Nulidad de Derecho Publico Tributario PDF
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CONTENIDO:
Contingencia
Tributaria
PRESENTACIÓN 43
PALABRAS PREVIAS DEL AUTOR 45
INTRODUCCIÓN 46
CAPÍTULO I - ORIGEN 49
CAPÍTULO II - DEFINICIÓN Y EFECTOS 52
CAPÍTULO III - CARACTERÍSTICAS 54
CAPÍTULO IV - COMPETENCIA 61
CAPÍTULO V - FUNDAMENTACIÓN 73
CAPÍTULO VI - ABUSO DE LA PRESUNCIÓN DE VALIDEZ 85
CAPÍTULO VII - IMPORTANCIA DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD 88
CAPÍTULO VIII - DESVIACIÓN DE PODER 90
CONCLUSIÓN - OPINIÓN DEL AUTOR 98
BIBLIOGRAFÍA 104
PRESENTACIÓN
Sin embargo, y por diferentes motivos, había una materia que parecía ser aún
más compleja de resolver que las demás; tal vez por sus alcances, su poca regula-
ción o bien simplemente porque hasta ese momento no había sido una cuestión de
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PRESENTACIÓN
A varios años ya de esos complejos inicios, y con cierto camino recorrido, las par-
tes, los jueces y los decisores finales han logrado sacar ciertas conclusiones impor-
tantes sobre esta materia que se han, incluso, traducido en una pronta ley que re-
formará de manera inicial esta nulidad ante los Tribunales Tributarios y Aduaneros.
Pero la llegada a este punto, que por mucho no ha sido un trayecto sencillo, ha sido
promovida no sólo por la jurisprudencia, sino antes, incluso, por los litigantes, quienes
con acertada precisión han logrado obtener decisiones importantes en el avance de
esta materia; a su lado también los autores y su doctrina, quienes han impulsado y
recordado permanente la necesidad de análisis y reestudio de esta institución.
Contingencia
cionales el fin útil que ellas deben tener, con la finalidad última
Tributaria
de dar forma a esta importante acción constitucional, que intenta
proteger a los ciudadanos.
Las conclusiones que se alcanzan son fruto del ejercicio permanente de los de-
rechos de los contribuyentes frente a los tribunales, esperando que aquéllas puedan
ser compartidas y útiles, no sólo en la defensa particular que se asuma, sino además
al reflexionar sobre la necesaria reforma legal, que despeje en definitiva toda duda
al respecto, declarando competentes a los Tribunales Tributarios y Aduaneros frente
a dicha nulidad, como entregándoles además la facultad para declararla de oficio.
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TEMA DE COLECCIÓN
INTRODUCCIÓN
Por otra parte, este lamentable fenómeno se contagia a otras importantes áreas
del Derecho, aumentando el desamparo de los ciudadanos frente a la autoridad
estatal.
Por otro lado, puede estimarse también que no existe tal laguna y, que la na-
turaleza tributaria del acto que la motiva y sobre todo por principios de economía
procesal y especialidad, se debe concluir de manera inequívoca que los Tribunales
Tributarios y Aduaneros son los competentes para conocer de la Nulidad de Dere-
cho Público Tributaria, de manera tal que, cualquier otra conclusión, sólo sustrae
Colección
el asunto del tribunal con la competencia precisa y necesaria para conocer de ella.
Tema
Respecto de la segunda interrogante, esto es, determinar si procede o no ha-
de
cer lugar a la Nulidad de Derecho Público Tributaria, ante la falta de fundamento
del acto administrativo tributario respectivo, concluiré que no cabe duda de dicha
procedencia, toda vez que los actos administrativos conforme a nuestra legislación
“deben ser fundados” y esos fundamentos deben ser además “suficientes” y “con-
gruentes”, pues sólo así se permite a los contribuyentes ejercer adecuadamente su
derecho de defensa, al contener el acto administrativo tributario respectivo, los fun-
damentos necesarios para su acertada inteligencia, bastándose en definitiva a sí
mismo.
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TEMA DE COLECCIÓN
facultades que la ley entrega al SII, me permita concluir que dicho organismo fis-
calizador puede estar perfectamente apartándose del mandato de la Constitución
y su ley orgánica, al perseguir ya no un objetivo general, sino que uno particular,
conforme señalaré, viciando de invalidez los actos de la administración tributaria.
CAPÍTULO I
ORIGEN
Colección
Tema
Dicho “Voto particular”, en su título IV artículo 17, prescribía:
de
“Ninguna majistratura, individuo particular o reunión de personas puede atribuirse, ni aún
a pretesto de circunstancias estraordinarias, autoridad o derechos que no le es-
tén confiados por la constitución o la ley. Todo acto en contrario es nulo”.
“Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y san-
ciones que la ley señale”.
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TEMA DE COLECCIÓN
Ahora bien, no obstante el resumen anterior, que permite contar con una breve
mirada del origen de nuestra Nulidad de Derecho Público, estimo necesario entre-
gar mayores detalles sobre dicha génesis, y con el objetivo de no parafrasear al
destacado profesor de Derecho Administrativo don Eduardo Soto Kloss, transcribiré
la impecable ilustración que él efectúa sobre dicha génesis1.
“Parece ser bien conocido que este artículo 160 de la Constitución de 1833 es obra de Ma-
riano Egaña, disposición que es base y fundamento no sólo del principio de juridicidad
sino del ordenamiento constitucional mismo en cuanto mecanismo jurídico que prevé el
principio de la habilitación previa y expresa de todo órgano del Estado, cualquiera que sea
la función que ejerza, y por ende la sujeción de éstos al Derecho.
Si uno revisa ese ‘Voto particular’ –y no está al tanto de la sapiencia jurídica de los Egaña–
queda sorprendido por la clarividencia de su estructura inicial.
Luego de Plantear en sus Títulos I, II y III, ‘De la República, su territorio y relijión’, ‘Del estado
político de los chilenos’ (nacionalidad y ciudadanía) y ‘De los derechos comunes de los chi-
lenos’ (derechos y libertades), construye Egaña su Título IV ‘De la forma de gobierno’. Aquí
señala que su gobierno es representativo y que esa representación se compone del Presi-
dente de la República, de un Senado y de una cámara de Diputados (artículo 12) y cómo
ellos se eligen. Y es aquí donde en sus artículos 14, 15 y 16 establece que (14) hacer las leyes
corresponde colectivamente a los tres órganos señalados, que el ejercicio del poder ejecuti-
vo pertenece exclusivamente al Presidente de la República (artículo 15) y que ‘la potestad de
aplicar las leyes en las causas civiles y criminales pertenecen a los tribunales establecidos
por la lei’ (artículo 16). Y termina el Título con el artículo 17 que dice: ‘Ninguna majistratura,
individuo particular o reunión de personas puede atribuirse, ni aun a pretesto de circuns-
tancias estraordinarias, autoridad o derechos que no le estén confiados por la constitución
o la ley. Todo acto en contrario es nulo’.
Un borrador posterior aparece incluso con la adición de ‘pleno derecho’, lo que sería inclui-
do en un texto posterior, quedando la frase final como sigue: ‘Todo acto en contrario es de
pleno derecho nulo’.
El texto que conoce la Convención el 25.10.1832 en su sesión quinta, lleva este artículo pero
bajo el Nº 5, luego de los artículos 2, 3 y 4 como Título II ‘De la forma de gobierno’.
Sin embargo, y por sugerencia del comisionado Gandarillas –que tal vez no comprendía
el sentido del voto particular de Egaña y su perfecta armonía en este punto, o más bien lo
rechazaba– pasó este artículo 5º al capítulo ‘Disposiciones generales de la Constitución’,
como artículo 160.
1 Derecho Administrativo, Temas Fundamentales, Eduardo Soto Kloss, Primera edición agosto de 2009,
LegalPublishing, pp. 430 y siguientes.
