06 Inv. Científica en Cs. Sociales
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Introduccion
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130 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 131
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132 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 133
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]34 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
1 Esta tendencia de indagar la explicacion de las cosas mas alla de lo que apare-
ce a los sentidos es recurrente en las teorias clasicas del conocimiento. Platon
distinguio la "doxa" de la "idea"; Aristoteles, lo esencial que se alcanza por la
abstraccion de lo accidental que es objeto del sentido. Los planteamientos de los
grandes autores modernos y contemporaneos, tales como Descartes, Kant, Hegel
y sobre todo Marx, Freud, Nietzsche, Heidegger -evidentemente cada uno con
sus diferencias especificas- se mantienen en la misma tendencia.
12 Vease Bourdieu P. et al. (1975). El autor, al establecer que el sociologo, en
su practica cientifica, debe ir mas alli de lo que aparente, caracteriza negativa-
mente la ruptura con las relaciones sociales inmediatas y perceptibles por un do-
ble principio epistemologico, a saber: "la ilusion de la transparencia" y el "prin-
cipio de la no-conciencia" (ibidem: 29, 34).
13 La distincion epistemometodologica entre los aspectos observables y esencia-
les en el conocimiento cientifico de los hechos y fenomenos sociales deja entre-
ver, por un lado, opciones gnoseologicas que se alejan definitivamente del empi-
rismo y, por el otro, apuntan a la construccion de relaciones reales, mas alla de lo
aparente, que permiten explicar la practica de la investigaci6n cientifica.
14 Es sabido que el positivismo clasico en Sociologia -en su representante mas
conocido, A. Comte- no se contenta con describir las configuraciones observa-
bles de lo social, sino que las explica buscando "la ley natural" que no es obser-
vable. Comte esta demasiado impresionado por el surgimiento y florecimiento
de las "ciencias positivas" y de la relacion causal que establecen entre lo observa-
ble y la ley natural. Consideramos, sin embargo, que la relacion causal no puede
ser generalizada, como el lo hizo, a todo dominio cognoscible; en el campo de las
ciencias sociales, por ejemplo, la explicacion causal es insuficiente y cosificante:
no son cosas ni cuerpos ni objetos lo que hay que explicar, sino relaciones que se
manifiestan en hechos, fenomenos y procesos. Vease A. Comte (1830: Lec. 48
[no hay traduccion al espafiol]; 1980: 53-61).
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INVESTIGACION CIENTIFICA 135
a) Consideraciones generales
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136 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
ideas; tras una falta mitica, los dioses castigan el alma y la introducen en el cuer-
po, que es su lugar de destierro; el cuerpo es origen de opacidad y de confusi6n;
el hombre concreto se encuentra entre las cosas y su alma es incapaz por si sola
de comprender lo que las cosas son en realidad; es necesario el filosofo S6crates
que, poco a poco, con preguntas adecuadas, va conduciendo al alma al dominio
de su cuerpo, de modo que a medida que se separa de la pesadez de su cuerpo va
retordando progresivamente lo que vio cuando, separada, contemplaba las ideas.
17 La razon es ficilmente entendible. Si se define el conocer como una relacion
entre sujeto y objeto parece claro que para precisar la especificidad de esa rela-
cion hay que definir previamente la naturaleza tanto del sujeto que conoce como
del objeto conocido.
18 Vease Platon (1980). En particular, Teetetes, el Sofista y Parmenides.
19 Vease, entre otros, A. Comte (1830: Lec. 48; 1980: 53-61).
20 Vease K. Marx, (s/f), principalmente las tesis I, II, III, XI.
21 Bunge (1973: 19-50), sefiala los siguientes caracteres de la ciencia, y del co-
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INVESTIGACION CIENTIFICA 137
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138 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
sobre una teoria sino que los hechos son reos a los que les reclama sobre su
naturaleza y comportamiento desde una constelacion teorica particular.
2 3 Se trata en realidad de una prioridad a la antropologia filos6fica en la que el
objeto de estudio es el hombre pero no en su dimension de individuo, sino en su
dimension de sujeto social.
24 Quien ha tematizado magistralmente la prioridad de la antropologia filosofica
sobre la metafisica es M. Heidegger (1962). Si se quiere ser exacto habria que
hablar no de una prioridad en general, sino metodologica, cuyas consecuencias
son insospechadas; antes de preguntarse por el ser, parece insinuar Heidegger,
hay que preguntarse por el que pregunta por el ser. En otras palabras, antes de
articular una metafisica, es necesario elaborar cuidadosa y detenidamente una
antropologia. Es indudable que el trabajo de Heidegger responde a una de las
grandes sensibilidades contemporaneas, a saber: el hombre; aunque nosotros que-
remos afiadir que el hombre que ahora preocupa no es tanto el hombre como in-
dividuo o persona, sino el hombre como sujeto social.
