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Hábito 2

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“La verdadera fortaleza”

Hábitos sorprendentemente sencillos de una mujer espiritualmente fuerte

HÁBITO 2. DOMINA TU MENTE

¿Han escuchado mencionar el síndrome de Estocolmo?


Lean el caso del asalto en Kreditbanken.

EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO EN ÉFESO


En 2 Timoteo 3:6 vemos que los falsos maestros se habían ganado la confianza de las
mujercillas de Éfeso. En algunas traducciones usan el término cautivar, porque esta
palabra incluye un elemento de dominio psicológico. No solo capturaban su confianza,
sino también las cautivaban. Cautivar quiere decir atraer y mantener la atención o el
interés.
Una persona que es cautivada resulta embelesada, maravillada, deslumbrada, seducida.
Las mujeres débiles de la iglesia de Timoteo fueron seducidas por ideas que no se
alineaban con la verdad. Los intrusos habían invadido sus mentes.
En 2 Timoteo 2:26 (RVR60 y NTV) Pablo utiliza el mismo concepto de “cautivar”, donde
argumenta que las personas deben escapar de la trampa del diablo que los tiene
“cautivos”. La imagen aquí no es de un prisionero que se resiste al cautiverio, sino de un
rehén con síndrome de Estocolmo, el cual acepta su cautividad, se vuelve solidario con los
planes del captor y coopera para que se logre su objetivo.
¿Cómo consigue que cooperemos? Atacando nuestra mente.
Logra que pensemos de manera equivocada. Poco a poco se va metiendo en nuestros
pensamientos y nos cautiva para que hagamos su voluntad.

¿EN QUÉ ESTABA PENSANDO?


Aunque Satanás nos atrape mentalmente, la Palabra de Dios dice que es posible ser libres:
“De modo que se despierten y escapen de la trampa del diablo” (2 Tim. 2:26).
De acuerdo con este versículo, lo que debemos hacer para escapar es despertarnos y
comenzar a pensar de la manera correcta, como Dios piensa.
La palabra griega traducida como “despierten” es ananepho, significa regresar al estado
mental adecuado, volver a pensar correctamente o ya no tener pensamientos incorrectos.
Ananepho, implica un cambio en nuestra mente, pasar de pensamientos pecaminosos,
absurdos, destructivos, irracionales y malos a pensamientos justos, puros, sensatos,
sabios, saludables y correctos (Filipenses 4:8).
Alguna vez hiciste algo malo y luego te preguntaste: ¿por qué hice eso? ¿en qué estaba
pensando? ¿perdí la cabeza?
Es muy probable que no hayas estado pensando correctamente y que no te encontrabas
en un estado mental adecuado. Porque el pecado nos vuelve torpes. Nos hace tener
pensamientos tontos y realizar cosas necias.
Cada pecado que cometemos, lo cometemos dos veces: una vez en nuestros
pensamientos y otra vez cuando actuamos conforme a esos pensamientos.
“La verdadera fortaleza”
Hábitos sorprendentemente sencillos de una mujer espiritualmente fuerte

EL CAMPO DE BATALLA DESDE EL INICIO


La mente ha sido un campo de batalla desde el inicio de los tiempos. Eva fue cautivada por
las mentiras de la serpiente, fue engañada. Eva amaba a Dios. Pero Satanás usó una
estrategia sutil y le presentó un nuevo modo de pensar (Génesis 3:1-6 NTV).
Le sugirió que debía enfocarse en sus propios intereses y le insinuó que no sufriría ninguna
consecuencia negativa al hacerlo, al contrario, tendría beneficios increíbles (v.4-5).
Los pensamientos de Eva fueron infectados. Comenzó a dudar de las intenciones de Dios,
comenzó a dudar de la bondad de Dios, pensaba en su derecho a elegir, comenzó a
sentirse menospreciada, resentida y con autoridad, entonces actuó: comió del fruto
prohibido.
Satanás sabía que, derribando la primera pieza del dominó, los pensamientos de Eva, las
piezas de sus sentimientos y acciones también caerían.
La táctica clave del diablo es derrotar nuestros pensamientos, busca de manera
persistente confundir las mentes de nosotras que confiamos en Jesús, a fin de evitar que
pensemos de la manera en que Dios desea que pensemos (2 Corintios 4:4 TLA).
Todas nosotras somos vulnerables a que el intruso se entrometa en nuestras mentes (2
Corintios 11:3 TLA). Pero una mujer fuerte en Dios gana la batalla de su mente.

