Norma Mexicana Ance: Norma Coordinación de Aislamiento - Parte 2: Guía de Aplicación
Norma Mexicana Ance: Norma Coordinación de Aislamiento - Parte 2: Guía de Aplicación
Norma Mexicana Ance: Norma Coordinación de Aislamiento - Parte 2: Guía de Aplicación
JULIO 2004
______________________________________________________
NMX-J-150/2-ANCE-2004
PRESIDENTE SECRETARÍA
VICEPRESIDENTE TÉCNICA
SC 34A Lámparas
SC 34B Portalámparas
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA CT 34 ILUMINACIÓN
SC 34C Balastros
DE MÉXICO SC 34D Luminarios
SC 1, SC 2, SC 3, SC 4, SC 5, SC 6, SC 7,
CT 64 INSTALACIONES ELÉCTRICAS
ASOCIACIÓN NACIONAL DE FABRICANTES SC 8, SC 9 y SC 10
DE APARATOS DOMÉSTICOS
iii
NMX-J-150/2-ANCE-2004
P R E F A C I O
Esta norma contiene notas y desviaciones nacionales respecto al texto original de la norma internacional
IEC 60071-2 Insulation co-ordination, Part 2: Application guide (third edition, 1996-12).
CLAVE DESCRIPCIÓN
El texto marcado con una línea vertical a la izquierda dentro del cuerpo de
la norma, significa que existe una desviación o nota nacional respecto al
TEXTO mismo (las notas y desviaciones nacionales se encuentran en la sección
bajo el título de DESVIACIONES NACIONALES). Para fines informativos el
texto de la Norma Internacional afectado por una desviación nacional se
encuentra en el último apéndice. Para México aplica el texto que se
encuentra en el cuerpo de la Norma Mexicana.
Las referencias a normas internacionales indicadas en el cuerpo de la
TEXTO
norma son exclusivamente de carácter informativo.
El código de identificación se compone por el número consecutivo de la
NN
nota o desviación nacional, la designación NN para notas nacionales y DN
DN
para desviaciones nacionales, un guión y los párrafos correspondientes.
iv
NMX-J-150/2-ANCE-2004
La presente Norma Mexicana, fue elaborada por el Subcomité SC 28 A Coordinación de aislamiento del
Comité Técnico CT 28 Coordinación de aislamiento, perteneciente al Comité de Normalización de la
Asociación de Normalización y Certificación, A.C., en su función de Oranismo Nacional de
Normalización, con la participación de las instituciones y empresas siguientes:
- CONDUMEX.
- DRIWISA.
- HUBBELL DE MÉXICO.
- INDUSTRIAS UNIDAS.
- PORCELANAS PINCO.
v
NMX-J-150/2-ANCE-2004
DESVIACIONES NACIONALES
La presente Norma Mexicana contiene las notas y desviaciones nacionales listadas a continuación
respecto a la Norma Internacional IEC 60071-2, tercera edición, (1996-12).
1 NN - D.3
Se adiciona el texto.
2 NN - F.2.1
Se adiciona la segunda nota.
3 NN - H.1.2
Se cambia la redacción del texto.
4 NN - H.2.6
Se cambia la redacción del texto.
5 NN - H.2.7
Se cambia la redacción del texto.
6 NN - H.3.6
Se adicionan el texto y los diagramas de flujo.
7 NN - 8, 9
Se adiciona el capítulo 8 Bibliografía y 9 Concordancia con normas internacionales.
1 DN - 1.1, 1.3, 2.1, 3.1, 3.1.2, 3.1.3, 3.1.4, 3.2, 3.3.3.2, 3.3.1.1, tabla 1, 4.2.1, 4.2.2, 4.3.3, 5.1,
5.1.1, 5.1.2, 5.3.1, 5.3.2, 5.3.3, 5.3.4, 5.3.6, 5.3.7, 5.3.7.1, 6.1, 7.2.1, 7.2.1.2, 7.2.2, 7.2.3,
apéndice B, C.1, D.4, D.5, apéndice H, H.1, H.1.1.4, H.1.1.5, H.1.2, H.2.5, H.2.5.1, H.3, H.3.4,
H.3.5
Se reemplazan las normas internacionales de referencia por las normas mexicanas correspondientes
siguientes.
2 DN - 1.2
Se reemplaza el texto de referencias.
vi
NMX-J-150/2-ANCE-2004
Página
1 GENERALIDADES ......................................................................................................1
1.1 Objetivo ......................................................................................................1
1.2 Referencias ..................................................................................................1
1.3 Lista de símbolos y definiciones......................................................................2
APÉNDICE A ............................................................................................................................ 58
8 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 61
APÉNDICE B ............................................................................................................................ 62
APÉNDICE C ............................................................................................................................ 66
APÉNDICE D ............................................................................................................................ 72
APÉNDICE E ............................................................................................................................ 83
APÉNDICE F............................................................................................................................. 91
APÉNDICE G ............................................................................................................................ 99
APÉNDICE H .......................................................................................................................... 105
APÉNDICE I ........................................................................................................................... 138
APÉNDICE J........................................................................................................................... 139
APÉNDICE K .......................................................................................................................... 139
vii
NMX-J-150/2-ANCE-2004
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1 GENERALIDADES
1.1 Objetivo
Esta parte de la NMX-J-150-ANCE es una guía de aplicación y trata de la selección de los niveles de
aislamiento de equipos o instalaciones de sistemas eléctricos trifásicos. El objeto es dar una guía para
determinar las tensiones de aguante nominales en las categorías I y II de la NMX-J-150/1-ANCE y
justificar la asociación de estos valores nominales con las tensiones maximas normalizados para el
equipo.
Esta asociación es sólo para propósitos de coordinación de aislamiento. Los requisitos de seguridad
humana no están cubiertos en esta norma.
Se incluyen los sistemas trifásicos con tensiones nominales mayores de 1 kV. Los valores que se
derivan o proponen, se aplican generalmente a tales sistemas, sin embargo, los conceptos que se
presentan también son válidos para sistemas monofásicos o bifásicos.
En esta norma no se tratan las pruebas de rutina, ya que éstas se especifican en las normas
correspondientes de los equipos.
El contenido de esta norma sigue el diagrama de flujo del proceso de coordinación de aislamiento
presentado en la figura 1 de la NMX-J-150/1-ANCE. Los capítulos 2 a 5 corresponden a los cuadros del
diagrama de flujo y dan información detallada de los conceptos que rigen el proceso de coordinación de
aislamiento que lleva a establecer los niveles de aguante requeridos.
La norma enfatiza la necesidad de considerar desde el principio, los orígenes, clases y tipos de
esfuerzos de tensión en servicio que deben relacionarse con respecto a la tensión máxima del equipo.
Sólo al final del proceso, cuando se seleccionan las tensiones de aguante normalizadas, se aplica el
principio de cubrir un esfuerzo de tensión en servicio por una tensión de aguante normalizada. También,
al final de esta etapa, esta norma hace referencia a la correlación indicada en NMX-J-150/1-ANCE entre
los niveles de aislamiento normalizados y la tensión máxima del equipo.
Los apéndices contienen ejemplos e información detallada que explican o soportan los conceptos
descritos en el texto principal y las técnicas analíticas básicas empleadas.
1.2 Referencias
Para la correcta utilización de esta norma mexicana, es necesario consultar y aplicar las normas
mexicanas siguientes o las que las sustituyan:
Para propósitos de esta parte de la norma NMX-J-150-ANCE se aplican los símbolos y definiciones
siguientes. En paréntesis se dan sus unidades y cuando son adimensionales se indican con (-).
Algunas cantidades se expresan en p.u. Una cantidad en por unidad (p.u.) es la relación entre el valor
real de un parámetro eléctrico (tensión, corriente, frecuencia, potencia, impedancia, etc) y el valor de
referencia del mismo parámetro.
u (p.u.) Valor en por unidad de la amplitud de una sobretensión (o de una tensión) referida a
Us 2 3 .
w (-) Relación de la tensión de fase a fase del secundario al primario de un transformador
X (m) Distancia entre el punto de incidencia del rayo y la subestación.
Xp (km) Distancia límite de la línea aérea dentro de la cual deben considerarse las descargas
por rayo.
XT (km) Longitud de línea aérea a usarse en cálculos simplificados de sobretensiones por
rayo.
Xo (Ω) Reactancia de secuencia cero de un sistema.
X1 (Ω) Reactancia de secuencia positiva de un sistema.
X2 (Ω) Reactancia de secuencia negativa de un sistema.
x (-) Variable normalizada en una función de probabilidad de descarga P(U) de un
aislamiento autorrecuperable.
xM (-) Variable normalizada en una función de probabilidad de descarga P (U) de M
aislamientos autorrecuperables en paralelo.
Z (kV) Desviación convencional de la función de probabilidad de descarga P (U) de un
aislamiento autorrecuperable.
Z0 (Ω ) Impedancia de secuencia cero.
Z1 (Ω) Impedancia de secuencia positiva.
Z2 (Ω) Impedancia de secuencia negativa.
Ze (Ω) Impedancia característica del cable de guarda de la línea aérea.
Zl (Ω) Impedancia característica de la línea aérea.
ZM (kV) Desviación convencional de la función de probabilidad P(U) de M aislamientos
autorrecuperables en paralelo.
Zs (Ω) Impedancia característica del conductor de fase de la subestación.
z (-) Valor normalizado de la desviación convencional Z referido a U50.
α (-) Relación de la componente negativa de impulso por maniobra entre la suma de las
componentes (negativa más positiva) de una sobretensión de fase a fase.
β (kV) Parámetro de escala de una función acumulada de Weibull.
δ (kV) Valor de truncación de la función acumulada de Weibull.
Φ Función integral Gaussiana.
φ (-) Angulo de inclinación de la característica del aislamiento de fase a fase.
γ (-) Parámetro de forma de una función acumulada de Weibull-3.
σ (p.u.) Valor en por unidad de la desviación convencional (Se o Sp) de una distribución de
sobretensión.
ρ (Ωm) Resistividad del suelo.
τ (µs) Constante de tiempo de la cola de una sobretensión por rayo debida a flameos
inversos en líneas aéreas.
En la NMX-J-150/1-ANCE los esfuerzos de tensión se clasifican por parámetros adecuados, tales como
la duración de la tensión a 60 Hz o la forma de la sobretensión, de acuerdo con sus efectos en el
aislamiento o en el dispositivo de protección. Los esfuerzos de tensión dentro de estas clases tienen
varios orígenes:
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Todos los esfuerzos de tensión anteriores excepto las sobretensiones combinadas se tratan
separadamente en 2.3. Las sobretensiones combinadas se tratan en donde resulte apropiado dentro de
uno o más de esos puntos.
En todas las clasificaciones de esfuerzos de tensión, debe tomarse en cuenta la transferencia a través
de los transformadores (véase apéndice E).
En general, todas las clases de sobretensiones pueden existir en ambas categorías de tensión I y II, sin
embargo, la experiencia ha demostrado que ciertas clasificaciones de tensiones tienen una importancia
más crítica en una categoría particular de tensión, esto se trata en esta norma. En cualquier caso, debe
notarse que un mejor conocimiento de los esfuerzos (valores cresta y formas de onda), se obtiene con
estudios detallados, aplicando modelos adecuados para el sistema y para las características de los
dispositivos limitadores de sobretensión.
2.2.1 Generalidades
Además, los cuernos de arqueo se consideran como una alternativa de dispositivo limitador de
sobretensión, aunque no existan normas IEC. Cuando se use otro tipo de dispositivos de protección, su
característica de protección debe proporcionarse por el fabricante o establecerse por medio de pruebas.
La selección entre estos dispositivos, los cuales no proporcionan el mismo grado de protección,
depende de varios factores, como por ejemplo: la importancia del equipo a proteger, las consecuencias
de una interrupción del servicio, etc. Sus características se consideran, desde el punto de vista de la
coordinación de aislamiento, y sus efectos se cubren en los capítulos que traten con las diferentes
clases de sobretensión.
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Los dispositivos de protección deben diseñarse e instalarse para limitar las magnitudes de las
sobretensiones, a fin de proteger los equipos, de manera que la tensión en los dispositivos de
protección y sus conductores de conexión durante su operación, no exceda de un valor aceptable. Un
punto importante es que la tensión establecida a través de las terminales del apartarrayos en cualquier
instante, antes y durante su operación, debe considerarse para la determinación de sus características
de protección.
Cuando el apartarrayos incluye una resistencia no lineal, de carburo de silicio con entrehierro en serie,
sus características están definidas en la norma IEC 60099-1. Sin embargo, cuando el apartarrayos
consiste de una resistencia no lineal de óxidos metálicos con entrehierros en serie, las características
pueden diferir de lo proporcionado en dicha norma. La selección de los apartarrayos se trata en la norma
IEC 60099-5.
Las características de protección de un apartarrayos se describen por las tensiones siguientes (véase
tabla 8 de la norma IEC 60099-1):
El nivel de protección de impulso de rayo se toma del mayor de los valores siguientes:
Esta evaluación del nivel de protección da un valor que representa una aproximación generalmente
aceptable. Para mayor información de la protección a frente de onda con apartarrayos véase la norma
IEC 60099-1.
NOTA- Tradicionalmente, la tensión de descarga al frente de onda dividida entre 1,15 fue utilizada para determinar
el nivel de protección a impulso de rayo. Ya que el factor 1,15 se justifica técnicamente sólo para aislamiento de
papel impregnado en aceite o aislamiento inmerso en aceite como en los transformadores, su aplicación a otro tipo
de equipos puede resultar en diseño con un margen de protección reducido. Por lo tanto, se omite esta alternativa
en la determinación del nivel de protección al impuso por rayo.
La protección de un apartarrayos se caracteriza por las tensiones de arqueo debidas a las formas de
onda de impulso por maniobra especificadas en el punto 8.3.5. de la norma IEC 60099-1.
El nivel de protección a impulso por maniobra de un apartarrayos es la tensión de arqueo máxima para
estas formas de impulso.
Si el apartarrayos contiene entrehierros activos, la tensión total que se presenta en el apartarrayos
cuando descarga sobretensiones por maniobra debe proporcionarse por el fabricante, ya que puede ser
mayor que la tensión de arqueo.
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La protección de los apartarrayos de óxidos metálicos se caracteriza por las tensiones siguientes:
La protección se caracteriza por la tensión residual a las corrientes de impulso por maniobra
especificadas.
La evaluación del nivel de protección da un valor que representa una aproximación generalmente
aceptable. Una mejor definición de las características de protección con apartarrayos de óxidos
metálicos se da en la norma IEC 60099-4.
2.2.4 Explosor
La protección contra sobretensiones se caracteriza por: la curva tensión-tiempo del explosor para varias
formas de ondas de tensión, la dispersión de la tensión de arqueo y la dependencia con la polaridad.
Como no existe norma al respecto, estas curvas características deben solicitarse al fabricante o
establecerse por el usuario con base en sus propias especificaciones.
NOTA- El colapso rápido de la tensión y sus posibles consecuencias en el aislamiento de los devanados, tienen que
tomarse en cuenta como una característica de la sobretensión.
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Las sobretensiones temporales se caracterizan por sus amplitudes, sus formas de onda y sus
duraciones. Todos los parámetros dependen del origen de las sobretensiones, y las amplitudes y formas
de onda pueden variar durante la permanencia de la sobretensión.
Si esta última característica no es conocida, como una simplificación, la amplitud puede tomarse igual a
la sobretensión máxima real que tenga una duración en servicio menor de 1 min y la duración de esta
sobretensión máxima puede tomarse de 1 min.
Una falla de fase a tierra puede resultar en sobretensiones de fase a tierra que afectan las otras dos
fases. Normalmente no se presentan sobretensiones temporales entre fases o a través del aislamiento
longitudinal. La forma de onda de la sobretensión es de una tensión a 60 Hz.
Las amplitudes de las sobretensiones dependen de la conexión a tierra del neutro del sistema y de la
localización de la falla. En el apéndice B se da una guía para determinarlas. En configuraciones normales
del sistema se recomienda suponer la amplitud de la sobretensión igual a su máximo valor. En
configuraciones anormales del sistema, por ejemplo, partes del sistema con neutros flotantes en un
sistema con neutro normalmente conectado a tierra, debe tratarse en forma separada, tomando en
cuenta su probabilidad de ocurrencia simultáneamente con las fallas a tierra.
NOTA- Debe ponerse atención al hecho de que la tensión máxima a 60 Hz que puede aparecer en una de las fases
sanas durante la ocurrencia de una falla a tierra, depende no sólo del valor del factor de falla a tierra, sino también
del valor de la tensión de operación en el momento de falla. Esta ultima tensión generalmente se toma como la
tensión máxima del sistema Us.
Las sobretensiones temporales de fase a tierra y longitudinales, debidas a rechazo de carga, dependen
de la carga rechazada, de la configuración del sistema después de su desconexión y de las
características de las fuentes (potencia de cortocircuito en la subestación, regulación de tensión y de
velocidad de los generadores, etc.).
Los incrementos de tensión de fase a tierra en las tres fases son idénticos, y por lo tanto, ocurren en la
misma proporción las sobretensiones de fase a tierra y de fase a fase. Éstos incrementos pueden ser
especialmente importantes en el caso de un rechazo de carga en el extremo remoto de una línea larga
(efecto Ferranti), porque éstos principalmente afectan a los equipos de la subestación conectados del
lado de la fuente del interruptor abierto remoto.
Las sobretensiones temporales longitudinales dependen de la diferencia del ángulo de fase después de
la separación de la red, la peor situación posible es cuando hay una oposición de fase.
NOTA- Desde el punto de vista de sobretensiones, debe hacerse una distinción entre los diversos tipos de
configuración del sistema. Como ejemplos pueden considerarse los casos extremos siguientes:
- Sistemas con líneas relativamente cortas y valores altos de potencia de cortocircuito en las
subestaciones terminales donde ocurren sobretensiones bajas;
- Sistemas con líneas largas y valores bajos de potencia de cortocircuito en el lado generador, comunes
en la categoria de extra alta tensión en su etapa inicial, y en los cuales pueden presentarse
sobretensiones muy altas si una carga grande es subitamente desconectada.
- Si sólo hay cargas estáticas del lado del rechazo, la sobretensión temporal
longitudinal generalmente es igual a la de fase a tierra. En sistemas con motores o
generadores en el lado del rechazo, una separación de red puede dar lugar a una
sobretensión temporal longitudinal, con dos componentes de sobretensión de fase
a tierra en oposición de fase, cuya amplitud máxima es generalmente menor de
2,5 p.u. (pueden observarse valores mayores para casos excepcionales como son
los sistemas de alta tensión muy grandes).
Las sobretensiones temporales debido a estas causas, generalmente se presentan cuando se energizan
circuitos con elementos capacitivos grandes (líneas, cables, líneas compensadas en serie) y elementos
inductivos (transformadores, reactores en paralelo) con características no lineales de magnetización, o
como resultado de rechazos de carga.
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Las sobretensiones temporales con orígenes diferentes pueden tratarse como combinadas solamente
después de un examen cuidadoso de su probabilidad de ocurrencia simultánea. Tales combinaciones
pueden conducir a la selección de apartarrayos con valores nominales más altos y por consecuencia
mayores niveles de protección y de aislamiento; los cuales se justifican sólo técnica y económicamente
si la probabilidad de ocurrencia simultánea es suficientemente alta.
Esta combinación puede existir cuando, durante una falla en la línea, el interruptor del lado de la carga
abre primero y la carga desconectada causa una sobretensión por rechazo de carga en la parte fallada
del sistema hasta que abre el interruptor del lado de la fuente.
La combinación de falla a tierra con rechazo de carga también puede existir cuando una gran carga se
desconecta y la sobretensión temporal debida a ésto, causa una subsecuente falla a tierra en el resto
del sistema. La probabilidad de este evento es pequeña cuando las sobretensiones debidas al cambio de
carga son también pequeñas y la falla subsecuente sólo es probable que ocurra en condiciones
extremas tales como en alta contaminación.
Además la combinación puede ocurrir como resultado de una falla en la línea seguida de una falla en la
apertura de un interruptor. La probabilidad de tal combinación, aunque pequeña no es despreciable ya
que estos eventos no son estadísticamente independientes. Esta combinación resulta cuando el
generador se conecta mediante un transformador a una línea larga fallada, lo cual puede producir una
sobretensión significativa en las fases sanas. La sobretensión consiste de un transitorio de frente lento
y una prolongada sobretensión temporal variable, la cual es función de las características del generador
y de las acciones del gobernador del regulador de tensión.
Si tales combinaciones se consideran probables, se recomienda hacer estudios del sistema. Sin tales
estudios uno puede llegar a creer que es necesario combinar estas sobretensiones, pero esto se
considera muy pesimista por las razones siguientes:
- El factor de falla a tierra cambia cuando está relacionado con la sobretensión por
rechazo de carga.
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Ya que el fenómeno de resonancia debe evitarse, su combinación con otros orígenes sólo debe
considerarse como resultado adicional de estas resonancias. Sin embargo, en algunos sistemas, no es
realmente posible evitar el fenómeno de resonancia, por lo que es importante realizar estudios
detallados.
Las sobretensiones por falla a tierra dependen de los parámetros del sistema y sólo pueden controlarse
seleccionando estos parámetros durante el diseño del sistema. Las amplitudes de estas sobretensiones
son generalmente menos severas en sistemas con neutro puesto a tierra. Sin embargo, existe una
excepción en sistemas con neutro puesto a tierra, una parte de los cuales, en situaciones no usuales,
puede llegar a separarse por medio de transformadores con neutro flotante. En tal situación la duración
de estas sobretensiones elevadas debidas a fallas a tierra en la parte separada pueden controlarse por
una rápida conexión a tierra de estos neutros, por medio de seccionadores de puesta a tierra, o por
apartarrayos de neutro especialmente seleccionados, los cuales cortocircuitan el neutro después de la
falla.
Para propósitos prácticos los apartarrayos no limitan las sobretensiones temporales. Una excepción es
dada para sobretensiones temporales debidas a efectos de resonancia, para lo cual, los apartarrayos
pueden aplicarse para limitar o aún prevenir dichas sobretensiones. Para tal aplicación, se hacen
estudios cuidadosos de los esfuerzos térmicos a los que se someten los apartarrayos, para evitar su
sobre carga.
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Estas sobretensiones tienen duraciones en el frente desde decenas hasta miles de microsegundos, y
duraciones en la cola del mismo orden de magnitud y son oscilatorias por naturaleza. Generalmente se
originan por:
- Rechazos de carga,
- Una amplitud representativa, la cual puede ser una sobretensión máxima asumida
o una distribución de probabilidad de las amplitudes de las sobretensiones.
La forma de tensión representativa, es la del impulso por maniobra normalizado, (tiempo a la cresta 250
µs y tiempo al valor medio sobre la cola 2 500 µs). La amplitud representativa es la amplitud de la
sobretensión, considerada independiente de su tiempo de cresta real. Sin embargo, en algunos sistemas
en la categoria II, pueden ocurrir sobretensiones con frentes muy largos y la amplitud representativa
puede obtenerse considerando la influencia de la duración del frente sobre la rigidez dieléctrica del
aislamiento.
La energización o reenergización de una línea trifásica produce sobretensiones por maniobra en las tres
fases de la línea, por lo tanto, cada operación de maniobra produce tres sobretensiones de fase a tierra
y correspondientemente tres sobretensiones de fase a fase [1]*.
*
Los números entre paréntesis cuadrados se refieren a la bibliografía del apéndice I.
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- Método fase-cresta (tres crestas por operación) desde cada operación de maniobra
se toman los valores cresta más altos de cada sobretensión entre fase y tierra, es
decir, cada operación contribuye con tres valores cresta a la distribución de
probabilidad de las sobretensiones representativas. En consecuencia esta
distribución tiene que suponerse igual para cada uno de los tres aislamientos de
fase a tierra. El mismo método se aplica para las sobretensiones entre fases o
longitudinales para los aislamientos correspondientes de fase a fase o longitudinal.
Las reenergizaciones trifásicas pueden generar altas sobretensiones de frente lento, debido a cargas
atrapadas sobre la línea reenergizada. En el momento de la reenergización la amplitud de la sobretensión
permanece en la línea (debida a la carga atrapada), puede ser tan alta como la cresta de la sobretensión
temporal. La descarga de esta carga atrapada depende del equipo que permanece conectado a la línea,
de la conductividad superficial del aislador o de las condiciones de efecto corona en el conductor y del
tiempo de recierre.
En sistemas normales la reenergización monofásica (recierre) no genera sobretensiones más altas que
aquellas producidas por energización. Sin embargo, para líneas en donde los efectos Ferranti o de
resonancia pueden ser significativos, del recierre monofásico pueden resultar sobretensiones mayores
que en una energización trifásica.
Como una guía burda, la figura 1 muestra la gama de los valores de sobretensión 2 % (en p.u. de
2 U s 3 ) que pueden esperarse entre fase y tierra sin considerar la limitación por apartarrayos [5].
Los datos en la figura 1, están basados en algunos resultados de campo y estudios e incluyen los
efectos de la mayoría de los factores que determinan las sobretensiones.
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Para una situación dada, la figura 1 puede utilizarse como una indicación de si las sobretensiones
pueden ser lo suficientemente altas como para causar problemas o no. Si es así, la gama de valores
indica que tanto pueden limitarse las sobretensiones. Para este propósito pueden requerirse estudios
más detallados.
Energización
Re-energización trifásica
Resistencias de cierre de un paso
: Si : No
Alimentación de la red
: Compleja : Inductiva
Compenzación en paralelo
> 50 % < 50 %
3
p.u.
