Cunduacán, Comalcalco, Paraíso hasta llegar
a Puerto Ceiba.

35
RN, 25 de diciembre de 1953 y 8 de mayo de 1954.
36
La Voz de Tabasco, 13 de septiembre de 1951.
Elías Balcázar Antonio 225

La nueva planta de energía eléctrica, inaugurada en Puerto Ceiba


ese 30 de agosto, constaba de un generador marca A. Van Kaick de 17.5
kilowats movido por un motor Wisconsin de 38 caballos de fuerza.
El costo de la planta y de la red fue de $30, 000; el H. Ayuntamiento
de Paraíso cooperó con $5, 000 y la H. Junta de Mejoras Materiales
también de ese municipio aportó $2, 000. Esto nos narraba el reportero
de Rumbo Nuevo en Paraíso en aquellos días, Ángel Suárez Rodríguez,
“La Pájara”, hoy el más ilustre y reconocido poeta que ha tenido ese
municipio. Higinio Pintado, entonces agente municipal de Puerto
Ceiba, platicaba los sacrificios que tuvieron que hacer los habitantes de
ese lugar para reunir el resto del dinero. A iniciativa de los hermanos
Édison y Carlos Ruiz, se integró un Comité proalumbrado eléctrico
integrado por Jesús Laguna Salgado, presidente; Higinio Pintado,
vicepresidente; Édison Ruiz, secretario; Salomón Wilson Santos,
Tesorero; y los vocales, J. Concepción (Chon) Ceballos y Eleazar León.
La idea fue acogida con entusiasmo por todas las personas de Puerto
Ceiba entre los que se recuerdan a Espiridión Pérez, Ángel Castillo,
Uriel Torres (“El General”), Humberto Oyosa y Dolores (don Lolo)
Pérez entre otros37.
Ya desde octubre de 1954 y con ese mismo fin, el H.
Ayuntamiento de Huimanguillo y la iniciativa privada habían donado
$30,000 y $60,000 respectivamente.38 En Cunduacán, en 1952 el general
Marcelino Inurreta, candidato a senador por Tabasco en esos días,
donó a ese municipio una espléndida planta de luz eléctrica con un
costo de $125, 000. Ésta se inauguró el 5 de mayo de ese año.39

Aquel conflicto eléctrico y el Plan de Electrificación


No todo fue miel sobre hojuelas en ese fervoroso espíritu estatal
de electrificar a la ciudad capital, a las 16 cabeceras municipales y
algunos poblados. De agosto a octubre de 1948 reventó un conflicto
entre los ciudadanos de Villahermosa contra la Comisión Federal
de Electricidad. Aquellos se quejaban de las altas tarifas y del mal
servicio; los trabajadores de la empresa se quejaban de la morosidad
de los usuarios para pagar sus recibos de consumo y del abuso en el
consumo ilícito de muchos de ellos.

37
RN, 3 de septiembre de 1952.
38
RN, 29 de octubre de 1954.
39
RN, 12 de mayo de 1952.
226 Tabasco a dos tiempos

Es verdad que la Comisión mantenía las mismas tarifas de 1946,


tarifas que no se cobraron hasta que se logró un servicio continuo e
ininterrumpido. La Comisión además no había colocado los medidores
para determinar el consumo mensual de cada usuario sino hasta 1948.
En ese año que se colocaron los medidores y se empezó a supervisar
de manera más estricta el consumo de cada usuario, éstos empezaron
a quejarse y a protestar.40 El origen del malestar que a principios de
octubre causó verdadero revuelo en toda Villahermosa estuvo en la
instalación de los medidores y en la aplicación de las tarifas vigentes
desde 1946. Y es que la mayoría de los tabasqueños nunca ha estado
muy acostumbrada a pagar contribuciones.
Con el fin de organizar una protesta colectiva contra la
Comisión, el 7 de ese mes se realizó una junta de trabajo. A ella
asistieron dirigentes y miembros de los sindicatos de alijadores, de
choferes; miembros de la Unión de Propietarios de Automóviles; de la
Cooperativa de Transportes de Villahermosa; de la Federación Única
de Trabajadores del Estado de Tabasco; de la Liga de Comunidades
Agrarias; de la Cámara Nacional de Comercio; de la Cooperativa
Única de Transporte Fluvial y Marítimo (COOTIP); de la Cámara
Nacional de Comercio; del club Rotario y de la Sociedad Mutualista de
Peluqueros, entre otros.41 El argumento medular contra la Comisión
Federal: las altas tarifas. Los habitantes de Villahermosa, inconformes,
ponían como ejemplo que mientras en Yucatán el kilowats tenía un
precio de $0.22, en Villahermosa tenía una tarifa de $0.60.
Esa asamblea del 7 de octubre la presidió el señor Ernesto
Brown Peralta quien explicó ampliamente los motivos de la reunión.
Se nombró una directiva de debates constituida por el doctor Rodolfo
Nieto Bastar, el licenciado Florizel Pérez Nieto y Marcos Rojas Ojeda.
En torno a lo elevado de las altas tarifas, a la mala fe y a la premura de la
Comisión Federal de Electricidad giraron los discursos de los oradores.
Subieron a la tribuna en calidad de oradores Román Velueta Ramos,
Ernesto Espinosa Parga, Miguel Paredes Campos, Diputado Cándido
Rivera y Mario Alberto Brown Peralta. Uno de ellos dijo: “Una vez más
a Tabasco se le hace víctima de atropellos mediante maquinaciones
hasta cierto punto criminales”.
Se procedió a integrar un comité al que se le llamó Comité
Ejecutivo de la Unión Tabasqueña de Defensa Social. Este comité estuvo

40
RN, 24 de agosto de 1948 y El Hijo del Garabato, 17 de septiembre de 1948.
41
RN, 6 y 7 de octubre de 1948.
Elías Balcázar Antonio 227

encabezado por Ernesto Brown Peralta como presidente; licenciado


Belisario Colorado Jr. como Secretario; y Marcos Rojas Ojeda, Tesorero.
Se tomaron cuatro acuerdos: 1) dirigir telegramas al presidente Miguel
Alemán para obtener la derogación de la tarifa; 2) recurrir al derecho
de amparo; 3) no aceptar la tarifa hasta que no fueran estudiadas a
fondo las condiciones de las industrias locales y de la población en
general y, por último, llevar una manifestación de protesta contra la
Comisión Federal de Electricidad y contra quienes aprobaron la tarifa.
Por su parte el gerente de la Comisión, Francisco Ríos, entregó
a la prensa local unas declaraciones escritas que lejos, de dar una
explicación convincente y clara, enredaba más el asunto.42
La manifestación por las calles de la ciudad de Villahermosa
se llevó a cabo el domingo 10 de octubre; se inició el recorrido a partir
de las oficinas de la Comisión para culminar ahí mismo con un mitin.
Encabezaron la manifestación los dirigentes de la recién formada Unión
Tabasqueña de Defensa Social. Por medio de un magnavoz se fueron
gritando por las calles de la ciudad proclamas de inconformidad y de
protesta contra la Comisión Federal de Electricidad y contra las altas
tarifas. Primero tomó la palabra Belisario Colorado Jr. quien además
de ponderar la actitud cívica de los manifestantes, recordó un caso
similar en Veracruz en donde la luz tuvo un alto costo y se tuvo que
bajar a las tarifas. El segundo orador Ernesto Brown Peralta exhortó
a los asistentes a la resistencia civil, a no pagar la corriente eléctrica
hasta que las tarifas fueran rebajadas a su justo nivel; conminó a los
asistentes a recurrir al amparo y anunció que el Comité Ejecutivo de
Unión de Defensa Social mandaría a imprimir rótulos con la leyenda
que diría: “No pago luz eléctrica”. Estos rótulos serían colocados en las
puertas de las casas de cada consumidor de energía.43 En aquellos años
ya se hacían exhortos a favor de la resistencia civil contra la Comisión
Federal de Electricidad.
El 12 de octubre el periódico El Universal, de circulación
nacional, publicó la carta que la mencionada Unión y dieciocho
agrupaciones locales enviaron al presidente Miguel Alemán; el día 14
se realizó una entrevista entre las partes del conflicto. Pero fue hasta el
20 de octubre que por fin se dio solución al problema eléctrico en base
a la reducción de las tarifas de energía eléctrica. En la Quinta Isabel,
hoy Quinta Grijalva, tuvo lugar la reunión entre el representante de

42
Ibídem; RN, 8 de octubre de 1948.
43
RN, 11 de octubre de 1948.
228 Tabasco a dos tiempos

la Comisión Federal de Electricidad, ingeniero Teodoro Schumacher,


y los representantes de la Unión Tabasqueña de Defensa Social.
Acompañaban a estos últimos, tres asesores técnicos: el ingeniero Luis
F. Hernández y los señores José Matus y Ernesto Cárdenas. La reunión
la presidió el gobernador del Estado, Francisco J. Santamaría.44

Plan de Electrificación de Bartlett


Como ya vimos, a fines de la década de los cuarenta y ya en la década
de los cincuenta hubo una verdadera euforia en el estado por instalar
plantas de luz en todos los municipios. Sin embargo, a partir de 1954 se
dio un esfuerzo conjunto del Gobierno federal, a través de la Comisión
Federal de Electricidad, del Gobierno del Estado y de los diecisiete
presidentes municipales por electrificar de una manera más sólida y
eficaz a toda la entidad.
1952, último año de Francisco J. Santamaría como Gobernador,
fue un año terrible para Tabasco. La enorme inundación que azotó
a la entidad, arrasó con ella en los últimos meses de ese año. Fue
catastrófica. Peor que un diluvio. Destruyó caminos, puentes y poblados
enteros. Sólo desgracias y luto dejó en muchos hogares tabasqueños.
El aparato productivo del Estado, principalmente los sectores agrícola
y ganadero, quedó casi destruido. La ganadería sufrió los estragos,
igual que las plantaciones plataneras y cacaoteras. Los ingresos del
Gobierno del Estado sufrieron también las consecuencias. Las siembras
de granos, maíz y frijol, quedaron bajo las aguas. Al bajar éstas de nivel
y con el sol se dio una mezcla ideal para que con ayuda de la miseria
ancestral las enfermedades endémicas y epidémicas hicieran de las
suyas. Ese amainar de las lluvias y que entre ratos aparecía el sol, eran
días en que el sol jugaba al escondite entre las nubes. El mosquito se
multiplicó por millones y el paludismo, con ayuda de las enfermedades
de la pobreza, hincó sus dientes sobre la miserable y deteriorada
población tabasqueña. Tabasco fue declarado zona de desastre. “La
Tragedia de Tabasco. Dantesca”, era el encabezado de un artículo de
Rafael Domínguez. El Gobierno federal tuvo que aplicar un plan de
emergencia como veremos luego. Fueron los días del “Postdiluvio”,
así calificó un periodista a aquellos días aciagos de reconstrucción.

44
RN, 21 de octubre de 1948.
Elías Balcázar Antonio 229

Ese año apocalíptico se dio el cambio de poderes en el Estado.


Se iba Santamaría, entraba Manuel Bartlett como gobernador. Ese fin
de año Esperanza Iris llegó a Villahermosa. Se hospedó en el Hotel
Aurora donde la entrevistó Agenor González Valencia. Publicada
por Rumbo Nuevo el 31 de diciembre de ese año, esa fue la primera
entrevista que Agenor hizo en su vida. Para su beneplácito nuestro
amigo había visto publicada su primera colaboración como bisoño
periodista ese pasado 12 de diciembre. Aquel viernes Rumbo Nuevo le
publicó su artículo “El Vestido de Baile”. En esa entrevista nos dice
la gran Esperanza Iris que desde hacía seis años no venía a Tabasco
y que esa vez que lo hizo, inauguró el cine Tropical a invitación de
don Francisco Sumohano, el dueño. El Hotel Aurora se encuentra en
el punto preciso frente al Instituto Juárez, en la Avenida 27 de febrero,
entre las calles de Peredo y Arista, cerca de la Plazuela de “El Águila”.
En aquellos años ese hotel era de caché, hoy es un hotel de paso.45
El 18 de octubre de 1954 Manuel Bartlett Bautista anunciaba
el “Plan de Electrificación de Tabasco”. En realidad ese plan era del
presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines. Era un plan que se
estaba llevando a cabo en otras entidades federativas del país. Hasta
antes de la realización de este plan, los alcances en la electrificación
de la entidad sólo habían sido el de suministrar de alumbrado a las
cabeceras municipales y a algunos poblados. Sólo alumbrado en las
calles y en el interior de las casas pero no la energía eléctrica con la
potencia suficiente para otros usos. Menos industriales. Esto último
se lograría precisamente a partir de ese “Plan de Electrificación”;
los resultados ya no los vería la administración de Bartlett, sino la
de Miguel Orrico de los Llanos como gobernador. El anuncio y la
explicación de ese plan lo hizo Manuel Bartlett por primera vez en
Macuspana y luego en Jonuta al iniciar una gira de trabajo por todo el
estado con ese fin.46 Esta primera etapa de la gira la continuó por Teapa
el 20 de ese mes y luego por Huimanguillo y Cárdenas el día 21. La gira
por Comalcalco, Paraíso y Puerto Ceiba fue el día 22 de octubre.47
Ese plan consistía en que el Gobierno del Estado y los presidentes
municipales, con el apoyo de la federación a través de la Comisión
Federal de Electricidad, trabajarían de manera conjunta y coordinada,
económica y técnicamente, para electrificar a todo el estado. En estos

45
RN, 17, 18 y 23 de octubre, 12 y 31 de diciembre de 1952.
46
RN, 19 de octubre de 195
47
RN, 21, 22 y 23 de octubre de 1954.
230 Tabasco a dos tiempos

trabajos conjuntos se contó con la cooperación económica de los


sectores productivos organizados de la entidad; esto, a través de las
Juntas de Mejoras Materiales y Morales de cada municipio. Se creaba
así la Junta Estatal de Electrificación. Ésta se encargaría de llevar a cabo
la instalación de plantas termoeléctricas en las diferentes cabeceras
municipales; se buscaba con ello no sólo llevar alumbrado a esos lugares
sino brindarles energía eléctrica con fines motrices e industriales. El día
27 de noviembre de 1954 fue aprobado el “Plan de Electrificación” por
Manuel Bartlett en una reunión de trabajo que tuvo en la Ciudad de
México. Esta reunión la tuvo con el director de la Comisión Federal de
Electricidad, ingeniero Carlos Ramírez Ulloa; al día siguiente la tuvo
con el secretario de Gobernación, Ángel Carvajal.48
El primer municipio en dar su aportación para estos trabajos
de electrificación fue Paraíso. Como ya dije la reunión de trabajo en
Paraíso la tuvo el gobernador Bartlett el 22 de octubre de ese año. Fue
acompañado del diputado Ernesto Brown Peralta. En dicha reunión
alguien preguntó sobre el monto de dinero de la primera aportación que
el municipio tenía que dar para los trabajos de electrificación. Bartlett
respondió que el monto era de cien mil pesos. El señor Guillermo
Sevilla Figueroa, presidente de la Junta de Mejoras Materiales de
Paraíso, sacó su chequera y anunció que entregaría en esos momentos
al señor gobernador un cheque por esa cantidad. El diputado Ernesto
Brown Peralta dijo que quería tener el honor de llenar ese cheque con
su puño y letra, letra muy legible y clara, por cierto. Una vez llenado
el documento, un cheque del Banco General de Tabasco con número
114116 de la cuenta 801 y con fecha del 22 de octubre de 1954, el
señor Sevilla Figueroa lo firmó. También lo firmó don Elio Carrillo,
tesorero entonces de la Junta de Mejoras Materiales de ese municipio.
Ese cheque fue publicado en la primera plana del periódico Rumbo
Nuevo del domingo 24 de octubre de ese mismo año. Ese plan de
electrificación no pudo ser continuado por Bartlett debido a que fue
derrocado como gobernador en marzo de 1955, y como resultado de
un movimiento político tramado y llevado a cabo por sus enemigos
políticos, principalmente por don Carlos Madrazo. Miguel Orrico de
los Llanos, primo de don Carlos y que sustituyó a Manuel Bartlett,
continuó con ese ambicioso plan.
Al año siguiente, 1955, se levantaron los planos topográficos de
Teapa, Macuspana y Puerto Ceiba; se actualizaron los de Huimanguillo,

48
RN, 28 de noviembre de 1954.
Elías Balcázar Antonio 231

Cárdenas, Comalcalco, Paraíso y Frontera. En esos municipios se realizó


el censo demográfico para determinar la probable carga de energía
eléctrica que podría ser consumida por esas poblaciones. Sobre la base
de esa información se procedió a suministrar la postería necesaria para
an de electrificación no pudo continuarlo Bartlett debido a que fu
las líneas de transmisión, así como las redes de distribución de energía
or en marzoeléctrica
de 1955 para esas cabeceras y poblados. En mayo de ese año se hizo el
y como resultado de un movimiento político trama
pedido de ocho plantas termoeléctricas a la fábrica Fairbanks Morse:
emigos políticos,
dos de 195 principalmente
kilowats para Fronterapory don Carlos
las otras seis deMadrazo.
168 kilowatsMiguel
para Orrico d
Macuspana, Teapa y Tenosique. Dos para cada municipio.49 Las plantas
rlos y que sustituyó
de Frontera ya Tenosique
ManuelseBartlett,
inauguraron continuó
hasta el 26con ese
enero y elambicioso
23 de plan.
marzo de 1957, respectivamente. Además en Frontera se instalaron
siguiente, 1955, se levantaron
diez transformadores losenplanos
y siete Tenosique,topográficos de Teapa, Macusp
de diversas capacidades,
para bajar el voltaje de generación de 2400 voltios a 220 y 127. Con
zaron los deelloHuimanguillo,
se beneficiaba a 8,Cárdenas, Comalcalco,
449 y 3, 800 habitantes de esasParaíso y Frontera. En
dos cabeceras
municipales, respectivamente. 50

censo demográfico
En octubre depara
1956 eldeterminar la probable
presidente de Paraíso, cargaFigueroa,
Guillermo Sevilla de energía eléct
el presidente de la Junta de Mejoras Materiales, Nacir Antonio Rajal
a por esas poblaciones.
y el Tesorero de Sobre laElio
esa Junta, base de esa
Carrillo, información
donaron separa
otros $80, 000 procedió a sum
lograr la total electrificación de ese municipio. Al terminar ese año, la
51

para las líneas de transmisión,


Junta Local de Electrificaciónasíde como
la entidadlastenía
redes
ya 1, de
200, distribución
000 con el de en
fin de iniciar la segunda etapa de electrificación.
ceras y poblados. En mayo de ese año se hizo el pedido de ocho planta
Fairbanks Morse: dos de 195 kilowats para Frontera y las otras seis de
na, Teapa y Tenosique.
Novedades de México yDos para cadade municipio.
Orrico de los Llanos, Miguel. Primer Informe de Gobierno, 1955. 49
LasMiguel,
plantas de Front
49

50
El Popular, 3 de octubre 1957. Orrico de los Llanos, Tercer
Informe de Gobierno, 1957.
on hasta el RN,
2628enero y1956.
de octubre de
51
el 23 de marzo de 1957, respectivamente. Adem
diez transformadores y siete en Tenosique, de diversas capacidades, par
n de 2400 voltios a 220 y 127. Con ello se beneficiaba a 8 mil 449 y 3 mi
232 Tabasco a dos tiempos

En Villahermosa, en junio de 1956, y “para acabar con los


apagones” se instaló otra planta termoeléctrica. Esta era de diesel marca
Fairbanks Morse de 1600 caballos de fuerza, con 1136 kilowats; tenía
10 cilindros con 20 pistones y 2 cigüeñales. Hasta ese día Villahermosa,
con una población aproximada de 35 mil habitantes, contaba con tres
plantas que en conjunto suministraban 1580 kilowats: una de 980 y dos
de 300 kilowats. Al ponerse la de 1 136 kilowats la ciudad contaría con
un servicio de 2 716 a partir de ese día. Así, la ciudad contaba no sólo
con alumbrado sino con la energía eléctrica con la potencia suficiente
para usos industriales y otros más. En ese mismo año también quedó
instalada e inaugurada en Tepetitán una planta termoeléctrica que
generaba 50 kilowats. Suficientes para esa población.52
En 1957 se había consolidado la Junta Estatal de Electrificación.
Como ya dijimos, estaba integrada por el Gobierno federal, a través
de la Comisión Federal de Electricidad, el Gobierno local junto con los
Gobiernos municipales y la iniciativa privada. Cada uno aportó $5, 000,
000 con el fin de suministrar energía eléctrica a todas las poblaciones
del Estado. El plan de suministrar de energía eléctrica con plantas
termoeléctricas a todas las cabeceras municipales y a los poblados de
Tabasco fue viento en popa. El 19 de agosto de ese año se inauguraron
las obras de ampliación del servicio eléctrico para beneficiar a la
población urbana de las siguientes cabeceras municipales y un poblado:
Huimanguillo con 4, 000 habitantes; Cárdenas con 3,500; Comalcalco,
4, 000 habitantes; Paraíso con 3, 000; Puerto Ceiba 2, 000; Teapa 3, 000
y Macuspana 3, 700 habitantes. Faltaban algunos detalles para integrar
o incorporar a la red estatal a las cabeceras de los municipios de
Cunduacán, Jalpa, Nacajuca, Jalapa y Tacotalpa.
Aquel día Carlos Ramírez Ulloa, director General de la
Comisión Federal de Electricidad, voló a Tabasco en un avión de esa
empresa para presidir la ceremonia inaugural. Las obras inauguradas
ese día consistieron en una línea de transmisión de cincuenta y seis
kilómetros que iba desde Villahermosa a Comalcalco, vía Nacajuca y
Jalpa. De la cabecera municipal de Comalcalco hacia el norte se tendió
otra línea de 20 kilómetros hasta Paraíso y de aquí a Puerto Ceiba
otra línea de 6 kilómetros. También a partir de Comalcalco se tendió
otra línea hacia el sur para dotar a las poblaciones de las cabeceras
de Cárdenas y Huimanguillo. Para Teapa y Macuspana se construyó
desde Villahermosa una línea hasta el kilómetro 20, en el punto donde

52
El Momento, 10 de junio de 1956. Orrico de los Llanos, Miguel, Segundo Informe de Gobierno, 1956.
Elías Balcázar Antonio 233

se bifurcan las dos carreteras: la que va hacia Macuspana y la que


va hacia Teapa. Aparte de los dinamos que proporcionaban energía
eléctrica a Villahermosa “…se ha instalado otro de mil quinientos KVA
y otro de igual capacidad, dice el boletín de prensa, que está en vías de
instalación para pasar de la tensión de generación de 2.4 kilovatios a la
tensión doble de 34.5. Los 1, 500 KVA de la planta generadora para las
poblaciones cuya luz fue inaugurada anoche, son suficientes para las
necesidades de esos lugares, quedando un sobrante de 200 KVA para
los incrementos futuros”.53
Algunos reporteros lamentaban que hubiese personas,
instituciones y gobiernos municipales que no habían pagado su
aportación. Que el Gobierno del Estado había tenido que cubrir la
aportación que le correspondía pagar a la iniciativa privada de esos
municipios. “Teapa debe como sesenta mil pesos. Pueblo riquísimo
y culto, nos dice la nota. Se da el penoso caso que hasta el diputado
del lugar debe su aportación, correspondiendo al comercio como $10,
000 y el resto entre particulares y el Gobierno municipal que firmaron
letras que aún están sin saldar”. El municipio de Jalapa que se había
retrasado en el pago de su aportación logró cubrirla para esa fecha.
Cunduacán había resuelto su problema con la planta generadora que
en 1952 había donado a ese municipio el general y senador Marcelino
Inurreta.54 Como ya vimos esa planta de $125, 000 fue inaugurada en
mayo de ese año.

Majestuosas presas hidráulicas y la energía hidroeléctrica.


Muy lejos estaban los esfuerzos, los sueños de aquellos hombres
tabasqueños de las décadas de los años cuarenta y cincuenta del
siglo XX, de imaginarse que la realización de grandes obras de presas
hidráulicas estaba muy próxima. Obras magnas e insospechables que
brindarían volúmenes de energía eléctrica jamás pensados no sólo
para abastecer a Tabasco sino a buena parte del país. Majestuosas
y magníficas obras de ingeniería hidroeléctrica como la de raudales
Mal Paso en Chiapas, que alejarían además para siempre la pesadilla
anual de los tabasqueños de las inundaciones trágicas y catastróficas.

53
La Prensa, El Popular y La VT, 21 de agosto de 1957.
54
La VT, 21 de agosto de 1957.
234 Tabasco a dos tiempos

(Cuando escribí estas líneas no habíamos sufrido la terrible inundación


del 2007). Muchas de aquellas amenazaron con borrar del mapa
al estado de Tabasco. Grandes extensiones de tierras tabasqueñas,
perdidas entre el pantano y el agua desde eras inmemoriales, quedaron
rescatadas con esas obras de ingeniería hidráulica.
Años atrás ya se habían dejado oír algunas voces que planteaban
la necesidad de construir grandes y costosos complejos hidroeléctricos
como la única vía para dar solución al problema eléctrico de Tabasco
y para solucionar para siempre el problema de los trágicos diluvios
anuales y catastróficos de cada diez años. Así se planteó aquel 14 de
abril de 1946 en la escuela tecnológica Eufrosina Camacho de Ávila,
aquí en Villahermosa. Se hizo en una reunión del PRI con la presencia
de Miguel Alemán en su gira por estas tierras como candidato para
la presidencia de la República. El planteamiento lo hizo el ingeniero
Francisco J. Ramírez en una conferencia que sustentó ese día. Dijo
en ella que la vida de Tabasco estaba en los ríos y que los problemas
del estado eran los ríos; que buena parte de los trastornos y de las
dificultades de la entidad era causada por los enormes caudales de
los ríos que permitían una comunicación fluvial de manera muy
irregular e insegura, navegables en las épocas de agua y difíciles para
la navegación en época de seca. Sin embargo, este ingeniero dijo ese día
que la construcción de esas grandes obras hidráulicas sería imposible
por la falta de grandes desniveles en los ríos. Esa característica
geográfica de la región, con un terreno de poca pendiente, haría que
esas obras, si no imposibles de realizar, fueran muy costosas.55
Otra persona que fue muy insistente en la necesidad de
construir presas hidráulicas pensando también en la energía eléctrica,
en defender a Tabasco de las inundaciones y en rescatar del agua y
del pantano a grandes superficies de tierra, fue el licenciado Antonio
Taracena, entonces senador por Tabasco. Así lo señalaba en sus
insistentes declaraciones y en uno de sus tantos artículos como aquel,
“Tabasco; sus problemas”, y que el Rumbo Nuevo le publicó en enero
de 1947.56 Decía en él: “Terrenos en pleno cultivo se han visto de un
momento a otro inundados; pueblos y rancherías han desaparecido con
la invasión de las aguas del Grijalva; esta situación ha sido constante
en el estado de Tabasco”. Luego señalaba que había platicado con el
Secretario de Recursos Hidráulicos, ingeniero Rodolfo Orive de Alba

55
RN, 17 de abril de 1946.
56
RN, 13 enero de 1947.
Elías Balcázar Antonio 235

y que éste conocía a fondo el problema y sabía cómo resolverlo. En


ese mismo artículo nos decía don Antonio Taracena: “Río arriba, en el
Estado de Chiapas, cerca de Chiapa de Corzo en un lugar denominado
“El Sumidero” corre el río Grijalva entre rocas que tienen una altura
considerable en una extensión de varios kilómetros. Es ahí, nos decía
Taracena, en donde se ha pensado que puede hacerse una serie de
presas para controlar el Grijalva y ojalá esas presas puedan contener
los 25, 000, 000, 000 de metros cúbicos de agua que es la cantidad
calculada como capacidad de tan inquieta avenida”. También
señalaba don Antonio en tan citado artículo que había platicado con el
Secretario de Hacienda, Ramón Beteta, y que éste le dijo que el costo
probable de la obra sería de $1, 000, 000, 000 que por suerte, nos dice
Taracena, esa cifra no asustaba ni al secretario de Hacienda, ni al de
Recursos Hidráulicos. “El aprovechamiento del agua en esas series
de presas, escribía don Antonio, servirá para generar energía eléctrica
en fabulosas cantidades lo que traerá beneficios industriales a la
región”. Concluía su escrito pidiéndole a todos los paisanos su ayuda
para procurar que esta magna obra se pudiera llevar a cabo aquí en
Tabasco.57 En los inicios de la siguiente década don Antonio seguiría
insistiendo en otros espacios.58
Más insistente, puntual, técnico y conocedor del asunto fue
Manuel González Calzada. En el mes de agosto la prensa local le
publicó una serie de artículos que abordaban a fondo el problema; en
su artículo “Obras en el Mezcalapa”, y según el estudio del ingeniero
José V. Noriega, afirmaba que habría que construir una serie de presas
a partir del Cañón de la Angostura. Los resultados esperados de esas
obras serían: 1) riego de 200, 000 hectáreas en la parte alta del curso del
río y 50 mil en la parte baja; 2) generación de 250, 000 a 500, 000 kilowats
de energía eléctrica en un plazo de 15 a 20 años; 3) 400 kilómetros de
navegación.
Según el estudio de ese ingeniero Noriega, González Calzada
nos dice que el costo de la obra sería: 4 cuatro presas, $240, 000, 000;
plantas hidroeléctricas para generar 250, 000 kilowats, $200, 000, 000;
las obras de encauzamiento en la zona baja y las destinadas a mejorar
la navegación; $50, 000, 000; y riego de 250 mil hectáreas, $100, 000,
000.59

57
Ibídem.
58
La Voz de Tabasco, 14 de junio de 1950.
59
RN, 10 y 17 de agosto de 1951.
236 Tabasco a dos tiempos

Y con el fin de llevar a cabo esas obras en el Grijalva, el 27 de junio


de 1951 el presidente Alemán anunció la creación de la Comisión del
Río Grijalva que dependería de la Secretaría de Recursos Hidráulicos.60
Desde 1953 las brigadas y las cuadrillas hacia el alto Grijalva, en plena

193
selva, empezaron a internarse. En verdad aquellos hombres que
entregaron sus vidas, sacrificaron años, esfuerzos, familias, nunca
recibieron el reconocimiento que se merecían. Se utilizaron toda clase
de medios para internarse hasta los lugares más recónditos de la selva
chiapaneca y tabasqueña. Hoy los capitales extranjeros, gringos sobre
todo, quieren que se les venda toda esa magna obra a precios de regalo.
Aquellas brigadas vivieron años en la selva, siempre en peligro,
bajo un clima infernal, sufriendo nubes de mosquito y la terrible malaria.
El ingeniero Eduardo Chávez, secretario de Recursos Hidráulicos,
fue un hombre que entregó años de vida, de fervor y devoción a esa
magna obra. Un sábado 2 de marzo de 1957 estuvo a punto de morir
ahogado en el alto Grijalva cuando se volteó el cayuco en que viajaba.61
En diciembre de 1958 se volcó una lancha en que viajaban veintidós
obreros de ICA que trabajaban en la Presa de Mal Paso; diez de ellos
perecieron ahogados. También en ese mes de diciembre se derrumbó
un cerro en la zona de trabajo donde murieron sepultados varios
trabajadores. Esos días varios trabajadores de ICA, todos ellos de
Oaxaca, Chiapas y Puebla le pidieron ayuda al presidente municipal
de Huimanguillo para que les diera para los pasajes de regreso a
sus casas ya que eran víctimas de la voracidad de esa Constructora
que les retenía sus raquíticos salarios y los mantenía en condiciones
infrahumanas de trabajo.62
En julio de 1957 recorrió la zona el Secretario de Hacienda,
Antonio Carrillo Flores, a invitación del ingeniero Eduardo Chávez,
secretario de Recursos Hidráulicos. Después de tres años de
reconocimientos, de estudios geológicos, técnicos y económicos, entre
otros, el Ingeniero Chávez, inauguró los trabajos que daban inicio a
la construcción de la presa de Mal Paso. La ceremonia inaugural se
realizó el 16 de octubre de 1957 en medio de una lluvia torrencial.
Presa “El Raudal” le nombraba la prensa en los días iniciales de su
construcción. Con un costo aproximado de $200 , 000, 000 esta presa
tendría 120 metros de alto, 300 de ancho y una capacidad de generar

60
RN, 30 de agosto de 1951.
61
El Momento, 5 de marzo de 1957.
62
El Momento, 20 de diciembre de 1958.
Elías Balcázar Antonio 237

500, 000 kilovatios. Con ella se librarían cerca de 600, 000 hectáreas
de las inundaciones y quedarían disponibles para la agricultura y la
ganadería. “Tabasco es redimido de secular maldición”, así encabezaba
su columna Manuel Buendía en el diario La Prensa del 11 de julio de
1957. “La más grandiosa obra hidráulica va a canalizar pantanos y
fertilizar tierras”, decía el malogrado periodista.63 Esta magna obra
de ingeniería empezó a funcionar en 1964. Para hacer los estudios
geológicos y técnicos de ingeniería con el fin de ubicar correctamente el
vaso más idóneo donde se construiría la primera de las cuatro presas,
el Ingeniero Chávez iba a lanzar una convocatoria para contratar al
mejor geólogo del mundo. Pero algunos de sus colaboradores le
dijeron que en su propia Secretaría trabajaba ese geólogo; éste era el
ingeniero Eduardo F. Paquentín. Este ingeniero, después de estudios
minuciosos y muy especializados, fue quien determinó que el mejor
vaso se encontraba en Mal Paso.64 Unos años después se construirían
tres presas más: la de La Angostura que empezó a funcionar en 1978;
la de Chicoasén en 1980 y la de Peñitas a partir de 1988.

La Prensa, 11 de julio y 18 de octubre; Novedades, 12 de julio y El Universal , 18 de octubre de 1957.


63

Conversación con el señor Óscar Pérez Priego quien laboró varios años en esa Secretaría.
64
El aparato productivo,
la traición y la corrupción
CAPÍTULO VIII
Como podemos inducir, Tabasco caminaba hacia un estadio más
moderno y desarrollado en varios frentes. En el periodo aquí estudiado,
la construcción y presencia del Ferrocarril del Sureste colocaron a
la región en una relación más estrecha y rápida en el escenario de la
vida nacional. El relativo aislamiento que por décadas sufrió la región
respecto del centro del país fue superado por fin. La relación con
los mercados del golfo de México quedaba en el pasado. Los fuertes
y estrechos intercambios con el mercado yucateco, debido al gran
auge henequenero que se vivió en la península desde fines del XIX
hasta concluir la primera guerra mundial, vinieron a menos desde
1919; conforme esa fibra perdió precio e importancia en el mercado
mundial el mercado yucateco vino a menos y perdió importancia para
Tabasco y el resto del mundo. El mercado americano del plátano se
fue perdiendo desde que se dio el profundo desplome de ese ramo en
Tabasco en 1940.
Conforme Tabasco daba las espaldas al mar y a los ríos, la
presencia y expansión de una red de carreteras federales y vecinales,
vinculada al ferrocarril, incorporaba a la entidad, de una manera más
rápida y eficaz, al mercado nacional en ascenso, sobre todo el de la
ciudad de México. El creciente atractivo del mercado de la Ciudad
de México volcaría a la entidad hacia el Puerto de Coatzacoalcos.
Este punto se volvería la nueva salida obligada de buena parte de la
producción tabasqueña y del Sureste hacia el centro del país. Como
ya apuntamos en un capítulo anterior, la importancia estratégica de
ese puerto veracruzano aunado al peso económico de los pozos y
campamentos petroleros en la parte occidental del estado obligaron a
estrechar las relaciones económicas y demás relaciones sociales entre
Tabasco con el sur de Veracruz. Los trabajos del Ferrocarril del Sureste
y luego de la carretera Villahermosa-Coatzacoalcos, activaron también
la vida económica y social en y hacia esa zona. Todo en su conjunto
generó el incremento de las relaciones económicas, de los negocios,
del comercio, de la vida deportiva, de los viajes entre Tabasco y
Coatzacoalcos. El auge y el fortalecimiento de esas relaciones llegaron
a un grado tal que, como ya apuntamos también, se tuvo el temor
242 Tabasco a dos tiempos

de que la parte occidental de Tabasco se “destabasqueñizara”. Sobre


todo la rica región de la Chontalpa que, junto con la amplia zona de
Sánchez Magallanes y Santana, reforzó sus relaciones con Agua Dulce,
Las Choapas, Nanchital y, por supuesto con Coatzacoalcos. Muchos
tabasqueños se fueron a trabajar y se quedaron a vivir en esos lugares
del sur de Veracruz.
Hemos señalado además que dentro de ese avance en distintos
frentes hacia la modernidad se llevó a cabo la electrificación de todas las
cabeceras municipales y de algunos poblados de la entidad. También
en este periodo estudiado se puso en servicio una red de radio telefonía
con una cobertura en las diecisiete cabeceras municipales, así como en
Sánchez Magallanes. La inauguración de esa red telefónica se hizo el
13 de julio de 1957. Con la cooperación económica en partes iguales
del Gobierno federal, a través del Comité Nacional de Comunicaciones
Vecinales, del gobierno del Estado y de la Compañía Tabasqueña de
Teléfonos, S. A. se llevó a cabo esa obra. Se instaló una torre de acero
estructural en Villahermosa. Con un costo de $566, 000 y una altura de
60 metros, esta torre sustentaba la antena de la estación central de esa
red radio telefónica. Para enlazarse a esa red se instalaron estaciones de
radio en Macuspana, Jalapa, Tacotalpa, Nacajuca, Comalcalco, Paraíso,
Cárdenas, Huimanguillo y Sánchez Magallanes. El proyecto de esta
obra venía desde 1955, con Orrico de los Llanos como gobernador. El
contrato del equipo y su instalación se hizo con la empresa R. C. A.
Víctor. El incumplimiento de esta empresa postergó la realización e
inauguración de esta obra. La concesión de la obra y su dirección se
le otorgó a la Compañía Tabasqueña de Teléfonos, pero el servicio
brindado fue muy deficiente debido a la falta de técnicos y de personal
calificado.1 Ya desde el 1 de abril de 1949 se había inaugurado la
comunicación telefónica entre Villahermosa y Teapa. La inauguración
la hizo el gobernador Francisco J. Santamaría aquel día a las 12:45
horas. La empresa encargada de esa obra fue también la Compañía
Tabasqueña de Teléfonos y entre sus socios estaban Carlos Compañ,
Ramiro Chávez Robles y Ramón Neme Castillo, presidente, secretario
y comisario respectivamente. La inauguración consistió en una llamada
telefónica que el gobernador hizo al presidente municipal de Teapa,
Manuel Rosado, con quien tuvo una breve conversación.2

1
El Popular, 14 de julio y 2 de septiembre; Novedades de México, 25 de agosto; Excélsior, 28 de agosto
de 1957. Orrico de los Llanos, Miguel, Primer y Cuarto Informe de Gobierno, 20 de noviembre
de 1955 y 1958.
2
RN, 2 de abril de 1949.
Elías Balcázar Antonio 243

A pesar de esos adelantos en infraestructura: en ferrocarriles, en


comunicación aérea, en construcción de carreteras, en electricidad
y en telefonía, el aparato productivo de Tabasco seguía durmiendo
en el letargo de la apatía y de la inercia. Una agricultura tradicional
de plantaciones, de temporal y una ganadería de bovinos, extensiva
y de potreros. Nulo sistema de riegos, poca tecnificación y escasa
capitalización en el campo. Todo se le dejaba a las manos de la diosa
naturaleza, de la madre tierra, del agua, del sol y de la fotosíntesis.
La coa, el garabato y el machete seguían siendo los implementos
de labranza para trabajar la tierra, tanto en el minifundio como en
la mediana propiedad. La grande y mediana propiedad heredada
del Porfiriato poco fue afectada con el reparto agrario. Con éste y el
explosivo crecimiento demográfico se reprodujo el minifundio. En
la ganadería de bovinos, poco se usaba la inseminación artificial, el
cruce de razas y demás métodos de la zootecnia. Todo se dejaba en
manos de las ganas que quisieran echarle el toro y la vaca y en manos
del cuidador del rancho “que todo lo sabía”. El veterinario, el técnico
biólogo, pecuario y agrícola, brillaban por su ausencia o eran vistos
como bichos raros. ¿Y la industria? Simplemente no hay y no la ha
habido en Tabasco en toda su historia. Salvo panaderías, pequeñas
fábricas de gaseosas, ladrilleras, carpinterías, herrerías, entre otros
talleres artesanales, estrictamente hablando no podemos referirnos en
Tabasco al sector industrial. Todos los bienes manufacturados que se
consumen en la entidad hasta el día de hoy se fabrican en otras partes.

Primeros pasos de la actividad de PEMEX en la Región


La actividad petrolera no alcanzaba la magnitud, ni la intensidad que
lograría a partir de la década de los ochenta del siglo XX; sin embargo,
no se puede negar que este rubro se expandía ya y empezaba a ejercer
un impacto considerable, aunque de manera gradual, desde fines de la
década de los cuarenta. El primer gran descubrimiento petrolero con
fines comerciales aconteció el lunes 16 de mayo de 1949; el pozo que
brotó ese día se detectó en Belem, Macuspana y el 24 de ese mismo
mes fue inaugurado y bautizado con el nombre optimista de “Fortuna
Nacional I”. A las 3:30 horas del 21 de junio, casi un mes después, se
inició la perforación del pozo “Fortuna Nacional II”. La perforación
del primer pozo ocupó doce meses a los técnicos mexicanos; éstos se
llevaron tanto tiempo debido al peligro que presentaba una posible
244 Tabasco a dos tiempos

explosión debido a la gran concentración de gases existentes en esa


zona. Para enfrentar ese peligro los técnicos mexicanos aplicaron
una técnica, sin precedentes en la industria petrolera que consistió
en inyectar a fuertes presiones una composición especial de “lodos”
en el pozo, mientras se realizaban los trabajos de perforación. Ese
“lodo” conservaba su fluidez durante largo tiempo, lo que permitía su
extracción una vez concluida la perforación de la capa que almacenaba
el hidrocarburo.
En aquellos años y, dada la difícil situación económica del
país, el Gobierno federal hacía todas las gestiones en los Estados
Unidos para lograr un préstamo para Pemex por 200, 000, 000 de
dólares. Estaba reciente la expropiación petrolera y las compañías
americanas que habían salido perjudicadas con esa medida nacionalista
presionaban al gobierno americano para evitar que se le otorgara ese
empréstito a México. Había compañías como la Sabalo Transportation,
cuyos propietarios al parecer “eran de paja”, que pretendían obligar
al gobierno mexicano a que pagara deudas fantasmas por 400,
000, 000 de dólares. Esto como condición para que se le cediera el
préstamo a nuestro país. Hubo congresistas estadounidenses como
Charles A. Wolverton, representante republicano por New Jersey,
que denunciaron y pusieron al descubierto la infamia que tramaba la
“Sabalo” contra México. Mientras los políticos y legisladores mexicanos
callaban, en agosto de 1949 el honrado congresista estadounidense dijo
que cuando era Presidente de la Comisión de Comercio Interestatal y
Extranjero en 1948, el bufete de Sullivan y Cromwell les pidió apoyo
en esa reclamación. Wolverton dijo que hoy que Edward G. Miller,
miembro de ese bufete, es además secretario de Estado Auxiliar para
América Latina, está bloqueando las gestiones de México en torno a
su petición sobre ese préstamo. Ante la Cámara de Representantes,
Wolverton dijo: “Pido al presidente que ordene al Departamento de
Estado que deje de fungir como agente cobrador de los bufetes de Wall
Street y llegue a un acuerdo con México”.
Por otra parte se difundía la noticia en la prensa mexicana
que la empresa petrolera americana, la Standard Oil, trataba de
obstaculizar los trabajos de los técnicos y obreros de Pemex; para ello,
desde 1938 venía introduciendo agentes “mexicanos traidores” para
que sabotearan los trabajos de esa empresa mexicana. Precisamente
era la Standard Oil la empresa que más se oponía a que se le otorgara
el préstamo de 200, 000, 000 de dólares a México. Mientras tanto la
compañía inglesa “El Águila” hacía lo suyo. Noticia que provocó
Elías Balcázar Antonio 245

un gran impacto en los círculos nacionales y extranjeros fue aquella


que publicó El Universal, periódico de circulación nacional, el 24 de
mayo de 1948. Ésta consistió en documentos oficiales que el Gobierno
mexicano dio a conocer en los medios nacionales y diplomáticos. Se
informaba que esa compañía inglesa, para su indemnización derivada
de la expropiación petrolera de 1938, había presentado cuentas falsas.
Como es común, esas empresas manejan doble contabilidad y doble
información: secreta y pública. La primera representa el real estado
contable y financiero de la empresa y es para uso interno y confidencial
de sus dueños y manager; y la otra información, la pública que, según
el caso, sus dirigentes la manejan de la manera en que conviene a los
intereses del consorcio. En este caso “El Águila” infló en 1938 sus libros
de balances y activos con el fin de cobrar del gobierno de México una
cantidad mayor de indemnización. El gobierno mexicano demostró
que entre ambas informaciones había una diferencia estratosférica.
Mientras aquello pasaba en el mundo de la danza de los
millones, de los chantajes y de las ambiciones, en las tierras tropicales
del sureste mexicano se daba la noticia del descubrimiento de otro
pozo, esta vez el 4 de mayo de 1950. El nuevo pozo, “El Rosario I”,
fue bautizado así por encontrarse en las cercanías de la laguna del
mismo nombre, en Huimanguillo. Al parecer, éste no resultó muy
rentable. El 12 de julio de ese año brotó el pozo, “Las Choapas”, en el
sur de Veracruz. Sin embargo, esa industria extractiva tomó verdadero
impulso con el descubrimiento del pozo “Ingeniero José Colomo I”
que, por sus características, fue calificado como el mejor campo de la
zona sur y uno de los mejores de la república. La perforación de este
nuevo y riquísimo venero culminó el 18 de mayo de 1951 y se encontró
en las cercanías del poblado de Chilapa, también en el municipio
de Macuspana. En ese año también se descubrió el pozo “La Venta”
que fue el primer gran hallazgo petrolero en la zona occidental de la
entidad.3
En mayo de 1957 y a 17 kilómetros de “La Venta” brotó el pozo
“Ogarrio I” y en julio de ese año el “Ogarrio II”. A mediados de ese
año había en la entidad nueve pozos en producción. Además de los
ya mencionados se encontraban Vernet, Bitzal, Cantemoc, Chilapilla
y Morelos. El de mayor producción entonces era el de la Venta con 9,
000 barriles diarios.

3
RN, 25 de agosto de 1948; 11 de abril, 17 y 25 de mayo; 23 de junio, 21 y 28 de julio; 6 y 29 de
agosto de 1949; 5 y 16 de mayo, 13 de julio de 1950; 19 de abril de 1951. El HG, 5 de marzo de 1948,
3 de junio de 1949. La VT, 10 de mayo de 1950. El Universal, 25 de agosto de 1948.
246 Tabasco a dos tiempos

La producción de crudo de los pozos petroleros del sur de


Veracruz había declinado para esos años. En 1929 se lograron extraer
34, 330 barriles diarios en esos pozos, ésta cantidad disminuyó a 30, 400
al día en 1937 y a 12, 800 barriles diarios en 1957. Por el contrario, de
los descubrimientos en Tabasco se calculaba una producción diaria de
40, 000 barriles o más. En esos años se desmanteló la vieja refinería de
Minatitlán que venía operando desde principios del siglo XX cuando
el petróleo lo explotaban las compañías inglesas y americanas. En ese
mismo lugar se construyó una moderna refinería que fue inaugurada
en febrero de 1956. Ésta incluyó la primera planta de desintegración
catalítica que se instalara en toda la República Mexicana. Y el interés de
los grupos económicos del centro y del norte de México por el petróleo
de Tabasco y del Sureste iba en ascenso. La flamante “Ciudad Pemex”,
construida en Macuspana con un costo de 225 millones de pesos, fue
inaugurada el 3 de marzo de 1958 a las 12:22 horas. Ese mismo día
Ruiz Cortines también inauguró el museo de La Venta y recorrió los
75 kilómetros de la carretera de Villahermosa a Frontera que estaba
terminada en su etapa de terracería. Esta obra se destacaba como una
“Victoria sobre el pantano”.
El día anterior el Presidente Ruiz Cortines abordó en la ciudad
de México el avión presidencial “El Constitucionalista”, cerca de las 9:00
de la mañana, para viajar a Tabasco con el fin de inaugurar esa joven y
moderna ciudad. Ese día voló desde la capital de la república al estado
de Tabasco acompañado por Antonio J. Bermúdez, director general
de PEMEX; Raúl Salinas Lozano, presidente de la Comisión Nacional
de Inversión; Ignacio Morones Prieto, secretario de Salud; Fernando
López Arias, subsecretario de Bienes Nacionales y un reducido grupo
de colaboradores. En el discurso inaugural Ruiz Cortines dijo: “Hemos
constatado cómo de la marisma, de la selva, de la naturaleza domeñada,
los mexicanos han logrado realizar unas obras tan importantes como
estas de Petróleos Mexicanos que habrán de servir primero que nada a
México y en el caso particular al noroeste de la Nación que tanta falta
tenía de combustibles para acelerar su desarrollo económico y social”.4
En ningún momento dijo que ese petróleo serviría para
industrializar al Sureste. Como los discursos presidenciales de hoy,
aquel no era más que la expresión clara y evidente del colonialismo y

4
El Universal, 17 de junio y 11 de julio de 1957; Excélsior y Novedades, 17 de junio de 1957; El
Nacional, La prensa y Novedades, 11 de julio de 1957; Últimas Noticias, 10 de julio de 1957. Excélsior
y y El Nacional, 2 de marzo de 1958.
Elías Balcázar Antonio 247

dominio económico que los intereses económicos del centro y norte de


México, más industrializado, han ejercido y ejercen hoy sobre Tabasco
y el Sureste, más atrasado. Para los grupos poderosos el Sureste no
es más que productor de materia prima para beneficio de la industria
del norte y centro de México. Desde la materia prima agropecuaria
como cacao, copra, pimienta y ganado, éstas han beneficiado más
a intermediaros y coyotes del centro del país que a los ganaderos y
agricultores de la región Sureste. Hoy, años 2004, 2005 y 2006 en que
escribo este libro, y 2008 en que le doy su última revisión, el petróleo,
el gas y la energía hidroeléctrica producidos en el Sureste, son para
mayor beneficio del centro y norte del país y con poco beneficio para
Tabasco, Campeche y Chiapas. Además Pemex ha sido y sigue siendo
hoy rehén del fisco, la vaquita lechera que año con año ordeña la
Secretaría de Hacienda; por ese renglón el Gobierno Federal financia
casi un tercio de su presupuesto anual. En otros tiempos fue la caoba
y el cedro, el palo de tinte, el cuero de venado y de cocodrilo que
por toneladas se explotaron y extrajeron del Sureste para beneficios
de firmas extranjeras y del centro del país. Firmas que disfrutaron
concesiones y que operaron en la región como aves de rapiña con la
bendición del centro, ante la mirada resignada, abúlica e indiferente
del tabasqueño y del hombre del sur.
Expresión de ese colonialismo interno que ha ejercido siempre
el centro sobre el Sureste ha sido aquella en que desde los orígenes
de la expansión petrolera en Tabasco, a los tabasqueños y demás
trabajadores de la región se les negó el ingreso para trabajar en Pemex.
Las órdenes, las recomendaciones para que alguien ingresara a trabajar
en esa empresa, se dieron siempre en la Ciudad de México. Ya fuera
el recomendado por parte de la Dirección General de esa empresa,
subordinada al presidente de la República, o ya fuese por parte del
sindicato petrolero cuya dirigencia estuvo siempre concentrada en
la capital del país y un tiempo en Tampico-Madero, bajo el dominio
de la Quina. Y no es que no hubieran tabasqueños y hombres de la
región que tuvieran la calificación para trabajar en ese ramo. Antiguos
obreros petroleros de la región que trabajaron y lograron amplia
experiencia con las compañías extranjeras, sobre todo “El Águila”,
tenían la calificación técnica para trabajar en Pemex, pero no tenían la
calificación política y el visto bueno del centro, ni de Tampico-Madero.
De ahí entonces que la venta de fichas o de plantas para ingresar a esa
empresa se volviera un pingüe negocio para los dirigentes. Tanto para
los directivos del sindicato como para los de la empresa.
248 Tabasco a dos tiempos

Desde 1947 esos antiguos obreros que laboraban en las


compañías extranjeras y que habían quedado desempleados, debido
a la expropiación, trataron de formar un sindicato. Pero la dirigencia
nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana (SNTPRM) y la legislación que protegía al
corporativismo centralizado, propio del sistema presidencialista, no se
los permitió. Ante estas intenciones, en abril de ese año la Federación
Única de Trabajadores, sustentada en esa legislación centralista-
corporativista, no sólo hizo caso omiso de las inquietudes laborales
de esos obreros tabasqueños, sino que no atendió sus demandas de
empleos. Los dirigentes de esa federación declararon lo siguiente:
“Hemos seguido muy de cerca el movimiento de un grupo de personas
que pretenden formar un sindicato para gestionar ante la gerencia
de Petróleos Mexicanos que los trabajos que realicen en el estado de
Tabasco sean ejecutados por los tabasqueños que formen parte de ese
organismo.

“En realidad la intención de los dirigentes de ese movimiento, nos


sigue diciendo la FUTET, es hasta cierto punto sana pero al mismo
tiempo salta a la vista que desconocen la estructura que norma las
relaciones entre la empresa y el Sindicato Nacional de la Industria
Petrolera”. Y seguimos con las declaraciones de esa federación: “La
Federación Única de Trabajadores no ha intervenido en este caso, no
por negligencia como insidiosamente se ha dicho en cierta publicación
local, sino porque es imposible la realización de dicho propósito ya
que existiendo el Sindicato Nacional de Petroleros de la República
Mexicana, quien tiene un contrato colectivo con Pemex, la misma
empresa de ningún modo contrataría a los obreros tabasqueños,
porque el contrato la obliga a solicitar al Sindicato su personal para
el desarrollo de sus actividades en cualquier parte de la República”.5
Claro y nosotros hasta hoy decimos que en cualquier parte de la
República, menos en Tabasco ni en el sureste del país sino donde se
encuentran concentradas las decisiones del poder que siempre pasó
y ha pasado por encima de esa ley y de cualquier otra. Y apoyados
en esa legislación centralista, hecha a modo para quienes detentan el
poder en el centro del país, las declaraciones de la FUTET terminan
así: “A mayor abundamiento la Cláusula 92 del Contrato Colectivo
de Trabajo autoriza al sindicato a movilizar su personal para que
trabaje en cualquier parte del país donde así lo exijan las actividades
de la industria petrolera”. Y claro, agregamos nosotros, y a donde así

5
RN, 25 de abril de 1947.
Elías Balcázar Antonio 249

conviniera a los intereses de sus líderes charros para poder colocar


al recomendado, al pariente, al compadre y, sobre todo, a aquel que
había pagado la cuota correspondiente.
“Trabajadores tabasqueños desplazados”, “Ni con doce años de
trabajo son considerados de planta en Petróleos en Macuspana”, se lee
en el diario local La Voz de Tabasco del 11 de octubre de 1951. Esa era
y ha sido por años hasta el día de hoy el malestar, la protesta, la queja
y la maldición del tabasqueño: ser desplazado en su propia tierra.
Y es que desde aquellos inicios se instalaba en la región un estado
sobre otro estado. El primero dominante y el segundo subordinado.
La prepotencia sobre la frustración. “Sucede -nos dice la nota de ese
periódico que textualmente publicó las declaraciones de aquellos
obreros-, que desde hace años ejecutan labores de las especificadas en
el Contrato Colectivo, así como de conservación y de mantenimiento
de los campos. Trabajos que vienen desempeñando cuando menos
de doce, ocho y cinco años a la fecha pero que, no obstante eso, la
Delegación Sindical de la Sección 31 de Petróleos, la que les cobra
cuotas ordinarias y extraordinarias superiores a las autorizadas por
los Estatutos, les niega que pertenezcan al sindicato, por lo que esos
trabajadores van siendo desplazados de los contratos de planta que
celebra Petróleos Mexicanos con personal (foráneo), que desconoce
las labores a ejecutar.
Como el petróleo que está dando Tabasco para la lucha que se avecina
entre el bien y del mal es de grandes cantidades, los trabajadores que
hace años tenían un pedazo de pan, ahora Petróleos Mexicanos, por
una de esas paradojas muy nuestras y a causa de un Sindicato que
no entraña compañerismo alguno para los trabajadores tabasqueños,
sino fenicio deseo de explotación (sic) del hombre por el hombre, les
niega a sus compañeros, a los que han visto surgir el oro negro en las
entrañas de sus propias tierras en Belem y Chilapa, la condición de
trabajador definitivo a que tiene derecho por años de trabajo, por su
primacía y por sus conocimientos en la región donde han dejado la
vida y la juventud.

