UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE

MÉXICO
FACULTAD DE CONTADURIA Y ADMINISTRACIÓN

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

SEMESTRE 1

PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN

“OBLIGATORIEDAD DE LAS VACUNAS”

DOCENTE: DRA. MÓNICA VELOZ LEIJA

ALUMNOS:
Arrieta Juárez Lesly Areli
De la Cruz Barranco Ingre Paloma
Flores Pichardo Samantha Sarahi
Meza Labastida Andrea Michelle
Romero Mendoza Enrique

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ANTECEDENTES DEL PROBLEMA

En el País de China, en diciembre del 2019, un coronavirus causa un síndrome

respiratorio agudo severo, como agente causal (SARS-CoV-2). La pandemia de
COVID-19 declarada el 11 de marzo de 2020, por la Organización Mundial de la
Salud, ha causado un impacto importante en los sistemas sanitarios, la salud y la
población. En México, los primeros casos importados se describieron el 28 de
febrero de 2020, y al 24 de marzo se detectó transmisión local. Al 1° de febrero se
reportaron 1 millón 869 mil contagios y 159 100 muertes. La afectación en la
población que ha presentado la infección por el coronavirus ha sido devastadora.
Debe de existir un camino para salir de esta catástrofe, y ese camino parece ser
las vacunas.

Las vacunas son medicamentos biológicos que, aplicados a individuos sanos,

provocan la generación de anticuerpos que actúan para proteger al organismo en
caso de entrar en contacto con agentes infecciosos. A lo largo de la historia, su
administración ha conseguido controlar enfermedades como la viruela, sarampión,
poliomielitis, tétanos y hepatitis B, que antes resultaban epidémicas.

Para tener una protección adecuada frente a la enfermedad, las vacunas contra el

covid-19 deben administrarse a la mayoría de las personas de todo el mundo. Solo
mediante la vacunación generalizada alcanzaremos la inmunidad colectiva, en la
que suficientes personas sean inmunes para evitar que la enfermedad se
propague libremente.
Para lograr esto, algunos expertos sugieren que las vacunas deberían ser
obligatorias

El Dr. Michel Martínez, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y líder del

Programa COVID-19 de TecSalud, señala que la vacunación es una de las
medidas sanitarias que mayor beneficio han producido en la humanidad.

“Si ha habido una herramienta para el ser humano que ha prolongado la

expectativa de vida ha sido la inmunización (con vacunas). La solución más rápida

2
para tratar un virus es la vacuna, porque si nos vamos con medicamento, esto
puede tardar más de 30 años”

 La vacunación obligatoria garantiza que los riesgos y las cargas de alcanzar la
inmunidad colectiva se distribuyan de manera uniforme entre la población. Debido
a que la inmunidad colectiva beneficia a la sociedad de manera colectiva, es justo
que la responsabilidad de alcanzarla se comparta equitativamente entre los
miembros individuales de la sociedad. Por supuesto, podríamos lograr la
inmunidad colectiva a través de alternativas menos restrictivas que hacer
obligatoria la vacunación, como campañas de información para alentar a las
personas a vacunarse. Pero incluso si alcanzamos la inmunidad colectiva, cuanto
mayor sea la absorción de vacunas, menor será el riesgo de caer por debajo del
umbral de inmunidad colectiva en un momento posterior.

Rechazar la vacunación no solo pone en riesgo la vida del que lo hace (que puede
ser una persona joven y, por tanto, proclive a pensar que puede afrontar sin
dificultades el posible contagio), sino que es también poner en riesgo la vida de los
demás, sobre todo de personas vulnerables, que pueden ser personas queridas
de su entorno. Es cierto que las vacunas que tenemos no evitan el contagio, pero
hay datos fiables que muestran que los vacunados tienen menos capacidad de
transmisión del virus.

El debate sobre la obligatoriedad de las vacunas no es nuevo. Se ha planteado ya

en ocasiones anteriores, y es complejo. El Consejo de Bioética de Nuffield, uno de
los más prestigiosos y atendidos del mundo, ha declarado que la vacunación
obligatoria podría estar justificada en el caso de enfermedades graves y altamente
contagiosas, como es el caso del COVID-19. Los beneficios de la vacunación
superan largamente los riesgos, y sin vacunas habría muchos más casos de
enfermedad y muerte.

