De Los Banquetes: La Epoca
De Los Banquetes: La Epoca
De Los Banquetes: La Epoca
LA EPOCA
DE LOS BANQUETES
Orígenes de la vanguardia en Francia:
de 1885 a la Primera Guerra Mundial
-
Literatura y Deb ate Crítico - 9
ISBN: 84-7774-709-1
Depósito Legal: M. 35.375-1991
Com posic ión: Visor Fotocomposicíón
Impr eso en España - Printed in Spain
Gráficas Rogar, S. A.
nbhr::ich (Madrid)
iendo de una gran copa que se
... sólo quedaban despiertos, y beb
tón, y el que hablaba era Sóc rates.
pasa ban, Sócrates, Aris tófanes y Aga
o del discurso y estaba medio
Aris tod emo no había oído el comienz
que Sócrates insistía en que el
dormido, pero Jo que recordaba era
que el de la tragedia y que el
gen io de la comedia era el mismo
escritor de comedias.
escritor de tragedia s debía ser también
P t.AT ON, El banque te.
PRIMERA PARTE
Fin de un siglo
Los fran cese~ la llama_n la ?,ell~ époque: los buenos tiempos. Los treinta años
de paz, prosperidad y d1senst0n mterna que se sitúan en torno a 1900 se nos
presentan con ,colores brillantes, casi chillones. Sentimos mayor nostalgia al
evocar ese . pen~do tan cercano que al evocar la antigüedad de la que nos
separan vemte siglos. Y hay una razón. Esos años son la infancia bulliciosa de
nuestra época; ya vemos su alegría y tristeza transfiguradas.
Para París fueron la Epoca de los Banquetes. El banquete se había convertido
en el rito supremo. La capital cultural del mundo, que creaba las modas en el
vestir, las artes y los placeres de la vida, celebraba su vitalidad en torno a una
larga mesa cargada de comida y vino. Parte del secreto de la época radica en ese
aspecto superficial. El ocio de la clase alta -debido no a una jornada de trabajo
más corta, sino a que los propietarios pura y simplemente no trabajaban-
produjo una vida de ostentación, frivolidad, buen gusto y relajación moral. La
única barrera para el adulterio desenfrenado era el corsé de ballena; más de una
esposa descarriada, cuando regresaba ante su cochero, que la había estado
esperando, tenía que ocultar bajo su abrigo el hato de ropa interior que su
amante no había tenido habilidad para ajustar otra vez en torno a su torso. Las
comidas burguesas alcanzaban tales proporciones, que hubo d~ introducirse un
intervalo de sorbetes entre los dos platos de ave. Los neos, exentos de
impuestos, vivían con un lujo descarado y embrutecían sistemáticamente al
peuple con un periodismo venal, promesas alentadoras de progreso y de
expansión imperial y ajenjo barato. .. .
En Ja belle é O ue la política encontró un eqmhbno sorpre~denteme nte
'P q •,
estable entre la corrupc1on, · ·, ·onada y la comedia vulgar. El
la conviccion apaSl . d L d
apuesto y popular Príncipe de Gales despreciaba las atracc1?n;s e on resbX
· l estaurante Max1m s y no cam 10
pasaba sus veladas dando fie st as e~ e r Eduardo VII. Era la época de las
totalmente de costumbres al conv_ertirse en b llos del Moulin Rouge y el
lámparas de gas y los ó_mnibus tirado~ Pº~a;ªm:nif;staciones feministas. Los
Folies Bergére/ de la cocma cordon-ble_ Y el valor de hacer huelga para
, d París tuvieron , , .
ca~~reros de los caf es e . a finales de siiglo no se pod1a ser varan m
reivindicar su derecho a llev~r ba~ba, , su generación anunciaba un fin y
republicano sin ella. Los artistas 1,1'~ 1ª~ quebreve de la historia ha visto el
un comienzo. Ningún otro peno O an camarillas e ismos. En medio de esa
surgimiento y la caída de tantas escueIas,
19
un últim o flore cimi ento
. ., f , 0 del salon deca yó tras
a~itac1on,Eel I elfe_gant e_ enop ~t;,er plano , la intra nqui lidad polít ica es timu ló la
. .d , , lt· . .
ef1mero . ca e paso t a la socie dad dilap 1 o s us u irnos ves tig ios d e
. ·., . - 1 f h
innovac10n en 1as .
ar es Y
no pudo espe rar qum ce anos para a ec a de su
. . El s1g1o xx
aristocracia. ,
adve nimi ento; nació, grita ndo, en 1885. .
se hab1 an celeb rado
Todo empe zó con un velatorio y unas exeq uias como no
c ua t ro m eses
. , Par1's ni siqui era para los reyes .. En I may o del b1885,
Jamas en , ce e rar s u octo gésim o
desp ués de un monu ment al banq uete nac10na p~ra .
ente testa m e nto: " Doy
terce r anive rsari o, muri ó Víctor Hugo . Dejó el s1gu1
me c? nd u zca hasta el
cincu enta mil francos a los pobre s. Dese o que se
orac ione s d e toda s las
ceme nteri o en uno de sus coch es fúne bres . Rech azo las
"- Cuat r~ a n os ante s,
iglesias. Pido una plegaria a todo s los vivo_s._Creo ~n Dio~
o, cum plido en plena
dura nte la celeb ració n públi ca de su octog es1m o amv ersan
bte la Aven ue d ' Eylau,
vitali dad, se había rebau tizad o ofici alme nte con su nom
dura nte veint icuat ro
dond e vivía. Ahora sus resto s mort ales estuv ieron expu estos
Triu nfo y custo diab an
horas sobre una urna gigan tesca que ocup aba el Arco de
os. A la caída de la
por turno s de medi a hora much acho s vesti dos de grieg
más. "Noc he del 31 de
noch e, la festiva much edum bre no pudo cont ener se
París se enten ebre ció
mayo de 1885, noch e de vértigo, disol uta y patét ica, en que
gran ciud ad inten tara
con los vapo res de su amor por una reliq uia. Tal vez la
a aman tes, a extra ños,
repar ar su pérdi da. (. .. ) ¡Cuá ntas muje res se entre garo n
que el nove lista Barres
con autén tico furor por conc ebir a un inmo rtal!". Lo
"La virtu d socia l de un
descr ibe así (en un capít ulo de Les déracinés titul ado
eosis de Hug o. De la
cadá ver") suced ió en públi co a unos metr os de la apot
hasta el Pant eón, lugar
inter mina ble proce sión que recor rió París el día sigu iente
ca y toda s las figuras
de la inhu maci ón, form aban parte varia s band as de músi
num eros as mue rtes de
polít icas y literarias del mom ento y hubo discu rsos y
la igles ia expr esam ente
personas aplas tadas por la mult itud. Hub o que secu lariz ar
Fran cia se desh izo de
para aqueUa ocasi ón. Med iante esa cerem onia orgiá stica
un hom bre, un movi mien to litera rio y un siglo.
del mun do. Inclu so
En aque lla époc a París no se parec ía a ning ún luga r
nino . El Sena no era,
retro spec tivam ente su prese ncia física exige el géne ro feme
com~ hoy, una simp le front era entre las orilla s izqu ierda
y dere cha, sino una
pasa jeros subu rban os,
arten a centr al q~e acogía los bateaux mou ches para los
o de gaba rras pinta das
los bateaux l~voirs para las lavan deras , el inten so tráfic
la de liger os esqu ifes de
de color es brilla ntes Y ador nada s con flores y una flotil
herr adur a flanq uead o
pesca. Los Champs-Elysées eran todav ía un cami no de
p~r _elega ntes ~ótels par~icu_ líers. En el Bois de Boul ogne/ los ricos Y los
sus carru ajes por la
ans_tocra tas tema n su ternt ono, por el que pase aban con
corte jaba n por la noch e.
mana na Y en cuyo s resta uran tes cena ban, baila ban y
vien to med raba n más
En las cue st as de Mon tmar tre Y entre sus moli nos de
· , n en sus emp inad as' calle s aldea nas.
· t as v1via
s y gallin as q ue ar t is
vacas . ' cabra , , a ll a' de las eleg ante s mans 10ne • del
Le1os de S alh,. al otro lado del no , Y mas s
F b
au ourt amt- ~erm ain, se enco ntrab a el apac ible barri o de Mon tparn asse . Por
, ·o
e J centr o de Pans como un e cua d or, se exten dian les gran ds boul evar ds/ barn
. . , ' • • de
b u 11 1c10s0 y aun elega nte en que e st a b an situa dos los teatr os las reda ccio nes
•, d . '
los peno ICos y 1os atest ados cafés.