2 5 La revision y controversia de estos conceptos es una realidad hoy en dia. El
debate, seguin parece, va para largo. Vease al respecto los trabajos de la llamada
escuela de Frankfurt: Adorno, Marcuse, Dahrendorf, Habermas, asi como de au-
tores franceses como Althusser, Foucault, Lefebvre, Bourdieu, etcetera.
26 Por citar alguna, recordemos dos de las mas celebres teorias modernas del co-
nocimiento, como son la de Descartes y la de Kant. El "Je pense, je suis" y el
"Was kann ich wissen?" delatan abiertamente la preocupacion por la primera
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INVESTIGACION CIENTIFICA 139
persona del singular en el conocer. La naturaleza social del sujeto que conoce es
secundaria para el criterio cartesiano de cientificidad (o sea la evidencia). De la
misma manera, en la pregunta kantiana sobre las condiciones de posibilidad del
juicio sintetico a priori, asi como en los caracteres de incondicionalidad y univer-
salidad propios del conocimiento cientifico (siempre y en todas partes), el papel
social del sujeto que formula dichos juicios no es relevante.
27 Hegel en su Fenomenologz'a del Esptritu, ensefio que el individualismo -que
se expreso magistralmente en la utopia del Robinson Crusoe- no constituye una
via fecunda para encontrar respuestas sobre la naturaleza del hombre. Por el
contrario, el yo se erige sobre un campo de relaciones; para que haya un "yo" es
necesario un "tu". Y en lenguaje mas hegeliano: El reconocimiento de dos auto-
conciencias no se completa -como lo podria sugerir la figura del amo y del escla-
vo- entre una persona y una cosa (o quasi-persona), sino entre dos autoconcien-
cias, a partir de la produccion de obras que muerden en la dureza de lo objetivo,
es decir a partir de realizaciones culturales ubicadas en el espacio y el tiempo. No
soy yo el origen de mi constitucion como autoconciencia, sino que es el "otro
yo", quien al ver mis obras exteriorizadas en la sociedad me reconoce como aL-
toconciencia; y lo contrario: yo soy quien lo reconoce. Lo social es la sintesis
real de dos momentos anteriores -necesarios si, pero abstractos- vease Hegel
(1974: I, 145-192; II, 50-130). Marx, por otra parte, al referirse al conocimiento
en el Metodo de la Economia Politica y en las Tesis sobre Feuerbach resalta la
dimension social del sujeto que conoce y del objeto conocido. El investigador
social no se enfrenta a objetos fisicos o cosas (objekt) consistentes e indepen-
dientes del cientifico, sino que su objeto de estudio es un gegenstand, es decir,
objetos culturales o humanos, constituidos por un conjunto de relaciones inter-
personales y sociales que se instauran con motivo del trabajo y de la transforma-
ci6n de la sociedad.
28 Vease los estudios de Max Scheler y de K. Mannheim sobre la sociologia del
conocimiento, asi como sus derivaciones de orientaci6n fenomenologica como
A. Schulz, P. Berger, T. Luchmann y los estudios marxistas muy abundantes
sobre la ideologia.
2 9 Son ilustrativas las derivaciones relativas a esta problematica, de las interesan-
tes ponencias y discusi6n posterior entre la escuela de Frankfurt y el binomio
Popper-Kuhn. Vease Popper (1978).
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140 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 141
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142 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 143
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144 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 145
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146 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 147
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148 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTIFICA 149
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150 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
lemica: donde hay lucha hay historia y donde hay historia hay crea-
cion humana -asi lo intuyo el viejo Heraclito al sostener que el com-
bate preside la escena de este mundo.
En este sentido, son particularmente sugerentes los interesantes y
perspicaces analisis que hace Bourdieu sobre "los campos" (Bour-
dieu, P., 1980: 113-120). Describir y analizar, por ejemplo, una cien-
cia particular o en general el area cientifica como un campo, senialan-
do sus diversas propiedades como fuerzas o protagonistas, posiciones,
correlaciones de fuerza, reglas de juego, enfrentamientos, negociacio-
nes y treguas, valores, habitus y compromisos, etcetera, implica, en
nuestra opinion, un doble reconocimiento: por un lado, del caracter
social de la ciencia y, por el otro, de la dimension politica de la pro-
duccion de conocimientos cientificos.
b) Se afirma frecuentemente que el saber y el poder hacen alian-
zas; que el saber abre las puertas del poder, que la comunicacion del
saber es uno de los secretos del poder: mas aun, que saber es poder.
