Boletina N.10
Boletina N.10
Boletina N.10
Equipo editorial: Mara Viveros Vigoya, Grace Alexandra Acosta Salgado, Andrea Neira Cruz, Nicole
Chavarro Molina y Julie Vanessa Suárez Cortés
Autores: Carlos Mario Piedrahita Londoño, Octavio Salazar, Santiago Pinzón, Juan Guillermo Figueroa,
Claudia Romero, Astrid Yulieth Cuero Montenegro, Gabriel Gallego, Miguel Ángel Alfonso Romero,
Valentina Álvarez Naranjo, Fernando Angulo Rodríguez, Daniel Galeano Amaya, Andrea Neira Cruz,
Sara Tufano, Ingrid Adriana Espitia Beltrán, Grace Acosta, Juan Sebastián Díaz, Sara Yaneth Fernández
Moreno, Julián Andrés Vásquez Ramírez, Víctor Daniel Guerra Zabala, Daniel Inclán, Amaral Arévalo,
Marcos Nascimento, Luciano Fabbri, Daniel Jone, Tatiana Moura y Rita Alcaire
*Los artículos publicados en el presente texto son responsabilidad de cada una (o) de las autoras (es).
*Imágenes empleadas con fines netamente académicos e ilustrativos. Todos los derechos pertenecen a
sus autores.
8 Presentación. Mirando desde otra parte: interferencias feministas en el relato de la masculinidad. 118 Tercera sección. Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades.
20 Primera sección. Plano y contraplano: diálogos y preguntas entre lo institucional y lo subjetivo. 129
• La violencia sexual contra los hombres en el marco del conflicto armado en Colombia. Una
difracción en los estudios y la agenda de género. Gabriel Gallego Montes.
• Música y derecho, la legitimación musical del feminicidio: a propósito del tango Amablemente • Miradas al margen. Juan Sebastián Díaz.
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y actuaciones de muchos-as jueces y juezas en Colombia. Carlos Mario Piedrahita Londoño.
• Des-hacerse en la guerra para hacerse en la pista: Sobre la configuración de las masculinidades
• “La ropa sucia se lava en casa”: construcción de un “bloque hegemónico masculino” en la 144 de tres atletas paralímpicos en Bogotá. Ingrid Adriana Espitia Beltrán.
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izquierda colombiana. Sara Tufano.
• “Hombres, no; mujeres, sí: ¿Evitar o erradicar el acoso sexual en el Metro de México? Matthew
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Gutmann. 150 Cuarta sección. Desenlaces del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad.
51 • Masculinidades gomelas: la peligrosa historia del monstruo sin trauma. Santiago Pinzón. • El laberinto del poder masculino: las trampas institucionales a las demandas de las mujeres
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organizadas. Daniel Inclán.
58 • La reconfiguración del patriarcado: Grupos Masculinistas y Reacciones Neomachistas
Organizadas. Andrea Neira, Fernando Angulo y Daniel Galeano. • Tres desafíos sobre el trabajo con varones y/o sobre masculinidades en y desde la Universidad.
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Daniel Jones y Luciano Fabbri.
70 Segunda sección. Cuando el feminismo pasa por el cuerpo de los hombres, produce difracciones. 166
• De los limbos a las máscaras, la persistente pregunta por ellos a quienes sólo se les supone…
Sara Fernández, Julián Vásquez y Víctor Guerra.
72 • Los hombres como aliados del feminismo: el caso del Doctor Prohibido. Grace Acosta. • Aproximaciones al género y masculinidades otras: Experiencias de estudiantes. Miguel Ángel
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79 • La sexualidad masculina o el dominio erotizado. Octavio Salazar Benítez. Alonso y Valentina Álvarez.
Marcos Nascimento.
105 • Will Smith vs Chris Rock ¿Violentas masculinidades o profundos dolores racializados?. Astrid
Yulieth Cuero Montenegro.
184 Sobre las editoras.
NOTA EDITORIAL NOTA EDITORIAL
Es una gran alegría haber llegado a la Décima edición de La Boletina de la Escue- Gestionar la memoria fue el tópico de la sexta edición, en la cual se buscó plantear
la de Estudios de Género. Con esta revista iniciamos en 2011 una serie anual de una reflexión crítica desde una perspectiva de género sobre el modo en que se han
publicaciones de opinión cuyo objetivo ha sido generar debate sobre distintos construido las memorias de las violencias y de la guerra en Colombia. La Boletina #
tópicos relevantes para los estudios feministas y de género, a partir de artículos 7 interrogó la relación entre el campo de la salud sexual y reproductiva y el género,
cortos, escritos en un lenguaje sencillo y accesibles a todo tipo de público. A lo como enfoque desde el cual se examinan las relaciones de poder entre los sexos,
largo de más de diez años, y gracias al trabajo y dedicación de docentes y estu- la preeminencia del heteropatriarcado y los sesgos que atraviesan este campo de
diantes de la Escuela de Estudios de Género, cada Boletina ha reunido ensayos, reflexión e investigación. El propósito de la octava edición fue contribuir a la con-
reflexiones teóricas y personales, cartas, poemas y testimonios que han permiti- versación alrededor del acoso sexual, un debate crítico en el país desde aquel mo-
do profundizar de distintas formas en los temas propuestos en cada una de sus mento, y con expresiones muy concretas en el ámbito universitario. La Boletina #
convocatorias.} 9 titulada “Vivir bien, buen vivir, vivir sabroso” exploró el bienestar, el cuidado, la
hospitalidad, y el disfrute “como elementos indispensables para tejer sociedades”,
Con motivo de la conmemoración de los veinte años de la firma de la Nueva a partir de vínculos materiales y no materiales, humanos y más que humanos que
Constitución, la primera Boletina ofreció diferentes lecturas del significado y los las sostienen. Fue una pregunta particularmente relevante para el momento en el
efectos que tuvo este nuevo Pacto Social para las mujeres. La segunda edición de cual se elaboró y se publicó, en medio de la pandemia del COVID-19.
la Boletina volcó su mirada sobre aspectos relevantes de la educación universita-
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ria en el contexto actual, haciendo eco del “interés contemporáneo en formular La décima edición de la Boletina, titulada “Difracciones feministas sobre hombres
proyectos y promover militancias que miran hacia adentro de las instituciones, y masculinidades”, busca dar cuenta de lo que produce una visión feminista di-
día a día, a las relaciones con las y los cercanos”. La Boletina # 3 contempló las fractiva, en lugar de una visión reflexiva, sobre los hombres y las masculinidades,
experiencias, situaciones y debates de ese entonces sobre el aborto en Colombia desplazando las verdades absolutas y esencialistas que se repiten sobre el tema.
y América Latina, para romper “con el secreto que es inherente” a esta problemá- Con este volumen, se espera contribuir a la comprensión del desconcierto y las
tica. La cuarta versión se desarrolló a partir de un foro organizado por la Escuela resistencias, pero también de las reconfiguraciones y transformaciones que ha
de Estudios de Género en torno al Proyecto de Ley 079 de 2013 sobre el ejercicio provocado en los hombres el feminismo. La publicación ininterrumpida de esta
de la prostitución en Colombia, reuniendo diversos argumentos a favor y en con- Boletina, por más de diez años, ha abonado el terreno de las convicciones esperan-
tra del proyecto de ley, reflexiones sobre los significados del trabajo sexual y la zadas y las luchas necesarias del feminismo por un mundo mejor para todes. ¡Ce-
prostitución, y experiencias y posiciones de las trabajadoras sexuales. En el 2017, lebramos su existencia y deseamos que se prolongue con muchos números más!
la Boletina # 5, titulada “Espacialidades Feministas”, buscó explorar la relación
bidireccional entre espacio y género, para mostrar que “los espacios que construi-
mos día a día son el resultado, a la vez que resultan, en roles, expectativas y expe-
riencias de género desiguales”.
PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN
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Este momento, con todas sus contradicciones y complejidades ha producido fuertes vaivenes
en los discursos y prácticas de los hombres y en las formas en que entendemos la masculinidad, El texto de Carlos Piedrahita relaciona la legitimación cultural de la violencia contra las mujeres
las masculinidades. De modo tal que también algunos hombres y algunas masculinidades es- -expresada de manera explícita en un tango- con el fenómeno del feminicidio y sus avances y
tán desafiando e interrogando la masculinidad patriarcal. En esta Boletina buscamos explorar estancamientos jurídicos en Colombia. Según Piedrahita, pese a los avances conseguidos en
el alcance de los efectos del feminismo, en sus distintas versiones, en estas difracciones de la relación con este delito, gracias a las luchas de las mujeres, ni la sociedad colombiana ni las au-
norma de la masculinidad. De este modo esperamos que los textos compilados contribuyan a toridades judiciales han dimensionado todavía su magnitud y alcance social. Usando ejemplos
socavar los encuadres únicos y esencialistas sobre la masculinidad, “mirando desde otra parte”, de sentencias locales, el autor identifica una suerte de solidaridad masculinista, “que aminora,
para recuperar algunas de las preguntas que han quedado por fuera del relato dominante sobre atenúa y trivializa los comportamientos masculinos graves”.
la relación entre feminismo y masculinidades. ¿Cuál es la necesidad y pertinencia de un diálogo
Sara Tufano presenta una reflexión pertinente para nuestra coyuntura política. Usando la cate-
entre hombres y feminismo? ¿Cuál ha sido el alcance de los efectos del discurso feminista en el
goría de “bloque masculino hegemónico” (Demetriou 2001), analiza el movimiento de izquierda
mandato de la masculinidad? ¿Cómo han respondido en distintos ámbitos los hombres, en su
y progresista en las dos últimas elecciones en Colombia. Tufano considera que en Colombia per-
multiplicidad, a las demandas e interpelaciones del movimiento feminista?
sisten formas concretas de sexismo al interior de los partidos progresistas; para ello comparte
Esta Boletina consta de cuatro secciones que buscan explorar algunas respuestas a estas pre- su propia experiencia como militante y presenta algunos hechos que fueron motivo de debate
guntas, como se presenta a continuación. al interior de la denominada “Colombia Humana”, destacando que “las luchas de las mujeres
PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN
fueron relegadas al espacio de lo privado, y la lucha feminista siguió subsumida a la lucha de Finalmente, Andrea Neira, Fernando Angulo y Daniel Galeano, autores de “La reconfiguración
clases”. Concluye señalando que la política del Pacto Histórico en torno a las mujeres se limita a del patriarcado: grupos masculinistas y reacciones neomachistas organizadas” hacen un recorri-
la paridad de género y no a un compromiso con las implicaciones más estructurales de las causas do por los grupos que se oponen a las conquistas de los movimientos feministas, desde la década
feministas. de 1980 hasta la actualidad. Pese a que estos grupos nacieron y se fortalecieron en los países del
norte, han ganado terreno en los países latinoamericanos y se han expandido gracias a Internet.
Desde el análisis de una política pública, Matthew Gutmann nos presenta una etnografía so-
El texto manifiesta la preocupación de les autores por la silenciosa expansión de estos grupos en
bre el programa “Solo mujeres”, desarrollado para combatir la violencia sexual en el metro de
nuestros países, y las preguntas que se plantean sobre cuáles son las emociones y los aglutinado-
Ciudad de México. Gutmann hace un balance de las bondades, impactos y limitaciones del pro-
res que hacen que los hombres –jóvenes y adultos- terminen afiliándose a dichos grupos.
grama, subrayando que las iniciativas segregacionistas no llegan al fondo de las causas del pro-
blema, es decir, “no cambian el comportamiento de agresión masculina a largo plazo”; empero, Los dos últimos textos nos muestran el impacto de los procesos de sociabilidad masculina en la
sí reproducen la idea de que la violencia ejercida por los hombres es un asunto biológico y que construcción de unas masculinidades que objetivizan el cuerpo de las mujeres y que tienden a
ellos son inherentemente peligrosos. Para eliminar las agresiones de los hombres contra las la organización para atacar de manera directa a las mujeres y a sus derechos, promoviendo des-
mujeres, dice el autor, es necesario renegociar lo que significa ser hombre. de el troleo de género en la web, el lobby político para contrarrestar los derechos conquistados
para mujeres y poblaciones diversas, hasta violencias y asesinatos contra mujeres.
Estos textos, al tiempo que se esfuerzan por mostrar avances en materia legislativa, también
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muestran cómo estos desarrollos institucionales en general producen efectos contradictorios Así, los textos en conjunto parecen dejarnos en una encrucijada: ¿Están inadecuadamente
en el corto plazo. Aunque pueden hacer sentir a las mujeres más seguras en algunos lugares, u pensados los programas? ¿Será conveniente ir más allá del punitivismo, el segregacionismo y
ocupar más cargos en la vida pública, ninguno por sí mismo garantiza la transformación de las el separatismo para transformar las violencias de género? ¿Qué implica desplazar las razones
prácticas violentas ejercidas por los hombres en la cotidianidad de la vida, ni la participación real biológicas e innatas de las violencias de género? ¿Qué alternativas tenemos? La reflexión nos
de las mujeres o la transformación de las estructuras patriarcales en la justicia o la política. muestra que si lo cultural y lo subjetivo no cambian, los cambios legislativos no serán suficien-
tes para las transformaciones deseadas. Buscar una transformación cultural que acompañe los
Pasando a examinar la producción subjetiva de la masculinidad, el texto de Santiago Pinzón
avances legislativos y los programas seguirá siendo una bandera para los procesos de interven-
explora el significado de la masculinidad en un colegio bogotano de élite. Para dar cuenta de
ción. Como lo menciona Gutmann, si no se renegocia lo que significa ser hombre, todo seguirá
ella, examina cómo se caracterizó en el discurso “oficial” a Rafael Uribe Noguera, exalumno del
igual. Los desafíos culturales son enormes y persisten.
colegio, violador y asesino de Yuliana Samboní, una niña indígena de siete años. Luego, con-
trarresta este discurso con lo que decide llamar “un acto teatral”: una conversación informal de
exestudiantes del colegio a partir de la cual analiza las dinámicas de homosocialización de las
que, según el autor, Noguera “es un hijo sano e incluso predilecto”.
PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN
Cuando el feminismo pasa por el cuerpo de los hombres, Rita Alcaire y Tatiana Moura comparten su experiencia de investigación, diseño e im-
Grace Acosta rastrea el ejemplo histórico de un texto muy progresista para su época de autoría Al respecto, el trabajo de Amaral Arévalo y Marcos Nascimento visibiliza algunos de los
del jurista antioqueño Ricardo Uribe Escobar. Se trata de “Notas feministas”, el documento que retos y obstáculos que encuentran los hombres para comprender las propuestas y deman-
presentó como tesis para obtener su grado como Doctor en Derecho y Ciencias Políticas en 1914 das políticas de los feminismos. El primero y más persistente es la estructura patriarcal,
en la Universidad de Antioquia. Este estudio jurídico puso en evidencia los efectos que tenía en la que opera como una coraza, sostenida por las interacciones constantes entre violencias,
vida de las mujeres la Ley 57 de 1887, según la cual su situación jurídica era de incapacidad civil y privilegios y poder. Siendo la materia misma con la cual se ha constituido la masculini-
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de minorización social. Si bien se sabe muy poco sobre la relación del autor con los movimientos dad y en la cual se ha socializado a los varones, no es “un adversario simple de combatir”.
de mujeres que luchaban en ese entonces por sus derechos, la autora subraya el papel que des- Hacerlo, requiere reconocer los privilegios y luchar constantemente para evitar que el
empeñó la difusión de este texto en su momento y lo menciona como una contribución masculi- sistema patriarcal se reorganice y perpetúe la desigualdad, reconociendo que las trans-
na a las luchas feministas en Colombia. formaciones estructurales sólo pueden darse en el marco de un proceso coordinado en
términos sociales, económicos, políticos y culturales.
La idea de los hombres como aliados del feminismo ha cobrado otros matices en el mundo con-
temporáneo, como lo muestran los otros cuatro textos, haciendo referencia a distintos entornos Este es el mismo deseo que anima el último texto de esta sección, escrito por Astrid Yulieth 1 Utilizamos la expresión
racialización negativa para
nacionales. Octavio Salazar Benítez sitúa su reflexión en España, en un contexto paradójico: de Cuero, sobre las masculinidades de grupos sociales racializados negativamente1. A partir de
romper con la idea de que
gran visibilidad y presencia política del feminismo, y de avances jurídicos significativos, pero al la reflexión sobre un caso mediático este artículo nos lleva a percibir la urgencia de poner las personas “blancas” están
por fuera de los procesos de
mismo tiempo de fuertes ofensivas reaccionarias. El texto se centra en el ámbito de la sexuali- en práctica las solidaridades entre mujeres y hombres que comparten “la doloridad” que
racialización, desconociendo
dad como el dominio en cual se producen y reproducen de manera paradigmática las relaciones produce el racismo. La autora hace un llamado a que estos hombres asuman de forma ac- que dichos procesos también
los producen y los constituyen
jerárquicas de género. De allí la necesidad de desarrollar una política de la sexualidad de y para tiva el apoyo a las luchas que están librando en muchos lugares las mujeres racializadas
como sujetos racializados. Lo
la igualdad, como parte del camino de transformación social hacia la utopía de una sociedad en desventaja, como un acto de reciprocidad y reconocimiento del soporte históricamente que sucede es que lo hacen de
manera “positiva”, poniendo en
sin géneros. Desde su argumentación, es esta política la que puede garantizar que los hombres brindado por ellas. Es una invitación al cuidado mutuo y al acompañamiento en la confron-
evidencia el color biológico y
sean parte del proceso feminista, en todos sus escenarios: la calle, la casa y la cama. tación de las múltiples violencias para lograr reparaciones colectivas y justicia restaurativa. social de la norma y el poder.
PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN
Estos distintos textos muestran que el avance de las luchas feministas requiere que los hombres riencia masculina y el lugar de los hombres en la sociedad, cuestionando la mirada hegemónica
asuman el compromiso de desafiar en el día a día, de forma colectiva, y con nuevos vínculos en- que genera verdades absolutas y esencialistas sobre ello. Estos artículos se preocupan por cómo
tre ellos la estructura patriarcal. Y nos permiten imaginar el lugar que las feministas deseamos se configuran los hombres y las masculinidades a través de las prótesis y la vestimenta, exami-
que ocupen los hombres como “aliados”, “colaboradores”, “acompañantes”, “amigos” e incluso nan el alcance y los límites del lenguaje para describir experiencias y sentimientos, y resaltan
como “hombres feministas”. los silencios que muchas veces acompañan estas temáticas.
Juan Guillermo Figueroa y Claudia Romero exponen sus propios diálogos, y los dialogos que
El contrapunteo de las “Locas de pueblo”.
entablan con una serie de textos y con el feminismo mismo en una reflexión titulada “Algunas
preguntas dialogadas alrededor de violencia sexual y población masculina”. El texto se enfoca
Se dice que “una imagen vale más que mil palabras”. Esta boletina le da un lugar particular a
en la interacción de los hombres con la violencia, tanto la ejercida como la recibida, y en la pre-
la imagen, porque asumimos que ayuda a transmitir con gran efectividad ideas tan complejas
gunta sobre qué puede aportar el feminismo en ese proceso. En este ejercicio, la incomodidad
como las de las identidades, experiencias y expresiones de género. La serie de pinturas de Gui-
de la sociedad ante los hombres víctimas de la violencia resuena en la incomodidad que ha
llermo Correa, “Locas de pueblo, maricas en resistencia”, actúa como contrapunto narrativo, vi-
causado la interpelación del feminismo en muchos hombres.
sual y simbólico entre las dos primeras y las dos últimas secciones de esta Boletina, poniendo en
valor el sugerente entramado de interpretaciones de los temas que se abordan en ella. Esta serie
En “La violencia sexual contra los hombres en el marco del conflicto armado en Colombia. Una
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pictórica es uno de los resultados de la investigación con el mismo título, cuyo propósito central
difracción en los estudios y la agenda de género”, Gabriel Gallego Montes presenta algunos re-
fue construir las historias de vida y resistencia de algunas maricas adultas mayores en varios
sultados de una investigación que pone en evidencia los persistentes sesgos de género en la
municipios de Antioquia. Las imágenes presentadas contribuyen a desinstalar la idea de que la
investigación y documentación de los casos de violencia sexual. El autor resalta la dificultad que
feminidad y la masculinidad son atributos que le pertenecen solo a unos cuerpos, y no a otros, y
tienen los hombres para reconocerse y ser reconocidos como víctimas de violencia sexual, debi-
nos muestran que podemos habitar y transgredir las normas de género de múltiples maneras. do a un conjunto de estereotipos de género que se traducen en barreras institucionales y al he-
cho de que la categoría “género” se relacione exclusivamente con la mujer en la normatividad.
Profundidad de campo:
Juan Sebastián Díaz, como artista interdisciplinar, explica en su texto “Miradas al margen”, el
desafíos investigativos en los estudios de masculinidades.
contexto en el cual creó las imágenes de un cuerpo cyborg que se traviste con cámaras. Narra
su encuentro con hombres en situación de calle, sorprendido por “una experiencia de mundo
Como una cámara fotográfica, les autores de la sección “Profundidad de campo: Desafíos inves-
amplia, fuera de las dimensiones estereotípicas de género” que desafía sus supuestos preexis-
tigativos en los estudios de masculinidades” ajustaron su enfoque para revelar áreas de emer-
tentes. En sus fotografías, tres descubrimientos convergen: el uso de materiales hallados para
gente exploración del campo de los hombres y las masculinidades. Los artículos se concentran
crear una imagen propia, la forma en que hemos empezado a observar el mundo y a nosotros
en temas que desafían la percepción que la sociedad tiene de lo que es ser hombre. Esto hace
mismos a través de la tecnología, y la calle como “un espacio de sensibilización radical sobre la
que sea un campo en el cual se cruzan tensiones, ambigüedades e incluso tabúes. Y que ponga
diversidad”.
en evidencia la urgencia de tratar ciertos temas para ampliar nuestro entendimiento de la expe-
PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN
Para cerrar esta sección, en el texto titulado “Des-hacerse en la guerra para hacerse en la pista: tario y transformar las universidades, para que sean lugares libres de VBG.
Sobre la configuración de las masculinidades de tres atletas paralímpicos en Bogotá” y las imá-
Dicho llamado y recorrido, desde distintos lugares, ha permitido reflexiones como la de Daniel
genes que lo acompañan, Ingrid Espitia Beltrán revisita el tema de su tesis de maestría, en la
Inclán titulada “El laberinto del poder masculino: las trampas institucionales a las demandas
cual analizó las experiencias de tres atletas paralímpicos que adquirieron una discapacidad en
de las mujeres organizadas”. En ella examina los espacios institucionales, principalmente uni-
un miembro inferior mientras ejercían sus labores como soldados profesionales en el ejército
versitarios, para “tratar de entender las tecnologías y los dispositivos sociales que al atender
colombiano. La autora examina cómo volvieron “a armar las piezas de una misma vida y de la
las demandas de violencia contra las mujeres las domestican y despolitizan, asegurando que
masculinidad”, haciendo énfasis en uno de los temas centrales de su tesis, los significados de
el orden masculino perdure”. Esto lo lleva a identificar y criticar los sesgos institucionales; las
las prótesis, que permiten una comprensión de la masculinidad desde sus ficciones, ideales, el
acciones insuficientes, abanderadas por una falsa neutralidad; la individualización de las res-
movimiento y la puesta en escena.
ponsabilidades y la despolitización propia de los procesos judiciales que pretenden responder
Los textos y las imágenes en esta sección demuestran los límites y la fragilidad de la masculi- a las demandas de las colectivas de estudiantes organizadas.
nidad mediante el estudio de los hombres en situaciones extraordinarias. Exponen cómo los
Por su parte, el texto de Daniel Jones y Luciano Fabbri, “Tres desafíos sobre el trabajo con varo-
estereotipos de género y las masculinidades hegemónicas no son lo suficientemente flexibles
nes y/o sobre masculinidades en y desde la Universidad”, sigue la línea de Daniel Inclán propo-
para captar la experiencia de un hombre víctima o un hombre en situación de discapacidad o
niendo un examen del ámbito universitario desde los distintos retos que se presentan cuando
de calle, por el hecho de que sus circunstancias vitales les han dejado fuera de los límites de las
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se incluye un campo de reflexión e investigación específico sobre masculinidades. Estos retos
normas masculinas. Lidian con las formas en que el patriarcado reparte a la vez privilegios y
son epistémicos, político-institucionales y político-pragmáticos. Los primeros se refieren a la
violencias estructurales, resaltando los efectos de los mandatos de género que existen a la vez
importancia de visibilizar el carácter generizado, androcéntrico y patriarcal de la producción de
alrededor y en el interior de los individuos. Sin embargo, la distancia focal y la lente feminista
conocimiento y la organización de la enseñanza. Los segundos tienen que ver con la necesidad
que adoptan estes autores les permite capturar las adaptaciones, reconstrucciones, y rebeliones
de considerar las diversas formas de ser varón, las jerarquías entre varones y la posibilidad de
de los hombres ante sus experiencias y acontecimientos vitales, y la capacidad que tienen de
cambo a partir de una decisión que también es política; y los terceros, llaman la atención sobre
cuestionar dichos mandatos y estereotipos.
lo problemático de los trabajos con hombres y masculinidades fuera de una mirada feminista,
que puede llevarlos a una experiencia auto-celebratoria que no genera posibilidades de trans-
Desenlace: ¿Qué sucede cuando el feminismo interpela a los formación y cambio social.
hombres y las masculinidades en la Universidad?
En esta sección también se incluyen letras personales, cuidadosas y reflexionadas desde las
masculinidades feministas, como las de las conversaciones suscitadas por la profesora Sara
En los últimos años, organizaciones feministas, movimientos sociales y grupos de género han
Fernández en estudiantes y compañeros de ruta, como Julián Vásquez y Víctor Daniel Guerra,
levantado sus voces y han puesto sus cuerpos, sus tiempos y energía para acompañar a las víc-
sobre el significado y las implicaciones de ser hombre. “De los limbos a las máscaras, la persis-
timas de Violencias Basadas en Género (VBG), visibilizar estas violencias de manera amplia, es-
tente pregunta por ellos a quienes sólo se les supone…” nos invita a escuchar sus profundas y a la
crachar a quienes han ejercido violencia, proteger la vida en la integralidad del ámbito universi-
PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN
vez sencillas reflexiones sobre sus formas de habitar los espacios universitarios, sus cuestiona-
mientos en relación con lo que les han dicho que deben ser como hombres y su descubrimiento
de esa “eterna incomodidad” que el feminismo les ofrece como ruta para desandar los esencia-
lismos y los etnocentrismos metodológicos con base en los cuales se les sigue suponiendo.
Finalmente, Miguel Ángel Alonso y Valentina Álvarez nos ofrecen un relato a dos voces de sus
encuentros con los estudios de género y con las dinámicas sociales y culturales que se viven en
la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Colombia. A través de sus re-
cuentos emerge un ámbito universitario donde desde el compartir, la juntanza, las clases, la re-
flexión y los ruidos que genera el deber ser de la masculinidad, se delinean lugares de fuga; para
construir y deconstruir lo establecido sobre el género en el ejercicio profesional como terapeutas
ocupacionales en los espacios hospitalarios, escolares institucionales, políticos y comunitarios.
Estos distintos textos hacen un llamado importante a entender que trabajar desde las mas-
culinidades en el ámbito universitario trae reflexiones, cuestionamientos y retos importantes
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sobre los que es necesario detenerse, para lograr transformaciones y desafiar mandatos, que
para muchos hombres significa incluso “desprenderse de sí mismos”.
En su conjunto, las diferentes secciones de esta Boletina exploran un amplio abanico de temas
emergentes del (des) encuentro entre los hombres y el feminismo, cuando finaliza la segunda
década del siglo 21, un momento de gran protagonismo de este movimiento político y cultural.
El resultado produce desconciertos, malentendidos, reacciones defensivas, pero también pre-
guntas, relecturas de situaciones pasadas y presentes y desplazamientos interpretativos sobre
las masculinidades. Esperamos que el ejercicio de difracción que iniciamos, continúe. Esta Bo-
letina prefigura esa esperanza.
El equipo editorial.
PLANO Y CONTRAPLANO:
DIALOGOS Y PREGUNTAS ENTRE LO
INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO.
Primera Sección
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
y actuaciones de muchos-as jueces y do como Iván Díez, uno de los poetas del tango. Un soneto de rima simétrica que
recoge una película trágica, muy trágica.
juezas en Colombia
Carlos Mario Piedrahita Londoño
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sicales, en las letras que acompañan las melodías existen incontables alusiones, explícitas
El tema recoge la historia de un hombre que llega a su cuarto (tal vez en un in-
y ocultas, a la desigualdad entre hombres y mujeres. Pero aparecen como estereotipos, no
quilinato de mala muerte) y encuentra a su compañera de vida –tengo resistencias
de manera crítica.
personales para decir que encuentra a su mujer – con otro varón, al que invita a irse
diciéndole que es hora de huir, pero que no tiene responsabilidad en lo que pasó.
Un tango de mitad del siglo XX, una milonga en realidad, llama la atención entre muchos
Él, muy vivido, lo toma a bien, y le pide a su compañera, que está muy asustada, que
francamente misóginos. Es de recordar que el tango nació fruto del encuentro de inmi-
le pase las zapatillas y le prepare el mate; comienza a beberlo y a fumarse un ciga-
grantes africanos y europeos a partir de 1850 en la región de Mar del Plata (Blog go&dance
rro, mientras le dice frases coquetas, la besa en la frente y, teniéndola a mano, la
2018) en espacios predominantemente masculinos. Es por ello que refleja los imaginarios
apuñala treinta y cuatro veces.
del mundo que esos hombres tenían y que, en parte, se mantienen hoy.
La interpretación musical del soneto es corta, pero al final recibe loas del público,
En la Argentina de hoy, el Club del Vino anima a Daniel Melingo a cantar Amablemente y
en una exaltación inusitada de emociones, como ocurre en las interpretaciones
celebra complacido la interpretación. Los asistentes quedan muy agradados al parecer con
que se conocen de Daniel Melingo.
los contenidos y el final del tema. La efervescencia y las emociones de carnaval masculino
están presentes. A Melingo lo acompaña una orquesta cuyos integrantes son todos hom-
Esta milonga, escrita en lunfardo, es el retrato de hechos que hoy se nombran
bres, como en la mayoría de las orquestas que existen todavía.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
como feminicidio, uno de los delitos más graves que se cometen en Colombia, Latinoamérica » Las mujeres están subordinadas a los hombres y deben servirles.
y el mundo. » Las mujeres pueden y deben ser castigadas por los hombres.
Este trabajo en adelante se orienta a revisar bajo el lente del género los elementos que compo- » El espacio para que habiten las mujeres es privado, íntimo, del hogar.
nen el tema musical. Hay que reconocer los contextos en los que surgió y la naturalización que » Las mujeres son de alguna manera propensas al sexo.
invisibilizó el fenómeno de manera histórica, pero también señalar el sentido de las expresio- » Las mujeres pertenecen a los hombres, que pueden disponer de sus cuerpos, su sexualidad,
nes, que reflejan la violencia de género y el machismo en que se han legitimado y mantenido. sus libertades y hasta sus vidas.
Tomando apartes de la narración, puede señalarse su interpretación. En cuanto a los hombres, coexisten relatos masculinos que acompañan a los
nombrados para las mujeres en la milonga:
» “En otros brazos” es una expresión que indica que la mujer estaba fuera de lugar y el hombre
» Los hombres no tienen responsabilidad o la misma se atenúa.
reclamando un lugar, una ajenidad fundada en cierta relación de propiedad.
» Los hombres tienen superioridad sobre las mujeres y están legitimados para dar órdenes y ser
» “Canchero y sin cabrearse” hace alusión a la calidad de conocedor, a la experiencia de vida mas-
obedecidos por aquellas
culina que le permite afrontar el hecho manejando la situación con cierta inalteración.
» Los hombres habitan el afuera y tienen derecho en el adentro.
» “El gavilán” es el varón seductor que ha conquistado el favor de la mujer de la historia.
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» Los hombres pueden castigar a las mujeres
» Acto seguido se encuentra la expresión en la que el protagonista de la canción le dice al aman-
» Los hombres están sometidos a las inclinaciones sexuales de las mujeres y no pueden resistirlas
te que encuentra, al gavilán, al seductor, que se vaya, que se evada, además con la expresión
» Los hombres son dueños de las mujeres y pueden disponer de sus cuerpos, su sexualidad, sus
exculpatoria para su acción: “El hombre no es culpable en estos casos”.
libertades y hasta sus vidas.
» Estando ya solo con la mujer, comienzan las órdenes: traer las zapatillas, preparar y traer el mate…
» Recibidos los servicios, el varón los disfruta y comienza a decir lisonjas, coqueteos, que lo lle-
Las posiciones políticamente correctas no lo reconocerán, pero todavía puede verse cuánto se
van a estar más cerca de la mujer, a darle algunos besos en la frente y, preparada la escena…
comparten estos imaginarios.
procede a apuñalarla con sevicia.
