El Tesoro Del Dressden
El Tesoro Del Dressden
El Tesoro Del Dressden
Y
a situación
política en van restableciendo. Los refugiados pue-
México era den ser desembarcados.
caótica , los gobernan- El Comandante recibe la orden de con-
tes eran derrocados ducir al derrocado presidente Victoriano
continuamente . Huerta y su familia al exilio en Kingston,
Alemania había man - Jamaica .
dado al crucero Ese mismo día llega la noticia que la
Dresden, desde Kiel a Veracruz, puerto del misión en Méjico ha sido cumplida y el
golfo de Méjico, para cautelar los intereses Dresden debe volver a Alemania. ¡Qué gran
y la seguridad de la colonia alemana residente. alboroto y felicidad produjo la noticia!, ya habí-
an pasado siete largos meses desde su par-
El Dresden en México. tida. La celebración se inicia de inmediato ,
Pancho Villa atacaba con sus huestes al la banda del buque saca sus instrumentos a
gobierno imperante de Victoriano Huerta. cubierta y toca bellas canciones. El capitán
En Tampico, otro puerto del golfo, el Weiblitz interpreta maravillosas piezas en su
desorden, el desabastecimiento y el mercado violín, y el doctor Koch ejecuta al piano la
negro imperaban , la situación era dramáti - sonata "Claro de Luna" de Beethoven.
ca e insostenible. El Dresden viaja con abas- Avanzada la noche, cansados y afónicos
tecimiento hacia la ciudad sitiada para alivio de tanto cantar, la tripulación se va reti -
de sus habitantes. rando a dormir. Dos días después el Dresden
A medida que los rebeldes avanzan, el fondea en Puerto México para embarcar
Comandante Kohler convierte el buque en oficialmente al derrocado presidente Huerta.
refugio de alemanes y extranjeros. El ex presidente embarca con su fami-
Dado el estado de cosas y la situación lia y una comitiva de ex ministros, políticos
de inminente peligro de saqueo, los colonos y amigos. Tras ellos venía un regimiento de
alemanes entregan al comandante sus mozos con los más exquisitos manjares, pos-
joyas, dinero, oro y objetos de valor, inicia- tres, vinos, licores y por supuesto, tequila. La
tiva a la que se unen otras familias de banda tocó hasta el amanecer. La celebración
extranjeros como también personajes meji - fue en grande pues, según parecía, el exilio
canos adinerados: todo debía ser puesto a res- era un motivo de celebración para la natural
guardo en un banco, a la vuelta del Dresden alegría mejicana.
a Alemania . Una vez que los exiliados fueron desem-
El tesoro es embalado en una gran barcados en Kingston, el Dresden partió a toda
caja que es guardada secretamente en un máquina hacia Alemania, sólo faltaba hacer
lugar de las bodegas de la sentina. Días el cambio de mando en Haití. Es el coman-
después cae Tampico. dante Fritz Emil Lüdecke el encargado de lle-
Pancho Villa entra victorioso a una var el crucero de vuelta a Kiel. Se recibe la
ciudad devastada, asquerosa y macabra, orden de apurar el regreso al máximo,
cubierta de cadáveres descompuestos. ¡nunca una orden había sido recibida con
Colaborado r Civi l.
tanto entusiasmo y cumplida con tal celeri- Hay otros encuentros, algunos son hundidos,
dad!. Se cargaron víveres y carbón en gran- otros no, eso dependía de la carga y el des-
des cantidades, elemento indispensable tino .
para impulsar el crucero de 118 mts de 25 de agosto. Se recibe una orden en
eslora con sus poderosas turbinas de 15.000 clave; "reunirse con flota en isla de Pascua".
HP. ¡A casa a todo andar! 2 de septiembre, espantosa tormenta
Dos días después se recibe la noticia del que dura dos días.
asesinato de Francisco Fernando de Austria Agotados, fondean en bahía Orange. El
y su esposa. Seis días después la guerra está frío es insoportable. El barco de apoyo, el
declarada. Alemania lucha contra Rusia, Santa Isabel, les trae ropa de abrigo desde
Francia, Bélgica, Inglaterra, Japón ... ¿la Punta Arenas, de lo contrario, con las calderas
vuelta a casa?,¡ ni pensarlo! apagadas, nadie lo habría soportado .
