Creatividad
Creatividad
Creatividad
CREATIVIDAD
Creatividad es
Gutenberg asoció una prensa de vino con una máquina de acuñación y descubrió la imprenta.
Dalí unió sueños y arte y creó el surrealismo. Alguien asoció el fuego a la comida y creo la
cocina. Newton pensó en los movimientos y la caída de una manzana de un árbol y descubrió
la gravedad. Darwin unió los desastres de la humanidad con la proliferación de las especies y
descubrió la selección natural. Hutchins asoció una alarma a un reloj e inventó el
despertador,...
Todos deberíamos ser creativos porque serlo nos hace la vida más fácil, interesante y divertida,
y lo que es más importante nos llena de éxitos. Se trata de una habilidad clave para el triunfo.
Sin creatividad, ¿qué nos queda? Repetición, rutina, monotonía,… Necesitamos la creatividad
para cambiar, mejorar y abrir nuevas direcciones.
Es evidente que si yo funciono bien, también lo hará mi entorno, por lo que podemos decir
que la creatividad mejora la calidad personal y la de la sociedad. Se trata de un proceso que se
desarrolla en el tiempo y que se caracteriza por la originalidad, la adaptabilidad y por sus
posibilidades de realización concreta.
Según Sternberg y Lubart (1997) está relacionada con la generación de ideas que sean
relativamente nuevas, apropiadas y de alta calidad. Arnold Toynbee (citado en Taylor 1996)
afirma que, “el talento creativo es aquel que, cuando funciona efectivamente, puede hacer
historia en cualquier área del esfuerzo humano”.
Todas las definiciones del término coinciden en que el talento creativo y la creatividad aúnan
una serie de conceptos que son: novedoso, original, resolución de problemas y
replanteamiento de situaciones. Ayuda a entender mejor las cosas; en combinación con otra
información, forma nuevas ideas. Ideas que resuelven problemas, que ayudan a las personas,
que suponen un ahorro. Ideas que iluminan y dan fuerza.
Se considera que la creatividad es misteriosa porque produce ideas nuevas que no sabemos
bien de dónde han salido. Y además no ofrece originalidad, aventura, audacia, riqueza de
opciones, alternativas de solución, productividad talentosa e imaginación para ir más allá de la
realidad.
Las personas más creativas tienen una ventaja sobre las que no lo son tanto. Dado que el
creativo lo es en todos los aspectos de su vida podemos afirmar que la creatividad es un
aspecto que define la personalidad del sujeto.
MITO REALIDAD
La creatividad Todo ser humano dispone de una cuota de
Solo existe en los genios creatividad potencial (genética) al nacer, que se
puede desarrollar a partir del entorno cultural
La creatividad no se puede enseñar Cualquier ser humano puede a innovar por
desarrollo sistemático de su creatividad
potencial
La creatividad Es necesario cultivar la creatividad,
Se desarrolla por sí sola en un ambiente capacitándose de forma adecuada
estimulante
La mayoría diréis: “No. Soy la persona menos creativa del mundo”. Picasso dijo que todos los
niños son artistas. Lo difícil es seguir siéndolo cuando nos convertimos en adultos,…
Aunque todos digáis que no sois creativos, todos lo somos. El problema es que, a medida que
crecemos, la mayoría de nosotros aprendemos a inhibir la creatividad. Nos educan
linealmente, para relacionaron bien en el trabajo, comportarnos de forma aceptable y
ajustarnos al modelo de adulto.
A partir de este momento, empezamos a confundir la creatividad con una habilidad creativa
pero no es así. Responde a las siguientes preguntas y sorpréndete:
Ser creativo requiere cambiar la longitud de onda en la que nos movemos normalmente. Es
necesario si queremos dar con una nueva idea, cambiar la forma de trabajar y pensar. Difícil,
pero existen técnicas que ayudan en este proceso.
El abuso del pensamiento crítico desarrolla una tendencia a observar los aspectos negativos de
las cosas que, aunque sea útil, resulta infructuoso cuando la intención es construir y no
destruir.
El creativo tiene fe, posee la capacidad de creer, sentir pasión por la vida y por lo que hace. Es
perseverante y frente a las frustraciones encuentra un camino para seguir adelante. Tiene la
capacidad de hacer combinaciones y crear síntesis originales; asociar y coger ideas de un sitio y
de otro. Asimilan el fracaso como parte del proceso.
