Pascua 2023
Pascua 2023
Pascua 2023
Nuestros interlocutores necesitan encontrarse con Jesús: una catequesis que no los lleve a aprender a
escucharlo y a dejarse acompañar por Él, no logrará su objetivo, no será verdadera catequesis.
Tres dinámicas
Para el logro de este objetivo de la catequesis podemos hablar concretamente de tres dinámicas.
1. La dinámica del ponerse en camino: Y haciendo referencia a los discípulos de Emaús nos ubicamos
en ese camino que va desde Jerusalén - lugar de la salvación - a Emaús, los discípulos se alejan de
Jerusalén y van a Emaús, Jesús caminará con ellos, compartiendo su conversación, entrando en su mundo
alterado.
El camino se detiene, la intimidad de la amistad se manifiesta en el signo del comer juntos.
Después - Regresan a Jerusalén. Tienen una extraordinaria comunicación que hacer a los Once: haber
reconocido al Señor.
2. La dinámica del diálogo: Toma la iniciativa Jesús, quien con su pregunta estimula y educa las
preguntas de los otros, abriéndolos a nuevas verdades. «¿Qué es lo que vienen conversando por el camino?»
El camino se interrumpe, como para mirar a Jesús. Y Cleofás, responde: «¿Eres tú el único en Jerusalén que
no sabes lo que ha pasado allí estos días?». Jesús entra en el juego. ¿Qué ha pasado?”. Y viene fuera la
historia “Lo de Jesús de Nazaret…
Pero en su explicación está implícita su frustración: Esperábamos que él... Aquí está el problema de estos
discípulos: tenían en mente una concepción del Mesías y, por lo tanto: un Jesús según ellos.
De aquí parte Jesús. “Qué torpes son para comprender y que duros de corazón para creer… Y, Jesús hace
hablar a las Escrituras, da espacio a la Palabra de Dios.
Así hace surgir en los discípulos el deseo de decirle: “Quédate con nosotros, porque es tarde…”. Y finalmente
la última pregunta, tan diferente de la primera.
“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”.
3. La dinámica de las actitudes: Si el camino indica las etapas de la fe, las actitudes expresan los sentimientos
de fondo, el proceso de maduración: conocimiento, confesión, toma de conciencia, ardor de corazón,
reconciliación.
Jerusalén, en la comunidad de los Once, portadores no solo de noticias, sino de un anuncio de Resurrección.
De un clima de profunda tristeza, porque no tienen esperanza... a un clima de ardor (“ardía nuestro corazón”),
por la esperanza renacida de la fe reencontrada.
De la incapacidad de leer los pequeños signos, pero ciertos («algunas mujeres... algunos de los nuestros nos
han dejado desconcertados») al reconocimiento gracias al doble gesto de la palabra y el pan, hechos por el
Resucitado (“les explicó las Escrituras, partió el pan y se los dio”).
Metodología Catequística
Definición: Descripción, análisis, en forma sistematizada, de los métodos adecuados y pertinentes para llevar
a cabo la catequesis. “Manteniendo viva la primacía de la gracia, la catequesis ha utilizado métodos para
educar en la fe”. (DC n. 195).
Métodos inductivos: que parten de la vida para llegar a la fe. --- método de Jesús y el método de Pablo en el
Areópago: “ver, juzgar y actuar”.
Es la presentación de hechos (acontecimientos, hechos de la vida de la Iglesia y de la vida cotidiana...) a fin
de descubrir en ellos el significado que pueden tener en la Revelación divina. (DC n. 150).
Los métodos deductivos: que parten del anuncio del mensaje cristiano, expresado en (Biblia, liturgia,
Credo...), para llegar a la vida.
Siguen un itinerario catequístico diferente:
— El método inductivo es de tipo ascendente.
— El método deductivo es de tipo descendente.
Ambos se reclaman y complementan: el método inductivo acerca a las situaciones históricas; y el método
deductivo, acerca a las fuentes de la fe.