Si algo nos ha enseñado la pandemia durante los casi dos años, en el

que cinco millones de personas han fallecido en todo el mundo, es que derrotarla
no será posible solo con esfuerzos individuales. La ciencia ha hecho su parte y es
el turno de los ciudadanos de cumplir con la suya. La vacunación es una

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obligación moral hacia los demás que debería lograrse con la persuasión, la
información y la evidencia. Cuando todo falla, los gobiernos tienen derecho a
imponerla para salvaguardar la salud del conjunto de la sociedad.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Debería ser la vacuna contra el COVID-19 obligatoria?

El debate sobre las vacunas y su exigencia como requisito para acceder a

determinados servicios o actividades, como guarderías o colegios, no es nuevo ni
exclusivo de México, pero ahora el coronavirus pone a toda la sociedad ante el
dilema de vacunarse o no. Y surgen muchas dudas: ¿Tenemos derecho a rechazar
la vacuna? ¿Pueden obligarnos a vacunarnos? Y si el gobierno no obliga, ¿puede
exigir una empresa que se vacunen sus empleados? 

Ante la inminente llegada de la vacuna contra el coronavirus, distintos países

discuten su obligatoriedad. “En América Latina urge un debate transparente para
motivar a las personas a vacunarse”

4
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, remarcó que
la vacunación no será “obligatoria” para los mexicanos pues la medida no
corresponde con la “filosofía” de su gobierno.

“Ya conocen ustedes cuál es la filosofía de nuestro gobierno, todo por la razón y
el derecho, hay que convencer, persuadir, no imponer nada...lo que tenemos que
hacer es seguir haciendo conciencia de la importancia de vacunarnos... hay que
procurar que la gente no se enferme, no haya contagios y que no pierda la vida,
que es lo más lamentable, no vamos nunca a volver obligatoria la vacunación”,
dijo el presidente.

López Obrador añadió que las medidas tomadas por dependencias estatales

respecto a la vacunación no pueden ser obligatorias pues todo depende de la
concientización de la gente a través del gobierno.

El subsecretario de Salud de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López

Gatell, ya se había pronunciado al respecto en octubre cuando dijo que si una
empresa exigía el certificado de vacunación COVID, estaría incurriendo en
una acción ilegal.

A lo largo de los dos últimos años, el gobierno federal ha debilitado las cadenas de
suministro de vacunas convencionales que, en general, son de manejo mucho
más sencillo que el que requerirán las vacunas contra el COVID-19. Destacan en
particular la insuficiencia de vacunas contra el sarampión, la tuberculosis y el
papiloma humano, y la escasez reciente de vacunas contra la influenza, que
siguen faltando en plena temporada invernal. Esto a pesar de que especialistas
alertaron hace meses sobre el peligro de que se traslaparan las epidemias de
COVID-19 e influenza estacional.

La vacuna contra el COVID-19 debería ser obligatoria, al menos para ciertos

grupos. Esto significa que habría sanciones por no vacunarse, como multas o
limitaciones a la libertad de movimiento.

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Cuanto menos pesado sea para un individuo hacer algo que prevenga el daño a
otros, y cuanto mayor sea el daño prevenido, más fuerte será la razón ética para
imponerlo.

Estar vacunado reduce drásticamente el riesgo de dañar gravemente o matar a

otras personas.

La contraparte y la contradicción
Una posición distinta es la del gobierno de Chile, donde el ministro de Salud,
Enrique Paris, señaló que la vacuna tiene que ser obligatoria, al menos, para los
"grupos de riesgo como los adultos mayores, el personal sanitario o enfermos
crónicos”. Por su parte, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha dicho que, si
bien su gobierno distribuirá las vacunas aprobadas de forma gratuita y estas no
serán obligatorias, él no se vacunará: "Es mi derecho”, dijo.
En medio de este debate, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la
oficina regional de la OMS, también se mostró a favor de la obligatoriedad,
argumentando que otras vacunas como la del sarampión ya son obligatorias en la
región y que "para que toda la población quede protegida” se debe "alcanzar una
alta cobertura”. Sin embargo, expertos de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) se manifestaron esta semana en contra de que los gobiernos obliguen a
sus ciudadanos a vacunarse contra el coronavirus. Para ellos es preferible
persuadir, pues la obligatoriedad podría causar el rechazo.
La diferencia entre las vacunas contra el sarampión y el COVID-19, asegura el Dr.
Drexler, es que se tiene la certeza de que las vacunas contra el sarampión son
bastante eficaces y seguras, porque se usan desde hace 30 años. Una diferencia
muy importante frente a las del COVID-19, que recién están siendo aprobadas:
"Por ello, no es posible todavía juzgar su seguridad y eficacia a largo plazo. Puedo
entender los motivos para querer que sea obligatoria, pero creo que hay que tener
mucho cuidado. Justamente para no generar rechazo en la gente, que está siendo
atraída por los teóricos de la conspiración”.
En ese sentido, agrega el virólogo alemán, los gobiernos latinoamericanos deben
trabajar en ofrecer un mejor servicio de salud pública para ganarse la confianza de