- Bloqueos conceptuales. Muros mentales que bloquean la habilidad del individuo para
percibir un problema o concebir su solución.
- Bloqueo perceptivo. Incapacidad para percibir el problema mismo o la información
necesaria para resolverlo.
- Bloqueo Emocional. Puede ser el miedo de hacer el ridículo al decir o sugerir una idea
poco corriente.
- Bloqueo Cultural. Tiene que ver con los tabúes impuestos por la sociedad.
- Bloqueo Intelectual o expresivo. Como el uso de un lenguaje inadecuado para resolver
un problema (intentar resolverlo matemáticamente, cuando sería más eficaz
imaginárselo o utilizar palabras).
El gran obstáculo de la creatividad son nuestras propias limitaciones, como las inhibiciones y la
falta de aprendizajes encaminados a estimular nuestra imaginación. Las inhibiciones nos
apartan del asunto y nos impiden participar en él.
Culturales:
Grupales:
- El miedo a la crítica. En una sociedad tan enjuiciadora y tan amiga de las etiquetas,
muchas veces tememos decir en público alguna inconveniencia, o cometer un error.
Eso nos lleva a veces a callar ideas, que pueden ser geniales, por el temor a que no
sean bien recibidas. Olvidamos que todos los creadores de la historia debieron
confrontarse en su momento con la verdad establecida, y lo hicieron sin temor. Así,
muchas buenas ideas, mueren antes de nacer por no haber sido siquiera expresadas
en público.
- La falta de tolerancia ante el error. Vivimos unos tiempos que con frecuencia
confunden error con fracaso, y acierto con éxito, y nada está más lejos de la realidad.
Julio Verne dijo “la ciencia se compone de errores, que a su vez son los pasos hacia la
verdad.” Cometer un error no es fracasar, dejar de intentarlo sí lo es… En las nuevas
culturas, los errores son el piso desde el que avanzamos, no el techo que nos limita.
- La presión del conformismo. Confundir el paradigma del Consenso con la Verdad (si
todos dicen que es cierto…lo será!) ha sido un freno histórico al que han debido
enfrentarse todos los pensadores creativos. El conformismo nos conecta con la
impotencia y la inacción. No es lo mismo el conformismo que la aceptación. Aceptar la
realidad es solo el primer paso para ponerse en acción y cambiarla. Conformarse con
ella es quedarnos donde estamos, pensando que ya no hay otro camino u otra
posibilidad.
- La barrera del ridículo. Al contrario de lo que se suele pensar, a veces hacer el ridículo
es una actividad muy sana. Nos conecta con la humildad, la desvergüenza y el sentido
del humor. Nadie tiene siempre razón, ni todo lo que piensa es acertado. Temer el
ridículo es, de nuevo, temer el juicio ajeno. Así como la mejor manera de no
equivocarse nunca es no hacer nada, la mejor manera de evitar el ridículo es no
exponiéndose jamás, no mostrarse, no aportar. Lo peor que puede pasar es que los
demás se rían un poco, y la risa es muy sana, sobre todo si yo soy el primero capaz de
reírme de mí mismo. De hecho, el sano sentido del humor es un magnífico caldo de
cultivo para la generación de ideas.
Individuales:
- La costumbre. Los seres humanos nos movemos entre fuerzas opuestas con mucha
frecuencia, siempre a la búsqueda de equilibrio. Dos de ellas son la tendencia a buscar
y descubrir, la curiosidad; y la tendencia a mantener, a conservar. Es bueno tener
hábitos establecidos, pero cuando son rutinas o puras costumbres damos
predominancia al “siempre se ha hecho así” por encima del “¿se puede hacer mejor o
diferente?”. Y dejamos de buscar. Hay que separar las costumbres que, desde una
decisión consciente, queremos mantener, de las costumbres que se mantienen por
rutina y nos están haciendo perder eficiencia en la actualidad. Lo que nos sirvió en su
tiempo, quizás hoy ya no nos está sirviendo para nada bueno. Por ello conviene revisar
cuáles de nuestras costumbres son hoy un lastre para nuestro potencial creativo.