Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

El Propósito de La Disciplina

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 29

EL PROPÓSITO DE LA DISCIPLINA.

"El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección
tiene entendimiento".
Proverbios 15 : 32

Cuando el fuego abrasa la madera, la destruye; cuando abrasa el oro, lo purifica. El fuego es
símbolo de la disciplina divina, de las pruebas y adversidades que aparecen en la vida.
Necesitamos entender que la disciplina divina no es como el castigo humano. Nada que trae
dolor. Las lágrimas y la tristeza no nacen en la mente divina. Dios solo es el autor de las cosas
buenas. Si yo rechazo la disciplina, me coloco en un camino peligroso. "Menosprecia su
alma", advierte Salomón.
Nada sucede en este mundo sin el permiso divino y si Él permite que la adversidad toque a la
puerta de tu corazón, es porque desea que escribamos capítulos más brillantes de nuestra
propia historia. Teológicamente, la adversidad llega a la vida del hijo de Dios, porque el Señor
quiere despertarlo ante el peligro que se aproxima.
El verbo hebreo mas que Salomón usa aquí, ha sido traducido como "el que tiene en poco", es
decir, el que "rechaza". Rechazar significa literalmente sentirse sublevado, incomodado, no
estar de acuerdo. ¿No es así como nos sentimos cada vez que las cosas no salen como
queremos? Y no obstante, esa aparente adversidad es el instrumento que Dios usa para
librarnos de tragedias mayores.
Si aceptamos la prosperidad y la alegría, dones preciosos de Dios para hacernos felices, ¿no
deberíamos también aceptar que el Señor nos despierte a la realidad, cuando nuestra
humanidad nos induce a dormirnos en el volante de las circunstancias favorables?
Ningún dolor es permanente. Ninguna adversidad dura para siempre. No para los hijos de
Dios. Porque el objetivo no es destruir, sino educar y edificar. El dolor que tú estás viviendo en
este momento es pasajero. Mañana será un nuevo día. El sol brillará de nuevo y tú habrás
crecido en tu manera de ver la vida. Escucha la reprensión con humildad.
Por eso hoy, aunque las cosas no sean todas "color de rosa", aunque en el cielo haya nubes
amenazadoras, vale la pena recordar el consejo divino: "El que tiene en poco la disciplina
menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento".

DIGNO DE SER ALABADO.

"Porque grande es Jehová digno de suprema alabanza, temible sobre todos los dioses".

Salmo 96 : 4

Tu actitud ante Dios y la manera como tú adoras, será proporcional al tamaño de tu Dios.
El salmista contrasta en este salmo el Dios "grande y digno de suprema alabanza", con
los dioses creados por el ser humano.
Si tú te fabricaste tu propio dios, es lógico que en el momento de adorarlo tu preocupación
sea solo tú y tus sentimientos. Por más que tú llames dios al objeto que tus manos o tu
mente fabricaron, inconscientemente tú te sentirás superior a él. Ese tipo de dios está a tu
servicio, pero el centro de tu adoración eres tú, no él.

Es impresionante la cantidad de veces que los salmos enaltecen y destacan la


grandiosidad de Dios. Parece que las enseñanzas de este libro se proyectasen
directamente para los tiempos en que vivimos, donde, para muchos, Dios no es más que
una simple "idea".

Me asombró una entrevista de un destacado profesor universitario que nació y creció en


la iglesia. "Dios -dijo ante las cámaras de la televisión-, es una idea positiva. Si tuviese
que dar hoy una educación a mis hijos, les enseñaría a confiar en Dios. No como el Dios
que los cristianos enseñan. Sino solo como una idea positiva que hace mucho bien".

Sabes por qué el ser humano llega a esa conclusión? Por causa del deseo de libertinaje,
que confunde con libertad. "No quiero que un dios me esclavice". "Yo ya superé esa
etapa", dice, tratando de librarse de cualquier principio orientador que vaya contra su
instinto.

El camino de la felicidad es establecido por un Dios "digno de ser alabado" y más temible
que todos los otros dioses. Este temor no nace del miedo, y sí de la reverencia, del
reconocimiento de que no soy una partícula independiente, perdida en el universo. Tengo
un origen asegurado y un destino glorioso. Mi principio y mi fin se encuentran en el Dios
eterno que un día me creó por amor.

Por más que los desafíos que tú enfrentes hoy sean grandes. Por más que tú sientas que
no tienes fuerzas para resistir las pruebas de la vida, no te desanimes ni desmayes. No
desistas, "porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos
los dioses".

¿SABIOS O NECIOS?
"Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a
perder".
Proverbios 1 : 32
Un niño, de más o menos tres años de edad, gritaba desesperado dentro del avión mientras el
padre trataba de calmado.
"No quiero morir. Este avión se va a caer, y yo no quiero morir". Después, el padre les explicó
a los otros pasajeros que contemplaban la escena sin entender lo que pasaba, que el hijo
había visto una película en la que el avión caía. Había quedado tan impresionado que
confundió la ficción con la realidad.
La verdad es que nadie en su sana conciencia quiere morir. El ser humano fue creado con
vocación de vida. La muerte es una experiencia extraña al plan original de Dios.
Sin embargo, en el texto de hoy, Salomón presenta a la muerte como el destino inevitable de
mucha gente. No se refiere solamente a la muerte física, sino a la espiritual y a sus
consecuencias eternas. En la segunda parte del texto, Salomón define la muerte como
perdición.
¿Quiénes son esas personas que se dirigen a un destino tan triste? El autor de los proverbios
los llama "necios" e "ignorantes". Ser necio es lo contrario de ser sabio. Mientras los sabios
caminan hacia la vida, los necios se dirigen a la muerte.
Lo peor de todo es que ellos no lo saben. No tienen conciencia del peligro en que viven. El
texto afirma que tienen la impresión de estar bien. Pero que, finalmente, serán muertos por su
"desvío".
En algún momento se desviaron del camino que conduce a la vida. Hoy andan tranquilos,
teniendo la impresión de que todo está bien, pero la Biblia declara que no basta "pensar".
¿Ves la locura de confiar en los propios sentimientos?
En el siguiente versículo, Salomón presenta una manera de vivir más sensata. El que "oyere,
habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal".* ¿El que oyere qué? Los
consejos divinos, que solo pueden encontrarse en la Palabra de Dios.
Antes de partir para tus actividades diarias, pregúntate: ¿A dónde estoy yendo? El camino que
estás siguiendo, ¿es el camino que tú crees que es el correcto, o es el camino que Dios
estableció para ti? Esto es vital, "porque el desvío de los ignorantes los matará, y la
prosperidad de los necios los echará a perder".

"Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová".


Salmo 41 : 1
Este es el tercer salmo que comienza con la palabra bienaventurado. Los otros son el Salmo 1
y el 32. Bienaventurado quiere decir "feliz", "bendecido". ¿Quién no anhela ser feliz?
Este salmo tiene una estrecha conexión con el salmo anterior, en el que el salmista termina
diciendo: "Aunque afligido yo y necesitado". Después viene el versículo de hoy
"Bienaventurado el que piensa en el pobre".
Evidentemente David está hablando de él mismo como necesitado. Pero David no era pobre
en recursos materiales. Este salmo fue escrito durante la rebelión de Absalón, su hijo. En esa
época, el salmista ya era rey de Israel. Un rey nunca pasa por necesidades materiales, por
tanto, la promesa de hoy no es simplemente para el que da una limosna en la calle, u ofrece
un plato de comida al hambriento.
La pobreza es carencia de algo, falta de algo. La pobreza comienza cuando las cosas se
acaban. Una persona no es pobre solo porque vive en una casucha sencilla o porque viste
ropa remendada. Una persona también es pobre cuando las fuerzas llegan al fin, cuando el
cónyuge muere, o el hijo está en la cárcel, o cuando la alegría desaparece y la tempestad
envuelve su vida.
La promesa de Dios hoy es para todos aquellos que son capaces de ver un corazón
quebrantado, un alma herida, un ser desamparado, con hambre de paz o de consuelo, y están
listos a extender la mano o a ofrecer una palabra de consuelo. A éstos dice: "En el día malo lo
librará Jehová".
Observa bien la promesa. El Señor no dice que los librará del mal, sino "en el día malo".
Cuando tú preguntas por qué sufres si andas en los caminos del Señor y haces su voluntad,
estás reclamando de Dios una promesa que Él nunca te hizo.
"El día malo", o día del mal, siempre tocará la vida de los hijos de Dios en esta tierra. Tarde o
temprano, siempre tendremos una lágrima que derramar, pero si tú extendiste la mano para
ayudar y confortar al pobre y al necesitado en el "día malo" de ellos, Dios con certeza
extenderá su mano para sacarte de las dificultades cuando la prueba llegue a tu vida.
Por eso, a lo largo de este día, pídele a Dios que abra tus ojos para ver a un necesitado y
socorrerlo, porque "Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará
Jehová".

YO SOY TU DIOS.
"Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo".
Salmos 50 : 7
Hay muchas voces. Todas pretenden tener la verdad. No es políticamente correcto creer que
hay una sola verdad. El relativismo dio origen al pluralismo. Todos quieren ser oídos. Desde el
punto de vista bíblico, las personas necesitan ser escuchadas y respetadas.
Dios le dio a cada uno el derecho de escoger su camino, ateniéndose a las consecuencias de
su elección. Ni el mismo Creador obliga a la criatura a aceptar algo que ella no quiere.
Al pueblo de Israel, Dios le dijo: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la
maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”.
En el salmo de hoy Dios pide que lo escuchemos. El ser humano parece dispuesto a escuchar
cualquier voz, menos la de Dios. Crea sus propias teorías, establece sus criterios, define sus
valores, determina qué es moral o inmoral. Se zambulle en sus filosofías existencialistas, en
su razonamiento humanista y, haciendo uso de la libertad que Dios le dio, niega, inclusive, a
su Creador.
Pero Dios dice: “Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel”. ¿Por qué desea Dios ser oído?
¿Por qué llama la atención de la gente? “Yo soy Dios, el Dios tuyo”, dice Él. ¿Necesita, acaso,
la obediencia de sus hijos para continuar siendo Dios? ¿Se alimenta de la actitud servil de sus
criaturas? ¡Claro que no! Llama la atención de los hijos porque desea verlos felices. Conoce el
fin desde el principio; sabe, mejor que nadie, qué es lo que está bien y qué es lo que está mal;
conoce el camino que conduce a la vida o a la muerte. Él es Dios.
El ser humano crea una infinidad de pequeños dioses: ideas, filosofías, objetos. Prefiere oir a
esos dioses fabricados. Al hacerlo, sigue sus propias inclinaciones. Pero Dios nos recuerda:
“Yo soy Dios, el Dios tuyo”. Tú puedes decir: “Sí, Señor, te acepto” o puedes también seguir
andando en tus caminos y escogiendo tus propias veredas.
¿De qué tamaño es tu dios? Eso va a determinar tu actitud ante los problemas de la vida. Un
dios pequeño puede funcionar cuando todo va bien, pero cuando la tormenta llegue, ¿qué
“energía” será capaz de librarte de la angustia? Por eso, hoy, escucha al Señor diciendo:
“Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo”.

