Sentencias0785 2003-R
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Expediente: 2003-06408-13-RAC
Distrito: Santa Cruz
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán
Mediante memorando 031/2002 de 8 de abril, fue contratada como asesora legal de la Jefatura
Distrital del SENASAG- Santa Cruz, dependiente de la Dirección Nacional con sede en Trinidad. El 4
de diciembre del mismo año, hizo conocer al Jefe Nacional de Asuntos Administrativos que según
certificado médico, se encontraba embarazada de 22 semanas, circunstancia por la que solicitó se le
reconozca el subsidio pre-natal, que fue negado por nota UNAA 1318/02 de 9 de diciembre, con el
argumento de que conforme a la Comunicación Interna 217/02 del Jefe Nacional de Asuntos
Jurídicos, su solicitud no era viable por la naturaleza de su contrato a plazo fijo. Es así que reiteró su
petitorio el 12 de diciembre de 2002, exponiendo los derechos en los que se ampara para que se le
reconozcan sus beneficios, tales como la cláusula quinta del contrato, art. 7.I.d) del Estatuto del
Funcionario Público (EFP), Reglamento Interno de Personal aprobado por RA de 5 de diciembre de
2001, cuyo art. 4 señala que además de las clases de funcionarios señalados en el art. 5 EFP, en el
SENASAG se clasifican de acuerdo a la función que desempeñan, encontrándose ella como personal
de apoyo en la cuarta categoría y que además conforme al art. 14 del Reglamento tiene derecho a
acogerse a todos los beneficios de la seguridad social, incluido el horario de lactancia, además de
que su contrato se enmarca a lo establecido en el “DS. 26115 art. 13 inc. c, numeral II b” (sic)
calificándola como personal regular, al realizar tareas propias y permanentes en la institución.
Añade que el SENASAG no ha respetado lo establecido en la Ley 975 de 2 de marzo de 1988, ya que
al haber solicitado en tres oportunidades a la Dirección Nacional se le reconozcan sus derechos,
recibió respuesta negativa en la primera ocasión y ninguna en las dos últimas, motivo por el que
acudió ante el Ministerio del Trabajo solicitando su reincorporación a la institución, la que fue
ordenada por el Director Departamental del Trabajo mediante oficio de 23 de enero de 2003,
habiendo el SENASAG negado competencia al Ministerio para ordenar dicha reincorporación. Ante
esta situación, el 14 de febrero del año en curso solicitó conciliación ante el mismo Ministerio,
donde la Administradora señaló no ser atribución de la Jefatura Regional restituirla a su trabajo, sin
que se llegue a ninguna conciliación.
La recurrente, interpone amparo constitucional contra Luis Eduardo Alí Jiménez, Director Nacional
del SENASAG, solicitando la reincorporación a su fuente de trabajo, se le reconozcan los subsidios de
maternidad y le cancelen los haberes devengados desde enero a la fecha.
Los abogados de la autoridad recurrida señalan: 1) la recurrente fue contratada por SENASAG a plazo
fijo del 8 de abril de 2002 al 31 de diciembre del mismo año, y su retiro fue por la conclusión de la
relación contractual, la que está dentro de las previsiones del art. 6 EFP que establece estar sus
derechos y obligaciones regulados en el contrato; 2) han transcurrido más de dos meses de los actos
conciliatorios que interpuso la recurrente ante la Dirección Departamental del Trabajo, y el amparo
constitucional tiene una particularidad que es la inmediatez que no se ha dado en este caso, además
de no ser sustitutivo de otros recursos, pues debió acudir a la vía ordinaria; 3) si bien es cierto que
toda persona que presta un servicio o desarrolla un trabajo tiene el derecho al goce de beneficios
que la ley le otorga pero también no es menos cierto que estos derechos están condicionados a la
naturaleza de dependencia o relación contractual que los liga a una institución o persona natural.
I.2.3 Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1 Mediante memorando 0031/2002 la recurrente Estela Amparo Sánchez Ortiz fue designada
como Asesora Legal, dependiente de la Jefatura Distrital del SENASAG Santa Cruz desde el 8 de abril
de 2002 (fs. 2). A efecto de formalizar su nombramiento suscribió el respectivo contrato en 8 de abril
del mismo año, en cuya cláusula séptima se estipula su vigencia computable a partir de esa fecha
hasta el 31 de diciembre de 2002 (fs. 3 a 4).
II.4 La recurrente el 22 de enero de 2003 denuncia ante el Director Departamental del Trabajo el
incumplimiento de leyes sociales y pide su reincorporación (fs. 27 a 28), que es ordenada mediante
oficio de 23 del mismo mes y año (fs. 29), en cuya repuesta el Jefe Distrital del SENASAG por oficio
de 036/03 de 30 de enero, aclara que la recurrente no fue destituida, sino que feneció su contrato,
rechazando la competencia de la Dirección del Trabajo para disponer la reincorporación (fs. 34). A
solicitud de la recurrente (fs. 30) el 24 de febrero de 2003 se llevó a cabo una audiencia conciliatoria
ante el Inspector Departamental del Trabajo, donde no se llegó a ningún acuerdo, en vista de que la
Administradora del SENASAG, manifiesta no tener potestad para reincorporar a la recurrente, sino el
Director Nacional de dicha entidad (fs. 32 a 33).
III.2 En el caso de autos, si bien es cierto que existe un contrato de trabajo suscrito con
SENASAG, cuya vigencia se estipuló a un plazo fijo que concluía el 31 de diciembre de 2002, no es
menos evidente que la recurrente antes de esa fecha comunicó a la entidad su estado de embarazo,
por lo que el recurrido ignorando el mandato constitucional como la Ley 975 y en consecuencia los
derechos al trabajo, a la seguridad jurídica y social como también la jurisprudencia establecida por
este Tribunal, no sólo le negó las prestaciones solicitadas sino que suspendió la atención médica que
recibía en la Caja Petrolera que atiende a los asegurados de la entidad, al no haberla consignado
como funcionaria activa, arguyendo haber fenecido el contrato suscrito, teniendo pleno
conocimiento de su estado de gestación incurriendo así en un acto ilegal que merece la concesión de
la tutela solicitada a fin de restituir los derechos fundamentales vulnerados.
III.3 Si bien el amparo constitucional tiene naturaleza subsidiaria, por ello antes de plantearlo se
deben agotar las vías ordinarias de defensa; no es menos cierto que agotar esos medios ordinarios
implican para la gestante un perjuicio que podría ser irreparable proveniente de una acción ilegal e
indebida de la autoridad recurrida. En tal situación, es viable este amparo como mecanismo rápido y
eficaz para proteger prioritariamente los derechos de la recurrente que se encuentra en estado de
gravidez y del ser en gestación. Así lo ha establecido la jurisprudencia constitucional, como en la SC
068/2003-R que señala: “... la Constitución Política del Estado mediante el art. 193 establece: El
Matrimonio, la familia y la maternidad están bajo la protección del Estado, precepto constitucional
que guarda estrecha coherencia con el art. 1ro. de la Ley No. 975 de 2 de marzo de 1988, que señala:
Toda mujer en periodo de gestación hasta un año del nacimiento del hijo, gozará de inamovilidad en
su puesto de trabajo en instituciones públicas y privadas. (S.C. 505/00-R)”.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19.IV y
120.7ª CPE y arts. 7.8ª y 102.V LTC, en revisión resuelve:
No interviene el Magistrado Dr. José Antonio Rivera Santivañez por estar de viaje en misión oficial.