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la población cuando se informe sobre la vacuna. "En la región urge un debate
transparente para motivar a las personas a vacunarse, porque es necesario que
tengamos una cobertura de vacuna de al menos un 60 por ciento para lograr una
inmunidad colectiva y terminar con esta pandemia”, precisa el Dr. Drexler.

Las vacunas inducen una respuesta inmunitaria similar a la producida por una
infección natural, pero, a diferencia de esta, no conlleva riesgos graves de
defunción o discapacidad. Estar vacunado es siempre la mejor opción, incluso si
cree que existe bajo riesgo de infección. Además, la vacunación obligatoria
garantiza que los riesgos y las cargas de alcanzar la inmunidad colectiva se
distribuyan de manera uniforme entre la población.

Debido a que la inmunidad colectiva beneficia a la sociedad de manera colectiva,

es justo que la responsabilidad de alcanzarla se comparta equitativamente entre
los miembros individuales de la sociedad. Por supuesto, podríamos lograr la
inmunidad colectiva a través de alternativas menos restrictivas que hacer
obligatoria la vacunación, como campañas de información para alentar a las
personas a vacunarse.

En México, existe la Ley General de Salud del 07-01-2021, publicada en el Diario

Oficial de la Federación:
Artículo 408.- Las autoridades sanitarias competentes ordenarán la vacunación
de personas como medida de seguridad, en los siguientes casos:
Párrafo reformado DOF 19-06-2017
I. Cuando no hayan sido vacunadas, en cumplimiento a lo establecido en el
artículo 144 de esta Ley;
II. En caso de epidemia grave;
III. Si existiere peligro de invasión de dichos padecimientos en el territorio
nacional; Fracción reformada DOF 19-06-2017
IV. Cuando así se requiera de acuerdo con las disposiciones internacionales
aplicables; Fracción reformada DOF 19-06-2017

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V. Ante el riesgo de emergencia o aparición de nuevas enfermedades trasmisibles
o agentes infecciosos en territorio nacional, o de alguna que se considere
controlada, eliminada o erradicada, y Fracción adicionada DOF 19-06-2017
VI. Ante un desastre natural que por sus características incremente el riesgo de
aparición de enfermedades prevenibles por vacunación. Fracción adicionada DOF
19-06-2017 Las acciones de inmunización extraordinaria, serán obligatorias para
todos los individuos en el territorio nacional. Párrafo adicionado DOF 19-06-2017

Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud., Artículo 4º constitucional.

La vacunación debe ser obligatoria. Las leyes son para cumplirse de acuerdo con
la Constitución Política de la Estados Unidos Mexicanos.

JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO

Las vacunas, de una manera sencilla de explicar, son medicamentos biológicos

que, aplicados a personas sanas provocan la formación de defensas llamados
anticuerpos que actúan protegiéndonos ante futuros contactos con agentes
infecciosos como lo es el SARS-CoV-2. Son una de las medidas sanitarias que
mayor beneficio ha producido a la humanidad, numerosas enfermedades han sido
combatidas gracias a ellas.

El tema de las vacunas siempre ha tenido gran relevancia en nuestra sociedad,

agregando que es debatible pues siempre han existido grupos de choque, los que
están a favor de ellas y deciden vacunarse y los que no, independientemente de
las razones personales de cada uno. Es importante conocer el tema, y de la

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misma manera mantenernos actualizados con la información que surge de fuentes
confiables.

La pandemia de COVID-19 sin duda es y hasta la fecha sigue siendo devastadora

para el mundo, la enfermedad avanzó de manera rápida, dejando miles de
muertos, lo que se busca es erradicarla, y una de las soluciones más factibles son
las vacunas.

