Teorías Pedagógicas I.: Unidad 1: La Educación Como Objeto de Estudio
Teorías Pedagógicas I.: Unidad 1: La Educación Como Objeto de Estudio
Teorías Pedagógicas I.: Unidad 1: La Educación Como Objeto de Estudio
Como el verbo latino educere significa "conducir fuera de", "extraer de dentro hacia
fuera", desde esta posición, la educación se entiende como el desarrollo de las
potencialidades del sujeto basado en la capacidad que tiene para desarrollarse. Más que
la reproducción social, este enfoque plantea la configuración de un sujeto individual y
único. El término educare se identifica con los significados de "criar", "alimentar" y se
vincula con las influencias educativas o acciones que desde el exterior se llevan a cabo
para formar, criar, instruir o guiar al individuo. Se refiere por tanto a las relaciones que se
establecen con el ambiente que son capaces de potenciar las posibilidades educativas del
sujeto. Subyace en esta acepción de educación una función adaptativa y reproductora
porque lo que pretende es la inserción de los sujetos en la sociedad mediante la
transmisión de determinados contenidos culturales. El fundador de la sociología como
disciplina científica, el sociólogo francés Durkheim, es un representante de esta forma de
concebir la educación, ya que para él, la educación se concreta en la inclusión de los
sujetos en la sociedad a través del proceso de "socialización".
Así el término educación se refiere de manera coloquial como algo que es deseable y que
está dotado de valor, al tiempo que se vincula con los procesos de socialización y de
enculturación propias del grupo social en el que el sujeto está arraigado.
1. La primera se refiere las influencias que recibe el sujeto desde su nacimiento para
que se convierta en persona. A este proceso lo hemos denominado humanización
2. La segunda parte de la consideración de la educación atendiendo a dos elementos
básicos de la misma: el sujeto que lleva a cabo la acción de educar (el educador,
el agente o agencias educativas) y el sujeto en el que se concreta el efecto de
dicha acción (el educando)
3. La tercera se interesa por lo que hacen el educador y el educando en situación
educativa, es decir, por la enseñanza y el aprendizaje, respectivamente. Se
destacan de la enseñanza la sistematización y la graduación, mientras que del
aprendizaje se estudia el adoctrinamiento, la manipulación, la instrucción y la
formación, con la intención de establecer límites precisos entre conceptos que son
fácilmente confundibles.
Perfeccionamiento Humano
El ser humano nace inacabado y la educación, entendida como proceso, lo que
pretende es modificarlo para completarlo y optimizarlo, tomando como
referencia un modelo ideal de persona y de sociedad que le sirve de guía. La
educación trata, en definitiva, de hacer a la persona mejor de lo que en un
principio es, en un permanente proceso de perfeccionamiento. Por lo tanto, la
educación es un fenómeno eminentemente humano, al tratarse de una actividad
cuyo destinatario es la propia persona, por encima de lo meramente biológico y
ambiental. La idea de bien se utiliza como sinónimo de perfeccionamiento, al
aludir a aquello que corresponde a la naturaleza humana. El perfeccionamiento
debe atender a todas las características de la persona, aunque hay posturas que
plantean la conveniencia de incidir exclusivamente sobre aquellas que se
consideran específicamente humanas (voluntad, inteligencia, entendimiento, etc.),
olvidando los componentes corporales de la persona, siguiendo la dualidad
escolástica.
Finalidad e Integralidad
Cuando hemos aludido antes a un modelo ideal de persona y de sociedad que guía
el proceso educativo, estábamos mencionando la finalidad a la que se encamina.
En ella está implícito lo que se desea alcanzar, hacia lo que queremos
aproximarnos con el proceso educativo. Para que los fines se consideren como
algo deseable, dado que se trata de hacer más valioso al sujeto, es necesario que
se apoyen en los valores y en las normas sociales. Por eso se dice que la educación
se dirige hacia el perfeccionamiento integral de la persona, no debiéndose
descuidar ninguna de sus capacidades integrantes: cognitivas, morales, afectivas,
éticas, estéticas, sociales, etc. Influencia La educación implica relación social,
influencia humana de unos sobre otros. Ahora bien, a todas las influencias no las
podemos considerar como educativas, ya que deben cumplir algunos requisitos,
tales como el respeto a la libertad y a la dignidad de la persona.
Intencionalidad.