COMO VENCER A LOS ENEMIGOS.


"Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros
adversarios".
Salmo 44 : 5
No se sabe con precisión quién fue el autor de este salmo, ni en qué época fue escrito.
Posiblemente haya sido en el tiempo de la invasión de los asirios y el autor haya sido el rey
Ezequías. Una cosa es cierta, Israel estaba con los días contados. El enemigo no era
imaginario. Era real y estaba próximo y el pueblo de Dios no sabía qué hacer, ni para dónde ir.
Todos los días tú y yo enfrentamos situaciones parecidas. Enemigos de todo tipo rodean
nuestra vida. La enfermedad, el desempleo, el rechazo, la desintegración de la familia. En fin.
No son enemigos imaginarios. Están realmente ahí, ante nosotros.
Ezequías sabía en quien depositar la confianza. Si tú lees los primeros versículos de este
salmo, encontrarás varias veces el adjetivo posesivo tú. El autor está hablando de Dios: "...tu
diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro". Él es el rey auxiliador y su nombre es poderoso".
¿Necesitas tener miedo estando escondido en las manos de un Dios así?
Pero nota también que el texto de hoy dice: "Por medio de ti sacudiremos a nuestros
enemigos". Ezequías no deja toda la responsabilidad de la victoria con Dios. Sabe que hay
una participación humana. ¿Cuál es la responsabilidad de la criatura? Aceptar. Permitir que
Dios opere en nosotros y a través de nosotros, sus grandes obras de victoria.
La mayor lucha que debemos vencer no es contra los enemigos externos. El mayor y más
peligroso enemigo está dentro de nosotros mismos. Es la indómita criatura que no le gusta
someterse al control divino. Preferimos luchar, agonizando, sangrando, y agotarnos, pero
continuamos luchando hasta que caemos impotentes en algún rincón de la vida.
Ezequías aprendió a confiar en Dios. No fue fácil para él. Nunca fue fácil para nadie, pero,
finalmente entendió que solo estaría perdido.
¿Quién se levantó contra ti? ¿Es hoy uno de esos días en que todo parece nebuloso en tu
vida? ¿Abres la puerta de tu corazón y ves un ejército amenazador listo para derrotarte? ¡No
temas! La Biblia es la historia de la liberación del hombre. La Biblia muestra a un Dios activo y
dispuesto a intervenir en la vida de sus hijos, si estos se lo permiten. Por eso, repite hoy con
convicción: por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos".
POCO A POCO!
"Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta".
Proverbios 13 : 11
En agosto de 2005, un grupo de ladrones cavó un túnel durante tres meses y se llevó 40
millones de dólares, en moneda nacional, del Central en la ciudad de Fortaleza, Brasil.
Algunas semanas después, el jefe de la banda fue secuestrado, torturado y muerto por
desconocidos. Perdió el dinero y perdió también la vida.
El texto de hoy describe la fragilidad o la inutilidad del dinero ganado fácilmente.
Las personas sabias siguen un camino mejor, obedeciendo el consejo divino. El consejo de
Dios hoy, en la Versión Internacional de la Biblia en inglés, dice: "Dinero deshonesto, vuela,
pero aquel que junta el dinero poco a poco lo hace crecer".
Hay dos expresiones que deben ser consideradas: "Trabajo" y "poco a poco". El trabajo es
uno de los pocos caminos honestos para conseguir dinero. Otros podrían ser la herencia o
algún regalo ofrecido por amor. Pida a Dios fuerza, salud, iniciativa, diligencia y laboriosidad.
El resultado de eso será el dinero. El trabajo es la mayor bendición otorgada por Dios al ser
humano.
La expresión "poco a poco" es tal vez más difícil de comprenderse y aceptarse. La naturaleza
humana es apurada e inmediatista. Quiere todo hoy, aquí y ahora. Tal vez por causa de la
fugacidad y la fragilidad de la propia vida y tal vez por la ansiedad atada al deseo de la
realización inmediata. No importa. La realidad es que no tenemos paciencia para esperar. La
expresión “poco a poco" no encaja en la vertiginosa manera de ver la vida.
Y, sin embargo, el plan divino para la criatura está determinado "poco a poco". Tú no creces
de un día para el otro. No adelgazas como resultado de una fórmula mágica. No envejeces en
un día, ni te sanas en un minuto. Nada de eso acontece en una fracción de segundo. La vida y
la naturaleza están marcadas por el "poco a poco". Solo de este modo se construye una
fortuna.
Señor, enséñame a ser paciente, a ver nacer y morir el sol todos los días. Ayúdame a vivir
hoy, a cumplir mi misión ahora y a esperar que los resultados aparezcan naturalmente. Haz
tuya esta oración, porque "las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano
laboriosa las aumenta”
ME ESCONDERÁ.
Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de
su morada; sobre una roca me pondrá en alto.
Salmo 27 : 5
Siempre hay un "día del mal", un día de la adversidad para cada uno de nosotros. Mientras
vivamos en este mundo de dolor y tristeza, tarde o temprano, habrá un momento en que,
literalmente, tú no sabrás qué hacer o adonde ir.
Debería tener unos 25 años cuando, por primera vez, entré en un torbellino que parecía no
tener salida. Cuando era muchacho, corría a mis padres y ellos siempre estaban dispuestos a
extenderme la mano, pero ya había crecido y me sentí solo nadando y nadando en un mar
tempestuoso, sin avanzar un solo palmo. El corazón me dolía terriblemente. Miraba a todos
lados en busca de socorro, pero nadie podía hacer nada por mí. Recién entonces me dirigí al
templo. Me senté y quedé allí conversando con Dios, abriéndole mi corazón, llorando a sus
pies.
No sé cuánto tiempo permanecí así, solo sé que al caer la tarde, las sombras de mi vida
habían desaparecido. Una paz indecible inundó mi corazón. Mi miedo desapareció y salí de
allí con fuerzas para enfrentar las dificultades que parecían destruirme.
Hoy entiendo lo que David escribió. Aquella tarde, el Señor me ocultó en su pabellón, en lo
recóndito de su tabernáculo me acogió y me elevó sobre una roca donde nadie podía
alcanzarme.
Hay en el templo algo indefinible. Es la presencia de Dios. El templo es más que simplemente
un conglomerado de ladrillos, cemento y madera. Es el propio corazón de Dios abierto. Son
sus brazos dispuestos a perdonar, a abrazar y a confortar. Es su propia voz silenciosa
consolando, animando y dando valor.
¿Dios puede hacer lo mismo en cualquier otro lugar? Sí, puede. Pero en su templo hay algo
que las palabras humanas no pueden definir. Es preciso vivir y pasar por esa experiencia.
Por eso, hoy, si estás experimentando los sinsabores de la vida, habla con Dios: "Porque Él
me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada;
sobre una roca me pondrá en alto".
¡CONSTRUYE, NO DESTRUYAS!
"El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos".
Proverbios 16 : 28
La tragedia del cáncer es que la célula maligna no se queda quieta. Da la impresión de que
tuviera vida propia, procura contaminar a las otras células con una rapidez extraordinaria. El
hombre perverso es descrito en el texto de hoy como un cáncer. Es veloz y se esparce
rápidamente, llevando destrucción y muerte por donde pasa.
El instrumento que usa es la lengua. Crea intrigas. Disfraza las verdades, inventa patrañas,
contamina todo lo que toca. El perverso llega mansito, como quien no quiere nada. "¿Sabías
que fulano...?", "No sé si lo debo decir, pero me parece que... ", "Este secreto es solo para ti,
no se lo cuentes a nadie, porque si alguien me pregunta yo lo niego", "Tú no creerás que
fulano... ".
Aparentemente, el perverso es siempre inocente. Solo enciende la mecha. La explosión es
problema de la bomba. Él asegurará después: "nunca dije nada", "solo sugerí..." Pero por
donde pasa va dejando amistades rotas, imágenes denigradas, nombres manchados, en fin,
lodo, suciedad y maledicencia.
El libro de Proverbios repetidas veces habla del poder de la palabra. La persona sabia, que
mantiene una relación diaria con Jesús, usará la palabra para construir y no para destruir. Las
palabras edificantes valen mucho y cuestan poco. Las expresiones destructivas tienen un
costo exorbitante a largo plazo. Actúan como un búmeran, siempre vuelven, y la propia
persona es la perjudicada.
Siendo que el corazón es el manantial de los sentimientos y éstos se expresan en palabras, es
preciso mantener la fuente siempre limpia y Jesús es la única persona que puede conseguir
eso. La disciplina humana es una solución de fantasía. Es apenas tapar los pozos del camino
con un poco de tierra. Con la primera lluvia que caiga, todo volverá a su estado original.
Busca nuevamente hoy a Jesús. Aprende a convivir con Él. Las luchas de la vida no te
atemorizarán, las nubes oscuras no te intimidarán. Tus enemigos pueden cercarte
completamente, pero si tú estás con Jesús, siempre habrá una salida.
El hombre sin Dios, tarde o temprano se sumerge en la perversidad, porque "el hombre
perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos".