Y lo m á s importante d e todo e
· 1880 h b' ra que París acab b d
Hacia se a ia n ll evado a cab 0 l . ~ ª e remozar su fachad
b ·
Hau ssm an n pa ra a nr avenidas por ent 1 os ambicio
. sos proyectos del barón ª·
· b d B J
e l m aca a o ou evar Hausmann d re as. calleiuelas d e 1 casco viejo ·
· excepto
, que se mterrump·, . '
octavo arron d 1ssem ent. (Llegó a ser t h b' 10 a medio camino en el
. d a d es d ura nte I ema) La itual de ch· t
vane e decenio de 1880 is es en 1os teatros de
• · a y m T ,
d o minaba s u ~rop1a avenida h asta el Louvre elnueva r, ,. agm_1ca Opera, que
del Ayunt a mie nto y los bulevares am .Y 'heatre-!ranra1s, la restauración
· ' P 1ms Y con hileras d , b 1
cru zaban 1o s b a rnos más congestionados f , e ar o es, que
, · A h ' ueron a 1go mas que rest ·
arquitecto m ca s . ora P arís tenía espacio pa . aurac1ones
ra mirarse y ver que h b'1 d · d 0
de ser un a a ld ea a rracima da en torno a unos c
. 1 · . uan
t
os pa
. ª. ª eia
1ac1os grandiosos O un
simp e centro com e rcia 1 y de intercambio muy ani·m d s h b' .
. a o. e a 1a convertido en
un . escenano,_ un vasto teatro para sí misma y para tod 1 d
. , o e mun o. 0 urante
treinta a n os las levitas y los monoculos, la~ chisteras y los bombines (chapeaux
hauts d e forme ~ chapeaux me/on~) parecieron concebidos para encajar en ese
vasto decorado, Junto con los vestidos largos, los corsés y los despampanantes
sombreros de las damas. Los barrenderos con mamelucos azules, los gendarmes
con hermosas capas, los carniceros con delantales de cuero, los cocheros con
chaqués negros, los selectos cazadores del ejército tocados con plumas y
adornados con trencillas doradas y botas lustrosas: todo el mundo iba bien
vestido y se exhibía del modo que más le favoreciera.
Ese aspecto teatral de la vida, la atmósfera de la opereta, es el que dio a la
belle époque su sabor particular. Desde la época de Offenbach, la vida se había
convertido cada vez más en una actuación especial regida por la moda, la
innovación y el gusto. La historia aporta sus propias razones para la alegría de
aquella época: la prosperidad económica que siguió a la rápida recuperación de
la derrota de 1871, la inesperada estabilidad de aquel tercer intento de gobierno
republicano y la inexistencia de conflicto mundial alguno que pusiera fin a todo
aquello. Pero esas razones no explican por qué todo libro de re~uerdos ~obre ese
período cede sin el menor reparo a la nostalgia por_un_~ vida ?e fabula, ya
desaparecida. Sospechamos que se trata d~ una pura, 1lus1on senh~ental hasta
que comprendemo s cuán diferente era la vida en Pans en el dec~mo de ~8~0 Y
durante los primeros años de este siglo. Más que la~ ~u~Shones publicas
deb t'd
a 1 as, 1o que d'10 su carac , ter a la época fueron las tnviahdades, raramente
d 1 · d d
impugnadas del momento. Sin ellas, los bulevares Y los parques e ª cm ha '
' , h b
sus salons y tocadores podnan a er qued ª do olvidados desde d
hace mue o.
d t
E odo sensatas A to o e1 mun o gus a
sas trivialidades eran simp1es Y, ª su m ' . t' 'd d La igualdad es una
la multitud; todo el mundo tiene derech~bª1· 1a m 1:10 ªs~ debe permitir que
P a 1a b ra reserva d a a 1as d e_claraciones . . pu. icas Y
L política es un juego que se
pervierta la justicia ni las d1stmcwnes socia1~s. :on un juego que hace muy
practica para divertirse o medrar; los nego~zsdurar pero el matrimonio debe
buenas migas con el placer. El amor no pu~ falta de sentimientos. Las dotes
durar; cualquier vicio es perdonable sa1vdo ª en una ciudad, les permitieron
. ., .
h 1stnomcas fr es concentra as .
de 1os anees , . -, n París era un escenario en que
•' n y conv1cc10 • d
representar esos temas con pasio . , atribuía a todo hecho el significa o
1a emoción que acompana a a . , - l representac1on
ública. Tanto el doctor como e 1 trapero
doble de gesto privado y accwn P
21
t'jt'rcían sus floreos profesionales y el crime passionnel se practicaba como uiia
d., las bellas artes.
En semejante ambiente el teatro, en sentido , propio O figurado, operísti co y
Jtre,·ido, tenía por fuerza que prosperar. El nu_~ ero de teatros de la ci udad
había ido aumentando desde la época de Moliere, pero el actor no pasó a
ocupar el primer plano como figura _púb~ica hasta finales d~l siglo XI'<, tras la
época de los grandes héroes P?lítico-hteranos: Rousseau, Volta1re, Chat~au briand,
Lamartine, Hugo. En el decenio de 1880, la atronadora voz ~ ~l puro vigor físico
de Mounet-Sully lo convirtieron en el rey en un mundo de trag1~os extraordinarios
a cuya grandilocuencia ya no estamos acostumbrados . Su funbundc1 integridad
de artista se combinaba con las poses de un bucanero. Una joven ,1Ctriz, hija
ilegítima (y madre, a su vez, de un hijo natural), de mucho temperamento, talle
esbelto e inquietante rostro felino, fue durante unos meses (hasta que lo
abandonó en pos de mayor gloria) la reina de Mounet-Sully. Esa mu jer, Sarah
Bernhardt, fue durante treinta y cinco años el centro del escá ndalo y la
publicidad; hubo quienes denunciaron sus aventuras amorosas y sus extrava-
ga ncias, mientras que otros la alabaron como el mayor genio de su época.
Después de trabajar ocho años con la Comédie-Fran~ aise, dimitió a raíz de
una riña con el director e hizo la primera de ocho giras triunfales por América.
Llevaba consigo, además de su colección de animales favoritos, el famoso féretro
con accesorios de oro que había obtenido de un admirador. Tras haberse
fotografiado dentro de él para fastidiar a su director, lo colocaba al pie de su
cama dondequiera que fuese. En los Estados Unidos se publicaban, a su paso,
docenas de panfletos con títulos como Los amores de Sarah. El obispo de
Chicago fulminó tan elocuentement e la corruptora influencia de la actriz
francesa desde su púlpito, que su representante le envió esta atenta nota:
"Monseñor: Acostumbro a gastar 400 dólares en publicidad, cuando acudo a su
ciudad. Pero, como me ha ahorrado usted esa tarea, le envío 200 dólares para
sus necesitados". Todas las fortunas que Sarah amasaba en sus giras por el
mundo las dilapidaba en una o dos temporadas siguientes en París, pese a que
todas las clases la idolatraban. Tres teatros importantes de París pasaron, uno
tras otro, por sus manos; todos tuvieron que venderse para sufragar sus
astronómicas deudas. Cuando se habló por primera vez de la posibilidad de
amputarle una pierna a causa de una herida (lo que por fin fue necesario en
191 5), P. T. Barnum le ofreció 10.000 dólares por el miembro amputado Y el
derecho a exhibirlo. En 1896 una ]ournée Sarah Bernhardt organizada por la
ciudad, atrajo a lo más selecto de París a sus pies. Comenzó con un banquete
de seiscientos cubiertos en el Grand Hótel. Los invitados quedaron maravillad.~s
ante la eterna juventud de aquella belleza de cincuenta y dos años, cuyo h1JO
tenía ya más de treinta y administraba sus asuntos. Una procesión de doscientos
carruajes siguió el suyo hasta su Théatre de la Renaissance. Después de su
representación del tercer acto de Phedre, media docena de poetas, entre ellos
Fra~~~i: Coppée y su nuevo amante, Edmond Rostand (quien poco después
es,cr!bma dos_ obras que iban a tener un gran éxito: Cyrano de Bergerac Y
L 'Aiglon), reCitaron versos para ella en un escenario cubierto de flores. Cuatro
años después, emprendió su representación más ambiciosa: Hamlet, en travesti
en la remilgada traducción en prosa de Marcel Schwob. Pasó doce días seguidos
22
e nsayél nd o d esde el m ediodía hast 1 seis .
·- · a as d 1 -
una vc rs1o n apJs 1o nad a y a veces sentiment . e a manana y p f'm re ,
1 ' or
cas i in secreto. Co le ttc la describio' a' en la que susur , "S' presento
1, 1 " en su act ·, ro er o no s "
e n po lvo o J nco . Porís q uedó en t us1.asmado· uacion como con "ro t ~r
. . L s ro esculpido
anterio res e n eso ciud ad, la rechaz,0 1. d' , ondres, pese , .
, · d s·1g u10 . , n 1gnado· 1 festival
.' e
·
de Stratfo
ª sus ex1tos
d- A
q ued o extzis 1a. o. - actuando d . r on- von
urante qumce a -
Sarah Be rnhardt t uvo el tempenos, sm una pierna aI fi na 1,
Pe ro n u n ca s11 1 voz.