La intencionalidad es otro de los elementos que caracterizan a la educación, se
refiere a los procesos educativos que se producen en los contextos
institucionalizados (formales y no formales), en los que la voluntariedad, la
planificación y la intencionalidad, son rasgos distintivos. Así pues, todos aquellos
influjos que han sido controlados y organizados por parte del educador de una
forma consciente, deliberada e intencional, para que incidan positivamente sobre
el sujeto, con el objeto de lograr su plenitud, entendida ésta como fin, son los que
deben considerarse como propiamente educativos. Hay autores que para referirse
a las intenciones deliberadamente educativas utilizan el término propositividad.
Continuidad
Hace alusión a las influencias educativas que recibe el sujeto que está en proceso
de formación. Cuando hemos hablado de la actividad y de la comunicación, se ha
planteado la necesidad de que las interacciones entre las personas sean
constantes y permanentes, lo que es aplicable a las acciones educativas, dado que
éstas deben buscar la mejora del sujeto de forma incesante, porque nunca se
alcanza el grado de perfección deseado (como fin educativo). Por ello, la
educación puede, y debe, abarcar todas las etapas de la vida, y no circunscribirse
sólo a las etapas escolares. El concepto de "educación permanente" ha llenado
conceptualmente esta característica de la educación, planteando la constante
necesidad que tenemos de educarnos, y dando lugar a nuevos ámbitos educativos
como la "educación de adultos", la "educación de las personas mayores", etc.
Individualización y Socialización
La individualización y la socialización son dos rasgos que hemos vinculado con el
educando, entendiéndolos como los efectos de la educación. Otros autores los
califican como las funciones de la educación. Desde el punto de vista individual, se
aspira a que el sujeto adquiera las competencias formativas necesarias que le
permitan la comprensión y el manejo de los elementos culturales necesarios para
modificar y cambiar su entorno, identificándose en este hecho la posibilidad
transformadora o innovadora de la educación. Asimismo, logrado un cierto nivel
de madurez y de formación, el sujeto puede trazar sus propias metas educativas y
los medios idóneos para su consecución, entendiéndose en este caso la educación
como autorrealización. Desde el punto de vista social, la educación se concibe
como un proceso socializador, que procura la adaptación y la incorporación del
sujeto a su medio físico y social, a través de la adquisición de los elementos
propios de la cultura (lenguaje, habilidades, costumbres, actitudes, normas,
valores, etc.,). Desde esta óptica la educación se concibe como el medio ideado
por la cultura para insertar al sujeto en su seno. Por ello se dice que la educación
tiene una función reproductora, ya que la selección que se hace de los contenidos
culturales y su posterior transmisión trata de reproducir las condiciones sociales e
ideológicas de la sociedad en un momento histórico determinado.
Enseñanza/Aprendizaje
La enseñanza se predica del agente que influye intencionalmente en el educando
para que aprenda. Ahora bien, para que este proceso se produzca al margen del
azar, es necesario dotarlo de una estructura organizativa, para que los elementos
que lo integran se orienten eficazmente hacia la consecución de los objetivos
educativos. A esta característica se le ha asignado el nombre de sistematismo. La
graduación es otra característica de la enseñanza y se relaciona con la anterior.
Plantea la necesidad de que en dicho proceso exista cierto orden, ya que el
aprendizaje se va estructurando sobre conocimientos previos. De lo general a lo
particular, de lo próximo a lo más lejano, serán principios pedagógicos que se
basan en este tipo de consideraciones. El aprendizaje es el efecto de la educación.
Son los cambios que se producen en el sujeto que se está educando como
consecuencia de las influencias educativas y que son congruentes con las
finalidades propuestas. Cuando se produce el aprendizaje deseado, decimos que
se han alcanzado los objetivos educativos, como consecuencia de la planificación
de la enseñanza. El aprendizaje es un proceso que se produce en el sujeto, que es
el objetivo de la educación, en este caso intencional y planificada; mientras que la
enseñanza, su diseño y puesta en acción, corre a cargo de la persona que educa. El
aprendizaje se puede alcanzar utilizando diversas estrategias. Si en el proceso de
enseñanza se procura presentar los contenidos que interesan al sujeto que enseña
por motivos ideológicos, no dando la posibilidad de crítica o réplica y limitando de
esta forma la comprensión de lo que se aprende, se habla, siguiendo a Esteve
(1983), de adoctrinamiento, que es una forma de manipulación debido a la
intencionalidad, por parte de quien enseña, de sesgar la información, y a la
pobreza intelectual con la que se alcanza el conocimiento. Como es evidente, a
esta modalidad de aprendizaje no la podemos incluir en la esfera de lo educativo.