La orden es prepararse para la guerra, Navegando ahora por el Pacífico rumbo
se lanza por la borda lo inútil para el combate a Pascua se va recuperando la temperatura,
incluyendo dos pianos (uno era un Blückner abasteciéndose con los barcos de apoyo y
de cola). enemigos que hunden.
Estaban preparados para la guerra, 12 de octubre de 1914, Pascua, 4A.M.
pero ahora que se enfrentaban a ella no podí- Se divisan otros barcos. Al aclarar ven que
an concebir que fuera cierto y que tuvieran son parte de la flota alemana . Se saluda al
que afrontarla. Almirante Herbert Graf Von Spee, coman-
El rumbo ahora es SO y la orden es hun- dante del buque insignia Sharnhorst. Lo
dir cualquier barco enemigo de guerra o mer- acompañan el Gneisenau y el Nürenberg,
cante, privando a los contrarios de abaste- comandados por dos hijos del Almirante (Otto
cimiento, ¡ojalá que lleven el codiciado Heinrich), y los transportes Krokodi/1, Titania
carbón!, más ahora que el Dresden no y York.
puede abastecerse en puerto alguno para no 27 de octubre de 1914, isla de Más a
delatar su posición. Fuera. Max Schmidt, el telegrafista, escucha
una débil señal de radio : es el Glasgow,
Guerra de corso. crucero inglés que se comunica con otros bar-
Se navega con el nuevo rumbo en pie cos ingleses que navegan por el cabo hacia
de guerra, alerta y silencioso, sin luces, al ace- el Pacífico. El Dresden se dirige al encuentro.
cho. Es el 1 de noviembre de 1914, 18 horas.
El 7 de agosto, navegando por el Caribe, Las flotas se enfrentan. El sol se pondrá
divisan un mercante inglés. Es el primer cona- pronto. Hay un temporal desatado, cua-
to de guerra: órdenes, carreras ... todos a sus renta y más nudos de viento. Las enormes
puestos. ¡Con la velocidad del Dresden es olas van en aumento, dificultando cual-
imposible que escape! La carga no tiene valor quier maniobra. El Almirante Herbert GrafVon
bélico y se les deja ir previa destrucción de Spee, ataca con su acorazado el Sharnhorst,
la radio. al Good Hope comandado por el almirante
En el camino se unen 4 cargueros que Sir Christopher Maurice Cradock.
los abastecen abundantemente. El 15 de
agosto se avista un barco inglés cargado de La batalla de Coronel.
arroz y maíz: es abastecimiento para el ene- El negro cielo de tormenta se ilumina
migo. Se desembarca a su tripulación, unos con los fogonazos alemanes. No dan en el
cañonazos y una carga de dinamita, ¡cómo blanco, la tempestad dificulta la puntería. Una
volaron los pedazos!, se partió en dos y se segunda andanada tampoco acierta, pero una
fue a pique. ¡Viva!, ¡Viva!, grita la tripulación tercera sí. Los cañones más poderosos del
entusiasmada por su primer hundimiento en Good Hope son inutilizados. La tormenta arre-
esta guerra de corso. cia, la moral inglesa decae. El Dresden apro-
Se continua navegando rumbo sur. vechando la confusión entra al combate
produciendo enormes daños e incendios. Von ficaciones, logrando hundir al barco ale-
Spee siente que se acerca el fin y ordena huir mán a las 19.20 horas, con 322 marinos a
al Dresden, Nürenberg y Leipzig que eran los bordo y con Otto Von Spee, otro hijo del
más pequeños. 20 minutos después el Almirante.
Sharnhorstse hunde por la proa con las héli- Los ingleses, después de reparar apre-
ces girando a todo dar con la popa levantada suradamente los botes averiados por la
casi verticalmente, llevándose a 795 hombres metralla, logran rescatar de un mar tor-
y al Almirante Maximilian Graf Von Spee. No mentoso sólo a siete hombres.
se logra rescatar a nadie. La desastrosa afrenta de Coronel ha sido
Ahora los ingleses disparan sobre el lavada con esta rotunda victoria. La escua-
Gneisenau; con gran estruendo cae la chi- dra alemana ha sido aniquilada . El Bristol
menea de proa, el timón se desencaja, el hunde a los buques de apoyo Baden y
buque gira en círculos sin control. Otra Santa Isabel, ¡Pero el Dresden se ha escapado!
andanada inglesa lo hace escorar a estribor, Huyendo hacia el sur, el Dresden logra
se da vuelta de campana y queda con su qui- alcanzar 27 nudos en un esfuerzo supremo.