2
Ue2
1
Las características estadísticas de las sobretensiones de fase a fase y la relación entre los valores
pertenecientes a los dos instantes se describen en el apéndice D. Se concluye que para todos los tipos
de aislamiento, excepto para las distancias en aire en la categoría II, la sobretensión representativa
entre fases es igual a la cresta de la sobretensión de fase a fase. Para distancias en aire en la categoría
II, particularmente para tensiones de sistema iguales o mayores de 500 kV, la sobretensión
representativa de fase a fase debe determinarse de las crestas de sobretensión de fase a tierra y de fase
a fase como se describe en el apéndice D.
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2,0
1,5
Up2
Ue2
1,0
1,0 2,0 3,0 4,0
Ue2(p.u)
NOTA.- La parte superior de la gama indicada puede aplicarse a reenergización trifásica, la parte inferior a energización.
Sin embargo el aislamiento longitudinal entre sistemas no sincronizados puede estar sujeto a
sobretensiones de energización en una terminal y a la cresta de la tensión de operación normal de
polaridad opuesta en la otra terminal.
Para la componente de la sobretensión de frente lento, aplican los mismos principios que para el
aislamiento de fase a tierra.
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Esta definición de la máxima tensión longitudinal, supone que las frecuencias del sistema están
sincronizadas (vía una trayectoría en paralelo) en ambas terminales, por lo cual las sobretensiones
longitudinales debidas a la reenergización no necesitan considerarse separadamente (debido a que el
efecto de cualquier carga atrapada es tomado encuenta por esta suposición).
Las sobretensiones de frente lento son generadas al inicio y al liberar una falla debido al cambio en la
tensión, desde la tensión de operación hasta la sobretensión temporal en las fases no falladas y el
retorno desde un valor cercano a cero hasta la tensión de operación en la fase fallada. Ambos orígenes
causan únicamente sobretensiones entre fase y tierra. Las sobretensiones entre fases pueden
despreciarse. Las estimaciones siguientes son conservadoras para suponer el valor máximo de la
sobretensión representativa Uet.
En la categoría I, las sobretensiones causadas por fallas a tierra deben considerarse para sistemas con
transformadores con neutro aislado o resonante conectado a tierra, en los cuales el factor de falla a
tierra es aproximadamente igual a 3 . Para tales sistemas la coordinación de aislamiento puede
basarse en la sobretensión máxima supuesta y la probabilidad de sus amplitudes no necesita
considerarse.
En la categoría II, cuando las sobretensiones debidas a energización o reenergización de líneas son
controladas a valores menores de 2 p.u., las sobretensiones por falla o por liberación de falla requieren
de un cuidadoso análisis si no son controladas en el mismo grado.
Las sobretensiones de frente lento debidas al rechazo de carga son de importancia únicamente en los
sistemas de la categoría II, en los cuales las sobretensiones por energización y reenergización se
controlan a valores por debajo de 2 p.u. En tales casos es necesario un análisis, especialmente cuando
están involucrados transformadores del generador o líneas de transmisión largas.
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La maniobra de corrientes inductivas o capacitivas pueden dar lugar a elevación de sobretensiones las
cuales pueden requerir atención. En particular, las operaciones de maniobra siguientes deben tomarse
en cuenta:
En sistemas con líneas largas (mayores que 100 km), las sobretensiones de frente lento por descarga
atmosférica son originadas por rayos distantes que caen en un conductor de fase, cuando la corriente
de rayo es suficientemente pequeña como para no causar flameo en el aislamiento de la línea y cuando
el impacto ocurre a una distancia suficiente del lugar considerado como para producir un frente lento.
Como las corrientes de rayo tienen tiempos al valor medio que pocas veces exceden 200 µs no ocurren
para el aislamiento sobretensiones de gran amplitud ni tiempos a la cresta críticos. Por lo tanto, las
sobretensiones de frente lento por descarga atmosférica son de importancia menor para la coordinación
de aislamiento y usualmente se desprecian.
Las sobretensiones de frente lento debido a energización o reenergización están limitadas con el uso de
resistencias de preinserción en los interruptores de línea. También pueden emplearse otros medios,
como el control de la apertura en el cruce por cero de la onda y varistores a través de las cámaras de
interrupción, para limitar las sobretensiones debidas a energización de línea y por maniobras de
corrientes inductivas o capacitivas.
Los apartarrayos de óxidos metálicos sin entre-hierros y los apartarrayos diseñados especialmente con
entre-hierros son adecuados para protección contra sobretensiones de frente lento en sistemas con
sobretensiones temporales moderadas, mientras que los apartarrayos del tipo de resistencia no lineal
(autovalvulares) operan para sobretensiones de frente lento únicamente en casos extremos debido a las
características de arqueo de los entre-hierros en serie. Debe notarse que cuando los apartarrayos son
instalados en los extremos de las líneas de transmisión largas con el propósito de limitar sobretensiones
de frente lento, las sobretensiones en la mitad de la línea pueden ser substancialmente mayores que en
los extremos de la misma.
Como una regla general, puede asumirse que los apartarrayos de óxidos metálicos limitan las amplitudes
de las sobretensiones de fase a tierra (kV cresta) a aproximadamente dos veces la tensión nominal del
apartarrayos (kV eficaces). Esto significa que los apartarrayos de óxidos metálicos son adecuados para
limitar sobretensiones de frente lento debidas a la energización y reenergizacón de una línea y para la
maniobra de corrientes inductivas y capacitivas, pero no para limitar, en lo general, las sobretensiones
causadas por fallas a tierra y liberación de falla, cuyas magnitudes esperadas son muy bajas (puede
hacerse una excepción en el caso de fallas ocurridas en líneas compensadas en serie).
Los apartarrayos se instalan usualmente entre fase y tierra, y debe considerarse que, si los
apartarrayos de óxidos metálicos son empleados para limitar sobretensiones de frente lento a un nivel
menor que el 70 % del valor de la sobretensión 2 % no controlada de fase a tierra, las sobretensiones
de fase a fase pueden entonces alcanzar cerca de dos veces el nivel de protección de fase a tierra del
apartarrayos. La sobretensión de fase a fase consiste entonces de dos componentes de fase a tierra con
la subdivisión más frecuente 1:1 [7]. Véase también 3.3.3.1.
Se asume que el valor máximo de la sobretensión representativa de fase a tierra es igual al nivel de
protección del apartarrayos Urp = Ups.
Para las sobretensiones de fase a fase este valor es dos veces el nivel de protección o el valor de
truncación de la sobretensión de fase a fase determinada en el apéndice D, cualquiera que resulte
menor. Si se requieren valores menores de sobretensiones de fase a fase, deben instalarse apartarrayos
adicionales entre fases.
En todos los casos, la aplicación de apartarrayos para controlar las sobretensiones de frente lento deben
tomar en cuenta el ciclo de trabajo requerido y los requisitos de disipación de energía al selecccionar la
clase apropiada de apartarrayos.
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2.3.4.1 Sobretensiones por descargas atmosféricas que afectan a las líneas aéreas
Las sobretensiones por descargas atmosféricas son causadas por rayos directos a los conductores de
fase, por flameo inverso o por inducción debida a rayos a tierra cercanos a la línea. Las sobretensiones
inducidas por rayos cercanos a la línea aérea generalmente son menores que 400 kV y por lo tanto
únicamente son de importancia para sistemas de niveles de tensión bajos. Debido al alto aguante del
aislamiento, los flameos inversos son menos probables en la categoría II que en la categoría I y son
poco frecuentes en sistemas de 500 kV y mayores.
La forma representativa de las sobretensiones por descargas atmosféricas es la del impulso por rayo
normalizado (1,2/50 µs). La amplitud representativa está dada ya sea por un valor máximo asumido o
por una distribución de probabilidad de valores cresta, que usualmente está dada como el valor cresta,
el cual depende del índice de retorno de la sobretensión.
Las sobretensiones por descargas atmosféricas en las subestaciones y sus índices de ocurrencia
dependen de:
Para el aislamiento de fase a fase y longitudinal deben considerarse los valores instantáneos de tensión
a 60 Hz en las terminales opuestas. Para el aislamiento de fase a fase puede asumirse que los efectos
de la tensión a 60 Hz y el acoplamiento entre los conductores de la línea aérea se cancelan uno a otro y
la terminal opuesta puede considerarse como conectada a tierra. Sin embargo, para aislamiento
longitudinal tal cancelación de efectos no se presenta y la tensión a 60 Hz debe tomarse en cuenta.
Las penetraciones al blindaje ocurren en un punto al azar de la onda de tensión a 60 Hz. El efecto de la
tensión a 60 Hz en la terminal opuesta del aislamiento longitudinal debe tomarse en cuenta:
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Si tal suma es subdividida en una componente de impulso por rayo igual a la sobretensión
representativa por descarga atmosférica de fase a tierra y una componente a 60 Hz, esta última
componente es menor que la tensión de operación cresta de fase a tierra. Se ha encontrado que un
factor de 0,7 puede considerarse como adecuado. Esto significa que para la penetración del blindaje, la
sobretensión representativa longitudinal debe componerse de la sobretensión por descarga atmosférica
representativa a tierra en una terminal y 0,7 veces la tensión de operación cresta de fase a tierra a 60
Hz con polaridad opuesta en la otra.
Es más probable que los flameos inversos ocurran en la fase que tiene el valor de tensión instantánea a
60 Hz más alta de polaridad opuesta. Esto significa que, para subestaciones, la sobretensión
representativa longitudinal por descarga atmosférica debe ser igual a la suma de la sobretensión
representativa a tierra por descarga atmosférica en una terminal y de la tensión de operación cresta en
la otra (de polaridad opuesta).
Las Sobretensiones de frente rápido por maniobra ocurren principalmente dentro de las subestaciones
cuando un equipo se conecta o desconecta del sistema a través de conexiones cortas. También las
sobretensiones de frente rápido pueden presentarse cuando el aislamiento externo flamea. Tales
eventos pueden causar esfuerzos particularmente severos en el aislamiento interno de los equipos
ceranos (tales como los devanados).
Las máximas sobretensiones cresta dependen del tipo y comportamiento del equipo de conexión y
desconexión. Ya que los valores cresta de la sobretensión son generalmente menores que los causados
por descargas atmosféricas, su importancia es restringida a casos especiales. Por lo tanto, es
técnicamente justificado caracterizar la amplitud de la sobretensión representativa por los valores
máximos siguientes (en p.u. de 2 U s 3 ):
NOTA- Cuando se conectan o desconectan cargas reactivas, algunos tipos de interruptores de media
tensión tienden a producir múltiples interrupciones de las corrientes transitorias originando
sobretensiones de hasta 6 p.u. a menos de que se tomen medidas de protección apropiadas.
La ocurrencia de sobretensiones por descarga atmosférica puede limitarse con un diseño apropiado de
las líneas aéreas. Las posibles precauciones de diseño para la limitación de la ocurrencia de
sobretensiones por rayo son:
- Para rayos directos a los conductores: diseño apropiado del blindaje con hilos de
guarda;
En algunos casos se han usado crucetas conectadas a tierra o explosores en estructuras cercanas a la
subestación como un intento para limitar las amplitudes de las sobretensiones por rayos incidentes. Sin
embargo, tales medidas tienden a incrementar la probabilidad de flameos cerca de la subestación con la
consiguiente generación de sobretensiones de frente rápido. Más aún, debe darse atención especial al
blindaje y a la resistencia al pie de la torre cerca de la subestación para disminuir la probabilidad de
flameos inversos en este lugar.
La severidad de las sobretensiones de frente rápido generadas por operaciones de maniobra pueden
limitarse con la selección adecuada del equipo de maniobra (interruptores libres de reencendido,
características de corte de corrientes pequeñas, uso de resistencias de pre-inserción, control del punto
de corte de la corriente sobre la onda, etc.)
La protección que los apartarrayos brindan contra sobretensiones de frente rápido depende de:
Para la protección contra descargas atmosféricas, generalmente se utilizan apartarrayos con los
siguientes valores de corrientes de descarga nominal:
Cuando se espera que las corrientes a través del apartarrayos sean mayores que su corriente de
descarga nominal, debe verificarse que las tensiónes residuales correspondientes, aún proporcionen una
adecuada limitación de la sobretensión.
Para determinar la absorción de energía (debida a la descarga atmosférica) del apatrarrayos instalado en
una subestación, generalmente es suficiente asumir que la amplitud representativa de la sobretensión
por descarga atmosférica esperada que llega a la subestación es igual al 50% de la tensión de aguante
de impulso por rayo negativa de la línea aérea. Sin embargo, para determinar la absorción de energía
total, debe considerarse la posibilidad de que un rayo puede consistir de descargas múltiples.
Las características de protección de un apartarrayos sólo son válidas en su punto de instalación. Por lo
tanto, la limitación de la sobretensión en el punto de instalación correspondiente de un equipo debe
tomar en cuenta la separación entre ambos. A mayor distancia de separación entre el apartarrayos y el
equipo protegido, menor es la protección efectiva para este equipo y, en efecto, la sobretensión
aplicada al equipo se incrementa por arriba del nivel de protección del apartarrayos al aumentar la
separación. Más aún, si el efecto debido a la longitud del apartarrayos se desprecia en la determinación
de sus características de protección, esta longitud debe sumarse a la longitud de las conexiones en la
evaluación de la limitación efectiva de la sobretensión. Para apartarrayos de óxidos metálicos sin
entrehierros, el tiempo de reacción del mismo material puede despreciarse y la longitud del apartarrayos
puede sumarse a la longitud de las conexiones.
En donde:
Upl es el nivel de protección de impulso por rayo del apartarrayos (kV);
S es la pendiente de la sobretensión incidente (kV/ µs);
T es el tiempo de viaje del transitorio de rayo y se determina como sigue:
T=L/c (3)
En donde:
c es la velocidad de la luz (300 m /µs);
L = a1 + a2 + a3 + a4: distancias en (m) como se muestra en la figura 3.
Como una recomendación general, la dependencia del aguante del aislamiento ante la forma de onda de
la sobretensión debe considerarse también en la determinación de las amplitudes representativas. Esto
aplica en particular al aislamiento externo y al aislamiento papel impregnado en aceite, para los cuales la
curva tensión-tiempo del aislamiento puede conducir a amplitudes representativas substancialmente
menores que los valores cresta de las sobretensiones. Para subestaciones encapsuladas en gas (SF6) o
para aislamiento sólido esta diferencia es despreciable y la amplitud de la sobretensión representativa es
igual a la cresta de la sobretensión.
a3
U a1
Apartarrayos a4 Objeto
protegido
a2
Zg Rejilla de tierras
Las sobretensiones de frente muy rápido se originan por las operaciones del desconectador o por fallas
dentro de las subestaciones encapsuladas en gas (SF6) debidas a la ruptura rápida del espacio que
continene el gas y a la propagación de la sobretensión casi sin amortiguamiento dentro de la
subestación encapsulada en gas (SF6). Sus amplitudes son rápidamente amortiguadas al salir de la
subestación encapsulada en gas (SF6), por ejemplo, en una boquilla, y sus tiempos de frente se
incrementan generalmente a valores dentro de la gama de las sobretensiones de frente rápido. Las
sobretensiones de frente muy rápido pueden también presentarse en transformadores de media tensión
tipo seco mediante o a través de conexiones cortas al equipo de desconexión.
Debido a fallas dentro de las subestaciones encapsuladas en gas (SF6) los equipos conectados (por
ejemplo, un transformador) son esforzados por las sobretensiones. La forma y la amplitud de la
sobretensión depende del tipo de conexión del equipo a la subestación encapsulada en gas (SF6) y de la
localización de la falla dentro de la misma. Las sobretensiones alcanzan amplitudes de hasta 1,6 veces
las tensiones de ruptura y contienen frecuencias de hasta 20 MHz dentro de la subestación.
En las terminales de un equipo conectado mediante una línea aérea de alta tensión corta a la
subestacion encapsulada en gas (SF6), las oscilaciones de la sobretensión muestran frecuencias en la
gama de 0,2 MHz a 2,0 MHz con amplitudes hasta de 1,5 veces la tensión de flameo. En este caso es
posible proteger el equipo con apartarrayos. Sin embargo, el contenido de frecuencia de las
sobretensiones puede aún causar esfuerzos internos elevados en los devanados del transformador
debido a resonancias en partes de los devanados. Pueden ser necesarios métodos de protección
alternativos soportados con estudios detallados. Estas medidas pueden incluir el cambio (disminución)
de la frecuencia instalando capacitancia adicional. Sin embargo, debe tenerse cuidado con esta
propuesta pues requiere que las características de resonancia del transformador se conozcan con
exactitud.
En todos los materiales, la conducción es causada por la migración de partículas cargadas. Los
conductores tienen un gran número de electrones relativamente libres, los cuales son atraídos por un
campo eléctrico aplicado, mientras que los aislantes tienen muy pocos electrones libres. Cuando se
incrementa el esfuerzo eléctrico en un aislante a un nivel suficientemente alto, la resistividad a lo largo
de una trayectoria a través del aislante cambia de un valor alto a un valor comparable al de los
conductores. Este cambio se llama ruptura.
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La rigidez dieléctrica del aislamiento se vea influenciada por varios factores. Tales factores incluyen:
- Temperatura : 20 °C;
- Presión : 101,3 kPa;
- Humedad absoluta : 11 g/m3 .
Para aislamiento a la intemperie, los efectos de la humedad, lluvia y contaminación superficial son
particularmente importantes. La norma NMX-J-271/1-ANCE también define los procedimientos de
prueba para el aislamiento externo bajo condiciones en seco y húmedo. Para equipo de maniobra en
tablero blindado aislado en gas, juegan un papel significativo el efecto de la presión interna y de la
temperatura así como no-homogeneidades locales e impurezas.
Las partículas de impurezas y las burbujas causadas por efectos químicos y físicos o por descargas
locales, en el aislamiento líquido, pueden reducir drásticamente su rigidez dieléctrica. También es
importante mencionar que el grado de degradación química del aislamiento puede tender a
incrementarse con el tiempo. Lo anterior se aplica en el caso de aislamiento sólido. En ambos casos la
rigidez dieléctrica puede afectarse por esfuerzos mecánicos.
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El viento tiene influencia en el diseño del aislamiento, especialmente en el caso de líneas aéreas que
emplean cadenas de aisladores de oscilación libre. Generalmente el efecto es importante únicamente al
seleccionar distancias dieléctricas con base en los esfuerzos producidos por la tensión a 60 Hz y del
impulso por maniobra.
Los incisos 3.1.1 a 3.1.4 proporcionan información sobre los diferentes factores que tienen influencia
en la respuesta del aislamiento. Para información más detallada, puede hacerse referencia a los
artículos técnicos de CIGRE [7].
En las geometrías típicas de electrodos encontradas en las aplicaciones en alta tensión, la mayoría de
los casos el conductor energizado está más intensamente esforzado que el conductor puesto a tierra.
Para aislamiento en aire, si al conductor energizado se aplica polaridad positiva, la tensión de ruptura del
claro es más baja que si se aplica polaridad negativa. Esto se debe a que el fenómeno de propagación
de ionización se alcanza más fácilmente bajo esfuerzos positivos que negativos.
Donde ambos electrodos están esforzados aproximadamente igual, se involucran dos procesos de
descarga con características de polaridad positiva y negativa. Si es claro cual polaridad es la más severa
para un sistema de aislamiento y una configuración de electrodos particular, el diseño debe basarse en
esa polaridad, de otra manera deben considerarse ambas polaridades.
En general, bajo esfuerzos de impulso, la tensión de ruptura también depende de la forma de onda del
impulso.
Para impulsos de frente lento la rigidez dieléctrica del aislamiento externo depende más del frente del
impulso que de su cola. La cola de la onda resulta especialmente importante solamente en el caso de
contaminación sobre la superficie del aislamiento externo. Se asume que a la rigidez dieléctrica del
aislamiento interno sólo le afecta el valor cresta.
Para aislamiento externo, es típico que para cada longitud de configuración hay un impulso de tensión
de ruptura en un tiempo mínimo a la cresta (tiempo crítico a la cresta). Generalmente, el mínimo está en
la gama de los tiempos a la cresta de las sobretensiones de frente lento. A mayores longitudes de
configuración, mayor es el tiempo mínimo. Para configuraciones en aire en la categoría I el efecto es
despreciable y puede ignorarse. Para claros en aire a usarse en la categoría II la tensión mínima de
ruptura es igual a la tensión de ruptura con el tiempo a la cresta normalizado de 250 µs, para todas las
aplicaciones y propósitos. Esto significa que el uso de la tensión de aguante del aislamiento para la
forma de tensión normalizada de 250/2 500 µs resulta en un diseño del aislamiento conservador para
sobretensiones de frente lento. Para algunos sistemas en los cuales las sobretensiones de frente lento
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tienen frentes muchos mayores que el normalizado, la alta rigidez del aislamiento en estos frentes puede
utilizarse ventajosamente.
La tensión de ruptura del aislamiento externo bajo esfuerzos de impulso por rayo disminuye con el
incremento de la duración de la cola. Para las tensiones de aguante, esta disminución es despreciable,
por lo que la tensión de ruptura se supone igual a la correspondiente de impulso por rayo normalizado
de 1,2/50 µs. Sin embargo, puede lograrse alguna reducción en la configuracion del aislamiento, por
ejemplo, en subestaciones convencionales (en aire) protegidas con apartarrayos cuando se tome en
cuenta la forma de onda de la sobretensión por descarga atmosférica y su efecto sobre la rigidez del
aislamiento.
Para aislamiento externo en la categoría II, la respuesta del aislamiento a las sobretensiones por
maniobra de fase a fase depende del valor de α el cual relaciona las componentes positiva y negativa de
los esfuerzos de tensión (véase apéndice D); las pruebas para verificar la tensión de aguante requerida
deben diseñarse, por lo tanto, para reflejar este fenómeno. La forma de onda normalizada de la
sobretensión representativa indicada en NMX-J-150/1-ANCE, es una sobretensión combinada que tiene
dos componentes sincronizadas de polaridad opuesta; la positiva es un impulso por maniobra
normalizado, mientras que la negativa es un impulso con tiempo a la cresta y tiempo al valor medio no
menores que los correspondientes a los de la componente positiva. Por lo tanto, para el aislamiento
afectado por el valor relativo de las dos componentes, la amplitud de la sobretensión real debe
convertirse a la amplitud representativa, tomando en cuenta las características de respuesta del
aislamiento (véase 2.3.3.1 y el apéndice D en el cual se da un ejemplo particular).
Para configuraciones de aislamiento longitudinal, las componentes de tensión están especificadas por
las sobretensiones representativas (véase capítulo 2).
Los valores de la desviación convencional para la rigidez del aislamiento de fase a tierra, dados en
3.1.4, pueden también aplicarse a la rigidez del aislamiento externo de fase a fase o del aislamiento
longitudinal, cuando la tensión de flameo 50 % se toma como la suma de las componentes aplicadas a
las dos terminales.
Las tensiones de flameo para configuraciones en aire dependen del contenido de humedad y de la
densidad del aire. La rigidez del aislamiento aumenta con la humedad absoluta hasta el punto donde se
presenta la condensación en las superficies del aislador. La rigidez del aislamiento decrece con el
decremento de la densidad del aire. Una descripción detallada de los efectos de la densidad del aire y de
la humedad absoluta se dan en la norma NMX-J-271/1-ANCE para diferentes tipos de esfuerzos de
tensión.
Cuando se determina la tensión de aguante de coordinación debe tenerse presente que las condiciones
más adversas desde el punto de vista de la rigidez del aislamiento (es decir, bajas humedades absolutas,
bajas presiones de aire y altas temperaturas), generalmente no ocurren en forma simultánea. Además,
en un sitio dado, las correcciones aplicables por las variaciones de humedad y de temperatura ambiente
se cancelan mutuamente para todas las aplicaciones y propósitos. Por lo tanto, generalmente la
estimación de la rigidez puede basarse en las condiciones ambientes promedios del lugar.
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Para aisladores, debe tomarse en cuenta la posible reducción en la tensión de aguante debida a nieve,
hielo, rocío ó niebla.
Para aislamientos auto-recuperables, la habilidad para aguantar esfuerzos dieléctircos causados por la
aplicación de un impulso de una forma dada puede describirse en términos estadísticos. Los métodos a
seguir para determinar la curva de probabilidad de aguante están dados en la NMX-271/1-ANCE. Para
un aislamiento dado, y para impulsos de forma dada y con diferentes valores cresta de U, puede
asociarse una probabilidad de descarga P con cada valor posible U, así, se establece una relación P =
P(U). Generalmente, la función P es monótonamente creciente con los valores de U. La curva resultante
puede definirse por tres parámetros:
a) U50: que corresponde a una tensión a la cual el aislamiento tiene una probabilidad
del 50 % de flamear o de aguantar.
Generalmente la función P está dada por una función matemática (distribución de probabilidad
acumulada) la cual está completamente descrita por los parámetros U50, Z y U0. En la distribución
Gaussiana tradicionalmente usada, el valor de U50 es también la media, y la desviación convencional se
obtiene directamente de la ecuación (4). Para propósitos de simplificación, frecuentemente no se
considera el punto de truncación.
γ
x
1+
P (U ) = 1 − 0,5 N (5)
En donde
x = (U-U50) / Z
x es el número de desviaciones convencionales correspondientes a U, y
N es el número de desviaciones convencionales correspondientes a la tensión de
truncación U0 para la cual P(U0) = 0.
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Para una desviación convencional de la distribución de probabilidad Gaussiana (para x = -1) P(U)=0,16
en la ecuación (5). Si se selecciona N = 4, entonces en la ecuación (5) el valor exacto de γ debe ser
4,83. Aproximando este valor a γ = 5 no resultan errores apreciables de manera que la distribución de
Weibull modificada propuesta para esta guía esta descrita en la ecuación (6).
5
x
1+
P (U ) = 1 − 0,5 4 (6)
La figura 4 ilustra esta distribución de Weibull modificada y la distribución Gaussiana con la cual
coincide. La figura 5 muestra las mismas distribuciones en escala de probabilidad Gaussiana.