Visto ello, aparece clarísimo que Egaña en el Título IV de su Voto y que pasara en la Conven-
ción a ser Título II ‘De la forma de gobierno’, planteaba una idea central, cual es que los ór-
ganos estatales (‘magistraturas’, en su lenguaje) que establecía y describía en sus funciones
sus artículos 14, 15 y 16 (legislativo, ejecutivo y judiciales, respectivamente) no tienen otras
potestades (‘autoridad’, dirá) que aquellas que ‘le estén confiadas por la Constitución o la
ley’. Y esto ‘ni aun a pretesto de circunstancias extraordinarias’. Para sancionar la infracción
de esas disposiciones es que aparece aquello de ‘Todo acto en contrario es nulo de pleno
derecho’.
Y sépase que este texto fue aprobado, con ligeras modificaciones de redacción solamente,
por 18 votos contra 1, y exactamente en un día como hoy –21.11.1832– hace 158 años, según
lo refiere el diario La Lucerna, que publicaba las sesiones de la Gran Convención, en su
Nº 22, de 28.11.1832.
Sin poder entrar en pormenores, baste recordar aquí que venía a ser un mecanismo funda-
mental en dos órdenes de circunstancias:
Colección
quienes infringían la Constitución.
Tema
Restablecer el orden y convivencia ciudadana y asegurar la unidad del país (en su régimen
de
unitario) evitando los posibles conatos de subversión provinciana e intentos federalistas,
fueron dos de los más urgentes objetivos tenidos en vista para reformar la Carta de 1828,
para así retornar a la normalidad política y sentar las bases de un régimen de gobierno
estable que permitiera el progreso y desarrollo de la República, huyendo de esa anarquía
que se enseñorearía de la América hispánica durante buena parte del siglo 19, luego de su
separación de la corona de Castilla.
2) Pero no sólo eso: la intrincada situación referente a las atribuciones de las distintas auto-
ridades, tanto gubernativas como judiciales, cuyas competencias –heredadas del régimen
castellano indiano– no se encontraban debidamente delimitadas, producía y era origen de
constantes conflictos entre ellas, lo que hacía imposible una buena administración. Ejem-
plar es la situación que describe al efecto don Juan Egaña en sus ‘Reflexiones sobre el regla-
mento de administración de Justicia’, que trae El Araucano en sus números 35 (14.5.1831) y
36 (25.1.1831). A ello está dirigido también dicho artículo 160, como remedio técnico jurídico
que provee a una delimitación precisa de las atribuciones de cada autoridad pública, la cual
para actuar necesita de una previa y expresa atribución de poderes jurídicos que le haya
confiado la Constitución o la ley.
De allí, pues, que se impusiera de modo rotundo y tajante la nulidad de todo acto (y nu-
lidad de pleno derecho, ipso iure y ab initio) que contraviene el principio de juridicidad.
Sustentador del orden de las potestades públicas (legislativas, gubernativas y judiciales),
valladar de intentos sediciosos de las propias autoridades públicas, y norma autosuficiente
–ya que es operativa por sí misma– esta creación de Mariano Egaña es la piedra angular
en sus aspectos técnico-jurídicos del ordenamiento constitucional de la República y base de
sustentación primigenia del Estado de Derecho. Incluso el propio Alberdi –en sus famosas
Bases cap. XXV– reconoce la importancia de esta concepción de Egaña y la alaba como
ejemplo para América y una de las causas de la estabilidad político-institucional de Chile
de la época”.
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TEMA DE COLECCIÓN
CAPÍTULO II
DEFINICIÓN Y EFECTOS
Para terminar en este punto y antes de entrar al siguiente, valga la pena señalar
que la Nulidad de Derecho Público no ha estado exenta de “discusiones”.
Es así como, por una parte, intentan dotarla de características que no posee,
impidiendo así un adecuado y balanceado desarrollo científico y –por otra parte–
intentan privar a la Nulidad de Derecho Público de elementos que son propios de
ella, atentando así contra la eficacia de la misma, como herramienta constitucional
2 Seguimos aquí a don José Rodríguez Elizondo, citado por don Jaime Jara Schnettler, La Nulidad de Dere-
cho Público ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libromar, pp. 63 y siguientes.
3 Seguimos aquí a don Luis Claro Solar, citado por don Jaime Jara Schnettler, La Nulidad de Derecho Públi-
co ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libromar, pp. 54 y 70.
que poseen los ciudadanos para la defensa de sus derechos, interpretando las nor-
mas constitucionales que la establecen, en un sentido que ella no llegue a producir
efecto alguno y hasta vaciándola de efectos útiles.
Colección
Tema
de
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TEMA DE COLECCIÓN
CAPÍTULO III
CARACTERÍSTICAS
Así las cosas, el ciudadano afectado debe necesariamente recurrir ante los tribu-
nales4, para poder hacer suyos los efectos de dicha declaración (judicial) de nulidad.
4 La nulidad también puede ser declarada por la propia Administración, conforme al artículo 53 de la ley
Nº 19.880.
b) Imprescriptible
Colección
Lo anterior resulta lógica, filosófica y –en definitiva– jurídicamente inaceptable,
Tema
más aún si ello atenta contra el tenor expreso del artículo 7º de la Constitución.
de
Me aparto así de la aparente discusión expuesta por don Jaime Jara Schnettler5,
en torno a si esta nulidad es imprescriptible o no, pues lo anterior no implica erigir
una teoría sobre Nulidad de Derecho Público al margen del tiempo, lo cual, así y
todo, tampoco es incompatible con la misma.
En efecto, es perfectamente posible sustraer del efecto del tiempo a una insti-
tución que, debido a su importancia, no debe quedar sujeta a la posibilidad de sa-
nearse por el solo transcurso de aquél. El atentado que ella significa al Derecho, así
lo amerita. Existen ignominias que el tiempo no puede ni debe sanear y el Derecho
no debe tolerar.
En línea con la tesis de la imprescriptibilidad se puede señalar, más allá del su-
puesto divorcio6 entre el derecho Privado y Público, que las normas del Código Civil
que se pudieran intentar aplicar (para apoyar la tesis de la prescriptibilidad), tienen
un contenido de seguridad, estabilidad y certeza de carácter más patrimonial, que
orientado a atentados contra la Juridicidad y la Constitución.
5 Jaime Jara Schnettler, La Nulidad de Derecho Público ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libro-
mar, pp. 72 y siguientes.
6 Jaime Jara Schnettler, La Nulidad de Derecho Público ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libro-
mar, pp. 140 y siguientes.
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TEMA DE COLECCIÓN
el acto viciado en la sociedad civil, con la finalidad de producir los efectos del acto
válido, haciendo perder el tiempo que haya podido transcurrir y concediendo uno
nuevo.
“…la prescripción debe reanudarse como remedio sanador desde que ‘deja de ser afectado
el orden público’ ya sea porque la prohibición se disipa o bien por el surgimiento de un
acontecimiento nuevo o posterior que produce dicho resultado”.
Mi opinión contraria se basa en que el orden público, como todas las ideas o
conceptos, no está exento de los cambios y erosiones que el tiempo infringe a todas
las obras humanas.
7 Jaime Jara Schnettler, La Nulidad de Derecho Público ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libro-
mar, pp. 82 y siguientes.
En otras palabras, algo que hoy se considera de orden público, puede no serlo
mañana, pero así y en todo caso deberá declararlo la ley, de manera que el obs-
táculo que impide que un acto produzca efectos válidos no desaparecerá por el solo
transcurso del tiempo y, consecuencialmente, la Nulidad de Derecho Público no se
validará por una suerte de “desaparición” de la prohibición legal que la justificaba
y que se fundaba en el orden público. Más aún si los casos para los cuales procede
la Nulidad de Derecho Público están en nuestro ordenamiento jurídico, señalados
en la propia Constitución y no entregados a conceptos que puedan cambiar con el
paso del tiempo al margen de la ley, por lo que el argumento examinado carece de
efecto práctico.
c) Ab initio
Colección
del acto viciado de invalidez.