No obstante hay situaciones en el proceso de enseñanza/aprendizaje en las que el
educador ha de seleccionar los contenidos, pero sin intencionalidad ideológica,
sino educativa. La instrucción es un proceso de enseñanza en el que el educador
elige determinados contenidos educativos para que el sujeto los aprenda con
una escasa participación de la comprensión. Cuando los contenidos de enseñanza
son organizados intelectualmente, llegando al entendimiento completo de los
mismos y estableciendo relaciones cognoscitivas con lo que ya se sabía con
anterioridad, se logra un aprendizaje de más calidad por su significatividad y
funcionalidad, utilizándose para ello el término de formación. Este tipo de
conocimiento le vale al sujeto para seguir indagando, al tiempo que lo puede
utilizar para resolver situaciones problemáticas de su vida cotidiana.
Según Lemus (1973) la pedagogía puede ser definida como el conjunto de normas,
principios y leyes que regulan el hecho educativo; como el estudio intencionado,
sistemático y científico de la educación y como la disciplina que tiene por objeto el
planteo, estudio y solución del problema educativo.
La pedagogía como ciencia autónoma que es tiene un sistema ordenado según principios,
es decir tiene una división hecha en base a ciertos aspectos y ramas. La pedagogía se
divide en descriptiva y normativa, tomando como fundamentos basamentos teóricos y
prácticos, es decir, teoría y tecnología. Según Nassif (1974), más que hacer propiamente
una división de la pedagogía, se busca combinar la técnica con la teoría pedagógica; no se
trata de dos pedagogías totalmente distintas, la diferencia radica en el objetivo y en el
enfoque que cada una de ellas proyecta. Las dos se complementan mutuamente
Pedagogía descriptiva: La pedagogía descriptiva según Lemus (1973), estudia el hecho
educativo tal como ocurre en la realidad, en tal sentido puede tener una dimensión
histórica si se refiere al pasado y una social si se refiere al presente. La pedagogía
descriptiva es anterior a la normativa y hace relación a los elementos y factores tales
como: biológicos, psicológicos y sociológicos, que interviene en la realización de la
práctica educativa. Pedagogía normativa: La pedagogía normativa es posterior a la
descriptiva y tiene que ver con las normas que regulan la actividad educativa, con los
ideales, fines, estructura de la educación y con la parte tecnológica de la misma como
son los métodos, organización y administración educativas e instituciones escolares. Los
fines educativos son considerados también normas que regulan el proceso educativo.
Leiva (2003), refiriéndose a las diferencias entre la pedagogía descriptiva y normativa dice
que la descriptiva es más dinámica que la normativa, porque los factores que la integran
evolucionan a gran velocidad haciendo que las personas y la sociedad varíen en forma
objetiva, en cambio la pedagogía normativa marcha a ritmo lento, casi siempre a la zaga
de la descriptiva. Por ejemplo en México mientras los factores biológicos y psicológicos
han variado notablemente en los últimos años, las leyes y reglamentos de educación han
cambiado muy poco. También Leiva en la obra citada manifiesta que la pedagogía
descriptiva es eminentemente científica y que la normativa es eminentemente filosófica y
legal y desde este punto de vista las dos se complementan y se incluyen. A continuación
presentamos el siguiente esquema de la división de la pedagogía propuesto por Nassif, R.
(1974, p. 71) en su libro de Pedagogía General
Ciencias de la educación
Las Ciencias de la educación son un tipo de disciplinas que estudian, describen, analizan,
explican y comprenden los fenómenos educativos en sus múltiples aspectos.
La educación es un fenómeno complejo que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida
social en la cual intervienen diferentes disciplinas de las Ciencias Sociales y Humanas como
la Sociología, Derecho, Psicología, Ciencia política, Historia, Antropología, Economía, Filosofía;
que realizan abordajes y estudios específicos por lo que es posible hablar de
una Sociología de la educación, una Historia de la Educación, una Antropología de la
educación, una Psicología educacional, una Política educacional, Economía de la
educación y una Filosofía de la educación. Todas aquellas disciplinas que explican los
fenómenos educativos, que pueden integrarse para realizar estudios sobre el hecho
educativo nutren el campo de las Ciencias de la educación.