La sevicia simbólica, extendida, está presente además cuando los intérpretes profesionales y
Detrás del relato existe una narrativa que recoge, además, el imaginario del honor de los hom-
sus seguidores imprimen un cierto timbre de triunfo, de satisfacción y afirmación, al nombrar el
bres, en el que no siempre hay un reclamo o castigo contra los demás varones, pero sí contra
número de cuchilladas propinadas al final del tema.
las mujeres. Los homicidios por honor, también llamados por pasión o pasionales, son comple-
El relato está imbuido de prejuicios, de estereotipos de género, que aún con las reivindicaciones mento de lo enunciado y son todavía nombrados sin sentido por las autoridades administrati-
alcanzadas por las mujeres siguen manteniéndose en muchos imaginarios sociales: vas, de policía, judiciales y por los abogados y abogadas litigantes.
» La responsabilización de los conflictos entre hombres y mujeres es atribuible a ellas.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
La legislación nacional, producto de las luchas de las mujeres, la intervención de la comunidad Vale la pena citar algunos apartes de una sentencia que se expidió por el Tribunal Superior de
internacional y muchos grupos de derechos humanos, ha recogido una reivindicación impor- Medellín, en una de sus salas penales, compuesta por Santiago Apráez Villota, ponente, Oscar
tante de los derechos de las mujeres, que particularmente ha tenido valor desde 1991 y cada vez Bustamante Hernández y Ricardo de la Pava Marulanda, haciendo gala de su docta ignorancia
de manera más acelerada. También las decisiones de los jueces y la jurisprudencia penal van de género. Esta sentencia reprodujo los estereotipos de género y parte de las representaciones
incorporando lentamente los derechos de las mujeres y la perspectiva de género. Definitiva- que aparecen en el tango “Amablemente”, que se abordó al inicio. Quien escribe destaca aquí en
mente ha sido, con algunos pocos quiebres, la Corte Constitucional a la que pueden contársele los magistrados y el abogado de la Defensoría del Pueblo lo que interpreta como una cierta soli-
más sentencias que incorporan perspectiva de género y garantía de los derechos de las mujeres. daridad masculinista, que aminora, atenúa y trivializa los comportamientos masculinos graves.
El Código Penal vigente, y algunos anteriores, han recogido al sexo y otras circunstancias de dis- De la decisión del Tribunal Superior de Medellín (2013) se extraen los siguientes apartes:
criminación como agravante general, primero, y luego como circunstancias de mayor punibi-
lidad. Pero su existencia no fue suficiente para garantizar la vida, la integridad, la libertad, la En el caso sometido a estudio de la Sala, no le falta razón al defensor cuando sostiene que el
salud y la vida de las mujeres. Varias leyes comienzan desde 1991 a recoger los derechos de las delito no se cometió contra la compañera sentimental por el hecho de ser mujer…”
mujeres, dentro de las cuales cabe mencionar la Ley 248 de 1995, la Ley 294 de 1996 contra la vio- De la información legalmente obtenida por el representante de la Fiscalía aquello que se
lencia intrafamiliar, la Ley 360 de 1997, que modifica el Código Penal de 1980 en lo que hace a los establece es que Alexander de Jesús Ortiz Ramírez dio muerte a su pareja por cuestiones
delitos sexuales, la Ley 1098 de 2006, la Ley 1257 de 2008 y otras muy importantes que merecen pasionales relacionadas con los celos que sentía por el comportamiento de la mujer, …..
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un espacio más amplio. De manera que si la muerte se debió a cuestiones pasionales, no se entiende porqué la Fis-
calía le imputó al procesado la agravante del numeral 11.
Esta última norma citada introduce una modificación que adiciona el artículo 104 del Código
Penal con un agravante especial: cuando los hechos se cometen por el hecho de ser mujer. Tam- El feminicidio, neologismo empleado para designar el asesinato evitable de mujeres por ra-
poco bastó esta modificación en la justicia penal, de cuyos operadores pocos reconocían la exis- zones de género (como así lo definió la Corte Interamericana de DD. HH en una sentencia
tencia del fenómeno del feminicidio en la legislación, cuando para las mujeres estaba ya muy que condenó al Estado de México por la muerte de varias mujeres, en la ciudad de Juárez
claro. Después vino una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de amplia difusión a toda la (sic) en el año 2001), es un delito motivado por la misoginia, que implica el desprecio y odio
judicatura en el país, sin el efecto esperado, pero que sirvió de impulso para expedir por fin la hacia las mujeres, lo cual ciertamente no aplica en este caso, donde aquello que originó el
norma que tipifica de manera específica el feminicidio en Colombia, en reivindicación de Rosa actuar del procesado fue la celotipia de su compañero sentimental, que lo llevó al absurdo
Elvira Cely y otras mujeres brutalmente asesinadas por hombres cuyas masculinidades y subje- de acabar con la vida de su compañera, contra quien por la misma razón había atentado en
tividades están habitadas por las mismas características del protagonista del tango revisado al ocasión pasada.
inicio. Esta norma fue la Ley 1761 de 2015, que aún no asimilan la sociedad, la administración, las
autoridades judiciales y lxs profesionales del derecho. Para resolver el caso, la sala decidió atender las razones y declarar que no se aplicaría el agravante que
reconoce el hecho del feminicidio, sustantivamente sustentado en las razones recién reseñadas.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
y mensajes de discriminación e inferiorización de las mujeres. Así pasa por ejemplo con el reg-
La representación de víctimas interpuso y sustentó el recurso extraordinario de casación, que gaetón y sus imágenes de las mujeres como cosas hipersexualizadas, un medio de satisfacción
llevó a la Corte Suprema de Justicia a decidir en sala plena que las razones del Tribunal no te- de masculinidades dominantes y tóxicas.
nían fondo cierto y a reconocer, por primera vez en esa alta corte, la existencia del fenómeno del
feminicidio en Colombia con base en la Ley 1257 de 2008. La sentencia introdujo argumentos No obstante, a pesar de las barreras de acceso a la justicia para las mujeres y otras personas y
en los que el enfoque de género comenzaba a estar presente de manera contundente. A ésta, grupos sociales, y del ímpetu machista y conservador de la sociedad, muchas instituciones co-
quizás, solo le antecedía una sentencia sobre violencia contra las mujeres que, con base en la lombianas y movimientos sociales siguen reivindicando sus derechos con logros y decisiones.
Convención de Belém do Pará, reconocía que la violencia contra ellas no constituía un delito de Sigue presente la necesidad de trabajar con los hombres, con lxs funcionarixs públicxs, y gene-
bagatela (Sentencia Rad. N. 38103 10/04/13 M.P. Dr. Luis Guillermo Salazar Otero). rar condiciones de transformación de las masculinidades hegemónicas y violentas. Se entiende
la equidad como un desarrollo profundo de la igualdad.
La sentencia que resolvió el recurso de casación ante la determinación del Tribunal Superior de
Medellín es la SP2190 de 2015, cuya magistrada ponente fue la señora Patricia Salazar Cuéllar. Referencias
De la sentencia se destacan los siguientes apartes, aunque si se estudiara a fondo habrían de
incluirse otros con mucho valor: Blog go&dance. 2018. “Todo sobre el Tango y sus Orígenes”. go&dance (blog). mayo 10, 2018.
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https://www.goandance.com/es/blog/tango/119-todo-sobre-el-tango-y-sus-origenes
Todo eso, claramente para la Corte, no es una historia de amor sino de sometimiento de una
mujer por un hombre que la considera subordinada y se resiste al acto civilizado de entender Corte Suprema de Justicia. 2015. Sala de Casaciòn Penal, radicado 41457, del 04 de marzo.
que la debe dejar en paz porque ella ya no lo quiere, y elige ejecutar el acto más contundente Bogotá: MP. Salazar Cuéllar, P. http://www.cortesuprema.gov.co/corte/wp-content/
de despotismo que es la eliminación de la víctima de la relación de poder. uploads/relatorias/pe/b2mar2015/SP2190-2015(41457).doc
Es manifiesto, entonces, que el procesado cometió el homicidio contra Sandra Patricia Co- Mamone, Raúl. 2007. “Joan Manuel Serrat: Corazón de Tango”. Tangosur... en la noche de
rrea “por el hecho de ser mujer” y en esa medida se equivocó la segunda instancia al suprimir Barcelona (blog). julio 03, 2007. http://www.tangosurbarcelona.com/serrattango.htm
esa circunstancia del atentado contra la vida, la cual hizo parte del cargo libremente acep-
tado por ÁLEXANDER DE JESÚS ORTIZ RAMÍREZ. Por tanto se casará parcialmente el fallo Martini, Augusto Arturo. 1963. Letra de “Amablemente”. Interpretado por Edmundo Rivero,
impugnado para declarar que en la conducta concurrió la agravante 11 del artículo 104 del Philip’s. Musixmatch, https://www.musixmatch.com/es/letras/Edmundo-Rivero/
Código Penal (Corte Suprema de Justicia 2015, 26-27). Amablemente
Tribunal Superior de Medellín, Sala Penal. Proceso 2012-68382 (027-213). (M. P. Santiago
El tango “Amablemente” no es tan escuchado hoy, pero es uno entre muchos que todavía se es-
Apráez Villota; marzo 15 de 2013 Aprobada por Acta N. 052).
cuchan, y junto con otros géneros musicales más actuales mantienen y trasmiten imaginarios
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
Además, la esfera de lo privado era rechazada por ser “subjetiva” y secundaria. Debido a la de-
“La ropa sucia se lava en casa”: bilidad teórica e ideológica del MLN-T, nunca hubo una reflexión sobre el tipo de sociedad que
construcción de un “bloque se quería construir, tampoco se discutió el tema de las mujeres porque siempre se terminaban
colombiana
Araújo (1980, 145) concluye diciendo que la mujer del MLN-T no creó nuevos valores, sino que
asumió como propios los valores masculinos: las militantes no elaboraban la línea política, sino
Sara Tufano
que eran las encargadas de reproducirla.
Estas reflexiones surgen a partir de mi trayectoria como militante feminista y socióloga pública
Por su parte, Jules Falquet (2002; 2005), ha estudiado, desde la teoría feminista, cómo las accio-
en Colombia. Como feminista, he vivido y estudiado algunas de las contradicciones que han
nes de estos movimientos contradicen sus discursos políticos. Usando como ejemplo el Frente
atravesado y atraviesan los movimientos de izquierda y progresistas. En un primer momento,
Farabundo Martí para la Liberación Nacional en El Salvador, el Ejército Zapatista de Liberación
abordaré algunas de estas contradicciones. En seguida, describiré las dos últimas coyunturas
Nacional en México y el Movimiento de los Trabajadores sin Tierra en Brasil, Falquet constata
electorales para analizar cómo estas limitaciones persisten. Por último considero que, ante el
que existe un conservadurismo subyacente a estos movimientos progresistas.
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triunfo electoral de Gustavo Petro y de Francia Márquez en las recientes elecciones, este debate
se hace cada vez más importante, pues se trata de definir el horizonte del proyecto emancipato-
rio que se necesita en Colombia. En el caso de la participación de las mujeres en la guerrilla salvadoreña, Falquet propone ver
la acción revolucionaria como un trabajo e identificar los rasgos comunes entre la división del
Críticas feministas al progresismo trabajo “clásico” y la división del trabajo revolucionario. Este concepto permite entender por qué
las relaciones de género cambian tan poco a pesar de las promesas políticas. Según Danièle
Para analizar las principales contradicciones de estos movimientos, retomaré los análisis de Ana
Kergoat (Hirata et al. 2004, 36) la división sexual del trabajo es la división social del trabajo que
María Araújo, socióloga uruguaya y exguerrillera del Movimiento de Liberación Nacional-Tupa-
deriva de las relaciones de género. Sus principales características son la asignación de los hom-
ramos (MLN-T), y los de la socióloga francesa Jules Falquet.
bres a la esfera productiva y la asignación de las mujeres a la esfera reproductiva. Es también la
captura por parte de los hombres de las actividades que tienen un fuerte valor social agregado.
En su libro, Araújo (1980) constata que la participación de las mujeres en la lucha armada res- En este sentido, a pesar de que la actividad revolucionaria es considerada un gran acto de amor,
quebrajó la imagen de la mujer “débil”, sin embargo, en el caso del MLN-T, las mujeres conti- este acto no es efectuado de la misma manera por hombres y mujeres. En el caso salvadoreño
nuaron siendo “pasivas” con respecto a la elaboración teórica y política. En esta organización las se destaca también la ausencia de un movimiento de mujeres que luchase por sus propios dere-
mujeres no tenían muchas posibilidades: “[…] o ellas jugaban el papel del tupamaro ejemplar, o chos y no solamente por la revolución.
no tenían espacio de lucha, en tanto que mujeres, dentro de la organización” (Araújo 1980, 103).
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
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hablar de una sola masculinidad, sino de muchas masculinidades. Siguiendo los
¿Cómo se ha expresado este “bloque hegemónico masculino” en la práctica? En esta breve revi-
trabajos pioneros de R. W. Connell (1995, 188), “la masculinidad es una configu-
sión de las dos últimas coyunturas electorales veremos cómo persisten estas formas concretas
ración de prácticas en torno a la posición de los hombres en la estructura de las
de sexismo.
relaciones de género”. Connell habla de “prácticas” para resaltar que estas tienen
como propósito el mantenimiento de la supremacía masculina.
La coyuntura electoral de 2018 fue decisiva porque por fin un movimiento progresista, liderado
QR 1 por Gustavo Petro y Ángela María Robledo, estuvo a punto de llegar a la presidencia de Colom-
QR 1
bia. Esto no pudo haber sido posible sin la firma del Acuerdo de Paz de La Habana en 2016, el
A pesar de que no todos los hombres cumplen con el modelo de masculinidad cual permitió que otros temas, además del fin del conflicto armado, pudieran ser visibilizados.
hegemónica, todos ellos se benefician de los dividendos asegurados por la socie-
dad patriarcal, es decir, de las ventajas que obtienen, como grupo, de la subordi-
Con la designación de Ángela María Robledo como su vicepresidenta, Petro buscaba “moverse
nación de las mujeres. En este sentido, existe una profunda complicidad entre los
al centro”, término usado para hacer referencia a la vinculación de las clases medias urbanas, y
hombres con el proyecto de masculinidad.
de sus imaginarios, a un proyecto político. Sin embargo, Petro no entendió que, con esa desig-
nación, acabó posicionándose una agenda feminista en el debate público.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
De inmediato, miles de mujeres y feministas nos sentimos identificadas con una campaña que embargo, unas semanas antes, Petro y su equipo estuvieron contemplando la po-
no instrumentalizaba el tema de género, sino que hacía del feminismo uno de sus principales sibilidad de poner a una mujer del Partido Liberal o de “centro”, hecho que no se
y reales horizontes. Así, a pesar de la derrota de 2018, los avances logrados durante la campaña concretó (Pacheco 2022). Esto demuestra la ausencia de un compromiso real con
presidencial habían llegado para quedarse. la causa feminista.
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Por esto a las feministas nos sorprendió que, en 2019, Petro se empecinara en designar a su ami-
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go Hollman Morris como candidato a la Alcaldía de Bogotá, esto pese a las denuncias de acoso y
Por su parte, Francia Márquez, quien viene del Proceso de Comunidades Negras,
abuso sexual en su contra (El Tiempo 2019). Esa designación equivalía a echar por la borda todo
está impulsando una agenda feminista y antirracista que permitirá ir más allá
lo construido durante la campaña presidencial. Frente a la oposición de las feministas, se forta-
del horizonte emancipatorio posicionado en el 2018. Su presencia en la reciente
leció un fuerte movimiento antifeminista en la Colombia Humana y, en general, en la izquierda
contienda presidencial no solo interpeló doblemente a los hombres de izquier-
colombiana. Las principales estrategias de este movimiento reaccionario fueron sostener que
da, por ser mujer y por ser negra, sino que también nos interpeló profundamen-
las denuncias contra las violencias de género eran irrelevantes, e incluso falsas (Echavarría Me-
te a las feministas y al país en general.
dina 2021), y crear un falso antagonismo entre “mujeres populares” y “mujeres burguesas”. Las
mujeres populares serían las que, según los líderes del movimiento, consideran que la principal
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opresión es la clase social. Además, se nos exigía a las mujeres que no ventiláramos las denun-
cias públicamente y a las que lo hicimos se nos trató de “traidoras”. Así, las luchas de las mujeres
La simultaneidad de las opresiones
fueron, nuevamente, relegadas al espacio de lo privado, y la lucha feminista siguió siendo sub-
sumida a la lucha de clases. Seguimos asistiendo así a una lectura monocausal de la realidad política en la iz-
quierda colombiana. Este reduccionismo de clase tiene que ver con el desconoci-
miento de la perspectiva interseccional en el análisis de los fenómenos sociales y
Cuatro años después, en la pasada coyuntura electoral, la agenda feminista no ocupó un lugar central
en la práctica. Según Viveros Vigoya (2013, 78):
en el programa político de Gustavo Petro, pues este decidió priorizar el tema de la paridad. Sin em-
bargo, como se ha reiterado en muchas ocasiones, no es suficiente ser mujer para ser feminista o para
implementar una agenda comprometida con los derechos de las mujeres (Tufano 2022). Se denomina perspectiva interseccional al enfoque teórico-metodológico y
político que plantea y analiza el modo en que distintas categorías de discri-
minación, como el género, la raza/etnicidad, la clase y la orientación sexual,
La prueba fehaciente de la exclusión de la agenda feminista fueron los días de suspenso que
construidas social y culturalmente, interactúan en diferentes y a menudo si-
siguieron a la consulta del 13 de marzo de 2022. Contra todo pronóstico, la lideresa social afro
multáneos niveles, creando una matriz de opresión que da cuenta de la inter-
Francia Márquez logró la tercera mayor votación de esos comicios y la segunda votación de la
sección de los distintos sistemas de desigualdad social.
consulta del Pacto Histórico, lo que la convirtió en la candidata vicepresidencial de Petro. Sin
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
Este es un debate que está lejos de haberse cerrado. Para Viveros Vigoya (2016),
Conclusión
el origen de esta perspectiva puede encontrarse en la Declaración de los derechos
de la mujer de Olympia de Gouges. Sin embargo, es en los años 60, en el Manifies- Hemos visto cómo este “bloque hegemónico masculino” impide que en estos par-
to de la Colectiva del Río Combahee, donde encontramos las ideas esenciales y los tidos avancen los debates feministas, lo cual hace que estos acaben siendo ins-
principios normativos del paradigma interseccional: la idea de que las opresiones trumentalizados. Y entre más fuerte y amplio sea el movimiento feminista, más
son simultáneas y de que no hay una jerarquía entre ellas (Bilge 2010). Además, resistencias habrá. Esta resistencia coincide con el fortalecimiento del movimien-
según Kérgoat (Viveros Vigoya 2016, 8), las relaciones sociales son “consubstan- QR4 to feminista a nivel regional –la creciente “marea verde”– y la despenalización del
ciales y co-extensivas”, es decir, se separan en el análisis, pero se constituyen recí- aborto en Colombia. También con la irrupción del movimiento feminista “Estamos
procamente. Listas” en el escenario nacional. QR5
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Los movimientos de izquierda siguen considerando la clase social como la opre-
sión central y las demás opresiones como secundarias. También consideran, erró-
En los partidos políticos todavía no ha habido una reflexión seria sobre estos te-
neamente, que las feministas queremos invertir el análisis, es decir, reducirlo todo
mas. Debido a la longevidad del conflicto armado colombiano, la principal lucha
al género. Es precisamente gracias al legado del feminismo negro y a la perspecti-
en la izquierda durante los últimos 20 años ha sido la lucha contra el uribismo
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va interseccional que es posible evitar estos reduccionismos.
como régimen político, pero no como proyecto cultural sustentando en “valores
asociados a masculinidad y a la ‘blanquidad’” (Viveros Vigoya 2013, 72). En este
sentido, los líderes de estos movimientos siguen siendo cómplices de esa mas-
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culinidad hegemónica. Vemos así los límites de haber privilegiado un sistema de
opresión sobre otro, cuando, como hemos visto, las opresiones operan de manera
simultánea.
El hecho de que, después de más de 60 años, las mujeres feministas sigamos in-
terpelando a estos partidos y movimientos significa que los hombres no están
dispuestos a perder su poder en estos espacios. Los hombres “progresistas” siguen
negándose a entender que la lucha feminista es, ante todo, revolucionaria.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
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1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
En el transporte público de Rio de Janeiro, São Paulo, Nueva Deli, Tokio, Yakarta, El Cairo, Shen-
“Hombres no; mujeres, sí”: zhen, la Ciudad de México y otras ciudades, es común encontrar vagones “Sólo Mujeres” en el
¿Evitar o erradicar el acoso sexual en el Metro y los Metrobuses. En la ciudad de México (CDMX), unos dos millones (de los más de cinco
Metro de México?” millones) de pasajeros diarios en el sistema del Metro son mujeres, y desde 1970 se ha diseñado
una u otra versión del programa Solo Mujeres para apoyar a las usuarias que se tienen que en-
frentar a los toqueteos/tocamientos, comentarios, fotografías y videos sin consentimiento, y a
Matthew Gutmann todo tipo de acoso sexual en el transporte público.
Al notar qué ciudades tienen este tipo de programas, se puede pensar que son casi todos países
del sur global: Brasil, India, Indonesia, Egipto, Japón, China y México:. Parece que el acoso se-
xual en el transporte público es más un problema para estos países que para los del Norte. Y es
cierto, la ciudad donde el problema en 2018 era peor es la Ciudad de México (Munro y Moloney
2018). En 2014, Bogotá era la ciudad número uno (Boros 2014). Pero también se puede ver la lis-
ta y pensar queuizá las soluciones del Sur Global para combatir el acoso sexual en el transporte
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público son mejores que en el Norte”.
Para entender y analizar el programa Sólo Mujeres en la Ciudad de México hay que tomar en
cuenta nuestras percepciones de los hombres como hombres y las mujeres como mujeres, e in-
terrogar si, y cómo, estas percepciones están ligadas a una naturaleza masculina agresiva. Esta
forma de pensar nos lleva a asumir la idea de que los varones, por ser varones, tienen la tenden-
cia, casi biológica, de agredir mujeres cuando ven la oportunidad (por ejemplo en el Metro en
hora pico) y de que no les va a pasar nada por hacerlo. Estas son algunas de las preconcepciones
y prejuicios relacionados con el género que pueden influenciar las políticas públicas (para una
etnografía más detallada sobre el Metro en la CDMX, véase Gutmann 2019).
Sin duda necesitamos políticas para prevenir el acoso sexual en el transporte público. Sin em-
bargo, la política de separación-segregación ha generado diversas críticas, incluso de feminis-
tas, precisamente porque esta política comienza y termina en dichos vagones para mujeres. Las
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
y los que critican los programas de Sólo Mujeres, en cualquier parte del mundo, argumentan El programa Sólo Mujeres ofrece más que espacios separados para las mujeres y una mane-
que estos programas no llegan al fondo de las causas del problema. O sea, estas restricciones ra explícita de prevenir que los hombres compartan estos espacios. Cada vez que se sube una
ayudan en el momento, pero no cambian nada del comportamiento de agresión masculina a mujer en un vagón segregado en hora pico, la alternativa de los vagones mixtos transmite un
largo plazo. Es relevante el hecho de que mientras hay casi 200 paradas del metro, solamente mensaje directo. Caminando por los letreros que anuncian “Sólo Mujeres” en los corredores es-
hay módulos en tres estaciones donde se puede hacer denuncias de acoso sexual. peciales para entrar al vagón, se recuerda a la mujer que recibirá protección en contra de los va-
rones amenazantes y sus toqueteos. Al mismo tiempo, por supuesto, la separación de mujeres
y hombres transmite un mensaje a estos últimos: usted tiene prohibido entrar a estos vagones.
En el fondo, el debate gira alrededor de nuestros conceptos de biología, es decir, sobre el supues-
Cada vez que un hombre se sube al Metro en hora pico, se le recuerda visible y tangiblemente
to de que los hombres estén, o no, codificados para violentar a las mujeres y a otros hombres. Si
que no puede entrar allí, pero también por qué no puede acceder a esos vagones-santuarios de
así es, entonces lo mejor que podemos hacer es segregar, poner en cuarentena, a los hombres,
mujeres. Si el varón tiene la más mínima capacidad de reflexionar, pensará en las razones que
para proteger a las mujeres. Pero si no es así, lo que tendríamos que hacer es castigar esas con-
llevaron a la segregación de hombres y mujeres, reflexionará sobre cuáles fueron las acciones
ductas masculinas, ponerles un alto y cambiar a los hombres, pues segregar a las mujeres es nada
de parte de los hombres para este aislamiento, y quizá meditará si “Sólo Mujeres” representa
más un remedio de corto plazo en la lucha contra los privilegios y las agresiones masculinistas.
la decisión de las mujeres de separarse de los hombres o si son los hombres los que se están
separando de las mujeres. Y, sin importar quién se separa de quién, considerará la posibilidad
En la Ciudad de México, la campaña empezó en 1970 con algunos vagones designados para mu-
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de que la separación de mujeres y hombres se deba a que estos últimos son inherentemente
jeres en algunas líneas del Metro en ciertas horas por día. Con encarnaciones diversas —“Acoso
peligrosos.
Cero”, “Viaja Segura”, “Atenea” (por la diosa griega) — los programas han crecido de manera más
formal y extendida. Actualmente, en 2022, casi todos los trenes tienen los primeros dos vagones
dedicados a mujeres y niños menores de 12 años (y a veces gente con capacidades diferentes).
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1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
Además, cabe mencionar una contradicción latente: en el mundo, caso tras caso, el deseo de los a subirse en el Metro. Delia y su esposo Marcos trabajaban en la limpieza de la UNAM, que
hombres de segregarse de las mujeres (en clubes y asociaciones exclusivos, por ejemplo) usual- quedaba muy cerca de la línea 3 del Metro. En la experiencia de Delia, la violencia estaba gene-
mente ha tenido como objetivo mejorar la diversión y la prerrogativa de los hombres, mientras ralizada en el mundo y ella trataba de hacer todo lo posible por evitarla, pero no consideraba
que la segregación de las mujeres, sea por su propia voluntad o por razones sociales, obedece a que los vagones del programa Sólo Mujeres fuera una opción viable. Viajar sólo con mujeres,
la protección de la mujer en contra del hombre. según ella, también podía resultar en moretones o cosas peores. Como mujer que había visto y
no había aguantado, casos de hombres golpeadores de mujeres, ella nunca dudó en denunciar
a los hombres cuando lo merecían. Pero su miedo al Metro era miedo a una violencia genera-
¿Qué esperanzas tenemos en cuanto a la agresividad de los hombres, sea en el Metro o en cual-
lizada y no sólo de los hombres. Para ella, y otros en el barrio de Santo Domingo, la violencia
quier otro lugar? ¿Cómo entendemos el acoso sexual en el Metro? Si los métodos para enfrentar-
estaba extendida y era implacable; más que nada, se trataba de la vida de escasez y penurias de
nos al acoso sexual en el transporte público no van más allá del programa Sólo Mujeres, ¿cómo
los de abajo.
va a ser posible eliminar las agresiones de los hombres contra las mujeres? Para muchas femi-
nistas, estas preguntas abordan el problema subyacente: si la agresión de los hombres contra las
mujeres viene de algo innato o adquirido; si representa naturalezas diferentes de los hombres Conocí a Doña Fili, una líder comunitaria de varios movimientos sociales en 1991. Le pregunté
y las mujeres, y si podemos luchar por cambios y no solamente tratar de atrapar a estos anima- qué pensaba de los vagones sólo para mujeres, me contestó como si el Metro tuviera mente
les salvajes en vagones de tren separados. Además, para muchas feministas, es una política que y cuerpo propios: “El Metro es agresivo, Mateo”, me dijo. Para Fili, la agresividad del Metro no
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continúa culpando a las mujeres por decidir subirse en vagones mixtos, lo que, al menos implí- venía solamente de la violencia asociada con los hombres, sino como producto de demasia-
citamente, responsabiliza sólo a las mujeres de la prevención de las agresiones de los hombres. das personas que se ven obligadas a abarrotarse en poco espacio. Me explicó que los pobres
viajaban en el Metro porque no tenían recursos para tener coches, y el Metro no tenía servicio
suficiente para las necesidades de los pobres. La violencia que más preocupaba a Fili era la del
Después de todo, la Ciudad de México nunca tendría un vagón de tren especial para los pasaje-
gobierno, los sectores financieros y de los poderosos que tomaban decisiones que afectaban la
ros que quieran librarse de los carteristas. Delitos como éstos se procesan de otra manera, di-
manera en que vivirían los pobres.
rían las autoridades. Entonces, ¿por qué no éste? argumentan algunos críticos sociales, quienes
insisten en que los hombres que abusan a las mujeres deben ser detenidos y castigados, y no
simplemente separados de las mujeres. De hecho, esta activista en las comunidades de base y movimientos progresistas de varios tipos
estaba en contra de la separación de los hombres y las mujeres en el metro. Para ella, tal se-
gregación implicaba la aceptación del acoso sexual de parte de los hombres, pues las autorida-
He hablado de la violencia en el Metro con varios amigos y amigas de la colonia Santo Domingo,
des habían renunciado a la lucha contra un mal social generalizado. Si los hombres prefieren
un barrio enorme en la parte sur de la Ciudad de México, fundado por gente que ocupó esos
asociarse solidariamente con las mujeres y en contra de los hombres que asaltan a las mujeres,
terrenos (“paracaidistas” es como les decimos en México) en 1971. Todos saben de la violencia en
preguntó Fili, ¿cómo ayuda separar a los hombres de las mujeres? Para ella, la masculinidad no
Santo Domingo, incluso por los chavos banda que forman parte integral de la comunidad. Un
era enfermedad congénita.
día, platicando con mi vecina Delia, me contó por qué prefería las combis y peseros apretados
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
A pesar de las dudas y críticas, hay poca gente que se pone directamente en contra del programa desde entonces, han rechazado nociones similares sobre las mujeres y, su análisis pionero es
Sólo Mujeres, aunque mucha gente reflexiva insista en que el programa trae sus propios pro- fundamental hoy como siempre. Estamos en tiempos de debate generalizado sobre hombres y
blemas inherentes. De acuerdo a una socióloga experta en el transporte público y la epidemia mujeres, tiempos de confusión y renegociación de género. Principalmente debemos reevaluar
de acoso sexual: “El transporte segregado tiene la capacidad de fortalecer la ideología de que a los hombres y las masculinidades, no porque los hombres hayan sido maltratados, calumnia-
la violencia en contra de la mujer es normal, por lo que la única manera de protegerla es darle dos, o atacados injustamente, sino porque en tiempos de confusión de género, si la renegocia-
su propio lugar para que esté segura” (Dunckel-Graglia 2013, 174). Esto no significa que sea una ción de la masculinidad se basa en versiones extremistas del orden natural de género, nuestra
mala idea en sí misma, pero como hay peligro cada día para las que toman el Metro, también misión está condenada al fracaso desde el principio.
hay peligro a largo plazo si pensamos que con ese programa basta para enfrentar el problema
de acoso sexual en el Metro.
El problema es continuar actuando como si la biología de los hombres fuera su destino. Rene-
gociar lo que significa ser hombre es la respuesta.
Las presunciones sobre la latente naturaleza violenta de los hombres no son particularmente
complejas ni tienen que estar basadas en hallazgos científicos. Con todo y eso, éstas pueden
influir en nuestra vida privada y pública de formas que damos por sentadas. De esta manera
Bibliografía
mantenemos la idea de que la violencia masculina es algo natural, que viene de la evolución,
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de los genes, las hormonas (en particular la infame testosterona) y/o el cromosoma Y. Nuestra
confianza excesiva en las explicaciones biológicas del comportamiento de los hombres puede Amuchástegui, Ana, y Ivonne Szasz, compiladoras. 2007.
Dunckel-Graglia, Amy. 2013. “Rosa, el nuevo color de femi-
tener repercusiones significativas. De tal manera que vale la pena pensar si la segregación por Sucede que me canso de ser hombres: Relatos y experiencias
nismo: Un análisis del transporte exclusivo para muje-
género contribuye a solucionar el problema o es parte del problema. de hombres y masculinid ades en México. México, DF: El
res”. La Ventana 37: 148–176.
Colegio de México.