Tema
Como consecuencia de lo anterior, una vez que sea declarado nulo por senten-
de
cia firme y ejecutoriada, esta privación de validez será “total”, de manera tal que el
acto viciado no ingresará al ordenamiento jurídico, no produciendo en consecuencia
efecto alguno, pues sólo de esa manera se protege el principio de juridicidad garan-
tizado por la Constitución Política de la República.
Pero la destrucción hacia el pasado no sólo alcanza al acto declarado nulo, sino
que además a todos aquellos actos posteriores que sean consecuencia de aquél, es
decir, la secuela de efectos que ha podido llegar a producir.
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TEMA DE COLECCIÓN
ella; en caso contrario, el contribuyente habrá sufrido igualmente los nefastos efec-
tos de la liquidación declarada nula.
Sólo mediante la destrucción total hacia el pasado, del acto y sus consecuen-
cias, se satisface la búsqueda de justicia del agraviado, permitiéndole un mínimo
de resarcimiento respecto del abuso (pues no olvidar eventuales acciones civiles
indemnizatorias y hasta penales), como si el acto jamás se hubiera dictado.
Con todo, antes de terminar es necesario hacer presente que este efecto puede
tener una excepción o verse morigerado, frente a los derechos adquiridos por ter-
ceros de buena fe, pues el vicio no les puede ser imputable al consolidarse respecto
de ellos una situación jurídica basada en la presunción de validez de los actos de la
Administración y la confianza de estos terceros en esta última, elementos todos que
ameritan el debido amparo, constituyéndose en una legítima excepción al efecto
retroactivo de la Nulidad.
d) Insanable
“La Administración podrá subsanar los vicios de que adolezcan los actos que emita,
siempre que con ello no se afectaren intereses de terceros”.
Con todo, esta facultad entrega debido resguardo a los derechos adquiridos
por terceros.
Colección
Tema
Obviamente, esta facultad de subsanación sólo podrá ser ejercida por la
Administración hasta antes que el acto irregular sea impugnado ante los
de
Tribunales por el afectado.
e) Puede y debe ser declarada de oficio por el tribunal, cuando el vicio invali-
dante es manifiesto en el acto administrativo8
8 Jaime Jara Schnettler, La Nulidad de Derecho Público ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libro-
mar, pp. 215 y siguientes.
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TEMA DE COLECCIÓN
f) Irrenunciable
CAPÍTULO IV
COMPETENCIA
Colección
Tema
“…Ocúrrase ante el tribunal que corresponda…”.
de
El criterio anterior, ratificado en dicha pretérita época por la Excelentísima Corte
Suprema, era a todas luces jurídicamente inaceptable y derechamente inconstitu-
cional, pues se basaba en un limitado análisis del asunto, reduciendo el derecho
prácticamente a dos frentes: el Civil y el Penal.
Es así como se puede citar por ejemplo, entre otras10, una sentencia dictada por
nuestra Excma. Corte Suprema, al amparo de la legislación anterior a la existencia
de los Tribunales Tributarios y Aduaneros, donde en el Considerando Cuarto de la
sentencia de casación, de fecha 2 de enero de 2012, dictada en causa rol Nº 7308-
2009, se dispuso:
“…Cuarto:
9 Tribunal Constitucional, en sentencia de 26 de marzo de 2007, causa de oficio rol Nº 681-2006, conforme
a la facultad contenida en el artículo 93 Nº 7 de la Constitución Política de la República, en relación con
el inciso décimo segundo del mismo artículo, se pronunció sobre la inconstitucionalidad del artículo 116
del Código Tributario.
10 Excelentísima Corte Suprema, causa rol Nº 1445-2012.
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TEMA DE COLECCIÓN
“…Décimo Tercero:
Por otra parte y sin pretender volver a comentar los mismos argumentos de la
anterior sentencia de casación, los cuales deben darse aquí por reproducidos, valga
la pena señalar que así y todo, no es posible señalar que la Nulidad de Derecho
Público invocada “exceda la competencia de los tribunales tributarios” (anteriores
a la ley Nº 20.322), pues se trata de la nulidad de un acto administrativo tributario.
Luego, atendidos los principios de economía procesal y sobre todo de especialidad,
no es apropiado sustraer el asunto desde el Tribunal Tributario de aquella época, ya
que aquel poseía la competencia precisa y necesaria para conocer del mismo.
Los Tribunales Tributarios y Aduaneros, creados por la ley Nº 20.322, SON COM-
PETENTES para conocer y resolver la Nulidad de Derecho Público invocada por
el contribuyente, por lo que deben emitir pronunciamiento al respecto.
Colección
1º) Existencia de una “laguna legal”, que debe ser integrada conforme a dere-
Tema
cho, toda vez que:
de
“…si bien es cierto que no existe norma que obligue a conocer de la nulidad de Derecho
Público a un Tribunal Tributario y Aduanero, no existe tampoco norma que saque de
la esfera de conocimiento tales incidencias de los mismos Tribunales. En concordancia
con lo antes señalado los artículos 38 y 76 de la Constitución Política de la República
y 5, 45 y 108 del Código Orgánico de Tribunales, si bien no señalan como competente
para conocer de la nulidad de Derecho Público a los Tribunales Tributarios y Aduaneros
tampoco se señala en tales disposiciones que la nulidad de Derecho Público Tributa-
ria sea de competencia de los Tribunales Ordinarios…”.11
2º) No existe “laguna legal” alguna que deba ser integrada conforme a Dere-
cho, al estimar que la ley es lo suficientemente clara para concluir, en de-
finitiva, que los Tribunales Tributarios y Aduaneros son competentes para
conocer y resolver la Nulidad de Derecho Público Tributaria.
11 Sentencia de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Talca, de fecha cuatro de enero de dos mil trece, en
causa rol Corte Nº 19-2012.
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TEMA DE COLECCIÓN
En efecto, se puede estimar que tanto de los artículos 123 y 124 del Código
Tributario, como del artículo 1º de la ley Nº 20.322, se desprende inequívo-
camente que los fundamentos de un reclamo “pueden ser tanto argumentos
de forma como de fondo”12, toda vez que:
“Se sujetarán al procedimiento del presente Título todas las reclamaciones por
aplicación de las normas tributarias, con excepción de las regidas expresamente
por los Títulos III y IV de este Libro”.
– De la misma manera, del artículo 124 del mismo Código se puede concluir
que el contribuyente puede fundar su reclamo, basándose tanto en argu-
mentos de forma como de fondo, ya que la ley no hace distingo al respecto
y al intérprete no le es lícito distinguir, al señalar que:
12 Sentencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, de fecha
veintiocho de febrero de dos mil doce, en causa RUC 12-9-0000028-4.
13 También puede dirigirse la Nulidad de Derecho Público contra las tasaciones generales de avalúos de
bienes raíces y contra una modificación individual de avalúos.
Colección
c) Nueva justicia tributaria creada por ley Nº 20.322
Tema
Constituye un verdadero despropósito desviar la Nulidad de Derecho Público
de
Tributaria a un Tribunal Civil, al considerar que se ha creado y desarrollado toda una
institucionalidad para abordar la anhelada “justicia tributaria”, destinando impor-
tantes recursos del Tesoro Público para tal efecto, dotándolos de personal calificado
y especializado en materias tributarias.
14 Sentencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, de fecha
veintiocho de febrero de dos mil doce, en causa RUC 12-9-0000028-4.