Si bien es cierto que las vacunas para esta crisis sanitaria fueron generadas de
manera acelerada para poder sobrellevar la situación en el mundo, no significa
que estás estén mal hechas, pues a diferencia de otras vacunas que llevaron
procesos largos durante años, nos encontramos en una época donde la tecnología
ha avanzado muchísimo, además que las farmacéuticas que se encargaron de
desarrollarlas, dejaron de lado proyectos con inversiones de millones de pesos
para enfocase totalmente en ellas. También es necesario destacar las decenas de
miles de voluntarios y los gobiernos que se unieron y cooperaron financieramente.
Todas las vacunas fueron aprobadas por la OMS.

Otras vacunas contra la COVID-19 se han preparado aplicando nuevos métodos;

son las que se conocen como vacunas de ARN mensajero o ARNm. Estas
vacunas de ARNm, en lugar de introducir antígenos (una sustancia que hace que
el sistema inmunitario produzca anticuerpos), introducen en nuestro cuerpo el
código genético necesario para que el sistema inmunitario produzca el antígeno
por sí mismo. La tecnología de las vacunas de ARNm se ha estudiado durante
varias décadas. No contienen ningún virus vivo y no interfieren con el ADN
humano.

En México aún no existe la posibilidad de elegir la vacuna que quieres, pese a

eso, tenemos de muchas maneras acceso a información en donde podemos
informarnos de los componentes, la eficacia, la durabilidad, así como posibles
efectos que la vacuna que nos toca nos puede generar.

Se debe tener en cuenta que los posibles riegos que tengan las vacunas siempre
serán inferiores a los beneficios que nos traen y nunca será mejor padecer la

9
enfermedad que recibir la vacuna, además, su nivel de seguridad es muy alta ya
que se les exige a las farmacéuticas estándares de seguridad aún más altos, pues
pasan por pruebas rigurosas en los ensayos clínicos para demostrar que cumplen
criterios internacionales de referencia sobre seguridad y eficacia.

Las vacunas no son obligatorias, pero debemos destacar que la falta de

información atrasa mucho el control de esta enfermedad. Pese a eso el catalogar
de ignorantes a las personas que no quieren vacunarse es simplista y no ayuda a
que cambien de posición pues la gran mayoría de quienes dudan de las vacunas
no tienen una agenda política y no están comprometidas con una causa
anticientífica: simplemente están indecisas. Lo mejor en estos casos es ayudar a
que las personas brindándoles información y apoyo, de esta manera muchas de
las personas que se negaban a vacunarse están cambiando de opinión.

Sin embargo, el retraso que se genera por estos tipos de choques (sumándole la
falta de vacunas en países subdesarrollados) se consideran una gran amenaza a
la salud ya que los virus se propagan rápidamente.

OBJETIVOS

La finalidad de este texto es brindar información necesaria para la toma de

decisiones con respecto a la vacunación y erradicar la desconfianza que diversos
factores le generan. De esta manera contribuir como sociedad para que no sigan
surgiendo nuevas variantes y nuevos brotes, por ende, la disminución de
hospitalización y muertes, así como la inmunidad de rebaño.

Si nos descuidamos y evitamos las vacunas ya existentes, estas no harán efecto

contra las nuevas variantes lo que nos devolverá al inicio y se convertirá en un
círculo vicioso. No aceptar la vacuna no te hace ignorante, pero te hace
irresponsable.

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HIPÓTESIS

Sin duda para la población lo mejor es vacunarse, la pregunta que miles de

personas se han hecho es si es eficiente ponerse la vacuna contra el virus COVID-
19 y aunque las vacunas contra este virus se están produciendo con la mayor
rapidez posible, pasan por pruebas rigurosas en los ensayos clínicos para
demostrar que cumplen los criterios internacionales de referencia sobre seguridad
y eficacia. Las vacunas sólo pueden recibir la validación de la OMS y de los
organismos normativos del país si satisfacen estos estándares.

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En medio de la pandemia actual, las vacunas son vitales no solo para salvar vidas,
sino también para prevenir los efectos a largo plazo del COVID-19.

Las vacunas aprobadas actualmente contra el COVID-19 son todas de dos dosis.
Después de la primera dosis, existe una buena respuesta inmune que se activa
aproximadamente dos semanas después de ser aplicada.