ép océl y u no el e ·, s us tale ntos mayores · N'1 Caruso ~amento
, . N"'
más intenso d 1
e a
• i 1 tuvieron carrera
sem e¡ante, éH u ac1on publica tan durade ra, aventuras ll1profi¡msky ·
. . d . , esiona 1es tan arriesgadas
ni v1d;i pri va a ta n tumultuosa. Sólo una ac t nz pod1a sub · t·ir a un coloso como
· . . sis
Victo r H ugo, co n ve rt1r París en un escen ano pnvado yu
.
fran ceses na n lla ma d o d esde entonces un m ons tre sacré. egar a ser lo que los
Pero, en rea lid a d, fu e la época del teatro de vane · d d
. a es y el ¡.- h
adaptacio nes popula res ambos de la opereta - q ue h'izo furor- mtrod . ca e e antant,
, 'd
Offenbac h e n e l Pa n s d el Seg undo Imperio. Todo el d b _uci ª por
· , , . mun o esta a dispuesto a
agar pa ra ver tra¡es a un mas bnllantes y payasadas mas , · d
P , , anima as que las que
' ng tt ( · •
. n e n las ca lles. La.
se ofre Cia Goulue . y, mas adelante, Mi'sti ue e ongma1mente
Miss Tmguette ) fueron ., , vivarachas y desvergon
artistas zadas, que t ra ba¡aron · casi·
hasta l~ ~-xte nuac1on. D_espues, en aquella_atmósfe~a de efervescencia se produjo
la apanc10n ~e una ~u¡er delgada y n_erv1osa, vestida con traje blanco y guantes
negros. Nadie ?odna haber pronostJ_cado su éxito. Cantaba, con voz áspera,
sobre la angustia, la crueldad y el crimen desvergonzado. Después de oírla, el
público nunca olvidaba la áspera dicción ni los torpes y elocuentes gestos de
Yvette Guilbert. Por aquellos años fue también cuando Colette abandonó a su
marido, Willy, refinado crítico musical, para quien había empezado a escribir.
Bailó con dorado traje de malla por provincias y en los mejores salons de París
antes de lograr la fama como novelista y una de las cronistas más penetrante s
de aquel período. Tres circos permanen tes y un nuevo hipódromo bordeaban
Monmart re a lo largo de los boulevards. El payaso, el caballo y el acróbata
conquista ron en ellos el lugar que ocupan en el arte moderno; la baila:ina de
Degas se convirtió en la artista de cabaret de Toulouse-Lautrec y despues ~n el
Arlequín de Picasso. La pareja de payasos, Footit y Chocolat, crearon el p~1mer
número cómico conocido como clown et auguste. Grock Y Ant~net, el ame~icano
Emmet Kelly y los hermanos Fratellini lograron la fama en Pans antes de finales
de siglo. _,
d h ¡ ' n de la compama de gas de
Antoine, actor y productor Y emp 1ea O O
gazal d ' t'co (Strindberg e
, , . dO nuevo ta ento rama 1
P ans, aporto un naturalism o atenua Y Pl p·galle Los actores
1
lbsen) a su innovado r Théatre ~ibre, _cerca de -~ C ~;: ~na ij~da de buey
s
apr~ndie ron a hablar no al públ~co, m~~;;:ta e ~ree~lo- por primera vez en
sangrant e en el puesto de un carnicero Y 1 que el público tuviese que
París hizo apagar sin falta las luces de la sa ª paran_ or y sin embargo, era un
• . El tea t ro era amo Y, de · '
se centenares ·
estar atento al escenario fr de escenarios por
, lo El enes1 , t
espectácu lo dentro de un espec t acu · Ir d dor En la Opera, en contras. , e
. d fi t a su a Le 'be e de. Antoine la representacion
todo París refleJ·aba la vida e es ª l b stn ·
. l Théátre 1 ~ '
con la concentra ción requerida en, een los pa Icos . La ciudad se contemp ª ª
1
nunca interrum pía lo que suce d ª
, d' · desagrado .
cesar y nunca sentla te 10 m
23
ue roaos los esc ena rio s qu e
exigente era el sal an. La aristo co mp on ían la ciu dad , el má s e .
. e 1·1ge . cracia aú n cul tiv aba la co nv ers
gra n d es mt nc1as. La rev o luci.on , no h a b ia ' d est rm'd e~: monia\ y
pero había sit ua do otr a jun to a ella o a la an tig an
ua on de l as
: la nap ole ón ica . El mi em bro má .st0
la nu ev a no ble za, la Princesa Ma ar; cracia,
thi lde Bo nap art e, sob rin a de Na
mordía la len gu a: "¿ Qu e qu é op ino ps le :vado de
de la Re vo luc ión Fra nc esa ? Pu e O
yo estaría ve nd ien do nar anj as en eo n, _no se
las calles de Ajaccio" . Su sim
hab ían atr aíd o en pri me r lug ar a \~
. . Th éop hil e Ga uti er Fla ub ert y Re 1u e sin ella
pel igr osa me nte liberal du ran te el pa ª Y lea ltad
Se gu nd o Im per io. ' Du ran te la Te na n a un 5 /
rce
su cas a de la Ru e de Berry (ho ra R , ª _on
em pe zó a recibir de nu ev o en
Bélgica) y co nti nu ó ha sta 1900, . E b ep ub hca
cu an do ten ía má s de oc he nta 1
He nri de Regnier, Ma up ass an t y aJ ~ a¡a da ?e
An ato le Fra nc e asi stí an a su s ce
y sen ci·11as, qu e P rou st d esc ·b· , · - o en os. urnas fils,
. n 10 co n ca nn un o de su s mei·o nas , tem
soc ied ad pa ra le F1g .
aro. res articu , pra nas
las d
Ha bía ba sta do un a ge ne rac ión e
.d d . , . 1 a la Pri nc esa Ma thi lde pa ra
na tur a l f , d
· · d 1 a anstocratICa ,qu e e co n en a la "p res en cia" idó ne a pa ap ren er una
mv1ta os nu nc a se sen ha n co mo . ra
Au b ern on , an.sto, cra ta a l an im a1es am ae str ad os . Sin em ba un sa1on. Sus
1
go1 vu ga r d e 1a vie . . M d
y e I tea tro , d 1ng.· , •
1a esc ue la, ap asi on ad a porgo r l
, a ame
rt
1a su sa1on nv a1 co mo un a do
· ·
mv1ta d os as1· sha , d ma do ra de leo ne s ua 1 eradtur a
, . n a su s cen as, e co cin a me dio . nos oce
d cre , en la Ru e d 'As tor
Ia um ca qu e eci'd' 1 d
. ia e tem a e co nv ~~ sac ión . Un g y ell
pe ror ar y de la bri lla nte z de su sol o inv ita do cad a ve z po a era
ac tua cio n de pe nd ía qu e vo lvi era día
an fitr ion a sil enc iab a cu alq uie r n a invitarlo . La
int err up ció n ino po rtu na so na nd
de po rce lan a sit ua da jun to a su o un a campanilla
ma no de rec ha . Un a no ch e en
de Re na n se pro lon ga ba de ma qu e la disertación
sia do , tuv o qu e lla ma r al ord
dra ma tur go La bic he (au tor de en var ias veces al
So mb rer o de paja de Italia). Cu
co nc ed ió la pa lab ra, La bic he rec an do po r fin le
on oc ió ret ice nte qu e sól o ha bía
má s gu isa nte s. En otr a oc asi ón qu eri do pedir
Ma da me Au be rno n pre gu ntó
am ba ge s qu é pe ns ab a de l am a D'A nn un zio sin
or; su res pu est a no fue la ap
vo lvi era n a inv ita rlo : "L ea mi s rop iad a pa ra qu e
lib ros , señ ora , y dé jem e ce na r".
qu e pid ió co n la mi sm a br us qu Un a dam a, a la
ed ad qu e ha bla ra so bre el ad ult
"D isc úlp em e, señ ora , pe ro pa ra eri o, res po nd ió:
est a no ch e he pre pa ra~ o el inc
Co nfo rm e de caí a el sal an po r est o".. . . r
fal ta de da ma s cap aci tad as pa ra
la de sap ari ció n de la ac tit ud ese dir igi rlo Y po
nc ial de ho mm ag e/ so bre la qu
ins titu ció n se vo lvi ó má s ac uc e de sca nsa ba esa
ian te la ne ce sid ad de un a are
los ca mb ios pn no•pa les de la be1.11 ,,
• ' • na ver bal . Un o de
1e ep oq ue fue e 1 d e 1o s gra nd es e1·e cu tan tes
de l sal an al café. En ést e tod pa so
o el mu nd o po día en tra r y ca
co ns um ici ón . Ya en ép oc a tan da cu~ l pa ga ba su
. d
art ist as y esc rit ore s de Pa ns ,
tem pra na co mo med ia
, d os de l siglo xvm ,
1os
fr
ha bia n em pe za o a ec ue n tar cad a ve z ma s 1os
caf és en bu sca de est ím ulo e ., lo
int erc am bio . (Le s serv_ían mu ,~h
qu e se de be el us o de la pa lab ach os J~ ;e; :t~ :ce s
ra ga rra n en el sen tid o de cai
se inv en tó el tér mi no de
ba ule va rdí er pa ra calificar a los
na rer o b cu ya
ha b ili da d pri nc ipa l co ns ist ía en ap are ce r en el mo me ho m res 1 café
.d , eo El caf é má s . qu e el nto ad ecu a~ o y en
I on . . , sa lan co ns tit ·
uy o,
un 1ug
ar p ara el int erc am bei·o de
ide as en lib ert ad y ay u d o, . F .a a rod uc ir su co ns tan te suc . , de
esc ue las art íst ica s. El Napolita
a. ran ci pel Va ch ett e -lo s caf és famesi oso
on
s del
pe río do qu e arr an ca de 18 85 1n, edl _We ~e r, b de sd e los ele ga nte s bu lev are s al
- se ise mm a an
24
Quar tier La tin y las pend iente s de M
s h a bía n fome ntado en los de on_tmartre. El Café Gueibois Y eI N,ouvelle
A thene
, . . cen1os de 1860 1870 el primer
Y. . . .
rtist1 co e nte rame nte organ izado en ca f'es: el i mov1m1ento
a , d . 1
xtx, el cafe. .re prese ntaba un ritual q ue pod1a , mpres1on1smo. A finales e1 s1g o
. ,, abso b 1a mayor parte del día
"En los vt eJOS tie mpos ' escrib ió Jean M , r er
celeb rid ad de l· Vach e tte, "llega ba hacia la una oreasd, uno de los grandes asiduos y.