Gutmann, Matthew. 2000. Ser hombre de verdad en la ciu-
En su famoso y enriquecedor manifiesto, la filósofa y feminista francesa Simone de Beauvoir
Boros, Crina. 2014. “Latin American cities have most dan-
dad de México: Ni macho ni mandilón. México, DF: El
criticó los supuestos sobre el comportamiento femenino intrínseco y el cuerpo femenino, y es-
gerous transport for women, NYC best”. Reuters. 28 de
Colegio de México.
cribió que las consideraciones biológicas, “son una de las claves para la comprensión de la mujer.
octubre. https://www.reuters.com/article/women-poll/
Pero niego que establezcan para ella un destino fijo e inevitable” (de Beauvoir 1970 [1949], 29).
exclusive-poll-latin-american-cities-have-most-dan- ______. 2009. El romance de la democracia: Rebeldía su-
El segundo sexo fue un texto fundamental para los movimientos feministas de todo el mundo,
gerous-transport-for-women-nyc-best-idUKL6N0S- misa en el México contemporáneo. México, DF: Fondo
en parte porque desafió la idea generalizada de que los cuerpos de las mujeres restringían de
32MQ20141029 de Cultura Económica
manera única sus habilidades y acciones. Uno de los problemas reales en esta discusión de los
vagones Sólo Mujeres en el Metro es el supuesto de que la masculinidad es algo instintivo, inhe- de Beauvoir, Simone. 1970 [1949]. The second sex. Traducido ______. 2016. Por mis pistolas: Sexo, anticoncepción y SIDA
rente, natural o esencial en los hombres. Simone de Beauvoir, y las generaciones de feministas por H. M. Parshley. Nueva York: Bantam Books. en México. México, DF: Siglo Veintiuno Editores.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
51
do las élites de la capital y los gobernantes del país.
Transport Ranked as Most Dangerous for Women - Glo-
bal Poll”. Reuters. 14 de noviembre. https://www.reuters.
com/article/us-transport-women-poll-mexico/exclu- Este texto no busca pensar demasiado, sino exponer brevemente cómo se caracterizó a Nogue-
ra en el discurso “oficial”, el de los medios masivos de comunicación, como un monstruo extra-
sive-mexico-citys-transport-ranked-as-most-dange-
terrestre, un enfermo mental y un ser ajeno a cualquier condición histórica y social; hipnotizado
rous-for-women-global-poll-idUSKCN1NK059.
por las drogas y el alcohol, al momento de cometer el crimen. Luego, intento contrarrestar ese
Núñez Noriega, Guillermo. 2004. “Los ‘hombres’ y el cono- discurso oficial con un acto teatral, un relato que considero flexible y potente para oler cómo
cimiento Reflexiones epistemológicas para el estudio Noguera encarna las dinámicas de socialización en el Gimnasio Moderno, las cuales son partíci-
pes y cómplices del asesinato y violación de Yuliana Samboní:
de “los hombres” como sujetos genéricos”. Desacatos 15-
16: 13–32.
La verdad está en el relato y ese relato es parcial, modifica, transforma, altera, a veces de-
Viveros Vigoya, Mara. 2002. De quebradores y cumplidores: forma los hechos. Hay que construir una red de historias alternativas para reconstruir la
sobre hombres, masculinidades y relaciones de género en Co- trama perdida. Por un lado, oír y transmitir el relato popular, y al mismo tiempo desmontar
lombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. y desarmar el relato encubridor, la ficción del Estado… Ese sería el resumen: desmontar la
historia escrita y contraponerle el relato de un testigo (Piglia 1999, para. 39-40).
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
El subtítulo de una noticia condensa esta fórmula del bueno y el malo: “Se conocen más deta-
La mentira oficial
lles sobre la vida del arquitecto señalado de abusar y asesinar a Yuliana Samboní. Lo describen
Tan sólo días después de la atrocidad cometida por Uribe Noguera, los medios de comunicación como encantador (…) pero impulsivo y hasta grosero”. Y también este fragmento pronunciado
de mayor difusión estallaron y la noticia se divulgó a nivel nacional durante meses. Basta utili- por una exnovia de Noguera, acerca de cómo era: “una persona encantadora, con un sentido del
zar cualquier buscador virtual y escribir el nombre Rafael Uribe para encontrar no decenas, ni humor fantástico y una pasión por la vida que inspiraba a salir corriendo a vivirla al máximo”, sin
centenas, sino incluso cientos de miles de noticias sobre él e intentos de explicar por qué lo hizo. embargo, “había algo en él que no encajaba. Era como si una parte de su ser se desincronizara
del resto” (El Espectador 2016a).
Dentro de este océano de noticias, todas se podrían dirigir a esta pregunta: ¿por qué un hombre
que lo tenía todo acaba cometiendo semejante acto? Noguera: miembro de una familia fun- Desconfiemos. Las noticias plantean un falso dilema, al asumir que esa aparente normalidad
cional y amorosa que lo apoyó con sus estudios de arquitectura e incluso le consiguió trabajo; de Noguera no tenía por qué producir el crimen, y que entonces la causa residiría en la ano-
una persona con un buen sentido del humor, rumbero, pero no por eso exento de compromiso malía, el trauma, las drogas, o en “un trastorno de la personalidad de tipo antisocial” (Revista
con sus novias; el perfecto caballero que probablemente no escucha reguetón, o no lo reconoce, Semana 2016). Así como el feminismo ha señalado que un violador es un hijo sano del patriar-
porque es indecente (no por nada le prohibía a sus obreros echar piropos u orinar en otro lugar cado, considero que Noguera es un hijo sano e incluso predilecto de su contexto colegial.
que no fuera el baño); el chacho del grupo, un man pinta, que la monta pero que no es pesado,
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que no se la pasa estudiando pero pasa las materias. Y, a todo eso, súmese que era un egresado
del Gimnasio Moderno, en donde “no sólo se destacó por ser un excelente jugador de fútbol sino Primer acto: una charla gomela PEDRO: Hagan de cuenta que eso no está ahí (la graba-
que su liderazgo lo llevó a ser el director de la banda de guerra” (Las 2 Orillas 2016). dora). Es sólo para la tesis de Pin, para que digan las can-
[Todos pispos, heterosexuales, relativamente buenos para
ciones que se acuerden que cantábamos de chiquitos.
el consumo de trago y de mujeres. Muchos futbolistas, va-
LUCAS: ¡Ah!, ¿y de qué es la tesis?
Y luego, tras la aparente normalidad que no tendría por qué haber llevado a Noguera a cometer
rios, cómo no, miembros de la banda y todos, por supuesto,
PEDRO: La tesis es de discriminación e igualdad de
semejante atrocidad, aparece en las noticias la segunda parte, el lado oscuro: tenía problemas
miembros del comité deportivo o cultural]
género, creo.
con “las drogas y el alcohol” (El Espectador 2016b) y, además, ese día “consumió cocaína y opiá-
LUCAS: (ve a alguien en el restaurante) Oiga, ese man
ceos” (Fajardo 2016); “desde chiquito mostraba conductas anómalas, irregulares, (…) era una (Pedro se va para Barcelona: le salió la maestría en
era la verga. Es man era contador de Jerónimo Martins,
caspa, que tenía unas tendencias delincuenciales manifiestas” (aldia.co 2016); en su infancia, marketing. Se encuentra con Enrique, Jaime y Lucas,
era la verga.
suponen varias noticias, seguramente pasó por momentos traumáticos en los que lo maltrata- para darse un almuerzo de despedida. Están en un
PEDRO: ¿Quién?, ¿ese gordito?
ron, ya que lo que hizo suelen hacerlo quienes han pasado por “una infancia triste (…) con padres restaurante ubicado en Bogotá, en el Parque de la 93).
JAIME: ¿Gordito, huevón? ¡Ese man es una ballena!
abusivos, negligentes, no comprometidos y ausentes” (Colombia.com 2016).
LUCAS: Oiga Jaime, y está juicioso con el ejercicio, lo
felicito.
PEDRO: ¿Cuál ejercicio?
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
JAIME: Estoy haciendo ejercicio, ¿no me ve más flaquito? PEDRO: No, renuncié, estoy más feliz que… ¿no se PEDRO: Qué voy a mostrar estos dos gurres. ¡Perdón! (nota que la mesera está presente). Jajajajaja.
ENRIQUE: No, yo lo veo igual, jajaja: ¿A qué gimnasio saben esos dichos? No es para la tesis, es para mí. Más JAIME: Es bueno que sean feas. Son más limpias, más Pensé que estaba sólo. Era un chiste de hombres, tú
está yendo, para no ir? feliz que qué… Más feliz que marica con dos culos… organizadas, son más decentes… sabes Nelly, no nos vemos hace años…
JAIME: (inaudible)… de su puta mamá, cada vez que le JAIME: Más feliz que dedo que no huela a cuca, me lo LUCAS: Lo cuidan… ENRIQUE: Oiga, el sábado no puedo llegar temprano
voy a dar verga se va. corto. (Empiezan a hablar de un paseo al que fueron hace no porque tengo un asado del cumpleaños de mi herma-
Todos: Jajaja. Todos: Jajaja. mucho tiempo). no y de Lina.
(Siguen hablando un rato sobre el extraño gimnasio al (Les están llegando los platos, hablan de lo que suelen JAIME: ¿Quiénes picharon en ese paseo? Picharon har- JAIME: ¿Su hermano?, ¿cuál hermano? ¡Ah, su herma-
que está yendo). pedir en el restaurante). tos, ¿no? no!, ¡el nuevo!
ENRIQUE: ¿Y viejitas buenas van? LUCAS: ¿Oiga, vieron a la nueva novia de Samper, o con PEDRO: Todos. (Hace poco el papá de Enrique tuvo una enfermedad
JAIME: ¡Van unas hembras! la que está saliendo? LUCAS: Fonseca pichó con esta vieja. grave, y entonces se descubrió que tenía más hijos de
(Empiezan a hablar de la fiesta de despedida y sus JAIME: Yo la vi en el matrimonio de Botero, es un cero JAIME: ¡Fonseca pichó con un gájaro! ¿Y usted con los que Enrique conocía).
detalles). a la izquierda, cualquier cosa. quién pichó (refiriéndose a Pedro)? ¡Ah! Pues con Coste. JAIME: Es que su papá es un crack. Puta pichón. El ga-
PEDRO: Bueno, vengan les cuento: a Lucas le presenté LUCAS: Marica pues en la foto salía deli. ENRIQUE: Estaba bonita, esa está bonita. llo del gallinero.
a la esposa del man, del futuro, una vieja, una hembra, JAIME: Venga, ¿y que Rodríguez ya tiene un hijo? PEDRO: Aguanta. (Se empiezan a despedir. Alguien para la grabadora).
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caleña, una dura, baila buenísimo. PEDRO: El man embarazó a la vieja, se fue, y volvió. JAIME: Esa es la más costeña. Es capaz de decir en
ENRIQUE: ¿No era la cucuteña? JAIME: Mucho crack, se ahorró todo ese pedo: “tengo cinco sílabas “hombre, ¿tú por qué te vas a quitar la
JAIME: ¿Cuál cucuteña? vómito, tengo náuseas”, “vamos juntos a la ecografía”. camiseta?”, “hombe-tú-qué-te-va-quitá-camisa”. Oiga,
ENRIQUE: ¿Cómo así que cuál cucuteña? A la que us- JAIME: Estuvo muy bueno el matrimonio de Harker en yo no lo supero. Es mi contraseña de Facebook. Estába-
ted le echó los perros. la Hacienda Fagua. mos con Pedro fumando bareta… Sale llena de sacos y
LUCAS: (en voz baja) Está grabando. LUCAS: Marica, ¿cómo le dio hasta las dos de la tarde camisas y dice eso.
PEDRO: ¡Qué importa, qué importa! Olvídese que está del día siguiente? (Empiezan a hablar de futuros paseos que podrían or-
grabando. Es para fines educativos. JAIME: No sé cómo hice. Nos tomamos, marica, con ganizar, teniendo en cuenta si deben ir con o sin novia.
JAIME: Marica, qué mamacita esa hembra, güevón. Beto, una botella de vodka, una botella de ginebra, una Luego vuelven al tema del peso).
ENRIQUE: Divina. botella de vino blanco. De ocho de la mañana a doce JAIME: ¿Usted cuánto mide? Es que usted es más alto y
JAIME: ¿Qué le dijo?, ¿no le dijo nada de nosotros? del día. de pronto por eso no se nota.
PEDRO: No, nada, ¿qué iba a decir? PEDRO: Mire, me voy a ir a vivir con estas dos room- ENRIQUE: 1,80. ¿Usted cuándo mide? ¿Usted es más
ENRIQUE: ¿Dayana?, ¿cómo se llamaba? mates que me contactaron por el grupo de WhatsApp alto?
JAIME: Xiomara, es que tiene nombre de ñera. de la universidad. JAIME: 1,78. Dos centímetros menos pero lo que usted
ENRIQUE: Oiga, ¿usted siguió trabajando? LUCAS: Muestre. tiene de altura yo lo tengo en el pipí y ahí se compensa.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
Hay toda una red que incita a enaltecer unas prácticas y sentires, vistos como sanos y normales, aldía.co. 2016. “¿Quién es Rafael Uribe Noguera y por qué es 09. https://www.elheraldo.co/colombia/que-pu-
importante saberlo?” diciembre 6. https://www. do-pasar-por-la-mente-de-rafael-uribe-nogue-
que corresponden con el menosprecio de ciertos seres. Primero, una gran división de género, en
aldia.co/historias/quien-es-rafael-uribe-noguera- ra-309918
la cual un cuerpo sexuado como mujer pasa a ser un objeto paciente en evaluación, una especie y-por-que-es-importante-saberlo
de herramienta para satisfacer el acto sexual. Luego hay que pensar en el componente de clase Las 2 Orillas. 2016. “Las descontroladas rumbas de Ra-
de este cuerpo femenino, sumado a su aspecto físico, para definir su posibilidad de convertirse Colombia.com. 2016. “Rafael Uribe Noguera: Perfil psicológi- fael Uribe Noguera en su apartamento”. di-
co”. diciembre 06. https://www.colombia.com/ac- ciembre 07. https://www.las2orillas.co/
en algo más que un acto sexual de una noche o un paseo y adquirir cierto estatus como pareja. tualidad/nacionales/sdi/147683/rafael-uribe-no- las-descontroladas-rumbas-de-rafael-uribe-no-
guera-perfil-psicologico guera-en-su-apartamento/
Presumiéndose tigre contra burro amarrado, toche contra guayaba madura, el hombre sano El Espectador. 2016a. “Rafael Uribe, retratado”. diciembre 11. Piglia, Ricardo. 1999. “Tres propuestas para el próximo mi-
de la comunidad gomela está listo a dominar, a unas más que a otras, pero tratará siempre de https://www.elespectador.com/bogota/rafael-uri- lenio (y cinco dificultades)”. Conferencia dictada
dominar. Medirá y evaluará, o devaluará todavía más, el cuerpo del otro: “¿mujer?, uy, y ade- be-retratado-article-669944/ en La Habana, Cuba. https://piglia.pubpub.org/
más: ¿costeña o cucuteña, ñera y perra, fea, bocona, vieja, linda pero subida de peso, lesbiana?”; pub/k99hnwfn/release/1
El Espectador. 2016b. “¿Quién es Rafael Uribe Noguera, se-
“¿hombre?, sí, pero ¿realmente hombre: cachaco, blanco, toma trago y come mujeres, pinta, ca- ñalado por el feminicidio de Yuliana Samboní?” Revista Semana. 2016. “Rafael Uribe Noguera: el arquitec-
ballero, futbolista, chistoso, con finca, bravo, pilo pero rumbero?” diciembre 07. https://www.elespectador.com/no- to del mal”. diciembre 11. https://www.semana.
56
57
ticias/bogota/quien-rafael-uribe-noguera-sena- com/nacion/articulo/rafael-uribe-noguera-asesi-
lado-el-feminicidio-de-y-articulo-669402 no-de-yuliana-samboni/508837/
¿De verdad puede uno creer que es el trauma y el consumo de drogas y alcohol lo que pudo pro-
Fajardo, Estefanía. 2016. “¿Qué pudo pasar por la mente
ducir el acto de Noguera, y que no hay ninguna relación con este tipo de socializaciones propias
de Rafael Uribe Noguera?” El Heraldo, diciembre
del Gimnasio Moderno?
He aquí una parte de la peligrosa historia del monstruo sin trauma, contada por fuera del espec-
táculo mediático.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
Este escrito busca caracterizar a los grupos masculinistas que han surgido en las últimas déca- Expresiones en
Nombre Características generales Discursos y estrategias
América Latina
das como reacción conservadora, y en algunos casos extremista, a las conquistas de los feminis-
mos y las luchas de las mujeres. Entendemos por masculinistas, siguiendo a Bonet-Martí (2021, Se organizan alrededor de los vacíos,
frustraciones y ansiedades de estos
58
59
66), a las “agrupaciones y movimientos integrados mayoritariamente por hombres que conside- hombres.
La Asociación de
ran que el feminismo representa una amenaza para el género masculino”. Padres Alejados de sus
Grupo pionero del masculinismo. En Australia y en Estados Unidos, pero
Hijos -APADESHI- en
Surge en los 80s, compuesto por también en países latinoamericanos,
Argentina, organizada
hombres blancos de clase media coinciden con los grupos por los
Estos grupos nacieron en países del Norte global y allí han alcanzado su mayor nivel de orga- Men’s Rights desde los años ´90
y trabajadores estadounidenses derechos de los padres sin custodia.
nización. Esto no quiere decir que no existan en el Sur global “expresiones propias” afines a sus Movement (MRM) - (Petrocelli 2021).
mayores de 50 años.
“El Movimiento por
agendas. Lo que vamos a detallar aquí incluye lo que autores como Flood ([2004] 2021) han lla- Su trabajo se centra en la lucha por
los Derechos de los José Capote. Emplea
Su piedra angular es el libro “El mito las custodias compartidas y contra las
mado backlash, los movimientos de varones enojados o pro-sexistas, lo que autoras como Du- Hombres” la psicología y lo que
del poder masculino”, del politólogo cuotas alimentarias.
denomina “ciencia”
puis-Déri (2018, citado por Bonet-Martí 2021), han denominado antifeminismo masculinista, y Warren Farrel,considerado el padre
para sustentar su
lo que en los últimos años se ha llamado manosphere o “andrósfera”- Es decir, “un conglomerado del Movimiento por los Derechos de Intentan posicionar el derecho de
oposición al feminismo.
los Hombres. los padres biológicos a renunciar a
de movimientos misóginos que operan en Internet y se enfocan en “asuntos de hombres” (Horta Influyente en España y
su paternidad, aduciendo que, si las
América Latina.
Ribeiro et al. 2021). mujeres tienen derecho a abortar, los
hombres deben tenerlo para renunciar
a paternar.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
61
identidad propia (Mentilla 2013;
Coleman 2012; Villar-Aguilés y
Buscan independencia radical de Pecaourt 2021), con pautas de
las mujeres, así como de la cultura comportamiento claramente
Es una subcultura más pequeña que Hacen un uso especializado de las Roma Gallardo es
consumista, asumiendo un estilo de Existen grupos en establecidas.
la anterior, pero cercana. Futrelle herramientas tecnológicas y usan el uno de los trolls con
vida austero. Colombia y otros “bricolaje” y la resignificación para mayor difusión en
(2011) los describe como “muy Se han utilizado diversos términos
países en redes sociales transformar símbolos “dotándolos de un Latinoamérica. Se
Men Going Their parecidos al separatismo lésbico, para definir este fenómeno: “odio
Promulgan 4 fases posteriores a la con este nombre, sus poder burlesco, insultante y subversivo” denomina a sí mismo
Own Way (MGTOW) - pero para hombres hetero” (Lilly online” (online hate), “e-bilis” (e-bile),
pastilla roja: miembros oscilan a través de memes (Coleman 2016; antifeminista y publica
“Hombres yendo por 2016, 46). “misoginia online”, “acoso en red”
1- Rechazar las relaciones a largo plazo entre 25 y 40 años. En Grupos que impulsan Villar-Aguilés y Pecaourt 2021). debates o entrevistas
su propio camino” (Banet-Weiser y Miltner 2016; Citron
con mujeres Colombia, dos de las prácticas gendertrolling sobre feminismo o
No tienen líderes identificables y 2014; Jane 2014) y gendertrolling
2- Rechazar relaciones de corto plazo o páginas consultadas (Troleo de género) Su objetivo no es solo demostrar género, principalmente
se autodefinen como “una reacción (Mantilla 2013; Nagle 2017, Villar-
encuentros casuales con ellas. cuentan con 632 y 1919 la debilidad del rival sino también a mujeres
masculina a los excesos del Aguilés y Pecaourt 2021).
3- Rechazar más dinero del necesario seguidores cada una. humillarlo; una estrategia androcéntrica feministas, quienes
feminismo”.
para sostener su vida. que vuelve al “otro” un “otro femenino”. aparentemente no
4- Desvincularse socialmente por El gendertrolling “es una forma
pueden dar respuesta
completo, rechazar toda interacción. específica de violencia simbólica
Usan imágenes abiertamente racistas, a las preguntas del
(Lilly 2016, 46) en entornos digitales, que se centra
misóginas y antidemocráticas. Youtuber.
en el género y se dirige hacia las
mujeres”. (Mantilla 2013, citado por
Villar-Aguilés y Pecaourt 2021, 36).
Su objetivo es perturbar el discurso
feminista, considerado amenazador.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
63
gobiernos, como parte de una agenda sociales. función de la apariencia. Los Incels y otros grupos creen que el feminismo está perpetuando el
global liderada por el feminismo y la ciclo del determinismo biológico (Coman 2020).
“ideología de género”.
Este argumento enfatiza los costos para los hombres de asumir ciertos roles, como ir a la guerra
o trabajar “más duro” para ser proveedores. También insisten en que los hombres son discrimi-
nados en los casos de divorcio y custodia (Dupuis-Déri 2018, citado por Bonet-Martí 2021). Iden-
tifican un amplio rango de injusticia y negación de derechos, desplazamiento de los hombres
del mercado laboral, de escuelas y universidades, y privación de su rol como padres. También
denuncian políticas de salud y gobierno discriminatorias. La mayoría de estos grupos compar-
ten un discurso de crisis de la masculinidad (Dupuis-Déri 2018, citado por Bonet-Martí 2021;
Kimmell 2013; Lorente 2021).
Muchos grupos masculinistas pertenecen a organizaciones y grupos cristianos conservadores Los grupos que se organizan en asociaciones, hermandades, grupos de padres, lo hacen tam-
que apoyan el modelo tradicional de familia patriarcal. Y “los discursos de quienes piden por los bién para demandar ante gobiernos locales y nacionales la modificación de leyes y políticas,
derechos de [los] padres, dependen —en parte— del capital simbólico generado por las imáge- sobre todo relacionadas con el derecho de familia. En algunos casos lo logran por sus contactos
nes de la ‘nueva paternidad’”. Activistas por los derechos de padres utilizan la imagen del padre con figuras políticas de relevancia y de partidos conservadores y de derecha. Aunque el enemi-
amoroso o “nuevo padre” (Flood 2021, 226). Pese a que muchos de estos discursos se sustentan go común es el feminismo, casi en igual medida lo son las políticas de gays y lesbianas y otros
en el argumento de una custodia compartida, en algunos estudios (Bertoia 1993; Kaye y Tolmie ideales y movimientos progresistas. Por ello atacan las agendas feministas o LGBTIQ+. Para
1998; citados por Flood 2021, 232) se ha identificado que sus pretensiones son tener un mayor alcanzar sus objetivos movilizan campañas en sitios web o por redes sociales hace ya más de
control en la vida de sus hijos y exesposas. 15 años (Flood 2021). Esto evidencia su capacidad de construir comunidades de apoyo a escala
internacional.
Emocionalidades y grupos de autoayuda
Desafíos:
En general, los varones que más participan en grupos de men´s rights están, entre los cuaren-
¿Cómo responder a los grupos por los derechos de los varones?
ta y cincuenta años, con frecuencia divorciados y enojados, y emocionalmente heridos. Como
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65
lo menciona Flood (2021), la idea de “una masculinidad dañada y una paternidad despreciada” Escuchar las historias de vida y validar la emoción
son centrales en la construcción de sus identidades. En ese sentido, se organizan para ofrecer
reuniones de autoayuda, proveer apoyo a varones en procesos de separación y asesorar sobre Coincidimos con Flood (2021) cuando señala la importancia de escuchar las historias de vida de
procedimientos de divorcio y derecho familiar (Flood 2021, 221). estos hombres, quienes quizá han estado atravesados por escenarios de violencia en contextos
familiares, encaran la desigualdad social o enfrentan las exigencias cotidianas del patriarca-
Por otro lado, los grupos de hombres más jóvenes, como los Incel, entre 18 y 30 años, articulan
do para validar su identidad en tanto hombres, varones frustrados por no poder cumplir los
otras emocionalidades: frustración por rechazo de mujeres, un sentimiento profundo de sole-
mandatos del género. También pudieron haber recibido violencia por parte de alguna mujer, o
dad, aburrimiento y ostracismo, lo que los motiva a buscar compañía y comunidad, que normal-
haber enfrentado el maltrato institucional, por ejemplo, en situaciones de custodia parental. Se
mente encuentran en redes sociales. Allí canalizan sus sentimientos y se radicalizan. Esto lleva
podría caer en el error de reproducir el esencialismo al normalizar la capacidad de “aguante” de
a que utilicen sistemas de control como la violencia y el abuso emocional para reconfirmar su
los hombres y burlarse de su dolor desconociendo cómo operan en estas dinámicas los sistemas
condición de ser masculinos.
de opresión.
1 __________ PLANO Y CONTRAPLANO: HOMBRES Y MASCULINIDADES ENTRE LO INSTITUCIONAL Y LO SUBJETIVO
Las opresiones experimentadas por hombres y mujeres se amparan en la cultura patriarcal. La La andrósfera intenta recomponer la autoridad heteropatriarcal, a la vez que manifiesta la crisis
apuesta es invitar al reconocimiento sobre cómo los mandatos de la masculinidad hegemónica del mandato de las masculinidades hegemónicas y cómplices. Muchos hombres no logran estar
establecen expectativas difíciles de alcanzar y han definido rígida e inflexiblemente lo que es a la altura de lo que estos grupos o subculturas llaman un varón “chad”, es decir, alguien exitoso
ser varón. Hay que visibilizar las memorias de dolor o agotamiento al intentar alcanzar este mo- socialmente, deseado por las mujeres y efectivo en el cortejo. Al no encajar en este estereotipo,
delo, enfatizando en que el sistema patriarcal también influye sobre los cuerpos de los hombres muchos hombres, jóvenes y mayores, optan por culpar a las mujeres de sus fracasos; lo lamen-
y los priva del bienestar, los cuidados o el establecimiento de vínculos estrechos. Varias de las table es que esta misoginia y antifeminismo se conviertan en un escenario de organización que
situaciones descritas en este documento pueden ser comprendidas a la luz de las exigencias reproduce posiciones sociales de varones blancos, cisgénero, heterosexuales y generalmente de
impuestas en los hombres, la necesidad de mantener el control y el dominio, la legitimación de clase media, que se expande cada vez más en América Latina.
la violencia para validar la identidad, asumir conductas de riesgo para ser validado por otros, las
El estudio del masculinismo y sus nuevas expresiones, no tiene una motivación académica, sino más
competencias intragénero, etc.
bien política. Analizar sus expresiones de manera rigurosa puede ser de utilidad para enfrentarlo.
Sin embargo, esta invitación debe considerar no solo los sufrimientos en los hombres, sino tam-
bién los dividendos patriarcales (Connell 1995) y las graves afectaciones para la vida y la inte-
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67
Referencias
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hombres, politizando su dolor y sus frustraciones, amparados en la misoginia pre-existente del
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Por esto, deben visibilizarse los mecanismos por los cuales se ha difundido el antifeminismo
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en los varones, y cómo su instrumentalización hace parte de una agenda política y económica
Connell, Raewyn. 1995. “La organización social de la mas-
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Segunda Sección
PRODUCE DIFRACCIONES...
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
la fama de la obra, al punto de que Uribe Escobar ganó el apodo de ‘el Doctor
Los hombres como aliados del Prohibido’. Miguel María Calle, rector de la Universidad de Antioquia, tuvo que
feminismo: el caso del Doctor pedir excusas al arzobispo por haber permitido graduar a Uribe Escobar (estaba
Prohibido enfermo ese día y no pudo asistir a la sesión, fue su excusa). Su madre Leonor
también visitó al mitrado, afortunadamente para su hijo, era amiga de Caycedo
y por su petición no lo excomulgó (Uribe 2018).
Grace Acosta
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Las conversaciones sobre si los hombres pueden o deben ser aliados del feminis-
mo y, en caso afirmativo, cómo deben hacerlo, se están desarrollando cada vez
El argumento central de la tesis busca sustentar la mayor autonomía y protec-
más en los círculos activistas y académicos de América Latina (ver Fabbri 2021).
ción legal de la mujer colombiana, a partir de un análisis jurídico de los artí-
Interesada en estos debates, y buscando historias que muestran que los hom-
culos del Código Civil de 1887, donde “mediante la Ley 57, se instituyó en Co-
bres no siempre están en contradicción del avance de las luchas feministas, quise
lombia un régimen patrimonial del matrimonio único que permitía al hombre
encontrar ejemplos de hombres que se podrían categorizar como aliados en la
administrar libremente todos los bienes del matrimonio y tratar a las mujeres
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historia del feminismo colombiano. En mi búsqueda, tropecé con una breve refe-
casadas como si fueran niñas o interdictas” (Gómez Molina 2015, 43). Uribe Es-
rencia a Ricardo Uribe Escobar (Luna 2004, 59), y el furor que rodeó la aprobación
cobar apela al deseo de que Colombia siga los pasos de sociedades más “mo-
de su tesis de grado, “Notas feministas”, en la Universidad de Antioquia en 1914.
dernas”, principalmente las europeas y norteamericanas, que habían tenido
ciertos avances en la liberación de la mujer. Abre la tesis con una cita del so-
AUribe Escobar nació en 1892 en el seno de la reconocida familia Uribe de la élite cialista utópico francés Charles Fourier: “En una sociedad cualquiera, el grado
medellinense, pariente del general Rafael Uribe Uribe e hijo del político Ricardo de emancipación social se mide por el que en ella ocupan las mujeres” (Uribe
Uribe Gómez, quien había sido alcalde de Medellín. El joven Ricardo, único her- Escobar 1914, 29).
mano liberal de padres conservadores, creció en una mansión en plena calle Ju-
nín. En 1914, Uribe Escobar se graduó como Doctor en Derecho y Ciencias Políticas
La idea de Uribe Escobar de modernizar a la sociedad colombiana fue típica
en la Universidad de Antioquia, con una tesis titulada “Notas feministas”, que ar-
del pensamiento liberal de principios del siglo XX. Este mismo argumento se
gumentaba, principalmente, cambiar la ley para que las mujeres casadas admi-
utilizó cuando se cuestionaron por fin los artículos del Código Civil de 1887 en
nistraran sus propios bienes. Cuando el arzobispo Caycedo se enteró de la apro-
el Congreso, quince años después de que Uribe Escobar presentara su tesis. En
bación de la tesis, prohibió su lectura desde todos los púlpitos y quiso excomulgar
1932, con el fin de la Hegemonía Conservadora y el inicio de la República Li-
a su autor. Por estos hechos, y corriendo la voz por cartas y teléfonos, incrementó
beral, el gobierno del presidente Enrique Olaya Herrera buscó iniciar un “cam-
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
bio hacia una sociedad […] ‘moderna’, como propuesta política de la República 18 del Código Civil, bajo el título “La mujer esclava” (Luna y Villareal 1994; Gu-
Liberal, que buscaba reorientar las políticas públicas hacia la construcción de tiérrez Villegas 1968). Para cuando la condición de las mujeres casadas llegó a
una sociedad ‘civilizada y progresista’ a la altura de los países más adelantados discutirse en el Congreso, entre 1931 y 1932, Uribe Escobar estaba viajando por
socialmente” (Gómez Molina 2015, 44). Europa, por lo que no pudo participar directamente en los debates. A pesar de
la notoriedad del escándalo de la tesis de Uribe Escobar, algunos autores seña-
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lan que sus pensamientos no tuvieron gran impacto en la opinión pública del
país, por un lado porque solo tuvo difusión local y, por otro, por la censura que
De manera particular, Uribe Escobar defiende a la mujer ante los argumentos
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ejercía la iglesia católica (Gaviria Gil et al. 2013, 157) y la prensa que funcionaba
de incapacidad: “la general ausencia intelectiva de la mujer es el natural fruto
bajo la Hegemonía Conservadora.
de su condición social. Abránsele todos los caminos del espíritu, concédale la
ley, como al hombre, completa libertad de acción de su vida social, y la mujer
será muy distinta de cómo ha sido” (Uribe Escobar 1914, 38). También contro- Lo que sí hizo oscilar la balanza en la creación de las condiciones adecuadas
vierte la idea de que la ley tal como está protege a las mujeres de sí mismas, se- para el cambio de esta Ley, que enfrentaba una considerable oposición en el
ñalando que “el bienestar [de la mujer] depende irremediablemente de la vo- Congreso, fue la presión ejercida por el activismo de las mujeres, como una
luntad masculina” (Ibid, 30). Según Escobar Uribe, cambiar la Ley 57 es el punto carta firmada por quinientas mujeres convocadas por Ofelia Uribe en Tunja, en QR3
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inicial para empezar con el proyecto más grande de liberación femenina: “el la que pedían acabar con la discriminación sexual que equiparaba a las muje-
punto más importante de la legislación, en lo que respecta a la mujer, es el que res con incapaces (Velásquez Toro 2004, citada en Gómez Molina 2015), o el IV
trata del régimen de los bienes conyugales. Es esta la cuestión radical de donde Congreso Internacional Femenino, que tuvo lugar en Colombia en diciembre
se deriva la inferioridad social de la mujer. Si es ella esclava en el matrimonio, y de 1930, y que recibió un gran cubrimiento por El Tiempo y El Espectador. La co-
para el matrimonio se la educa, su vida de soltera tiene que ser, forzosamente, bertura de la prensa “despert[ó] en la sociedad un interés por la reivindicación
un preliminar de esclavitud” (Ibid, 43). de los derechos civiles y económicos de la mujer casada, y en algunos congre-
sistas, afinidad por sus ideas.” (Gómez Molina 2015, 52)
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Después de su grado, Uribe Escobar seguía en su campaña por el cambio de la
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Ley 57, como director del El Correo Liberal, el periódico que había fundado en
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1913 con Jesús Tobón Quintero. Y haciendo honor a su apodo, ya bajo la censura
de la Hegemonía Conservadora (Pérez Robles, 2017), también estaba prohibi- Al rastrear el trazo de Uribe Escobar, empecé a plantearme ciertas preguntas y
do por la curia leer y trabajar en este periódico por su orientación liberal. En reflexiones que me gustaría esbozar a modo de conclusión del texto. Me gusta-
1918, por un periodo de seis meses, como forma de protesta contra la conti- ría hacerlo teniendo en cuenta la invitación que nos hace esta Boletina a pen-
nuada vigencia de la Ley, en la portada del periódico se transcribía el artículo sar difractivamente sobre los hombres y las masculinidades, siendo más sutil
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
con los análisis y conclusiones, subrayando que no hay una única verdad que temporáneo apuntan (aunque no es una idea nueva) a que los hombres “se ocupen de lo suyo”,
encontrar (Araiza Díaz 2020). Mis primeras preguntas se refieren a los vacíos abordando el patriarcado mediante el trabajo sobre ellos mismos y sobre otros hombres
en el relato de Uribe Escobar: no pude encontrar ninguna referencia sobre por (Seidler 1994). Pero en Colombia, al principio del siglo XX, la agencia de las mujeres estaba tan
qué Uribe abrazó la causa feminista y específicamente el régimen patrimonial restringida que era indispensable que los hombres empatizaran con la causa y representaran
del matrimonio, ¿Qué le sucedió en su juventud que le dio esta perspectiva? En las ideas feministas en las esferas públicas del poder, mientras ellas ejercían la presión desde
mi búsqueda, el rastro del activismo feminista de Uribe Escobar se agota des- fuera (Gómez Molina 2012, 55). Uribe Escobar fue uno de esos hombres, que desafió a sus
pués de la campaña en El Correo Liberal y me pregunto ¿cómo se sintió cuando pares más conservadores y prestó su voz para la transformación de algunas de las estructuras
se creó la Ley 28 de 1932? ¿Estuvo involucrado en más campañas feministas? legales y políticas del patriarcado.