El método es un medio, al servicio de la formación integral de los catequizandos y al servicio de la acción del
Espíritu que actúa en ellos.
Todo método catequístico se compone de tres elementos fundamentales:
— Un punto de partida, situación concreta en que se encuentran los interlocutores;
— un punto de llegada, que es la formación integral;
— un itinerario que marca los procesos graduales y progresivos, para llegar a la maduración plena de la fe;
una fe adulta que esté arraigada en la Palabra de Dios y que sea significativa para la vida cotidiana.
Elementos del acto catequístico
El método en la catequesis tiene la finalidad de integrar, facilitar y dinamizar creativamente los elementos del
acto catequístico.
EI acto catequístico consta de tres elementos constitutivos:
— La experiencia humana del catequizando.
— La Palabra de Dios, contenida en la Sagrada
Escritura y en la Tradición viva de la Iglesia.
— Y la expresión de fe en sus diferentes formas: profesión de fe, celebración y compromiso.
Pasos o momentos concretos que seguiremos en este material.
Objetivo: Cada catequesis está pensada para lograr un objetivo, teniendo en cuenta los tres aspectos
esenciales de la persona:
— El conocimiento, (que se refieren al recuerdo- comprensión del mensaje).
— El aspecto afectivo o actitudinal, la actitud (mira a obtener disponibilidad e interés, implica una actitud de
juicio y elección).
— La conducta (comportamiento).
Experiencia o Motivación
Busca crear las disposiciones para acoger la Palabra de Dios en la propia vida, suscitar las
preguntas existenciales.
Experiencias que pueden ser descubiertas como lugar donde Dios se manifiesta, donde Dios habla.
Es la hora de caminar hacia Emaús. Y en el camino, hay la oportunidad de un encuentro con Jesús. Nuestros
interlocutores tienen necesidad de una Iglesia, que, haciendo presente a Jesús, se acerque a sus problemas y
a su desánimo, que no sólo comparta con ellos el camino y la fatiga, sino que converse con ellos,
colocándose a su nivel, interesándose por aquello que les preocupa. ¿Cómo podrá el catequista hacer
presente al Señor Resucitado, si no se ocupa de ellos, si no se interroga sobre sus «alegrías y esperanzas»,
sobre sus «tristezas y angustias», si no se muestra interesado por sus cosas, por su vida?
Profundización de la experiencia
Ayudar a superar los niveles superficiales de la vivencia.
— Supone introducir las experiencias cristianas como clave de lectura y de interpretación
de la vida.
— Saber ofrecer instrumentos de análisis y de profundización, reflexión de las experiencias
de vida.
— Para que la vida se convierta en experiencia para acoger la palabra es necesario que se viva como
experiencia de fe.
Ayudar a descubrir cómo el mensaje es actual y es para cada uno, que ellos descubran qué les dice en el hoy
de su historia, a su vida concreta.
Tomar conciencia de cómo Dios nos habla «hoy y ahora». Es propiciar un diálogo entre lo que Dios dice en su
Palabra y la vida del interlocutor.
El Papa Francisco nos dice en la Evangelii Gaudium: Hoy necesitamos anunciar el mensaje de Cristo «no
como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte
bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción”» (EG14).
Oración
Respuesta del catequizando en diálogo con Dios. Verdadero diálogo entre Dios y el
catequizando para darle una respuesta.
En el momento de la oración, ayudamos a los catequizandos a identificar la idea principal de la catequesis de
cada día y los invitamos a decir públicamente que la aceptan como verdadera, realizando así una profesión
de fe.
La respuesta que se da a Dios viene expresada en el momento de oración por lo tanto estos momentos deben
ser muy bien preparados y motivados de modo que se realice en ellos un verdadero diálogo entre Dios y el
interlocutor.
Quién conduce los momentos de oración no debe olvidar que debe llevar al interlocutor a ponerse en
comunicación con Dios para darle una respuesta.
La Eucaristía es y debe permanecer como «fuente y culmen de la catequesis, de la evangelización»; es «la
fuente y la culminación de la vida cristiana».
