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Carta A LasMujeres - Chapter1

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Carta A LAS
MUJERES

Estudio sobre la Carta Apostólica del Papa San Juan Pablo II

Comentario por Erica Laethem, Terry Polakovic, y Madelynn Winstead, Ph.D.


Nihil obstat (provisto para el texto en Inglés):
Sr. Steve Weidenkopf
Censor Deputatus

Imprimatur (provisto para el texto en Inglés):


+Reverendisimo James D. Conley, S.T.L.
Administrador Apostólico de Denver
Junio 21, 2012

Derechos de Autor © 2009, 2011, 2012, 2014 por Endow. Todos los derechos reservados.

Con excepción de donde se especifique, las citas de la Sagrada Escritura fueron tomadas de la Vicaría de
Pastoral, Arquidiócesis Primada de México http://www.vicariadepastoral.org.mx

Usada con permiso. Todos los derechos reservados.

Portada y Diseño: Cahoots Communications, Inc. (www.CahootsInc.com)

Impreso en Estados Unidos de América.


Índice
GUÍA DE ESTUDIO SOBRE LA CARTA A LAS MUJERES DEL PAPA SAN JUAN PABLO II

Capítulo Uno INTRODUCCIÓN AL NUEVO FEMINISMO..........................................................................1

Capítulo Dos DANDO GRACIAS...............................................................................................................17

Capítulo Tres 
OBSTÁCULOS, CONSECUENCIAS, Y SOLUCIONES........................................ 31

Capítulo Cuatro EVALUANDO EL PROGRESO DE LA LIBERACIÓN FEMENINA................49

Capítulo Cinco 
COMPLEMENTARIEDAD ONTOLÓGICA............................................................... 67

Capítulo Seis MUJER PROGRESANDO................................................................................................ 81

Capítulo Siete 
LLAMADA UNIVERSAL A LA SANTIDAD..............................................................95

Capítulo Ocho 
LA CARTA............................................................................................................................ 1 1 3

Apéndice A “Lo que pasó en Beijing”...................................................................................... 126


Apéndice B “Lo que verdaderamente pasó en El Cairo”...................................................... 138
Apéndice C “El desarrollo del feminismo desde el período del Renacimiento a
la Edad Moderna”........................................................................................................................152

Acerca de las autoras.............................................................................................................................................. 157

Acerca de Endow.......................................................................................................................................................159

.
Para tu siguiente grupo Endow ....................................................................................................................... 1 6 1
Bienvenida
UNA NOTA DE ENDOW

¡Bienvenida a Endow y a nuestra guía de estudio sobre la Carta a las Mujeres del Papa
San Juan Pablo II! Para aquellas de ustedes que son nuevas, Endow (Educando en la
Naturaleza y la Dignidad de la Mujer) es un programa de estudio católico dirigido a las
mujeres y jovencitas adolescentes para ayudarlas a entender su dignidad como don de Dios,
y responder a la urgentísima necesidad de nuestra cultura de contar con una auténtica
presencia femenina para transformar cada aspecto de la vida y la sociedad.

Hemos visto repetidamente que cuando la mujer crece en las enseñanzas de la Iglesia
y en la verdad de Jesucristo su fe llega a ser personal y real, y así llega a ser también su
influencia transformadora en la familia, la comunidad y la sociedad en su conjunto. De
hecho, en Endow creemos que la educación es el requisito fundamental para el cambio
cultural y estamos de acuerdo con la siguiente declaración del Papa San Juan Pablo II: “El
tiempo dedicado a la educación es tiempo verdaderamente bien usado, porque determina
el futuro de una persona, y por lo tanto el futuro de una familia y de toda la sociedad.”

La Carta a las Mujeres es un gran lugar para iniciar nuestra aventura de aprendizaje de
las enseñanzas de la Iglesia. Conoceremos la calidez, el pensamiento espiritual y el estilo
personal de Juan Pablo II. La carta es corta y está presentada en un lenguaje de acuerdo
con los escritos de la Iglesia. Las cartas pastorales, como son llamadas, están divididas en
secciones o artículos que consisten de uno o más párrafos. Con sólo 12 artículos esta carta
es una de las más cortas. Pero es larga en significado y rica en amor paternal de un papa
que desea recordar a las mujeres su inestimable valor y la necesidad que tiene el mundo de
su genio femenino.

¿Cuándo fue la última vez que alguien te llamó genio? En la charla común la frase es
normalmente usada en broma, pero ese no es el caso aquí. Este papa la usa con cariño para
comunicar la verdad acerca de la mujer en cuanto a su capacidad de atender y cuidar a los
demás. El Santo Padre usa este término para enseñar al mundo la asombrosa verdad de
las mujeres–que son creadas para ser protectoras de la vida, maestras de paz y para curar
a un mundo herido. Sin su presencia en cada área de la sociedad–la familia, la Iglesia y el
mundo–la cultura no puede elevarse a su más alto potencial.

Esta es la carta que inició un movimiento–un movimiento que nos invita a un


entendimiento más profundo, más verdadero de nosotras mismas como mujeres hechas
a imagen y semejanza de Dios. Nuestra guía de estudio nos ayudará a ir conociendo los
conceptos que el Santo Padre nos propone y nos invitará a una relación más profunda con
Cristo y con los demás. A través de la oración, el estudio y amenas discusiones con amigas,
tanto antiguas como nuevas, descubriremos con alegría el plan de Dios para nuestras vidas.

Que Dios te ame y siempre te guarde cerca de Él.

Tus Hermanas del Endow en Cristo.


Oración de Apertura
Acordaos
Acordaos, ¡Oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído
decir, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,
implorando vuestro auxilio o buscando vuestro socorro, haya sido
desamparado de vos. Animada por esta confianza, a Vos acudo,
¡oh Madre mía, Virgen de las vírgenes!; y aunque gimiendo bajo
el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.
¡Oh Madre del Verbo Encarnado!, no desechéis mis súplicas,
pero en tu misericordia escuchadlas y acogedlas benignamente.

AMÉN
Capítulo GUÍA DE ESTUDIO SOBRE LA CARTA A LAS

Uno
MUJERES DEL PAPA SAN JUAN PABLO II:
INTRODUCCIÓN AL NUEVO FEMINISMO

PRÓLOGO

Al acercarse al micrófono del balcón con vista a la Plaza San Pedro, el Papa San Juan
Pablo II se presentó a su nueva diócesis. En vez de dar la tradicional bendición apostólica
en latín, lo recordamos hablándoles en su lengua nativa italiana con las siguientes
palabras: “Aún nos duele la muerte de nuestro muy amado Juan Pablo I. Y ahora los
eminentes cardenales han llamado a un nuevo obispo de Roma. Lo han llamado de
un país lejano: lejano, pero siempre cercano por medio de la comunión de la fe y en la
tradición cristiana. . . .”1

Así lo proclamó Karol Cardenal Wojtyla, Arzobispo de Cracovia, Polonia, la noche del 16
de octubre de 1978, poco después de su elección como Papa Juan Pablo II. Su elevación
al papado llegó como sorpresa total para la Iglesia y para el mundo, haciendo de él el
primer papa polaco y el primer pontífice no italiano desde 1522.