· d , 'b e la, tard e (... ) me quedaba hasta
las sie te y es p ues t a- a cenar . Hacia las h
,, oc o volv1amos y no ¡o abandonábamos
hasta 1a unt1 d e 1a ma nana . Era toda una vida.
El salon y el ca fé ex igían repre senta c·10 nes en peque - .
muy ejerc itado s. Sin e b _n a pero intensa escala a
un grup o d e ac to res
igual me nt e espe c ializa dos que actua ban an: argo, 1 -~~? 1ª una clase de parisinos
a que sometía a s~
Made mois el!e Je~n ne Camb rai, no ocult aba la explotación
absoluto acompañante
am~n le,. e~~1que~1~0 con la venta ?e telas. _Este no era en
a, que congregaban
-m anfi tnon - 1don eo para las brilla ntes fiestas de su querid
quedara tan conte nto en
al Tout-Paris a finale s de siglo. Ella velab a por que se
y sin mostrar enfado,
el piso de arrib a jugan do al bridg e con sus amigos
de un banqu ete a sus
mien tras abajo una mult itud bailab a y disfrutaba
a vivían en verdad en
expe nsas. Esas profe siona les del placer, la moda y la astuci
miseria y la soledad o
un "mun do de vida alegr e", del que podía n caer en la
hasta la nobleza y la
eleva rse espec tacul arme nte, medi ante el matrimonio,
su profesión hasta que
respe tabil idad. Una cocotte no había triunfado en
supuesto, y tres o cuatr o
hubi era inspi rado al meno s un suicidio, frustrado por
aman te.
duelo s y hubi ese déniaisé (inici ado) al hijo mayo r de su
de 1890 se había
La mod a influ ía en todas las esferas de la vida. A partir
después, el :rínci pe d~
intro ducid o el veloc ípedo con poco éxito. Unos años
za de PanS, se pa~eo
Saga n, el más desta cado y osten toso miem bro de la nobl~
o con ~: l~amatt~~0
peda leand o por el Bois sobre "un hada de acero" Y ves~id
traje de raya s y un somb rero de paja . ,de. diseñ o exclusivo. La cm ~ . quel
d t mente para permitir a as
·
enca ntad a y la mod a feme nina camb io mme _1a ~ r b t do lo democrático
muje res mon tar a horca jadas . La bicicl eta, qu~ s1m do iza a ºnar1·os y un diario),
. 1 . f mat1vo a os ci serna
Y mod erno (y abast eció con mate na ?r,
m
lmmo en e 1 rena
' miento de los Juegos
• . ., . articipación pública, llegó
m1c10 un auge del depo rte que c~.
Olím picos en 1894. Desp ués, de la. bicicl eta, per~ si~, p ocho modelos sucesivos
, con obstmac1on
1 Bléri ot diseñ o Y P 110 t 0 M h en l 909 en un aeroplano que
e aerop lano.
antes de cruz ar a la deriv a el Cana l de la anc ªr
regre so a a ,
ri' s recibió la bienv enida de
A
parec ía una bicic leta con aletas . su
una mult itud delir ante. . e·or tono en el decenio de 1890 era
Uno de los acon tecim iento s soCiales ba de mdJ los años. Se mont aba en una
lebra to os
e 1 Bazar de la Charité, que se ce 25
irregular estructura de madera y lona junto a los Champs-Elysées y las damas
que lo organizaban no escatimaban esfuerzos para reunir toda clase de atracciones.
En 1897 destinaron una sala a la exhibición del cinématographe, recién perfec-
cionado, de Louis y Auguste Lumiere, que había dejado anticuado el kinetoscope
de Edison, tan difícil de manejar, justo unos meses después de que empezara a
usarse. El programa de cine del Bazar atraía a muchos niños y se ins taló un
molinete en la puerta para que no hubiera desorden. Una lámpara de éter
suministraba la luz para la proyección y una tarde el operador, qu e encontraba
dificultades para mantenerla encendida, lanzó involuntariame nte a tra vés de la
sala un chorro de llamas que alcanzó la pared de lona. En unos minutos todo el
recinto fue pasto de las llamas y adultos y niños quedaron bloqueados tras el
molinete. Con el pánico, decenas de personas murieron, entre ellas algunos de
los aristócratas más destacados de Francia. Naturalmente, se echó la culpa al
nuevo invento en lugar de a la anticuada lámpara y la promoción del cine sufrió
en Francia un grave retraso durante varios años.
El desastre del Bazar de la Charité provocó una de las disputas más extrañas
de la época. La protagonizaron el dandy Conde Robert de Montesquiou,
descendiente de rancia nobleza francesa, y el conocido poeta Henri de Régnier.
Además de ser famoso por su refinamiento, ingenio y dotes de mimo, Montes-
quiou iba a adquirir nombradía literaria como modelo de Des Esseintes, el esteta
impenitente de Á rebours de Huysman, y del culto y corrupto Barón de Charlus
de Proust. En el entierro de Verlaine, el conde, con traje de seda y bigote rizado,
sostuvo el féretro junto al poeta Catulle Mendes. Montesquiou da una relación
parcial de la disputa en sus memorias. Después del incendio del Bazar, se
rumoreó que algunos de los jóvenes de clase alta, atrapados con todos los
demás, habían usado sus bastones para abrirse paso y escapar del horno y
habían abandonado, sencillamente, a las damas que los acompañaban. Poco
después, durante una visita a la galería de pintura de la Baronesa de Rothschild,
las dos cuñadas de Henry de Regnier, al encontrarse con Montesquiou, le
hicieron insinuaciones sobre un bastón que llevaba. Lo compararon con los que
se habían usado en la catástrofe del Bazar, pese a que Montesquiou no había
estado presente. Según la acusación del conde, Régnier comentó también lo bien
que sentarían al conde un manguito o un abanico. Montesquiou lo retó a duelo
y escogió las pistolas. Murice Barres fue uno de sus padrinos. Pero Régnier
afirmó haber dicho, al contrario: "Dos cosas me gustaría poder usar: un abanico
en verano y un manguito en invierno". El ofensor se convirtió en ofendido y
eligió la espada. Régnier hirió a su oponente. Ambos se negaron a reconciliarse.
El honor era aún algo propio de una tragedia de Corneille y el duelo
con~e~ía p:rfect~mente al talante de la época. "En el campo del honor" se
r'od1a ir mas alla de l~~ palabras y zanjar las diferencias personales mediante
una . escen~ melodrama~i~a en serio. Los periódicos publicaban anuncios de los
affau_es d 'lwnneur . coh~ianos junto con extensos atestados escritos por los
padrinos para precisar si se había llegado o no a una conciliación. Se combatía
hasta q:1e se derramaba sangre por primera vez, después de lo cual a veces los
combatientes aba nd0 naban el campo cogidos del brazo. Los encuentros fatales
no eran frecuente~. Cuando se iba a celebrar un duelo importante gran cantidad
d e espectadores mtentaban segmr · a los participantes
· · al lugar ' elegido
· en las
26
uera s d e París. Los periodistas .
af . 1
que nvali b
cafumn1osos, constante mente estab za an en la red . ,
para que les hiciera n de padrinosan despertando al amanacc1on de artículos
curando un~ h erida d e espada. Cat!ilemucho~ doctores ini~~=~a~ sus _amigos
vida defendiendo el derecho de Sarah Mendes estuvo a punto d su Jornada
Hamlet. Se luchaba e n due lo por la Bernhardt a interpreta 1 perder la
Primera Guerra M undial no se hizo m~no~ p~ovocación y hasta rd e p~pel de
, · . . ningun mte t f . espues de la
costumbre, tan t1p1ca m ente exhibicionist n o e ectivo de pro .b.
, d d 1 a. sen ir esa
El numero e ue os se multiplicó
. enormement d
olíticas - d e s ig no opuesto- de aquel peno , d o U fe urante las dos cns1s ..