Los niños, como todos nosotros, encuentran a Jesús en la comunidad eclesial. Pero en la vida de ésta hay
momentos en los que Él se revela y se comunica de manera singular: son los sacramentos, en particular la
Reconciliación y la Eucaristía. Sin la experiencia que se contiene en ellos, el conocimiento de Jesús resulta
inadecuado y escaso.
Compromiso.
Toda propuesta exige una respuesta. Dios espera una respuesta.
El catequizando decide qué respuesta dará a la propuesta de salvación.
La catequesis es verdadera educación en la fe, cuando sus interlocutores expresan la renovación que se está
operando en sus vidas. Se realiza a través de:
— Mediante la profesión de fe, el catequizando, con su corazón, memoria, inteligencia y voluntad, da razón de
lo que cree.
— Mediante la celebración, el creyente celebra con sus hermanos, en comunidad fraterna, lo que ha
experimentado en su vida y da gracias a Dios por los dones recibidos.
— Mediante el compromiso, el catequizando transforma progresivamente su vida y colabora activamente para
que surja en nuestra sociedad el Reino de Dios.
Re La
CRISTO VIVE, EN SU AMISTAD ENCUENTRO VIDA
Re La
CRISTO VIVE, EN SU AMISTAD ENCUENTRO VIDA
Sol Re
Haremos un viaje con pasaporte,
La Re
en nuestro diario, escribiremos muchas aventuras,
Sol Re
que nuestros ojos, oídos, corazón,
La Re
atentos captarán, no se escaparán.
Con lupa en mano, observaremos los grandes secretos para amar a los demás. Seremos invitados,
invitados de Jesús, lo acompañaremos, el sol brillará.
LUNES:
LA VIDA ME DA LA OPORTUNIDAD DE TENER AMIGOS.
Pascualina (Es una marioneta) junto con otro animador (vestido como en la época de Jesús)
dan la bienvenida e interactúan con los niños.
Pascualina: Hola a cada uno, ¡que gusto que estés aquí!, eso quiere decir que vivirás esta
peregrinación con nosotros.
Animador: Por favor, todos levanten su pasaporte de peregrino, les recomiendo que siempre lo
tengan a la mano para que no se pierdan de nada. Anexo 1.1.
Animador: Yo te sigo Pascualina, porque yo cuidaré los signos y las claves que nos acompañarán.
Pascualina: Cierto, nuestra primera clave es la amistad, iremos juntos, sólo así llegaremos al final
de nuestro peregrinar llenos de vida porque Jesús nos brinda su amistad y camina con nosotros.
Animador: Lo primero que harás es: Confeccionar tu diario de viaje, en el podrás anotar todo lo
que captes con los ojos, los oídos, y el corazón. (Se les puede solicitar un cuadernito pequeño que
ellos personalizarán como cada uno desee hacerlo, proporcionarles materiales como hojas de
papel, resistol prit, tijeras, plumones, recortes de imágenes religiosas, etc.). Ver anexo: Anexo 1.2.
Pascualina: El diario es tu cuaderno, en él escribirás o dibujarás lo más significativo de cada día.
Pascualina: Porque aquí en Betania viven Lázaro, Marta y María. Tres hermanos que tienen una
grande amistad con Jesús y a quienes Jesús visitó en varias ocasiones (Mt 21,17; Mc 11,1, 11,12; Lc
10,38; Jn 11,1; Jn 12,1).
Animador: Y su casa será en estos días un lugar de hospitalidad y reposo para todos los
peregrinos, de hecho, ellos también nos reciben en su casa ya que también nosotros somos
amigos de Jesús.
Pascualina: Estamos en la puerta de Betania y antes de visitar a los amigos de Jesús tenemos un
reto que realizar, los catequistas nos darán la siguiente indicación…
Objetivo: Que el niño y la niña descubran que su vida es una valiosa oportunidad para tomar la
decisión de iniciar el hermoso viaje que lo lleve a crecer en amistad con Jesús porque es capaz de
compartir con los demás los dones que Él le regala.