Sin embargo, es realmente la segunda dosis la que luego aumenta esa respuesta
inmune y la inmunidad ya adquirida se vuelve aún más fuerte después de su
aplicación dentro de un período de tiempo más corto.

“Todavía no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad de las vacunas que

tenemos a mano en este momento. Estamos siguiendo a las personas que han
recibido vacunas para averiguar si su respuesta inmunitaria es duradera y para
saber el tiempo durante el cual están protegidas contra la enfermedad. Así que
realmente tendremos que esperar a que pase el tiempo para ver cuánto dura la
efectividad de estas vacunas”, explica la doctora Katherine O’Brien, experta en
vacunas de la OMS.

Los ensayos clínicos demostraron que las vacunas protegen a las personas contra
el desarrollo de la enfermedad de COVID-19, que puede ser leve, moderada o
grave.

Según la OMS, se espera que las vacunas aprobadas hasta el momento brinden
al menos cierta protección contra las nuevas variantes.

Expertos de todo el mundo están estudiando a fondo cómo afectan las nuevas
variantes al comportamiento del virus y, sobre todo, cómo pueden afectar a la
eficacia de las vacunas contra la COVID-19.

Si se comprobara que cualquiera de las vacunas es menos eficaz contra una o

más de estas variantes, sería posible cambiar la composición de la vacuna a fin de
que brinde protección frente a esa variante. En el futuro puede ser necesario
modificar el régimen de vacunación introduciendo vacunas de refuerzo y otras
variaciones.
12
Lo importante es vacunarse y seguir con las medidas de sana distancia para
reducir la propagación del virus, como con el distanciamiento físico, el uso de
cubrebocas, la buena ventilación, el lavado de manos frecuente y acudir al médico
lo antes posible si se presentan síntomas.
La vacunación es un acto voluntario, no obligatorio, pero sin duda es lo mejor que
cada uno podría hacer para que los contagios y muertes por este virus disminuyan
en vez de aumentar.
En nuestro contexto la vacunación está muy aceptada. Se debe garantizar su
acceso y una adecuada promoción, pero no se puede obligar.
Las personas deben tener a su disponibilidad toda la información sobre las
vacunas para protegerse del COVID-19 y tener la libertad de tomar una decisión
sobre inmunizarse o no.

MARCO TEÓRICO

1.1 Vacunas
1.1.1 Origen
1.1.2 Función
1.1.3 Inmunidad colectiva

1.2 Virus
1.2.1 Origen y expansión

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1.3 Obligatoriedad
1.3.1 ¿Debería ser obligatorio?
1.3.2 Contexto internacional

1.1 Las vacunas son aquellas preparaciones (producidas con toxoides, bacterias,
virus atenuados, muertos o realizadas por ingeniería genética y otras tecnologías)
que se administran a las personas para generar inmunidad activa y duradera
contra una enfermedad estimulando la producción de defensas. También existe
otro tipo de protección generada a partir de gammaglobulinas, que producen
inmunidad inmediata y transitoria a través de la aplicación directa de anticuerpos.

1.1.1 Los principios de las vacunas tal y como las conocemos se atribuye al doctor
inglés Edward Jenner a fines del siglo XVIII. Para aquel entonces, la viruela, una
patología infecciosa causada por el virus Viruela virus, llevaba perjudicando a la
raza humana a partir del año 10 000 a.C. (ni más ni menos que 11 800 años) y
suponía bastante más de 400 000 muertes anuales sólo en el continente
Europeo Edward Jenner trabajaba en un ámbito rural y había comprobado que,
por cualquier fundamento, los individuos que trabajaban cuidando el ganado
parecían ser inmunes a la viruela. El doctor identificó a las pastoras que
ordeñaban a las vacas y notó que, al ordeñar vacas que sufrían un tipo de viruela
típico de dichos animales, las adolescentes únicamente desarrollaban unas
ampollas semejantes a las de la viruela humana, aunque atenuada y solamente en
las manos. Al doctor esto le terminó bastante interesante y, velozmente, pensó en
inocular la viruela bovina en humanos, para ver si esto los hacía resistentes.