El miércoles 19 de julio pero de 1956, Miguel Orrico de los Llanos,


gobernador de Tabasco, hacía una visita a la zona petrolera del
occidente de Tabasco en el municipio de Cárdenas. A las 10:30 horas
llegó al campo petrolero “La Venta” en compañía de su hijo teniente
Jorge Orrico Carrillo; del coronel César A. Rojas, de Pedro César
Ocampo Ramírez, director del El Momento; el licenciado José María
Peralta Fócil, subprocurador general de Justicia; Manuel Manrique
y el licenciado Manuel Antonio Romero Zurita, director de Rumbo
250 Tabasco a dos tiempos

Nuevo. En ese lugar se informó al gobernador “…de la forma como el


superintendente de PEMEX, con residencia en Agua Dulce, Veracruz,
discrimina a Tabasco por el hecho de que todos los trabajadores de esa
dependencia y demás empleados no dejan al lugar ningún beneficio,
porque todos tienen sus domicilios en el citado Agua Dulce”. Le
dijeron además, y seguimos con las comillas “…que Pemex prefiere
hacer un enorme gasto para trasladar diariamente a sus trabajadores
de Agua Dulce a “La Venta” cruzando el río Tonalá, para retornarlos
por la tarde, para no dejar ningún provecho a la ranchería donde está
el campo. Agregando que no utilizan trabajadores tabasqueños, ya que
de preferencia contratan peones del mencionado poblado veracruzano
y de Coatzacoalcos”.
“Hicieron notar asimismo, (sigo con las comillas) que continúa
prohibiéndose el paso de vehículos por la carretera si no tiene permiso
para ello, expedido por el supradicho superintendente, para lo cual es
necesario ir a solicitarlo a las oficinas de Agua Dulce”. Indignados los
vecinos le pidieron a Orrico su intervención ante el presidente de la
República o el director general de Pemex, Antonio J. Bemúdez, para
que esa empresa pusiera sus oficinas en La Venta”6.
Esa ha sido la eterna canción propia de las estructuras
colonialistas-centralistas de este país. Mientras tanto, como por encanto
seguían descubriéndose más pozos petroleros. Descubrimientos que
rebasaban toda fantasía y desmedida ambición. Tabasco era manejado
en las notas periodísticas como el emporio petrolero, como el manto
petrolífero más rico del mundo, “Tabasco nadando en un mar de
petróleo”. Notas que llegaron a despertar las ingenuas ilusiones de
muchos incautos tabasqueños, que soñaron con ser jeques árabes
algún día. Esas son las ironías que tienen las paradojas de la vida del
colonizado.
Con la inauguración de Ciudad Pemex en Macuspana Tabasco
en marzo de 1958, se ponía en funcionamiento la planta de absorción
de gas, “Ingeniero José Colomo”. En ella se trataban 300 , 000, 000
de pies cúbicos de gas al día que, licuados, se llevaban a la refinería
de Minatitlán. Una vez tratados se producían al día 11, 000 barriles
de gasolina, 5, 670 barriles de gas licuado, 750 barriles de kerosina y
gasóleo. Estos combustibles y destilados se conducían a las plantas de
almacenamiento de Salina Cruz por el oleoducto transoceánico y de
ahí a los centros de consumo. Las reservas probadas en José Colomo

6
RN, 20 de julio de 1956.
Elías Balcázar Antonio 251

en ese año llegaban a 1, 500, 000, 000, 000 de pies cúbicos. Desde el 8
de octubre de 1957 se había anunciado la construcción del gasoducto
que conectaría Ciudad Pemex con la Ciudad de México; los trabajos se
iniciaron hasta el 13 de agosto de 1958. Con un costo de $530, 000, 000
el gasoducto tendría una longitud de 790 kilómetros.7
Ya desde aquellos años se hacían advertencias serias y
autorizadas del peligro que significaba para Pemex y para la industria
petrolera nacional el hecho de que se vendieran a los industriales del
país los productos derivados del petróleo a precios muy bajos. La
política de subsidiar a la industria nacional con insumos petroleros
a precios muy bajos y a veces a precios de costo implicaba un
peligro de estancamiento para la industria petrolera mexicana y de
descapitalización para la empresa Pemex. Así lo destacaba el periodista
Manuel Buendía y enviado especial del diario La Prensa en unas
entrevistas que el día de la inauguración de Ciudad Pemex les hiciera
a algunos funcionarios de la empresa petrolera. Estaba muy lejos el día
y muy lejos de pensarse que la empresa Pemex llegaría a convertirse
en la caja chica del Gobierno federal, que esa empresa sería algún
día una rehén, pagadora de impuestos de la Secretaría de Hacienda.
Se estaba muy lejos también de pensar que algún día el petróleo y el
gas del sureste de México serían buena parte del sostén de este país.
Porque sin el petróleo y el gas del Sureste, la industria, los camiones,
los automóviles y las ciudades de todo el país no podrían funcionar ni
un día; porque sin ese petróleo y sin ese gas el país no tendría la súper
reserva monetaria que hoy existe en el Banco de México; sin Pemex
no se hubiera podido pagar buena parte de la deuda externa y los
intereses. Gracias a ello la economía nacional goza de gran estabilidad
macroeconómica.
En esos días de 1958 sucedieron en la entidad otros hechos
muy interesantes. Como ya apuntamos en otro capítulo, el 24 de julio
se inauguraron los servicios médicos del IMSS en Villahermosa. En
representación del director del Instituto, Antonio Ortiz Mena, acudió
a la ceremonia inaugural el doctor Mauro Loyo Díaz, subdirector
nacional de esa dependencia. El primer jefe de los servicios médicos
del IMSS en Tabasco fue el médico militar, Antonio Osuna Rodríguez.
En sus primeros días esa dependencia se estableció en Villahermosa en
la calle Reforma Número 16. Ese mismo día el Gobernador de Tabasco,

7
Ibídem. Novedades y Excélsior, 8 de octubre de 1957 y 14 de agosto de 1958. Revista Todo, 18 de
agosto de 1958.
252 Tabasco a dos tiempos

Miguel Orrico de los Llanos, impuso una medalla a Carlos Fidias Sáenz
Jurado por ser el primer piloto tabasqueño en lograr 10, 000 horas de
vuelo. Fue una medalla de oro con la leyenda “como premio al valor y
en mérito a sus hazañas”.
En octubre de ese año se inauguraba la emisora de Comalcalco,
la XEVX, en los 570 kilociclos del cuadrante y con 5000 watts de
potencia. Esos días los copreros del Estado sufrían una profunda crisis
debido al desplome en los precios de la copra como resultado de la
fuerte importación de grasas y aceites realizada por los industriales del
centro del país. En un mes el precio de la copra bajó de $2.60 a $2.35.
En esos días trascendió en la entidad la noticia de la muerte de Juan
César Becerra y Bates quien fuera juez mixto de primera instancia de
Macuspana. El deceso ocurrió en noviembre de ese año cuando asistía
a una función nocturna en el Teatro Roble de la Ciudad de México. Era
primo hermano del gobernador del estado, Miguel Orrico de los Llanos
Becerra y del gobernador electo Carlos Alberto Madrazo Becerra.8

Estancamiento crónico y decadencia del que fuera “Oro Verde”


Con todo, el aparato agropecuario sumido en la tradición y en la apatía,
estaba sujeto a las inclemencias de las sequías y de las lluvias, de los
vaivenes del mercado y de la voraz ambición de los intermediarios
locales y en la Ciudad de México. En un año con entusiasmo se hablaba
de bonanza y al año siguiente de crisis. Así pasaba con la copra, el
cacao y el ganado bovino. Del plátano, en otros tiempos el oro verde
de Tabasco, sólo decadencia y crisis, corrupción, improvisación y
abandono quedaban de este ramo. En 1951 por ejemplo, todavía se
exportaron 69, 782 toneladas de esta fruta; en 1956 sólo 19, 500. Esta
actividad estaba en franca decadencia.
Y si esta rama, “el oro verde”, que había sido el corazón y el eje
para el resto de la economía tabasqueña, entraba en crisis, la crisis se
generalizaba para toda la entidad. Los vaivenes, los altibajos que esta
actividad sufría se hacían resentir para el resto del aparato productivo.
Dice el editorial de un periódico local del mes de noviembre de 1953:

8
Novedades, 5 de marzo y 26 de julio; Universal, 24 de julio y 22 de agosto; Excélsior, 5 de noviembre;
RN, 24 de julio y Diario de Tabasco, 25 de julio de 1958.
Elías Balcázar Antonio 253

Cuando la industria platanera está en auge, la prosperidad de Tabasco


es evidente. Cuando hay quebrantos por causas ajenas a la voluntad
humana o por errores y deficiencias; por mala fe e interferencias
indebidas, flota en Tabasco un ambiente de crisis y de pesimismo. El
pago de la renta se retrasa; en el comercio vegetan los dependientes
esperando clientela que no llega; en los centros de placer, las horas que
pasan son de soledad. La tristeza recorre los campos y las calles de las
poblaciones proclamando la crisis interior y cabal de nuestro amado
Tabasco”.9 Por otro lado las demás ramas, las demás actividades no
alcanzaban la importancia que tuvo la producción y la exportación
platanera, ni la confianza que el tabasqueño seguía depositando
todavía en esta actividad.
Independientemente de las causas micro y macroeconómicas,
sin duda lo que más dañó a la actividad platanera de la región fueron
el mar de corrupción y la fractura de las facciones de los grupúsculos
que minaron a la Confederación de Uniones de Productores de
Plátano, organismo éste en que estaban integrados los productores
de esta fruta. Esta Confederación sufrió la rapiña de la ambición
de estos grupos cuyos líderes veían en ella una fuente de rápido
enriquecimiento personal. Los miembros que la integraron, poco
operaron con mentalidad de empresarios y hombres de negocios.
Pocos vieron a la Confederación como una empresa. Ésta más bien
fue la palestra de luchas internas, violentas y difamatorias algunas,
entre los grupos que ambicionaban su dirigencia o la gubernatura del
Estado. “La Confederación ya es partido político” se leía en primera
plana de un periódico local. En él se comentaba un desplegado
publicado por Excélsior del 22 de febrero de 1946. En ese desplegado
los dirigentes de la Confederación de Productores de Plátano
“destapaban” a Federico Jiménez Paoli, (a) Pico, para gobernador
del estado. Dice la nota comentada que con razón ese organismo ha
perdido tanto crédito y dinero pues los encargados de administrar los
intereses a ellos encomendados sólo se han dedicado a actividades de
carácter político.
En abril de ese año Andrés Valencia, miembro de la Unión de
Productores, Terminal de Teapa, emitía una queja con motivo de que
los dirigentes de la Confederación “no le daban corte” desde hacía
un mes. Y todo por no apoyar la candidatura de Jiménez Paoli sino la

9
RN, 19 de noviembre de 1953.
254 Tabasco a dos tiempos

de Francisco J. Santamaría. Advertía a los demás agremiados de los


turbios manejos de los dirigentes. Les recordaba que éstos los orillaron
a hipotecar sus tierras para lograr un préstamo de $10, 000, 000 con
el banco con el supuesto fin de hacer resurgir la actividad platanera.
Que a pesar del auge en el mercado durante la Segunda Guerra
Mundial y a que el precio del plátano había rebasado los $10 por
racimo, no se había pagado ni un quinto de esa deuda al banco. Ahora
los agremiados debían trece millones de pesos. Por ello el banco les
canceló el crédito. Que los ingresos extraordinarios habidos durante
la guerra y que le descontaron a cada productor, supuestamente para
abonar a esa deuda, se los repartieron entre los políticos influyentes y
dirigentes. En estos casos los dirigentes de la Confederación siempre
recurrieron al Gobernador en turno para que intercediera por ellos
ante el presidente de la República para que les condonara la deuda.
Luego, sigue el escrito: “Espantados esos individuos y no pudiendo
responder de lo que contigo hicieron, determinaron meterse a la
política bajo la bandera de la Confederación Platanera, a tu sombra
y postularon para gobernador y senador a los dos principales
responsables de tu despojo Pico Jiménez Paoli y Pablo Prats.10

De espantosa bancarrota calificaban algunos a la situación


platanera del estado de Tabasco en 1946. Si bien los productores seguían
recibiendo dinero, éste no provenía de utilidades logradas con la venta
de sus cosechas en el mercado. El origen de esos dineros venía del
crédito que el Banco Nacional de Comercio Exterior les había otorgado
a los dirigentes de la Confederación con garantía del erario federal.
Préstamo que lejos de amortizarse ya alcanzaba la cifra de más de $13,
000, 000. Sin duda que el negocio del plátano estaba quebrado. Nunca
se repuso a partir del desplome y la crisis derivada de la enfermedad
del chamusco. Sobre esta crisis le sugiero que lea el libro Tabasco en
Sepia.11
Esa enfermedad del chamusco, causada por un hongo que los
biólogos llaman “cercospora musae zimm”, al parecer fue introducida
por agentes de la Southern Banana Corporation, filial de la Standard
Fruit. Y supuestamente ello fue parte de una venganza de ese
monopolio contra las medidas nacionalistas y expropiatorias que
el gobierno cardenista de don Francisco Trujillo, obligado por las

10
RN, 23 de febrero, 12 de marzo y 6 de abril de 1946.
11
Cfr. Balcázar Amtomio Elias. Tabasco en Sepia. UJAT 2003, p.p. 228 a 242.
Elías Balcázar Antonio 255

circunstancias, tomó contra esa empresa. Sobre la posible introducción


de esa enfermedad en la plantaciones tabasqueñas por los gringos, don
Trinidad Malpica opinaba que “Cuando a los Imperialistas Yanquis
que monopolizan el mercado platanero, se les antoje, nos volverán a
hundir en la miseria y en la desesperación como lo hicieron hace algunos
años por el famoso chamusco”.12 De la enfermedad del chamusco no se
repuso la producción platanera en muchos años, ni tampoco del boicot
que esos consorcios americanos ejercieron sobre la producción del
plátano de Tabasco y del norte de Chiapas. La actividad platanera de la
entidad jamás volvió a alcanzar los niveles de producción, ni el auge y
esplendor que gozó durante los años de Garrido. En 1942 Villahermosa
y Frontera fueron suprimidas del itinerario de las compañías navieras
que transportaban el plátano a los Estados Unidos.
Fue imposible para Tabasco reponerse del chamusco. Este
mal encareció los costos de producción del plátano. Por ese hongo
el productor se vio obligado a gastar en máquinas aspersoras, en
productos químicos para combatir la enfermedad (el caldo bordolés),
y en salarios extras para pagar fumigadores. Como resultado del
chamusco el porcentaje de la fruta rechazada se incrementó y los
precios del plátano de Tabasco llegaron a tener la más baja cotización
en el mercado americano. El plátano ya no tenía el tamaño que le dio
fama y alta cotización en el mercado americano. Aquel plátano roatán
de Tabasco exportado desde sus orígenes en 1901 hasta 1938, llamado
“oro verde”, y que le diera prestigio al nombre de Tabasco en el mercado
mundial, era grande, blanco y de fácil obtención. En 1950 las tierras
negras tabasqueñas sufrían fatiga. Esa tierra ahora empobrecida daba
un plátano más pequeño y delgado. Veinte años después el clima en la
región había sufrido un cambio. Llovía menos y los periodos de seca
eran más prolongados. Largos meses sin lluvia, con un sol agotador
que mataba o debilitaba los platanares.13
Como lo señalé de manera detallada en mi libro Tabasco en
Sepia la siembra del plátano se hizo siempre en las tierras negras de
aluvión, propio de las vegas de los ríos. Majestuosas plantaciones de
plátano florecieron y llenaron el paisaje de toda esa franja de tierra del
río Mezcalapa, del Grijalva, El Carrizal, de los ríos Teapa y Tacotalpa,
Pichucalco, Macuspana y parte de Tenosique. Esas franjas de tierras
negras de aluvión, muy ricas en nutrientes, se encuentran en los
municipios de Huimanguillo, Cárdenas, Centro, Teapa, Tacotalpa,

12
El HG, 17 de octubre de 1947.
13
RN, 7 y 10 de enero de 1950.
256 Tabasco a dos tiempos

Jalapa, Macuspana y Pichucalco, este último en Chiapas. Otras


tierras de aluvión no pudieron ser aprovechadas por lo lejano que se
encontraban de los “pasos” y de los embarcaderos para transportar la
fruta. Y es que el manejo de los racimos requería un trato muy delicado
y cuidadoso. En los años de esplendor y de bonanza, las plantaciones
del “oro verde” llegaron a ocupar 23, 916 hectáreas y existían 79
Uniones con 3, 438 miembros.
En el trasbordo obligado por el azolve de los ríos y de la barra
de Frontera se perdía parte de la fruta por el maltrato, además de que
la multiplicación de los alijos encarecía los costos. El mal sistema de
refrigeración de los barcos provocó no pocas veces que el plátano
llegara demasiado maduro a los Estados Unidos. Había que tirar la
fruta con las consabidas pérdidas para el productor tabasqueño. A ello
se añadía el plátano que se perdía por la falta de aviso para el corte
oportuno y los destrozos que cometían los vientos huracanados y las
inundaciones.
Como ya comentamos en otro capítulo, a esa crisis se sumaba la
escasez de barcos que sufría la Confederación para exportar el plátano
al mercado americano. La escasez de embarcaciones que sufría la
COOTIP14 obligaba a los productores de plátano a rentar barcos y a
pagar costosos fletes. En esos días de 1946 se había hundido el Badger
State; el Empire State se encontraba en muy malas condiciones. La
creciente incorporación de los países de Centroamérica al mercado
americano ejerció una competencia que los productores de Tabasco
no pudieron enfrentar. Mientras los dirigentes de la Confederación
Platanera de Tabasco se debatían y desgastaban en sus grillas,
corruptelas y desorganización, la producción centroamericana se
regía dentro de una perfecta organización propia de una empresa
capitalista. La alta rentabilidad de la United Fruit se apoyó en una
organización racional y eficaz, así como también en la sobreexplotación
del campesino centroamericano. Además ese consorcio contaba con
una excelente cuadrilla de 44 barcos propios, bien equipados y con
una eficiente penetración monopólica dentro del mercado americano.
En esos días se calculaba el costo de producción por racimo en
un $1.70; $0.05 por desmonte del terreno; $0.04 por la siembra; $0.21
por jileas; $0.05 por administración; $0.02 por el sostenimiento de la
Confederación; $0.02 por el sostenimiento de la Unión; $0.01 por la
contribución predial;$0.01 por impuesto sobre la renta; $0.30 por
impuesto al Estado; $3.45 al municipio; $0.10 por corte de racimo; $0.05
por acarreo. A lo anterior se le sumaban los impuestos federales, los

14
COOTIP, Cooperativa de Transportes de la Industria del Plátano.
Elías Balcázar Antonio 257

costos en el combate al chamusco y las pérdidas por las diversas causas


que hemos señalado. En 1944 el racimo se vendió en $1.40 mientras que
el costo promedio era de $1.70. Eso dejaba pérdidas que sólo podían
cubrirse con dinero prestado. Préstamos que se lograban gracias a los
apoyos y lealtades que la Confederación brindaba a los políticos y
gobernantes.
En ese año electoral para la sucesión del gobernador, los
miembros de la Confederación Platanera terminaron por brindar su
apoyo a la candidatura de Francisco J. Santamaría. En julio de 1947, y
gracias a las gestiones de Santamaría ya gobernador, el presidente de
la República Miguel Alemán condonó la deuda que ascendía ya a $12,
000, 000 y que la platanera tenía con el Banco Nacional de Comercio
Exterior. Deuda que fue absorbida por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público. Poco después el gobierno de Santamaría le prestó a la
Confederación $400, 000. En febrero de 1948 el gobierno de Alemán le
otorgó un préstamo a la COOTIP por $4, 850, 000 a través de Nacional
Financiera para la compra de cuatro barcos. En marzo de ese año
el mismo Gobierno federal otorgó a los productores de plátano de
Tabasco $3, 000, 000 en calidad de créditos con la posibilidad de ser
ampliado a $6, 000, 000. Todo lo anterior era un pago y un premio a
la corrupción y a la ineficacia. El 4 de mayo la Confederación le regaló
el barco “Jahuactal” al gobernador Santamaría. Y así, me das y te doy.
Esto es propio de la cultura política del chantaje, del compadrazgo, del
paternalismo y de la compra de los apoyos mutuos, muy arraigada en
nuestro país.15
Contra esa mala costumbre don Trino Malpica tronó en su
editorial del 15 de agosto de 1947 cuando dijo: “El gobierno al regalar a
los plataneros tabasqueños esa enorme cantidad, no hizo sino fomentar
y estimular la irresponsabilidad de quienes están obligados a salvar el
buen nombre de Tabasco.
“No es la primera vez que el Gobierno del Centro le regala
al estado sus deudas; primero el presidente Lázaro Cárdenas, luego
el presidente Ávila Camacho y ahora el presidente Alemán nos han
regalado nuestras deudas sabedores de que no podríamos pagarlas;
hemos quedado, continúa don Trino, en un terreno punto menos que
de limosneros”. Luego dice: “En esa forma vamos perdiendo no sólo
el crédito ya que en el futuro, tirios y troyanos dirán: a Tabasco, si hay
que prestarle algo, mejor se lo regalamos porque no paga, sino también,

15
RN, 18 de marzo, 25 y 26 de abril; La VT, 18 de julio de 1947; 7 y 8 de febrero; 9 de marzo de 1948.
258 Tabasco a dos tiempos

termina don Trino, adquirimos la fama de flojos y de irresponsables,


cosa que hace sangrar nuestras mejillas.”16
Detrás de esas deudas y condonaciones se escondía una telaraña
de corrupción con el dinero regalado. De toda esa maraña de transas y
robo al presupuesto se levantaron fortunas y apellidos de familias que
hoy aparecen inmaculadas y aristócratas en las flamantes páginas de
sociales.
Ruinosas y turbias combinaciones de la Confederación con la
Banana Distributing Company terminaron por endeudar aún más al
productor. Como ya lo apuntamos en otro capítulo: en los dos barcos
rentados, el Badger State y el Empire State, la Confederación gastó
una fortuna. 18, 000 dólares mensuales de renta por cada barco, $700,
000 para acondicionarlos y además, por cada tonelada transportada,
pagaba un flete de 26.71 dólares. Por el contrario, y como parte de esos
negocios turbios, la Confederación subarrendó esos dos barcos a la
Banana Distributing Company para que sacara el plátano de Chiapas;
de manera inexplicable le cobraba sólo 14 dólares por cada tonelada
a esa compañía distribuidora gringa y, en contra de lo firmado en el
contrato, ésta nunca le pagó un peso a la Confederación Platanera
por los $700, 000 que ésta gastó en el acondicionamiento de esos dos
barcos. En contraste, en esos días la Confederación gastó una cantidad
menor, sólo $50, 000, por el acondicionamiento del barco “Veracruz”.
Esta nave era más grande que los dos barcos americanos en los que,
como vimos, esta misma organización había gastado para los mismos
fines 700, 000. Lo raro del asunto es que, dentro de esos enredos sucios
y a los pocos días de haber acondicionado el barco “Veracruz”, también
esta embarcación se le entregó a la Banana Distributing Company en
las mismas condiciones ventajosas para esa firma americana.17
Jamás la producción y exportación de plátano de Tabasco llegó
a alcanzar después las cantidades logradas durante los años de auge
de la década de los treinta. Aquellos 6, 700, 000 racimos exportados
en 1936 nunca se volvieron a obtener. La media anual de 6, 000, 000
de racimos recibidos en los pasos entre 1934 y 1938 sólo quedó en
el recuerdo de los viejos. La media anual de 5, 000, 000 de racimos
exportados en aquel periodo nunca se volvió a lograr después, al menos

16
El HG, 15 de agosto de 1947.
17
RN, 26 de abril de 1946.
Elías Balcázar Antonio 259

en los años aquí estudiados. De 1943 a 1946, años de la decadencia, se


recibió un promedio anual de racimos en los “pasos” de 1, 400, 000. En
toneladas exportadas en ese periodo la media fue de 20, 000. En 1947
apenas 2, 051, 000 racimos se exportaron. Las malas condiciones para
el transporte de la fruta, y que aquí señalamos, generaban una merma
del 25 % en los cargamentos entre Frontera y los Estados Unidos.
En 1941 Pico Jiménez Paoli, como representante de la
Confederación Platanera, viajó a los Estados Unidos donde firmó
un contrato con la Suwannee Fruits and Steamship Company, de
Jacksonville Florida, para comercializar la producción del plátano
de Tabasco y de Pichucalco. En ese contrato la Confederación se
comprometía a vender a la Suwannee toda la producción de la región
hasta alcanzar la cantidad de 5, 000, 000 de racimos. Cantidad que
nunca se logró.18
Ese compromiso nunca se cumplió y por esa razón en 1947
la Suwannee Banana entabló una demanda contra la Confederación
por supuestos incumplimientos de tal contrato. Los argumentos
esgrimidos por los abogados defensores de la Confederación en la
corte de los Estados Unidos contra esa demanda se fundaron en que
la empresa gringa no tenía derecho a exigir que los tabasqueños le
vendieran la producción total de la fruta. En contra de lo afirmado
por los abogados de la Suwannee, los americanos no tenían el derecho
moral ni legal sobre toda la producción platanera de Tabasco. Apoyada
en esa supuesta exclusividad, la Suwannee sólo quería pagar a los
tabasqueños 1 centavo por cada libra de plátano, cuando en el mercado
mundial era de 7 centavos dólar la libra. Para ejercer presión y hacer
valer el contrato leonino la empresa americana embargó el cargamento
número 14 del buque motor “Gonzalo Carias” a principios de 1948.
Como señalé al principio de este libro, ya en 1943 el Departamento
de Guerra de la Unión Americana, a pedido de la Standard Fruit,
había requisado dos barcos que la Confederación había rentado para
reanimar la actividad platanera. No cabe duda, el imperialismo no es
un tigre de papel.
Sin embargo, en contra de esa demanda los abogados de
la platanera argumentaban que, contrariamente a lo convenido,
la Suwanee nada más había dado a los productores tabasqueños
$800,000 para reimplantar el negocio platanero. Que con esa cantidad,
insuficiente, sólo se habían sembrado 300, 000 cepas con las que se
estaba muy lejos de lograr los 5, 000, 000 de racimos convenidos. Los

18
El HG, 12 de diciembre de 1947. RN, 3 de mayo de 1946.
260 Tabasco a dos tiempos

tabasqueños no estaban obligados por eso a vender el total de su


producción de manera exclusiva a la Suwanee.
Para sorpresa de todos, y más para los mexicanos, la Corte
de Brownsville falló a favor de la Confederación de Uniones de
Productores de Plátano de Tabasco. El fallo lo dio el 14 de febrero de
1949. Se propuso un nuevo convenio sobre la base de comprometer con
la Suwanee sólo el 25 % de la producción; el compromiso se firmaría
por cuatro años con la obligación de revisar los precios cada seis meses.
Antes de firmar el contrato, la Suwannee debería comprometerse a
pagar todos los gastos originados por el pleito que ascendían a más
de sesenta mil pesos. Además esta empresa debería comprometerse
a vender sus cargamentos en Florida o puertos del norte en New
Orleans. La Suwannee aceptó esa propuesta pero hasta julio de 1950,
año y medio después. El nuevo contrato firmado no fue por cuatro sino
por dos años. Éste daba por cancelado el de 1941 que fue motivo del
litigio. Se convino que la Confederación debía entregar a esa empresa
americana en Tampa Florida, el 25 % de su producción en las mismas
condiciones que se le vendía a los demás distribuidores de Brownsville
y Mobile. En dos periodos la Suwannee debía facilitar 175, 000 dólares
en cada uno para la siembra de un millón de cepas de plátano. El primer
periodo fue de julio de 1950 a enero de 1951; el segundo fue de enero
de 1951 a julio de ese año. El pago de esos adelantos la Confederación
lo haría con un abono de 2.5 dólares por cada tonelada de plátano que
entregara en Tampa, Florida.19
Por otro lado los productores de plátano, al igual que los
cacaoteros, copreros y ganaderos de Tabasco y del sureste, sufrían y
sufren hoy el coyotaje de intermediarios incrustados en la Ciudad de
México. A fines de 1946 esos coyotes le compraban el plátano a los
ejidatarios tabasqueños y de Chiapas a $3 la docena de racimos, a
veinticinco centavos cada racimo y a centavo y cuarto cada plátano.
Esos intermediarios revendían en la Ciudad de México a $24 la
docena de racimos, a $2 cada racimo y a $0.10 un plátano.20 Esa ha
sido por siempre la relación de explotación económica ejercida por
los acaparadores concentrados en la Ciudad de México sobre los
productores agrícolas y pecuarios de Tabasco, así como sobre el resto
de los agricultores y ganaderos de la provincia mexicana. Por esa vía
de la intermediación los coyotes han extraído por siempre un plusvalor
económico que ha empobrecido al productor y ha sobreenriquecido
19
RN, 20 de noviembre, 8 de diciembre de 1948, 24 de febrero de 1949 y 15 de julio de 1950. El HG,
11 de marzo de 1949.
20
RN, 22 de agosto de 1946.
Elías Balcázar Antonio 261

al intermediario y especulador. Ha descapitalizado al campesino y


sobrecapitalizado al coyote. Las ventajas de los coyotes es la de tener
la influencia política para lograr la concesión que le permite explotar
a los productores de los estados, tener además grandes bodegas en
la Ciudad de México, el permiso para especular y disfrutar con ello
de una posición monopólica, así como no tener la desesperación de
comprar como la tiene el productor de vender.
En aquellos días era muy difícil y costoso además colocar la
producción de plátano de Tabasco y Chiapas en el mercado de la
Ciudad de México. Los trabajos de construcción del ferrocarril del
Sureste estaban muy lejos de concluirse. A fines de la década de los
cuarentas la línea se podía recorrer por tramos. Muchos puentes y
tramos de vía estaban por hacerse. Además y como ya vimos, varias
carreteras troncales y que se vincularían con la vía del tren no existían o
apenas estaban por construirse. Muchas superficies de cultivo estaban
lejos e incomunicadas de la vía del tren. Sin embargo, a fines de 1949
y principio de 1950 ya se planteaba la posibilidad de aprovechar el
ferrocarril cuya línea hasta Coatzacoalcos estaba casi terminada. Y se
proponía aprovechar ese tramo y, a través del puerto de Coatzacoalcos,
exportar hacia Brownsville todo el plátano de la región del Mezcalapa
de los municipios de Cárdenas, Huimanguillo y zonas aledañas del
norte de Chiapas, cercanas a la vía del ferrocarril.21
Como toda fruta de estación o de temporada, el precio del plátano
estaba sujeto a oscilaciones propias del mercado, y a los ritmos cíclicos
del clima a lo largo del año. Era ya costumbre que en el mercado de los
Estados Unidos el precio del banano sufriera una curva descendente
en los primeros días del mes de julio; esta declinación alcanzaba su
nivel más bajo en el mes de agosto para comenzar un nuevo ascenso en
septiembre. En el mes de diciembre, en los días cercanos a la Navidad,
el precio volvía a sufrir otro descenso que se acentuaba en el mes de
enero para tener otro ascenso en febrero. Este último se prolongaba
por cuatro meses. Estas oscilaciones de los precios eran normales y,
por tanto, esperadas. Sin embargo estaban sujetas a factores aleatorios
como heladas, ondas frías, huelgas de transportistas y de alijadores en
la Unión Americana que entorpecían el tráfico en la comercialización
de la fruta y demás productos. La huelga de ferrocarrileros de los
Estados Unidos en abril de 1949 provocó la aglomeración excesiva
de cargamento de racimos de plátano en los muelles y demás centros

21
RN, 17 de noviembre de 1949.
262 Tabasco a dos tiempos

de distribución. Esto provocó una drástica baja del precio en ese


mes. Ese mismo año hubo una intensa sequía en Tabasco y en toda
la región Sureste del país que no sólo afectó la producción de fruta
sino también de granos y de ganado. Por el contrario y, debido a los
excelentes sistemas de riego de la Unión Americana se obtuvieron
muy buenas cosechas de durazno, piña, sandía y melón ese año. Las
cosechas de esas frutas en los Estados Unidos alcanzaron tal magnitud
que saturaron, como nunca, las ciudades americanas por un tiempo
mayor a lo acostumbrado. Estas cosechas extraordinarias provocaron
una baja tempranera y prolongada en el mercado americano del
plátano que resultó desplazado y perjudicado por la abundancia y los
bajos precios de esas frutas. Abundancia y precios nunca antes vistos.
Y cuando parecía que el mercado del plátano recobraba su estado
normal, llegaron los nortes y los meses de lluvia en el golfo de México.
Como cada año, el movimiento de barcos y del comercio en Frontera
resultaba entorpecido. La barra cruzada por la tormenta obligaba a
hacer trasbordos en situaciones muy difíciles y peligrosas. El retraso
en las maniobras era tal que la fruta se maduraban, por lo que había
que arrojar al mar buena parte de la carga. En noviembre de ese año
se habían tirado al mar cerca de 40, 000 racimos y estaban en peligro
de correr la misma suerte 30, 000 racimos más. Los 40, 000 racimos
arrojados significaron una pérdida por más de $500, 000.22
Para que se pudieran pagar remanentes, un cargamento debía
venderse a un precio no menor de 5 dólares las 100 libras, la merma
no debería ser mayor al 5 % del total del cargamento y además el
porcentaje de la fruta madura no debía rebasar el 10 % de la carga.
En el cuadro siguiente observamos que las exportaciones tabasqueñas
de 1949 rebasaron esos parámetros y, por tanto, no se obtuvieron
utilidades:

22
El HG, 30 de septiembre de 1949. RN, 9 de noviembre de 1949.
Elías Balcázar Antonio 263

Algunos cargamentos exportados en 1949


PRECIO MEDIO DE
CARGAMENTO NÚM. % DE MERMA % DE MADURACIÓN LA LIBRA
(EN DLLS).
113 13 31 4.17
115 11 15 4.51
117 23 34 3.65
118 13 23 4.41
119 20 15 4.71
120 13 32 3.21
122 14 26 3.8
124 5 14 3.87
125 6 14 4.32
Fuente: Boletín de la Confederación de Uniones de Productores de Plátano “Tabasco” Septiembre de 1949

De acuerdo a los datos del cuadro anterior esos cargamentos exportados


no resultaron ser rentables. Todos ellos rebasaron el promedio de
merma y de maduración de la fruta. Además se vendieron a un precio
inferior al precio mínimo requerido, como para lograr una ganancia.
De ahí que los dirigentes de la Confederación se vieran obligados a
informarle a sus agremiados que la venta de esos cargamentos no
había rendido para pagar remanentes. Otro dato contundente: de
enero a junio de 1948 se perdieron entre los pasos o embarcaderos de
las plantaciones y el muelle de Brownsville 3, 740, 577 kilogramos con
un valor de $2, 431, 000.23
Por todas las razones aquí expuestas y a pesar de los apoyos
oficiales, a principio de la década de los cincuenta la Confederación
platanera seguía envuelta en el desastre financiero. En enero de 1950
ya tenía una deuda de $3, 816, 125. El año de 1949 fue muy malo.
La intensa y extraordinaria sequía primero, y luego la inundación
y los “nortes”. Ese año se perdió el 40 % de la producción. La gran
depresión del precio del plátano en el mercado americano por las
razones señaladas, aunada a los demás factores que aquí hemos
apuntado, sumió a la producción platanera de Tabasco y Chiapas en
una crisis similar al desplome de 1940. Las ventas realizadas en 1949
no alcanzaban para abonar nada a la deuda, ni para pagar los anticipos
dados a los productores. Como el de todas las Uniones, era el caso de la
Unión Terminal Teapa; ésta recibió anticipos por la cantidad de $157,

23
El HG, 30 de septiembre de 1949 y RN, 4 de octubre de 1948.
264 Tabasco a dos tiempos

231.15 y sólo entregó en ese año una producción por la cantidad de $8,
884. En este caso hubo excesivo anticipo de $147, 387. Por el concepto
de anticipos otorgados a todas la Uniones y que éstas no pudieron
pagar, la Confederación debía $ 2, 927, 027.13 a principios de 1950.
En bodega no había ni un litro de gasolina, ni un kilo de sulfato.24 Un
mes después, el 12 de febrero, el gobierno de Santamaría le prestó a
esa organización la suma de $400, 000 sin intereses para pagarse en un
plazo máximo de cuatro meses.25
El 11 de diciembre de 1949 se eligió nueva directiva. Dejaba
la presidencia de ese organismo, Salvador Broca Ruiz y lo suplía José
Morgadanes Valenzuela. Quedó Nicolás Valenzuela Quintana como
vicepresidente; como secretario, Jaime Cintrón; como tesorero, Miguel
Ángel Salazar y Dionisio Morales Morales, el nuevo Comisario. Esta
nueva directiva se abocó a sanear las finanzas de la Confederación y
a limpiarla de todas las irregularidades y corruptelas en que la había
dejado sumida Salvador Broca Ruiz. Cuatro meses después de haber
sido elegida, el 28 de abril, esa nueva directiva ya había pagado la
primera cuota de amortización de $100, 000 de los $400, 000 que el
gobierno local le había prestado. La deuda por $1, 627, 000 que se tenía
con los compradores por concepto de anticipos y préstamos también
disminuyó a $634, 000. La deuda de $215, 000 que se tenía con la
“Hardie” por concepto de refacciones estaba saldada. A la fecha del
28 de abril también, no se debía ni un quinto de los $193, 000 que se
adeudaban por concepto de préstamos locales. Los pagos por derechos
e impuestos estaban al día. Había en bodega 1, 309 toneladas de sulfato
de cobre, 838 toneladas de cal hidratada y 3, 800 cajas de gasolina. Se
había comprado mil 861 pesos en fungicidas y para ello se le descontó
$120 por tonelada de fruta a cada productor. En el siguiente cuadro
podemos comparar lo logrado por la anterior directiva que encabezara
Salvador Broca y la entrante presidida por José Morgadanes.

24
Estado de cuenta de la Confederación Platanera, 10 de enero de 1950. RN, 12 y 13 de enero de
1950.
25
RN, 13 y 16 de febrero de 1950.
Elías Balcázar Antonio 265

Estado comparativo, producción exportada


1949 1950

Meses Racimos Toneladas Meses Racimos Toneladas

Enero 131, 064 2, 474, 374 Enero 197, 742 4, 064, 444

Febrero 125, 045 2, 327, 739 Febrero 239, 294 4, 960, 849

Marzo 216, 378 3, 964, 991 Marzo 325, 275 7, 278.98

Total 472, 487 8, 767, 104 Total 762, 266 16, 304, 277
Fuente: Boletín informativo de la Confederación Platanera, 1950

Sin duda lo logrado por la administración saliente y que presidió


Salvador Broca, contrasta con los sustanciales avances obtenidos por
la nueva directiva presidida por José Morgadanes Valenzuela. Por
considerarlo de suma importancia transcribiremos de manera íntegra
el boletín informativo de la nueva Directiva de la Confederación. Dice:
“Se han descontado del 30 % de remanentes a los productores que
adeudan por fungicidas hasta el cargamento No. 60, $ 301, 315.61.
“Se tienen contratados los siguientes barcos de altura:
“Presidente Alemán”, “Benmark”, “Mizdah”, “Halifax”, “Marilyn”,
“Santa Patricia”, “Carolan”, “Santamaría”, “Elisa”, “Oro Verde”, “Bill
Phill”, “Marjorie E” y “Roatán” con los que se sacaron 150, 000 racimos
semanales o sea 12, 000 toneladas mensuales.
“Se han abierto los mercados de Tampa en Florida y de Mobile
en Alabama, con nuevos distribuidores y se terminó el pleito con
la Suwannee Banana Corporation y se obtuvo de esta importante
Compañía la distribución de una parte de nuestra fruta en las mismas
condiciones que los otros distribuidores.

“Como se verá, la situación de la Confederación Platanera ha


mejorado notablemente, pues la actual Directiva al recibir los
destinos de esta institución el 1º de enero de 1950 se encontró con
un elefante blanco[sic] pues se debían cerca de $4, 000, 000 con los
créditos cerrados en los bancos; sin un saco de sulfato, ni gasolina,
ni refacciones para nuestras máquinas asperjadoras en las bodegas,
con un mal y reducido equipo fluvial; con dos reducidos mercados
extranjeros en que se vendía nuestra fruta por distribuidores a quienes
se les había pedido a cuenta de fruta futura cerca $2, 000, 000 y por
lo que se le ampliaba la concesión de la exclusividad de la venta de
nuestro producto por dos años más; todo esto, producto de una mala
administración y dirección de la directiva anterior, nos dice el boletín,
266 Tabasco a dos tiempos

como lo demuestra también el hecho de que no obstante las malas


condiciones económicas por las que la Confederación atravesaba,
se tenían engañados desde el “Señor Presidente” de la República
hasta el gobernador del estado así como a los productores plataneros
haciéndoles creer que la Confederación estaba en bonanza y se hacían
regalos costosos para halagar a funcionarios públicos; se compró una
mala motoconformadora con un costo de $29, 602.39; una sanjeadora
que importó $80, 386.19 y que sólo sirvió para hacerle sangraderas en
su finca a uno de los entonces directivos pues después de eso para
nada ha servido y ni hay quien la pueda utilizar (pues para colmo es de
gasolina) y consume de este producto como $ 100 diarios; se compra el
vapor Oro Verde en $388, 187.25 y se gasta en su reparación y pintura
$159,000 y ni siquiera es de la Confederación pues está escriturado
a nombre de Jaime Rosique Jr.; se gasta en iniciación de una fábrica
de cal en Teapa $ 453, 412.51 y lo que allí hay hecho no importa ni $
60, 000 y si se gastaron $45, 000 en hacer un kilómetro y medion de
carretera grabada que sólo está sirviendo para que saque su producto
de plátano un ex-directivo que aprovechó su paso como dirigente
de la Confederación para hacerse socio de esa fábrica en formación;
se regala un órgano que costó $28,000 para halagar y atraerse a otro
sector social con miras futuristas. Sólo me resta decir, concluye el
boletín, que bajo la administración actual no se hacen regalías a nadie
y mucho menos a funcionarios, ni gastos inoficiosos e indebidos y
que como guardián de los intereses de los productores confiados a mi
vigilancia, jamás autorizaría ni me prestaré si llegara a quererse hacer
ningún gasto que no sea en beneficio positivo del gremio platanero”.
Con fecha del 28 de abril de 1950, firma el boletín, Dionisio Morales,
Comisario de la nueva Directiva de la Confederación.26

Independientemente de los factores micro y macroeconómicos, de las


sequías y de las inundaciones, del azolve de la barra de Frontera y
de los ríos, de los barcos con mala refrigeración y todo lo demás aquí
señalado, sin duda que la corrupción de las directivas fue una causa
medular en la decadencia de la producción platanera. La corrupción,
los malos manejos y la improvisación era ya un escándalo tal dentro
del gremio de productores y en Tabasco, que en la prensa nacional,
periódicos como Excélsior y El Universal, destacaron no pocas veces ese
cáncer que conducía a una muerte segura a lo que en otros tiempos
fuera el oro verde en la región.

26
La VT, 3 de mayo de 1950.
Elías Balcázar Antonio 267

Unos días después de publicado ese boletín, el mismo Dionisio


Morales arremetía contra Salvador Broca Ruiz. Lo acusaba de ser el
causante de la bancarrota y del desgarriate en que les habían entregado
a la Confederación. Que a pesar de eso y que todo mundo sabía, él y sus
socios seguían empeñados en apoderarse de los destinos plataneros.
“Como si los dineros que detentan y que pertenecen en muchos casos
a malos manejos y son la herencia de deudas que por más de cuatro
millones nos dejaron, fuera un galardón para que se consideren con
derecho a criticar la actual situación,” concluye Dionisio Morales.
Y es que los miembros de la directiva saliente andaban agitando a
productores en las rancherías y, en algunos casos, los embriagaban
para crear desmanes con el fin de inculpar a los dirigentes actuales y
señalarles “su ineptitud”.27
En el diario Excélsior del 7 de septiembre de 1950 el columnista
Carlos Denegri, escribió un amplio artículo, titulado “Bananas Today”,
donde hacía pública las relaciones turbias que el gobernador Francisco
J. Santamaría tenía con los directivos de la Confederación y de “los
desmanes del maestro” en ese negocio. Verdades que eran un secreto a
voces y la comidilla cotidiana en Tabasco, sobre todo en Villahermosa,
y que nadie se atrevía a decir públicamente, Denegri las sacó a la
luz pública. En esa publicación señaló la ingerencia y el control que
Santamaría tenía sobre la organización platanera; que las elecciones
eran amañadas y que de antemano se sabía que el ungido por el
Gobernador era el seguro ganador para dirigir la Confederación. En
esa selección no dejaba que intervinieran los plataneros y agremiados
de la Confederación. Los elegidos por “el maestro” eran personas
incondicionales, las mismas como Salvador Broca quien como dirigente
le regaló el barco “Jahuactal”. Regalo que provocó un escándalo y el
repudio de sus opositores. Como ya apuntamos Santamaría se vio
obligado a devolver ese barco. Luego dice Denegri, “Y el broche de oro;
cuando el maestro se hizo cargo del poder, adquirió la Quinta Isabel la
cual ha transformado en una verdadera mansión de potentado. Ahora
que su salida del gobierno está próxima, desea que el mismo Gobierno
del Estado, y claro por conducto suyo, adquiera esta residencia en un
millon y medio de pesos.”28 Para el lector que no conoce esa Quinta,
como ya apuntamos en el capítulo V del presente libro, Santamaría
se la vendió al Gobierno del Estado. Hoy es el recinto oficial de los

27
La VT, 17 de mayo de 1950.
28
La VT, 10 de septiembre de 1950.
268 Tabasco a dos tiempos

gobernadores y lleva el nombre de Quinta Grijalva. En todos esos


manejos Santamaría siempre contó con la asesoría legal de su sobrino
político y, según Marcelino Morales, era natural de España y refugiado
en Tabasco, Juan Garzón.
Dionisio Morales M. y Marcelino Morales M. eran hombres
recios y de mucho carácter. “Bragados”, dicen en el Norte de México.
Estos dos personajes no tenían miedo de decir y enfrentar las cosas
por muy difíciles y peligrosas que pudieran ser para la vida de sus
personas. En esos días el primero era comisario de la Confederación,
el segundo era diputado por la XXXIX Legislatura de Tabasco. Los dos
se vieron enfrentados al grupo élite que controlaba Santamaría. La
presencia del primero en la Directiva de la Confederación se notó desde
el primer día. A pesar de las dificultades estructurales y naturales que
enfrentaba ese organismo, la nueva Directiva reorganizó, puso orden
y levantó a la Confederación en los primeros meses de su gestión.
Como ya apuntamos, en esos días se pagaron remanentes, se saldaron
deudas y se hicieron abonos a otras; las bodegas llegaron a tener un
buen stock de gasolinas, sulfato de cobre, cal hidratada, refacciones
y se adquirieron nuevas máquinas aspersoras. Por lo que se refiere
al segundo personaje que aquí comentamos, Marcelino Morales,
nunca estuvo de acuerdo en la ingerencia, control y manoseo que
Santamaría hacía del organismo platanero. Eso lo llevó a enfrentarse
con el “maestro”. El 9 de septiembre la prensa de circulación nacional
le publicó un desplegado a dos páginas donde acusaba al Gobernador
Santamaría de ser uno de los causantes de la bancarrota platanera de
Tabasco. (La prensa local jamás se hubiera atrevido, ni el gobierno
estatal le hubiera permitido publicar un documento como el que
vamos a leer). Por su importancia y trascendencia histórica y por ser
el testimonio de un protagonista importante, un luchador social de
aquellos días, no hemos tenido la menor duda en hacer una trascripción
íntegra de ese documento.

“BANCARROTA PLATANERA DE TABASCO,


POR CULPA DEL GOBERNADOR SANTAMARÍA.
“En el diario “Excélsior” en su edición del día 7 el Sr. Carlos Denegri en su
columna “Buenos Días” titulando “Banana Today”, comenta la ingerencia
que el Lic. Francisco J. Santamaría, Gobernador de Tabasco, tiene en los
manejos de la “Confederación de Uniones de Productores de Plátano de
Tabasco” y alude a las participaciones que de dicha institución percibe; de sus
Elías Balcázar Antonio 269

aseveraciones sólo una cosa encontré falsa y es el precio de 0.17 de dólar, ya


que jamás ha alcanzado ese precio la libra de plátano en los Estados Unidos;
en sus demás afirmaciones se quedó muy atrás de la realidad.
“El diario “Novedades” de la misma fecha, en su página dos publica una
inserción firmada por el Sr. José Morgadanes Valenzuela, Presidente de la
Confederación, rectificando al Sr. Denegri y afirmando en forma categórica
que el Lic. Santamaría es honesto de toda honestidad, que su intervención en
la confederación ha sido desinteresada. Esta aseveración del Sr. Morgadanes
carece de veracidad, cosa que me extraña en él ya que siempre ha sido y se le
reconoce como gente seria.
“Rectificando a los señores Denegri y Morgadanes paso a hacer un poco de
historia en el “Affaire” platanero en Tabasco que tiene sumido en la miseria
al gremio platanero, que pasa de cinco mil socios, en su mayoría ejidatarios y
pequeños productores, en bancarrota total el crédito de la Confederación y en
desnivel a la economía general de Tabasco.
“De 1941 a 1946, fungió como presidente de la Confederación el Sr. Pablo
Prats y como consejero el Lic. Federico Jiménez Paoli, quienes la reorganizaron
después del desastre de la industria, por la aparición del “chamusco”,
incluyendo en el cultivo la aspersión por medio de maquinaria usando el
“caldo bordolés” a base de sulfato de cobre y cal hidratada.
“En septiembre de 1946, siendo gobernador electo el Lic. Santamaría,
influido por algunos de sus allegados, quienes acusaron a Prats y Jiménez de
malversar los fondos de la Confederación, los llamó un día a su despacho que
tenía en el edificio de la “Escuela Tecnológica”, para exigirles su renuncia;
como se negaran, les advirtió: “Ustedes renuncian, tengan en cuenta que yo
no soy tolerante como Noé: yo les meto en un cayuco amarrados y los suelto
río abajo y si en el camino se voltea yo no tengo la culpa”.
“Prats y Jiménez renunciaron y asumió la Presidencia el Dr. Alberto Díaz
Bertolini, quien convocó a elecciones para los primeros días de diciembre.
“Santamaría pretendió poner como presidente a Manuel Mendoza, persona
impreparada, que no era platanero, pero sí incondicional de él porque le
había dicho que tenía gran ascendiente con los plataneros por haber sido
“clasificador de fruta” con la Southern Banana Co.
“Los productores protestaron por la intromisión de un elemento extraño
al frente de la Confederación, y entonces, de acuerdo con Joaquín Vera H.,
comerciante que fungía como Gerente de la Distribuidora de cacao, que tenía
una pequeña plantación platanera en el río carrizal, simularon una venta a
favor de Mendoza, para convertirlo en Platanero; esta maniobra no valió, la
oposición fue más enérgica y se logró la eliminación de Mendoza.
“Entonces Santamaría presentó como candidato a Miguel Ángel Salazar, de
Teapa; y Mendoza, por instrucciones del Gobernador electo, formó un grupo
a favor de Salvador Broca Ruiz, de Huimanguillo; otro de los productores
270 Tabasco a dos tiempos

propuso a José Morgadanes de Cárdenas; enfrentadas estas tres candidaturas,


Santamaría llamó a todos a su casa y personalmente en forma amenazante,
formó la planilla, quedando como Presidente Broca, como Vice-Presidente
Morgadanes y como Tesorero Salazar.
“Ese primer año en el informe presentado el 13 de Diciembre en la “Sociedad
de Artesanos”, Broca hizo constar que en anticipos y remanentes que
alcanzaron todos los cargamentos, había repartido entre los productores la
suma de $20, 000,000.00 lo que originó el que toda la Directiva fuese reelecta
por aclamación y se propusiera para Broca una gratificación de $20,000.00
que Broca declinó; sólo se aprobó la de $5,000.00 a favor del abogado consultor
Lic. Juan Garzón e igual cantidad para el auditor.
“En este año, Broca regaló al Lic. Santamaría la lancha rápida “La Pinta”,
de construcción americana y con valor de $ 35,000.00; lancha que por no
servirle para viajes largos, porque necesitaba un barco madrina que la fuera
alimentando de combustible, la devolvió a la Confederación y pidió le hicieran
otra de más capacidad y comodidad; fue entonces cuando se principió la
construcción, en los talleres de la Confederación, de la lancha “El Jahuactal”
que sacó un costo de $140,000.00.
“Para el segundo año de administración de Broca, el abogado consultor
Lic. Juan Garzón, refugiado español y sobrino político del Lic. Santamaría,
que había sido impuesto a la Confederación con sueldo de $2,000.00 más
gratificaciones, informó a “su tío” de los grandes negocios que hacía Broca
y entonces obligó a Broca a dar $20,000.00 mensuales “para la Junta de
Mejoras Materiales”; esto fue dado a entender por Broca en una junta general
de delegados, cuando se le exigió aclarar ciertas erogaciones, diciendo que no
era posible. Que la Confederación en sus Relaciones “Oficiales” tenía gastos
secretos que no podían justificarse y mucho menos revelar.
“Este año los remanentes bajaron a más del 50%, Broca principió a construir
una mansión señorial, con edificio anexo para comercio y una terraza y
Malecón hasta la orilla del río, inferior solamente a la Quinta Isabel del
Gobernador del Estado.
“Esta baja de remanentes se atribuyó a la depresión en el mercado consumidor,
mala calidad de la fruta y estropeo, explicación que si no fue creída, si fue
tolerada y se reeligió por tercera vez a Broca, porque el Gobernador decía que
lo estaba haciendo “muy bien”.
“Para 1949, desde el mes de enero dejó de haber remanentes; para febrero,
Broca convocó a una asamblea extraordinaria, en la que expuso una
situación de desastre y pidió a los productores se le dieran tres cargamentos
“prestados” para nivelar la situación e informó que los fondos del fideicomiso,
que pasaban de $1,500,000.00 habían sido sacados del banco.- Culpó Broca
a los comisionistas de no obrar con honradez y dijo que serían eliminados,
que la Confederación haría la distribución directamente a los detallistas, que
Elías Balcázar Antonio 271

ya habían hecho la prueba y mostró reportes de sus sobrinos en los Estados


Unidos, de que la fruta se estaba vendiendo a 0.08 de dólar la libra, despertando
así una ilusión que cegó a los delegados y cedieron a cuanto quiso.
“A pesar de esta nueva fase del negocio no hubieron remanentes; principió
a manifestarse un descontento que culminó en el mes de mayo, en que un
grupo de catorce Uniones de ejidatarios y pequeños productores, iniciaran
un movimiento serio, creando el “Comité de Defensa Platanera” que exigía la
renuncia de Broca; se convocó a una asamblea general extraordinaria, extra-
oficial, a la que se llamaba a Broca compareciera a responder de los cargos que
se le hacían.
“Broca antes que someterse, se quejó al Gobernador del Estado, diciendo que
la Asamblea del 23 de Mayo tenía por objeto asesinarlo y pedía que la fuerza
policíaca impidiera la reunión; el Lic. Joaquín Bates Caparroso, Secretario
General de Gobierno que fue quien lo recibió, porque el Lic. Santamaría no
quería quemarse las manos había salido para Frontera, se negó a dar tal orden
y en unión de Broca fue a ver al Jefe de la zona Militar Gral. José Domingo
Ramírez Garrido para que diera la fuerza federal, cosa a la que se negó el
pundonoroso militar, por estar informado perfectamente de la razón que
asistía a los plataneros.
“Broca al verse sin amparo de ninguna fuerza, sacó a su familia de su residencia,
la repartió entre sus familiares y ese día, sábado, antes de la asamblea salió
en una lancha rápida para Frontera a reunirse con el gobernador y pedirle su
apoyo.
“De vuelta Santamaría el lunes y ante la delicada situación, abandonó a
Broca y ofreció dar su apoyo al Comité de Defensa Platanera; Broca viéndose
abandonado de “su amigo” y protector, ordenó que dos cargamentos que
estaban pendientes de liquidación, se liquidaran correctamente lo que se hizo
con un remanente de $525.00, pretendiendo con esto, calmar a los plataneros,
pero ya era tarde y se vio obligado a fingir una urgencia de su presencia en
los Estados Unidos, dejando en la presidencia a Morgadanes, quien desde esa
fecha hasta el mes de octubre que renunció para lanzar su candidatura a la
presidencia, no volvió a dar ningún remanente.
“Como la situación seguía igual y ya se acercaban las elecciones, el Comité
de Defensa siguió actuando, procurando unificar la opinión, para presentar
una planilla independiente; en octubre surgió la candidatura de Nicolás
Valenzuela Quintana, inmediatamente surgió el reeleccionista de José
Morgadanes Valenzuela y la de cambio de puesto de Miguel Ángel Salazar
(Tesorero en funciones); el Comité no lanzaba aún candidatura, porque su
propósito era efectuar una convención y que de ella surgiera la planilla que
garantizara los intereses de los pequeños productores que constituyen el 80%
agrupados todos dentro del Comité.
272 Tabasco a dos tiempos

“Planteada así la situación, a mediados de octubre, sin haberse rumorado nada


antes, de sorpresa, apareció una oficina bien montada con el rótulo “Comité
Pro-Ovidio Ruiz, Jr. para presidente de la Confederación”. (Ovidio Ruiz es
Presidente –Gerente de la “Constructora Tabasqueña” concesionaria de los
trabajos de adoquinamiento de calles y de la construcción de la carretera de
Macuspana, creada por Santamaría y que trabaja con maquinaria adquirida
por el municipio del Centro, una motoconformadora y un buldózer de la
Confederación y un tractor del Banco de Crédito Ejidal).
“Ovidio Ruiz no era platanero, pero quince días antes, había comprado a
Broca una de sus fincas plataneras que tenía en el río de la Pigua en la suma
de $150,000.00; esta compra sí era real.
“Al surgir la candidatura de Ovidio, los del Comité sintieron el peligro muy
de cerca, sus filas fueron reforzadas por nuevos elementos y se fijaron en
Marcelino Morales para enfrentarlo a las candidaturas imposicionistas.

“El grupo de Valenzuela entró en pláticas con el Comité y se


acordó discutir las dos candidaturas y apoyar unificados la más
conveniente; Morgadanes y Salazar conservaron su posición de
hostilidad ante las mayorías.
“La candidatura de Ruiz, originó el que los plataneros hicieran cargos a la
directiva de la confederación, por medio de volantes, de gastos indebidos
hechos sin autorización, mencionándose un órgano regalado a la iglesia
del Señor de Tabasco y la lancha “El Jahuactal” regalada al Gobernador
del Estado, motivo por el que el Gobernador hizo declaraciones por medio
de la prensa, diciendo que no aceptaba la lancha, que cuando la necesitara
y si la Confederación quería facilitársela, la usaría. Desde entonces está al
servicio del Gobernador corriendo por cuenta de la Confederación todo gasto,
tripulación, combustible y despensa bien surtida.
“Al mencionárseme como posible candidato del Comité, el Gobernador me
llamó a la Quinta Isabel, para interrogarme sobre la fuerza que el Comité
que me respaldaba tenía. Le informé, le hice ver la situación y le propuse
demostrar nuestra fuerza con una manifestación.
“No hay necesidad, me contestó.- Me agradaría que tú fueras el Presidente,
te conozco y sé que tu puedes ponerle freno a ese desgarriate; yo me engañé
con Broca, es un pícaro, un verdadero ladrón que se oculta bajo su aspecto de
jesuita; Morgadanes y Salazar son sus cómplices; yo necesito gente nueva,
por eso mandé a Ovidio que se lanzara, pero desgraciadamente no ha sido bien
recibido porque lo consideran demasiado ligado a mí.
Elías Balcázar Antonio 273

- “Señor, le dije: si yo llego a la Confederación puede usted tener la seguridad


que no defraudaré a usted ni a los productores.
- “Está bien, dijo el Gobernador: tú serás mi candidato, nada más quiero
aclararte una cosa, Broca ofreció darme una ayuda para las obras que estoy
haciendo, pero mientras él ha robado dinero a manos llenas a mí me ha
hecho... con miserables $10,000.00 mensuales y yo necesito que tu ayuda sea
más efectiva.
- “Señor, respondí: mi propósito es alcanzar para los productores un
rendimiento, que no sólo remunere sus esfuerzos, sino que los aliente para
trabajar con más tesón: desconozco en absoluto la verdadera utilidad del
negocio platanero; espero llegar a la Confederación para conocerla, estudiarla
a fondo y ver si es posible estabilizar una percepción provechosa para los
productores y después de esto, de lo que sobre, le prometo que será para usted
la mayor cantidad posible.
“El Gobernador fingió aceptar mis condiciones, me pidió le llevara al día
siguiente una lista de tres personas para cada uno de los puestos de elección
y nos despedimos a las ocho de la noche.
“A las diez Ovidio andaba en su coche diciendo por todas partes que el
Presidente de la Confederación lo sería yo, quisieran o no los productores,
Broca, Morgadanes y Salazar, pues así lo había dispuesto el Gobernador.
“Comprendí que era una maniobra del Gobernador para desacreditarme ante
los plataneros pero guardé silencio, esperando la reacción del Comité.- No
dudaron de mí y el problema siguió en pie.
“El 26 de Octubre el Gobernador citó a Palacio a los representantes de
todos los grupos, estando ya reunidos, me mandó llamar a su despacho y me
dijo que no convenía que yo asistiera a la reunión; que dejara a los que me
acompañaban para que asistieran, porque les iba a hablar claro a todos y que
yo no debería estar presente, me retiré.
“Ante los plataneros, sin más rodeos, les dijo: ya hice la planilla que se va a
sostener; el Presidente será José Morgadanes Valenzuela, el vicepresidente
Nicolás Valenzuela Quintana, Tesorero Miguel Ángel Salazar, Secretario
Jaime Cintrón íntimo amigo de Morgadanes; de Comisario pretendía poner
a otra persona, pero entonces se provocó una seria discusión, habiéndose
enfrentado con todo valor Don Carlos Pedrero Córdova y los elementos del
Comité pugnando por reformar la planilla pero no fue posible; el Gobernador
amenazó a los que se opusieran y como en todos los casos, dijo que ya esa
planilla había sido consultada y aprobada por el Presidente de la República.
Sólo se logró la Comisaría para Dionisio Morales y los Vocales para los
ejidatarios y pequeños productores.
“Estamos en septiembre, de los cargamentos sólo han tenido remanentes del
20%; ¿causas?: baja del mercado, mala calidad de la fruta, deficiencia en la
refrigeración de los barcos de altura, mal transporte terrestre, mucho estropeo
274 Tabasco a dos tiempos

y no sé cuantas causas más, ninguna de ellas de la responsabilidad de los


directivos.- ¿Y los plataneros?
“Endeudados, debiendo a la Confederación más de $2, 000,000.00, sin qué
comer, imposibilitados de atender sus plantaciones y la Confederación en
quiebra; según últimas publicaciones de la prensa local en que se publican
mensajes de EE. UU., sobre la situación desastrosa del mercado y en
Villahermosa, la inquietud próxima al desbordamiento de los productores, las
víctimas, los responsables porque no trabajan y no producen en lugar de oro
verde, racimos de oro.
“A continuación presento un cuadro del movimiento platanero, con datos
que durante un año de paciente labor, pude recabar del Auditor de la
Confederación, ya que una explicación amplia es imposible obtenerla, pero
interesado como estaba por llegar a la verdad, me concreté a que cada dos o
tres días, pedía la explicación de un descuento, después un gasto y así hasta
llegar a lo que consideré los únicos gastos legales de la Confederación y son
los siguientes:
“El mercado americano fluctúa con pequeñas diferencias en la siguiente
forma: de julio a octubre: (0.04) – (0.04.5)-y (0.05), de noviembre a febrero:
(0.05.5.) (0.06) y (0.06.5) y de marzo a junio: (0.07)-(0.07.25) centavos oro
la libra, estas fluctuaciones han sido siempre, desde la época de las compañías
americanas.
“La Confederación, al recibir la fruta, abona al productor como anticipo
$130.00 por tonelada; la remite a Comisión a los EE.UU.; al venir las
liquidaciones de venta deduce todos los gastos y el sobrante constituye el
remanente que deben percibir los productores.
“Tomando como base el precio mínimo de cada época conforme al cuadro
anterior, el movimiento es el siguiente:
“De Julio a Octubre (0.04) la tonelada se vende a $769.83; 15% de merma
$115.47, 4% Comisión de venta $30.79, apercibe líquido la Confederación $
623.57.
“De Noviembre a Febrero (0.05.5) se vende a $1.140.48, 15% merma $171.12,
comisión $45.62, percepción líquida $969.36.
“De Marzo a Junio (0.07); se vende a $1.330.56, merma 15% $199.57,
comisión $53.22 percepción líquida $1.130.99.
“Gastos, deducciones y descuentos que hace la Confederación para liquidar los
remanentes: anticipo al productor $130.00; para fungicida $120.00; gastos de
administración $30.00; flete camiones hasta bordo de río $25.00; fideicomiso
$20.00; flete fluvial hasta Frontera inclusive trasbordo pagado a la Cootip
$74.00; flete marítimo hasta los EE.UU., 12 DLS. $103.60; impuestos:
Federal, Estado y Municipal $ 94.66, suma todo por tonelada $ 597.34.
Elías Balcázar Antonio 275

“Deduciendo: de Julio a Octubre $ 623.57 menos $ 597.34, quedan $26,33 de


remanente: de noviembre a febrero $969,36 menor $597.34 quedan $372,02;
de marzo a junio $ 1,130.99 menos $597.34 quedan $533,65.
“Lo anteriormente expuesto, indudablemente puede tener fallas; pero
cualquier gasto omitido, considero que no puede nunca absorber las cantidades
resultantes como remanentes.
“Broca en su primer año actuó honradamente, porque nadie le pidió
dinero fuera de lo legal ni lo obligó a dárselo porque él, como todo el pueblo
tabasqueño, está bajo la impresión de los duros discursos del candidato
Santamaría, tronando contra la picardía, el peculado, venalismo (sic),
trafique con la justicia, el homicidio y el robo, pero se le obligó a regalar
lanchas, refrigeradores y estufas eléctricas y fuerte aportación para “Juntas
de Mejoras Materiales”, se le despejó el campo y se echó a nadar en agua
honda.
“Morgadanes reconocido por todos como persona honesta, seria y de
responsabilidad moral, no olvida las advertencias, está colocado en la misma
situación que Broca, no podrá actuar en forma distinta, como no podrá hacerlo
nadie, mientras la Directiva de la Confederación se nombre con ingerencia
dictatorial del Gobernador.
“La industria platanera ha sufrido y resistido durante años esta cruel y
despiadada explotación, pero ya llegó el término de supervivencia posible;
ahora se le tiende la mano para salvarla o se hunde; y salvarla no puede más
que una persona, el Sr. Presidente de la República, Lic. Miguel Alemán,
como salvó a los henequeros de Yucatán, cuando en su gira por el Sureste, el
“Diario de Yucatán” denunció la situación de aquellos, que no llega a la de
los plataneros de Tabasco.
“-Sr. Presidente de la República: como platanero, como intérprete que me
siento de un pueblo que lo hunden, de una riqueza próxima a desaparecer,
le suplico tienda su mano generosa a los plataneros de Tabasco y al pueblo
tabasqueño en general, como correspondencia al gran cariño que siente por
usted, a pesar de la labor que el Gobernador ha hecho para predisponer a mi
pueblo en su contra, al culparlo de la no resolución de todos sus problemas, de
las imposiciones que ha llevado a cabo en lo político y en la designación de las
directivas de la Confederación Platanera y de otras organizaciones, que tiene
aherrojadas el gobernador.
“-Sr. Don Nazario Ortiz, Garza Secretario de Agricultura y Fomento,
intervenga en lo que a su ramo compete a favor de los agricultores tabasqueños
expoliados.
276 Tabasco a dos tiempos

“-Sr. Lic. Ramón Beteta, Secretario de Hacienda y Crédito Público, como


avalador de los créditos de la Confederación intervenga usted a favor de los
productores antes que llegue el día que no puedan pagar nada.
“-Sr. Lic. Antonio Martínez Báez, Secretario de Economía:
Intervenga usted en los manejos de la Confederación Platanera, nervio vital
de la economía del pueblo tabasqueño.

“Que se nombre una comisión Inter-secretarial con un representante del Sr.


Presidente de la República y se proceda a verificar una auditoria analítica
para llegar al fondo del problema que hunde a la “Confederación de Uniones
de Productores de Plátano Tabasco”.[sic]

México, D. F. a 9 de Septiembre de 1950.


Delegado de Planta ante la Confederación por la Unión “Emilio
Rabasa”, Chiapas
MARCELINO MORALES M.
(firmado)
Dip. A la XXXIX Legislatura de Tabasco.”

Hasta aquí el documento íntegro de Marcelino Morales. En esos


días un editorial de Rumbo Nuevo, diario local que era calificado por
algunos como el periódico del gobierno, el vocero oficial, apuntaba con
preocupación que el camino que seguía la Confederación platanera
conducía necesariamente a la quiebra. Que de una manera sistemática,
continua y constante ese organismo platanero venía operando con
pérdidas elevadas. Que de 1941 a 1946 se había endeudado con 12
millones de pesos y que aún cuando el Gobierno federal le había
condonado la deuda, ya pesaba sobre la Confederación otra de $4, 000,
000 a $5, 000, 000. Señalaba que era el gobierno de Santamaría “…el
primeramente obligado para poner un hasta aquí al desbarajuste que
existía en la rama platanera.” Ese editorial afirmaba por último que el
desastre platanero se debía a la mala organización de la Confederación
y a la falta de responsabilidad de muchos productores plataneros.
Concluía que todas y cada una de las funciones de esa institución se
vienen realizando <<como Dios quiere>>.”29

29
Excélsior, 10 de septiembre de 1950; RN, 22 de noviembre de 1950.
Elías Balcázar Antonio 277

A ese desbarajuste interno de la Confederación, a la corrupción


de sus dirigentes y a los demás males, llegaron a entrometerse vientos
huracanados a mediados de ese año de 1950. Cuando parecía que el
negocio platanero empezaba a caminar por la senda de la recuperación
gracias a las gestiones de la nueva directiva, fuertes vientos huracanados
barrieron con la mitad de las plantaciones. Esto sucedía a principios
de junio de ese año. Además, si alguna calamidad le hacía falta a la
actividad platanera, agreguemos la desconsideración y la falta de
escrúpulos de los anotadores del pesaje, en las básculas que persistían
en un viejo vicio. Éste consistía en anotar registros superiores a lo que
en realidad los racimos pesaban. Y esto lo hacían a cambio de una
mordida de acuerdo con el productor beneficiado. Los excesos en este
procedimiento despertaron la sospecha de algunos inspectores que
veían con extrañeza que algunos cargamentos tenían mermas hasta
de un 34 %, cuando por lo regular las mermas alcanzaban un rango
máximo de 10 %. Sospechando que esa merma tan elevada pudiera
deberse al proceder inescrupuloso de algunos de los distribuidores
de la Confederación en los Estados Unidos, se enviaron delegados
a vigilar el pesaje, así como las condiciones en que llegaba la fruta,
pues la venta de ésta no daba remanentes. En sustitución de Eugenio
Polvosky se nombró a Calixto Merino como jefe de la Confederación en
Brownsville. Esta persona era un prominente platanero del municipio
de Tacotalpa.30
No queremos dejar del lado, que aunado al descuido y al
maltrato de la fruta se sumaba el mal estado de los caminos. Como ya
vimos en el capítulo correspondiente, en esos años los caminos eran
de terracerías. Transitables pero con muchos baches en tiempo de
seca e intransitables en tiempos de lluvias. Cuando se acarreaban los
racimos en camiones de redila por esos caminos llenos de baches desde
las plantaciones hasta los pasos en la orilla del río, la fruta iba dando
tumbos. Esto maltrataba aún más la carga de plátano que, después de
tanto trasbordo y alijo por la demás razones aquí apuntadas, llegaba
en muy mal estado al mercado americano.
Sin embargo, la irresponsabilidad, el descuido y la falta de
seriedad y escrúpulos en el embarque de los cargamentos eran factor
sustancial en la merma y el rechazo de la fruta de Tabasco y Chiapas.
De los tres mercados de la Unión Americana donde se vendía el plátano
de Tabasco y Chiapas, llegaban las quejas de lo mal que llegaba la

30
La VT, 11 de junio, 5 de julio, 27 de agosto y 15 de octubre de 1950. RN, 7 de agosto de 1950.
278 Tabasco a dos tiempos

fruta. Un telegrama enviado por Baldemar Lastra y Ramón Valencia


desde Tampa Florida, con fecha del 24 de agosto de 1950 señalaba
que la descarga del barco “Bon Mark” había terminado. Ese mensaje
decía que el cargamento había llegado “en pésimas condiciones, fruta
madura, chica, delgada, apiñada y en general maltratada. Tallada por
completo. El manejo de descarga es un desastre. Al agarrar los racimos
los desgranan, quiebran y estrellan… habiendo enorme desperdicio
de fruta desgajada por el maltrato que le dan los estibadores de ese
puerto.” De Brownsville, Texas; la Banana Forwarding Co. y la Pan
American Comission Co. a través de un telegrama, fechado el 29 de
agosto de ese año, le informaban a la Confederación lo siguiente

“Calidad del embarque continúa malísima con gran porcentaje invendible


aún a precios de rechazo.La calidad ha bajado al grado que clientes rehúsan
comprar “Tabasco” habiendo transferido compras otros puertos o cargar
otras variedades sin considerar precio. Sugerimos urjan clasificación
mejor cargamento este Puerto para evitar rechazar malísimas condiciones
mejorando reputación fruta Tabasco”. [sic]

Por medio de otro telegrama los comisionados Baldemar Lastra y


Ramón Valencia informaban a la Confederación platanera que el 24
de agosto habían estado en Mobile, Alabama; donde los recibió el
representante de la Pan American Comission Co. por recomendación
de la señorita Morgadanes.