Este suceso inesperado fue la primera de muchas sorpresas que surgirían al ir él, durante
más de un cuarto de siglo, cumpliendo la solemne promesa que había hecho a Cristo y a
su Iglesia. Esa promesa fue de predicar la buena nueva del amor apasionado de Dios a un
mundo roto. Juan Pablo II se convirtió en símbolo mundial de esperanza, dando forma a
vidas e historia mucho más allá de los confines de la Ciudad del Vaticano.

Incluso ahora, las enseñanzas de este papa continúan siendo un signo de contradicción
llamando a la cultura a regresar a los principios de un humanismo auténtico, dando un
fundamento dinámico y seguro a la promoción y defensa de la dignidad y derechos humanos.2
Decidido, directo, apasionado y cautivado por Cristo, Juan Pablo II da una certeza moral y un
mensaje de esperanza a un mundo lleno de dudas, cinismo, y generalizada incertidumbre.

Las mujeres, como nunca antes en la historia, tienen puestos cruciales en el ámbito público.
Los logros profesionales y culturales de las mujeres las colocan, a ellas y a su “genio femenino”,
en el epicentro del cambio social.
MARY JO ANDERSON, “GENIO FEMENINO: ES EL ARMA INVISIBLE DE LA IGLESIA PARA EL SIGLO VEINTIUNO”
[FEMININE GENIUS: IT’S THE CHURCH’S STEALTH WEAPON FOR THE TWENTY-FIRST CENTURY]

ABÍAS?
El HUMANISMO es el estudio, filosofía o práctica que se enfoca en los valores y las cuestiones humanas
importantes. El humanismo “auténtico” está firmemente arraigado en los Evangelios, y está basado en el concepto de darse
uno mismo en vez de promoverse uno mismo. En contraste, el humanismo “secular” es una filosofía laica que rechaza la religión,
aceptando en su lugar la razón humana, la ética, la justicia y la búsqueda de la plenitud humana sin Dios.

1 George Weigel, Testigo de esperanza, [Witness to Hope] (New York: HarperCollins Publishers, Inc., 1999), 255.
2 Ver Papa Juan Pablo II, Sobre la vocación y la misión de los fieles laicos en la Iglesia y en el mundo (Christifideles laici), 30
diciembre 1988, <http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_
christifideles-laici_sp.html> (consultado 07 septiembre 2014), 38.

Capítulo Uno • 1 • Carta a las Mujeres


A un mundo en la oscuridad, el papa proclama una cultura de vida y una civilización
de amor. Una de las maneras que comunica este mensaje es a través de sus abundantes
escritos. Ahora nos toca ver más de cerca a uno de estos escritos fundamentales al iniciar
nuestro estudio Endow del documento pontificio de 1995 titulado Carta a las Mujeres.

El Papa San Juan Pablo II escribió esta carta para la Conferencia sobre la Mujer que las
Naciones Unidas llevó a cabo en Beijing, China en el año 1995. Antes de escribir esta
carta, el papa sabía que esta conferencia global trataría muchos problemas relacionados
con la triste situación que enfrentan las mujeres alrededor del mundo. Juan Pablo II
estaba consciente que allí se daría expresión a una gran variedad de opiniones porque
asistirían representantes de muchos países.

El Santo Padre sabe que necesitamos la voz de la Iglesia en cualquier discusión que
pretende resolver problemas humanos. En consecuencia, escribe esta carta a todas las
mujeres del mundo. Juan Pablo II sabe que la Iglesia es una experta en humanidad.3 Ella
entiende la verdad sobre la incondicional dignidad de la persona humana. Esta verdad es
la respuesta a todo lo que enferma a la humanidad.

En la Carta a las Mujeres el papa trata los temas de la dignidad humana, la maternidad
y el movimiento de la liberación femenina. También habla de la relación complementaria
entre hombres y mujeres y de la capacidad única de las mujeres para ayudar a formar
una sociedad marcada por el amor, una capacidad que él denomina el genio femenino.

¿QUÉ ES UNA CARTA PAPAL Y POR QUÉ DEBERÍAMOS LEERLA?


Es de acuerdo con la tradición apostólica de la Iglesia que el papa y los obispos se
comuniquen con los fieles a través de la palabra escrita. Vemos esto en las Sagradas
Escrituras, por ejemplo, en las cartas de San Pedro y de San Pablo. Esta tradición sigue
viva hoy, ya que la Iglesia utiliza varias formas de comunicación escrita para ayudarnos a
entender nuestra fe católica. Estas incluyen las constituciones (dogmáticas y pastorales),
decretos, encíclicas, cartas apostólicas y exhortaciones.

Ante la perspectiva de esos “desaf íos” morales, que están a punto de ser provocados por la nueva
e inmensa potencia tecnológica, y que ponen en peligro no sólo los derechos fundamentales de
los hombres sino la misma esencia biológica de la especie humana, es de máxima importancia
que los laicos cristianos—con la ayuda de toda la Iglesia—asuman la responsabilidad de hacer
volver la cultura a los principios de un auténtico humanismo, con el fin de que la promoción y la
defensa de los derechos humanos puedan encontrar fundamento dinámico y seguro en la misma
esencia del hombre, aquella esencia que la predicación evangélica ha revelado a los hombres.
PAPA JUAN PABLO II, SOBRE LA VOCACIÓN Y LA MISIÓN DE LOS FIELES LAICOS EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO. (CHRISTIFIDELES LAICI)

ABÍAS?
El Papa San Juan Pablo II acuñó la frase, GENIO FEMENINO. Habla de la capacidad de la mujer para hacer lugar para “el otro.”
Esta capacidad se manifiesta en sí misma en cuatro áreas diferentes: receptividad, sensibilidad, generosidad, y maternidad.

3 Ver Papa Pablo VI, Sobre el desarrollo de los pueblos (Populorum progressio), 26 marzo 1967, <http://www.vatican.va/holy_father/
paul_vi/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_26031967_populorum_sp.html> (consultado 13 enero 2015), 13. “Con la experiencia
que tiene de la humanidad, la Iglesia. . .”