100
90
80
Función Weibull
70 Función Gaussiana
60
P
% 50
40
30
20
10
0
-4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4
99,9
Función Weibull
99
90
Función Gaussiana
P 70
% 50
30
10
1,0
0,1
-4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4
Para cálculos estadísticos del comportamiento esperado en campo, deben utilizarse datos detallados
obtenidos en pruebas de campo o de laboratorio. Si no se cuenta con dichos datos, se recomiendan los
siguientes valores para la desviación convencional, los cuales se obtuvieron de un gran número de
resultados de prueba y son recomendados para cálculos estadísticos:
En los valores de las desviaciones anteriores está incluida la influencia de las condiciones ambientales
(referirse a 3.1.3).
El apéndice G, contiene una guía para determinar el esfuerzo de ruptura del aislamiento en aire, bajo las
diferentes clases de sobretensiones.
El comportamiento del aislamiento en un sistema se juzga con base en el número de fallas del
aislamiento durante el servicio. Las fallas en diferentes partes de la red pueden tener diferentes
consecuencias, por ejemplo, en un sistema mallado una falla permanente de línea o un recierre sin éxito
debido a sobretensiones de frente lento no es tan severa como una falla en un barra conductora o fallas
similares en una red radial. Por lo tanto, los índices de falla aceptables en una red pueden variar de un
punto a otro dependiendo de las consecuencias de la falla en cada uno de esos puntos.
La determinación de las tensiones de aguante de coordinación consiste en calcular los valores más bajos
de las tensiones de aguante del aislamiento, que cumplan con el criterio de comportamiento, cuando se
somete a las sobretensiones representativas bajo condiciones de servicio.
Para la coordinación de aislamiento para sobretensiones transitorias se usan dos métodos: El método
determinístico y el estadístico. Sin embargo, muchos de los procedimientos aplicados son una mezcla
de ambos métodos. Por ejemplo, algunos factores usados en el método determinístico se han derivado
de consideraciones estadísticas o algunas variaciones estadísticas han sido despreciadas en métodos
estadísticos.
Método determinístico
Con este método, no se hace referencia de índices de falla posibles del equipo en servicio:
Método estadístico
El índice de salida total del sistema debido a fallas en el aislamiento puede obtenerse repitiendo los
cálculos para los diferentes tipos de aislamientos y estados de la red.
Por lo tanto, con la aplicación del método de coordinación de aislamiento estadístico, se tiene la
posibilidad de estimar la frecuencia de falla directamente como una función de los factores de diseño
del sistema seleccionado. En principio, aún la optimización del aislamiento puede ser posible, si los
costos de salida del sistema pueden relacionarse con los diferentes tipos de fallas. En la practica, ésto
es muy difícil debido a la dificultad para evaluar las consecuencias de las fallas en el aislamiento en
diferentes estados de operación de la red y también las debidas a la incertidumbre del costo de energía
no suministrada. Por lo tanto, generalmente es mejor sobredimensionar ligeramente el aislamiento del
sistema que optimizarlo. Entonces, el diseño del aislamiento del sistema está basado en la comparación
de los riesgos correspondientes para las diferentes alternativas de diseño.
La tensión de aguante de coordinación para la tensión permanente (a 60 Hz) es igual a la tensión más
alta del sistema para aislamientos fase - fase y esta tensión dividida por 3 para aislamientos fase -
tierra (es decir, igual al valor máximo supuesto de las tensiones representativas dadas en 2.3.1) con
una duración igual a la vida esperada en servicio.
3.3.1.1 Contaminación
Cuando la contaminación está presente, la respuesta del aislamiento externo a las tensiones a 60 Hz
llega a ser importante y puede determinar el diseño del aislamiento externo. El flameo del aislamiento
generalmente ocurre cuando la superficie está contaminada y se humedece debido a lluvia ligera, nieve,
rocío o niebla, sin que exista un efecto de lavado significativo.
De acuerdo con la tabla 1, puede estimarse un nivel de contaminación para cualquier área específica.
Apliquese el apéndice J para una evaluación cuantitativa del nivel de contaminación en sitio mediante
mediciones.
Diferentes tipos de aisladores y aún diferentes orientaciones del mismo tipo de aislador pueden
acumular diferentes cantidades de contaminantes en el mismo ambiente. Más aun, para el mismo grado
de contaminación los aislamientos pueden mostrar diferentes características de flameo.
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Adicionalmente, variaciones en la naturaleza del contaminante, pueden originar que algunas formas de
aisladores sean más efectivas que otras. Por lo tanto, para propósitos de coordinación, debe
determinarse la severidad de contaminación para cada tipo de aislamiento a utilizarse.
En el caso de sitios con un alto grado de contaminación, puede considerarse el uso de grasa (por
ejemplo grasa silicona), otros recubrimientos o el lavado de las superficies aislantes.
Para información, la tabla 1 incluye, para los cuatro niveles de contaminación, distancias de fuga
específicas necesarias para aguantar la contaminación, aunque estas distancias están más relacionadas
al diseño de aislamientos que a la coordinación de aislamiento. Además, NMX-J-561-ANCE
correlaciona, para cada nivel de contaminación de la tabla 1, una gama de aguante de las severidades
de contaminación para utilizarse en pruebas de contaminación artificial. Se deja a los comités de
producto definir los requisitos de prueba para verificar el aguante de los aisladores bajo condiciones de
contaminación.
Distancia de fuga
Nivel de
Ejemplos de ambientes típicos específica mínima
contaminación
nominal (mm/kV1)
- Áreas sin industrias y con baja densidad de casas equipadas con
calefacción
- Áreas con baja densidad de industrias o casas, pero sujeta a vientos
I frecuentes y/o lluvia. 16,0
Ligero - Áreas de agricultura2)
- Áreas montañosas
- Todas estas áreas deben estar situadas al menos de 10 km a 20 km del
mar y no deben exponerse a vientos directos desde el mar3)
- Áreas con industrias que no producen particularmente humos
contaminantes y/o con densidad media de casas equipadas con
calefacción.
II - Áreas con alta densidad de casas y/o industrias, pero sujetas a vientos 20,0
Medio frecuentes y lluvia.
- Áreas expuestas a viento desde el mar pero no demasiado cerca de la
costa (al menos a varios kilómetros de distancia)3)
- Áreas con alta densidad de industrias y suburbios de ciudades grandes
III con alta densidad de plantas calefactoras productoras de contaminación
Alto - Áreas cerca del mar o en cualquier caso expuestas a vientos 25,0
relativamente fuertes desde el mar 3)
- Áreas generalmente de extensión moderada, sujetas a polvos
conductores y a humo industrial depositado en capas de materiales
conductores.
- Áreas generalmente de extensión moderada, muy cerca de la costa y
IV
expuestas a rocío de mar o a vientos del mar muy fuertes y 31,0
Muy alto
contaminantes.
- Áreas desérticas, caracterizadas por la falta de lluvia durante largos
periodos, expuestas a vientos fuertes acarreando arena y sal, y sujetas a
condensación regular.
NOTA- Esta tabla debe aplicarse sólo a aislamientos de vidrio o porcelana y no cubre situaciones ambientales como nieve o
hielo en alta contaminación, lluvia fuerte, áreas áridas, etc.
1) De acuerdo con el apéndice J, la distancia de fuga mínima de aisladores entre fase - tierra está relacionada con la
tensión más alta del sistema (fase - fase).
2) Uso de fertilizantes por asperción, o la quema de residuos de cosecha pueden ocasionar niveles de contaminación
altos debidos a la dispersión por los vientos
3) Las distancias desde las costas del mar dependen de la topografía del área costera y de las condiciones extremas de
viento.
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Para equipo protegido con apartarrayos, la sobretensión máxima supuesta es igual al nivel de protección
de impulso por maniobra Ups del apartarrayos. Sin embargo, en tales casos, puede presentarse una
desviación severa en la distribución estadística de las sobretensiones. Esta desviación es más
pronunciada cuanto menor es el nivel de protección comparado con las amplitudes de las
sobretensiónes de frente lento esperadas, de manera que pequeñas variaciones del aguante de la rigidez
de aguante del aislamiento (o en el valor del nivel de protección del apartarrayos) puede tener un gran
impacto en el riesgo de falla [4]. Para cubrir este efecto, se propone evaluar el factor de coordinación
determinístico Kcd como una función de la relación entre el nivel de protección de impulso por maniobra
del apartarrayos Ups y el valor 2% de las sobretension esperadas de fase a tierra Ue2. La figura 6
establece esta dependencia.
Para equipo no protegido con apartarrayos, la sobretensión máxima supuesta es igual al valor de
truncación (Uet o Upt) de acuerdo con 2.3.3.1 y el factor de coordinación determinístico es Kcd = 1.
1,15
Kcd 1,10
(a)
1,05
(b)
1,00
0,95
0,3 0,5 0,7 0,9 1,1 1,3 1,5
Ups
Ue2
a) Factor de coordinación aplicado al nivel de protección del apartarrayos para obtener la tensión de
aguante de coordinación de fase a tierra (se aplica también al aislamiento longitudinal)
b) Factor de coordinación aplicado a dos veces el nivel de protección del apartarrayos para obtener la
tensión de aguante de coordinación de fase a fase.
El riesgo de falla indica la probabilidad de falla del aislamiento. El índice de falla se expresa en términos
de la frecuencia promedio de fallas esperadas del aislamiento (por ejemplo el número de fallas por año),
como un resultado de los eventos que causan esfuerzos por sobretensiones. Para evaluar este índice, se
tienen que estudiar los eventos y su número, los cuales originan esas sobretensiones. Afortunadamente,
este método es práctico ya que los eventos significativos para el diseño del aislamiento son
suficientemente pocos en número.
El método estadístico recomendado en esta norma se basa en el valor cresta de los disturbios. La
distribución de frecuencia de sobretensiones entre fase y tierra para un evento particular se determina a
partir de las suposiciones siguientes:
- Se desprecian las crestas diferentes del valor mas alto en la forma de onda de
cualquier sobretensión dada;
- La forma de onda de la cresta más alta se considera igual al del impulso por
maniobra normalizado;
∞
R=
∫ f (U ) × P(U )dU
0
(8)
En donde:
f(U) es la densidad de probabilidad de las sobretensiones;
P(U) es la probabilidad de flameo del aislamiento bajo un impulso de valor U (véase figura 7).
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P (U)
f (U)
U50 – 4 Z Ut
Ut
R= ∫U50 − 4 Z
f(U) × P(U) dU
f(U) es la densidad de probabilidad de ocurrencia de sobretensión descrita por una función de truncación
Gaussiana o una función de Weibull.
P(U) es la probabilidad de descarga del aislamiento descrita por una función de Weibull modificada.
Ut es el valor de truncación de la distribución de probabilidad de sobretensión.
U50 - 4Z es el valor de truncación de la distribución de probabilidad de descarga.
Si se presenta más de una cresta independiente, el riesgo total para una fase puede calcularse tomando
en cuenta los riesgos de falla para todos las crestas. Por ejemplo, si un disturbio por maniobra en una
fase en particular comprende tres crestas positivas principales con riesgos de falla R1, R2 y R3, el riesgo
de falla de fase a tierra para la operación de maniobra es:
NOTA- si una de las polaridades de la sobretensión es substancialmente más severa para el aguante del
aislamiento, los valores del riesgo pueden dividirse entre dos.
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De esta simple manera el riesgo de falla para los aislamientos de fase a tierra y de fase a fase puede
determinarse por separado, sólo si las distancias entre los dos son lo suficientemente grandes como
para que el flameo a tierra y entre fases no se base en el mismo evento físico. Esto es valido si los
aislamientos de fase a tierra y de fase a fase no tienen electrodo común. Si tienen un electrodo común,
el riesgo de falla es generalmente más pequeño que el calculado por separado [6].
Para el caso importante de la aplicación del método estadístico a varios aislamientos idénticos en
paralelo, véase la discusión detallada en el apéndice C.
El método estadístico basado en las amplitudes de los disturbios, puede simplificarse si se supone que
éste puede definir las distribuciones de sobretensión y la rigidez del aislamiento por un punto en cada
una de esas curvas. La distribución de sobretensión se identifica por la sobretensión estadística, la cual
es la sobretensión que tiene una probabilidad de 2 % de ser excedida. La distribución de la rigidez del
aislamiento se identifica por la tensión de aguante estadística, la cual es la tensión a la que el
aislamiento presenta una probabilidad de aguante de 90 %. El factor de coordinación estadístico (Kcs) es
entonces la relación entre la tensión de aguante estadística y la sobretensión estadística.
La correlación entre el factor de coordinación estadístico y el riesgo de falla, parece ser ligeramente
afectada sólo por cambios en los parámetros de la distribución de la sobretensión. Esto se debe al
hecho de que el valor 2 % seleccionado como una probabilidad de referencia de la sobretensión cae en
esa parte de la distribución de sobretensión, la cual da la mayor contribución al riesgo de falla en la
gama del riesgo considerado.
Tanto para el método fase-cresta como para el cresta-máxima explicados en el apéndice D, la figura 8
muestra un ejemplo de la relación entre el riesgo de falla y el factor de coordinación estadístico, cuando
la distribución Gaussiana se aplica para el esfuerzo y la distribución modificada de Weibull se aplica para
la rigidez del aislamiento. Las curvas toman en cuenta el hecho de que la desviación convencional es
una función del valor de sobretensión del 2 % de acuerdo con lo indicado en el apéndice D. Variaciones
extremas en la desviación de la rigidez del aislamiento, una distribución evidentemente no Gaussiana de
la sobretensión y sobre todo, la forma de la sobretensión, pueden causar que la curva tenga un error
cuando mucho de un orden de magnitud. Por otra parte, las curvas muestran que una variación del
riesgo de un orden de magnitud, corresponde a sólo el 5 % de variación en la rigidez dieléctrica.
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1 1
5 5
3 3
5 5
3 3
2 2
R
10-2 10-2
5 5
3 3
2 2
10-3 10-3
5 5
3 3
2 2
10-4 10-4
0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4
Ucw Ucw
Kcs = Kcs =
Ue2 Ue2
FIGURA 8.- Riesgo de falla del aislamiento externo para sobretensiones de frente lento como una
función del factor de coordinación estadístico Kcs
Para sobretensiones de frente rápido por descarga atmosférica, al valor máximo supuesto de las
sobretensiones se le aplica un factor de coordinación determinístico de Kcd = 1. Esto se debe a que
para la descarga atmosférica, la sobretensión representativa incluye efectos de probabilidad. Para
sobretensiones de frente rápido por maniobra, se aplican las mismas relaciones que para las
sobretensiones de frente lento (véase 3.3.2.1).
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Para aislamiento interno la tensión de aguante supuesta tiene una probabilidad de aguante del 100 %
(véase definición 3.23 de la NMX-J-150/1). La probabilidad de aguante a tensiones mayores se supone
es del 0 %. Ésto significa que la tensión de aguante de coordinación es igual a la amplitud de la
sobretensión representativa por descarga atmosférica a un índice de retorno igual al índice de falla
aceptable adoptado.
NOTA- Las sobretensiones de frente rápido debidas a descargas atmosféricas se evalúan sin tomar en cuenta la
tensión instantánea a 60 Hz. Los esfuerzos combinados debido a la inversión de polaridad por lo tanto se
desprecian. Lo anterior puede aceptarse, si la amplitud de la tensión a 60 Hz es pequeña comparada con la de la
sobretensión de frente rápido. Para equipos con aislamiento interno de papel en aceite, como son transformadores
en la categoría II y para valores altos de Um en la categoría I, esto puede ser no conservador. Además, las
tensiones internas (tales como entre espiras) que aparecen en las terminales en dichos equipos, debidas a los
esfuerzos que se presentan en sus terminales, no son estrictamente consideradas en la práctica de la coordinación
de aislamiento descrita en esta norma.
4.1 Generalidades
La tensión de aguante requerida a verificarse con pruebas prototipo normalizadas y a las condiciones
atmosféricas de referencia normalizadas, se determina tomando en cuenta todos los factores que
puedan reducir el aislamiento en servicio, de manera que se cumpla con la tensión de aguante de
coordinación en el sitio, durante la vida del equipo. Para lograr esto, deben considerarse dos tipos de
factores de corrección principales:
4.2.1 Generalidades
Para el aislamiento interno puede suponerse que las condiciones atmosféricas del aire no influyen en las
propiedades del aislamiento.
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Las reglas para la corrección por condiciones atmosféricas de las tensiones de aguante del aislamiento
externo, se especifican en la norma NMX-J-271/1-ANCE. Estas reglas se basan en mediciones en
altitudes de hasta 2 000 m y su aplicación a mayores altitudes debe hacerse con cuidado. Para
propósitos de la coordinación de aislamiento, se aplican las recomendaciones adicionales siguientes:
H
m
Ka = e 8150 (11)
En donde:
H es la altitud sobre el nivel del mar (en metros);
m se determina como sigue:
m = 1,0 para tensiones de aguante de coordinación de impulso por rayo;
m se obtiene de la figura 9 para tensiones de aguante de coordinación de impulso por
maniobra;
m = 1,0 para tensiones de aguante de corta duración a 60 Hz con aisladores limpios y
distancias en aire.
NOTA- El exponente m depende de varios parámetros incluyendo la trayectoria mínima de descarga, la cual
generalmente se desconoce en la etapa de especificación. Sin embargo, para propósitos de coordinación de
aislamiento las estimaciones conservadoras de m se muestran en la figura 9 y pueden usarse para la corrección de
las tensiones de aguante de coordinación de impulso por maniobra. La determinación del exponente m esta basada
en NMX-J-271/1-ANCE en la cual las relaciones dadas se obtienen de mediciones en altitudes hasta de 2 000 m.
Además para todos los tipos de aislamiento se han utilizado valores conservadores para factores de las diferentes
configuraciones de electrodos (véase apéndice G).
Para propósitos de pruebas de larga duración y cuando se requieran pruebas de tensión de aguante de
corta duración a 60 Hz en aisladores contaminados, el valor del exponente m es tentativo y puede valer
desde 0,5 para aisladores normales hasta 0,8 para aisladores antiniebla.
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1,0
a
m
0,5
0,0
1000 kV 2000 kV
Ucw
a) Aislamiento fase a tierra
b) Aislamiento longitudinal
c) Aislamiento fase a fase
d) Entrehierro de varilla - placa (entrehierro de referencia)
Para tensiones que tienen dos componentes, el valor de la tensión es la suma de ellos.
Los factores principales que influyen y están relacionados con las formas de operación de aislamientos
eléctricos se indican en la IEC 60505, apéndice B. Dichos factores corresponden a los esfuerzos de
operación siguientes:
- Térmicos
- Eléctricos
- Ambientales
- Mecánicos
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El peso relativo de estos factores y las formas de operación pueden variar entre los diferentes tipos de
equipos.
4.3.1 Envejecimiento
El aislamiento eléctrico de todo el equipo envejece durante el servicio debido a un esfuerzo térmico,
eléctrico, químico o mecánico o una combinación de éstos.
Para aislamientos internos el envejecimiento puede ser significativo y deben quedar cubiertos por los
factores de seguridad dados en 4.3.4.
Las tensiones de aguante nominales se verifican con una prueba prototipo, a menudo en una parte
representativa del ensamble o con una prueba relevante sólo a una parte del sistema del aislamiento.
Como el equipo en servicio puede diferir del prototipo probado debido a las diferentes configuraciones o
condiciones de aislamiento, la tensión de aguante en servicio del equipo puede ser menor que el valor
nominal.
Para equipo totalmente ensamblado en fábrica y para propósitos de coordinación de aislamiento, esta
dispersión es despreciable. Para equipo ensamblado en sitio, la tensión de aguante real puede ser menor
que la tensión de aguante requerida, lo cual debe tomarse en cuenta en los factores de seguridad dados
en 4.3.4.
Para aislamiento externo, deben tomarse en cuenta las posibles desviaciones del arreglo de prueba
respecto al arreglo real en servicio, así como la influencia del ambiente de laboratorio; además de la
imprecisión estadística involucrada en el procedimiento seleccionado para la prueba prototipo. Tales
desviaciones deben cubrirse por los factores de seguridad dados en 4.3.4.
Para aislamiento interno para el cual se supone una probabilidad de aguante del 100 % de acuerdo con
3.23 de la NMX-J-150/1-ANCE, generalmente se aplica una prueba prototipo de impulso con tres
impulsos y la incertidumbre estadística de esta prueba debe cubrirse con el factor de seguridad dado en
4.3.4 (véase también 5.3.2).
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44/140
Si no se especifican en la norma correspondiente del equipo, los factores de seguridad que deben
aplicarse son:
NOTA- Para subestaciones aisladas en gas en la categoría II, pueden aplicarse factores de seguridad
mayores. En este caso pueden considerarse las pruebas en sitio.
a) Para equipo protegido por apartarrayos cercanos, se aplican los valores menores
de aguante de impulso por rayo. Se seleccionan tomando en cuenta la relación
entre el nivel de protección de impulso por rayo y el nivel de protección de impulso
por maniobra que pudiera lograrse con apartarrayos y agregando márgenes
apropiados;
Para la categoría II, la tensión de aguante normalizada de impulso por maniobra debe cubrir la tensión
permanente a 60 Hz, si no se especifica algún valor por la norma correspondiente de equipo y la tensión
de aguante requerida de corta duración a 60 Hz.
Para cumplir con los requisitos generales, las tensiones de aguante requeridas deben convertirse a
aquellas formas de onda de tensión para las cuales se especifican las tensiones de aguante
normalizadas, aplicando los factores de conversión para pruebas dados en 5.2. Dichos factores se
determinan de resultados existentes, de manera que se obtienen valores conservadores para las
tensiones de aguante nominales. Por lo tanto, deben usarse solamente en la dirección especificada.
5.2.1 Categoría I
TABLA 2.- Factores de conversión de prueba en la categoría I, para convertir las tensiones
de aguante requeridas de impulso por maniobra a tensiones de aguante de corta duración a
60 Hz y a tensiones de aguante de impulso por rayo
5.2.2 Categoría II
TABLA 3.- Factores de conversión de prueba en la categoría II para convertir la tensión de aguante
requerida de corta duración a 60 Hz a tensión de aguante de impulso por maniobra
Tensión de aguante de
Aislamiento
impulso por maniobra
Aislamiento externo
- Distancias en aire y aisladores limpios, 1,4
en seco
- Aisladores limpios, en húmedo 1,7
- Aislamiento interno
- Subestaciones aisladas en gas 1,6
- Aislamiento inmerso en líquido 2,3
- Aislamiento sólido 2,0
NOTA - Los factores de equivalencia para prueba incluyen un factor de 2
para convertir de valor eficaz a valor cresta.
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La verificación de la rigidez dieléctrica del aislamiento se logra por medio de pruebas. El tipo de pruebas
a seleccionar para un equipo dado, tiene que considerar la naturaleza de su(s) aislamiento(s). En 3.4. y
3.5. de la norma NMX-J-150/1-ANCE, se definen la subdivisión del aislamiento en auto-recuperable y
no auto-recuperable. Para un equipo en particular, lo anterior restringe la selección del procedimiento de
prueba a adoptar de la lista proporcionada en 5.3. de la norma NMX-J-150/1-ANCE y más
completamente descrito en la norma NMX-J-271/1-ANCE.
La información y la guía siguientes se proporcionan para ayudar a la selección óptima de las pruebas
prototipo, a partir de consideraciones de la coordinación de aislamiento. Se toma en cuenta el hecho de
que muchos equipos contienen una combinación de aislamiento auto-recuperable y no auto-recuperable.
En el aislamiento no auto-recuperable una descarga disruptiva degrada la propiedad aislante y aún las
tensiones de prueba que no causan una descarga disruptiva pueden afectar al aislamiento, por ejemplo,
las pruebas de sobretensión a 60 Hz y las pruebas de impulso con inversión de polaridad pueden iniciar
arborescencias en el aislamiento polimérico y provocar la generación de gas en aislamientos líquidos y
en aislamientos impregnados en líquidos. Por las razones anteriores, el aislamiento no auto-recuperable
se prueba con la aplicación de un número limitado de tensiones de prueba al nivel de aguante
normalizado, es decir, por el procedimiento A de aguante, inciso 20.1.1. de la norma NMX-J-271/1-
ANCE, en la cual se aplican 3 impulsos de cada polaridad y la prueba es satisfactoria si no ocurren
descargas disruptivas.
Para propósitos de coordinación de aislamiento, el equipo que satisface esta prueba debe considerarse
que tiene una tensión de aguante supuesta igual a la tensión de prueba aplicada (es decir, la tensión de
aguante nominal). Ya que el número de impulsos de prueba se limita y no se permite falla, no puede
deducirse información estadística útil respecto a la tensión de aguante real del equipo.
Algunos equipos que contienen tanto aislamiento auto-recuperable como no auto-recuperable, pueden
considerarse, para propósitos de prueba, como no auto-recuperables si la descarga disruptiva durante la
prueba produce un daño significativo al aislamiento no auto-recuperable (por ejemplo, transformadores
probados con boquillas que tienen una tensión de aguante normalizada de impulso más alta).
Con el aislamiento auto-recuperable puede aplicarse una gran cantidad de tensiones de prueba; tal
cantidad solamente se limita por las restricciones de prueba y no por el aislamiento mismo aún cuando
se presenten descargas disruptivas. La ventaja de aplicar muchas tensiones de prueba es que puede
deducirse información estadística para el aguante del aislamiento. La norma NMX-J-271/1-ANCE,
establece tres métodos alternativos con los cuales puede estimarse la tensión de aguante 90%. Para
propósitos de coordinación de aislamiento el método de tensión de aguante de arriba y abajo con 7
impulsos por grupo y al menos 8 grupos, es el preferente para determinar U50. La U10 puede deducirse
suponiendo un valor de la desviación convencional (véase 3.1.4) o puede determinarse con la prueba de
niveles múltiples. Para una evaluación del significado estadístico del método de prueba, puede
consultarse el apéndice A de la norma NMX-J-271/1-ANCE.