Sociología de la Educación.
Demografía escolar.
Economía de la educación.
Pedagogía comparada.
Las disciplinas que estudian las condiciones del acto educativo desde los
ángulos:
De la fisiología.
Ciencias de la Comunicación.
La planificación educativa.
Pedagogía
El proceso educativo puede desarrollarse de una manera artesanal, casi que intuitiva,
como lo han desarrollado todos los pueblos en algún momento del transcurso de su
historia. En este sentido existe un saber implícito, no tematizado, en la práctica educativa
de todos los pueblos, que forma parte de su acervo cultural, y que llamaría “saber
educar”. En la medida en que este saber se tematiza y se hace explícito, aparece la
pedagogía. Hay pedagogía cuando se reflexiona sobre la educación, cuando el “saber
educar” implícito, se convierte en un “saber sobre la educación” (sobre sus “cornos”, sus
“por qués”, sus “hacia dóndes”). El desarrollo moderno de la pedagogía como ciencia —o
mejor, del saber pedagógico como saber científico significa adicionalmente la
sistematización de este saber, de sus métodos y procedimientos, y la delimitación de su
objetivo; en una palabra, su configuración como disciplina teórico-práctica. Algunos
limitan el concepto de pedagogía al arte de conducir a los jóvenes en su crecimiento
(físico, mental, emocional, etc.), mientras otros hablan ya de una pedagogía general que
incluye, además de la pedagogía orientada a los niños y jóvenes, la pedagogía de adultos
(o andragogía); Mientras que la educación puede ser conciente o inconciente, la
pedagogía es siempre y necesariamente un producto de la conciencia reflexiva. La
educación es a la pedagogía como la práctica a la teoría. La pedagogía es una teoría
práctica cuya función es orientar las prácticas educativas. Las teorías prácticas son ciencias
aplicadas.
Tenemos entonces que el educar es fenómeno amplio que implica la formación de los
seres humanos. La Pedagogía implica el saber educar. En este saber juega también un
papel importante el enseñar que es una parte del proceso educativo. Antes de explicar
que es la didáctica revisaremos el concepto de enseñanza.
Enseñanza
Didáctica
El saber que tematiza el proceso de instrucción, y orienta sus métodos, sus estrategias,
su eficiencia, etc., se llama didáctica. La didáctica está entonces orientada por un
pensamiento pedagógico, ya que la práctica de la enseñanza es un momento específico de
la práctica educativa.
Se habla así de una didáctica general, como también de una didáctica de las matemáticas
o de las ciencias sociales, de una didáctica de la enseñanza secundaria o de una didáctica
del trabajo científico. Aunque también podría hablarse de una didáctica de la
sicomotricidad o de una didáctica del comportamiento intersubjetivo, en cuanto que estos
aspectos pertenecen al mundo de lo aprendido y, por lo tanto, de alguna manera pueden
ser “enseñados” sistemática y planificadamente, en la educación institucionalizada.
Resumiendo:
Dada la complejidad del proceso educativo se ha planteado desde hace muchos años el
interrogante de si existe una sola o varias ciencias de la educación. Sobre el tema hay
respuestas para todos los gustos. De acuerdo con Sarramona, se han planteado las
siguientes posturas:
Por otra parte, algunos autores plantean la necesidad de una ciencia que integre y
unifique el conjunto de las conclusiones alcanzadas por las diferentes ciencias de la
educación. En este sentido se pronuncia Colom (1982), posición compartida por
Sarramona y Márquez (1985), quienes incluso dicen que si tal ciencia no existiera habría
que inventarla. Esta sería una tarea propia de la ciencia de la educación.
Unidad 3: El devenir histórico de la educación como ciencia y/o
pedagogía
La educación ha acompañado al ser humano siempre, al menos desde que este tiene uso
de razón. Las primeras manifestaciones del fenómeno educativo deben ubicarse en el
plano de lo que hoy identificamos como “educación informal”. Más adelante, como indica
Lemus al acumularse gran cantidad de contenido cultural no fue posible que las
generaciones jóvenes lo adquirieran por medio de la simple imitación. Además, cuando
las generaciones adultas tomaron conciencia de la necesidad de conservar, depurar y
transmitir este contenido nació la educación intencional. Según este autor esta
depuración y transmisión fue asumida primero por la familia, pero luego fue necesaria la
participación de personas especializadas, es decir, de los maestros y las maestras,
incluyendo en algunos episodios a los sacerdotes.
