Qué Es La Usucapión
Qué Es La Usucapión
Qué Es La Usucapión
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En el Derecho Civil, existen múltiples formas en las que una persona puede liberarse o adquirir
ciertos derechos al cumplir con las condiciones que la Ley le establece. De esta forma, el
ordenamiento jurídico responde a ciertas necesidades de seguridad jurídica y de consolidación de
situaciones de hecho, y la usucapión forma parte de estas formas.
Nuestro derecho distingue entre dos tipos de prescripciones, una adquisitiva y una extintiva, al
establecerse en el Artículo 1952 del Código Civil que la prescripción es un medio de adquirir un
derecho o de libertarse de una obligación, por el tiempo y bajo las demás condiciones
determinadas por la Ley. En este artículo le explicaremos cuál de estas dos es la usucapión.
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Usucapión
Definición
Tal como se explica, este medio de adquisición de derechos reales requiere de ciertos requisitos
para poder cumplirse, los cuales están ya establecidos en la Ley. Uno de los requisitos principales
de esta prescripción es que el adquiriente use la cosa como si fuera propia durante un plazo de
tiempo establecido en la Ley.
Fundamentos
Como todo Derecho, la prescripción adquisitiva posee fundamentos que le dan razón de ser, que
la convierten en una realidad regulada por el ordenamiento jurídico. Entre ellos pueden
encontrarse los que nombraremos a continuación.
Seguridad Jurídica
Como toda institución del Derecho Civil, un fundamento requerido para la existencia de cualquier
normativa es la seguridad jurídica, que no es más que la sensación de certeza y confianza en el
ciudadano sobre lo que es Derecho.
Se le confiere con la usucapión al poseedor una facilidad al no requerir que haga uso de medios
probatorios. Por lo que el propietario que quiera ejercer sus acciones petitorias tendría la carga
de probar que su causante era también propietario o el modo en el que adquirió la propiedad.
Esto debido a que la persona que realmente está haciendo uso del derecho y dándole una
función útil es el poseedor y no el propietario.
Conforme al Artículo 1977 del Código Civil venezolano, el tiempo requerido para usucapir va a ser
determinado por el tipo de bien.
Todas las acciones reales se prescriben por veinte años y las personales por diez, sin que pueda
oponerse a la prescripción la falta de título ni de buena fe, y salvo disposición contraria de la Ley.
La acción que nace de una ejecutoria se prescribe a los veinte años, y el derecho de hacer uso de la
vía ejecutiva se prescribe por diez años.
Quien adquiere de buena fe un inmueble o un derecho real sobre un inmueble en virtud de un título
debidamente registrado y que no sea nulo por defecto de forma, prescribe la propiedad o el
derecho real por diez años, a contar de la fecha del registro del título.
La propiedad y derechos reales sobre los bienes nacionales pueden ser adquiridos por prescripción,
salvo, por lo que respecta a los extranjeros, los situados en la zona de cincuenta kilómetros de
ancho paralela a las costas fronteras. El tiempo necesario para prescribir es de veinte años, cuando
existen justo título y buena fe, y de cincuenta años cuando falten estos requisitos. La prescripción
se interrumpe con el requerimiento de cualquier autoridad.
Estas se encuentran establecidas del artículo 1961 al 1963 del Código Civil venezolano, en los
siguientes términos:
Código Civil
Artículo 1961
Quien tiene o posee la cosa en nombre de otro, y sus herederos a título universal, no puede jamás
prescribirla, a menos que se haya cambiado el título de su posesión por causa procedente de un
tercero, o por la oposición que ellos mismos hayan hecho al derecho del propietario.
Artículo 1963
Nadie puede prescribir contra su título, en el sentido de que nadie puede cambiarse a sí mismo la
causa y el principio de su posesión.
Cualquiera puede prescribir contra su título, en el sentido de que se puede obtener por la
prescripción la liberación de una obligación.
En estos Artículos podemos encontrar que la herencia y el mandato son causas que pueden
impedir una prescripción adquisitiva de la propiedad, puesto que el que posee la cosa en nombre
de un tercero no lo hace a título propio, y por ende, no puede ser el beneficiario de la usucapión.
Todas estas causas requieren de una cosa, y esa es que haya una posesión legítima por parte de
aquel que esté poseyendo la cosa. Aquellos que poseen cosas en nombre de otro o los herederos
legítimos del propietario no son susceptibles de una prescripción adquisitiva, sino que se
consideran simples detendadores.
Efectos de la usucapión
Dentro de los efectos de la prescripción adquisitiva podemos encontrar tres vertientes o puntos
de vista, que son los efectos directos e inmediatos, aquellos por protección a terceros, y por
consideraciones de moral:
Directos e inmediatos
Este consiste en la adquisición originaria de la propiedad por parte del poseedor por haberla
ejercido durante el tiempo establecido por Ley. Este efecto tiene carácter retroactivo y está
sujeto a la voluntad del poseedor sin requerir de alguna sentencia o registro para surtir efecto.
Para que no exista una confusión al momento de que un tercero vaya a ejercer el cumplimiento de
ciertas obligaciones, la usucapión se retrotrae hasta la fecha en la que el poseedor usucapiente
entró en posesión de la cosa.
Esto trae como consecuencia que el usucapiente se considera propietario desde el comienzo de
su posesión, los derechos reales realizados por el poseedor después de la posesión pero
anteriores a la usucapión son válidos, el poseedor de mala fe se libera de la obligación de devolver
frutos, y la fecha para conocer si el bien pertenece o no a la comunidad conyugal es la del inicio
de la posesión.
Consideraciones de moralidad
Sobre la renuncia, el poseedor puede renunciar a la prescripción adquisitiva, pero para ello debe
cumplir con ciertos requisitos. Primero, solo podrá renunciar a ella después de haberla adquirido,
aún cuando una renuncia anticipada se vería como un reconocimiento del derecho ajeno.
Segundo, el poseedor requiere de una capacidad para enajenar si desea renunciar a este derecho.
Esta renuncia no se encuentra sujeta a las reglas de fondo de las liberalidades por no constituirse
como una, y puede ser expresa o tácita. Será expresa cuando se realice una manifestación de
voluntad por parte del poseedor, y será tácita cuando resulte de un hecho que sea incompatible
con la voluntad de hacer uso de la prescripción, y no se presume, sino que se prueba.
Igualmente, aun cuando el poseedor renuncia a la prescripción, los acreedores o terceros podrán
oponerla, de acuerdo al Artículo 1958 del Código Civil venezolano:
Los acreedores o cualquier otra persona interesada en hacer valer la prescripción, pueden
oponerla, aunque el deudor o el propietario renuncien a ella.
Conclusión