Experiencia o Motivación.
Opción 1. Juego de “Amigos”
Los niños se colocan en equipos de 4, al interior de cada equipo se enumeran del 1 al 4 y
cada número se reúne formando círculos de todos los 1, 2, 3 y 4. Cada círculo se coloca a
unos 3 o 5 metros del otro. Cuando el animador grita Martha, todos los círculos, tomados de las manos giran
hacia la derecha, cuando grita María avanzan hacia la izquierda, cuando grita lázaro los niños saltan en su
lugar y cuando grita amigos de Jesús, los participantes corren en busca de su compañero inicial, cuando se
encuentren se toman de las manos y se agachan.
Cada grupo de niños, busca su mejor estrategia para encontrarse lo más rápido posible.
Un día Pedro despertó y vio que tenía una cicatriz en su barriga, al voltear, ve a Juan sonriendo y con la
misma cicatriz, Juan le había donado un riñón para salvarlo, Pedro no podía creerlo y llorando le preguntó por
qué lo hizo, y Juan respondió: Somos amigos ¿te acuerdas? Y prometimos nunca abandonarnos.
Desde ese momento solucionaron sus diferencias, y volvieron a ser los buenos amigos que eran, fue cuando
los dos entendieron la verdadera importancia de la amistad, y de siempre tener a un amigo a tu lado, con el
cual poder cuidarse mutuamente.
Jesús está siempre con nosotros y el motivo es que nos ama y camina con nosotros, Él, todos los
días platica con nosotros y le podemos hablar por medio de la oración, Él nos acompaña sin
importar en qué situación o lugar nos encontremos, y claro sin que podamos verlo a simple vista,
pero por fe podemos aferrarnos a su promesa “he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta
el fin del mundo”.
Compromiso.
En el cortometraje vimos a Mayu que no quería ir a la escuela, pero cuando ya casi está por llegar ve que el
puente está roto y reacciona, facilita que otros amigos crucen el puente para encontrarse juntos en la
escuelita. Y está claro que tener a sus amigos cerca hace que entre en el aula más contenta y feliz.
¿Qué enseñanzas meterás en tu mochila hoy? ¿Cuál es tu compromiso con Jesús que te acompaña para que
puedas cumplirlas?
Escribe… Anexo 2.4.
Oración.
Visita a Jesús Sacramentado.
Experiencia o Motivación.
Ayer con Mayu nos dimos cuenta de que solos no podemos salir adelante. En los
momentos de alegría hace falta alguien con quien compartirla y en los de tristeza alguien
que nos acompañe y nos consuele. Amigos con quienes poder reír, jugar, en quienes
confiar y nos ayuden a llenar nuestra mochila de recursos para vencer las dificultades.
Hoy te invito a elaborar un corazón: Es importante que los niños lleven su propio material (4 hojas de diferente
color, pegamento prit, tijeras, lápiz, plumón) que se les pedirá el día anterior, pero si alguno no lo lleva,
motivar a los demás que lo compartan, que se ayuden mutuamente a realizarlo… (convendrá que el
catequista o animador lleve material extra, y lleve corazones de cartón para que los niños los puedan calcar).
Profundización de la experiencia.
— ¿Lograste terminar tu corazón?
— ¿Todos tus compañeros lo lograron?
— ¿Ayudaste a alguien a terminar su corazón?
— ¿Alguien te ayudo a ti?
— ¿Compartiste de tu material?
— ¿Cómo te sientes con lo que lograste hacer?
— ¿El que compartió algún material cómo se siente?
— ¿Crees que es importante compartir con los demás?
— ¿Crees que el compartir cultiva una relación de amistad?
Escribe en tu corazón el nombre de tus amigos…
Pues sí, es muy cierto que el compartir nos hace felices, el poder ayudar a otros nos agranda el corazón, ya
que podemos constatar la felicidad de otros.
Compromiso.