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Para equipo que tiene aislamiento auto-recuperable que no pueda probarse separadamente de su
aislamiento no auto-recuperable (por ejemplo, boquillas y transformadores de instrumento) tiene que
establecerse un acuerdo en cuanto al método de prueba. Es necesario que el aislamiento no auto-
recuperable no se dañe y al mismo tiempo asegurarse que la prueba discrimine adecuadamente entre
que el aislamiento auto-recuperable sea o no satisfactorio. Por una parte, (para propósito de
selectividad), el aislamiento no auto-recuperable conduce a pocas aplicaciones de tensión de prueba,
mientras que por otro lado, la parte del aislamiento auto-recuperable conduce a la necesidad de muchas
aplicaciones de la tensión de prueba (para propósitos de selectividad). La experiencia ha demostrado
que la prueba de aguante de acuerdo con el procedimiento B, del inciso 20.1.2 de la NMX-J-271/1-
ANCE (aplicación de 15 impulsos con hasta dos descargas disruptivas permitidas en las partes auto-
recuperables) es un acuerdo aceptable.
Su selectividad puede indicarse como la diferencia entre los niveles de aguante reales que resultan con
probabilidades de pasar la prueba del 5 % y del 95 %, como se indica en la tabla 4.
100
95
82
%
P
Prueba Ideal
Prueba
3+9
Prueba
15/2
5
0
-2 -1 0 +1
1,24
2,02
U10 - Uw
FIGURA 10.- Probabilidad P de que un equipo pase la prueba dependiendo de la diferencia K entre la
tensión de aguante de impulso real y la nominal.
Ya que la recuperación del aislamiento después de una descarga disruptiva, es un proceso dependiente
del tiempo, debe permitirse un intervalo de tiempo adecuado entre cada aplicación de la tensión de
prueba, que permita al aislamiento autorecuperable recobrar completamente su rigidez dieléctrica. Las
normas correspondientes deben, especificar los límites de aceptación (si aplica de los intervalos de
tiempo entre aplicaciones de la tensión de prueba, los cuales dependen del tipo de aislamiento. También
deben indicarse las consideraciones con respecto a la posible degradación de los aislamientos no-
autorecuperables por la aplicación repetida de las tensiones de prueba, aún cuando no ocurra descarga
disruptiva.
En vista de lo dicho anteriormente, se hacen las recomendaciones siguientes para las pruebas realizadas
con propósitos de coordinación del aislamiento.
Para equipo que contiene solamente aislamiento externo en aire, la prueba se realiza con la tensión de
aguante normalizada, aplicando los factores de corrección atmosféricos especificados en la NMX-J-
271/1-ANCE.
Para equipo que contiene solamente aislamiento interno, la prueba se realiza con la tensión de aguante
normalizada sin corregir.
Para equipo que contiene tanto aislamiento interno como externo, debe aplicarse el factor de corrección
atmosférico, y la prueba se realiza con el valor corregido, con la condición de que el factor de
corrección esté entre 0,95 y 1,05; cuando el factor de corrección esté fuera de este intervalo, las
alternativas indicadas enseguida, son aceptables para propósitos de coordinación del aislamiento.
5.3.7.1 Tensión de prueba del aislamiento externo mayor a la tensión de prueba del aislamiento
interno (factor de corrección atmosférico mayor que 1,05)
El aislamiento externo sólo puede probarse correctamente, cuando el aislamiento interno está
sobrediseñado. De lo contrario, el aislamiento interno debe probarse con el valor normalizado y para el
aislamiento externo, pueden considerase las alternativas siguientes por los comités de equipo
correspondientes o mediante acuerdo:
En general, no es necesaria una prueba al aislamiento externo, si los claros en aire son iguales o
mayores que los indicados en las tablas A.1, A.2 y A.3 del apéndice A.
Para pruebas en húmedo, sobre aisladores verticales, la forma del aislador debe cumplir ciertos
requisitos adicionales. Hasta que se disponga de información de soporte, se considera que dichos
requisitos se cumplen satisfactoriamente, si la forma del aislador cumple los requisitos señalados en el
apéndice J.
5.3.7.2 Tensión de prueba del aislamiento externo menor a la tensión de prueba del aislamiento
interno (factor de corrección atmosférico menor que 0,95)
El aislamiento interno sólo puede probarse correctamente, cuando el aislamiento externo esté
sobrediseñado (sobredimensionado). De lo contrario, el aislamiento externo, debe probarse con los
valores corregidos, y para el aislamiento interno, pueden considerase las siguientes alternativas por los
comités de equipo correspondientes o mediante acuerdo:
- Las normas de aisladores, especifican las dimensiones de cada aislador, sin hacer
referencia a la tensión máxima del equipo o a la tensión máxima del sistema.
Consecuentemente el procedimiento de coordinación de aislamiento, termina con
la determinación de las tensiones de aguante requeridas Urw. No es necesaria la
selección de una tensión nominal de las series dadas en la NMX-J-150/1-ANCE y
tampoco son aplicables las tablas 2 y 3 de la misma;
Cuando se consideren aisladores de oscilación libre, los claros en aire deben determinarse bajo
condiciones de oscilación extrema.
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Las sobretensiones de frente lento de interés para líneas aéreas, son las sobretensiones de falla a tierra
y las originadas por energización y reenergización. Cuando se establezcan los índices de falla
aceptables, debe tomarse en cuenta que:
Deben tomarse en cuenta las sobretensiones por falla a tierra, en sistemas con factores de falla a tierra
grandes, es decir, para líneas de distribución o transmisión de sistemas con el neutro a tierra resonante.
Los índices de falla aceptables para esta líneas deben seleccionarse en orden de la magnitud de su
índice de salida debido a descarga atmosférica de dos de sus fases. Como guía, los índices de falla
aceptables típicos son entre 0,1 y 1,0 flameos/año.
Consideraciones especiales son necesarias para líneas en la categoría II, en las cuales las
sobretensiones de energización y reenergización son normalmente controladas a amplitudes bajas, ya
que en este caso, la sobretensión de frente lento generada por fallas a tierra puede ser más severas.
Las sobretensiones por energización, son de interés para todas las líneas aéreas, pero especialmente en
la categoría II. Los índices de falla aceptables, están en el orden de 0,005 a 0,05 flameos/año.
Las sobretensiones por reenergización, requieren atención para líneas de transmisión, cuando se aplica
un recierre trifásico rápido (debido a las cargas atrapadas). Los índices de falla aceptables estan en el
orden de 0,005 a 0,05 flameos/año.
Las sobretensiones por reenergización pueden despreciarse, cuando se usa un recierre monofásico en
líneas de transmisión, o en líneas de distribución en las cuales los transformadores permanecen
conectados durante la operación.
Las sobretensiones de frente lento, son uno de los factores que determinan las distancias en aire y para
algúnos tipos de aisladores, la colocación del aislador. Generalmente su importancia está restringida a
líneas de transmisión en sistemas de alta tensión en niveles de 123 kV y mayores. Donde se utilicen
aisladores de oscilación libre, las distancias en aire para sobretensiones de frente lento generalmente se
determinan suponiendo condiciones de oscilación moderada (promedio). Para líneas de distribución, las
distancias en aire son generalmente determinadas por el aislador (véase 6.2) y no es necesario
considerar las sobretensiones de frente lento.
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El comportamiento de las líneas aéreas ante la descarga atmosférica, depende de una variedad de
factores, los más importantes son:
Para líneas de distribución, debe suponerse que cada rayo directo a la línea causa un flameo entre fases
con o sin flameo a tierra. La protección con hilos de guarda es inútil porque la conexión a tierra de la
torre y la rigidez del aislamiento no puede mejorarse económicamente para evitar flameos inversos. Por
lo tanto el comportamiento de las líneas de distribución por descarga atmosférica, se determina
principalmente por la densidad de rayos a tierra y la altura de la línea.
En líneas de distribución con crucetas no conectadas a tierra (líneas en poste de madera) las
sobretensiones inducidas por descargas cercanas a tierra no son de importancia. Sin embargo, la
elevada rigidez dieléctrica a tierra causa sobretensiones con grandes amplitudes, incidiendo en la
subestación y, en tales casos, deben hacerse consideraciones para la selección apropiada de los
apartarrayos de la subestación (requisitos de energía).
Para líneas de distribución con crucetas conectadas a tierra, las sobretensiones inducidas pueden
afectar la rigidez de impulso por rayo requerido del aislamiento de la línea aérea.
Para líneas de transmisión arriba de 72,5 kV, las tensiones inducidas pueden ignorarse y solamente los
rayos directos a la línea determinan el comportamiento por descarga atmosférica. No puede darse una
guía general para el índice de comportamiento adecuado, ya que este índice puede depender
grandemente de las consecuencias de la salida debido a la descarga atmosférica y del costo para
mejorar el blindaje, la conexión a tierra y la rigidez del aislamiento. Sin embargo, es posible diseñar para
un menor índice de salida en el tramo de línea a la salida de la subestación que para el resto de la línea,
a fin de reducir las amplitudes y la frecuencia de las sobretensiones, que inciden en la subestación y
también para reducir la probabilidad de fallas de línea corta (véase IEC 60056).
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Los esfuerzos de tensión, que pueden presentarse en la subestación como la mostrada en la figura 11
se describen en 7.1.1 a 7.1.4 siguientes.
cb2 cb1
A
cb2’
Lado de
Alimentación de
B1 B2 la Barra ó
Generador
Subestación 2 Líneas Subestación 1 Lado de Carga
FIGURA 11.- Ejemplo de una disposición de la subestación esquemática utilizada para la localización
del aguante de sobretensiones
Se supone igual a la tensión más alta del sistema. Y todas las partes de la subestación están igualmente
esforzadas.
Las fallas a tierra en el lado de la carga, esfuerzan igualmente todas las partes de una fase de la
subestación.
Las sobretensiones por rechazo de carga pueden aparecer en la subestación, principalmente debidas a
una falla en la subestación distante (subestación 2). Dependiendo del esquema de protección, están
esforzadas todas o algunas partes, entre el interruptor cb2 y el transformador. Para una falla en la
misma subestación (subestación 1) solamente las partes entre el interruptor cb1 y el transformador
estarán sujetas a sobretensiones por rechazo de carga.
Las Sobretensiones debidas a energización y reenergización de la línea, pueden tener las amplitudes
más grandes en el extremo receptor solamente entre la entrada de la línea y el interruptor cb2. El resto
de la subestación, esta sujeta a las sobretensiones del extremo de envío.
Una sobretension puede ocurrir en todas las partes debido a fallas y liberación de falla.
Las sobretensiones por descarga atmosférica, pueden incidir en todas las partes de la subestación; pero
con diferentes amplitudes, dependiendo de la distancia al apartarrayos.
Las sobretensiones de frente rápido por maniobra, se presentan solamente en la sección de maniobras
(por ejemplo en la barra B2) o en alguno de los interruptores, cuando estos son operados por una de las
cuchillas de las barras.
Las diferentes etapas de la coordinación del aislamiento se muestran en la apéndice H con tres ejemplos
seleccionados.
NOTAS
1 En la etapa inicial, solamente una línea puede estar en servicio y es necesario considerar las
sobretensiones temporales debidas a rechazo de carga después de una falla a tierra.
2 Cuando se energizan los transformadores a través de una línea larga, las sobretensiones de frente lento
pueden esforzar también a los transformadores y a las barras.
3 En subestaciones en SF6, las sobretensiones de frente muy rápido debido a operaciones de
desconexión pueden requerir consideraciones adicionales.
Para equipo en esta gama de tensión, la NMX-J-150/1-ANCE especifica las tensiones de aguante
nominales normalizadas de corta duración a 60 Hz y de impulso por rayo.
Como guía general, puede suponerse que en la gama de tensión de distribución, las tensiones de
aguante requeridas de impulso por maniobra de fase a tierra, se cubren con las tensiones de aguante
normalizadas de corta duración a 60 Hz. Sin embargo, tienen que considerarse las tensiones de aguante
requeridas de impulso por maniobra de fase a fase, en la selección de la tensión de aguante de impulso
por rayo normalizada, o en la tensión de aguante de corta duración a 60 Hz.
Una vez que las sobretensiones de frente lento de fase – fase se establecen, el equipo diseñado para
los valores menores de la tensión de aguante normalizada de impulso por rayo, indicados en la tabla 2
de la NMX-J-150/1-ANCE, pueden ser apropiados para instalaciones como las siguientes:
En todos los demás casos, o donde se requiere un grado elevado de seguridad, debe usarse equipo
diseñado con los valores más altos de tensión de aguante de impulso por rayo normalizados.
El equipo conectado con el lado de baja tensión del un transformador, alimentado por el lado de alta
tensión desde una línea aérea, no está sujeto directamente a sobretensiones por descarga atmosférica o
maniobras originadas en la línea aérea. Sin embargo, debido a las transferencias electrostática y
electromagnética de tales sobretensiones desde el devanado de alta tensión al devanado de baja tensión
del transformador, tal equipo puede sujetarse a sobretensiones, las cuales deben tomarse en cuenta en
el procedimiento de coordinación de aislamiento con la posible aplicación de dispositivos de protección.
El procedimiento de coordinación del aislamiento, en este caso, no tiene solamente que ver con la
protección del equipo de la subestación sino también con la del cable.
Cuando un disturbio por descarga atmosférica, se propaga a lo largo de una línea aérea e incide en el
cable (onda incidente), esta se divide en una onda reflejada y una onda transmitida, donde la amplitud
de la onda transmitida es substancialmente menor comparada con la amplitud de la onda incidente. Sin
embargo las reflexiones subsecuentes en cada extremo del cable, dan como resultado un incremento
substancial en la tensión a lo largo del cable por arriba del valor inicial de la onda transmitida. En general
deben seleccionarse las tensiones de aguante nominal normalizadas de impulso por rayo más altas de la
tabla 2, de NMX-J-150/1-ANCE, e instalarse apartarrayos en la unión línea-cable.
Cuando se usan postes de madera en la línea aérea y solamente una línea pueda estar conectada a la
subestación, pueden requerirse apartarrayos adicionales a la entrada del cable en la subestación.
Para el equipo en esta gama de tensión, la NMX-J-150/1-ANCE específica las tensiones de aguante
nominales normalizadas de corta duración a 60 Hz y de impulso por rayo.
NMX-J-150/2-ANCE-2004
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Como guía general, puede suponerse que para las tensiones de transmisión, de la categoría I, las
tensiones de aguante requeridas de impulso por maniobra de fase a tierra se cubren por las tensiones de
aguante normalizadas de corta duración a 60 Hz. Sin embargo, las tensiones de aguante requeridas de
impulso por maniobra de fase a fase para equipo a la entrada de la línea deben considerarse al
seleccionar la tensión de aguante de impulso por rayo o la tensión de aguante normalizada de corta
duración a 60 Hz; para equipo trifásico pueden necesitarse pruebas adicionales de impulso por maniobra
de fase a fase.
Para la selección de la tensión de aguante de impulso por rayo, muchas de las consideraciones
correspondientes a los niveles de tensión de distribución, también son aplicables a los niveles de tensión
de transmisión dentro de la categoría I. Sin embargo, como la variedad de equipo y sus localizaciones,
no son muy grandes, se recomienda que el procedimiento de coordinación del aislamiento se realice
para un número representativo de combinaciones subestación-línea aérea, empleando al menos los
procedimientos simplificados descritos en el apéndice F.
El equipo en esta gama de tensión, se especifica con las tensiones de aguante nominales normalizadas
de impulso por maniobra y por rayo de la NMX-J-150/1-ANCE.
APÉNDICE A
(Normativo)
En instalaciones completas (por ejemplo: subestaciones) las cuales no pueden probarse completamente,
es necesario asegurar que la rigidez dieléctrica sea la adecuada.
Las tensiones de aguante de impulso por maniobra y rayo en aire y en condiciones atmosféricas
normalizadas, deben ser iguales o mayores que las tensiones de aguante normalizadas de impulso por
rayo o de maniobra como se especifican en esta norma. Siguiendo este principio, se determinan las
distancias mínimas en aire para diferentes configuraciones de electrodos. Las distancias mínimas en aire
especificadas, se determinan con un criterio aproximado tomando en cuenta la experiencia, la economía
y dimensiones de equipos utilizados en la práctica, para distancias en aire menores a 1 m.
Estas distancias se consideran únicamente para orientar los requisitos de la coordinación de aislamiento.
Los requisitos de seguridad pueden dar como resultado distancias en aire substancialmente mayores.
Las tablas A.1, A.2 y A.3 son adecuadas para aplicación general, ya que proporcionan distancias en
aire mínimas que aseguran el nivel de aislamiento especificado.
Estas distancias pueden ser menores si han sido verificadas mediante pruebas en configuraciones reales
o similares a aquellas que cumplen con las tensiones de aguante normalizadas de impulso, tomando en
cuenta todas las condiciones ambientales relevantes, las cuales pueden crear irregularidades en las
superficies de los electrodos, por ejemplo lluvia, contaminación. Por lo tanto las distancias no son
aplicables a equipo que tiene incluida una prueba prototipo de impulso en la especificación, ya que
distancias en aire obligatorias pueden impedir el diseño del equipo, incrementando sus costos e
impidiendo el progreso.
Las distancias en aire pueden también ser menores, en donde se haya confirmado por la experiencia en
operación, que las sobretensiones son menores a las esperadas en la selección de las tensiones de
aguante normalizadas o que la configuración de electrodos es más favorable que la supuesta para las
distancias en aire recomendadas.
La tabla A.1 correlaciona las distancias mínimas en aire con la tensión de aguante normalizada de
impulso por rayo, para configuraciones de electrodos del tipo punta-estructura y del tipo conductor-
estructura, para la categoría II. Estas son aplicables a distancias en aire de fase a tierra así como para
distancias en aire entre fases. (véase la nota bajo la tabla A.1).
La tabla A.2 correlaciona las distancias mínimas en aire para configuraciones de electrodos del tipo
conductor-estructura y del tipo punta-estructura con la tensión de aguante de impulso por maniobra
normalizada de fase a tierra. La configuración conductor-estructura cubre una amplia gama de las
configuraciones utilizadas normalmente.
La tabla A.3 correlaciona las distancias mínimas en aire para configuraciones de electrodos del tipo
conductor-conductor y del tipo punta-conductor con la tensión de aguante normalizada de impulso por
maniobra de fase a fase, la configuración asimétrica punta-conductor es la peor configuración de
electrodos que se encuentra normalmente en servicio. La configuración conductor-conductor cubre a
todas las configuraciones simétricas con formas de electrodos similares en las dos fases.
Las distancias en aire, aplicables en el servicio, están determinadas de acuerdo con las reglas
siguientes:
NMX-J-150/2-ANCE-2004
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A.1 CATEGORÍA I
La distancia en aire de fase a tierra y fase a fase, se determina de la tabla A.1 para la tensión de
aguante nominal de impulso por rayo. La tensión de aguante normalizada de corta duración a 60 Hz
puede despreciarse, cuando la relación entre el impulso de rayo normalizado con respecto a la tensión
de aguante normalizada de corta duración a 60 Hz sea mayor de 1,7.
A.2 CATEGORÍA II
La distancia en aire de fase a tierra, es el valor más alto de las distancias en aire determinadas para la
configuración punta-estructura de la tabla A.1 para el impulso de rayo normalizado y de la tabla A.2
para las tensiones de aguante normalizadas de impulso por maniobra respectivamente.
La distancia en aire de fase a fase, es el valor más alto de las distancias en aire determinadas para la
configuración punta-estructura de la tabla A.1 para el impulso de rayo normalizado y de la tabla A.3
para las tensiones de aguante normalizadas de impulso por maniobra respectivamente.
Los valores son válidos para altitudes, las cuales han sido consideradas en la determinación de las
tensiones de aguante requeridas (véase 4.3.2).
Para el aislamiento longitudinal en la categoría II, las distancias en aire necesarias para soportar la
tensión de aguante normalizada de impulso por rayo, puede obtenerse agregando 0,7 veces la tensión
cresta máxima de operación de fase a tierra al valor normalizado y dividiendo la suma por 500 kV/m.
Las distancias en aire necesarias para la tensión de aguante normalizada longitudinal de impulso por
maniobra en la categoría II son menores que las que corresponden al valor de fase a fase. Tales
distancias generalmente existen sólo en aparatos prototipo probados y por lo tanto no se dan valores
mínimos en esta norma.
TABLA A.1.- Relación entre las tensiones de aguante normalizadas de impulso por rayo
y las distancias mínimas en aire.
NOTA- El impulso normalizado por rayo es aplicable para distancias de fase a fase y de fase a tierra.
Para fase a tierra, es aplicable la distancia mínima en aire para conductor-estructura y punta-estructura.
Para fase a fase, es aplicable la distancia mínima en aire para punta-estructura.
TABLA A.2.- Relación entre las tensiones de aguante normalizadas de impulso por maniobra
y las distancias mínimas en aire de fase a tierra
TABLA A-3.- Relación entre las tensiones de aguante normalizadas de impulso por maniobra
y las distancias mínimas en aire de fase a fase
Valor Conductor-conductor
Fase a Punta-conductor
fase a fase Fase a fase paralelo
tierra
Valor kV
kV
fase a tierra
750 1,5 1 125 2 300 2 600
850 1,5 1 275 2 600 3 100
850 1,6 1 360 2 900 3 400
950 1,5 1 425 3 100 3 600
950 1,7 1 615 3 700 4 300
1 050 1,5 1 575 3 600 4 200
1 050 1,6 1 680 3 900 4 600
1 175 1,5 1 763 4 200 5 000
1 300 1,7 2 210 6 100 7 400
1 425 1,7 2 423 7 200 9 000
1 550 1,6 2 480 7 600 9 400
8 BIBLIOGRAFÍA
IEC 60071/2 Insulation co-ordination - Part 2: Application guide (Third edition, 1996-12).
Esta Norma Mexicana no es equivalente con la Norma Internacional IEC 60071-2 “Insulation co-
ordination – Part 2: Application guide (Third edition, 1996-12)”.
Difiere en las desviaciones nacionales contenidas en las hojas correspondientes al inicio de esta norma.
a) Reemplazar las Normas Internacionales IEC 60071-1, IEC 60060-1 e IEC 60507 por las
Normas Mexicanas NMX-J-150/1-ANCE, NMX-J-271/1-ANCE y NMX-J-561-ANCE
correspondientes, las cuales contienen desviaciones nacionales.
b) La corrección de los valores de las sobretensiones de fase a tierra y fase a fase de 95 kV,
105 kV, 109 kV, y 125 kV por 94 kV, 104 kV, 108 kV, y 123 kV respectivamente,
indicados en la tabla H.3. Esta corrección se realiza en el ejemplo mostrado en el apéndice
H (informativo) debido a que al efectuar los cálculos indicados en la Norma Internacional se
obtienen valores diferentes a los indicados en esta misma.
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APÉNDICE B
(Informativo)
El factor de falla a tierra k, en un lugar dado de un sistema trifásico y para una configuración del
sistema dada, es la relación entre la tensión eficaz de fase a tierra más alta a 60 Hz en una fase sana
durante una falla a tierra que afecta a una o más fases en cualquier punto del sistema y la tensión
eficaz de fase a tierra a 60 Hz en el mismo lugar sin la falla (véase definición 3.15 de la NMX-J-150/1-
ANCE).
El factor de falla a tierra, se calcula utilizando las impedancias complejas Z1 y Z0 de los sistemas de
secuencia positiva y cero, tomando en cuenta la resistencia de falla R, se aplica lo siguiente:
NOTA- Debe observarse que en redes extendidas con sistemas de puesta a tierra resonante, el factor de falla a
tierra puede resultar mayor en lugares diferentes al de la falla.
La gama de valores mayores positivos y/o negativos para X0/X1, se aplica a sistemas con neutro
aislado o resonante puesto a tierra.
La gama de valores positivos menores para X0/X1, corresponde a sistemas con neutro puesto a tierra.
La gama de valores negativos menores para X0/X1, que se muestra entre las líneas punteadas, no es
adecuada para aplicaciones prácticas debido a condiciones de resonancia.
Para sistemas con neutro puesto a tierra, las figuras B.2 a B.5 muestran los factores de falla a tierra
como una familia de curvas aplicables a valores particulares de R1/X1.
Las curvas se dividen en regiones, que representan las condiciones más críticas por medio de los
siguientes métodos de presentación:
Las curvas son válidas para valores de resistencia de falla que den los factores de falla a tierra más
altos.
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2,5
R 0 / X1=1 0
2,0
50
3
k 5
1
1,5
R 0 / X1=0
1,0
0,5
No adecuada para
aplicaciones prácticas
0
-100 -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 100
X0 / X1
FIGURA B.2.- Relación entre R0/X1 y X0/X1 para valores constantes del factor de falla a
tierra k, para R1 = 0
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7 k = 1,7
k = 1,6
6
k = 1,5
5
R0
X1
4
k = 1,4
3
2 k = 1,3 k = 1,5
k = 1,2
1
X0
X1
FIGURA B.3.- Relación entre R0/X1 y X0/X1 para valores constantes del factor de falla a tierra k, para
R1 = 0,5 X1
FIGURA B.4.- Relación entre R0/X1 y X0/X1 para valores constantes del factor de falla a tierra k, para
R1 = X1
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FIGURA B.5.- Relación entre R0/X1 y X0/X1 para valores constantes del
factor de falla a tierra k, para R1 = 2X1
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APÉNDICE C
(Informativo)
C.1 GENERALIDADES
x 1
1 − y2
P (U ) =
2π ∫
−∞
e 2 dy (C.1)
En donde:
x = (U-U50)/Z
siendo U50 la tensión de descarga 50 % (P(U50)=0,5), y
siendo Z la desviación convencional de acuerdo con NMX-J-271/1-ANCE.