“El representante americano nos mostró la fruta que tiene en bodegas


refrigeradas la cual consta de dos distintos embarques y que su venta es difícil
por estar la fruta delgada y maltratada. Observamos que en este lugar no
hay el desperdicio que apreciamos en Tampa, es decir, que hay más actividad
de parte de la Pan American y muy buenos deseos para vender la fruta de
Tabasco. Nada más que como no le han podido proporcionar fruta buen estado
se le han retirado compradores que consumen buen volumen de fruta, lo cual
nos comprueban con telegramas fechados el día veintiuno de agosto”
“Durante el curso del día de ayer nos llevó el Sr. Pérez H. a presenciar la
descarga de un cargamento de fruta de la United Fruit Co. procedente de
Honduras. Éste consistió en 72 000 racimos de un tamaño que nunca habíamos
visto y sin mal trato de ninguna especie.
“El día de hoy estuvimos presentes en la descarga del Vapor Elisa. Nos alegró
ver que esta fruta (de Tabasco) no estaba maltratada, pues llegó en buenas
condiciones. Pocos racimos maduros pero eso sí bastante fruta delgada y algo
de fruta chica y apiñada. Creemos necesario que en lo que está por venir se
rechace la fruta chica y flaca antes de entrar al barco ya sea al entregarse en los
trasbordo y alijo por la demás razones aquí
Elías Balcázar Antonio 279

ericano.
a falta
entos
uta de
ricana
an las
viado
orida,
scarga del pasos
barco “BonparaMark”
o en los trasbordos había
evitarnos gastos terminado.
infructuosos que según la Pan
American en ésta y Green & Atkins también en ésta, nos explican únicamente
“en pésimas condiciones, fruta madura, chica,
merma del precio de la fruta buena y mayor monto en las condiciones en que
se encuentra el mercado actualmente. También hoy en la tarde entramos a las
bodegas refrigeradas de Green & Atkins en donde pudimos apreciar que tienen
ompleto. Eldos manejo de descarga
cargamentos nuestros. es un
La cual está muy delgada
salimos a Brownsville”. [sic]
desastre.
y maltratada. Mañana

ellan… habiendo
Al llegar Lastra yenorme desperdicio
Valencia de Brownsville a Villahermosa de fruta
declararon, con
decepción y tristeza, que el lunes 2 de septiembre de 1950 había arribado el
e ese puerto.” De Brownsville, Texas, la Banana
Barco “Santamaría” a ese puerto de los Estados Unidos con un cargamento
que, casi en su mayoría, significó una cuantiosa pérdida, pues había llegado
con fruta de muy mala calidad, madura y maltratada. Un mes después
és de un y,telegrama,
por enésima vez, elfechado
Gobierno federal elle29 deotro
otorgaba agosto
préstamo ade ese
organismo platanero por tres millones de pesos.31
dad del embarque continúa malísima con gran
¡Ah!, pero eso sí, llegó el mes de noviembre y la grilla y las
ambiciones por ocupar la dirigencia de la Confederación platanera,
como cada fin de año, volvía a saturar el escenario caluroso de estas
d ha bajado al grado clientes rehúsan comprar
tierras tropicales hasta alcanzar su máximo esplendor. Porque sí
bien los plataneros no eran muy buenos para producir con calidad
tos o cargar otras variedades sin considerar
31
La VT, 30 de agosto y 15 de octubre de 1950 y RN, 3 de septiembre de 1950.

to este Puerto para evitar rechazar malísimas


280 Tabasco a dos tiempos

y eficiencia y competir en el mercado americano, eran buenísimos,


unos genios para grillar, subir a los cargos de poder y del dinero. No
tiene caso abundar en el lodazal y en la agitación en que cada año
se veía envuelto el organismo platanero que tenía de todo, menos
el de ser una empresa productiva. Lo único destacable de todo ese
muladar que tanto daño le hacía a la economía de Tabasco, eran
los señalamientos que Dionisio Morales hacía contra Francisco J.
Santamaría. “Sin tapujos, ni caretas”, como él mismo decía, Morales
acusaba al gobernador por su ingerencia y su intervención arbitraria
en las elecciones de directivos de las distintas organizaciones privadas
como la Cootip, la ganadera, la cacaotera y la platanera. Y todo para
imponer elementos incondicionales, como Salvador Broca Ruiz, que
se prestaban a todas sus exigencias tanto económicas como políticas.
Y es que en este proceso el “maestro” buscaba imponer de nuevo a
Broca Ruiz, imposición que fue denunciada ante el presidente Miguel
Alemán a través de un sinnúmero de telegramas.32
Para dirimir esas diferencias y buscar una solución conciliatoria
el Presidente Alemán envió a un alto funcionario de la Secretaría
de Agricultura, el ingeniero Héctor Ángel Hernández. La asamblea
programada y que se iba a realizar el domingo 3 de diciembre no
se llevó a cabo por falta de quórum. Todo generó en una pachanga
política ese día. Como siempre, algunos productores aprovecharon la
ocasión para lucirse y dar cátedra de oratoria demagógica. Quizá para
sembrar y producir no eran buenos, pero para eso de la grilla eran y
han sido hasta hoy unos genios. En una reunión realizada en la Quinta
Isabel el 7 de diciembre se llegó a un arreglo provisional; éste consistió
en que la Directiva por salir continuaría fungiendo hasta marzo de
1951. La reunión se hizo con la presencia del gobernador Santamaría y
el representante del presidente Alemán. Se nombró una comisión para
que estudiara y emitiera una propuesta de reorganización del ramo
platanero. Eran miembros destacados de esa comisión los señores Pablo
E. Prats, Salvador Broca Ruiz, Diego Rosique, Matías León, Juan C. de
Witt y el sobrino político del gobernador, licenciado Juan Garzón.33
Se eligió nueva Directiva hasta el martes 20 de marzo de 1951.
Resultaron ungidos Fernando Hernández Loroño, presidente; Trinidad
Chablé O., Alberto Caso de la Fuente, Diego Rosique, Hernán Rabelo
Wade, J. Natividad Palacios, Voltaire Merino y Pascual Ovando. El 1

32
La VT, 15, 22 y 29 de noviembre de 1950; RN, 24 de noviembre,
33
RN, 2, 4, 7 y 8 de diciembre de 1950; La VT, 6 de diciembre de 1950.
Elías Balcázar Antonio 281

de abril, día en que tomó posesión la nueva Directiva, los asistentes


tuvieron que escuchar siete discursos. Pero nadie propuso métodos y
estrategias para reorganizar la actividad platanera con el fin de poder
competir contra la United Fruit o la Standard Fruit. O cuando menos
para participar de manera decorosa en el mercado americano. Y es que
para eso se requiere mucho estudio y capacitación y, por supuesto,
seriedad y menos grilla.
A propósito de esto el martes 24 de julio de ese año, reventó una
huelga llevada a cabo por el recién creado Sindicato de Trabajadores
de la Industria Platanera. Esta organización obrera había quedado
legalmente constituida el sábado 2 de diciembre de 1950. Y como era
costumbre los directivos de la platanera pidieron la inexistencia de la
huelga a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Supuestamente el
conflicto quedó solucionado por medio de un convenio firmado por las
dos partes, el 6 de agosto de 1951. Además de miembros del sindicato
y de la CTM, estuvieron presentes en la firma Julio Pardiñas Blancas,
Comandante de la XXX Zona Militar y por parte de la Confederación
Pablo Prats, José Jesús Vidal Jasso, Dionisio Morales y el licenciado
Rogelio Castañares Jamet. Sin embargo, los incondicionales de
Santamaría desconocieron ese convenio, lo declararon nulo y les
negaron toda personalidad jurídica a Pablo Prats, Dionisio Morales y
demás personas de la platanera. Y como era costumbre también en
aquellos años del centralismo presidencialista, de la Ciudad de México
vino la resolución declarando inexistente la huelga. Era de esperarse
en aquellos “años revolucionarios”.
Mientras tanto, la deuda de la Confederación ascendía para
esos días a 4 millones, 569 mil, 864 pesos. Trece días después de
haberse desconocido la huelga, el presidente Alemán le proporcionó
el enésimo préstamo a ese organismo bananero. Esta vez por dos
millones de pesos. Y de Tabasco seguía llegando plátano a los Estados
Unidos en muy malas condiciones. Y las fortunas de esos dirigentes
seguían creciendo. Y es que la grilla (no la política) ha sido uno de los
mejores negocios en Tabasco y en México.34
Y esta historia aquí contada, siguió repitiéndose año con año.
En 1952 y con el fin de poner orden en el manejo de los préstamos que
la Federación daba a los bananeros a través del Banco de Comercio

RN, 3 de diciembre de 1950, 21 de marzo, 2 de abril, 20, 25 y 26 de julio, 7, 8, 10 de agosto de 1951.


34

La VT, 18 de abril y 30 de mayo de 1951.


282 Tabasco a dos tiempos

Exterior, se acordó o, mejor dicho, por instrucciones del presidente


de la República se implementó un sistema de administrar de manera
mancomunada el negocio platanero. Esta manera mancomunada
se dio entre dirigentes de ese banco y representantes plataneros.
Sistema contra el que los productores estuvieron en desacuerdo y
molestos. Se quejaban de que el banco no los atendía, de que en esa
coadministración la gerencia de esa institución no tomaba en cuenta
a los representantes del gremio platanero. Se quejaban además de que
la compra de su producto sólo se hacía con anticipos que el banco les
daba, $130 por tonelada, sin obtener remanentes. Que para obtener
fungicidas había que esperar mucho tiempo además de que le habían
aumentado cuarenta pesos a cada saco de sulfato y que los rechazos a
su fruta se habían multiplicado: ahora se hacían en los puntos de carga,
en los pasos y en Frontera. Según los productores, con ese sistema de
rechazo perdían hasta el 70 % de su producto. A todo ello, algunos
productores lo calificaban de mala administración.
En ese año, un mes después, vino una bronca entre el Gobierno
del Estado y la Confederación. Esta vez debido a un pago voluntario
de $375, 000 que supuestamente el organismo platanero tenía que
hacer para cooperar en la construcción de la carretera de Villahermosa
a Cárdenas. Esa suma se pagaría con aportaciones de $25, 000. Pero
los plataneros no estaban dispuestos a pagar ni un quinto. Y menos
cuando a Santamaría le quedaban pocos meses como gobernador.
Muera el rey, viva el rey. En la asamblea realizada en el cine Tropical
argumentaron que moralmente quizá sí estaban obligados a hacer el
pago, pero legalmente no. Que además uno de los artículos de sus
estatutos preveía que para hacer tales compromisos se necesitaba
contar con la anuencia de todos sus delegados, cosa que no se hizo.
Por otro lado argumentaban que como no se habían hecho avances en
la construcción de la mencionada carretera menos estaban obligados
a pagar. Juan Garzón, sobrino político y defensor del gobernador
Santamaría, como siempre salió al quite y trató de mostrar, sin
mayores pruebas, que sí se estaba avanzado en la construcción de esa
carretera. Pero Garzón no logró convencer a nadie con su oratoria.
Hubo alguien en la asamblea, el licenciado Senén Martínez, auxiliar
de la Confederación, que hizo alusión al barco “Jahuactal” como la
verdadera causa del conflicto con el Gobernador. Planteó que debido
a que la platanera le había retirado el uso del “Jahuactal” a Santamaría
éste, molesto, les quería obligar a que realizaran el pago para cooperar
con la susodicha carretera. Como resultado del conflicto, Pablo Prats y
Fernando Hernández Loroño renunciaron como coadministradores de
la Confederación. Sólo se aceptó la del segundo por tener su renuncia
Elías Balcázar Antonio 283

carácter irrevocable. Fue nombrado en su lugar Rogelio Castañares


Jamet.35
Mientras tanto, la inconformidad, el malestar de los plataneros
sobre todo de sus directivos debido a la ingerencia del Banco del
Comercio Exterior sobre el negocio platanero persistió hasta 1953. Ahora
sí calificaban a ese sistema mancomunado de “mala administración”.
Mala administración que, según opinión de los líderes plataneros
mafiosos, estaba llevando a la actividad platanera a la ruina y extinción
total. Y lo afirmaban de una manera tan cínica como si esa actividad
hubiera vivido auge y bonanza con las directivas anteriores. Se les
olvidaba que sólo deudas, decadencia, descrédito y corrupción se había
logrado con las administraciones anteriores. Sin embargo y a petición
de los miembros de la Confederación, el presidente Ruiz Cortines
envió al ingeniero Manuel Meza en su representación a dialogar con
ellos. Los productores argumentaron que la “industria” platanera tenía
que ser manejada por ellos mismos pues de lo contrario esta actividad
iba directa a su extinción total. Comentando esas pláticas, La Voz de
Tabasco destacaba en su primera plana: “Muy mala administración,
dicen los plataneros”; luego: “A causa de ello, agregan, van a pasos
acelerados a la ruina y al desastre”. Y es que la ambición del hombre
no se mide, ni repara en nada, ni tiene empacho. Aquellos mismos
que habían medrado y hecho fortuna en la dirección del “negocio”
platanero querían tapar el sol con un dedo. Esos mismos que por su
enriquecimiento ilícito dentro de la Confederación la habían llevado
a la ruina, ahora se quejaban. A quién trataban de engañar al señalar
como las causas de sus males a la reciente administración del banco. O
es que ni la burla perdonaban o es que la ambición enceguece al hombre
o lo vuelve cínico. Sin duda que el malestar de estos inconformes, se
debía a que habían sido desplazados del jugoso negocio que significó
para ellos y sus cómplices manejar de manera sucia los dineros de la
Confederación.36
En lo que no dejaban de tener razón las quejas de los
productores es que si bien el manejo del negocio ya no estaba en manos
de los directivos locales, éste había pasado a manos de los funcionarios
del banco, de políticos y funcionarios que ni conocían Tabasco, ni
los problemas de la región. Ahora los gananciosos eran éstos. A esos
“negociantes” de cuello blanco emboscados en el Banco de Nacional

35
RN, 30 de enero, 27 de marzo, 4 y 9 de abril de 1952.
36
RN, 8 de enero de 1953; La VT, 24 de enero de 1953.
284 Tabasco a dos tiempos

de Comercio Exterior los encabezaba un licenciadito de apellido Parra


Hernández a quien un editorialista local le llamaba Alí Babá.37 “Está
consumado el atentado planeado en la Ciudad de México para incautar
a la Confederación de Uniones de Productores de Plátano”, decía un
editorial de un diario local de octubre de 1951. Luego dice: “Por fin
los políticos que dirigen, en beneficio propio, el porvenir económico
de la Patria, consiguieron su objetivo. Claro que nosotros ya sabíamos
que esto sucedería tarde o temprano, porque sobra que los poderosos
de la metrópoli sepan que en cualquier entidad hay un buen negocio
para que busquen la forma de quedarse con él; hace ya algunos años
que la misión del mexicano es trabajar para aumentar los millones de
pesos del grupo predominante…”. Más adelante dice: “A partir de
hoy, el porvenir de la industria platanera del Estado depende de la
voluntad que para ella manifiesten los monopolizadores de negocios
de la Ciudad de México, que posiblemente dispongan a aumentarla y
organizarla mejor, pero no para beneficio de Tabasco y los plataneros
sino para beneficio de ellos”. Y de acuerdo a ese editorialista el peligro
era aún mayor porque ése podría ser el primer paso de esa camarilla
para apoderarse de las demás fuentes de riqueza del estado. ¿Quién
garantiza, se preguntaba, que no se trataría de hacer lo mismo con los
cacaoteros, ganaderos y copreros?38 Lo que no dijo ese articulista, es
que una camarilla había desplazado a otra; las dos, igual de perniciosas
para los productores y para la actividad platanera de Tabasco y de la
región.
Y es que antes del ferrocarril, Tabasco había estado en el olvido
para la federación y para los poderosos grupos económicos y políticos
de la Ciudad de México. Antes del ferrocarril a esos grupos del centro
sólo les preocupaba que de la entidad se enviaran los ingresos derivados
de los impuestos federales correspondientes. Pero con el ferrocarril y
luego con las carreteras, la incorporación de Tabasco y del sureste se
hizo realidad, lo que aprovecharon los grupos del centro del país para
explotar los recursos agropecuarios de la región para beneficio, no de
Tabasco y de la región sureste, sino de esos mismos grupos. Ya antes
había sucedido con la explotación de la caoba y del cedro, así como
con la matanza masiva que hicieron del cocodrilo y del venado, cuyas
trozas y pieles se sacaron por toneladas fuera del Estado y del Sureste,
para beneficio de favorecidos extranjeros y del centro del país. Lo

37
La VT, 4 de abril de 1953.
38
La VT, 2 de octubre de 1951 y 3 de enero de 1952.
Elías Balcázar Antonio 285

mismo pasó con el oro verde, la producción platanera en los años de


auge del garridismo. Este auge benefició más a la Southern Banana que
a los propios tabasqueños. Y en los años venideros, a partir de 1950 lo
mismo sucedería con la producción cacaotera, coprera y ganadera de la
región. Ésta caería en manos de intermediarios y coyotes de la ciudad
de México para perjuicio y mayor pobreza de los productores de la
región y para mayor riqueza de esos coyotes e industriales del centro
del país. Luego sucedería con el petróleo del Sureste. Toda la riqueza
de gas y petróleo que se extrae hoy de Tabasco, Campeche y Chiapas
no es para beneficio de estas entidades. Como ya dijimos, la empresa
Pemex es hoy la caja chica de la federación y el principal sostén de
la economía nacional. Sin el petróleo del Sureste y sus derivados, la
industria del resto del país y todo el aparato productivo nacional no
podrían funcionar ni un solo día.
A pesar de todo, no dejamos de reconocer que a partir de que
el Banco de Comercio Exterior metió manos en la administración de
la Confederación de Uniones de Productores de Plátano Tabasco,
se corrigieron muchas cosas. De entrada los funcionarios del banco
detectaron una irregularidad en la compra del barco “Oro Verde”
y que supuestamente, como resultado de ese acto, ese barco ya era
propiedad de la Confederación. Sin embargo, la administración del
banco descubrió que esa unidad fluvial y marítima seguía escriturada a
favor de Jaime Rosique. Al hacerse las investigaciones el señor Rosique
aclaró las cosas y pidió cinco mil dólares como recompensa para hacer
el traslado de propiedad de la embarcación a favor la Confederación.
Para evitar mayores problemas se llegó al acuerdo de pagar a Jaime
Rosique sólo 500 dólares, cantidad con la que esta persona estuvo de
acuerdo. Sólo así la nave pasó a propiedad de la institución platanera.
Sin embargo, a ese barco sólo se le encontraron 5 de las 8 máquinas
con las que se adquirió originalmente. Nunca se supo el paradero de
las otras tres.
Por otro lado los funcionarios del Banco de Comercio Exterior
descubrieron una serie de gratificaciones y regalías que se tenían
asignadas a distintas personas físicas y morales. Éstas ascendían a
una cantidad total de treinta mil pesos al mes, regalos mensuales que
el banco de inmediato canceló por ilegal. También se detectó que se
estaban pagando $3, 000 de renta al mes por 2 lanchas que usaba el
personal de trasbordo y de la aduana en Frontera. Se consideró que con
una lancha era suficiente para brindar el servicio y se suprimió la otra.
Por ese concepto se ahorraron $18, 000 al año. Otra sangría era que los
286 Tabasco a dos tiempos

pagadores cobraban el 1 % por recibo pagado. De inmediato el banco


redujo ese pago a 0.5 % y luego los pagadores fueron reemplazados
por empleados a sueldo fijo. También hubo un reajuste de personal, se
dieron de baja 42 empleados que no hacían falta y con ello se logró un
ahorro anual por $68, 352.
Se encontraron malos manejos técnicos, quizá por ignorancia,
en el uso de los equipos de fumigación. Se venían usando pistolas de
tres salidas o “boquereles” en plantaciones en etapa de producción; esa
pistola con tres “boquereles” debía usarse sólo en plantaciones de seis
meses a un año de edad pero nunca en plantaciones mayores ya que
al disminuir la presión no se alcanzaban a fumigar las hojas de mayor
altura. Cuando los productores agrícolas se percataron de la poca
presión que se lograba con las pistolas de tres salidas, le quitaron los
filtros y los discos atomizadores para ganar más presión, pero dejaron
la salida a chorro. Con ello se desperdiciaba mucho sulfato de cobre y
cal hidratada, además de que las aspersiones no eran adecuadas para
la planta. Los asesores agrícolas del banco dieron la orientación de que
se usaran pistolas de una sola salida con un filtro y disco atomizador
para corregir esa falla técnica. Se ahorró así diez centavos por cepa y
aspersión, cifra que al año significó un ahorro de un peso cincuenta
centavos por cepa ya que cada una era fumigada quince veces al año.
Al tratarse de 3, 800 cepas en cultivo se logró un ahorro anual de 5, 700,
000 aproximadamente. Antes de la administración del banco existían
cinco millones de cepas pero que no todas podían ser atendidas
debidamente por falta de maquinaria, fungicida, vigilancia y control.
De acuerdo al presupuesto existente se redujo el número de cepas a
cuatro millones, con lo que se evitaron gastos inútiles y, por supuesto,
también se logró un ahorro.
Además los funcionarios del banco informaron también que
encontraron buena cantidad de refacciones inútiles en bodega que
desde hacía años, sin razón alguna, se le habían comprado a la Hardie
Manufacturing Co. Esta empresa aceptó la devolución de algunas de
ellas con valor aproximado de 5, 000 dólares; otras refacciones fueron
vendidas en otras partes del país y otras se remataron como chatarra.
Ni duda cabe, esa ha sido la eterna transa de los compradores o de los
jefes que autorizan la requisición: comprar aunque no se necesite el
producto a cambio de un riguroso 5 %. Aquellas lanchas que tenían
días ociosos por falta de carga de plátano se rentaban a particulares;
por esa vía se obtenían ingresos hasta por $150, 000 al año.
Elías Balcázar Antonio 287

Como ya vimos, debido a la mala calidad en que llegaba el


plátano de Tabasco al mercado americano por las diversas causas aquí
apuntadas, con los rechazos y pérdidas consiguientes, se fomentaron
las operaciones comerciales con el mercado nacional y la apertura de
otras plazas dentro del país. Este impulso llegó a tener tal magnitud
que por algunos días se llegaron a suspender las exportaciones a
los Estados Unidos. Debido al fuerte empeño que se puso sobre el
mercado interno, se llegaron a obtener hasta abril de 1952 más de tres
millones de pesos por ventas al mercado nacional y un poco más de
seis millones por ventas en el mercado americano ese año.39
A mediados de 1953, sábado 6 de junio, se sometió a votación
un Plan Presidencial de Rehabilitación Platanera. Por instrucciones del
presidente Ruiz Cortines, cinco Secretarías de Estado participaron en
la elaboración de ese plan. Con ese fin don Adolfo convocó a principios
de ese año a Gilberto Flores Muñoz, secretario de Agricultura; al
arquitecto Carlos Lazo, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas;
al ingeniero Eduardo Chávez, secretario de Recursos Hidráulicos; al
doctor Ignacio Morones Prieto, secretario de Salubridad y Asistencia
y al ingeniero Carlos Ramírez Ulloa, vocal ejecutivo de la Comisión
Federal de Electricidad. Y con el fin de votar a favor o en contra del Plan
se realizó una asamblea de los delegados de las Uniones el sábado 6 de
junio en el cine Tropical. Estuvieron presentes el gobernador de Tabasco,
Manuel Bartlett Bautista; el director del Banco de Comercio Exterior,
Ricardo J. Zebada; el general José Pacheco Iturribarria, comandante de
la XXX Zona Militar; el Doctor Régulo Torpey, Presidente de Centro.
También asistió todo el gabinete de Bartlett, funcionarios del banco y
del Gobierno federal, así como los diputados Gonzalo Rabelo Wade y
Belisario Colorado Jr. Más que una asamblea de productores, fue un
evento político. La aprobación del acuerdo presidencial convenía al
gobernador de Tabasco. El nuevo plan estipulaba que, de aprobarse
en la asamblea, la gerencia del negocio platanero pasaría de manos del
banco a manos del gobernador Manuel Bartlett.
En medio de discursos a favor o en contra pero que no decían
nada sustancial, ni aportaban nada constructivo, la asamblea giró en
torno a quién tendría el control del negocio platanero. La votación fue
cerrada: 28 votos en contra del plan y 25 a favor. De acuerdo al resultado
el banco seguiría al frente del negocio platanero. Esto fue calificado de

La Voz del Pueblo, 5 y 27 d abril de 1952. Boletín informativo del Banco de Comercio Exterior, abril
39

de 1952.
288 Tabasco a dos tiempos

tremendo golpe político y de fulgurante derrota para Manuel Bartlett


Bautista, gobernador del Estado de Tabasco. La riña cerrada en torno
al control del negocio platanero era una prueba de que éste no era tan
malo. Se comentó entonces que algunos enemigos políticos de Bartlett
desde lo oscurito habían “maiceado” a varios delegados, no muy
allegados al gobernador, para que votaran a favor de la institución
financiera y en contra del acuerdo presidencial que favorecía a Bartlett
a quien se trató de exhibir ante el presidente de la República. Pero
más que votar contra el acuerdo se votó en contra de Bartlett. Esos
resultados en la votación le mostraban a Ruiz Cortines que Bartlett no
tenía fuerza en Tabasco, ni tenía el control del Estado. Lo que se votó
en la asamblea no fue tanto el control del negocio platanero, ni a favor
de ningún funcionario del banco. Se peleaba algo más. El control del
gobierno y del Estado. Sin duda, en esos días seguía fresca la herida y
candente el enfrentamiento entre garridistas y antigarridistas. Noé de
la Flor y Santamaría recientes gobernadores eran de la facción contraria
a los viejos garridistas. Bartlett, sin duda, garantizaba la continuidad
de los antigarridistas. Era necesario romper con esa continuidad y el
control de quienes no estaban identificados con la facción garridista.
Se comentó también que los asesores políticos, económicos y técnicos
que rodeaban a Manuel Bartlett lo estaban llevando paso a paso
por el camino del fracaso. Le sugerían que cambiara a varios de sus
colaboradores.40
Apenas había transcurrido un mes de esa votación y se empezó
a hablar en la prensa local de que se había cometido fraude y sabotaje
en esos comicios por quienes, supuestamente, desde el Banco de
Comercio Exterior venían mangoneando los destinos de la platanera.
Y como en aquel México del presidencialismo, donde predominaba la
santísima voluntad de un solo hombre y como por encanto la noche
se podía convertir en día y el día en noche, se anularon los resultados
de esa votación. A las 10:00 de la mañana del 22 de agosto de 1953
se realizó otra asamblea de plataneros, con carácter extraordinario,
en el cine Tropical. Más que votar por el Acuerdo Presidencial, la
asamblea acató la orden presidencial “para formalizar la aprobación”
de ese Acuerdo. Los resultados de la “votación”, aunque usted no
lo crea, fueron: 43 votos a favor del Acuerdo y 2 abstenciones. Y es
que el omnipotente dedazo presidencial tenía ingerencia en todos los
quehaceres y espacios de la vida nacional.41

40
La VT, 6 de junio y 13 de julio de 1953 y RN, 28 de enero y 7 de junio de 1953.
41
La VT, 13 de julio y RN, 22 y 23 de agosto de 1953.
Elías Balcázar Antonio 289

Sería interesante espulgar y penetrar en los intersticios de


los recovecos del poder. Saber cómo evolucionaron en esos días
las relaciones entre el gobernador Bartlett y el presidente Ruiz
Cortines, investigar qué enemigos políticos y francotiradores había
contra don Manuel que buscaban distanciarlo y balconearlo ante
el presidente como podría desprenderse de esa primera votación.
¿Cómo era posible que en los dominios que se suponía, fueran de don
Manuel, se votara en contra de una disposición presidencial? Sería
interesante hacer una investigación que nos ayudara a aclarar muchas
oscuridades que quedaron de esos días políticos, que nos permitiera
desenmarañar todos estos enredos propios de los laberintos del poder
y que culminaron, año y medio después, con la caída de Bartlett. Se
rumoraba que ya desde esos meses don Carlos Madrazo Becerra venía
metiendo las manos en Tabasco en contra de Bartlett a quien trataba,
a toda costa, de debilitarlo ante el presidente. Porque el desenlace de
toda esta trama, llena de intrigas y golpes bajos, no se detuvo con la
decapitación política de Bartlett, sino que culminó con el ascenso de
Miguel Orrico de los Llanos Becerra, primo de don Carlos, quien de
seguro le allanó el camino para su arribo a la gubernatura del Estado.
Sin embargo, este asunto escapa a los objetivos que nos hemos trazado
en esta investigación. Y todo esto queda en pura reflexión en voz alta.
Una vez retomada la administración de los destinos del
negocio platanero por la Confederación con Bartlett como presidente
del Consejo, los ataques de los francotiradores contra don Manuel
continuaron. Esta vez y desde el Banco de Comercio Exterior también,
se generó un conflicto entre esta institución bancaria y la Confederación
en torno a un fideicomiso existente y el uso y el manejo de éste. Y
el problema se suscitó en un momento muy especial; en esos días el
plátano “Tabasco” tenía “…más demanda que en años anteriores por
esta época”. La estrategia era bloquear, entorpecer el negocio platanero
y echar abajo los avances que pudieran lograrse con el nuevo Acuerdo
Presidencial. Poner en evidencia la supuesta incapacidad de Bartlett y
de los demás dirigentes de la Confederación y mostrarle al presidente
que “…la dirección de la Confederación no es honorable y eficaz”
cuando se trata de cumplir con el Acuerdo Presidencial.42
Y si las pugnas políticas, facciosas y estériles no eran suficientes
para arruinar el negocio platanero, ese noviembre de 1953 arremetió
un fuerte huracán sobre el sureste que arrasó con buena parte de las

42
RN, 24 de diciembre de 1953.
290 Tabasco a dos tiempos

plantaciones de plátano y otros cultivos en el estado. Cientos de techos


de las casas volaron por los cielos oscuros, en medio de torrenciales
lluvias que duraron días sin descanso. Las aguas impetuosas y los ríos
desbordados provocaron deslaves y la loca vorágine de las fuertes
corrientes arrastraron gran cantidad de ganado y otros animales. Las
carreteras y caminos vecinales en una noche quedaron inservibles y los
camiones y vehículos dejaron por completo de transitar.43
Ese mismo mes de noviembre, el día 7, el buque-motor
“Joshua”, propiedad de “Transportes Marítimos del Golfo” partió del
puerto de Frontera con un cargamento de 13,694 racimos de plátano.
Llegó a Brownsville con toda la carga madura. Fue pérdida total. El
motivo de que se madurara toda la fruta fue que, durante el viaje a
través del golfo de México, se descompuso el sistema de refrigeración
del “Joshua”. Por instrucciones de Bartlett se contrató un abogado en
Brownsville quien interpuso la demanda y gestionó ante los tribunales
correspondientes el embargo precautorio de esa embarcación.44 Ese
fin de año, como siempre, fue de profunda crisis. Algo a lo que el
tabasqueño ya estaba acostumbrado. La crisis, la pobreza económica,
el desempleo y la falta de dinero era parte de su vida cotidiana.
1954, con todo y flamante acuerdo presidencial, fue un
año crítico en su primera mitad. El segundo semestre hizo renacer
esperanzas e ilusiones. La historia era la misma y la vida seguía igual.
En abril de ese año Manuel Bartlett hizo un viaje a Brownsville, Texas
y New Orleans en calidad de presidente de la Confederación y de
Gobernador; al llegar visitó las oficinas de la Confederación platanera
en Brownsville y vio llegar el vapor “Roatán” procedente de Frontera.
Era el primer día de abril de ese año, un esplendoroso día soleado y
un inmenso azul del cielo dieron la bienvenida a ese barco, ajenos a la
porquería de los hombres. El “Roatán” arribó a ese puerto americano
con un cargamento de plátano del que 64 % estaba maduro e inservible
para su comercialización; sólo el 36 % se pudo colocar en el mercado
de los Estados Unidos. Dos días después Bartlett llegó a New Orleans
donde presenció la descarga y el manejo del plátano procedente de
Ecuador. Por declaraciones del propio don Manuel, “…el cargamento
llegó en perfectas condiciones de refrigeración, de modo que no hubo
fruta madura”.45

43
La VT, 9 de noviembre de 1953.
44
RN, 18 y 19 de noviembre de 1953.
45
RN, 3 de abril de 1954.
Elías Balcázar Antonio 291

A su regreso a Tabasco, Manuel Bartlett informó que de América


Central y de Ecuador estaba llegando a los Estados Unidos un plátano
más grande que el de Tabasco. Dijo que el peligro que representaba
el plátano de aquellos países para Tabasco no es que fuese de mejor
calidad sino que tenía un tamaño superior. Y precisamente, nos
informaba Bartlett, que ese tamaño más grande era el que requerían
las instituciones oficiales norteamericanas que adquieren en grandes
cantidades para los planteles de beneficencia, nutrición y para el
ejército. Que por lo que tocaba al gusto la fruta tabasqueña estaba a
la altura de las mejores del mundo. Por lo tanto don Manuel Bartlett
sugería que era necesario utilizar nuevos formas de cultivo y usar
fertilizantes para obtener una fruta de mayor tamaño. Que sí Tabasco
en esos días exportaba un promedio anual de 3, 000, 000 de racimos
que generaba un ingreso de $30, 000, 000, con estas nuevas prácticas se
podrían incrementar el monto exportado y los ingresos monetarios.46
Un mes después el precio del plátano tuvo un sustancial
aumento en el mercado americano. La libra alcanzó un precio de
73 centavos de dólar. Con ese aumento renacían las ilusiones y el
optimismo de los tabasqueños. El aumento del precio se debió a la
gigantesca huelga que los trabajadores de la United Fruit realizaron en
Honduras. La huelga impidió las salidas de los embarques del plátano
hondureño hacia New Orleans. Ese mes de junio fue muy bueno para
la exportaciones tabasqueñas: se hicieron veinticinco viajes con cerca
de 300, 000 racimos para un total de 6, 478 toneladas. El ingreso bruto
por esa venta fue de $10, 167, 000 de los que se descontaron $4, 230, 000
por concepto de fletes y maniobras en tierra, impuestos y derechos,
despacho de capitanía y aduana, fletes marítimos, gastos de descarga
y comisión a distribuidores. Se destinaron además $1, 523, 000 para
cuotas sociales, fungicidas y provisión para pérdida. De todas esa
deducciones quedó una cantidad de $4, 414, 000 que se destinó para
pagar remanentes.
Mientras el ámbito mundial pintaba de optimismo el escenario
para los productores de plátano, aquí en Tabasco, la Confederación
seguía su lucha contra el coyotaje en el control y manejo de la fruta
llamada de “rechazo”; esta fruta era aquella que se clasificaba en los
“pasos” como no propia para la exportación y que se destinaba para
el mercado nacional. Con las medidas tomadas se trataba de poner un

46
RN, 11 de abril de 1954.
292 Tabasco a dos tiempos

freno al procedimiento de vender a los coyotes fruta de exportación


que, cortada subrepticiamente, se vendía como fruta de segunda. Se
trataba de proteger a los pequeños productores quienes, urgidos de
obtener un ingreso inmediato, no sólo vendían al intermediario la
fruta de segunda sino que además cortaban la fruta de exportación,
como si fuera de segunda, para venderla a escondidas al intermediario.
Esta venta fraudulenta lesionaba no sólo los intereses de los pequeños
productores sino de toda la Confederación, sobre todo en esos días
en que el precio del plátano en el mercado americano andaba por los
cielos.47
El sábado 10 de julio de ese año se firmó el contrato colectivo
entre la Confederación Platanera y el Sindicato Único de Trabajadores
al Servicio de la Confederación de Uniones de Productores de Plátano
“Tabasco”. Se convino aumentos tabulados de 28 % para los salarios
hasta de $350 mensuales; de 22 % para salarios entre $351 y $600 y 10
% para salarios mayores de $600. Se acordó además otorgar vacaciones
hasta de quince días al año de acuerdo a la antigüedad; veinte días de
salarios de gratificación de fin de año que serían entregados cada 20 de
diciembre y $3, 000 a los familiares en caso de muerte natural.48
El auge que los plataneros gozaron ese año, debido al aumento
en el precio del plátano en el mercado americano, le permitió a la
Confederación abonar $4, 500, 000 al Banco Nacional de Comercio
Exterior. De una deuda total que los plataneros tenían con ese banco
por $7, 774, 909, en el mes de julio de ese año sólo le debían $3, 343, 023.
A fines de ese año quedó totalmente liquidada esa deuda. Y a pesar de
que 1954 terminó con intensas lluvias y desbordamientos que causaron
daños a las plantaciones, los productores veían con optimismo a 1955.
Ante los daños por el agua y los vientos, la Confederación otorgó
créditos a los productores afectados.49
El año de 1955 sería un año muy difícil para Tabasco. Las luchas
en torno al poder y por la gubernatura derrocaron a Bartlett en marzo
de 1955. La misma trama y los mismos desenlaces. Ese año concluyó
con el ciclón Janet y con las plantaciones plataneras. Gilberto Flores
Muñoz, Secretario de Agricultura y Ganadería, del gabinete de Ruiz
Cortines viajó a Tabasco a observar los daños; ante la magnitud de

47
RN, 25 y 26 de mayo, 25 de junio, 7 de agosto de 1954.
48
RN, 12 de julio de 1954.
49
RN, 29 de julio, 15 de octubre y 9 de diciembre de 1954.
Elías Balcázar Antonio 293

éstos, el gobierno federal autorizó créditos a los productores de plátano


y cacao. La alegría, el optimismo y las esperanzas de 1954 fueron
efímeros. Los remanentes pagados unos meses antes se habían hecho
de humo, igual que los proyectos y las ilusiones. La pobreza seguía
ensañándose con los tabasqueños, la gente se debatía en la miseria. Las
manos del hombre, de la naturaleza, de Dios… ¿Quién sabe?, seguían
haciendo de las suyas.
Pero lo que no faltó, ni podía faltar, fue la Mano Salvadora (así,
con mayúscula) del “Señor Presidente”. En enero de 1956 se firmó otro
Acuerdo Presidencial. Esta vez el gobernador ya no era Bartlett sino
Miguel Orrico de los Llanos. Y es que en este país de paternalismos, de
subsidiados y de indignidad así se manejan las cosas. Aunque ya hemos
hecho comentarios afines, estas reflexiones nos obligan reiterar en los
mismos vicios y a transcribir el párrafo de un editorial del periódico
Rumbo Nuevo del 13 de abril de 1954 que dice: “Sobre la crisis auténtica
de la industria platanera, flota desde hace años la murmuración y
el escepticismo de los que ven levantarse capitales y piensan que el
plátano “Tabasco” es “la gallina de los huevos de oro” que cuando
no produce ganancias sino pérdidas, encuentra la mano protectora de
Gobierno Federal para conseguir créditos que no se pagan y perdón de
adeudos para empezar nueva cuenta”. Y ésta siguió siendo la misma
historia, las mismas promesas, los mismos borrones y cuentas nuevas
y los mismos lamentos y quejas.
El Acuerdo Presidencial de 1953, dice otra nota de junio de 1956,
puso final a una era desenfrenada y sin cauce. Que de entonces acá es
evidente que la Confederación Platanera ha puesto orden en el caos.
Luego, dice, y es algo que hemos señalado aquí hasta el cansancio, que
la lucha por el mercado norteamericano es difícil. Que la Confederación
es una empresa de recursos limitados frente a la United Fruit cuya
fuerza es tan grande, que es capaz de dictar determinaciones y
orientaciones a la política continental de la Casa Blanca que signifiquen
el fortalecimiento de dictaduras latinoamericanas o su caída en breve
plazo. Y ante eso, ¿Tabasco y la Confederación qué podían hacer?
Otro editorial de febrero de 1956 dice textualmente: “La
trayectoria de la Confederación, su vida interna, desordenada y
zozobrante, el abandono de los productores en la crisis provocada
por la aparición del “chamusco” y la competencia del poderoso trust
que es la United Fruit, han colocado al plátano “Tabasco” en situación
de inferioridad, que vieron de cerca en Brownsville, comparando
las condiciones en que es vendida la producción controlada por la
294 Tabasco a dos tiempos

United Fruit con las de los plataneros tabasqueños, miembros de


la Confederación”. Por último señala ese artículo que dos veces
en tres años el presidente de la República ha acudido en su ayuda.
“Inmoralidades, engaños, y choques de personalidades forman una
secuela que ha dividido a los miembros de la Confederación”.50
Hemos comentado y trascrito estas notas e ideas a riesgo de ser
reiterativos y repetitivos. Pero no nos mueve otra cosa para hacerlo
que comentar con el lector que ellas eran notas de bien entrada la
década de los años cincuenta, notas que nos seguían contando la
misma historia contada de la década anterior. Nada cambió para
bien. Todo siguió igual hasta la decadencia total y desaparición de la
Confederación. Además estas últimas notas están tomadas de Rumbo
Nuevo, un periódico que se consideraba oficial y fiel al gobernador y a
los gobiernos priístas de aquellos años.
Uno de los remedios a que se recurrió para salvar a la
actividad platanera en Tabasco y Chiapas fue la transformación de
la Confederación Platanera en Unión de Crédito. En el Diario Oficial
del Gobierno federal del 26 de enero de 1956 aparece publicado el
“Acuerdo que dispone que los Productores de Plátano del Estado de
Tabasco y del Norte de Chiapas, se agrupen en una Unión Nacional de
Crédito, para facilitar el uso de sus créditos y la venta de sus frutos”.
Sin duda, lo que se buscaba con esta nueva forma jurídica era dinero.
Se buscaban los caminos legales que les permitieran a los productores
nuevas fuentes de financiamiento. Organizada de acuerdo a la Ley
General de Instituciones de Crédito, la recién creada Unión podría
adquirir los créditos tanto del Banco Nacional de Comercio Exterior
como de cualquier otra institución financiera o bancaria. Se establecía
en ese Acuerdo que el Banco Nacional de Crédito Ejidal operaría
directamente con los ejidatarios pero sería la Unión la encargada de
vender a comisión la producción tanto en el mercado interno como
en el exterior. La Escritura Constitutiva se firmó el 25 de abril de ese
año bajo la razón social “Unión Nacional de Crédito de Productores de
Plátano “Tabasco”, S. A. de C. V.”.
En los días subsiguientes a la publicación del Acuerdo se
hicieron reuniones en Palacio de Gobierno y en el edificio de la
Sociedad de Artesanos en Villahermosa. En ellas participaron el
gobernador Miguel Orrico de los Llanos y funcionarios afines con
el asunto platanero del gabinete del presidente Ruiz Cortines y del

50
RN, 20 de marzo y 13 de abril de 1954; 20 de febrero y 8 de junio de 1956.
Elías Balcázar Antonio 295

Banco Nacional de Comercio Exterior. Aparecían en la prensa local


notas de corte triunfalista de que los productores dispondrían de
siete a doce millones de pesos en crédito. Como era característico en
nuestra cultura paternalista, se sabía de antemano que esos créditos
no se pagarían. Se sabía que en casos de apuros, como era casi siempre,
entraría al rescate “papá gobierno” con una condonación de deuda o
con dineros del presupuesto. Por eso quebraron el Banco Nacional de
Crédito Ejidal, el Banco Nacional de Crédito Agrícola, “Banrural” y
demás, además del saqueo que sufrieron estas instituciones por parte
de políticos corruptos. Con el anuncio de esas notas triunfalistas en el
sentido de que los plataneros dispondrían de créditos millonarios se
daba la impresión de que la actividad platanera no sólo estaba salvada
sino que estaba en auge. Y el hombre de la calle así lo creía. Fue lo
que sucedió con el crédito a la palabra durante el gobierno de don
Enrique González Pedrero: al recibir esos dineros, muchos campesinos
se sentían ricos, hacían fiestas etílicas durante ocho días y luego a ver
qué pasaba.
Y mientras eso sucedía en el círculo mágico y encantado de la
grilla económica, los platanares seguían sin producir. El huracán Janet
los había derrumbado el pasado 28 de septiembre y los trabajos de
reconstrucción apenas se iniciaban. Esa era la explicación que don
José Guimond Caballero, presidente municipal de Centro, daba como
la causa de que en el mes de febrero hubieran bajado los ingresos
municipales en veinte mil pesos. Esta información la daba don Pepe
el 2 de marzo; siete días después, el día 9, azotó la entidad un fuerte
“norte” como resultado de pasar por esta zona la cola del huracán
que azotó esos días a Tampico. Se calculó que 7% de las plantaciones
sufrieron destrozos. El porcentaje por zona afectada fue el siguiente:
Grijalva, 5 %; Pigua, 10 %; Mezcalapa, 5 %; Obregón, 10 %; Benito
Juárez, 5 %; Los Carrizales, 5 % y 10 %; Teapa, 5 % y Tacotalpa, 5 %.
Las siembras de maíz también resintieron serios daños; más del 70 %
de las milpas fue destruido.51
En esos años la producción ya se comercializaba de manera
creciente por el ferrocarril, vía Teapa-Estación Allende en Coatzacoalcos
para ser exportada al mercado americano o para ser vendida en
la ciudad de México. La fruta seguía llegando de mala calidad, con
rechazos y mermas hasta del 47 % como nos lo informa un reporte de

El Momento, 29 y 5 de febrero, 29 de abril de 1956; RN, 3 y 4 de febrero, 3 y 10 de marzo, 27 de


51

abril de 1956.
296 Tabasco a dos tiempos

lo cargamentos que, por esa vía, se colocaron en Mobile, Alabama en


el barco “Mercurio”, durante el mes de noviembre de 1956. Veamos las
mermas y rechazos que sufrió el cargamento número 76, realizado por
el buque “Frida” a Mobile, Alabama.

Rechazo y merma de un embarque de plátano


(Mobile Alabama, 1956)
Tonelaje recibido
269 711 kg. Rechazo y merma: Porcentaje de rechazo y merma
en los “pasos”
Trasbordado: 182 406 kg. Rechazo: 87 305 kg. 33.37 %

Vendido: 143 311 kg. Merma: 39 095 kg. 21.43 %

Total: 126 400 kg. 46.86 %


Fuente: El Momento: 6 de enero de 1957

Hacia 1957 se habían encarecido los fletes fluviales y marítimos. Aunado


a las condiciones en que los productores tabasqueños exportaban,
ahora constituidos en Unión, a partir de esos días el costo se iba aún
más a las nubes. En enero de ese año el costo normal por transporte
fluvial era de $90 por tonelada, pero como el porcentaje rechazado en
el trasbordo era alto, entonces el costo era mayor. Dado el promedio
de rechazos y merma, el flete fluvial ascendía a $114.58 la tonelada.
Aquel plátano trasbordado pero que al final se tiraba o se pudría y no
era vendido, ya había significado un gasto en fletes y en alijos. Esto
había resultado un costo inútil. Un falso flete, le llamaban. El costo
marítimo sufría también las mismas alteraciones. Los dueños de barcos
cobraban fletes marítimos sobre un tonelaje mínimo de 200 toneladas
aunque la carga fuera menor. Si se trasbordaban 182, 406 kilogramos,
como fue el caso del cargamento número 76 que aquí comentamos, de
todas maneras se tenía que pagar un flete por 200 toneladas por lo que
resultaba un falso flete por 17, 594 kilogramos. Además en esos días
subió el flete marítimo de Frontera a Mobile en 26 dólares por tonelada
transportada. Por lo que el flete marítimo del cargamento número 76
fue de 356 pesos con la nueva tarifa, en lugar de $299.76 pesos que
hubieran sido con la tarifa anterior.52
Vale la pena transcribir la carta que un productor le envió
al general de División Miguel Orrico de los Llanos, gobernador de

52
El Momento, 6 de enero de 1957.
Elías Balcázar Antonio 297

Tabasco. La carta, con fecha del 27 de marzo de 1957, es importante


porque nos ilustra sobre los nuevos enlaces comerciales y la manera
como éstos funcionaban; nos da también un ejemplo de las intrigas
internas que existían dentro de la organización, de las preferencias o
tirrias personales que se daban por diferencias facciosas de grupos. Por
todo eso vale la pena leer la carta y además porque era un fiel ejemplo
y una prueba palpable de un protagonista de esos años, que nos dice
que en nada había mejorado la administración del negocio platanero.
Veamos:

“Villahermosa, Tab., a 29 de marzo de 1957

Señor General de División Don Miguel Orrico de los Llanos.


Presente.
Respetable Señor Gobernador:
“Me permito informar a usted para lo que haya lugar, que por incompetencia
y mala fe de los encargados del departamento comercial, señor Ingeniero
Guillermo Brondo de Witt y sup. Técnico Don Lorenzo Menéndez, he venido
sufriendo grandes pérdidas en la exportación mía y de mis hijos, a quienes
represento.
“Como últimamente me di cuenta de lo mal administrado que están
nuestros intereses plataneros, pues al efectuarse el cargamento número 20
para la exportación y que en ese embarque cortamos un mil ciento veinte
racimos entre yo y mis hijos y se me rechazaron en trasbordo solo ochenta y
ocho, cuál sería mi sorpresa al informarme que en ese cargamento sólo había
alcanzado la venta de tres centavos por libra, liquidación que no cubre el total
de descuentos por concepto de fungicidas.
“El departamento comercial nos viene engañando que en el mercado
exterior está o ha estado en muy bajo precio la fruta, pero la realidad de las
cosas es la razón de qué, con motivo a qué, últimamente se han ostentado
compradores unos señores recomendados y que quizás usted ignore, por
sus múltiples atenciones, para aprovecharse de la ignorancia de nuestros
compañeros productores y en beneficio de ellos mismos, se han estado llevando
al mercado nacional la mayor parte de nuestra producción, y productores
que tienen para cortar en buena fruta un mil racimos, sólo entregan para
exportación un diez o veinte por ciento de su producción y dejan el resto
de la inferior calidad para la exportación, por el motivo que en el mercado
nacional a más de que no se hacen rechazos, alcanza una liquidación de más
de doscientos setenta pesos por tonelada y descuentos de fungicidas, pues
muchos productores con la garantía de que actualmente el mercado nacional
está alcanzando un mayor precio, están dejando de beneficiar sus plantaciones
con el futuro perjuicio que acarrearía al ser insuficiente el consumo en el
mercado nacional, y al reanudarse la exportación efectiva ya no tendríamos
fruta para cubrirlo.
298 Tabasco a dos tiempos

“El sábado próximo pasado, con motivo de que por una mala inteligencia
de los aparceros de la finca de mi hijo Ángel, dejaron de cortar alrededor
de trescientos cincuenta racimos, oportunamente ocurrí al Departamento
Comercial, suplicándole al señor Menéndez, que es el absoluto en este asunto,
se me pidiera esta fruta para la exportación y el señor me indicó que ya mi
turno se había pasado, y con la necesidad de que no se perdiera le supliqué
me la pidiera para el mercado nacional, cosa que tampoco quiso hacer,
objetándome que habían muchas frutas pendientes por pedir y que por esa
razón no me la pedían.
“Con el deseo de no perder esta producción el sábado pasado me anticipé
arreglar el flete con transporte del sureste para remitirla a México a un
pariente nuestro a fin de que se entendiera en la venta, y al mismo tiempo
procedí a pagar la guía sanitaria para el transporte, documento que conservo
en mi poder y habiéndome trasladado al despacho de nuestro Gerente Sr.
Nicolás Valenzuela Quintana para que se me librara el correspondiente
permiso dentro del orden administrativo y después de estar esperándolo en
la ante sala más de dos horas me informó la señorita que el Sr. Valenzuela se
había ido en gira con Ud. para Macuspana o Jalapa.
“El domingo día siguiente le indiqué a mi hijo Ángel que fuera a verlo
a su casa, que lo molestaba fuera de su oficina con el deseo de darle salida a
este cargamento pendiente, y este Sr. le indicó a mi hijo que para este caso no
podría autorizar la salida pero que viera al Sr. Manlio Priego que ese mismo
sábado le habían dado permiso para comprar una fruta dejada, para llevarla
a Campeche, aunque no era del todo satisfactorio para mí con el deseo de
terminar este incidente vi al Sr. Priego y me ofreció tomarla y hasta me dio
precio para ella, habiéndolo hecho presente que como era de exportación y ya
estaba pasada de grado algunos gajos que pudieran estar maduros podríamos
quitárselos y en esta forma la recibiría, pero es el caso que me informa el Sr.
Priego ahora que este Sr. Menéndez nunca le quiso dar la autorización para
mandarla a recoger.
“Por lo que he venido observando y las declaraciones que personalmente
me hizo nuestro Gerente, nuestra producción actualmente está a merced del
capricho del señor Menéndez y me fundo para decirlo en el hecho de que el
señor Valenzuela ya le había ofrecido a mi hijo que le ordenaría a Menéndez
le diera facilidad para vendérsela a Priego, cosa que no se consiguió;
ocasionándose el perjuicio del aprovechamiento de estos ingresos.
“Por lo que muy atentamente suplico a usted ordene se me pague esta
fruta, en virtud de haber agotado todos los recursos posibles para no perderla
y por intrigas del señor Menéndez, me veo en el penoso caso de molestarlo.
“Anticipándole las gracias por la atención que le merezca la presente,
queda de usted su atto, amigo y S.S.

FERMIN VEITES”.
Elías Balcázar Antonio 299

Y si otro obstáculo le hiciera falta al negocio platanero, en esos días de


1957 los productores decidieron bloquear la carretera de Villahermosa
a Coatzacoalcos como protesta por la baja en el precio del plátano.
Como si el Gobierno federal y local, o la sociedad en general (todavía
no se le llamaba sociedad civil) rigieran el comportamiento de los
precios en el mercado mundial y nacional o tuvieran culpa de las
bajas en el precio del plátano en esos mercados; como si los gobiernos
fueran culpables de la vigorosa competencia que presentaba la United
Fruit y de la ineficacia de los productores locales; como quiera que
sea éstos amenazaron con bloquear a principios de abril la carretera
de Villahermosa-Coatzacoalcos. El motivo era lo bajo del precio del
plátano en el mercado americano, la saturación que la United Fruit
hacía en ese mercado y, por ende, la “competencia desleal” con la que
ese consorcio operaba. La cultura del lamento y de la quejumbre nos ha
caracterizado como pueblo y, con ella, la del chantaje, esta es una de las
formas de la corrupción popular y de sus líderes. Ninguna culpa tenía
la United de los males que aquejaban a los productores tabasqueños.
Mucho menos de su mala organización, de su ineficacia y de su amor
al dinero ajeno. Los chantajistas buscaban los primeros días de abril,
cuando iniciara la feria regional, para bloquear esa carretera, días en
que habría mayor afluencia de vehículos. El móvil del chantaje no era
más que buscar el rescate, el subsidio oficial. Como siempre.
Los ánimos se calmaron, hubo un repunte del precio al mes
siguiente. Renacía el optimismo en el mes de mayo. Ese optimismo
predecía que el periodo bonancible se prolongaría seis meses. Pero en
el mes de julio el precio volvió a bajar. Se supo que se estaba vendiendo
plátano a precios muy bajos de Colima y Poza Rica al mercado de
Brownsville. Desleales les llamaron algunos productores tabasqueños,
como si éstos hubieran sido dueños absolutos del mercado. Se
planteaba la conveniencia de incrementar las exportaciones por
Coatzacoalcos y aprovechar más la vía del ferrocarril, “…sin perder de
vista la necesidad de utilizar el puerto de Frontera”.
Sin duda eran otros tiempos, pero el hombre se aferra al
pasado. Quizá por miedo a lo que viene, tal vez por la costumbre o por
vivir inmerso en una vida cotidiana que no le permite ver o aceptar lo
nuevo, pero Frontera era cosa del pasado; así también la vida marítima
y fluvial. Los días del ferrocarril y de las carreteras estaban ahí. Eran ya
tiempo presente. El platanero tabasqueño por fin se convencía de que
era inútil competir en el mercado americano. Finalmente se dio cuenta
que era más viable y conveniente buscar el mercado nacional. El de la
300 Tabasco a dos tiempos

Ciudad de México. Ahí estaba el ferrocarril, ahí estaban las carreteras.


El mercado nacional, aunque menos rentable, no exigía tanta calidad
a los productores tabasqueños, ni les presentaba una competencia tan
difícil como sucedía con el mercado americano. Éste además estaba
bajo el control total de la United Fruit. Ese año Tabasco vendió al
mercado nacional un total de 44 824 toneladas y se exportaron a los
Estados Unidos, 20 mil toneladas.53
Leemos una nota en el diario local El Momento, del 15 de octubre
de 1957, que nos dice: “En los corrillos plataneros nos enteramos que
a partir del día 11 comenzaron a transportar plátano a Coatzacoalcos
por la vía terrestre. En 7 horas un cargamento de 13, 000 racimos fue
puesto en aquel lugar a escasas doce horas de haber sido cortado de las
matas. En la aduana de Puerto Libres fueron embarcados en el barco
Amapola y puestos en los inmensos refrigeradores obteniéndose en
esta ocasión que el rechazo fuera mínimo ya que en tierra quedaron
un cuatrocientos racimos estropeados”.54 Como todos los fines de
año, el 29 de noviembre de ese año azotó un huracán en la región que
destruyó del 70 % al 80 %de las plantaciones de plátano. Los lugares
más afectados fueron el alto y el bajo Grijalva y una extensa zona de la
Chontalpa. Algunos productores calcularon que quizá se llevarían seis
meses para reponerse de “esa desgracia”.
El mal tiempo continuó hasta el año entrante. 1958 fue un año
difícil. La tormenta en el Golfo era de tal magnitud que el movimiento
marítimo se paralizó por completo. En esos días de enero circuló la
noticia de que el remolcador “Frontera” con ocho tripulantes que jalaba
un chalán con cinco marineros había zozobrado. Habiendo salido de
Coatzacoalcos hacia Villahermosa con un cargamento de combustible,
el remolcador iba al mando del capitán Pedro Mendoza Ruiz. Sin
embargo, la noticia fue falsa alarma. La casa consignataria “Álvaro
F. Pérez”, establecida en el puerto de Frontera, por la vía telegráfica
logró informarse que el remolcador “Frontera” había logrado capear
el temporal y se encontraba encallado en la isla del “Buey” con su
tripulación sana y salva.
A principios de ese mes la temperatura bajó a tal grado que
las pocas plantas de plátano que sobrevivieron al huracán fueron
invadidas por el mal conocido como “canelón”. Las plantaciones más
afectadas fueron las de la región de la Sierra. Según los que saben, el
canelón es provocado por las bajas temperaturas que congelan la sabia

53
El Momento, 4 de abril, 14 de mayo, 13 de junio, 2 y 3 de julio de 1957.
54
El Momento, 15 de octubre de 1957.
Elías Balcázar Antonio 301

en la cáscara del plátano, lo que impide la maduración de la fruta. En


esos días de tormenta y de pertinaz lluvia la temperatura descendió a
dieciocho grados.55
Dos décadas de malos manejos, de corrupción y de saqueo
por parte de sus dirigentes, habían dejado a la organización platanera
descapitalizada y en la ruina. No había dinero en esos días para
reconstruir las plantaciones dañadas por el huracán. Apenas para
los fungicidas. Aunada a la falta de dinero la organización platanera,
ahora Unión, sufría la falta de credibilidad, estaba desprestigiada.
Ningún banco le quería otorgar créditos. Ahora la cultura de la queja
y del lamento dirigía sus baterías contra los bancos. Los ejidatarios
por su parte dirigían sus quejas contra el Banco Nacional de Crédito
Ejidal a quien acusaban que por no refaccionarlos debidamente habían
descuidado sus cultivos. Que desde hacía tres meses ese banco no les
proporcionaba el financiamiento necesario para comprar fungicidas,
refacciones y demás insumos para combatir el chamusco “…a pesar de
estar obligado a hacerlo, en virtud del Acuerdo Presidencial”, decían
las voces de la quejumbre en los mejores años del eterno paternalismo
oficial. Muchos ejidatarios ante la falta de futuro de un negocio que
languidecía decidieron tumbar sus platanares y sembrar milpas.
En su último informe de gobierno Orrico de los Llanos
señalaba que la falta de crédito o su restricción por los bancos oficiales
y privados motivó el estancamiento de la producción rural. El Banco
Nacional de Crédito Agrícola, dijo, redujo sus operaciones en la
entidad a tal magnitud que el monto de los créditos en 1958 no alcanzó
el 10 % de los concedidos el año anterior. Dijo también que el Banco
Nacional de Crédito Ejidal ya no operó ese año en cacao ni en ninguno
de los cultivos básicos. A la actividad platanera sólo la apoyó con
fungicidas para combatir el chamusco. Por su parte el Banco Nacional
de México, el Banco General de Tabasco, el de Comercio Exterior y el
Banco de Comercio no concedieron un solo crédito para incrementar
la agricultura. Según el mismo informe, sólo dieron créditos para la
compra de cosechas, operación que nada más benefició a los coyotes y
fomentó la especulación con los productos agrícolas “… al comprarse
las cosechas a precios irrisorios y venderse al público consumidor a
precios exorbitantes”.
Ese año (1958) la Unión de Productores de Plátano de Tabasco
vendió en el mercado nacional un millón, 17 mil racimos con un peso de

55
El Momento, 3 de diciembre de 1957 y 25 de enero de 1958.
302 Tabasco a dos tiempos

15.8 mil toneladas. Al mercado externo envió 549 mil racimos con un
peso de 11.7 mil toneladas; menos racimos con más peso debido a que
el racimo para la exportación debió cumplir siempre con el requisito
de ser de mayor tamaño. Los ingresos por la venta en el mercado
nacional fueron de $6, 700, 000 y los derivados de las exportaciones
fueron $11, 900, 000 hasta agosto de ese año. La cantidad exportada ese
año fue menor a la del año anterior que fue de 20, 000 toneladas. Esto
se explica, como ya dijimos, a que el ciclón destruyó casi el 80 % de las
plantaciones y a que durante esos meses la tormenta obstaculizó los
embarques.56 Aunque el tonelaje exportado fue menor que el vendido
en el mercado interno, su calidad con un precio superior en dólares en
los Estados Unidos permitió ingresos mayores que los obtenidos de
las ventas nacionales en pesos mexicanos. Sin embargo, las cantidades
destinadas al mercado nacional cada día eran mayores. La presencia
del ferrocarril y de la carretera del Golfo, aunado a la condición de
un mercado interno creciente y que no presentaba tantas exigencias y
dificultades como el de los Estados Unidos, hizo que los productores
se abocaran más vender en el mercado nacional. Esta nueva realidad
histórica y la decadencia en la vida fluvial y marítima coincidieron en
un mismo tiempo histórico. Se le daba las espaldas al mar.
Mientras tanto la Unión y la actividad platanera siguieron
dando tumbos ese año. Don Nicolás Valenzuela Quintana que tantos
años estuviera al frente de esa organización renunció en el mes de abril,
cansado de tantas broncas. La corrupción seguía siendo el pan de cada
día. En mayo trascendió la noticia de que muchos pequeños productores
vendían el saquillo de sulfato de cobre de manera clandestina en lugar
de usarlo en sus cultivos. Ese saquillo de cincuenta kilogramos que la
Unión les daba a crédito y que tenía un precio en el mercado de $122,
lo vendían a los coyotes, revendedores, en $30. Para ese productor era
fácil declararse luego en quiebra y solicitar más créditos a la Unión.
En julio fue detenido un chalán de la COOTIP que trató de sacar un
cargamento de plátano sin pagar impuestos. En esos días las lluvias
eran tan intensas que los caminos se volvieron intransitables. La panga
del paso de Samaria dejó de operar. Muchos camiones cargados no
pudieron pasar. La fruta se pudrió y la Unión perdió cien mil pesos
en esos días. Se seguía exportando por la vía ferrocarril- puerto de

56
Orrico de los Llanos, Miguel, IV Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1958. Tabasco a
través de sus gobernantes, 1953-1958, volumen 8, Gobierno del Estado de Tabasco, 1988, pp. 258-
263. El Momento, 27 de febrero de 1958.
Elías Balcázar Antonio 303

Coatzacoalcos, donde la fruta era embarcada en los refrigeradores de


los barcos hacia los Estado Unidos.
En agosto se reportó la pérdida de 12, 000 racimos por la
falta de refrigeración del barco “Mercurio”. A $1, 000, 000 ascendió
la pérdida. En diciembre, 27, 000 racimos fueron a pasear a Frontera.
Al no poder salir las embarcaciones por el mal tiempo tuvieron que
regresar a Villahermosa donde se descargó la fruta para luego ser
transportadas por carretera hacia Coatzacoalcos. Carretera que por
cierto se encontraba en muy malas condiciones por la lluvia. Ese año
de 1958, pésimo para la actividad platanera, no hubo utilidades. Los
productores comentaban desanimados que ese año habían sufrido una
de las peores crisis de su historia. Que de seguir así las cosas terminarían
por pedir limosna.57 Lo que fuera el oro verde” vivía sus últimos días.
La vaca lechera que tantos años fue ordeñada por la corrupción, ya no
daba leche. En 1960 siendo don Carlos Madrazo el gobernador dispuso
la suspensión de las ventas de plátano al mercado externo. En su
Cuarto Informe de Gobierno dijo que había tomado esa medida debido
a que las exportaciones de esa fruta resultaban incosteables y afirmó
que, dada la mala calidad de la producción tabasqueña, era imposible
competir con el plátano proveniente de Centro y Sudamérica.58 Se
cerraba así un capítulo más en la historia de la actividad platanera de
la región.

El Momento, 22 de mayo, 5 y 12 de julio, 9 de agosto, 11 y 13 de diciembre de 1958.


57

Madrazo Becerra, Carlos A., IV Informe de Gobierno, febrero de 1963; ver Tabasco a través de sus
58

gobernantes, 1963-1964, Volumen 10, Gobierno del Estado de Tabasco, 1988.


304 Tabasco a dos tiempos

ELÍAS BALCÁZAR ANTONIO


Inserción de Tabasco al
mercado de la Ciudad de
México y al contexto nacional

CAPÍTULO IX
Vimos en el capítulo anterior que la actividad platanera nunca recobró
el auge que gozara durante la tercera década del siglo XX. Aquellos
años de vacas gordas y que fueron favorables al régimen garridista no
volvieron jamás. Después del derrumbe platanero en 1938-40 debido a
la ruptura del Gobierno mexicano y tabasqueño con la Standard Fruit
y, en consecuencia, debido al boicot que este consorcio impuso contra
la producción platanera regional, la actividad no se recuperó jamás.
Desde esos días el que fuera famoso plátano Tabasco, vino dando
tumbos, sufriendo altibajos y la rapiña y el saqueo de sus dirigentes.
A pesar de ello, durante la cuarta década y principios de la quinta,
la actividad platanera siguió siendo el eje en torno al cual giraba la
vida económica y social, así como las esperanzas de la entidad y de la
región. La importancia de las demás actividades como la ganadería,
la producción cacaotera y coprera iba en ascenso. Estos ramos no eran
ajenos a esos años críticos, pero nunca lograron alcanzar el impacto
y los niveles de esplendor y de auge que tuviera el ramo platanero
durante los años de Garrido, años aquellos del “oro verde”. La
diferencia estaba en que el plátano, cuyo principal mercado era el
americano, se comercializaba en dólares. Los precios y los ingresos
plataneros se regían por el dólar. La producción de las otras ramas
se destinaban principalmente al mercado interno y sus precios y sus
ingresos se determinaban por el peso mexicano, una moneda en franco
deterioro.
Vimos también que en aquellos críticos años de posguerra 1947
fue particularmente difícil. Las presiones devaluatorias e inflacionarias
sobre el peso mexicano hicieron estragos en 1948. En ese infausto
año de 1947 la Confederación platanera debía más de $12, 000, 000 y
desde enero de ese año la ganadería sufría la cuarentena de un cordón
sanitario. La fiebre aftosa en todo el país apenas empezaba y ya hacía
estragos en la ganadería de bovinos. No se podía sacar ni una res para
su venta fuera de la entidad. Ningún tipo de animal podía entrar ni
salir. Como una medida contra la aftosa, se esparcía sosa cáustica en
los aeropuertos y estaciones de los diversos medios de transporte. Los
308 Tabasco a dos tiempos

pasillos cubiertos con alfombras o rellenados de aserrín se empapaban


con una solución de sosa cáustica al 2 % por donde debían pasar
forzosamente los pasajeros que entraran al estado. Los ingresos por
concepto de ganado bovino fueron cero ese año. El abigeato, mal
endémico y ancestral, seguía haciendo de las suyas en esos días, sobre
todo después de haberse ido la mano dura de Garrido. El alcohol y el
crimen eran los deportes preferidos de los tabasqueños. Se expidió una
ley contra la carestía de la vida que exentaba de impuestos al maíz,
frijol, arroz, manteca, leña, carbón, huevos y aves de corral. El 14 de
enero de ese año se constituyó la Confederación Fijadora de Precios de
Artículos de Primera Necesidad.