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no impidieron su matrimonio. De hecho, en los años siguientes se forjó una ca- Gutiérrez Villegas, Javier. 1968. “El patriota verdadero es el
rrera como consejero, magistrado del Tribunal Superior, decano de la Facultad Fabbri, Luciano, ed. 2021. La Masculinidad Incomodada. que hace suyo el dolor de su tierra”. El Tiempo.24
de Derecho y Rector de la Universidad de Antioquia entre 1938 y 1942. Por otro Rosario: UNR y Homo Sapiens. de marzo.
lado, si bien Uribe Escobar fue privilegiado es importante notar que su impacto
Gaviria Gil, María Virginia, Laura Daniela Alzate Tobón, Luna, Lola. 2004. El sujeto sufragista, feminismo y femini-
en la causa feminista fue mínimo. Esto tiene que ver con el contexto político,
Camilo Espinal Arango, Diana Paola Gil Guzmán, dad en Colombia 1930-1957. Cali: La Manzana de
ya que a lo largo de las décadas de 1910 y 1920 la voz de Uribe Escobar fue con-
José Jaime Posada Molina, y Juan Pablo Restrepo la Discordia, Universidad del Valle.
trahegemónica, por lo que ni siquiera sus privilegios le permitieron tener una
QR5 Upegui. 2013. “La incapacidad civil de la mujer
influencia mayor.
Luna, Lola y Norma Villarreal. 1994. Historia, género y
casada en Colombia. Conceptos de la doctrina
política. Movimiento de mujeres y participación
QR5 jurídica en Medellín 1887-1930”. Estudios de De-
política en Colombia 1930-1991. Barcelona: Semi-
recho LXX,156: 141–160.
Mi última serie de preguntas giran en torno a la idea de los hombres como nario Interdisciplinar Mujeres y Sociedad.
aliados del feminismo, y cómo se piensa este concepto hoy en día comparado Gómez Molina, Paola Marcela. 2015. “Régimen patri-
Pérez Robles, Shirley Tatiana. 2017. Inmorales, injuriosos
con el contexto histórico en el cual Uribe Escobar ejerció su activismo. Algunas monial del matrimonio: contexto histórico que
y subversivos: La prensa liberal y socialista du-
corrientes de debate sobre el papel de los hombres en el feminismo más con- rodeó la promulgación de la Ley 28 de 1932”. Re-
rante la Hegemonía Conservadora (1886-1930).
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
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jer liberada al fin de los esquemas patriarcales que la condenaban a moverse
entre dos extremos: la buena esposa, sumisa y casta, siguiendo el modelo de la
Virgen María, o la mala mujer, la mujer pública, la bruja, la Eva que condena a
Adán, la femme fatale que lleva a los hombres a la perdición. De Salomé a Gilda.
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Unos esquemas en los que las mujeres han tenido que moverse entre dos ex-
tremos: el de las virtudes morales y el del miedo. Y ya sabemos que no han sido
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sino mecanismos de poder y de control por parte de quienes nos hemos creído
siempre los importantes. O sea, los hombres. Los que realmente nos beneficia-
mos de una revolución sexual, la de los años 70 del pasado siglo, hecha a nues-
tra imagen y semejanza.
autoridad que sus colegas varones que no suelen tener problema en asumir la condición de reaccionario y conservador, que ya estamos viendo llegar a los parlamentos y
“genios” que, lejos de desaparecer, se acrecienta y consolida con las canas. las instituciones. Un discurso que se nutre de negacionismo, confusión y exhibi-
cionismo machista, como muestra Miguel Lorente (2021). No es casualidad, por
Lo terrible es que la vindicación de Molly/Magüi siga teniendo sentido en 2022. Que las pa-
ejemplo, que en la red encontremos tantos foros de puteros, es decir, de sujetos
labras ásperas y sin filtros que Joyce no pudo publicar en Inglaterra no nos suenen a historia,
prostituidores, donde podemos leer los ataques más iracundos contra las femi-
sino que continúen removiendo las tripas en sociedades como la nuestra. Sociedades formal-
nistas. Estos ataques podrían ser analizados, de manera optimista, como el re-
mente iguales pero en las que no hemos conseguido liberarnos de la estructura de poder del
sultado de lo mucho que ha ido sembrando el feminismo en el planeta, y que no
patriarcado ni de la cultura machista en que se asienta (Lorente 2020)
ha dejado de cuestionar los tres grandes pilares sobre los que se ha sustentado
QR2
la omnipotencia masculina: el poder, la violencia y la misoginia, o la negación
La Molly Bloom de Joyce, en la relectura de Magüi Mira, multiplica su sentido en el contexto
de las mujeres y lo femenino.
de la “cuarta ola feminista” (Cobo 2018),)en esta etapa post #MeToo, en la que el movimiento
feminista, más global y vivo que nunca, ha puesto el foco en las múltiples explotaciones que
QR 2
siguen sufriendo las mujeres, de manera singular en las que tienen que ver con sus cuerpos y
su sexualidad. Unas servidumbres que, lejos de desaparecer, se alimentan y encuentran nue-
vas expresiones gracias a las alianzas entre neoliberalismo y patriarcado (De Miguel 2015). No nos debe extrañar que sea justamente en el ámbito de la sexualidad don-
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Un marco político, económico y casi podríamos decir geoestratégico, que alimenta deseos de seguimos encontrándonos con más prácticas y actitudes que reproducen las
que algunos, dinero mediante, pretenden convertir en derechos. Recordemos cómo, por relaciones jerárquicas de poder que supone el género. Unas prácticas y actitu-
ejemplo, la práctica de los vientres de alquiler se justifica desde el que algunos entienden des de las que además se nutre una poderosísima industria del sexo en la que
como derecho fundamental a la paternidad (Salazar 2018). En este contexto es evidente que confluyen los elementos más perniciosos de la suma patriarcado/neoliberalis-
la máxima kantiana que nos llamaba a tratar a los otros y las otras como fines en sí mismos, mo (Cobo 2021). No es casualidad que la pornografía se haya convertido en una
y no como medios, acaba siendo una aspiración líquida. de las cuestiones centrales en el debate actual sobre la desigualdad, ni que la
prostitución, lejos de desaparecer, se consolide y expanda como esa institución
Estamos asistiendo a un momento global de enorme visibilidad y presencia política del fe-
patriarcal en la que sexo y poder se convierten en las dos caras de una moneda
minismo, tras un siglo XX en el que muchos países, como España, dieron pasos significativos
con rostro de varón (Cobo 2017). De ahí que la clave para abordar jurídicamente
para la igualdad de género desde el punto de vista jurídico, que hoy provocan, en contraparti-
el sistema prostitucional deba ser la sanción de los sujetos prostituidores y la
da, una reacción machista. Una reacción de muchos hombres, a los que Kimmel (2013) llama
deslegitimación social de la práctica (Salazar 2020)
“hombres blancos cabreados”, ante la pérdida progresiva de su estatus tradicional, de buena
parte de las funciones sociales que dieron sentido a la masculinidad y, en definitiva, del po- Es justamente en el sexo en donde muchos hombres encuentran un espacio de
der que ostentan tanto en lo público como en lo privado. Muchos hombres se sienten agra- mantenimiento y reafirmación de su estatus de dominio, ese que en otros con-
viados, víctimas del feminismo y de sus conquistas, y ello está alentando un discurso político textos se ha ido precarizando en un mundo en el que las mujeres ya no están
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
dispuestas a ser tratadas como menores de edad. Los hombres que se sienten mermados en mos dando desde el punto de vista legal, implica la reproducción de unas diná-
su masculinidad encuentran en la cama un lugar donde todavía es posible mantener la re- micas jerárquicas, como si un individuo fuera el destinado a proponer y el otro,
lación sujeto-objeto. Y es justamente ese imaginario el que de manera brutal e insistente la otra para más señas, la que debiera consentir. Tan perverso como el discurso
reproduce la pornografía y, en general, la cultura pornificada que nos habita (Alario 2021). de la tolerancia. En igualdad de condiciones, en igualdad de derechos, sobran
Recordemos que también el sistema insiste en vendernos el potencial del “capital erótico”, la tolerancia y el consentimiento. Pero esa igualdad de condiciones, esa equi-
como cuenta Catherine Hakim (2019), e incluso lo que podríamos llamar, de manera muy potencia, sigue faltando en gran medida en lo relacionado con el amor y con el
perversa, “emprendimiento sexual” (Margs 2022). sexo. Recordemos la vigencia sorprendente del amor romántico entre los más
jóvenes, y de qué manera se conjugan en ese terreno, de acuerdo con Carmen
En este territorio muchos hombres se sienten todavía omnipotentes, heroicos y dominantes,
Ruiz, verbos como controlar, dominar, o conquistar.
y allí es posible mantener los esquemas y los imaginarios que durante siglos han servido para
definir las subjetividades masculina y femenina, así como las relaciones entre ambas: QR 3
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» Los hombres como individuos, frente a las mujeres como idénticas, (Amorós 1987). Noso-
tros con capacidad para definirnos, mientras que ellas han sido siempre heterodesignadas. QR3
» Los hombres como “seres para sí” frente a las mujeres como “seres para otros”, siempre dis- El sexo sigue siendo un espacio en el que los hombres sentimos poder. La excita-
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ponibles para satisfacer nuestros deseos y necesidades. ción sexual nos sigue provocando una sensación de poder. El sexo coitocéntrico y
» Los hombres como seres activos y dominantes, frente a las mujeres como sujetas pasivas, falocéntrico, falonarcisista, que decía Bourdieu (2002), es la mejor escenificación
entregadas, expectantes y sumisas. La Helena raptada, la Penélope que espera, la Perséfo- de nuestro poder soberano. La centralidad del pene, y de nuestros deseos, en el
ne violada, la Virgen María como madre subrogada del Redentor. Las mujeres cautivas de porno es la metáfora más explícita de los dos presupuestos sobre los que durante
Pedro Almodóvar (Salazar 2016). siglos hemos construido el orden cultural y político del patriarcado: 1º) Los hom-
bres somos los importantes; 2º) Los hombres somos superiores a las mujeres.
En esos esquemas binarios hemos insertado tradicionalmente una sexualidad, la masculina,
Se trata de dos mentiras que redundan en que el estatus masculino sea siem- QR4
que ha erotizado la sumisión de las mujeres, incluso el uso de la violencia contra ellas. Y para
pre frágil y esté siempre en crisis, necesitado de demostración y de aval público.
ese goce, los hombres hemos necesitado deshumanizar a las mujeres, cosificarlas, negarles
De ahí la importancia de la fratría, del grupo de iguales, en ese reconocimiento.
su condición de sujetos. Esto nos ha permitido sentirnos irresponsables frente a ellas, nos
Fratría que también juega un papel destacado en el eje horizontal de poder que
ha liberado de cualquier inquietud moral frente a nuestros abusos, nos ha facilitado incluso
se articula en la violencia sexual contra las mujeres. En estos ejercicios de vio-
hacernos creer que ellas, libremente, disfrutaban al hacernos disfrutar a nosotros.
lencia hay una celebración grupal de la cosificación de las mujeres. Las mana-
La sexualidad sigue siendo un territorio en el que, para la mayoría de hombres, no caben ni la das no son sino la expresión más dramática de esos “pactos juramentados entre
empatía ni la reciprocidad. El mismo término “consentimiento”, al que tantas vueltas le esta- varones” (Amorós 1991) que siguen alimentando hoy por hoy el contrato sexual.
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
Todo ello no debería ser sino parte del recorrido hacia ese horizonte utópico que nos lleve a
QR 5 una sociedad sin géneros, porque la utopía, y la imaginación, son motores de transformación
social. Un horizonte en el que nacer con una determinada genitalidad no sea condicionante
de oportunidades, expectativas o recursos. De ahí que el objetivo no sea encontrar una nueva
De todo lo anterior es fácil deducir que, como sentenció Kate Millet (2017, 67-
masculinidad, ni siquiera desarmarla (Ranea 2021), sino abolirla. Que se la metan los hom-
68), “el sexo es una categoría social impregnada de política”. Y lo es porque pro-
bres por el culo, como nos diría Molly Bloom.
duce y reproduce relaciones jerárquicas, bajo el esquema del dominio masculi-
no y la subordinación femenina. Una posición hegemónica de dominio que se
mantiene gracias al uso reiterado de múltiples violencias, entre ellas la sexual,
que se banaliza y se identifica con el sexo. E incluso, como cuenta Mónica Alario
(2020), se nos vende como algo transgresor, rompedor, moderno. Se establece
así una íntima conexión entre una larguísima memoria de relatos culturales
QR5 Bibliografía
que incluso han legitimado el uso y abuso de menores de edad, y las narrativas
audiovisuales que ahora insisten en la “feminidad enfatizada” (Connell 1987) y
Alario, Mónica. 2020. “La pornografía, escuela de violen- Bourdieu, Pierre. 2002 La dominación masculina. Barcelo-
que nos confirman cómo el género se proyecta en mandatos sobre los cuerpos,
84
85
cia sexual contra mujeres y niñas.” En VIII Jornada na: Anagrama.
se inscribe singularmente en el cuerpo de las mujeres. Unos cuerpos de los que
anual de AMS Agenda Feminista y violencia contra las
los hombres nos hemos adueñado, como también lo hemos hecho depredan-
Cobo, Rosa. 2017. La prostitución en el corazón del capitalis-
mujeres, 9 de diciembre, 2020. https://youtu.be/
do pueblos, territorios y recursos. El sacrosanto derecho de propiedad sobre los
mo. Madrid: La Catarata.
qLA_bP2xJJ0
bienes y sobre los otros y las otras. La masculinidad como “capacidad de adue-
ñarse” (Segato 2016). Cobo, Rosa. 2018. “Cuarta ola feminista”. Dominio Público,
Alario, Mónica. 2021. Política sexual de la pornografía. Ma-
Público, 15 de Marzo. https://blogs.publico.es/do-
drid: Cátedra.
Necesitamos pues, con urgencia, una política de la sexualidad que sea una polí-
miniopublico/25352/cuarta-ola-feminista/
tica de y para la igualdad. Que ponga las bases sociales, económicas y culturales
Amorós, Celia. 1987. “Espacio de los Iguales, espacio de las
para que mujeres y hombres seamos equivalentes. También en la cama (Reque- Cobo, Rosa. 2021. Pornografía. El placer del poder. Barcelona:
idénticas. Nota sobre poder y principio de indivi-
na 2021). Una política que en buena lógica feminista deberá posicionarse en Ediciones B.
duación”, Arbor CXXVIII:113-127.
contra de cualquier práctica que implique explotación o servidumbre.
Connell, Raewyn. 1987. Gender and Power. Society, the Per-
Amorós, Celia. 1991. Hacia una crítica de la razón patriarcal.
Necesitamos políticas de igualdad dirigidas a hombres y, sobre todo, una edu- son and Sexual Politics. Redwood City: Stanford
Madrid: Anthropos.
cación sexual que parta del reconocimiento de la autonomía y reciprocidad de University Press.
todos los sujetos. Necesitamos aprender a follar con empatía (Gimeno 2018).
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
De Miguel, Ana. 2015. Neoliberalismo sexual. Madrid: Cátedra. Millet, Kate. 2017. Política sexual. Madrid: Cátedra,.
Transformando discursos, normas y
Gimeno, Beatriz. ‘Sexo y empatía. Las bases éticas de fo- Ranea, Beatriz. 2021.Desarmar la masculinidad. Madrid: La prácticas: masculinidades y pedagogías
llar”. Tribuna, Contexto y Acción, 27 de Mayo, 2018. Catarata.
https://ctxt.es/es/20180523/Firmas/19815/sexo-fe-
inclusivas de género en el contexto
minismo-empatia-sexualidad-machista.htm
Requena, Ana. 2021. Feminismo vibrante. Barcelona: Roca. portugués
Salazar Benítez, Octavio. 2016. “Almodóvar y los cautive-
Hakim, Catherine. 2019. “Why attractiveness is the key to
Rita Alcaire y Tatiana Moura
rios de las mujeres”. Blogs, HuffPost, 12 de Abril.
success in the 21st century”. En Ciudad de las Ideas,
https://www.huffingtonpost.es/octavio-salazar/
Auditorio Metropolitano de Puebla, 8 de noviembre, “¡Dejen la infancia en paz!”
almodovar-y-los-cautiveri_b_9660226.html
2019. https://youtu.be/ACenIXVH2GY
En los últimos años, fueron varios los episodios que han enfrentado cuestiones de diversidad
Salazar Benítez, Octavio. 2018. La gestación para otros. Ma-
Kimmel, Michael. 2013. Angry white men: American masculi- sexual y de género con sectores tradicionales de la sociedad portuguesa. De hecho, existe una
drid: Dykinson.
nity at the end of an era. Nueva York: Nationbooks. creciente preocupación en las democracias liberales por una ola de ataques a la legitimidad de
la ciencia por parte de movimientos y partidos populistas, que consisten en intentos de des-
Salazar Benítez, Octavio. 2020. “La sanción de los sujetos
Lorente Acosta, Miguel. 2020. Autopsia al machismo. Gra-
86
87
acreditar a la comunidad científica junto con campañas de gran alcance contra instituciones
prostituyentes”, Libres, dignas e iguales: las claves
nada: Comares.
educativas, intelectuales públicos y personas expertas (Toldy y Garraio 2020). Portugal ha sido
jurídico-críticas de la prostitución y el trabajo sexual,
testigo de esto, anclado principalmente en el ataque a la “ideología de género”. La idea general
Lorente Acosta, Miguel. 2021. “Negacionismo y Violencia coord. por Leonor Suárez y María Valvidares, 103-
es la protección de la (idea de) familia tradicional, la defensa del (supuesto) interés superior de
de Género”. En Conmemoración del 25N, Día Inter- 121. Valencia: Tirant.
la niñez y del derecho de los responsables parentales a impedir que en las escuelas se aborden
nacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Segato, Rita. 2016. La guerra contra las mujeres. Madrid: Tra- temas relacionados con la diversidad sexual y de género (Santos y Alcaire 2020).
Mujer, Universidad Internacional de Andalucía
ficantes de sueños.
(UNIA), 26 de noviembre, 2021. https://youtu.be/
El contexto sociopolítico actual ha puesto en entredicho, por tanto, la credibilidad del conoci-
ihKUejM0sEk
miento basado en evidencias en el área de los estudios de género, lo que plantea serios obs-
táculos para combatir la discriminación y la desigualdad. Hoy existe un conjunto de políticas
Margs, Andy. 2022 . “Conoce la generación de empren-
públicas y leyes dentro de la Unión Europea que no solo monitorean los temas de igualdad de
dedores sexuales, que venden su cuerpo virtual-
género, sino que también protegen a los grupos considerados más vulnerables a la discrimina-
mente al mejor postor”. Actualidad, Q’pasa , 8 de
ción y otros tipos de violencia. Sin embargo, las prácticas educativas en las escuelas revelan la
Junio. https://qpasa.com/actualidad/onlyfans-
persistencia de obstáculos de carácter sociocultural, resistentes al cambio. Los estudios tam-
la-red-social-para-adultos-en-la-que-ganas-mi-
bién muestran que existe una perpetuación de la violencia a lo largo de la vida y de generación
llones-de-dolares-al-mes/
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
en generación y que la exposición a la violencia antes de los 18 años tiene una correlación muy
La lente de las masculinidades en la construcción de pedagogías transformadoras a
fuerte con la realización de la violencia en la edad adulta (Taylor et al. 2016). Las personas adul-
lo largo del ciclo de vida, en Portugal
tas demuestran actitudes de menor igualdad de género cuanto mayor es su exposición a con-
textos de violencia en la niñez y la juventud. El concepto de masculinidades es complejo y heterogéneo, parte de una noción relacional de
género, que interactúa con las feminidades y las jerarquías de género y que es fluida y dinámi-
Uno de los ejes principales para comprender estos ciclos de violencia es el abordaje de las mas-
ca en el tiempo y según el contexto (Connell 1995). Un enfoque feminista interseccional de las
culinidades, más precisamente del papel de las normas e identidades de género en la socializa-
masculinidades permite cuestionar los modelos hegemónicos de manera crítica y cobra espe-
ción de niños y hombres. Lo que se pretende transmitir en los contextos educativos son hechos
cial relevancia en tiempos de crisis (Moura 2015; 2020), como el actual, atravesado por una pan-
científicos, ya sean de las ciencias naturales o de las ciencias sociales y humanas, y la presenta-
demia, emergencia climática y (más) una guerra de gran escala. Es en momentos como estos
ción de la realidad tal cual es: diversa, compleja y en constante cambio. Y la intención que pueda
cuando vemos que se exacerban los comportamientos extremos y violentos.
haber de silenciar la diversidad constituye en sí misma una posición ideológica limitante sobre
quién puede hablar, qué puede decirse o ser reconocido en el contexto del aula y, en consecuen- Sabemos que una de las formas de desafiar estas desigualdades y reducir la experiencia de
cia, en la vida en sociedad. Además, esta actitud lleva consigo la suposición de que las niñas, discriminación de género es a través de la educación y la concienciación sobre la igualdad de
niños y jóvenes no saben tomar decisiones y posicionarse frente a la información que reciben y género y la diversidad género-genérica. Es fundamental llegar a un gran número de personas
que, por tanto, esa información debe ser elegida y mediada por alguien adulto/a. La creación e de diferentes edades, principalmente niñas/os y jóvenes de diferentes orígenes y contextos so-
88
89
implementación de pedagogías y metodologías inclusivas que transforman actitudes y normas ciales, sobre todo si tenemos en cuenta que la infancia y juventud son bastante permeables a
de género ya ha demostrado tener efectos prácticos en varios niveles, a saber, con respecto a la los estereotipos de género. También es crucial llegar a profesionales de la salud -en diferentes
promoción de masculinidades no violentas y equitativas. áreas- y de la educación -docentes y auxiliares- brindándoles y creando conjuntamente herra-
mientas transformadoras que respondan a las necesidades específicas de su trabajo. Es en este
La investigación e intervención desarrollada en las últimas dos décadas en América Latina ates-
contexto – y muy inspirado en las metodologías del Instituto PROMUNDO y del Observatorio
tigua que estas metodologías tienen efectos directos e inmediatos, pero también una posibili-
Masculinidades. pt del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra (Portugal) –
dad de impactar a mediano y largo plazo en la subjetividad de quienes están expuestos y, como
que se desarrolla el trabajo de investigación e intervención de este equipo en los proyectos que
consecuencia, su normatividad es cuestionada y deconstruida. Esto se debe a que construir una
presentamos brevemente a continuación.
sociedad más diversa e inclusiva implica complejizar las relaciones sociales y redefinir fronteras.
Esta experiencia acumulada, inspirada en el trabajo de investigación-acción del equipo inter- EQUI-X Promoción de estrategias innovadoras para la construcción de identidades de género
disciplinario al que pertenecen las autoras, ha contribuido a profundizar los diálogos Sur-Norte y para la implicación de hombres y niños en modelos de masculinidades no violentas (enero
y adaptar las lecciones aprendidas en países como Portugal y otros de Europa. 2018 - diciembre 2020; Portugal, España, Alemania, Bélgica, Croacia)
El Proyecto EQUI-X utilizó un enfoque sincronizado de género con el objetivo de lograr la equi-
dad de género y prevenir la violencia en sus múltiples formas, a través de la discusión de femini-
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
dades y modelos de masculinidad no violentos y equitativos. EQUI-X tenía como objetivo traer KINDER - Desafiando a los estereotipos de género en la educación y primera infancia: cons-
nuevos enfoques a la Unión Europea para prevenir la violencia de género entre niñas/mujeres y truyendo una Pedagogía Inclusiva en Educación Infantil (enero 2021 - diciembre 2022; Portu-
niños/hombres, de diferentes edades y orígenes. También tiene como objetivo promover estra- gal, España, Croacia).
tegias innovadoras que empoderen a niñas/mujeres y niños/hombres, abordando la construc-
Su objetivo principal es desarrollar un programa transformador de formación eficaz e innova-
ción de género y promoviendo modelos no violentos de masculinidad. El objetivo fue fortalecer
dor para profesionales que trabajan con niños en preescolar (3-6 años) y en los primeros ciclos
las relaciones entre la Academia de la UE y las ONG para los programas de prevención y concien-
de educación básica obligatoria (7-12 años). A través de una formación especializada, el proyec-
ciación sobre la violencia de género. La metodología de este proyecto se basó en los programas
to KINDER está dotando a docentes y profesionales del ámbito de la educación de herramien-
H y M de Promundo, reconocidos por la Organización Mundial de la Salud como programas de
tas para transformar los estereotipos de género, permitiéndoles dar respuesta a las necesidades
buenas prácticas, basados en evidencia fundamentada en enfoques pedagógicos transforma-
específicas de niñas y niños en los procesos de enseñanza y aprendizaje desde una perspectiva
dores de normas de género, que cuestionan los roles, identidades y normas de género entre
de igualdad de género. Nuestra estrategia es dotar a los profesionales de la educación de co-
niñas y niños. mujeres y hombres de varias edades.
nocimientos, habilidades y actitudes hacia una pedagogía sensible al género (promoviendo al
PARENT: Promoción, Sensibilización e Involucramiento de los Hombres en las Transforma- mismo tiempo un cambio de comportamiento a partir de la transmisión a veces inconsciente de
ciones del Cuidado (febrero 2019 - junio 2021; Portugal, Italia, Austria, Lituania). estereotipos de género por parte de estas/os profesionales). KINDER apoyará así a la gestión es-
colar ya las autoridades nacionales en la integración de las cuestiones de género en la infancia.
90
91
A nivel mundial, hombres y mujeres aún comparten de manera desigual la división del trabajo de
cuidados, entendido como el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que se realiza tan- X-MEN “Masculinidades, Empatía, No violencia” (enero 2022-diciembre 2023; Portugal, Espa-
to en el hogar como en la sociedad. Este desequilibrio afecta negativamente no solo a hombres, ña, Croacia, Bélgica).
mujeres y niñas/os, sino también a la dinámica de género y a la propia economía. PARENT tuvo
Este proyecto, que ya se encuentra en su fase de puesta en marcha, pretende romper los ciclos
como objetivo involucrar a los hombres en la prestación de cuidados corresponsables, así como
de exposición a la violencia en la infancia y la adolescencia que originan - y también son genera-
sensibilizar sobre la articulación entre la promoción de prácticas de cuidado y la prevención de la
dores - de desigualdades de género. Además de varios impactos en los campos de la economía
violencia de género. El proyecto PARENT se basa en metodologías desarrolladas en el ámbito del
y la salud, la pandemia de COVID-19 ha traído nuevos desafíos a las estrategias para combatir
Programa P: Involucrando a los Hombres en la Paternidad, el Cuidado y la Salud Materno-Infantil
y prevenir la violencia de género. X-MEN propone un enfoque renovado sobre la violencia y sus
(Instituto Promundo, Brasil), que ya ha sido implementado y evaluado en diferentes contextos
implicaciones en la construcción de masculinidades y desigualdades de género, en contextos
mundiales. Los principales beneficiarios de este programa incluyeron al sector de la salud, los
vulnerables en los que los impactos del COVID-19 aún son poco conocidos. El proyecto X-MEN
padres y sus parejas, así como otros hombres con un papel activo en los roles de cuidado.
se enfoca en un público vulnerable -jóvenes de entre 12 y 18 años en contextos institucionales,
como centros educativos y centros de recepción de menores no acompañados migrantes- que
han presenciado, practicado o han sido víctimas de formas de agresión y violencia en sus múlti-
ples formas y que se encuentran aislados de sus contextos familiares y de sus comunidades. El
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
proyecto tiene como objetivo producir conocimiento sobre los impactos del COVID-19 en las ex- Referencias citadas
presiones, relaciones de género y comportamientos de género y, al mismo tiempo, promover la
Connell, Raewyn. 1995. Masculinities. Cambridge: Polity Toldy, Teresa y Júlia Garraio. 2020. “Gender Ideology: A Dis-
formación de profesionales de la educación y la acción social, proporcionándoles herramientas
Press. course That Threatens Gender Equality.” En Gender
validadas internacionalmente y adaptadas a los contextos. En Portugal, X-MEN también cuenta
Equality. Encyclopedia of the UN Sustainable Develo-
con el apoyo de la CIG – Comisión de Ciudadanía e Igualdad de Género y la Dirección General de
Moura, Tatiana, Esther Spindler y Alice Taylor. 2015. “Por-
pment Goals, edited by Walter Leal Filho, Anabela
Reinserción y Servicios Penitenciarios.
tugal’s Masculinities Crisis: Gender equality in the
Azul., Luciana Brandli., Amanda Lange Salvia. y
era of flagging economies.” Ex-Aequo – APEM 32:
Retos y caminos futuros Tony Wall, 543–554. Cham: Springer. https://doi.