¡LÍBRATE!
"Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos".
Proverbios 6 : 5
Si la presa supiera que el cazador quiere atraparla, nunca sería cazada. Si el pajarito intuyese
que aquel muchacho quiere enjaularlo, huiría lejos. Pero el arma del cazador es la astucia.
Con sutileza se aproxima. Llega cerca astutamente, y cuando la víctima se da cuenta del
peligro, ya es tarde. La libertad acabó, muchas veces, hasta la vida.
¡Escápate! ¡Líbrate! Hay muchos cazadores de pajaritos espiando tu vida. Son los pequeños
hábitos que se transforman en vicios, pensamientos negativos que se transforman en
acciones, sentimientos enfermizos que se traducen en actos y que acaban destruyendo los
valores, los ideales, y los sueños. Si tú pudieses identificarlos a primera vista, ciertamente
huirías. Pero se acercan inadvertidamente. Tú no los ves como una amenaza. Llegan, ocupan
un lugar en tu mente, se acomodan en tu corazón, se pegan a tu cuerpo y van chupando
lentamente lo más precioso que hay en ti. Cuando tú te das cuenta, ya es tarde y todo está
destruido. Perdiste la libertad. Ya no eres dueño de tu propia vida. Eres un esclavo de los
sentimientos, las circunstancias y las situaciones irreversibles.
¿Cómo llega una persona a ser esclava de los vicios? ¿Cómo llega una pareja al divorcio?
¿Cómo se endeuda una persona? La respuesta es: Lentamente, paso a paso, día tras día.
Ninguna empresa quiebra de la noche a la mañana, ningún matrimonio se destruye en el lapso
de una semana, ningún cáncer aparece en pocos días. Tú no ves los tumores, pero percibes
los síntomas. Son detalles diarios que se van acumulando. Palabras, gestos aparentemente
inocentes, que tú ignoras, a propósito o no.
Hoy tienes la oportunidad de revisar tus intenciones, palabras, pensamientos y sentimientos.
Hoy todavía hay tiempo de pedir perdón, tiempo para reconocer que erraste, para decir "te
amo". Hoy, todavía no perdiste la libertad. Puedes decidir para el bien o para el mal. ¿Por qué
no escoger el camino del bien, de la humildad, de la renuncia, del amor? Mañana puede ser
demasiado tarde. Por eso, no salgas a los desafíos de la vida, sin recordar el consejo divino:
"Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos".

ENEMIGOS GRATUITOS.
"No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos
falsos, y los que respiran crueldad".
Salmo 27 : 12
Que hay enemigos ocultos a lo largo de la vida, no es una paranoia. Es una realidad. Quizá en
este exacto momento, tú estás siendo víctima de las artimañas de tus enemigos. Nunca
subestimes al enemigo, por insignificante que parezca. Creer que un enemigo pequeño no
puede alcanzarte, es tan necio como creer que una chispa no puede causar un incendio.
La oración de David no es: "Que no me los encuentre en mi camino". Orar de esa manera,
sería igual que pedirle a Dios que "no haya sol o lluvia". El sol y la lluvia son realidades de la
vida y Dios "...hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos".
Mientras vivamos en este mundo, aún andando en los caminos de Dios, o quizá por causa de
eso, tú encontrarás enemigos gratuitos, tratando de destruirte.
La palabra enemigo, en hebreo tsar, aparece 106 veces en el Antiguo Testamento y se refiere
a los que "sienten hostilidad contra ti". El mismo David afirma: "Mis enemigos están vivos y
fuertes, y se han aumentado los que me aborrecen sin causa".
En el salmo de hoy, David acepta la realidad de sus enemigos, pero le suplica a Dios que no
lo deje caer en manos de ellos. La promesa divina no es que tú no tendrás enemigos, sino que
ellos no prevalecerán.
¿Cómo actúan los enemigos? Usan la más venenosa de las flechas: La palabra. Tuercen la
verdad, difaman, acusan, inventan falsos testimonios. El mejor remedio es una conciencia
limpia, ante Dios y ante los hombres. Teme a tu enemigo solo cuado él comienza a tener
razón. Entonces, para, reflexiona y, si es necesario, pide perdón y corrige el rumbo de tus
actitudes. De esta forma es como los hijos de Dios lidian con las intrigas.
El salmista tenía la conciencia limpia, por eso dice para sí mismo: "Aguarda a Jehová;
esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera en Jehová".
Parte hoy para la lucha de la vida con la confianza depositada en el Dios que nunca falla.
Marcha con la cabeza levantada, mirando a los ojos de las personas. No tengas miedo. No
huyas. No retrocedas. Tú tienes un objetivo. Ve y corre detrás de él. Pero ora como David: "No
me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos
falsos, y los que respiran crueldad".

EL CAMINO DEL INSENSATO.


"El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece el consejo es sabio"
Proverbios 12 : 15
En el libro de Proverbios, el insensato o necio es el antónimo del sabio. Una persona sabia es
aquella que vive en comunión diaria con la persona Sabiduría, que es Jesús. De sus horas de
meditación en la Palabra de Dios proviene su capacidad de discernir el bien y el mal, y el
poder para escoger y practicar el bien. El resultado es una vida feliz y productiva.
El insensato es todo lo contrario. Cree que la vida es suya, y que no necesita de nadie para
ser feliz. Se cierra en sus propios conceptos, tiene su propia escala de valores y sus objetivos
de vida muy particulares. Las personas a su alrededor saben que algo anda mal con él,
porque vive golpeándose e hiriendo a los que lo rodean. No es feliz por más que proclame
serlo. La búsqueda desesperada de su corazón por un poco de paz, lo lleva constantemente a
tomar actitudes prepotentes, soberbias y a veces ridículas. Pero él no se da cuenta. "El
camino del necio es derecho en su opinión", dice Salomón.
La característica que más se destaca en la vida del insensato aparece claramente descrita en
la expresión "en su opinión". Cree que es el dueño de la verdad. Todo el mundo, a su
entender, está equivocado. Sube a la montaña de su propia autosuficiencia y, desde allí,
contempla a los otros como si fuesen corderitos pastando en el valle de la ignorancia.
Esta actitud hiere al insensato, porque el mundo no es una "isla". Nadie vive solo. Todos
necesitamos de todos. No en el sentido de "usar" a las otras personas, sino de oírlas, de
escucharlas. Muchas veces pueden venir ideas importantes, sabias, revolucionarias, hasta de
una criatura de tres años. Oí decir a alguien que todos somos ángeles de una sola ala.
Necesitamos al otro para volar.
Tú puedes encontrar al insensato, todos los días, en todos los lugares. En el hogar, en la
empresa, en la tienda, en la calle, en el colegio. La gran pregunta es: "¿Soy uno de ellos?"
¿Cómo saberlo? ¡Es fácil! Antes de salir de casa pregúntate si ya buscaste el consejo de Dios
hoy. Con Dios nadie discute. Ante Él, no hay argumentos que valgan. Ante su Palabra tú
tienes solamente dos caminos: humillarte y aceptar su consejo, o rechazarlo orgullosamente.
Después de todo: "El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece el
consejo es sabio".

LAS NIÑAS DE TUS OJOS.


"Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos".
Proverbios 7 : 2
La primera vez que visité Suiza, tenía apenas 19 años. Fui para participar de un congreso
mundial de jóvenes. En aquella ocasión conocí la ciudad de Montreux, en la Suiza francesa.
Me impresionó su paisaje deslumbrante, y nada más. Pero, un día leí que hoy Montreux llegó
a ser una ciudad famosa por causa de la Clínica La Prairie, que afirma tener el poder de
retardar el envejecimiento y que recibe a millonarios y gente famosa de todo el mundo. La
verdad es que el ser humano haría cualquier cosa para prolongar la vida. Pagaría cualquier
precio y recorrería cualquier distancia.
El proverbio de hoy presenta el secreto de una vida larga y feliz desde el punto de vista divino.
"Guarda mis mandamientos y vivirás", dice. Al mencionar los mandamientos y la ley, Salomón
no está hablando exclusivamente de los diez eternos principios presentados en Éxodo 20, sino
que se refiere a la Torah, que contenía todas las enseñanzas del Pentateuco e incluía además
leyes de higiene, alimentación y convivencia comunitaria.
Guardar, en el sentido pleno de la lengua hebrea, significa atesorar. David, usando la misma
expresión, dice: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti". Los
principios establecidos por Dios deben ser conservados en el cofre del corazón y, a partir de
ahí, inspirar todos los procedimientos de la vida. El ser humano que sigue estos principios
tiene paz, porque tiene una conciencia tranquila, y tiene una vida larga porque el respeto a los
consejos divinos le garantiza seguridad. No solo vive más, sino también mejor. Vive con
calidad de vida.
La Clínica La Prairie, entre los diversos tratamientos antiarrugas, tiene una aplicación que
consiste en el paso de una corriente eléctrica a través de electrodos de oro, sobre la piel del
rostro. Un lujo de esos solo se lo pueden permitir las personas de mucho dinero.
Tal vez tú nunca pases dos semanas en esta clínica, pero con seguridad puedes apoderarte
del proverbio de hoy. Puedes abrir el corazón y hacer de él un cofre para atesorar las
recomendaciones de Dios y andar en sus caminos. Los resultados están garantizados. La
revista National Geographic en su edición de noviembre de 2005, afirma que las personas con
esperanza y que siguen los principios bíblicos, tienen posibilidades de vivir más. Por eso,
"guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos".
TRAICIÓN! ( de quienes se hacen llamar tus amigos )
"Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me
aborrecía, porque me hubiera ocultado de él".
Salmo 55 : 12

Absalón, el hijo rebelde de David, avanzaba con sus ejércitos en dirección a Jerusalén. El rey
amaba la ciudad y sabía que si se quedaba allí para enfrentar al enemigo, la ciudad de
Jerusalén sería destruida. De modo que, guiado por el buen sentido, inició la retirada.
"David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies
descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban
llorando mientras subían. Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que
conspiraron con Absalón".
Ahitofel había sido hasta entonces miembro prominente del consejo real de David. El rey
confiaba en él y su tristeza aumentó al sentirse traicionado por un amigo.
Toda traición es dolorosa, y cuando el traidor es alguien en quien tú confías parece que el
suelo tiembla bajo tus pies. No hay peores enemigos que aquellos que se fingen amigos.
Porque ellos te conocen y saben cuáles son tus puntos frágiles.
Observa la tristeza del rey: "Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía y mi familiar; que
juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de
Dios".
Es asombroso saber que Ahitofel congregaba con David en la misma iglesia. También existen
traidores en la iglesia, entre los que dicen ser cristianos. Asusta, pero es real. Hay personas
que nunca permiten que el evangelio trabaje en su corazón, que viven un cristianismo teórico,
de fachada, pero el corazón nunca fue convertido.
El fin de Ahitofel fue triste. Acabó traicionándose a sí mismo. Se suicidó. La amistad es algo
tan sagrado que el mismo Señor Jesucristo dice que es nuestro Amigo. Pero el traidor, por
conveniencia, por envidia, o simplemente por maldad, pisa la tierra sagrada de la amistad para
corromperla con la traición.
Si tú fuiste herido por la actitud desleal de un "amigo", pídele a Dios que te quite la amargura
del corazón. Administra la traición con altruismo. Aprende a perdonar. Jesús aceptó que el
traidor Judas participara de la última cena con Él. No lo condenó. Dejó que la propia vida se
encargase de cobrarle el precio de la traición.

