Lección 02
Lección 02
Lección 02
PARA MEMORIZAR:
“Entonces miré y vi una nube blanca, y sobre la nube, a uno sentado semejante
al Hijo del hombre, con una corona de oro en su cabeza, y en su mano una hoz
aguda. Y del Santuario salió otro ángel, y clamó a gran voz al que estaba sentado
sobre la nube: ‘Toma tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, y la mies
de la Tierra está madura’ ” (Apoc. 14:14, 15).
DECISIONES ETERNAS
Apocalipsis 14 es el mensaje final de misericordia de Jesús a un mundo
caído y rebelde, que por casi seis mil años ha estado impregnado de pecado
y maldad. Llegará el día en que cada ser humano del planeta Tierra tomará su
decisión final e irrevocable, ya sea a favor o en contra de Jesús. El mensaje del
Apocalipsis, acerca de la justicia de Cristo, que nos libra de la condenación del
pecado así como del control del pecado en nuestra vida, resonará una y otra vez
por toda la Tierra.
Lee Mateo 24:14 y compáralo con Apocalipsis 14:6. ¿Qué promesa hizo
Jesús a sus discípulos con respecto a la difusión mundial del evangelio
justo antes de su venida?
La promesa de Jesús de que “este evangelio del reino será predicado en todo
el mundo”, que aparece en Mateo 24:14, encuentra su cumplimiento final en
el mensaje de Cristo para los últimos días, en Apocalipsis 14:6, que dice que el
evangelio se proclamará a “toda nación y tribu, lengua y pueblo”.
Tres veces en Apocalipsis 22 Jesús afirma que él viene pronto (Apoc. 22:7,
12, 20). En el contexto de su pronto regreso, nuestro Señor agrega: “ ‘El que es
injusto siga siendo injusto, y el sucio siga ensuciándose. El justo siga siendo
justo, y el santo siga santificándose’ ” (Apoc. 22:11). El Apocalipsis avanza a un
clímax glorioso en el que cada persona debe decidir a favor o en contra de Cristo.
Por supuesto, todos los días, mediante nuestras decisiones, incluso en las
“cosas pequeñas”, estamos decidiendo a favor o en contra de Jesús. Es poco
probable que alguien que constantemente toma decisiones equivocadas en su
vida ahora, de repente, en la crisis final, se incline por el bando de Jesús, espe-
cialmente cuando la fuerza de todo el mundo impío está en su contra. Ahora,
hoy y todos los días, debemos decidir ser fieles a Cristo y a sus mandamientos.
Juan escribió: “En esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus manda-
mientos” (1 Juan 5:3). Como dijo Elena de White: “Jesús no cambia el carácter en
su venida. La obra de transformación debe hacerse ahora. Nuestra vida diaria
determina nuestro destino” (EUD 299).
¿Cómo forma Dios nuestro carácter? ¿Qué medios utiliza para que crezcamos en
gracia? ¿Qué podemos hacer para permitir más plenamente que el Espíritu Santo
nos transforme para ser más semejantes a Jesús?
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Lunes 3 de abril | Lección 2
Lee Apocalipsis 14:14. ¿Qué título se utiliza para describir a Jesús cuan-
do regresa a la Tierra? ¿Por qué crees que Juan usa este título para Jesús?
Jesús usó el término “Hijo del hombre” para referirse a sí mismo 82 veces
en los evangelios. Era uno de sus títulos favoritos. Lo usó como una expresión
de cariño para identificarse con nosotros. Él es un Salvador que nos entiende,
padeció nuestras tentaciones y pasó por nuestras pruebas. Él es el “Hijo del
hombre”, que regresará para llevarnos a casa. El Jesús que viene por nosotros
es el mismo Jesús que vivió entre nosotros. Él está calificado para redimirnos
porque llegó a ser uno de nosotros y así, siendo uno de nosotros, enfrentó toda
la furia de las tentaciones de Satanás, y fue victorioso.
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Lección 2 | Martes 4 de abril
EL JUICIO CELESTIAL
Lee Apocalipsis 14:14 y Hechos 1:9 al 11. ¿Qué similitudes descubres?