87–100.
org/10.1007/978-3-319-70060-1_86-1
Entre los retos, comunes a todos los proyectos, identificamos la corta duración de la financia-
Moura, Tatiana. 2020. “Patriarcado, masculinidades e pan-
ción (con presupuesto para 2 años), y la garantía de sostenibilidad. Al mismo tiempo, es nece-
demia.” En Palavras para lá da pandemia: cem lados de
sario garantizar la formación continua de profesionales (educación, salud, etc.), para que in-
uma crise, editado por José Reis, 78. Coimbra: CES, Uni-
corporen en sus cotidianos las metodologías transformadoras de las normas de género y, así,
versidade de Coimbra. https://ces.uc.pt/publicacoes/
puedan contribuir para prevenir violencias machistas y de género y promover masculinidades
palavras-pandemia/?lang=1&id=30324 Santos,
no violentas y equitativas. El cambio de gobierno es también un factor que hay que considerar:
92
93
Ana Cristina y Rita Alcaire. 2020. “The heterocis-
articulaciones y cooperación estrecha con la secretaria de estado para la ciudadanía e igualdad
normative glass ceiling: a literature and survey
u otros ministerios pueden cambiar cuando cambian los equipos. Además, la evaluación de los
review of LGBTQI+ discrimination in the workpla-
proyectos EQUI-X y PARENT llevó a una reflexión sobre la integración de una perspectiva con un
ce in Portugal.” DIAL Working Paper Series 17.
enfoque en primera infancia y facilitar diálogos intersectoriales (entre el sector de la salud y de
la educación, por ejemplo).
Taylor, Alice, Tatiana Moura, Jefferson de Lara Scabio, Elis
Borde, João Sucena Afonso y Gary Barker. 2016.
This isn’t the life for you: Masculinities and nonviolence
in Rio de Janeiro, Brazil. Results from the International
Men and Gender Equality Survey (IMAGES) with a
focus on urban violence. Washington, DC y Rio de
Janeiro: Promundo.
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
Masculinidades: ¿Pueden los hombres muestra cómo los hombres, aunque tengan con las mujeres similares marcadores sociales de
diferencia, siempre mantendrán una ventaja de género sobre ellas, ya que todas las opresiones,
desafiar la estructura patriarcal? explotaciones, violencias y discriminaciones que vive la humanidad (mujeres, hombres y per-
sonas intersexuales) y la naturaleza, están históricamente construidas sobre el cuerpo sexuado
Amaral Arévalo y Marcos Nascimento de las mujeres. Desde el feminismo comunitario, el patriarcado se comprende gráficamente de
la siguiente forma (Paredes 2014, 83):
Las luchas políticas de las feministas por el derecho a decidir, contra los feminicidios, por una
vida libre de violencia, por la igualdad social, contra toda forma de discriminación, en defensa
del territorio-agua-cuerpo-naturaleza, entre muchas otras, han tenido en las últimas décadas
impacto en las formas de organización y perspectivas de los movimientos sociales. Los ejem-
plos anteriores son una muestra de luchas que las mujeres realizan y que, colateralmente, han
incentivado a algunos hombres a querer conocer más sobre los feminismos e incluso a involu-
crarse en sus luchas políticas como “aliados”, “colaboradores”, “acompañantes”, “amigos” y hasta
“hombres feministas”. Este texto tiene como objetivo visibilizar algunos de los retos de los hom-
bres para desafiar la estructura patriarcal, principal barrera para comprender las propuestas y
94
95
demandas políticas de los feminismos. Estas reflexiones tuvieron su origen en la elaboración
de un currículo, bajo los auspicios de la Alianza MenEngage, para hacer un proceso de reflexión
sobre masculinidades desde perspectivas feministas.
Patriarcado
La utilización del concepto de patriarcado al interior del feminismo se puede datar en la década de
1970, en el momento de una explosión de epistemologías feministas para analizar las experien-
cias de vida, subjetividades y problemáticas de las mujeres desde su propia mirada. El patriarcado
constituye sujetos políticos y, para ser más específicos, sujetos para dominar (mujeres) y sujetos
Esquema A:
para oprimir (hombres). La investigadora feminista Melissa Fernández Chagoya indica que “[…] el
Patriarcado
patriarcado está pensado por hombres, para beneficio de los hombres y su control sobre las muje-
res y, si bien el patriarcado es ideología, también se materializa, es decir, tiene responsables y éstos
son principalmente los varones” (2019, 177). Comprendemos la existencia de una diversidad de la
masculinidad, sin embargo, para este texto –dada su extensión– nos centraremos únicamente en
reflexionar sobre la masculinidad construida y practicada por hombres cisgénero.
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
La masculinidad, construida histórica y socialmente, tiene un elemento clave que es la relación cado, se debe a la interacción y uso de estas categorías, las cuales proporcionan un campo de
de poder; la posición superior de los hombres en esta gráfica del patriarcado representa esa autoprotección. Para comprenderlo mejor lo graficamos de la siguiente forma en el esquema B.
relación de poder sobre las mujeres. Sin embargo, existen relaciones de poder entre hombres,
específicamente sobre aquellos marcados por orientación sexual, clase social, raza, etnia, color La estructura patriarcal estaría integrada por tres círculos concéntricos. El círculo exterior esta-
de piel, lugar de residencia, sobre quienes se dice que no logran alcanzar el “ideal de macho”, ría representado por las violencias que el machismo promueve. El machismo sería una serie de
negando las múltiples formas de ser hombre o de posibilidades de construcción de las mascu- conductas y comportamientos relacionados con el ejercicio de la violencia sobre las mujeres,
linidades. El sociólogo y activista Jokin Azpiazu define así al “hombre dominante”: “[…] es quien los hombres que no son leídos como “machos” y contra la naturaleza. En este nivel de la estruc-
no muestra sus sentimientos, quien ejerce autoridad por todos los medios, quien hace uso auto- tura patriarcal se pueden realizar cambios visibles, se pueden modificar conductas designadas
legitimado de la violencia, quien no tiene contacto sexual o afectivo con otros hombres, quien se como machistas, como hacer oficios domésticos, involucrarse en la crianza de los hijos, cuidar
pone en riesgo para mostrar su valentía” (Azpiazu 2017, 34). El “macho” u “hombre dominante” es de su salud, no cometer actos de violencia física, psicológica, patrimonial y sexual sobre las mu-
el sujeto ideal de los privilegios en el patriarcado. Los hombres y mujeres, independientemente jeres, dejar de emitir injurias homofóbicas, etc. Los cambios son perceptibles, ya que se realizan
de otros marcadores sociales de diferencia, son afectados y afectadas por el patriarcado como en el plano concreto de lo físico. Lo cual no implica, en estricto sentido, dejar de tener privilegios
expresión de un orden social de género desigual y violento. y poder en la estructura patriarcal.
Estructura patriarcal
96
97
Propiciar acciones de transformación de las violencias patriarcales que oprimen a las mujeres,
a los hombres y a la naturaleza, es una lucha contra el patriarcado y no una lucha contra los
hombres. Al igual que las mujeres y la naturaleza, los hombres pueden ser víctimas del patriar-
cado, como chivos expiatorios necesarios para mantener la estructura patriarcal y los privilegios.
Romper la estructura patriarcal es una tarea compleja para los hombres. ¿Por qué? Para explicar
esta situación retomamos las palabras de Fernández Chagoya, quien define la estructura pa-
triarcal de la siguiente forma:
[…] se refiere a la distribución y percepción social desigual del poder entre hombres y mujeres
en la cual los varones tienen preeminencia en uno o varios aspectos de la vida, tales como la au-
tonomía personal en las relaciones sociales, la participación en el espacio público–político y la Esquema B:
atribución de estatus y prestigio a las distintas ocupaciones de hombres y mujeres; ocupaciones Estructura patriarcal
determinadas por la división sexual del trabajo (Fernández Chagoya 2019, 18).
En el segundo círculo, el campo de los privilegios, los cambios y transformaciones son más di-
fíciles de percibir, e incluso se pueden falsear presentando prácticas y discursos paritarios y sin
jerarquías mientras se mantiene en la intimidad el pacto con el patriarcado que permite el uso y
usufructo de los privilegios y el poder. Este es uno de los puntos al que prestan especial atención
quienes investigan y reflexionan sobre hombres y feminismo. Fernández Chagoya, en su estudio
sobre hombres activistas que se han involucrado en las demandas feministas, utiliza la expre-
sión “optimismo del autoengaño” para explicar el “[…] riesgo de que los hombres profeministas
[se crean] cambiando o cambiados y que son hombres nuevos y, no obstante, el machismo siga
siendo parte de sus constructos” (2019, 56).
En cuanto al primer círculo, Jokin Azpiazu, desde las reflexiones sobre su participación en gru-
pos de hombres profeministas, explica que, aunque saben que la estructura patriarcal, los pri-
vilegios y el poder deben erradicarse, es una tarea difícil de realizar ya que “[…] no [es] un sim-
ple enemigo que batir, es el enemigo que crece dentro de nosotros y en el que nosotros hemos
crecido.” (Azpiazu 2017, 53). Esto causa, según Azpiazu, que los hombres sean más “perezosos” y
Esquema C:
“mezquinos” para generar cambios drásticos y reales en la estructura patriarcal, o como expre-
98
99
Modelo de Adaptación
sa Fernández Chagoya (2019), para hacer una “renuncia radical a la masculinidad”. Esa pereza,
mezquindad y miedo a la renuncia de la masculinidad, promueve la creación de modelos para
mantener privilegios y poder como la adaptación, la edulcoración y el pánico machista .
El patriarca seduce a los hombres por medio de los privilegios para mantener el pacto con él.
Los hombres, de forma consciente o no, saben que poseer privilegios hace más fáciles sus vidas,
y muchas veces no son conscientes de que para que esa vida sea así las mujeres sufren, son
oprimidas o explotadas. La trampa de privilegios es algo que puede impedir procesos reales de
transformación de la estructura patriarcal, como lo plantea Azpiazu: “Los hombres seguimos
abiertos al cambio, a adquirir nuevas habilidades y a explorar nuevos caminos, siempre y cuan-
do no nos hagan perder lo que ya teníamos” (2017, 66).
En este punto aparece la “sospecha feminista”. Esta describe “[…] el recelo que algunas mujeres
feministas tienen ante la idea de que los hombres puedan, en efecto, cambiar sus actitudes y no
buscar detentar el poder que, supuestamente, las mujeres estamos ganando” (Fernández 2019,
56). En este punto se debe reconocer que hay hombres que hacen uso de los planteamientos
de los feminismos para mantener su estatus y privilegios, pero también hay hombres que bus-
can modificar sus prácticas de poder. ¿Cómo diferenciar uno de otro? Las siguientes palabras de
Fernández Chagoya pueden ser una guía inicial: “El proceso de aprehensión del pensamiento
Esquema D:
feminista en varones activistas no sólo es discursivo sino práctico, es decir, se materializa en las
100
101
Modelo de Edulcoración
acciones cotidianas de los sujetos” (2019, 20).
Esquema E:
Esquema F:
Pánico Machista
102
103
Modelo paritario
En la base de ese pánico machista hay una serie de discursos y acciones políticas y sociales que La extinción de fronteras simbólicas entre hombres y mujeres se logra a través de cambios co-
generan desinformación, miedo o repudio a las demandas feministas. Términos como “femina- tidianos por parte de los hombres, y para evitar que el sistema patriarcal se reorganice para
zi” o “abortista” condensan esa carga negativa a las demandas feministas. Tampoco podemos mantener el status quo, son necesarias transformaciones estructurales que no son necesaria-
dejar de lado el discurso de la “ideología de género” que se ha popularizado en los últimos años mente el resultado de cambios puntuales y aislados, sino de un proceso coordinado entre diver-
y que sirve para satanizar cualquier avance, por mínimo que sea, de las demandas feministas y sas estructuras sociales, económicas, políticas y culturales. En ese proceso, existe una convicción
los derechos de las personas LGBTI+ (Graff 2020). a tener siempre presente:
Reflexión final Los hombres activistas que deseen y puedan devenir sujetos políticos del feminismo son ca-
paces de abandonar su punto de vista masculino, su lugar en la clase social de hombres y su
Los hombres que desean cuestionar y luchar contra el patriarcado deben reconocer el campo de género masculino transformando su propia subjetividad (Fernández 2019, 194).
privilegios que poseen, y, a pesar de esos privilegios, comenzar a construir relaciones equitativas
entre mujeres y hombres, escapar de la lógica horizontal patriarcal del poder como opresión En el título de este texto preguntamos: ¿Pueden los hombres desafiar la estructura patriarcal?
y pasar a una lógica vertical del “poder compartido”. Queremos trazar como posible punto de Como respuesta, podemos afirmar categóricamente que los hombres pueden desafiar la es-
llegada un modelo paritario y sin jerarquía entre hombres y mujeres. tructura patriarcal y generar cambios por medio de compromisos y acciones individuales y co-
lectivas. Ahora, la pregunta que dejamos abierta es: ¿Cuál es tu compromiso de cambio?
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
QR1
¿Violentas masculinidades o profundos
dolores racializados?
Astrid Yulieth Cuero Montenegro
“Tenemos bastante crítica y odio hacia lo que la sociedad ha hecho de los hombres: lo
que apoyan, como actúan, y cómo oprimen. Pero no tenemos la noción descabellada de
QR1
que esto sucede por ser hombre en sí, es decir que la anatomía masculina los hace como
son. Como Negras encontramos que cualquier tipo de determinismo biológico es una
Referencias
base peligrosa y reaccionaria para construir una política”. Una declaración Feminista
Negra. Colectiva del Río Combahee (1988, 177).
Azpiazu, Jokin. 2017. Masculinidades y feminismo. Barce-
lona: Virus Editorial.
Voy a tomar la situación de la bofetada de Will Smith a Chris Rock en la pasada gala de los
104
105
Premios Oscar, provocada por la broma de mal gusto hacia el corte de pelo de Jada Pinkett
Fernández Chagoya, Melissa. 2019. ¿Hombres feministas?
Smith, como un macguffin que me permita reflexionar sobre la relación entre violencia física y
El complejo zigzagueo entre lo público y lo priva-
simbólica, autodefensa antirracista y masculinidades racializadas. Y desarrollo esta reflexión
do. Ciudad de México: CEAM-INAH.
como una mujer negra, y una feminista negra antirracista, que ha sido objeto de múltiples
Graff, Agnieszka. 2020. “Ideología de género: conceptos burlas de este tipo, sobre su corporalidad y sentido estético, y quien también ha vivido varia-
débiles, política poderosa”. ¡Habemus Género! das formas de ejercicio de violencia imbricada de carácter racista, sexista y clasista. Un macgu-
La Iglesia católica e Ideología de Género. ffin es un recurso del lenguaje cinematográfico, que resulta irrelevante y que funciona como
Editado por Sara Bracke y David Paternotte, distractor de la trama principal. Tiene un carácter superficial en tanto esconde el subtexto que
84-91. Rio de Janeiro: Observatorio de Sexualidad sostiene las relaciones profundas que se tejen entre los protagonistas principales de una pe-
y Política. lícula. Justamente, un macguffin es como una broma de mal gusto, como la de Chris Rock,
que nos distrae de la doloridad que compartimos las personas racializadas, que nos distrae de
Paredes, Julieta. 2014. Hilando fino desde el feminismo co-
los ejercicios de violencia imbricada que se reproducen entre personas racializadas, que nos
munitario. Nordeste Mexicano: El Rebozo, Zapa-
distrae de las complejas relaciones que se construyen entre hombres negros y mujeres negras,
teándole, Lente Flotante, En cortito que’s palargo
y que oscilan entre la solidaridad racial y la confrontación del sexismo-racializado que ellos
y AliFem AC.
reproducen sobre nosotras.
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
La doloridad es un concepto acuñado por la feminista negra brasileña Vilma Piedade (2017) Malcolm X reivindicó el derecho a la autodefensa desde la experiencia de la gente
para nombrar la solidaridad que emerge de las experiencias de violencia y sufrimiento que negra que en la década de los sesentas era sistemáticamente linchada, torturada
comparten los hombres y mujeres negrxs. En el chiste de Chris Rock veo esa doloridad, no solo y asesinada tanto por la policía como por los miembros de grupos supremacistas
en el sentido de la solidaridad, sino como expresión del dolor que nos ha producido la coloni- blancos como el Ku Klux Klan. Ser tachados de violentos tiene el fin de deslegi-
zación de nuestras subjetividades. El dolor frente a los prejuicios que replicamos entre nosotr- timar el derecho que tenemos a proteger nuestra integridad, nuestra subjetivi-
xs mismxs, personas negras o sujetos racializados en su sentido más amplio. El dolor respecto dad, autoestima e identidad como personas negras. Es, además, un juicio que
al racismo que por imposición hemos interiorizado sobre nosotros mismos, y que nos lleva a esconde la violencia que ejercieron primero aquellos que están en posiciones de
tratar de sobrellevarlo con humor. Aunque no justifico esos chistes racistas que reproducimos poder sobre quienes recibimos el ataque. Así que la reacción defensiva frente a
entre las propias personas racializadas, puedo entenderlo. Puedo entender toda la vergüenza ese ataque no puede tacharse simplemente de violenta, sino que hay que nom-
que hemos interiorizado sobre nuestros cuerpos, cabellos, estéticas. Puedo ver todos los ejer- brarla como inteligencia. La inteligencia de no quedarnos pasivos frente a los
cicios de violencia que replicamos al interior de las comunidades negras, y todas las diversas maltratos físicos o psicológicos ejercidos sobre nuestra persona. En un conocido
formas de violencia que los hombres negros han ejercido sobre las mujeres negras. discurso, Malcolm X señalaba en 1964 el contraste entre 1) la supuesta ausencia
de sentimientos de la gente negra, que nos debe llevar a no sentir rabia e indig-
En el gesto de desagrado y desaprobación de Jada frente al chiste de Chris, me identifico pro-
nación cuando se nos ataca, se nos violenta, se nos explota o somos objeto de
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fundamente. Me reconozco siendo objeto de ese tipo de burlas por la textura afro-rizada de
burla y 2) la aprobación de cualquier medio de defensa de una persona blanca
mi cabello, por mi color de piel, por mi origen social en un barrio popular empobrecido en el
frente a cualquier tipo de ataque. Lo hizo en los siguientes términos:
Distrito de Aguablanca en Cali-Colombia, por mi forma de comportarme, por mi ansiedad, por
los problemas económicos que he atravesado, por hacer un posgrado sin beca. Y me reconozco “Entonces me está dando la razón [risas], que siempre y cuando sea un blanco,
también en otro tipo de violencias como los acosos y abusos sexuales racializados, los acosos está bien. Un negro no está supuesto a tener sentimientos [aplausos]. Entonces
académicos y las violencias racistas en los espacios laborales. Me reconozco también en la im- cuando un negro devuelve un golpe, es un extremista. Está supuesto a quedarse
potencia de no saber cuál era la mejor forma de reaccionar frente a esas violencias, en el intento sentado pasivamente y a no tener sentimientos, a ser no violento, y a amar a su
de evasión buscando no darle importancia a la agresión o en la decisión de no ceder a provoca- enemigo. No importa qué tipo de ataque, sea verbal o de otro tipo, se supone que
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ciones para no responder de forma “agresiva” a las mismas. Y al mismo tiempo, también puedo lo debe aguantar. Pero si se alza y de alguna forma intenta defenderse [Malcolm
sentirme interpelada por la reacción física de Will Smith a la violencia simbólica de la burla de se ríe], entonces es un extremista” (Malcolm X 1964, 7)).
Chris Rock sobre Jada. Puedo comprender la rabia de Will por la exposición pública de la en-
fermedad de Jada, puedo entender su necesidad de protegerla de ese escarnio, puedo empati- QR 1
zar con su deseo de defenderla golpeando a Chris Rock. Porque como ya bien decía Malcolm X,
También Angela Davis, ha reflexionado sobre el derecho a la autodefensa de las
cuando respondemos como forma de autodefensa ante una agresión física o simbólica que se
personas racializadas en contextos racistas y sobre la forma como se las tacha
nos propinó primero, esa reacción no puede llamarse violencia, hay que llamarla inteligencia.
injustamente como “gente violenta” cuando e se defienden de la violencia racis-
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
ta. La violencia viene principalmente del Estado, de una sociedad supremacista y rebeldía de ellas, tal y como lo han mostrado Angela Davis (2004) y bell hooks (2020). La do-
blanca como la estadounidense, o de las élites criollas y mestizas en los países loridad asociada a la negación histórica de su ejercicio de paternidad, a su construcción como
latinoamericanos. La violencia racista es reproducida por la gente blanca y mes- los sujetos más violentos y machistas, y a las mujeres racializadas como las más sumisas y pa-
tiza, incluso la más empobrecida, y lastimosamente los prejuicios racistas tam- sivas. Todo esto, sin cuestionar la estructura racista capitalista y la ideología de la blanquitud
bién pueden y son reproducidos por la misma gente racializada, aunque no con que nos despojó material, subjetiva y psicológicamente. Y que ha conllevado hoy, en diversos
el mismo nivel de efecto y alcance que las violencias que ejercen las personas contextos, -como el caribeño y latinoamericano-, a la fractura de las redes de solidaridad y
más privilegiadas en términos de clase y raza. Y, aunque un chiste racista proba- apoyo entre comunidades y sujetos racializados, entre mujeres negras y prietas, entre hom-
blemente tiene un tipo de consecuencia distinta al de la violencia policial sobre QR2 bres negros e indígenas, entre mujeres y hombres racializadxs.
la gente negra, esto no significa que haya que minimizar el daño que causa a un
No voy a negar que la reacción de Will me pareció un tanto exagerada, porque me siento incó-
nivel simbólico y subjetivo.
moda con los ejercicios paternalistas de los hombres sobre mí. Además, porque soy consciente
de que la protección y la defensa pueden confundirse muy fácilmente con ejercicios de control
QR 2
y vigilancia sobre nuestros cuerpos y subjetividades de mujeres negras. Y que esos ejercicios
La autodefensa entonces, no es más que exigir respeto sobre nuestras vidas, de vigilancia pueden conllevar ciertos peligros al no permitir que nos asumamos como suje-
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reclamar que las vidas de la gente negra importan y que aún más, las vidas de tas autónomas, con capacidad para cuestionar e incluso enfrentar las múltiples violencias que
las mujeres negras importan. Y así como le exigimos al Estado o la policía que se ejercen sobre nosotras. Sin embargo ―usando la metáfora del macguffin del conflicto en-
pare sus ejercicios de violencia sobre nuestros cuerpos, también debemos recla- tre Chris, Jada y Will, para extrapolarlo a otras situaciones de violencia no solo simbólica sino
marle a los hombres y compañeros negros y racializados que la dignidad de las también física y material que he vivido―, cuántas veces no hubiera querido yo que un hombre,
mujeres negras importa y que nuestras estéticas deben ser respetadas. Por eso principalmente un hombre prieto, un hombre racializado, un hombre negro, me hubiera de-
considero que esta situación de conflicto compartida por Will, Jada y Chris, dos fendido. Porque la verdad es que la mayoría de las veces nos ha tocado defendernos solitas, y
hombres negros y una mujer negra, muestra un juego de espejeo en los proce- pocas veces hemos encontrado ese tipo de solidaridad y apoyo de parte suya. Ojalá ese tipo de
sos de doloridad entre la gente negra. La doloridad asociada con la imposición apoyo y solidaridades de los hombres racializados con nosotras fueran más frecuentes y no
de la violencia colonial y esclavista sobre los cuerpos de los hombres negros y solo para “golpear” a un tipo, sino para brindar apoyo familiar y comunitario, en la negocia-
con el modo en que fueron obligados a reproducir esta violencia. ción de nuestras condiciones laborales, denunciando las múltiples violencias sexistas, racistas
y clasistas que sufrimos, los diferentes abusos, no solo sexuales, sino también por raza y clase.
La supremacía blanca violó sus cuerpos, y al mismo tiempo los impulsó a violar
a las mujeres negras como una forma de romper y fragmentar a la comunidad No voy a negar que en ocasiones muy puntuales he podido sentirme apoyada por hombres
negra. Este fue un espejeo de la doloridad que produjo, su obligación de pre- racializados, y debo reconocer que ese apoyo fue muy importante y muy valorado en esos
senciar las violaciones que los amos blancos ejercían sobre los cuerpos de las momentos aunque no lo exprese constantemente. Más aún, porque tampoco hemos recibido
mujeres negras, para desmoralizarlos y para reducir la capacidad de resistencia ese apoyo de parte de mujeres privilegiadas y/o feministas. Sin embargo, siento que en varios
2 __________ CUANDO EL FEMINISMO PASA POR EL CUERPO DE LOS HOMBRES, PRODUCE DIFRACCIONES…
de los momentos más complicados de mi trayectoria de vida, en los que pude haber necesita- sanemos y solucionemos en comunidad. Con procesos de justicia restaurativa
do ese acompañamiento y solidaridad, estos hombres, o bien no estuvieron presentes o po- no punitiva. No queremos más que Will Smith y Chris Rock se peleen por noso-
cas veces me brindaron ese apoyo. Y he podido confirmar en la experiencia de otras mujeres tras, queremos que sean nuestros aliados en esta lucha antirracista y antisexista.
negras y racializadas el mismo sentimiento. Lastimosamente muchos hombres racializados, Queremos que ambos nos respeten y nos hagan justicia. Como ya lo señaló la
como Chris Rock, reproducen imaginarios estereotipados, racistas y hasta heterosexistas sobre Colectiva del Río Combahee (1988, 175) a mediados de la década de los setentas
nosotras. No solo se burlan, sino que también ejercen violencias físicas y materiales, siendo del siglo XX, en su Declaración Feminista Negra: “Rechazamos pedestales, ser
cómplices de abusos económicos y de otro tipo contra nosotras. Darse cuenta de esto, por in- reinas, y tener que caminar diez pasos atrás. Ser reconocidas como humanas,
tuición o por reflexión duele profundamente. igualmente humanas, es suficiente”.
Así que yo sí quisiera encontrar más apoyo de los hombres racializados. Y no porque crea que
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no tenemos capacidad de agencia, sino porque, como ya expresara la Colectiva del Río Com-
bahee en su Declaración Feminista Negra, necesitamos urgentemente trabajar junto con los
hombres negros y prietos frente al racismo que nos afecta como comunidad, mientras traba-
jamos y cuestionamos el sexismo que ellos mismos reproducen contra nosotras. Considero,
como ellas, que la violencia que ejercen y reproducen los hombres negros, los hombres racia-
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lizados, tiene una explicación política. Se trata de un asunto de relaciones de poder y no de un
asunto biológico. Los hombres negros, los hombres racializados, no nacen violentos, el sistema Referencias
colonial esclavista los bestializó, les impuso la violencia como única forma de sobrevivencia, y
Colectiva del Río Combahee. 1988 [1977]. “Una declara- Piedade, Vilma. 2017. Dororidade. São Paulo: Editora Nós.
estos legados coloniales persisten a por lo que actualmente, expresar una hipermasculinidad
ción feminista negra.” En Esta puente, mi espal-
exagerada es, para muchos de ellos, la única manera de sobrevivir en contextos racistas y cla-
X, Malcolm. 1964. “El extremismo en defensa de la liber-
da. Voces de mujeres tercermundistas en los Es-
sistas. La única manera de sentir que podrían recuperar la potencia que los patriarcas blancos
tad es una virtud, y la moderación en pos de la
tados Unidos editado por Cherríe Moraga y Ana
les negaron, subyugándolos por la fuerza.
justicia es un vicio: la intervención de Malcolm
Castillo, 172–184. San Francisco: ISM Press.
X en el Oxford Union Debate.” Oxford, diciem-
Considero que urgen las solidaridades racializadas, urge politizar la doloridad que comparti-
Davis, Angela. 2004. Mujeres, raza y clase. Traducida por bre 3, 1964. https://sinreferencia.files.wordpress.
mos, urge que los hombres prietos tengan un papel activo en esta lucha, que nos apoyen y sean
Ana Varela Mateos. Madrid: Editorial Akal. com/2014/02/malcolmxdef.pdf
valientes cuando las mujeres negras y racializadas lo necesitemos, y desde posiciones que no
nos re-victimicen. Históricamente, nosotras hemos estado dispuestas a apoyarles, incluso sin
hooks, bell. 2020. ¿Acaso no soy yo una mujer? Mujeres
recibir ninguna clase de reconocimiento y trato recíproco en ese sentido. No queremos que se
negras y feminismo. Traducido por Gemma Deza
nos paternalice, ni que se nos desprecie, pero sí queremos que nos acompañen, que nos apo-
Guil. Bilbao: Consonni.
yen, que nos cuidemos mutuamente, que confrontemos las violencias y conflictos y que los
LOCAS DE PUEBLO LOCAS DE PUEBLO
Locas de pueblo
Guillermo Correa Montoya
Las pinturas que se presentan en esta sección hacen parte de una serie titulada “Locas de pueblo,
maricas en resistencia”. Esta serie juega con el color, la posibilidad de las formas plásticas que
se amarran a los cuerpos, el artificio que revierte los insultos en fantasías, la carga de plumas
multicolores y la extravagancia de reinas sin corona que caminan como potrancas desbocadas
por las calles de todos los pueblos.
Locas de pueblo es una serie de pinturas derivadas de la investigación que lleva el mismo título
y cuyo propósito central fue construir, en formato de crónicas, las historias de vida y resistencia
en los municipios de Antioquia de varias maricas adultas mayores que fueron nombradas desde
dicha figura. Las locas como personajes fluidos y antecesores clave de las disidencias sexuales
y de género agrietaron el territorio cultural heteronormativo y abrieron a distintos niveles una
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posibilidad de diversidad cultural y plasticidad corporal sexual.
Esa serie la complementan tres cortos audiovisuales: Karis y sus tacones, Mariposas a contraco-
rriente y Las maricas valemos por la lengua.
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LOCAS DE PUEBLO LOCAS DE PUEBLO
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LOCAS DE PUEBLO LOCAS DE PUEBLO
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PROFUNDIDAD DE CAMPO: DESAFIOS
INVESTIGATIVOS EN LOS ESTUDIOS
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DE MASCULINIDADES
Tercera Sección
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
población masculina A ambos les inquieta el silenciamiento y normalización de la violencia hacia los varones, tan-
to en lo físico (homicidios mucho más frecuentes estadísticamente en ellos que en ellas, en la
Juan Guillermo Figueroa y Claudia Romero
mayor parte de los países del mundo) como en lo sexual (vivencias de violencia sexual que sue-
len ser omitidas como bienes a ser protegidos en los códigos penales mexicanos [Szasz y Salas
Contexto de escritura
2008]). A la par, les interesa construir lecturas críticas dia-lógicas (como propone Paulo Freire)
En el presente ensayo, él y ella tratan de ordenar algunas preguntas que se han hecho al dialogar de lo que los feminismos proponen sobre el ámbito de las agresiones sexuales, si bien docu-
sobre la relación entre violencia sexual y población masculina desde sus respectivas experien- mentando problemáticas de los varones. No les interesa victimizarlos, sino verlos como sujetos
cias vitales, tanto en lo académico como en lo familiar y laboral. que aprenden y son permeados por los mandatos de género, pero que a la vez los reproducen y,
potencialmente, los pueden cuestionar.
Él tiene tiempo estudiando a los hombres en diferentes ámbitos de su cotidianidad (desde su
formación filosófica y sociodemográfica y dialogando con compañeras feministas, lo que le ha Desde las lecturas compartidas, enfatizan que los varones no viven solo privilegios como resul-
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generado encuentros y desencuentros), mientras que ella, etnohistoriadora y estudiosa de las tado de dichos aprendizajes (Sabo y Gordon 1995), sino que también son depositarios de vio-
políticas públicas, lo combina con experiencias fuertes y violentas desde su ser mujer. Si bien lencias estructurales. Un ejemplo de las mismas es asumir que ellos tienen puros privilegios,
él comenta que no le ha sido tan agresiva la socialización de género, por venir de un entorno pues son los sujetos de referencia para nombrar la cotidianidad y “ejercer el poder”, aunque por
familiar flexible y por su militancia y actividad académica vinculada con los derechos de ellas y ello parezca que no tienen necesidad de reflexionar sobre sí mismos como hacen las mujeres,
ellos, sí reconoce tensiones en sus intentos de diálogo con los feminismos. Percibe que algunas las personas no heterosexuales, las personas discriminadas por ser indígenas, por su color de
de ellas creen inoportuna su reflexión sobre las problemáticas de los hombres, y más todavía el piel, etcétera. De paso, por no disponer de términos y referencias lingüísticas y existenciales de
uso directo o metafórico de algunas categorías derivadas de los feminismos (como la salud y los situaciones que los llegan a vulnerar o a violentar en el ejercicio de sus derechos a la salud y a la
derechos reproductivos, o la mortalidad paterna). integridad en el ejercicio de su sexualidad, entre otras dimensiones.