Capítulo Uno • 2 • Carta a las Mujeres


Al escribir su Carta a las Mujeres, Juan Pablo II mantiene esta tradición al comunicar la
enseñanza de la Iglesia y aplicarla a las situaciones actuales. En este caso es importante
mencionar que nuestro difunto Santo Padre escribe esta carta especial a cada una de
nosotras y a todas las mujeres del mundo. Solo necesitamos imaginarla timbrada y
entregada personalmente a nuestra puerta. Dejar esta carta sin abrir y sin leer sería,
de hecho, una oportunidad perdida. En este estudio, la estaremos leyendo juntas,
ponderando los conceptos, descubriendo cosas que tal vez no hayamos considerado
antes, y discutiendo sobre sus implicaciones para nuestra vida.

Antes de ahondar en el contenido de esta carta pontificia, es importante entender que


no todos los documentos de la Iglesia tienen el mismo peso apostólico. En otras palabras,
algunos documentos proveen instrucción en materia de fe, mientras que otros ofrecen un
aliento y una mayor visión.

Las cartas papales más importantes son las encíclicas. El papa las dirige a los obispos
de la Iglesia y con frecuencia al mundo entero. “Las encíclicas son actas papales en la
forma de cartas y expresan la autoridad ordinaria de enseñanza del papa.”4 Se dirigen
a temas y necesidades específicas de la actualidad y ofrecen instrucción sobre varios
cuestionamientos y retos. El fiel católico está ligado por la autoridad de la Iglesia a seguir
las enseñanzas puestas en estas cartas encíclicas.

Además de las encíclicas, los escritos llamados cartas apostólicas se dirigen a grupos
particulares de personas, como los obispos o sacerdotes, y ocupan el segundo lugar de
importancia entre las cartas pontificias. Estas cartas contienen enseñanzas sociales y
pastorales de la Iglesia.

Típicamente, las cartas apostólicas contienen una autoridad magisterial importante,


y debemos leer estos documentos con la intención de aplicar tanto nuestro intelecto
como nuestra voluntad para poder comprender y adherirnos a su contenido pastoral.
Un ejemplo de una carta apostólica es la escrita por Juan Pablo II Sobre la dignidad y la
vocación de la mujer (Mulieris dignitatem) la cual, junto con la Carta a las Mujeres, es uno
de los documentos fundamentales del programa Endow.

Además de las ya mencionadas, hay muchas otras formas de comunicaciones oficiales


del papa: las cartas del Jueves Santo para los sacerdotes, las cartas escritas a diferentes
comunidades, así como varias homilías, y mensajes de radio y de televisión. Todos estos
mensajes explican varios puntos de enseñanza de la Iglesia y se usan comúnmente para
responder a eventos y problemas específicos que acontecen en el mundo.

ABÍAS?
Una ENCÍCLICA es una carta escrita por el papa a sus hermanos obispos alrededor del
mundo. Además de los obispos, estas cartas también pueden ser dirigidas a sacerdotes, laicos y todos los
hombres y mujeres de buena voluntad. El título formal de una encíclica consiste en las primeras palabras
del texto oficial. Por ejemplo, la primer oración de la encíclica Dios es amor (Deus caritas est) del Papa
Benedicto XVI empieza con las palabras “Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios,
y Dios en él (1 Jn 4,16).” La fecha de promulgación de una encíclica coincide frecuentemente con un día
festivo de la Iglesia.

4 Francis G. Morrisey, O.M.I., Declaraciones papales y curiales: Su significado canónico a la luz del código de derecho canónico
[Papal and Curial Pronouncements: Their Canonical Significance in Light of the Code of Canon Law](Ottawa: Saint Paul University,
1995), 11.

Capítulo Uno • 3 • Carta a las Mujeres


La carta que estamos a punto de leer se incluye entre este tipo de comunicaciones.
La Carta a las Mujeres es un excelente ejemplo de cómo responde la Iglesia a asuntos
modernos, problemas y eventos internacionales.

Pregunta a Discusión:
1. En Carta a las Mujeres, Juan Pablo II sigue la tradición apostólica de escribir cartas para
exhortar y enseñar a los fieles. Por ejemplo, en la Primera Carta de Pedro, leemos:

Respeten a toda autoridad humana como quiere el Señor: ya sea al rey, porque es el
soberano, ya sea a los gobernadores, como delegados por él para castigar a los que
obran el mal y recompensar a los que practican el bien. La voluntad de Dios es que
ustedes, practicando el bien, pongan freno a la ignorancia de los insensatos. Procedan
como hombres verdaderamente libres, obedeciendo a Dios, y no como quienes hacen
de la libertad una excusa para su malicia. Respeten a todo el mundo, amen a sus
hermanos, teman a Dios, honren al rey.5

Como vemos en este pasaje, San Pedro, nuestro primer papa exhorta a estos creyentes a
seguir a Cristo con mayor fidelidad, y entre otras cosas, les habla acerca de cómo deben de
relacionarse con el rey y con el gobernador así como con los gentiles que están alrededor
suyo. De la misma manera, el Papa San Juan Pablo II nos habla de lo que significa ser una
mujer católica en el mundo actual. ¿Cuáles son tus expectativas al iniciar a leer esta carta?

JUAN PABLO II

Volvamos ahora al tema del Papa San Juan Pablo II y démonos tiempo para conocer
mejor al autor de esta carta. Sin duda, todas tenemos nuestras propias memorias de este
hombre, y es probable que sean tan diversas y únicas como nosotras mismas. No estamos
solas; Juan Pablo II continúa influenciando millones de personas alrededor del mundo,
tanto católicas como no católicas.

En su libro, Testigo de esperanza: La biografía del Papa Juan Pablo II [Witness to Hope:
The Biography of Pope John Paul II,] el biógrafo papal George Weigel escribe: “Karol
Wojtyla llegó a parecerse a la descripción de Tomás Moro hecha por G.K.Chesterton: ‘fue
ante todo, histórico: fue a la vez un personaje, un parte-aguas decisivo y un destino final.
De no haber existido ese hombre en particular en ese momento particular, la historia en
su totalidad hubiera sido diferente.’” 6

La respuesta mundial a la muerte de Juan Pablo II el 2 de abril del 2005 fue enorme. Esta
reacción tomó por sorpresa a muchos de los que entonces trabajaban en los medios de
comunicación. Sin embargo, en un modesto departamento del Vaticano con vista a la
Plaza San Pedro, iluminado cálidamente con luz de velas y el fervor solemne de los miles
que habían llegado para mantener vigilia, Juan Pablo II finalmente se fue a casa.

ABÍAS?
TESTIGO DE ESPERANZA: LA BIOGRAFÍA DEL PAPA JUAN PABLO II es un recuento fascinante de la vida de este
extraordinario papa. Llena de anécdotas personales de la vida pública y privada de Juan Pablo II, este bestseller del New York Times comparte la
historia de un hombre santo que fue sacerdote, filósofo, dramaturgo y poeta así como uno de los pensadores más influyentes del siglo veinte.