1la al aire. Algunos hombres se forman Los fogoneros son relevados cada cuatro
sobre el casco y gritan ¡Viva el Kaiser!, horas, las máquinas se estremecen y pare-
¡Viva Alemania! ce que van a reventar, las tapas de las calderas
están al rojo vivo, el calor es infernal, personal
+
de emergencia estaba listo para reemplazar
a los que se desmayaban. ¡Velocidad!,
¡Velocidad!, era la imponente obsesión.
Cerca del Cabo, escondidos en un pequeño
canal, logran por fin descansar.
Días después aparece Albert Pagels, gran
navegante y conocedor de la zona a quien el
Cónsul alemán, Rodolfo Stubenvauch, ha
encomendado el apoyo logístico y la pro-
tección del Dresden.
El cru cero alemán "Gneisenau ".
Pagels los guía y esconde en bahías y
canales que no aparecen en las cartas, los
A las 17.45 horas el buque se hunde con ingleses no logran aceptar que el Dresden se
800 tripulantes, el Comandante Maerker y el les haya escapado y lo persiguen empeci-
Teniente Heinrich Graf Von Spee, hijo del
nados ofreciendo fuertes recompensas por
Almirante. Los ingleses logran rescatar a 187
algún dato sobre el barco fugitivo.
sobrevivientes, algunos mueren y son sepul-
Los esfuerzos por conseguir los 27
tados en el mar con los honores de rigor.
nudos que lo salvaron de los ingleses y las
En otro frente los buques ingleses
Glasgowy Cornawa/1 persiguen al Leipzig,
entradas a canales muy bajos, produjeron
y el Kent al Nürenberg. A las 17 horas el daños y magulladuras en las máquinas y el
Leipzig es alcanzado por las andanadas timón del Oresden. Era urgente hacer repa-
inglesas produciendo un incendio y averiando raciones. Aconsejados por Albert Pagels
las máquinas las que sólo logran un andar de los alemanes ponen rumbo al estero de.
18 nudos. Lo alcanzan fácilmente, los impac- Ouintupeu, en el golfo de Ancud, frente a la
tos son certeros y el Leipzig se hunde con 386 isla Llancahué.
hombres. Se desata una tormenta y los
ingleses sólo logran rescatar del mar embra- El Dresden y la colonia alemana.
vecido a cinco oficiales y trece tripulantes. Ouintupeu es un bellísimo fiordo, soli-
El Nürenberg es perseguido por el tario, con una estrecha entrada de no más de
Kentque en un tremendo esfuerzo alcanza un cable de ancho, con un saco de tres
velocidades superiores a las de sus especi- millas y un ancho de media milla, rodeado
se retiró temprano.
Al otro d ía se continuó con la labor de
desarme de las últimas piezas dañadas con
las que partiría al día siguiente a las 5 A.M.
el capitán Wiebliz, Pagels y dos marineros en
la lancha de vapor del buque, rumbo a la isla
Guar para ser entregados a medio día en el
solitario estero de Chipué a la Elfriede, la gole-
ta de Pagels comandada por su colaborador
Cru cero ligero "Dresden ".
Schindling , y llevarlos a reparar a Puerto
de acantilados de unos 600 metros de alto, Montt, estratagema meticulosamente ela-
cubiertos de profusa vegetación , útil para borada, con anterioridad , para no delatar la
abastecer las calderas del buque una cascada posición del Dresden.
de purísima agua. Antes de partir con
El 6 de febrero de 1915, al atardecer, llega Pagels, Schindling
hasta aquí el averiado Dresden, con las entrega al capitán
máquinas quejándose y rechinando . Al Wiebliz una bolsa con
pasar los enormes acantilados de la estrecha correspondencia para el
entrada, ven un velero con bandera ale- buque, recopilada por
mana que resultó ser uno de los barcos de muy diferentes y extra -
la flota de Carlos Oelkers de Calbuco que ños medios .