P
otra, un m elodrama en serio. En 1866 un ofi . · na ue una farsa excelente·
. 1 1 c1a1 apuesto , 1a
de confian za, e gen era Boulanger, tenía fam d . Y en apariencia digno
declaraciones s ucintas como: "El ejército no ªt e vahen~e Y republicano y hacía
· ¡ ·, · orna partido" p ·
· ara mtroducir las
reformas necesa n as en e eJerc1to que estab
, . ' a recuperando t
fuerza, Clemenceau 1ogro mediante manipulaciones el no _en onces toda su
ara minis tro de la g uerra. Tanto la gente co , mbramiento de Boulanger
P mun como los 0 l'f
convencidos de que el barbudo "caballero" estaba destmado . P 1 icos estaban
. . . a sup ¡¡
y las d1scord1as del gobierno. Su figura militar sie b erar e etargo
, • . . ' mpre so re su corcel
como e 1 aza b ac h e, atra1a irresistiblemente a homb . negro
· d d res Y muieres Como se
prestaBa a la nma esea a, por . , todo el país se cantaba su nom bre a1 · fi nal de la
segund a estro fa d e una cancion popular, En revenant de ¡ d . ,
·¡ d 1 14 d . 1· a revue, que escnbia
un d es f1 e e e JU 10:
Una dis tracci ón inmed iata disipó, ya que no el efecto pro fu ndo del caso
Oreyf us, a l meno amargos·• la Expos·1C1on ·, In t ernac1•ona1 d e
. .s, sus recue. rdos más · d la
1900. La· ,expos 1c1on anten or, la de. 1889, había celebrado eI cen tenano e
* E l · . c· t'fi
n e pnme r acont ecimi ento las expos icione s 1en 1 cas ocupa ron
Revol • uc10n ·f· ·. 1
. '
Galerí a de las Máqu inas, monu mento de
vanos edi 1c1os, entre e los la mmen sa
Volponi. Se
estru ctura ,de acero . Gaug uin_ exhibió sus cuadros en el Café
auténticos que
r~c~n struyo una e~cena calle1era de El Cairo con egipcios
ines javaneses
vivier on en ella e mterp retaro n la danse du ventre. Los bailar
ades duran te
hicier on furor en París, influy eron en el estilo del teatro de varied
ías orientales.
veint e años y confi rmaro n el gusto de Debussy por las armon
mago de Menlo
Thom as Ediso n, exalta do por los científicos franceses como "el
mayor es. Su último
Park" , visitó el recint o, en el que su pabellón fue uno de los
al iluminar la
inven to, la bomb illa incan desce nte, aume ntó el milagro de la feria
o por una
siluet a de sus edific ios princi pales. Edison quedó tan impresionad
con alas y en
estatu a alegó rica llama da "El hada de la electricidad" (una mujer
batería de Volta,
cuclil las sobre una lámpa ra de gas destru ida, rodeada por una
incandescente:
una llave telegr áfica y un teléfo no y que bland ía una bombilla
para su nuevo
todo ello en el mejor márm ol de Carrara), que la compró
labor atorio de West Orang e.
siglo una
Desp ués del asom broso éxito de 1889, París organizó para el nuevo
o diez años.
expos ición unive rsal aún más fabulosa; su construcción había durad
iento ~: una
No se desta có preci same nte el decimonov~no centenari~ del na~im
maugurac1on en
conoc ida figura religi osa. Duran te más de un año despu es de la
s lad~s. del
abril, las ribera s del Sena, a lo largo de dos kilómetros a ambo
as- exohcos.
Troca dero, se transf orma ron con edificios -o, al menos, fachad
París parec ía una Vene cia pomp osa y como tal actua~a. .
Las dos expos icion es estuv ieron
· · d ª los pies del mismo monu
situa as .d mento
. . d l B uetes recibió su símbolo, const rm o para
gigan tesco . ~a Epoc a e os . anq . dad La Torre Eiffel, cuya erección
ón, provocó las
aquel la ocasi on, en el centr o mism o de la ~u t. de la inflaci
en 1889 costó quinc e millo nes de francos . e ª; ~sdesde Goun od hasta Duma s
prote stas de un comit é de ciuda danos emme n es.
a, celebrada en 1878,
en }867 .la segund . 'ó n d e
. 1'ón Uni·versal, ced1ebratd ade 1871 y' la arrolladora su bscnpc1
,. Despu és de la primer a Expos1c ·a de la erro en a . . ¡·1 1·t d
procla mado la recupe
. d F
ración e ranCJ fr lugar de los tres mil millones so c ª os
había ·¡ ·nones de ancos, fi
la con anza.
un empré stito de cuaren ta y dos mi mihay expres1.6n más segura de
por el gobier no. Para los franceses, no
29
fil S 1·ndi nada carta condenaba la "Torre de Babel", que iba a "d esfigurar y
15
· u ,, gl . d d fue en vano. Cuando b concluyero n las obras
deshonrar a c1u a , perO . , . , se
·mer piso y trescientos o reros, aun vestidos con 1a
instalaron mesas en e I pn . d h ,
ro -,a de trabajo, celebraron un banquete y brm aron con c am~a~. Posterior-
f b ., t e al público con un suntuoso banquete oficial. Esa gra
mente se a no 1a orr b d . n
' , d t '
cci·o n mecánica moderna expresa a to as las, as p 1racione s
anoma 1ia e Ia cons ru
, . e se esforzó . por . superar a sus antecesoras . Y asi. . p e rman ec,·o,..
d e una epoca qu fam1har co mo un
. es t·I 1 o,
s·n función, sin historia y, al. cabo de· poco, tan l ·,
sm i
1 casados de
. • L s turistas la visitaron, los artistas a pmtaron, os recien
urmoir. o ll l · ·d l ·
s inocentes se fotografiaron junto a e a, os smci as y os mv entores de
ros t rO voladores saltaron de ella ~I vano. ' Al fº l' se ~onvirho
ma
· ·,
en un símbolo
aparatos
de París tan famoso como el propio Sena. La Torre Eiffel, con s u tru culenta
figura, fue el primer monumento d_el modernism o. D~rante medio siglo fue el
edificio más alto del mundo constrmdo por el hombre .
Las exposiciones convirtieron a todos los residentes y visitantes d e la ciudad
en actores de la espectacular representac ión del progreso y la vanidad humanos.
Semejante espectáculo resultaba irresistible. Las lecturas teatrales en los salons
y cafés, el drama social de Dreyfus, fueron sólo parte del espectáculo . En la
Epoca de los Banquetes todo París era un escenario.
En su prolongado torbellino de los decenios de 1980 y 1990 y de la avant-
guerre, París apenas era consciente de lo que provocaba su excitació n . ¿Era una
liberación? ¿Una revolución? ¿Una victoria? ¿Una última calaverada? ¿Una
primera orgía? Entre las apariencias de las exequias y las modas, la ciudad sólo
sabía que se lo estaba pasando en grande y convirtiénd ose en un espectáculo
majestuoso. Los artistas, más que ningún otro grupo, intuyendo ese talante
predominan te, vieron su oportunidad . En los precisos años que siguieron al
entierro de Hugo en 1885, todas las artes cambiaron de dirección, como si
hubieran estado esperando una señal. A lo largo de una línea de demarcació n
perceptible, se liberaron del impulso del siglo XIX y respondiero n a los primeros
tirones insistentes del XX.
En la pintura, el impresionismo pasó a ser de dominio público a partir de s u
últim~ exp~sición colectiva, celebrada en 1886. Mientras Gauguin y Van Gogh,
tra?aJando Juntos en Arles, estaban descubriend o dos caminos diferentes qu e se
ale1aba_~ ~e la visi~n literal del impresionismo, Signac, Redon y Seurat fundaron
l~ Societe des Art1st~s !ndépendan ts. Cualquiera podía formar parte de ella; su
~alon ~~ual no tema Jurado. La Société representa uno de los hitos en la
formac1on del arte occident ª1 mo derno, pues, mas ·
, que las del grupo impresioms · · ta,
sus frecuentes ·
exposiciones ac ogieron d . . , .
. a to as 1as nuevas tendencias p1ctoncas.
La pnmera se celebró en 1884 Obt . , . .