EL LOS DERRIBARÁ.
"Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, ni a la obra de sus manos, Él los derribará,
y no los edificará".
Salmo 28 : 5
El Brasil tuvo un boxeador llamado Adilson Rodrigues da Silva, más conocido por el
sobrenombre de "Maguila". Era un hombre grande, fuerte y duro. Cuando en cierta ocasión se
ventilaba la posibilidad de luchar contra Mike Tyson, un periodista le preguntó: "¿Tienes miedo
de Tyson?" La respuesta del folklórico Maguila fue: "Yo no tengo miedo de nadie, yo solo
tengo miedo de los juicios de Dios".
La declaración de ese hombre sencillo con cara de malo, parecería haber sido inspirada en el
salmo de hoy. Esta no es una súplica, es apenas una declaración del salmista. Es una
profecía que describe cómo terminarán las personas que se endurecen contra Dios.
Lo dramático de la situación es que en este versículo David está hablando de su hijo Absalón
y de los que junto con él trataron de arrebatarle el reino. Por tanto, no se puede pensar que
esta sea una maldición de un rey airado contra sus enemigos. Tú recuerdas que en la última
batalla contra el hijo rebelde, David ordenó a sus generales: "Tratad benignamente por amor
de mí al joven Absalón".
David, en este caso, es una pálida figura del modo como Dios tratará a las criaturas rebeldes.
Al enterarse de la muerte de su hijo, colgado por la cabeza entre las ramas de un árbol y
atravesado por las flechas, David llora: "¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón!"
El amor de Dios por los seres humanos es incuestionable. Los buenos y los malos son
amados por el Señor. Pero, es incuestionable también el hecho de que los rebeldes recibirán
de manera natural la consecuencia de las decisiones equivocadas que tomaron.
En el salmo de hoy, David no se refiere solamente a la palabra de Dios. Aquellos rebeldes no
se opusieron o ignoraron solo las enseñanzas divinas. Aquellas personas negaron también los
"hechos" del Señor, lo que las manos del Señor hicieron. Dios es muy misericordioso con la
criatura, va mucho más allá de la teoría. Muestra sus hechos. Todos los días, en cada
esquina, en detalles simples o en acontecimientos extraordinarios, sus obras están siendo
mostradas por amor al ser humano.
Pero la criatura parece no entender. Lo rechaza. Se endurece, "por cuanto no atendieron a los
hechos de Jehová, ni a la obra de sus manos, Él los derriba y no los edificará". Vale la pena
pensar en eso hoy.
CÓMO TRATAS A LOS ANIMALES?
"El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel".
Proverbios 12 : 10
¿Sabias tú que el carácter de una persona se puede medir por la manera como trata a los
animales? "El justo —afirma Salomón— cuida de la vida de su bestia". En verdad, el justo está
atento a la vida. Sabe que la vida es una expresión del amor de Dios. En el caso de los
animales, es una vida dependiente.
Cuando Dios creó al ser humano, le dijo: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias
que se mueven sobre la tierra".
El verbo dominar o "señorear", no significa solo subyugar con propósitos egoístas, sino cuidar
y proteger. La vida humana es una vida inteligente y los animales son seres irracionales.
La manera como tratamos a los animales expresa de cierto modo la manera como tratamos la
vida. Inclusive, como tratamos a los seres humanos que están bajo nuestra responsabilidad.
Las personas no merecen solamente compasión. Merecen también justicia. Sé justo. "El justo
cuida de la vida..."
En el lado opuesto de la justicia está la injusticia, que termina siendo crueldad. El perverso es
déspota, hasta cuando es compasivo. Mira de arriba a abajo. Como si por el hecho de precisar
de ayuda, las personas fuesen menos humanas que él.
Si pudiésemos llevar al laboratorio los sentimientos del perverso, veríamos que la crueldad no
pasa de ser un auto castigo inconsciente, por el desasosiego que su corazón siente. No es
feliz. No sabe explicar por qué, pero siente que le falta algo y se culpa, por eso se maltrata a sí
mismo realizando actos de crueldad para con los demás. Cree que eso aumentará el dolor
que él inconscientemente cree que merece.
Si pudiera mirar en la otra dirección, se daría cuenta que ser feliz es simple. Que no tiene
complicación alguna. Es apenas reconocerse criatura. Reconocer que existe un Dios. Seguir
sus consejos y enfrentar las luchas de la vida con la certeza de que no está solo.
Vive hoy una experiencia de amor y de justicia. Haz el bien a quien supuestamente necesita
de ti, porque "el justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel".
NO SE DESVÍE TU CORAZÓN.
"No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas".
Proverbios 7 : 25
Los años que viví en la selva cumpliendo parte de mi ministerio, me enseñaron la importancia
de no desviarme del camino. Muchas veces escogí caminos equivocados queriendo acortar
distancias y siempre me salió mal. En la selva eso puede ser fatal.
La vida está llena de caminos. Seductores, mentirosos, falsos y engañadores. La insensatez
aparece presentada en el libro de Proverbios como una mujer bonita que pretende llevarte al
ansiado valle de la felicidad. El cebo que usa es el placer. No hay nada malo en el placer
porque está relacionado con los sentidos y éstos fueron establecidos por el Creador. La
felicidad incluye placer, pero el placer no siempre incluye la felicidad. La búsqueda del placer
por el placer, es locura. El fin es perdición y muerte. La realidad, en verdad, es que vivimos en
un mundo en que las personas confunden felicidad con placer.
El versículo de hoy contiene la advertencia divina sobre el peligro de desviarse. "No yerres en
sus veredas", es decir, no andes perdido en sus caminos, refiriéndose a los caminos
seductores de la necedad.
No sé si tú estuviste perdido alguna vez. Un sentimiento de soledad y miedo se apodera del
corazón. A medida que el tiempo pasa y el miedo aumenta, parece que tú quedas
anestesiado. Ya nada importa. Caminas sin cuidado, no mides las consecuencias, y te
acercas temerariamente al peligro.
Ésta es la figura que el sabio describe en el versículo de hoy. Cada vez que el ser humano se
desvía voluntariamente de los caminos de Dios, va cayendo imperceptiblemente en el terreno
del cinismo. La conciencia ya no le duele más. La persona queda insensible y avanza en la
senda de su autodestrucción.
Vive con sabiduría. Revive tus sueños, lucha por las personas que amas, por los valores y
principios que vienen del Señor, y camina victorioso en la conquista de tus ideales.
No salgas hoy para cumplir tu agenda sin tener la seguridad de que estás andando en los
caminos de Dios. Aprende a desconfiar de tus "instintos" y a ser más obediente a los consejos
divinos. "No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas".
LLÉVAME A LA ROCA.
"Desde el cabo de la tierra clamaré a tí, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que
es más alta que yo".
Salmo 61 : 2
Hay momentos en que todo ser humano se siente lejos de Dios. La vida espiritual puede estar
bien. No hay motivo aparente para sentirse derrotado, pero la sensación de un Dios distante,
perturba el alma. Eso es fruto de la naturaleza pecaminosa que el ser humano lleva consigo
aún después de la conversión. Ese tipo de sentimiento estará dentro de él hasta que llegue el
día en que, finalmente, pueda ver cara a cara a Jesús.
El salmo de hoy presenta una oración hecha de todo corazón. Las oraciones deben ser así. El
formalismo es una barrera infranqueable para acercarse a Dios. Tú debes decirle a Dios en tu
oración lo que estás sintiendo, y no solo lo que piensas que debes decirle.
Cuando tú oras de todo corazón, una de las primeras cosas que reconoces es cuán pequeño y
finito eres, y cuán grande y poderoso es el Señor. Eso crea en ti el sentido de dependencia y
no de insignificancia. Es un cristianismo enfermo el que lleva a la criatura a sentirse distante
de Dios.
David sentía que estaba en los confines del mundo, "en el cabo de la tierra". Pero la criatura
desea sentirse cerca del Creador, y por eso suplica "llévame a la roca que es más alta que
yo".
Las normas de la vida cristiana siempre estarán demasiado altas para el ser humano, sin
embargo, es justamente la obediencia a esas normas lo que garantiza la felicidad en esta
tierra. ¡Qué situación contradictoria! El salmista quiere llegar más cerca, pero siente que la
roca está demasiado alta.
¿Qué hizo Dios para venir al encuentro del hombre? "El Verbo se hizo carne, y habitó entre
nosotros". Refiriéndose al pueblo de Israel, Pablo afirma: "Y todos bebieron la misma bebida
espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo".
La palabra roca en el texto original es petra que quiere decir "roca", y no lithos que es una
simple piedra suelta. Jesús es la Roca eterna y no es demasiado alta, en el sentido de
inalcanzable. Él se hizo hombre y vino a este mundo para guiar tus pasos y ser tu refugio
constante.
Antes de salir para la lucha de la vida, di hoy en tu corazón; "Desde el cabo de la tierra
clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo".
ANDAR EN INTEGRIDAD.
"El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será
quebrantado". Proverbios 10 : 9
Vivimos en días de inseguridad. Hay violencia por todos lados. Tú sales de casa por la
mañana y no estás seguro de volver a la anoche. Las empresas privadas de seguridad han
crecido mucho en los últimos años. ¿Quién no desea protegerse?
En el versículo de hoy encontramos la receta divina para andar seguro. "El que camina en
integridad -afirma el escritor bíblico- anda confiado". Integridad en hebreo tiene el significado
de "estar completo". Si las flechas envenenadas estuviesen hiriendo a todo el mundo, tú
estarás seguro si tu cuerpo está protegido en el refugio. No puede quedar nada de ti afuera. Ni
la cabeza, ni los brazos, ni los pies. El refugio es tu seguridad.
Esta es la recomendación divina: Anda en los caminos del Señor con todo tu ser, de forma
completa, con tu mente, con tu cuerpo y con tu alma. No te dividas, no te desintegres. Eso
puede ser fatal.
Lo contrario de la integridad, en la opinión de Salomón, es la perversidad. El diccionario define
la perversión como corrupción o deterioro. Cuando una persona muere, su cuerpo entra en
descomposición. Es un proceso lento. Segundo a segundo. Minuto a minuto. Día tas día,
hasta que queda completamente podrido y con el tiempo, se transforma en polvo.
Ese es el futuro para el que no sigue con integridad los consejos divinos. El peligro que
corremos no es lo que los hombres nos puedan hacer. No son las amenazas de la noche o del
día, ni los flagelos o cataclismos de la naturaleza. El gran peligro es quedar con un pie dentro
del refugio y otro afuera.
Pretender servir a dos señores es cruel. Ningún ser dividido tiene paz. Vive, pero está muerto.
Desintegrándose. Deteriorándose en un proceso lento, doloroso e irreversible.
¿Hay esperanza para quien se auto infligió heridas psicológicas y emocionales, tratando de
vivir una vida doble? Cuando Jesús estuvo en esta tierra encontró personas destruidas, como
la samaritana, María Magdalena y Zaqueo, y los reconstruyó por dentro. Los hizo de nuevo.
Los curó.
Hoy Jesús continúa dispuesto a hacer maravillas. Todo lo que hay que hacer es ir a Él, y
decirle: ¡Aquí estoy, Señor! Toma mi vida en tus manos. Lo hago de todo corazón, porque "el
que camina en la integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será
quebrantado".
SED DE DIOS.
"Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
en tierra seca y árida donde no hay aguas".
Salmo 63 : 1
Este salmo lo escribió David mientras atravesaba el desierto de Judá, perseguido por su
propio hijo Absalón y traicionado por Ahitofel, uno de sus consejeros más cercanos.
El salmista estaba herido y triste, pero en medio de la tristeza hizo una declaración
extraordinaria de fe: "Dios, Dios mío eres tú". La expresión "Dios mío" denota la profunda
experiencia espiritual de alguien que en cierto momento soltó la mano poderosa de Dios y
conoció las profundidades del pecado, pero que se levantó e hizo de su comunión con el
Señor algo personal.
David no se contentaba con saber que Dios existía, quería que ese Dios fuese suyo. Spurgeon
decía: "¿Pueden los ángeles entonar una canción más dulce que ésta?" Creo que no. No
puede haber sentimiento más sublime que la paz que se apodera del corazón de quien hizo de
Dios "su Dios".
El versículo de hoy muestra cómo fue que el salmista llegó a tener esa experiencia. "Yo te
busco ansiosamente. En la lengua original dice "de madrugada te buscaré", tal como aparece
en muchas versiones de la Biblia. Si juntamos ambas expresiones, habremos encontrado el
secreto de David, "buscar a Dios de mañana, con ansiedad". No es fácil, porque el ser
humano prefiere la acción en lugar de la devoción.
Cuando tú sales corriendo, de mañana, para cumplir tus deberes diarios, sin haber pasado
tiempo con Dios, puede ser que las cosas salgan como lo habías planeado, pero tendrás en
un rincón del corazón, la sensación de que algo no está bien. Es la inconsciente nostalgia de
Dios, la instintiva necesidad del alma.
Mientras andaba por el desierto de Judá, el salmista contemplaba la tierra árida y sin vida. La
falta de agua transformaba aquel lugar en tierra de chacales, víboras y escorpiones, tierra de
muerte, ávida por una gota de agua. Aquel cuadro deprimente, impresionó el corazón de
David, y dijo: "mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay
aguas".
Jesús es la fuente de agua que satisface la sed del corazón. El que bebe de esa agua, nunca
más se sentirá vacío del alma. Por eso, di hoy como David: "Dios, Dios mío eres tú; de
madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida
donde no hay aguas"