TUS PENSAMIENTOS CONSITUYEN TU CAMINAR


¿Cuántos pensamientos dirías que pasan por tu mente cada día? ¿tal vez 1,000? ¿5,000?
Una persona promedio tiene cerca de 48 pensamientos por minuto. Esto suma un total
sorprendente de 70,000 pensamientos por día. Algunos de estos pensamientos son
conscientes e intencionales, pero muchos otros llegan sin invitación.
Los investigadores revelan que cerca del 80 por ciento ¡son negativos!
Los pensamientos negativos se incluyen dentro de una de las siguientes categorías:
 Remordimiento, culpa y vergüenza
 Falta de amor, aprobación o autoestima
 Inferioridad, inseguridad y falta de capacidad
 Falta de control o deseo de control
 Ansiedad, preocupación y temor
Un pensamiento negativo repetitivo va trazando un camino en nuestras mentes. Se vuelve
parte de nuestro sistema de creencias, parte de cómo vemos el mundo e interactuamos
con él. Parte de quienes somos.

¿QUÉ PENSARÍA JESÚS?


La Biblia nos enseña que sin Jesús estamos condenadas a patrones de pensamientos
nocivos. El apóstol Pablo dice que las personas que no conocen a Dios se encuentran en
“ignorancia y tienen oscurecido el entendimiento” (Efesios 4:17-18 NTV).
No es suficiente tener pensamientos positivos y de autoafirmación.
Necesitamos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16 NTV).
En la década de los noventa, se puso en marcha un movimiento popular entre jóvenes
cristianos, los cuales usaban brazaletes con las iniciales WWJD (QHJ en español: ¿qué
haría Jesús?) como un recordatorio para hacerse esa pregunta constantemente.
“La verdadera fortaleza”
Hábitos sorprendentemente sencillos de una mujer espiritualmente fuerte
Todas nuestras acciones se originan en nuestros pensamientos. Para actuar
correctamente debemos tener los pensamientos correctos. Por lo tanto, podemos
modificar un poco la pregunta a “¿Qué pensaría Jesús?” (QPJ), para recordarnos a
nosotras mismas lo importante de alinear nuestros pensamientos con los de Cristo.
Según la Biblia, existen solo dos direcciones en las que nuestros pensamientos pueden
dirigirse: pueden ser pensamientos carnales o espirituales.
-La mente carnal: es humana, sigue a ciegas el curso del mundo. No está interesada en lo
que Jesús piensa, no se someterá a la verdad de Dios (Romanos 8:7 NBLA).
La mentalidad carnal me hace enfocarme en mí misma y deja a Dios fuera de escena.
-La mente espiritual: se centra en los deseos de Dios (Romanos 8:5 NBLA). Se enfocan en
Jesús, en su mérito, su valor, su capacidad. Se le conoce como la mente de Cristo.
Vamos a ver cómo estos dos tipos de mentalidades manejan los pensamientos negativos:

Pensamientos relacionados con el remordimiento, la culpa y la vergüenza:


 La mente popular (carnal) reconoce que todos tenemos defectos y por eso debo
perdonarme a mí misma.
 La mente de Cristo me recuerda que, si me arrepiento y acepto la gracia de Dios,
mis pecados serán borrados. Que puedo confiar en que ninguna condenación hay
para mí (Romanos 8:1 NBLA).

Pensamientos relacionados con la falta de amor, aprobación o autoestima:


 La mente popular dice que debo amarme más y cultivar una mayor autoestima.
 La mente de Cristo me recuerda que Dios me escogió, que soy una hija amada del
Creador del universo y que me ha bendecido con toda bendición espiritual.
(Efesios 1:3-4 NTV).

Pensamientos relacionados con la inferioridad, inseguridad y falta de capacidad:


 La mentalidad popular dice que con valor y determinación puedo lograr todo lo
que me proponga.
 La mentalidad como la de Cristo dice que puedo acceder a la grandeza del poder
de Dios y que en Él tenemos la fuerza que necesitamos (Filipenses 4:13 RVR60 y
NTV)

Pensamientos relacionados con la falta de control o el deseo de control:


 La mentalidad del mundo me dice que solo puedo controlar lo que puedo
controlar.
 La mentalidad de Cristo me dice que puedo confiar en que Dios tiene el absoluto
control (Salmos 135:6 NBLA) y que todas las cosas me ayudarán para bien porque
he sido llamada para sus propósitos (Romanos 8:28 NBLA).