Y uvo un relativo exito de público pero se v10
pert urba da por 1os conflictos int ernos * *. El grupo, reorganizad o el' mismo ano, -
31
n ciJ , vo la n d O
. . ;.-.c o mu ert es so. bre s u co n cic
y
. h J qu ien dten ia CuJS9 ,
2 Lo d e t uv ier on e n un res tau ra nt e 1o
Co me nzo Ra\·ac· Oi, .
ag15 tra os encon\. den ·
o~ m ó a cad e n a pe rp e tu a. De ~pu és ot
los hogare s de van I o tin a . Al fi rol
n ant e un tnb un a L q ue t o del pú bli co, lo e nhv.ió ,a . la g uill , na
llevaro do po r Ja pro tes a er 1s ten co, 1an zo u na bo n....b
. . -d .. . ·t·n ,o ,· de car áct •" a
1m1 a
Jura do, mt - v ·11 nt h110 11eg1 1 ut ad os d e sd e la ga lería d e
d e Dip
del mismo ano,· ª'· Uªena' d e ca _ a la Cá ma ra
e
1 \ 05
o y Va i lla nt, a leg a n do en s u dcfen-.,a qu 1ª
Jb <;en ,. o c t ave
Y __ . . • dip u tad
de poca pot encia
ita nte s. No mu no n!~ gu_ n - ,, citó a Da rw in, Sp en cer, ,
vis •¡O ra una ad\ ertdoc enc1a , eje cu ció n , mu cho s 1
b trin a. De spu és . d . e s u o
bom a soen apo \·o e su e d 1 o la vís per a d el
\.t . b e te hte ra n o ce e bra d
• ir ea u · árt ir En un ban qu . , . L T ·11
. , a1 1ad e po r 1a
ada ma ron com, ill t, pre gu nta ron al po lem1co cntJCo ·d a uhre nt
o a un m ,,
d e \ a an a ,, ·Qu é im por tan un as cu a nta s v1 as ¡ u m ana ~ , r es po nd ió'
ate nta do . Cá ·, · 1
.
v1o lenc1a en 1a ma r · <- s año s des pu és, pe rd 10 un o¡o a ex p o ta r un a bo mba
-
,, . ¡, ~e itX:f be au !'. Do ·, d · d 1 n a s ig uie nte
si e ges , , '-"" o 1
_y _os p e n o. teo s e a m an~
ran te en qu e est aba cen and
en el res tau Sm e mb arg o,
vie ron con tra ¿} sus pro pio s sen t1m 1en tos nie tzs ch ean os.
vol
.
mu cho s com par tía n sus sim pat ías mu ert e de Va illa nt, un jov en in telect u al de
Cn as sem anas des pué s de la inu s de
Uar néld o Em ile He nry exp lo tó un a bo mb a e n el Ca fé Te rm
bue na familia lin ch ad o en el
re Sai nt- Laz a.re . Si no h ubi era sido po r la pol icí a, lo ha brí an a
la Ga
el des afí o de las con v icc ion es an arq uis tas . El juez (co n tog
act o. El ¡uicio re\·e-ló g re". He nry : " Co mo la tog a qu
e
las ma no s ma nch ada s de san
roja ): 'íi ene ust ed ica r la
señ orí a ~. Su ser eni dad en el ban qu illo le pe rm itió e xpl
lle\·a ust ed, bie ra pro du cid o
quí mic a pre cis a de s u bo mb a y lam en tar qu e no hu
com pos ició n
val or baj o la cuchi lla gri tan do
" Vive J'anarchie"
irn. as mo rtal es. Mu rió con
má s , -í€t
últ im os día s de cár cel ley en do
Do n Qu ijo te.
y se sup o qu e hab ía pas ado los po de
189 4 com e nzó el pro ces o col ect ivo de un he ter og én eo gru
El \·era no de ón . En tre
bre s acu sad os d e inc lin aci one s an arq uis tas y act os de tra ici
tre int a hom los pri me ros
ura ba la des tac ada figu ra lite rar ia de Fél ix Fé né on , un o de
ellos fig eb as dec isiv as
los im pre sio nis tas . El fiscal no pu do pre sen tar pru
ó co nc iso ha sta la pa rod ia *.
defens ore s de El
pue sta a un car eo, se mo str
y Fén éon , en su res ó la
te del juic io se pro du jo cu an do el fis cal ge ne ral com eti
pu nto cu lminan n en via do y
ia de abr ir en ple na aud ien cia un pa qu ete qu e le ha bía
imp rud enc ón del
ten ía, no exp los ivo s, sin o de la ma tie re fécale. Pid ió la sus pe nsi
~~e- con
nos . La vo z de Fé néo n se alz ó sob re la reu nió n: "D esd e
JUICIO par a lav ars e las ma
ma gis tra do se hab ía lav ado las ma no s co n tan ta ost ent a-
Poncio Pila tos nin gún
aro n abs uel tos .
ció n". To dos los acu sad os res ult apo yo
año s
_ ant eri ore s a 189 4, los an arq uis tas ha bía n log rad o el
Du ran te l~s ron sus
sim pat iza nte s. Va rio s dia rio s y rev ist as lite rar ias de fen die . .
~e mu cho s · d 1"0s ext ran- os en la his tor ia de l mo v1m 1en to,
Yal ero sos. 0aes. tos " · H u bO ep iso . , , . a-
li , d p , fin anc 10 ano mm•,
com o la h1stona. d el prefec to d e po c1a • e an s qu e fun dó y
me nte. una rev ista an arq uis · t par a dis po ner de un a fue nte de inf orm ac1 0n
ª 1
fi d e d igna. 0 ura nte una red ªd ª en e I Bal de s Qu at'-z- Ar ts co n el pre tex to. de ª
. l ,
ind ecenCJ·a d e1 ves tua no li . . tra nse un te ino cen te. Lo s est ud ian tes,
' ª po n a ma to a un
. te
• Lºno de Ios d ·ia·¡ogos fue el sigu ien te· El .5t ,, causer a vec un ana rclv s
d . , . ,, · mag i rad o: On vous a vu .,,. fe
F ·
emere un bec de gaz" . ene on. Pou vez -vo me d ,re, ' Mon Président, ce que c'es t que le derrJc:
d'ur, bee de gaz ! ' us
32
1nfl.1m,Hlo, e on la , IU P ,l .., <ln,irquht ,.., •
Our,1nt1 • \ ,ir1oc., d1c1<; lcid l I f ' . rt ..,1, t1ernn L'<;J \"IOIJción d ' d
' " ll('r / , l dt• r I d 1 ~ sus erechos
en t•,tad n dP ..,1 t10 \' i•I ,)<;t1n t n ('<; tu ve, o ll ld l' 1 an, mc1 ntu vo el Qu,11-1·1er La tm ~-
1 1
cnnf,an/cl en l,1 ( ,irn1n ' '
c.1~c' D lpUlclCl n, ' 1 unto dt• t"onvert irc;e L'n unae \1otac1'6 n d e
l LH 1 1 1~g-l l,1 rn,1\ oríi dt> 1
lt, . . 111,H iu1 ,tJ . . lle<~,ün h l<; t
' º" c.t, 1mp,lt1/ e1nt,l.., comp rend ieron c1ue el d.,s..,f1'0 d ~
.-. ' ' ,1 <.''<. rem o.., in t f' b '"· " e
rc1r1d im ·ntc Pew c,u -. efec to.., ,u .., i H" lt•.., v loe., atentados ces n on
rermancc1r ron f--1 . ., ·'
pert url, H l 1 -.uf1C1enc1c1 nolít 1r f, 1 r ,1narqu1<; mo i,1rv10 no sólo para
t· , el e e el erre n RC' l1 1 .
1mpuu1c1r 1 1d,1-. l,1<; cc;té tic 1 -.. . ) . 1• • pu ic,1, ..,mo también para
r l ( nCC 0I(1clC. 1 1ac,tc1 ent ) . l . 1-:1 d .
Jct 1,1d,1d H tht1c.1 c1ntrnor 1 ¡ 1 <~ <nlC'- - in ,111w,mn de la
< ,., uerrc1 mc1ntu vc1 un e<;t , h
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1·. d rl( () para(' 1 1.,smu con el
t ,urrca l'imo e l 1 no , .
p,1rod1c1 , ,irt1c...l1 t ac; Al noner l'n nrir t c d ' t '-gue rra parecieron sus
t ' t e , 1 el s uc; 1 l?cl<; loe; "mj t " ·
incit aron a ln<i a rti <; ta<; ,1 m,irnfrc;t irc;t, l-t)n , d . ' r ires ,1t1Mqu1stas
, e u ll élClcl c,emr1antp
'r a . . 1 lo h,1b1 c1n e<; tadt1 haciendo d ec;dc ",.¡ dec L•n 10 d,L l nn ººO
l'n L' 1 nuevo marco
.
del, ca baret litc ranu. La boht•mi,1• nrc> (,'
rnind1 e <
· t ICcl, d C' I Chílf N () /(· e 1
perc'• u, U tl'n
mas ÍJmoso de loe; cabarets, _er,1 l,1 1m,1gcn in vrrticlc1 de un c,a/on . Suc; orígc~es
se r~m o nt an a un g rupo de 1ovene<i pnctc1s, ch ,rns n nniers y pintorcc. del Q uarticr
Lat1~, q ue. se lla maban a s í mismos loe; hy dropa thes y habían empezado a
reu~ 1rse as,du a me nt ~ e n el dece nio de 1870 par,1 recitclr, ca ntJr y publicar una
rev is ta . Entre ellos fi gurabcl el sardónico poet<1 C11c1 rlcc; Croc;s, amigo íntimo de
Rimba ud y Verlaine y legítimo in ventor de un fonógrafo anterior al de Edison,
y Alphonse Allais, fumiste ("ca melis ta ") principal y escrit or de relatos cortos,
con los tale ntos combinados de r oe y Mark Tw<1 in. En 188 1 un pintor sin éxito
llamad o Rodolphe Sa lis tu vo la idea de abrir un cabaret con sus propios
semanario y veladas litera rios. El grupo entero d e hy dropathes se dejó seducir
por Salis y cruzó el Sena p ara convertirse en animadores principales y clien tela
fiel del Chat Noir, en las p endie ntes de Montmarte. Al ca bo de unos meses, el
establecimiento se veía o bligad o a rec haza r a clientes atraídos por las his torias
disparatadas y la publicidad burlesca. Afirmaba n que el Chal Noir había sido
fundado en tiempos de Julio César y e n sus paredes cubiertas de telarañas se
exhibían "copas usadas por Carlomagno, Villon y Rabelais". Los ariscos camareros
iban vestidos con el traje de ceremonia de la Académíe franraise y Salis
insultaba a todos los clientes, conforme e ntraban. Nadie había emprend ido antes
una empresa "democrática" semejante, que e ncantó a los es nobs. U~os a_ños
después, Aristide Bruant abrió s u famoso Le Mirliton, donde f~e el mas ~risco
anfitrión y también cantante peripatético, prob~blemente e~ me1or de_su epoca.