Hay mucha razon en tales afirmaciones; creemos, sin embargo, que
tal lectura de los hechos es un tanto superficial y oculta una situacion
desconcertante. Esta relacion entre poder y saber es en realidad una
confrontacion en la que el poder sale con la mejor parte.
Hay que sefialar desde el principio que aqui poder y saber no se
toman de una manera idealista, es decir, con un referente abstracto.
Se entiende, por el contrario, el poder en sentido concreto y se alude
al poder politico y de decision, es decir, a posiciones, a correlaciones
de fuerza, a la misma fuerza o violencia legitima (fisica, moral, etica),
etcetera. En otras palabras, se alude al poder como aparato puiblico
y, en especial, como aparato de Estado. (Althusser, L., 1970.) De
manera semejante, se entiende aqui por conocer los productos con-
cretos y particulares de la investigacion basica, aplicada y de la tecno-
logia, a saber: nuevas teorias particulares, descubrimientos, inventos,
patentes, innovaciones y transformaciones tecnologicas, aplicaciones
tecnicas, etcetera. Como se ve, el caripo de la produccion social de
conocimientos, sin ser excluido, queda momentaneamente desbor-
dado.
Si se intenta, sin embargo, una explicacion de la relacion entre po-
der y saber, lo anterior no es suficiente; en efecto, hay que afadir
ademas que el poder, como aparato publico y aparato de Estado, re-
quiere mayor concrecion historica: los afios inmediatamente poste-
riores a la Segunda Guerra Mundial hacen evidente que la comunidad
mundial no es homogenea; ya no digamos en raza, color, situacion
geografico-ecologica, sino ni siquiera en el derecho a las mismas opor-
tunidades economicas, culturales, sociales y, menos auin, en el goce
real de satisfactores minimos como alimentacion, vestido, vivienda,
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INVESTIGACION CIENTIFICA 151
44 Vease Sunkel (1980). Como lo indica el titulo del libro el autor analiza la
situacion latinoamericana, describe diversas teorias sobre el desarrollo y propone
su propia interpretacion al respecto.
45 No se trata de pasos sucesivos ni de momentos cronologicos: son mas bien
distinciones de analisis.
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152 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
4 6 Ciertamente la conquista del espacio, por dar un ejemplo, es una de las gran-
des hazafias de la capacidad cientifica y creadora del hombre de la segunda mitad
del siglo XX. Pero es tambien indudable la inversion de valores de la presente co-
munidad mundial. Mientras las dos potencias actuales -cada vez se hace mas cla-
ro que se trata de sus gobiernos- ponen alli su prestigio y su hegemonia ideolo-
gica gastando cantidades descomunales que podrian aplicarse a otros rubros y
creando una infraestructura de enormes proporciones en sabios, cientificos, apli-
caciones tecnologicas, instalaciones, recursos, etcetera; el hambre cunde en mas
de tres cuartas partes de la humanidad y se retrasa peligrosamente el goce de
satisfactores urgentes.
47 El caso de America Latina es uno entre otros ejemplos. En los afios sesenta,
diversos organismos latinoamericanos analizaron lucidamente la situacion, sugi-
rieron diversas soluciones a los distintos gobiernos. Los resultados, sin embargo,
han sido relativos y, a primera vista, si no desalentadores si pobres y escasos.
Sobran explicaciones. El caso de Mexico, que nos toca mas de cerca, es doloro-
so: cientificos universitarios comprometidos llamaron la atencion al ir compro-
bando que en lugar de investigar se estaba importando; que se estaba escogiendo
la solucion de facilidad y que se estaba descuidando la planeacion -mas lenta pe-
ro eficaz- de una infraestructura para la investigacion cientifica. En plena cri-
sis, 1982, la sociedad mexicana se percata poco a poco de que escasea la pasta de
dientes, el jabon, el papel y tantos productos de uso diario porque era mas facil
comprarlos afuera que pensar para hacerlos adentro, aumentado, asi la depen-
ndencia.
48 El caracter academico-politico de la investigacion social, al que se hizo alu-
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INVESTIGACION CIENTIFICA 153
52 Para Max Weber las ciencias sociales tienen como objeto de estudio las dife-
rentes conductas sociales, que, como tales, son humanas y culturales; es decir,
conductas en las que se han cuajado los valores sociales. El valor social se objeti-
viza en la conducta social. Otra cosa es el juicio personal que el investigador so-
cial se hace sobre esas conductas; si quiere tener exito en su trabajo de investiga-
cion, el sociologo o el politico debe guardarse su opini6n sobre el particular. Es
el principio de la avaloracion. Vease Weber (1964: Introducci6n).
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154 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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INVESTIGACION CIENTiFICA 155
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Bibliografia
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INVESTIGACION CIENTIFICA 159
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