Body Scan
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Body Scan
psico.pame
Para realizar el "body scan" o
escaneo corporal es ideal estar en
una posición cómoda, ya sea
acostada o sentada. Para
comenzar suelta el peso del
cuerpo. Deja ir cualquier tensión.
Los pies caen a los costados, los
brazos permanecen estirados, un
poco separados del cuerpo, con
las palmas de la mano hacia
arriba.
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Realiza un par de respiraciones
profundas y conscientes.
Reacomodate si lo necesitas, toma
conciencia de la temperatura del
ambiente, de los sonidos...
Pon atención a la respiración y
las sensaciones que provoca en tu
cuerpo. Observa cada inhalación
y exhalación en la zona del
abdomen, como se hincha y se
deshincha con la respiración.
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Observa las costillas, como suben
y bajan. Sin cambiar nada,
simplemente observa como el aire
entra y sale de tu cuerpo.
Con la siguiente respiración llevas
la atención a los dedos de los
pies... observa las sensaciones que
están presentes aquí y ahora,
sensaciones de frío, calor,
hormigueo o ausencia de ellas.
Todo está bien, solo observa.
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Expande la atención a los pies por
completo... plantas, empeine,
tobillos y talones en contacto
con la superficie, sintiendo los
pies cada vez más relajados.
Y ahora, como si te enfocaran
con una linterna, vas recorriendo
tu cuerpo, subiendo por las
pantorrillas, rodillas, muslos,
parte baja de la espalda.
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Si en algún momento te distraes,
no pasa nada. simplemente date
cuenta y regresa amablemente,
sin juicio a esa zona del cuerpo
donde te encuentras. En la
siguiente exhalación lleva la
conciencia a la zona de la pelvis,
genitales, bajo vientre... sueltas
las piernas y las sientes relajadas,
pesadas...
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Ahora, lleva la atención a la
parte delantera de tu cuerpo,
observa el abdomen, tórax,
costillas... hasta llegar al pecho,
donde te permites abrir el
corazón a tu experiencia tal como
es, aquí y ahora. En la próxima
exhalación dirige tu atención a
las manos y dedos, uno por uno,
notando las sensaciones presentes
en este momento.
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Sigue subiendo el foco de la
atención hacia los antebrazos,
codos, parte superior de los
brazos, hombros, escápulas...
siente el contacto con la ropa... y
finalmente sientes todas tus
extremidades relajadas. Si notas
algún dolor o incomodidad lleva
la respiración a esa zona del
cuerpo. Suaviza la postura y el
dolor irá desapareciendo poco a
poco
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Mentalmente te repites "estoy
relajada".
A partir de este instante, observa
las sensaciones en el cuello y
cabeza... en el rostro, suavizando
la frente, relajando los párpados,
el entrecejo, sintiendo como los
ojos pesan y caen atrás. Los
pómulos y la mandíbula se
suavizan, soltando un poquito el
mentón.
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Pon la atención en la respiración
y siente como el aire entra y sale
por las fosas nasales. Separa un
poco los labios y permite que la
lengua descanse en en paladar.
Relaja toda la boca y los labios,
dibujando una leve sonrisa.
Finalmente observa tu cuerpo
como un todo, relajado, sintiendo
como se funde y se diluye con la
superficie.
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Desde aquí, déjate sentir durante
unos instantes esta experiencia,
en un silencio y relajación total.
Poco a poco para regresar de este
estado de relajación, realizas un
par de respiraciones profundas y
muy despacio empiezas a mover
los dedos de las manos, de los
pies, mueve los tobillos y las
muñecas. Si lo necesitas estírate o
bosteza.
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Cuando estés preparada puedes
salir de la postura despacio, sin
prisa y suavemente, para
incorporarte de nuevo a tu
rutina. lleva contigo la sensación
de relajación durante el resto del
día.
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