NO ALBERGUES ODIO EN TU CORAZÓN.


"El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas".
Proverbios 10 : 12
El odio no es tan solo el deseo violento de querer que el otro muera. El odio se manifiesta de
muchas formas diferentes. Murmuración, chismes, conclusiones equivocadas, mentiras
calumniosas, historias falsas que manchan la reputación, son todos ropajes con los que se
viste el odio.
Salomón, en el versículo de hoy, dice que "el odio despierta rencillas". Hace más. Abre
heridas, rompe relaciones, construye muros de separación, destruye amistades, paraliza,
desanima y mata.
El odio tiene sus raíces en una amargura no curada, en la incapacidad de perdonar, en el
resentimiento guardado. Lo peor de todo es que no hace tanto mal al odiado como a la
persona que odia. El corazón del que odia es un depósito de veneno. Antes de salir para
afuera, la sustancia letal corroe el propio depósito.
Ninguna persona sensata guarda odio en su corazón, porque estaría suicidándose. No tiene
sentido. Es una locura. Irracionalidad. Hay un camino mejor para curar las heridas. Es el
camino del amor. "El amor cubrirá todas las faltas", declara el versículo de hoy.
Cubrir se deriva de la palabra hebrea kasah, que tiene el sentido de apagar el fuego hasta
extinguirlo. Si tú tuvieras que apagar un incendio, ¿usarías agua o gasolina? El amor es agua.
El odio es gasolina. Vengarse, empujado por el odio, te pone a ti en desventaja.
¿Cómo amar si alguien te hirió? ¿Cómo ver al enemigo impune, andando libremente por la
calle sin que reciba "lo que merece"? ¿Es justo que alguien no pague por el mal que hizo?
En toda venganza hay dos víctimas. Por eso, el odio es autodestructivo, y por eso Dios nos
enseña que ése no es el camino que conduce a la felicidad.
A veces hay personas que vienen a buscarme angustiadas después de vengarse. "Debería
sentirme feliz -dicen arrepentidas-, pero no lo estoy. Antes, por lo menos tenía la motivación
de destruirlo. Ahora que conseguí lo que quería, me siento vacía y acabada".
Hoy, como todo nuevo día, es una nueva oportunidad para pensar y repensar. ¿A dónde estoy
yendo? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Cuáles son mis motivaciones? ¿Cómo afecta esto
a las personas que amo?
Antes de salir para enfrentar los desafíos de hoy, recuerda que "el odio despierta rencillas;
pero el amor cubrirá todas las faltas".

DIOS LO HARÁ.
"Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él y Él hará".
Salmo 37 : 5
El reloj digital del aeropuerto de Siberia indicaba 29 grados bajo cero. Hacía un frío de novela.
Sin embargo, lo que me hacía temblar no era la madrugada helada de aquella ciudad rusa,
sino la posibilidad de perder el vuelo. ¿Perdiste alguna vez un avión por cuestión de minutos?
Es muy desagradable, y todavía más, en mi caso. Estaba con un estado febril, y los síntomas
de la gripe evidenciaban un cuerpo cansado, después de una semana de intenso trabajo. Lo
que más quería en aquel momento era volver a casa, pero todo salía mal. La posibilidad de
perder el avión era cada vez más real. Eso me ponía nervioso y me hacía sentir más enfermo.
De repente, vino a mi mente el salmo de hoy: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en
Él; y Él hará”. Como bálsamo que trae alivio, las palabras del salmista trajeron a mi corazón
ansioso la paz que necesitaba. Me di cuenta que me estaba ahogando en un vaso de agua.
¿Aquello era problema? Permanecer, en la peor de las hipótesis, 24 horas más en una ciudad
que, aunque castigada por el clima, es el hogar de millones de seres humanos maravillosos,
¿era motivo para sentirme deprimido? Pero la vida es así. Perdemos la paciencia con
facilidad. Complicamos las cosas. Sobrestimamos las dificultades. Nos destruimos
innecesariamente.
Piensa en las luchas que tú tienes que enfrentar hoy. Pero no pienses tú solo. Trata de confiar
en Dios. Después, piensa con calma. No dejes que tus sentimientos negativos te ofusquen el
razonamiento. Luego, responde. Esa dificultad que estás enfrentando, ¿es motivo para
sentirse tan mal, al punto de lastimar a las personas que te rodean? ¿Por qué no levantas los
ojos y entregas tu camino al Señor?
El salmo dice: “El hará”. Eso no significa necesariamente que tú quedarás de brazos cruzados.
Dios lo hará poniendo paz en tu corazón y dándote la capacidad de ver el problema desde otro
ángulo. Entonces, tal vez percibas que el problema no es tan grande como parecía. ¿Y si
fuere? Bueno, Dios es Dios. Es soberano y eterno. Es Todopoderoso. No conoce imposibles.
Si fue capaz de abrir paso a través del Mar Rojo, ¿no podría también abrir el mar de
dificultades que está delante tuyo? Por tanto, “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él;
y Él hará”.
¿MALDAD O DIVERSIÓN?
"El hacer maldad es como una diversión al insensato, mas la sabiduría recrea al hombre de
entendimiento".
Proverbios 10 : 23
Cuatro jóvenes de la clase media alta volvían de una fiesta cuando vieron a un hombre
durmiendo en el banco de una parada de ómnibus. Uno de ellos tuvo la idea y los otros
concordaron. Compraron tres litros de alcohol, lo rociaron y le prendieron fuego. El hombre se
transformó en una antorcha humana, mientras los jóvenes huían riéndose a carcajadas.
El cuadro que acabo de describir no es una historia para hacer una película de terror. Sucedió
en la capital de un gran país. Los abogados de los jóvenes presos, alegaron que sus clientes
no querían cometer un crimen, que “solo querían divertirse”.
Hace casi veintitrés siglos que Salomón describió a este tipo de personas. Lo único que le
faltó fue escribir el nombre de estos cuatro jóvenes. Hay gente que solo quiere “divertirse”,
pero va dejando un rastro de dolor, sangre y sufrimiento en personas inocentes.
Esa gente comienza con cosas consideradas inocentes, como colocar una cucaracha en el
bolso de una chica o tirar a un compañero vestido a la piscina. Actitudes “de chicos” que son
festejadas. Más tarde, serán paredes pintarrajeadas y monumentos públicos depredados,
después “picadas” de vehículos “tuneados por las calles de la ciudad y, finalmente, asesinatos
u otros delitos mayores. Todo en nombre de la diversión. A veces, los padres son los primeros
defensores de las “picardías” de sus hijos.
¿Qué tipo de persona eres tú? ¿Qué clase de hijos estás criando? ¿Qué clase de educación
les estás dando? ¿Justificas los errores de ellos? ¿Tratas de “explicar” sus deslices? La
paternidad es un don del cual un día el ser humano tendrá que rendir cuenta.
Cuando el fundamento es Cristo, los valores espirituales son parte de la educación. No
apenas los valores morales. Generalmente la persona es moral para los otros, pero es
espiritual para Dios, que todo lo ve. Es posible tener valores morales y no espirituales. Pero es
imposible ser espiritual y no tener valores morales.
Reflexiona hoy en tus actitudes. Como ser humano, como padre, como educador, no
comiences las actividades de este día sin recordar que “El hacer maldad es como una
diversión al insensato, mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento”.