Pensamientos relacionados con la ansiedad, la preocupación y el temor:


 La mentalidad popular me dice que respire profundo, enfrente mis temores, me
relaje y me convenza a mí misma.
“La verdadera fortaleza”
Hábitos sorprendentemente sencillos de una mujer espiritualmente fuerte
 La mente de Cristo dice que no nos inquietemos por nada, que toda preocupación
la presentemos a Dios y demos gracias (Filipenses 4:6-7 NTV). Que puedo vencer el
temor porque Cristo ya venció al mundo (1 Juan 5:4-5 NTV).

¿Puedes ver la diferencia entre los dos tipos de mentalidades?


La mentalidad popular es androcéntrica: se basa en mi propia sabiduría y fuerza humana.
La mentalidad espiritual es cristocéntrica: se apoya en la sabiduría y fuerza divinas de
Cristo.

CLAVES PARA DOMINAR TU MENTE


¿Cómo podemos dominar nuestra mente y alinear nuestros pensamientos con los de Dios
y no con los de este mundo? ¿Cómo podemos liberarnos de nuestra antigua manera de
pensar?, aquí algunas sugerencias:

1. EN ORACIÓN. Pídele a Dios que renueve tu mente.


Pedirle al Señor que te ayude a pensar correctamente es la clave principal y más
importante para dominar tu mente (Romanos 12:2 NTV).

2. EXAMINA TUS PENSAMIENTOS. Crea el hábito de examinar tu mente.


David tenía este hábito (Salmos 26:2 NBLA), pues para llegar a la raíz de un problema
no debemos partir desde la acción, sino desde el pensamiento que condujo a esa
acción.
Conforme avanza el día, establece el hábito de analizar: ¿en qué estoy pensando? ¿qué
hay en mi mente? ¿qué pensaría Jesús? ¿estoy pensando como Él?

3. ACCIONA. Vence la ignorancia


1 Pedro 1:13-14 NTV. Estos versículos indican que, aunque ya conozcamos a Jesús
podemos caminar en ignorancia. Debemos preparar nuestra mente para que
actuemos conforme al evangelio. Una mujer fuerte en Dios busca vencer la ignorancia,
leyendo y estudiando las Escrituras con regularidad, a fin de entrenar su mente para
pensar como Jesús piensa.
Si no nos esforzamos por volvernos íntimamente familiar con la verdad de Dios, nos
mantendremos ignorantes, débiles y vulnerables al engaño.

4. PROTEJE TU MENTE.
No solo es llenarla de la verdad, sino también protegerla de las mentiras, desechando
la antigua naturaleza corrompida por el engaño (Efesios 4:22-24 NTV).
Si nuestra mente está expuesta a basura y mentiras, será difícil discernir cuál es la
verdad. Nuestra mente está siempre moviéndose en una de estas dos direcciones:
Siendo transformada para pensar como Jesús o conformada para pensar como el
mundo. Conformarse al mundo no requiere esfuerzo, sucede naturalmente; pero si
quieres que sea transformada tendrás que poner esfuerzo e intencionalidad.
Las mujeres espiritualmente fuertes guardan su mente, preservan su inocencia y crean
el hábito de protegerse a sí mismas de la exposición del pecado.
“La verdadera fortaleza”
Hábitos sorprendentemente sencillos de una mujer espiritualmente fuerte

5. LLEVA CAUTIVO TODO PENSAMIENTO A CRISTO.


Una mujer débil es llevada cautiva por las mentiras, pero una mujer fuerte lleva las
mentiras cautivas al sometimiento de la verdad (2 Corintios 10:5 RVR60).
Llevar cautivos los pensamientos significa tener el control sobre lo que piensas.
Si no luchamos para llevar cautivas las mentiras, corremos el riesgo de ser
cautivadas por las mismas.
Podemos pasivamente dejar que nos tomen de rehenes o podemos activamente
luchar para que los rehenes sean las mentiras.

La batalla de tu mente probablemente sea la batalla más desafiante de tu vida.


Puede que en un solo día tengas que llevar cautivos a cientos de pensamientos
rebeldes a Cristo. Lo que hace que esta batalla sea tan desafiante es que nunca
termina.
Pero, de la misma manera en que muchas huellas crean un nuevo sendero en un
campo, estos pequeños pasos (hábitos) llevados a cabo constantemente
producirán un cambio radical en tu vida, crearán un nuevo sendero para los
pensamientos verdaderos. Además, el poder de Dios te da todo lo que necesitas
para no desviarte.

2 Corintios 10:3-5

“Somos humanos, pero no luchamos como lo hacen los humanos. 

Usamos las armas poderosas de Dios,


no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento
humano y para destruir argumentos falsos.

Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide


que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y
enseñamos a las personas a obedecer a Cristo”

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