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TEMA DE COLECCIÓN
“Que si bien la jurisprudencia de esta Corte ha validado un intenso control sustantivo de las
resoluciones de calificación ambiental, no restringiéndose únicamente a aquellos casos en
que éstas habían incurrido en una manifiesta ilegalidad –ocasión en que evidentemente es
procedente la acción de protección– no es posible obviar que ello pudo justificarse hasta
antes de que nuestro ordenamiento jurídico a través de la ley Nº 20.600 de 2012 creara
los tribunales ambientales, pues desde que éstos se instalaron y ejercen su jurisdicción
constituyen la sede natural para discutir este asunto dados los términos en que se ha
planteado”.
…“Es ante esa jurisdicción especial y por esa vía entonces donde debe instarse por la inva-
lidación de una resolución de calificación ambiental”.
“Que de lo razonado se sigue que si los reclamantes han pedido que esta Corte invali-
de una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad técnica competente
aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su otorgamiento, tal pretensión, por sus
características, debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se ha alu-
dido,…”.
d) Carga de trabajo
e) Radicación e inexcusabilidad
sólo vienen a ratificar nuestras conclusiones, toda vez que ellos disponen, respec-
tivamente:
Colección
En la búsqueda de dicha respuesta, analizo a continuación dos sentencias de
Tema
casación, en las cuales nuestro máximo tribunal no se pronuncia sobre la compe-
tencia, sino sobre la falta de preparación del recurso, dejando así en ellas pendiente
de
su criterio frente a los nuevos Tribunales Tributarios y Aduaneros.
“…Cuarto:
Que en cuanto al recurso de casación en la forma, y sin que lo que se dirá y concluirá en las
siguientes consideraciones importe un pronunciamiento de esta Corte sobre la competen-
cia del Tribunal Tributario y Aduanero para conocer y resolver el específico asunto contro-
vertido en estos autos –la nulidad de la notificación de la citación practicada por el Servicio
de Impuestos Internos durante la etapa de fiscalización y revisión de la situación tributaria
de un contribuyente–, ni tampoco sobre si, en su caso, son en verdad los Tribunales ordi-
narios los competentes para ello, cabe primero abocarse a dilucidar si el recurrente dio
cumplimiento a lo previsto en el artículo 769 del Código de Procedimiento Civil, esto es,
si reclamó de la falta de competencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región del
Bío Bío y de la Corte de Apelaciones de Concepción, para conocer y resolver la nulidad de la
notificación de la citación Nº 1885, de 18 de abril de 2012, ejerciendo oportunamente y en
todos sus grados los recursos establecidos por la ley, pues, de comprobarse el descuido de
este extremo legal, el recurso de casación formal deducido no podrá prosperar.
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TEMA DE COLECCIÓN
“…contestó el incidente, solicitando ‘no hacer lugar a la petición de nulidad del contribu-
yente, con costas’, por tres razones, expuestas…”.
“… de manera principal, una cuestión de competencia, por vía de declinatoria, con la cual
persiga, de conformidad al artículo 111 del Código de Procedimiento Civil, que el Tribunal
Tributario y Aduanero de la Región del Bío-Bío se abstenga del conocimiento del incidente
de nulidad planteado por el contribuyente y remita los antecedentes al tribunal de letras
competente para conocer y decidir esta cuestión accesoria”.
“…Tercero:
de 8 de julio de 2011, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos esta-
blecidos por la ley, pues, de comprobarse el descuido de este extremo legal, el recurso de
casación formal deducido no podrá prosperar.
“…Sexto:
“…no planteó cuestión alguna sobre la competencia del tribunal para conocer del inci-
dente de nulidad planteado por el reclamante, por el contrario, dicho ente desarrolló diver-
sos argumentos destinados a afianzar su petición de rechazo del incidente de nulidad, sin
Colección
controvertir la competencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región de Los Lagos
Tema
para fallar la incidencia en comento, pues al solicitar su rechazo por razones de fondo,
necesariamente admitió que dicho Tribunal ostentaba competencia para pronunciarse
de
sobre el mismo”.
“…en la sentencia que dicten en lugar de la que busca revocar, fallen desestimando la ac-
ción intentada por el contribuyente
c) Oficio Nº 42-2015
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TEMA DE COLECCIÓN
– “La norma, claramente, está mal redactada”. Lo cual es cierto, toda vez que
como nuestro máximo tribunal señala, “en el juicio no se originan actos ad-
ministrativos”.
– Entiende que dicha Nulidad es aquella que afecta a los actos administrati-
vos tributarios.
“Sexto:
…1. En nuestro ordenamiento jurídico existen diversas formas de impugnación de los actos
de la administración del Estado. Así, encontramos acciones de nulidad de rango Constitu-
Colección
cional y nulidades de rango legal”.
Tema
Sin embargo, el tribunal en la sentencia en análisis:
de
– No efectúa una descripción completa de dichas nulidades, en términos ta-
les, que permita distinguirlas claramente y, lo más importante, dicha des-
cripción no permite determinar dónde termina una para comenzar la otra.
Tampoco realiza un paralelo o análisis comparativo de ellas.
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TEMA DE COLECCIÓN
CAPÍTULO V
FUNDAMENTACIÓN
Antes de entrar a examinar la sentencia del TTA del Maule, que acoge expresa
y derechamente la Nulidad de Derecho Público, es necesario hacer referencia a una
serie de sentencias del TTA de La Araucanía, donde si bien es
cierto no se da lugar expresamente a la Nulidad de Dere-
cho Público, se acoge –no obstante– el fundamento y la
Colección
La
motivación, como un requisito esencial del acto ad-
Tema
fundamentación del
ministrativo, cuya omisión o insuficiencia origina la acto administrativo es un
16
invalidez del respectivo acto . Una de dichas sen- requisito esencial del mismo,
de
tencias hasta condenó en costas al SII.17 de manera tal que, frente a la
omisión de dicha fundamentación
o ante la insuficiencia de la
Efectivamente, el Tribunal Tributario y Adua- misma, es posible interponer
nero de La Araucanía, en sentencia de fecha 24 de la Nulidad de Derecho
mayo de 2012, en causa RIT GR-08-00045-2011, hace Público.
lugar a la Nulidad de Liquidaciones y se dejan en conse-
15 Fundamentum se compone de: 1) Fund, de donde fundus es “base” y fundare es “asentar, cimentar” y
2) Mentum significa “aquello que sirve para, medio para, instrumento para”. Reflexiones sobre etimolo-
gía, cortesía de don Rafael Otano.
16 1) Sentencia del TTA de La Araucanía, de fecha 7.12.2012, en la cual se Hace Lugar a la reclamación,
atendido que conforme a la ley Nº 19.880, los actos administrativos deben estar debidamente fundados
y motivados, 2) Sentencia del TTA de La Araucanía, de fecha 27.09.2012, en la cual se Hace Lugar a la
reclamación, atendido que las resoluciones emitidas por el ente fiscalizador debían ajustarse no sólo a
los requisitos formales, en cuanto cumplimiento de trámites legales previos y que sean emitidos por au-
toridad competente, sino que además era necesario que fueran satisfechos requisitos de fondo, de modo
que estos actos requerían estar revestidos de suficiente mérito y fundamentos, 3) Sentencia del TTA de
La Araucanía, de fecha 27.03.2012, RIT GR-08-00024-2011, en la cual se Hace Lugar a la reclamación,
atendida la falta de fundamento y motivación del acto administrativo, lo cual afectaba en definitiva el
derecho de defensa del contribuyente, 4) Sentencia del TTA de La Araucanía, de fecha 12.03.2012, RIT
GR-08-00030-2011, en la cual se Hace Lugar a la reclamación, atendido que la falta de fundamento y
motivación del acto administrativo, lo cual afectaba en definitiva el derecho de defensa del contribu-
yente.
17 Sentencia del TTA de La Araucanía, de fecha 24.05.2012, RIT GR-08-00045-2011, en la cual se Hace
Lugar a la Nulidad de Liquidaciones y se dejan en consecuencia sin efecto, atendido a la falta de funda-
mento y motivación del acto administrativo, condenando incluso en costas a la reclamada.