LA VERDADERA RIQUEZA.
"Visitas la tierra, y la riegas; en gran manera la enriqueces; con el río de Dios, lleno de aguas,
preparas el grano de ellos, cuando así la dispones".
Salmo 65 : 9
La sensibilidad del poeta encuentra belleza donde las personas comunes ven simplemente
hechos. En el versículo de hoy el salmista ve a Dios como un jardinero amoroso y preocupado
con su jardín. “Visitas la tierra y la riegas...”, dice el poeta.
Si tú recuerdas que la mayor parte de las tierras bíblicas eran desiertas, entenderás todavía
más el cuidado maravilloso del Creador con su creación.
Dios no hizo los desiertos. Creó vida, vegetación, animales, un mundo dinámico que explotaba
en una fiesta de colores y música. Fue la entrada del pecado lo que trajo la muerte, los
desiertos y las sequías.
En el versículo de hoy, David retrata a Dios enriqueciendo la tierra copiosamente. Así es con
Dios. A Él le gusta la abundancia, “preparas el grano para ellos”, para que el pueblo tenga el
alimento en el momento que lo necesita.
Para cumplir sus propósitos, Dios usa la lluvia. El poeta habla del río de Dios, lleno de aguas.
Los ríos de las tierras bíblicas no son enormes, corno el Amazonas o el Nilo. El río Jordán es
como un arroyo. Pero es un arroyo constante. No cesa de irrigar la tierra y traer vida.
Una vida sin Cristo es como un desierto. El otro día conversé con una persona que me dijo:
“Mi vida es un desierto. No tengo trabajo, ni amigos, ni familia y ahora ni salud”.
Este hombre me hablaba del dolor que sentía al ver a los amigos de la juventud prósperos y
felices. “En qué me equivoqué? ¿Qué hice mal?”, preguntaba ansiosamente.
Cuando le hablé de Jesús, mostró indiferencia. Nunca le prestó atención a las cosas
espirituales. Para él “ser honesto y respetar a las personas” era la mejor religión, y eso era
suficiente, decía.
Pero la realidad estaba diciendo lo contrario. Su vida no estaba enriquecida, como dice el
salmo. Se sentía árido, seco, improductivo. Antes de iniciar tus actividades de hoy, di con
David: “Visitas la tierra y la riegas; en gran manera la enriqueces; con el río de Dios lleno de
aguas, preparas el grano para ellos, cuando así lo dispones”
¡SE DISCRETO!
"Como zarcillo de oro en hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartadas de razón".
Proverbios 11 : 22
El proverbio de hoy no se refiere exclusivamente a la mujer. El tema del texto es la falta de
discreción en el ser humano. La palabra original traducida por „apartada de razón‟ o que „no
tiene discreción‟, es tá‟am, que significa “sabor”. El hombre o la mujer sin discreción es como
la sopa sin sabor, nadie quiere la receta y si alguien la acepta es solo por necesidad. Nadie la
soporta.
La figura que Salomón usa es pintoresca. Cierra los ojos e imagina una cerda tratando de ser
bonita, con una joya de oro en el hocico. Continúa siendo una puerca. Su problema no es la
falta o la existencia de este o de aquel adorno. Su problema es ser cerda.
Cuando era pequeño le oía decir a mi padre: “quien nació para ser puerco, siempre será
puerco”. Ésta es una verdad natural. La ciencia no inventó ni descubrió ninguna manera de
hacer que el puerco deje de ser puerco. Pero en el reino de Dios hay algo que la ciencia no
puede explicar: los milagros.
La Biblia habla del milagro de la conversión como la realidad más contundente de las
realidades. Si hay algo que el puerco no puede tener es discreción, sentido común y buen
criterio, virtudes que hacen a una persona atractiva, pero la Biblia afirma que cualquier ser
humano que se acerca a Jesús y lo busca diariamente, recibe de Él sabiduría.
Conocí gente con una personalidad horrible. Nadie los aceptaba, no tenían amigos y, aunque
prósperos financieramente, se sentían vacíos y solitarios. Un día, esas personas se
encontraron con Jesús. Lo aceptaron como su Salvador y sucedió algo que nadie puede
explicar. Parecía una metamorfosis, un proceso de transformación increíble.
El apóstol San Juan fue uno de ellos. Cuando llegó a Jesús era conocido como “el hijo del
trueno”, como le decían a su padre, pero al convivir con el Maestro se transformó en el
discípulo del amor.
¿Te sientes feliz con tu manera de ser? ¿Crees que hay algo que debes cambiar? Acude a
Jesús, permanece con Él, búscalo todos los días y te sorprenderá con la transformación que
sucederá en tu vida. Sin Jesús, somos “como zarcillo de oro en hocico de un cerdo, [como] la
mujer hermosa y apartada de razón”.

LAS REGLAS DE LA VIDA.


"Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad y pastorearás
las naciones en la tierra". Salmo 67 : 4
Quién no quiere ser próspero? Las personas hacen cualquier cosa con tal de encontrar la
prosperidad. El ser humano recorre todos los caminos para encontrarla. En el salmo de hoy
nos encontramos con un pueblo próspero y feliz, que se alegra y alaba el nombre de Dios por
las bendiciones recibidas.
¿Por qué el Señor le concedió a aquel pueblo lo que todos buscan y no encuentran? La
respuesta es: Aquel pueblo aceptó a Dios como Juez y como Guía.
Imagina un partido de fútbol, sin reglas y sin juez. Las personas entran en el campo para
disputar una pelota. No hay reglas, tiempo, posición adelantada, falta, ni tiro libre. El juego
comenzaría pero nunca acabaría. A medida que el tiempo pasase, los jugadores quedarían
cansados, irían saliendo uno a uno, pero ¿quién ganaría el juego? ¿A dónde llegaríamos?
¿Qué sentido tendría todo aquello?
La vida es más seria que un partido y, sin embargo, hay gente que quiere entrar en ella sin
reglas y sin juez. Corre de un lado al otro, trabaja, lucha, se esfuerza, despierta de mañana, se
acuesta a la noche, y a medida que el tiempo pasa, uno a uno van saliendo del escenario.
Puede ser que hayan hecho una “jugada extraordinaria”, pero ¿qué sentido tuvo todo aquello?
El salmo de hoy presenta a un pueblo feliz porque aceptó las reglas de la vida y aceptó
también al juez. No hay otro modo de ser feliz.
No es fácil dejarse guiar. El ser humano natural quiere encontrar “su propio” camino, vivir de la
manera que cree, sin rendirle cuentas a nadie. Confunde las cosas, llama a eso libertad, se
hiere a sí mismo, se frustra, y cuando se da cuenta que tomó el camino equivocado, ya es
tarde. La Palabra de Dios contiene las reglas de la vida. Ignorarlas es insensatez. Negarlas es
locura.
Medita hoy en tus actitudes con relación a Jesús. Haz de Él el centro de tu experiencia, y con
Jesús en tu corazón, no temas las circunstancias adversas que la vida puede traerte.
“Alégrense y gócense todas las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y
pastorearás las naciones en la tierra”.
EN TU PRESENCIA.
"En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en
un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas".
Salmo 31 : 20
Patous de Arriba es un pequeño y antiquísimo pueblecito situado en las montañas del norte de
Madrid. Dicen que si alguien quiere aislarse del mundo y al mismo tiempo estar cerca de una
gran ciudad, Patous es el lugar perfecto. Inclusive se cuenta la leyenda de un rey que se
escondió en aquella zona durante la invasión peninsular de los árabes, y hay quien afirma que
aquel pueblo nunca supo que hubo una guerra civil en España.
El famoso cocinero francés Francois Fournier, llegó un día a aquel pueblecito escondido sobre
las márgenes del río Jarama y montó un primoroso hotel con restaurante, de apenas siete
habitaciones, decorado con antigüedades y obras de arte. El hotel se llama: "El tiempo
perdido".
Dicen que si tú deseas hospedarte allí, tienes que hacer la reserva con meses de anticipación,
porque es muy buscado por las personas ricas que, deseosas de huir de los problemas, se
esconden en aquel lugar apacible.
El salmo de hoy nos habla de un lugar mejor a donde podemos huir de los embates de la vida,
no es caro como "El tiempo perdido", y no se necesita hacer reserva, porque siempre hay
lugar para uno más. Es la presencia de Dios.
Hay dos motivos por los cuales el salmista afirma que los hijos de Dios necesitan esconderse:
"la conspiración del hombre" y la "contención de lenguas". El texto de hoy nos da a entender
que los hijos de Dios son perseguidos y atacados de manera cobarde y disimulada.
Los enemigos no muestran el rostro. No se identifican. "Traman" a las' escondidas. Algunas
versiones traducen acertadamente "conspiran" o "maquinan". Tú piensas que todo está bien y,
sin embargo, ellos están preparando la trampa sin que tú te des cuenta. ¿Y cuál es el arma?
La palabra. Usan la lengua, denigran, calumnian y difaman.
El salmista afirma que el escondrijo para los hijos de Dios es "el secreto de tu presencia". Lo
más íntimo de tu ser, tu propio corazón. Tú puedes correr a los brazos de Dios, como un niño
corre a los brazos de su padre para esconderse en su corazón.
¿Cómo se hace eso? Orando, ahí mismo donde tú estás. Si en este momento tú abres tu
corazón, puedes estar seguro que Él te protegerá, porque el salmo dice: "En lo secreto de tu
presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en tu tabernáculo a
cubierto de contención de lenguas"
PROMESA DE PROSPERIDAD.
"Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los
rebeldes habitan en tierra seca".
Salmo 68 : 6
El salmista presenta la rebeldía como la causa del fracaso y de la improductividad. Este salmo
es el reflejo de la experiencia de Israel. Aquel pueblo conocía la Palabra de Dios y, sin
embargo, a veces vivía como si Dios no existiera. Esta actitud es llamada "rebeldía". El
significado del original hebreo, marah, apunta al acto de desafiar a Dios. El profeta Isaías
describe la consecuencia triste de la desobediencia, de la siguiente manera: "Pues arruinada
está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová
para irritar los ojos de su majestad".
Es trágica la consecuencia en la vida de quien no toma en cuenta los consejos divinos. Los
israelitas terminaron esparcidos por tierras extrañas. La soledad, el cautiverio y el fracaso
fueron parte de su historia.
¿Hay esperanza para el que pierde todo en la vida por vivir obstinadamente? ¿Hay solución
para una vida desterrada y solitaria? En el versículo de hoy, David describe el sufrimiento de
los rebeldes y presenta la promesa de restauración para aquellos que buscan al Señor.
"Dios hace habitar en familia a los desamparados". Es una promesa para los solitarios, los
solteros y los exilados. Habían sido arrancados de sus familias. En aquellos tiempos, sin los
medios de transporte y comunicación de nuestros días, la esperanza de ver de nuevo a los
seres amados era mínima.
Esta promesa era un bálsamo curador en la herida de aquellas personas, y continúa siéndolo
hoy para aquellos que, por desviarse de los caminos de Dios, perdieron el amor y el respeto
de las personas amadas.
Vuelve los ojos a Dios y a sus enseñanzas. Aplica los principios de vida a tu experiencia.
Prueba a andar en los caminos de Dios. Los sueños sin Dios, generalmente acaban en
pesadillas. Los planes sin Él, conducen a una tierra de lágrimas, dolor y cautiverio.
No comiences las actividades de hoy sin entregar tus caminos y tus planes a Dios, y recuerda:
"Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los
rebeldes habitan en la tierra seca."