venía capitaneado por Enrique Oelkers Enfilados a 182º
acompañado del eficiente colabo rador Albert magnéticos, rumbo que
Pagels, quien les había informado de la AtbertPagels ensubarca mantendrán por 10
emergencia del buque y traia víveres, carbón "Elfriede ". millas para luego virar
y mecánicos para llevarse las piezas dañadas a babor, a la cuadra de la isla Oueultín y tomar
a Cal buco y Puerto Montt. el nuevo rumbo de 124º hacia la isla
Esa misma noche empezó la gloriosa Llancahué. Era un día soleado con mar
estada del Dresden en este maravilloso plana y suave viento del NW. El pequeño
fiordo. El a ire tibio de verano, la banda motor a vapor de la lancha resoplaba acom-
tocando en cubierta, cerveza , cecinas de pasadamente, manteniendo una velocidad
las buenas, auténticas, fabricadas por los ale- con ayuda del viento, de 7 nudos que le~
manes residentes y salchichas en fondos con auguraba pronta llegada en unas 7 horas.
agua hirviendo, ¡no podía haber nada más Faltando más de una hora para llegar al
estupendo después de tantas privaciones !. cambio de rumbo en la isla Oueltin, el capi-
A la mañana siguiente, muy temprano, tán Wiebliz, a instancias de los tripulantes ,
se empieza con el desarme de las piezas daña- accede a abrir el saco de la correspondencia.
das. Todo el personal tenía algo que hacer, Sobre todas las cartas se destaca inme-
había que apurarse, era de suponer que diatamente una caja dirigida a uno de los
no podrían quedarse mucho tiempo, era marineros tripulantes, Otto Hunger el corneta
contra las leyes de la Convención de La del buque, quien con gran apresuramiento
Haya. y ansiedad la abre: era un grueso chaleco con
Se sacaron dos pesadísimas tapas de las cuello de piel que le había tejido su madre,
calderas semifundidas por las tremendas tem- pues él en una carta, se había quejado del frío
peraturas a que habían sido sometidas de los canales magallánicos. Con gran albo-
como también ejes y partes de los comando~ rozo se lo pone a pesar de no corresponder
del timón. Todo fue trasladado al velero a la temperatura veraniega.
de la flota de Oelkers que partiría rumbo a Al cambiar el rumbo hacia el oeste
Cal buco y Puerto Montt. El personal, agotado, favorecida por el viento de empopada, 1~
pequ eña embarcación aumentó su andar a
casi 8 nudos lo que les permitió llegar al escala de cuerdas que les tendieron del
buque con el sol aún alto. Sobre la cubierta buque. Las risas, los gritos, las bromas
encontraron un misterioso cajón. El ase- interrumpieron el ya malogrado silencio
rrín y restos de tablas que lo rodeaban del fiordo .
denotaban su reciente construcción. Al pre- El teniente Max Schmidt, telegrafista,
guntar a que correspondía, nadie supo con- afirmado en la borda observaba . Una joven
testar. alta, delgada y de pelo oscuro, llamó su
Cuando el capitán Wiebliz fue a informar atención. Mientras subía, la muchacha da un
sobre su misión al Comandante Lüdecke, le traspié y cae al agua. Max Schmidt no lo pien-
preguntó por el misterioso cajón. El coman- sa dos veces y se lanza desde los 4 metros de
dante le informó que se trataba del molde que altura de la cubierta del Dresden. Rápidamente
se usaría para concretar la caja que contenía la logra rescatar y la ayuda a subir por la esca-
el tesoro mejicano, el que intentaba fondear la . Llegado arriba ella agradece muy con-
en Ouintupeu ya que no había sido posible fundida a su salvador. El teniente le dice que
depositarlo en un banco en Alemania. no fue nada, pero su corazón desbocado, dice
"Nuestro destino es demasiado incierto que fue todo, ¡que no puede ser más!
como para continuar con esta responsabili- La banda empezó a tocar. Los colo-
dad", justificó el comandante. nos empezaron a servir salchichas, cerveza,
En la mañana, el misterioso cajón kuchens, tortas, strudels. El teniente Schmidt
había desaparecido, no quedaba ni rastro de cuando volvió a cubierta su náufrago no esta-
su existencia. ba. De pronto gritos, risas y aplausos ¡Greta,
Al fondo del buque, en una bodega Greta ven aquí! Greta que se llamaba la
de la sentina, el Teniente Canaris, Karl niña rescatada, venía vestida de marinero,
Hartwig el torpedero y Gregor Bitter el car- única ropa seca que podía haber en un
pintero, en estricto secreto, envuelven la caja buque de guerra. Max no podía quitarle
del tesoro con linoleum y lo sellan con los ojos de encima ¡No podía haber algo más
brea, para luego introducirlo en el mentado lindo en el mundo que ella, con su pelo
cajón y concretarlo con la mezcla que el car- mojado y vestida de marinero!