- ¡Qué bonito es saber compartir! Tú también, como el niño que ayudó a Jesús a dar de
comer a tanta gente, puedes compartir.
Quiero decirte que, dando un recorrido por nuestro pueblo, ciudad, barrio he encontrado
niños que saben compartir lo que tienen, y los demás confían en ellos y se dejan ayudar. Mira esto es lo que
encontré. Proyectar la imagen.
Y tú que harás para dar lo que tienes, usa tu “lupa” para descubrir que puedes dar y compartir y escribe en
ella una cosa muy concreta que te propones hacer. Anexo 3.3.
Oración.
Jesús es el Amigo que siempre está presente, que confía plenamente en nosotros y que
nos ayuda a ser capaces de compartir lo que Él mismo nos ha regalado, oremos y
digámosle juntos:
Animador: ¡Hola, hola peregrinos! ¡Buenos días! tomen su lugar, nos ubicamos en la semana de pascua.
Pascualina: Buon giorno. Good morning, Shalom. Salam, Aloja, Bonjour…
Animador: (Pegar estos letreros en un espacio visible). Estos letreros nos recuerdan nuestro itinerario:
Objetivo: El niño y la niña comprueban que la relación de amistad con Jesús es para siempre, que Él nunca
se va, y siempre está a su lado porque Él jamás rompe una promesa y le pide que tampoco él lo abandone.
Experiencia o Motivación.
Juego del sí o no.
Para entrar a Jerusalén necesitas pasar este reto. Para esto se divide el grupo de niños en
dos pequeños equipos, se colocan en dos filas indias. Frente a ellos hay dos sillas: la del
SI y la del NO. En cada pregunta propuesta deben correr (uno por fila) para sentarse en la silla. A los que
respondan correctamente, se les da una pieza del rompecabezas (es un único rompecabezas) para armar.
Anexo 4.1.
Preguntas para ir ganando las piezas.
Profundización de la experiencia.
— ¿Cuántas piezas tienen cada equipo?
— Para poder armar el rompecabezas es necesario tener 12 piezas, ¿Alguno de los equipos las tiene? —
¿Qué necesitarán para armar su rompecabezas?
Por el momento tengan ahí las piezas del rompecabezas y vamos a ver que marca nuestro itinerario de
peregrinación.
Hoy llegamos a Jerusalén y nuestra cita con Jesús es en el Cenáculo, el lugar de la Última Cena; el cenáculo
era “Una habitación en el piso de arriba, grande, ya lista y dispuesta”. ¡Qué emoción!
Importante: (Preparar el espacio como si se estuviera en una cena de verdad. Mesa o sillas en círculo, pan,
bandeja, agua, toalla, candelabro o velas, dejar una silla vacía para el lugar que ocupa Jesús, hacer la
experiencia de entrar en silencio, poner música hebrea, si se ensayó la danza se puede bailar y luego
disponer al grupo al silencio, escucha y contemplación).
Del evangelio de San Juan y de Marcos: Pero antes de comenzar la Cena Jesús sabiendo
que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que
estaban en el mundo, los amó hasta el fin, se levantó de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando
una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una tinaja y se puso a lavar los pies de los discípulos y a
secárselos con la toalla con que estaba ceñido.” Después regresó a la mesa tomó pan, lo bendijo, lo
partió y se lo dio y dijo: “Tomen, este es mi cuerpo.” Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se
las dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: “Esta es mi sangre, que es derramada por muchos.
Cuando terminaron la cena, salieron hacia el monte de los Olivos. Palabra de Dios.
Muy bien, ahora si saquen sus piezas de rompecabezas… — ¿Qué dijeron que es necesario para armarlo?
Bien vamos a poner en común nuestras piezas y entre todos lo armaremos. El rompecabezas de la imagen de
la Última Cena.
Cuando ya hayan terminado podemos transmitirlo en la pantalla:
Ahora los invito a ver el siguiente video para comprender más y mejor lo que Jesús hizo el Jueves Santo:
Compromiso
Cada uno de nosotros, nos parecemos a los amigos con los que nos juntamos, por eso,
Jesús nos invita a vivir el servicio, en el don de nosotros mismos para los demás.