Cacao, un producto en ascenso.


Ese año la cosecha de cacao fue mala a pesar de que ese cultivo ha
estado siempre en tierras de aluvión, tierra negra, de las vegas de los
ríos Teapa y Tacotalpa y del antiguo Mezcalapa, hoy río Seco, en la
Chontalpa. La cantidad producida fue inferior a la del año anterior. Y
como siempre, los intereses económicos del centro aplastaban, una vez
más, a los productores de Tabasco y del sureste: el primero de mayo
de ese año el monopolio constituido por la Distribuidora de Cacao,
en la Ciudad de México, suspendió sus compras a los productores.
Al parecer, detrás de esa persona moral o ese membrete se escondían
funcionarios del Banco de Comercio Exterior y políticos. Ante tal
medida los productores se vieron obligados a mal vender su cacao
a los coyotes a un $1.50 el kilogramo. Muchos de ellos eran políticos
influyentes y gente de dinero que además compraban cacao en el
extranjero en perjuicio del precio del cacao de Tabasco y Chiapas. En
ese mes de junio varias organizaciones del estado enviaron una carta
al presidente Miguel Alemán pidiendo su intervención para resolver
la crisis que ya comenzaba a enseñorearse sobre Tabasco. El 8 de julio
de ese crítico año la filial de la Distribuidora de Cacao en Villahermosa
recibió instrucciones de su central en la Ciudad de México para proceder
a comprar el cacao tabasqueño. El precio fijado fue de tres pesos con
veinte centavos para el cacao de primera y de tres pesos el de segunda
puestos en bodega en Villahermosa y en Puerto Ceiba. La medida era
sólo un paliativo pero no resolvía a fondo el problema cacaotero. El
precio fijado apenas ayudaba a resarcir los gastos de los productores
Elías Balcázar Antonio 309

y además la Distribuidora concluiría sus operaciones hasta el mes de


marzo del siguiente año.1
El panorama no podía ser más desolador: crisis y deuda
exorbitante de los plataneros, cordón sanitario y cuarentena para el
ganado, disminución de la producción cacaotera y bajo precio de ese
grano, deterioro del peso y carestía de la vida. Al referirse a las malas
cosechas de cacao y a la cuarentena del ganado, don Trino Malpica nos
dice en su editorial del Hijo del Garabato del 21 de febrero de 1947: “En
otras ocasiones cuando la crisis nos ha afectado por la falta de salida
del plátano roatán o por las plagas que sufrió dicha fruta, siempre nos
defendimos con los cereales y con el ganado y el cacao”. Pero ahora que
todas esas ramas atraviesan por serias dificultades lo que nos espera,
decía don Trino, es una crisis generalizada.2
Los cacaoteros tabasqueños y de Chiapas designaron a varios de
sus dirigentes para que viajaran a la Ciudad de México y le plantearan
el grave problema al presidente de la República. Lograron un precio
de garantía de $3.75 y además la libertad de poder vender a cualquier
otro comprador. Con esos acuerdos la Distribuidora quedaba a un
lado como intermediaria y los cacaoteros quedaban en la posición de
poder vender directamente a los industriales de la Ciudad de México
y de otra plaza. En estas gestiones destacó la intervención del Senador
Antonio Taracena. Ese año la producción de cacao ascendió a 2, 069, 695
kilogramos. La producción por municipio fue de la siguiente forma:

Producción de cacao (enero-septiembre de 1947)


Municipio Peso en kilogramos
Comalcalco 761, 990
Teapa 440, 570
Cunduacán 346, 515
Cárdenas 159, 835
Paraíso 145, 080
Huimanguillo 84, 045
Jalapa 60, 320
Tacotalpa 45, 435
Jalpa de Méndez 24, 435
Centro 1, 430
Fuente: Santamaría, Fco., Primer Informe de Gobierno, 1947.

1
RN, 9 de enero, 21 de junio, 8 y 14 de julio de 1947. El HG, 9 de mayo de 1947.
2
El HG, 21 de febrero de 1947.
310 Tabasco a dos tiempos

De ese total, 1, 790, 200 kilogramos se destinaron al mercado nacional,


la Ciudad de México principalmente. Del municipio de Comalcalco
se embarcaron 279, 495 kilogramos por Puerto Ceiba para su
exportación.3 En verdad buena parte de la producción de la Chontalpa,
por su posición geográfica y ante la falta de carreteras, tenía salida
obligada por ese puerto interior; Puerto Ceiba, del municipio de
Paraíso, durante la década de los cincuenta fue la puerta de salida del
cacao, la copra y la pimienta de la Chontalpa hacia el mercado nacional
vía Coatzacoalcos o para el mercado externo. Después de 1952 y en
tiempos de seca, parte de la producción de esa región tendría salida
hacia Coatzacoalcos por el ferrocarril del Sureste, vía “Corredor de la
Chontalpa” o sea carretera Puerto Ceiba-Estación del 133 del tren en
Huimanguillo; pero en tiempos de lluvia, cuando esa carretera se ponía
inservible, la única salida y entrada para el comercio y los viajeros de
la Chontalpa era Puerto Ceiba; sólo la gente de dinero podía viajar en
avión, y eso si los “vientos de Norte” se lo permitían. A partir de 1959,
con la carretera ya pavimentada de Villahermosa-Coatzacoalcos o del
Golfo, conocida en aquellos años como la carretera del paralelo 18,
toda la producción de la Chontalpa empezó a salir por esa vía. Puerto
Ceiba entonces quedaría abandonado como punto de salida y entraría
en una franca decadencia, igual que el puerto de Frontera. Aquel gran
número de barcos, remolcadores y chalanes que no dejaban ver la otra
orilla del río, aquel gran número de marinos, alijadores, comerciantes,
tiendas y bodegas que fueran resultado y expresión de aquel gran auge
económico que gozara Puerto Ceiba, quedaría en el recuerdo y en la
nostalgia de los viejos. Aquellas majestuosas bodegas que fueran de
Carlos y Édison Ruiz, se volvieron ruinas, paredes enmontadas y con
lama verde. Aquella variedad de aromas de cacao, pimienta y copra,
que mezcladas inundaban la atmósfera cálida y densa de ese puerto
en auge, quedó en el olvido y fueron sustituidas por la brisa del mar
y del río, silenciosa y juguetona. La soledad, el abandono y el silencio
se apropiaron de ese puerto. Aquellos años de auge habían quedado
para la historia.
La rémora que tuvieron que enfrentar siempre los cacaoteros
de Tabasco y de Chiapas fueron el abuso y la ambición de los
intermediarios locales y de la Ciudad de México, así como la falta de
fuentes de financiamiento. Don Pedro Ocampo Ramírez nos ilustra
de manera muy sencilla y clara la situación que sufrían siempre los

3
RN, 26 de septiembre de 1947.
Elías Balcázar Antonio 311

cacaoteros y la manera como se organizaban para enfrentar y superar


esos problemas. Nos dice: “En Tabasco, el 95 % de los cultivadores
de cacao son pequeños productores, campesinos que viven al día
atrasados en sus cuentas. Sin crédito para sembrar grandes extensiones
de terreno, tienen que trabajar mucho para ganar muy poco, porque ya
se sabe que al pobre todas las cosas le cuestan doblemente caras.

Cuando llega la época de la recolección del fruto, el campesino sale


a caballo de su rancho llevando en la manzana de la silla el saquillo
con unos cuantos kilos de cacao; en la bolsa de la camisola lleva un
papel lleno de encargos: medicina, manta, jabón, velas, etcétera. No
puede regresar con las manos vacías; él sabe bien que con el dinero
de la venta del cacao debe comprar los sencillos productos que serán
satisfacción y un mínimo de comodidad a su familia. Y entonces
comienza la tragedia.
Si en la cooperativa a la que está afiliado no hay dinero suficiente para
comprar a los productores su cacao, no le quedará más remedio que
caer en manos de los coyotes acaparadores, que compran a precios
irrisorios el esfuerzo de largos años de trabajo. Además, como no
hay bancos refaccionarios que les abran crédito, no les queda más
remedio, para sufragar los gastos de recolección que recurrir a
“hábiles negociantes” que acostumbran dar dinero adelantado sobre
las cosechas para, en su oportunidad, comprar el cacao a precios tan
generosos como por ejemplo a $1.50 el kilo.
“Seguramente, nos sigue diciendo don Pedro Ocampo, son muy
pocos los productores de cacao de Tabasco que conocen el sabor de los
bombones de chocolate. Descalzos, mal vestidos y peor alimentados,
pasan la vida clavados a la tierra que nunca les da lo suficiente para
librarlos de la esclavitud económica. El intermediario, como de
costumbre, capitaliza la desgracia humana.
Fue contra ese estado de cosas que en 1937 entablaron terrible lucha
varios hombres que aman a su tierra. Un grupo de cacaoteros, los
que menos resentían las consecuencias del caos económico ya que
no sufrían las urgencias de dinero que agobiaban al campesino; los
que, si hubieran querido, podrían haber fomentado el coyotaje para
beneficiarse más, decidieron hacer todo lo posible para salvar a su
región de la plaga de los acaparadores.4

Ese grupo de cacaoteros fundó la cooperativa de Comalcalco; sus


miembros recibieron un reconocimiento del titular de la Secretaría
de la Economía Nacional, quien los felicitó por ser un ejemplo de

4
RN, 23 de junio de 1949.
312 Tabasco a dos tiempos

organización y seriedad. Gracias a ello ya tenían un espacioso edificio


social y estaban construyendo un flamante sanatorio, bien equipado
con cien camas.5 En todos esos logros y avances tenían metidas las
manos el doctor Otto Wolter, don Julián Murillo y don Joaquín Peralta,
así como don Carlos Echeverría. Este último dueño de la finca de cacao
“El Carmelo”, que se encontraba en Cunduacán; esa finca era famosa
en México y en América Latina porque en ella don Carlos aplicaba
avanzadas técnicas y novedosos métodos de cultivo del cacao. Al igual
que don Carlos Echeverría, don Efrén Vázquez Franyutti, de Paraíso,
destacó por buscar mejorías en el cultivo del cacao y utilizar nuevas
técnicas. Más adelante continuaría con esos esfuerzos el ingeniero
Guillermo Brondo, originario de Villahermosa pero radicado en
Paraíso.
Con el fin de superar los escollos que significaban los
intermediarios locales y de la Ciudad de México, así como la falta de
créditos, en agosto de 1947 los productores de cacao tuvieron una junta
de trabajo con el gobernador para organizarse como “Unión de Crédito
Cacaotero”. El lunes 17 de ese mes a partir de las 11:00 en Palacio de
Gobierno, Francisco J. Santamaría presidió una reunión de trabajo con
los representantes de todas las cooperativas de cacao. De esta reunión
surgió la Unión de Crédito Agrícola Cacaotero e Industrial de Tabasco,
S.A. de C.V. Entre los asistentes destacaba la presencia del doctor Otto
Wolter, representante de Comalcalco, así como don Julián Murillo y
don Joaquín Peralta; don Carlos Echeverría asistió como representante
de Cunduacán; José Morgadanes Valenzuela, quien fuera nieto de don
Polo Valenzuela, llegó representando a los cacaoteros de Cárdenas;
por Paraíso asistieron los señores Efrén Vázquez Franyutti, Cenobio
Santos Magaña y Carlos Romero Magaña; por Teapa, Trinidad Cano;
Miguel Suárez por Tacotalpa y por Chiapas Adán R. Jiménez y el
coronel César Rojas, entre otros.
Acompañó a Santamaría en esa reunión el senador Antonio
Taracena Alpuín, personaje que siempre estuvo muy comprometido
en el asunto cacaotero y que fue un valioso gestor de los productores
tabasqueños y de Chiapas en la Ciudad de México para buscar
soluciones a sus problemas. En esa reunión de trabajo Santamaría y
Taracena plantearon que con la nueva organización se evitaría que el
productor cayera en manos de coyotes quienes compraban el cacao a
$1.50 el kilogramo y lo vendían a $3.50. Que la “Distribuidora de Cacao”
5
RN, 13 de febrero de 1948.
Elías Balcázar Antonio 313

que usufructuaba un tal Roberto López, al parecer prestanombre de


funcionarios del Banco de Comercio Exterior, desaparecería a partir
del 31 de octubre de ese mismo año y que ya no seguiría ganando
los millones de pesos a costa del productor. Hasta febrero de 1948
quedó legalmente constituida esa Unión con un capital inicial de
250 mil pesos. Al hacer sus primeras operaciones ese organismo, en
Villahermosa se estaba comprando el cacao a $3.10 con tendencia a la
baja; con datos precisos sobre el precio vigente en la Ciudad de México,
la Unión empezó a anticipar $3.35 por kilogramo. Por supuesto que
esto no fue nada del agrado de los intermediarios pero luego se vieron
obligados a igualar sus precios con el anticipo mencionado. A fines de
octubre de 1948 el precio de cacao Ceilán era de $3.70 y el del criollo
era de $4.00.6 El Senador Antonio Taracena declaraba a un periódico
local el 3 de diciembre de 1948 que desde que se había rescatado el
cacao del control del Banco de Comercio Exterior, los beneficios de
los cosecheros habían ascendido a quince millones de pesos. Que bajo
el control de ese banco los productores se veían obligados a vender a
$3.20 el kilo de cacao y que con el mercado libre y la presencia de la
Unión se estaba vendiendo a $5.60.
A fines de ese año la fiebre aftosa quedaba ya bajo control, se
abría la frontera de los Estados Unidos al ganado mexicano. El ganado
tabasqueño y de Chiapas que había sido acordonado y puesto en
cuarentena no sufrió ningún daño; esto permitió a estas dos entidades
del sureste convertirse en una gran reserva para el mercado nacional,
sobre todo del sur de Veracruz y de la Ciudad de México como ya
hemos apuntado y como veremos luego con más amplitud. Terminada
la fiebre aftosa y abierta la frontera, las ventas del ganado de Tabasco
y de Chiapas gozaron un gran ascenso. Ese mismo día, jueves 11 de
noviembre, que se daba la buena noticia de la apertura comercial para
los ganaderos y para Tabasco, a las 12:45 horas moría en la Ciudad
de México don Francisco Trujillo Gurría quien fuera gobernador
tabasqueño.7

6
RN, 19 de agosto de 1947 y 4 de octubre de 1948. Santamaría, Francisco J. Segundo Informe de
Gobierno, 1948.
7
RN, 11 y 12 de noviembre y 4 de diciembre de 1948.
314 Tabasco a dos tiempos

El año de 1949 fue el de la gran sequía. Como en cuarenta años


no se daba una sequía igual, según el decir de los viejos.8 De acuerdo
al Periódico Oficial, el año de 1907 se dio una sequía de magnitud tal,
que los perros con rabia se multiplicaron por todo el Estado. En aquel
año, el gobierno de Abraham Bandala y los de los municipios pusieron
especial cuidado para proteger a la gente. Con la sequía de 1949 los
ríos se secaron igual que algunas lagunetas. Y decir eso para Tabasco
pareciera una exageración. Manuel Antonio Romero Zurita nos dice en
un editorial del jueves 2 de junio de 1949 que el ranchero podía cruzar
a caballo o en jeep esos ríos sedientos y secos. Nos dice que vio en un
rancho en Paraíso a dos hombres que sacaban agua de dos pozos para
dar de beber al ganado. Comentaba que un hermano de él dedicado
a la ganadería, “el Tío Carlos”, le decía que si los pozos se secaban
el ganado de seguro moriría. Alguien sugirió que se usara el agua
de los ríos para dar de beber al ganado. Don Mario Brown Peralta le
respondió que tal medida resultaría aún más perjudicial para el tráfico
fluvial pues los ríos, “los caminos que andan”, estaban desecándose.
Por la tremenda sequía más del 50 % de la producción cacaotera
se perdió. La producción de copra no salió nada librada. En la región
del Usumacinta las siembras de maíz se perdieron por completo y este
grano alcanzó precios exorbitantes de 60 a 70 centavos el kilogramo. Al
ramo del plátano, como ya vimos, le llovía por todos los frentes. A la
intensa sequía y el calor infernal que quemaba las plantaciones se sumó
el desplome del precio del racimo en el mercado americano, como
resultado de la huelga de ferrocarrileros que se dio en esos días en los
Estados Unidos. Esa huelga paralizó también el comercio en ese país,
al igual que la sequía de los ríos en Tabasco entorpeció el transporte
fluvial y el movimiento comercial. Funcionarios del Departamento
Agrario declaraban que esa gran sequía se debía a la tala inmoderada
que sufrían los bosques año con año, a la falta de reforestación y a que
era muy difícil controlar ese intenso daño que personas inconcientes
hacían a la naturaleza y al medio ambiente.9
En julio de ese año surgió una plaga cuya propagación empezó
a dañar las mazorcas. Según declaraciones de don Otto Wolter, se
trataba de una mariposa o papalota de color café que en los últimos días
de agosto depositaba una larva que al volverse gusano se alimentaba
de las mazorcas tiernas o “chilillos”. Don Otto combatía esa plaga

8
RN, 26 de mayo de 1949.
9
RN, 27 y 28 de mayo; 1 de julio de 1949.
Elías Balcázar Antonio 315

bañando la planta con caldo bordolés al uno y medio por ciento. Decía
que los baños debían darse a las plantas que tuvieran diez años de vida
en adelante. Y se debían dar dos baños en septiembre, uno en octubre,
otro en noviembre y finalmente uno en diciembre. Si el mes de enero
era lluvioso se recomendaba dar un último baño. También comentaba
que los estragos que provocaba el gusano “barrenador” y que existía
en todas las plantas no se notaban sino en árboles de 15 años de edad
en adelante. Por ello el ciclo de vida de la planta y que debía ser de
50 años se reducía a veinticinco. Sugería don Otto que antes de que
la planta llegara a los veinticinco años de edad, el agricultor debería
sembrar nuevos árboles que sustituyeran a los destruidos por el
“barrenador”, para prever la reposición de esos árboles y evitar así la
escasez de las cosechas. Decía que el barrenador no era tan perjudicial
como el otro gusano que durante el tiempo que era crisálida destruía
de 15 a 16 mazorcas por planta.10
Como cada año, en 1949 los industriales del centro del país
seguían importando de Centro y Sudamérica toneladas de cacao y,
sobre todo, de manteca de ese grano. En esos días el kilo de manteca
lo compraban los industriales mexicanos en el extranjero a $7.70. Un
kilogramo de pasta se obtiene de 2.5 kilogramo de cacao en grano.
Por tanto, el kilogramo en grano les salía en $3. Por todo lo anterior,
entonces el precio en el mercado nacional de este grano, vital para los
tabasqueños, continuaba estancado o a la baja. El 29 de mayo de ese año,
el “año de la gran sequía”, el licenciado Carlos A. Madrazo Becerra fue
el enlace que permitió que los señores Joaquín Vera y Julián Murillo,
representante de los cacaoteros de Tabasco, lograran entrevistarse
con el presidente Miguel Alemán en la ciudad de Chihuahua. En esa
entrevista le pidieron al presidente que impidiera la introducción
de manteca al país y que fijara un precio de garantía de cinco pesos
por el kilogramo en grano. También le propusieron la necesidad y
la conveniencia para los productores de cacao de Tabasco y Chiapas
de crear una oficina distribuidora de cacao y reguladora del mercado
cacaotero con el fin de sacudirse a los especuladores e intermediarios:
cáncer que por años venían sufriendo. Esta oficina funcionaría tanto
para el mercado interno como para el mercado exterior. Le comentaron
al presidente que hasta ese día la producción anual de Tabasco
y Chiapas era de 5, 000, 000 de kilos anuales. Para apoyarlos en su
proyecto, Miguel Alemán les concedió un crédito por $2, 000, 000;

10
RN, 2 de julio de 1949. El HG, 2 de septiembre de 1949.
316 Tabasco a dos tiempos

para ello giró instrucciones al secretario de Hacienda, Ramón Beteta,


quien se dirigió al gerente del Banco de Comercio quien, cumpliendo
órdenes, puso a la disposición de estos representantes la cantidad de
$1, 000, 000 que fueron depositados en la sucursal de ese banco en la
ciudad de Villahermosa el 14 de junio de ese año. Ese mismo, día por
cierto, en el panteón general de esta ciudad eran inhumados los restos
mortales del ilustre tabasqueño Gonzalo Martínez de Escobar, ante
una impresionante y multitudinaria muestra de duelo y en medio de
un infernal calor y un suelo sediento y polvoso, propio de la sequía.11
Como comenté en mi libro Tabasco en Sepia, el ingeniero José
Narciso Rovirosa planteaba a principios del siglo XX, que después de
una intensa y prolongada sequía caía sobre Tabasco y toda la región una
terrible y catastrófica inundación que él calificaba de extraordinarias.
Según su “Ley de Periodicidad” de este tipo de inundaciones, éstas
se daban cada diez u once años y tenían efectos más destructores y
devastadores que las inundaciones anuales o inundaciones ordinarias.
El periodo cíclico de esas inundaciones extraordinarias iba acorde con
la periodicidad cíclica de las manchas solares. Y éstas son el resultado
de las explosiones del sol que multiplican su intensidad y magnitud
cada diez u once años también. Siendo el sol una inmensa masa de
gases y energía, decía Rovirosa, éstos logran acumularse durante ese
periodo de años al grado que las explosiones del sol se dan de manera
extraordinaria y alcanzan grandes longitudes hasta “acercarse” al
planeta Tierra. Este “acercamiento” provoca que nuestro planeta se
sobrecaliente, cada diez u once años, al grado tal que en las regiones
de muchos ríos, lagunas y aguas como Tabasco, éste genera una
evaporación extraordinaria también. Esta evaporación extraordinaria
de gran cantidad de agua, muy por encima de los periodos normales,
se deriva y se manifiesta en una prolongada e intensa sequía y, a la
vez, en una acumulación extraordinaria de agua en la atmósfera. Por
ello al enfriarse ésta y al llegar los meses de lluvias, la gran cantidad de
agua acumulada en la atmósfera durante los meses de sequía y gran
calor cae de manera torrencial e intensa, convirtiéndose en diluvio e
inundación de magnitudes catastróficas.
Hecha esta reflexión no nos extrañó, que después de la gran
sequía y al llegar los meses de lluvia de 1949, éstos trajeran a Tabasco
un gran diluvio, destrucción, desolación y más miseria para la región.
A mediados de septiembre de ese año apocalíptico, el río Mezcalapa

11
RN, 30 de mayo y 15 de julio y el HG, 18 de marzo y 22 de abril de 1949.
Elías Balcázar Antonio 317

se desbordó y derramó su torrencial y embravecido afluente de agua


por los amplios campos de Cunduacán, Jalpa y Nacajuca. Adolfo
Pulido, corresponsal de Rumbo Nuevo en ese municipio, nos dice que
debido al tapón que habían construido los productores de plátano en
el punto conocido como “El Veladero”, el Mezcalapa buscó nuevos
cauces pasando a perjudicar pueblos como Yoloxóchil, Huacapa,
Ceiba, Huapacal, Gregorio Méndez, Rancho Nuevo y Dos Ceibas. Nos
dice Pulido que “La sequía que se dejó sentir anteriormente, arruinó
los maizales y pastizales y ahora la creciente remató con lo muy poco
que quedaba. A esta fecha las aguas continúan subiendo de nivel. La
agricultura y la ganadería están resintiendo grandes pérdidas y eso
que la creciente empieza, faltan las grandes avenidas de octubre”,
concluye. Y efectivamente la creciente continuó su marcha de manera
acelerada en los días siguientes, a tal grado, que el Mezcalapa amenazó
con desbordarse por su antiguo cauce, ahora río Seco. Esta situación
generó alarma entre la población de Comalcalco pues los grandes
desbordes amenazaban con llevarse de paso a la floreciente “Perla de
la Chontalpa”. Y es que los primeros habitantes y que formaron esta
ciudad se asentaron en los viejos playones que fueron quedando del
viejo afluente del río Mezcalapa conforme éste se fue secando y dio
paso a la formación del desaparecido río Seco.12
En junio de ese infausto año y después de haber logrado para
los cacaoteros una entrevista con el presidente Alemán, el licenciado
Carlos Madrazo declaraba al periódico local, El Hijo del Garabato, lo
siguiente: “Durante años los grandes industriales han explotado
despiadadamente a los productores, sometiéndolos a un régimen de
esclavitud económica que los mantiene en una condición miserable.
Muchos de ellos han tenido que buscar alivio en otras actividades,
teniendo sus pequeños plantíos como un renglón secundario en su
economía personal. Esto hace que en un momento dado, obligados por
la miseria, cedan ante la presión industrial entregando su producto
a bajo precio, a veces a menos del costo real. En las diferentes juntas
sostenidas con los representantes de los industriales demostramos
a éstos y a la Secretaría de Agricultura que, por cada kilo de cacao
elaborado, la industria gana $10 libres, mientras que el agricultor no
obtiene ni $0.50 de ganancia”. Don Carlos señaló que el préstamo
que recientemente les había otorgado el presidente de la República
no resolvía a fondo el problema. Que eso era sólo un apoyo para

12
RN, 11 de septiembre y 7 de octubre de 1949.
318 Tabasco a dos tiempos

que los cacaoteros pudieran enfrentar la aguda crisis por la que


atravesaban. Proponía una mayor cohesión y mejor organización
entre los productores, en solidaridad con los de Chiapas, para evitar
“… muchas grietas por donde se introducen los tentáculos de los
explotadores”. Proponía, por último, medidas de largo plazo pero que
debían implementarse ya, como era modernizar los cultivos, utilizar
nuevas semillas que dieran mayores rendimientos por árbol, aplicar
técnicas agrícolas, fumigación y fertilizantes, buscar una base sólida de
financiamiento y ampliar los circuitos de comercialización.13
Esa mejor organización y solidaridad que proponía el licenciado
Madrazo chocaba con un enorme inconveniente. Algunos dirigentes
además de serlo, eran fuertes productores, dueños del dinero y de
las influencias. Varios de ellos, como intermediarios, desde años
atrás venían comerciando con la necesidad de los productores y, por
ello, eran más aliados de los industriales que de sus coasociados. De
ahí la tenebrosa y oscura actitud de algunos dirigentes de eludir su
obligación de ayudar y orientar a sus socios. La mentira les era más
rentable. Algunos productores de Río Seco, Cunduacán, decían con
ironía o resignación que ahí sus directivos les pagaban el kilo de cacao
de la siguiente manera: un peso en efectivo y otro peso en mercancías.
Como en las tiendas de raya.14
1950 fue igual que el anterior: crítico y desalentador. La
sequía esta vez se ensañó más con la Región de los Ríos. Amenazó
verdaderamente con destruir por completo la economía de esa
región. La miseria, la escasez y la hambruna hincaron sus fauces en
toda esa región del Usumacinta. La sequía destruyó 14, 000 hectáreas
de siembras de frijol y maíz. En esa zona, maderera y chiclera por
excelencia, la inmoderada tala de los bosques ya había transformado
peligrosamente el clima y el medio ambiente. Esa zona de donde, en
otras épocas, se sacaban al año miles de toneladas de trozas de caoba y
cedro, sufría en esos años los efectos de aquella intensa deforestación.
La desaforada e irracional rapiña y el saqueo desmedido que capitales
extranjeros hicieron en esa zona desde mediados del siglo XIX hasta
principios del siglo XX en nada beneficiaron al tabasqueño. Sólo daño,
pobreza y ruina. Esos capitales se fueron con las bolsas llenas y jamás
se acordaron del Sureste. Igual sucedió con los capitales que explotaron
lo que fuera rica fauna en otros tiempos. Masacraron cocodrilos y

13
El HG, 24 de junio de 1949.
14
La VT, 24 de mayo de 1950.
Elías Balcázar Antonio 319

venados, por toneladas exportaron la piel y el cuero de estos animales,


sin ningún beneficio para Tabasco y el sureste. Sólo les daré un dato,
en el semestre del 16 de septiembre de 1909 al 15 de marzo de 1910 se
sacaron de Tabasco 268 toneladas de piel de venado, 132 toneladas de
cuero de cocodrilo y 1, 765 kilogramos de piel de manatí. Esos datos
se informaban cada semestre por el Periódico Oficial, así como en los
informes de gobierno de los gobernadores.
Y ya que tocamos este punto, haremos un breve paréntesis
en nuestro tema del cacao para comentarles que todavía a mediados
del siglo XX se insistía en seguir explotando el cocodrilo en Tabasco,
o los pocos saurios que habían dejado los depredadores anteriores.
En noviembre de 1948 Andrés F. Melo y José F. López abrieron una
tenería, que estuvo ubicada en la calle Simón Sarlat en la ciudad de
Villahermosa, frente al callejón de Puerto Escondido. En ese callejón se
encuentra hoy la famosa cervecería de Marco “El Pinto”. En esa tenería
se curtían las pieles de cocodrilo (lagarto le decimos en Tabasco) y
se fabricaban diversos objetos con esas pieles. En febrero de 1952 la
Secretaría de Marina recibió una solicitud de concesión para cazar y
explotar el cocodrilo de la vasta zona de los ríos Grijalva y Usumacinta
en el municipio de Centla, del estado de Tabasco. Esa solicitud la hizo
la empresa Cocodrilos de México, S.A. y su propietario era Luís Vargas
Serrano, un rico hombre de negocios de la Ciudad de México. Se otorgó
la concesión ese mismo año, en ella se comprometía Vargas a poner
un criadero de cocodrilos. Al año siguiente Vargas Serrano presentó
una demanda contra la Secretaría de Marina debido a que ésta había
otorgado a otra persona un permiso para explotar el cocodrilo en esa
zona. El permiso, motivo de la querella y la demanda, se le otorgó a
Delfino Juárez Rueda, permiso que se publicó en el Diario Oficial del 13
de junio de 1952. Según la concesión publicada en ese Diario, Delfino
Juárez se obligaba a poner también un criadero de este saurio en el
municipio de Centla. En julio de 1953, el demandante Luís Vargas
Serrano, quien hizo un viaje a Tabasco con motivo de ese negocio,
aceptó que su empresa no tenía la exclusividad de explotar el cocodrilo
en esa ni en ninguna otra zona de Tabasco. Reconoció también los otros
permisos que la Secretaría de Marina había concedido a un regular
número de empresas.15
A pesar de que ya en esos días el cocodrilo escaseaba en
Tabasco debido a la sobreexplotación desmedida e irracional de que

15
El HG, 26 de noviembre de 1948. RN, 26 y 27 de febrero de 1952; 4 y 23 de julio de 1953.
320 Tabasco a dos tiempos

había sido objeto en décadas anteriores, los permisos seguían dándose.


Lo poco que quedaba de este saurio se extinguió por fin en 1957. El
cocodrilo había quedado como objeto de zoológico y para el turismo.
En marzo de ese año leemos una nota que nos dice que todavía en
años recientes “…Tabasco exportaba unas 300 pieles en el año cuando
hace todavía una década había para llenar, anualmente, un furgón de
ferrocarril o sean 62 toneladas aproximadamente”, concluye la nota.
La caza y el tráfico clandestino fue el tiro de gracia del cocodrilo.
Barcos extranjeros, gringos sobre todo, no sólo hicieron su agosto con
el robo del camarón de las costas de Campeche y Tabasco en el golfo de
México, aprovechaban también el viaje para comprar y contrabandear
la piel de cocodrilo por las costas de Paraíso, Centla y el municipio de
Cárdenas. Por supuesto que el fisco nunca vio ni un solo centavo por
ese movimiento.16
Pero en fin, sigamos con nuestra historia. Si 1949 inició con
una intensa y prolongada sequía y concluyó con una inundación de
grandes magnitudes, 1950 no fue la excepción. Cómo dijimos, este
año la sequía se ensañó, sobre todo, en la Región de los Ríos. Catorce
mil hectáreas de cultivos de frijol y de maíz fueron devastadas
prácticamente. Ese difícil año concluyó también con una inundación
con mayor fuerza destructora que la anterior. Como siempre el río
Grijalva se desbordó y afectó a sus eternas víctimas de la Chontalpa:
Cunduacán, Jalpa y Nacajuca. En estos municipios las cosechas y los
cultivos se perdieron y muchas familias abandonaron sus hogares. El
desbordamiento del Grijalva ese año fue de tal magnitud y fuerza que
afectó a todo el municipio de Centro. De diversas partes del estado se
tuvo que movilizar el ganado bovino hacia zonas menos inundables.
El Usumacinta también se desbordó y sus efectos destructores fueron
de dolorosas consecuencias. El Ferrocarril del Sureste, que funcionaba
por tramos, se vio obligado a suspender sus servicios entre Teapa y
Tenosique, debido a los frecuentes y peligrosos deslaves sobre la vía
provocados por la lluvia y los torrentes de agua.17
El año siguiente, 1951, parecía pintar mejor para los cacaoteros
de Tabasco y Chiapas. Las plantaciones de Costa de Oro en África
enfrentaban una enfermedad llamada “Swollen Short” y las de
Sudamérica enfrentaban la llamada “Escoba de Bruja”. A mediados
de agosto de ese año, 1951, los cacaoteros tabasqueños habían
introducido a la ciudad de México más de 700 toneladas de cacao y

16
El Momento, 8 de julio de 1956 y 19 de marzo d 1957.
17
RN, 10, 13 y 17 de octubre de 1950.
Elías Balcázar Antonio 321
Tabasco a Dos Tiempos

efectos
cias. El
mos, se
Teapa y
eslaves
ntes de

las exportaciones nacionales crecieron sustancialmente, como veremos


or para losmás cacaoteros deComo
adelante en una tabla. Tabasco y delChiapas.
el Ferrocarril Sureste todavíaLas
no
operaba en toda su línea, esos cargamentos se sacaron de Tabasco por
ban una enfermedad llamada
la vía aérea hasta el puerto “Swollen
de Veracruz. Desde este Short” y las
puerto se introdujo
esa carga a la Ciudad de México por medio del ferrocarril. Pero el
e Bruja”. Aoptimismo
mediados de agosto de ese año, 1951, los
no podía durar mucho. En ese mismo mes se detectó un
hongo en las plantaciones de cacao de Teapa, el segundo productor

ciudad dedespués
México
Sierra,
de Comalcalco. El presidente municipal de la Sultana de la
másMéndez
Maximiliano de 700 toneladas
envió un de cacao
oficio al gobernador Francisco yJ.
Santamaría donde le informaba sobre la presencia de una enfermedad
mente, como veremos
que afectaba más
a los plantíos adelante
de cacao en unasemejante
de ese municipio, tabla.a
la enfermedad conocida con el nombre de “Escoba de Bruja”. En
ba en todaese su línea,don
documento esos cargamentos
Maximiliano pedía el apoyo sedesacaron de
un experto para
investigar esa enfermedad y determinar su solución. De manera
inmediata Santamaría informó a la Agencia Federal de Agricultura y
cruz. Desde esteenpuerto
Ganadería, Villahermosa,sey envió
introdujo
un telegramaesa carga
urgente a la
al Secretario
de Agricultura, Nazario Ortiz Garza, en los siguientes términos: “De
el optimismo
manera no podía [sic]
alarmantísima durar mucho.
plantaciones EnTeapa
de cacao ese enferman
mismoy
mueren a causa plaga o enfermedad opínase fungosa pero que reclama
cacao de Teapa, el segundo productor después de
atención urgentísima, la cual en nombre cacaoteros angustiosamente
pido a usted por parte de esa Secretaría en forma efectiva y rápida”.
a de la Sierra, Maximiliano Méndez envió un oficio
informaba sobre la presencia de una enfermedad
322 Tabasco a dos tiempos

La Agencia envió a Teapa a uno de sus oficiales sanitarios, el


profesor José Jesús Vidal Jasso, quien realizó una inspección en los
cacaotales de ese municipio. En su informe detallado explicó que
había encontrado dos posibles causas o flagelos de ese mal: un hongo
y una especie de barrenador que estaban destruyendo los plantíos de
manera alarmante. Sin duda, nos dice, las causas determinantes de
la enfermedad, se debían a defectos en el cultivo; éstos propiciaban
una excesiva humedad que al almacenarse creaba un ambiente
favorable para la proliferación del hongo. Vidal Jasso, informó que
esos defectos de cultivos eran: “desyerbes inadecuados en los que
queda mucha vegetación muerta que se pudre alrededor del pie de
los árboles, evitando la creación tan necesaria para el sistema de raíces
y favoreciendo la propagación de muchas enfermedades fungosas
inclusive la que afecta a los frutos en las épocas de lluvia; drenaje unas
veces escasos, otras veces excesivos o falta total de éste en algunos casos;
poda muy defectuosa dejando en todos los casos tocones o muñones de
la rama podada que al pudrirse proporciona abrigo a muchos insectos;
sombra muy irregular; árboles de sombra muy inadecuados que deben
cambiarse por otra variedad.”18
Movidos por la alarma, la empresa Distribuidores Generales
Dr. José Polack, S. A. envió a Tabasco al ingeniero agrónomo
Fernando Castillo a petición de la firma Evolucionadora Mecánica
de la Agricultura, S. de R. L. Ésta era concesionaria en Tabasco de los
productos químicos de la primera. El ingeniero era director agrónomo
de José Polack, S. A. quien de inmediato realizó una investigación
también en los cacaotales de Teapa. Los resultados de sus estudios
coincidieron con las conclusiones a las que había llegado José Jesús
Vidal Jasso. Para combatir el hongo ese ingeniero proponía los
fungicidas “Azufre Mike”, “Bordow” y “Ferradow”, entre otros. Para
combatir las hormigas sugería los productos químicos “DN- 111”,
“Dowklor” al 5 % y “Dowklor” al 40 %, así como “Dowspray” para la
araña roja.
Por su parte el ingeniero agrónomo Antonio Medina declaró
que él venía trabajando desde el año anterior en un campo experimental
establecido ese mismo año en Pichucalco, Chiapas. Sus estudios y
experimentos sobre enfermedades del cacao también coincidían con la
presencia de un hongo, que se desarrollaba en la época más lluviosa del
año y era el que producía la pudrición del chilillo y de la mazorca. Para

18
RN, 30 de julio, 1, 3 y 5 de agosto y 19 de septiembre de 1951; La VT, 18 de julio de 1951.
Elías Balcázar Antonio 323

esos experimentos se escogió una de las plantaciones más perjudicadas


y que tenía una edad de 8 a 9 años. Esta finca llamada “El Arca”, en
Pichucalco, era propiedad del señor José Ramos. Con intervalos de dos,
tres, cuatro y seis semanas, allí se aplicaron con éxito los fungicidas
Parzate, Zerlate, Fermate y el caldo bordolés. El ingeniero Medina
afirmaba que la fórmula con la que ellos obtuvieron muy buenos
resultados en la finca “El Arca” de Pichucalco, Chiapas fue con 200
gramos del fungicida Zerlate en 30 centímetros cúbicos de Spreader
Sticker por 100 litros de agua. Este producto químico era un adherente
que actuaba como fijante en las superficies bañadas. Señalaba que se
gastaba cerca de un litro y medio de esa solución por árbol de cacao
Ceilán. Esto significaba 3 gramos de Zerlate más 0.45 centímetros de
fijante por la aspersión de cada árbol. Seis aspersiones al año por cada
árbol, concluye el ingeniero Medina arrojaban un gasto de 18 gramos
de Zerlate y 2.7 centímetros cúbicos de Spreader Sticker. En dinero esto
significaba cuatro centavos por árbol al año. Los trabajos de fumigación
ese año fueron intensos. Se logró controlar así ese hongo.
Aunque cuando las cosas no salen bien, ni con la ayuda del
“Señor Presidente”…; en 1952 Miguel Alemán dio instrucciones a su
secretario de Economía para que prohibiera la importación de cacao
a México. Esta noticia halagadora para los cacaoteros fue recibida
con júbilo en Tabasco y Chiapas. Poco duró el gusto y el optimismo.
A los pocos días de esa noticia se supo que otra terrible plaga, esta
vez de insectos, habían invadido a la mayor parte de las haciendas
cacaoteras en la entidad, plaga que amenazaba con acabar con ese
cultivo en Tabasco. A principios de ese año el doctor Otto Wolter
invitó al entomólogo suizo Otto Hetch a realizar investigaciones en las
plantaciones de cacao de la Chontalpa, principalmente de Comalcalco.
Ya en esos días estos dos estudiosos habían detectado la presencia
peligrosa del insecto “Trips”. Este insecto causa la muerte del “chilillo”
y al atacar la mazorca ésta empieza a presentar un aspecto de suciedad
y cuando es afectada por completo da la impresión de estar cubierta
por herrumbre. Los dos Otto afirmaban que cuando ese insecto atacaba
las hojas, ramas y mazorcas éstas se iban secando, aspecto por el que
muchos agricultores, debido a su ignorancia, durante años pensaron
que se trataba de los efectos provocados por los calientes y bochornosos
vientos del sur. Pensaban que estos vientos quemaban las plantaciones
y no le daban mayor importancia. Wolter y Hetch afirmaban también
que ese insecto afectaba principalmente a plantaciones con poca
sombra y que los daños causados son veinte veces mayor en plantíos
324 Tabasco a dos tiempos

con mala sombra que en aquellos con un buen “madriao” o con una
adecuada sombra que le da el árbol de Moté.19
De todas estas investigaciones y pruebas destacan las realizadas
por don Carlos Echeverría Valenzuela en su finca “El Carmelo”,
ubicada en Cunduacán. En aquellos años esta finca era famosa y
calificada por muchos cómo “la mejor finca cacaotera del mundo”.
Don Carlos hizo de su hacienda “El Carmelo” una finca experimental.
Lo mismo hizo don Salvador Moscoso Díaz con su finca “La Flor”,
situada en Comalcalco. “Cacaoteros de raza como don Carlos
Echeverría introdujeron la técnica en sus cultivos desde un principio”,
nos dice un artículo editorial de 1954. Sólo así pudieron competir
con los productores de otros países. En esos días muchos cacaoteros
venían tumbando sus árboles de cacao criollo, cacao que le diera
fama a Tabasco por su aroma y su sabor. Este exquisito grano estaba
siendo sustituido por el Ceilán y luego por el Guayaquil, debido a que
éstos daban más rendimientos por mata. Don Carlos Echeverría no
derrumbó todos sus plantíos del criollo, conservó la mayor parte. Pero
entre sus técnicas, métodos y sistemas de cultivo que le permitieron
incrementar el rendimiento por árbol de cacao criollo, …el más notable
ha sido el de la aspersión mensual que durante dos años consecutivos
ha hecho a sus plantaciones con sustancia argentina llamada “tribásico
de cobre”, nos dice el profesor de Cunduacán, Adolfo Pulido Pulido. Y
añade el profesor Pulido, don Carlos no sólo ha logrado “…mejorar sus
plantas en forma marcadísima sino, inclusive, aumentar la producción
en dos kilos por mata (de cacao criollo) desde que está aplicando esta
aspersión y además ha mejorado el tamaño de la mazorca y el grano
de cacao, rindiendo por término medio 40, 000 mazorcas”. Durante
los primeros meses de 1953 don Carlos Echeverría invitó a numerosos
cacaoteros a su finca “El Carmelo” donde les hizo demostraciones para
combatir la enfermedad llamada “Trips”, derivada precisamente de
ese insecto que ya comentamos. Estas demostraciones, entre otras,
eran unas de tantos esfuerzos que hacía don Carlos para impulsar y
fortalecer la riqueza cacaotera del estado.20
A los hongos, los insectos y demás plagas de ese año, se sumaba,
como siempre, la grilla por la dirigencia de las cooperativas y demás
organizaciones cacaoteras. Más que ninguna otra plaga, lo que más
daño le hizo a la actividad cacaotera fue la pugna por la dirigencia de las

19
RN, 25 de marzo y 27 de noviembre de 1952. “Madriao” (árboles madre) se le llama en Tabasco
a toda la arboleda que le da la sombra necesaria a las plantaciones de cacao.
20
RN, 24 de marzo de 1953, 25 de agosto de 1954; 8 de febrero, 15 de abril y 3 de junio de 1955.
Elías Balcázar Antonio 325

cooperativas. Y éste es un cáncer que corroe, ha lesionado y destruido


a este tipo de organización. Lo mismo pasó con las cooperativas de
copreros, de pescadores y demás. Ya vimos cómo mató ese cáncer,
alimentado por la ambición humana, a la otrora boyante actividad
platanera. De lo que fuera el “oro verde”, sólo quedaron esqueletos
de chalanes y remolcadores a orillas del Grijalva que la salinidad y el
tiempo fueron descarnando hasta no dejar nada.
En torno al conflicto de los cacaoteros en esos días, se pidió el
apoyo de la Secretaría de Economía para que interviniera y pusiera
fin a las diferencias que desde hacía tiempo venía minando la unidad
de las diversas cooperativas, principalmente las de Comalcalco, Río
Seco y Paraíso. Por toda esa politiquería, traducida en anarquía entre
los productores, muchos cacaoteros desatendían sus plantíos; esto se
reflejaba en cultivos deficientes, falta de control de las plagas y, por
ende, bajas cosechas. Así lo planteaba el gobernador Manuel Bartlett
en una reunión de trabajo en Palacio de Gobierno. Esta reunión se
hizo con el fin de reorganizar a los productores de cacao y superar
la anarquía y los divisionismos en que éstos se debatían desde hacía
tiempo.21 Aunque el negocio cacaotero no alcanzó nunca la importancia
y la magnitud económica que tuvo el negocio platanero en sus mejores
tiempos, también en el cacao se bailaron la danza de los millones. Y
a bailar esa danza aspiraban quienes peleaban la dirigencia de sus
cooperativas y demás organizaciones.
EL 23 de agosto de ese año se llevó a cabo la asamblea dónde
se constituyó la “Federación Regional de Sociedades Cooperativas
de Venta en Común, Cacaoteros de Tabasco, F. C. L.” La integraron
Cacaoteros de Teapa, S.C.L., Cacaoteros de Cárdenas, S.C.L., Cacaoteros
de la Ranchería Plátano y Cacao, S.C.L., Cacaoteros de Cunduacán,
S.C.L., Productores de Cacao de Huimanguillo, S.C.L. y Cacaoteros
de Aldama, S.C.L. Al final el nuevo organismo cacaotero quedó
constituido como Federación Regional de Sociedades Cooperativas de
Cacaoteros de Tabasco con sede en la ciudad de Villahermosa. Como
resultado de la creación de esta Confederación fue liquidada la Unión
de Crédito Agrícola Cacaotero. Para llevar a cabo esta liquidación el
gobernador Manuel Bartlett nombró como su representante personal
al contador Ramón Neme Castillo y además para que se encargara de
toda la operación técnica y contable.22

21
La VT, 10 de agosto y RN, 22 de julio de 1953.
22
RN, 22 de agosto y 23 de septiembre de 1953.
326 Tabasco a dos tiempos

Como toda actividad primaria como el plátano, la copra, el


café y demás, el negocio cacaotero estaba y está sujeto a variables
económicas exógenas (dirían los académicos que no escriben para
el hombre de la calle). En verdad la producción cacaotera, como las
demás actividades primarias, ha estado sujeta siempre a los vaivenes
del mercado interno y externo. Es más, los cacaoteros han dependido
siempre, sin que muchos de ellos se den cuenta, de los altibajos de la
Bolsa del Cacao de New York. Intermediarios locales, coyotes en el
D. F., especuladores en la bolsa, devaluaciones recurrentes, políticos y
dirigentes corruptos han jugado con los destinos de los cacaoteros. Y
ése ha sido el doloroso destino histórico que han tenido que padecer
los países latinoamericanos y demás países subdesarrollados y pobres
de Asia y África: depender de la producción de una o dos materias
primas, de los vaivenes del mercado mundial y de los chantajes
políticos de los centros del poder mundial, hoy en Washington y en
New York. Actualmente la economía de México depende, en buena
medida, de la producción y exportación de petróleo crudo y de los
altibajos del mercado petrolero en el mundo. De un presupuesto
federal petrolizado, que se discute cada año en el Congreso de la Unión
sobre la base de un precio medio del barril de petróleo, depende, en
grado sumo, la estabilidad macroeconómica del país; de ello dependen
también los presupuestos de las entidades federativas y los programas
sociales y de inversión de los estados.
Para sortear todos esos escollos macroeconómicos y del
mercado, los cacaoteros organizados funcionaron, no pocas veces,
como organización política. En lugar de realizar su papel de agentes
productivos y buscar mejorar sus técnicas de cultivo para ser más
competitivos en el mercado, como lo hacía don Carlos Echeverría, los
cacaoteros, la mayoría, le apostaron a la presión política en torno al
gobernador para que intercediera por ellos ante el “Señor Presidente”
en la busca del precio de garantía o de los préstamos. Un precio de
garantía que durante años no sólo les protegió de los vaivenes del
mercado, sino que cobijó y estimuló la ineficacia, la baja productividad,
la mala calidad e irresponsabilidad de muchos productores. Porque
si alguna virtud tiene la libertad de mercado y la libre competencia
es que exige mejorar la productividad, la eficacia, minimizar costos y
mejorar la calidad. Tenemos que reconocer esta realidad aún quienes
pensamos que también el mercado implica la ley de la selva, es causa
del stress, de las úlceras y, a veces, hasta del suicidio donde el pez
grande se come al chico. Tenemos que aceptar esas virtudes del libre
Elías Balcázar Antonio 327

mercado aún quienes sabemos que éste ha convertido al hombre en


una mercancía, que se compra y se vende, y que la sociedad hoy es una
palestra donde los seres humanos se levantan cada mañana a joderse
unos a otros, obsesionados por obtener, al final de la brega, el trofeo que
signifique “quien es el más chingón”; donde la enfermedad de tener
más para “ser más” es ley divina que rige hoy a millones de hombres
enfermos. Enfermos de obsesión y de egoísmo por obtener una silla
o un ladrillo para encaramarse en ellos y poder ver a los demás por
encima del hombro. La única democracia y sociedad igualitaria que
existe está en los panteones, donde no existen las diferencias de clases
sociales, ni el tiempo. Veamos la siguiente tabla de exportaciones:

Exportación nacional de cacao (1948-1952)


Año. Toneladas. Precio (pesos). Ingresos (pesos).
1948 239.3 2 478, 600
1949 105.7 3 317, 100
1950 3 432.4 2.25 7, 722 ,900
1951 1 555.0 5.34 8, 303, 700
1952 1 866.2 5.77 10, 767, 974
Fuente: Dirección General de Estadística, 1953.

Como ya explicamos, 1949 fue el año de la gran sequía; la producción


y las ventas se desplomaron. Los tres años siguientes fueron de
bonanza, por alza en las cantidades exportadas o por el gran ascenso
en los precios internacionales. Repetimos, las plantaciones de cacao
de África y de Sudamérica sorteaban terribles plagas y sufrían el
descenso en sus cosechas. Esta coyuntura en el mercado internacional
fue un refresco para los productores nacionales. Las exportaciones
de esos años y que en el cuadro se mencionan tuvieron como destino
el mercado de los Estados Unidos, Francia, Italia, Checoslovaquia y
España.23 Debido al incremento de los ingresos derivado del aumento
en las exportaciones y a la prohibición de importaciones de cacao por
instrucciones del presidente Alemán, los productores pudieron superar
o cuando menos olvidar, aunque por breve tiempo, sus problemas
de plagas, de políticos corruptos y de intermediarios. Esos “días del
remanente” se convertían en verdaderos “hervideros de gente” en Río
Seco, Cunduacán, en Comalcalco, en Teapa y demás. Los productores

23
RN, 20 de octubre de 1953.
328 Tabasco a dos tiempos

llegaban “a la cooperativa” a cobrar el remanente o el ingreso derivado


de la venta de sus cosechas. El día de “ir al pueblo” era esperado con
ilusión desde días antes por gente que vivía en el rancho. Las tiendas
se abarrotaban, no digamos las cervecerías y cantinas. Los burdeles no
se daban abasto. Corría el dinero, eran días de bonanza y de fiesta. No
faltó, a veces, un muertito. Pero eso era parte del festejo. De esa alegría
que da el dinero. Esos días de fiesta, de algarabía y jolgorio se vivieron
también en Puerto Ceiba. Puerto interior, convertido en romería, donde
por fuerza salía parte de esa riqueza agrícola de la Chontalpa.
Sin duda que para esos años la declinación de la actividad
platanera coincidía con el ascenso en la actividad cacaotera. Ya en
la quinta década el cacao llegó a ser más importante que lo que en
otros años fuera el “oro verde” para Tabasco. Debido a ello la mayor
actividad comercial y económica se cargó hacia la región de la
Chontalpa y Puerto Ceiba. Las zonas plataneras en el andar de la vega
del río Mezcalapa, del Grijalva y el Carrizal vieron declinar la actividad
fluvial y comercial. En la misma ciudad de Villahermosa, ciudad
capital, se resintió esa recesión, la vida comercial, marítima y fluvial en
esa zona había venido a menos. En 1947 la producción tabasqueña de
cacao fue de 1, 790 toneladas; ascendió a 5, 000 toneladas en 1951 para
luego descender a 4, 000 en 1952. En 1956 la producción cacaotera tuvo
un crecimiento acelerado, alcanzó la cantidad sin precedentes de 7, 130
toneladas. Cifra que se mantuvo, con un ligero ascenso, durante 1957 y
1958, 7 200 y 7 230 toneladas respectivamente. Esto convirtió al cacao
en el eje medular de la economía tabasqueña.
Como lo señalé en mi libro Tabasco en Sepia, durante los años
del auge bananero, años del dominio garridista, los viejos cacaoteros y
los dueños de cañaverales derrumbaron sus plantaciones para sembrar
plátano. De 8 554 hectáreas que ocupaban los plantíos de cacao en 1925,
esta superficie disminuyó a 5, 181 hectáreas en 1934; igual sucedió con
las plantaciones de caña: de 1, 847 hectáreas que los cañeros tenían
sembradas en 1930, la redujeron a 1, 131 hectáreas para abrirle espacios
también al cultivo del plátano. Luego, con el desplome platanero, de
1938 a 1940, los agricultores regresaron a la siembra del cacao. De los
males, el menor. A pesar de ello, la producción de cacao en 1940 apenas
alcanzó a cubrir el 37 % de la demanda nacional; el 63 % restante se tenía
que importar. En contraste, en 1958 había sembradas 25, 000 hectáreas
de este grano en la entidad con una producción de 7, 230 toneladas
como lo señalé arriba. Estas 25, 000 hectáreas se convertirían en 38, 000
Elías Balcázar Antonio 329

durante el sexenio de don Carlos Madrazo para una producción de


18,000 toneladas como apuntaremos luego.24
A pesar de los avances, era Tabasco en esos años una entidad
cuya economía y sociedad dependían de manera sustancial de sus
actividades primarias, agrícolas y ganaderas. De 546, 342 habitantes
que tenía la entidad en 1963; el 22 % vivía en las “ciudades” y villas;
78% era población rural. La actividad petrolera no ejercía el impacto
que generó después. De los ingresos que el Gobierno del Estado obtenía
por concepto de impuestos, el 59 % tenía su origen en la agricultura.
(Las participaciones federales alcanzaban apenas un 21 %). Y por ese
rubro el cacao llegó a ser la principal fuente de ingresos del Gobierno
estatal. En 1954 este grano generó a las arcas del gobierno de Tabasco
la suma de $767, 454; el plátano sólo $328 , 000 y el ganado bovino, 196
mil. En 1957 la producción cacaotera generó un poco más de $4, 000,
000 al erario público estatal; la copra ocupó el segundo lugar como
fuente de esos ingresos con $1, 432, 000; el plátano, el “oro verde” de
otros tiempos, en plena decadencia en 1957, sólo aportó $1, 063, 000.
No debemos omitir que el plátano, por ser producto de exportación,
además de estar sujeto a impuestos locales, del estado y el municipio,
también estaba obligado a pagar impuestos al Gobierno federal. En
1949 Santamaría en su tercer informe de gobierno señalaba que la
producción de cacao ocupaba el lugar de honor como fuente de
ingresos y del presupuesto de gobierno. Informaba que el “plátano
Tabasco” ocupaba el segundo lugar y expresaba sus esperanzas de que
en un futuro próximo la actividad platanera fuera de nuevo el renglón
de mayor importancia de la economía de la entidad. Cosa que nunca
llegó.25
Aún con todo y su lugar de honor, el cacao no dejó de enfrentar
los escollos aquí mencionados, ni tampoco dejó de sufrir los altibajos
del mercado interno y externo. A mediados de 1955 el mercado de los
Estados Unidos estaba casi saturado y, por razones obvias, el precio
del grano fue a la baja. En agosto de ese año había en New York 19
629 sacos de cacao de Tabasco a la espera de ser vendido. Daniel
Gamas presidente del Consejo de Administración de la Federación de
Cacaoteros de Tabasco informaba que había una fuerte cantidad de
cacao no vendida en New York. Y que esto se debía a que el agente

24
Informes de Gobierno de 1947 a 1958.
25
Ibídem.
330 Tabasco a dos tiempos

de ventas no había querido vender, en la espera de un mejor precio.


Apuntaba que si vendía en ese momento sí habría utilidades pero no
de la magnitud que ellos esperaban. Se preveía un pronto repunte
en el precio del cacao. En marzo del año anterior la Asociación de
Fabricantes de Cacao y Chocolate de Estados Unidos lanzó un alerta
a los productores de cacao. Les advertía que muchos industriales del
dulce estaban usando sucedáneos del cacao en ese país. Sugerían la
conveniencia de no subirle el precio a ese grano y ser más prudentes.26
El presidente de la federación de Cacaoteros de Tabasco, Daniel Gamas,
daba a conocer una relación de los jugosos remanentes pagados a los
productores hasta agosto de 1955. Mientras, los 19, 629 sacos de cacao
almacenados en la ciudad de New York esperaban ser vendidos en el
mercado americano. Veamos:

Remanentes pagados a las Cooperativas Adscritas a la Federación


“Cacaoteros de Tabasco”, f. C. L.27
(Agosto de 1955).
Reserva en caso de
Remanentes
Cooperativas pérdidas de ventas Remanentes totales
liquidados
en Nueva York.

Comalcalco $ 426, 219.15 $ 139, 496.47 $ 565, 715.62


Cunduacán $ 259, 572.62 $ 101, 666.02 $ 361, 238.64

Cárdenas $ 104, 603.74 $ 69, 172.11 $ 173, 775.85


Teapa $ 113, 044.27 $ 67, 961.93 $ 181, 006.20
Gregorio Méndez $ 197, 578.50 $ 41, 623.41 $ 239, 201.91
Paraíso $ 108, 680.27 $ 38, 323.17 $ 147, 003.44
Huimanguillo $ 75, 700.94 $ 31, 412.26 $ 107, 113.20
Aldama $ 36, 383.33 $ 26, 362.38 $ 62, 745.71
Centro $ 18, 640.27 -------------- $ 18, 640.27
Tacotalpa $ 20, 223.50 $ 391.16 $ 20, 614.66
Jalpa de Méndez $ 29, 228.31 $ 4, 408.07 $ 33, 636.38
Federación $ 72, 705.06 -------------- $ 72, 705.06
TOTAL: $ 1, 462, 579.96 $ 520, 816.98 $ 1, 983, 396.94
Fuente: RN, 7 de agosto de 1955.