5 1 Pe 2,13-17.
6 Weigel, Testigo de esperanza: La biograf ía del Papa Juan Pablo II [Witness to Hope: The Biography of Pope John Paul II ], 864.

Capítulo Uno • 4 • Carta a las Mujeres


Por vez primera en la historia, el mundo entero sintonizó la cobertura de la muerte
y funeral de un papa por medio de la televisión, radio e internet. ¿Qué tenía este
hombre que atrajo a tantas personas–muchos de ellos jóvenes-–a acampar afuera de
su apartamento papal para mostrar su solidaridad y rezar? ¿Qué tenía este hombre
que reunió a 200 jefes de Estado y atrajo a unos 3.5 millones de peregrinos de todos los
continentes habitados del mundo, a que llegaran a Roma para asistir a la Misa de su
funeral? Juntos hicieron fila por 16 horas o más para rendir homenaje a un hombre cuyo
cuerpo enfermo lo dejó inmóvil y mudo durante sus últimos años en la tierra.

En un intento para entender y explicar la respuesta extraordinaria del mundo, muchos


individuos de buena voluntad en los medios de comunicación representaron la grandeza
de Juan Pablo II en términos que les eran familiares. Por ejemplo, dibujaron al papa como
un diplomático glorificado que entregaba un mensaje de paz y de tolerancia “a pesar de”
su catolicismo, así como seguido se han referido a la Madre Teresa de Calcuta como una
trabajadora social glorificada quien servía a los pobres “a pesar de” su fe en Cristo.

Algunos fallaron en reconocer que la grandeza de Juan Pablo II no reside en que él había
sido como los demás, sino que precisamente él había sido tan diferente de ellos. Como lo
dijo el escritor inglés, G.K. Chesterton:

E l santo es una medicina porque él es un antídoto. De hecho, es por eso que el santo
es a menudo un mártir; se le confunde con un veneno porque es un antídoto.
Generalmente se le va a encontrar buscando sanar al mundo cuidando en especial lo
que el mundo descuida, lo cual ciertamente varía de una época a otra. Aún así, cada
generación busca su santo por instinto, y no es él lo que la gente quiere, más bien lo
que la gente necesita.7

Después de que Juan Pablo II expiró el 2 de abril del 2005, multitudes de dolientes en la
Plaza San Pedro—con su sentido de pérdida aminorado por la promesa de vida eterna—
gritaron “Santo Súbito” (¡santo ahora!). Su santidad e influencia llegaron a sus corazones y
querían que el reconocimiento de su santidad fuera declarado formal e inmediatamente.
Eso sucedería el 27 de abril del 2014, en la víspera del Domingo de la Divina Misericordia,
cuando el Papa Francisco canonizó a dos grandes líderes de la Iglesia: Juan XXIII, quien
convocó al Concilio Vaticano Segundo, y Juan Pablo II, quien implementó sus reformas.

Nuestra generación necesita urgentemente un campeón de la persona humana porque


es una generación plagada por la minusvaloración de la vida humana. Nacido en Polonia
el 18 de mayo de 1920, Karol Józef Wojtyla fue uno de estos campeones. De joven Karol
fue testigo de primera mano de los efectos devastadores tanto del comunismo como del
marxismo. Pasó su vida luchando contra estas ideologías, las cuales reducen al hombre a
un objeto y le privan de su identidad y unicidad.

marxismo: La filosofía de Karl Marx (1818–1883) fue la fuerza


que impulsó el totalitarismo que se infiltró en gran parte de
Europa del Este, China y parte de América Latina durante el
siglo pasado. Tristemente, la filosofía marxista surgió como
“defensa del hombre en contra de la tiranía de Dios.”

7 G.K. Chesterton, Sto. Tomás de Aquino y San Francisco de Asís [St. Thomas Aquinas and St. Francis of Assisi] (San Francisco:
Ignatius Press, 2000), 22-23.

Capítulo Uno • 5 • Carta a las Mujeres


En otras palabras, “cuando el hombre se disuelve hasta llegar a ser un ente abstracto,
todo llega a considerarse lícito. Aquellos que tienen en el poder no tienen escrúpulos
acerca de sacrificar millones de seres humanos porque el fin justifica los medios, incluso
los violentos en extremo."8 Tal era la realidad durante la Segunda Guerra Mundial cuando
los Nazis deportaron a los campos de concentración un buen número de amigos judíos y
conocidos de Karol Wojtyla.

Mientras el comunismo crecía en el Este, otro tipo de opresión estaba amenazando


devaluar el hombre del Oeste. El capitalismo, cuyo sistema tiene gran potencial para
elevar la condición económica del hombre y mantener su dignidad humana, tiene
también el potencial para lastimarla cuando opera lejos de la ética. Se ha hecho daño por
individuos que han hecho mal uso de su libertad al no poner límites a su codicia.

Desde el inicio de su pontificado, Juan Pablo II habló y escribió ampliamente en defensa


de la dignidad intrínseca del hombre (i.e., de la humanidad.) Nuestro difunto papa creyó
que los problemas más grandes que enfrenta el mundo moderno tienen su raíz en la
comprensión inadecuada de la dignidad de cada persona humana. Él entendió que cada
vida humana es sagrada y necesita protección. Esta no era una convicción “a pesar” de su
fe cristiana; era más bien precisamente debido a ella.

Este entendimiento de la dignidad de la naturaleza humana es evidente en su primera


encíclica, Redentor del Hombre (Redemptor hominis), donde recuerda las palabras del
Concilio Vaticano Segundo:

“C risto . . . en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta


plenamente al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. . . .
En Él la naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en
nosotros a dignidad sin igual. El Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido en cierto
modo con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de
hombre, amó con corazón de hombre.”9

La dignidad del hombre radica ante todo en el hecho de que es llamado a estar en comunión
con Dios.
CONCILIO VATICANO SEGUNDO, ALEGRÍA Y ESPERANZA (GADIUM ET SPES)

ABÍAS?
La dignidad de la PERSONA HUMANA fue el centro del
pontificado del Papa San Juan Pablo II. Esto se debe a el hecho de que el papa
adoptó la filosofía del personalismo, la cual es una enseñanza que enfatiza el
significado, la singularidad, y la inviolabilidad de la persona humana hecha a
imagen y semejanza de Dios.

8 Ver Ramón Lucas, LC, L’Uomo, spirito incarnato (Torino, Italia: Edizioni Paoline, 1993), 11; edición en español, Hombre, espíritu
encarnado: Compendio de filosof ía del hombre (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 2005), edición en inglés, Man, Incarnate
Spirit: A Philosophy of Man Compendium, trad. Nikola Derpick, LC y Stephen Arndt, ed. Alex Yeung, L.C. y Stephen Arndt,
(New York: Circle Press, 2005), 6-7;).
9 Papa Juan Pablo II, Redentor del hombre (Redemptor hominis), 3 abril 1979, <http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/
encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis_sp.html> (consultado 07 septiembre 2014), 8.