Recientemente, él escribió sobre la violencia sexual contra los hombres (mayoritariamente me-
nores de edad) a través de la pederastia (Figueroa 2018; Figueroa y Ramírez 2021) y ha acompa- Diálogos compartidos
ñado a alumnas de doctorado en psicología que investigan sobre la violencia sexual contra los
La literatura que decidimos revisar para este ensayo se divide en bloques que describiremos a
hombres en la infancia y adolescencia, y sobre la violencia física contra los mismos en el entorno
continuación. La información que brinda nos ha llevado a una serie de preguntas que se enfocan
de sus relaciones de pareja (Martínez Jeréz 2017; Navarro Ceja et al. 2019).
en cuestionar la violencia sexual que viven los hombres en la construcción y reproducción de su
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
ser hombres. Queremos saber cómo estimular un proceso de toma de conciencia capítulos de los libros Historia de la violación (Vigarello 1999) y Los violadores: His-
en los hombres sobre su interacción con la violencia, tanto la ejercida como la re- toria del estupro de 1860 a nuestros días (Bourke 2009). No pretendemos hacer
cibida, y qué puede aportar el feminismo en ese proceso (Figueroa 2015). La idea alguna síntesis de los bloques, sino mostrar nuestras inquietudes y reflexiones a
es no asumir una posición soberbia de quien ya tiene las respuestas a todo, sino partir de su lectura.
intentar una visión reflexiva dialógica que documente y trate de monitorear ries-
gos, ventajas y desventajas del lugar que se ocupa en el mundo, pero que además
estimule el sentido relacional de lo que somos, practicando-escenificando-per-
Dialogando con la literatura
formando lo que significa conocer y reconocer la otredad. Hay que comprome-
Con respecto a los textos citados mencionamos algunas dimensiones que, nos
terse y conmoverse con lo que viven l@s demás, dado que no es independiente
parece, permiten la visualización y problematización de los comportamientos de
de lo que cada quien vive, construye, observa y potencialmente silencia, no por
violencia sexual que realizan o experimentan los hombres. Estos actos trastocan
complicidad, sino por miedo o por no identificar opciones.
su existencia y condicionan el desenvolverse como hombres en una sociedad. Son
hechos que lastiman a otras personas (familia, mujeres), pero que también los da-
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ñan a ellos por el nulo nombramiento que existe de esas vivencias. QR2
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Del primer bloque (León y Stahr 1995; Schifter 1998), nos llama la atención la
(León y Stahr 1995) y Amor de machos (Schifter 1998), los cuales nos permiten
constante narrativa de los hombres de reconocer violencias sufridas previamen-
visualizar las motivaciones que pueden llevar a un hombre a cometer un acto de
te y muchas veces no nombradas por ellos, o bien no atendidas por otras perso-
abuso sexual y cómo se relaciona esto con la réplica de comportamientos hete-
nas, al tiempo que afirman que estaban “actuando como varones”; es decir, desde
renormativos que chocan con las vivencias “homosexuales” que se presentan en
los aprendizajes de género. Quizás por eso, en varios momentos no se reconocen
prisión. En el segundo bloque buscamos abordar la temática de agresiones se-
como quienes cometieron un delito. De allí que surjan cuestionamientos como
xuales a hombres desde el ámbito familiar, Secretos de familia (González López
¿qué pierde un hombre al ser violado?, ¿cómo interpreta un hombre el hecho de
2019), hasta en contextos bélicos de diferentes regiones del mundo, Sexual Vio- QR1
haber sido violado?, ¿a qué se le llama violencia sexual en la experiencia de los QR3
lence against Men in Global Politics (Zalewski et al. 2018). Para el tercer bloque
hombres? Asimismo nos preguntamos ¿con qué herramientas cuentan los hom-
seleccionamos escritos que reflexionan sobre las posibles interpretaciones de
bres para sobrellevar y superar una violación?, ¿el hecho de que un hombre haya
violencia (física y sexual) ejercida por los varones con los libros The Tough Stan-
sido agredido puede ser un detonante para que en un futuro se vuelva violador?,
dard (Levant y Pryor 2020) y Las estructuras elementales de la violencia (Segato
¿el cómo haya iniciado su vida sexual un hombre conlleva a traumas que lo vuelven
2003). Por último, el cuarto bloque se enfoca en reconocer cómo se nombran los
violento o potencial agresor?
eventos violentos y cómo se identifica a las personas que pueden ser víctimas o
victimarios (en lo físico y en lo sexual). Para este apartado se retoman algunos
QR 2 - QR 3
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
En el segundo momento reflexivo (González López 2019; Zalewski et al. 2018) llama la atención pos y prejuicios sobre lo masculino y lo femenino?, ¿cómo podría trabajarse para
que, si bien se recuperan ricas y dolorosas narrativas de varones víctimas de incesto (González hacer consciente al hombre de la violencia sexual, ya sea como victimario o como
López 2019), hay una tentación para no nombrarlas como prioridades de intervención preventiva, víctima de la misma?, ¿los hombres pueden o deben reconocer cuando han su-
como se silencia en el prólogo escrito por una compañera feminista (Lagarde 2019). Sin embargo, frido violencia sexual, y por qué?, ¿la legalidad patriarcal permite concebir que
existe el reconocimiento de lagunas teóricas y políticas para abordar el tema (Szasz y Salas 2008; el cuerpo de los hombres puede ser penetrable/mutilado como el cuerpo de las
Zalewski et al. 2018) y la propuesta de documentarlo y visibilizarlo. Es decir, los escritos anteriores mujeres?, ¿pueden los diferentes feminismos aportar elementos para construir
tienen como constante el análisis de la violencia sexual, término que parece inexistente y am- dicha conciencia, sin asumir que ellos son los únicos responsables?
biguo al aplicarlo a los varones, tanto legal como socialmente; de hecho, pareciera inapropiado
QR4
o poco creíble, e incluso un tabú (López 2022). Sin embargo, ¿qué hacer cuándo se presenta un QR 4
aumento en las denuncias de violación sexual masculina, por ejemplo, en contextos bélicos? (Ga-
Algo a destacar del cuarto bloque de interlocutores (Vigarello 1999; Bourke 2009),
llego 2022), ¿se deberían omitir, o bien se deberían redoblar esfuerzos para entender la violencia
es su interés por acotar cómo se conceptualizan las agresiones sexuales y quié-
sexual masculina, sus causas, sus mecanismos de acción, sus significados y sus consecuencias?,
nes se reconocen como actores de las mismas. Esto es relevante, ya que a veces el
¿sería necesario replantear el uso de teorías para expandirlas a una vertiente de derechos huma-
lenguaje invisibiliza experiencias violentas (Aguilar Gil 2020; Dorra 2018; NEWO
nos que nos permita una visión relacional, donde ambos pueden vivirlo en diferentes circuns-
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tancias y modalidades? En contextos de guerra, ¿se habla sólo de penetración anal, o incluso de
2 Minuto 00:14:32, Dick
diferencia de verla como un acto sexual no consentido2 (Rine 2013) independien-
castración y de agresión a personas cercanas para someter a los hombres? es seducido por Aimee sin
temente de la fisiología de quien agrede y quien vive la agresión), a la par que re- su consentimiento.
El tercer grupo de textos analizados (Levant y Pryor 2020; así como Segato 2003) trata de acom- fuerza o minimiza la necesidad de acciones para acompañar a quien es agredidx
pañar interpretaciones del ejercicio de la violencia, pero evitando una lectura maniquea y de y alimenta el tipo de intervenciones para enfrentar el problema, sancionándolo o
calificación victimaria unilateral sobre los personajes masculinos. Más bien invitan a problema- bien previniéndolo, lo cual no es sinónimo. Por lo que nos cuestionamos sobre lo
tizar las supuestas “verdades”, nombradas así por creer que son certezas incuestionables, reco- siguiente: ¿cómo el lenguaje ha suprimido nuestro entendimiento de la violación
nociendo que los varones también son víctimas de mandatos de ejercicio de violencia, si bien o violencia sexual contra los hombres?, ¿qué elementos se podrían considerar
a la par son actores capaces de cuestionarlos. De allí que nos preguntemos, ¿cómo se relacio- compartidos al analizar una violación sufrida por una mujer y una sufrida por un
na la vida sexual agresiva de un individuo varón (al ejercer y recibir violencia) con la educación hombre?, ¿los hombres que sufren violación por otros hombres se deben femini-
sexual recibida por quienes lo socializaron, incluyendo a sus progenitores?, ¿los hombres son zar (considerar afeminados o con pérdida de la hombría)? De ser así, ¿acaso una
responsables de manera única por lo que hacen al agredir sexualmente a una persona (muchas mujer violadora se convierte en hombre?, ¿existen violaciones masculinas que se
veces mujer), o la sociedad tiene corresponsabilidad al no saber prevenir estos hechos, por no callan por la idea existente de que sentir placer significa que no hay violación?,
haber intentado acompañar las tensiones en un hombre agredido o no nombrar ni verbalizar ¿es necesaria una homoerotización para violentar a un hombre o es el contexto
esta problemática?, ¿de qué manera estos silencios se relacionan con las categorías, estereoti- el que incita y es parte de la erotización que permite una erección para violar a
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
otro hombre? Aún más, ¿la mención de que el hombre se feminiza al ser violado tica y constructiva que no confronte maniqueamente sus búsquedas, sino que atienda la nece-
proviene del hecho de que la violación se ha percibido como un hecho que sólo sidad de asegurarle derechos a ellas y a ellos, sin jerarquizarlos. Si incluyéramos en una agenda
viven las mujeres? De ser así, ¿esto invisibiliza las emociones o sentimientos de los colectiva el derecho de toda persona a una vida libre de violencia (física, sexual, psicológica y
varones al no tener conceptos sobre cómo se sienten, ya que su único referente es demás) y tuviéramos estrategias para contrarrestar las dificultades de acceso a las condiciones
la violación femenina? de posibilidad para ello, todxs saldríamos ganando, incluyendo al sujeto más claro de interés de
los feminismos, a saber, las mujeres. ¿Podemos seguir dialogando?
Para seguir pensando
Referencias
En este entorno, los imaginarios sobre los hombres y sus comportamientos pue-
den variar desde diferentes perspectivas feministas. Algunas de nuestras pregun- Aguilar Gil, Yásnaya Elena. 2020. Manifiestos sobre la di- www.entrehombres.net/218-preguntas-pendien-
tas se derivan de lo que mencionan Castañeda y Lobaton (2013), quien destaca versidad lingüística. México DF: Almadía. tes-con-el-feminismo-juan-guillermo-figueroa/
que en una sociedad machista todos somos machistas, hasta las mujeres (por la
Bourke, Joanna. 2009. Los violadores. Historia del estupro Figueroa, Juan Guillermo. 2018. “#MeToo: Los varones y el
cultura machista aprendida y reproducida). En dicha sociedad, todos salimos per-
desde 1860 a nuestros días. Traducción de Enrique acoso sexual.” Otros Diálogos 3. https://otrosdia-
diendo, (hasta los hombres aunque no siempre se reconoce), por ello es necesario
Herrando Pérez. Barcelona: Crítica. logos.colmex.mx/y-por-que-no-lo-dijeron-antes-
un diálogo crítico y constructivo al respecto. Es decir, ¿podemos profundizar, de
126
los-varones-y-la-experiencia-del-acoso-sexual1
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manera acompañada desde el feminismo y el paradigma más amplio de los dere-
Castañeda, Marina, y Eva Lobaton. 2013. El Machismo Ilus-
chos humanos, en la resignificación de problemáticas en el ámbito de la violencia
trado. México: Taurus. Figueroa, Juan Guillermo y Adriana Ramírez. 2021. “Narrati-
sexual?, ¿qué aportes y limitantes tienen las teorías feministas para el análisis de
vas cinematográficas sobre el silencio y la identifi-
las agresiones sexuales a los hombres, cuando son el referente para interpretar Dorra,Raúl. 2018. “Roles sociales y géneros gramaticales. El
cación del acoso y la agresión sexual a hombres en
agresiones sexuales a mujeres?, ¿estudiar de manera compleja e integral la vio- feminismo ante el lenguaje”. Academia Mexicana
el entorno religioso católico”. En Religión, género
lencia sexual que sufren los varones permitiría combatir la violencia que viven las de la Lengua, octubre 29, 2018. https://www.aca-
y sexualidad: entre movimientos e instituciones.
mujeres a manos de los hombres?, ¿cómo seguimos dialogando con los feminis- demia.org.mx/academicos-2017/item/roles-so-
Editado por Karina Bárcenas Barajas y Cecilia Del-
QR5
mos sobre la violencia sexual que viven los hombres? ciales-y-generos-gramaticales-el-feminismo-an-
gado-Molina, 433–76. Ciudad de México: UNAM.
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mitamos a enunciar problemáticas que percibimos que viven los hombres, sino género”. Presentado en el VIII Congreso de la Aso-
que buscamos ponerlas a dialogar con compañeras feministas y con compañeros ciación Mexicana de Estudios de Género de los
trabajando con varones. Estamos de acuerdo en que necesitamos una lectura crí- Hombres, AMEGH, septiembre de 2015. https://
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
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guaje-y-cosmovision/ abusos sexuales debería ser capaz de prevenir el ataque o, tras haberlo sufrido, de
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
lidiar con el asunto “como un hombre” (Sivakumaran 2010). Moser y Clark (2001) sostienen que te simbolismo de género, donde el poder, la victoria y el honor se asocian a la masculinidad, y la
hay un argumento recurrente que plantea el efecto diferencial por género de la guerra, pero este debilidad, el enemigo y la derrota, a lo femenino” (CNMH 2017, 238); en otros términos, es una
planteamiento solo es una idea introductoria, ya que el análisis sobre la situación de los varones masculinidad hegemónica militarizada que desdeña lo femenino y otras formas de masculini-
en los conflictos armados no ha tenido una comprensión amplia y suficiente, más allá de su dad por asuntos étnicos, raciales o religiosos (Bjarnegård y Melander 2011).
rol como perpetradores de la guerra y la violencia sexual hacia las mujeres. En efecto, el poco
Respecto a la victimización, se ha planteado una mayor vulnerabilidad de la condición masculina
tratamiento analítico sobre las violencias que pueden sufrir los hombres en los conflictos béli-
por la propensión a ser reclutados, lastimados o asesinados durante la batalla (Byrne, Marcus y
cos eclipsa las rutas interpretativas y analíticas sobre el hecho en clave de género, mostrando al
Powers-Stevens 1995). Sin embargo, esta es una perspectiva que implica predominantemente al
fenómeno como aislado y de baja frecuencia (Gallego 2021).
hombre guerrero, dejando de lado a los varones que no conforman ningún ejército. En tal senti-
La preocupación sobre la violencia sexual contra los hombres en el marco de los conflictos ar- do, se hace necesario pensar las condiciones de victimización de otras poblaciones de hombres,
mados se remonta a los años noventa del siglo pasado, a partir de los casos documentados en no solo narradas desde las sexualidades no hegemónicas, sino por categorías étnicas-raciales, de
las guerras de Serbia y Ruanda (Theidon 2009). La violación de los hombres por parte de otros edad o económicas como las documentadas por mí en el citado informe de investigación para el
hombres tiene un propósito claro de feminizar al enemigo, reducirlo moralmente, ultrajarlo y GESEX, donde se muestra que buena parte de los hombres víctimas son campesinos, afrodes-
expropiarle su masculinidad (Gallego 2021). La evidencia, proveniente de varias investigaciones cendientes y personas que viven en condiciones de precariedad y vulnerabilidad social.
130
documentadas para Naciones Unidas (Sivakumaran 2010), muestra que los hombres que han
131
Una crítica que se ha hecho a los informes sobre violencia sexual en el conflicto armado en Co-
sufrido violaciones son más propensos al suicidio, y la probabilidad aumenta en aquellos que
lombia es que solo recogen la voz de las mujeres y las poblaciones LGBT, en un esfuerzo institu-
han sido castrados o mutilados. Así mismo, como sucede con las mujeres y las niñas, muchos
cional público y de los sectores sociales por denunciar la situación de las mujeres víctimas, que
de los hombres que padecen violencia sexual no hacen la denuncia por temor al estigma social,
constituyen la mayoría de los casos documentados de violencia sexual y de género en el país.
pues las víctimas masculinas también pueden ser rechazadas por su familia y su comunidad.
Sin embargo, la voz de los hombres víctimas de violencia sexual ha estado oculta, insisto, por
Comprender la violencia sexual contra hombres en las confrontaciones armadas debe enmar- un conjunto de estereotipos de género que se traducen en barreras institucionales. Tal vez ahí
carse en lo que cada sociedad entiende por masculinidad como construcción sociocultural de radique una explicación de los pocos casos denunciados, pero también me atrevo a sugerir que
género. En efecto, la implicación de la masculinidad en las guerras es tan evidente que esa mis- existe un sesgo de género en las personas que investigan y documentan los casos de violencia
ma obviedad ciega su análisis. Profundizar los vínculos entre la masculinidad y los escenarios sexual. Es muy particular que, a pesar de existir registros desde hace una década sobre hombres
bélicos implica comprender cómo la primera influye tanto en la producción de la guerra misma víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado, y de que al momento de elaborar
como en los procesos de victimización. En cuanto a la producción se considera, en palabras de el informe nacional La guerra inscrita en el cuerpo por parte del CNMH (2017) existieran más de
Giraldo (2018), que la definición de masculinidad está fuertemente asociada con el poder, la 1.000 casos en el Registro Único de Víctimas (RUV), sus historias no se hubiesen tenido en cuen-
dominación y, en algún sentido, con la violencia; por tanto, la guerra es el escenario propicio ta. También es notable que no se adelantara un esfuerzo por buscar en campo algunos hombres
para ser hombre y desplegar un habitus guerrero (Castellanos 2011). “La guerra emplea un fuer- que quisieran narrar los hechos, como sí ocurrió con las mujeres y los sectores poblacionales
LGBT en el informe Aniquilar la diferencia (2015).
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
También existe una línea de invisibilización a nivel normativo. Las definiciones propuestas para el uso de un lenguaje en clave femenina que excluye a lo masculino como víctima.
entender la violencia sexual parten de categorías abarcadoras, al catalogarla como una moda-
Tal vez por esta visión es que tiende a señalarse que la violencia sexual que viven los hombres
lidad de la violencia de género. Tal vez en este primer enunciado radique la dificultad de incor-
y las mujeres deben tener un tratamiento analítico diferenciado, como ha sido la constante
porar a los hombres en las investigaciones y documentaciones sobre violencia sexual, pues la
hasta la fecha (CNMH 2017). Sin embargo, la evidencia estadística y las aproximaciones corre-
noción de violencia de género se considera válida para nombrar las realidades que viven las mu-
lacionales al confrontar los datos de violencia sexual ocurrida contra mujeres, hombres y po-
jeres y, por lo tanto, es un concepto blindado que en principio no puede referir a las situaciones
blaciones LGBT que hay disponibles en nuestro país, y que han sido testeadas por el GESEX de
vividas por los hombres. Esta situación la reporta Francesca Poggi (2019) a partir de la revisión
la Universidad de Caldas, tomando las bases de datos del RUV y del Observatorio de Memoria y
de la literatura internacional sobre la forma en que se tratan los conceptos de “violencia contra
Conflicto del CNMH, dan cuenta de la profunda interacción entre los hechos (Gallego 2021); es
las mujeres”, “violencia de género” y “violencia basada en género” (VBG).
decir, cuando en un territorio aumenta o decrece la violencia sexual contra las mujeres, también
Para Daniela López (2018), hay un consenso desde los marcos jurídicos nacionales e internacio- aumenta o decrece para los hombres y para los sectores poblaciones LGBT. Por ello, la violencia
nales, el Derecho Internacional Humanitario, el Derecho Penal Internacional y las organizacio- sexual en el marco del conflicto armado colombiano no se puede seguir comprendiendo como
nes de atención de víctimas, respecto al mal uso de categorías como género, sexo, homosexua- un hecho aislado entre poblaciones, y especialmente entre hombres y mujeres. Sus derroteros
lidad, violencia de género y VBG. Esto ha contribuido a que la víctima de violencia sexual sea tienen profundas conexiones, de ahí que deba considerarse como un hecho social total.
relacionada exclusivamente con la mujer y por lo tanto a que se invisibilice al hombre en dichas
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La construcción social de la realidad, y las explicaciones que sobre ella damos, no son ajenas
narrativas; adicionalmente, López considera que hay una clasificación estereotipada en el De-
a las disputas de poder por la representación, por el lenguaje, por aquello que se nombra o se
recho Internacional, una falta de vocabulario para este tipo de experiencias y una reducción del
oculta, lo que se recuerda y lo que se olvida, aquello que podemos ver, comprender y significar y
concepto de violencia sexual y de género aplicable sólo a las mujeres.
lo que no. En síntesis, las categorías con las que interpretamos los hechos obedecen a construc-
En nuestro marco normativo que regula la violencia sexual aparece el genérico “persona”, que ciones sociales profundamente afincadas en el imaginario social: salir de allí no es tarea fácil,
se incorpora en todas las definiciones para dar a entender que la violencia sexual es un hecho pero debemos adelantarla. Reconocer la violencia sexual que sufren los hombres como parte
que puede ocurrir a un ser humano más allá de su género, posición social o pertenencia étnico/ de los derroteros de la violencia basada en género constituiría un ejercicio de reconocimiento
racial; sin embargo, la noción de persona en estas definiciones, al igual que en el marco norma- de su condición de víctima, pero también un acto de justicia testimonial y epistémica.
tivo que las sustenta (Ley 1719 2014), siempre aparece como intercambiable con la expresión
mujer. Esta ha sido una crítica que los hombres víctimas de violencia sexual, con los cuales he
conversado en varios escenarios, le hacen a los informes y a la misma ley, la invisibilización de
sus voces y hechos. Su reclamo no busca, en ningún momento, desestimar el aspecto estructural
y diferencial que la violencia sexual tiene. Las cifras no mienten y esta forma de violencia afecta
mayoritariamente a las mujeres, como lo he mencionado. No obstante, las revisiones hechas
por Anna Philo Gorris (2015) a varias leyes e informes sobre violencia sexual, ponen en evidencia
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
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Miradas al margen
Juan Sebastián Díaz
136
137
En 2019 empecé un proyecto con la organización Encarrete, llamado Imágenes en Tránsito en el
marco de la Beca Habitar mis Historias de IDARTES y la Subdirección de Cultura Ciudadana de Bogotá.
El proyecto consistía en reconocer los vínculos afectivos de mujeres y mujeres trans habitantes
de calle de la localidad de los Mártires, más específicamente en el barrio Santafé, para la crea-
ción de una videoinstalación. Desde la ejecución de la iniciativa empecé a desarrollar una serie
de encuentros afectivos con personas que habitan o han habitado en algún momento de sus
vidas la calle. A partir de entonces, he encontrado una apertura de la mirada sobre los modos en
los cuales se viven los afectos fuera del margen de mi experiencia visible e iconográfica, sobre
los modos en los cuales se manifiestan estereotípicamente los encuentros afectivos en medios
digitales, medios electrónicos, la familia, espacios sociales y espacios académicos. La calle ha
MIRADAS AL MARGEN MIRADAS AL MARGEN
sido una apertura al pensamiento sobre los modos en los que se producen encuentros, vínculos las herramientas pragmáticas de medios y entornos digitales de esta época, pero sí con habi-
y experiencias vitales que atraviesan el género y la sexualidad. lidades únicas que le han sido entregadas por su experiencia de vida. Quienes habitan la calle
transitan la ciudad, aparecen y desaparecen, te reconocen y te dejan de reconocer. Prenden el
Más allá del proceso realizado con mujeres y mujeres trans, decidí por experiencia propia acer-
fuego, consiguen el alimento y se encuentran en constante peligro vital. Son escapistas. Cuen-
carme a los hombres que habitan el territorio. Personalmente había sido un cuerpo atravesado
tan con las herramientas básicas de supervivencia de un cuerpo proveniente de otro tiempo. En
por estereotipos sobre las corporalidades habitantes de calle masculinas. Me encontraba lleno
un posible apocalipsis seguramente serán los mejores sobrevivientes.
de prejuicios sobre las dinámicas de poder que podían surgir en un contexto tradicionalmente
patriarcal, y veía en la calle un espacio de réplica sobre esas fuerzas. Ahora, mientras me encon-
traba con ellos, me daba cuenta que los estereotipos del género estaban atravesando mi mirada
y no la de ellos. Encontrarme con cuerpos sensibles, con una apertura al diálogo, a compartir ex-
periencias, contrarrestaba radicalmente mis estereotipos y, sobre todo, me hacía dar cuenta de
que había una experiencia de mundo amplía fuera de las dimensiones estereotípicas de género.
En la calle, la convivencia con mujeres trans y otras diversidades es habitual. Muchos hombres
son sensibilizados sobre la experiencia vital de compañerxs. El filtro de la diversidad de género
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139
se diluye, a diferencia de espacios institucionales y hogares del barrio, en contextos con mayor
privilegio. La calle, a mi modo de ver, es un espacio de sensibilización radical sobre la diversidad.
En la calle, ser LGBTQ+ se normaliza, incluso, hace parte de la experiencia de las márgenes del
barrio Santafé, experiencia que no es fácilmente replicada cuando aparece el capital o el cuerpo
con poder, pues mientras exista una dinámica de poder, el cuerpo diverso va a ser fetichizado,
estereotipado y señalado. Estas dinámicas de poder están atravesadas desde el hombre que vie-
ne en búsqueda de servicios sexuales o el policía que aprovecha su autoridad para señalar y/o
maltratar. Unas márgenes que son capaces de reconocer sus diversidades pero sin ser nombra-
das. Deambular por la calle produce mundo y por supuesto desarrolla un conocimiento-otro…,
una mirada profunda…, una mirada incapaz de ser nombrada puesto que emergen de corpora-
lidades que históricamente no han sido escuchadas.
Ahora, el estigma surge desde la fetichización del cuerpo que habita las márgenes. Un cuerpo
abyecto – como lo nombraría Judith Butler (2002 [1993])– que surge de unas dimensiones ana-
crónicas. El habitante de calle es un ser proveniente de otro tiempo, puesto que no cuenta con
MIRADAS AL MARGEN MIRADAS AL MARGEN
vieran, en un algoritmo que nos proporciona contenidos y nos clasifica en categorías genéricas.
Nuestra mirada está filtrada por los contenidos que se nos proporcionan para ser consumidos.
Un cuerpo, que a través de sus dinámicas de género, culturales y políticas, se manifiestan como
verdad sobre nuestra experiencia vital. La mirada verdad atraviesa nuestros ojos. Toda corpora-
lidad que exceda esta forma de ver y ser visto debe ser señalada o interpretada según nuestra
experiencia visual. Los radicalismos que nos enseñan a señalar la diferencia, lo que no entende-
mos, lo que no valida la segmentación de nuestra mirada, pasa a ser una imagen basura, de lo
que debemos guardar en nuestra mente y cuerpo… de lo que la mirada debe ocultar.
Las dimensiones sociales entre cuerpo contemporáneo generizado y cuerpo anacrónico dege-
nerado es el lugar en el que se moviliza mi búsqueda como creador. He sido un cuerpo atrave-
sado por dinámicas de género diversas, que ha crecido en un contexto hipermediatizado. En-
contrarme en lugares de crisis, en la misma calle, me ha llevado a desvincularme del etiquetaje
de la sexualidad y el género que tradicionalmente se me han asignado, y a camuflarme en los
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realidades y produce un montaje con estas imágenes a su antojo y la calle misma, como esce-
nario creador de realidades diversas.
Recorriendo el Santafé, en diálogo con nuevos amigos que habitan la calle, fortaleciendo afectos que
emergen del territorio, empecé a prestar una especial atención a las tiendas de segunda mano. Allí se
escondían aparatos tecnológicos, entre cámaras y televisores viejos, de otras épocas, que empecé a
resguardar, y a recuperar. Notaba que quienes recolectaban aparatos en la calle los disponían de dife-
rentes formas en sus propios cuerpos, para ser llevados como parlantes en sus extensiones de cuerpo,
sus carretas o sus torsos, como vestimenta. Por ejemplo, un caucho de una radio como brazalete o
Vivimos en un mundo hiper mediatizado. Contamos con celulares, televisores, computadores
una tuerca como anillo. ¡Se travisten con los aparatos! Son productores de su propia imagen. Fue una
y un sin número de aparatos tecnológicos que asumimos como parte de nuestra corporalidad.
revelación que me motivó a crear con estos aparatos mis propias vestimentas.
Somos cuerpos cyborg atados al aparato para conectarnos. Miramos hacia la pantalla para po-
der vernos. Nos conocemos mejor por un perfil de Facebook o Instagram. Estos aparatos nos
Este vínculo personal entre un cuerpo atravesado por los medios y la mirada de calle me llevaron
han enseñado a ver de otra manera, como la televisión lo hizo en su momento, desde una diná-
a producir un cuerpo travesti con cámaras en mi cuerpo, algunas funcionales y otras no tanto. A
mica de poder instaladas. Ahora nosotros mismos les enseñamos a ver como quisiéramos que
encontrar con ellas poéticas sobre miradas que surgen desde las márgenes. Una erótica sobre lo
MIRADAS AL MARGEN MIRADAS AL MARGEN
143
Referencias
Butler, Judith. 2002 [1993]. Cuerpos que importan. Traducido por Ana Boixo. Paidós.
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
145
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
Bogotá, 28 de enero de 2020, en el parque Timiza varios hombres en silla de ruedas y otros con bate y héroe de la nación. Este modelo es fruto de la Segunda Guerra Mundial como principio
prótesis entrenan en la pista de atletismo. Aproximadamente a las 9:30 de la mañana empie- rehabilitador de aquellos hombres que se sacrificaron por la nación y debían ser integrados
zo a conversar con Teo, Andrés y Fabio, tres hombres dedicados al atletismo paralímpico que desde sus potencialidades restantes (Ferrante y Silva 2017).
compiten en pruebas de velocidad de 100, 200 y 400 metros planos. Se dedican al atletismo
Empezar de cero significa hacerse en el deporte por medio del cuerpo y su adaptación a las pró-
paralímpico desde hace más de 4 años, luego de sufrir una discapacidad en una de sus piernas
tesis. Pero ¿qué son las prótesis? La prótesis deportiva para competir, como me cuenta Andrés:
cuando fueron soldados profesionales del Ejército Nacional en el marco del conflicto armado
“Tiene una curva que hace como de impulso y es como un resorte. Es diferente a la convencional.
colombiano. Entrenan todos los días de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Teo y Fabio viven
La convencional es más para caminar y es más pesada”. Ambas son como una herramienta de
con sus hijos y esposas, mientras que Andrés vive con su hermano y su mamá. Sus cuerpos se
trabajo, como un carro de marca Ferrari, según me cuentan Andrés y Fabio en una de nuestras
han hecho y deshecho en la guerra para luego hacerse de nuevo en el deporte paralímpico.
conversaciones. También Teo lo reafirma: “Las prótesis lo son todo, nos han regresado a la coti-
El 12 de marzo de 2020, mediante el Decreto 090, inició el confinamiento debido a la emergencia dianidad, a volvernos personas funcionales, a estar en igualdad de condiciones e incluso correr”.
sanitaria por covid-19. Una sensación de vacío y soledad llenó las calles del territorio colombia- Son una forma de vida y una extensión y parte del cuerpo que se incorpora paso a paso.
no y del mundo. La sensación es como la describe Eduardo Galeano en su libro “El fútbol a sol y
Los significados de las prótesis dan cuenta del movimiento, los ideales y ficciones de la masculi-
sombra”: “¿Ha entrado usted alguna vez, a un estadio vacío? Haga la prueba. Párese en medio de
nidad y la actividad física. Específicamente, las prótesis deportivas permiten superar la discapa-
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la cancha y escuche. No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo
cidad o vivirla de una manera diferente por medio del movimiento y la actividad. Obtener una
que las gradas sin nadie” (1995,12). Los estadios y eventos deportivos saltaron al vacío al igual
buena prótesis permite un mejor rendimiento e ir más allá de los propios límites.
que mi proceso de investigación y mi trabajo de campo. Pareciera que el juego en el estadio se
hubiera apagado, que las gradas y las barras no volvieran a llenar el corazón de lxs jugadorxs. En
Las prótesis son parte del cuerpo y no solo un objeto, permiten comprender la masculinidad desde
este sentido, la virtualidad empezó a ser la aliada de la investigación y de los entrenamientos y
el movimiento y la puesta en escena. Según la documentalista Emily Cohen, en una entrevista para
escenarios deportivos.
la radio, “la prótesis da cuenta de la pregunta ¿cómo me veo? para los soldados”. La incorporación de
prótesis en el cuerpo permite la movilidad, mejora el rendimiento y, al mismo tiempo, es una cuestión
Deshacerse en la guerra para luego rehacerse en la pista y en el deporte paralímpico es un proce-
de estética y arte. Una puesta en escena en la pista de atletismo y en la cotidianidad.
so de amputación, recuperación, rehabilitación, fuerza y resistencia. Implica volver a armar las
piezas de una misma vida y de la masculinidad. Son cuerpos fragmentados por la guerra que se
Al correr y competir se pone en evidencia el manejo de la prótesis deportiva, pero también el perfor-
restablecen y reconstruyen en el movimiento y la actividad física del atletismo.
mance de la masculinidad que implica competencia, fuerza y entrenamiento de un cuerpo que incor-
pora el género por medio del deporte. Este proporciona una muestra continua de cuerpos de hombres
Hacerse atleta paralímpico requiere de medios y disposiciones para empezar de nuevo porque,
en movimiento y la existencia de ciertas reglas que producen la competencia (Connell 2003).
como dice Andrés: “A usted lo amputan y usted empieza desde cero, como si fuera a gatear otra
vez, y ya después empieza a correr”. En este proceso, el deporte y las prótesis configuran las mas-
El uso adecuado de la prótesis se construye en y es el resultado de un proceso que implica el mane-
culinidades de Teo, Andrés y Fabio como parte de la rehabilitación del soldado herido en com-
jo del dolor y adaptación a la prótesis. Las prácticas de cuidado se refieren a un conjunto de actos
3 __________ Profundidad de campo: desafíos investigativos en los estudios de masculinidades
que combinan las dimensiones del cuidado y la sanación. Más allá del endureci- Referencias:
miento que deja la guerra, el cuidado aquí da cuenta de esos gestos, saberes y hace-
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res invisibles y discretos que son importantes para mantener el cuerpo activo. (Moli-
xico: Universidad Nacional Autónoma de México.
nier 2019). Un buen descanso, una buena alimentación, la limpieza de la prótesis y el
muñón, el uso de cremas y el acompañamiento en los desafíos físicos y emocionales
Ferrante, Carolina y Jimena Silva. 2017. “Rengo es el que
hacen parte de dicho cuidado. La realización de estas prácticas depende del atleta
tiene pelotas: discapacidad motriz, deporte adap-
y de las redes que lo acompañan como instituciones financiadoras, equipo técnico y
tado y masculinidad hegemónica en la ciudad de
médico, y las personas que lo sostienen como la familia, la pareja y sus pares.