Y esos altibajos del negocio cacaotero eran una realidad a la que se


estaba acostumbrado en la entidad. Años buenos, años malos. Al
entrar el año siguiente el precio del grano se derrumbó de nuevo. De
catorce pesos que alcanzó en 1954, el precio del kilo bajó a $4.00 y

26
RN, 5 de marzo de 1954 y 20 de junio de 1955.
27
RN, 7 de agosto de 1955.
Elías Balcázar Antonio 331

hasta $3.65 en 1956. Los inicios de ese año fueron muy difíciles para
Tabasco. El mercado exterior del plátano se seguía perdiendo. Esta
actividad iba en franca decadencia. Los embarques eran reducidos
y la mayoría era destinada al mercado nacional por los medios de
transporte que los días de “norte” habían dejado intactos. La barra
de Frontera azolvada y las carreteras, en construcción y sin asfaltar,
dañadas por la lluvia. Puerto Ceiba quedaba muy a trasmano de las
plantaciones de plátano para su embarque a los mercados. Por otro
lado los embarques de ganado bovino aún no empezaban. Las plagas y
enfermedades del cacao seguían provocando daños a las plantaciones
y, por tanto, perjuicios a la economía local. El combate a esas plagas ya
no se dejó en manos de los productores. Fue necesaria la intervención
de la Secretaría de Agricultura que destacó personal especializado del
Campo Experimental de Puyacatengo para entrenar las brigadas que
se encargaron de llevar a cabo una campaña general para combatir las
plagas. El Banco Nacional de Crédito Agrícola y el Banco Nacional
de Crédito Ejidal multiplicaron sus actividades crediticias para
refaccionar la actividad cacaotera en la entidad. Estas dos instituciones
destinaron $3, 000, 000 de créditos para los cacaoteros de la Chontalpa.
Esto se daba como parte de un vasto plan del Gobierno federal para
mejorar las plantaciones y el cultivo del cacao en la entidad. Ese plan
contemplaba la localización de 200 hectáreas de tierras en Cárdenas
que se destinarían a la instalación del Campo Experimental de Cultivos
Tropicales del Instituto de Investigación Agrícola de la Secretaría de
Agricultura y Ganadería.28
Con el fin de iniciar esas tareas y realizar reuniones de trabajos
con los agricultores, a mediados de febrero salió a Comalcalco una
comisión integrada por las siguientes personas: Alfredo Rojas, agente
del Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero; Ingeniero
Humberto Muñoz Ortiz, agente general de Agricultura; los ingenieros
Ledesma y Vera, del Departamento Agrícola del Banco Nacional
de Comercio Exterior y Antonio Torruco, delegado de la Comisión
Nacional de Colonización del Estado. A fines de ese mes Humberto
Muñoz Ortiz y Alfredo Rojas celebraron en la ciudad de Cunduacán
una reunión de trabajo con 200 cacaoteros de Río Seco. Como siempre,
no podía faltar la importante presencia de don Carlos Echeverría
Valenzuela. El tema principal fue el otorgamiento de créditos para
mejorar las plantaciones, cambiar las viejas plantas por árboles nuevos,

28
El Momento, 8 de marzo de 1956; RN, 5 y 14 de febrero de 1956.
332 Tabasco a dos tiempos

así como la adquisición de insecticidas y fungicidas. Se acordó otorgar


$1 250 de créditos por hectárea a cada productor.29
Mientras tanto, ese primer semestre de 1956 fue crítico, muy
difícil para los cacaoteros. Don Manuel Rosado de Teapa escribía en un
editorial del 17 de marzo de 1956 que, dado el alto costo de la vida, el
precio del cacao debía ser de $8. Que en 1940 cuando el dólar se cotizaba
en $3.60, el precio del grano estaba en $3.25. “Este desequilibrio actual,
escribió, tiene al cacaotero tabasqueño y chiapaneco en una situación
muy difícil, desorientados y sin entusiasmo para trabajar”.
Don Pedro Ocampo Ramírez al subrayar la grave crisis
cacaotera que sufrían los productores en la primera mitad de ese año,
señalaba que junto a las bajas cotizaciones del cacao en la Bolsa de New
York y por consecuencia en el mercado nacional, los comerciantes y los
coyotes voraces se aprovechaban de esa situación para enriquecerse
aún más a costa de la miseria del hombre del campo.
Don Carlos Madrazo explicaba al diario Excélsior del 1 de
junio de 1956 que esa crisis se debió a las compras de pánico que los
industriales norteamericanos realizaron en 1955. En esos días una
plaga en los plantíos de África amenazó con una escasez del grano en
el mercado mundial y, por tanto, en un alza en el precio. Ello provocó,
nos dice Madrazo, que los industriales del chocolate y del dulce,
previendo una próxima escasez y carestía del cacao, hicieran acopio
suficiente de esa materia prima. Con esas compras cubrieron todas sus
necesidades del primer semestre de 1956, por eso dejaron de comprar
la producción de México y de los demás países de América Latina, lo
que provocó el derrumbe de precios. Una vez agotadas las reservas,
el precio empezó a repuntar sustancialmente. Alzas que provocaron
el júbilo y el optimismo entre los tabasqueños y los cacaoteros de
Chiapas, pues del cacao dependía no sólo la vida de los productores
y de sus familias sino, en buena medida, la de los comerciantes, la del
erario del gobierno estatal y la economía y la sociedad local en general.
Veamos sólo de paso cómo estaba la producción mundial de
cacao en 1950 y reflexionemos si la mínima producción aportada por
México hubiera podido ejercer alguna influencia en el comportamiento
de las desbocadas e incontroladas fuerzas del mercado mundial. Del
total mundial que fue de 770, 000 toneladas ese año, el continente
africano aportó al mercado mundial 507, 000 toneladas y América Latina

29
RN, 6 de marzo de 1956.
Elías Balcázar Antonio 333

263, 000. De ese total latinoamericano Brasil produjo 141, 000 toneladas;
República Dominicana, 30, 000; Ecuador, 22 200; Venezuela, 15 300;
Colombia, 14 200, Trinidad y Tobago, 8 000 y México, 7 300 toneladas.
En 1956 el total mundial producido fue de 804, 000 toneladas.30 El
monto de la oferta de México (Tabasco y Chiapas) al mercado mundial
era y es como una gota de agua que cae al embravecido océano donde
es arrastrada y se pierde entre las enormes montañas de agua y del
implacable oleaje. Ante las fuerzas macroeconómicas mundiales
que parecen caminar “solas” y desbocadas, y ante las fuerzas de la
especulación realizada por los coyotes planetarios y de la bolsa de
New York, Tabasco muy poco tenía qué hacer. Ante ello, en aquellos
años siempre intervino la fuerza proteccionista del Gobierno Federal a
través de los salvavidas que eran los precios de garantía.
A principios de junio de 1956 el cacao se cotizaba ya entre $5.80
y $5.90 y se tenía la esperanza que los precios llegaran a alcanzar los
doce pesos ya que el gobierno mexicano tenía cerradas las puertas del
país a las importaciones. Sin embargo, ese aumento fue sólo coyuntural
y llamarada de petate; a mediados de ese mes el presidente Adolfo
Ruiz Cortines giró instrucciones a la Secretaría de Agricultura para
que a través del Banco Nacional de Crédito Ejidal se fijara un precio
de garantía de $6.25 para los cacaoteros tabasqueños y chiapanecos.
Como es obvio, todo con cargo al presupuesto y a deuda pública.31
1957 arrancó mal. En marzo de ese año se encontraban
embodegados en el puerto de Coatzacoalcos 14, 000 sacos de cacao. No
se podían exportar porque los precios en New York eran incosteables.
La demanda nacional estaba por los suelos. No había mercado para el
cacao. Don Adelor D. Sala, presidente de los cacaoteros tabasqueños,
les informó a sus agremiados que el gobernador de la entidad, Miguel
Orrico de los Llanos, había enviado un telegrama al secretario de
Hacienda donde le recordaba que estaba pendiente el pago del
subsidio autorizado por el presidente Ruiz Cortines. Mientras tanto
el contrabando de cacao caminaba por la libre y hacía de las suyas.
En mayo de ese año, Ramón Hernández, ex jefe del sector fiscal y
el celador Simón Calderón Cruz cobraron tres mil pesos a Santiago
Cruz Juárez para que éste “sacara” 5 toneladas de cacao a Yucatán sin
pagar los derechos. El primero fue detenido y consignado, el segundo

30
RN, 17 de marzo y 2 de junio y 31 de julio de 1956; El Momento, 5 de abril de 1956 y Excélsior, 1
de junio de 1956.
31
RN, 20 de junio y 13 de julio de 1956 y El Momento, 21 de junio de 1956.
334 Tabasco a dos tiempos

andaba huyendo.32 Por la zona de Sánchez Magallanes en Cárdenas,


en el punto de la barra de Santa Ana, Cuauhtemoczín y Tonalá
hacia Coatzacoalcos, el contrabando era mayor. Don José Sevilla,
intermediario y coyote importante en esta zona, tenía comprado a los
celadores para que dejaran pasar de contrabando todo el movimiento
de cacao, copra y hasta de ganado bovino que se destinaba hacia
Coatzacoalcos. Por esa razón y para no ser partícipe, ni cómplice de
ese ilícito Manuel Antonio Balcázar Guzmán, quien nos informaba de
estos manejos turbios, tuvo que renunciar a su cargo de Receptor de
Renta que venía desempeñando desde 1953.
A esos males endémicos se sumó la intensa sequía de los
primeros meses de 1957. La Unión Regional Ganadera tuvo que
suspender los embarques de ganado debido a las altas temperaturas.
Los bovinos no podían soportar el viaje, transportarlos por tren era
llevarlos al matadero o a una travesía que provocaba altas mermas y
pérdidas para los ganaderos. En esas condiciones, un ganado que de
Tabasco salía de primera, llegaba de tercera a la Ciudad de México. En
la región de los Ríos, en el Usumacinta, la sequía provocó la muerte de
numerosas cabezas de ganado y de las siembras se perdieron todas las
cosechas. La mosca escupidora, salivazo o chinche invadió como plaga
varios potreros.
Esa región además sufrió una plaga de langosta que afectó
a cerca de dos mil hectáreas de Balancán, Zapata y Tenosique. Se
movilizaron por avión y ferrocarril 130 toneladas de insecticidas,
cuatro espolvoreadoras mecanizadas y 325 de mano. Con apoyo de los
presidentes municipales y de la Junta Central Directora de la Campaña
contra la langosta, se logró controlar la plaga.
De la Chontalpa, don Chuy Dagdug Jairala, presidente de
Comalcalco, en mayo de ese difícil año nos informaba que debido al
excesivo calor y a la falta de agua la agricultura había sufrido pérdidas
hasta ese mes por más de $100, 000. En Paraíso la situación era peor; los
copreros salieron perjudicados con la muerte de amplias superficies de
cocales y pérdidas por más de $500, 000. No menos pérdidas sufrieron
los copreros de Cárdenas y de Centla.
La situación crítica requirió la urgente intervención del Banco
Nacional de Crédito Agrícola y del Banco Nacional de Crédito Ejidal;
este último suministró créditos emergentes por la cantidad de $3, 343,
000; estos dineros se destinaron principalmente a refacción y avío

32
El Momento, 21 de marzo y 19 de mayo de 1957.
Elías Balcázar Antonio 335

para que los agricultores hicieran frente a sus pérdidas y pudieran


levantar nuevamente sus siembras y plantaciones. El Banco Nacional
de Crédito Agrícola otorgó sumas superiores para beneficio y cultivo
de las plantaciones de cacao y otorgó un crédito sin límites para que
los agricultores compraran arbolitos de alto rendimiento. Gracias a ello
se pudo ampliar la superficie de cacao hasta alcanzar 25, 000 hectáreas
con las que, en ese año, se obtuvo una cosecha de 7, 200 toneladas
a pesar de las dificultades climáticas y del mercado. El gobierno de
Orrico, a través del Departamento de Crédito para el Fomento de la
Agricultura otorgó créditos por $1, 649, 000 para sembrar maíz y frijol
en 3, 666 hectáreas. Debido a las pérdidas sufridas, la Mutualidad de
Seguros Agrícola y Ganadero del Sureste pagó indemnizaciones por
$927 556.17 a aquellos propietarios que tenían sus cultivos asegurados.
Los ganaderos tabasqueños recibieron del Banco Nacional de
Crédito Agrícola $3, 000, 000 para la construcción de potreros, baños
garrapaticidas y cercas de alambre.33
Los fuertes vientos huracanados con que terminó 1957
perjudicaron seriamente a las plantaciones de cacao, coco y
plátano. Resembrar y reconstruir las plantaciones significó un costo
extraordinario para los agricultores. Ello significó además, menos
producción y, por ende, medio millón de pesos menos de ingresos
por concepto de impuestos para el gobierno de Orrico de los Llanos.
Ese año de 1958 la producción agropecuaria significó el 42 % del total
recaudado, a diferencia del 43 % de 1957. Los ingresos que percibió el
gobierno del Estado por los impuestos que pagó el sector agropecuario
en 1958 ascendieron a $ 8, 415.363. De éste total, $3.8 millones fueron
por concepto de cacao, contra $4.01 del año anterior; $1, 100, 000
provinieron de la copra, contra $1, 400, 000 de 1957; del plátano fueron
$817, 000, contra $1, 060, 000 del año anterior; derivados de la caña,
$687, 000 de impuesto; de maíz, frijol y arroz, $122, 000; de café, $83,
000 y de pimienta, $62, 000. El ramo del cacao representó el 38 % del
total que aportó al fisco la producción agrícola y ganadera; 15 % se
recaudó por concepto de copra y 9.5 % por el plátano; es evidente
que este renglón ya no era el pivote de la economía tabasqueña como
lo fuera en los años de Garrido. Mucho menos el “oro verde”. En un
capítulo anterior señalamos que en su cuarto informe de gobierno de
Don Carlos A. Madrazo, gobernador de Tabasco, nos dice que en 1960

El Momento, 30 de mayo de 1957. Orrico de los Llanos, Miguel, Tercer Informe de Gobierno, 20 de
33

noviembre de 1957.
336 Tabasco a dos tiempos

acordó suspender las exportaciones de plátano pues éstas resultaban


incosteables y que debido a la mala calidad de la fruta tabasqueña ésta
no podía competir con la que provenía de Centro y Sudamérica. ­
Sin duda, durante los años siguientes el cacao ocuparía un
lugar vital en la economía y en la sociedad tabasqueña. Esas 7, 000
toneladas que en promedio se produjeron al año, entre 1956 y 1958,
dieron un salto a 18, 000 toneladas, 700 kilos en 1963. Las 25 , 000
hectáreas sembradas en 1958 se ampliaron a 38, 000 en 1963. El gobierno
del licenciado Carlos A. Madrazo Becerra jugó un papel medular en
esta revolución cacaotera. La estrecha relación de don Carlos con el
presidente de la República, Adolfo López Mateos, le permitió aplicar
con éxito una serie de medidas que revolucionaron no sólo la actividad
cacaotera en la entidad, sino también la actividad ganadera y coprera
de Tabasco.
De entrada don Carlos gestionó con éxito ante el presidente
López Mateos la derogación del decreto que fijaba el descuento de
un peso por cada kilogramo de cacao que la Federación Regional de
Sociedades Cooperativas enviaba al exterior y que beneficiaba al erario
federal. Con esta medida ese peso pasaba a beneficiar a los productores
y al erario estatal. También por acuerdo presidencial Madrazo logró en
1960 un incremento en el precio de garantía del cacao superior al de la
Bolsa de Valores de New York. En ésta los especuladores de bolsa y los
intermediarios lo mantenían por los suelos, a $6 y hasta $4.; el nuevo
precio obtenido fue de $8. Logró además por acuerdo presidencial
y en reunión con los industriales del dulce y del chocolate, que se
prohibiera la importación de cacao y de chocolate, protegiendo así a
los productores nacionales.34
Otra medida que sin duda benefició a los productores
tabasqueños y que acabó con los intermediarios locales, fue la aplicación
de un impuesto de siete pesos por cada kilogramo de cacao que no fuera
comercializado a través de la Unión Nacional de Productores. Esto
obligó a que cada productor comercializara su cosecha necesariamente
por medio de la Unión y provocó la desaparición de los intermediarios
locales. Este impuesto fue autorizado por el Congreso de la Unión pero
gestionado debidamente por don Carlos Madrazo.
Por otro lado se puso mucho empeño en la mejora de clones
para renovar plantaciones viejas y de baja producción; se sembraron
nuevas superficies por lo que se amplió ésta de 25, 000 a 38, 000.
También se puso empeño en mejorar las sombras necesarias para el

34
Tabasco a través de sus gobernantes. Gobierno del Estado de Tabasco, 1988, Volumen 9 y 10.
Elías Balcázar Antonio 337

buen desarrollo de las plantas; las tareas de fumigación y fertilización


de las plantaciones se enfrentaron a la resistencia y oposición de
muchos agricultores. La ignorancia, la mediocridad, la falta de visión
y de iniciativa, como siempre, haciendo de las suyas. Acostumbrados
al paternalismo estos agricultores, como hasta el día de hoy, sólo
querían cachar pero no arriesgar. Desde los primeros días de 1959 que
don Carlos Madrazo tomó la gubernatura implementó la medida de
fumigar las plantaciones. El 22 de enero de ese año surgieron voces de
inconformidad entre los cacaoteros. En el periódico local El Momento de
esa fecha leemos el encabezado que en primera plana dice: “Descontento
entre los cacaoteros”; “Porque fumigarán sus plantaciones y tendrán
que pagar $2.70 por árbol”. Ya que es muy sugerente transcribiremos
parte de la nota:

“Varios cacaoteros de Comalcalco manifestaron a El momento [sic] que existe


un malestar entre el gremio porque, según parece, tendrán que pagar a razón
de $2.70 por árbol que se fumigue ahora que se aplique esta medida en las
zonas productoras. Uno de ellos nos dijo que no desean la fumigación porque
va a pasarles lo que a los plataneros que para cubrir el valor del servicio,
habiendo mala cosecha, tienen que hipotecar sus propiedades. El cacaotero,
sigue la nota, que posea cincuenta mil árboles tendrá que pagar más de cien
mil pesos por concepto de fumigación, pero si la mala suerte lo acompaña y
el mal tiempo, por ejemplo le destruye sus plantas, entonces para pagar los
cien mil pesos y pico no tendrá más que empeñar o enajenar su finca. Los
cacaoteros, concluye la nota, esperan que el licenciado Madrazo rectifique
esta decisión”.35

Que bueno que don Carlos no rectificó. Si los hombres del mundo
tuvieran la actitud mediocre y pusilánime de quienes externaron su
malestar a ese periódico, la humanidad jamás hubiera pasado de la
edad del candil y del quinqué. Cacaoteros como don Carlos Echeverría
Valenzuela, don Efrén Vázquez Franyutti y el ingeniero Brondo
en Paraíso eran un lunar en ese mundo, estas tres personas eran de
empuje, verdaderos empresarios agrícolas. Los beneficios de todas
esas medidas aplicadas por el gobierno de don Carlos Madrazo sobre
el cacao saltan a la vista como podemos apreciar en el siguiente cuadro:

35
El Momento, 22 de enero de 1959.
338 Tabasco a dos tiempos

Producción de cacao de Tabasco. (1956-1963)


Año Kilogramos
1954 5, 226, 252
1955 6, 817,089
1956 5, 586, 446
1957 6, 673, 594
1958 7, 022, 426
1959 8, 893, 370
1960 7, 096, 879
1961 9, 413, 008
1962 16, 985, 008
1963 18, 761, 574
Fuente: Tabasco a través de sus gobernantes, 1963-64, Vol.10 p. 96.

Por otro lado don Carlos llevó a cabo una revolución crediticia en
el estado de Tabasco que le permitió apoyar no sólo a la actividad
cacaotera sino también a los demás ramos de la agricultura y a la
ganadería. El Banco Nacional de Crédito Agrícola otorgó créditos por
18 millones de pesos en promedio anual durante la administración
de Madrazo; de esa cantidad se destinó un promedio de 16 millones
a ampliar y fortalecer la ganadería de bovinos, un millón y medio a
ampliar y mejorar el cultivo del cacao. Los ejidatarios no se quedaban
atrás. En 1960 el Banco Nacional de Crédito Ejidal les otorgó créditos
por $14.343,196. De esa cantidad, $8, 500, 000 se destinaron a ampliar
y mejorar la ganadería de bovinos, así como los potreros; el resto se
destinó al cultivo de maíz, frijol y arroz. Como resultado de esta y otras
medidas la producción de copra en el estado creció de 14, 814 toneladas
que fueron en 1958 a 26, 000 toneladas en 1964. En 1953 el hato ganadero
de la entidad era de 277, 000 cabezas de bovinos; en 1958 fue de 500,
000 cabezas y para 1964, último año de la administración del “Ciclón
del Sureste”, el hato ganadero era ya de 820, 000 cabezas. La superficie
que ocupaban los potreros en 1958 era de 550, 000 hectáreas; en 1964
éstos ocupaban 910, 000 hectáreas.
En la medida que se amplió y multiplicó el aparato productivo
y la producción agropecuaria fue en claro y rápido ascenso, la
recaudación por concepto de impuestos también se incrementó de
manera sustancial. El siguiente cuadro nos puede ilustrar muy bien
sobre ese acelerado crecimiento de los ingresos públicos del Gobierno
del Estado:
Elías Balcázar Antonio 339

Ingresos del estado (1958-1963)


Año Pesos %
1958 22, 943, 249 100
1959 24, 152, 169 105
1960 34, 720, 150 152
1961 41, 415, 369 181
1962 53, 634, 903 234
1963 59, 468, 503 260
Fuente: Madrazo, Carlos A., Quinto Informe de Gobierno, febrero, 1964

En esos años la paridad del peso respecto al dólar se mantenía estable,


en $12.5 por dólar; por lo mismo, el país gozaba de una gran estabilidad
de precios y no se daban bruscos movimientos devaluatorios,
ni sacudidas financieras. La palabra inflación estaba ausente del
diccionario de los economistas, de los políticos y de los periodistas.
Por esa explicación considero que no es necesario hacer aquí ningún
trabajo de deflactación con los datos que en el cuadro se muestran
y que las cantidades en pesos coinciden, con leves variaciones, en
términos reales y nominales. Hecha esta aclaración vemos que en 1963
los ingresos públicos del gobierno de Tabasco crecieron 160 % respecto
de 1958 y en un 146.2 % respecto a 1959 que fue el primer año de
gobierno de Madrazo. En consecuencia el gasto público pasó de $18,
700, 000 que fue en 1959 a $125, 700, 000 en 1963. Por cada peso que
ingresó a las arcas del Gobierno del Estado, 57 centavos lo aportaron
los agricultores, 8 centavos los ganaderos y 26 los comerciantes.
Un punto que jugó un papel muy importante en el incremento
acelerado de los ingresos públicos fue la introducción, por el gobierno
de don Carlos, de máquinas registradoras marca “National” en las
receptorías, así como máquinas clasificadoras e impresoras del sistema
“Adressgraph”. Con esto se logró un mayor control en el pago de los
impuestos y de los derechos y, de alguna manera, se combatió el fraude
y la evasión fiscal, así como también la corrupción de los empleados
públicos de esas oficinas.36 También con el fin de evitar la fuga del
pago de impuestos, desde los primeros días de su gobierno, Madrazo
expidió el decreto número 223; en este decreto se establecían rigurosas
sanciones en contra del contrabando y del delito de defraudación
fiscal. En esa misma disposición se especificaba que el denunciante de
un contrabando, así como el que capturaba al delincuente recibiría el

36
Tabasco a través de sus gobernantes, Gobierno del Estado de Tabasco, 1963-64, vol. 10, p. 143.
340 Tabasco a dos tiempos

50 % de la mercancía rematada. Este punto se cumplió al pie de la


letra.37 El gobierno de don Carlos Madrazo quedó registrado en la voz
popular de los tabasqueños por ser una administración de mano dura
e intransigente en la persecución de los contrabandistas, los abigeos
y otra clase de delincuentes, así como de sus enemigos políticos. Su
campaña de despistolización le permitió a Tabasco superar una época
de alta criminalidad y bandidaje.

Renacimiento y ascenso de la ganadería


Como hemos señalado en capítulos anteriores, el camino andado
por la ganadería en Tabasco no fue, ni ha sido fácil. Las barreras han
sido muchas. Los ganaderos de bovinos siempre se enfrentaron a
problemas como el abigeato y el contrabando. Después de los años
de mano dura de Tomás Garrido, este azote de los ganaderos volvió a
tomar vuelo. Por otro lado recordemos la dificultad que éstos sufrieron
para transportar el ganado a los mercados en aquellos años en que
sólo había caminos fluviales o marítimos y la merma que, por lo
mismo, sufrían los animales. Otros problemas, y que también hemos
platicado, eran las cuarentenas debido a enfermedades como la fiebre
aftosa; las inundaciones y crecientes anuales que deterioraban los
potreros, ahogaban reses, dejaban los pastizales bajo el agua por meses
y provocaban escasez de pastura. Esto, aparte de diezmar el hato,
obligaba a movilizar el ganado a terrenos más altos, lo que provocaba
pérdidas y elevaba los costos al crear la necesidad de rentar potreros.
Esto último sucede hoy.
También el ganadero sufría la falta de capitales propios y de
apoyos crediticios para alambrados, para adquirir postes y mejorar sus
potreros, así como también para desmontar nuevos terrenos y ampliar
sus pastizales. La falta de créditos, la ignorancia y la carencia de asesoría
técnica no les permitía adquirir sementales de registro o aplicar la
inseminación artificial para mejorar el hato; la siembra de otros tipos
de pastura de mejor calidad o el combate contra la garrapata de manera
científica apenas empezaba a hacerse en esos años. Este insecto durante
largas décadas causó mucho daño a la ganadería nacional y local. La
ganadería extensiva era la única que se aplicaba en las décadas aquí
37
Madrazo, Carlos A. Primer Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1959. Ver también Tabasco a
través de sus gobernantes, vol. 9, p. 36.
Elías Balcázar Antonio 341

estudiadas; dos animales por hectárea, más o menos, en un potrero


con buena pastura. La de establo o ganadería intensiva ni se conocía.
En los días que ésto escribo, varios ganaderos de la entidad la aplican
ya con muy buenos resultados pero es la ganadería extensiva la que
predomina en el estado hasta el día de hoy. A esos males y limitaciones
se sumaban las diferencias políticas y las ambiciones de los grupos
locales que buscaban controlar la dirigencia de las organizaciones
de ganaderos; a ello se sumaba el hambre leonina de los coyotes que
controlaban el mercado de la carne de la Ciudad de México o de la
Blanca Mérida , quienes perjudicaron mucho y, durante décadas, a los
ganaderos de bovinos de la entidad y de Chiapas.
Pero regresemos a aquel difícil año de 1947. Algo hemos
narrado ya de aquellos días, críticos para Tabasco, para México y
para el mundo. Al principio de este capítulo dijimos que en ese año la
Confederación de productores de plátano, en franca decadencia, tenía
una deuda de $12, 000, 000; la producción de cacao decreció ese año
y los coyotes de la Ciudad de México dejaron de comprar ese grano.
Por su parte los ganaderos de todo el país sufrían el deterioro de sus
hatos ganaderos debido a la fiebre aftosa. Se cerraba el mercado con
Estados Unidos y el comercio local se paralizaba debido a que cada
entidad federativa se vio obligada a cumplir con un cordón sanitario y
a padecer las consecuencias de la cuarentena. Es más, los movimientos
intermunicipales de ganado quedaron prohibidos y sólo se permitían
con previa autorización del Comité Estatal de Lucha Contra la Aftosa.
Este cordón sanitario se aplicó a principios de enero de 1947. Las
disposiciones del Comité contra la aftosa, cuyo presidente Honorario
era el gobernador Francisco J. Santamaría, fueron muy estrictas y
con carácter coercitivo. La primera medida prohibía la entrada a
Tabasco de cualquier tipo de ganado, especialmente los de pezuña
hendida, proveniente de Veracruz, Oaxaca, México, Tlaxcala, Puebla,
Guanajuato, Querétaro, Distrito Federal, Morelos y Chiapas.
Se establecieron puntos especiales de vigilancia en el Carmen,
en el Cruce del Ferrocarril del Sureste sobre el río Tonalá aguas abajo,
en la frontera con el sur de Veracruz en Las Choapas, Agua Dulce
y Tonalá sobre el golfo de México; también las Barras de Sánchez
Magallanes, Tupilco, Dos Bocas, Chiltepec y Frontera. Hacia el sur de
la entidad, en los límites con el estado de Chiapas, sobre la vía del
ferrocarril en las estaciones de Morelia, Teapa y San Manuel que eran
los puntos por donde entraba el ganado de ese estado vecino; también
las vías fluviales de Salto de Agua, Tacotalpa y Pichucalco. Por todos
342 Tabasco a dos tiempos

los medios de transporte, marítimos, fluviales, terrestres y aéreos no


se debía transportar ningún tipo de ganado proveniente de fuera del
estado.
Barcos, chalanes, ferrocarril, camiones y cualquier otro medio
debían abstenerse totalmente de transportar, vivo o muerto, los
siguientes animales: ganado bovino, porcino, lanar, cabrío, caballar y
asnal. Esa lista comprendía animales salvajes como jabalíes, venados,
armadillos, tepezcuintles y que tanto abundaban por estas tierras
en aquellos días. Hoy no queda nada de eso. Sólo en los zoológicos.
También quedó prohibido transportar aves, pavos y gallinas de
monte y demás aves silvestres, así como de corral, vivos o aliñados;
también los derivados de estos animales como cremas, quesos, sueros
y los forrajes, pajas, zacates, legumbres, flores y hortalizas. Arneses y
enseres para sujetar al animal ya fuera para el trabajo o para cabalgar;
coleras y colarines, cadenas, ayates, almartigones, almohazas, frenos,
sudaderos, monturas, espuelas y demás arreos de trabajo para charros
y vaqueros.
Granos, cereales y derivados para la alimentación humana
podían introducirse al estado después de ser fumigados en los vehículos
de transporte y en los lugares de embarque. Otros cargamentos
no peligrosos provenientes de una zona de cuarentena debían ser
fumigados de la misma forma. De igual manera los pasajeros que por
agua, tierra o aire procedían de esa zona debían ser fumigados con agua
de cloro bien concentrada. Las empresas terrestres, aéreas, marítimas
o fluviales debían poner pasillos, pasarelas con alfombras de aserrín
empapadas con una solución de sosa cáustica al 2 %; los pasajeros
estaban obligados a pisar esa alfombra. Los movimientos de ganado
para Yucatán y Campeche, segundo mercado en importancia para
el ganado tabasqueño después de la Ciudad de México, sólo podían
hacerse con el certificado de origen y la guía sanitaria, debidamente
expedida. Estas disposiciones empezaron a surtir efecto a partir de su
publicación, el 10 de marzo de 1947. Se hizo una amplia propaganda
de estas disposiciones, así como de las características y los síntomas de
la fiebre aftosa por toda la entidad; ésta se hizo por medio de carteles,
murales, volantes, boletines y pláticas públicas. No se contaba con
radio, ni televisión. Había mucha incomunicación.38
Con el cordón sanitario prácticamente la comercialización del
ganado y de otros artículos se paralizó. El mercado del centro quedó

38
RN, 9 de enero y 10 de marzo de 1947.
Elías Balcázar Antonio 343

perdido por un año; el de Yucatán quedó abierto a medias. No podía


faltar la nota de optimismo ante la desgracia: el ganado del Sureste
gracias al aislamiento y a la aplicación eficaz del cordón sanitario, al no
ser afectado por la aftosa, quedaría como reserva, tanto para repoblar
las zonas afectadas, como para abastecer a aquellos mercados que
habían perdido a sus proveedores acostumbrados. Se afirmaba que a
los ganaderos de Tabasco y Chiapas les auguraba un futuro próspero,
pues sus hatos quedaban como reservas estratégicas para abastecer al
sur de Veracruz que había sido muy afectado por la aftosa o glosopeda,
también conocida cómo “mal de pezuña”.39
Los perjuicios para los ganaderos y para Tabasco debido a la
cuarentena no se debían sólo a la falta de comercialización y de ingresos;
nueve meses de cuarentena y no poder vender una sola res trajo como
consecuencia una saturación o “sobrepoblación” de los potreros. Los
pastizales se habían agotado, hubo que sacar las reses a campo libre,
pero no todo lo que verdea en Tabasco era, ni es potrero. Venía octubre,
mes de las inundaciones y no había terreno alto y con pastura para
salvar al ganado. Esta grave situación la planteó Santamaría en una
comida en la Ciudad de México el sábado 6 de septiembre de ese año.
Y la planteó como de “vida o muerte” para Tabasco y que de no tomar
cartas en el asunto era inminente “una catástrofe” sobre la entidad en
pocos días. A esa comida asistieron varios Senadores de la República:
Raúl López Sánchez, Alfredo Chávez, Adolfo López Mateos, Antonio
Taracena, Gustavo Uruchurtu, Félix Ireta, Fidel Velásquez, Antonio
Canales, Efraín Aranda Osorio, Fernando Barrón Ramos, Roberto
Guzmán Araujo, José Vivanco, el diputado Fernando Magro Soto y
otras personas más.
Veinte días antes había ido a la Ciudad de México una comisión
de ganaderos tabasqueños para exponerle la misma situación al
presidente Miguel Alemán. Además de $2, 000, 000, le solicitaron
un permiso para sacar a la brevedad posible diez mil reses para ser
vendidas en la capital del país. La urgencia de ese permiso también la
planteó Santamaría en esa comida. El 25 de septiembre el presidente
Miguel Alemán giró órdenes a Nazario Ortiz Garza, secretario de
Agricultura y Ganadería, para que la Comisión México-Americana para
la Erradicación de la Fiebre Aftosa permitiera el embarque inmediato
de 10, 000 reses de la ganadería tabasqueña a la ciudad de México.40

39
RN, 4 de mayo, 4 de junio, 17, 23 y 28 de julio de 1947. Diccionario Enciclopédico UTEHA, 1955, Tomo V. p. 645.
40
El HG, 15 de agosto de 1947; RN, 7, 23, 25, 26 y 27 de septiembre de 1947.
344 Tabasco a dos tiempos

A pesar de lo delicado de la situación, no podía faltar la


grilla, la inquina, el dolo, la zancadilla y todo aquello que viene de la
frustración, de la amargura, de la ambición de poder y de dinero. Esa
comisión de ganaderos que fue a la Ciudad de México a gestionar la
salida de ganado tabasqueño al mercado de esa ciudad estuvo en ella
durante cuatro meses. Los gastos que se vieron obligados a hacer los
comisionados, calculados y reconocidos por el pleno de la Unión en
$30, 000, lo pagaron de su propio bolsillo esos mismos comisionados
durante su estancia en al Ciudad de México. Al regresar a Tabasco los
miembros de esa comisión pidieron a la Unión que se les retribuyera
ese dinero. Todas las Asociaciones locales estuvieron de acuerdo menos
la del Centro cuyos miembros enviaron una queja al subsecretario de
Ganadería.
En asamblea extraordinaria realizada los días doce y trece de
noviembre de 1947, todos los delegados de las Asociaciones Locales
firmaron un acuerdo que el pleno le envió a la Asociación Ganadera
Local del Centro. En ese documento calificaban de calumniosa,
tendenciosa e infundada la queja de esa Asociación. Afirmaban que
todos los delegados estuvieron de acuerdo en que se les descontara
diez pesos por cabeza de ganado vendida en la Ciudad de México; se
tomarían 5 pesos por cada cabeza de los primeros 6, 000 novillos que se
vendieran en esa ciudad para pagarle a los comisionados. Se informaba
al presidente Miguel Alemán y otros miembros de su gabinete que
todo lo acordado se había hecho y votado en asamblea y con plena
transparencia. Y que la Comisión que había estado en la capital de la
República no había hecho más que servir con desinterés y eficacia al
movimiento ganadero de Tabasco. Los miembros que integraron esa
comisión eran Gustavo Garrido Canabal, Felipe Marín García, César C.
Ocaña, José R. Ocampo y el ingeniero Guillermo P. Sala. Firmaban ese
comunicado de la Unión Ganadera Regional de Tabasco, con fecha del
14 de noviembre de ese año, Arquímedes Pérez Castillo, presidente y
Felipe Marín García, secretario.41
A pesar de las virtudes protectoras del cordón sanitario y la forma
estricta con que se aplicó, el ganado tabasqueño no salió totalmente
librado de las amenazas de la fiebre aftosa. Este fue el caso de 278 reses
que fueron sacrificadas por el rifle sanitario en la finca San Diego en
Macuspana en enero de 1948. El ganado y la finca eran de don Antonio
Gular León. Nunca se pudo probar si el ganado sacrificado estaba

41
El HG 21 de noviembre de 1947.
Elías Balcázar Antonio 345

contagiado de la terrible epizootia, pero para no correr el riesgo de un


contagio generalizado que hubiera sido de funestas consecuencias, los
responsables de la Comisión contra la Aftosa decidieron usar el rifle
sanitario. En el semanario La Voz de Tabasco del 10 de noviembre se lee
que debido a que don Antonio Gular no quiso pagar una fuerte mordida
que le pidió un veterinario de esa Comisión, sin más pruebas se tomó
esa decisión. Del costo del sacrificio de las reses y de la construcción
de la enorme fosa para enterrarlas fue indemnizado don Antonio; el
semental fino, de raza suiza que tenía un precio comercial de $12, 000,
se le pagó a Gular León en ocho mil. Sus toretes y vacas se le pagaron
en $1000 cada uno. Quizá el daño en cuanto a dinero no fue lo más
importante para el señor Gular; quizá con la indemnización no salió
tan perjudicado en lo que se refiere a costos, a pesos y a números, pero
el sacrificio de sus reses sí destruyó su mecanismo de reproducción y
de crianza y, por tanto, el ritmo de expansión y mejoramiento de su
hato ganadero. Tendrían que pasar muchos años para reponerse de
esos daños.42
Salvo ese lamentable percance, 1948 fue buen año para la
ganadería de Tabasco. Ese año la fiebre aftosa en el país había quedado
bajo control. Poco a poco las fronteras impuestas por los cordones
sanitarios entre las entidades federativas serían historia. En noviembre
de ese año la virulencia de la epizootia había disminuido en un noventa
por ciento. El peligro estaba exorcizado. Los ganaderos de Texas, Nuevo
México y de otras poblaciones fronterizas hacían gestiones para lograr
la apertura entre los dos países y reiniciar los intercambios comerciales
como era la compra de 500, 000 reses al año que los estadounidenses
hacían a México antes de la fiebre.
Los envíos de ganado tabasqueño a la Ciudad de México
a partir de ese año fueron constantes y en ascenso, así como para el
mercado de la ciudad de Mérida. A Yucatán la ganadería tabasqueña
le surtió cinco mil reses mensuales en ese año. La Región de los Ríos,
integrada por los municipios de Emiliano Zapata, Jonuta, Balancán y
Tenosique, era la principal abastecedora de ese mercado. La posición
estratégica de esta región les permitía sacar el ganado a través del
río Palizada, por la Isla del Carmen, hacia Puerto Progreso; o por el
río Usumacinta hacia el Puerto de Frontera y de aquí, por mar, hacia
ese puerto yucateco. A la Ciudad de México se le abastecía con 1, 300
reses diarias, sin embargo, había problemas para surtirlas por falta de

42
EL HG, 6 y 16 de enero de 1948; RN, 18 de enero de 1948.
346 Tabasco a dos tiempos

vagones de ferrocarril. Como ya vimos, en ese año el Ferrocarril del


Sureste estaba inconcluso y sólo se recorría por tramos. Debido a ello
en junio de 1948 permanecían más de mil reses en Coatzacoalcos a la
espera de vagones, por lo que se murieron de hambre cuarenta reses
en ese mes. La fiebre aftosa que había diezmado el hato ganadero de
Veracruz y de otros Estados y la sequía que sufrían en esos días las
entidades del Centro del país, le permitieron a Tabasco y a Chiapas
gozar una situación privilegiada de ser únicas abastecedoras de ganado
de la ciudad de México.
Los cargamentos de ganado que salían de la Región de los
Ríos los despachaba el señor Felipe Marín García en el municipio
de Balancán, esta persona era importante ganadero de ese lugar
y Secretario de la Unión Ganadera Regional de Tabasco. El ganado
que salía de las regiones de la Sierra, del Centro y de la Chontalpa los
despachaba Humberto Muñoz Ortiz, sus oficinas estaban en la calle
Constitución número 89 en la ciudad de Villahermosa. En la ciudad de
México, Muñoz Ortiz tenía sus oficinas en la calle Tonalá número 343,
colonia Roma.43 Esta persona era además el director del periódico La
Voz de Tabasco.
Al principio de ese auge, el precio del kilogramo en pie estuvo
entre $1.15 a $1.30. Pero, no podían faltar los coyotes de la ciudad
de México con su ambición desmedida y su hambre insaciable. Los
hambreadotes de siempre vieron la gran demanda que del ganado
de Tabasco había en el D. F., entonces vieron la oportunidad de su
vida para meterse en ese encantado y jugoso circuito comercial y
llevarse la tajada del león sólo por estar en una posición de poder, de
influyentismo y contar con la venia de los altos mandos. Por ello en esos
días se creó la Comisión Abastecedora de Carnes del Distrito Federal
que, al decir del editorial de un semanario local, no era más que un “…
verdadero y nefasto monopolio de reciente creación para enfrentarlo
a la raquítica ganadería nacional, quiere asestar un nuevo golpe a la
ganadería tabasqueña rebajando en $0.10 el precio por kilo de ganado
en pie”. Esa Comisión, tan luego estuvo en funciones, bajó el precio
de la carne en pie de entre $1.15 y $1.30 en que estaba, a $0.85. Luego
quiso disminuir el precio a $0.75. De hecho, lo logró. Y esto, en unos
días de gran escasez de carne en la Ciudad de México. Esta medida
arbitraria de la Comisión provocó malestar y una fuerte respuesta de
todos los ganaderos del país.
El monopolio integrado por conocidos coyotes presentó esa
medida al presidente de la República como parte de un plan tendiente a

43
RN, 23 de octubre y 11 de noviembre de 1948; La VT, 23 de junio de 1948.
Elías Balcázar Antonio 347

bajar el precio de la carne, bajo el supuesto de beneficiar al consumidor


de la Ciudad de México, cosa que no sucedió. Ese asunto lo dejó el
Presidente Alemán en manos de Alejandro Carrillo, secretario General
del Departamento Central, quien sin conocer a fondo la verdad de
la cosas accedió a la petición de los coyotes creyendo que esas bajas
serían para beneficio de los habitantes y consumidores de la Ciudad
de México. ¿Ignoraba acaso Alejandro Carrillo que esas medidas sólo
eran para beneficio de los bolsillos de esos intermediarios?
Por parecernos muy sugerente y por presentarnos un mal
secular y estructural padecido por los ganaderos de Tabasco, así como
por los cacaoteros, copreros, pescadores y petroleros transcribiremos
el siguiente párrafo: “¡Cuánta farsa y cuánta mentira hay en todo
esto!, ¿en dónde está la Confederación Nacional Ganadera que no ha
presentado su enérgica protesta por tanta ignominia?” Luego nos dice:
“Tenemos conocimiento de que sus dirigentes están colaborando al
ciento por ciento con los coyotes de la Comisión. ¿Y la Secretaría de
Agricultura? ¡Ah!, don Nazario (Ortiz Garza) no ha sido un buen amigo
de los ganaderos y menos de los ganaderos del sur de la República.
Él posiblemente conceda créditos y atienda solicitudes y aligere
cargas pero para los ganaderos del norte y especialmente para los de
Coahuila por aquello de que mañana se le antoje a nuestra Democracia
en marcha [sic] nombrarlo gobernador de su estado (Coahuila)”.44
Lo expresado por ese editorial lo hemos venido planteando en
este libro y lo hemos hecho en otras publicaciones. A riesgo de ser
reiterativos pero no importa, hemos dicho que Tabasco y el sureste de
México han sufrido desde el siglo XIX hasta el día de hoy el dominio y la
explotación económica de los poderosos grupos económicos y políticos
del centro y norte del país. Existen relaciones estructurales, económicas
y políticas, de explotación y saqueo económico, así como de dominio
político que los poderosos grupos centro-norteños de México han
impuesto sobre un sureste, subordinado, explotado y más atrasado.
A esas relaciones las hemos conceptuado dentro de unas estructuras
de colonialismo interno, y de desarrollo desigual, aunque seamos de
la misma nación y nos rija la misma Constitución, aunque tengamos la
misma bandera y cantemos el mismo himno nacional. Repetimos una
vez más, ya lo hemos reiterado en este libro, en los siglos XIX y XX
fueron la flora y la fauna local, caoba, cedro y otras maderas preciosas,
así como el chicle que por toneladas salieron de esta región del país,

44
La VT, 10 de noviembre de 1948.
348 Tabasco a dos tiempos

explotadas junto con una mano de obra empobrecida y esclavizada


para enriquecer a firmas foráneas, recomendadas y concesionadas por
los poderes del centro; la matanza desmedida e inmoderada que del
venado y el cocodrilo hicieron firmas foráneas y recomendados por el
centro, cada año sacaron de Tabasco y del sureste toneladas de piel de
esos animales hasta su extinción. De esos “negocios” a los tabasqueños
y hombres del sur no se les benefició en nada.
Luego fue el consorcio norteamericano platanero, la Southern
Banana que, con la complacencia de Tomás Garrido, saqueó a Tabasco
durante los años garridistas, sin dejar beneficio alguno para los
tabasqueños, más que miseria y crisis económica. Cuando esa empresa
gringa y sus agentes se fueron de estas tierras se dedicaron a boicotear
y a sabotear la actividad platanera tabasqueña y nunca dejaron que ese
ramo se levantara jamás, como lo hemos apuntado ya.
Por otro lado y como también lo hemos venido señalando
en este trabajo, al igual que los ganaderos, también los copreros, los
cacaoteros, pimenteros han sufrido la explotación de intermediarios
y coyotes del centro del país, de la explotación monopólica de los
industriales de la grasa, del aceite y del ramo del dulce y del chocolate.
Asimismo los pescadores de toda la región sureste han sufrido el
saqueo de los especuladores de la Viga en la Ciudad de México. La
historia del petróleo y de PEMEX es el mismo cuento. Ese recurso
no renovable es saqueado de estas tierras para beneficio del centro y
norte del país y, sobre todo, de los intereses de la gran potencia del
norte y demás intereses multinacionales. Y todo a cambio de migajas,
de pobreza, de contaminación y destrucción del medio ambiente de
Tabasco y del sureste y de explosiones con sus desgracias recurrentes.
El gas y el crudo sirven para pagar deuda, para financiar una súper
reserva monetaria y para ayudar a mantener la estabilidad monetaria
y macroeconómica de México; con ese petróleo se concesiona y
subsidia a industriales extranjeros y nacionales del centro y norte del
país para incrementar sus capitales. Para Tabasco y el sureste, sólo
migajas y miseria como causa y resultado de ser colonia dentro de ese
colonialismo interno, de explotación económica y de dominio político,
entre “mexicanos”, a pesar de la Constitución.
Cómo respuesta a lo afirmado por el editorial que más arriba
transcribimos, el secretario general del Departamento Central del
Distrito Federal, Alejandro Carrillo y el Gerente de la Comisión
Proveedora de Ganados del Distrito Federal, Alberto Múzquiz,
enviaron por escrito sus inconformidades y desacuerdos contra las
Elías Balcázar Antonio 349

afirmaciones de Humberto Muñoz Ortiz. Como ya dijimos Muñoz Ortiz


era director del semanario La Voz de Tabasco y el agente nombrado por
los ganaderos tabasqueños para encargarse de despachar los envíos del
ganado tabasqueño a la Ciudad de México. Como toda respuesta los
ganaderos de la entidad, por medio de Muñoz Ortiz, respondieron con
un estudio contable, bien detallado, sobre el precio de la res comprada
en pie en Tabasco, los costos, fletes, impuestos y demás gastos en
toda la operación de compra, traslado de una res, hasta su venta en la
Ciudad de México.
Los ganaderos tabasqueños ponían como ejemplo el caso de un
novillo de 400 kilogramos que comprado en pie en Tabasco a $0.75 el
kilo tenía un precio de $300. Ese novillo desde su compra en pie hasta
su traslado a la Ciudad de México arrojaba un gasto total de $79.35. En
seguida presentaremos una tabla donde se desglosan cada uno de los
conceptos de ese gasto total, desde que la res era comprada en pie en
Tabasco hasta su traslado a esa ciudad. Y hacemos ese desglose, no tanto
movidos por el afán de precisar y mostrar los gastos para ser rigurosos
en el análisis; lo que nos mueve a hacerlo es que cada uno de esos
conceptos, además de darnos una idea de la maraña burocrática, de los
numerosos pagos que tenía que hacer el ganadero y de los filtros por
los que tenía que pasar cada operación de compraventa, nos hablan de
otro mundo, un mundo que hoy no existe. Los conceptos de la siguiente
tabla nos expresan una realidad en que el ferrocarril del sureste todavía
no existía, ni tampoco las carreteras que luego comunicaron a Tabasco
con el centro del país; los siguientes datos nos dan una idea del largo
camino y los tumbos que tenía que dar el ganadero y sus reses, desde
el potrero hasta su arribo a la Ciudad de México para poder llevar
a cabo la operación de comercialización. La merma que sufría la res
desde el potrero hasta su llegada a la Ciudad de México, los ganaderos
y compradores la calculaban sobre un coeficiente de 13 % sobre cada
animal. Veamos los conceptos del siguiente cuadro:
350 Tabasco a dos tiempos

Gastos de traslado y dominio de una res, 1948


(Desde Tabasco a la ciudad de México)
Conceptos Pesos
Contribución al Estado 10.
10 % adicional 1
Inspección sanitaria 1
Impuesto federal 1.8
Impuesto al municipio 3.45
Mejoras materiales 2
Regional ganadera 3.6
Local ganadera 2
Mejoras Materiales Estado 5
Flete chalán a Coatzacoalcos 20
Gastos estancia Coatzacoalcos 6.5
Ferrocarril cd. de México 22
Movilización cd. de México 1
Total $79.35
Fuente: Unión Ganadera Regional de Tabasco, 1948.

Por lo anterior ese novillo le venía saliendo a la proveedora con un


costo de $379.35. El novillo que en Tabasco tenía un peso de 400
kilogramos en pie, llegaba a la ciudad de México con un peso de 348
kilos, de acuerdo a la merma del 13 % que se le restaba a cada cabeza
de ganado. De esos 348 kilogramos el 60 % era carne en canal, o sea
208.8 kilogramos. El resto era piel, huesos y vísceras. La carne tenía
un precio de $1.90 en canal en la Ciudad de México, esos 208.8 kilos
arrojaban un ingreso de $396.72 que sumado a los $45 en que se vendía
el cuero y $38 las vísceras, daban un total de $479.72. A ese ingreso
total los ganaderos le restaban los $379.35 que les había costado la
res a los intermediarios o coyotes; la diferencia les daba una utilidad
de $100.37. Con esas cuentas detalladas los ganaderos de Tabasco les
refrescaban la memoria a Alejandro Carrillo y a Alberto Múzquiz,
probándoles que sí había ganancias en la ciudad de México y que no
había explicación, ni necesidad alguna para quitarles otros 10 centavos
a los ganaderos. Con el descuento de esos 10 centavos los coyotes se
estaban embolsando la cantidad de $720, 000 en la operación de las
18,000 reses que Tabasco introdujo al D. F. en ese año. Y todo por estar
bien en el círculo encantado de la política y de las influencias.
Elías Balcázar Antonio 351

Y es que para entrar a ese círculo se requiere tener el estómago a


prueba de los platillos escatológicos más nauseabundos y repugnantes
y, a cambio, brindar una sonrisa. Esa bronca no terminó ahí. Toda esa
historia siguió como parte de la lucha por controlar el abastecimiento
de los rastros de la Ciudad de México. A fines de marzo del año
siguiente, 1949, se realizó en la Ciudad de México, la Asamblea de la
Confederación Nacional Ganadera. A ella asistieron los delegados de
todas las Uniones Regionales de las entidades ganaderas del país. Ahí
hubo de todo, zancadillas, golpes bajos, insultos, declaraciones, dimes
y diretes.
Lo que más sobresalió de ese lodazal fueron las declaraciones
a “Últimas Noticias” de Excélsior, de Hernando Sánchez, un coyote
muy conocido y que operaba en la Región de los Ríos, en Tabasco. Al
decir de los propios ganaderos tabasqueños esta persona no tenía ni un
metro cuadrado de tierra en la entidad y había amasado además una
inmensa fortuna como coyote incrustado en la comercialización de la
ganadería tabasqueña. En días recientes esta persona había sembrado
el desconcierto entre los productores menores y había logrado acaparar
mil reses a un precio de 70 centavos el kilo en pie.
En sus declaraciones a Últimas Noticias, Hernando Sánchez
acusó a los tabasqueños como la delegación que llegó a meter ruido en la
asamblea en contra de la Comisión Proveedora de Ganado del Distrito
Federal; esa misma Comisión que le quería quitar los diez centavos
por kilo en pie a los ganaderos de Tabasco, para embolsárselos. De
manera cínica Hernando Sánchez dijo a Excélsior que “un grupo de
ganaderos interesados en controlar el abastecimiento a los rastros de
la Ciudad de México, se caracterizó en dicha asamblea por los ataques
que dirigieron” a la dicha Comisión proveedora. Luego señaló a
lo tabasqueños como la delegación “…que había conquistado a los
de Veracruz, Sonora y otros más para presentar una ponencia [sic]
para que la Confederación Nacional pidiera al “Señor Presidente” la
desaparición de la aludida Comisión a fin de que los rastros fueran
entregados a la Confederación”. Y es que este señor Sánchez formaba
parte de ese grupo de intermediarios que, a través de la Comisión
Proveedora de Ganado del Distrito Federal, monopolizaba la compra
y venta del ganado bovino que de todo el país ingresaba a la Ciudad
de México. Y, por supuesto, que Sánchez no quería perder el jugoso
negocio. Ni él, ni sus socios.
A nombre de los ganaderos de Tabasco, Humberto Muñoz
escribió en uno de sus editoriales: “A estos señores Sánchez y compañía
352 Tabasco a dos tiempos

en nada puede interesarles ni el auge de la ganadería tabasqueña, ni


la prosperidad de los ganaderos tabasqueños, supuesto [sic] que no
tiene ni un metro cuadrado de potreros en esta tierra a donde ha hecho
su fortuna. ¿Cómo va a convenirles que el precio de la carne obtenga
su justo valor y que los ganaderos del país y no coyotes sean los que
controlen los rastros de la Capital?” Luego dice:
“Lo que pidieron los Delegados tabasqueños respaldados por
los Delegados de los demás Estados, es que no se les siga explotando
a nombre de darle de comer al pueblo; pidieron al “Señor Presidente”
de la República, como era de esperarse, inafectabilidad de las fincas
ganaderas que puedan mantener hasta 1, 500 cabezas de ganado mayor,
y entre otras justas peticiones y la que no le gustó al señor Sánchez
porque se le caerá el arbolito, es que desean que la comisión proveedora
de ganados del Distrito Federal esté integrada precisamente (lo que no
es el señor Sánchez) por verdaderos ganaderos, por estimarse que son
ellos los que más derecho tienen para manejar sus productos y hacerlos
accesibles al público con ventajas para uno y otro, ya que eliminándose
intermediarios (coyotes) el producto bajaría de precio”.45 Por supuesto,
los poderosos grupos del Centro se impusieron y preservaron sus
privilegios de coyotes. La mafia que integraba la Comisión Proveedora
de Ganado del Distrito Federal siguió sangrando a los ganaderos de
las entidades federativas. No podía ser de otra forma en aquellos años
de omnipotente centralismo presidencialista cuando al epicentro de la
divina voluntad presidencial, de donde emanaban todos los privilegios,
no se le podía cuestionar. Hacerlo, era más que un sacrilegio de lesa
política. Lo realizado por la delegación tabasqueña de ganaderos en esa
asamblea no podía considerarse otra cosa que un acto de irreverencia
en aquellos años.
No quedó de otra, los ganaderos tabasqueños, y supongo que
los de las demás entidades federativas también, se vieron obligados
a seguir comerciando con la multicitada comisión. Y además bajo sus
condiciones. Como vimos, el año de 1949 fue de una intensa sequía que
perjudicó seriamente a la agricultura y a la ganadería. Debido a ello ese
año fue malo para la ganadería. Las reses sufrieron la falta de agua y
debido a la merma no se pudo sostener el ritmo de comercialización
del año anterior, ni fue conveniente comercializarlas.
En 1950 siguieron los envíos de ganado tabasqueño a la
Ciudad de México, no sin tener sus contratiempos. Ese año la

45
La VT, 6 de abril de 1947.
Elías Balcázar Antonio 353

Comisión Proveedora de Ganado del Distrito Federal contrató dos


embarcaciones para transportar 18, 000 reses compradas a ganaderos
de Tabasco: el “Jaco” que era un barco panameño y el “Tamaulipas”
que era de nacionalidad mexicana. El primero tenía capacidad para
transportar 600 reses y el segundo, para 300. A principios de abril de
ese año el “Tamaulipas” encalló cuando transportaba trescientas reses;
el barco duró embarrancado seis días y por falta de agua murieron 200
reses. A pesar de ese fracaso inicial las operaciones continuaron. Los
movimientos de ganado se hacían a través del puerto de Frontera. Con
las dos embarcaciones citadas se transportaba el ganado directamente
hasta el puerto de Veracruz; al puerto de Coatzacoalcos se llevaba
en lanchones jalados por remolcadores. Desde esos dos puertos eran
enviados a la metrópoli a través del ferrocarril.
En aquellos años y ante lo incipiente de las carreteras, el ganado
se arriaba desde los potreros hasta las orillas de los ríos Usumacinta
y Grijalva o hacia algún otro río, afluente o cuerpo de agua para ser
embarcado y transportado en esos lanchones a través del puerto
de Frontera, vía golfo de México hasta Coatzacoalcos. Hasta el 6 de
mayo de 1950 habían llegado de Tabasco al puerto de Veracruz, mil
setecientas cabezas de ganado para la Comisión Proveedora y se
esperaban 10, 000 más. En el último viaje murieron doce reses debido
a su excesiva gordura.46
En ese año la ganadería tabasqueña se perfilaba a ser un
renglón tan importante como la agricultura, sobre todo a partir de la
inauguración del Ferrocarril del Sureste realizada, como ya vimos, aquel
histórico mes de mayo de 1950, un lunes 29. Con el funcionamiento
de esa magna obra de ingeniería la ganadería tabasqueña quedó
vinculada al mercado de la Ciudad de México de manera más directa
y expedita. En el Ferrocarril del Sureste, desde su inauguración hasta
que fue abandonado, se transportaron de manera rápida miles de
cabezas de ganado, además de productos agropecuarios. Aparte,
el ganado tabasqueño tenía fama de ser de muy buena calidad. La
creciente demanda, como resultado del crecimiento demográfico, de
la expansión del aparato productivo del país y de la capacidad de
compra de la población, así lo propiciaba. El acelerado crecimiento
de la industria y de las ciudades fueron factores, sin duda, favorables
para el crecimiento del consumo del ganado de Tabasco y del país.

46
RN, 12 de abril y 6 de mayo de 1950.
354 Tabasco a dos tiempos

En ese año los Estados Unidos reiniciaban sus compras de carne


congelada a México. Parte era carne de bovino y otra parte de carnero. En
julio de ese año el vecino país del norte ya había completado la compra
de 4, 700 toneladas de carne congelada a la ganadería mexicana. 4, 000
fueron de carneros y setecientos de ganado vacuno. Esas compras se
hicieron como parte del Plan Marshall, de reconstrucción europea de
posguerra; fueron enviadas a Atenas, Grecia, e introducidas a través
del Pireo. Éste era el primer envío de un amplio pedido que sería
surtido en los meses sucesivos.47
Sin embargo, fue hasta 1952 que se declaró abierta la frontera
norte de nuestro país para el ganado mexicano. Por acuerdo conjunto
de los Gobiernos de México y de los Estados Unidos el 1 de septiembre
de 1952 se declaró como la fecha oficial en que quedaba abierta la
frontera entre los dos países. También se hizo la declaratoria que con
esa misma fecha se levantaba la cuarentena a la ganadería mexicana.
En ella se recordó que en el combate a la aftosa, además de los muchos
millones de pesos que costó al país, murieron 63 militares mexicanos,
7 norteamericanos y treinta y cuatro campesinos. La apertura de esa
frontera y, dada la amarga experiencia de la fiebre aftosa, obligó a los
dos gobiernos a tomar rigurosas medidas precautorias y de seguridad.
Tres meses después de abiertas las fronteras se giró una circular a todas
las entidades federativas en donde se daba la orden de que todo el
ganado destinado a la exportación debía ser bañado con una solución
de óxido arsenioso al 22 %.48
A pesar de que todas las condiciones eran favorables para que
la ganadería tabasqueña entrara por la senda de la prosperidad, los
ganaderos de la entidad siguieron enfrentando el enorme obstáculo
que eran los coyotes organizados en la Ciudad de México. En 1953 esa
situación persistía. Ese año era nuevo sexenio, nuevo presidente de
la República, nueva administración. Como cada seis años, había que
negociar nuevas reglas del juego. La nota de un diario de circulación
nacional del martes 14 de abril de ese año nos dice: “Infortunadamente
para los tabasqueños, los eternos intereses creados, la codicia de los
especuladores y los monopolios mantenían [sic] cerradas las puertas
de los mercados capitalinos para el ganado de aquella entidad del
sureste, cuyos ganaderos han luchado años y años para colocar
siquiera pequeñas partidas. Hace dos meses, sigue la nota, la Unión

47
RN, 15 de junio y 3 de agosto de 1950.
48
RN, 1 de septiembre y 28 de diciembre de 1952.
Elías Balcázar Antonio 355

Regional Ganadera de Tabasco recibió la injusta proposición de que se


le compraría ganado a un precio ridículo a comparación al que se paga
a productores de cualquier otro estado por reses de inferior calidad. La
proposición, con muy buen tino, no fue aceptada”.
El lunes 13 de abril el gobernador de Tabasco, Manuel Bartlett
Bautista, se reunió con Ernesto P. Uruchurtu, regente de la Ciudad
de México y con miembros de la Abastecedora de Carnes, o sea, la
Comisión de Proveedores de Carne del Distrito Federal. Esa reunión,
realizada en el despacho de Uruchurtu, tenía como fin abrir mejores
posibilidades de comercialización para el ganado tabasqueño con la
metrópoli del país. Se buscaba también subsanar la escasez de carne
del Distrito Federal, lograr relaciones más equitativas entre las partes
y hacer frente a la especulación que desde años atrás venían realizando
los introductores, los tablajeros y ganaderos.
Como quiera que sea, los acuerdos de esa reunión fueron
fructíferos para la ganadería tabasqueña. Dentro de los puntos
acordados se autorizaba a los ganaderos de la entidad poder introducir
a la Ciudad de México de 18, 000 a 20, 000 cabezas de ganado al año.
Urgía además solucionar la escasez de carne en la capital de la República.
A fines de ese mismo mes de abril ya habían ingresado varias remesas
de bovino a la metrópoli del país. El día 29 entraron de Tabasco 600
reses al rastro de Santa Clara que fueron enviadas de inmediato a los
demás rastros citadinos; en Córdova, Veracruz había otro lote por 600
reses más que se subieron al día siguiente al altiplano. En esos días
ya se habían despachado de diversas estaciones del Ferrocarril del
sureste, de la jurisdicción de Tabasco, 35 vagones cargados con treinta
reses en promedio cada uno. O sea, más de mil cabezas. En cosa de dos
meses Tabasco había introducido cerca de 20, 000 reses a la Ciudad de
México, cumpliendo con el acuerdo entre la Unión Regional Ganadera
y Ernesto P. Uruchurtu, jefe del Departamento del Distrito Federal.
En el siguiente cuadro podemos ver lo que aportó cada municipio en
esa remesa total, dato que nos puede dar una idea de la importancia
ganadera que tenía cada uno de ellos entonces:
356 Tabasco a dos tiempos

Introducción de bovinos de Tabasco al D. F. (1953)


(Por municipios)
Municipio Cabezas de ganado
Centro 3 , 646
Jonuta 2 , 510
Jalapa 2, 447
E. Zapata 2, 412
Macuspana 2, 232
Balancán 1, 303
Centla 1, 035
Tacotalpa 960
Tenosique 904
Teapa 841
Cunduacán 310
Jalpa de Méndez 245
Huimanguillo 135
Paraíso 87
Cárdenas 54
Comalcalco 45
Total 19, 166
Fuente: Unión Ganadera Regional de Tabasco, 1953. RN, 9 de septiembre de 1956

En el cuadro podemos apreciar que, con excepción de Centro,


Macuspana y Jalapa, eran los municipios de la Región de los Ríos que
entonces tenían mayor importancia en la producción de bovinos en el
Estado. “Vocación”, le llaman algunos, atenidos a un determinismo
geográfico, como si los terrenos pensaran o escogieran. Es el hombre
el que escoge, dentro de condiciones históricas, económicas, técnicas,
geográficas y estructurales existentes en un tiempo y en un espacio.
Jonuta, Zapata, Balancán y Tenosique con 7 129 reses significaron
el 37 % de esas 19, 166 que se enviaron en los primero siete meses
de 1953. Por otro lado, aquellos municipios que siempre destacaron
como productores de plátano, cacao y caña de azúcar, aprovechando
las tierras negras de aluvión donde se encuentran establecidos, tenían
poca o ninguna importancia en la producción de bovinos. Estos eran
Paraíso, Comalcalco, Cunduacán, Cárdenas y Huimanguillo que,
establecidos en las vegas de los ríos Grijalva y del viejo Mezcalapa (río
Seco), sólo aportaron 631 reses de ese total, cantidad que representó el
Elías Balcázar Antonio 357

3.2 %. Los municipios de Teapa y Tacotalpa, productores siempre de


caña de azúcar, plátano y cacao y establecidos en las tierras negras de
aluvión de los ríos de los mismos nombres, tuvieron mayor importancia
que los de la Chontalpa con 1, 801 reses, cantidad que representó el 9.4
% del total. Centro, Macuspana y Jalapa con 8 325 reses aportaron el
43.4 %. Al igual que los municipios de la Región de los Ríos, estos tres
tienen condiciones ideales para la ganadería con amplias superficies
de ricos y altos lomeríos, ideales para subir el ganado en los días de
inundación y con abundantes cuerpos de aguas, arroyos y jagüeyes,
muy buenos para los meses de sequía, con terrenos, además, ricos en
nutrimentos adecuados para el crecimiento de la pastura.
No obstante que la cuota autorizada en ese acuerdo ya había sido
rebasada, se solicitó a los ganaderos tabasqueños otro pedido por 5, 000
cabezas más de bovinos. El 21 de junio de ese año, 1953, el gobernador
Bartlett en la Ciudad de México, presenció el desembarco de trescientas
reses y al día siguiente presenció otro por 600 más. En esos días el
consumo diario en el Distrito Federal era de 1, 200 reses. La población
de esta ciudad en ese año era de casi tres millones de habitantes. La
cuota extra de 5, 000 cabezas fue cubierta en los meses restantes del
año. En total, de enero a fines de septiembre ya se habían introducido
a la Ciudad de México 21, 578 reses. El 60 % de la demanda mensual
de esa ciudad. El 24 de julio de ese año se realizó el Primer Congreso
de la Carne; las delegaciones asistentes hicieron un pronunciamiento
conjunto en el que se fustigó a la Secretaría de Salubridad por la falta
de honestidad de sus inspectores que se encargaban de certificar la
sanidad en los centros de matanza. Por lo insalubre de los rastros a los
que calificaron de “mataderos clandestinos”, los congresistas exigieron
a esa secretaría una mayor y honesta supervisión de los rastros.49
A pesar del monopolio (monopsonio sería más correcto)
que representó la abastecedora y en torno a la que se parapetaron
siempre los coyotes de la carne en la Ciudad de México, 1953 fue
buen año para la ganadería tabasqueña. En aquel año, con nuevo
Presidente de la República, con nueva administración, aparecen
nuevos nombres, nuevos rostros, nuevos coyotes en este negocio
jugoso para intermediarios y mafias. Bajo el amparo del regente de la
Ciudad de México, Ernesto P. Uruchurtu, se encontraba Lauro Ortega,
entonces subsecretario de Ganadería y prominente accionista de la

La VT, 14 de abril y 25 de julio de 1953; RN, 15 y 30 de abril y 23 de junio de 1953. Bartlett


49

Bautista, Manuel, Primer Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1953.


