Septicemia
Septicemia
Septicemia
Descripción general
La septicemia es una afección que pone en riesgo la vida que se da cuando la
respuesta del cuerpo a una infección provoca daños en sus propios tejidos. Cuando se
activan los procesos que combaten infecciones en el cuerpo, estos hacen que los
órganos no funcionen correctamente.
La septicemia puede progresar y convertirse en un choque séptico. Esta es una
disminución considerable en la presión arterial que puede provocar graves problemas
orgánicos y la muerte.
El tratamiento temprano con antibióticos y líquidos intravenosos mejora las
posibilidades de sobrevivir.
Síntomas
Signos y síntomas de sepsis
Para que el diagnóstico sea una septicemia, debes tener una infección confirmada o
probable y todos estos signos:
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Los signos y síntomas de un choque séptico incluyen los
siguientes
El choque séptico es una caída grave de la presión arterial que provoca problemas muy
anormales en la forma en que las células funcionan y producen energía. La progresión
al choque séptico aumenta el riesgo de muerte. Los signos de progresión al choque
séptico incluyen los siguientes:
Niveles altos de ácido láctico en la sangre (lactato sérico). Tener demasiado ácido láctico
en la sangre significa que las células no utilizan el oxígeno correctamente.
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Causas
Si bien cualquier tipo de infección, ya sea bacterial, viral o fúngica, puede causar
septicemia, las infecciones que más a menudo lo hacen son aquellas que se
desarrollan en los siguientes sitios:
Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan el riesgo de septicemia, se encuentran los siguientes:
Edad avanzada
Infancia
Sistema inmunitario comprometido
Diabetes
Enfermedad renal o hepática crónica
Ingreso en la unidad de cuidados intensivos u hospitalización más prolongada
Dispositivos invasivos, como catéteres intravenosos o intubación endotraqueal
Administración previa de antibióticos o corticosteroides
Complicaciones
A medida que la septicemia empeora, el flujo sanguíneo a órganos vitales, como el
cerebro, el corazón y los riñones, se ve afectado. La septicemia puede causar una
coagulación sanguínea anormal que da como resultado pequeños coágulos o la ruptura
de vasos sanguíneos que dañan o destruyen los tejidos.
La mayoría de las personas se recuperan de una septicemia leve, pero la tasa de
mortalidad por choque séptico es de alrededor del 40 por ciento. Además, un episodio
de septicemia grave te predispone a un mayor riesgo de infecciones futuras.
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Muerte
La sepsis o septicemia es un síndrome grave, y una de las principales causas de
muerte en el mundo. En la mayor parte de los casos, surge como una complicación de
enfermedades graves como el cáncer, o una infección o lesión. La sepsis es la primera
causa de muerte en pacientes hospitalizados, y causa de mortalidad secundaria por
el nuevo coronavirus.
La sepsis se define como un fallo multiorgánico que puede conducir a la muerte; se
produce cuando el sistema inmunológico dirige una respuesta anómala ante una
infección. De hecho, la sepsis es la causa de muerte más común en personas
hospitalizadas. Al producirse como una complicación de otras enfermedades, se suele
considerar que la enfermedad primaria es la causa de la muerte, ignorando la sepsis:
por ello, se la conoce como ‘la muerte silenciosa’.