La educación griega se caracterizó por la gran importancia que tuvo el Estado (estado-
ciudad o polis). El individuo al ser considerado un ciudadano tenía que ser educado por y
para el Estado. La educación romana se distinguió por la importancia que atribuyó a la
familia y por la inmediata y constante conexión con la vida diaria y sus necesidades.
Con la llegada del cristianismo la educación sufrió un cambio profundo. Las primeras
escuelas cristianas tenían un objetivo muy claro: enseñar las verdades cristianas como
preparación para el bautismo. Mientras el estado cuidaba de la instrucción y formación
de las personas, las comunidades cristianas cuidaban de la formación moral y espiritual
de sus miembros. Los padres de la iglesia, con el fin de defender la verdad cristiana contra
el pensamiento pagano y las herejías, intentaron conciliar ambas posturas mediante la
subordinación de la razón a la fe. Durante la edad media Carlomagno, convencido de la
importancia de la educación, decretó en el año 789 que los párrocos instruyeran en las
escuelas a todos los niños de la parroquia, fueran nobles o plebeyos.
A partir del siglo XII nacieron las universidades y adquirió importancia en el campo
educativo la escolástica, enfoque con el que se pretendió conciliar de manera sistemática
la verdad cristiana con el pensamiento antiguo, sobre todo a través de Aristóteles,
subordinando la fe a la razón. Tomás de Aquino (12251274) es el representante por
antonomasia de la escolástica.
Decroly, al igual que María Montessori, comenzó interesándose por los problemas de
aquellos a los que denominaba "débiles mentales". Aplicó el método científico a la
investigación de los factores que puedan modificar de forma favorable, la evolución
intelectual, afectiva y motriz de los niños que sometía a su observación.
Los amargos recuerdos de su paso por la escuela primaria, dejaron una profunda huella en
el ánimo de Decroly, lo que dio origen a que se interesara profundamente por la
educación de la infancia de manera integral.
ASPECTOS HUMANISTA
No implicado en el Implicación y
proceso. compromiso.
Dentro de la Pedagogía Tradicionalista o externalista se pueden ubicar todos los modelos
educativos y pedagógicos que, partiendo de una base filosófica idealista asumen los
métodos de la escolástica medieval, perceptibles en muchas de las prácticas pedagógicas
que aún subsisten en las escuelas. También pueden incluirse en este grupo las teorías
pedagógicas conductistas, encaminadas a "formar al sujeto" según el deseo del maestro,
o las derivadas del pragmatismo, preocupadas esencialmente del resultado final de la
enseñanza como reproducción del conocimiento considerado valioso.
Dicha Pedagogía del ser tiene como objetivo la felicidad del hombre, su educación para la
vida plena, su integración armónica al contexto social desde una perspectiva personal y
creadora, en oposición a una Pedagogía del saber aún dominante, que se preocupa por
asegurar la repetición de las normas creadas, de los saberes acuñados por otros, de
la enajenación del sujeto individual en función de supuestos intereses sociales o grupales
que no siempre tienen igual significación para los individuos, puesto que, en última
instancia no han sido elaborados por ellos mismos.
La enseñanza: Dirección del proceso con el uso de las técnicas apropiadas para el
aprendizaje grupal e individual.
Sin lugar a dudas uno de los críticos más vigorosos de los modelos de educación
tradicionalista es el brasileño Pablo Freyre, fundador de un movimiento que en su época
representó una renovación total de la práctica educativa y pedagógica, contando hoy con
muchos seguidores en todo el mundo: la Educación Popular.
En estas ideas se resume lo que a nuestro modo de ver constituye la esencia del proceso
de educación y la dirección fundamental que deben asumir los modelos educativos y
pedagógicos que pretendan una verdadera articulación entre la socialización y la
individualización del sujeto.
Entre los pedagogos han surgido prácticas y modelos pedagógicos de carácter netamente
humanista y transformador, como también dentro de la pedagogía supuestamente
marxista se conservaron prácticas autoritarias y directivas, mucho más emparentadas con
el escolasticismo medieval que con la Dialéctica de Marx.