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TEMA DE COLECCIÓN
cuencia sin efecto, atendido a que los actos administrativos tributarios en cuestión
carecían de la fundamentación debida, “pues no explicaban cómo se generaba el
error del contribuyente, ni cuál era la forma correcta de declarar el crédito fiscal. Luego,
dicha circunstancia afectaba el derecho de defensa del contribuyente”.
“Octavo: Que, no obstante contener el acto administrativo impugnado una referencia a las
normas legales aplicadas al caso analizado, no aclara cómo se aplicó específicamente
dicho ordenamiento jurídico en la determinación de las diferencias de impuestos que se
establecen…”.
“Decimosegundo: Que, es necesario tener presente en este punto que, aun cuando el con-
tribuyente no aporte en sede administrativa la totalidad de los antecedentes requeridos en
el transcurso de la fiscalización que lleve a cabo el Servicio de Impuestos Internos, esto no
lo exime de la obligación de emitir un acto administrativo fundado y motivado. Al efecto,
el artículo 11, inciso 2º de la Ley Nº 19.880, sobre Bases de los Procedimientos Adminis-
trativos que Rigen los Actos de los Órganos de la Administración, señala que “los hechos
y fundamentos de derecho deberán siempre expresarse en aquellos actos que afectaren
los derechos de los particulares, sea que limiten, restrinjan, priven de ellos, perturben o
amenacen su legítimo ejercicio…”. En este sentido también se ha pronunciado la Excma.
Corte Suprema, cuando señala que “En el ámbito jurídico, la exigencia que impone la ley
en orden a que un determinado acto ha de ser fundado, posee una doble connotación. En
primer término, uno de carácter formal consistente en que quien lo dicta señale los motivos
que inducen a hacerlo, aportando en sus vistos y considerandos los antecedentes de hecho
y de derecho que apoyarán su decisión, la que, guardando armonía con tales antecedentes,
ha de contenerse en la parte dispositiva del acto. Un segundo sentido de la expresión seña-
lada, que podría calificarse de fondo, impone la necesidad que el acto aparezca revestido de
razones serias y valederas que motivan su dictación, de manera tal que no aparezca como
el producto de la mera voluntad, caprichosa o no, de su autor”18.
Colección
tre estas motivaciones y la pretensión fiscal. En este sentido, las liquidaciones reclamadas
no cumplen dicha exigencia, pues a más de señalar las normas legales y reglamentarias
Tema
que fundan su actuación, no contienen una relación circunstanciada de los hechos que
en definitiva permiten establecer las diferencias de impuestos determinadas en el acto
de
reclamado”.
18 Sentencia de 11 de enero de 2001, Recurso de Protección rol Nº 4533-2000, “Industrial Santa María S.A.
con Ministro de Economía”, confirmatoria de sentencia de 8 de noviembre de 2001 I. Ilustrísima Corte de
Apelaciones de Santiago, causa rol Nº 3009-2000.
19 Eduardo Soto Kloss, Derecho Administrativo Temas Fundamentales, Editorial Legal Publishing Chile, se-
gunda edición, año 2010, p. 369.
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TEMA DE COLECCIÓN
Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen los actos de los Órganos
de la Administración, concretamente en su artículo 11 inciso 2º, invocando además
argumentos del destacado profesor de Derecho Administrativo, don Eduardo Soto
Kloss y hasta una sentencia de nuestra Excelentísima Corte Suprema, de fecha 11 de
enero de 2001, caratulada “Industrial Santa María S”.
“1) Conforme los artículos 11, 16 y 41 de la ley Nº 19.880, los actos administrativos deben
ser fundados, conteniendo la exposición de los antecedentes de hecho y de derecho que
justifican la decisión adoptada y, con mayor razón, si dicha decisión afecta los derechos de
los contribuyentes.
2) No basta la mera enunciación de fundamentos, sino que éstos deben ser suficientes, de
tal forma que la conclusión que se adopte no obedezca a meros actos arbitrarios carentes
de razonabilidad.
3) La fundamentación permite al contribuyente, conocer los motivos por los cuales el orga-
nismo fiscalizador tomó la decisión que se plasma en el respectivo acto administrativo, per-
mitiéndole tener certeza de los motivos que llevaron a la autoridad tributaria a pronunciarse
de determinada manera y así, en definitiva, ejercer adecuadamente su derecho de defensa”.
Ahora bien, es necesario agregar que además de ser “suficientes”, esos fun-
damentos deben ser “congruentes”21, de tal forma que la decisión que se adopta
20 Sentencia del Tribunal Tributario y Aduanero del Maule, de fecha 27 de noviembre de 2013, en causa
RUC 12-9-0000314-4. Confirmada por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Talca en causa rol Corte
Nº 1-2014.
21 Eduardo Soto Kloss, Derecho Administrativo Temas Fundamentales, Editorial Legal Publishing Chile, se-
gunda edición, año 2010, p. 369.
sea la conclusión lógica y racional de los mismos, con la finalidad que la línea de
fundamentación siga un orden concatenado y una lógica que evite que los distintos
elementos que comprenden la fundamentación se contradigan, invalidándose recí-
procamente.
Colección
por carencia de justificación, de razonabilidad. De allí es que la ‘fundamentación’ del acto
Tema
administrativo constituye un principio general del derecho administrativo que tiene una
base constitucional en el derecho fundamental al debido procedimiento racional y justo,
de
que la Constitución reconoce expresamente a toda persona (artículo 19 Nº 3 inciso 5º, en
concordancia con la constancia adoptada por la Comisión Ortúzar en sesión 102, referido
también a los actos administrativos y con especial referencia a los actos administrativos
sancionadores). Y el vicio en la fundamentación es precisamente la ‘arbitrariedad’, es decir,
la carencia de razonabilidad de la decisión adoptada, desde que ella carece de la indispen-
sable sustentación normativa, lógica y racional (ni suficiente, ni congruente), y su conse-
cuencia es la nulidad (propiamente inexistencia) del pretendido acto administrativo, por
contravenir la Constitución (artículo 7 incisos 1º y 2º) y la ley (19.880). Es sabido que para
la validez jurídica de un acto administrativo y muy en especial de un acto sanción, dados
los principios de legalidad y tipicidad que intrínsecamente los rige, se requiere, entre otros
requisitos, la existencia del hecho/motivo que la ley configura como ‘habilitante’ para que
el órgano competente actúe, satisfaciendo la necesidad pública que tal hecho comporta,
de allí que tal hecho sea el ‘motivo’, fundamento o razón, que induce a obrar, que mueve a
actuar al órgano público. La jurisprudencia, tanto contralora como especialmente judicial,
ha sido muy homogénea y constante en afirmar que el acto administrativo debe bastarse
a sí mismo, por lo cual además de otras exigencias, debe contener la consideración de los
hechos que permiten dictar la medida adoptada, hechos que deben existir al momento de
adoptar el decreto o resolución correspondiente, y que le dan el sustento fáctico para que
sea dictado”.
Pero sin duda, los elementos más destacables de esta sentencia, lo constituyen,
por una parte, el sostener que la fundamentación es un requisito de validez al in-
cidir en materia de “competencia” y, por la otra, el señalar que la fundamentación
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TEMA DE COLECCIÓN
constituye un principio general del derecho administrativo que tiene una base
constitucional.
Artículo 6º:
“Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dicta-
das conforme a ella,…”.
Artículo 7º:
“Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes,
dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley…”.
“Los hechos y fundamentos de derecho deberán siempre expresarse en aquellos actos que
afectaren los derechos de los particulares, sea que los limiten, restrinjan, priven de ellos,
perturben o amenacen su legítimo ejercicio, así como aquellos que resuelvan recursos ad-
ministrativos”.