Sin embargo, una observación fundamental es que no existe un soporte físico para la adopción de esta
función para P(U). Una evidencia de esta falta de soporte es que físicamente no puede presentarse una
descarga por debajo de un valor mínimo de U. Por lo tanto, la función se trunca en (U0 = U50 –3Z) o
para (U0 = U50 –4Z), tal que P(U) = 0 para U ≤ U0. La principal razón por la cual (C.1) fue adoptada, es
debido a que ajusta razonablemente bien con los resultados experimentales.
Para tomar en cuenta estos hechos, esta norma recomienda el uso de las funciones de probabilidad de
Weibull tanto para las sobretensiones como para la descarga disruptiva del aislamiento autorecuperable
ya que ofrece las siguientes ventajas:
- Las expresiones modificadas de Weibull se definen con los mismos parámetros que
caracterizan las dos expresiones de la Gaussiana truncada: (U50, Z y U0) para P(U)
y por ejemplo (Ue2, Se y Uet) para F(Ue);
γ
U −δ
−
β
P (U ) = 1− e (C.2)
δ = U50 − NZ (C.3)
1
−
γ
β = NZ (ln 2) (C.4)
U −U 50
γ
1+
P(U ) = 1 − 0,5 ZN (C.5)
ln(1 − 0,16 )
ln
ln 0,5
γ = (C.6)
ln(1 − (1 / N ))
Introduciendo la variable normalizada (x=(U- U50 )/Z), de acuerdo con la función Gaussiana, la
distribución de probabilidad de flameo Weibull modificada adoptada es entonces:
5
x
1+
P (U ) = 1 − 0,5 4 (C.7)
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La figura 4 ilustra esta distribución de Weibull modificada junto con la distribución Gaussiana con la cual
cumple. La figura 5 muestra las mismas distribuciones en escalas de probabilidad Gaussianas.
Combinando las ecuaciones (C.7) y (C.8), la probabilidad de flameo para M aislamientos en paralelo es:
5
x
M 1+
P ' (U ) = 1 − 0,5 4 (C.9)
Introduciendo la variable normalizada (xM = (U – U50M )/ZM), la ecuación (C.9) puede expresarse como
sigue:
5
xM
1+
P ' (U ) = 1 − 0,5 4 (C.10)
xM 5 x
1+ = M 1 + (C.11)
4 4
En general, si el riesgo de falla de un aislamiento (R) es pequeño (tal como 10-5), entonces el riesgo de
falla de M aislamientos idénticos en paralelo esforzados simultáneamente, puede aproximarse al
producto de M y R.
Z 1
ZM = 5 U50M = U50 − 4Z 1 − 5 (C.12)
M M
En otro ejemplo, para 100 aislamientos en paralelo, cada uno con U50=1 600 kV y Z=100 kV,
entonces, ZM=100/(100)1/5=39,8 kV y U50M=1 359,2 kV. La tabla C.1 complementa este ejemplo
dando los valores de U y UM para diversas probabilidades de flameo P(U).
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Para calcular el riesgo de falla del ejemplo anterior, supóngase Ue2=1 200 kV y Se=100 kV. Por lo
tanto, para un aislamiento:
y R = 10-5
Como una aproximación, podemos calcular el riesgo de falla de M aislamientos en paralelo utilizando la
siguiente ecuación:
U − U50
R = MΦ e50 (válido para R<0,1) (C.13)
S2 + Z2
e
En donde:
M es el número de aislamientos esforzados simultáneamente;
Φ es la función integral Gaussiana no truncada;
Ue50 es el valor medio de la distribución de las sobretensiones, obtenida como Ue2-2Se de acuerdo con el
apéndice D (kV);
U50 es la tensión de flameo al 50% determinada a partir de la tensión de aguante dividida por (1-1,3Z) (kV);
Se es la desviación convencional de la distribución de probabilidad de las sobretensiones (kV);
Z es la desviación convencional de la probabilidad de flameo (kV).
Entonces: R=100 Φ ((1 000-1 600) / 140)=100 Φ (-4,3) = 100 (10-5) = 10-3, el cual da el mismo
resultado anterior. Para valores bajos del riesgo de falla, el uso de esta fórmula puede ser demasiado
conservador.
Para representar la frecuencia acumulada de las sobretensiones con una función de Weibull modificada,
es suficiente cambiar el signo de las tensiones dentro del exponente de la ecuación (C.2), para tomar en
cuenta que la función debe truncarse para valores altos de tensión. Por ejemplo, para sobretensiones
fase-tierra:
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γ
U −U
− et e
β
F (U e ) = 1− e (C.14)
Con las suposiciones hechas en el apéndice D de que el valor de truncación (Uet= Ue50 + 3 Se) y el
valor 2 % es igual (Ue2= Ue50 +2,05 Se), el exponente de la ecuación (C.6) llega a ser γ = 3,07, el cual
puede aproximarse a γ = 3. Con esta suposiciones se obtiene β = 3,5 Se para usarse en la ecuación
(C.14).
3
1 Ue −Ue50
1−
F (U e ) = 1 − 0,5 3 Se
(C.15)
Con estos factores, las ecuaciones (C.14) y (C.15) dan una probabilidad de 2,2 % para el valor 2 %,
el cual se considera suficientemente preciso.
Si se comparan los métodos cresta-máxima y fase-cresta (para sus definiciones véase 2.3.3.1) y las
sobretensiones en las tres fases son estadísticamente independientes, entonces la distribución de
probabilidad es:
γ
U −U
−3 et
Fc −p = 1 − (1 − Fp −p ) = 1− e B
3
(C.16)
En donde:
c-p y p-p se refieren a los métodos cresta-máxima y fase-cresta respectivamente y con parámetros γ=3 y β=3,5
Se.
Esto significa que los parámetros β para los dos métodos siguen la relación:
Número
Númerode de
aislamiento
aislamientos enen
Probabilidad de flameo en % paralelo
parallelo
FIGURA C.1.- Gráfica de conversión para la reducción de las tensiones de aguante debido a la
colocación de configuraciones de aislamiento en paralelo
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APÉNDICE D
(Informativo)
D.1 GENERALIDADES
Los principios se derivan para el método fase-cresta (definido en 2.3.3.1) en lo relativo a la evaluación
de sobretensiones. Sin embargo, los resultados, y en particular las simplificaciones obtenidas, también
son válidas cuando se utiliza el método de cresta-máxima.
De los valores de sobretensión 2 % fase a tierra (valores ue2 obtenidos de la figura 1 ), la distribución de
probabilidad representativa puede estimarse mediante:
Método fase-cresta:
Método cresta-máxima
Como se muestra en el apéndice C, para la misma operación de maniobra, los valores de truncación
obtenidos por los dos métodos son iguales. En consecuencia, los valores de sobretensión 2 % y las
desviaciones deben ser diferentes.
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Los valores correctos para ambos métodos pueden obtenerse a partir de estudios o simulaciones
digitales. Sin embargo, en vista de la dispersión de resultados, la figura 1 puede utilizarse para ambos
métodos.
- La componente negativa más alta de las dos terminales adyacentes, que den el
mayor esfuerzo dieléctrico entre fases;
Este instante es equivalente al instante de la cresta positiva, pero con polaridades opuestas.
En todos los instantes, la tercera componente es pequeña. Por lo tanto, la sobretensión puede ser
descrita por dos componentes en dos fases, con la tercera fase conectada a tierra.
** Una función de distribución conjunta para dos variables aleatorias se define formalmente por la
siguiente expresión:
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F (U 1 , U 2 ) = ∫∫ f (U 1 , U 2 )dU 1dU 2
En donde f(U1, U2) es la densidad de probabilidad conjunta. Si a esta densidad de probabilidad conjunta
se le asigna un valor constante y grafica la dependencia entre las dos variables aleatorias; resultan las
curvas elípticas o circulares antes mencionadas. Si se gráfica la densidad de probabilidad conjunta
dependiente de las dos variables aleatorias; se observa una gráfica en tres dimensiones (similar a la
copa de un sombrero, en caso de utilizar densidades de probabilidad Gaussianas).
Los límites de integración corresponden a los valores de probabilidad de que las variables aleatorias U1 y
U2 se encuentren entre los límites dados, es decir:
P (a1 < U1 ≤ b1 ; a2 < U2 ≤ b2) = F (U1, U2) evaluada entre esos límites
Con el fin de simplificar y de tomar en cuenta los instantes entre uno de los tres seleccionados, se
propone en [7], representar las tres curvas por un círculo dado en la figura D.2. Este círculo está
completamente definido por la cresta positiva de sobretensión fase a tierra, la cresta negativa de la
sobretensión fase a tierra, ambos de igual magnitud y la cresta de la sobretensión fase a fase. El círculo
tiene su centro en:
U p − 2Ue
Uc+ = Uc− = (D.5)
2− 2
y radio:
2Ue − U p
Ru = (D.6)
2− 2
Método fase-cresta
Método cresta-máxima
En la evaluación de las sobretensiones trifásicas las características básicas del aislamiento, deben
tomarse en cuenta a fin de determinar el instante de la sobretensión transitoria que es más crítica para
el aislamiento (véase 3.1.1). La figura D.3 muestra las terminales de dos fases y la terminal de tierra, en
una configuración completa de aislamiento, en la cual, la tercera fase se desprecia por razones de
simplificación. Para la descripción de la rigidez dieléctrica de tal configuración, se utilizan dos métodos.
[ ]
α = U− (U+ + U− ) = 1/ 1 + (U+ / U− ) (D.11)
En donde:
U+ es la componente positiva;
U- es la componente negativa.
El ejemplo de la figura D.4 a) resulta entonces en dependencia mostrada en la figura D.4 b).
La característica de aislamiento está dividida en tres intervalos (como se muestra en la figura D.4). La
gama ‘a’ es el intervalo de descargas desde la terminal positiva a tierra. La componente negativa tiene
poca o ninguna influencia en la probabilidad de descarga. En la gama ‘b’ las descargas ocurren entre
terminales y la probabilidad de descarga depende de ambas componentes (α debe tomarse en cuenta).
La gama ‘c’ corresponde a la gama ‘a’ para descargas desde la terminal negativa a tierra.
Las tensiones de descarga en los intervalos ‘a’ y ‘c’ pueden determinarse con la terminal opuesta
conectada a tierra, es decir, con una componente de tensión igual a cero. Sin embargo, en la gama ‘b’,
la relación de las componentes (o la relación α) tiene influencia en el resultado. Esta parte de la
característica del aislamiento, la cual es la responsable del flameo fase a fase, depende de la
configuración del electrodo y del proceso físico de la descarga. Son de interés dos tipos diferentes de
configuración de electrodos:
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A pesar de esto, como las dimensiones de los electrodos son grandes comparadas
a su separación, el campo dieléctrico entre las fases es poco influenciado por la
terminal de tierra y por lo tanto, determinado únicamente por la tensión total. La
característica de aislamiento en la gama 'b' decrece aproximadamente 45º en la
figura D.4 a) y es constante en la figura D.4 b).
- La característica del aislamiento entre fases (intervalo ‘b’ en figura D.4), en donde
ésta puede describirse para una representación como en la figura D.4 a) dada por:
U + = U 0+ + BU − (D.12)
U 0+
U + +U − = (D.13)
1 − α (1 − B )
En la categoría I:
para todo tipo de aislamiento B = 1;
En la categoría II:
- Aislamiento interno: B = 1;
La NMX-J-150/1-ANCE define la sobretensión representativa entre fases; como aquella que consiste de
dos componentes con igual amplitud y polaridad opuesta. Esta sobretensión estaría situada sobre la
línea U+=U- ó α=0,5 de la curva de probabilidad de densidad constante. El esfuerzo dieléctrico más
crítico en la configuración del aislamiento, depende de la característica de aislamiento, y en particular,
sobre la inclinación de B mencionada en la ecuación (D.12). Así, el esfuerzo dieléctrico más crítico, está
dado por las componentes de tensión en la cual la característica de aislamiento es tangente al círculo
(propuesto como una simplificación en la figura D.2) que describe las sobretensiones. La figura D.2
muestra que el esfuerzo dieléctrico más crítico, no corresponde con la sobretensión representativa, si la
inclinación B es menor que 1.
En este caso, la sobretensión representativa debe incrementarse a fin de realizar la prueba con α=0,5.
Por lo anterior, resulta un nuevo valor de sobretensión representativa fase a fase Up2re dado por:
Los valores de las desviaciones Spre y del valor de truncación Uptre, están dados por las ecuaciones
(D.15) y (D.16) respectivamente:
En donde:
1 1 + B2
F1 = 1 −
2− 2 1+ B
1 1 + B2
F2 = 2 − 2
2 − 2 1+ B
Una configuración de aislamiento típica fase a fase a tierra para un sistema con Um=765 kV (1 p.u. =
625 kV), tiene una rigidez dieléctrica entre fases descrita por una constante B=0,6. De esto, resultan
los valores de las constantes F1=0,463 y F2=0,074.
FIGURA D.1.- Ejemplos de curvas de sobretensión de doble variable (bivariable) con densidades de
probabilidad constante y tangentes que dan valores relevantes del 2 %
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80/140
U+ U+ = U -
2
0
R
U+
e
1
U+
U+
c
U- U-
c e Up U pre
U-
1: círculo de sobretensión simplificado dado por lo valores de sobretensión fase-tierra Ue+ = Ue- y fase-fase
para probabilidad considerada.
2: característica de flameo del aislamiento 50%
R: esfuerzo de sobretensión más crítico
Teminal de fase
Positivo Negativo
U+ U- Ht
Terminales de tierra
α= 0,71
U+ = 3,0
U-
U+ U+
0 0
Φ
U+
50 a
U+ = 0,40
b
U- a b c
0 0,5 1,0
U- α
(a) (b)
a) componente positiva del 50 % dependiente de la componente negativa
b) flameo total del 50 % dependiente de α
gama a: flameo desde la terminal de fase positiva a tierra
gama b: flameo entre terminales de fase
gama c: flameo desde la terminal de fase negativa a tierra
50 Ф
U+
u+
40
U -, u -
Ф 30
(grados)
( )
20
10 ( )
( )
0
0 0,5 1 1,5
D/Ht (p.u.)
valor medio
valor mínimo
FIGURA D.5.- Característica del ángulo de inclinación del aislamiento fase - fase en la gama b que
depende de la relación entre la distancia en aire fase - fase D y la altura Ht respecto a tierra.
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APÉNDICE E
(Informativo)
E.1 GENERALIDADES
En algunos casos, las tensiones y disturbios transferidos a través de los transformadores pueden ser
decisivos cuando se diseña la protección de los transformadores contra sobretensión. Un transformador
conectado a un generador o motor de alta relación, con protecciones e interruptores comunes es un
ejemplo de tal caso. Casos especiales son los transformadores cuando un devanado está desconectado
ocasionalmente o permanentemente de la red (debido, por ejemplo a operaciones por maniobra).
Los disturbios pueden transferirse a través de los transformadores, desde un sistema de un solo
devanado a otro. En algunos casos el disturbio puede transferirse también entre fases, lo cual
incrementa el esfuerzo en una fase adyacente que también está sujeta a un disturbio directo. Los
problemas se manifiestan (por ejemplo) con los interruptores de vacío haciendo maniobra sobre un
motor y en subestaciones de SF6 con disturbios generados por operaciones de desconexión.
El disturbio transferido tiene usualmente las componentes transferidas inductiva y capacitivamente, las
cuales se superponen a la tensión a 60 Hz. El crecimiento eventual de tensión para una falla a tierra
tiene que incluirse en la tensión nominal a 60 Hz. La componente transferida capacitivamente cae
típicamente en la gama de los megahertz y es la primera en aparecer en el disturbio transferido. La
componente transferida inductivamente llega después que la capacitiva. Su forma o amplitud cambia en
el tiempo debido a que la distribución de tensión a lo largo del devanado primario es dependiente del
tiempo.
Un caso especial de transferencia por disturbio es la subida de potencial en el neutro por transferencia
capacitiva durante fallas a tierra y otros eventos asimétricos en transformadores donde la relación de
vueltas entre los devanados de alta tensión y baja tensión es excepcionalmente alta (por ejemplo, en
transformadores del generador o en transformadores con devanado terciario) y en donde la capacitancia
del lado de baja tensión es baja.
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Algunos factores de construcción que tienen influencia en la magnitud de los disturbios transferidos,
son difíciles de calcular. Por tanto, el método más práctico para lograr una estimación cuantitativa de
esos disturbios es medirlos; por ejemplo con mediciones de disturbios recurrentes.
La asimetría en las tensiones del primario de fase a tierra pueden causar sobretensiones de fase a tierra
del lado del secundario, si el devanado secundario está con el neutro aislado y tiene una tensión
nominal baja con respecto al devanado primario. La causa más común de tensiones asimétricas es la
falla a tierra. La magnitud de las sobretensiones temporales transferidas depende de la tensión en el
primario durante la falla a tierra, de la relación de capacitancia en el transformador y de eventuales
capacitancias adicionales conectadas del lado secundario.
C12 U
U 2e = U1e + 2 N (E.1)
C12 + C 2 3
En donde:
U2e es la sobretensión en el secundario debido a una falla a tierra en el primario.
U1e es la tensión en el punto neutro del devanado primario durante la falla a tierra;
U2N/ 3 es la tensión nominal de fase a tierra en el lado secundario;
C12 es la capacitancia entre devanados primario y secundario;
C2 es la capacitancia de fase a tierra del devanado secundario y equipos conectados a éste.
Los valores de capacitancia requeridos se obtienen de los protocolos de pruebas de rutina del
transformador.
Las tensiones debe sumarse rigurosamente vectorialmente; sin embargo, la adición aritmética como se
hace, da resultados conservadores.
Sobretensiones muy altas pueden ocurrir si la capacitancia de fase a tierra del devanado secundario es
muy baja. Por ejemplo, en el caso de un transformador de 110 kV las tensiones de aguante
normalizadas a 60 Hz pueden excederse, si la tensión nominal del secundario es de 10 kV o menor.
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Otro caso que conduce a demasiadas sobretensiones capacitivas transferidas es cuando el devanado
secundario con neutro aislado está totalmente desconectado de la red durante una falla a tierra en el
lado primario.
La magnitud de esas sobretensiones pueden reducirse con la ayuda de capacitancias adicionales, las
cuales se conectan entre fase y tierra en todas las fases del lado secundario. Usualmente es suficiente
un capacitor de 0,1 µF.
Los disturbios transferidos capacitivamente usualmente son críticos, solamente cuando son transferidos
desde el lado de alta tensión al lado de baja tensión.
El disturbio transferido capacitivamente puede originarse desde la subida de potencial del devanado
primario, causada por las sobretensiones entrantes de frente lento o frente rápido. Estas se transfieren
al secundario a través de la capacitancia del devanado, como en el caso de tensiones del primario
desbalanceadas, pero con una importante diferencia debido a que en el caso de variaciones rápidas de
tensión en el primario, sólo aquellas partes del devanado que están cerca de las terminales, forman
parte de la transferencia del disturbio. Por tanto, en un caso general, la naturaleza de la distribución de
las capacitancias pueden identificarse observando que la capacitancia característica del disturbio del
devanado del transformador se calcula a partir de las capacitancias en serie y a tierra (Cs y Ce
respectivamente) por:
C1in = Cs Ce (E.2)
El valor de Ce puede medirse, pero el valor Cs tiene que estimarse con base en la construcción de los
devanados. Por tanto, sólo el fabricante puede dar el valor de la capacitancia Cs.
NOTA.- La validación del cálculo, arriba indicado, de C1in se basa en la suposición de una distribución inicial
constante elevada de los devanados [9]. Cuando se usan devanados de alta tensión con capacitancias en serie
muy elevadas (constante de distribución baja) esta aproximación será menos precisa.
Las capacitancias características del disturbio forman un divisor capacitivo (referido en figura E.1) el
cual puede emplearse en una estimación burda de la magnitud de los disturbios transferidos
capacitivamente. Cuando se encuentra el efecto de la tensión a 60 Hz, la cresta de tensión inicial
resultante en el lado abierto del secundario está dada por:
U T 2 = g h U T1 (E.3)
En donde:
g = C1in/(C1in + C3in): relación del divisor
h = es el factor de tensión a 60 Hz
La relación del divisor "g" puede variar desde 0,0 hasta al menos 0,4. Ésta puede estimarse a partir de
los datos proporcionados por el fabricante del transformador o por medición con la prueba de impulso
de baja tensión. Con la conexión del devanado de baja tensión en delta y el devanado de alta tensión
conectado en estrella resulta en una reducción posterior del parámetro g.
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El valor del factor "h" depende de la clase de esfuerzo de tensión y del tipo de conexiones en los
devanados del transformador:
En el caso de sobretensiones de frente rápido, el valor de UT1 puede ser el nivel de protección de los
apartarrayos conectados del lado del primario. En el caso de sobretensiones de frente lento, UT1 puede
ser el valor cresta del esfuerzo de tensión de fase a tierra (suponiendo que los apartarrayos no
reaccionaran).
Las magnitudes de los disturbios transferidos capacitivamente son amortiguados debido a las pérdidas
en los devanados. Este efecto, así como la carga conectada al transformador reduce efectivamente la
magnitud de las crestas capacitivas. Usualmente estas crestas de sobretensión son críticas solamente
en el caso de transformadores con pasos de relaciones grandes y cuando sólo una pequeña capacitancia
está conectada al secundario. Pueden manifestarse situaciones críticas, si el disturbio entrante tiene una
gran pendiente o está cortado. Los apartarrayos conectados a los secundarios limitan de manera
efectiva las magnitudes de las tensiones transferidas capacitivamente. Posteriormente la protección
puede mejorarse con capacitores adicionales, especialmente en el caso de equipos que no toleran
tensiones con frentes de subida rápida (ejemplo: generadores y motores), o si la relación capacitiva del
transformador es desfavorable, porque de esta manera los apartarrayos en el lado del secundario
pueden operar con bastante frecuencia.
En donde:
h es el factor definido por la ecuación (E.3);
q es el factor de respuesta del circuito del secundario al disturbio transferido;
J es el factor que depende de la conexión de los devanados;
w es la relación entre la tensión fase a fase del secundario y el primario del transformador.
En adelante, se dan algunos valores que ilustran la situación en el caso de transformadores con
devanado de disco. Debe contactarse al fabricante para el caso de transformadores con otros tipos de
devanados.
- Para disturbios por maniobra en un sistema similar sin carga apreciable, el valor
usual es q < 1,8;
Se aprecia que pueden resultar valores de q elevados en el caso de transformadores con 3 devanados.
Invariablemente valores que exceden entre 1,7 y 2,0 servirán de antecedentes para tales
transformadores.
Los valores de J para un disturbio solamente en una fase, así como para disturbios iguales de polaridad
opuesta en dos fases, se muestran en la figura E.2 para 8 diferentes conexiones trifásicas del
transformador. La figura se basa en la suposición de que la relación de la tensión del sistema es
unitaria.
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Los disturbios transferidos inductivamente desde el devanado de alta tensión a uno de baja tensión
pueden ser críticos si:
- El devanado secundario tiene una baja relación de tensión, pero una alta relación
de potencia (por ejemplo, en transformadores del generador);
Los disturbios transferidos inductivamente pueden ser peligrosos para el aislamiento fase a fase de los
devanados en el secundario conectados en delta, aunque todas las terminales del transformador se
equipen con apartarrayos conectados entre fase y tierra. Por lo tanto, también pueden ser necesarios
apartarrayos conectados entre fases. Pueden ocurrir sobretensiones altas cuando el disturbio se
transfiere desde el devanado de baja tensión a uno de alta tensión, especialmente si se provocan
subidas de tensión del tipo resonante.
La protección entre fases y tierra, así como entre fases debe estudiarse caso por caso. Es necesario
contar con información del transformador, proporcionada por el fabricante. Los apartarrayos conectados
entre todas las fases a tierra y también entre fases (cuando se requiera, por ejemplo, en
transformadores conectados en estrella/delta) usualmente proporcionan una protección adecuada.
Agregando capacitores extra, usualmente no se reducen las sobretensiones transferidas inductivamente.
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1 2
1 2
C 1 in C 2 in
≡
C 3 in
1 2/3 1 1
2 Y(e) y(i) (-,y)
0 0 -1/3 -1/3 0 -1 0 -1
√3 √3
1 1 √3
2 2
3 Y(e) d (-,y,d) 0 2
√3
√ √
0 0
3
0 -1 - 3
2 2
1 2/3 1 1
4 Y(i) y(e,I) (-,y,d)
0 0 -1/3 -1/3 0 -1 0 -1
1 1 1
1
√3 1 √3
5 Y(i) d (-,y,d) 0
-1 √3 -2
0 0 0 -1
√3 √33
1 1
1 1
√3 1 √3
6 Y(i) z(e,I) (-,y,d) 0 √3
-1 -2
0 0 0 -1
√3 √3
1 1 1 1
√3 √3
7 D y(e,I) (-,y,d) 0
-1 1 -2
0 -1
0 √3 0 √3 √3
1 2/3 1 1
8 D d (-,y,d) 0 -1/3 0 0
0 -1/3 -1 -1
FIGURA E.2.- Valores del factor "J" que describe el efecto de las conexiones de los devanados
en la transferencia de disturbios inductivos
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APÉNDICE F
(Informativo)
F.1 GENERALIDADES
La pendiente de una onda de sobretensión que llega se reduce principalmente por el amortiguamiento
del efecto corona de la línea aérea [9]. Esto significa, que la pendiente de la onda que llega solamente
puede originar una cierta amplitud de sobretensión, si la descarga de rayo cae sobre una línea aérea
dentro de una cierta distancia a la subestación (para una explicación detallada véase F.2). Para
descargas subsecuentes, la pendiente es más baja, independientemente de la amplitud de la onda de
sobretensión.