Más de doce establecimientos semejantes florecieron hasta fina les de Siglo..
En 1885, en una operación retrasada por dos vec~s por los compl_icad~~
preparativos · d e l en t·1erro de Hugo, la pendenciera multitud del Chat Nolf salio 1
b · desfiló disfrazada por las calles con una esco ta
tumultuosamente d e su arno Y . . . 1
Rue Victor-Massé. En el banquete
a caballo para ocupar todo un edificio de_ ~ ( or una vez la crónica de la
. . d d l · ación part1C1paron P '
y las festiv1da es e a maugur d d )c t t os Léo Delibes Maupassant,
. d , la ver a en re o r , '
revista del Chat N oir ecia . . d' 'L'l I Adanl Waldeck-Rousseau y otros
# H s V1lhers e s e- '
Jules Lema1tre, uysman , p , t es respetados septuagenarios: Renan,
once diputados, dos alcalde_s _de ar~h~olore d e Banville, poeta parnasiano. El
Bouguereau, pintor academ1c1sta, y I bl·cac1·ón de poemas d e Verlaine y
, ·to con a pu 1
semanario tuvo un gran exi
33
o Y Cdl'l l'cllll r c1s d e F
. h 'sticas de todo el mu no • or" ·
A ¡¡ , ·hrom ques umo Willette. El chan sonn ier y urél ma turg o M <_in,
n .J
34
Equi vJ li ó a un movimi , t ..
. . en o
h c1c 1c1 1a super ficie e n lo~ u' Jt · art1st1-co .subt errane , •
o, que empez ó a ílbrirs e P "'SO
. irn os anos de I E d l '
.
La v c1 nguar dia no fue d º
f . .- rc1 1
· º poca e os Banqu etes. ' u
,r no
f
ue una
'
torre de
n° fT
. .
Y smtteron una autén tica
.
· ·
t . f . mar 1, en realida d, estu vo
pa ro n ue V1 1lo A bºt
fijar L'l origen de lc1 van a uard i., ..., n
1863 cuan d o Na poleo
11
· r _1 ran·arnent e, pod ernos
des Rcfus ('S. Los a rti s tasn rech "'Z"'lJo n --
s p ' . ~. 11
. n_ perrn1t· 10 ·· 5
• or 1a expos 1c1 o n of ¡ un a/on
con s ufic ie nte c nc rg íc1 para locyrar el rece>" - " .1
. . t d ·
tCla pu 1eron protes tar
ind e pendi ent e. Por desgracnia ta nto el noc1rn1en o corno grupo y · ··
· · f • Ern d I una expo~1C1on
'
s mt1e ro n o e nd1do s por Le d éjeun er s ur f'h erbe d M pera or corno a Ernpe ratnz se
_. . . . . e ane,t· h b
ex p os1 no u o una segun da
. c1o n . H acia . , 1885 se hac ia sentir la, neces·1d a d ap remia · nte d
me dios d e ex p_res1o n, qu e en ~arte sa tisficie ron las nu evas e nuevo s
rev istas literarias, el
Salan des I~dep endan ts y las mflu yente s re union es de artista s corno
los mardis
de Malla rme (1~84) y el g renier de Edrno nd Gonco urt (1885). Aún
más impor tantes
fue ~o n los caf~s Y los caba~ ets, ~ue aporta ron a los artista
s la indep enden cia
so_c1a_l y produ ¡:ron s u propia va n edad d e con versac ió n ingeni
osa y brillan te. El
public o cu_lto, libe rado d e los sa/ons, fue comp rendie ndo poco
a poco que existía
un peque n~ g rupo de perso nas que pensa ban, vivían y creaba
n al marge n del
comp ortam iento gen eral. Hoy los persev erante s restos de la
vangu ardia suelen
ser objeto d e burla, cuand o no se ven - con frecue ncia -
explot ados o - a
veces - glorif icados des medid ame nte. El mode rnism o incorp
oró a sus escritu ras
un texto funda menta l, que recla ma, al meno s re trospe
ctivam ente, nuestr a
gratit ud: la vangu ardia que siemp re nos acomp aña.
_Como todos los demá s, tenían su s propios banqu e tes. Esas
reunio nes libres
de trabas solían alcanz ar tal intens idad, que acaba ron degen
erand o en farsas u
orgías desen frena das. El Lapin Agile (tamb ién conoc ido p or
Lapin a Gill o La
peint A. Gill), cabar et de Mont martr e que s ucedió al Chat Noir hacia
finales de
siglo, alberg ó much as fiestas, en las que siemp re partic ipaban
Frédé, el barbu do
propi etario , y Lolo, su maled ucado asno. Un grupo de artista
s jóvene s, inspir ado
por el autor Dorge les, urdió en él el celebr ado fraude d e un
cuadr o entera mente
pinta do por Lolo a base de sacud idas de la cola. La obra
result ante, de estilo
claram ente " impre sionis ta", fue colgad a en el Salan des lndép
endan ts con el
título de "Pues ta de sol en el Adriá tico". El cuadr o, firmad o
por Dorge les con el
nomb re de "Joac him Rapha el Boron ali" *, recibi ó los elogio s
de nume rosos críti-
cos en su rnarat ónico recorr ido de la expos ición.
.
En 18985 las revist as rivale s Mercu re de France y Revue Blanc
he se asocia ron
para organ izar · una cena en h onor d e 1 p oeta belga Emile Verha.eren.
result ó claro que Verha eren no podría asistir , per~ n adie se_
. , Pront o
desan imo;_una ~ez
en march a, un banqu ete semej ante tenía vida propia . ~-n salo~
e~ el pnme~ piso
del Café Vache tte, en la orilla izquie rda del Sena, acogio a los
_m vita~~s, qmen e s,
antes d e e ntrar, tuvier · e abrirs e paso por entre una mamf estaci on contra 1a
on qu
•
sente ncia de caree , l o
para scar
Wilde y firmar un manif. iesto • d
e protes ta. ra
E
35
.d a se busca ron muj eres p ara todo s , los hom brcs·
L]ll " 1
'-- 1ubí
. . · 11 v en segu 1 d esp ues de los ui sc urs tt n
l ar n,~,' . 1 Se bebi ó abun dant eme nte y,. - os d
3 •udid
o so os. leyó unc1 ca t de
. usen te invi tado de hon or, un:i pintct or opu esto . ra
hümenaJe . a achac oso Su bord ado ch.1l eco t e se a y s u prec 1o sJ v07 e¡·e.1c1.er0 e
1
l. ·
. . · ,
\ er1ame, \ a a no tard o e n vers e e nvu e lto .e n un a re friega . n
: , sobr e las dam as que . . ,
'
ta 1 atracc1on
_ · s hom bres celo sos. A cont mu ac1 . on to. d a la con curre n cia ~e l f"e,.,Llt1 d o_ al
con va no frec uent ad~ p_o r e•,t u d ia nt es
Bullier, baile de mala fama d el Quart1er L_atm
baila nnJ c; del c-.unca, nY
·,tuta s v pasa ron el resto de la. n oc h e con las
pro St , - e ra carn aval . ·
E,·id ente men te, pa ra muc hos de ellos sie mpr e
banq u ete, más opo rtun idad brin dab a a ca<la cua l para
Cua nto mar or fuera el E d . . b.
su
- .