“Las resoluciones contendrán la decisión, que será fundada. Expresarán, además, los re-
cursos que contra la misma procedan, órgano administrativo o judicial ante el que hubie-
ran de presentarse y plazo para interponerlos, sin perjuicio de que los interesados puedan
ejercitar cualquier otro que estimen oportuno”.
“El vicio de procedimiento o de forma sólo afecta la validez del acto administrativo cuando
recae en algún requisito esencial del mismo, sea por su naturaleza o por mandato del orde-
Colección
namiento jurídico y genera perjuicio al interesado”.
Tema
Efectivamente, la falta de fundamentación no constituye una irregularidad sim-
ple o “no invalidante”, sino que todo lo contrario, pues menoscaba y entorpece el
de
derecho de defensa del ciudadano en su condición de contribuyente, al atentar con-
tra las garantías que el ordenamiento jurídico le entrega.
22 Supuesto, pues en ninguno de los artículos 5º a 16 de la ley Nº 19.880 se establece o menciona este
pretendido principio de Conservación de manera expresa, como sí lo hace en el inicio de cada artículo
respecto de otros principios, cuya existencia no amerita duda alguna. Es más, la voz “Conservación” no
aparece en parte alguna de la ley Nº 19.880.
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TEMA DE COLECCIÓN
embargo, dicha norma sólo prescribe en su inciso 2º que, para dar lugar a la inva-
lidez (nulidad) de un acto administrativo, se requiere que el vicio de procedimiento
o de forma recaiga sobre un requisito esencial del mismo y que, además, genere
perjuicio al interesado. Es decir, establece los dos requisitos necesarios para invocar
la nulidad, en el caso de vicios de procedimiento o de forma, pero en ningún caso
establece el pretendido principio de conservación.
En este sentido, que la norma en análisis establezca dos requisitos para la pro-
cedencia de determinada nulidad es algo bien distinto a sostener que establece el
principio de conservación que se pretende.
Algo similar ocurre con el inciso 3º, el cual sólo establece la facultad de la Admi-
nistración de poder subsanar vicios, siempre que no se afecten derechos de terceros.
Es así como los dos incisos señalados ni siquiera pueden ser considerados como
una manifestación del supuesto principio de conservación. En este sentido, no se
debe confundir el principio en sí mismo con lo que puede ser una manifestación de
él.
Pero lo más importante es que no existe disposición legal alguna, mucho menos
constitucional, que describa y establezca de manera abstracta este supuesto princi-
pio de conservación, en términos tales que, describiendo sus lineamientos genera-
les, permita posteriormente aplicarlo a cada caso concreto.
Por lo mismo, hasta ahora, nadie es capaz de citar una norma, al menos legal,
que sea su fuente de Derecho, a lo más citan ejemplos o situaciones que ni siquiera
pueden estimarse como remotas o frágiles manifestaciones del mismo.
Lo anterior se reafirma aún más, al percatarme que ley Nº 19.880 establece una
serie de principios en sus artículos 5º a 16, aludiendo a ellos de manera expresa al
inicio de cada artículo, para posteriormente desarrollarlos. Sin embargo, en ningu-
no de ellos se menciona el de “Conservación”, ni mucho menos se desarrolla éste.
Es más, la voz “Conservación” no aparece en parte alguna de la ley Nº 19.880.
Siguiendo a don José Rodríguez Elizondo, se puede decir que no existe seguri-
dad jurídica alguna, si el Estado, realizador del Derecho por excelencia, no se halla
obligado por sus disposiciones23 .
Colección
del acto administrativo, fundada en una interpretación bastante extensiva del ar-
Tema
tículo 8º de nuestro Código Civil24.
de
Dicha antijurídica e inaceptable doctrina no puede ser el argumento para inten-
tar salvar a un acto administrativo que se encuentra viciado con Nulidad de Derecho
Público por falta de fundamentación y mucho menos cabe aceptarla con la finalidad
de intentar salvar la omisión de la mecánica de cálculo en una liquidación (que no
es más que la explicación lógica y racional de las diferencias determinadas en la
misma, por lo cual dicha mecánica de cálculo también forma parte de la debida
fundamentación), conforme se explicará a continuación en esta letra D) y teniendo
presente, además, lo señalado en la siguiente letra E).
23 José Rodríguez Elizondo, Protección Jurisdiccional de los Administrados, p. 11, Editorial Jurídica de Chile.
24 Segundo párrafo del considerando Décimo Octavo, de la Sentencia del Tribunal Tributario y Aduanero
del Maule, de fecha 27 de noviembre de 2013, en causa RUC 12-9-0000314-4, que al 1 de agosto de 2014
se encuentra en apelación, causa Rol Ilustrísima Corte de Apelaciones de Talca rol Nº 1-2014.
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TEMA DE COLECCIÓN
Sin embargo, algo muy distinto es sostener expresa o veladamente, que existe
en nuestro ordenamiento jurídico, alguna presunción de derecho del conocimiento
de los fundamentos de los actos administrativos, pues ello no es así, toda vez que
dicha presunción no existe.
Así, cabe recordar que lo que se presume conocido de derecho, conforme al te-
nor claro y expreso del artículo 8º de nuestro Código Civil, es la “Ley”, pero no puede
ampliarse su texto para estimar, además, que se presume de derecho el conocimiento
de los fundamentos de los actos administrativos, lo cual no sólo es ilegal, sino que
además inconstitucional, al atentar directamente con lo dispuesto en los artículos 6º
y 7º inciso 1º y 2º de la Constitución Política de la República, los artículos 11 inciso 2 y
artículo 41 inciso 4 de la ley Nº 19.880 y artículos 2º y 9º de la ley Nº 18.575 25.
E) Liquidación de impuestos
25 En el segundo párrafo, del considerando Décimo Octavo, de la anteriormente citada Sentencia del Tribu-
nal Tributario y Aduanero del Maule, de fecha 27 de noviembre de 2013, en causa RUC 12-9-0000314-4,
el Juez del Tribunal Tributario y Aduanero en comento, intentando justificar la ausencia del desarrollo de
la mecánica de cálculo, esto es, la explicación lógica y racional de las diferencias de impuestos determi-
nadas, señala: “…efectos todos que la reclamante no podía desconocer atendido que en nuestro ordena-
miento jurídico se presume de derecho el conocimiento de la ley, conforme a lo establecido en el artículo 8º
del Código Civil…”.
Lo anterior es jurídicamente inaceptable, pues al ser una liquidación una determinación de impuestos,
es esencial que en ella se desarrolle y explique la mecánica de cálculo, esto es, la explicación lógica y
racional conforme a la cual se determinan los impuestos que la motivan.
Pero el Tribunal Tributario y Aduanero del Maule va aún más lejos en su error, al señalar que: “los cálculos
numéricos efectuados fueron detallados en la Cadena del IVA…”, es decir, se intenta llenar el vacío de fun-
damentación a través de esta planilla Excel anexa al final, que no se explica ni desarrolla en parte alguna
y donde, además, en ninguna de sus partes aparecen las liquidaciones singularizadas por sus debidos
números, que es lo que las individualiza en propiedad.
Ni el juez ni el SII pueden pretender que una planilla Excel se explique a sí misma y se transforme ella en
el gran argumento de una liquidación, pues eso se traduce en liquidar y cobrar en definitiva impuestos en
base a simples planillas Excel, lo cual atenta contra toda garantía causando en definitiva indefensión, al no
existir certeza ni claridad de los montos liquidados y sobre todo del proceso que permitió determinarlos.
Tampoco puede estimarse como fundamento (en los casos que ella con-
curre) la denominada “Cadena del IVA”, que es una planilla Excel anexa al
final, que contiene otra serie de relaciones alfanuméricas que no se explican
ni desarrollan en parte alguna. Por lo demás, las vagas y discretas referen-
cias no son ni pueden constituir fundamentación.