Comprometámonos con Jesús a vivir la Eucaristía cada domingo haciendo todo lo que
esté de nuestra parte para participar, para pedir a nuestros papás que nos lleven, así
juntos podremos crecer en amistad con Jesús escuchando su Palabra y comulgando su cuerpo en la
Eucaristía.
Oración
Qué bueno y bonito es habitar los hermanos, los amigos juntos, mantengámonos cerca de
Jesús y con él llamemos Padre a Dios. Escuchamos en su Palabra que después de la cena
salieron rumbo al huerto de los olivos, también nosotros salgamos con ellos, oremos con
Jesús que vive un momento difícil, mañana entregará su vida en la cruz para salvarnos. Digamos juntos:
Ayúdame Jesús, quiero quedarme contigo
— En esta noche, amigo Jesús, en la oscuridad del huerto de los Olivos. Todos…
— Tu oración allí nos ilumina y tu confianza en el Padre nos da paz. Todos…
— El don de tu amor nos sostiene, pero también nos da miedo. Todos…
— Enséñanos a confiar en el Padre, a sumergirnos en el fuego de su amor. Todos…
Enséñanos a amar, Señor Jesús, con esa fuerza y gratuidad con que tú mismo nos has amado. Amén
Y ahora tomados de las manos digamos juntos… Padre nuestro…
Adoremos a Jesús
(Explicamos lo que se va a hacer).
Guía: Empezamos guardando silencio para concentrarnos (con los ojos cerrados), poniendo nuestro corazón
y nuestra mente en Jesús, sólo en Jesús. Recuerda que estamos en la casa del Señor y necesitamos
respetarla, estamos con Él, Él es nuestro hermano y amigo y ¡Queremos acompañarlo y consolarlo!
Decimos juntos: En el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo...
Experiencia o Motivación
(Prever el personaje del petirrojo, (disfraz o marioneta) caracterizarse para hacer presentar
la historia) en la Palabra de Dios, tratar de confrontar con el texto bíblico.
Entra Pascualina nuevamente.
Pascualina: Estamos en Jerusalén, pero como todos los discípulos huyeron porque tenían miedo, ¿quién nos
acompañará en nuestro recorrido?
Animador: Pascualina, esta mañana me encontré con un pajarito, es un petirrojo. Podría acompañarnos y
además contarnos lo que sabe del viernes Santo. ¿Quieres que venga?
Pascualina: Sí, démosle la bienvenida. (Aplausos a un animador vestido de petirrojo o una marioneta)
Dejemos que el mismo nos diga quien es:
Petirrojo: Yo soy un petirrojo. Inicialmente los petirrojos éramos color gris, pero tiempo después, el pecho nos
cambió de color. ¿Te gustaría saber por qué?
Lo primero que les diré es como fui creado, cierto día Dios creó a un pajarillo y le dijo:
—¡Te llamarás petirrojo! Y colocándome sobre la palma de la mano, me dejó volar. Ese hermoso pajarillo era
yo, digo que era hermoso, pero la verdad es que aún no me conocía…
Pero bueno ese era yo, me sentía muy contento porque podía recorrer los paisajes que tanto me gustaban,
ese día contemplé la hermosa tierra donde tenía que vivir, y me entraron ganas de contemplarme a mí mismo.
Entonces observé que era completamente gris, y por esa razón volví presuroso junto a Dios, y le pregunté:
—¿Por qué llamarme petirrojo si desde el pico a la punta de la cola soy completamente gris?
Dios me contestó: —Te he llamado petirrojo, y petirrojo te llamarás, pero tú mismo tienes que ganarte las
plumas rojas del pecho.
Y Dios alzó la mano y nuevamente me envió al mundo.
Vivía feliz en el mundo que Dios había hecho y buscando un lugar llegué a un monte, después supe que se
llamaba “Calvario” y entre las espinas del tupido arbusto edifiqué mi nido. Había transcurrido un largo tiempo
desde aquel día. Y amaneció un nuevo día que no se olvidará nunca.