EL RESULTADO DE LA SOBERBIA.
"Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes está la
sabiduría".
Proverbios 11 : 2
El primer balance de la empresa fue extraordinario. El sol parecía brillar en la vida de Julio
César. Había pedido dinero prestado. Varios amigos le extendieron la mano con el solo
propósito de ayudarlo. No creían que la empresa funcionara bien. Pero funcionó. En pocos
meses las puertas se abrieron y las oportunidades aparecieron. De repente, Julio César se dio
cuenta que ahora era rico, y entonces comenzaron sus verdaderos problemas.
Hirió a los amigos, peleó con las personas que le habían prestado el dinero, humilló, ofendió y
maltrató a gente inocente. Nadie lo conocía ya. Hubo un cambio completo en su manera de
ser. Orgulloso, prepotente y vanidoso, se creía el rey del mundo, y olvidó que un día había
sido la persona más pobre y humilde.
La situación financiera que atravesó Brasil durante los años de la gran inflación lo ayudó a
enriquecerse. De repente, sin embargo, el cuadro económico del país cambió y con dolor, tuvo
que aceptar que nunca había sido un gran empresario. Había sido apenas un jugador que
sabía apostar su capital.
Se empobreció. Tan rápido como creció, cayó. Se rebeló contra Dios, contra el Gobierno,
contra la sociedad y contra la familia. Huía de los acreedores y se escondía de los amigos.
Creía que se reirían de su situación.
La vida de pobreza y limitaciones no era ya para él. Se había acostumbrado a despilfarrar el
dinero. Por eso, no le resultó difícil comenzar a andar por las sendas de la deshonestidad.
Lamentablemente para él, fue preso y condenado.
¡Cuánta sabiduría hay en las personas que se mantienen humildes aunque la vida las
conduzca a las montañas más altas de la tierra! Cuán gran tontería es dejarse manejar por los
triunfos y victorias. Creerse un semi-dios, indestructible y eterno. Olvidar que el hombre es
apenas una criatura. Transitoria, pasajera y mortal.
Sal hoy de casa para cumplir tus actividades diarias, pero ve con humildad, recordando que
"cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes está la
sabiduría".

LA RECOMPENSA DEL JUSTO.


"Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que
juzga en la tierra".
Salmo 58 : 11
Hay una pregunta que siempre ha perturbado a la humanidad: "¿Por qué ves a los
menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él?". Parece que el
profeta Habacuc sintetizó en pocas palabras el clamor de mucha gente ante las aparentes
injusticias de esta vida.
Si tú eres honesto, es probable que tu futuro sea pobreza, limitaciones y hasta la cárcel. Pero
si tú observas a tu alrededor, verás personas sin escrúpulos que crecen, progresan y
consiguen lo que quieren. La cultura de la injusticia, tan corriente en este mundo, lleva a veces
a las personas a cuestionar si vale la pena ser honesto, puntual, puro, verdadero y abnegado.
El tema central del Salmo 58 es el abuso del poder judicial. Algunos estudiosos creen que este
salmo lo escribió David cuando dejó de ser rey, se mezcló con el pueblo y se dio cuenta de la
administración errada de la justicia en Israel. Eso rebeló su espíritu. Personas que habían sido
colocadas en lugares estratégicos para hacer justicia al pueblo, estaban promoviendo la
opresión, vendiendo conciencias y dejando que la corrupción se apoderase de la corte. Era
insoportable.
No hay frustración mayor que apelar a un juez por justicia y ante todas las pruebas a favor de
su inocencia, ser declarado culpable; o ver que un hombre público se apodera de una gran
fortuna, y aprovecha su posición para ser declarado inocente.
David comienza el salmo de hoy, preguntando: "¿Pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis
rectamente, hijos de los hombres?"
Todo el salmo está lleno de indignación, pero en el versículo de hoy el salmista expresa la
certeza de que, finalmente, Dios obrará dando la recompensa al justo.
Esta no es una justicia que sucederá en la vida eterna o cuando Jesús regrese. No. Es una
promesa para esta tierra; Dios es un Dios justo y vigilante. No hay nada que sea oculto ante
sus ojos. Cuando él no interviene es simplemente porque está aguardando el momento más
oportuno para recompensarte.
Guarda esta promesa en tu corazón. No permitas que la decepción se apodere de ti ni que el
veneno del odio destruya tu alma. Más pronto de lo que te imaginas "dirá el hombre:
Ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra".

EL PRECIO DE LA LOCURA.
"Los sabios heredarán honra, mas los necios llevarán ignominia". Proverbios 3 : 35
El texto de hoy dice literalmente: "Los sabios brillarán". La palabra hebrea es ti'parah, que
significa recibir una corona brillante. La persona que recibe ti'parah, recibe una distinción
especial que lo destaca de las personas comunes. Dios le promete eso a los sabios.
Sabio, en el sentido bíblico, no es la persona que tiene mucho conocimiento, sino el que sabe
usar el conocimiento para administrar la vida. La Biblia está llena de consejos que abarcan
todas las áreas. La persona que escucha estos consejos, es una persona sabia, que se
destacará nítidamente entre la multitud.
Lo contrario de la sabiduría es la necedad. En el versículo de hoy, Salomón se refiere a la
locura. Solo una persona sin equilibrio, ni amor por la vida, rechaza los consejos divinos. Con
esa actitud, desdichadamente, "llevarán ignominia". El sinónimo de ignominia es "vergüenza".
El camino de la vergüenza es ilógico. Las personas desprecian los consejos de Dios creyendo
que son anticuados y obsoletos; y pensando que descubrieron un camino mejor, siguen sus
instintos e inclinaciones, racionalizan los conceptos divinos, humanizan los principios
establecidos por Dios. Todo eso, en nombre de la felicidad y de la libertad. No obstante, el fin
es ignominia y vergüenza.
¡Qué ironía! Querían brillar y son estrellas sin luz. Ansiaban aparecer y andan ocultos en el
polvo de sus propios errores. Ambicionaban deslumbrar y envejecieron apagados por la
vergüenza que su espíritu de independencia les trajo.
Otro contraste entre los locos y los sabios, es que éstos "heredarán" honra.
Mientras que aquellos "llevarán ignominia". Para heredar tú no necesitas hacer nada. La
herencia es el fruto del amor. Los sabios no esperan nada y, sin embargo, reciben todo. Los
locos luchan para conseguir todo y solo encuentran ignominia.
Aprende a ser sabio. Ese aprendizaje lleva tiempo. Es un proceso que lleva esfuerzo y,
muchas veces, es lento y doloroso, pero vale la pena.
No salgas hoy para enfrentar los desafíos de la vida sin la certeza de que Jesús está en el
control de tu vida. Porque "Los sabios heredarán honra, mas los necios llevarán ignominia".