358 Tabasco a dos tiempos

Abastecedora, S. A. Aquel mismo personaje, tristemente recordado,


que fuera mediocre presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI
en sustitución de don Carlos Madrazo por órdenes de Gustavo Díaz
Ordaz. Otro que disfrutó aquella danza de los millones y que era fuerte
accionista también de la Abastecedora, fue un licenciado de apellido
Cándano, José Cándano, secretario del Departamento Central. Otro
miembro de esa jauría era otro licenciado (para variar), de nombre
Lázaro Martínez, recomendado de Lauro Ortega, y encargado del
rastro de Santa Clara.
Ese año, como buenos coyotes y especuladores hambrientos,
estos personajes que controlaban la tanta veces mencionada
abastecedora provocaron una escasez ficticia de carne en el Distrito
Federal: obviamente con el fin de subir el precio de la carne. Esta vez
esos hijos de Alí Babá le echaban la culpa de esa escasez al ingeniero
Fernando Ortiz Rubio, quien era introductor de ganado de la ciudad.
El licenciado Ignacio Burgoa, quien era Juez de Distrito de la Ciudad de
México, falló a favor de Ortiz Rubio y contra la Abastecedora a la que
señaló como la responsable de esa carestía. Un editorialista escribió que
“…con un valor no acostumbrado, el C. Juez fulminó a la Abastecedora
de Carnes, monopolio de Estado, según su propia declaración, que
tiene la culpa de la escasez y carestía de la carne”. A José Cándano,
el licenciado Ignacio Burgoa lo exhibió como “…un simple mercader
que valido de las disposiciones oficiales y monopolizando, entre otras
cosas, el derecho de clasificar los ganados que entran a Rastros, éste los
clasifica y paga como de segunda” para después venderlos con precios
como ganado de primera. Dentro de este retrete jugaba, con un palito,
Lázaro Martínez quien vendía ganado a un judío de apellido Brener y
éste la vendía a muy buen precio a la colonia Hebrea de la Ciudad de
México.50 Si en este país hubiera, aunque sea, veinte abogados con la
calidad moral y capacidad profesional de Burgoa, la situación fuera
distinta.
A pesar de todo en 1953 hubo un auge inusitado y sin
precedentes en las ventas y en las remesas enviadas a la capital de
la República. En junio de ese año Manuel Bartlett presentó un plan
general al presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines, para
impulsar la ganadería de bovinos en el estado. El plan contemplaba
la siembra de “praderas artificiales” con pastos mejorados en cien
rancherías de la entidad. Además la instalación de dos centros de

50
La VT, 7 y 9 de abril y 15 de mayo de 1953.
Elías Balcázar Antonio 359

inseminación artificial; para ello se utilizarían cinco sementales de


raza holandesa, diez cebúes y otros más de alto registro. Este proyecto
de crear un centro de inseminación y que empezaría a operar en 1955
quedó trunco con el derrocamiento en marzo de ese mismo año del
gobernador Manuel Bartlett. El centro de inseminación no funcionó
sino hasta marzo de 1957 y se instaló en terrenos aledaños a lo que fue
el Parque Tabasco, hoy Tomás Garrido. Luego se trasladó a terrenos
ubicados en la parte posterior de lo que fue la Escuela Normal “La
Granja”. Actualmente se encuentra ahí parte de la Colonia Prados de
Villahermosa. El servicio prestado por ese centro era gratuito, sólo era
necesario que un ganadero reportara que tenía una vaca en días de
gestación para que de inmediato se le diera el servicio correspondiente.
Ese año se practicaron 1, 329 inseminaciones en los municipios de
Teapa, Tacotalpa, Macuspana, Centro, Zapata y Jonuta. Se logró un
prendimiento del 68 %. Al año siguiente el centro de inseminación
amplió sus servicios con dos plazas en la Región de los Ríos.51
En esta etapa de la ganadería tabasqueña se multiplicaron los
esfuerzos de varios ganaderos, sobre todo los más pudientes, para
importar sementales de alto registro con el fin de mejorar la calidad
del hato ganadero. En octubre de 1950 llegaron a Emiliano Zapata
sesenta ejemplares de raza cebú, suizo, holandés, doriam y hereford.
La compra se hizo gracias un préstamo de $250, 000 otorgado por una
institución de crédito y garantizado por la Secretaría de Agricultura
y Ganadería, encabezada por don Nazario Ortiz Garza. La compra
la hicieron Ventura Marín Ocampo y Ciprián Cabrera Marín en su
segundo viaje que hicieron a Laredo, Texas y a Tonmin, San Luis
Potosí. Por su parte Ventura Marín, con su propio dinero, compró
nueve cebúes brasileños legítimos que en su conjunto costaron a su
bolsillo $120, 000. Esa compra la había hecho desde hacía cuatro años
pero debido a la aftosa le retuvieron esos finos ejemplares en el puerto
de Veracruz precisamente hasta 1950 en que los pudo recoger.
Otro caso curioso fue el de unos finos sementales que en 1953
donó a Tabasco el presidente Ruiz Cortines. Felipe Marín García
tardó varios meses en la Ciudad de México tratando de recoger esos
sementales hasta que después de vencer un largo papeleo pudo traerlos
a Tabasco. En agosto de ese mismo año se llevó a cabo una exposición

RN, 30 de junio de 1953; Bartlett Bautista, Manuel, Segundo Informe de Gobierno, 20 de noviembre
51

de 1954. Orrico de los Llanos, Miguel, Tercero y Cuarto Informe de Gobierno, 20 de noviembre de
1957 y 1958. El Momento, 6 de marzo de 1958.
360 Tabasco a dos tiempos

ganadera en Mérida, Yucatán, con lo más selecto de las mejores razas


de bovino de ese estado. En esa exposición los ganaderos tabasqueños
desembolsaron más de cien mil pesos para comprar sementales finos
con el fin, obviamente, de mejorar las razas de bovino en la entidad. Un
rico hacendado yucateco donó un semental a Tabasco para ser rifado y
luego usar el dinero de la rifa para los desayunos escolares instituidos
por la esposa del gobernador Manuel Bartlett.
Las compras de finos sementales yucatecos continuaron
durante 1954. Ese año el doctor Aníbal Flores Brown trajo a Tabasco
45 sementales que fueron subastados en Teapa, en la quinta del señor
Lorenzo Mollinedo Sala. El señor Aníbal Flores Brown era representante
de los ganaderos de Yucatán, de la ganadería San Antonio del señor
Cabalán Macari y de la ganadería San Lorenzo de José Gamboa e hijos.
En esa ocasión el dueño de la hacienda ganadera yucateca, Hobomil,
donó un toro semental al comité de desayunos escolares para ser
rifado con el fin también de recabar fondos para esos desayunos. Ese
año se importaron además 115 toros sementales de raza cebú y Santa
Gertrudis “Shorthorn” y que fueron adquiridos por ganaderos de
Centro, Teapa, Jalapa, Macuspana, Emiliano Zapata y Balancán.52
El 5 de noviembre de 1956 se presentó la delegación de
ganaderos de Paraíso, en la Sucursal del Banco Nacional de Crédito
Agrícola en Villahermosa. Esta delegación, integrada por los señores
Guillermo Sevilla Figueroa, Nacir Antonio Rajal y Willy Hübner,
acudió con más de $100, 000 en la sucursal de ese banco para gestionar
su pedido de importación de ganado de los Estados Unidos. Los
pedidos de los ganaderos de los demás municipios ya se habían hecho
antes de ese 5 de noviembre. El ganado americano importado por los
ganaderos de todo el estado llegó hasta enero de 1957. El lunes 21 de
enero de ese año llegaron por el Ferrocarril del Sureste a la estación
de Teapa, 125 sementales finos. Pocos días después llegaron los otros
125 animales de registro. Las razas de esos animales eran Jersey, Cebú,
Geer, Brahbam Holandés y Santa Gertrudis Shorthorn. Entre los
ganaderos que compraron ese ganado estaban Nacir Antonio Rajal,
Guillermo (Willy) Hübner, Guillermo Sevilla Figueroa, Ventura Marín
Ocampo y Ciprián Cabrera Marín, entre otros.53 En 1958 y por medio
de la Unión Ganadera se adquirieron 183 sementales de raza cebú que

52
RN, 18 de octubre de 1950, 18 y 26 de febrero de 1954; La VT, 1 de septiembre de 1953. Bartlett
Bautista, Manuel, Segundo Informe de Gobierno, 1954.
53
El Momento, 27 de enero de 1957; RN, 6 de noviembre de 1956.
Elías Balcázar Antonio 361

se distribuyeron entre las Asociaciones Ganaderas del Estado. Por su


parte ganaderos, de manera particular, compraron fuera del estado
sementales muy finos de la raza Santa Gertrudis, Charoláis y Suizo.
Esas adquisiciones sumadas a las realizadas por la Unión superaron los
trescientos sementales de raza que ese año ingresaron a la ganadería
tabasqueña.54
Como ya vimos, después de la aftosa se abrieron las puertas de
la Ciudad de México a la ganadería tabasqueña. Ésta, junto con la de
Chiapas, había quedado como reserva estratégica debido al daño que
esa enfermedad causó al ganado de las demás entidades federativas;
por lo anterior, el empuje que tomó esa actividad en Tabasco y
Chiapas no se detuvo con nada. El relativo aislamiento y la lejanía
geográfica respecto del centro y norte del país, aunados a la eficacia
del cordón sanitario, fueron factores favorables para que Tabasco y
Chiapas no se contagiaran de la fiebre aftosa. Debido a ello y a otros
factores, principalmente al Ferrocarril del Sureste y a la carretera del
Golfo que le permitieron al sureste del país vincularse de manera
más expedita con una creciente y demandante Ciudad de México, la
ganadería de Tabasco fue en claro y vigoroso ascenso. El entusiasmo,
así como el ímpetu de los ganaderos se multiplicó y cobró fuerzas por
todo el Estado. La introducción del número de ganado a la Ciudad
de México creció año con año. Con ese mismo vigor se atacaron otros
mercados. En 1955 se colocaron 20, 443 novillos en el mercado de la
Ciudad de México; 2, 525 se enviaron al estado de Veracruz; 1, 066
reses a Campeche y sólo 28 para Mérida. En total los ganaderos de
Tabasco vendieron 24, 062 cabezas en esos mercados ese año. En 1956
se vendieron en esos mismos mercados 34, 834 reses; de ellas 30, 834 se
destinaron a la Ciudad de México, 1, 421 al mercado de campechano,
369 al mercado emeritense y 1, 714 al de Veracruz.
En 1957 la fuerza de la ganadería tabasqueña mantuvo el mismo
vigor en sus ventas. Ese año el creciente mercado de la Ciudad de México
absorbió casi todo el ganado vendido por los ganaderos tabasqueños.
De un total de 34, 384 reses, 32, 500 cabezas se vendieron en esa ciudad
capital; sólo 766 se destinaron a Veracruz, 310 a Campeche, 260 a
Mérida y 384 a Chiapas. De los datos anteriores vemos la disminución
de la importancia de los mercados de la península para la ganadería
tabasqueña. Mercados que fueran muy importantes en décadas
anteriores. Sobre todo el de Yucatán cuando de 1880 a 1919 la casta

54
Orrico de los Llanos, Miguel, Cuarto Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1958.
362 Tabasco a dos tiempos

divina gozara aquellos años maravillosos del auge henequero; claro,


bajo el dominio y la explotación del consorcio gringo la Internacional
Harvester contra el que tanto lucharon, con medidas nacionalistas,
Salvador Alvarado y Carrillo Puerto. Los dos fueron asesinados en
1923, igual que Francisco Villa.
Como ya dijimos en capítulos anteriores y no olvidemos, con
la crisis de posguerra y la caída del mercado del henequén a partir de
1919, la ganadería de Tabasco resintió ese colapso y entonces se puso
más empeño a la producción platanera que venía caminando desde
1907. Con esta actividad la entidad terminó por estrechar sus relaciones
comerciales con los Estados Unidos. Esto, como ya vimos, a través de los
mercados de Bronwsville, Texas; Mobile, Alabama; y Tampa, Florida.
Luego, Tabasco terminó por bananizar su economía, por convertirse
peligrosamente en una entidad monoexportadora y cayó subordinado,
fatal destino de América Latina, bajo el férreo y total control de la
compañía, también gringa, la Southern Banana Corporation, filial de
la Standard Fruit. La misma que provocó el derrumbe platanero de
Tabasco en 1939 a través de la introducción malévola y cruel del hongo
Cerospora Musae Zimm que provocó la enfermedad del chamusco y
la aniquilación de los platanales tabasqueños. Esa misma compañía
boicoteó y bloqueó toda posibilidad y todo intento de los productores
locales por recuperarse y levantar el negocio del banano.55
Pero, sigamos con la ganadería. De los datos apuntados arriba
sobre el ganado podemos inferir o recordar, más bien, que la inusitada
industrialización que vivió la capital del país en esos días y los beneficios
de su urbanización, en un ámbito de clima templado, con la promesa
de un mejor nivel de vida generó un fuerte movimiento migratorio de
las distintas regiones del país a esa ciudad capital. Y ese fenómeno,
que duró varias décadas, se volvió una costumbre en las personas de
provincia que veían en la Ciudad de México a la Meca de sus sueños.
Cada año y llenos de ilusiones, llegaron por oleadas miles de mexicanos
a esa ciudad en busca de mejores oportunidades de vida o huyendo
del desempleo y de la miseria que sufrían en sus pueblos de origen.
Muchas familias nunca regresaron a su terruño natal. Lo anterior,
aunado a una creciente burocracia debido a que ahí se concentran los
tres poderes que conforman la República, contribuyó también a ese
acelerado crecimiento demográfico. Lo que fuera, recordando a don
Alfonso Reyes y al Barón de Humbolth, la región más transparente y la

55
Ver mi libro Tabasco en sepia, Economía y sociedad, 1880 y 1940. UJAT, 2003.
Elías Balcázar Antonio 363

ciudad de los palacios, se convirtió con ese movimiento de población


en una megalópolis. Por tanto, su creciente mercado se convirtió en un
imán para los productores de alimentos agrícolas, pecuarios y otras
materias primas de todo el país. Las crecientes vías férreas y carreteras
dirigidas hacia la Ciudad de México facilitaron la centralización de ese
movimiento.
De esos mismos datos podemos inducir también que la
recuperación de la ganadería del vecino estado de Veracruz, después
de diez años de dejar atrás la fiebre aftosa, provocó que la demanda
veracruzana del ganado tabasqueño disminuyera. También habría
que revisar el comportamiento de la ganadería de los otros Estados
mencionados y de ahí también la menor demanda de los mercados
de estas entidades para el ganado de Tabasco. El siguiente cuadro con
datos de 1956 podría ayudarnos, quizá, en estas reflexiones:

Embarque de bovinos de Tabasco a distintos mercados. (1956)


Municipio México Campeche Mérida Veracruz Total
E. Zapata 2, 082 271 12 494 2, 859
Tenosique 1, 065 693 240 1, 998
Balancán 2, 239 453 115 55 2, 862
Jonuta 2, 531 4 60 2, 595
Jalapa 3, 515 30 3, 545
Frontera 1, 518 206 1, 724
Centro 5, 069 36 5, 105
Macuspana 4, 711 4, 711
Tacotalpa 1, 425 1, 425
Teapa 2, 081 2 45 2, 128
Cunduacán 258 258
Huimanguillo 619 309 928
Nacajuca 217 30 247
Paraíso 356 356
Comalcalco 63 63
Cárdenas 30 30
TOTAL 27 330 1 421 369 1 714 30,834
364 Tabasco a dos tiempos

EXTRACTO-1956.
México 27,330
Campeche 1, 421
Mérida 369
Veracruz 1, 714
TOTAL 30 ,834
Fuente: Boletín informativo de la Unión Ganadera Regional de Tabasco, 1956.

En este cuadro, con datos de 1956, podemos apreciar la importancia


que cada municipio tenía en la producción de bovinos en esos años. Por
otro lado, podemos ver también que por su mayor cercanía geográfica
hacia la península yucateca, los municipios de la Región de los Ríos eran
los únicos que abastecían a los mercados de Campeche y Mérida. Años
atrás el movimiento del ganado se hacía por la vía fluvial y marítima,
por medio de chalanes; en la década de los cincuenta, el Ferrocarril
del Sureste, en auge en esos días, facilitó la relación comercial de la
Región Sureste, Tabasco y Chiapas, hacia el mercado de la península de
Yucatán. Los municipios de Jonuta, Jalapa, Centro, Teapa, Macuspana,
Tacotalpa y Huimanguillo, por su cercanía o mejor acceso con la línea
del Ferrocarril del Sureste hacia el centro del país, dirigieron todas sus
ventas de ganado hacia la ciudad de México. Esos municipios enviaban
también algunos vagones cargados de ganado hacia el mercado del sur
de Veracruz, junto con el municipio de Emiliano Zapata.
Las ventas de ganado mantuvieron un vigoroso ritmo hacia
los mercados aquí señalados. La Ciudad de México siguió siendo el
principal mercado para la ganadería de Tabasco y para las partes del
norte de Chiapas colindantes con el ferrocarril. Vimos que en 1957 se
vendieron 34, 384 reses fuera de la región y de ese total, 32, 500 se
destinaron a la capital del país, cantidad que significó el 94.5 % del
total vendido ese año. Al año siguiente, 1958, por conducto de la Unión
Ganadera Regional se movilizó un total de 33, 599 cabezas de bovinos:
31 536 se destinaron a la ciudad de México; 1, 083 a Veracruz; 800 al
estado de Campeche; 138 a Chiapas y 42 a Mérida. Yucatán cada vez fue
perdiendo importancia para la ganadería de Tabasco. Para esos años
esa entidad había logrado levantar su propia ganadería de bovinos y
además una muy buena de porcinos.
Por otro lado, en ese año de 1958 y a través de la Dirección de
Ganadería del Estado se multiplicaron las aplicaciones de vacunas, así
como los baños contra la garrapata. Esta última era otro cáncer que
Elías Balcázar Antonio 365

diezmó por años los hatos de bovinos. Ese año los ganaderos del país
sufrieron pérdidas por $2, 000, 000 debido a la garrapata. A pesar de
que ese año se aplicaron 45, 660 baños contra la garrapata, no existía
entonces un plan o una campaña contra ese insecto que les chupaba
la sangre al ganado y el bolsillo a los ganaderos. Ese año se aplicaron
en Tabasco 9, 988 vacunas contra la fiebre carbonosa, 10, 900 contra la
septicemia hemorrágica y 14, 950 contra el carbón sintomático.56
Sin embargo, la enfermedad que más daño le hizo a los
ganaderos y que durante décadas tuvieron que sufrir fue el robo de
ganado, el abigeato. Durante los años de mano dura de don Tomás
Garrido los abigeos se estuvieron quietos, se portaron bien, luego
volvió el desbarajuste y la anarquía a los potreros de Tabasco. Durante
la anodina y débil administración de Noé de la Flor el robo de ganado
volvió por sus fueros. De 1942 a 1945 y en adelante los abigeos gozaron
años de auge. José Jesús García nos dice en un artículo del periódico
local La Voz de Tabasco del 30 de octubre de 1951 que durante el
gobierno de Noé de la Flor y dentro de la ola de robo de ganado que
sufría la entidad, los abigeos le robaron veinte reses de sesenta que
tenía pastando en el Bizal. Francisco J. Santamaría trató de ponerles
orden a los cuatreros durante su administración. Apenas tomó las
riendas de su gobierno, y el 14 de enero de 1947 giró una enérgica
circular contra el abigeato. A todos los ministerios públicos de la
entidad se les instruía para que actuaran con toda severidad contra
los que resultaran responsables del delito de abigeato o de robos de
alambre o de cualquier otro instrumento usado por los ganaderos.
Se les hacía saber a todos aquellos procesados por ese delito y que se
encontraban libres bajo fianza que ésta no debería ser inferior a $2, 000
o en su defecto, dice la circular, internarlos a presidio.
Los días 15 y 16 de enero de ese año Santamaría sostuvo
reuniones de trabajo con su gabinete en las que les explicó un amplio y
ambicioso plan de trabajo de gobierno. Dentro de los veinte puntos que
comprendía ese plan el octavo se refería a la lucha contra el abigeato
y el robo de alambre. En este punto se instruía a los presidentes
municipales para que integraran una lista de los sospechosos y de
aquellos que tenían fama de ser ladrones con el fin de vigilarlos. Los
presidentes debían hacerles la advertencia a estos sospechosos de que
serían castigados con toda energía en caso de incurrir o reincidir en

Orrico de los Llanos, Miguel, Cuarto Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1958. El


56

Momento, 20 de marzo de 1958


366 Tabasco a dos tiempos

los delitos de robo de ganado, alambre y otros aperos usados en la


ganadería. En los juzgados y con la intervención del Ministerio Público
serían fichados cada uno de estos sujetos.57
Sin embargo, poco se avanzó con esos buenos propósitos. El
robo de ganado y el pistolerismo persistió durante el gobierno de don
Francisco y de Manuel Bartlett. Las zonas más remotas, incomunicadas
y alejadas de Villahermosa, sufrían aún más de este mal. Esos gobiernos
no tuvieron la capacidad, ni la energía de resolver el problema del
abigeato. Regiones remotas como la de los Ríos, región ganadera por
excelencia, sufrieron el azote de los abigeos y de otros delincuentes
que aprovechaban la presencia de la selva y la colindancia con Chiapas
y Guatemala para huir y refugiarse. Zonas estas donde se encontraban
las monterías chicleras y madereras. Tierras de nadie.
En 1950 y 51 en Balancán y en Tenosique una gavilla de roba
vacas asoló esa zona. Tuvieron que intervenir la policía montada y el
ejército. En un solo día recobraron veinte reses. Quienes encabezaban
a esta banda de cuatreros eran Francisco Jiménez y sus hijos, así como
una persona de nombre Tomás Martínez. En los terrenos de un señor
de apellido Mandujano esos cuatreros hicieron de las suyas también.
Ahí los miembros de la policía montada, que tenían pastando sus
caballos, se encontraron con que varias reses habían desaparecido y
también hallaron numerosos alambiques clandestinos.
Pero fue hasta el gobierno del general Miguel Orrico de los
Llanos, a fines de marzo de 1955, que se implementó una amplia
batida contra estos delincuentes. Orrico, militar de carrera, general
Brigadier, les echó encima el ejército a estos bandoleros, permítaseme
la expresión. La frontera entre Chiapas y Tabasco también era otra
zona preferida por los delincuentes. En julio de 1955 el jefe de la XXX
Zona Militar, José Pacheco Iturribarría, quien era también general de
Brigada, informó de una gavilla encabezada por Jorge Bastar. Por ese
motivo los ganaderos no podían embarcar sus reses en el Ferrocarril
del Sureste. Juan Rodríguez, ganadero importante de esa zona informó
que debido a la inseguridad que se vivía en esos días no había podido
embarcar su ganado en la estación de Juárez Chiapas. El conocido
hombre de negocios de Huimanguillo, Félix Acuña del Valle le
telegrafió esos días a su familia para que desistiera de hacer un viaje
por ferrocarril. Mucho se especuló entonces en el sentido de que si se
trataba de simples bandoleros o de una guerrilla armada, levantada
contra el gobierno. Sin embargo, al decir de la gente estas personas
eran simples bandoleros pues asaltaban, robaban y saqueaban de

57
RN, 14 y 24 de enero de 1947.
Elías Balcázar Antonio 367

manera indiscriminada a la población. Esta gavilla fue destruida por


el ejército.58
Un mes después de destruida esa banda, dos personas se
retaron a un duelo por el problema de unas reses. Esto en el poblado
de Luís Gil Pérez. El ganadero José Ranero Burelo y Joaquín Jiménez
Camacho, acusado de roba vaca, se encontraron en el camino real frente
a frente, cerca de un rancho llamado El Cacao. Los dos iban montados
a caballo. Debido a un robo de ganado que el segundo había hecho al
primero en días recientes, se hicieron de palabras, desenfundaron sus
pistolas y se mataron. Esto fue el 11 de agosto de ese año.
El día 18 Miguel Orrico de los Llanos inició una campaña
por todo el Estado y por toda la región para combatir y liquidar
a las bandas de cuatreros. Ese día Sergio Álvarez Morales, agente
investigador, partió con destino a Jonuta para realizar la investigación
de numerosos robos de ganado cometidos en recientes días. Con ese
mismo fin viajó a Emiliano Zapata el licenciado Antonio de la Torre
quien además era director de Averiguaciones Previas del Estado. Las
investigaciones de Sergio Álvarez pronto dieron resultados. Debido a
ellas se detuvieron y consignaron a los hermanos Gustavo, Joaquín y
Adelfo Chan. Estos hermanitos resultaron culpables también por los
delitos de asalto a mano armada y tentativa de homicidio. Estas tres
personas venían sembrando el terror desde hacía tiempo en Jonuta y
sus alrededores. Las gentes de Jonuta expresaron su agradecimiento al
gobernador Orrico de Los Llanos.
Unos días antes, el 9 de agosto había sido capturado Alonso
Baeza Sánchez por el robo de siete reses al ganadero Alberto Lastra
Sáenz de su finca Cangrina, en Torno Largo, municipio de Centro.
También fue capturado Miguel López Cadena quien había comprado
dos de los animales robados. En octubre de ese año y también en Jonuta
cayó otra gavilla de abigeos integrada por ocho cuatreros: Luís Ávila,
Gonzalo Arias, Pablo Velásquez, Ponciano Luna, Sergio Valencia,
Juventino Vadillo, Roberto Vadillo y Marcelino Vadillo. Ante las quejas
de los ganaderos de Jonuta que desde hacía tiempo venían sufriendo
pérdidas cuantiosas en sus ranchos, la Policía Judicial Rural envió un
destacamento a ese municipio logrando capturar a esos delincuentes
quienes además tenían otros antecedentes penales.59
Esa Policía Judicial Rural había sido autorizada para su
integración y funcionamiento un mes y medio antes. El 27 de agosto de
ese año fue publicado el Reglamento correspondiente en el Periódico

58
La VT, 20 de junio de 1951; RN, 19 de julio de 1955.
59
El Momento, 9, 14, 18 y 21 de agosto y 16 de octubre de 1955.
368 Tabasco a dos tiempos

Oficial número 1349 con el fin de organizar la persecución de los


ladrones de ganado. Por ser muy interesante el texto, transcribiremos
lo que a manera de considerando dice en ese periódico: “El Gobierno
del Estado pendiente de los problemas del campo y en consideración
de los delitos de abigeato cometidos en fechas recientes y que mucho
han afectado a la industria ganadera (sic), ha expedido el Reglamento
del Capítulo V del Título 2º de la Ley Orgánica del Ministerio Público
que se refiere a la organización y atribuciones de la Policía Judicial y
mediante el cual se crea el Grupo de Protección Rural a cuyo cargo
estará la tenaz persecución de los ladrones de ganado”.60
Y es que en verdad en esos años todavía regía en Tabasco la
ley del oeste de los Estados Unidos del siglo XIX. Sería interesante
que algún historiador se abocara a realizar una investigación sobre el
grado de criminalidad y bandidaje que había en la entidad en esos
años. Tenemos detectados documentos, informes y datos de archivos
que son muy ricos con esa información. Sin exagerar, pero en esos
años un alto porcentaje de la población andaba armada. Jóvenes de
16 años o menos cargaban pistola. Era parte de la costumbre y de
la cultura del tabasqueño que aunadas al alto índice de consumo
de alcohol, aquello resultaba ser una mezcla explosiva de todos los
días. Muchos de estos crímenes no fueron producto del arrebato del
momento, fueron tramados, pensados de manera muy fría como
parte de venganzas fríamente calculadas con tiempo. Muchos de estos
crímenes, a veces realizados en serie, involucraron, no poca veces a
personajes importantes de la vida económica y política del estado.
Precisamente, por su importancia, porque involucró a personajes de
esas características y porque causó revuelo y mucho de qué hablar
en esos días, transcribiremos textualmente un reportaje que Agenor
González Valencia le hace a Polo Ascencio, un famoso matón a sueldo.

“El miércoles próximo pasado, en la cárcel municipal de Teapa


entrevistamos a Policarpo Ascencio Villarreal, conocido en el Estado como
Polo, José Pérez y Francisco López.
“En la entrevista, nos declaró que tiene cuarenta y siete años de edad, no
quiere ser defendido por nadie y teme que de un momento a otro alguien llegue
con el fin de matarlo para que no diga la verdad de los hechos. Es padre de dos
hijas, una soltera y otra casada que viven en Campeche y que probablemente
lleguen a Teapa el día de hoy. Tiene ocho puñaladas en el cuerpo y una
cicatriz en la frente. Para leer tiene que usar espejuelos porque no ve de cerca;

60
RN, 7 de septiembre de 1955.
Elías Balcázar Antonio 369

estudió hasta el segundo año de primaria y le gusta leer periódicos y revistas


policíacas; ha leído también “Las Mil y una Noches”, “Cárcel de Mujeres”,
“Genoveva de Bravante”, “Malditos sean los Hombres”, “Malditas sean las
Mujeres” y “Malditas sean las Suegras”, así como los versos de Antonio
Plaza y los poemas de Carmen de Mora.
“En relación con los asesinatos que se le imputan, reconoce haber matado a
Leandro Pimentel Carreón en riña, a Luís Franco porque le pagaron para
ello los señores Gerónimo y Sotero Domínguez; también reconoce haber dado
muerte a Santos Bautista, porque las bestias de éste le comieron un arrozal.
En defensa propia mató a Carlos Cristiani.
“Nos explica también, que primero estuvo al servicio de Leonel Merino y
Pablo Prats, para dar muerte a Pepe Suárez. Que en la finca de Leonel vio
que éste y Mateo Pérez aliñaban reses que le robaban a Francisco Balcázar.
“En sus declaraciones, Polo Ascencio nos dice que su guarida era el Hotel
México de Campeche y que allí se comunicaba por telegramas con Leonel
Merino quien tiene un apartado en Villahermosa el cual lleva por número el
113. Entre las personas que lo han ayudado a escapar de la justicia, señalaba
a Félix Pérez Gurría, Guato Custodio y Carlos Merino. Estima mucho a don
Pablo Prats quien le regaló una carabina, un par de medias botas y dinero
en efectivo, pero está enojado porque fue Leonel quien denunció a don Pablo
como cómplice de este asunto. Con don Pablo se comunicaba por medio de
cartas que le enviaba con Manuel Ávalos. Para evadir la acción de la justicia,
Leonel Merino le proporcionó un caballo que tiene en un potrero y confesará
el lugar donde éste se encuentra cuando lo crea necesario. También nos dice
que huyendo llegó hasta Palenque donde se encontró con Florencio Morales,
quien le dijo que don Pepe Suárez no quería líos con él (Polo) por lo que estaba
dispuesto a que llegaran a un arreglo; como Leonel no le inspiraba confianza,
se puso al servicio de don Pepe para liquidarlo; se trasladó a Tacotalpa,
donde lo estuvo escondiendo Aníbal Reyes hasta que llegó el día en que se
consumaría el crimen; el mismo Aníbal Reyes en una camioneta de la Policía
lo llevó hasta el lugar donde iba a esperar a que pasara Leonel a quien no
mató por lástima del chamaco que lo acompañaba. Afirma haberse desistido
voluntariamente de los dos asesinatos por los que había recibido dinero;
primero, el que iba a consumar en la persona de Pepe Suárez apareciendo
como autor intelectual Leonel merino y después el que iba a llevar a cabo
en la persona del mencionado Merino apareciendo como autor intelectual el
referido Suárez.
“Ampliando sus declaraciones nos narra numerosos hechos que por falta de
espacio no anotamos y dice que respecto al licenciado Paoli, no tiene nada
en contra de él, que son políticos los que tratan de mezclar al mencionado
abogado en ese proceso, porque con el referido Paoli nunca ha tenido tratos.
Por otra parte, nos sigue diciendo Agenor, explica que no le gusta causar
dolor a sus víctimas a quienes por lo general espera en emboscada, como
370 Tabasco a dos tiempos

tiene buena puntería un solo disparo de carabina le basta para ‘cafeteárselas’;


siempre que lleva a cabo un ‘trabajito’ lo hace solo ya que no necesita ‘vejigas
para nadar’.
“Después de las declaraciones de Polo Ascencio, entrevistamos a Leonel
Merino, quien nos dijo que es cierto estar sentido con don Pepe Suárez por
cuestiones de una herencia; pero no que lo haya mandado a matar con el
multicitado homicida, ya que a él le sobran pantalones para llevar a cabo sus
actos. Que a Polo, lo conoce como José Pérez y nunca ha estado éste al servicio
de él y que lo indigna ver cómo las autoridades hacen caso a las declaraciones
falsas de un asesino.
“Gerónimo y Sotero Domínguez, nos dijeron que no quieren nada con la
prensa. Fuimos informados que es falso el que Pepe Suárez retara a las
autoridades, no fue aprehendido porque estaba amparado, pero ahora que
no goza del amparo y que no se ha presentado a declarar, se le considera
prófugo de la justicia. Respecto a que Ramón J. Cornelio Hernández, Agente
del Ministerio Publico de Teapa, le tenga coraje a Pepe Suárez es mentira, que
nunca ha tenido dificultades con él, lo que pasa es que Suárez está resentido
porque como Representante de la Sociedad el Señor Cornelio cumple con
su deber de perseguirlo en virtud de encontrarse Suárez complicado en los
delitos de Polo Ascencio.
“Al cerrar esta información nos enteramos de que el señor Pablo Prats, se
encuentra enfermo de gravedad en esta Capital. [sic]”61

Hasta aquí este interesante reportaje realizado por Agenor González


Valencia en 1956. Volvamos a nuestro asunto de la ganadería y del
robo de ganado. Decíamos que el abigeato iba muy ligado a esa cultura
criminal del tabasqueño, a la costumbre de traer pistola en aquellos
años, hábito que era considerado como algo muy normal y como parte
de la vida cotidiana en el estado. A pesar de los esfuerzos decididos
de Orrico de los Llanos, el abigeato siguió haciendo destrozos dentro
la ganadería de Tabasco. Otro caso muy sonado fue el robo de veinte
reses de la finca San Agustín de don Eduardo Hernández Loroño en
julio de 1958. En junio de ese año fue aprehendido José del Carmen
Arias por el robo de siete reses pertenecientes al doctor Alfonso
Berezaluce González en un predio de Las Gaviotas.62 Pero como
dijimos anteriormente cuando concluíamos la parte dedicada al cacao,
quien entabló una guerra a muerte contra el robo de ganado y realizó
verdadera razzias que prácticamente acabaron con los abigeos, fue
don Carlos A. Madrazo.

61
El Momento, 19 de julio de 1956.
62
El Momento, 14 de junio y 10 de julio de 1958.
Elías Balcázar Antonio 371

El primer año de su gobierno el “Ciclón del Sureste” arrasó con


numerosas gavillas que, desde años atrás, venían asolando al estado.
En Huimanguillo cayó una. En esos días le habían robado varias reses
a la señora Broca, entre ellas un fino semental de $20, 000. En Nacajuca
fueron aprehendidos y consignados Jesús de la Cruz Morales y Francisco
López Ovando; esta vez se logró recobrar un semental propiedad del
señor Constantino Serra. Otro de los cuatreros se logró amparar, pero
ni eso le sirvió y fue consignado. En Macuspana fueron detenidos otros
dos roba vacas y se le echó el guante a Matías Ascencio quien había
robado tres toretes al señor Hortensio Martínez. Matías fue a parar a la
cárcel. En Centla otra banda anduvo haciendo de las suyas varios años,
hasta que fue destruida y detenidos sus miembros. Lo que aceleró la
detención de estos maleantes fue el último robo que hicieron al señor
Jesús Tapia quien tenía un rancho en Chilapa, en la margen derecha
del río Grijalva. El sábado 5 de septiembre de 1959 esta gavilla le robó
un novillo muy fino a este señor Tapia. Intervino la policía judicial al
mando del agente César Castro Oropeza. Las investigaciones pusieron
en claro que Jesús de la Cruz Pérez, empleado del señor Tapia, era
el cabecilla de la banda. Sus cómplices eran Carmen Damián, Manuel
de la Cruz y José Morales, este último prófugo. Los demás fueron
consignados por el licenciado Rafael López Hernández quien era juez
de Frontera. Como hemos reiterado, Madrazo no se anduvo con días
de fiesta, su mano dura y enérgica terminó con el abigeato en Tabasco.
A muchos abigeos y criminales los mandó a las Islas Marías: 31 reos
en 1961 y 87 en 1962.63 Según la voz popular, a otros los mandó a
desaparecer.
Como ya apuntamos también, mientras limpiaba el campo de
alimañas don Carlos Madrazo llevó a cabo una revolución crediticia en
el Estado de Tabasco que le permitió apoyar de una manera vigorosa
a la ganadería. El Banco Nacional de Crédito Agrícola durante la
administración de don Carlos otorgó créditos por $18, 000, 000 en
promedio al año; de esa cantidad, se destinó un promedio de 16 ,
000, 000 anuales a ampliar y fortalecer la ganadería de bovinos. Los
ejidatarios también recibieron mucho apoyo. En 1960 y a través del
Banco Nacional de Crédito Ejidal, Madrazo les logró créditos por $14,
343,196. De esa cantidad, $8, 500, 000 se destinaron a ampliar y mejorar
la ganadería de bovinos, así como los potreros. Como resultado de esta
y otras medidas creció de manera sustancial el hato ganadero. Éste que
en 1953 era de 277, 000 cabezas de bovinos en la entidad y que en 1958

63
El Momento, 18 de junio y 10 de septiembre de 1959;
372 Tabasco a dos tiempos

fue de 500, 000 cabezas, para 1964, último año de la administración del
“Ciclón del Sureste”, el hato ganadero era ya de 820, 000 cabezas. La
superficie que ocupaban los potreros en 1958 era de 550, 000 hectáreas;
en 1964 éstos ocupaban 910, 000 hectáreas.
Dijimos también que en la medida que se amplió y multiplicó
el aparato productivo y la producción agropecuaria fue en claro y
rápido ascenso, la recaudación por concepto de impuestos también
se incrementó de manera sustancial. El siguiente cuadro nos puede
ilustrar muy bien sobre ese acelerado crecimiento de los ingresos
públicos del gobierno del estado:

INGRESOS
Año Pesos %
1958 22, 943, 249 100
1959 24, 152, 169 105
1960 34, 720, 150 152
1961 41, 415, 369 181
1962 53, 634, 903 234
1963 59, 468, 503 260
Fuente: Madrazo, Carlos A., Quinto Informe de Gobierno, febrero, 1964.

Como dijimos en el final del capítulo dedicado a cacao, en esos años la


paridad del peso respecto al dólar se mantenía estable, en $12.50 por
dólar; por lo mismo, el país gozaba de una gran estabilidad de precios
y no se daban movimientos devaluatorios bruscos, ni sacudidas
financieras. La palabra inflación estaba ausente del diccionario de los
economistas, de los políticos y de los periodistas. Por esa explicación,
les dije, que no consideraba necesario hacer aquí ningún trabajo de
deflactación con los datos que en el cuadro se muestran y que las
cantidades en pesos coinciden, con leves variaciones, en términos
reales y nominales. Hecha esta aclaración vemos que en 1963 los
ingresos públicos del Gobierno de Tabasco crecieron 160 % respecto
de 1958 y en un 146.2 % respecto a 1959 que fue el primer año de
gobierno de Madrazo. En consecuencia el gasto público pasó de $18,
700, 000 que fue en 1959 a $125, 700, 000 en 1963. Por cada peso que
ingresó a las arcas del Gobierno del Estado, 57 centavos lo aportaron
los agricultores, 8 centavos los ganaderos y 26 los comerciantes.
Por último y con el riego de ser reiterativo, les dije también
que Madrazo introdujo las máquinas registradoras marca “National”
Elías Balcázar Antonio 373

para las receptorías, así como máquinas clasificadoras e impresoras del


sistema “Adressgraph” para tener un mayor control en el pago de los
impuestos y de los derechos y, de alguna manera, para combatir el
fraude y la evasión fiscal, así como la corrupción de los empleados
públicos de esas oficinas.64 Madrazo además combatió el contrabando.
Con el fin de evitar la fuga del pago de impuestos, desde los primeros
días de su gobierno Madrazo expidió el decreto número 223; en este
decreto se establecían rigurosas sanciones en contra del contrabando
y del delito de defraudación fiscal. En esa misma disposición se
especificaba que el denunciante de un contrabando, así como el que
capturaba al delincuente recibiría el 50 % de la mercancía rematada.
Este punto se cumplió al pie de la letra.65 El gobierno de don Carlos
Madrazo quedó registrado en la voz popular de los tabasqueños por ser
una administración de mano dura e intransigente en la persecución de
los contrabandistas, los abigeos y otra clase de delincuentes, así como
de sus enemigos políticos. Su campaña de despistolización le permitió
a Tabasco superar una época de alta criminalidad y bandidaje.

64
Tabasco a través de sus gobernantes 1963-64, vol. 10, p. 143.
65
Madrazo, Carlos A., Primer Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1959. Ver también Tabasco a
través de sus gobernantes, vol. 9, p. 36.
Enfermedades de la pobreza
y los años críticos
CAPÍTULO X
Pobreza y enfermedades ancestrales
Aun cuando en el periodo aquí estudiado vemos que el aparato
productivo de Tabasco en su conjunto tuvo una importante expansión
y un sustancial crecimiento económico, la riqueza generada no
benefició a todos por igual. La atávica y muy desigual distribución de
la riqueza económica persistió con todas las patologías propias de la
pobreza y del rezago económico y social. En 1963 había en el Estado
546, 342 habitantes; 349, 000 era población rural, es decir, el 64 % de
los tabasqueños vivía en el campo. En los días aquí estudiados las
condiciones de vida en el campo eran de extrema pobreza y también
en las zonas urbanas: sin energía eléctrica, sin agua potable y sin
drenaje; la ausencia de clínicas rurales y de servicio médico, el atraso
de la ciencia médica, aunado a la ignorancia y a la incomunicación en
que vivía la población rural propiciaban altos niveles de mortalidad
y de numerosas enfermedades. Las cabeceras municipales o lo que se
podría calificar como zonas urbanas no eran garantía de muy buena
calidad de vida. Éstas carecían también de energía elétrica, de agua
potable, de drenaje, de hospitales y de clínicas; el número de médicos
era muy bajo y llevar a un enfermo a la capital del estado era muy
difícil y tardado por la falta de carreteras y de medios económicos.
La ciencia médica no estaba tan avanzada como hoy. Por ejemplo la
vacuna contra la polio se descubrió hasta 1954; la vacuna contra el
paludismo sigue brillando por su ausencia hasta el día de hoy.
Según observaciones del doctor Rodolfo Mayans Victoria,
en 1951 morían en Tabasco 500 niños por desnutrición; éstos, al
padecer una mortal avitaminosis por el hambre crónica y al llegar a
Villahermosa en busca de auxilios médicos se encontraban sin defensas
orgánicas a un grado tal que era imposible salvarlos. En 1947 se publicó
un trabajo médico del doctor Julián Manzur con el título “Morbilidad y
Mortalidad Infantil en Villahermosa”. En él señalaba el doctor Manzur
que más del 95 % de los niños nacidos en 1946 sufrieron enfermedades
y que en el mes de mayo de ese año la mortalidad de niños fue de
378 Tabasco a dos tiempos

77%. En ese estudio de 1946 don Julián apuntaba también que nacieron
ese año 2, 332 niños en Villahermosa; de ellos 27 nacieron muertos,
es decir, el 1.1 %; 326 infantes, 13.9 %, murieron antes de la edad de
los seis años de edad y 751 después de los seis años, o sea el 32.2 %.
Una mortalidad del 47 % en niños desde su nacimiento hasta apenas
cumplidos los seis años.
De acuerdo a esas mismas investigaciones del doctor Julián
Manzur, las enfermedades que causaban más muertes en esos años
y en orden de importancia eran el paludismo, el cólera infantil, el
sarampión, la bronconeumonía, la toxicosis, la desnutrición de tercer
grado, la bronquitis, la debilidad congénita, la sífilis ingénita y la gripa.
“Más del sesenta por ciento de las madres no saben leer, nos dice, lo
cual aumenta la miseria y la ignorancia en este reino oscuro donde
dominan el Hambre y las Enfermedades que se traducen en un alto
porcentaje de mortalidad”.
En 1950 el doctor Fernando Fernández Alfaro, quien era jefe de
los Servicios Coordinados de Salubridad, nos da cifras que confirman
esa situación alarmante y trágica, donde la muerte estaba a la orden
del día entre los tabasqueños. Entre los años de 1944 a 1948 murieron
de paludismo en promedio anual 1, 275 personas; de tuberculosis, 142
personas en promedio anual y 118 por disentería. En esa lucha contra
la muerte Fernández Alfaro y de manera optimista nos dice que para
1949 los decesos por esas enfermedades habían disminuido. En este
año “sólo” murieron de paludismo 820 personas; de tuberculosis “sólo
se tuvo noticias de 118 decesos” y de disentería “sólo” 84 defunciones.
Otra investigación realizada por el doctor Julián Manzur en 1949
sobre 667 niños observados nos proporciona datos escalofriantes:
todos tenían parásitos; el 86 % estaba desnutrido; 43 % con desarrollo
subnormal o degenerados; 61 % vivían en casas antihigiénicas con piso
de tierra; 54 % no usaban zapatos y 58 % no conocían el excusado
o letrina.66 Como veremos en el siguiente cuadro la mayoría de la
población tabasqueña en aquellos años vivía en el campo; un menor
porcentaje era población urbana si es que a aquellas “ciudades”, villas
o poblados se les podría otorgar la categoría de urbanas cuando éstas
carecían de energía eléctrica, agua potable, servicios de salud y estaban
sumidas en la ignorancia; ya no digamos las condiciones deplorables
de atraso en que vivía la población del campo:

El HG, 31 de octubre de 1947; La VT, 19 de enero de 1949 y 29 de noviembre de 1951; RN, 17 de


66

noviembre de 1949 y 6 de junio de 1950.


Elías Balcázar Antonio 379

Localidades del Estado por categoría política (1950)


Categorías Número % Habitantes %
Ranchos 4, 995 84.9 65, 999 18.2
Haciendas y
401 6.8 10, 140 2.8
Fincas
Rancherías 278 4.7 127, 639 35.2
Ejidos 120 2 24, 107 6.6
Pueblos 53 0.9 39, 301 10.8
Ciudades 12 0.2 73, 059 20.1
Villas 9 0.2 18, 484 5.1
Congregaciones 1 0 50 0
Otras 28 0.6 3, 937 1.2
Total 5 857 100 362, 716 100
Fuente: Canudas Sandoval, E. Trópico Rojo, Tomo IV, p. 183.

De acuerdo a los datos de la tabla, el 62.8 % de la población tabasqueña


en 1950 vivía en ranchos, haciendas, rancherías y ejidos. Como ya
señalamos la llamada población urbana y que vivía en pueblos,
ciudades y villas carecía de todos los servicios urbanos como para
otorgarles esa categoría; en muchos aspectos difería muy poco de las
condiciones de vida de la población rural. En 1957 la fuerza de trabajo
de Tabasco era de 123, 990 habitantes; de ese total, 94, 064 laboraba
en el campo, o sea el 75.9 % del total de la población económicamente
activa; 9, 148, o sea el 7.4 %, trabajaba en la industria: En la rama del
comercio laboraba el 4.7 %, es decir 5, 775 habitantes; en transportes 2,
147, o sea el 1.7% y en servicios 3, 778 tabasqueños que representaba el
3.0 % del total de esa fuerza de trabajo.
Un importante y serio testigo de aquellos años, el licenciado
Belisario Colorado, Jr. nos proporciona imágenes muy claras y
conmovedoras de las condiciones de extrema miseria en que vivían los
hombres del campo en el estado de Tabasco en esos días. Condiciones
misérrimas que por cierto siguen persistiendo en buena parte de la
geografía tabasqueña, hasta el día de hoy. Por su elocuencia y por
considerarlo un serio testigo ocular de aquellos años, transcribiremos
de manera textual un editorial de don Belisario, publicado en Rumbo
Nuevo el 12 de noviembre de 1952. Veamos:

Sabemos hasta la saciedad que Tabasco vive exclusivamente de la agricultura


y de la ganadería, pues ni minería, ni industrias, ni turismo, ni otra alguna
fuente de riquezas hay que merezca mayor importancia, todo lo demás,
incluyendo comercio y banca, son reflejos superestructurales de nuestra vida
380 Tabasco a dos tiempos

agraria. Nuestros más poderosos hacendados pasan la mayor parte del tiempo
en las ciudades o fuera del estado; y pocos, muy pocos son los que se arraigan
a la tierra que todo lo produce. Allá en el campo, la vida discurre, en eterno
estancamiento, sin visos de redención, correspondiente al progreso urbano.
Salvadas las excepciones, consiguientes de toda regla, el hombre del campo
vegeta en condiciones infrahumanas, lo mismo da que sea agrarista o
jornalero o menos que ambas cosas; no hay como volar sobre los campos
para comprobar cómo la choza primitiva alza por doquier su misérrimo cono
de palma o caña brava, renegrido por el humo de leña que arde en el suelo
húmedo o polvoriento, pero siempre inmundo y disparejo: sólo la constelación
de blancas escuelas de mampostería pone un titular de esperanza en el paisaje
selvático, irredento....
Desde la hospitalaria hamaca de hilo de henequén, remendada con mecates,
apagando la sed con la jícara del infalible pozol blanco, he visto y comprendido
mil veces las tristes condiciones de vida en nuestros campesinos, de los que
todo esperamos, porque son los primeros en contribuir a las obras públicas,
los primeros en la producción, los primeros en las revoluciones, los primeros
en las contiendas políticas, los primeros acreedores al “reino de los cielos”....
pero los últimos en el disfrute de los bienes terrenales. No podemos culpar
al actual gobierno de este existir atávico de nuestros campesinos que, por
lo menos, han recibido en los últimos lustros mejor atención que antes y
mayores consideraciones que nunca; los problemas sociológicos de raigambres
seculares no se resuelven en pocos años; pero puede iniciarse su resolución,
como realmente se ha iniciado desde que los gobiernos post-revolucionarios
han podido afrontarlos.
El campesino tabasqueño- en términos generales- habita en bohíos que no son
cubiles sólo porque el clima no lo permite; cuatro o seis horcones sin labrar
sostienen la “cobija” de guano, zacate u hoja de caña, que sobre el peligro
de incendios esconde ratas, arañas, cucarachas, alacranes y hasta nauyacas;
el tapanco es troje y aposento auxiliar, una escalera rolliza de corcho o de
guarumo conduce a esta gatera; no hay más paredes que el seto perimetral
de caña brava, jahuacte, taxiste o rajas de maderas corrientes, atado siempre
con bejuco o mecate de majagua, jolocín o guapetate, y sólo por excepción
con alambre, en que el viento, la lluvia y el sol se ciernen por igual; esa
pieza elíptica y única sirve de sala, cocina, recámara, excusado de niños- los
grandes van al patio- y hasta de perrera y porqueriza; el mobiliario no pasa
de la hamaca indispensable, un tapesquillo a guisa de mesa, un yagual al
humo, unos cilindros de madera para sentarse, unos ganchos para colgar
Elías Balcázar Antonio 381

el machete, morrales, mecapales y cactles y un tapesco grande que es cama


comunal y promiscuante [sic] de padres e hijos; la cocina no es más que los
tres tenamastes en el suelo, donde arden eternamente tres haces de chiribitos;
un comal, unas ollas y cajetes de barro- raras veces hay peltre o aluminio- y
unas cuantas jícaras olorosas a humo, el agua viene del río o de un socavón
contaminado de todas las impurezas...¡Así nace, vive y muere la mayoría del
pueblo!”.

De esas condiciones de insalubridad, antihigiénicas y


promiscuas, aunadas a la desnutrición atávica y crónica no se podía
desprender otra cosa que altos índices de mortalidad y morbilidad.
Esas condiciones inhumanas, propias de la pobreza, sumadas a un
clima tropical húmedo, insalubre en extremo, eran caldo de cultivo
para todas las enfermedades. Todo esto, en aquellos días en que la
ciencia de la medicina tenía muchas limitaciones además de que, dada
la pobreza de Tabasco, la infraestructura médica, el número de médicos
y los medicamentos eran muy limitados y escasos.
Dentro de la amplia gama de enfermedades, dadoras de muerte,
el paludismo se llevaba las palmas. Esta enfermedad, destructora del
organismo humano hasta vencerlo llegó a ser calificada como un factor
importante en la poca acometividad y falta de iniciativa del tabasqueño
para crear nuevas riquezas y prosperar. Con el riesgo de caer en un
determinismo biológico o quizá geográfico pero opiniones importantes
de esos días así lo señalaban. También apuntaban que esa enfermedad
ejercía un impacto negativo al país por más de dos mil millones de
pesos al año por la merma que provocaba en la población en edad
productiva. Impacto económico similar al que provocaba la garrapata
en el ganado bovino. Podemos afirmar, sin temor a exagerar, que
debido al paludismo en aquellos años la mayoría de los tabasqueños
sufrían la fiebre o el frío de cuartana con un temblor similar a como
lo señala Miguel de Cervantes en el Quijote cuando el Caballero de la
Triste Figura veía a Sancho temblando de miedo y escuchaba el batir
de sus quijadas y dar diente con diente.67
Por todas las sobradas razones, contra la malaria apuntaron
los esfuerzos oficiales del Gobierno federal, de la entidad y de los
municipios: combatir el mosquito transmisor y erradicar el paludismo.
Sin duda, 1947 fue el año en que se declaró la guerra contra ese mal, en

Edición del IV, Centenario de Don Quijote realizado por la Real Academia Española y la
67

Asociación de Academias de la Lengua Española, 2004, p. 168.


382 Tabasco a dos tiempos

todo el país y en Tabasco. Los gobiernos del presidente Miguel Alemán


y de Francisco J. Santamaría en Tabasco desataron una campaña a
muerte contra el paludismo. Desde los primeros meses de ese año se
venía anunciando esa campaña; pero fue hasta junio que empezaron
los trabajos preparatorios y de coordinación entre los gobiernos
federal, estatal y municipal para llevar a cabo esa lucha antipalúdica o
antimalárica.68
Un personaje destacado y que encabezó la campaña contra la
malaria en Tabasco fue el doctor Samuel Benítez Armas. Esta persona
no era tabasqueña; pero ya había vivido en la entidad siendo jefe de
los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia en el estado
durante los años del gobierno de don Francisco Trujillo Gurría. Debido
a su estancia primera en la entidad el doctor Benítez le tomó cariño a
estas tierras. Y en 1947 regresó a Tabasco al ser designado jefe de la
Campaña contra el Paludismo y contó con el apoyo del doctor Jorge
Guillén quien en este año era el jefe de los Servicios Coordinados de
Salubridad y Asistencia. El doctor Benítez Armas instaló sus oficinas
en la calle de Independencia en Villahermosa; en esa casa estaban las
oficinas de esa Coordinación pero el doctor Jorge Guillén se la cedió y
le proporcionó además todo lo necesario para su funcionamiento. Esas
oficinas de la Campaña Antipalúdica se llamaban Oficinas de Estudios
Previos. Posteriormente y nombrada por el propio Guillén, la doctora
Ormesinda Ortiz estuvo al frente de esas oficinas sólo por un mes ya
que fue sustituida por el doctor Carlos Alcalá.
Benítez Armas contó con los apoyos económicos de los
gobiernos federal y estatal pero, desde el primer día de su nuevo
nombramiento, gestionó otras subvenciones ante la Dirección de
Cooperación Interamericana. Gracias a esas gestiones se firmó con esa
institución el convenio “Proyecto Mex-Pal-2”, es decir Proyecto México
–Paludismo 2. En ese convenio la citada Dirección se comprometió
a financiar durante un año todos los trabajos de dedetización en la
entidad. A fines de ese año el doctor Luís Salinas López se hizo cargo
de la oficina de la lucha antipalúdica, cuyo nombre era Oficina de
Estudios Previos; del Dispensario Antipalúdico, adscrito a esa oficina,
se hizo cargo el doctor Salvador Roquet el cual a partir de noviembre
1948 sustituyó a Salinas como jefe de las Oficinas de Estudios Previos.
En lugar de Roquet el dispensario fue manejado sucesivamente por
los doctores María Elvia Beltrán, José Cruz Madrigal y Ernesto Ortiz
Pérez. A mediados de 1950 regresó a Tabasco el doctor Luís Salinas a
ocupar las Oficinas contra el paludismo debido a que Roquet se tuvo
68
RN, 17 de marzo, 2 de abril, 2 y 19 de junio de 1947.
Elías Balcázar Antonio 383

que ir a Venezuela, becado por la Secretaría de Salud a estudiar una


especialidad sobre paludismo. En 1951 regresó Roquet para ponerse
de nuevo al frente de esas oficinas.69 Ya en 1949 se habían realizado
estudios sobre el paludismo en las cabeceras municipales y luego se
iniciaron los trabajos de dedetización. Se le dio prioridad a la ciudad
de Villahermosa; ésta tenía en 1950, 33 mil 861 habitantes. La población
de los municipios y sus cabeceras en ese año era la siguiente:

Población de Tabasco, por Municipio y por Cabecera. 1950 y 1960


Municipio Total municipio Cabecera 1950 Total municipio 1960
Cárdenas 23, 191 2, 850 30, 158
Centro 75, 198 33, 861 104, 798
Balancán 8, 391 2, 015 14, 584
Centla 26, 824 8, 400 32, 776
Comalcalco 33, 655 4, 304 49, 910
Cunduacán 18, 502 2, 055 28, 004
E. Zapata 5, 832 2, 832 7, 473
Huimanguillo 23, 024 1, 415 38, 699
Jalapa 14, 693 1, 252 6, 921
Jalpa de Méndez 15, 738 3, 046 22, 273
Jonuta 8, 263 1, 480 11, 261
Macuspana 40, 611 3, 500 53, 354
Nacajuca 14, 632 2, 511 18, 464
Paraíso 17, 109 2, 817 22, 743
Tacotalpa 10, 965 929 16, 568
Teapa 10, 222 2, 788 13, 796
Tenosique 9, 989 4,445 14, 558
Total 356, 839 80, 500 496, 340

Fuente: Censo Nacional de 1950 y 1960. Ver también Canudas Sandoval, E. Trópico Rojo, Tomo IV, p. 177

La mayoría de la población tabasqueña en 1950 y 1960 vivía en las zonas


rurales en las condiciones insalubres y de pobreza que aquí hemos
comentado. De un total de 356, 839 habitantes que era la población de
Tabasco en 1950, 276,339 vivían en el campo, o sea el 77.5 %. Por otro

69
Ibídem.
384 Tabasco a dos tiempos

lado la población de las cabeceras o población urbana era una minoría


y muy escasa: 80, 500 habitantes en las diecisiete cabeceras municipales
que significaban el 22.5 % del total de la población tabasqueña. La
mayoría de las cabeceras no llegaban siquiera a los tres mil habitantes.
Por las características o condiciones de vida de aquellas personas en
esas cabeceras municipales hay que calificar o conceptuar la categoría
urbana en la entidad para aquellos años con todas las reservas; se debe
entender ésta para 1950 y 1960 en Tabasco como una categoría muy
relativa, muy histórica. Insistimos, una población llamada urbana y
que carecía de los más elementales servicios de una ciudad hay que
analizarla con mucha reserva. Sin agua potable o entubada, sin drenaje
y energía eléctrica, sin clínicas y hospitales, sin calles pavimentadas
(todas eran lodazales en tiempos de lluvia y polvaredas en tiempos
de seca), sin teléfonos y muy mal comunicadas, la población “urbana”
sufría condiciones de pobreza y mala calidad de vida no muy distintas
de la población rural. De 1950 a 1960 la población de Tabasco creció
36.8 %, es decir, 133, 624 nuevos habitantes. Sin embargo, poco habían
mejorado las condiciones urbanas de esa población hasta 1960; ya en
esos años y con la administración de don Carlos Madrazo se iniciaron
los trabajos para construir amplias redes de agua potable con el fin
de dotar a las cabeceras municipales de ese preciado líquido; también
ese gobierno puso empeño en la construcción de clínicas, hospitales
y centros médicos, tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
Como ya vimos, para los años de la década de los sesenta las cabeceras
municipales y algunas villas y algunos poblados contaban con energía
eléctrica. Hechas estas consideraciones sigamos con nuestra campaña
antipalúdica.
La parte medular de esta campaña consistió en trabajos de
fumigación con D. D. T. No se contaba ni se cuenta hoy con una
vacuna. Debido a lo disperso de la población rural y a los pocos
recursos económicos con que se contaba, las brigadas de fumigación
concentraron sus trabajos en Villahermosa, primero, y luego en las
cabeceras municipales. La ciudad capital tuvo prioridad en estas
tareas. En éstas se incluyeron las colonias de Atasta y Tamulté. A partir
de julio de 1948 se emprendieron trabajos de fumigación en las demás
cabeceras municipales y en 1949 en algunos poblados como San Carlos
y San Fernando en Macuspana.
En 1950 la Dirección de Cooperación Interamericana retiró el
apoyo económico. Debido a lo raquítico del presupuesto del gobierno
de Tabasco y a la poca ayuda económica del Gobierno federal se
acordó cobrar una cuota a los particulares; era la única manera de
Elías Balcázar Antonio 385

que los trabajos de fumigación no fueran suspendidos. Para variar,


las protestas de la gente no se hicieron esperar. Sin embargo, las
fumigaciones continuaron. Las cuotas se siguieron cobrando hasta
1952; en ese año el Gobierno estatal aumentó el subsidio de $2, 000 a
$2, 500 mensuales. El Gobierno federal sostuvo la subvención de $5,
000, mensuales también.
Ese año las oficinas de los Servicios Coordinados de Salud se
trasladaron a 27 de Febrero; la de Estudios Previos se quedó un tiempo
en la calle de Independencia, luego ocupó una de las esquinas de
Pino Suárez y Méndez y posteriormente se pasó a la calle de Madero.
A partir de 1952 éstas quedaron integradas por secciones: la de
estadística, epidemiología, administración, dedetización, entomología
y el dispensario. En 1953, siendo el gobernador Manuel Bartlett se
duplicó el subsidio estatal, por lo que entonces pasó a ser de $5, 000.
A principios de este año y siendo ya Presidente de la República
don Adolfo Ruiz Cortines, el doctor Ignacio Morones Prieto, Secretario
de Salubridad, visitó el Estado acompañado por el secretario de
Recursos Hidráulicos, el ingeniero Eduardo Chávez. La finalidad de la
visita fue acordar y organizar los trabajos de la Cuenca del Grijalva, el
saneamiento de ésta y la construcción de los bordos de esa cuenca que
le darían protección a los municipios de Cunduacán, Jalpa y Nacajuca
de las inundaciones anuales. De esa visita surgieron las oficinas de
Saneamiento de la Cuenca del Grijalva y sus actividades se enfocaron
totalmente a la lucha contra el paludismo. Esta oficina se estableció
en un local anexo a la de Estudios Previos; después de dos meses
estas dos oficinas se fundieron en una sola con lo que se lograron
sustanciales ahorros. Debido a esos cambios el doctor Salinas se regresó
a la Secretaría de Salud. En 1953 y gracias al presidente Adolfo Ruiz
Cortines se contaba ya con un subsidio anual de $750, 000; las cuotas se
dejaron de cobrar y las brigadas de fumigación extendieron su trabajo
a las zonas rurales e intensificaron sus trabajos de saneamiento en la
Cuenca del Grijalva.
En 1954 el presupuesto contra el paludismo en la entidad se
elevó a un millón de pesos que por acuerdo del presidente Adolfo
Ruiz Cortines fueron erogados a través de las Secretarías de Salud,
de Comunicaciones y Obras Públicas y de Recursos Hidráulicos.
Debido a que la lucha contra el paludismo se expandió hacia los demás
Estados del sureste se acordó un subsidio extraordinario por $250, 000.
A mediados de ese año fue nombrado el doctor Carlos Calero como
director de la Campaña Nacional Contra el Paludismo; Calero creó la
386 Tabasco a dos tiempos

Oficina para la Región del Sureste y le dio la jefatura de ésta al doctor


Salvador Roquet cuya sede se estableció en Tabasco. Sin embargo,
curiosamente las oficinas se establecieron en la Ciudad de México
supuestamente para estar en estrecha coordinación con la oficina de
la Campaña Nacional y con las Secretarías encargadas de los trabajos
de la Cuenca del Grijalva. Por ello se nombró al doctor Ernesto Ortiz
director de la lucha antipalúdica en la entidad.
En 1955 ya se contaba con un presupuesto de $1, 750, 000. Las
oficinas se cambiaron de la calle Madero a la entrada de la carretera
de Teapa a Villahermosa. A partir del gobierno de Ruiz Cortines la
campaña pasó de una etapa en que sólo se buscaba disminuir los casos
patológicos del paludismo a otra etapa en que el objetivo fue erradicar
por completo la malaria de la entidad, del Sureste y del país.70 Ya
desde el año anterior se habían profundizado y extendido los trabajos
de fumigación con D. D. T. Además conjuntamente con la campaña
antipalúdica se arremetió contra la fiebre amarilla que amenazaba
desde Centroamérica con entrar al país. En mayo de 1954 la Secretaría
de Salubridad y Asistencia envió al Sureste 50, 000 vacunas contra esa
enfermedad procedentes del Instituto Osvaldo Cruz de Río de Janeiro
en Brasil. El gobierno de Ruiz Cortines multiplicó las brigadas de
fumigadores, de médicos y enfermeras para aplicar las vacunas y de
entomólogos. El 9 de octubre y con apoyo de PEMEX se iniciaron los
trabajos de petrolización de pantanos y de todos los cuerpos de aguas
estancadas; criaderos de mosquitos. Ese 12 de octubre el gobierno
mexicano firmó un convenio internacional con la Organización Mundial
de la Salud (OMS) de la ONU y la Oficina Sanitaria Panamericana
para erradicar a fondo las enfermedades del paludismo y de la fiebre
amarilla. Por la firma de ese convenio México aportó cinco millones
de pesos, igual cantidad aportó la OMS y también el organismo
panamericano. En esa lucha, la Zona del Sureste quedó sectorizada
de la siguiente manera: Sector I, Yucatán y el Territorio de Quintana
Roo; Sector II, Campeche; Sector III, Cuenca del Grijalva-Tabasco, Sur
de Veracruz, Norte y Centro de Chiapas; Sector IV, Parte de Veracruz,
Cuenca del Papaloapan y parte de Oaxaca y Sector V, Costa Sur de
Chiapas y parte de Oaxaca.71 En la lucha contra el paludismo Tabasco
siempre fue a la cabeza:

70
RN, 19 de junio, 22 y 25 de julio y 20 de septiembre de 1947; 6 y 7 de abril, 23 de julio, 12 y 17
de agosto de 1948; 12 de julio, 25 de septiembre y 6 de noviembre de 1949; 12 y 14 de octubre de
1954 y 16 de junio de 1955.
71
RN, 19 de mayo, 12, 14 y 18 de octubre de 1954.
Elías Balcázar Antonio 387

Campaña Nacional de Fumigación Contra el Paludismo.