Colección
– Es necesario el desarrollo y explicación de la mecánica de cálculo.
Tema
Efectivamente, la única manera que entender las “diferencias” de impues-
de
tos determinadas es desarrollando además, de manera lógica, ordenada y
racional la mecánica de cálculo (el “cómo”).
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TEMA DE COLECCIÓN
una cifra, sin los necesarios fundamentos, dentro de los cuales se encuentra
la mecánica de cálculo que permite llegar a la cifra que se liquida, se ase-
meja más a una orden de pago (giro), que a una determinación (liquidación)
de impuestos.
CAPÍTULO VI
ABUSO DE LA PRESUNCIÓN DE VALIDEZ
A estas alturas no existe duda alguna, en el sentido que los actos administra-
tivos, conforme al artículo 3º inciso final de la ley Nº 19.880, gozan de presunción
de legalidad, de imperio y exigibilidad, desde su notificación y mientras no sean
declaradas sin valor, ya sea de manera administrativa o judicial.
Efectivamente, más allá de los vicios que hacen procedente la Nulidad de De-
recho Público Tributaria, por falta de fundamento, lo cierto es que, en ciertos casos,
me percato que los vicios encontrados llegan a ser de tal magnitud y evidencia, que
Colección
se puede perfectamente hablar de un abuso en la presunción de validez de los actos
Tema
de la administración. No se tratará ya de un error u omisión, sino que de un mani-
fiesto y deliberado abuso, cometiéndose el “mayor de los crímenes, el haber mentido
de
ante las leyes”.26
Se trata de vicios que se constatan a simple vista y/o sin mayor análisis, de ma-
nera tal que, ante actos administrativos manifiestamente faltos de fundamento o
dictados manifiestamente por una autoridad o funcionario no investido regular-
mente o fuera de su competencia, es posible encontrarse derechamente frente a un
abuso de la presunción de la validez de la cual están revestidos.
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TEMA DE COLECCIÓN
Es así como, si dentro de una liquidación podemos distinguir dos partes más
una tercera –en los casos que ella sea procedente–, se observa claramente que la
primera parte de una liquidación está constituida por lo que se conoce como la “Ca-
rátula”. Enseguida se encuentra el fundamento de ella constituido por el “Cuerpo”
de la liquidación. Finalmente, en algunos casos, la “Cadena del IVA”.
Resulta peligroso, pues no ofrece las debidas garantías el hecho que en defini-
tiva se determinen impuestos en base a simples planillas Excel, entregando a los
contribuyentes la labor de desentrañar “por qué” y “cómo” dichas diferencias de
impuestos se determinan, constituyendo lo anteriormente denunciado el más fiel
reflejo de un acto que no se basta a sí mismo y de la deficiente elaboración de im-
portantes actos administrativos.
Colección
e imprecisión.
Tema
de
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TEMA DE COLECCIÓN
CAPÍTULO VII
IMPORTANCIA DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD
Una opinión contraria sólo sería reflejo de una paradoja, en la cual un acto nulo
sería capaz de producir efectos, lo cual es lógica, filosófica y jurídicamente inacep-
table.
El efecto retroactivo de la nulidad y que dicho efecto alcance, además del acto
viciado de invalidez, a aquellos que son una consecuencia de él, aunque no sean in-
mediatos ni directos, es de vital importancia, pues sólo mediante la destrucción to-
tal hacia el pasado del acto y sus consecuencias, se satisface la búsqueda de justicia
del agraviado, permitiéndole un mínimo de resarcimiento respecto de la invalidez
(pues no olvidar eventuales acciones civiles indemnizatorias y hasta penales), como
si el acto jamás se hubiera dictado.
Colección
Tema
de
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TEMA DE COLECCIÓN
CAPÍTULO VIII
DESVIACIÓN DE PODER
Colección
organismo al cual la ley le encarga la “aplicación y fiscalización de todos los impues-
Tema
tos internos”, actúa con un fin distinto del fin público mandatado por su propia ley
orgánica, apartándose de la satisfacción de interés “general” y abrazando en con-
de
secuencia un interés institucional, particular, constituido por el incremento de las
remuneraciones de sus funcionarios, dirigiendo su actividad consistente en “aplicar
y fiscalizar” hacia una de recaudación, motivada por el afán de incrementar las re-
muneraciones de su personal, en la medida que ellos cumplan determinadas metas
de recaudación.
La actividad del SII termina con la emisión del giro, inicián- La actividad
dose de esa manera al vencer su fecha de pago, sin que este del SII termina
se haya efectuado, la intervención de la Tesorería General de con la emisión del giro,
la República. iniciándose de esa manera
al vencer su fecha de pago, sin
Es así como el Estado, a través del Servicio de Impues- que este se haya efectuado,
tos Internos, puede no estar al servicio de la persona huma- la intervención de la
na, ni persiguiendo el bien común, pues es perfectamente Tesorería General de la
posible que pueda estar persiguiendo un fin particular, insti- República.
tucional.
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TEMA DE COLECCIÓN
27 – El artículo 63 del Código Tributario: “La Citación producirá el efecto de aumentar los plazos de pres-
cripción en los términos del inciso 4º del artículo 200 del Código Tributario respecto de los impuestos
derivados de las OPERACIONES que se indiquen DETERMINADAMENTE en ella”.
– Artículo 200 inciso 4º del Código Tributario: “Los plazos anteriores se entenderán aumentados por el
término de tres meses desde que se cite al contribuyente, de conformidad al artículo 63 o a otras dispo-
siciones que establezcan el trámite de la citación para determinar o reliquidar un impuesto respecto de
los impuestos derivados de las OPERACIONES que se indiquen DETERMINADAMENTE en la citación”.
Colección
– Desarrollo de teorías de recaudación sin sustento legal
Tema
Como, por ejemplo, el caso del reembolso de gastos, pues dicha teoría es
de
sólo fruto de las reflexiones del SII, toda vez que no es posible encontrar
norma alguna en el D.L. Nº 825 de 1974 que trate el reembolso de gastos en
el sentido que el organismo fiscalizador pretende.
– Las cantidades pagadas a terceros por cuenta del beneficiario del ser-
vicio por concepto de remuneraciones y leyes sociales y
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TEMA DE COLECCIÓN
Así hoy, no existe gasto reembolsable que pueda ser deducido de la base
imponible, pues los únicos que podían ser deducidos, fueron tácitamente
derogados por el D.L Nº 1.606, ya señalado.
Sin embargo el SII, en una interpretación que no comparto (pues antes los
gastos reembolsables formaban parte de la base imponible de los servi-
cios y las excepciones permitidas de deducción eran expresamente sólo dos.
Luego esas excepciones fueron derogadas tácitamente por el D.L. Nº 1.606,
así hoy no existen gastos reembolsables susceptibles de ser deducidos de la
base imponible), elabora su teoría sobre gastos reembolsables deducibles
de la base imponible, en una serie de oficios tales como el Nº 898 de 1977, el
Nº 2.007 de 1996 y, principalmente, el oficio Nº 1.363 de 2008.
“Para los efectos de este impuesto, la base imponible de las ventas o servicios estará
constituida, salvo disposición en contrario de la presente ley, por el valor de las opera-
ciones respectivas, debiendo adicionarse a dicho valor, si no estuvieren comprendidos
en él, los siguientes rubros:…”.
La ley obliga incluso a incluir elementos que se hayan omitido y –por otra
parte– en ninguna de sus líneas se menciona siquiera la frase: “gasto
reembolsable” o “pago por cuenta de”, como un elemento a deducir de la
base imponible.
Por otro lado, es el mismo artículo 15 el que en su inciso final señala aquello
que “no forma parte de la base imponible”, donde claramente no están los
gastos reembolsables.