Te diré por qué… Era primavera, en una noche de luna llena. Desde la ventana de una gran sala veo una
mesa con unas ricas migas de pan. Soy goloso y por eso me acerco... Entonces me
doy cuenta que los comensales son Jesús y los apóstoles que están celebrando la
cena de Pascua. De repente, un velo de tristeza invade la habitación. Jesús dice:
“Uno de ustedes me va a traicionar”. Y todos se preguntan “¿Soy yo?”
Entonces Juan, uno de los mejores amigos de Jesús se inclina sobre el corazón de
Jesús y le pregunta: “Señor, ¿quién es?”.
En ese momento Jesús moja un trozo de pan y se lo da a Judas. Después de ese
bocado, Judas sale de la habitación y se adentra en la noche para traicionar a su
amigo.
Después de la cena, Jesús y los discípulos salen de la habitación. Me detengo por un momento para picotear
las migas restantes. Sé dónde encontrarlos de todos modos. Siempre van hacia
Betania, en medio de los olivos. Me uniré a ellos más tarde.
Aquí están, ¿ves? Están todos aquí. Me apoyo en esta rama, mira: Jesús está solo
y ora. Está tan angustiado que el sudor de su frente se convierte en gotas de sangre
en un punto. ¡Qué impresión! Él ya sabe lo que le sucederá dentro de poco y pide al Padre que lo libere de
esa tortura. Pero luego lo escucho decir: “Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase
tu voluntad”.
Sus amigos, los apóstoles duermen.
Él les dice: «Entonces, ¿no pudieron quedarse despiertos conmigo ni una hora?» Ellos, inconscientes,
duermen, al menos tú y yo estamos despiertos y podemos orar con él, participando de su angustia.
Volando por allí vi a uno de mis amigos, es un gallo magnífico. Tiene bonitas plumas largas de muchos
colores. Su vida no es fácil, todas las mañanas se levanta temprano y despierta a su
amo y a todo el vecindario. Hace su servicio con puntualidad y humildad. Pero ahora
está despierto y un poco aturdido porque aún es de noche, pero una voz en su
cabeza le repite: “canta… no, no cantes, mejor ¡grita como un desesperado!... el
amigo más fiel de Jesús, lo negó, dijo que no lo conocía.
Recuerdo que durante la cena Jesús le había dicho, mientras Pedro presumía que
no dejaría nunca a Jesús y hasta dijo: “No te traicionaré ¡nunca!” y ahora mira hasta
le tiene miedo a una pobre sirvienta.
En este punto, un grito desgarrador sale de la garganta de mi amigo tres veces
seguidas. Pedro entiende, sale del patio y llora amargamente y yo lo miro desconsolado.
Dejé a Pedro con su remordimiento y vuelo dentro del pretorio de Pilato. ¡Pobre Jesús, cómo lo rebajaron!
Espalda, brazos, piernas... todo ensangrentado.
En su cabeza pusieron una corona de espinas, lo cubrieron con una capa roja y se burlan de él.
Luego lo llevan ante Pilato. Míralo: ¡Qué personaje más mezquino! Él sabe que Jesús
es inocente, pero tiene miedo de liberarlo.
Pilato pregunta a la multitud: “¿A quién debo liberar a él o a Barrabás?”. Pensó que,
frente a ese delincuente, el pueblo habría tomado la decisión correcta. Pero no. De
hecho, la multitud grita: “si lo liberas, no eres amigo de ¡César!”
Pilato tiene miedo, mucho miedo. Hace que le traigan una jofaina y se lava las
manos. Luego lo abandona a la muerte de cruz.
Comienza la triste procesión. El camino no es largo. Se trata de ir fuera de la ciudad,
en una pequeña colina llamada Calvario. Allí son crucificados los malhechores, como ejemplo para los que
pasan y miran.