(Primer Semestre de 1954).
Superficie
Entidad Población beneficiada D. D. T (kilogramos)
fumigada
102, 209 m2 (4,
Colima 18, 948 1, 407
602 casas)
163, 918 m2 (524
Chiapas 2, 396 352
casas)
338, 775 m2 (849
Guerrero 3, 944 977
casas)
197, 000 m2 (914
Morelos 4, 871 395
casas)
824 ,782 m2 (5,007
Michoacán 25, 365 2, 000
casas)
2. 296, 748 m2 (9,
Nayarit 39, 199 3, 892
481 casas)
230, 000 m2 (1,
Oaxaca 5, 542 536
139 casas)
471, 903 m2 (2,
Puebla 12, 447 840
652 casas)
1, 401, 270 m2 (8,
San Luís Potosí 33, 041 3, 097
212 casas)
2, 848,1 06 m2
Sinaloa 96, 429 674
(17, 988 casas)
9, 953,697 m2 (35,
Tabasco 158, 624 18, 000
522 casas)
1, 337, 140 m2 (8,
Tamaulipas 40, 259 2, 848
225 casas)
3, 863, 050 m2
Veracruz 105, 344 8, 745
(25, 821 casas)

Fuente: RN, 18 de octubre de 1954

De los trece estados de la República que estaban librando esa lucha


contra el paludismo, Tabasco ocupaba el primer lugar. Por encima
de las demás entidades federativas Tabasco había fumigado en el
primer semestre de 1954 una superficie de casi 10, 000, 000 de metros
cuadrados; 35, 522 casas y beneficiado a 158, 624 habitantes; para llevar
a cabo esas tareas se utilizaron 18 toneladas de D. D. T. La entidad
que le seguía era Veracruz con una población beneficiada de 105,
388 Tabasco a dos tiempos

344 habitantes, 25, 821 casas y casi 4, 000, 000 de metros cuadrados
fumigados. Para poder llevar a cabo esos trabajos de fumigación se
utilizaron cerca de 9 toneladas de D. D. T.
En 1955 el Gobierno mexicano firmó otro convenio por cuatro
años con la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF; en este
convenio se sustituía la meta en la que se pretendía sólo controlar el
paludismo por una erradicación total de la enfermedad. Para ello se
invertirían $250, 000, 000 durante cuatro años; la UNICEF aportaría
8, 000, 000 de dólares y la OMS brindaría la asesoría técnica de la
campaña. Durante la segunda mitad de ese año y la primera parte del
siguiente se inició la primera etapa de esa campaña más vigorosa y con
más recursos humanos y técnicos.72
El 7 de septiembre de 1956 se inició la segunda etapa del
programa nacional de erradicación del paludismo. Esta etapa fue más
intensa, profunda y amplia que la anterior. A las 11:00 horas de la
mañana de aquel día el presidente Ruiz Cortines dio un mensaje por
radio a todo el país desde Palacio Nacional, en la Ciudad de México.
En ese trascendental e histórico mensaje dio la voz de arranque que de
inmediato dio inicio a las tareas de fumigación de las casas ubicadas en
las zonas diagnosticadas con malaria. Esta nueva etapa de fumigación
fue sin costo alguno para las comunidades, a las que sólo se les pidió
su colaboración.
Ese día y con motivo del inicio de esa segunda etapa de la lucha
contra el paludismo, en la ciudad de Villahermosa se realizó un acto
cívico en el plantel de la XXX Zona Militar. El acto cívico se inició con
una obertura ejecutada por la banda de música del estado; luego se
escuchó el mensaje del presidente Ruiz Cortines; luego se escucharon
las palabras de un representante de los tres poderes del Estado. Luego
habló el doctor Roquet Camelo Pérez quien, como ya vimos, era jefe
de la Zona II de la Comisión Nacional contra el Paludismo. Alumnos
de la escuela Juan S. Trujillo, bajo la dirección de la profesora Lidia
Esperanza Hidalgo Viuda de G., presentó un cuadro artístico; luego
la banda del 17 batallón ejecutó una marcha titulada “América” y por
último el Club Femenil del PRI dirigido por la profesora María Camelo
Padrón realizó otro cuadro artístico.73

72
El Momento, 19 de mayo y 21 de agosto de1955.
73
RN, 7 de septiembre de 1956.
Elías Balcázar Antonio 389

Los trabajos de esa etapa iniciados ese día y concluidos el 8 de


diciembre de ese año beneficiaron a 195 localidades con la fumigación
y con ellos se dio protección a 22, 492 casas y 121, 618 habitantes.
Posteriormente, del 2 de enero al 20 de junio de 1957 se realizó el
Primer Ciclo de Cobertura Integral; además del D. D. T. se utilizó en
cada fumigada el Dieldrín, medicamento que mejoraba la eficiencia de
los trabajos. En esta etapa se realizó la fumigación en 848 localidades
con un total de 88, 508 casas y se benefició a 453, 470 habitantes. Ya
en ese año se empezaban a realizar amplias campañas de vacunación
contra la viruela, el sarampión, el tétano, contra la tuberculosis, la
poliomielitis, tos ferina y rabia. En 1958 se continuaron con los trabajos
de fumigación, en dos etapas también; con ellas se fumigaron ese año
a 2, 537 localidades con 185, 429 casas.74
Como hemos dicho la vacuna contra el paludismo no existía
entonces, ni existe hoy. Actualmente el colombiano Manuel Elkin
Patarroyo y el español Pedro Alonso al parecer están logrando dos
nuevas vacunas que reducirán de manera notable la población afectada
por esa enfermedad. El colombiano espera que con esta nueva vacuna
se logre una eficiencia superior al 95 %. En 1992 Patarroyo descubrió
una primera vacuna pero su eficiencia fue muy limitada y se tuvo que
abandonar; por ese descubrimiento se le otorgó el premio Príncipe de
Asturias de la Ciencia en 1994. Elkin Patarroyo donó los derechos de
esa vacuna a la OMS para que se utilizara en los países pobres con fines
humanitarios y no comerciales; eso le valió un serio enfrentamiento con
las multinacionales que comercian con la enfermedad de los pueblos.75
Para 1959 la incidencia de paludismo en Tabasco había
disminuido sustancialmente. En las labores de fumigación se utilizaban
insecticidas mejorados, más eficientes, de acción residual tipo D. D. T.
El Dieldrín fue sustituido precisamente por el D. D. T. en la Región
de la Chontalpa y en el municipio del Centro. Ese año se rociaron
130 mil casas con la colaboración entusiasta de los habitantes; cinco
por ciento de la población estuvo renuente y se opuso a que sus casas
fueran fumigadas. Ya era gobernador del estado el licenciado Carlos
A. Madrazo Becerra. Durante su administración la infraestructura y
cobertura médica se multiplicó de manera muy importante. También
se multiplicó la lucha contra las enfermedades con mayor índice de

74
Orrico de los Llanos, Miguel. Tercer Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1957; Cuarto
Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1958.
75
Información tomada de Internet.
390 Tabasco a dos tiempos

mortalidad en la entidad; éstas eran la gastroenteritis, bronquitis,


bronconeumonía, tifoidea, paratifoidea, tuberculosis, disentería,
anemia y parasitosis. Igual atención y empeño se le dio a los trabajos
de dotar de agua a las cabeceras municipales y a otras comunidades.
En 1960 las brigadas de fumigación no daban cuartel; se
fumigaron 1, 785 localidades con un total de 150, 836 casas. El
porcentaje de renuentes fue de 3.5 %. En 35, 000 muestras de sangre
que se analizaron sólo se encontraron casos de paludismo en 16.
Algunos municipios todavía tenían algunos casos de paludismo: éstos
eran Balancán, Teapa, Tenosique, Huimanguillo y Centro. Ese año
también, se inició el programa piloto en la lucha contra la tuberculosis;
los municipios beneficiados fueron Huimanguillo, Cunduacán,
Centro, Centla, Jonuta, Balancán, Zapata y Tenosique. A partir de 1961
el paludismo quedó erradicado del Estado; por ello se dejó de fumigar
a partir de ese año en 15 municipios; sólo en Huimanguillo y Balancán
las brigadas continuaron fumigando y la vigilancia se mantuvo en
el resto de la entidad, por razones obvias.76 En ese año los índices de
mortalidad y las enfermedades que los provocaban eran los siguientes:

Defunciones 1961
Muertes por cada
Enfermedad
100,000 habitantes
Gastroenteritis 184.4
Bronquitis 56.9
Anemias 50.3
Bronconeumonías 50.5
Tifoidea y paratifoidea 46.5
Tuberculosis 26
Disenterías 20.8

Fuente: Madrazo Becerra, Carlos A., Tercer Informe de Gobierno, 1962

“Tabasco, nos dice don Carlos Madrazo, fue durante mucho tiempo, no
sólo el reino de la selva aisladora y el imperio de la violencia política,
sino también el vasto laboratorio de las enfermedades endémicas que
reducían el término medio de vida del hombre o le minaban las energías,

Madrazo Becerra, Carlos A., Primer Informe de Gobierno, 20 de noviembre de 1959; Segundo
76

Informe de Gobierno, 27 de febrero de 1962 y Tercer Informe de Gobierno, 1962.


Elías Balcázar Antonio 391

dejándolo desvalido para el rendimiento integral.”77 El paludismo


había desaparecido del escenario tropical húmedo de Tabasco y del
sureste de México. No se volvería a registrar ninguna muerte por esa
enfermedad que tanto daño les hiciera a sus habitantes durante siglos.

Escasez y carestía
Todo este abanico de enfermedades endémicas y epidémicas, con
su alta cifra de muertos y enfermos, no sólo era resultado de un
plasmodium, un virus o una bacteria. La desnutrición de la mano con
la pobreza, los bajos salarios y el desempleo eran aderezos importantes
en este platillo de enfermedades y mortandad, propios de una miseria
ancestral. La escasez y la carestía, pan de cada día en aquellos años,
iban y siguen caminando de la mano con una enorme injusticia en la
distribución de la riqueza; ésta, a la vez, era y es resultado además de
una injusta tenencia de la tierra y de los otros medios de producción
donde además se pagan salarios de hambre. Y esto es más agudo
en una entidad como Tabasco donde la mayoría de la población ha
vivido y trabajado en el campo, donde la revolución mexicana con su
reforma agraria cardenista pasó de noche. Habría que reflexionar y
pensar en serio si don Lázaro Cárdenas, al llegar a Tabasco, estaba
jugando o ironizando cuando dijo que Tabasco era el laboratorio de
la revolución mexicana; sobre todo cuando fue el reparto agrario
una de los postulados medulares de esa revolución. Y en Tabasco la
tenencia de la tierra heredada del porfiriato muy poco cambió. Como
lo señalé en mi libro Tabasco en Sepia el socialista garrido tuvo muy
poca vocación agrarista y repartidora; durante su mandato Tabasco
ocupó siempre el último lugar en el reparto de tierras en el país. Y
después de Garrido muy poco cambió la injusta estructura agraria
que quedó como herencia del porfiriato en el campo tabasqueño. En el
siguiente cuadro sobre la tenencia de la tierra en Tabasco veremos que
la concentración de la tierra en manos de pocas familias siguió igual y
muy poco cambió con el reparto agrario:

77
Madrazo Becerra, Carlos A., Tercer Informe de Gobierno, 1962.
392 Tabasco a dos tiempos

Número de predios rurales según tamaño


No. de No. De No. de
Superficie Superficie Superficie
Rango en has. predios predios predios
total total total
1940 1950 1960

Menos de 1 446 209


de 1 a 5 3 , 145 23 , 721 5, 684 16 , 395 10, 337 26 , 418
de 6 a 10 2 , 250 72, 279 3, 435 26, 909 4 , 100 29, 853
De 11 a 50 6, 163 82, 754 7, 255 174, 601 8 , 928 201, 165
De 51 a 100 1 , 080 86, 693 1, 637 122, 603 1, 907 138, 802
De 101 a 200 6, 414 90 , 260 879 127, 433 1 , 580 222, 051
De 201 a 500 457 94, 510 503 161, 280 751 230, 226
De 501 a 1000 181 52, 029 187 133 , 037 243 163, 061
De 1001 a5000 157 126 373 194 429 479 204 466 021
De 5001 a 10 000 14 17 752 23 150 371 38 502 518
Más de 10 000 8 136 927 11 526 255

Fuente: Censos Agrícolas Ganaderos y Ejidal, 1940, 1950 y 1960. Ver Canudas, Sandoval,
Trópico Rojo, Tomo IV, p. 476.

Lejos de desaparecer o reducirse la gran propiedad con el reparto


agrario, el número de grandes predios se multiplicó de 1940 a 1960.
En la primera fecha había 457 predios con una superficie de un rango
que iba de 201 a 500 hectáreas, para 1960 existían 751 predios con una
superficie que estaba dentro de ese rango. Los predios cuya superficie
iba de 1, 001 a 5, 000 hectáreas eran 157 en 1940 y se multiplicaron
a 243 en 1960. Existían además 14 predios cuyo rango iba de 5 001 a
10, 000 hectáreas en 1940, predios que se incrementaron en 1960 en
38. Propiedades de más de 10, 000 hectáreas eran 8 en 1940 y 11 en
1950; para 1960 no tenemos datos. Este proceso se explica debido a la
importancia que cobró la ganadería extensiva de bovinos en la entidad
y que requiere de extensos potreros.
Junto a las plantaciones de plátano, cacao, coco y caña de
azúcar, la agricultura de Tabasco no era, ni ha sido muy diversificada:
maíz, frijol y arroz eran las siembras de rigor. Años con buenas
cosechas, años de inundaciones o de sequías con malas cosechas y
hambrunas. Ante la ausencia de energía eléctrica y de congeladores y
refrigeradores, la matanza de reses se hacía con el temor y la cautela
de que el animal sacrificado ese día no se vendiera todo. Quienes se
dedicaban a la matanza, los tablajeros, preferían sacrificar una o dos
Elías Balcázar Antonio 393

reses “aunque parte del pueblo no alcanzara carne”, a correr el riesgo


de que les quedara parte de la res. No teniendo congeladores para
conservar lo que sobraba, se veían obligados a salar el resto de la carne.
Por eso no se mataba todos los días; además la escasa población, el bajo
poder adquisitivo y el poco circulante limitaban aún más el sacrificio
de ganado.
Tabasco entonces no conformaba un mercado estatal. Su escasa
integración como unidad económica, la ausencia de buenos caminos,
de carreteras asfaltadas y de puentes, aunada al pantano, a la selva, a
los amplios cuerpos de aguas y manglares limitaban la comunicación
y las relaciones comerciales de un municipio a otro; las hacían más
lentas y tardadas. Los ríos se secaban cada día y la comunicación
fluvial desaparecía. No nos metamos a pensar, apoyados en Adam
Smith o en Carlos Marx, en la ausencia de una amplia división social
y técnica del trabajo que hasta nuestros días se vive en Tabasco; un
aparato productivo, carente de industrias, donde predomina una
agricultura rudimentaria de plantaciones y de temporal, junto a una
ganadería extensiva de potreros no podía generar las características
que necesariamente dan paso al mercado capitalista. Lenin nos dice
que precisamente el mercado interno se crea por el propio capitalismo
en desarrollo; “… que el grado de desarrollo del mercado interior
es el grado de desarrollo del capitalismo en el país”. El desarrollo
del mercado interno capitalista implica necesariamente el paso de
la reproducción mercantil simple al de la reproducción ampliada
capitalista; esto es propio de una amplia división técnica y social del
trabajo, como causa y resultado a la vez, de sucesivas revoluciones
industriales y tecnológicas; de todo ese proceso histórico se deriva un
amplio mercado interno que es propio de una economía capitalista
avanzada. Por todas estas consideraciones, y dado el escaso y limitado
desarrollo del capitalismo en la entidad y al predominio de una
economía con una reproducción simple en Tabasco, en donde las
revoluciones industriales sólo las conocemos por los libros de texto, si
al caso podríamos hablar de mercados municipales para los años aquí
estudiados.78

Lenin, V. I., El desarrollo del capitalismo en Rusia, México, 1971, p. p. 45 a 47. Marx, Carlos, El
78

Capital, Tomo I., México, 1968, capítulo XXIV, p. 635; Tomo II., capítulo XX y XXI. Adam Smith,
Naturaleza y causas de de la riqueza de las naciones, Fondo de Cultura Económica, 1958. p. p. 7 a 23.
394 Tabasco a dos tiempos

No debemos dejar de un lado que ese aparato económico agrícola y


ganadero, donde predominaban las plantaciones y el potrero, giraba en
torno a mercados externos, ubicados en el centro del país y en el exterior,
principalmente en los Estados Unidos. La pobreza de la población local
no era muy interesante para los productores; esos tabasqueños, pobres
la mayoría, con muy poco poder adquisitivo no hacían mercado; por
tanto, éste no era muy rentable y atractivo. Ese raquítico mercado con
carácter eventual, temporal o quincenal, no representaba una demanda
permanente; era abastecido por una producción de traspatio y por una
pesca y una caza cuyos actores llevaban sus productos en cayucos a
los “pasos” de las cabeceras municipales, algunos días de la semana.
Durante décadas se realizaron los intercambios en esos “pasos” o
atracaderos de canoas y cayucos; durante muchos años esos atracaderos
sirvieron de mercado. Es más, muchas villas y cabeceras municipales en
Tabasco así se formaron; el papel que jugaron los centros mineros como
núcleos de población y formación de ciudades en la Nueva España, el
mismo papel jugaron los “pasos” o embarcaderos en Tabasco, al igual
que los aserraderos. Cuando alguien daba el aviso que una o dos canoas
habían llegado al “paso”, la gente del pueblo corría a comprar lo que
en esa canoa venía o lo que se pudiera: iguanas, aspoques, carne fresca
o salada de venado, de tepesquintle o armadillo; gallina criolla, pollo,
algún capón, un pavo o alguna pavita, aunque no fuera navidad y
huevos de gallinas, muy escasos entonces. Pescado fresco atrapado en
la madrugada, cherna, pargo, robalo, mojarras castarricas o tenhuayaca,
pejelagarto y liseta. Animales de concha como tortuga, pochitoque,
Elías Balcázar Antonio 395

jicotea, guao; camarón de río, patillos ahumados, piguas, hueva salada


de lisa o algún tasajo de carne salada de manatí. También se conseguían
algunos productos agrícolas de traspatio, sobre todo para el puchero de
res: yuca, raíz de chayote, camote, chayote criollo, macal, cilantro criollo,
calabaza redonda y algún elote tierno. También las canoas traían frutas
de temporada, algunas hoy en extinción, como chinín, caimito, pitajaya,
nance, “jondura”, ciruela morada, mango, anona, chicozapote, mamey,
zapote, quihiniquil, guatope, uva de playa. Aquel que llegaba tarde al
paso no alcanzaba nada. Estas canoas surtían también de carbón a la
cabecera municipal, eran embarcaciones que se dedicaban únicamente a
comerciar ese producto; a eso se dedicó toda su vida “Chilo Carbón” en
Paraíso; la parte interior de su cayuco, igual que su dueño, se mantenía
siempre tiznada de negro debido al polvo y al tizne que soltaban los
saquillos de carbón que Chilo acarreaba, casi a diario, al paso de Paraíso.
Ese carbón hecho de madera de tinto o de mangle, lo llevaba Chilo de
un lugar llamado El Tintal y de la zona carbonífera de la ranchería
Moctezuma Primera, en Paraíso; este último como a 1.5 kilómetros de esta
cabecera. Desde los manglares y tintales de la laguna del Arrastradero,
de Las Flores, era transportado el palo de tinto y el de mangle a esas
carboneras de Moctezuma. El traslado se hacía en cayuco a través de un
canal artificial, llamado el escarbado de El Jobo. Esta ranchería hasta el
día de hoy sigue siendo una importante zona donde se produce el carbón
vegetal con el que intermediarios y coyotes surten hoy a restaurantes de
Villahermosa y de toda la Chontalpa. Durante otros tiempos esas canoas
transportaron cal viva, hecha de concha molida de ostión; se usaba ésta
para cocer, pelar el maíz y preparar la masa o el nixtamal para el pozol.
Pozol blanco o con cacao. Esa cal se llevaba del Bellote y de las zonas
ostrícolas colindantes de la laguna de Mecoacán en Paraíso y Jalpa.
Lo aislado que estuvo Tabasco respecto al centro del país o las
dificultades que había para tener relaciones comerciales y demás con
otras entidades y con la Ciudad de México hacían muy difícil y tardada
la llegada de otros productos a Tabasco. Por lo que se refiere a las
manufacturas comerciadas en la localidad, éstas nunca se han fabricado
en Tabasco, los comerciantes tabasqueños siempre las han comprado
fuera para revenderlas en la entidad. Y esto es así hasta el día de hoy, con
la diferencia de que en los años aquí estudiados era más difícil traerlas
a Tabasco.
Frutas y verduras frescas de otras regiones, ni en sueños. La falta
de refrigeración y la lentitud en el transporte no permitían que productos
frescos llegaran a la entidad. Los mercados locales, reducidos, estaban
sujetos a la poca producción de traspatio y a lo que cazaba y pescaba la
gente del campo esa madrugada y la noche anterior. En aquellos años
396 Tabasco a dos tiempos

la caza y la pesca eran abundantes; parte de la virginidad de la selva,


las lagunas y los ríos existía todavía. Como hemos visto, este comercio
muy local y municipal tenía también problemas de transporte. Por
todas las consideraciones aquí planteadas, estas relaciones comerciales
y estos mercados municipales eran aleatorios, inestables, sujetos a las
eventualidades del clima, a las estaciones del año y al poco dinero
disponible. En los días de las inundaciones la escasez tomaba tintes
de suma gravedad. Estas relaciones de comercio no tenían el carácter
necesario, riguroso que tiene un mercado capitalista consolidado, bien
estructurado y organizado.
Este carácter casual, irregular, poco necesario, de los mercados
locales y municipales de aquellos años, con frecuencia generaba escasez,
carestía, más pobreza y malestar social. Durante la década de los años
cuarenta y cincuenta la entidad seguía sufriendo la misma escasez y
carestía ancestral; tenían éstas un carácter crónico, como una enfermedad
endémica. En aquellos años, durante el gobierno de Noe de la Flor, se
hicieron certámenes de producción de maíz, de frijol y arroz; se otorgaban
premios a los ganadores de cada municipio. Con frecuencia en la prensa
local y en el Periódico Oficial se publicaban las listas de precios oficiales
de los productos de primera necesidad, precios que ningún comerciante
respetaba. El 14 de enero de 1947 el gobierno de Santamaría constituyó
la Confederación Fijadora de Precios de Artículos Necesarios. Ese
mismo día Bernardo del Águila fue nombrado presidente de la Junta
de Conciliación y Arbitraje. Esos días la escasez de gasolina, llevada por
chalanes y por mar, se sumaba a la escasez de todo.
Notas chuscas afirmaban que los habitantes de Villahermosa se
tomaban día a día la mitad del agua del río Grijalva debido a que los
lecheros le ponían leche a esa mitad. Los vendedores de carbón, con
periódicos arrugados le ponían doble fondo a las latas para simular así
que vendían completa la carga; también arrugaban las latas para que les
entrara menos carbón. En mayo del 53 se armó un verdadero tumulto
en las puertas de la tienda “La Nueva”, ubicada en la calle Zaragoza de
la ciudad de Villahermosa; el tumulto se debió a que el dueño de ese
establecimiento, Ramón Collado, se negaba vender el carbón al menudeo
y le vendía todos los sacos al mayoreo a una revendedora. Collado
fue llevado al Ministerio Público. Por otro lado, los comerciantes les
descontaban a los productores de manteca el precio de la lata por concepto
de un impuesto que no existía. Al enterarse de que la Confederación
Fijadora de Precios había establecido precios topes para animales de
pluma, pollos, pavos y gallinas, éstos volaron de los mercados. Ningún
locatario quiso vender ni un ave, todos escondieron sus animales. En los
mercados se vendían kilos de 900 gramos y los precios simplemente no
Elías Balcázar Antonio 397

se respetaban. Con el fin de bajar los precios, el gobierno de Santamaría


excentó de impuestos a los productos de primera necesidad; los precios
nunca bajaron y esa excención la aprovecharon los comerciantes para
beneficio de ellos. La renta de las casas estaba por las nubes. Eran días
de devaluación del peso y deterioro de los salarios.79
El control y supervisión de precios poco surtió efecto. Se
llegaron a multar incautos comerciantes menores que poca influencia
podían ejercer en la escalada de precios. Nota curiosa aquella del
reventero Jesús Ramón que fue multado con $500 por negarse a vender
una tortuga a la señora Natividad Mayo. Hoy lo hubieran multado por
vender la tortuga. Ese día, 11 de julio de 1951, fue multado también
con $500 Salomón Herrera por vender el frijol negro al mayoreo por
encima del precio oficial. En esos días, otros dos incautos menores,
pero abusivos, fueron sorprendidos al vender la leche por encima del
precio oficial: Jesús Vidal y Demetrio Sánchez fueron multados con
$500 cada uno por vender el litro a $0.70 centavos y no a sesenta como
estaba impuesto en la lista de la Agencia de Economía. Los ganaderos
organizados en la Unión presionaban para poder vender el litro a $0.70
y no $0.60 como estaba impuesto en la lista de la Agencia de Economía.
Los ganaderos organizados en la Unión presionaban para vender el
litro a $0.70 , sólo querian un aumento de $0.10 por litro, como no se
les autorizó decidieron no ordeñar y prefirieron dedicarse sólo a la
engorda del ganado. Otros prefirieron ordeñar el río Grijalva y otros
ríos y arroyos de Tabasco y le ponían más agua a la leche. Seguían
saliendo las notas chuscas en el sentido de que los consumidores
de leche en Villahermosa se estaban bebiendo el río Grijalva con el
riesgo de que éste se secara. En esos días se destapaba a Adolfo Ruiz
Cortines como candidato para la presidencia de la República. el general
Francisco J. Múgica lo acusó de traidor por haber colaborado con los
gringos cuando estos invadieron Veracruz en 1914. Se armó un lío y
una de dimes y diretes. Luego se aclaró el asunto.80
El 11 de julio de 1953 se proponía que sólo eliminando a los
intermediarios y acaparadores se podría llevar a feliz término un
plan de abaratamiento y control de precios. Cada año o al inicio de
cada nueva administración de gobierno surgía un nuevo plan contra
la carestía de los víveres. A esos planes supuestamente se sumaban
los esfuerzos de locatarios, la Unión de Propietarios de Boticas,
79
RN, 6 de julio de 1946; 7, 8, 15, 25, 28 y 29 de enero de 1947. El Momento, 13 de septiembre de
1951. La VT, 22 de mayo y 2 de junio de 1953.
80
RN, 19 de octubre, 13 y 15 de noviembre de 1951.
398 Tabasco a dos tiempos

comerciantes y productores. Sin embargo, las fuerzas del mercado


seguían sin control, a la “Mano Invisible” no la podía controlar nadie,
ni el mismo Adam Smith hubiera podido.81
Pero no todo era escasez, pobreza, alza de precios y hacer
muina con los comerciantes. También los días cortos, los días
breves con su tedio y monotonía de lo cotidiano, eran sorprendidos
con paréntesis de alegría. Esos días de julio y de octubre de 1953 se
llevaron eventos especiales a los tabasqueños: en julio el equipo de
futbol americano de la UNAM, con Joaquín Capilla entre sus filas, y el
del Politécnico Nacional jugaron en Villahermosa; dos meses y medio
después, en octubre de ese año, el pelotero de los Indios de Cleveland,
el veracruzano Beto Ávila, visitaría y jugaría en Tabasco. A las 15:30
horas del 17 de julio de 1953 llegó a la estación de ferrocarril de Teapa
la caravana deportiva integrada por los equipos mencionados. El día
16 de julio de 1953 los deportistas y estudiantes viajaron en autobús
desde la ciudad de México hasta Coatzacoalcos. Llegaron a este puerto
a las 21:30 horas donde al día siguiente tomaron el ferrocarril que los
condujo a Tabasco. A las tres y media de la tarde del día 17 llegaron
a la estación del ferrocarril de Teapa. Debido a que las autoridades
de ese municipio agasajaron a los visitantes con una comida y unos
festejos en su honor, llegaron a Villahermosa hasta la noche. Con los
universitarios venía Joaquín Capilla quien había obtenido medalla de
plata en el trampolín en los juegos olímpicos de Helsinki. El juego de
futbol americano se realizó el domingo 19 de julio a partir de las 9:30
horas de la mañana en lo que luego fue el estadio de béisbol Ricardo
Castro Flores (en la Deportiva); ese mismo día el tabasqueño Damián
Pizá cruzó el Canal de la Mancha en 15 horas, 23 minutos. El partido
terminó 27 a 6 a favor del “Poli”. Con el número 8, Joaquín capilla anotó
el único tanto de la UNAM; por la tarde el medallista mexicano dio una
exhibición de clavados. Para ello Capilla se trasladó en lanchones a la
rivera El Porvenir donde se encontraba la draga “Tampico”; en esta
draga se improvisó una plataforma a quince metros de altura desde
donde Joaquín ejecutó varios clavados de exhibición.82
Dos meses y medio después Beto Ávila llegó a Villahermosa,
fue un sábado 10 octubre de ese mismo año. Al día siguiente fue
entrevistado por otro personaje, el poeta tabasqueño José Carlos

81
RN, 21 de agosto de 1948; 12 de julio de 1951; 9 de febrero y 17 de junio de 1952; 9 de febrero y
12 de julio de 1953.
82
RN, 17, 19, 20, 21 de julio y 4de agosto de 1953; La VT, 20 de julio de 1953.
Elías Balcázar Antonio 399

Becerra. José Carlos hacía sus pininos entonces como reportero y


articulista del periódico local Rumbo Nuevo. Ese domingo Beto Ávila
participó en dos encuentros de béisbol y jugó con la franela de
Almacenes Rodríguez; los partidos fueron contra un equipo del 17
Batallón por la mañana y contra el trabuco de la Corona Extra por la
tarde. El primero lo ganó Almacenes Rodríguez 4 a 0 y el segundo 6 a
5 en diez entradas.83 Leamos la crónica que nos hace Manuel Antonio
Romero Zurita, director de Rumbo Nuevo:
Traído exprofesamente por el equipo Almacenes Rodríguez, el gran pelotero
Beto Ávila, de los Indios de Cleveland, se presentó el domingo pasado en
el diamante del 17 Batallón donde los aficionados al Rey de los Deportes le
tributaron cariñosas ovaciones.
Beto, nos dice el cronista, formó parte entre los almacenistas, tanto en el
juego de la mañana como en el de la tarde. El primero contra el 17 Batallón
a quienes derrotaron, llegando al final del encuentro con una anotación de
cuatro contra cero a favor de los rodriguistas.
La afición, que sabe estimular y admira a los buenos jugadores del Rey de los
Deportes, abarrotó materialmente la gradería del 17 Batallón para ver jugar,
en exhibición a Beto Ávila, no obstante los cinco pesos que costó la entrada,
ya que es uno de los ídolos de los fanáticos, no solamente de México sino de
América Latina. Al despedirse el segunda base de los Indios de la afición
tabasqueña, terminada la tercera entrada del juego, recibió una estruendosa
ovación de sus admiradores, quienes le desearon mucho éxito en la próxima
temporada de la Ligas Mayores de Béisbol.
El encuentro, que dio principio a las 14:30 horas, fue concertado entre las
novenas Almacenes Rodríguez y Corona Extra. Hacía tiempo que no se veía
un juego de tantas emociones durante el cual se pudo apreciar el esfuerzo, la
técnica y los conocimientos de los managers, los populares, Centavo y Arceo.
Fue hasta la quinta entrada, nos sigue narrando el cronista, cuando el Corona
Extra anotó su primera carrera, y ya cuando los Almacenes llevaban una de
ventaja. En la fatídica séptima los cerveceros toman la delantera, anotándose
4 carreras contra 3 de los almacenistas.
Se abre la novena y los rodriguistas superan con un punto (sic); pero al
jugarse la segunda mitad de la entrada final y teniendo dos outs, le toca el
turno al bat al pelotero de color Welmer, a quien en la quinta y la séptima
le habían cortado dos jonronazos; entonces se cumplió el adagio de que a la
tercera es la vencida, y conecta un súper palo que rebasa los 400 pies; y eso
que el pitcher le llevaba la ventaja con 3 bolas y 2 estrais (sic). El juego se
empata. En la décima Almacenes Rodríguez desempatan, anotando la carrera
del gane, quedando la anotación de 6 contra 5.

83
RN, 9, 12 y 13 de octubre de 1953.
400 Tabasco a dos tiempos

Es de hacerse notar, concluye Manuel Antonio Romero Zurita, la actuación del


fílder Línder, quien atrapó en forma fantástica, maravillosa, emocionantísima,
los batazos de Welmer que llevaban sello de jonrón; más emocionante todavía
que en la primera ocasión, en que la casa se encontraba llena y ya que de
haberse caído la pelota, hubiera sido de catastróficas consecuencias para el
lanzador, quien hubiera sufrido una derrota sin precedentes en la historia
del béisbol local. Las atrapadas, concluye el cronista, fueron largamente
ovacionadas por la concurrencia.[sic]”84

Beto Ávila salió esa tarde rumbo a Teapa donde tomó el


ferrocarril que lo llevó al puerto de Veracruz. Terminado el juego y
terminada la alegría, los tabasqueños regresaron a sus casas aquel
domingo. De nuevo el lunes; un lunes más con el trabajo, la escuela, la
rutina y a seguir lidiando contra la pobreza y demás problemas, contra
la escasez, el alza de precios, la carestía y contra los comerciantes
abusivos. Esa lucha diaria, rutina cansada y fastidiosa, se daba en el
tiempo corto; en el tiempo largo, estructural y el de las coyunturas, los
vaivenes en el mercado mundial y nacional no dejaban de afectar a la
economía de la entidad y al bolsillo de la gente. Los dos desplomes de
la moneda mexicana, la de 1948 y la de 1954, como toda devaluación
generaron alza de precios y mayor pobreza en el país y en la entidad.85
El siguiente cuadro y la siguiente gráfica nos podrían ilustrar un poco
sobre el alza permanente que en los artículos de primera necesidad se
daba en esos días.

RN, 14 de octubre de 1953.


84

Para un estudio más detenido sobre la historia de estas devaluaciones, ver a Torres Gaytán,
85

Ricardo, Un siglo de devaluaciones del peso en México. Siglo XXI, 1986.


Elías Balcázar Antonio 401

Variación de precios (Pesos y centavos)

Concepto 1946 1947 1948 1951 1953 1954 1955 1956


Arroz 0.7 0.8 1.25 1.56
Azúcar 0.78 0.84 0.94 1.08 1.08 1.15
Frijol negro 0.8 1.2 1.2 1.3 1.5
Maíz 0.26 0.42 0.34 0.55 0.55 0.55 0.75
Leche fresca 0.4 0.4 0.5 0.7 0.7
Carne con hueso 1 1 1.3 1.4 2.4 2.25

$3.00

$2.50

$2.00 Arroz

Azúcar

$1.50
Frijol negro

Maíz
$1.00

Leche fresca

$0.50 Carne con


hueso

$0.00
1946 1947 1948 1951 1953 1954 1955 1956

Fuente: RN, 1946 a 1956.

Los datos en esa tabla y en esa gráfica están tomados de la lista


mensual de precios oficiales que se publicaron desde 1946 a 1956; eran
los precios que el Gobierno del Estado quería imponer y hacer respetar
como precios topes. Quien rebasara esos límites sufría fuertes multas.
Sin embargo, la situación de escasez llegó a ser tan crítica en esos años,
sobre todo 1953 y 1954, que esos precios oficiales no se respetaban.
402 Tabasco a dos tiempos

El maíz se llegó a vender a $0.60, $0.85 y hasta a un $1 y $1.10 el kilo.


La leche alcanzó un precio en 1954 por encima de los $0.70.86 Sobre
la escasez de azúcar, que fue muy crítica en esos años también,
abundamos sobre ella al principio de este trabajo.
Como veremos más adelante, en esos años críticos y de escasez
durante la administración de don Adolfo Ruiz Cortines, el Gobierno
federal intervino de manera amplia en el abasto de granos básicos para
abatir la carestía y el peligro de la hambruna. A través del organismo
oficial, Compañía Exportadora e Importadora Mexicana, S. A.
(CEIMSA), y con la ayuda de los gobiernos estatales y municipales, así
como con el apoyo de cooperativas, asociaciones y uniones, realizó un
gran esfuerzo por abastecer de maíz, frijol y arroz a aquellas regiones
y entidades que atravesaban por situaciones muy críticas de escasez y
carestía.
La recesión y la crisis económica de la posguerra, la contracción
del mercado mundial, el desplome de las exportaciones mexicanas,
el deterioro de las reservas monetarias y de las divisas acumuladas
durante la guerra, los déficit continuos y crecientes del sector externo,
los permanentes gastos deficitarios del gobierno mexicano provocaron
sucesivas devaluaciones del peso mexicano. La primera de $4.85 a
$8.65 por dólar en julio de 1948; la segunda devaluación, en marzo de
1954, cambió la paridad del peso respecto al dólar de $8.65 a $12.50.
La devaluación de 1954 se debió además a que concluida la guerra
de Corea terminó también el alza coyuntural que tuvieron los precios
de las materias primas y el auge de las exportaciones mexicanas,
principalmente algodón y cobre. El impacto negativo de la posguerra
de Corea en el sector externo mexicano y el primer año de austeridad
presupuestal del gobierno de Ruiz Cortines (1953) provocaron una
fuga de capitales a principios de 1954 que aceleraron las presiones
devaluatorias sobre el peso mexicano.
Y ante el alza de precios en el mercado interno, debido a las
devaluaciones y a la escasez, la intervención del Gobierno federal y
de la entidad para controlar esa alza poco éxito tuvo ante el embate de
estas fuerzas macroeconómicas. La escasez que más se resintió durantes
esos años en Tabasco fue la de maíz. Sobre todo la de 1953 cuando
debido a la terrible inundación de fines de 1952 buena parte de las
siembras se perdieron. Sin embargo, esta escasez no siempre se debió
a sequías, inundaciones o bajas cosechas; muchas veces se debió al mal
engranaje de distribución que había dentro del estado y en la región,

86
RN, 20 de julio y 1 de agosto de 1954.
Elías Balcázar Antonio 403

tanto para el maíz como para los demás productos; y esto se debía a lo
mal comunicadas que estaban las regiones dentro de la propia entidad
y en el Sureste. El Gobierno del Estado pedía informes con carácter
de urgente a aquellos municipios que tuvieran maíz almacenado para
darle rápida salida y venderlo en los municipios que tuvieran escasez
de este grano. En 1952 se sabía que Huimanguillo, Balancán, Tenosique
y Zapata tenían una considerable cantidad de maíz almacenada, había
el temor de que éste se picara si no se le daba salida a tiempo o también
que éste se sacara de contrabando por el ferrocarril o en cayuco hacia
Coatzacoalcos y a las zonas petroleras donde tenía mejor precio. Ese
año terminó con una inundación de catastróficas consecuencias que
dejó sin maíz a todo el estado, sobre todo a la Chontalpa que fue la
región más afectada. En febrero de 1953 y según informes alarmantes
de la Agencia de Economía sólo quedaban en la entidad sesenta
toneladas del citado cereal; Balancán y los demás municipios de la
Región de los Ríos eran los únicos que enviaban maíz a Villahermosa
y otras partes del Estado. Se hicieron gestiones para comprar maíz en
Campeche pero todo fue en vano, en esta entidad también escaseaba
ese grano.87
A principios de ese mes, Cándido Rivera y Arturo Suárez,
quienes eran supervisores de administración, fueron comisionados a
Tenosique y Balancán con el fin de que adquirieran, de manera urgente,
la mayor cantidad posible de maíz. A mediados de ese mismo mes y
consignados al señor Gaspar Cortés llegaron a Villahermosa 5000 sacos
de maíz por la vía fluvial y 320 por el ferrocarril: los dos cargamentos
procedentes de Tenosique. 60 sacos se enviaron a Jalpa de Méndez,
320 a Nacajuca y el resto se distribuyó en Villahermosa y demás
comunidades del municipio del Centro. Se pidió apoyo a la COOTIP
y demás transportistas fluviales para que bajaran las tarifas de sus
fletes. Pocos días después llegaron a Comalcalco doscientas toneladas
adquiridas en Arriaga, Chiapas; el gobernador de Campeche, al ver
que la escasez de maíz en Tabasco en verdad había alcanzado niveles
críticos y angustiosos, puso a disposición de la entidad quinientas
toneladas de maíz que llegaron por la vía marítima a Frontera y por el
ferrocarril a Villahermosa a fines de ese mes. En esta ciudad el maíz se
distribuyó en los siguientes expendios:

87
RN, 5 de noviembre de 1952; 8, 10, 11, 12, 16 y 18 de febrero de 1953.
404 Tabasco a dos tiempos

Expendios de maíz, febrero de 1953


Propietario y lugar Cantidad (sacos).
Felícitos Cortes, Mercado de Atasta. 40
Jesús Lombardini, Tamulté. 30
José Valencia, calle Constitución. 50
Feliciano Gómez, Pino Suárez. 48
Gerardo Priego, Constitución. 38
Carmen Ortiz, V. Carranza No 72. 38
Sr. González, 27 de febrero, junto al molino de Pola. 30
Oscar Illán, Plaza Pasteur. 58
Ramón Cuevas, Plazuela del Águila. 12
Total 344

Fuente: RN, 20 y 22 de febrero de 1953.

Ante la gravedad de la escasez de maíz y debido a que las medidas


locales no eran suficientes para solucionar ese problema, fue necesaria
la intervención de la Compañía Exportadora e Importadora Mexicana,
S. A. (CEIMSA). Este organismo fue creado en diciembre de 1952 por
el Gobierno federal con amplias facultades para comprar maíz y frijol
directamente al productor y, por encima de intermediarios, para abatir
así la especulación, la escasez y la carestía. A pesar de la resistencia y de
los ataques de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio
(CONCANACO) y debido a la devaluación de marzo de 1954, la
CEIMSA multiplicó sus esfuerzos para llevar a cabo un ambicioso
plan de distribuir artículos de primera necesidad a precios cómodos
por todo el país. Para ello contaría con el apoyo de los gobiernos de
las entidades y con expendios y almacenes especiales para cumplir
sus tareas. Se trataba de una campaña nacional contra hambreadotes
y especuladores. La tarea no fue fácil, las limitaciones físicas de la
organización de la CEIMSA y sus limitaciones presupuestales no
siempre le permitieron lograr todas las metas.88
A principios de marzo de 1953, por conducto de la CEIMSA y
gracias a las gestiones de su gerente Tomás Valles llegaron a Tabasco
otros tres furgones de ferrocarril con 1200 sacos provenientes de
Mérida. Al señor Raúl J. Cortes, de Tenosique, el Gobierno del Estado
le compró 200 toneladas; de esas cantidades se dotó a Cunduacán con
diez toneladas para ser distribuidas por la Cooperativa de Cacaoteros; a
Nacajuca se enviaron 10 toneladas que fueron entregadas al presidente
municipal; a Teapa, diez toneladas también y fueron entregadas al

Pellicer de Brody, Olga y Reyna, José Luis, Historia de la revolución mexicana, 1952-1960, Tomo 22,
88

El Colegio de México, 1978, p. p. 22 a 25, 88 y 89. Ver también: Pellicer, de Brody, Olga y Mancilla,
Esteban, Historia de la revolución mexicana, tomo 23, El Colegio de México, 1978, p. p. 128 a 130.
Elías Balcázar Antonio 405

receptor de rentas y a Frontera 50 toneladas para ser distribuidas por


el presidente municipal.89
Sin embargo, a pesar de las notas optimistas y de los informes
oficiales sobre supuestas espléndidas cosechas de frijol y maíz, la
escasez seguía siendo alarmante y angustiosa. Los acaparadores
ocultaban estos dos preciados alimentos con el fin de presionar al
gobierno para que autorizara un alza en los precios. A pesar de que el
precio oficial del maíz era de $0.55, los acaparadores lo compraban al
campesino agricultor a un precio de $0.50 para revenderlo a un precio
de mayoreo de sesenta centavos a los comerciantes. Difícilmente se
podía respetar el precio oficial de $0.55 al consumidor. En julio de ese
año Pedro Morales, comerciante establecido en la calle Pino Suárez de
Villahermosa, se negó a vender maíz a la gente; argumentó que ya no le
quedaba ni un saco de ese grano. La Agencia de Economía envió a uno
de sus inspectores para investigar y se le encontraron en sus bodegas
cuatro toneladas de maíz que tenía escondidas. Lo curioso de ese asunto
fue que esta persona no sólo no fue sancionada, sino que se le permitió
además que vendiera el maíz a $0.60 el kilo, ante la vista gorda de los
inspectores. Y es que en ese mundo del dinero, de la ambición y de la
corrupción, el hambre de la gente es lo de menos. En lugares como San
Cristóbal de las Casas en Chiapas el espectro de la hambruna alcanzó
niveles alarmantes y peligrosos. En julio de ese año la gente en esa
ciudad hacía grandes colas en los portales del Ayuntamiento en espera
de alguna cantidad de maíz; una turba desesperada y enardecida
se amotinó en el colegio “La Enseñanza” debido a que en este lugar
había grandes cantidades de maíz almacenadas.90 Mientras tanto el
contrabando del maíz producido en el occidente de Tabasco seguía
caminando por la frontera hacia la zona sur del Estado de Veracruz,
atraído por los mejores precios derivados del auge petrolero y del gran
movimiento comercial en Coatzacoalcos.
A fines de 1953 la CEIMSA otorgó un precio de garantía de
$1200 para el frijol y de $500 para el maíz. El entusiasmo que levantó
esa medida entre los agricultores duró poco; a mediados de 1954 por
las fuertes lluvias se perdieron casi todas las cosechas. En Centla, hacia
la región del Usumacinta no sólo se perdieron las milpas sino que el
ganado se quedó sin pastura al quedar ésta bajo el agua. En Jonuta se
perdió la totalidad de las milpas debido además al desborde de los
ríos. En Tenosique se perdió la mitad de las milpas, un poco más de
cuatrocientas hectáreas; Balancán perdió 1000 hectáreas de esa siembra

89
RN, 25 de febrero y 5 y 8 de marzo de 1953.
90
La VT, 22, 24 y 31 de julio de 1953.
406 Tabasco a dos tiempos

y E. Zapata sufrió los mismos daños multiplicados éstos por una


mancha de langosta descubierta en la región de Chacamax. Teapa no
sufrió daños pero Tacotalpa perdió el 90 % de sus cosechas de arroz y
maíz y Jalapa perdió el 50 %. En Cunduacán y Cárdenas se perdió la
mitad de la siembra de esos granos. Aunque el municipio de Centro fue
el menos afectado, la ciudad de Villahermosa resentía la escasez de esos
alimentos.91 Por su elocuencia y por ser la experiencia de alguien que
vivió esos años difíciles, leamos el siguiente editorial de julio de 1954:

No hay maíz en Frontera. Se están vendiendo las gallinas y demás aves de corral
a precios irrisorios. Las gentes del puerto y las de los poblados y rancherías
buscan el precioso grano con desesperación –nos dijo Saturnino Arias al regreso
de un viaje.
(El Presidente Municipal, Julián Jaume Magaña, ha pedido con dinero del
Ayuntamiento toneladas de maíz).
“En Villahermosa escasea tanto el maíz que ha subido el precio a 85 centavos.
Las tortillas están por las nubes.
(Se espera una gran cantidad de toneladas ya pedidas para que desaparezca el
temor de que el maíz falte totalmente).
-Yo puedo lograr que el Banco Nacional de Crédito Ejidal traiga de Guerrero
muchas toneladas de maíz –nos dijo el ingeniero del Valle, antes de partir,
después de efectuar una visita de inspección por cuenta del Banco.
Nuestros indígenas del pueblo Benito Juárez de Macuspana, nos sigue diciendo
el editorialista, aprendieron hace muchos años que el maíz parece en cada cosecha
la abundancia de un sueño: se pica, hay que venderlo, pronto desaparece el monto
de la cosecha y hay que economizarlo. Por esto, lo come revuelto con camote, lo
mismo en tortillas que en las bebidas con que completan su alimentación.
(El redactor recuerda la escasez de 1914, 1915 y 1916. El plátano roatán
fue tortilla, postre, bebida refrescante. Estamos en el trópico. Que la fértil
imaginación nos ayude en esta emergencia de 1954).”[sic].92

El 27 de diciembre de 1954 y por disposición del Ayuntamiento,


los comerciantes o “reventeros” que durante décadas estuvieron en
el Malecón de Villahermosa fueron trasladados en masa al Mercado
Pino Suárez. En realidad más que un malecón eso era un barranco, un
nido de ratas, formado por las orillas del río Grijalva y las orillas de
la ciudad. Con la administración de don Carlos Madrazo (1959-1964) sí
se construyó un moderno malecón, tal como lo conocemos hoy y lleva
precisamente el nombre de Carlos A. Madrazo. Pero volvamos a nuestra

91
RN, 10, 11 y 24 de noviembre de 1953; 4 y 14 de julio de 1954.
92
RN, 14 de julio de 1954.
Elías Balcázar Antonio 407

historia. Los pequeños productores del campo y pescadores serían


los únicos autorizados para vender en el Malecón, aunque no pocos
reventeros presentaron resistencia para ser trasladados al Mercado Pino
Suárez. Sin embargo con los años y los días, poco a poco el Malecón dejó
de ser un lugar para los intercambios comerciales; de aquella algarabía
de pasadas décadas, de aquella algazara con la que una multitud a la
orilla del Grijalva despertaba a la ciudad de Villahermosa cada mañana,
con el tiempo quedó la soledad. Aquel intenso movimiento comercial,
de barcos, canoas y cayucos, de marinos y bogas, de alijadores,
comerciantes y viajeros quedaría sólo para ser contada en los libros de
historia; aquella gran variedad de pregones, gritos, guasas y mentadas
realizada por venteros, marchantes, lancheros, marinos, cargadores y
vagos sería desplazada por el silencio y el olvido. Estas imágenes, estas
fotografías que el tiempo fue pintando de amarillo, como nos dijera el
poeta Miguel Hernández, quedaron bien retratadas por un cronista que
en 1953 nos narraba sus recuerdos de 1922. Nos dice:

“Todavía en 1922 tuvimos la oportunidad de ver el movimiento comercial de la


ciudad de Villahermosa que entonces era conocida aún por San Juan Bautista.
Cierto que sus calles, algunas empedradas pero muchas llenas de lodo, le daban
un aspecto peculiar de pringas de barro en las paredes, pero también era cierto
que la vida era menos agitada, y los barrancos daban la impresión, con sus
cientos de barcos, canoas y cayucos, de ser uno de los puertos de mejor porvenir
en nuestra Nación.
“La calle Juárez hasta la Vega de la Portilla era el Paseo de la Reforma de
Villahermosa. Entones la clase acomodada, aunque no rica, los trabajadores
de la Federación y aún los de las casas comerciales, usaban trajes de casimir,
zapatos y sombreros americanos, no obstante que Tabasco se había desangrado a
causa de la revuelta en los campos a donde fueron a parar ilusos y aprovechados,
y a pesar de que una gran cantidad de jóvenes que abrazaron la causa de la
revolución y que fueron a los campos de batalla, hacían falta como elementos
de producción.
“Entonces, nos sigue diciendo el cronista, los campesinos traían sus productos
al comercio de Villahermosa sin coacciones, alegres y llenos de fe en su porvenir.
Tabasco era el granero de la Península. Casi a diario salían del puerto chalanes
con ganado; cargamentos enteros de azúcar, de panela y de carne salada. Los
barcos llevaban frutas seleccionadas a los Estados Unidos, mientras los grandes
aserraderos eran un ejemplo de trabajo y de actividad.
“Entonces como hoy se hacía el dragado de la Barra de Frontera. Las canoas
campechanas salían llevando miles de latas de manteca de cerdo, mientras la
408 Tabasco a dos tiempos

campiña tabasqueña (sic), feliz y sin grandes ambiciones, trabajaba haciendo


producir la tierra fecunda y noble.”93

Esas narraciones bucólicas no siempre fueron fiel reflejo de una realidad


feliz; eran más el resultado de una nostalgia por un pasado que no siempre
correspondió a como lo añoraba el cronista. Sin duda el que nos relata
es fiel al platicarnos de la gran actividad marítima, fluvial y comercial
que hubo en Tabasco en Villahermosa y en Frontera en aquellos años.
Pero por encima de esas evocaciones de tiempos pasados que se fueron,
se imponía la pobreza generalizada de los tabasqueños que se debatían
en la escasez, la insalubridad, las enfermedades, la desnutrición y la
ignorancia. Pero volvamos a 1953, en ese año el salario mínimo era de
$6.50 en Villahermosa. Esa cantidad no alcanzaba ni para medio vivir.
A fines de ese año la Representación Obrera en la Comisión Especial del
Salario Mínimo del municipio de Centro presentaron su inconformidad
con ese salario; de manera bien fundada manifestaron la propuesta de un
salario mínimo mayor para el campo y la ciudad tabasqueña, salario con
el que la gente pudiera satisfacer las “necesidades normales” de la vida
del obrero y del peón. Para las zonas urbanas debía ser de $12 y para el
campo de $10. Esa propuesta fue presentada con un listado de productos
y cantidades mínimas indispensables diarias, que debía consumir una
familia promedio, para llevar una “vida decorosa”. Veamos:

Bienes-Salarios mínimos necesarios al día por familia. (1953)


Alimentos Gramos Gasto diario
Manteca 100 $0.54
Arroz 125 0.34
Pan 12 piezas 1.2
Masa 1, 000 0.45
Azúcar 125 0.3
Frijol 500 1.1
Leche 1, 500 1.05
Carne 1, 000 2
Huevos 3 piezas 1.2
Verduras 450 0.75
Frutas 900 0.4
Subtotal 9.34
Más 45 % 4.2
Total $13.54
Fuente: Dirección de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo, noviembre de 1953. Ver, RN,
11 de noviembre de 1953.

93
La VT, 25 de julio de 1953.
Elías Balcázar Antonio 409

Esa propuesta tomaba en cuenta el criterio de la Organización


Internacional del Trabajo, en el sentido de que el gasto de una familia
en alimentos debía representar el 55 % del salario; el otro 45 % debía
ser para gastos de renta de casa, vestuario, médico y medicinas, así
como educación y material escolar. En la tabla anterior y presentada
por la Comisión del Salario Mínimo del Centro, el 55 % destinado
para alimentos significaba la cantidad de $9.34; el 45 % destinado a los
demás gastos les daba la cantidad de cuatro pesos con veinte centavos.
En ese cálculo encontramos un error: si $9.34 equivale al 55 % del
salario, entonces el otro 45% nos da una cantidad de $7.64; por tanto
el salario mínimo propuesto debía ser de $16.98, cantidad que se nos
antoja una utopía dada las condiciones difíciles por las que atravesaba
el aparato productivo local y, sobre todo, dada la baja productividad
por capital, por hectárea y mano de obra, aunada a las relaciones de
sobreexplotación que sobre el trabajador siempre han existido en el
campo tabasqueño, en el sector servicios y en la incipiente, por no decir
inexistente, industria de la entidad.
Lo que vino a derramar el vaso fue la devaluación del peso
mexicano en marzo de 1954; ésta perjudicó aún más la capacidad
adquisitiva del salario. Si de por sí los ingresos de los trabajadores
eran de sobrevivencia, con esa devaluación el salario se desplomó
peligrosamente. La situación de las familias tabasqueñas se tornó
más desesperante. Los meses de mayo y junio fueron días de
emplazamientos a huelgas, de negociación de mejores salarios y de
nuevos contratos colectivos de trabajo.
La noche del 28 de mayo de ese año representantes del Sindicato
Único de Obreros Panaderos del municipio de Centro y de la Unión
Industrial Panificadora llegaron al arreglo de aumentar en un 10 % el
salario de los trabajadores. La Unión reconoció que el salario de sus
trabajadores era insuficiente para el sostenimiento de la familia obrera;
pidieron que se eliminara la competencia injusta e ilegal presentada
por muchos “dizque talleres” familiares en que se utilizaba por bajos
salarios a obreros libres y a parientes de los familiares; se quejaban
además de que esos ilegales colocaban el pan en puestos que surtían
al público en horas tempranas, mucho antes de que los “trenes de las
panaderías” [sic] empezaran a laborar. También pidieron que se les
reconociera el sacrificio que estaban haciendo pues con la devaluación
todas las materias primas utilizadas para fabricar el pan habían subido
de precio.94

94
RN, 29 de mayo de 1954.
410 Tabasco a dos tiempos

El 30 de mayo los fabricantes de jabón y sus trabajadores


llegaron a un acuerdo de incrementar los salarios en un 20 %. El
Sindicato de Trabajadores Industriales adherido a la Federación Única
de Trabajadores del Estado de Tabasco (FUTET) estuvo representado
por el secretario general de este organismo, el señor Santiago Marín
Cruz; por la clase patronal estuvieron el señor Antonio Rullán de la
fábrica de jabón “Mayito, S. de R. L.”, Edén Castillo representando al
señor Antonio Galán propietario de la fábrica de jabón “5 de Mayo” y
Carlos Arturo Constadse propietario de la fábrica de aceites y jabones
“La Perla”.95
El lunes 7 de junio, también de 1954, los dirigentes del Sindicato
Único de Trabajadores al Servicio de la Confederación de Uniones de
Productores de Plátano “Tabasco” entregaron su pliego petitorio con
emplazamiento a huelga a la Junta Permanente de Conciliación. El día
12 de ese mes el Sindicato de Obreros Industriales, mediante oficio, se
dirigió a dos empresas embotelladoras de refrescos pidiendo el 40 %
de aumento al salario. Una de las embotelladoras era “Departamento
de Hielo y Refrigeración y Compañía Embotelladora” y su gerente
era Luís F. Hernández; la otra empresa era “Compañía Embotelladora
del Istmo” y el gerente era el señor Guzmán García. La nota curiosa o
chusca de todo este asunto fue la consignación de un sujeto apodado “El
Pijije”; este personaje de la calle se presentó el sábado 12 de junio en la
casa de una señora que lavaba ajeno a exigirle su ropa. La denunciante
le dijo que le entregaría su ropa lavada, almidonada y planchada pero
que primero le pagara los $6 por el trabajo. Al protestar “El Pijije”
por lo caro que le cobraban por el lavado y planchado de su ropa, la
señora lavandera argumentó, ante el juez, que con la devaluación,
todo había subido de precio; entonces el Pijije, molesto ante el juez,
dijo que “…tampoco el agua de lejía y el jabón de corozo eran artículos
de importación”.96
El 19 de junio de 1954 el gobernador Manuel Bartlett expidió
un Acuerdo por el que se autorizaba un aumento a los empleados del
gobierno del Estado. Esos incrementos fueron de la siguiente forma:
los empleados con sueldos de hasta $300 tendrían un aumento del 10%;
con sueldos de $301 hasta $400, un aumento del 8 % y trabajadores con
sueldos de $401 hasta $500, el 6 % de aumento.97
A fines de ese mes el Sindicato de Empleados de Comercio,
Agencias Cerveceras, Bodegueros, Conexos y Similares del Estado

95
RN, 30 y 31 de mayo de 1954.
96
RN, 8 y 13 de junio de 1954.
97
RN, 24 y 25 de junio de 1954.
Elías Balcázar Antonio 411

de Tabasco terminaban las pláticas con la empresa Manrique Hnos. y


Cervezas Finas, S. A. Se llegó a un acuerdo en el contrato colectivo y en
los incrementos salariales.
En julio de ese año se autorizó también un aumento en los
salarios mínimos. Lo cierto es que con los incrementos autorizados
en los salarios, en julio de 1954, los obreros no lograban resarcir el
deterioro de su poder adquisitivo agudizado por la devaluación. Aún
más, el criterio existente entre los propietarios de negocios y los dueños
de ranchos y fincas rústicas, entre otros, era que el salario mínimo
vigente representaba el rango máximo de salario que debían pagar. De
los patrones hubieron muy pocos que pagaron por encima del salario
mínimo; además nunca se respetaron esas tablas de salarios mínimos,
algunos seguían pagando por debajo de esas tarifas, abusando de la
ignorancia del peón y de la vista gorda de las autoridades. Fue el caso
que en 1954 y a pesar de los nuevos salarios mínimos autorizados y
que se debían respetar, los patrones siguieron pagando por debajo de
$6.50 diarios al trabajador y al peón. Veamos los salarios mínimos para
cada municipio, tanto para las zonas urbanas como para la zona rural,
autorizados el 24 de julio de 1954 por la Junta Central de Conciliación y
Arbitraje. Era el presidente de esta junta el licenciado Manuel Antonio
Romero Zurita:

SALARIOS MÍNIMOS EN 1954.


Municipio Zona Urbana Zona Rural
Centro $9.00 $7.50
Centla $8.05 $7.15
Macuspana $9.00 $7.50
Comalcalco $8.00 $7.00
Paraíso $8.00 $7.00
Huimanguillo $8.00 $7.00
Cárdenas $8.00 $7.00
Cunduacán $7.00 $6.00
Jalpa $7.00 $6.00
Nacajuca $7.00 $6.00
Teapa $8.00 $7.00
Tacotalpa $7.00 $6.00
Jalapa $7.00 $6.00
Jonuta $7.00 $6.00
E. Zapata $7.00 $6.00
Balancán $7.00 $6.00
Tenosique $7.00 $6.00

Fuente: Junta Central de Conciliación y Arbitraje, 24 de julio de 1954. Ver RN, 27 de julio de 1954.
412 Tabasco a dos tiempos

Algo agradable y alentador que dejó ese año de crisis económica


y devaluación fue el otorgamiento de la ciudadanía para la mujer
tabasqueña. En el decreto número 70, promulgado el 15 de agosto de
1954, se reformaba el artículo número 22 de la Constitución Política
del Estado de Tabasco; en esa reforma se concedían iguales derechos
ciudadanos a la mujer tabasqueña. Ese ordenamiento legal entró en
vigor el día 11 de ese mes, fecha en que el decreto fue publicado en el
Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Tabasco. Un mes después, el 15
de septiembre, se inauguró la radiodifusora XEVT.98
1955 fue un año difícil, muy difícil. Tan crítico que el mes de
marzo de ese año culminó con el derrocamiento del gobernador Manuel
Bartlett. A la crisis económica se agregó la crisis política. Enero terminó
con una huelga del pan; ésta se debió a que los dueños de las panaderías
no contrataban trabajadores sindicalizados debido a que buscaban
evadir el contrato colectivo firmado en mayo del año anterior y pagar
así menores salarios. Por otro frente el gobierno de Bartlett recibía otra
embestida, esta vez de los ganaderos que presionaban para que se
autorizara un aumento en el precio de la carne. Y por si hiciera falta,
los obreros organizados, a través de la Confederación de Trabajadores
de Tabasco y de la FUTET, se manifestaron contra los ganaderos por
encarecer la carne; los obreros manifestaron su preocupación en
la escalada de precios ya que en lo que iba del año los precios de los
artículos de primera necesidad habían aumentado en un 30 %, mientras
que los salarios no se movían.99
En un esfuerzo por atenuar o superar el chantaje que los
ganaderos ejercían sobre su gobierno, el 2 de marzo Manuel Bartlett
decretó una reducción de los impuestos que gravaban a la producción
de ganado bovino y porcino, así como sus derivados. El impuesto por
cabeza de bovino se redujo de $25 a $8 y el de cerdo de $6.60 a $4. Se
pretendía además evitar el desabastecimiento y la escasez de la carne
en los mercados locales. Uno de los considerando del decreto planteaba
que debido a que el subsidio que se otorgaba a los socios de la Unión
Ganadera Regional de Tabasco no beneficiaba tanto a los ganaderos
como a los comerciantes de la carne, el gobierno había tomado la
decisión de reducir los impuestos para estimular la concurrencia y el
abasto de carne a los mercados locales. Pero ni eso hizo desistir a los
ganaderos tabasqueños en su presión sobre el gobierno de Bartlett.

98
RN, 11 y 16 de agosto de 1954.
99
RN, 23 y 24 de enero de 1955 y 26 y 28 de febrero de 1955.
Elías Balcázar Antonio 413

Mientras tanto desde el pasado sábado 26 de febrero se


encontraba en Villahermosa don Carlos Madrazo. Una nota pequeñita
de Rumbo Nuevo del 4 de marzo nos dice que desde ese día se
encontraba en esa ciudad el licenciado Madrazo. Que su viaje obedecía
“…a motivos profesionales de la República, lugar de su residencia
y en donde tiene establecido su despacho de abogado”. Diez días
después de la segunda fecha reventaría el conflicto político que
culminaría con el derrocamiento de Bartlett. En esos días se encontraba
en Villahermosa y de paseo el veterano líder obrero y fundador de
la CROM, Luís Napoleón Morones, quien desde 1928 había caído en
muerte política a raíz del asesinato de quien fuera su acérrimo enemigo,
Álvaro Obregón; proveniente de Palenque el “Gordo” Morones visitó
el museo de Tabasco, acompañado de su esposa.
Por su parte había también una crítica escasez de verduras,
frutas y legumbres en los mercados de Villahermosa; en esos días
de marzo sólo operaban seis puestos en el Mercado Central. Por otro
lado, el Sindicato Único de Nagateros del Centro dirigió un oficio a
la Asociación Ganadera Local manifestando su inconformidad por el
escaso margen de utilidad que les daban a ganar a sus socios. “Record”
le llamaban a ese margen. Los nagateros se inconformaban debido a que
por cada vaca sacrificada y por cada novillo obtenían un “record” de
$3.70 y $3.80, respectivamente. El 3 de marzo los trabajadores del rastro
de Huimanguillo, por medio de la Confederación de Trabajadores de
Tabasco, emplazaron a huelga contra once ganaderos de ese municipio
que abastecían de bovinos a ese establecimiento. El sindicato que
controlaba ese rastro buscaba la contratación colectiva con esos
ganaderos. Días antes la Asociación Ganadera Local de Huimanguillo
fue requerida para contratar, pero sus dirigentes argumentaron que
ellos no abastecían de carne al mercado de ese municipio. Todo estaba
preparado en la entidad para que alguien le prendiera un cerillo a
la mecha y estallara el polvorín. Y quienes lo harían serían aquellos
interesados en derrocar a Bartlett con la anuencia del presidente de
la República para quedarse con la gubernatura del estado. Uno de
esos interesados era precisamente don Carlos Madrazo quien no por
casualidad se encontraba esos días en Tabasco. “Arreglando asuntos de
trabajo”, decía una nota de periódico al referirse a la presencia de don
Carlos en Tabasco; esa nota la creyeron los ingenuos o los despistados.
La noche del 14 de marzo hubo una manifestación de
estudiantes del Instituto Juárez en protesta por el alza de los pasajes
en los camiones de la Cooperativa de Transportes Villahermosa, S. C.
414 Tabasco a dos tiempos

L. Ese sería el pretexto para prender la mecha. La marcha, a la que se


sumaron otros descontentos, derivó en desórdenes, actos de violencia
y discursos de agitación que desviaron totalmente el sentido de la
manifestación. La marcha que degeneró en tumulto, vandalismo,
destrucción de comercios, de camiones y la destrucción de la estación
de radio XEVT, dejó un muerto. Rosalino Sánchez López, joven de 20
años que, herido de bala, murió poco después en el Sanatorio Juchimán.
Según declararon su hermano José Manuel y su cuñada María Elena
Ficachi, en el momento de la trifulca se encontraban por la panadería
“La Jarocha” cuando escucharon los gritos de la masa amotinada por
las calles de Iguala y Morelos; al ir de noveleros para ver lo que sucedía
se pasaron a la banqueta de Zaragoza y ahí Rosalino, llevándose las
manos al estómago le dijo a su hermano que lo habían herido. Como
ya dijimos, poco después falleció.
El aumento a las tarifas de pasaje quedó sin efecto al día
siguiente, sin embargo, el complot y la consigna para derrocar a
Bartlett era irreversible, no lo detenía nadie. Ningún gobierno, que yo
sepa, ha caído por un aumento al pasaje. El vandalismo dejó como
resultado 3 camiones incendiados, 35 camiones volteos con los cables
y cristales rotos; a los camiones de la Cooperativa de Transportes con
los números 10, 17 y 18 la turba también les rompió los cristales y les
dejó otros desperfectos; los aparadores del comercio, donde hoy es
la zona luz o zona remodelada de Villahermosa, fueron saqueados
y destruidos. Esa misma noche de la manifestación en la XXX Zona
militar se reunieron el general José Pacheco Iturribarría, el licenciado
Máximo Evia, procurador General de Justicia, con los líderes de la
Asociación de Estudiantes Libres, Calixto Cámara León y Juan Araiza.
Éstos declararon que su objetivo con la marcha fue sólo protestar
contra el aumento de pasaje, pero que la manifestación se les escapó
de las manos y por diversas razones degeneró en actos de vandalismo.
Al día siguiente continuaron las alteraciones al orden público; una
gran multitud se reunió en el Parque Juárez para “protestar por el
encarecimiento de la vida”. En distintas partes de la ciudad hubo
grupos de personas que intentaban organizar otra manifestación. Los
provocadores ya tenían su “muertito” que les vino como anillo al dedo
en su objetivo de convulsionar y desestabilizar al estado para derrocar
a Bartlett. El difunto Rosalino Sánchez ahora el mártir, el héroe, era la
víctima, el inmolado por “la causa”. El orden público estuvo a cargo
del ejército y en Plaza de Armas, frente a las puertas del Palacio de
Gobierno, varios soldados, entre ratos, disparaban al aire ráfagas
Elías Balcázar Antonio 415

de bala para contener a la multitud. Hasta las 21 horas la ciudad de


Villahermosa empezó a entrar en calma; varias calles permanecían a
oscuras y los establecimientos comerciales cerraron sus puertas.100
La mecha prendió fuego, y con más fuerza, en el Puerto de
Frontera. Los acontecimientos en este puerto fueron de verdadera
pesadilla y terror. Estos hechos de violencia, incendios, robo y destrucción
en ese puerto se suscitaron un sábado. Ese día, esa fecha 19 de marzo de
1955, quedaría como un mal recuerdo, como una fecha vergonzosa y
penosa para los frontereños y para todos los tabasqueños. Dos o tres
días antes había corrido el rumor entre la población de Frontera que
en el vapor Carmen llegarían los estudiantes de Villahermosa; ese día
desfilaron por el puerto estudiantes de la localidad; se escuchaban
tambores cuyos sonidos acompasados y marciales se mezclaban con el
bullicio, el escándalo y las proclamas de la multitud contra el gobierno de
Manuel Bartlett y contra el de don Julián Jaume Magaña, quien entonces
era presidente municipal de Centla. Este señor Julián Jaume era una
persona muy apreciada en el puerto, de amplia solvencia económica y
moral; jamás se había metido en asuntos de política pero de esas cosas
de la vida, las circunstancias o el aprecio que le tenía la gente en Centla
lo llevaron a la presidencia municipal. Para mal de sus males.
Por motivos muy extraños el ejército, que resguardaba el puerto
y que por años nunca se movió de ahí, fue retirado de Frontera. Intrigado
y sin hallar explicación alguna, esa extraña y repentina ausencia de la
tropa nos la narra una persona oriunda de Frontera y que fue testigo de
esos acontecimientos. Esta persona fue Miguel Ángel Shils Solís a quien
conocí personalmente cuando radicábamos en Comalcalco; él me regaló
el libro Frontera, mi pueblo y del que el propio Shils es autor. Este autor
y testigo (q. p. d) nos dice que por motivos ignorados e inexplicables la
tropa que durante años había permanecido en Frontera resguardando
el pueblo fue retirada. Otro cronista de Centla, José del C. Zalazar
Tosca nos dice que con motivo de la trifulca y el borlote que se vivía en
Villahermosa, “…las fuerzas federales salieron de los municipios y se
concentraron en Villahermosa; quedando prácticamente las poblaciones
desprotegidas y a merced de los alborotados…”. Miguel Ángel Shils nos
narra que ante el retiro de las tropas “La situación era muy apropiada
para armar un buen mitote, y esto lo han de haber tomado en cuenta
quienes ya lo habían proyectado.”