Este inciso contiene información más detallada de la protección con apartarrayos discutida en 2.3.4.5.
Cuando se conecta más de una línea aérea a la subestación, la pendiente original (S) de la onda de
sobretensión que llega, puede dividirse por el número de líneas (n). Sin embargo, se hace énfasis en que
el número de líneas corresponde al número mínimo, de aquellas que permanecen en servicio, tomando
en cuenta posibles salidas debido a tormentas eléctricas.
S = 1 / (n Kco X) (F.1)
En donde:
n es el número de líneas aéreas conectadas a la subestación; si se involucran torres de circuitos múltiples y se
tienen que tomar cuenta los flameos inversos en sistemas dobles, se recomienda dividir el número entre dos;
Kco es la constante de amortiguamiento por efecto corona de acuerdo con tabla F.1 (µs/(kV.m));
X es la distancia entre el punto donde cae la descarga por rayo y la subestación (m).
NOTA- La fórmula se obtiene considerando que las distancias entre el objeto protegido y los puntos de conexión
de las líneas aéreas, resultan en tiempos de viaje menores que la mitad del tiempo de frente de onda de
sobretensión que llega. Por lo tanto, la terminal entre el objeto protegido y el punto de conexión de la línea aérea,
puede despreciarse en una estimación aproximada. Esta aproximación se justifica por la determinación de la
distancia límite en la fórmula (F.2), debido a que aquí son relevantes las pendientes bajas de la onda de
sobretensión que llega. Para el cálculo de las sobretensiones reales resultantes de una supuesta onda de
sobretensión que llega, esta simplificación puede ser no conservadora.
En donde:
U es la amplitud más baja de la sobretensión considerada;
T es el tiempo de viaje mayor entre cualquier punto en la subestación a ser protegido y el apartarrayos más
cercano (µs);
Upl es el nivel de protección de impulso por descarga atmosférica del apartarrayos.
Para distancias mayores a Xp la pendiente se reduce de tal forma, que la sobretensión en el equipo, en
general, es más pequeña que el valor U considerado.
NOTA- La fórmula (F.2) puede arrojar resultados no-conservadores en el caso de subestaciones aisladas en aire
con únicamente una línea (n = 1).
[(
−
n ≥ 4 U50 U −1 )] (F.3)
En donde:
n es el número de líneas aéreas;
−
U 50 es la tensión de flameo 50 % de impulso por rayo del aislamiento de línea, de polaridad negativa;
U es la amplitud de la sobretensión considerada.
En síntesis, la onda de sobretensión que llega a la subestación, no debe causar sobretensiones tan altas
antes de que las reflexiones desde las líneas adicionales actúen para decrecerlas. Este requisito se
cumple si la pendiente de la onda de sobretensión que llega es tan pequeña debido al amortiguamiento
en la línea por efecto corona, que la subestación puede considerarse como un elemento concentrado.
Esto puede considerarse como válido, cuando el punto de descarga atmosférica sucede más allá de la
distancia límite:
Xp ≥ 4( T / Kco U) (F.4)
En donde T es el tiempo de viaje al punto más distante desde el bus de la subestación (µs).
−
U > (6Zs (Zs + ZL ))U50 (F.5)
En donde:
Zs es la impedancia característica de la subestación;
ZL es la impedancia característica de la línea aérea
Debido a que un cálculo completo de onda viajera, que incluye la simulación del comportamiento de la
línea, es extremadamente difícil, en [9] se propone un procedimiento simplificado. Este procedimiento
consiste en calcular una corriente de rayo con un índice de retorno deseado y calcular así la
sobretensión mediante cálculos de onda viajera en la subestación, incluyendo un circuito equivalente de
sección de línea corta.
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La corriente de rayo que determina la onda de sobretensión que llega, se determina a partir del índice de
penetración del blindaje, dentro de la distancia límite y la probabilidad de ser excedida:
En donde:
F(Im) es la probabilidad de la corriente de rayo que corresponde a la corriente de blindaje máxima;
Rt es el índice de retorno considerado
Rp es el índice de penetración del blindaje dentro de la distancia límite
NOTA.- El índice de penetración del blindaje puede obtenerse a partir del índice de flameos por falla de blindaje
mediante:
Rsf
Rp = (F.7)
F (I cr ) − F (Im )
En donde:
Rsf es el índice de flameos por falla de blindaje;
F(Icr) es la probabilidad de la corriente de rayo con polaridad negativa que causa el flameo del aislamiento de la
línea.
Las corrientes que corresponden a las probabilidades, pueden obtenerse a partir de la distribución de
probabilidad de corrientes de descargas por rayo en la gama de falla de blindaje encontrada en
publicaciones.
La amplitud de la onda de sobretensión que llega, se determina por la ecuación (F8) y su pendiente
puede asumirse que corresponda a la ecuación (F9):
UI = ZL I / 2 (F.8)
S = 1 / (Kco XT) (F.9)
En donde:
XT = Xp / 4.
Su tiempo al valor medio debe ser 140 µs. Si se obtienen valores cresta mayores que 1,6 veces la
tensión de flameo negativa del aislamiento de la línea, debe utilizarse una onda de sobretensión que
llega con este valor cresta.
La onda de sobretensión que llega, se utiliza para desarrollar cálculos de onda viajera dentro de la
subestación y así, se obtienen sobretensiones representativas para este índice de retorno en diferentes
lugares de la subestación.
NOTA- Para algunos haces de conductores la tensión de inicio de efecto corona puede ser muy elevada y la
suposición de un frente de subida linear puede conducir a una estimación baja de las sobretensiones. Para estos
casos, se recomienda una representación más apropiada de la onda de sobretensión que llega.
La corriente de rayo que determina el diseño de la onda de sobretensión que llega, se determina por el
número de descargas de rayo a la torre de la línea aérea e hilos de guarda, dentro de la distancia límite
y su probabilidad de excederse es:
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F(I) = Rt / Rf (F.10)
En donde:
Rt es el índice de retorno considerado
Rf es el índice de flameos inversos dentro de la distancia límite.
La tensión que se crea en la impedancia al pie de la torre por esta corriente, se determina por su tiempo
de respuesta y su dependencia a la corriente. Cuando la extensión al pie de la torre está dentro de un
radio de 30 m, el tiempo de respuesta puede despreciarse y la impedancia al pie de la torre es:
RIc
Rhc = (F.11)
I
1+
Ig
En donde:
RIc es la resistencia a baja corriente
Ig es la corriente límite (kA)
1 E0 ρ
Ig = (F.12)
2π Rlc2
En donde:
ρ es la resistividad del terreno (Ω.m);
E0 es el gradiente de ionización del terreno (valor recomendado: 400 kV/m).
(1 − c f )Rlc I
UI = (F.13)
I
1+
Ig
Si se obtienen amplitudes mayores que 1,6 veces la tensión de flameo negativa del aislamiento de la
línea, debe utilizarse una onda de sobretensión que llega, con este valor de amplitud.
La onda de sobretensión que llega, tiene una cola exponencialmente decreciente, con una constante de
tiempo τ dada por la ecuación (F.14) y un incremento lineal en el frente, cuya pendiente S está dada por
la ecuación (F.15);
Z e Lsp
τ = (F.14)
Rlc c
En donde:
Ze es la impedancia característica del hilo de guarda. Los valores típicos son: 500 Ω para líneas con un solo
hilo de guarda y 270 Ω para líneas con doble hilo de guarda;
Lsp es la longitud del claro interpostal (m);
c es la velocidad de la luz (valor recomendado: 300 m/µs).
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En donde:
Kco está dado por la ecuación (F.1);
XT está dado por la ecuación (F.9).
Si la amplitud de la onda de sobretensión que llega es mayor que 1,6 veces la tensión de flameo de
impulso por rayo del 50 % con polaridad positiva, no se aplican las simplificaciones y se recomienda
estudios más cuidadosos. Lo mismo se aplica para extensiones al pie de la torre mayores que 30 m de
radio.
NOTA.- Para algunos haces de conductores la tensión de inicio de efecto corona puede ser muy elevada y la
suposición de un frente de subida linear puede conducir a una estimación baja de las sobretensiones. Para tales
casos se recomienda una representación más apropiada de la onda de sobretensión que llega.
Una simplificación adicional a los procedimientos descritos en F.2 y F.3, se obtiene aplicando los
principios dados ahí, pero adoptando las siguientes consideraciones:
- Todos los eventos por descarga atmosférica dentro de cierta distancia desde la subestación,
causan valores de sobretensiones más elevados que los valores asumidos en el equipo protegido y
todos los eventos fuera de esta distancia, causan valores más bajos;
En relación con la distancia X a aplicarse en la ecuación (F.1), se ha mostrado que no ocurren flameos
inversos en una torre cercana a la subestación debido a la propia conexión a tierra de la subestación. El
valor mínimo de X es la longitud del claro interpostal de la linea aérea. Por lo tanto, la pendiente
representativa Srp a aplicarse en la ecuación (1), es igual a:
En donde:
Lt = (Rt / Rkm), es la sección de línea aérea en la cual el índice de flameo por descarga
atmosférica es igual al índice de retorno deseado [8].
NOTA- La ecuación se deriva de la observación de que no ocurren flameos inversos en una torre cercana a la
subestación por la buena conexión a tierra de la subestación y de que no ocurren fallas de blindaje en el primer
claro interpostal de la línea aérea. Por lo tanto, hay una longitud de viaje mínima de la onda de la sobretensión que
llega, de lo cual resulta una posible pendiente máxima. La expresión analítica utilizada en la formula F.16, es una
aproximación a esta observación. Alternativamente, puede utilizarse en lugar de la suma, el valor más elevado de
la longitud del claro interpostal ó la longitud Lt.
Así, introduciendo Srp en la ecuación (1) y haciendo A = 2 / (Kco c) para líneas de transmisión, la
dependencia de la sobretensión representativa de impulso por descarga atmosférica para un índice de
retorno considerado, se obtiene por:
A L
U rp = U pl + (F.17)
n Lsp + Lt
En donde:
Urp es la amplitud de la sobretensión representativa por descarga atmosférica (kV);
A es un factor dado en la tabla F.2, el cual describe el comportamiento de la línea aérea conectada a la
subestación;
Upl es el nivel de protección de impulso por rayo del apartarrayos (kV);
n es el número mínimo de líneas conectadas a la subestación (n = 1 ó n = 2);
L es la distancia de separación dada en la figura 3 (m): L = a1 + a2 + a3 + a4;
Lsp es la longitud del claro interpostal (m);
Lt es la longitud de la línea aérea con un índice de salidas igual al índice de retorno considerado (m);
Rt es el índice de retorno de sobretensiones considerado (1/año);
Rkm es el índice de salidas de la línea aérea por año, para un diseño correspondiente al primer kilómetro
enfrente de la subestación (véase ecuación F.16) [unidad usual: 1/(100 km.año); unidad recomendada:
1/(m.año)]
La = Ra / Rkm (F.18)
A L
U cw = U pl + (F.19)
n Lsp + La
En donde:
Ucw es la tensión de aguante de coordinación de impulso de rayo;
La es la sección de línea aérea con un índice de salidas igual al índice de falla aceptable;
Ra es el índice de falla aceptable para el equipo.
Para líneas de transmisión, los factores A se obtienen de la tabla F.2 y las constantes de
amortiguamiento por el efecto corona Kco de la tabla F.1. Para sistemas de distribución, las
sobretensiones por descarga atmosférica generalmente se distribuyen en dos ó más fases y, debe
considerarse esa distribución de corriente en los conductores de fase. Para torres de acero, los flameos
en más de una torre durante una descarga de rayo, conduce a una disminución adicional de las
sobretensiones por descarga atmosférica. Para estas líneas, el factor A se iguala con la práctica
operativa.
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En general, las subestaciones aisladas en gas SF6, están mejor protegidas que las subestaciones
intemperie, debido a que su propia impedancia característica, es mucho menor que la de las líneas
aéreas. No puede hacerse una recomendación generalmente válida para estimar la mejora obtenida con
subestaciones aisladas en gas SF6 comparada contra subestaciones intemperie. Sin embargo, el uso de
la ecuación (F.19) para una subestación intemperie, da lugar a estimaciones conservadoras de la tensión
de aguante de coordinación de impulso por rayo o de la gama de protección, y todavía es recomendable
una reducción de la relación A/n a la mitad del valor utilizado para subestaciones intemperie.
A
Tipo de línea
(kV)
Líneas de distribución (flameo fase a fase) con:
- Cruceta conectada a tierra (flameo a tierra en baja tensión) 900
- Líneas con postes de madera (flameo a tierra en alta tensión) 2 700
Para subestaciones nuevas, en donde se conoce el comportamiento del aislamiento ante el rayo de
subestaciones existentes, el valor máximo asumido máximo de la sobretensión representativa, puede
estimarse mediante:
A L
U rp = U pl + (F.21)
n Lsp
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APÉNDICE G
(Informativo)
El objetivo de este apéndice, no es proporcionar a los comités de equipo un método para calcular claros
en aire, sino proporcionar ayuda al usuario para estimar el tamaño del equipo y la rigidez dieléctrica de
los claros en aire, con el propósito de determinar el factor de corrección atmosférico.
Debe observarse, que las fórmulas que aquí se proporcionan, se basan en datos experimentales, con el
propósito de la coordinación de aislamiento. Para distancias mayores que 1 m, puede suponerse que
dichas fórmulas dan un ajuste aproximado a los resultados experimentales.
El usuario que pretenda utilizar estas fórmulas para verificar las distancias mínimas en aire dadas en el
apéndice A o para justificar una desviación de esos valores, lo debe realizar con cautela. Los valores
dados en el apéndice A no corresponden a la U50 sino a las condiciones de aguante e incluyen
consideraciones adicionales tales como la factibilidad, economía, experiencia y condiciones ambientales
(contaminación, lluvia, insectos, etc).
Para distancias menores que 1 m pueden existir discrepancias particularmente significativas, ya que la
precisión de las fórmulas, para estos casos, es cuestionable.
Para la ruptura de claros en aire bajo tensión a 60 Hz, la tensión de aguante más baja se obtiene para la
configuración punta-plano. La tensión de ruptura 50 % para la configuración punta-plano con claros en
aire d hasta 3m, puede aproximarse por la siguiente ecuación:
(
U 50RP = 750 2 In 1 + 0,55 d 1,2 ) (kV creta, m) (G.1)
El valor cresta de la tensión U50RP a 60 Hz, es entre 20 % y 30 % mayor que el valor correspondiente
de impulso por maniobra positivo durante el tiempo de frente crítico. El aguante puede tomarse como el
90 % de U50 basado en una desviación convencional supuesta de 3 % de U50.
La influencia de la configuración del claro en aire sobre la rigidez, generalmente es menor a la tensión a
60 Hz que de impulso por maniobra:
U
50
=U
50RP
(
1,35 K - 0,35 K 2 ) (G.2)
En donde K es el factor de claro (determinado por pruebas de impulso por maniobra) cómo se muestra en la tabla G.1;
- Para claros en aire entre 1m y 2m, puede utilizarse la fórmula (G.1) con el
conocimiento de que los resultados son conservadores.
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Cuando están presentes aisladores, la tensión de flameo puede disminuir sustancialmente con respecto
al caso de referencia (el mismo claro en aire sin aisladores), especialmente en condiciones de alta
humedad.
En general, las descargas bajo tensión a 60 Hz, condiciones normales de operación y sobretensiones
temporales, pueden originarse por reducciones excepcionales en el aguante de la rigidez del aislamiento
debido a condiciones ambientales severas o por envejecimiento de las propiedades del aislamiento del
equipo.
La influencia de la lluvia en los claros en aire, especialmente para configuraciones que tienen la rigidez
más baja, es despreciable. Sin embargo, la lluvia puede reducir la rigidez dieléctrica externa de los
aisladores, especialmente para aisladores tipo poste con distancias pequeñas entre faldones. El grado de
reducción depende de la densidad de la lluvia, la configuración del aislador y la conductividad del agua.
La lluvia, combinada con la contaminación, puede reducir drásticamente la rigidez del aislamiento. La
peor condición generalmente, es ocasionada por niebla o lluvia ligera combinadas con aisladores
contaminados (véase 3.3.1.1). Estas condiciones, pueden en efecto, definir el diseño del aislamiento
externo. Pueden simularse niveles de contaminación del aislamiento comparativos por medio de la
densidad equivalente de sal depositada (DESD) en gramos por metro cuadrado de NaCl. La DESD
relaciona la conductividad en estado estable del contaminante disuelto con la cantidad de NaCl disuelta.
La determinación de la DESD requiere un análisis ya sea del comportamiento del aislamiento existente
en el área o de datos estadísticos obtenidos de investigaciones en el sitio.
Puede ser deseable un análisis del comportamiento del aislamiento existente, sin embargo esto puede
no proporcionar información suficiente, si el aislamiento no presenta flameos por contaminación.
El análisis de datos estadísticos requiere de algunos años de monitoreo en sitio, ya que los datos se
obtienen por medición directa de la DESD, lavando los aisladores expuestos, o por otros métodos, por
ejemplo, medición de corriente de fuga, análisis químico o mediciones de conductividad.
NOTA- La aplicación del concepto de la DESD a aisladores no-cerámicos no es clara. La investigación actual indica
que puede ser más importante el fenómeno de hidrofobicidad superficial. Se recomienda al usuario tener
precaución.
La descripción estadística de las condiciones ambientales, generalmente requiere una gran cantidad de
datos y es aún más difícil la descripción estadística del envejecimiento. Por lo tanto, los procedimientos
estadísticos no se recomiendan en esta norma para la estimación de la respuesta del aislamiento bajo
tensiones a 60 Hz.
Bajo esfuerzos de disturbios de frente lento, un aislamiento auto-recuperable dado presenta tensiones
de aguante apreciablemente menores que para disturbios de frente rápido de la misma polaridad.
Como resultado de numerosas pruebas con impulsos por maniobra, los claros en aire pueden
caracterizarse por la rigidez mínima observada para el tiempo de cresta crítico, en función de las
características geométricas del claro en aire, las cuales son principalmente el espaciamiento de claro d
(en metros) y la configuración de los electrodos. Entre los diferentes claros con espaciamiento d, el
claro punta-plano esforzado con polaridad positiva tiene la rigidez más baja y se utiliza como referencia.
Para claros punta-plano de longitud hasta 25 m, los datos experimentales de la rigidez para polaridad
positiva y tiempo de frente crítico, pueden aproximarse razonablemente por [11]:
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Para impulsos por maniobra normalizados, la formula siguiente proporciona una mejor aproximación
[12]:
Las fórmulas (G.3) y (G.4) son aplicables al nivel de mar (H = 0). Por lo tanto, cuando se aplique el
procedimiento de coordinación de aislamiento se requiere la corrección por altitud (de acuerdo con
4.2.2).
Los aisladores entre el claro en aire, generalmente disminuyen el valor de ruptura de la rigidez a
impulsos de frente lento de polaridad positiva. Para aisladores secos de suspensión y tipo alfiler, la
influencia es pequeña pero en el caso de aisladores tipo columna puede ser importante.
Para otras configuraciones, se aplican los factores de claro indicados en la tabla G.1 como sigue:
Obsérvese que para K ≥ 1,45, la tensión de ruptura para polaridad negativa puede llegar a ser menor
que para polaridad positiva.
De manera similar, se aplica un factor de claro para configuraciones fase-fase. Sin embargo, en este
caso, el factor de claro está influenciado no solamente por la configuración del claro sino también por la
relación α, definida como la cresta de la componente negativa dividida entre la suma de las crestas de
las componentes positiva y negativa (véase apéndice D).
En la tabla G.2 se indican valores típicos del factor de claro para las geometrías fase-fase más usuales
para α=0,5 y α=0,33.
NOTA- Para cualquier configuración de claro dada, los factores de claro reales sólo pueden determinarse con
precisión mediante pruebas.
En una configuración punta-plano, el gradiente de ruptura para impulsos de frente rápido de polaridad
negativa es mucho mayor que para los de polaridad positiva. Más aún, cuando se grafica la rigidez
contra el espaciamiento del claro, la curva resultante no es lineal para polaridad negativa mientras que
para polaridad positiva es lineal. Para impulsos por rayo normalizados aplicados a electrodos punta-plano
con espaciamientos desde 1 m hasta 10 m, los datos experimentales de la rigidez para polaridad
positiva pueden aproximarse mediante:
En general, los factores de claro aplicables a impulso por maniobra no son directamente aplicables para
la rigidez a impulsos por rayo. Sin embargo, los resultados experimentales han demostrado que el
gradiente de ruptura para polaridad positiva, para cualquier claro en aire en por unidad del gradiente de
ruptura para un claro punta-plano, se incrementa linealmente con el factor de claro para el impulso por
maniobra de polaridad positiva. Para impulsos de frente rápido por rayo de polaridad positiva el factor
de claro K+ff, puede aproximarse en términos del factor de claro para impulso por maniobra como sigue:
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Puede utilizarse la siguiente fórmula para estimar la ruptura de la rigidez dieléctrica de las cadenas de
aisladores en las líneas aéreas con polaridad negativa y para determinar la magnitud de la ondas de
sobretensión que llegan a la subestación:
Las fórmulas (G.6) y (G.8) son aplicables a nivel de mar (H=0). Por lo tanto, cuando se aplique el
procedimiento de coordinación de aislamiento se requiere la corrección por altitud (de acuerdo con
4.2.2).
Para otras configuraciones no usuales y particularmente cuando se involucran grandes claros en aire
(como las de la categoría II), se recomiendan pruebas específicas para obtener resultados precisos. Para
estas configuraciones, la presencia de aisladores entre los electrodos puede jugar un papel importante
en el proceso de la descarga y, en consecuencia, afecta en forma importante el valor de U50. El grado
de influencia depende del tipo de aislador (capacitancia entre unidades, distancias entre partes
metálicas a lo largo del conjunto de aisladores). Para aisladores con pocas partes metálicas (por
ejemplo, aisladores tipo columna, sintéticos, compuestos) la influencia esperada es pequeña. La
generalización de los resultados, en forma similar a lo realizado para configuraciones sin aisladores, no
es fácil cuando se incluyen en el claro aisladores tipo suspensión y alfiler. Sin embargo, puede afirmarse
que la influencia de los aisladores tipo suspensión y alfiler disminuye, al reducir el esfuerzo sobre el
primer aislador en ambos extremos de la cadena mediante el uso de anillos equipotenciales. De la
misma manera, para la mayoría de las configuraciones más usuales, la influencia se reduce teniendo
aisladores menos esforzados en ambos extremos que en el caso de claros punta-plano.
Para sobretensiones de frente rápido, el tiempo a la ruptura está fuertemente influenciado por la
amplitud del impulso aplicado en relación con la tensión de ruptura. Para impulsos cercanos al valor de
U50, el flameo se presenta en la cola del impulso normalizado. A medida que la amplitud se incrementa,
el tiempo al flameo disminuye dando lugar a la bien conocida curva tensión-tiempo.
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TABLA G.1.- Factores de claro k típicos de ruptura por impulso por maniobra
fase-tierra (de acuerdo con [1] y [4])
D1
D2/D1 1-2 1,5
S
Ht/D1 3,34 - 10 6
D2
Ht
S/D1 0,167 – 0,2 0,2
Conductor - Cruceta
S
K 1,22 – 1,32 1,25
D
D Ht/D 8 – 6,7 6
Conductor - Ventana
ø=3 cm 1,15 1,47
K 1,18 – 1,35
Conductor-Plano Conductor-Barra
S
D H’t/Ht 0,75 – 0,75 0 0,909
Ht
H’t
H’t/D 3-3 0 10
D
ø=3 cm Ht/D 2 - 10 6
Ht
D1
ø=30 cm
K 1,03 – 1,66 1,35
D2
Ht
H’t H’t/Ht 0,2 – 0,9 0
D1 > D2
D1/Ht 0,1 – 0,8 0,5
Longitudinal
(E structura barra-barra)
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APÉNDICE H
(Informativo)
Estos pasos principales, con las asociaciones que los conectan, se ilustran en algunos ejemplos
incluidos en este apéndice. Se determinan no solamente las tensiones de aguante normalizadas, sino
también se ilustra el cálculo de las distancias en aire fase-tierra y fase-fase cuando es aplicable.
Las sobretensiones representativas, estrictamente hablando, no son las sobretensiones que ocurren en
el sistema sino que son sobretensiones que representan el mismo esfuerzo eléctrico en el equipo que el
de las sobretensiones reales. Así, si la sobretensión real supuesta tiene una forma de onda diferente a la
de prueba, la sobretensión representativa puede modificarse de manera que las pruebas verifiquen
verdaderamente la rigidez del aislamiento.
Para que concuerden los esfuerzos de tensión con la rigidez dieléctrica, tienen que tomarse en cuenta
los diversos tipos de esfuerzos de tensión y la correspondiente respuesta del aislamiento. Esto involucra
hacer una distinción entre aislamiento auto-recuperable (externo) y aislamiento no-autorecuperable
(interno). Para el aislamiento no-autorecuperable, la coordinación esfuerzo-rigidez se realiza utilizando la
metodología determinística mientras que para el aislamiento auto-recuperable, puede utilizarse una
metodología estadística, donde ésta es conveniente. Los ejemplos siguientes, intentan presentar todas
estas consideraciones.
Lo anterior se ilustra en la primera parte del ejemplo donde no se considera condición de operación
"anormal".
Sin embargo, como una segunda parte del ejemplo, se consideran condiciones especiales de operación
(que consisten en la maniobra de conexión y desconexión de capacitores en la subestación 2), para
mostrar la importancia de considerar los esfuerzos de todos los orígenes y su influencia en esta filosofía
general.