Colección
en el proceder de los contribuyentes, deberían ser insuficientes para impe-
Tema
dirle invocar y obtener la exención que en este caso establece la ley, por no
constituir el incumpliendo del contribuyente un requisito esencial del bene-
de
ficio al que aspira, ni generar perjuicio a la administración, pues es la propia
ley la que lo declara exento, es decir, el Fisco con anterioridad renuncia al
impuesto, al declarar que una hipótesis que cumple con los requisitos del
hecho gravado quede liberada de la obligación de pagar impuestos.
Sin duda alguna, “no hay voluntad general sobre un objetivo particular”.28
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TEMA DE COLECCIÓN
Pero un análisis riguroso, sobre todo en orden a cautelar el correcto uso de los
recursos fiscales, debe necesariamente preguntarse:
Llevando esta interrogante a la institución que nos interesa, esto es, el SII,
debemos preguntarnos si el cumplimiento de las metas de reducción de
la evasión tributaria se debe a la fiscalización efectuada por el organismo
fiscalizador o ella se debe a otros factores o elementos, pues no debemos
descartar que dichas metas se cumplan (y así sus sueldos se incrementen)
debido a otros elementos, tales como el aumento en el precio del cobre y
la serie de actividades asociadas a dicho mineral o hasta analizar la debida
efectividad de ciertos planes de fiscalización, como el de los Pagos Provisio-
nales Mensuales, en el aumento de la recaudación fiscal o –dicho eufemís-
ticamente– en la reducción de la evasión tributaria.
Por otro lado, el hecho que dicho estímulo esté consagrado en la ley no lo
legitima, ni mucho menos diluye la alegación de Nulidad por exceso de po-
der al punto de hacerla ineficaz, pues se atenta contra la seguridad jurídica,
y en el caso concreto del SII, se viola no sólo el espíritu de su ley orgánica,
sino que su texto expreso que es la “aplicación y fiscalización de todos los
impuestos internos”.
Colección
Tema
de
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TEMA DE COLECCIÓN
CONCLUSIÓN
OPINIÓN DEL AUTOR
29 Éxodo 30:14-15, Mateo 22:15-22, Lucas 19:1-10, 1 Reyes 12:4, Jueces 9:8-15.
Colección
Tema
Finalmente, se examinó la sentencia del Tercer Tribunal Tributario y Aduanero
de Santiago, en causa RUC 13-9-0002154-7, la cual con la finalidad de insistir en el
de
criterio de entregar la competencia a los tribunales ordinarios (sustrayéndola de la
nueva justicia tributaria), hace una distinción entre nulidades de rango constitucio-
nal y legal.
Sin embargo, señalé mi disconformidad con dicha distinción, pues más allá de
que aquella distinción no se precise en texto legal alguno, lo cierto es que la Nulidad
de Derecho Público efectivamente tiene un origen constitucional, pero no se debe
olvidar que la precisión de los casos que señala el artículo 7º inciso segundo de
nuestra Carta Fundamental, sobre todo el tercero en relación a los vicios de forma
(“en la forma que prescribe la ley”), se desarrollan en normas de menor jerarquía,
como por ejemplo la ley Nº 19.880. De manera que aquella supuesta distinción en-
tre nulidades de rango constitucional y legal es innecesaria e infundada, pues ellas
no son cosas distintas, sino diferentes extremos de una misma realidad (nulidad).
Por otra parte, en relación con otro de los grandes temas aquí examinados
–esto es– la fundamentación del acto, después de analizar los artículos 11 inciso
2º y artículo 41 inciso 4º de la ley Nº 19.880 en relación con los artículos 6º y 7º de
nuestra Constitución, resulta inconcuso que todo acto administrativo debe ser fun-
dado, pues además de emanar de un órgano regularmente investido y dentro de
sus competencias, debe ser emitido en la “forma” prescrita por la ley, constituyendo
la fundamentación un elemento esencial de esa forma que la Constitución ordena.
La fundamentación no es más que la garantía necesaria para que los actos ad-
ministrativos sean fruto de un proceso racional, lógico y congruente, que bastán-
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TEMA DE COLECCIÓN
En línea con lo hasta aquí señalado y teniendo presente, además, las importan-
tes facultades del Servicio de Impuestos Internos, pude constatar que existen casos
en los cuales es perfectamente posible sostener que se abusa de la presunción de
validez de los actos administrativos, contenida en el artículo 3º, inciso final de la ley
Nº 19.880.
De suerte tal, que resulta fundado el temor de que una importante institución
y su delicada labor no esté destinada al servicio de la persona humana30, al encon-
trarse en el origen de sus actos administrativos un vicio de invalidez por desviación
de poder.
Colección
rantizar la seguridad jurídica, sometiendo al Estado de manera total y absoluta al
Tema
ordenamiento jurídico.
de
Estas teorías conducen peligrosamente a la arbitrariedad del Estado, al intentar
justificar el ejercicio del poder al margen del Derecho, asomando peligrosamente a
una denegación de justicia, al hacer ilusorio el ejercicio de esta acción constitucional
de nulidad so pretexto de una suerte de bien superior constituido por la “continui-
dad y eficacia en la marcha y actuación del Estado”.
Dicha frase o principio no puede ser aceptable, pues allana el camino para tor-
nar ineficaces derechos y garantías.
30 “Esta desigualdad se dará también si la condición de los ciudadanos es diferente en lo que atañe a los
impuestos. Pueden darse cuatro casos: que los nobles se tomen el privilegio de no pagarlos; que se valgan
de fraudes para verse exentos de ellos, que se los apropien con el pretexto de retribución o sueldo por los
empleos que ejercen; finalmente, que conviertan al pueblo en tributario y se repartan los impuestos que
recauden”. Montesquieu, Del Espíritu de las Leyes.
31 Robustecer no sólo desde un punto de vista legislativo, sino que además interpretativo. En efecto, hoy
después de muchos años, nadie discute la inconstitucionalidad del antiguo artículo 116 del Código Tri-
butario. El proceso para consolidar la evidencia de su inconstitucionalidad tomó años. Es de esperar que
otros temas no tomen el mismo tiempo, como es, por ejemplo, la errada interpretación que se otorga al
artículo 21 del Código Tributario, en relación con la carga de la prueba en materia tributaria, impecable-
mente desarrollada y explicada por don Rodrigo Ugalde, con citas a otros destacados autores, en su libro
Tribunales Tributarios y Aduaneros, Tercera Edición, pp. 171 y siguientes, en las cuales se intenta derribar
el mito en orden a que la carga de la prueba es sólo del contribuyente y el Servicio de Impuestos Internos
nada debe probar.
Pero sin duda, lo que se debe realmente reflexionar es qué tipo de sociedad se
construye y cómo se concibe la relación de los ciudadanos con los impuestos y la au-
toridad tributaria. Pues resulta preocupante que se erija como principio fundamen-
tal el “patrimonio o interés fiscal”, olvidando o relegando a un segundo plano otros
como la Juridicidad, la Seguridad Jurídica, el Debido Proceso y Libertad, entre otros.
Todo lo anterior no es más que el fiel reflejo de la falta de una teoría general so-
bre la Nulidad de Derecho Público y, por sobre todo, la falta de un completo sistema
de garantías de los ciudadanos frente a la Administración.
Por otro lado, es muy probable que este permanente y sostenido empeño en
robustecer a la autoridad fiscal, entregándole no sólo mayores facultades, sino que
funcionarios y herramientas tecnológicas, no se esté traduciendo en la finalidad que
se intenta perseguir –esto es– aumentar la recaudación de impuestos.
Por otra parte, también es importante señalar que en dicha causa el Servicio
de Impuestos Internos, una vez terminada la segunda instancia y dentro del plazo
32 José Rodriguez Elizondo, Protección Jurisdiccional de los Administrados. Editorial Jurídica de Chile, p. 20.
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