100
RN, 15 y 16 de marzo de 1955.
416 Tabasco a dos tiempos

Cerca de las 18:30 horas se escuchó el acostumbrado y agudo


silbato de “El Carmen” anunciando su llegada al puerto. Del barco
no bajó ningún estudiante, sólo el doctor Somarriba y don Nacho de
la Cruz Zetina. Sin más mérito que ser recomendado de Santamaría
don Nacho fue presidente municipal de Centla de 1947 a 1949; aquella
tarde del 19 de marzo esta persona bajó del Carmen con un grupo de
alborotadores con dirección al palacio municipal. A su paso, frente
a la iglesia, le dieron una paliza al coronel César Villegas. De una
manera descortés y grosera de la Cruz le exigió a don Julián Jaume
que le entregara la presidencia. Como siempre la masa amorfa y sin
personalidad, enardecida por el alcohol y protegida por el anonimato
que da la multitud, explotó en una violenta rebelión, incontrolable y
sin regreso. Fue en esa multitud amorfa donde aquellos tabasqueños,
muchos de ellos resentidos sociales y refugiados en el anonimato, se
atrevieron a romper contra todo principio de civilización y a dejarse
llevar por sus más bajos instintos; instintos multiplicados por la
amargura y la frustración, propios de las personas que viven una
miseria cotidiana y de llevar a cuestas, día a día, el sentimiento de ser
“unos fracasados”, afloraron en Villahermosa aquel 14 de marzo y en
Frontera aquel vergonzoso sábado 19. Instintos exacerbados por la
angustia de años de miserables salarios, de escasez, de carestía, falta de
empleos y de futuro. Frustración y amargura propia, pero no exclusiva,
de aquellos pueblos que se debaten en la miseria económica y moral.
Esta cultura del rencor y del odio frustrado es el alimento vital con que
se nutren hoy algunos partidos políticos y algunos mercenarios de la
política para lograr sus objetivos de grupo. Estas masas no saben nada
de proyecto de nación, ni de gobierno. La masa enardecida y azuzada,
pobre la mayoría, sólo sirve de carne de fusil. Aquellos días de marzo,
la escasez y la carestía de años atrás, el desempleo endémico, la
frustración y la angustia fueron el ingrediente para que provocadores
profesionales hicieran con ello un coctel molotov, ya fuera en Frontera,
en Villahermosa o en cualquier municipio. Ortega y Gasset, Gustavo
Le Bone, así como Mr. Sigmund podrían darnos más luces sobre estas
reflexiones y estos asuntos de las masas y la irracionalidad de sus
comportamientos colectivos. .
Aquella discusión del lamentable y penoso 19 de marzo entre
Nacho de la Cruz y don Julián Jaume culminó a naranjazos. Ahí empezó
la barahúnda. No había piedras a la mano pero sí varios puestos de
naranjas cercanos al palacio. El desorden cundió y la violencia se
generalizó; empezaba así la noche de vandalismo más desquiciada y
más penosa que haya sufrido Frontera en toda su historia.
Elías Balcázar Antonio 417

Un sujeto de nombre Alfonso y apodado “Patilla” acarreó y


regó la primera lata de gasolina con la que se prendió fuego al palacio
municipal; luego le siguieron el comercio de don Julián Jaume, así como
sus bodegas, la casa donde vivía y sus oficinas; la Maderería García,
terminó en cenizas. Las hordas saquearon el depósito de cerveza de la
casa Álvaro F. Pérez. Esta casa de la familia Fojaco había sido la casa
comercial más poderosa de Frontera durante los años del porfiriato;
operó además como institución bancaria y era la consignataria de la
Compañía Petrolera El Águila para distribuir combustibles y aceites
para todas las embarcaciones. Después de saquear toda la cerveza de
esa Casa comercial se pasaron a la cantina de don Manuel Villar a beber
licor. Se pusieron hasta atrás, como cosacos. La historia novelada del
Dr. Jeckill y Mr. Hyde cobró realidad. Hasta las gentes consideradas
como buenas enseñaron el cobre aquella noche de pesadilla; muchas
de estas gentes “honradas” daban viajes con carretillas acarreando
lo robado. El parque central sirvió de bodega donde los delincuentes
almacenaban el botín; los barcos camaroneros, la mayoría de Campeche
y que esa noche se encontraban en el puerto, también hicieron su agosto;
cargaron lo que más pudieron con mercancía robada y se hicieron
a la mar rumbo a Campeche. Patrimonios que tardaron décadas en
fundarse, muchos de ellos resultado del trabajo familiar, se hicieron de
humo en una noche.
Otro sujeto, Tomás Bravata, cortó la energía eléctrica; el puerto
quedó en tinieblas, sólo el resplandor de los incendios orientaba
la escasa lucidez de los delincuentes en sus fechorías. Armados con
machetes, robados al comercio, daban planazos a las banquetas y a
los postes de luz; como éstos eran de tubo galvanizado, el sonido que
se desprendía con los planazos provocaba horror y pánico entre las
familias guarecidas en sus casas. El domingo 20 el puerto presentaba
un paisaje desolador; todavía humeaban las cenizas de las casas y
de los edificios en ruinas, abatidos por el odio y la envidia; cientos
de papeles y basura volaban por las calles solitarias y abandonadas.
Sólo el silencio y la vergüenza eran mudos testigos de una Frontera en
ruinas. Lo que en otras épocas fueran las orgullosas y esplendorosas
puertas de Tabasco, había recibido su tiro de gracia. El ferrocarril y las
carreteras hicieron el resto.101

Schils Solís, Miguel Ángel. Frontera, mi pueblo. Comalcalco, 1982. Zalazar Tosca, José del C.,
101

Centla. En su historia, cultura y progreso, Editores Mexicanos, 1990.


418 Tabasco a dos tiempos

Carga de silencio, de soledad, de pueblo abandonado y que


teme, esa era Frontera aquel domingo. Sólo el ruido juguetón de una
parvada de pericos, en vuelo, irrumpió en el silencio avergonzado de
aquel amargo amanecer; unos tristes tañidos de campana recogían
los últimos retazos de aquella noche de pesadilla y de borrachos.
“Un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…” dice el
eslogan demagógico de la democracia. Cuando de muy joven leí a
Dostoeivski, una novela tras otra, estaba fascinado, pero cuando cayó
en mis manos su muy voluminosa novela “Los endemoniados”, como
en la página 300 dejé de leerla, no me agradó nada esa parte en que
dice que si Dios existe ese dios sería el pueblo; a pesar de mi juventud
y de mi inmadurez, esas reflexiones de don Fedor me parecieron de un
populismo falso y de muy mal gusto. Ese “pueblo-dios” es el mismo
que quemó Frontera, es el mismo pueblo pedigüeño que hoy exige y
vive de las dádivas del gobierno. Paradójicamente, en “Humillados y
Ofendidos” el mismo Dotoievski señala que el hombre que no lucha
por su vida no tiene derecho a vivirla. Pero volvamos a aquel trágico
día de Frontera.
El vapor-palacio “El Carmen”, majestuoso y elegante,
permanecía anclado en el puerto. El barco “Santamaría” permanecía
fondeado a medio río; ahí corrieron a refugiarse varias familias de
Frontera como la de don Simón Hernández y la de Miguel Ángel Schils.
Ese lunes mientras muchos facinerosos dormían la mona tirados en
banquetas y en las bancas del parque, un avión militar sobrevolaba
el puerto. Luego, desde varios aviones del ejército bajaron 500
paracaidistas, armados con fusiles y ametralladoras. Tropa fresca, bien
equipada y recién llegada al puerto empezó a poner orden. Algunos
delincuentes, todavía borrachos, que se disponían a continuar robando
y a seguir con sus fechorías huyeron despavoridos. Fueron detenidos
muchos.
El saqueo en dinero, en alhajas y en mercancías dejó en la
ruinas a varias familias de la noche a la mañana. Máquinas de coser
se encontraron enterradas o tapadas con pencas de coco y ramas,
con palos o basura. Nacho de la Cruz fue encontrado por la tropa y
por los rurales, escondido en un rancho, en un popal. Los soldados
hicieron caso omiso a sus ruegos y súplicas para que no lo mataran;
en ese popal lo ultimaron, ahí Nacho perdió un zapato y algo más, la
dignidad y la vida. La hombría y el alarde de hombre valiente con que
llegó al puerto, terminaron en ruegos y llantos; perdido en el pantano y
el popal, no tenía la protección y el valor que le daba la masa. Personas
Elías Balcázar Antonio 419

suspicaces y perspicaces siempre sospecharon que la muerte de Nacho de


la Cruz, sin juicio y sin hacerlo declarar, fue algo premeditado. A quienes
tramaron el complot contra Bartlett, para derrocarlo, les urgía callarlo;
era urgente que no hablara y no dijera quienes estaban detrás de él y del
complot. Nos dice Schils que fue un “idiota útil” que sirvió para encubrir
a otros. El cuerpo de Nacho fue trasladado en un cayuco remolcado por el
barquito “Siempre Listo” que era propiedad de los Llergo; el cadáver, al
llegar al muelle, fue rodeado por mirones, curiosos y morbosos. Luego fue
depositado en la parte de atrás de la bodega donde había muchos detenidos
y crudos. Así terminaba alguien que había sido presidente municipal de
Centla. El mismo lugar donde Hernán Cortés librara aquella gran batalla y
enfrentara férrea resistencia contra los aborígenes.
Enrique Canudas Sandoval transcribe el relato de lo que vivió esa
noche Samuel Espadas Centeno, quien fuera administrador de la Aduana
en Frontera en esos días. Espadas escribió ese relato al secretario particular
del presidente Ruiz Cortines, Enrique Rodríguez Cano y nos dice:
“Pasamos una noche de San Bartolomé en el edificio de la aduana. Las
llamas de los incendios amenazaban este edificio. Las hordas ya le habían
prendido fuego al palacio municipal y a todas las casas comerciales, ya
saqueadas, sin la esperanza de tener ninguna garantía. No había en plaza ni
un soldado federal. Como en el incendio de Moscú, las llamas iluminaban
el cielo. Una gritería espantosa se escuchaba por todas partes y las turbas
corrían armadas con machetes con los cuales destruían cuanto tenían a su
alcance, profiriendo insultos que estremecían a la población”.102
La horrenda violencia que provocó la caterva enardecida dejó como
resultado treinta establecimientos comerciales saqueados, incendiados y
en ruinas, así como varias casas particulares y edificios públicos; varias
cantinas saqueadas, una peluquería y dos bancos. Todo dejó un saldo
de diez millones de pesos en pérdidas. Con los días muchas familias
tuvieron que emigrar de Frontera. Carlos Piñeira y los hermanos Sócrates,
agitadores a sueldo y que azuzaron a la gente en Frontera, afirmaron que
nunca se imaginaron que las cosas llegaran al extremo del vandalismo y
de destrucción que alcanzó, pero que el pueblo aprovechó la ocasión para
robar y cometer todo tipo de desmanes, termina diciéndonos Espadas.103
De esa estocada Frontera tardaría años en reponerse.
El día 18 de marzo el oficial mayor de la Secretaría de
Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz, voló a Tabasco. Enviado por Ruiz

Canudas Sandoval, Enrique. Trópico Rojo, Vol. IV, Inquietudes, Ediciones y Publicidad, 1994, p. 261.
102

Ibídem, p. p. 262 y 263.


103
420 Tabasco a dos tiempos

Cortines, Díaz Ordaz hizo un diagnóstico de la situación política


de la entidad; envió un documento amplio al Presidente donde le
informaba que la cosa en el estado estaba muy delicada. Le expresaba
su preocupación sobre Manuel Bartlett; le informaba que, dada la
gravedad que habían alcanzado los acontecimientos en Tabasco, sería
muy arriesgado y delicado tratar de sostener a don Manuel en la
gubernatura. Que lo más conveniente para restituir la paz y el estado
de derecho en la entidad era cambiar de gobernador. Ese mismo día 18
Bartlett tocó puertas en la Ciudad de México, primero buscó audiencia
con el “Señor Presidente” y nunca encontró respuesta; trató de hacerlo
con el secretario de Gobernación y fue recibido hasta la tarde pero
también le dieron la espalda. La suerte de don Manuel estaba echada;
Bartlett había caído en desgracia. El sábado fue “convencido” para
que pidiera licencia al Congreso del Estado. Emocionado, don Carlos
Madrazo se frotaba las manos. Misión cumplida. Cincuenta y un años
más tarde Manuel Bartlett, hijo,vengaría la afrenta cometida contra su
padre en la persona de un hijo de don Carlos, Roberto Madrazo, al
sumarse a los enemigos de éste para no dejarlo llegar a la presidencia
de la República. Sería o no venganza por lo acontecido en 1955, pero
así sucedió.
El día 22 Miguel Orrico de los Llano Becerra fue ungido por el
santo dedo para ocupar la gubernatura del Estado de Tabasco. Desde
la Ciudad de México ese mismo día voló a Tabasco en compañía de su
primo Carlos Alberto Madrazo Becerra. Los dos personajes llegaron
al aeropuerto de Villahermosa a las diez de la mañana. Otros viajeros
fueron los capitanes Manuel Piñera y Lucio Torre Vidal, así como
Pedro Vega Hernández. Para cuidar las formas legales, la Comisión
Permanente del Congreso Local le autorizó licencia por seis meses a
Manuel Bartlett; esto quedaba establecido en el artículo primero del
decreto del 23 de marzo de 1955. En el artículo segundo de ese mismo
decreto quedaba nombrado como gobernador interino Miguel Orrico
de los Llanos por el tiempo que durara la licencia del gobernador
depuesto. En realidad Bartlett jamás regresaría a Tabasco y eso lo
sabían todos. En aquellos años del presidencialismo dictatorial la orden
del presidente Adolfo Ruiz Cortines se había cumplido con todas las
formalidades de la ley.
Ese 23 de marzo y una vez rendida su protesta, la masa amorfa
y “sine nobilitate”, esa misma que días antes se había regodeado en
la violencia, el robo y el saqueo, ahora vitoreaba y aclamaba llena de
júbilo a un desconocido. Apenas tres años atrás había vitoreado a otro
Elías Balcázar Antonio 421

desconocido, a Manuel Bartlett cuando acababa de recibir la venia y la


sagrada unción del “Señor Presidente”, el Tlatoani sexenal. Entonces
don Manuel era el salvador de Tabasco para la masa de “acarreados”y
de lambiscones. Entonces Bartlett era el hombre lleno de las más
excelsas virtudes morales, intelectuales y políticas. Esa misma masa
que lo vitoreó, esa misma le sorrajó una pedrada en el rostro aquel
“heroico” 14 de marzo y el día 23 aclamaba hasta el paroxismo y la
histeria a alguien a quien jamás habían visto en su vida y ni habían
oído hablar de él.104 Y como es costumbre en estos pueblos de reptiles y
serpentinos, el dios-pueblo de Dostoievski, Orrico recibió muestras de
adhesión de todo el Estado. ¡Claro!, todo mundo cuidando su chamba
o buscando la ratificación.
El jueves 24 de marzo reapareció el periódico Rumbo Nuevo,
así como los demás diarios locales, aparición autorizada por el nuevo
Mandatario del Estado; desde el día 16 de ese mes habían dejado de
circular todos los diarios y semanarios locales. El lunes 28 el Instituto
Juárez reanudó sus clases. El campeonato estatal de beisbol se reanudó
hasta el domingo 3 de abril en el estadio Ricardo Castro Flores.
A temprana hora del viernes 26, Orrico de los Llanos viajó a
Frontera; partió de Villahermosa acompañado por el general José
Pacheco Iturribarría, Comandante de la XXX Zona Militar, y por un
grupo de colaboradores. Ya en el puerto y conducido por el aporreado
Coronel César Villegas, Jefe de la Guarnición de la Plaza, hizo un
recorrido por toda la ciudad porteña. Se informó de los detalles
esenciales suscitados por los actos violentos de esa trágica noche del
sábado 19. También tomó nota de los avances de las investigaciones
que estaban a cargo del licenciado Antonio Ocampo Ramírez, Agente
del Ministerio Público Federal. Se le informó a don Miguel sobre las
personas apresadas; del botín sólo unas cuantas monedas de plata
se habían recuperado; de alhajas y dinero nadie devolvía nada.
Desaparecido el Ayuntamiento de Centla se nombró un Comité
Administrativo; éste estuvo integrado por Darvelio Asmitia como
presidente; Ramón Tellaeche Merino, Primer Vocal y José Cueto Chan,
segundo vocal. Los miembros de este comité tomaron protesta el
sábado 26 de marzo.105
Y así, con el pasar de los días la tranquilidad fue regresando al
estado; don Miguel Orrico fue restituyendo el orden y llevando a cabo

104
RN, 24 de marzo de 1955.
105
RN, 27 y 28 de marzo de 1955.
422 Tabasco a dos tiempos

los trabajos de reconstrucción; los periódicos locales reanudaron sus


publicaciones y las masas volvieron a tener su béisbol, pero el pan seguía
sin llegar a los hogares. Había circo pero no había pan; había circo pero
no había pa’l pan; éste era muy escaso y muy caro. Y contra eso Orrico
muy poco pudo hacer. Y entre esa pobreza económica y moral donde
el béisbol dominical distraía al pueblo del tedio y del vacío existencial
de todos los días, el chisme y la lengua viperina venían a llenar los días
vacíos y aburridos de una vida rutinaria y frustrada. Por semanas las
personas sin quehacer, quienes eran los más, se mantuvieron hablando
de los violentos acontecimientos del trágico mes de marzo que
sacudieron al estado. Pero ese tema de chisme terminó por desgastarse
con el pasar de los días hasta quedar en el olvido. Entonces las lenguas
viperinas, armas invisibles, se reenfocaron a hacer trizas, a destruir la
honra del vecino y del que se atravesara; no importaba quien, el chiste
estaba en encontrar a un chivo sobre quien deshogar las amarguras y
frustraciones cotidianas.
Pasada la novedad de marzo, del nuevo gobernador y de las
adhesiones serviles, la escasez del maíz seguía ahí como mal endémico.
El precio del frijol y del arroz seguía por las nubes; el desempleo no
tenía visos de resolverse, la gente prefería emigrar. Y es que ante las
leyes del mercado, contra “la mano invisible”, ni el todopoderoso
“Señor Presidente” podía hacer nada. Y es que las leyes históricas y
económicas que estudian las ciencias de la historia y de la economía
tienen un carácter necesario, se cumplen aunque al político, al hombre
de negocio y de la calle no le guste. Son esas mismas leyes que el flamante
posmodernismo de hoy, que no es otra cosa que la ideología de la
ultraderecha de hoy, ha borrado de sus diccionarios, de sus libros y de
sus archivos. (Para los que no saben, no confundan esas leyes sociales
con las normas jurídicas o leyes del Derecho). Y a Orrico, sin saberlo
y a pesar de la adulación de la gente, le tocó gobernar con las mismas
condiciones históricas y bajo el mismo peso de las leyes histórico-
sociales que tenían sumido al país y a Tabasco en una profunda crisis
económica. La devaluación de 1954 y la inflación galopante no eran
obra del espíritu santo, ni de ninguna mano invisible.
En la lucha por abatir la carestía y la escasez, el gerente de la
CEIMSA, Tomás Valles, ofreció su cooperación al gobierno de Orrico.
El enviado de Valles, Rafael Martínez S. tuvo una entrevista con el
gobernador tabasqueño a quien le dijo que traía instrucciones precisas
para Rafael Pedrero Balboa, agente local de esa institución. Como parte
de su trabajo, Rafael Martínez se entrevistó con los mayoristas locales
Elías Balcázar Antonio 423

y luego viajó a Frontera donde platicó con el señor Darvelio Asmitia,


presidente del Comité Administrativo de Centla; también platicó con
miembros de la Cámara de Comercio de Teapa con quienes acordó
un arreglo. La CEIMSA implementó la estrategia de comprar maíz en
Campeche con el fin de abaratar el precio por tonelada y también con el
objetivo de que hubiera abundante existencia de ese grano en Tabasco,
tanto al mayoreo como en el comercio al detalle. En breves días y una
vez llegado el maíz de Campeche, habría suficiente cantidad de ese
grano y barato en Villahermosa, Frontera y Teapa. El 26 de marzo
fueron autorizados los reventeros, quienes habían sido desalojados del
malecón y de los alrededores del mercado central, para que regresaran
a los lugares donde habían estado establecidos durante años. También
se aplazaron tres huelgas en Huimanguillo y en Villahermosa en un
gesto de solidaridad para sumarse a los esfuerzos del gobierno del
general Orrico para pacificar al estado.
El lunes 28 de marzo Orrico visitó los mercados de la ciudad de
Villahermosa: el mercado Pino Suárez y el mercado Central. Al parecer
sin la protección de guaruras y sin colaboradores, el gobernador hizo
su recorrido ante la sorpresa de marchantes, locatarios y curiosos.
Hizo colocar una báscula en cada mercado que, con carácter oficial,
era atendida por inspectores para ayudar y orientar al consumidor
inconforme. Ese día y previa cita, se reunió con 50 comerciantes de
la localidad para solicitarles su ayuda en la campaña para abaratar el
costo de la vida. Les explicó que su colaboración consistiría en vender
el maíz, que estaba por llegar de Campeche, a $0.75 el kilogramo;
este tendría un costo puesto en Villahermosa de $0.70 por lo que les
quedaría una utilidad de $0.05 centavos. Esta medida evitaría que
la población continuara adquiriendo ese grano entre $1.00 y $1.20
como se había visto obligada a comprarlo en días pasados. El salario
mínimo diario en promedio andaba en esos días alrededor de $6.50.
En Frontera, dada la situación de destrucción en que había quedado el
puerto, el maíz sería vendido directamente por el agente de la CEIMSA
a $0.65. Algo que le llamó la atención al gobernador fue el alto precio
de los huevos; en esa reunión se le informó que las epizootias habían
arruinado el negocio de aves de corral y de huevos. Se le informó que
“el mal” había acabado con numerosos gallineros que antes surtieran
al mercado de Villahermosa; en esa reunión se recordó que lustros
atrás siempre se abasteció a la ciudad con huevos, gallinas y pollos de
Jalpa, Nacajuca, Parrilla y Playas del Rosario.106

106
RN, 28 y 29 de marzo de 1955.
424 Tabasco a dos tiempos

El martes 29 el general Miguel Orrico visitó el Instituto Juárez;


durante su breve visita platicó con los alumnos y con el director del
plantel, doctor Pedro Canabal. Escuchó los problemas que le plantearon
los alumnos y les prometió analizarlos para resolverlos oportunamente.
Ese día se archivaron once emplazamientos de huelgas del Sindicato
de Nagateros de Huimanguillo contra ganaderos que abastecían al
mercado público de esa cabecera municipal. Cándido Rivera, secretario
general de la Confederación de Trabajadores del Estado, afirmó que tal
decisión se tomó como un gesto de ese sindicato para cooperar con
el Gobierno del Estado para evitar conflictos obrero-patronales en un
momento en que debía prevalecer la tranquilidad social en la entidad.
También se dio fin a otro emplazamiento a huelga; éste, del Sindicato
de Trabajadores de la Música contra Cervezas Finas, S. A. Con la
mediación del gobernador las partes en conflicto llegaron al acuerdo
de rescindir el contrato mediante un pago de $17, 000. Otros dos
emplazamientos fueron resueltos satisfactoriamente al día siguiente:
el del “Sindicato de Empleados del Comercio, Agencias Cerveceras,
Bodegueros Conexos y Similares del Estado de Tabasco”, afiliados a
la CTM, contra la casa Manrique Hermanos por incumplimiento de
contrato; el otro del mismo sindicato contra Cervezas Finas, S. A. por
los mismos motivos.
El problema que seguía sin solución era el del abasto de carne
a la ciudad de Villahermosa y el abaratamiento de los precios de ese
producto. Los nagateros de esta ciudad negaban obtener altas ganancias
con la venta de la carne; afirmaban que sólo eran trabajadores al servicio
de la Asociación Ganadera Local del Centro y que sólo devengaban
un salario como estaba establecido en el contrato colectivo entre esa
Asociación y el sindicato. Los miembros del Sindicato de Nagateros
afirmaban además que el abasto y los precios de la carne en la ciudad
de Villahermosa dependían de la Asociación de Ganaderos y no de
ellos, como malévolamente daban a conocer algunos.
Mientras tanto y como agua en mayo se esperaba la llegada del
maíz a Tabasco proveniente de Campeche. ¡Ah!, pero eso sí, no podía
faltar la nota festiva de Rumbo Nuevo del 4 y 5 de abril que nos decía
que al reiniciarse el torneo estatal de béisbol, Teapa le ganó los dos al
quipo de Centro; el primero por la mañana, 4 a 3 y el segundo, por la
tarde, Teapa blanqueó 3-0 a Centro. La otra nota festiva era que los
precios de algunos artículos estaban bajando de precio. El arroz que se
venía vendiendo a $2.40 el kilo, por acuerdo con el gobernador y los
piladores y mayoristas, se convino en venderlo en $1.90 el de segunda
Elías Balcázar Antonio 425

y $2.10 el de primera. El precio de la papa se acordó rebajarlo de $2.40


a $2.10. También se acordó con la Unión de Expendedores de Aves de
Corral y Blanquillos vender el huevo en 35 centavos. Se esperaba que
en esos días llegarían de Córdoba, Veracruz 25 toneladas de arroz.
Pero el optimismo no podía durar mucho; a pesar de las
promesas hechas por los comerciantes al “Señor Gobernador”, el
abasto a los mercados de Villahermosa y demás municipios seguía
siendo irregular. El 8 de abril fue calificado por la prensa local como
un día de auténtico ayuno. El problema de la carne seguía en pie; los
nagateros organizados se reunieron con los dirigentes de la Asociación
Ganadera de Centro para acordar un incremento en el “record”,
como en la liquidación por su trabajo. El “record” propuesto por los
ganaderos resultó inaceptable para los nagateros. Por la vía telegráfica,
éstos pidieron una audiencia con el gobernador pero el conflicto entre
nagateros y ganaderos seguía sin resolverse. Mientras tanto dos
personas que participaron en el saqueo y destrucción de Frontera eran
consignadas por delitos del orden federal por el licenciado Antonio
Ocampo Ramírez, Ministerio Público Federal; otras 55 se encontraban
detenidas en el edificio de la Aduana de ese puerto acusadas por delitos
del orden común. Ese viernes 8 partía para la Ciudad de México el
licenciado Carlos A. Madrazo, la misión se había cumplido. Su primo
quedaba sentado en el sillón gubernamental para prepararle el camino
a la gubernatura. Al día siguiente el presidente de la República, Adolfo
Ruiz Cortines, hacía el anuncio de cuatro millones de pesos para
reconstruir el puerto de Frontera. Los daños derivados de ese trágico
19 de marzo se habían calculado en $1, 000, 000. De Puerto Ceiba y del
6 de abril llegaba la triste noticia que cuatro alijadores habían muerto
en ese lugar debido a que habían ingerido alcohol desnaturalizado;
uno de ellos Alfredo Pérez. La noticia causó consternación en Paraíso
y en Puerto Ceiba.107
En su lucha contra las leyes del mercado y contra la “mano
invisible”, Orrico de los Llanos dio facilidades para que los productores
agrícolas vendieran en la ciudad sin pagar ningún impuesto o derecho
de piso. Los cosecheros de maíz, frijol y arroz, así como los productores
de manteca no pagarían ningún derecho fiscal; determinó que a partir
del 15 de abril el malecón sería destinado para que sólo quienes eran
auténticos productores del campo llevaran y vendieran sus productos
y que por ningún motivo se permitiría la presencia de revendedores.

107
RN, 30 y 31 de marzo; 1, 4, 5, 6, 7, 9 y 10 de abril de 1955.
426 Tabasco a dos tiempos

Aquellos campesinos productores que llevaran al malecón sus frutas,


legumbres, verduras y aves no pagarían derecho de piso, ni de
producción. Estas facilidades se difundieron por la radio, por medio
de volantes, a través de los agentes municipales y por medio de los
organismos vinculados con el sector agrario.108
Donde la campaña oficial contra la carestía y la escasez tuvo
mayor éxito fue en el abasto de maíz y en el control de sus precios.
Con ayuda de la Compañía Exportadora e Importadora Mexicana,
S. A. (CEIMSA), se pudo abastecer con regularidad de maíz a la
ciudad de Villahermosa y a los municipios. Desde los primeros días
del mes de abril y gracias a la CEIMSA y al Ferrocarril del Sureste
estuvieron llegando a la entidad, de manera regular, cargamentos de
maíz provenientes de Campeche, Yucatán, del sur de Veracruz y hasta
del centro del país.109 En su lucha contra la escasez, la CEIMSA estuvo
ofreciendo y pagando crecientes precios de garantía al maíz y al frijol
desde fines de 1954, pero ni esa medida permitía el crecimiento de la
producción de granos y la autosuficiencia alimentaria en el estado y en
el país. Veamos el siguiente cuadro:

Precio de garantía por tonelada (1954-1955)


Meses Maíz Frijol
30-nov-54 $450 $1, 220
Diciembre de 1954 $460 $1, 220
Enero de 1955 $470 $1, 240
Febrero de 1955 $480 $1, 260
Marzo de 1955 $490 $1, 280
Abril de 1955 $500 $1, 300
Mayo de 1955 $510 $1, 320
Junio de 1955 $520 $1, 340
Fuente: Secretaría de Economía, Dirección General de Precios, diciembre de 1954.
Ver RN, 17 de diciembre de 1954.

Esos precios de garantía, tanto del maíz como del frijol, resultaban
muy atractivos para los hombres del campo. Sin embargo, a pesar
de los apoyos oficiales, nada podía sonreírle al hombre del campo
tabasqueño; “el que nació pa´ maceta... A mediados de ese año y con
la escasez se esperaban buenas cosechas de granos, pero desde el mes
de abril una intensa y prolongada sequía venía azotando al estado; la
temperatura era de hornos y el sol calcinaba los árboles y la tierra. Los
quemantes rayos del sol como filosos machetes caían sobre las milpas

108
RN, 15 de abril de 1955.
109
RN, 6, 21 y 22 de abril de 1955.
Elías Balcázar Antonio 427

y los frijolares, doblando las milpas sedientas y secando las siembras


de frijol. -No ha llovido desde hace meses y los cocales de menos
de cinco años amenazan con secarse, decía un agricultor paraiseño,
alarmado. El cacao y el plátano sufrían tambien las consecuencias, así
como los demás cultivos. En la tierra de la cultura del agua el ganado
no encontraba agua para beber, ni las plantas para sobrevivir. El
poema de Pellicer, “Agua de Tabasco vengo, agua de Tabasco voy…”,
deshidratado, sonaba a palabras vanas y sufría también la intensa
sequía.
Ese año se cumpliría también la Ley de la Periodicidad de las
Inundaciones Extraordinarias del Ingeniero José Narciso Rovirosa y
que ya comentamos: “después de una intensa y larga sequía una gran
inundación”. Fue a principios de julio que empezaron las torrenciales
lluvias por todo el estado, en pocos días el Grijalva amenazó con
derramarse. En la primera semana de ese mes se cumplía el plazo para
revisar el contrato colectivo entre la Unión Industrial Panificadora
y el Sindicato Único de Obreros Panaderos de Villahermosa. Para
bien de las dos partes y para la entidad, el 7 de julio se llegó a un
acuerdo saludable; se otorgó un aumento de un peso con cincuenta
centavos en el salario de los maestros horneros y de un peso para el de
los ayudantes. Por la parte de la Unión Industrial y acompañado por
todos sus miembros, se presentó el señor Próspero Ramos, secretario
general de ese organismo; se presentó acompañado también de su
asesor, el pasante en leyes, Juan Araiza Cabrales, uno de los que se
encargó de encandilar a la muchedumbre en el motín contra Manuel
Bartlett para derrocarlo. El Sindicato fue encabezado y representado
por el secretario general Oscar Espinosa, acompañado de su asesor
José Olivero Pulido.
En el laudo firmado, los obreros se comprometieron a mejorar
su trabajo y la disciplina en los “trenes” de panaderías o tahonas.
Quedó establecido que los miembros de la Unión estaban sujetos a un
contrato colectivo que fijaba el horario en que se iniciaban y terminaban
las jornadas de trabajo, mientras que los industriales libres trabajaban
desde la noche a la madrugada y empezaban a vender su producción
de pan cuando apenas los miembros de la Unión empezaban a
elaborar el suyo. Y aunque en el laudo no quedó firmado, sí quedó del
conocimiento del gobernador que la Unión Industrial Panificadora se
encontraba en condiciones muy difíciles debido a que en los últimos
meses se había encarecido demasiado la materia prima. Un mes y
medio después, el 27 de agosto, los miembros de la Unión pidieron la
428 Tabasco a dos tiempos

intervención y la ayuda del Gobierno del Estado debido a que habían


subido excesivamente el precio de las materias primas y la situación de
ellos era insostenible. Le plantearon al gobernador que no quedaban
más que dos caminos: bajar los salarios y reducir el peso del pan o
aumentar su precio. Afirmaban que en el Distrito Federal el pan era
más barato porque estaba subsidiado. No faltó la nota que hiciera
remembranza del exquisito pan que fabricaran en 1906 don Juan Vidal
León, don Nicolás Casals y don Rosendo Pérez; al decir de los viejos,
don Rosendo producía un pan exquisito, el mejor de Villahermosa. Se
fue a vivir a la Ciudad de México, y en la calle de Independencia, en
el centro de esa ciudad, se estableció con su panadería. En la puerta
de su establecimiento puso un pequeño letrero que decía: “Aquí se
vende el pan elaborado al estilo Tabasco por Rosendo Pérez”. Otro
pan que en los años cincuenta tenía fama y prestigio era el de “Las Dos
Naciones” de don Carlos Compan, sobre todo sus galletas; la doctora
Carmen Pérez de Chacón, residente en Tuxtla Gutiérrez, le enviaba
una carta a su señora madre, radicada en Villahermosa, para que le
enviara galletas de Las Dos Naciones porque “eran las más adecuadas
para la alimentación de sus hijos”.110
Y mientras la industria del pan vivía momentos muy difíciles y
buscaba solucionar sus problemas, las lluvias torrenciales no paraban.
Aquellas milpas que habían logrado superar la intensa y prolongada
sequía y que le daban un amplio verdor al llano tabasqueño,
terminaron por sucumbir ante las invencibles aguas. “¡Oh! desilusión,
triste desengaño, escribía un reportero desde Nacajuca. El 20 de julio
les presenta un panorama desalentador. De la noche a la mañana,
con las lluvias continuadas y torrenciales, los ríos, arroyos y lagunas
se desbordan e invaden sus sementeras y… ¡adiós ilusión!... ¡adiós
esperanza! ¡El esfuerzo fue inútil!
“Ante la pérdida del 80 % de la cosecha de maíz que se
esperaba, nos sigue narrando el reportero, vendrá la escasez y como
consecuencia, la carestía de este cereal que por hoy se está comprando
el kilogramo a $1.25.”111
A los males meteorológicos y a los males macroeconómicos
se venían a sumar la malevolencia y la ponzoña que abunda en las
lenguas viperinas de los pueblos chicos. La rumorología y la intriga,
arte en que son expertos los pueblos incultos, iletrados y sin quehacer,

110
RN, 7, 8 de julio y 28 de agosto de 1955.
111
RN, 1 de agosto de 1955.
Elías Balcázar Antonio 429

lanzó en esos días un chivo; con motivo de que a Manuel Bartlett se le


terminaba la licencia de seis meses el 23 de septiembre y, por razones
obvias, el interinato de Miguel Orrico concluía, esas lenguas lanzaron
el rumor de que vendrían de nuevo días violentos para Tabasco. La
prensa local y demás medios, que siempre han sido “gobiernistas”,
exhortaban a hacer caso omiso de esos rumores y hacían un llamado a
la cordura.
A principios de ese mes los niveles de los ríos habían llegado
a un punto crítico tal que el imponente Grijalva lamía ya la superficie
superior del Malecón y el agua estaba a punto de derramarse sobre
la ciudad; los barcos majestuosos y anclados enfrente de la ciudad
parecían listos para entrar por las calles de Villahermosa. Pero lo que a
principios de mes era una amenaza, a fines del mismo era una realidad.
El miércoles 28, por la madrugada sopló el ciclón “Janet” en las costas
de Tabasco, el mismo que arrasó y destruyó la ciudad de Chetumal en
Quintana Roo y dejó miseria y desastre en Tampico. “Janet” no dejó
piedra sobre piedra, ni madera sobre madera en Chetumal; de lo que
era una ciudad sólo quedó desolación y miseria.
Roberto Marí Pulido, originario de Comalcalco, pero que llevaba
once años radicando en Chetumal, narra amplia y minuciosamente su
amarga experiencia de aquella noche; esa tragedia la narró para varios
números de Rumbo Nuevo del mes de octubre de 1955. Marí Pulido
prácticamente salió huyendo de aquella ciudad caribeña en el avión de
Pemex llamado “Petrolero”. Hizo el viaje junto con su esposa la señora
Hermelinda Angulo Esquivel de Marí y sus hijos Augusto y Luís,
entonces de 15 y 17 años de edad respectivamente; también viajó con él
su suegra Micaela Esquivel viuda de Angulo (originarias de Cozumel,
madre e hija). La entrevista se la hizo Mario N. Madera en casa de
la señora Encarnación Marí Pulido de Espinosa, hermana de Roberto,
donde se encontraba hospedado; este domicilio estaba en 27 de febrero
donde se encontraba el taller de fotografía “Espinosa”, propiedad de
don Antonio Espinosa, esposo de doña Encarnación.
De la amplia narración de Roberto Marí Pulido se nos hace
interesante contarles ese momento de las 2:00 horas de la mañana
cuando amainó el viento y las fuertes corrientes y marejadas quedaron
en una calma total, “…el más pesado silencio se hubiera posado sobre
una ciudad muerta. Pude asegurar, nos dice Marí Pulido, que en ese
instante hubiera sido dable escuchar la respiración de una persona al
otro extremo de Chetumal; pero nadie se atrevía siquiera a mover los
labios… Entonces surgió algo que nadie que no lo haya visto podría
430 Tabasco a dos tiempos

creer, y yo y mi hijo estábamos petrificados por el asombro. Con


un ruido como silbido de balas, atravesaron el espacio unos objetos
luminosos, su luz clara, más bien azulosa, iluminó la población como
el sol de mediodía. Taladraron el firmamento con terrible velocidad,
el número de ellos era grande, imposible de calcular. Su duración fue
sólo de segundos, lo suficiente para que distinguiéramos la iglesia,
aunque con las torres derribadas, pero aún erguida en medio de tanta
desolación. Hacia allá echamos a correr, nos sigue contando Roberto
Marí, pero entonces un rumor de mil gargantas rugidoras se levantó
en dirección al mar, y el viento ahora en dirección opuesta, de nueva
cuenta comenzó a ulular como un lúgubre presagio. Era la marea
que retornaba, después de haber sido alejada por el viento del norte,
para invadir la ciudad. (El huracán se desató con mayor fuerza pero
ahora soplando del mar hacia tierra). Nos faltaban pocos metros para
alcanzar la iglesia cuando las aguas nos cubrieron”, concluye la parte
de este amplio relato de Marí Pulido, aquí transcrita.
Y “Janet” no se olvidó de Tabasco. Con una velocidad de 90 a
100 kilómetros por hora, Janet devastó siembras y caminos; la olla de
la Chontalpa, Nacajuca, Jalpa y Cunduacán, se fue a pique. Casi toda
esa zona quedó entre el agua o bajo del agua. Las pérdidas del plátano
ascendían a cerca de $50, 000, 000 y del cacao en cerca de $20, 000, 000.
En el municipio de Centro hubo zonas donde se perdieron entre el
75 % y 95 % de los platanales. En Comalcalco se perdieron cerca del
30 % de las plantaciones de cacao y en Cunduacán más del 20 %. De
las milpas y siembras de frijol no quedó nada. En Tecolutilla el ciclón
“Janet” derribó 12 casas y dejó 14 lesionados. En Villahermosa las calles
aledañas al Malecón se fueron al agua la misma noche que sopló el ciclón:
la calle Juárez y todo lo que hoy es la zona luz o zona remodelada se
fue a más de medio metro bajo el agua; también quedaron bajo el agua
Constitución, Pino Suárez y Madero, toda la parte que fuera El Playón,
Fidencia y calles contiguas; avenida Méndez en su parte oriente, igual
que 27 de Febrero, entre otras calles. Los vecinos de Méndez, Galeana,
Matamoros y de las calles contiguas abandonaron sus hogares y se
llevaron sus pertenencias más indispensables. Sus casas quedaron bajo
el agua. El aeropuerto en Villahermosa fue cerrado y el Ferrocarril del
Sureste dejó de prestar servicios varios días.112
Como ya hemos afirmado en este libro, hasta en los momentos
difíciles y hasta de tragedia, el hombre no pierde su carácter festivo; y
menos el tabasqueño. “Janet” no detuvo, ni interrumpió los trabajos
de las señoritas del Club Bugambilia, que organizaban su baile anual

112
RN, 5, 8, 18, 29 y 30 de septiembre; 4, 5, 6, 8 y 9 de octubre de 1955.
Elías Balcázar Antonio 431

de embajadoras. Ya entonces cada municipio enviaba su embajadora


concursante, de la que se elegía a la flor más bella; los diferentes clubes
que había entonces en Tabasco enviaban también a sus embajadoras sólo
como invitadas de honor, pero no concursaban. El club Rotario envió ese
año a Gladis Ethel Chávez Robles. Era presidenta del club Bugambilia y
organizadora del evento la señorita Nely Pérez. Presidió esa cena baile,
Miguel Orrico de los Llanos y su esposa Margarita Carrillo de Orrico; los
animadores fueron Jesús Nazar Jáidar y Jesús Sibilla Zurita. La cena y
baile se realizó el viernes 7 de octubre en el Café del Portal; una multitud
rodeaba el Café y numerosos carros daban vueltas en torno a Plaza de
Armas, sus jóvenes conductores tocaban cláxones, convirtiendo aquello
en un paseo y en una algarabía. Asistieron 120 comensales a la cena y
hubo una mesa exclusiva para veinte; por su cuenta cenaron distinguidas
familias de la ciudad y de los municipios.
Ese martes 4 de octubre de 1955 cumplían años los licenciados
Francisco J. Santamaría y Mario Trujillo García, el primero había sido
gobernador del estado y el segundo lo sería años después (1971-1976).
Después de escuchar el último juego de la serie mundial de béisbol,
donde Dogders de Brooklyn se coronó sobre Yankees, don Mario festejó
su onomástico en el Cine Principal, sala cinematográfica que fuera
propiedad de doña Refugio García Mora viuda de Trujillo. De esas
coincidencias de la vida: ese cine fue inaugurado como Teatro Merino
el 28 de octubre de 1898; terminó calcinado por un fuerte incendio el 10
de octubre de 1958 y don Mario festejó su cumpleaños un 4 de octubre.
Todo en octubre. Ese mismo 4 de octubre de 1955 y a partir de las dos de
la tarde se llevó a cabo un gran festival para conmemorar los nueve años
de la fundación del cine Tropical; se festejaba también el cumpleaños
de su propietario, el señor Francisco Sumohano Heredia. Este evento,
al que asistió el gobernador, fue transmitido por la radiodifusora XEVT
que, como ya vimos, fue destruida por la turba enardecida que derrocó
a Bartlett aquel fatídico marzo. La transmisión duró treinta minutos y
estuvo a cargo de Efraín Castillo Villegas, como la voz anunciadora, y
por Jesús Nazar Jáidar, como maestro de ceremonias.113
Ese mes de octubre de 1955 siguió haciendo de las suyas. A
partir del sábado 15 otro ciclón, “Katie”, recorrió el mar Caribe a una
velocidad de 177 kilómetros por hora; la cola de ese huracán golpeó
con suma violencia las costas de México y, por ende, las costas de

113
Ver mi libro, Villahermosa, crónicas y remembranzas, UJAT, 2000, p. p. 265 y 266. RN, 4, 5 y 10
de octubre de 1955.
432 Tabasco a dos tiempos

Tabasco. La vigorosa lluvia y los fuertes vientos hicieron que el avión


donde volaba el gobernador de Campeche, Alberto Trueba Urbina, se
viera obligado a aterrizar de emergencia en Villahermosa. El avión de
Trueba Urbina volaba de la Ciudad de México a la ciudad de Campeche,
pero unas fallas en el motor y la tormenta lo obligaron a bajar en el
aeropuerto de la capital tabasqueña. En visita imprevista que Trueba
Urbina hizo al gobernador Miguel Orrico, éste le facilitó la embarcación
“El Jahuactal” para que terminara de llegar a Campeche; el viaje se
hizo por la vía fluvial, a través la Región de los Ríos, del Usumacinta y
del río Palizada. Lo acompañaron en ese viaje impensado y de retorno
los licenciados Nicolás Reynés Berezaluce, secretario particular de
Orrico de los Llanos, y Heberto Buendía Cadena, Procurador General
de Justicia. La deferencia que Trueba Urbina tuvo para Nicolás Reynés
y Heberto Buendía se debió a que había sido maestro en la UNAM de
estos dos jóvenes tabasqueños y presidente del jurado en el examen
profesional del primero. La nota optimista de fines de ese mes fue que
a pesar del fuerte “norte” las aguas habían bajado de nivel en la ciudad
de Villahermosa; los cayucos habían dejado de circular y acarrear
pasaje en las calles de Constitución, Pino Suárez y Madero, a la altura
de Zaragoza. A principios de noviembre el nivel del Grijalva volvió
a alcanzar niveles inusitados y los cayucos reiniciaron su trabajo de
transporte en las calles mencionadas.114
Ese diciembre del 55 Tabasco terminó entre el agua. El “norte”
continuó su labor destructora hasta bien entrado el mes de marzo de
1956. Aquellas eran tormentas con lluvias prolongadas y torrenciales
similares al diluvio. Entonces Tabasco tenía selva y abundantes
bosques tropicales, su territorio todavía no había sido deforestado, ni
se conocía la palabra contaminación. Los apoyos de la federación, de la
CEIMSA, con granos y alimentos básicos eran de todos los días. Desde
fines de enero de ese año se otorgaron créditos a los plataneros y a
los cacaoteros, así como a los ganaderos; dos meses después se dieron
fuertes créditos para la siembra de maíz, frijol y arroz. Era urgente
producir alimentos. La reconstrucción de Tabasco no fue fácil; para
desaguar la entidad se construyeron drenes en la Chontalpa.115
La prolongada tormenta destruyó buena parte de la agricultura,
de la naciente red de caminos, interrumpió el comercio, y entorpeció las
comunicaciones y las demás actividades productivas; lo que no pudo
detener en ese año ni en ningún otro fue el carnaval y la pintadera.
Estos eventos se realizaban en todos los municipios. Y es que a la

114
RN, 18 de octubre y 1 de noviembre de 1955.
115
RN, 31 de enero, 3, 4 y 8 de febrero, 6 y 9 de marzo, 14 de julio de 1956.
Elías Balcázar Antonio 433

cultura festiva del tabasqueño no la detiene nada. Hubo domingos


que la lluvia sólo retrasó la salida de las comparsas, pero aún entre la
lluvia éstas salieron. El domingo 12 de febrero fue el desfile de carros
alegóricos, en Villahermosa se coronó a la reina del Carnaval, Margarita
I y a la reina Infantil, Ana María I, así como al rey feo. El lunes 13
se realizó la pintadera en todas las cabeceras municipales, verdadera
batalla campal entre grupos de jóvenes; en ella la chamacada se arrojó
tomates y huevos podridos, así como aceite quemado. No faltaron
las broncas y los golpes. En ese año un camión de redila cargado
de jóvenes y al dar la vuelta a exceso de velocidad en la Plazuela
del Águila en Villahermosa, se le rompió la redila; salieron varios
muchachos expulsados y con fracturas y contusiones en el cuerpo.
Mientras duró la pintadera, los comerciantes se vieron obligados a
cerrar sus establecimientos y, una vez terminada, las amas de casas
salieron a lavar el frente de sus casas y sus escarpas. El miércoles 15,
miércoles de ceniza, se llevó a cabo el “entierro” de “Juan Carnaval” y
se procedió a leer su testamento escrito en forma de verso. En realidad
era “la quema de Juan Carnaval”. En Villahermosa tradicionalmente se
realizaban tres “entierros”: una, entre 27 de Febrero y Zaragoza, otra
en Atasta y Tamulté y una más en la colonia García. Ese día se hizo otra
quema en la Plazuela del Águila.116
Ese año fue placentero y de manteles largos para el Instituto
Juárez, personajes importantes lo visitaron, impartieron conferencias
o brindaron recitales musicales en su auditorio. A fines de enero el
historiador Luís Chávez Orozco impartió una conferencia; el 23 de
marzo el malogrado geógrafo oaxaqueño ingeniero Jorge L. Tamayo
también impartió una conferencia. El 13 de abril el licenciado Eduardo
Alday fue nombrado director del Instituto Juárez, pero al ocupar el
cargo de secretario general de Gobierno, fue sustituido como director
del Instituto por el licenciado Antonio Ocampo Ramírez el jueves 1
de noviembre de ese año. El jueves 21 de mayo Adolfo Ruiz Cortines,
Presidente de la República llegó a Tabasco y visitó también el Instituto
Juárez; dos días después en el mismo Instituto, el director de orquesta
Gerd Kemper brindó al público un amplio programa musical. En
esos días Ruiz Cortines, recorrió distintas zonas del estado, las más
afectadas y destruidas por la inundación; se planteó la construcción del
malecón de Villahermosa para defenderla de las inundaciones. Como
ya apuntamos en un capítulo anterior, también se tomó la decisión de
construir una presa en el alto Mezcalapa; ésta sería la presa de Mal

116
RN, 15 de febrero de 1956 y El Momento, 16 de febrero de 1956.
434 Tabasco a dos tiempos

Paso; la primera de una serie de cortinas hidráulicas que protegerían


al estado de las inundaciones, además de que abastecerían de energía
hidroeléctrica al país.117
Ese año de 1956 se reiniciaron las exposiciones regionales
anuales que tanto esplendor tuvieran durante los años de Tomás
Garrido. El encargado de coordinar los trabajos para la realización de
la exposición fue el licenciado Nicolás Reynés Berezaluce quien era el
secretario particular del gobernador.
Sin duda, Tabasco, los tabasqueños aspiraban y se esforzaban
por salir de su atraso ancestral. Poco a poco en las cabeceras municipales
se empezaban a pavimentar las calles, se dejaban atrás lodazales y
polveros; en meses de seca y antes de que se pavimentaran las calles
de las cabeceras municipales, los ciudadanos acostumbraban sacar una
tina o balde con agua y ponerla en la banqueta del frente de su casa;
con una jícara o posillo regaban el frente de su calle para evitar que
se levantara el polvo. Pocos años después las cabeceras municipales
tendrían agua potable o entubada y ya no se regarían las calles con
jícaras sino con mangueras.
En junio de ese año empezó a pavimentarse la calle “Doña
Fidencia” en Villahermosa; el 15 de julio se inició la pavimentación
de la calle Morelos en Comalcalco y fue inaugurada por Orrico de
los Llanos, ya pavimentada, el 23 de septiembre de ese año; el 22 de
julio y en ese mismo municipio, ya pavimentada también, Orrico
inauguró la calle Lerdo. El domingo 7 de octubre de ese mismo año
el gobernador Miguel Orrico inauguró el pavimento del entorno
del parque de Paraíso, llamado “Venustiano Carranza”; esa obra de
pavimentación fue llevada a cabo por la administración de Guillermo
Sevilla Figueroa, presidente municipal; para el acto inaugural ese día,
en dos avionetas volaron desde Villahermosa a Paraíso con el general
Orrico, los licenciados Eduardo Alday, secretario de gobierno, Nicolás
Reynés Berezaluce, Secretario Particular, y Heberto Buendía Cadena,
procurador General de Justicia en el Estado. Llegaron a las 11:00 horas
de la mañana. Como ya vimos la calle Juárez de Paraíso, la calle del
adoquín, se había pavimentado desde 1948 por la administración de don
Tito Hernández Olivé.118

117
RN, 21 y 23 de enero, 24 de marzo, 24, 25 y 31 de mayo de 1956.
118
RN, 24 de junio, 17 y 24 de julio, 25 de septiembre y 9 de octubre de 1956.
Elías Balcázar Antonio 435

Ya en 1956 se procuraba que la carretera de Villahermosa-


Nacajuca-Jalpa de Méndez-Comalcalco-Paraíso se mantuviera aplanada
y transitable en tiempos de seca; era la temporada de playa y el balneario
El Limón, en Paraíso, era el centro recreativo y de veraneo donde los
gobernadores y las familias acomodadas de Villahermosa, Comalcalco,
Cárdenas y de otros municipios de la Chontalpa acostumbraban
vacacionar durante la Semana Santa y los meses de junio, julio y agosto.
En aquellos días cada municipio construía también su escuela
secundaria y de preparatoria, así como su estadio de béisbol. El 29 de
octubre de 1956 el presidente municipal de Paraíso, Guillermo Sevilla
Figueroa colocó la primera piedra en la construcción del estadio de
béisbol de ese municipio; ese estadio lleva hoy el nombre de Maximino
Domínguez Pérez, personaje, sin duda, que ha sido el mejor pitcher
surgido en Paraíso hasta el día en que escribo este libro. Por otro lado
se nos hizo muy curioso, demasiada coincidencia, que Frontera que
llevó la peor parte con los hechos violentos que provocaron la caída de
Bartlett, ganara el primer lugar con su stand en la Exposición Regional y
obtuviera el gallardete del campeonato estatal de béisbol ese año.
Ya algunos municipios habían fundado sus escuelas secundarias
en años anteriores. La única escuela secundaria que operaba en Tabasco
desde tiempos atrás era la del Instituto Juárez; el 1 de marzo de 1949
empezó a funcionar la escuela secundaria nocturna en esa institución.
El 19 de febrero de 1948 inició sus labores en Comalcalco la Escuela
Secundaria Federal, establecida por la Secretaría de Educación Pública y
por gestiones de los habitantes de ese municipio. Al iniciar sus labores se
inscribieron 10 alumnos que lograron presentar su certificado del sexto
año de primaria; la Cooperativa de Cacaoteros, la Asociación Ganadera
Local y la Delegación de la Cámara de Comercio cooperaron y donaron
30 sillas para esa escuela. Los catedráticos que iniciaron los trabajos
de esa escuela fueron el profesor Rosendo Taracena Padrón; el doctor
Otto Wolter, el presbítero José Medina Mora, licenciado Roque Camelo
Vega, profesor Tito Livio Enríquez, don Julián Murillo Pulido, maestro
carpintero Vicente Magaña y pintor Jorge Cacep. Fue nombrado como
director de la misma el profesor Mario Hernández Torres.
Según una crónica que tomamos de Rumbo Nuevo y escrita por
el profesor Samuel Magaña Cortés, quien fuera presidente municipal y
diputado por Paraíso, en febrero de 1948 se fundó también una escuela
Secundaria en ese municipio. Sus maestros fueron en las asignaturas
señaladas: Español, Ricardo Rosas M. normalista; Matemáticas,
Fernando Victoria M., estudiante de ingeniería; Raíces Griegas y
latinas, Antonio Góngora V. estudiante de leyes; Botánica, doctor
Augusto Hernández Magaña; Inglés, Profesora Elba Hernández viuda
436 Tabasco a dos tiempos

de Soto, normalista; Civismo, Profesor Petronilo Magaña J., normalista;


Geografía Física, Profesora Dora Pérez S., normalista; Música, Profesor
Felipe Cancino S., normalista; Carpintería, Francisco de la Cruz y
Trabajos Manuales, Profesora Celia Muñoz, normalista. Por otra
fuente tenemos conocimiento que en septiembre de 1955 quedaría
constituida la nueva Secundaria Federal por Cooperación en Paraíso y
llevaría el nombre de Licenciado José María Pino Suárez; los miembros
de aquel patronato fundador fueron el ingeniero Guillermo Brondo
Ruiz, como presidente; don Efrén Vázquez Franyutti,secretario; el
señor Carlos Romero Magaña, Tesorero. Como vocales don Manuel
Bueno Franyutti y el señor Ignacio Romero Santos por los copreros
y cacaoteros, respectivamente. El viernes 3 de febrero de 1950 se
inauguró la escuela secundaria de Emiliano Zapata; esta escuela surgió
afiliada al Instituto Juárez.119
Y entre ese devenir de lo cotidiano y de lo estructural, a
mediados de 1956 los ganaderos presionaban al gobernador Miguel
Orrico y amenazaban con suspender el abasto de carne en el estado;
había gran escasez de huevos en la entidad y se introdujeron al estado
millares de blanquillos para hacer frente al encarecimiento de ese
producto; con la escasez, cada huevo llegaba a alcanzar un precio de
$0.80 en esos días, mientras que el precio con un abasto adecuado era
de $0.45. Las calles Zaragoza, sur y norte, el contorno del mercado Pino
Suárez y el tramo de la Avenida Madero, desde Méndez hasta la tienda
que se llamó “El Detalle”, estaban saturadas de puestos de venteros, de
peatones y de vehículos. Se pedía cerrar esas calles al tráfico vehicular
en las horas de mayor venta; de 6:00 a 12:00 horas y de 16:00 a 20:00
horas.120
El apoyo crediticio a la agricultura dio buenos resultados
ese año, se obtuvieron buenas cosechas de maíz, frijol y arroz. Se
cosecharon más de 28, 000 toneladas de maíz ese año; los municipios
que obtuvieron mayor producción fueron Huimanguillo con 5 , 000
toneladas; Comalcalco, Cárdenas y Macuspana cosecharon 3,000, cada
uno. Balancán logró 1, 500 toneladas, Nacajuca 1, 340 y Tenosique mil
toneladas. La cosecha de frijol fue de 1 901 toneladas en el Estado;
destacaron Comalcalco con 1, 200 toneladas y Jalpa y Huimanguillo
con 200 y 140, respectivamente. La cosecha total de arroz ese año fue
de 6, 540 toneladas; Macuspana logró cosechas por 3, 750 toneladas,
Jalapa, 800; Tenosique, 700 y Cárdenas 500 toneladas. Los beneficiados

119
El HG, 27 de febrero de 1948; RN, 20 de febrero de 1948, 2 de marzo de 1948, 2 de marzo de 1949,
7 de febrero de 1950 y 7 de septiembre de 1955.
120
El Momento, 15 de abril y 17 de mayo de 1956; RN, 17 de julio, 10 de noviembre y 4 de diciembre
de 1956.
Elías Balcázar Antonio 437

con estas espléndidas cosechas no fueron los productores, ni los


consumidores; como siempre, los coyotes hicieron su agosto en esos
días.121
El 19 de noviembre llegó Gustavo Díaz Ordaz a Villahermosa,
invitado por Miguel Orrico de los Llanos para su Informe de Gobierno;
el sábado 24 regresó a México. Un día antes murió Francisco Gutiérrez
Lomasto al “caerse” del monumento de la Revolución, en la Ciudad
de México; se sospechó de un asesinato. Este joven tabasqueño, de
ideas de izquierda, periodista y orador, era una promesa en el estado
de Tabasco. El 1 de diciembre en la flamante Biblioteca José Martí se
inauguraba una magna exposición pictórica de la obra de Diego Rivera.
Dos días después se inauguraba la escuela secundaria de Teapa, su
primer director fue el licenciado Adelor D. Sala. El acto fue presidido
por el licenciado Eduardo Alday en representación del gobernador;
lo acompañaban el licenciado Manuel Gurría Ordóñez, subsecretario
de Gobierno y el licenciado Antonio Ocampo Ramírez, director del
Instituto Juárez. Estuvieron en ese evento el licenciado Rafael Quintero
Pérez, presidente municipal de Teapa y el doctor Carlos Bastar Sasso,
presidente del patronato de la escuela.122
Como los años anteriores, 1957 empezó con un fuerte “norte”.
En Jalpa y Nacajuca, los municipios más bajos e inundables, se
perdieron las cosechas de maíz y frijol. Sin embargo, los apoyos con
créditos permitieron la producción de buenas cosechas de granos ese
año. Mientras que en 1956 los ingresos del gobierno del estado por
concepto de impuestos a la producción agrícola ascendieron a 194 mil
pesos, en 1957 los ingresos estatales fueron por $374, 000. El impacto y
la influencia de PEMEX ya se dejaba sentir en la región; en el ancestral
verdor del paisaje de la selva tropical los lugareños veían con novedad y
asombrados la rara maquinaria introducida por esa empresa petrolera;
las camionetas de PEMEX, en creciente número, empezaban a recorrer
las incipientes carreteras de la región; los “ingenieros” y técnicos de
esta empresa tendrían muy buena cotización dentro de las familias de
los municipios para casarlos con alguna de sus hijas, al igual que los
gerentes de bancos, los beisbolistas y uno que otro agente viajero. La
caballada estaba muy flaca para conseguirle prospecto a la hija.
Como ya vimos en otro capítulo, en ese año la entidad lograba
tener una red de energía con un abasto permanente de ese flujo. Las
familias más acomodadas de los municipios, únicas que tenían en esos
años aparatos de radio de bulbo y que funcionaban con acumulador,

121
RN, 14 de julio de 1956 y El Momento, 6 de noviembre de 1956 y 3 de octubre de 1957.
122
RN, 24, 27, 28 y 30 de noviembre; 1, 4 y 18 de diciembre de 1956.
438 Tabasco a dos tiempos

poco a poco los sustituyeron con radios que funcionaban con energía
eléctrica corriente; los aparatos que funcionaban con energía de
acumuladores y que eran de bulbos en pocos días fueron cosa del
pasado; igual destino tomaron los refrigeradores que funcionaban con
gas. Sólo en los rincones más apartados del estado, en donde no llegaba
todavía la energía eléctrica, seguían usándose los radios de acumulador
y los refrigeradores de gas. Conforme los aparatos de radio se volvían
objetos de uso generalizado, se multiplicó la euforia por escuchar los
juegos de béisbol de la liga tabasqueña transmitidos por las pocas
estaciones radiodifusoras locales. Las transmisiones de los juegos de
la Liga Mexicana eran una rareza; las noticias y programas de la XEW
transmitidos desde la Ciudad de México tenían mucho “reiting” en la
entidad: el programa del Doctor IQ era uno de los preferidos al igual
que el “Risómetro” conducido por don Pepe Ruiz Vélez. El programa
de noticieros “Telerreportaje” saldría al aire hasta septiembre de 1958.
En esos años se escuchaba mucho el programa “Patria y Juventud”,
organizado por el Instituto Juárez y transmitido por la XEVT.
De manera gradual e imperceptible, el tabasqueño abría sus
fronteras comerciales, mentales y culturales hacia el centro del país y
hacia otras latitudes. De manera imperceptible también, la cultura local,
las costumbres y las familias sufrirían un proceso de transculturación,
un proceso de penetración cultural hasta desdibujar no sólo las
tradiciones y costumbres locales, sino hasta orillar al tabasqueño, de
manera seductora, a olvidar aquellos valores y costumbres que lo
identificaban con lo nacional y lo local. Este proceso ha obligado al
tabasqueño a romper con un tiempo lento de vida, un tiempo que iba
más acorde al ritmo impreso por la naturaleza; ese tiempo ha sido
sustituido por un tiempo más acelerado, un ritmo de tiempo impuesto
por la competencia, por el capital y la urgencia de reproducirse de
éste. Ese tiempo, donde la regla del juego es la competencia, ha venido
atrapando a muchos tabasqueños. La década de los sesenta fue el parte
aguas en donde se ensanchó el horizonte comercial y cultural para
muchos tabasqueños; esto los obligó a romper con sus barreras locales
y tradicionales. El peligro está en que ese proceso no ha traído como
resultado un hombre universal libre, un individuo del mundo, sino
un tabasqueño colonizado y subordinado a los valores de una cultura
dominante, consumista, maniquea y unidimensional que le viene del
norte, con el riesgo de negar la propia y alejarse cada vez más de su
autenticidad, si es que alguna vez la tuvo.
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Dr. José Manuel Piña Gutiérrez
Rector

Dra. Dora María Frías Márquez


Secretaria de Servicios Académicos

Ing. Miguel Ángel Ruiz Magdónel


Director de Difusión Cultural

Lic. Luis Alberto López Acopa


Jefe del Departamento Editorial Cultural

Esta obra se terminó de imprimir el 14 de octubre


de 2014, con un tiraje de 700 ejemplares. Impreso
en Ideo Gráficos y Publicidad Calle: Juan Álvarez
505 Col. Centro, Villahermosa, Tabasco, México. El
cuidado de la edición estuvo a cargo del autor y del
Departamento Editorial Cultural de la Dirección de
Difusión Cultural y el Fondo Editorial Universitario.

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