En la tercera parte de este ejemplo, se presentan diagramas de flujo con un resumen de los resultados
intermedios y finales obtenidos a lo largo de los diferentes pasos del procedimiento de coordinación de
aislamiento.
H.1.1.1.1 Tensión a 60 Hz
La nueva subestación 1, se localiza adyacente a una carretera sobre la cual se espolvorea sal en
invierno, por lo que puede esperarse una contaminación alta. Debido a este medio ambiente, deben
encontrarse los requisitos de comportamiento del aislamiento externo a 60 Hz, especificando una
prueba de contaminación artificial que corresponda al nivel de contaminación III de la tabla 1. De
acuerdo con dicha tabla, para aisladores, la distancia de fuga mínima recomendada es 25 mm/kV.
Una fuente de sobretensiones temporales son las fallas a tierra (véase 2.3.2.1) las cuales dan lugar a
sobretensiones fase-tierra. Realizando estudios del sistema y tomando en cuenta las características de
la conexión a tierra del neutro, se encuentra un factor de falla a tierra con k=1,5 (este valor es para
propósitos del ejemplo; en efecto, un valor de 1,5 no es usual a un nivel de tensión de 230 kV, en el
cual normalmente se esperan valores no mayores de 1,3). La sobretensión representativa fase-tierra
correspondiente es Urp=212 kV ((245/ 3 )x1,5).
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Otra fuente de sobretensiones temporales es el rechazo de carga (véase 2.3.2.2), el cual produce
sobretensiones que afectan tanto al aislamiento fase-fase como al fase-tierra. Con análisis y estudios
del sistema se determinó que la sobrevelocidad y la regulación del generador, se combinan para producir
sobretensiones de 1,4 p.u. en la subestación 1 (valor también muy elevado) dando por resultado
sobretensiones representativas fase-tierra y fase-fase de Urp=198 kV ((245/ 3 )x1,4) y Urp=343 kV
(245x1,4).
Como se menciona en 2.3.2.5, una falla a tierra puede combinarse con un rechazo de carga originando
otras amplitudes de sobretensión. En este ejemplo, tal combinación no ocurre debido a que después del
rechazo de carga, la configuración del sistema ha cambiado: los interruptores de la subestación 1 abren,
por lo que los alimentadores externos quedan fuera y el factor de falla a tierra (k) en la subestación 1 se
reduce por abajo de 1 (con el transformador elevador del generador conectado en delta ∆ / estrella Y
conectada a tierra).
Por lo tanto las sobretensiones temporales representativas son los valores más altos obtenidos
considerando todas las fuentes posibles:
- Fase-tierra: Urp=212 kV
- Fase-fase: Urp=343 kV
Con estudios del sistema, se confirma que las sobretensiones de frente lento debidas a impactos lejanos
por rayo (véase 2.3.3.5) no son un problema en el sistema bajo consideración. Por otra parte, las
sobretensiones de frente lento debidas a fallas a tierra, necesitan considerarse solamente en sistemas
con neutro resonante puesto a tierra (véase 2.3.3.2) el cual no es el caso en este ejemplo.
Para determinar las sobretensiones representativas, es necesario distinguir entre el equipo a la entrada
de la línea, el cual puede estar en la condición de extremo abierto durante la energización o
reenergización en la subestación remota (subestación 1) y el equipo del lado de la fuente en la
subestación local (subestación 2) los cuales se afectan de diferente manera y por esfuerzos diferentes.
Disturbios particulares que afectan al equipo a la entrada de la línea (en la subestación 1).
En estudios del sistema, en donde se utiliza el método fase-cresta (véase apéndice D), se muestra que
la reenergización de la línea desde la subestación 2, puede resultar con sobretensiones 2% a la entrada
de la línea, en condiciones de extremo abierto en la subestación 1 con valores ue2=3 p.u. y up2=4,5
p.u. Las sobretensiones representativas para el equipo externo, a la entrada de la línea, antes de instalar
apartarrayos, son los valores de truncación de estas distribuciones de sobretensión. De acuerdo con lo
indicado en el apéndice D:
Todo el equipo localizado en la subestación 1, está sujeto a sobretensiones de frente lento debidas a
energización y reenergización de la línea local. Sin embargo, estos disturbios son mucho menores en el
extremo de envío que en el extremo de recepción: para la subestación 1, en estudios del sistema, se
obtuvo ue2=1,9 p.u. y up2=2,9 p.u. Los valores correspondientes son Uet=425 kV y Upt=639 kV.
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Se instalan apartarrayos de óxidos metálicos a la entrada de la línea (véase 2.3.3.7), idénticos a los
planeados para la protección del transformador, para controlar las posibles sobretensiones severas,
originadas desde una reenergización remota. Las características de estos apartarrayos son tales que
pueden soportar el ciclo más crítico de la sobretensión temporal (amplitud y duración). Sus
características de protección son:
Como se explicó en 2.3.3.7, con el uso de apartarrayos, las sobretensiones representativas de frente
lento pueden darse directamente por Ups(fase-tierra) o 2 Ups (fase-fase), si esos valores de protección
son menores que los esfuerzos máximos correspondientes a sobretensiones de frente lento (valores Uet
y Upt). En el ejemplo, este es el caso para cualquier esfuerzo excepto para el equipo conectado entre
fases a la entrada de la línea, de manera que las sobretensiones representativas de frente lento son:
En este ejemplo, sólo se consideran sobretensiones de frente rápido debidas a descarga atmosférica. Se
utiliza un método estadístico simplificado que conduce directamente a la tensión de aguante de
coordinación (paso 2 indicado abajo), evitando la necesidad de determinar la sobretensión
representativa.
De acuerdo con el capítulo 3 de esta norma, se tienen que aplicar diferentes factores a los valores de
las sobretensiones representativas, determinados previamente. Estos factores, los cuales pueden variar
con la forma de la sobretensión considerada, toman en cuenta el criterio de comportamiento adoptado
(el índice de falla económico u operacional aceptable) y las imprecisiones en los datos de entrada (por
ejemplo, datos del apartarrayos).
Se utiliza el método determinístico. En este método, debe tomarse en cuenta que la limitación del
disturbio con apartarrayos distorsiona la distribución estadística de esos disturbios, creando una
protuberancia significativa en la distribución de probabilidad de los disturbios a un valor
aproximadamente igual al nivel de protección del apartarrayos (véase 3.3.2.1). Por lo tanto, pequeñas
imprecisiones relacionadas con la característica de protección del apartarrayos o con la rigidez del
equipo, pueden conducir a un incremento anormalmente grande del índice de falla. La figura 6 toma en
cuenta esto, aplicando un factor de coordinación determinístico Kcd al nivel de protección del
apartarrayos para obtener los valores Ucw.
Se determina la longitud La de la línea aérea con un índice de salidas igual al índice de falla aceptable Ra.
Enseguida, tomando en cuenta la distancia de separación L, el número de líneas n que llegan a la
subestación y la longitud del claro Lsp, se calcula el nivel de protección efectivo del apartarrayos, el cual
es el valor deseado Ucw.
Para este ejemplo, se dispone de los siguientes datos: se instalan algunos apartarrayos en diversos
lugares con un nivel de protección de impulso por rayo de 500 kV (a la entrada de la línea y cerca de
los transformadores). La distancia máxima de separación desde el punto de conexión del apartarrayos
hacia el aislamiento interno es 30 m; para aislamiento externo es 60 m. A la subestación están
conectadas dos líneas en torres de acero, caracterizadas por A=4 500 (véase tabla F.2) con una
longitud de claro de 300 m. El comportamiento a la descarga atmosférica de las líneas es de una salida
por 100 km por año. Para equipo a instalarse en la subestación 1, se define un índice de falla aceptable
de 1 en 400 años.
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Utilizando la ecuación (F.18), se obtiene el valor de La = 0,25 km. Introduciendo el valor de La y otros
parámetros en la ecuación (F.19), se obtiene la tensión de aguante de coordinación:
Las sobretensiones de frente rápido, afectan de la misma manera los aislamientos fase-fase y fase-
tierra.
Las tensiones de aguante requeridas, se obtienen aplicando a las tensiones de aguante de coordinación
dos factores de corrección (véase el capítulo 4): el factor Ka el cual toma en cuenta la altitud de la
instalación y el factor de seguridad Ks.
Los valores recomendados para el factor de seguridad Ks, se definen en 4.3.4. El factor Ks es aplicable a
cualquier tipo de forma de sobretensión (temporal, frente lento, frente rápido), fase-fase y fase-tierra.
El factor de corrección por altitud Ka se define en 4.2.2 (ecuación (11)). El factor Ka es aplicable
solamente al aislamiento externo y su valor depende de la forma de onda de la sobretensión (vía el
parámetro m en la ecuación (11)).
Los valores para las tensiones de aguante requeridas, se obtienen como: Urw= Ucw Ks Ka , con los
valores Ucw determinados en el paso 2, y Ks y Ka determinados en el paso 3.
- Aislamiento externo:
• fase-tierra ⇒ Urw=212 X 1,05 X 1,063 ⇒ Urw= 237 kV;
• fase-fase ⇒ Urw=343 X 1,05 X 1,063 ⇒ Urw= 383 kV;
- Aislamiento interno:
• fase-tierra ⇒ Urw= 212 X 1,15 ⇒ Urw= 243 kV;
• fase-fase ⇒ Urw= 343 X 1,15 ⇒ Urw= 395 kV.
- Aislamiento externo:
• Fase-tierra ⇒ Urw= 451 X 1,05 X 1,122 ⇒ Urw= 531 kV;
• Fase-fase ⇒ Urw= 820 X 1,05 X 1,13 ⇒ Urw= 973 kV.
- Aislamiento externo:
• Fase-tierra ⇒ Urw= 422 X 1,05 X 1,122 ⇒ Urw= 497 kV;
• Fase-fase ⇒ Urw= 639 X 1,05 X 1,13 ⇒ Urw= 758 kV.
- Aislamiento interno:
• Fase-tierra ⇒ Urw= 422 X 1,15 ⇒ Urw= 485 kV;
• Fase-fase ⇒ Urw= 639 X 1,15 ⇒ Urw= 735 kV.
Para sobretensiones de frente rápido:
- Aislamiento externo:
• Fase-tierra ⇒ Urw= 745 X 1,05 X 1,13 ⇒ Urw= 884 kV;
• Fase-fase ⇒ Urw= 745 X 1,05 X 1,13 ⇒ Urw= 884 kV.
- Aislamiento interno:
• Fase-tierra ⇒ Urw= 622 X 1,15 ⇒ Urw= 715 kV,
• Fase-fase ⇒ Urw= 622 X 1,15 ⇒ Urw= 715 kV,
- Aislamiento interno:
• Fase-tierra ⇒ SDW = 485 X 0,5 = 243 kV;
• Fase-fase ⇒ SDW = 735 X 0,5 = 367 kV.
La tabla H.1, es un resumen de los valores Urw(s) de las tensiones de aguante requeridas mínimas,
obtenidos de los estudios del sistema (determinados en el paso 3) los cuales son los valores de prueba
mínimos que se aplican para verificar estos aguantes en términos de pruebas de corta duración a 60 Hz,
impulso por maniobra e impulso por rayo. En la categoría I, la tensión de aguante requerida de impulso
por maniobra, normalmente se cubre con una prueba de corta duración a 60 Hz o con una prueba de
impulso por rayo normalizado. En la tabla H.1, los valores obtenidos después de tales conversiones, se
indican como Urw(c) (determinados en el paso 4). En este ejemplo, los valores convertidos se retienen
para una prueba de impulso por rayo de manera que los valores convertidos para la prueba de corta
duración a 60 Hz no necesitan más consideración.
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TABLA H.1.- Resumen de las tensiones de aguante requeridas mínimas obtenidas para el ejemplo H.1.1
(parte 1, sin la maniobra del capacitor en la subestación remota (subestación 2))
Aislamiento externo
Valores Urw :
Equipo a la Aislamiento
- en kV eficaz para corta duración
entrada de la Otros equipos interno
a 60 Hz
- en kV cresta para impulso por línea
maniobra o rayo
Urw(s) Urw(c) Urw(s) Urw(c) Urw(s) Urw(c)
Las tensiones normalizadas a definirse para propósitos de pruebas de corta duración a 60 Hz e impulso
por rayo, deben seleccionarse tomando en cuenta los valores mostrados en negrillas en la tabla H.1
(valor más alto del aguante mínimo requerido Urw(s) o valor convertido Urw(c)) y los valores normalizados
propuestos en la NMX-J-150/1-ANCE, 4.6 y 4.7. Normalmente las tensiones especificadas se
seleccionan de tal manera que correspondan a un nivel de aislamiento normalizado como se define en
3.33 de la NMX-J-150/1-ANCE y mostrados en la tabla 2 de la NMX-J-150/1-ANCE.
Los valores normalizados de 395 kV (para corta duración a 60 Hz) y 950 kV (para impulso por rayo),
corresponden a un nivel de aislamiento normalizado para un sistema con Um=245kV; estos valores
cubren cualquier aislamiento fase-tierra y fase-fase, excepto el aislamiento externo fase-fase a la
entrada de la línea, para el cual, se requiere un valor de aguante mínimo de 1 127 kV. Sin embargo, en
este ejemplo, no existe equipo trifásico a la entrada de la línea, de manera que puede especificarse una
distancia mínima en aire fase-fase en lugar de una prueba. De acuerdo con la tabla A.1, se requiere una
distancia mínima en aire de 2,35 m entre fases para el equipo a la entrada de la línea, la cual
corresponde a una tensión de aguante normalizada de impulso por rayo de 1 175 kV. Se requiere una
distancia mínima fase-tierra y fase-fase de 1,9 m, para cualquier otro aislamiento externo que no este
localizado a la entrada de la línea. Estas distancias se basan solamente en requisitos de coordinación de
aislamiento.
Debe observarse que, para el aislamiento externo fase-tierra, el valor elevado que se especifica para la
prueba de corta duración a 60 Hz (395 kV), está muy por arriba del requerimiento mínimo para las
sobretensiones temporales (237 kV). Sin embargo, el valor de 395 kV corresponde a un nivel de
aislamiento normalizado el cual tiene un nivel de tensión de aguante requerido por rayo de 950 kV.
Estudios más detallados pueden conducir a requisitos un paso menor para el aislamiento externo fase-
tierra (360 kV/850 kV).
Para el aislamiento interno, puede considerarse la selección del mismo nivel de aislamiento normalizado
que para el aislamiento externo, lo cual conduce a un amplio margen con respecto a las tensiones de
aguante requeridas por rayo (715 kV fase-tierra y 808 kV fase-fase). Pueden realizarse otras
selecciones tomando en cuenta el aspecto económico (véase 4.9 de la NMX-J-150/1-ANCE): la
especificación de una tensión de aguante de impulso por rayo de 850 kV fase-fase y fase-tierra; o bien
750 kV fase-tierra con una prueba especial de 850 kV fase-fase. Sin embargo, debe mantenerse la
prueba de corta duración a 60 Hz a un valor mínimo de 395 kV. Aún cuando son aceptables, estas
otras selecciones conducen, en definitiva, a un nivel de aislamiento nominal que no corresponde al nivel
de aislamiento normalizado, como se define en NMX-J-150/1-ANCE.
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Esta segunda parte del ejemplo H.1, trata con una posibilidad adicional de una sobretensión de frente
lento originada por una maniobra realizada en el banco de capacitores en la subestación 2 (subestación
remota). Todos los otros esfuerzos que se consideran en la parte 1 están presentes con sus mismos
valores, y con la misma ubicación del apartarrayos en la subestación 1.
Resultados de estudios del sistema muestran que todo el equipo en la subestación 1 (incluyendo el que
está a la entrada de la línea considerando la condición de operación normal cerrada), está sujeto a
severos disturbios de tensión debido a la energización del banco de capacitores en la subestación 2.
(Considerando de la figura 1 energización trifásica, sin resistencias de preinserción, red compleja y
compensación paralela mayor que 50 %, se obtiene una Ue2 de 2,5 p.u. y de la parte baja de la figura 2
se obtiene Up2=3,75 p.u.). Estos disturbios se propagan y debido al fenómeno de amplificación,
(resonancia a ciertas frecuencias dadas), producen en la subestación 1 las amplitudes máximas
siguientes:
- fase-tierra:
- Ue2=Um 2 / 3 (Ue2 p.u.)=245 2 / 3 (2,5)=200 (2,5)=500 kV
• Ue2 = 500 kV;
- Uet=1,25 Ue2 - 0,25=1,25 (2,5) - 0,25=2,87 p.u.
- Uet=Um 2 / 3 (Uet p.u.)=245 2 / 3 (2,87)=200 (2,87)=575 kV
• Uet = 575 kV.
- fase-fase:
- Up2=Um 2 / 3 (Up2 p.u.)=245 2 / 3 (3,75)=200 (3,75)=750 kV
• Up2 = 750 kV;
- Upt=1,25 Up2 - 0,43=1,25 (3,75) - 0,43=4,26 p.u.
- Upt=Um 2 / 3 (Upt p.u.)=245 2 / 3 (4,26)=200 (4,26)=852 kV
• Upt = 852 kV.
Para el equipo a la entrada de la línea en el extremo abierto, los disturbios de frente lento más altos son
aquellos relacionados con la reenergización de la línea descrita en la parte 1. Pero para todos los otros
equipos, los disturbios de frente lento que gobiernan el procedimiento de coordinación de aislamiento se
refieren ahora a la maniobra del banco de capacitores en la subestación 2, los cuales son mayores que
los disturbios originados por energización y reenergización local (descrito en la parte 1). En adelante,
solamente trataremos este tipo de esfuerzos (nuevos disturbios de frente lento), permaneciendo las
mismas conclusiones para los otros tipos de esfuerzos (sobretensiones temporales y de frente rápido)
discutidas en la parte 1.
Los valores para las sobretensiones representativas de frente lento Urp son ahora controlados por la
característica de protección del apartarrayos, ya que Ups < Uet y 2Ups < Upt de manera que:
Para obtener las tensiones de aguante de coordinación de frente lento Ucw se aplica un factor de
coordinación determinístico Kcd a los valores Urp siguiendo el mismo procedimiento descrito en la parte
1:
- Fase-tierra: Ups / Ue2 = 410/500 = 0,82 ⇒ Kcd 1,10 ⇒ Ucw = 451 kV;
- fase-fase: 2Ups / Up2 = 820/750 = 1,09 ⇒ Kcd 1,00 ⇒ Ucw = 820 kV.
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Los valores para el factor de seguridad Ks y para el factor de corrección atmosférica Ka conservan
aproximadamente los mismos valores como en la parte 1, de manera que las tensiones de aguante
requeridas Urw son:
- Aislamiento externo:
• Fase-tierra ⇒ Urw = 451 X 1,05 X 1,122 ⇒ Urw = 531 kV;
• Fase-fase ⇒ Urw = 820 X 1,05 X 1,13 ⇒ Urw = 973 kV;
- Aislamiento interno:
• Fase-tierra ⇒ Urw = 451 X 1,15 ⇒ Urw = 518 kV;
• Fase-fase ⇒ Urw = 820 X 1,15 ⇒ Urw = 943 kV.
Las tensiones de aguante requeridas para los disturbios de frente lento se convierten a tensiones de
aguante de corta duración a 60 Hz y de impulso por rayo (véase la parte 1 para información más
detallada).
- Aislamiento externo:
• Fase-tierra ⇒ SDW = 531 X (0,6 + 531 / 8 500) = 352 kV;
• Fase-fase ⇒ SDW = 973 X (0,6 + 973 / 12 700) = 658 kV.
- Aislamiento interno:
• Fase-tierra ⇒ SDW = 518 X 0,5 = 259 kV;
• Fase-fase ⇒ SDW = 943 X 0,5 = 472 kV.
- Aislamiento externo:
• Fase-tierra ⇒ LIW = 531 X 1,30 = 690 kV;
• Fase-fase ⇒ LIW = 973 X (1,05 + 973 / 9 000) = 1 127 kV.
- Aislamiento interno:
• Fase-tierra ⇒ LIW = 518 X 1,10 = 570 kV;
• Fase-fase ⇒ LIW = 943 X 1,10 = 1 037 kV.
TABLA H.2.- Resumen de las tensiones de aguante requeridas obtenidas para el ejemplo H.1.2 (parte 2,
con la maniobra del capacitor en la subestación remota (subestación 2))
La tabla H.2, refleja los valores de aguante (o prueba) mínimos requeridos para tomar en cuenta los
esfuerzos de las diferentes sobretensiones relacionados a la parte 2 del ejemplo H.1. Los valores
mínimos requeridos para las pruebas de aguante de corta duración a 60 Hz y de impulso por rayo se
muestran en letra negrita.
Una comparación entre la tabla H.1 y la H.2, muestra el impacto de sobretensiones de frente lento
debidas a la maniobra del capacitor en la subestación 2, principalmente en los requisitos para impulso
de maniobra fase-fase y en los valores de prueba equivalentes mínimos resultantes.
Para el aislamiento interno, puede seleccionarse, un nivel de aislamiento normalizado aplicable a fase-
fase y fase-tierra de 460 kV/1 050 kV, que corresponede a una Um = 245 kV (véase la tabla 2 de la
NMX-J-150/1-ANCE). Esto corresponde a un nivel de aislamiento normalizado mayor al de la parte 1 de
este ejemplo y es debido a la maniobra de capacitores a la entrada de la línea en la subestación remota.
Pueden mantenerse niveles de aislamiento menores como se discutió en la parte 1, pero en cualquier
caso puede requerirse una prueba especial fase-fase a 1 050 kV.
Los diagramas de flujo siguientes, son un resumen del procedimiento de coordinación de aislamiento y
de los resultados obtenidos a lo largo de los diferentes pasos. Incluyen resultados obtenidos sin (parte
1) o con (parte 2) maniobra de capacitor en la subestación 2.
Debe notarse, que este ejemplo no considera ningún medio de limitación para reducir las sobretensiones
severas de frente lento derivadas de la maniobra de capacitores. Como se menciona en 2.3.3.6, deben
considerarse medidas tales como el uso de resistores de preinserción en la subestación remota para
obtener una reducción substancial de los esfuerzos de frente lento con una consecuente reducción de
los niveles de aguante a seleccionar. Esto implica, la necesidad de hacer estudios adicionales del
sistema tomando en cuenta la presencia de los medios de limitación y reiniciar el procedimiento de
coordinación de aislamiento, en base a los nuevos esfuerzos representativos encontrados. En particular,
para el ejemplo aquí discutido, puede resultar en la reducción de algunos de los requisitos obtenidos
(paso 5 del diagrama de flujo) así como de la tensión de aguante de impulso por rayo fase-fase para el
aislamiento interno y de la distancia en aire fase-fase para el aislamiento externo.
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Reenergización Maniobra de
Energización y Reenergización
capacitores
Con apartarrayos en la entrada de la línea y cerca de los transformadores Ups =410 kV, Upl =500 kV
(H.1.1.1.4)
Sobretensiones de frente rápido Calculadas en el paso 2
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Ucw =Kcd x Urp Ucw =Kcd x Urp 1) Ucw =451 kV 1) Ucw =820 kV
Ucw =451 kV Ucw =820 kV 2) Ucw =422 kV 2) Ucw =639 kV
Parámetro « A » : A =4500
Datos tomados de la experiencia Longitud del claro: Lsp =300 m
Comportamiento requerido Índice de salida: 1/100 km . año
Índice de falla aceptable: 1/400 años
Aguante a la frecuencia del Aguante de impulso por maniobra Aguante de impulso por
sistema rayo
Fase a tierra Fase a fase Fase a tierra Fase a fase Fase a tierra Fase a fase
Fase a tierra Fase a fase Fase a tierra Fase a fase Fase a tierra Fase a fase
Aislamiento Aislamiento
externo externo
Aislamiento Aislamiento 531 kV 973 kV Aislamiento Aislamiento
externo externo externo externo
237 kV 383 kV Otros Otros 884 kV 884 kV
equipos equipos
Aislamiento Aislamiento
interno interno
1) 518 kV 1) 943 kV
2) 485 kV 2) 735 kV
Conversión de tensiones de aguante de impulso por Conversión de tensiones de aguante de impulso por
maniobra a tensiones de aguante de corta duración a maniobra a tensiones de aguante
frecuencia del sistema (H.1.1.4.1) de impulso por rayo (H.1.1.4.2)
460 kV / 1 050 kV
Aislamiento interno
Aislamiento externo
No requiere prueba de fase a fase si las
distancias en aire son:
- Para equipo a la entrada de la línea: 2,35 m 2,35 m
- Para otros equipos: 1,90 m 2,35 m
Aislamiento interno
Nivel de impulso por rayo normalizado
mínimo:
- Fase a tierra: 750 kV 750 kV
- Fase a fase: 850 kV 1 050 kV
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El nivel de altitud que aquí se supone cubre todas las localidades posibles. El nivel de contaminación se
supone suficientemente moderado tal que los niveles de aislamiento normalizados (y las distancias en
aire) pueden determinarse por los esfuerzos de tensión (generalmente las sobretensiones de frente lento
para sistemas clasificados en la categoría II).
Las consideraciones para el diseño de las torres tales como, calibres de conductores y espaciamientos
fase a fase, no caen dentro de la categoría del procedimiento de coordinación de aislamiento.
Solamente las distancias de fase a tierra resultan del procedimiento de coordinación de aislamiento, ya
que estas dependen de las sobretensiones de frente lento (en la categoría II). Las consideraciones como
las descargas atmosféricas pueden definir el tipo de conductores de tierra en líneas aéreas y los
conductores para contra-antenas, esto es generalmente es el resultado de un estudio adicional basado
en niveles ceráunicos. Por tanto el diseño de la línea de transmisión generalmente no se especifica en
términos de niveles de aislamiento normalizados, sino de alguna manera en términos de dimensiones de
las torres.