,· ,·aod
.
ad. n una cena e t1 eso ento s c u 1e rtos L' n el _pa1a,s .
dem ostra r 1 ., d V .
m e nto a e rlam e d esp ués d
d'Orléans para cele brar la erecc1on e un m onu
~or ice p~ra qu e pron unc iar: s~
mue rte, se_ e~igió al dign o -~rít! co Cha rles
o e n con sid e rar que era dernasi d
disc urso pnno pal. La generac1on Jove n no tard
d e ~os Poe tas y, t ras algu~o~
cons erva dor para apr~ ci~r al difu nto Prín ~i~e
as fila s, la va jilla y los vaso ·
silbi dos y gnto s preh mm ares desd e las ultim
ó inte rrum pir e l ban que te y la:
emp ezar on a ,·olar. _ El bo?: bard eo cons igui
pa r d e la pele a que sigu ió.
da mas pres ente s tune ron dific ulta des para esca
habí a adq uiri do el aspe cto de
AsL pues, haci a 1900 la aleg ría del v iejo mun do
Barr io Lati no no sólo cons tituy eron
una manifestació n siste mática. Mon tma rtre y el
. Sus caba rets y café s repr esen -
un telón de fond o pint ores co para aque llos años
ería aleg ría y desp reci o de las
taba n una nuev a esté tica. El ban que te requ
form as artís tica s pop ular es y una
com ·enc iones y tam bién la asim ilaci ón de
Ese fue el mar co para un gran
conc ienc ia p lena del mom ento pres ente .
y el Lapin Agile patr ocin aron a un
reju ,·enf fimi ento de las artes . El Chat Noi r
ame nte en la esfe ra de la pura
grupo de artis tas que se aden trar on prof und
artís tica . En Ingl ater ra se estab a
bufo neria sin aban don ar su lealt ad a la crea ción
edad por la nov edad con el Yello w
prod uciendo una búsq ueda simi lar de la nov
ar Wil de y Max Bee rboh m no
Book y el Saro_i·. Pero Aub rey Bea rdsl ey, Ose
ble al de los café s de Parí s.
enco ntra ron en Lon dres un amb ient e com para
rso. Alg uno s de los artis tas más
La fren ética aleg ria del bistro tení a su reve
cono cier on pena lida des físicas
Jni mos os Yivi eron en la pob reza y a v eces
suer te dem uest ra la dedi caci ón de
espa ntos as. la form a com o sobr ellev aron su
Ban quet es no fue asun to de mera
su s \·ida s. La larg a farsa de la Épo ca de los
acio nes eran resu ltad o de una
fri\'o lid ad, pue s en muc hos caso s las man ifest
Bloy, refir iénd ose al fund ame nt~
serie dad prof unda . El revo lucio nari o cató lico Léon
en el Chat Noir, escr ibió : "Lleve
para la extr a\·ag anci a de su part icip ació n
s, una sed trem end a de Abs oluto
conm igo, junt o con mis incli naci ones relig iosa
nom étric o en la críti ca e incl uso e~
y una nece sida d irres istib le de espí ritu trigo
El amb ient e boh emi o igua l podi a
la simp le \'ers ión de la reali d ad exte rior" .
Bloy, que un hum oris ta familiar Y
prod ucir un "per egri no de lo a bsol uto", com o .
mac abro com o Alph onse Allais.
dich o que vivi eron un dece nio
De ho mbr es com o Deg as y l autr ec se ha
ta part icip ara en el absu rdo que
a n tes d e que llega ra a ser n eces ario que el artis
may oría de los imp resio nista s_ Y
desc ribía . Esa afirm ació n es apli cabl e a la
erso que "nau frag aba", su v_ida
si mbo lista s. Aun que Mall arm é imag inar a un univ
ca de los Ban quet es hizo sahr ª
e,te rior se man tu\·o en agua s tran quil as. La Épo
36
e'>cl' n a c1 un cnn ¡u n tc1 ( 1, t·
. l 1 . 1· , . l M 1"lc1~ cu y,,._ bufonad as no iban destinad a 's a hacer de
in cr uu 10 com1co Su · 1 · 111 · (
. . · vic. a ri v,, l < on '> U Jrlc dl' un modo que ahora no parece
C., 1q U 1(' r ,1 n ,1l U r él I Su " , , , · · ·f. . ' '
, · num e ro , inl l'n'>1·1c,,r1ón d l' la exhuber ante actuació n d e la
I1e //e ep o,¡ue· ,,c nc,c d · 1 • ·
n ~ . ro .. a ('rwrg1a n('CC<.,a na pJra ca mbiar de rumbo. En el
.
rom ,rnli c rc; m o frc~ct rco dl' Pétru c., ílorcl, ('n la po'>L' d e dandy d e Théophi le
Cauticr \ Baudcl,,ir_l' Y en e l brcvl' clércgll'm en t de Rimbaud , había habido algo
p,,rCL rd l1 ª ce;¿¡ del1bc radJ c reación ele una forma ele vida. Ahora fi g urr1 s tan
h_etr rn ~l'IH'c1<; co mu Max J,1 cob, Picasso y Modi g li,111i t raba jaro n a l unísono, com o
<;1 el mundll <'n derredor fuer,, t'I cnmi l'n/0 fc.., livo de un viaje de d escubrim ie nto.
Se pu '> rcrPn en ridículo a '>Í mismo" y ampli aro n lo'> límit e~ del arte. No es
p nibc1ble q ue hubieran podido hacerlo, c..1 ~e hubiesen aten ido a la salud m e ntal.
S~, l'nl u '> i,,.., m o c;nbrcviv ió a la Cél táslrofe dC' la Prime ra G uerra Mu ndia l, pe ro
c;o lo L' ll l,1 fo rm a mu y modific,1dc1 del deceni o d e 1920.
L1 c ulm in a ció n de todo e llo - pu es tras un período ta n largo de estimula ció n
JÚ n no se h abía prod uc ido ,;ac udió e l mund o h as ta mu cho m ás a llá de los
límites de Pa rís. Fu e e n 1911. El vorticis mo, ve rs ió n in glesa del cubis m o y e l
s imultzm e ís mo, brotó en Lo ndres; D. H . Li1w rc n ce publicó Hijos y amantes y,
tras och o a ños d e inte ntos infruct uosos d e coloca r Dublineses, Joyce en v ió el
manu scrito a l hombre que lo pub licc1ría a l año s ig uie nte. El escá nda lo del
Armory Show d espertó a N u eva Yo rk. El fu turis m o ita lia no inte ntó an ex io na rse
la pintura publica nd o un nu evo manifies to . En París, todo estaba s ucediend o a
un tie mpo. Picasso y Braqu e ha bía n llevado e l c ubis m o, qu e e nton ces tenía
c in co a ñ os de vida, hasta s u segunda fase el e crecimie nto, que influ yó inclu so a l
reacio Matisse; Apollina ire, como o bservado r, apo rtó las fra ncas declarac iones de
Les peintres cubistes. Ta m b ié n estaba p osando para e l re trato q ue le hizo
C hirico y trabajab a con De launa y e n la c reac ión del s imu ltane ísmo -orfism o.
Jacques Coupeau fund ó e l teatro d e l Vieux Colo mbier y la n zó a Dullin y Jo uvet
e n s u s ca rre ras con estre n os d e Moliere y C laudel. Diaghile v invadió e l mundo
d e la mús ica. Tras h a be r m o ntado L'apres-m idi d 'un /a une de Debussy y
Daphnis et Chloé de Ravel e n 1912, ofreció a París la tumultu osa premiere d e
Sacre du printem ps d e Stravins ki con la inadecu ada coreog rafía d e Nijinski.
Satie, que acab a ba d e salir de s u retiro, estab a compo n iendo otra vez. En 1913,
annus mirabilis de la litera tura francesa , se produjo un diluvio de libros: Du cóté
d e chez Swan, d e Prous t; Le grand Meaulnes, de Alain -Foumie r; Alcools, de
Apollina ire; j ean Barois, de Roger Martín du Ga rd; A. Barnabooth, d e Valery
La rba ud; L 'argent, de Pégu y; La colline inspirée, de Barres; L 'en tra ve y L 'en vers
du music-h all d e Colette. Una oscura n ovela de Marc Elder ga nó e l premio
Goncou rt. Valéry e mpezó a escribir poesía de nuevo, tras qui~ce a ñ os d ~
si le n c io, y Gide acabó s u novela del acte gratuit, Les cav~s du Vatican. ~ ~ e casi
com o s i la g u erra hubiera de producir se p a ra ~oner . fin a . una func1on tan
ex hube ra nte, que n o h abría podido m a nte n e r sem e¡a~ te intensid ad. ,
E n s u s m anifestac iones tempran as, la va n g u a rdia m a ntuvo s u ~a racte r de
a uté ntica comunid ad, leal a sí mis m a y a s u tiempo. En m ay~r m edida q~e. e n
nmg· una o t ra e' poca desde e l Renacim iento, pintores , escnto res y , musICos
· · traba¡·aro n ¡· untos y probaro n a culti var. las a rtes de los demas e n una
v 1v 1e ro n V •, · t· , b
- , f · d e colabora ció n permane nte . Su m1s10n con s1s 10 en a arcar y
t
a m os era •d ¡· d , t
tra n sforma r la inte n sa agitació n, \a corrupc ió n y e 1 I ea 1sm o e una epoca an
37
co n fr ec ti .1
de lo s b an q u
et es e nc1c ~ecó p
ép oc a s
,r 1 C on su en tu siasm . . o, la
er as b ra v at as . L as fi g u ra
cr
<
ea °r
t1. Vas, p
'-·1 · ' · po r fal ta de discerrnm1ento y · m d 11 '-to e
/
t ., · ta n
· ,·a cr o n es n_ a V1d a co l'hor
e\ L.c>-' o, · r al p u ' bl'1co l·1 an en o 1110d . co n ta ct o
1
-'u desc•f) de en
h1rece .a b an y p e r 1an el co n los Valor·11 0
ia se d es ca rn . os a su s v ir tu d es
en el arte, con
frecuenc . . -n ta n prox - 1m ,o q u. e no Puede
es
sus v1C1 os es ta .d S fe st ín n
hu mano,<: . P.ero bse rvac1o . -n m u y d ete111 a. u t tu e la U- lt¡l'h n
una o · al ea re b an q '"ª
:::epararse sm
d ·
st 0L -rac1·a m u n·b u n d a, sm o u n º u e e d e las artes.
· · una an
1.:e1ebr.1 c1 011 e
38