Capítulo Uno • 6 • Carta a las Mujeres


Vemos aquí como en el misterio de la Encarnación, Jesucristo no prescindió de la
naturaleza humana, sino que le dio cuerpo y la redimió elevándola para que cada
persona pudiera participar de la “vida misma de Dios.”10 Juan Pablo II vio la proclamación
de esta verdad como antídoto contra las filosofías erróneas del mudo. Fue precisamente
debido a su creencia en la enseñanza cristiana de la Encarnación que Juan Pablo II
defendió la dignidad de la persona humana. Es aquí donde vemos que la Encarnación de
Cristo es una coyuntura esencial, en nuestra manera de vernos como seres humanos.

En el corazón mismo de este misterio de la Encarnación hay una mujer, la Santísima


Virgen María. Nuestro recién partido Santo Padre tuvo una especial devoción a Nuestra
Señora, sin duda provocada por la pérdida de su propia madre quien se había muerto
cuando tenía tan solo ocho años de edad. Su devoción a nuestra Santa Madre fue tan
fuerte que le confió todo su pontificado a ella, tomando como lema las palabras, Totus
Tuus, una expresión en latin que significa, “Soy todo tuyo.” Su amor por María, la Madre
de Dios parecía ser lo que le daba el sabor a cada aspecto de su pontificado. Incluso su
escudo papal llevaba la marca de su lealtad hacia ella, adornado con una prominente
“M” al pie de la cruz del escudo. Algunos han comentado que su relación con Nuestra
Señora, que tanto iluminó sus enseñanzas sobre las mujeres, jugó un papel en su especial
sensibilidad para con los retos que enfrenta toda mujer en la era moderna.

Preguntas a Discusión:
2. A lo largo de sus 26 años como “Siervo de los Siervos de Dios,” Juan Pablo II tocó a muchos
corazones. ¿Cómo lo recuerdas? ¿De qué manera es él un antídoto para nuestra cultura?

3. Como acabamos de leer, el Papa San Juan Pablo II era un campeón del ilimitado valor y
dignidad de cada persona humana. ¿Cuáles son algunas de las visiones modernas del
mundo que amenazan a esta dignidad?

LA CONDICIÓN PARTICULAR DEL MUNDO EN ESE MOMENTO

A fin de orientarnos correctamente acerca de lo que vamos a estudiar, es útil tener cierto
antecedente histórico. Veamos primero qué estaba pasando en la cultura que inspiró al
Santo Padre a que hiciera este escrito para atender necesidades urgentes, especialmente
las que se refieren a las mujeres.

Como ya se ha indicado, Juan Pablo II escribió su Carta a las Mujeres en la víspera de


la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer. Fue el año 1995
y el lugar del encuentro era Beijing, China. En anticipación de esta conferencia, el papa
declaró el año 1995 como el “Año de la Mujer.”

Encarnación: El acto milagroso


de amor Divino en el que Dios se
encarnó en la persona de Jesucristo.

10 Papa Juan Pablo II, El evangelio de la vida (Evangelium vitae), 25 marzo 1995, <http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/
encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031995_evangelium-vitae_sp.html> (consultado 07 septiembre 2014), 2.

Capítulo Uno • 7 • Carta a las Mujeres


El 1° de enero de 1995 dedicó su mensaje del Día Mundial de la Paz al tema “Mujeres:
Maestras de la Paz.” A lo largo de ese año también dedicó una serie de reflexiones del
Ángelus dominical al desarrollo de su distintivo y dinámico “feminismo.” La Carta a las
Mujeres,11 es la pieza central en una serie de declaraciones papales acerca de las mujeres
que emitió ese año. Con esta carta, nos invita a unirnos en un diálogo permanente
entre la Iglesia y las Naciones Unidas tratando el ataque a la dignidad humana que él ha
descrito como “el mal de nuestros tiempos.”12

Resulta reveladora e interesante la relación de sucesos que ocurrieron a lo largo de los


veinte años anteriores a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer. Antes de la
Conferencia de Beijing, se habían llevado a cabo otras tres conferencias sobre las mujeres:
en la Ciudad de México en 1975, en Copenhague en 1980, y en Nairobi en 1985.

El propósito de la Cuarta Conferencia en Beijing fue el de implementar la demanda para


“eliminar todo obstáculo a la plena y equitativa participación de las mujeres para su
desarrollo en todos los ámbitos de la vida.” 13 Con el tema de “Igualdad, Desarrollo y Paz,”
la Conferencia de Beijing despertó las esperanzas de una genuina promoción del estatus
de las mujeres alrededor del mundo.

En su preparación para la conferencia sobre la mujer en Beijing, el Santo Padre estaba


preocupado debido a otra conferencia de las Naciones Unidas que se había llevado a
cabo el año anterior en El Cairo, la Conferencia Internacional sobre la Población y el
Desarrollo. Esta conferencia promovió activamente el aborto libre como medida de
control de la población.

ABÍAS?
El ESCUDO PAPAL de un papa nos revela una gran cantidad de información de su vida personal y de sus devociones.
Por ejemplo, el escudo papal del Papa San Juan Pablo II rinde homenaje a la Redención, que es el misterio central de la fe cristiana.
Esto fue simbolizado en su uso de la cruz, sin embargo su forma no corresponde al modelo acostumbrado debido a la inclusión de
la letra “M” en mayúscula, en tamaño grande y diseño majestuoso. Esto nos hace recordar la presencia de María al pie de la cruz y
su participación excepcional en el acto salvífico de nuestra Redención.

El ÁNGELUS es una oración tradicional católica que conmemora la Anunciación, el suceso en el que la Santísima Virgen María recibió la visita
del Arcángel Gabriel y dio su consentimiento para convertirse en la madre de Nuestro Señor. Es la costumbre rezar esta oración a mediodía. Juan
Pablo II continuó con esta tradición, y todos los domingos por la tarde oraba el Ángelus con los peregrinos que se reunían debajo de la ventana de
su habitación papal. Al terminar la oración, daba una breve homilía sobre el tema que él elegía. A lo largo de 1995, designado por el Santo Padre
como “El Año de la Mujer,” eligió sus temas con vistas a la promoción de la causa de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad.

11 Para los textos completos de los mensajes de Juan Pablo II sobre las mujeres, ver El genio de la mujer [The Genius of Women]
(Washington, D.C.: United States Conference of Catholic Bishops, 1997).
12 Henri de Lubac, Al servicio de la Iglesia [At the Service of the Church] trad. al inglés Anne Elizabeth Englund. (San Francisco:
Ignatius Press, 1993), p. 172.
13 Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en folleto de la Conferencia, [Fourth World Conference on Women - Conference
Brochure], 16 junio 1994, <www.un.org/Conferences/Women/PubInfo/brochure.txt>; (consultado 12 de noviembre de 2005).