pintero ya tenía preparada . Terminada esta Poco a poco, la fiesta se fue armando,
última operación, Bittler introdujo en la empezó el baile, Max sin saber como se
mezcla dos ganchos de fierro para poste- encontró con Greta, como atraído por un
riormente, y una vez fraguado, izar el pesa- imán, quiso decirle algo pero no pudo, ella
do bloque con la grúa de torpedos. le sonrió ¡Ay que sonrisa! Ella empezó a
hablar, pero él no podía concentrarse en lo
Los colonos de Quintupeu. que decía, sólo le fascinaba su forma de hablar
Imposible que la insólita presencia del el alemán su acento, sus palabras arcaicas
Dresden pasara inadvertida a la colonia era todo una música encantadora.
alemana. Era un maravilloso remezón a la Era explicable, los colonos habían lle-
monotonía provinciana, además que todos gado 70 años antes con Pérez Rosales. De
deseaban atender y reconfortar a estos repente sus manos se encontraron instinti-
heroicos compatriotas que habían enfrentado vamente, él la retiró, ella se la tomó firme-
tantos peligros y privaciones. mente, ¡ Fue la gloria!, estertores, escalofríos
Y así fue que ese atardecer, ya oscu- le recorrieron todo el cuerpo.
reciendo, aparecieron unas luces: era un vele- Ahí a popa se abrazaron y se besa-
ro de Oelkers. Al acercarse los focos del buque ron. Max estaba frenético de amor, ella
lo iluminaron. Venía también un velero chi- también pero de pronto, ella reaccionó¡ No
lote y otras dos embarcaciones menores podía ser, si apenas se conocían! y se
repletas de alemanes del sur. apartó zafándose avergonzada. El se des-
Grande fue el alboroto cuando empe- concertó, luego controlándose, le pidió per-
zaron a subir los recién llegados por la dón. Su adoración y respeto eran mucho más
grandes que su deseo. Volvieron a la fiesta bién venía por agua. Sobre la cubierta Max
que estaba que ardía. reconoció a algunos de los colonos y entre
La banda había empezado a interpretar ellos a Greta, de inmediato tomó una cuer-
otros ritmos de moda que desafortunada- da y la amarró al extremo de la manguera,
mente eran franceses e ingleses. Entre risas luego subió a la cubierta de la goleta llevando
y bromas los marinos enseñaban a las el otro extremo de la cuerda para que cuan-
niñas a bailarlos. do terminaran de llenar los barriles ellos
Ya algunas parejas estaban empezan- pudieran abastecerse también.
do a dominar estos nuevos pasos. Al poco Gentil fue el gesto del teniente Schmidt,
tiempo ya todos bailaban con los naturales pero su interés principal era estar con Greta,
errores que producían muchas risas . El lo que logró, pues los barriles eran muchos
nivel de felicidad y alegría no podía estar más ¡ bendito el Dresden por consumir tanta
alto. agua! Terminada la faena Max ayudó a
Avanzada la noche colocar la manguera en los barriles de la gole-
aparece en la cubierta ta .
de baile el teniente Un fuerte pitazo quedó rebotando en los
Canaris sorprendido empinados acantilados colindantes. Era el
por la alegría reinante y cazatorpederos chileno Conde// que se diri-
algo contrariado por gía decididamente al Dresden. De inme-
estos bailes de países diato parte la lancha con el agua hacia el
enemigos da por ter- buque, por más que apuran la máquina,
minada la fiesta y de con la pesada carga, apenas avanza. Antes
paso avisa que no de llegar se cruzan con la torpedera que va
Vicealmirante Wilhelm habrá visita de los colo- de vuelta y los saluda . Al subir les informan
Hans Canaris, estuvo en nos pues se trabajará en que los han notificado que están contravi-
Chile como Teniente del el armado de las pri- niendo el acuerdo de La Haya y que tenían
"Dresden " y llegó a ser
meras piezas que I le-
Jefe del Servicio Secreto que zarpar cuanto antes.