Durante el siglo XVIII las leyes éticas de la experimentación en humanos aún no

estaban bastante claras, de esta forma que a Jenner no le costó bastante lograr
voluntarios. El doctor inglés inoculó la viruela bovina en el hijo de su jardinero, el
diminuto James Phipps y esperó algunas semanas. Todo ocurrió según lo previsto
y el diminuto no desarrolló viruela. Entonces, Jenner inoculó el extracto de un

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paciente con viruela en James y no se infectó, ni él ni lo demás de individuos a las
que Jenner inoculó más adelante el virus de la viruela bovina.

El triunfo de Jenner ha sido un bombazo en dicha etapa, debido a que suponía

una forma bastante fácil de evadir el enorme conjunto de muertos por viruela
internacionalmente. No obstante, a pesar de que su procedimiento funcionaba,
Jenner no poseía ni iniciativa de qué era exactamente lo cual salvaguardaba a los
inoculados con viruela bovina de la viruela humana. Por cierto, en aquel entonces
no se conocía los principios de la patología, debido a que ni siquiera se sabía qué
era un virus.

1.1.2 Las vacunas contienen partes atenuadas o inactivadas de un organismo

específico (antígeno) que provoca una respuesta inmunitaria en el cuerpo. Las
vacunas más recientes contienen las ‘instrucciones’ para producir antígenos, en
lugar del antígeno en sí mismo. Independientemente de que la vacuna contenga el
antígeno o las instrucciones para que el cuerpo lo produzca, esa versión atenuada
no provocará la enfermedad en la persona vacunada, pero inducirá al sistema
inmunitario a responder como lo hubiese hecho en su primera reacción ante el
patógeno real.

1.1.3 Cuando una persona está vacunada contra una enfermedad, es muy
probable que esté protegida contra esa enfermedad. Ahora bien, no todas las
personas se pueden vacunar. Algunas, con enfermedades preexistentes que
debilitan sus sistemas inmunitarios (por ejemplo, cáncer o VIH) o las que tienen
alergias graves a algunos componentes de las vacunas, tal vez no puedan recibir
determinadas vacunas. Esas personas pueden estar protegidas si viven entre
otras personas que sí estén vacunadas. Cuando muchas personas de una
comunidad están vacunadas, la circulación del patógeno es difícil porque la
mayoría de las personas están inmunizadas.  Por lo tanto, cuantas más personas
estén vacunadas, menos probable será que una persona que no puede protegerse
con vacunas corra el riesgo de verse expuesta a patógenos. Esto se denomina
inmunidad colectiva.

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Esto es especialmente importante no solo para las personas que no pueden
vacunarse, sino también para las que pueden ser más susceptibles a las
enfermedades contra las que vacunamos. Ninguna vacuna proporciona por sí sola
una protección del 100%, y la inmunidad colectiva no ofrece protección total a
quienes no pueden vacunarse con seguridad. No obstante, la inmunidad colectiva
ofrece a esas personas un grado sustancial de protección, gracias a que las
personas de su entorno están vacunadas.

1.2.1 En el País de China, en diciembre del 2019, un coronavirus causa un

síndrome respiratorio agudo severo, como agente causal (SARS-CoV-2). La
pandemia de COVID-19 declarada el 11 de marzo de 2020, por la Organización
Mundial de la Salud, ha causado un impacto importante en los sistemas sanitarios,
la salud y la población. En México, los primeros casos importados se describieron
el 28 de febrero de 2020, y al 24 de marzo se detectó transmisión local. Al 1° de
febrero se reportaron 1 millón 869 mil contagios y 159 100 muertes. La afectación
en la población que ha presentado la infección por el coronavirus ha sido
devastadora. Debe de existir un camino para salir de esta catástrofe, y ese camino
parece ser las vacunas.

1.3.1 ¿Debería ser la vacuna contra el COVID-19 obligatoria?

El debate sobre las vacunas y su exigencia como requisito para acceder a

determinados servicios o actividades, como guarderías o colegios, no es nuevo ni
exclusivo de México, pero ahora el coronavirus pone a toda la sociedad ante el
dilema de vacunarse o no. Y surgen muchas dudas: ¿Tenemos derecho a rechazar
la vacuna? ¿Pueden obligarnos a vacunarnos? Y si el gobierno no obliga, ¿puede
exigir una empresa que se vacunen sus empleados? 

Ante la inminente llegada de la vacuna contra el coronavirus, distintos países

discuten su obligatoriedad. “En América Latina urge un debate transparente para
motivar a las personas a vacunarse”

16
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, remarcó que
la vacunación no será “obligatoria” para los mexicanos pues la medida no
corresponde con la “filosofía” de su gobierno.