Capítulo Uno • 8 • Carta a las Mujeres


A pesar de que esta propuesta no fue exitosa, generó preocupación el que los promotores
de la reducción de la población volvieran a tocar el tema del aborto a la libre demanda
durante la Conferencia de Beijing. A Juan Pablo II y la delegación de la Santa Sede les
preocupaba que para estos promotores, “el eliminar la pobreza significaba eliminar la
gente pobre.”14 (Ver Apéndice A para el artículo completo de Mary Ann Glendon titulado,
“Lo que Pasó en Beijing.”)

La Conferencia de El Cairo, con su enfoque sobre el control de la población, tuvo un


impacto importante en la agenda de Beijing. Veamos ahora un poco más de cerca
qué pasó en El Cairo. Como Beijing, la Conferencia de El Cairo fue una de una serie de
eventos relacionados; de hecho, El Cairo fue la tercera de una serie de conferencias
internacionales sobre la población. La primera fue en Budapest en 1974 y la segunda se
llevó a cabo en la Ciudad de México en 1984.

Tras revisar el borrador que precedió a la Conferencia de El Cairo en septiembre de 1994


y encontrarlo lleno de fallas, Juan Pablo II dedicó buena parte de los meses de junio,
julio y agosto a combatir los errores ideológicos de la agenda de El Cairo. Entre estos
errores estaba el hecho de que el término “control de la población” se hizo sinónimo
a la atribución de poderes a las mujeres, y que la ayuda extranjera dependiera de la
promoción del aborto en demanda.

En sus audiencias públicas de ese mismo verano, el Santo Padre dio una serie de
reflexiones diseñadas a dar una dimensión moral al debate del “control de la población.”
En su artículo titulado, “Lo que Verdaderamente Pasó en El Cairo,” el biógrafo papal
George Weigel recuenta: “El punto de más trascendencia que los organizadores de El
Cairo dejaron de considerar fue el poder moral de Juan Pablo II.”15

Refiriéndose al poder de las reflexiones del papa, Weigel narra:

E n estas reflexiones, el papa enfatizó que el derecho a la vida es el derecho humano


más básico, “inscrito en la naturaleza humana,” y el fundamento de todo esquema
relevante de “derechos humanos;”

habló de la familia como la “célula básica” de la sociedad y como una “institución


natural” con derechos que todo Estado justo debe de respetar;

definió el matrimonio “como la unión estable entre un hombre y una mujer


comprometidos con el don recíproco de sí mismos y abiertos a la creación de una vida
nueva, (lo cual) no es solo un valor cristiano, sino un “valor original de la creación;”

ABÍAS?
La SANTA SEDE tiene un papel único en las Naciones Unidas. La Iglesia Católica
no considera tener un papel directo en la política partidista, desea simplemente promover los
derechos fundamentales de la persona humana, especialmente los de los más débiles. En las Santa Sede: La palabra ‘Sede’ significa diócesis.
La Santa Sede es el gobierno universal de la
Naciones Unidas, la Santa Sede tiene el estatus de Observador Permanente, lo cual significa Iglesia Católica. Nos referimos a la Santa Sede
que es un miembro sin derecho al voto que puede plantear preocupaciones y opinar cuando las como “santa” ya que es el sitio del martirio de
propuestas amenazan a poblaciones vulnerables que no pueden hablar por sí mismos. San Pedro, el primer papa.

14 Mary Ann Glendon, “Lo que pasó en Beijing” [What Happened at Beijing,] en First Things 59 (enero 1996): 30–36.
15 George Weigel, “Lo que verdaderamente pasó en El Cairo” [What Really Happened at Cairo], First Things 50
(febrero 1995):24-31

Capítulo Uno • 9 • Carta a las Mujeres


defendió la igual dignidad humana de las mujeres e insistió en que las mujeres no
deben de ser reducidas a objetos del placer masculino, argumentó que la “perfección
de la mujer no es llegar a ser como un hombre, haciéndose masculina al grado de
perder sus cualidades propias de mujer;”

notó que la sexualidad tiene un “lenguaje propio al servicio del amor y no puede ser
vivida a nivel meramente instintivo” y argumentó que los matrimonios estables son
esenciales para el bienestar de los hijos;

señaló que la Iglesia no apoya una “ideología de fertilidad a toda costa,” sino propone
una ética matrimonial en la cual la decisión de “tener o no un hijo” no sea “motivada
por egoísmo o descuido, sino por una generosidad prudente y consciente que sopesa
las posibilidades y las circunstancias, y especialmente da prioridad al bienestar del
niño no nacido;”

rechazó los programas de planificación familiar de índole coactivos o ‘autoritarios’


como violación de los derechos humanos básicos de la pareja y replicó que las bases de
justicia en un Estado se quebrantan cuando no reconoce al niño no nacido el devecho
moral a ser protegido;

declaró que la discriminación de las mujeres en “el trabajo, la cultura, y la política”


debe de eliminarse en nombre de una “auténtica liberación” que no “priva a la mujer
de lo que es principalmente o exclusivamente suyo;”

y argumentó que el individualismo radical es inhumano, como lo es la “sexualidad


apartada de la ética.”16 (Ver Apéndice B para el artículo completo de George Weigel
titulado “Lo que Verdaderamente Pasó en El Cairo.”)

Pregunta a Discusión:
4. ¿Hay algún punto en particular de estas reflexiones de Juan Pablo II que haya llamado tu
atención? ¿Por qué crees que es importante?

Weigel predijo que, .” . . la batalla de El Cairo continuará en otros lugares. En el fondo va a


permanecer como una batalla moral: sobre la dignidad y el valor de los seres humanos, . . .”17
Gracias al Papa San Juan Pablo II, las preocupaciones morales del argumento de la población
fueron forzadas a ser centro de atención en El Cairo.18 Sin embargo, “los esfuerzos de la
Santa Sede para corregir ese énfasis torcido nunca llegaron a la luz pública. En gran parte, la
prensa aceptó la caricatura del Vaticano en El Cairo que fabricaron los cabilderos de control
poblacional como anti-mujer, anti-sexo, y a favor de la procreación sin restricciones.”19

Se ve claro que inclusive hoy en día las enseñanzas de la Iglesia acerca de la mujer han
sido malinterpretadas por muchas personas, por lo que una vez que pasó la Conferencia
de El Cairo, Juan Pablo II enfocó su atención a la conferencia que estaba por llevarse
a cabo en Beijing. De hecho, dedicó mucho de 1995 a enseñarnos a entender mejor la
enseñanza de la Iglesia en relación a la dignidad y la vocación de la mujer.