de las Fuerzas Armadasgarían en la mañana. Al día siguiente ya todas las reparaciones
de Alemania. Como a las 1 O están listas. Todos están barriendo y lavan-
A.M. llegó la goleta con do el buque preparándolo para la fiesta de
las piezas reparadas con las que trabajaron despedida. Pasado el almuerzo llegaron
todo el día colocando y ajustando. Al atar- unas niñas de la colonia para ayudar a la deco-
decer, terminada la faena, Bittler el carpin- ración. A las 6 P.M . empezaron a llegar los
tero baja con un gran embudo de madera a colonos con sus manjares y exquisiteces para
la lancha acoderada al crucero con otros botes esta última celebración. La fiesta fue grandiosa
a remolque cargados de barriles. Max, que con mucha música, comida, cerveza y bailes.
observaba al preguntar a Bittler qué prepa- El le tomó la mano sacándola de la
raban, le dice que van a buscar agua dulce. fiesta hacia algún lugar más tranquilo. Ella
Max baja a la lancha incorporándose al se resiste un poco, sospecha lo que podría
grupo. En la rivera sur a la salida del fiordo pasar. Max la lleva a uno de los botes que está
se encuentra una cascada que cae de más de en su calzo, se resiste mas, ya no le cabe duda,
cien metros de altura con una purísima el la abraza y la besa , ella lo mira y ve su
agua sobre las rocas desmembrando el expresión de ansiedad y piensa que podría
chorro en una ducha debido a la gran altura . morir, él la lleva hacia el bote, ella entona
El espectáculo era grandioso. El carpintero mentalmente la canción nacional alemana
ayudado por dos marineros instala su embu- "Deutchland, Deutchland Über Alles .... " y se
do sobre una roca recibiendo el agua, la que deja llevar.
con una gruesa manguera, va llenando los En el bote ella sólo pudo agradecer a la
barriles. Estaban en esta faena cuando patria por tan gloriosa licencia. Cuando los
silenciosamente se acerca una goleta que tam- enamorados bajaron del bote ya era muy
tarde, no había nadie en cubierta, pero tanto fervor patriótico. Al pasar la estre-
luego escucharon unas voces que hablaban cha entrada del estero Wieblitz, el nave-
muy bajo, luego el chasquido de algo que caía gante dio el rumbo de 284º verdadero y
al agua, se asoman por la borda y ven un gran velocidad económica de 16 nudos . Las
bloque que se va hundiendo iluminado por embarcaciones que los escoltaban fueron que-
el resplandor de las noctilucas. Ella le pregunta dándose atrás, ninguna podía soñar con
que sería eso, él se encoge de hombros, pero ese andar.
sospecha qué podría ser. ¡El tesoro! Antes de una hora las embarcaciones
que los escoltaban ya habían desaparecido
Partida incierta. en el horizonte, el superior andar del Oresden
14 de Febrero de los había separado cerca de 1O millas. El nave-
1915. Llegó la hora de gante, corrigió el rumbo al 301 ° después de
partir. A las 8.30 A.M. el pasar la isla Liliguapi para enfilar el paso entre
Comandante Lüdecke el bajo Admistía y la isla Tabón, luego al 296º
da la orden de levar para enfilar el canal Chacao .
anclas, luego reversa Teniendo la isla de Abtao a la cuadra por
con timón a estribor, estribor, notaron un aumento de velocidad
después avante y timón que la corredera no acusaba. Las demarca-
a babor. No era pru - ciones demostraron que la ve locidad era de
dente pretender dar más de 20 nudos. Era la hora de la vaciante,
vuelta en redondo den- la corriente corría vertiginosamente hacia el
comandante del tro de la media milla océano. Al acercarse al canal ésta fue aumen-
"Dresden ", Fritz Lüdecke de ancho de Ouintupeu. tando . El capitán mandó a toda marcha
Era una hermosa para tener mejor gobierno del buque en
mañana con cielo azul y nubes blancas, esas turbulencias. El Dresden parecía volar
una neblina espesa como de un metro de alto sorteando los escollos que Pagels había
cubría el agua, la que se agitaba perezosa - marcado en la carta . ¿La velocidad?, sobre
mente con el movimiento del buque. El los 35 nudos. La tripulación observaba ató-
Dresden avanza pesadamente como arras- nita.