“Ya conocen ustedes cuál es la filosofía de nuestro gobierno, todo por la razón y
el derecho, hay que convencer, persuadir, no imponer nada...lo que tenemos que
hacer es seguir haciendo conciencia de la importancia de vacunarnos... hay que
procurar que la gente no se enferme, no haya contagios y que no pierda la vida,
que es lo más lamentable, no vamos nunca a volver obligatoria la
vacunación”, dijo el presidente.

1.3.2 Una posición distinta es la del gobierno de Chile, donde el ministro de Salud,
Enrique Paris, señaló que la vacuna tiene que ser obligatoria, al menos, para los
"grupos de riesgo como los adultos mayores, el personal sanitario o enfermos
crónicos”. Por su parte, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha dicho que, si
bien su gobierno distribuirá las vacunas aprobadas de forma gratuita y estas no
serán obligatorias, él no se vacunará: "Es mi derecho”, dijo.
En medio de este debate, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la
oficina regional de la OMS, también se mostró a favor de la obligatoriedad,
argumentando que otras vacunas como la del sarampión ya son obligatorias en la
región y que "para que toda la población quede protegida” se debe "alcanzar una
alta cobertura”. Sin embargo, expertos de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) se manifestaron esta semana en contra de que los gobiernos obliguen a
sus ciudadanos a vacunarse contra el coronavirus. Para ellos es preferible
persuadir, pues la obligatoriedad podría causar el rechazo.

ÍNDICE
CARÁTULA……………………………………………………………………………….1

ANTECEDENTES DEL PROBLEMA…………………………………………………..2

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………………………………….5

17
JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO……………………………………………………….9

OBJETIVOS………………………………………………………………………………11

HIPÓTESIS……………………………………………………………………………….12

MARCO TEÓRICO………………………………………………………………………14

ÍNDICE PRELIMINAR……………………………………………………………………
18

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………..19

BIBLIOGRAFÍA

Zhu N, Zhang D. Wang W, et al. Un nuevo coronavirus de pacientes con neumonía

en China, 2019. N Eng J Med 2020; 382:727-733

18
Antonio Diéguez, “¿Debe ser obligatoria la vacuna del covid-19? Guía para
convencer a los antivacunas” El Confidencial, México, 13 de octubre de 2021
<https://blogs.elconfidencial.com/cultura/tribuna/2021-10-13/vacuna-antivacunas-
populismos_3304782/.>

BBC News Mundo. (2021, 29 julio). Covid-19: cómo persuadir a quienes dudan de
las vacunas. Recuperado 29 de noviembre de 2021, de
https://www.bbc.com/mundo/noticias-57976128

Clínica Internacional. (2020, 13 agosto). ¿Por qué son importantes las vacunas? |
Clínica Internacional. Recuperado 29 de noviembre de 2021, de
https://www.clinicainternacional.com.pe/blog/por-que-son-importantes-vacunas/#:
%7E:text=Las%20vacunas%20previenen%20la%20propagaci%C3%B3n,h
%C3%ADgado%20y%20de%20cuello%20uterino).

UNICEF. (2021, 18 junio). Lo que necesitas saber sobre las vacunas contra la
COVID-19. Recuperado 1 de diciembre de 2021, de
https://www.unicef.org/es/coronavirus/lo-que-debes-saber-sobre-vacuna-
covid19#safety

Naciones Unidas. (2021, 11 octubre). Vacuna COVID-19: ¿Por qué hay que seguir
usando mascarilla después de vacunarse? Noticias ONU. Recuperado 1 de
diciembre de 2021, de https://news.un.org/es/story/2021/02/1488042
https://www.dw.com/es/deber%C3%ADa-ser-la-vacuna-contra-el-covid-19-
obligatoria/a-55876589

ONU. (2020, 7 diciembre). La vacuna contra el COVID-19 no debe ser obligatoria,

dice la OMS. Noticias ONU. Recuperado 29 de noviembre de 2021, de
https://news.un.org/es/story/2020/12/1485182

Ley General de Salud Última Reforma 07-01-2021. Diario Oficial de la Federación.

Disponible
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Ley_General_de_Salud. pdf

19
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Disponible
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Constitucion_Politica.pdf

20