El alto nivel de las sobretensiones temporales (1,5 p.u.) está asociado con situaciones que involucran
líneas largas radiales alimentadas después de un rechazo de carga mayor. Para sistemas en la categoría
II, las dos tensiones de aguante normalizadas que normalmente se especifican, son los niveles de
tensión de impulso por rayo y por maniobra. La conversión de la tensión de aguante requerida de corta
duración a 60 Hz, hacia una tensión de aguante requerida equivalente de impulso por maniobra, se
discute en el paso 4 de este ejemplo.
La sobretensión de frente lento está relacionada con el recierre de línea y se limita aproximadamente a
2.0 p.u., mediante el uso de resistencias de preinserción que forman parte de los interruptores de línea.
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El nivel de protección de los apartarrayos se determina a partir de los mismos estudios del sistema
(normalmente a partir de las características de las sobretensiones temporales: amplitud y duración) y,
para el caso particular de este ejemplo, se determinan los niveles de protección siguientes:
Para sobretensiones de frente rápido se utiliza el método estadístico simplificado, a fin de obtener
directamente la tensión de aguante de coordinación.
En este paso y los siguientes, solamente se considera el aislamiento fase a tierra. La coordinación del
aislamiento de fase a fase se trata al final de este ejemplo como un tema por separado (véase H.2.6).
En este paso para el aislamiento interno, se calcula Ucw para las sobretensiones a 60 Hz, de frente lento
y frente rápido.
Por tanto:
- Fase a tierra: Ucw = 660 kV
Para equipo protegido con apartarrayos, la máxima sobretensión de frente lento (y por lo tanto la
sobretensión representativa de frente lento) es igual al nivel de protección de impulso por maniobra del
apartarrayos, es decir 1 300 kV.
Este valor de 1 300 kV debe ajustarse por el factor de coordinación Kcd, a fin de considerar la dispersión
en la distribución estadística de las sobretensiones de frente lento, como se mencionó en el punto
3.3.2.1. Puede verse en la figura 6 que para una relación Ups/Ue2 = 1 300/1 200 = 1,08 el valor de Kcd
es 1,03. De aquí que la tensión de aguante de coordinación para disturbios de frente lento, es 1
340 kV:
Para equipos protegidos con apartarrayos, la máxima sobretensión de frente rápido (y por lo tanto la
sobretensión representativa de frente rápido) es igual al nivel de protección de impulso por rayo del
apartarrayos, es decir 1 500 kV.
Sin embargo, a este valor de 1 500 kV, debe agregarse una tensión igual a AL / (n (Lsp + La)) de
acuerdo con la ecuación (F.19), para tomar en cuenta la distancia de separación L entre el apartarrayos
y el equipo protegido, como se explicó en 2.3.4.5.
El valor del factor de coordinación estadístico Kcs, se obtiene al seleccionar un riesgo de falla del
aislamiento el cual haya sido probado por experiencia que es aceptable. La relación entre el riesgo de
falla R y Kcs se muestra en la figura 8 y, para un valor normalmente aceptable de R, del orden entre 10-3
a 10-4, el valor de Kcs es igual a 1,15. De aquí que la tensión de aguante de coordinación se obtiene
como Ucw=1 200 kV x 1,15 = 1 380 kV:
Lo anterior se demuestra al final de este ejemplo, cuando se trate el aspecto de las distancias en aire
fase-tierra.
Para el aislamiento externo además se aplica un factor de corrección atmosférico Ka (véase H.2.3.2).
Para la tensión a 60 Hz, se determina el factor de corrección atmosférico, considerando una altitud H =
1 000 m, obteniéndose Ka = 1,063. Suponiendo que se requiere una prueba de corta duración a 60 Hz
en aisladores contaminados, para lo cual m = 0,5 (véase 4.2.2).
H.2.4 Paso 4: Conversión de las tensiones de aguante de corta duración a tensiones de aguante
de impulso por maniobra (SIW)
De acuerdo con 5.1, las tensiones de aguante de corta duración a 60 Hz, se convierten a tensiones de
aguante equivalentes de impulso por maniobra (SIW) donde los factores de conversión para aislamiento
externo e interno son 1,7 y 2,3 respectivamente de acuerdo con la tabla 3.
- Para aislamiento interno: SIW = Urw x 2,3 = 759 x 2,3 = 1 746 kV;
- Para aislamiento externo: SIW = Urw x 1,7 = 737 x 1,7 = 1 253 kV.
Las tensiones de aguante normalizadas Uw se obtienen a partir de las tensiones de aguante requeridas,
seleccionando el siguiente valor más alto de los valores normalizados listados en las tablas 2 y 3 de la
NMX-J-150/1-ANCE.
De acuerdo con los valores obtenidos en el paso 4, debe seleccionarse una tensión de aguante de
impulso por maniobra de 1 750 kV para los esfuerzos de sobretensión temporal, pero este valor no esta
normalizado de acuerdo con la NMX-J-150/1-ANCE, por lo que son factibles muchas opciones, una de
ellas es seleccionar un valor normalizado superior al requerido para la sobretensión de frente lento que
puede ser de 1 550 kV, tal valor puede considerarse como especial para una prueba de maniobra. Otra
opción consiste en realizar una prueba alternativa, como se menciona en 5.4 de la NMX-J-150/1-ANCE,
para verificar el aguante del aislamiento interno a 60 Hz. Para este ejemplo se requiere una prueba de
tensión aplicada a un valor mínimo de 660 kV (1,5 p.u.) con una duración mínima de 1 min. Se
recomienda consultar las normas de referencia de los equipos correspondientes (como en el caso de
transformadores de potencia), las cuales dan información más detallada referente a tales pruebas. Por
ejemplo, para evitar la saturación, las pruebas se realizan con una fuente cuya frecuencia es de tres a
cuatro veces la nominal. También se recomiendan, valores fijos para las tensiones y tiempos de
duración asociados con los diferentes ciclos involucrados en las pruebas (tal como 1,7 p.u. durante 7
200 ciclos seguidos por 1,5 p.u. durante 1 h).
La tensión de aguante de impulso por rayo de 1 950 kV, puede aplicarse al aislamiento externo de los
equipos protegidos con apartarrayos, como son los transformadores y los reactores en derivación.
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La tensión de aguante de impulso por maniobra normalizado de 1 550 kV, es más que suficiente para
cubrir la tensión de aguante requerida de impulso por maniobra de 1 253 kV, valor convertido a partir
de los requisitos de la tensión a 60 Hz (aislamiento externo).
La rigidez dieléctrica del aislamiento externo de fase a fase de un equipo trifásico, se prueba
generalmente con impulsos iguales de polaridad positiva y negativa. Los valores de prueba reales se
determinan considerando las sobretensiones de frente lento de polaridad positiva y negativa (las cuales
son las más críticas), como se explicó en D.4.
Para este caso, D = 8 m y Ht = 16 m, con lo cual la relación D/Ht = 0,5. Con este último valor y
utilizando la figura D.5, se determina el ángulo de inclinación φ=30°, resultando B=tan φ=0,6.
Sustituyendo este valor de B en las ecuaciones D.16, se obtiene F1= 0,463 y F2= 0,074.
Las sobretensiones de frente lento de fase a tierra fueron obtenidas en H.2.1. La sobretensión de frente
lento de fase a fase se encuentra considerando la figura 2: para Ue2=1,92 p.u., la relación de Up2/Ue2 es
1,7 lo cual da Up2=2 040 kV.
La tensión de aguante requerida de fase a fase se basa en un factor de corrección por altitud Ka=1,07
y un factor de seguridad Ks=1,05 (con el mismo procedimiento que para el aislamiento fase a tierra,
véase H.2.3).
NMX-J-150/2-ANCE-2004
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Los valores de prueba deben ser Up-rw/2, es decir +1 335 kV en una fase y –1 335 kV en la otra.
Aunque la prueba misma no es una prueba normalizada debido a que existe muy poco equipo trifásico
con tensión nominal de 735 kV (la mayor parte es monopolar).
Para la sobretensión temporal, la sobretensión representativa de fase a tierra es de 660 kV, calculada
en el paso 1, correspondiendo a una tensión fase a fase de 1 143 kV. Dado que Kc=1,0, de acuerdo
con el paso 2, los valores para la tensión de aguante de coordinación son iguales a los valores de la
sobretensión representativa.
Estos valores se convierten a tensiones de aguante de impulso por maniobra de fase a fase (SIW),
aplicando los factores de conversión indicados en la tabla 3:
La tensión de prueba de impulso por maniobra, previamente determinada de 2 670 kV, es adecuada
para cubrir el requisito del aislamiento externo a 60 Hz, pero no para el aislamiento interno, por lo que
para este caso se requieren pruebas especiales, como se indica en H.2.5.1.
Con la tensión de aguante de impulso por maniobra normalizado de 1 550 kV (véase inciso H.2.5.1), las
distancias en aire requeridas de fase a tierra para impulsos por maniobra pueden obtenerse de la tabla
A.2.
Para la configuración conductor-estructura (el factor de espaciamiento entre electrodos para onda de
frente lento K=1,35), la mínima distancia en aire es 4 900 mm. Para la configuración punta-estructura
(el factor de espaciamiento entre electrodos para onda de frente lento K<1,15), la mínima distancia en
aire es 6 400 mm. La tensión de aguante de impulso por rayo para todas las distancias en aire puede
calcularse con las fórmulas dadas en el apéndice G. Utilizando la ecuación (G.7) para obtener los
factores equivalentes de espaciamiento entre electrodos para ondas de frente rápido, obtenemos:
Utilizando Kff+=1,04 para ser conservadores, de las ecuaciones (G.6) y (7) obtenemos:
El cual está muy arriba de la tensión de aguante de impulso por rayo normalizada de 2 100 kV obtenida
en H.2.5.2.
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La distancia en aire requerida de fase a fase puede obtenerse de la ecuación (D.12), la cual confirma
que U0+=U++ BU- donde U0+ es una tensión equivalente de fase a tierra, la cual representa el efecto
de una tensión positiva en una fase (U+) y otra negativa (U-) en la otra fase. A partir de los resultados
obtenidos en H.2.6, para los valores de U+=U-= 1 335 kV y con B=0,6, puede calcularse U0+:
El valor correspondiente de U50 está dado por: U50 =U10 / 0,922 = 2 317 kV; d se obtiene de las
ecuaciones (G.3) y (G.5) y para un factor de espaciamiento entre electrodos K=1,62 (configuración de
conductores paralelos) y K=1,45 (para configuración punta-conductor):
- Conductor-conductor: d = 6,0 m;
- Punta-conductor: d = 7,4 m.
De la tabla A.3, una tensión de aguante de impulso por maniobra normalizada de fase a tierra de
1 550 kV, nos lleva a distancias en aire mínimas normalizadas fase a fase de 7,6 m (conductor-
conductor) y 9,4 m (punta-conductor). Por lo tanto, el uso de las distancias en aire, arriba
determinadas, requiere de una prueba especial.
Para equipos en esta categoría de tensión, la NMX-J-150/1-ANCE especifica las tensiones de aguante
normalizadas de corta duración a 60 Hz y de impulso por rayo. La selección de estos valores se ilustra
en la tabla H.3 para Um = 24 kV, donde los valores son ejemplos y no tienen validez para aplicación
general.
Se considera que este nivel de altitud cubre todas las localidades posibles.
De acuerdo con la práctica de conexión a tierra del neutro, las sobretensiones más altas de fase a tierra
se originan por fallas a tierra. Frecuentemente los valores llegan a ser iguales a la tensión más alta del
sistema. En este ejemplo, la sobretensión representativa temporal se considera como el valor máximo
supuesto igual a la tensión más alta del sistema de 24 kV.
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Las sobretensiones de fase a fase son originadas por rechazo de carga. Un rechazo de carga plena en el
sistema de distribución no causa por sí mismo sobretensiones sustancialmente altas, sin embargo,
puede considerarse un rechazo de carga en el sistema de transmisión, al cual está conectado el sistema
de distribución. En este ejemplo se considera que el rechazo de carga produce una sobretensión
temporal de 1,15 veces la tensión más alta del sistema, la cual es: 1,15 x Us = 27,6 kV o
aproximadamente 28 kV. Se considera que este valor es el esfuerzo de tensión más alto posible y es la
sobretensión temporal representativa de fase a fase: Urp = 28 kV.
Estas sobretensiones pueden originarse por fallas a tierra o por energización o reenergización de líneas.
Como los transformadores de distribución generalmente permanecen conectados durante la
reenergización de líneas y como el recierre no es rápido, es improbable la presencia de cargas
atrapadas, por lo tanto, las sobretensiones por reenergización tienen la misma distribución de
probabilidad que aquellas debidas a energización. Los valores 2 % de la tabla H.3 se seleccionan de
acuerdo con el apéndice D para el método fase-cresta, tomando en cuenta las condiciones de operación
usuales, sin resistencias de preinserción, red de alimentación compleja y sin compensación paralela. Los
valores 2 % que se consideran son ue2 = 2,6 p.u. (de fase a tierra) y up2 = 3,86 p.u. (de fase a fase).
Las sobretensiones de frente rápido debidas a operaciones por maniobra pueden despreciarse, con
excepción de maniobras en motores por medio de interruptores de potencia.
Las sobretensiones de frente rápido por rayo, se transmiten a las líneas conectadas a la subestación. El
método simplificado descrito en F.4 se aplica para estimar los periodos de retorno de las amplitudes de
sobretensiones representativas por rayo. Como no se especifica ningún valor de referencia, no se dan
valores en la tabla H.3.
Las tensiones de aguante de coordinación Ucw se obtienen con: Ucw = Kcd Urp. El factor de coordinación
determinístico es Kcd = 1, debido a que el procedimiento de coordinación de aislamiento se aplica a los
valores de truncación de las distribuciones de sobretensión (sin efecto por desviación, como se discutió
en 3.3.2.1). Entonces, en este ejemplo, los valores de las tensiones de aguante de coordinación son los
mismos que para las sobretensiones representativas de frente lento: Ucw = 59 kV de fase a tierra y
Ucw = 86 kV de fase a fase.
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Para la determinación de las tensiones de aguante de coordinación de impulso por rayo, se consideran
los valores siguientes:
- Nivel de protección contra impulso por rayo del apartarrayos Upl = 80 kV;
- Se conectan a la subestación cuatro líneas en poste de madera (n=4), de la tabla
F.2, el valor correspondiente del factor A es 2 700;
- El índice de salidas de línea aérea observado es Rkm = 6/(100 km.año) o en las
unidades recomendadas Rkm = 6 x 10–5/(m.año);
- Longitud del claro Lsp = 100 m;
- Indice de fallas aceptable Ra = 1/400 año.
En la práctica es común que los apartarrayos instalados cerca de los transformadores de potencia
tengan diferente distancia para el aislamiento interno (ejemplo: 3 m) que para el externo (ejemplo: 5 m).
Entonces, los valores de tensiones de aguante de coordinación Ucw pueden ser diferentes para equipos
distintos.
Con estos valores, la sección de línea aérea, en la que el índice de salidas es igual al índice de fallas
aceptable, está de acuerdo con la ecuación (F.18):
La = 42 m
Lo cual indica que se requiere la protección contra descargas por rayo en el primer claro de la línea
aérea.
Las tensiones de aguante de coordinación de impulso por rayo, que se obtienen de acuerdo con la
ecuación (F.19) son Ucw = 94 kV para aislamiento interno (transformador de potencia, distancia hacia
el apartarrayos = 3 m) y Ucw = 104 kV para el aislamiento externo más distante.
Las tensiones de aguante requeridas se obtienen aplicando los factores de seguridad recomendados
(véase 4.3.4) y la corrección por altitud (véase 4.2.2 ). Para el ejemplo dado, se supone que las
subestaciones del mismo diseño se utilizan en altitudes hasta 1 000 m.
El factor de corrección por altitud se define en 4.2.2. Sólo se aplica al aislamiento externo y su valor
depende de la forma de onda de la sobretensión (tomando en cuenta el parámetro m de la ecuación
(11)):
- Para 60 Hz (en aisladores limpios), m = 1,0;
- Para sobretensiones de frente lento, el valor de m depende del valor de Ucw. Para
valores Ucw menores de 300 kV de fase a tierra o 1 200 kV de fase a fase, m = 1,0;
- Para aguante de impulso por rayo, m = 1,0 y Ka = 1,13.
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- De fase a tierra:
• Aislamiento interno ⇒ Urw=Ucw x 1,15=24 x 1,15=28 kV;
• Aislamiento externo ⇒ Urw=Ucw x 1,05 x 1,13=24 x 1,05 x 1,13=28 kV.
- De fase a fase:
• Aislamiento interno ⇒ Urw=Ucw x 1,15=28 x 1,15=32 kV;
• Aislamiento externo ⇒ Urw=Ucw x 1,05 x 1,13=28 x 1,05 x 1,13=33 kV.
- De fase a tierra:
• Aislamiento interno ⇒ Urw=Ucw x 1,15=59 x 1,15=68 kV;
• Aislamiento externo ⇒ Urw=Ucw x 1,05 x 1,13=59 x 1,05 x 1,13=70 kV
- De fase a fase:
• Aislamiento interno ⇒ Urw=Ucw x 1,15=86 x 1,15 =99 kV;
• Aislamiento externo ⇒ Urw=Ucw x 1,05 x 1,13=86 x 1,05 x 1,13=102 kV.
H.3.4 Paso 4: conversión de las tensiones de aguante requeridas de impulso por maniobra a
tensiones de aguante de corta duración a 60 Hz y de impulso por rayo.
- De fase a tierra:
• Aislamiento interno ⇒ SDW = Urw x 0,5 = 68 x 0,5 = 34 kV;
• Aislamiento externo ⇒ SDW = Urw x 0,6 = 70 x 0,6 = 42 kV.
- De fase a fase:
• Aislamiento interno ⇒ SDW = Urw x 0,5 = 99 x 0,5 = 50 kV;
• Aislamiento externo ⇒ SDW = Urw x 0,6 = 102 x 0,6 = 61 kV.
- De fase a tierra:
• Aislamiento interno ⇒ LIW = Urw x 1,10 = 68 x 1,1 = 75 kV;
• Aislamiento externo ⇒ LIW = Urw x 1,06 = 70 x 1,06 = 74 kV.
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- De fase a fase:
• Aislamiento interno ⇒ LIW = Urw x 1,10 = 99 x 1,1 = 109 kV;
• Aislamiento externo ⇒ LIW = Urw x 1,06 = 102 x 1,06 = 108 kV.
La tabla H.3 resume los valores obtenidos del procedimiento de coordinación de aislamiento para este
ejemplo, considerando una tensión de operación máxima Us = 24 kV.
Paso 2
Valores Kc o Kcd: 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 --- ---
Tensiones de
Valores Ucw 24 kV 24 kV 28 kV 28 kV 59 kV 59 kV 86 kV 86 kV 94 kV 104 kV
aguante
de coordinación
Paso 3
Factor de seguridad Ks: 1,15 1,05 1,15 1,05 1,15 1,05 1,15 1,05 1,15 1,05
Tensiones de
Corrección por altitud Ka: - 1,13 - 1,13 - 1,13 - 1,13 - 1,13
aguante
Valores Urw: 28 kV 28 kV 32 kV 33 kV 68 kV 70 kV 99 kV 102 kV 108 kV 123 kV
requeridas
1) Factores de conversión Para corta duración a 60 Hz 0,5 0,6 0,5 0,6 --- ---
Paso 4 para pruebas Para impulso por rayo 1,10 1,06 1,10 1,06 --- ---
Tensiones de
aguante
convertidas 2) Tensiones de aguante Para corta duración a 60 Hz 34 kV 42 kV 50 kV 61 kV --- ---
requeridas resultantes Para impulso por rayo 75 kV 74 kV 109 kV 108 kV --- ---
Selección de las De impulso por rayo
tensiones de aguante De corta duración a 60 Hz --- --- --- --- 125 kV
Paso 5
normalizadas 50 kV
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Valor de la distancia para la cual el índice de salidas es igual al índice aceptable: La (fórmula F.18)
Fase a tierra
Fase a fase
Fase a tierra
Fase a fase
Paso 4: Conversión de las sobretensiones de frente lento a tensiones de aguante de corta duración (SDW) y de impulso
por rayo (LIW)
(H.3.4)
Factores de conversión (tabla 2): aislamiento interno = 0,5; aislamiento externo = 0,6
Fase a tierra
Fase a fase
Factor de conversión (tabla 2): aislamiento interno = 1,1; aislamiento externo = 1,06
Fase a tierra
Fase a fase
APÉNDICE I
(Informativo)
BIBLIOGRAFIA
[2] CIGRE W.G. 13-02, Switching overvoltages in EHV and UHV systems with special
reference to closing and reclosing transmission lines, ELECTRA 30 (1973) pp. 70-122.
[3] A.R. Hileman, J. Roguin, K.H. Weck, Metaloxide surge arresters in AC systems – Part V:
Protection performance of metal oxide surge arresters, ELECTRA 133 1990, pp. 132-144.
[4] CIGRE WG 33-07, Guidelines for the evaluation of the dielectric strength of external
insulation, CIGRE technical brochure No. 72.
[6] CIGRE WG 33.06, Phase-to-phase Insulation Co-ordination: Part 3: Design and testing of
phase-to-phase insulation, ELECTRA 64 1979, pp. 182-210.
[7] CIGRE TF 33-03.03, Phase-to-phase Insulation Co-ordination: Part 4: The influence of non-
standard conditions on the switching impulse strength of phase-to-phase insulation,
ELECTRA 64 1979, pp. 211-230.
[8] CIGRE WG 33.01, Guide to procedures for estimating the lightning performance of
transmission lines, CIGRE technical brochure No. 63, 1991.
[9] A.J. Eriksson, K.-H. Weck, Simplified procedures for determining representative substation
impinging lightning overvoltages, CIGRE report 33-16, 1988.
[10] I. Kishizima, K. Matsumoto, Y. Watanabe, New facilities for phase switching impulse test
and some tests results, IEEE PAS TO3 No. 6, June 1984 pp. 1211-1216.
[11] L. Paris, R. Cortina, Switching and lightning impulse discharge characteristics of large air
gaps and long insulation strings, IEEE Trans on PAS, vol 87, No. 4, April 1968, p. 947-
957.
NMX-J-150/2-ANCE-2004
139/140
APÉNDICE J
(informativo)
NORMAS INTERNACIONALES
IEC 60815 (1986) Guide for the selection of insulators in respect of polluted conditions.
APÉNDICE K
(Informativo)
1.2 Referencias
Los siguientes documentos normativos contienen datos que al mencionar en el texto forman parte de
esta IEC 60071, tales documentos estuvieron vigentes al momento de emitir esta publicación. Como
cualquier documento normativo también están sujetos a revisión por lo que los interesados acuerdan la
posibilidad de aplicar las ediciones más recientes que las indicadas a continuación. Los miembros de IEC
e ISO tiene los registros de las normas Internacionales vigentes.
Resultados de estudios del sistema muestran que todo el equipo en la subestación 1 (incluyendo el que
está a la entrada de la línea considerando la condición de operación normal cerrada), está sujeto a
severos disturbios de tensión debido a la energización del banco de capacitores en la subestación 2.
Estos disturbios se propagan y debido al fenómeno de amplificación, (resonancia a ciertas frecuencias
dadas), producen en la subestación 1 las amplitudes máximas siguientes:
NMX-J-150/2-ANCE-2004
140/140
- Fase-tierra:
• Ue2 = 500 kV;
• Uet = 575 kV.
- Fase-fase:
• Up2 = 750 kV;
• Upt = 852 kV.
La rigidez dieléctrica del aislamiento externo de fase a fase de un equipo trifásico, se prueba
generalmente con impulsos iguales de polaridad positiva y negativa. Los valores de prueba reales se
determinan considerando las sobretensiones de frente lento de polaridad positiva y negativa (las cuales
son las más críticas), como se explicó en D.4. Con base en esta inciso, se asume que el valor que B =
0,6 del cual F1=0,463 y F2=0,074. Para este ejemplo, el valor de B (B=tan φ) se obtiene de la figura
5, el cual tiene un ángulo de inclinación de φ ≅ 30° para equipo trifásico considerado (altura sobre tierra
≅ 16 m y la distancia entre fases 8 m). Las tensiones de prueba requeridas se obtienen como sigue:
La sobretensión de frente lento de fase a tierra fue determinada en H.2.1. La sobretensión de frente
lento de fase a fase se obtiene de la figura 2: en Ue2=1,92 p.u., la relación de Up2/Ue2 es 1,7 lo cual
proporcionan Up2=2 040 kV. Sustituyendo en la ecuación D.14, se obtiene la sobretensión
representativa de fase a fase:
La tensión de aguante requerida de fase a fase se basa en un factor de corrección por altitud Ka=1,07
y un factor de seguridad Ks=1,05 (con el mismo procedimiento que para el aislamiento fase a tierra,
véase H.2.3).
Up-rw=Ka Ks Up-cw=2 670 kV
Los valores de prueba deben ser ± 1 335 kV, aunque la prueba misma no es una prueba normalizada
debido a que existe muy poco equipo trifásico con tensión nominal de 735 kV.
Para la sobretensión temporal, la sobretensión representativa de fase a tierra es de 660 kV, calculada
en el paso 1, correspondiendo a una tensión fase a fase de 1 143 kV. Dado que Kc=1,0, de acuerdo
con el paso 2, los valores para la tensión de aguante de coordinación son iguales a los valores de la
sobretensión representativa. Aplicando los factores de seguridad y el de corrección atmosférica, se
obtienen las tensiones de aguante requeridas:
La distancia en aire requeridas de fase a tierra para impulsos por maniobra puede obtenerse de la tabla
A.2 y una tensión de aguante de impulso por maniobra normalizado de 1 550 kV.