trando un ancla o una gran masa de güiros. Los barquinazos, la corriente y los
No, nada de eso, eran sólo los güiros del alma, remolinos estremecían al buque . Al salir
no querían partir, no querían cortar con los al océano abierto el capitán disminuyó la mar-
recuerdos que los unían a estos dichosos días cha, lo que produjo una calma que con-
pasados en este maravilloso estero . En trastaba con la tensión de momentos antes.
cambio, ¿qué les deparaba el destino?, ¿a La tripulación aplaudió y gritó .
dónde iban? En ningún caso a casa, nada Luego de pasar el banco Aguiles y con
bueno podía esperarse, carbón escaso, la isla Doña Sebastiana a la cuadra por
abastecimiento remoto, perseguidos, solos estribor, el capitán cambia el rumbo al 344°
sin barcos de apoyo. verdadero, hacia el norte, sin un destino pre-
En las embarcaciones de los alemanes ciso, esperando encontrarse con el cargue-
residentes , que los escoltaban, sentían ro Gotha que supuestamente les daría car-
haber cumplido con la lejana patria ayudando bón y víveres. Lo esperan ansiosamente, a
a estos heroicos compatriotas, pero también veces a la deriva con las máquinas paradas
había tristeza, remotas eran las posibilidades para ahorrar combustible.
que las amistades y amores pudieran con - Una noche Max Schmidt, el telegrafista,
tinuar. Sin embargo los recuerdos perdurarían sale a cubierta a tomar aire. A hí se encuen -
para siempre. tra con Otto Hunger, el corneta, que hacía su
Más aún, para algunas muchachas, turno con un grueso chaleco de lana y cue-
que al pasar los meses, disimulaban emba- llo de piel. Max le hace una broma sobre lo
razosos abultamientos, subproducto de arropado pues no hacía frío. Otto le dice que
cado la existencia del tesoro a un miembro niendo sólo algunos datos muy incompletos.
de la colonia alemana y que pasado una cier- Luego cayó en mis manos el libro de María
ta cantidad de años, al no ser reclamado, Teresa Parker "Tras la estela del Dresden",
podrían encargarse de él. el que me completó todos los datos que me
"Bueno" -dijo con una sonrisa maliciosa- faltaban, pero nada de Quintupeu y el teso-
pero hace ya un par de veranos que no ro.
vienen". Extrañamente la semana del 7 al 14 de
Luego contó, en tono confidencial, que febrero de 1915 no aparece en la Bitácora del
hacía varios años unos pescadores, buceando, buque como tampoco en ninguna de las
encontraron el tesoro y se las ingeniaron, con memorias escritas por sus marinos.
una balsa hecha con tambores, sobre la ¿Por qué será? ¿Tal vez estaban con-
cual instalaron un huinche. Cuando habían traviniendo el acuerdo de La Haya o será por
logrado levantarlo, con gran esfuerzo y se pre- lo del tesoro?
paraban para subirlo a la balsa, se soltó la chi - En enero de 1996 durante la última
charra del huinche y la mole se precipitó hacia regata de Chiloé, cumpitiendo con el yate
el fondo. Uno de ellos, no resignado a per- Marjolyde Alonso Baeza y Augusto Compte,
derlo intentó sujetar el cable pero le cortó tres nuevamente me alojé en el hotelito de los
dedos, otro quiso trancar la manivela, que baños. Mi primer impulso fue ver el libro de
giraba vertiginosamente, con un remo, pero recuerdos, quería ver nuevamente esas
éste no resistió y le quebró un brazo. Otro al caricaturas y comentarios que me interesaron
llegar a casa encontró a un hijo muy enfer- motivándome a dar origen a estas líneas. Al
mo y se había muerto misteriosamente la pedir el libro, el que me pasaron era otro natu-
vaca que daba leche a toda la familia. Dado ralmente, no podía ser el mismo, habían pasa-
el cúmulo de desgracias desistieron, con- do 9 años. Pedí los anteriores, tuve que
siderando que sobre el tesoro había un revisar varios antes de llegar al que me
maleficio. interesaba.
Toda esta historia del Dresden y su ¡Gran sorpresa! las páginas ya no
tesoro despertó la inquietud que me llevó a estaban. ¡Habían sido cuidadosamente eli-
investigar sobre el tema. Leí sobre la histo- minadas!
ria de México, sobre la guerra del 14 obte- What happened?
Un grupo de chilenos buceando en el "' Dresden" rescataron, entre otros objetos, la corneta de Otto Hunger, la que fue envia-
da a Alemania donde yace en un museo.