16 Ibid.
17 Ibid.
18 Ver Ibid.
19 Glendon, “Lo que pasó en Beijing” [What Happened at Beijing,] 30–36.

Capítulo Uno • 10 • Carta a las Mujeres


Para promover este plan, el papa se reunió con la Sra. Gertrude Mongella, la tanzaniese quien
sería la Secretaria General en la próxima Conferencia de Beijing. Hablaron de las luchas de
tantas mujeres, de la necesidad de su participación en todos los ámbitos de la vida pública,
la alarmante explotación de las mujeres y la necesidad de proteger la vida en todas sus fases
y en cada situación. Después del encuentro la Sra. Mongella le dijo a la prensa, “Si todos
razonaran como él, tal vez este tipo de reuniones ya no serían necesarias.”20

De lo anterior, vemos que el mundo necesita la voz estable y segura de los juicios morales.
De hecho, siempre que la gente se reúna para debatir los problemas que aquejan a la
humanidad, la voz de la Iglesia debería estar ahí.

Pregunta a Discusión:
5. La Sra. Mary Ann Glendon, profesora de Derecho de Harvard y quien fuera
embajadora de Estados Unidos en el Vaticano, lideró la Delegación de la Santa Sede
en la Conferencia de Beijing. Suponiendo que  te hubiera invitado a representar a tu
comunidad para discutir los temas que le afectan a la sociedad. ¿cómo te sentirías
participando en este evento? Como mujer, ¿cuáles consideras que sean los temas más
urgentes de la actualidad?

ESCRITA PARA MÍ
LEE ARTÍCULO I

A vosotras, mujeres del mundo entero, os doy mi más cordial saludo:

1 A cada una de vosotras dirijo esta carta con objeto de compartir y manifestar
gratitud, en la proximidad de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tendrá
lugar en Pekín el próximo mes de septiembre.

Ante todo deseo expresar mi vivo reconocimiento a la Organización de las Naciones


Unidas, que ha promovido tan importante iniciativa. La Iglesia quiere ofrecer también
su contribución en defensa de la dignidad, papel y derechos de las mujeres, no sólo a
través de la aportación específica de la Delegación oficial de la Santa Sede a los trabajos
de Pekín, sino también hablando directamente al corazón y a la mente de todas las
mujeres. Recientemente, con ocasión de la visita que la Señora Gertrudis Mongella,
Secretaria General de la Conferencia, me ha hecho precisamente con vistas a este
importante encuentro, le he entregado un Mensaje en el que se recogen algunos puntos
fundamentales de la enseñanza de la Iglesia al respecto. Es un mensaje que, más allá
de la circunstancia específica que lo ha inspirado, se abre a la perspectiva más general
de la realidad y de los problemas de las mujeres en su conjunto, poniéndose al servicio
de su causa en la Iglesia y en el mundo contemporáneo. Por lo cual he dispuesto que se
enviara a todas las Conferencias Episcopales, para asegurar su máxima difusión.

Refiriéndome a lo expuesto en dicho documento, quiero ahora dirigirme directamente a


cada mujer, para reflexionar con ella sobre sus problemas y las perspectivas de la condición
femenina en nuestro tiempo, deteniéndome en particular sobre el tema esencial de la
dignidad y de los derechos de las mujeres, considerados a la luz de la Palabra de Dios.

20 Ver “Worldwatch,” Reporte mundial católico [Catholic World Report,] (agosto/septiembre 1995), 7.

Capítulo Uno • 11 • Carta a las Mujeres


El punto de partida de este diálogo ideal no es otro que dar gracias. “La Iglesia—escribía
en la Carta Apostólica Mulieris dignitatem—desea dar gracias a la Santísima Trinidad
por el ‘misterio de la mujer’ y por cada mujer, por lo que constituye la medida eterna de
su dignidad femenina, por las ‘maravillas de Dios,’ que en la historia de la humanidad
se han realizado en ella y por ella.” (n. 31.) 21

El Papa Juan Pablo II comienza su Carta a las Mujeres con el saludo, “A vosotras, mujeres
del mundo entero, os doy mi más cordial saludo.”22 El tono que usa es de solidaridad y
gratitud. El Santo Padre no solo se dirige a las mujeres en su conjunto, sino que habla
también directamente “al corazón y a la mente de cada mujer.” 23

Es como si el papa hubiera escrito con su propia mano una nota personal a cada una de
nosotras, impreso la dirección de nuestra casa en el sobre, sellado el borde de la solapa
con cera azul caliente marcado con su escudo papal, y la haya enviado desde la oficina
de correos del Vaticano. Hoy, abrimos nuestro buzón para encontrar esta sincera carta de
agradecimiento que nos hace reflexionar.

En su nota personal, nos cuenta que le da gracias a Dios y a cada una de nosotras por
el don de nuestra femineidad. Quiere que sepamos qué tan importantes somos para
la Iglesia y para el mundo. Además, conecta nuestro intelecto al invitar a cada una de
nosotras a reflexionar con él “sobre los problemas y las oportunidades de lo que significa
ser una mujer en nuestro tiempo.”24

En este primer artículo, el papa también introduce el concepto de “dignidad,” como lo es


“visto a la luz de la palabra de Dios”25 La palabra “dignidad” es usada con frecuencia en
los discursos católicos y se refiere a el valor intrínseco de cada ser humano. La dignidad
es inherente, inalienable e inviolable. El dinero, la utilidad y la calidad de vida no tienen
nada que ver con el verdadero significado de la palabra “dignidad.”

La dignidad viene del “ser” no del “tener” o “hacer.” Solamente las personas tenemos
dignidad y nadie tiene el poder de apartarla de nosotras. Ni los individuos ni la sociedad
pueden otorgar la dignidad porque proviene solamente de Dios.

En contra del espíritu del mundo, la Iglesia toma de nuevo cada día una batalla que no es otra
mas que la batalla por el alma del mundo.
PAPA SAN JUAN PABLO II, CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA

solidaridad: Un signo de acuerdo y apoyo mutuo.

inherente: Esencial y permanente, no se puede separar por


formar parte de su naturaleza.

inalienable: Imposible de quitar.

inviolable: Irrompible; que no puede infringirse o romperse.

21 Papa San Juan Pablo II, Carta a las mujeres, 29 junio 1995, <http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/letters/documents/
hf_jp-ii_let_29061995_women_sp.html> (consultado 20 septiembre 2014), 1 (en notas subsecuentes citado como CAM).
22 Ibid., saludo.
23 Ibid., 1.
24 Ibid.
25 Ibid.