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149
Haraway, Donna. [1991] 1995. “Conocimientos situados: la
mance del género y las ficciones y difracciones que hay alrededor de la masculi-
cuestión científica en el feminismo y el privilegio
nidad. Las prótesis y su significado para Teo, Andrés y Fabio hablan de lo perfor-
de perspectiva parcial” y “Manifiesto para cyborgs:
mático que es el género y brindan la posibilidad de pensar en una masculinidad
ciencia, tecnología y feminismo socialista a fina-
que dialoga con la vulnerabilidad y la interdependencia de hombres heridos en la
les del siglo XX”. En Ciencia, cyborg y mujeres: La
guerra, que construyen comunidades afectivas alrededor de la misma experien-
reinvención de la naturaleza, 213-313. Valencia:
cia. Adaptarse a una prótesis implica reconocer el dolor en la masculinidad, la in-
Ediciones Cátedra.
terdependencia y los procesos emocionales y físicos para llegar a parecernos a lo
que creemos que podemos o debemos ser. Molinier, Pascale. 2019. “Salud y trabajo en trabajadores
hospitalarios: cultura de la gestión, cultura del
Para finalizar, este proceso investigativo no sólo se pregunta por quienes están en la
cuidado, ¿una conciliación imposible?” En El tra-
pista, soldados o atletas paralímpicos, sino también por el género con sus prótesis
bajo: Entre el placer y el sufrimiento. Aportes des-
y extensiones, como una puesta en escena que nos atraviesa a todxs. “La gente de
de la psicodinámica del trabajo, editado por Mi-
buen corazón debería ponerse a aprender cómo ver fielmente desde el punto de vis-
riam Wlosko y Cecilia Ros, 118-145. Buenos Aires:
ta del otro, incluso cuando ese otro es nuestra propia máquina” (Haraway 1995, 327).
Universidad Nacional de Lanús.
DESENLACES DEL ENCUENTRO
ENTRE HOMBRES Y FEMINISMOS EN
150
LA UNIVERSIDAD.
Cuarta Sección
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
demandas de las mujeres organizadas sociales que, al atender las demandas de violencia contra las mujeres, las domestican y despoli-
tizan, asegurando que el orden masculino perdure. El poder machista no se expresa solo en las
múltiples agresiones físicas, simbólicas, epistémicas o afectivas. También se conserva en la confi-
Daniel Inclán
guración del orden institucional y sus estructuras legales, sobre todo en contextos en los que las
Las movilizaciones de mujeres siguen llevando adelante su impulso telúrico: cimbran, dislocan y cosas parecen modificarse. La alerta debe encenderse cuando las instituciones hacen cambios
agrietan la estructura patriarcal. Llevan años cuestionando el orden de cosas dominante, pero la sin transformar sus procedimientos fundamentales, en especial la manera en la que se compo-
contraparte masculina no tarda en reaccionar, tratando de integrar sus demandas, satisfacién- nen los órganos de decisión, los mecanismos para asignar espacios de dirección y la composición
dolas parcialmente y haciendo todo lo posible para conservar uno de los núcleos del ejercicio de de los cuerpos colegiados con filtros para la participación efectiva de las mujeres organizadas.
su poder: el control institucional y su marco jurídico. Las universidades son uno de los escena-
Estas reflexiones se escriben desde la universidad más grande de América Latina, la Universi-
rios en los que este proceso de impugnación y de recomposición es más evidente; en el último
dad Nacional Autónoma de México, que paulatinamente retorna a las actividades presenciales
lustro han experimentado con fuerza la movilización de las mujeres organizadas, al tiempo que
después de dos años de confinamiento y en la hay una política de silencio y olvido sobre uno de
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153
tratan de blindar sus redes de poder. La atención de las demandas produce mudanzas para que
los procesos más importantes que se han experimentado en las dos últimas décadas: la toma
nada cambie. A pesar de las transformaciones de las normativas, de la creación de instancias
de 20 facultades por parte de colectivas de mujeres en contra de la violencia patriarcal. Una
para la atención de las denuncias de violencia, de la promoción de espacios de formación con
política que, además de agresiones cotidianas, ha cobrado la vida de estudiantes dentro de las
perspectiva de género, de la difusión de eventos para “visibilizar” las violencias, etcétera, se con-
instalaciones. Una parte de las estrategias de invisibilización ha sido la consolidación de un me-
servan intactas las estructuras de toma de decisiones y los privilegios masculinos que las rigen.
canismo jurídico que simula una atención a las demandas a través de una red de procesos de se-
Lo que han logrado las movilizaciones de las colectivas de estudiantes en las universidades no guimiento y sanción en los que no participan las colectivas, y que operan con amplios márgenes
son transformaciones menores, pero tampoco son lo suficientemente profundas para pensar de arbitrariedad, con el fin de blindar el núcleo del ejercicio de poder dentro de la universidad.
que modifican el gobierno masculino y las relaciones que posibilitan la violencia contra las mu-
jeres y los cuerpos feminizados. En gran medida, porque el sistema patriarcal que sigue domi- La mitografía de la neutralidad institucional
nando la sociedad, y en especial las instituciones de educación superior, reacciona para poner
diques a la fuerza transformadora de las mujeres organizadas, dirigiendo una parte importante Una de las maneras más efectivas de edulcorar las demandas de las movilizaciones sociales ha
de sus demandas a terrenos “especializados” y esotéricos. sido presentar a las instituciones como neutrales, en todos los sentidos: desprovistas de intere-
ses, no alineadas con proyectos particulares, sin marcas de género, sin criterios raciales. Desde
En este texto se presentarán apuntes para criticar dos dimensiones en las que se juega la reso-
el Estado hasta la más pequeña oficina, pasando por las universidades, las relaciones detrás del
lución de las exigencias de las colectivas de mujeres: la institución y la ley, dos mecanismos de
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
orden institucional apelan a una imparcialidad que se ostenta como resultado de la síntesis del nocimiento socialmente necesario), como la suma de intereses y de posiciones expresada en
llamado interés general. Nada más falso, las instituciones no son una suma neutral de la diver- un “espíritu” que trasciende las individualidades. En ella no puede haber defectos, sólo malas
sidad social, son expresiones de relaciones de fuerza que satisfacen los intereses de pequeños acciones singulares. Defender a la universidad como entidad con valores metafísicos es uno de
sectores en detrimento de amplios segmentos. Las universidades, a pesar de su heterogeneidad los mecanismos más efectivos para frenar las potencias transformadoras de las impugnaciones
y la pluralidad de posiciones, reproducen ese fundamento en su funcionamiento. No garantizan de las colectivas de mujeres, al aparentar que no se dirigen contra la institución sino contra las
el interés común, sino que construyen un falso tipo ideal que representa los valores generales acciones de personas individuales.
como mecanismo para definir los criterios de gobierno, delimitar las instancias de representa-
ción, administrar los procesos de producción de conocimiento, controlar los espacios de difu- El fetiche de la ley y el castigo
sión, o determinar las lógicas de ingreso y participación.
La defensa del aura institucional sirve para construir otra ficción del ejercicio del poder: la pri-
En el caso de las respuestas a las demandas de las colectivas de mujeres organizadas, se ha re-
macía de la ley. La atención de las demandas de las mujeres organizadas se ha traducido en
forzado el discurso de la neutralidad institucional. La universidad, devenida sujeto por sí misma,
un complejo entramado de estructuras normativas. No hay que olvidar que la judicialización
se presenta como ajena a los intereses de grupos y como una realidad al margen del machismo.
es una de las formas más eficientes para despolitizar las exigencias de cualquier movilización
Cuando se afirma que la institución educativa no participa en las relaciones en conflicto, se ocultan
social, porque alimenta y amplía espacios de resolución y de sanción exógenos.
154
de manera explícita las estructuras de poder político, económico, patriarcal, en muchas ocasiones
155
religioso, que se expresan en todos los niveles y que sostienen las formas cotidianas de agresión. Así como las instituciones, las leyes no son neutrales, son expresión de relaciones de poder que
establecen lo deseable, lo tolerable y lo prohibido, a través de un orden discursivo y de una ma-
Representar a la institución como una realidad que está más allá de las personas que la habi-
terialidad que las resguarda. El centro del ordenamiento legal son los cuerpos, con el fin de do-
tan, la disputan y la dirigen, sirve como mecanismo para promover los valores universitarios
mesticarlos, normalizarlos o controlarlos, tanto en el plano simbólico como en el material; no
como esencia impersonal que define lo correcto y lo incorrecto, apelando a una falsa historia
es sólo un conjunto de disposiciones formales, son acciones a través de dispositivos diferencia-
que oculta las jerarquías, las violencias y las formas corporativas de gobierno. De esta forma,
dos que incorporan mediante la exclusión. El principio de toda ley es la separación entre lo que
las violencias contra mujeres y cuerpos feminizados aparecen como ajenas a la institución, al
está excluido y lo que está incluido en ella. Esta división de las interacciones sociales responde a
punto de señalar que quienes las cometen no son “verdaderos” universitarios por no respetar
intereses singulares, no a principios universales; su funcionamiento es heterogéneo en tiempos
sus “valores” y su “esencia”.
y formas, pues depende de la ejecución de sus esbirros: jueces, policías, personal de investiga-
ción, abogacía, etcétera. El sistema de leyes sirve para desincrustar los actos de las redes que los
La representación del ejercicio del poder juega entre hacer explícito su funcionamiento, como
hacen posibles y generar condiciones de administración social selectiva, separando los cuerpos
en el caso de los cuerpos policíacos, u ocultarlo bajo un entramado de dispositivos y órdenes
y aislando responsabilidades.
discursivos que presentan una realidad como producto de las acciones libres y autónomas de
las personas. En el caso de la universidad se juega con esos dos polos, favoreciendo el segun-
En el caso de la violencia contra las mujeres en las universidades, la proliferación de leyes se
do: se presenta como el reino de la pluralidad (aparente condición para la producción de co-
centra en el castigo en los agresores, lo que mantiene la estructura de poder machista que los
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
alimenta y alienta sin modificaciones. Reducir la violencia a actos singulares, pretendidamente El problema de estos nuevos espacios no es que existan abusos u operaciones equívocas; eso es
aislados, cometidos por malos universitarios, mantiene intacta la base colectiva, la semántica parte del ejercicio de la ley y su arbitrariedad constitutiva. El mayor problema es que se deposita
y la (ir)responsabilidad social ante la violencia contra las mujeres y cuerpos feminizados. No es en la ley y las autoridades encargadas la definición de los mecanismos de investigación, sanción
extraño que el ejercicio de la ley y sus sanciones no hayan llegado a los espacios de gobierno, y seguimiento, desvinculando a las colectivas estudiantiles de todo el dispositivo. Hay otros cua-
como si ahí no sucedieran abusos, como si la violencia quedara fuera de las oficinas de dirección tro problemas. Uno, la configuración de castigos singulares, que afianza la imaginería de que la
en todas sus dimensiones, escuelas, facultades, institutos, rectorías. Lo que devela una realidad: violencia contra las mujeres y cuerpos feminizados es asunto de decisiones individuales, por lo
quienes producen las leyes no tienen porque infringirlas, basta con que las cambien o las ad- que no hay que mirar la vida cotidiana ni la manera en que las instituciones están configuradas
ministren a su favor. En pocas ocasiones enfrentan procesos en el marco jurídico establecido, y para asegurar el poder machista. Dos, que es la institución, en su mitografía de neutralidad, la
cuando eso sucede es por presiones externas o por la disputa política interna, pero no como una que define el sentido de las normas, por fuera de la intervención de distintos segmentos de la
atención efectiva a las demandas de la movilización social. comunidad universitaria, porque la institución sabe lo que debe hacer. Tres, la creación de esce-
narios reaccionarios y conservadores que reducen a un servicio la relación entre estudiantado
Los peligros de la judicialización y personal académico; la judicialización de la violencia contra las mujeres no se atiende como
parte del diseño de la institución, sino como resultado de interacciones “permisivas”, poco ade-
La ley se sostiene por su puesta en escena, no porque tenga cualidades trascendentes. En esta cuadas al espíritu universitario, ante las que es necesaria una rígida moral. Cuatro, la promo-
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157
teatralización lo importante es el proceso, no la resolución, porque se ponen en juego todas las ción de una sociedad de la vigilancia y la delación, que divide al polo masculino entre agresores
dimensiones de la ley: su materialidad, su simbolismo, su ordenamiento del tiempo y del espa- evidenciados, segmentos en expectativa de aparecer en los medios de denuncias y sectores de
cio, su poder impersonal sobre la vida del acusado. Esta puesta en escena es expansiva en el con- superioridad moral liberados de toda responsabilidad; sin atreverse a mirar la capilaridad del
texto contemporáneo, se disemina por todos los espacios de la vida social, convirtiendo la ley en machismo, que va desde las instancias de dirección hasta las aulas y de los pasillos de los edifi-
un nuevo fetiche. Paradójicamente, cuando la ley es menos eficiente hay una proliferación de cios a las oficinas de gobierno universitario.
leyes para simular que se regula todo. No resuelve, pero sirve para afianzar relaciones de poder
y mecanismos despolitizantes. Lo que resta: mirar más allá de la ley y la institución
Las leyes que dicen proteger a las mujeres contra la violencia en las universidades se sostienen por
Las movilizaciones estudiantiles de mujeres tienen una condición temporal que juega en su
nuevas formas de teatralización, que separan a las personas que se movilizan de la resolución. Se
contra: su evanescencia. Todx estudiante tiene que dejar de serlo en algún momento. Por lo
genera un espacio y un proceso aislado de la fuerza de impugnación, revestido de neutralidad y
que el reto no es sólo construir memorias y herencias de las luchas presentes y pasadas para
acorde con una ley superior. Se producen nuevas instancias, con sus respectivas burocracias, que
quienes se incorporan al estudiantado; el desafío es crear mecanismos de participación y vigi-
desvian energías, recursos y acciones que servirían para atender no sólo los actos individuales,
lancia para que las disposiciones institucionales funcionen y dirijan sus acciones a la resolución
sino todas las dinámicas cotidianas que posibilitan las violencias contra las mujeres.
de procesos que hacen posible la violencia contra las mujeres y demás cuerpos feminizados, y
no atienda sólo los actos individuales. Hay que ir más allá de la lógica punitiva, que sólo sirve
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
para la conservación del poder de castigar, y que bajo el modelo dominante sigue en manos de en donde surge el problema; de la mano de las personas afectadas, hay que crear mecanismos
estructuras patriarcales. de reparación individual y colectiva. Sobre todo, que se politice la rabia por fuera de todo marco
institucional y, de ser necesario, se incendie todo. contrastar
También es necesario reconocer que los cambios no pueden venir sólo de las instituciones, ni de
la ley, ni mucho menos del castigo. El reto es pensar en las instituciones como medios de una
larga lucha, no como fines, para prefigurar otras lógicas de reparación que no recurran al modelo Tres desafíos sobre el trabajo con
punitivista ni al fetiche de la ley. El agravio no puede ser un criterio absoluto de verdad, en espe-
cial cuando la afección se deja en manos de una institución y un orden jurídico que se presenta
varones y/o sobre masculinidades en y
neutral, pero que es administrado por una relación de poder machista. Esto es parte de la circula-
desde la Universidad
ridad del ejercicio moderno del poder, de base patriarcal, atender en un terreno que no cuestiona
Daniel Jones y Luciano Fabbri
de fondo las condiciones de posibilidad de la agresión y que da cifras para demostrar su funcio-
namiento. La contabilización de las sanciones sirve para ocultar y asegurar la estructura de poder.
Este escrito parte de interrogantes, no certezas, con el propósito de trazar desafíos y coordena-
das para el campo de las políticas sobre, desde y con las masculinidades. Y especialmente para
Esto no significa que no hay que impugnar a las instituciones y exigir cambios jurídicos, pero es
interperlar a los varones cisgénero.
importante no perder de vista que también son parte del problema y que convertirlos en fines
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absolutos abre la puerta al reforzamiento dela estructura que se pretende superar. De ahí la ne-
La formulación de estos interrogantes, que atraviesan la producción académica y la agenda
cesidad de imaginar y experimentar otras formas de denuncia y reparación. La recomposición
político-programática de las masculinidades, dialoga con las implicancias personales, institu-
del poder patriarcal intenta evitar esto a toda costa, apelando a la necesidad de instituciones,
cionales y siempre políticas de sus autores. Es decir, con nuestras tensiones, contradicciones y
leyes y gobiernos revestidos de un aura inmaculada.
sospechas respecto al campo en el que nos sitúan y situamos, mientras habitamos espacios de
investigación, docencia, gestión y activismo en torno a las masculinidades.
Finalmente, una pregunta que se deriva de las exigencias de las mujeres organizadas y de sus
acciones de lucha, es si pueden transitar por este laberinto de poder sin quedar atrapadas. No
hay que olvidar que el laberinto se inventó para encerrar a un monstruo, hijo de una afrenta a los
Un desafío político-epistemológico
dioses, una anomalía que ponía en peligro la honra del reino. Esa imagen se actualiza en las res-
¿Cómo visibilizar el carácter generizado y androcéntrico de la producción de conocimien-
puestas institucionales a las demandas de las colectivas de estudiantes organizadas, devenidas
to y la organización de la enseñanza en la universidad y, a la vez, promover la constitución de
una amenaza, una afrenta al orden patriarcal, por lo que encierran en nuevos laberintos como
un campo de reflexión e investigación específico sobre masculinidades en este ámbito?
la judicialización burocratizada. Antes de que llegue un Teseo para matar al monstruo hay que
evitar el encierro en el laberinto, prefigurando formas de justicia que salgan de la trampa de la En este primer desafío se juega el carácter bifronte del campo de estudios sobre masculinida-
neutralidad de la ley, del castigo individualizado y de la despolitización propia de los procesos des en la universidad. Desde un encuadre político y epistemológico feminista, los estudios de
judiciales. El reto es pensar en una justicia que se disemine por los espacios de la vida cotidiana masculinidades deben partir de reconocer la naturaleza androcéntrica del conocimiento que
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
se produce y cómo se transmite actualmente en las universidades, al menos en sus versiones sume un sujeto universal, soberano, consciente y objetivo, y cuenta con las armas provistas por
predominantes, así como el carácter patriarcal de muchas prácticas que se producen en (y re- el androcentrismo epistémico e institucional para conservar su posición hegemónica invisible.
producen a) la universidad.
Ahora bien, este primer desafío no implica solamente situar y exponer a esos otros, autores
Apoyados en las producciones de Amparo Moreno Sardá (1988), “concebimos al androcentris- varones y arquetipos viriles. Por el contrario, y sobre todo al hablar de estudios de y sobre mas-
mo como un orden que se reproduce en las narrativas científicas y en los discursos y prácticas culinidades desarrollados por investigadores varones cis, conlleva el desafío de situarnos y ex-
políticas, dando por válidas las formas de conocer y explicar el mundo derivadas de un punto ponernos a nosotros mismos y a las posiciones desde donde conocemos y enunciamos. Ade-
de vista viril ubicado como centro hegemónico” (Fabbri 2019, 1). Las críticas feministas de los más, debe acarrear el ejercicio de una fuerte reflexividad crítica sobre cómo nuestra posición
discursos científicos ubican al androcentrismo como una modalidad de objetivismo que, a di- generizada influye en las relaciones de producción de conocimiento de las que somos parte y
ferencia de la objetividad en tanto asunción intelectualmente honesta de la propia localiza- en sus resultados, incluyendo los riesgos de violencias epistémicas y extractivismo académico
ción y parcialidad, pretende erigirse como universal y desmarcada, borrando las posiciones e sobre nuestros sujetos de estudio.
implicaciones del sujeto cognoscente. Al decir de Donna Haraway (1995), como la mirada del
Si bien la mirada androcéntrica no es propiedad exclusiva de los sujetos socializados en la masculini-
conquistador, desde todas partes y desde ninguna parte.
dad, considerando las perspectivas materialistas sobre el lazo generizado entre sujeto cognoscente,
Al respecto, Carlos Figari afirma que “uno de los aportes feministas más fértiles al objetivismo posición de género vivida y producción de conocimiento (Thiers-Vidal 2015), se hace evidente que la
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161
científico fue situarlo” (s/f, 1). Situar el carácter generizado del conocimiento científico y de la apuesta epistemológica y política del desprendimiento androcéntrico (Fabbri 2019) presenta otras
institución académica supone exponer algunos de los mecanismos a partir de los cuales la mas- complejidades y desafíos para los varones cisgénero. Básicamente, porque desprenderse del andro-
culinidad, en tanto dispositivo de poder que produce y reproduce desigualdades y violencias centrismo, en nuestro caso, es algo así como desprenderse de uno mismo.
basadas en género (Fabbri 2021), goza de buena salud en el marco de nuestras universidades.
Incomodar la masculinidad como dispositivo de producción de jerarquía no puede acabar en
Tras las huellas de epistemólogas feministas como Sandra Harding (1987), podemos comenzar un simple ejercicio de reflexión epistemológica. Tenemos el desafío de que la difracción de
señalando la sobrerrepresentación de autores varones cis en los programas de estudio y dise- esta mirada dirija nuestro foco crítico hacia otras relaciones de poder y reproducción de privi-
ños curriculares. El riesgo de aproximarnos a un empirismo ingenuo no debe impedirnos afir- legios en el ámbito universitario. Algunos ejemplos posibles que derivan de este desafío:
mar que la ausencia, o la presencia minoritaria y minorizada, de autoras mujeres y de la diver-
Los modelos valorados de ejercicio de la docencia y la distribución jerárquica y generizada de
sidad sexo-genérica en los programas universitarios es un indicador de injusticia epistémica.
las actividades en las cátedras: ¿quién y cómo da la clase teórica expositiva magistral?, ¿qué va-
Los autores varones acumulan sobre sus trayectorias académicas casi todos, si no todos, los pri- lor se asigna a dinámicas más propias de la educación popular?, ¿quiénes hacen las tareas más
vilegios en el marco de las intersecciones entre género, sexualidades, clase, raza y capacidad. prácticas, como responder los mails y corregir los trabajos prácticos, y cuánto se valoran esas ac-
Hablamos de varones cisgénero, de clases medias universitarias, generalmente blancos y hetero- tividades casi invisibles? Todo esto en el contexto de una división sexual del trabajo intra-cáte-
sexuales, adultos y sin discapacidad. Este arquetipo viril, al decir de Moreno Sardá (1986), se pre- dra y de la distribución generizada de cargos dentro del sistema universitario, que tendencial-
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
mente refleja cómo a medida que se sube en la pirámide docente se masculiniza su ocupación. Por otro lado, como advertimos, existe el riesgo de que el trabajo específico con varones o so-
bre masculinidades desde la universidad devenga en cierta endogamia de este campo, que
Las grillas de evaluación en los concursos docentes y en las convocatorias de proyectos de in-
nos haga perder de vista el horizonte política y epistemológicamente deseable de una con-
vestigación, cuando se considera la producción escrita de los últimos años sin contemplar, por
cepción feminista y relacional del género. En términos históricos, cuando los estudios de mas-
ejemplo, si hubo embarazos y nacimientos, soslayando la desigual distribución de los trabajos
culinidades, a poco de su surgimiento, comenzaron a despegarse de la matriz feminista en la
de cuidado que, probadamente, influyen desfavorablemente en las trayectorias laborales y
que se habían iniciado, la interrogación por las relaciones de género como formas de poder y
profesionales de las mujeres gestantes.
dominación fue desplazada por la pregunta identitaria, como señala Azpiazu (2017). Este des-
plazamiento desde un enfoque relacional de poder a uno autocentrado en la identidad mas-
Un desafío político-institucional culina guarda estrecha relación con “el segundo riesgo que enfrentan los escritos de hombres
pro-feministas”, señalado por Mara Viveros al referirse a una “retórica de los costos y dolores
¿Cómo plantear un trabajo específico con varones y/o sobre masculinidades desde la univer-
masculinos” limitados a “una perspectiva únicamente subjetiva, sin identificar con claridad las
sidad y, a la vez, evitar el separatismo, la endogamia y cierta auto-referencialidad a la que ha
dimensiones sociales de este malestar identitario que pueden experimentar los hombres no
tendido este campo?
conformes a la norma” (Viveros, 2021, 19).
Por un lado, el trabajo con varones en la universidad puede tener muchos objetivos y diferentes gru-
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pos destinatarios, por lo que la etiqueta “masculinidades” suele operar como un paraguas. Esta diver-
éstas y otras organizaciones, en el afán de conseguir “un cuarto propio”, toman distancia de
sidad de objetivos puede exigir dinámicas muy diferentes entre sí. Enumeramos sólo un par:
una agenda política y una conceptualización feministas, corremos varios riesgos. Entre ellos
La toma de conciencia sobre la condición generizada de los varones: no somos el universal sin sólo vamos a advertir la potencial pérdida de observar el cuadro completo de las relaciones de
marca, sino que hemos funcionado como el parámetro invisible pero omnipresente de medi- género y ejercer una capacidad (auto)crítica, lo que nos lleva al último desafío.
da y comparación; en suma, tenemos tanto género como las mujeres. También, la conciencia
sobre los privilegios que usufructuamos, queramos o no, por ser identificados como varones, Un desafío político-programático
el dividendo patriarcal del que habla Raewyn Connell.
¿Cómo trabajar el carácter relacional del género para abordar integralmente las violencias de géne-
La diversidad de formas posibles de ser varón, las jerarquías entre varones y la posibilidad de cam- ro? ¿Cómo y dónde integrar a los varones (sobre todo, a los cis-heterosexuales) en las propuestas de
biar, partiendo de una decisión que también es política, nuestra forma de serlo; es decir, el carácter no abordajes a la violencias de género, en roles distintos al de victimarios potenciales o efectivos?
inexorable, no inmutable de nuestra masculinidad, que no es, ni tiene por qué ser, mera repetición.
Detengámonos a pensar si lo único que puede hacer la universidad es promover la toma de
La multiplicidad de corporalidades, identidades y expresiones sexo-g enéricas que se posicionan consciencia individual de los varones, de modo que opere una suerte de auto-vigilancia para
como masculinas más allá de los varones cisgénero en su diversidad. Las masculinidades trans, lés- no ejercer violencia de género, y eventualmente castigar y/o acompañar terapéuticamente a
bicas y no binarias existen e insisten con que la masculinidad no es una propiedad de los varones cis. los varones denunciados por haberla ejercido. Esto, por ejemplo, mediante los protocolos y
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
dispositivos que han ido desarrollándose en las universidades. O si los varones, sobre todo los Referencias
cis-hetero, tenemos algún otro rol en el abordaje de las violencias de género.
Azpiazu Carballo, Jokin. 2017. Masculinidades y Feminis- Moreno Sardá, Amparo. 1986. El arquetipo viril protago-
mo. Barcelona: Editorial Virus. nista de la historia. Ejercicios de lectura crítica no
Creemos que pensar a (y trabajar con) los varones dentro de las tramas de la violencia de géne- androcéntrica. Barcelona: Edicions de les Dones.
ro exclusivamente como victimarios es un límite político e institucional a revisar. ¿Cómo y dón- Fabbri, Luciano (comp.). 2021. La masculinidad incomo-
dada. Rosario: UNR Editora y Homo Sapiens. Haraway, Donna. 1995. Ciencia, cyborgs y mujeres. La
de podría la universidad involucrar a los varones en el abordaje de las violencias de género? Por
reinvención de la naturaleza. Madrid: Cátedra.
ejemplo, ¿qué podrían hacer entre pares varones para desactivar tramas de complicidad y para Fabbri, Luciano. 2019. La co-producción de narrativas fe-
prevenir potenciales actos de violencia de distinta gravedad? ministas como método-proceso para el despren- Harding, Sandra. 1987. “Is There a Feminist Method?” en
dimiento androcéntrico. Tesis doctoral, Facultad Feminism and Methodology. Bloomington: In-
de Ciencias Sociales, UBA. diana University Press.
Esto supone desafíos concretos, como bien saben quienes llevan adelante iniciativas en el
campo de la violencia de género. ¿Hay espacios de capacitación en prevención de la violen- Figari, Carlos. Sf. “Conocimiento situado y técnicas amo- Thiérs-Vidal, Leo. 2015 [2010]. Del “Enemigo principal” a
cia de género que puedan ser mixtos, o es conveniente diseñar espacios separados pero con rosas de la ciencia. Tópicos de epistemología crí- los principales enemigos. Posición vivida, subje-
objetivos convergentes? ¿Qué roles no podrían jugar los varones? Algunas colegas nos decían tica.” Cinta de Moebio, Revista de Epistemología tividad y conciencia masculina de dominación
de Ciencias Sociales, https://epistemologiascriti- [Traducción de Garzonio, Sandra] París: L`Har-
que ser la primera escucha de las denuncias de violencia de género en el marco de la universi- cas.files.wordpress.com/2011/05/figari_conoc-si- mattan.
dad ¿Qué aprendizajes sobre la prevención y el acompañamiento ante situaciones de violencia tuado.pdf
Viveros Vigoya, Mara. 2021 . “Prefacio”. En La masculini-
164
165
se podrían ver enriquecidos en instancias de diálogo y formación mixtos? Y sobre todo, ¿cuá-
Monetti, Elda Margarita. 2020. “La cátedra: una forma de dad incomodada, compilado por Luciano Fabbri,
les son los objetivos políticos-programáticos que deberían priorizarse a la hora de definir las
organización de la función docente universita- 17-21. Rosario: UNR Editora y Homo Sapiens.
estrategias más efectivas, en lugar de perseverar en otras que, evaluación mediante, podrían ria”. Praxis educativa 24, 2: 1-11.
mostrarse no tan efectivas? En relación con la violencia de género, ¿estamos condenados a ac-
tuar ex post facto?
pre, siempre, la rebeldía. Con el tiempo valoro más la escucha que la palabra en estos temas,
De los limbos a las máscaras. aprendo más de lo que se comparte y se transmite en las aulas y fuera de ellas, y he decidido
acompañar esas reflexiones, caminar al lado, pensar con y con-versar sobre ello. Por eso abro la
La persistente pregunta por ellos, a conversa con dos compañeros de ruta que me han permitido tejer palabra sobre el ser hombre
quienes solo se les supone… en su vida, su significado y sus implicaciones. Gracias Julián y Daniel por compartir y develar lo
que llevamos tiempo estudiando y tratando de descifrar sobre lo masculino y el ser hombre.