Juan declara: “Entonces miré y vi una nube blanca, y sobre la nube, a uno
sentado semejante al Hijo del hombre” (Apoc. 14:14). Cuando Jesús ascendió
al Cielo, en Hechos 1:9 Lucas registra que, mientras los discípulos estaban de
pie mirando al cielo, “Jesús fue elevado a la vista de ellos, y una nube lo ocultó
de sus ojos”. Jesús ascendió en una nube de ángeles y volverá con una nube de
ángeles. En ese entonces, los ángeles declararon a los discípulos asombrados,
en Hechos 1:11: “ ‘Este mismo Jesús, que ha sido llevado de ustedes al cielo, vol-
verá del mismo modo en que lo han visto ir al cielo’ ”. Hay una verdad divina
inserta en este pasaje que quizá no sea evidente. Este “mismo Jesús”, el “Hijo
del hombre”, el que caminó por las calles polvorientas de Nazaret, ministró en
las calles abarrotadas de Jerusalén, sanó a los enfermos en las aldeas de Israel y
predicó en las laderas cubiertas de hierba en Galilea, vendrá otra vez.
También se menciona al Hijo del hombre a la luz del juicio en Daniel 7.
Lee Daniel 7:9, 10, 13 y 14. ¿Por qué Daniel llamó a Jesús “Hijo de hombre”
en algo tan serio como el Juicio? Según ya hemos visto, ¿qué debería recon-
fortarnos al saber que el “Hijo de hombre” es tan decisivo para el Juicio?
En Daniel 7:9 y 10, Daniel ve el Trono celestial con miles de millares y mi-
llones de millones de seres celestiales y angelicales reunidos alrededor del
Trono. Se inicia el juicio, y los libros (los registros celestiales de nuestra vida) se
abren ante el Universo. En Daniel 7:13 y 14, el Hijo de hombre se acerca al Anciano
de días, el Padre, y recibe su Reino eterno. El juicio revela ante todo el Universo
que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han hecho todo lo posible para salvar
a toda la humanidad. Este juicio vindica no solo a los santos, sino al mismo
carácter de Dios contra las acusaciones falsas de Satanás (ver Job 1, 2; Sal. 51:1-4).
Piensa en el hecho de que toda tu vida estará bajo escrutinio delante de Dios.
Entonces, ¿cuál será tu única esperanza cuando esto suceda? (Ver Rom. 8:1).
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Miércoles 5 de abril | Lección 2
Lee Apocalipsis 14:15 y Marcos 4:26 al 29. ¿Qué similitudes ves entre
estos pasajes? ¿De qué temas hablan?
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Lección 2 | Jueves 6 de abril
Lee Apocalipsis 14:17 al 20. ¿Qué significa la expresión “el gran lagar de
la ira de Dios”? Ver también Apocalipsis 14:10; 15:1; y 16:1.
“Y del altar salió aún otro ángel que tenía poder sobre el fuego” (Apoc. 14:18).
Este es el ángel que manda los fuegos del juicio final de Dios. La cosecha está
madura. El pecado llegó a su límite. La rebelión ha cruzado la línea de la mi-
sericordia de Dios. Aunque ha habido cosas muy malvadas y perversas, van
a empeorar aún más antes de que todo termine. Un Dios amoroso ha hecho
todo lo posible por nosotros, que incluía ofrecerse a sí mismo en la Cruz como
sacrificio por nuestro pecado. “Al que no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por
nosotros, para que nosotros llegásemos a ser justicia de Dios en él” (2 Cor. 5:21;
ver también Gál. 3:13).
¿Qué más podría haber hecho Dios más allá de esa Cruz? No hay nada más
que la gracia pueda hacer para redimir a quienes han rechazado repetidamente
al Espíritu Santo.
Este es el urgente mensaje profético de Apocalipsis 14. Todas las semillas
han dado frutos. El grano está completamente maduro, y las uvas están com-
pletamente maduras. El pueblo de Dios revela su imagen de gracia, compasión,
misericordia y amor ante el Universo. Los hijos del maligno revelan codicia,
lujuria, celos y odio. El carácter de Jesús se revela en un grupo; y el carácter de
Satanás, en el otro.
El Universo verá en el pueblo de Dios una revelación de justicia que tal vez
ninguna generación anterior haya presenciado. En contraste con la justicia de
Cristo revelada en su pueblo, el Universo verá los resultados completos de la
rebelión contra Dios. La maldad, el mal, el pecado y la iniquidad se exhibirán
plenamente ante los hombres y los ángeles. El contraste entre el bien y el mal,
lo bueno y lo malo, la obediencia y la desobediencia, será evidente para todo el
Universo, tanto para la humanidad como para los ángeles.
¿En qué medida puedes discernir el contraste entre el bien y el mal? ¿Por qué es
importante que lo hagamos? (Ver Heb. 14:27).
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Viernes 7 de abril | Lección 2
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