Esto es notable sobre todo en aquellos países donde el proyecto social asumió un carácter
estatizante y burocrático, muy apegado a los modelos únicos, los productos homogéneos
y las recetas universales, donde, por supuesto, la iniciativa y la creatividad pedagógica no
encontraba muchas posibilidades de desarrollo.
Los reformadores sociales del siglo XIX consideraron la escuela el más adecuado medio
institucional para la constitución de la nación y para el renacimiento moral y social que
buscaban. A partir de esta concepción la pedagogía tradicional adquiere su carácter de
tendencia pedagógica.
Este modelo llega a la América Latina en la década de los 60, época del "desarrollismo"
dentro de la Alianza para el Progreso, estrategia concebida por E.U. para dar una
respuesta al subdesarrollo de la región.
Teniendo como fundamento psicológico la teoría conductista, en este modelo se asigna
a los hábitos un lugar central en la educación considerándolo como
una conducta automática, no reflexiva, posible de ser condicionada y entrenada.
Educar así no es razonar, sino generar hábitos a partir del mecanismo psicológico
estímulo - recompensa, intentando aumentar la productividad mediante
la introducción de nuevas y modernas tecnologías.
A pesar de las limitaciones que pueda tener este modelo, se considera que ha permitido el
enriquecimiento de la noción de comunicación en su dimensión instrumental, tanto en la
relación directa con el alumno como en la educación a distancia, por una parte, así como
señalar la importancia de los medios y recursos comunicativos como estrategias para el
logro de los fines educativos.
Si bien es cierto que el rol del alumno es más activo y participativo que en el modelo
anterior, algunos lo consideran "pseudoactivo", ya que los objetivos y contenidos de la
enseñanza están previamente definidos y el educando sólo participa ejecutándolos.
Es un modelo de educación gestado en América Latina, siendo uno de sus autores más
representativos Paulo Freire, de Brasil que concibe la educación como praxis, reflexión y
acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. También Enrique Pichón Riviere
en Argentina es otro de los representantes relevantes de esta concepción que ha
sistematizado la comprensión de los estrechos vínculos entre comunicación y educación.
Estas concepciones adoptan diferentes variantes que enfatizan el proceso transformador
de las personas, su desarrollo personal y social en un contexto grupal, en interacción
dialéctica con la realidad.
Se considera en este modelo que en el proceso educativo debe ser el sujeto quien va
descubriendo, elaborando, reinventando y haciendo suyo el conocimiento.
El grupo, ocupa un lugar especial en este modelo, siendo el eje del proceso; sin embargo,
no todo habrá de salir del autodescubrimiento del grupo. Conocer no es adivina", dice
Freire, por lo tanto la información es un momento fundamental del acto de conocimiento.
Hay que tener en cuenta cómo y en qué contexto se proporciona, siendo lo más
importante la actitud crítica frente al objeto y no el discurso del educador en torno al
mismo. De ahí que la información debe ir precedida de cierta problematización.
La participación en la educación que se propone se refiere por una parte a los métodos de
enseñanza - aprendizaje, así como también a la actitud del profesor desde que empieza a
planificar los contenidos sobre los cuales va a dialogar con los alumnos.
Solo hay un verdadero aprendizaje según esta concepción, cuando hay autogestión de los
educandos.
Este tipo de comunicación supone una comunicación que abra múltiples canales que
permitan el establecimiento de diversas redes de relaciones entre educadores y
educandos.
Los grupos operativos son grupos de discusión y tarea, que funcionan bajo la influencia de
un coordinador que debe crear, mantener y fomentar la comunicación en el grupo para
propiciar su crecimiento, expresado en la autorregulación.
Este tercer modelo que propugna de forma explícita la educación como proceso
comunicativo, como diálogo entre educador y educandos supone cambios no solamente
en la concepción y organización del proceso pedagógico, sino también en los roles que
tradicionalmente se les ha asignado, sin que desaparezca la autoridad moral y científica
del docente.
Algunas valoraciones:
Teniendo en cuenta el devenir histórico y por esta misma razón, la práctica escolar
contemporánea está matizada por la interpenetración de estos tres modelos de acuerdo a
las condiciones concretas en que transcurra el proceso pedagógico.