Sara Yaneth Fernández Moreno, Julián Andrés Vásquez Ramírez y
Víctor Daniel Guerra Zabala
JULIÁN: El limbo de no querer ser hombre
Desde que recuerdo, tuve muchas dudas acerca de la supuesta normalidad de las reglas de los
órdenes de género y las formas en que nos educaban a niños y a niñas. No me hacía a la idea
Soy/pertenezco/provengo de Alaska, un lugar en las montañas del Valle del Cauca; inmenso
de que las cosas eran como debían ser. Ello se facilitó por mi terquedad y permanente deseo de
de frío acogedor. Nací en el segundo piso de la casa de mi tía; fue toda una experiencia dormir
llevar la contraria, lo que me hizo impertinente e imprudente para los cánones de crianza de
donde respiré por primera vez por mi cuenta. Ahora reconozco la gran opacidad que habita en
mi generación. Tuve la fortuna de tener una familia numerosa, lo que facilitaba pasar desaper-
sus senderos. Los caminé con botas, pantaloneta, escapulario y camisa sin abotonar; en mu-
cibida con mis necedades, pero también sentí el peso de la obligación y de la expectativa que
chas de las fotos de mi niñez aparezco así. Es mi primera rebeldía, de la que tengo conciencia,
166
167
los demás se formaban de mí.
insistir en usar aquella ropa que me hacía sentir tan cómoda. Ahora comprendo que ese lugar
es parte de mí, nunca dejó de serlo. Ese primer tejido sembró la semilla de la incomodidad en
Con mi formación y con el tiempo he decantado preguntas que siempre tuve por aquellos de
mí. Las noches en las que contemplaba las estrellas sentía que algo se movía en mi estómago
lo que todo se supone sabido e incuestionado, y me he encontrado con frases taxativas como:
y se apoderaba de todo mi cuerpo.
“Porque yo soy el jefe, yo soy el médico, yo soy el hombre”. Trabajé en áreas que les conciernen
a ellos directamente, pero en las que nunca se les aborda de forma concreta. Ellos son asinto-
Muchas cosas que sucedieron en esos años han tomado sentido ahora, siempre como miste-
máticos para muchas de las enfermedades que nos aquejan a las mujeres, enfermedades que
rio, nunca como certeza. Ser desplazada junto a mi madre y hermanos me ofrendó, aunque a
pueden incluso ser mortales y, sin embargo, nadie les advierte que son ellos, no ellas, los que
la fuerza, la posibilidad de dejarme ir; lo comprendí mucho tiempo después con Gloria Anzal-
las transmiten, y así pasa en muchos temas de salud.
dúa (2016). Me dejó secuelas en mi cuerpo, con las que convivo y aprendo día a día, entre ellas
una sensación corporal que me cuesta describir. La sentí por primera vez cuando vi alejarse el
Con veinticinco años de docencia he entendido la necesidad de poner palabra y de escuchar
carro que nos debía recoger, sin hacerlo, luego de que nos hubieran amenazado. Días después
esas voces y esos sentires porque, contrario a lo que dicen, no todos los hombres son iguales,
vi los pies cruzados de una persona que fue asesinada cerca de mi casa, en una cancha. Fue mi
y por fortuna ya hay quienes han empezado a cuestionar, a disentir y a rebelarse. Las sesiones
señal de alerta, de que algo estaba por cambiar, de que tendría que dejarme ir otra vez. Y no
que tenemos en mis clases sobre hombres y masculinidades son cada vez más acogidas por
sería la misma.
hombres y mujeres que quieren tratar de entender aquello del ser hombre, de los mandatos
de la masculinidad, la supuesta “dueñidad” otorgada por unos y asumida por algunas y siem-
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
Empecé a conocer a Medellín a través de la lectura de Gonzalo Arango y un grupo de punkies curso en acción, la ausencia en movilización, el cuidado en una materialidad cotidiana. Com-
que me acogieron. Con ellos descubrí la ternura y el cuidado en medio de una coraza de hom- prendí que la educación pública es uno de esos espacios de goce y de lucha de los que hay que
bría y de rabia. Cuando estábamos parchando y las sustancias de todo tipo hacían efecto en sus ocuparse, que necesitamos en esta sociedad para que sea transformadora y no reproductora
cuerpos me parecía estar escuchando niñxs. Como si, de repente, esa coraza de machitos peli- de las relaciones de género. Que la queremos sin violencias. Que reconozca la diversidad de
grosos se cayera y dejara ver sus deseos. En algunos casos bastaba con un abrazo, mientras so- saberes, pueblos y epistemes que nos habitan. Me nombro en femenino como un reconoci-
naba la Chica Yeyé, de la Polla Records. En esos años empecé a notar que había algo en mí que miento a ellas, como algo aspiracional. Me educaron como trabajadora social.
se estaba sacudiendo, una molestia que más tarde me llevaría a decir: “No quiero ser hombre”.
No querer ser hombre, mientras todo el tiempo te recuerdan que lo eres, es una gran parado-
La universidad se convirtió en el cruce de caminos que más me cambió. Los seres que conocí ja que me hace sentir que el individuo importa poco. Que la única posibilidad de cambiar es
en ella agitaron mis oleajes, convirtieron mis certezas en preguntas. Me hicieron regresar a transformar las relaciones que nos tejen, nos hacen ser parte de algo, hacerse cargo y ser cruce
las luchas de mi madre. Me confrontaron con la comodidad de ser identificado como hom- de caminos. Dejarse ir una y otra vez asumiendo que nunca es suficiente. Ese es el camino de
bre. Estudiar trabajo social me permitió cambiar mi visión del mundo, conocer el feminismo, la eterna incomodidad que el feminismo me ha regalado. Gloria Anzaldúa, Audre Lorde, bell
reencontrarme con la música y el arte, lo difícil pero gratificante que es construir comunidad, hooks, Virginia Woolf hacen de la experiencia conciencia, del sentir descarnado poesía que
movimiento. Habitar una carrera feminizada hizo que ya no pudiera mirar para otro lado, ten- permite con-moverse, no ser indiferente. Aprendí que no puedo esconderme de mí. Abracé el
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dría que darles nombre y acción a todas las preguntas que me hacía sobre ser un hombre. Con limbo que aprendí del pensamiento kriol con Steve Steele. “Limbo, limbo like me…”
la compañía de Juana empezamos a navegar la pregunta sobre el arte feminista en la ciudad,
asumimos que sólo tenía sentido hacerlo si nos dejábamos tocar por ella, y vaya que sí lo hizo. DANIEL: La mascarada del varón
Conocí otra ciudad, la de las feministas que se la luchan y la gozan. Recuerdo las palabras de
una anarquista/feminista/lesbiana cuando hablaba del deseo que la unía a las mujeres; al ver Nunca me he identificado o reconocido como un varón, viril y fornido. Desde que tengo uso de
cómo su rostro se transformaba, me di cuenta de que todo lo que había aprendido sobre el razón, ser varón es una identidad de la que nunca quise hacer parte. Durante mi infancia rara
deseo estaba viciado. vez jugaba con los “machitos” del barrio, fútbol o carros, juegos bastante sobrios, siempre me
gustó jugar con las niñas, sus juegos me resultaban mucho más creativos, coloridos e intere-
Mi madre es una lideresa, sindicalista y madre comunitaria. Le ha tocado sobrevivir a varios
santes que patear un balón.
momentos de la violencia política y social de este país. Entendí que si quería comprender su
historia debía sumergirme en el feminismo con todos esos hilos que quería tejer. Todo se me “El gay”, “la mariquita” y “la loquita”, son los apodos que mis compañeros hombres me otorga-
devolvió. Me desbordó por todos lados. No es posible vivir el feminismo en tercera persona. ron en la escuela y en el barrio; para el macho nunca fui varón. Una vez representé a Jorge Ba-
rón, y en lugar de decir su célebre frase, “Agüita para mi gente”, dije “Azúcar para mi gente”. Los
Hacer conscientes los pactos no escritos del patriarcado, las desigualdades cotidianas, las vio-
“machitos” del barrio me bautizaron oficialmente como “Azuquitar”, un acto espontáneo que
lencias estructurales, no es algo que puedas ver desde las gradas. De Sara Fernández, Ángela
terminó marcando el ser que soy. “Azuquitar” era un insulto que me recordaba no poder encar-
Botero y UdeA Diversa aprendí el activismo académico como posibilidad de convertir el dis-
nar la identidad del “Barón”, sin embargo, el término no era tanto por mi orientación sexual,
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
más bien por mi forma de habitar el género, que siempre estuvo marcada por lo femenino. título del libro de Foucault, era el nombre más identificable de mi grupo de amigos, algunos de
ellos hombres gays de contextos rurales que sus padres sacaron de la casa por no ser hombres.
Para un niño que nació en un pueblo rural del caribe colombiano, ser gay no era el real motivo
de escándalo ¿Cómo saber que un niño es gay si la sexualidad es algo que no se puede “ver” Pasar a la universidad coincidió con mudarme a la ciudad de Medellín, y la universidad me sal-
públicamente o determinar tan fácilmente a esa edad? El escándalo era renunciar al contrato vó, allí conocí el camino de colectivos feministas y LGBT. Allí tejí relaciones que me permitieron
de la virilidad, “sea gay, pero que no se le note”. ¿Lo gay se puede ver?, “sea marica, pero de la visibilizar la violencia sexual y de género que había marcado mi historia. Fue entonces cuando
casa para adentro”. ¿Acaso el hogar es un espacio seguro para los gays?, aquí recuerdo a Butler me interesé por estudiar el género desde la academia y conocí a la profesora Sara, quien me guió,
(2006), para quien la performatividad es un poderoso fenómeno social, el mecanismo por ex- supervisó y exigió la mejor calidad, tanto conceptual como crítica, sobre este objeto de estudio.
celencia de la dominación.
El feminismo me permitió conocer las razones principales por las que fui discriminado y vio-
Soy gay, es algo que nunca oculté, el problema es que no soy gay por elección, quisiera que lentado durante toda mi vida; el feminismo es la mejor “terapia de conversión”, el “electrocho-
me llamaran Daniel antes que “el gay”, aunque Daniel el gay no suena mal. Como hombre gay que” que necesitaba durante mi infancia y adolescencia para entender, finalmente, lo que im-
siempre me rodeé de mujeres, mis amigas eran quienes me protegían de la discriminación de plica la auto aceptación, la exploración y la libertad.
los machitos. Por ello no me resulta extraña la admiración que tengo por mujeres como Rosa
Era normal que me rodeara de mujeres en la universidad, muchas de ellas feministas. Como
Parks, Angela Davis, Mara Viveros, Francia Márquez, entre otras…
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hombre gay, con amigos y amigas transexuales y transgénero, siempre me fue difícil aceptar
Por todo lo anterior considero que Wittig y Foucault aciertan en sugerir que la heterosexuali- al pie de la letra ciertas visiones feministas sobre el papel de las disidencias sexuales y de gé-
dad no es una orientación sexual, es un régimen epistémico. Esto quiere decir que la heterose- nero. Solo cuando me acerqué a la lectura de Butler, autora feminista, comprendí que nadie se
xualidad es obligatoria, es tanto reguladora como productora de cuerpos e identidades. Butler había interesado más por la cuestión de las diversidades sexuales y de género que el propio
dice que “El cuerpo es y no es mío” (2006, 41), y yo pregunto: ¿Qué parte es y no es de nosotros? feminismo.
Salí del closet a temprana edad, mis padres me llevaron al psicólogo durante meses, cada quin- En “Deshacer el género” (2006) Butler pregunta: ¿Qué hace llevadera mi propia vida? Una
ce u ocho días durante mi bachillerato, pero la “terapia de conversión sexual” nunca funcionó, y pregunta tan simple que cuesta entenderla, y lo primero que se me ocurre es la dificultad de
hoy se discute a nivel mundial si se trata de una práctica legal o ilegal. No dudé en hacerle saber contestarla sin contemplar la historia. La masculinidad es una máscara, es una pantomima
a la psicóloga que su conocimiento era precario y errático, que no estaba dispuesto a seguir con que restringe la posibilidad de ser sujetos libres. Los hombres gays y las mujeres tenemos
ese teatro, y esa fue la última “citación formal” con el consultorio del patriarcado. En mi adoles- en común un sistema cultural que nos domina, que regula la sexualidad y el género y que es
cencia conocí amigos gays, travestis, transgénero, transexuales, lesbianas y transformistas de altamente violento y excluyente.
barrios; fue con ellos, “los anormales”, que conocí otras formas de ser. “Los Anormales”, como el
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
Palabras finales
Aproximaciones al género y
El paso por la universidad nos juntó en el aula a Daniel, a Julián y a mí por una ruta que el mis- masculinidades otras.
mo feminismo nos ha mostrado, una ruta que cuestiona los esencialismos, los etnocentrismos
metodológicos y que transforma el papel académico para invitarnos a un diálogo de saberes
Experiencias de estudiantes de una
que está allí en el tejer palabra, en el corazonar y reflexionar que hacemos hoy las tres. Ac- facultad hegemónicamente masculina.
tualmente, vamos a nuestro ritmo haciendo una investigación pequeña, con nuestros propios
recursos y tiempo, sobre masculinidades en carreras feminizadas. Para poder entender lo que Miguel Ángel Alonso Romero, Valentina Álvarez Naranjo
queremos hacer, queríamos partir de reflexiones como ésta, de a pie, sencillas y profundas,
Introducción
reveladoras de una verdad de a puño: a los hombres se les sigue suponiendo. Sería deseable
que se pregunten y que se hagan cargo; muchos de ellos, sin saberlo, no quieren seguir siendo El Semillero de Investigación en Masculinidades del programa de Terapia Ocupacional de la
lo que les han dicho que deben ser. O, por lo menos, ya son más quienes lo están cuestionando. Universidad Nacional se gestó en 2018 como un espacio formativo, investigativo, pero espe-
cialmente de co-construcción a partir de las experiencias e intereses de lxs estudiantxs. Para
muchxs significó un primer acercamiento a los temas de género, para otrxs un espacio de
aterrizaje de algo que, a la fecha, era poco evidenciado en la Facultad de Medicina, en donde
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Referencias
se concentran cinco programas curriculares (Medicina, Fisioterapia, Nutrición y Dietética, Fo-
Anzaldúa, Gloria. 2016. Borderland / la frontera: La nueva mestiza. Madrid: Capitán Swing. noaudiología y Terapia Ocupacional), cuatro de los cuales se han considerado típica e históri-
camente feminizados.
Butler, Judith. 2006. Deshacer el género. Barcelona: Paidós.
El Semillero fue un espacio de acercamiento a las perspectivas de género que abordaban du-
das planteadas por lxs estudiantes tales como ¿por qué se consideran las ciencias de la salud
profesiones feminizadas? ¿Qué elementos determinan el valor de los saberes de las profesio-
nes feminizadas? ¿Por qué una facultad tan amplia se nombra solo con la profesión hegemóni-
ca y dominada por hombres? ¿Es real la desigualdad salarial entre hombres y mujeres? Estos y
otros interrogantes se fueron acercando también a las perspectivas de nuevas masculinidades
que impulsaron la participación y motivación en el Semillero.
tuvo el objetivo de “...describir las características de identidad, hegemónicas y alternativas, referidas beres de las profesionales femeninas, el lugar de poder en la producción del saber y el órden
por varones estudiantes y docentes de tres disciplinas de la Universidad Central de Chile: Trabajo So- en una Facultad con nombre e imagen masculinas, y la errada y molesta idea de las profesio-
cial, Enfermería y Terapia Ocupacional” (2016, pág 15). nales de las ciencias de la salud como asistentes de los médicos. Estos y otros elementos me
hicieron llegar al espacio del Semillero.
Así pues, la apuesta de replicar el estudio fue un motivante más para lxs estudiantes del Semi-
llero, que en alianza con el programa de Trabajo Social de la Universidad de Antioquia busca- Las dudas que había recogido en la experiencia estudiantil se fueron resolviendo especial-
ban replicar la investigación mencionada. Después de la finalización del Semillero, y aún con mente durante la investigación y escritura de un artículo en el que, a partir de una lectura his-
interés en temas de género, configuramos nuestro grupo de investigación que dio continuidad tórica, social y de género de las profesiones tradicionalmente reconocidas como femeninas,
al proceso investigativo sobre masculinidades en terapia ocupacional, particularmente en la abordé la feminización de las ciencias de la salud, la hegemonía masculina en el conocimiento
Universidad Nacional de Colombia. y el poder y la poca participación de mujeres en altos cargos.
Estos recorridos han permitido consolidar lo que ahora narramos a dos voces, nosotros, Va- La oportunidad de abrir el panorama sobre el tema de género en terapia ocupacional me ha
lentina Álvarez Naranjo y Miguel Ángel Alfonso, desde distintas iniciaciones, historias, pers- permitido construir una perspectiva crítica sobre las dinámicas de la profesión en el campo
pectivas y experiencias. Relatamos nuestros encuentros desde la academia con los estudios de académico, laboral y personal. Es así como el compromiso de posicionar a la terapia ocupa-
género, las dinámicas sociales y la cultura que se vive en la Facultad de Ciencias de la Salud de cional como una profesión de conocimientos válidos, no parte únicamente de la producción
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la Universidad Nacional de Colombia (conocida como Facultad de Medicina). de conocimiento propio que corresponda a criterios establecidos, sino también de una lucha
contra las estructuras hegemónicas que dominan a las profesiones típicamente feminizadas.
Acercamiento a la perspectiva de género - Uno de los compromisos políticos de la profesión es desmarcar socialmente al terapeuta ocu-
Valentina Álvarez Naranjo pacional de características tradicionalmente relacionadas con lo femenino, reconocer la par-
ticipación de sujetos diversos en nuestro campo del saber y empezar a situarnos socialmente
Si bien en la Universidad Nacional hay múltiples espacios de discusión, análisis e información
como una profesión con ejercicio de acción y conocimiento válido.
sobre temas de género, hacia el año 2017 era un tema fuerte en espacios particulares, como los
relacionados con ciencias sociales, así que los primeros hallazgos que tuve como estudiante El Semillero fue un punto de partida y una oportunidad de contar con espacios críticos y visua-
universitaria sobre el género se dieron en clases o espacios de la Facultad de Ciencias Huma- lizadores de temas de género, y ha encaminado distintos intereses profesionales, académicos
nas. Aún con un borroso panorama y una escueta perspectiva, había llegado a un feminismo y personales no solo míos, sino de compañerxs con quienes pude compartir el espacio. Aquí
que no podía comprender y con el que no me lograba identificar, aunque lo reconociera como me interesé por conocer las tensiones que encontraba en lo cotidiano, el poco reconocimiento
un hito, una lucha de un valor incalculable en la dignificación y visibilización de la mujer. del trabajo doméstico, los roles socialmente asignados, los imaginarios alrededor del género y
nuevas perspectivas de los estudios de género, elementos que puse en diálogo con otrxs com-
Aún sin relacionar el género con la terapia ocupacional, eran constantes las dudas que me lle-
pañerxs, como Miguel Alonso.
gaban por la poca visibilidad de nuestra profesión, lo rezagados que resultan los haceres y sa-
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
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muchas formas de ser, y es que el poder compartir y experimentar desde una posición social y
Por otra parte, a lo largo de la carrera salen a flote algunas tensiones, como la corporeidad
crítica mi lugar como hombre en la academia y en la terapia ocupacional, me permitió desa-
y el simbolismo del cuerpo tanto del hombre como de la mujer interactuando en espacios
rrollar sensibilidades nuevas frente a temas de género y participación. Esos espacios donde se
artísticos y académicos que traspasan lo cotidiano y nos hacen replantearnos su significado.
dialoga sobre género sólo los tuve en la universidad; sin embargo, esta nueva concepción de
Por ejemplo, al interactuar profesionalmente (examinar, observar, palpar, caracterizar) con el
masculinidad nació de una pregunta inocente un día cualquiera de clase en segundo semes-
cuerpo de otra persona, nos damos cuenta de que existen sesgos y expectativas de lxs usuarixs
tre: “¿Por qué solo tengo docentes mujeres?”
sobre nuestra identidad (ser hombres). y por los significados que esto pueda representar para
ellxs, es probable que una persona se sienta más cómoda si una mujer realiza estas activida-
Esta pregunta ocasionó una reacción en cadena de búsquedas y respuestas acerca de cómo se cons-
des, porque corresponde con lo tradicional. A su vez, en campos de nuestro quehacer como el
tituye históricamente nuestra profesión, las luchas y tensiones que la llevaron a consolidarse como
trabajo con población infantil, es posible ver más fácilmente estas preferencias, pues hay pa-
lo que es ahora, con el mérito que tienen nuestras docentes y todas aquellas mujeres que lo hicieron
dres y madres que expresan incomodidad o extrañeza con el hecho de que un hombre brinde
posible. Tanto ellas como lxs egresadxs mencionan que la participación de los hombres en la carrera
el servicio a sus hijxs.
a finales del siglo XX era escasa: en cada cohorte los hombres representaban el 1% o 2% de la pobla-
ción estudiantil y la probabilidad de que desertaran era considerable.
Para reflexionar, considero que cada saber, cada experiencia adquirida en el Semillero, en el
grupo de investigación y en mis vivencias personales, me dejan claro que el género y la mas-
Con el tiempo, la cantidad de hombres que accedieron a la profesión fue aumentando con res-
culinidad son algo que se construye y deconstruye constantemente. Desde nuestra posición
pecto a la de mujeres, al menos en lo que conocemos desde la Universidad Nacional y sin tener
4 __________ Desenlances del encuentro entre hombres y feminismos en la Universidad
como hombres podemos ser agentes de cambio, evidenciar nuevas prácticas no hegemónicas
que nos permitan ser hombres sin las presiones sociales de ser rudos, machos, fuertes, violen-
tos o inexpresivos, y en cambio darnos cuenta de que podemos ser cálidos, sensibles, frágiles y
afectivos, haciendo nuestras prácticas más reales, más humanas y más libres.
Esta experiencia, mediada por tensiones, re-encuentros y discusiones con el ser, hacer y lle-
gar a ser estudiantxs de terapia ocupacional, nos genera la necesidad de plantear mesas de
diálogo y construcción sobre los conceptos de género en la profesión, involucrando no solo
nuestro ejercicio profesional, sino también nuestra construcción de profesión desde el género
y las luchas contrahegemónicas planteadas en los contextos en los que nos movilizamos cons-
tantemente: hospitales, colegios, instituciones, espacios políticos, comunitarios, etc. Debemos
llevar entonces la bandera de lo político como parte del ser, hacer y llegar a ser, haciendo de las
masculinidades un tema emergente en la profesión. Por otro lado, nos parece de gran impor-
tancia privilegiar espacios y temas que nos convocan para formar identidad colectiva, reco-
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nociendo a todxs y procurando construir un saber profesional desde el sur, que acoja saberes,
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costumbres, culturas e identidades más diversas y humanas.
Referencias
Fernández, Aleida, Clara Duarte y Solangel García. 2018. “Mujeres académicas de la Facultad
de Medicina a finales del siglo XX” en Facultad de Medicina. Su historia. Tomo II, edi-
tado por Juan Carlos Eslava, Manuel Vega y Mario Hernández. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia. Pp. 261-279.
(danielprotestantes@gmail.com) (iespitia@unal.edu.co)
Doctor en Ciencias Sociales y Licenciado en Ciencia Antropóloga, magíster en estudios de género de
AMARAL ARÉVALO CLAUDIA ROMERO Política (UBA). Investigador Independiente del la Universidad Nacional de Colombia, docente,
CONICET. Profesor de Teoría de Género de la Carrera de investigadora y aprendiz. Amante del fútbol, el deporte
(arevalo.amaral@gmail.com) (claudia.romero@alumnos.cide.edu) Sociología (UBA). Coordinador de la Diplomatura en y los perros. Feminista con experiencia en docencia,
Investigador asociado del Centro Latinoamericano Licenciada en Etnohistoria de la Escuela Nacional de Masculinidades y Cambio Social (UBA) y miembro del investigación social y trabajo con enfoque de género.
en Sexualidad y Derechos Humanos (CLAM/ Antropología e Historia. Maestra en Ciencia Política InMaCS y de la campaña PATERNAR. Sus líneas de investigación son masculinidades, género,
UERJ). Educador, Postdoctorado en Salud Colectiva del Centro de Investigación y Docencia Económicas. sexualidades y antropología de la salud.
y Especialista en Género y Sexualidad. Sus líneas Ayudante de investigación que se centra en temas FERNANDO ANGULO RODRÍGUEZ
principales de investigación son Estudios para la Paz, de masculinidades, iatrogenia, migración de JUAN GUILLERMO FIGEROA
Violencias y Estudios LGBTI+ en Centroamérica. menores centroamericanos en tránsito y la ética de la (fernando.angulo.r@gmail.com)
investigación con respecto al extractivismo. Sociólogo y Especialista en Estudios Feministas y de (jfigue@colmex.mx)
ASTRID YULIETH CUERO MONTENEGRO Género, Universidad Nacional de Colombia. Integrante Doctor en sociología y demografía. Profesor e
DANIEL GALEANO AMAYA de la REDTCM. investigador en El Colegio de México y docente en la
(astridcuero850@gmail.com)
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Universidad Nacional Autónoma de México. Investiga
Feminista negra antirracista colombiana. Candidata (danielgaleanoa@gmail.com) GABRIEL GALLEGO MONTES sobre salud y comportamientos reproductivos de la
a Doctora en Estudios e Intervención Feminista Psicólogo. Estudiante Especialización en Memorias población masculina, sobre ética de la investigación
del Cesmeca-Unicach de San Cristóbal de las Colectivas, Derechos Humanos y Resistencias. CLACSO. (gabriel.gallego@ucaldas.edu.co)
social y sobre el derecho a una vida libre de violencia en
Casas, (Chiapas- México). Sus principales temas de Pertenece al colectivo Narrativoz (Equipo de psicología Doctor en Estudios de Población por El Colegio de
espacios académicos.
investigación están relacionados con el feminismo narrativa, construccionista y feminista). Integrante de la México A.C. Profesional en Desarrollo Familiar por la
negro, antirracista y decolonial, el trabajo feminizado y REDTCM. Universidad de Caldas Colombia. Profesor Titular e JUAN SEBASTIÁN DÍAZ
la industria maquiladora mexicana y colombiana. investigador asociado del Departamento de Estudios de
DANIEL INCLÁN Familia y del Observatorio en Género y Sexualidades de (juansedigo@gmail.com)
CARLOS MARIO PIEDRAHITA LONDOÑO la Universidad de Caldas. Artista interdisciplinar. Sus áreas de trabajo son el
(dinclan@iiec.unam.mx)
vídeo, el teatro y las artes visuales. Se presenta con
(carlos.piedrahital@udea.edu.co) Investigador titular del observatorio latinoamericano GUILLERMO CORREA MONTOYA una apariencia mística, aberrante y caótica para
Padre, abuelo, hermano, compañero, amigo, de geopolítica del instituto de investigaciones
producir lecturas críticas sobre las representaciones
ciudadano, miembro de la Red Nacional Universitaria económicas de la UNAM. (guillermo.correa1@udea.edu.co)
visuales tradicionales de género y la sexualidad.
por la Equidad de Género en la Educación Superior Marica de pueblo y doctor en historia. Profesor titular
A través de medios electrónicos y de su propio
-RENUEGES-,Contratista de la Dirección de Bienestar del departamento de Trabajo Social, Universidad de
cuerpo, forja lecturas abyectas para la equidad de
Universitario –DBU- de la Universidad de Antioquia. Antioquia. Es también, como se define él mismo, un
género, el reconocimiento de las diversidades y el
“aprendiz de pintura”, aficionado que pinta por placer.
empoderamiento de singularidades y colectivas. Un MATTHEW GUTMANN RITA ALCAIRE TATIANA MOURA
cuerpo-cyborg que surge del diálogo entre tecnologías
anacrónicas, una apariencia bestial y la meditación para (gutmann@brown.edu) (ritaalcaire@ces.uc.pt) (tatiana@ces.uc.pt)
la deconstrucción colonizada del aparato visual. Profesor Emérito de Antropología, Director de Brown Antropóloga y comunicadora de las ciencias sociales. Feminista, madre, investigadora en el Centro de Estu-
International Advanced Research Institutes (BAIRI), Investigadora Postdoctoral en el Centro de Estudios dios Sociales de la Universidad de Coimbra, donde coor-
JULIÁN ANDRÉS VÁSQUEZ RAMÍREZ Faculty Fellow en Watson Institute for International Sociales de la Universidad de Coimbra, Portugal. Docto- dina proyectos europeos sobre Feminismos, Masculini-
Studies y Docente asociado en Population Studies and rada en Derechos Humanos en las Sociedades Contem- dades y Violencias. Doctorada en Estudios para la Paz y
(julian.velasquez1@udea.edu.co) poráneas. Sus intereses de investigación se centran en Democracia, sus intereses de investigación se centran
Training Center de la Universidad de Brown. Su investi-
Trabajadora Social Universidad de Antioquia, integrante el estudio del género y las sexualidades, la salud mental en Feminismos de las Relaciones Internacionales, Mas-
gación y docencia se han centrado en los estudios sobre
de UdeADiversa y de la Red Nacional Universitaria por la y la cultura pop. culinidades y Violencia urbana.
los hombres y las masculinidades, la salud pública, la
Equidad de Género en Educación Superior RNUEGES.
política y el ejército.
SANTIAGO PINZÓN VALENTINA ÁLVAREZ NARANJO
LUCIANO FABBRI
MIGUEL ANGEL ALFONSO ROMERO
(s.pinzon38@uniandes.edu.co) (pvalvarezn@unal.edu.co)
(lucianofabbri2017@gmail.com) Estudiante de doctorado en antropología de la Universidad Terapeuta ocupacional de la Subred Integrada en Salud
(maalfonsoa@unal.edu.co)
Doctor en Ciencias Sociales por la UBA y Lic. en Ciencia de los Andes, interesado en élites, masculinidades y ocio. Sur, movilizada por el género, la colectividad y diver-
Estudiante de último año de Terapia Ocupacional,
Política por la UNR. Profesor Universitario en Seminario
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interesado en temas de género, visibilizando las diver- sidad, con apuestas profesionales y personales a tera-
Introducción a la perspectiva de género, Miembro del SARA TUFANO pias ocupacionales críticas. Participante del grupo de
sidades y nuevas masculinidades desde la investigación
Instituto Masculinidades y Cambio Social. Secretario de investigación masculinidades en terapia ocupacional,
y las prácticas de vida. Co-autor de artículos en produc-
Formación y Capacitación para la Igualdad, Ministerio (saratufano@gmail.com)
ción con temas relacionados a masculinidades en carre- co-autora de artículos relacionados con género y tera-
de Igualdad, Género y Diversidad Prov. de Santa Fe. Es feminista, analista política, columnista, socióloga
ras tradicionalmente feminizadas. pia ocupacional.
de la Universidad de París 7 y Magíster en Sociología de
MARCOS NASCIMENTO la Universidad de São Paulo. Se ha especializado en el VÍCTOR DANIEL GUERRA ZABALA
OCTAVIO SALAZAR
estudio del conflicto armado colombiano y en la histo-
(m2nascimento@gmail.com) ria de los procesos de paz. (victor.guerra@udea.edu.co)
(dp1sabeo@uco.es)
Psicólogo, Doctor en Salud Colectiva, investigador de Sociólogo Universidad de Antioquia, estudiante Maes-
Catedrático de Derecho Constitucional Universidad de
la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y docente en el SARA YANETH FERNÁNDEZ MORENO tría en Desarrollo Regional de El Colegio de la Frontera
Córdoba, España. Miembro de la Red Feminista de De-
Programa de Postgrado en Salud Colectiva del Instituto Norte EL COLEF, Tijuana.
recho Constitucional, miembro del Comité de Expertos
Fernandes Figueira de Fiocruz. (sara.fernandez@udea.edu.co)
del Instituto Europeo de Igualdad de Género.
Académica, Activista y Feminista, profesora titular de la
Universidad de Antioquia, investigadora de posdoctora-
do CES Universidad de Coímbra.
SOBRE LAS EDITORAS
(mviverosv@unal.edu.co) (gaacostasa@unal.edu.co)
Profesora Titular de la Escuela de Estudios de Género, Literata. Magíster en Trabajo Social de la Universidad
de la cual ha sido co-fundadora y directora en tres Nacional de Colombia. Traductora Español-Inglés. In-
ocasiones. Su trayectoria como investigadora y docente tegrante del Grupo Interdisciplinario de Estudios de
en Universidad Nacional de Colombia ha estado guiada Género, Universidad Nacional de Colombia.
por un proyecto feminista crítico, tanto en su dimensión
teórica como política y ética. Su trabajo actual explora NICOLE CHAVARRO MOLINA
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ANDREA NEIRA CRUZ Nacional de Colombia, estudiante de la Especialización
en Fotografía de la Universidad Nacional de Colombia.
(andreaneira1@gmail.com) Le interesan los procesos de creativos de comunicación
Doctoranda en Antropología de la Universidad del Cau- popular, la fotografía documental y temas relacionados
ca. Trabajadora social. Magíster en Estudios Feministas con los feminismos populares.
y de Género. Integrante del Grupo Interdisciplinario
de Estudios de Género, de la Universidad Nacional de JULIE VANESSA SUÁREZ CORTÉS