Capítulo Uno • 12 • Carta a las Mujeres


En otras palabras, la dignidad humana tiene sus raíces en nuestro origen creado. No
estamos aquí por accidente del azar sino por diseño Divino. Cristo, al unir su naturaleza
divina a la naturaleza humana en el misterio y milagro de la Encarnación, “se ha unido,
en cierto modo, con todo hombre.”26 No solo este acontecimiento salvífico revela a la
humanidad el “amor infinito de Dios quien ‘tanto amó al mundo que le dio a su Hijo
único’ (Jn 3,16), [sino también revela] el valor incomparable de cada persona humana.”27

La dignidad de la vida humana encuentra su pleno sentido en su vocación sobrenatural.


Jesús habló “del corazón de Su misión redentora diciendo, ‘Yo he venido para que tengan
vida y la tengan en abundancia.’ (Jn 10,10)” 28 Juan Pablo II señaló que esta vida es una
vida nueva y eterna “que consiste en la comunión con el Padre, a la que toda persona es
llamada libremente en el Hijo por obra del Espíritu Santificador.”29

Este es el llamado extraordinario que se hace a todas y cada una de las personas
humanas: participar en la vida Divina de la Trinidad. Ya que la persona humana está
llamada a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia
terrena, “lo sublime de esta vocación sobrenatural revela la grandeza y el valor
inestimable de la vida humana incluso en su fase temporal.”30

Los derechos humanos están íntimamente relacionados con la dignidad de la persona


humana. “De hecho,” Juan Pablo II enfatizó que “el reconocimiento de la dignidad de
cada ser humano es el fundamento y el apoyo del concepto de los derechos humanos
universales.” 31 En otras palabras los derechos humanos tienen su raíz en la dignidad de
la persona humana y deben de ser reconocidos, no destruidos ni creados de nuevo.

ABÍAS?
TEMPORAL viene de la palabra en latín, tempus, que significa tiempo. En la teología, a menudo hablamos de las cosas del ámbito
temporal como distintas de las cosas en el ámbito eterno. Nosotros los seres humanos vivimos en el mundo físico, que está estructurado de
acuerdo al tiempo y se mide con los parámetros de los límites físicos, que se pueden percibir. Los asuntos temporales difieren de las cosas eternas
porque son transitorias, pasajeras, y no perduran para siempre.

La DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS fue un compromiso hecho por las Naciones Unidas en diciembre
de 1948. Es interesante ver que son estos mismos “derechos” los que actualmente están siendo cuestionados.
El Preámbulo de la Declaración reconoce “la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”
como base para “la libertad, justicia y paz en el mundo.”
El Artículo 3 reconoce que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y la seguridad de su persona.”
El Artículo 16(1) declara que “los hombres y las mujeres, a partir de la edad de contraer matrimonio, tienen derecho, sin restricción alguna por
motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia.”
El Artículo 16(3) estipula que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y
del Estado.”
El Artículo 25(2) concede que “la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.”

26 Concilio Vaticano Segundo, Alegría y esperanza (Gaudium et spes), 7 diciembre 1965, <http://www.vatican.va/archive/hist_
councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651207_gaudium-et-spes_sp.html> (consultado 23 septiembre 2014), 22.
27 Papa Juan Pablo II, El evangelio de la vida (Evangelium vitae), 2.
28 Ibid., 1.
29 Ibid.
30 Ibid., 2.
31 Papa Juan Pablo II, “Mensaje a la Secretaria General de la IV Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la Mujer,”
26 mayo 1995, <http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/letters/1995/documents/hf_jp-ii_let_19950526_mongella-
pechino_sp.html> (consultado 16 enero 2015), 2.

Capítulo Uno • 13 • Carta a las Mujeres


Cuando los tomadores de decisiones no reconocen formalmente estos derechos, aún las
naciones democráticas se convierten en una “tiranía” del fuerte sobre el débil. Cuando
esto sucede, aquellos con autoridad tienen el poder de decidir quienes son los ganadores
y los perdedores en el juego de los derechos. Esto es exactamente lo que estaba en juego
en 1995, antes de la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer.

Preguntas a Discusión:
6. Hoy hemos abierto una carta personal del Papa San Juan Pablo II escrita a cada una de
nosotras. Antes de venir hoy, ¿sabías que te estaba esperando en el buzón una carta de
nuestro Santo Padre dirigida a ti personalmente? ¿Cómo te sientes al comenzar a leerla?

7. ¿Cuáles son algunos de los instrumentos de medición que nuestra cultura usa para
asignar un valor a la vida humana? ¿Cómo podemos nosotras, como mujeres, ayudar a
promover la dignidad y los derechos de las mujeres en el lugar donde vivimos?

Punto de Meditación Personal


La instrucción que Juan Pablo II dio a su delegación de Beijing reflejó el
enfoque que ha tomado en sus escritos en relación a los asuntos que afectan
a las mujeres. En su mensaje del Día Mundial de la Paz de 1995, enfatizó
que “cuando uno ve la trayectoria del movimiento de la liberación de la
mujer,” uno ve que el camino ha sido dif ícil, con su “cuota de errores,” pero
está dirigiéndose hacia un mejor futuro para la mujer y la familia humana
entera. En su “Carta a las Mujeres” añadió, “¡Este camino debe seguir!”

Es característico de este papa que al enfrentar iniciativas humanas que


están equivocadas, busca encontrarles lo valioso y construir sobre ello,
identificando y criticando a la vez lo que daña el sano desarrollo humano.
MARY ANN GLENDON, “LO QUE PASÓ EN BEIJING” [WHAT HAPPENED AT BEIJING]

Cuando una mayoría parlamentaria o social decreta que es legal el matar a un ser humano
no nacido, inclusive en ciertas circunstancias, ¿no está acaso tomando una decisión “tirana”
en relación al más débil e indefenso de los seres humanos? La conciencia de todos reacciona
justamente ante los crímenes contra la humanidad, de los que nuestro siglo ha tenido tristes
experiencias. ¿Acaso estos crímenes dejarían de serlo si, en vez de haber sido cometidos por
tiranos sin escrúpulo, hubieran estado legalizados por el consenso popular?
PAPA JUAN PABLO II, EL EVANGELIO DE LA VIDA (EVANGELIUM VITAE)

Capítulo Uno • 14 • Carta a las Mujeres


Notas

Capítulo Uno • 15 • Carta a las Mujeres


Oración de Apertura
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir,
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando
vuestro auxilio o buscando vuestro socorro, haya sido desamparado de
vos. Animada por esta confianza, a Vos acudo, ¡oh Madre mía, Virgen
de las vírgenes!; y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me
atrevo a comparecer ante Vos. ¡Oh Madre del Verbo Encarnado!,
no desechéis mis súplicas, pero en tu misericordia escuchadlas
y acogedlas benignamente.

AMÉN

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