SÁLVAME, OH DIOS!
"Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma". Salmo 69 : 1
El salmo de hoy es el segundo más citado por los escritores del Nuevo Testamento. Juan,
Lucas, Mateo, Marcos y el apóstol San Pablo, usaron varias referencias de este maravilloso
poema.
El salmista está en dificultades. Eso no es novedad. Los problemas siempre lo acompañan,
incluso en la vejez. Estaban presentes, tratando de destruir su fe y su confianza en Dios.
Esta vez, el espíritu de David estaba terriblemente conturbado. Sus emociones estaban
afectadas. El estrés había logrado dominarlo.
"Las aguas han entrado hasta el alma". Clama en busca de ayuda, y el socorro divino
aparece. Este salmo va más allá del libramiento del salmista. Se refiere también al libramiento
de Sión en un tiempo de crisis. En realidad, los sufrimientos personales del salmista son una
especie de figura de los sufrimientos colectivos de la nación.
Parece que el dolor emocional de David era causado por una falsa acusación, levantada
contra él. En el versículo 4 expresa: "Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza
los que me aborrecen sin causa; se han hecho poderosos mis enemigos, los que me
destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé?" ¿Quiénes eran esos enemigos?
Poco importa. Lo que interesa es saber que en la hora de la angustia el salmista sabía dónde
buscar el socorro.
Los problemas de la vida son como aguas turbias y amenazadoras. A veces son tan
torrenciales que la persona pierde hasta el deseo de seguir viviendo. El salmo anterior habla
de triunfo, de victoria y éste, tiene como tema central los peligros y las dificultades. ¡Cuán
cerca está la victoria de la derrota, la alegría de la tristeza y la vida de la muerte!
El hecho de que tú no tengas problemas hoy, no es garantía de que mañana continuarás
igual. Por eso, es necesario que cada minuto aprendamos a depender de Dios. De ese modo,
cuando las aguas turbulentas lleguen hasta el "alma", sabremos echar mano de los recursos
invisibles de la fe y de la confianza en Dios.
¿Cuán triste o cuán alegre te sientes hoy? No importa. En esta vida siempre habrá sol y lluvia,
primavera e invierno. Pero si tú tienes la seguridad de que tu vida está en las manos del
Señor, sabrás decir: "Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma".

TE NECESITO SEÑOR
"Yo estoy afligido y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú;
oh Jehová, no te detengas.".
Salmo 70 : 5
¿Qué sería del universo si por un instante Dios dejara de sostenerlo?
¿Qué cataclismo universal ocurriría si el Señor se olvidara de su creación? Sin embargo,
cuando el dolor visita al ser humano, el primer pensamiento que sube a la mente es que Dios
lo abandonó y que no se acuerda de sus promesas.
El mismo salmista dice con vehemencia: “No te detengas”. No tenía la mínima idea de la
tragedia que acontecería si el Señor se detuviera.
Cuando el Señor estaba en esta tierra, dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”. Dios
nunca para, nunca se detiene, jamás ignora lo que le pasa a sus hijos.
Su trabajo es diario. Protege y libra. Sus ojos, siempre vigilantes, siguen los pasos de cada ser
humano, listo para socorrer.
El versículo de hoy muestra el secreto de disfrutar del cuidado de Dios.
Reconocer que tú eres “afligido y menesteroso”. Porque Dios no puede hacer mucho por el
que dice: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”.
La suficiencia propia es una barrera infranqueable entre la criatura y el Creador. El humanismo
de nuestros días es atrevido e impide que las bendiciones de Dios nos alcancen.
El camino más corto para llegar al trono de la gracia divina, es reconocer: Yo soy un pecador.
Nada hay bueno en mi, vengo a ti sin nada y necesitado, haz por mí lo que yo no puedo hacer
con mis propias fuerzas”.
¿Cómo anda tu vida financiera, familiar, profesional o espiritual? ¿Luchaste por ti mismo
tratando de recuperar el control de la situación, pero parece que no funciona? “Yo estoy
afligido y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios, ayuda mía y mi libertador eres tú; oh Jehová,
no te detengas”.
SER REAL.
"No intentes mal contra tu prójimo que habita confiado junto a ti". Proverbio 3 : 29
De todos los defectos de carácter, la deslealtad es seguramente uno de los peores. El hombre
desleal actúa callado, en silencio, aparenta y finge que es amigo.
El otro día recibí una carta de cierta persona que estaba indignada. Su mejor amigo, a quien
había ayudado a ingresar en la empresa, lo traicionó cobardemente y le robo el cargo. “Podía
esperar eso de cualquier otro, menos de quien consideraba ser mi mejor amigo”, decía la
carta.
Conversé telefónicamente con una señora que invitó a su mejor amiga a vivir con ella por un
tiempo, debido a los momentos difíciles que la amiga pasaba y cuando abrió los ojos, la amiga
estaba teniendo un caso con su esposo. “¿Cómo puede haber gente tan fingidora, mentirosa e
hipócrita?”, decía ella.
En el texto de hoy, Salomón se dirige a ese tipo de personas. Gente que por envidia,
inseguridad, ambición o complejo, no sabe ser leal.
La traición perjudica más al traidor que al traicionado. Cualquier dolor que viene de afuera
pasa. Puede necesitar un poco de tiempo, pero pasa. La herida cierra y después quedan
solamente las cicatrices. Pero las heridas interiores son fatales. Destruyen la vida lentamente.
Un día me caí en la bañera, me golpeé la cabeza y perdí el sentido. Cuando desperté, revisé
mi cuerpo y aparentemente estaba bien. No sangraba, no había hematomas, nada que
llamara la atención. Pero media hora más tarde, me volví a desvanecer. Me llevaron al
hospital y después de algunos exámenes me internaron. Cuando el peligro pasó, el médico
me dijo: “Si hubiera tardado un poco más en llegar al hospital, estaría muerto”. Por fuera no
tenia nada, por dentro estaba sangrando.
El traidor sangra. Puede ser que no lo sepa, pero sangra por dentro. No es feliz. Ni disfruta de
la vida. Su deslealtad lo lastima más de lo que lastimó al amigo, y lo que consigue con su
traición, solo destruye la paz de su corazón.
En Jesús hay plenitud. En Jesús tú adquieres fuerza para luchar legítimamente por tus sueños
sin recurrir a actitudes cobardes como la traición. En Jesús la vida cobra dimensiones
altruistas.
Haz de este día un día de amistad leal con aquellos que te admiran y confían en ti. “No
intentes mal contra tu prójimo que habita confiado en ti”.
Bullón
EL ÁNGEL DEL SEÑOR.
"El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende".
Salmo 34 : 7
Era una noche oscura. Más oscura todavía en la cueva de Adulam donde David estaba
escondido temblando de miedo, perseguido por Saúl. El salmista huía al sur, y llegó a la tierra
de los filisteos, donde fue capturado. Llevado ante Aquis, rey de Gat, fingió estar loco. “Se
fingió loco entre ellos dice el relato, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr
la saliva por su barba".
Aquis tuvo compasión y lo mando soltar. David entonces anduvo errante por el desierto hasta
llegar a la cueva de Adulam, donde se escondió durante varios meses y donde escribió el
Salmo 34. En el presente el camino para librarse del miedo que invade la vida cuando llegan
dificultades aparentemente insolubles.
El salmista trata hoy de hacerte ver a ti, con los ojos de la fe, lo que tus ojos físicos no pueden
ver. Dice él: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”. Tú
nunca estás solo cuando la tormenta llega.
Debían de ser las cuatro de la mañana cuando llegamos al rió aquella madrugada fría del mes
de septiembre. Estábamos viajando rumbo a Cruzero, el punto más alto del altiplano peruano.
Cruzero es una ciudad bucólica, enclavada en las montañas a cuatro mil metros sobre el nivel
del mar.
Uno de nuestros equipos había partido para allá la noche anterior para preparar los detalles de
nuestra llegada, pero al llegar al rió, aquella mañana encontramos la camioneta del equipo
atascada, siendo casi arrastrada por la correntada. Dos mujeres empujaban el vehículo,
descalzas, con los pies dentro del agua fría, con temperatura bajo cero. Todos los esfuerzos
parecían inútiles, cuando de repente vimos aparecer un jeep. El chofer sacó una cuerda de
acero, ató la camioneta, la arrastro al otro lado, guardó luego el cable y desapareció
misteriosamente. ¿Quien llamó a aquel hombre en los prados solitarios del altiplano? ¿De
dónde vino para ayudarnos?
Vi lágrimas en los ojos de mis compañeros. Vi la emoción escrita en sus rostros. Nadie decía
nada, pero todos sabíamos que era el cumplimiento de la promesa divina: “El ángel de Jehová
acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”.
CAMBIO DE RUTA.
"El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante".
Proverbios 12 : 1
Aquella tarde el mar parecía enloquecido. De un momento a otro, las olas se agitaron con
violencia y perdí el control de la situación. Fueron minutos que parecían horas. Los intentos de
mis colegas para ayudarme, eran inútiles. A cierta distancia vi la silueta de mi esposa que
esperaba a nuestro primer hijo. Aquella escena me conmovió profundamente. Imaginar que mi
hijo crecería sin un padre, produjo en mí una voluntad sobrehumana de seguir luchando contra
el enfurecido mar. Fue inútil, perdí la conciencia.
Cuando desperté, estaba en la playa. Un salvavidas me había llevado hasta la arena. Aquella
noche, acostado en el silencio de mi alcoba, reflexioné en todo lo que había sucedido. Joven
todavía, con apenas 23 años, estaba pensando en renunciar a un ministerio que apenas había
comenzado. Las cosas no marchaban de la manera que yo quería. En algún momento,
imperceptiblemente, estaba perdiendo la ruta del vuelo que Dios había trazado para mi.
Necesitaba una corrección. Corrección no es castigo, es crear circunstancias para cambiar el
rumbo.
Al conducir el avión, frecuentemente el piloto encuentra tormentas en el camino. Esas
tormentas pueden destruirlo o hacer que cambie de rumbo, para llegar salvo al destino. La
vida en esta tierra es un viaje rumbo al glorioso destino que Dios tiene preparado. Con
frecuencia, imperceptiblemente, olvidamos eso y salimos de la ruta. Dios permite entonces
que aparezcan nubes atemorizantes para forzarnos a corregir el plan de vuelo. No rechaces la
disciplina. Acéptala como un instrumento de redención.
Vale la pena repasar y evaluar la ruta todos los días. Es preciso. Es imprescindible. Es
necesario. Ninguna corrección que viene de Dios tiene propósitos destructivos. La corrección
divina es un instrumento de amor. El versículo de hoy dice: “El que aborrece la reprensión es
ignorante”.
Siéntete amado por Dios, aunque soplen vientos contrarios en tu vida. Acepta la reprensión
divina, medita y cambia el rumbo. Porque “el que ama la instrucción ama la sabiduría; pero el
que aborrece la represión es ignorante”.

También podría gustarte