Los condenados están agotados. Jesús está agotado. La gran
Cruz atada a sus hombros es un peso insoportable. Los soldados temen que Jesús
no llegue a su destino. Vuelo cerca de él, me gustaría ayudarlo, pero ¿Cómo?
Pero aquí viene un extranjero, un cirineo. Él no es judío. Para que pueda ayudar a
Jesús. Los soldados lo toman y lo cargan con la cruz de Jesús.
Simón, este es su nombre, sin saberlo y quizás incluso sin quererlo, salva a su
Salvador.
Ya estamos en el Calvario. Jesús cuelga de la cruz entre dos verdaderos criminales. Tengo
miedo de quedarme aquí, hay un gran alboroto, entre los gritos de dolor de los condenados, las risas burlonas
de los soldados y el gemido ahogado de los parientes.
Uno de los dos criminales se burla de él. “¡Sálvate a ti y a nosotros!”. El otro lo
reprende: “¿No tienes ningún temor de Dios, tú que estás condenado al mismo
castigo? Nosotros con razón estamos aquí, porque recibimos lo que merecíamos por
nuestras obras; pero Él no hizo nada malo... “¡Jesús, acuérdate de mí cuando
entrarás en tu reino!”.
Cuánta ternura en sus últimas palabras. ¡El buen ladrón ha llegado a la fe!
Escucho a Jesús que le responde: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el
paraíso”. Ese hombre robó toda su vida. ¡Pero ahora obtiene el paraíso!
Oh Jesús, ¡cómo te han dejado!. Verlo con tantos dolores es insoportable.
Pero más angustiosa es su soledad. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?” Abandonado de los hombres y de Dios, tomando sobre sí todo el
dolor del mundo.
Miro su rostro cubierto de polvo y sangre. No es el rostro de un criminal, aunque
esté marcado por el peso de nuestro pecado. No puedo simplemente
esconderme y mirar desde la distancia.
Parece que me dice… “¡Ven conmigo también!”.
Levanto el vuelo y me detengo en la madera áspera de la cruz justo al lado de
su cabeza ensangrentada. Él me mira. Sus ojos destilan una dulzura infinita.
¡Oh, cómo quisiera tener el pico perforante del pájaro carpintero y arrancarle uno a uno los clavos! Quisiera
ser tan fuerte como el águila y levantarlo con poderosas garras.
Me gustaría ser tan rápido como una gaviota y llevar agua para su garganta reseca, pero soy ¡tan pequeño!
Sin pensarlo mucho me acerco a su frente y con mi pico le arranco una espina larga y afilada.
Un chorro de sangre tiñe de rojo las plumas de mi pecho.
Jesús me mira con una leve sonrisa de alivio. Luego las últimas palabras: “Padre en tus manos encomiendo
mi espíritu” y entrega su último aliento.
¿Entiendes por qué las plumas de mi pecho están rojas ahora? La sangre del Señor cambió definitivamente
mi vida... y me convirtió para siempre en un “pecho rojo - petirrojo”.
Tal vez sea solo una leyenda, pero me gusta pensar que cuando salto para picotear algo, los hombres que
me ven, recuerden mi gesto de misericordia y piensen que el Señor recompensa cada acto de amor, aunque
sea pequeño y escondido.
Viacrucis infantil.
Anunciémoslo a todos ¡Cristo resucito!,
¡La amistad con Jesus te da vida en plenitud!
Entran Pascualina y el animador con alguna matraca o trompeta. Bailan el himno de la pascua u otro canto de
Resurrección…
Aleluya, aleluya el Señor resucitó “Brotes de olivo”.
Animador: Los amigos somos uno para todos y todos para uno.
Pascualina: Por eso Jesús, permaneció en la cruz, porque supo ser uno para todos.
Animador: Hoy estamos invitados a ser todos para Él.
Pascualina: Ay Dios mío, después de la tragedia que vivió el petirrojo, yo quiero ser como la Magdalena.
Animador: ¿La pecadora?
Pascualina: Sí, como ella, quiero reconocer mis faltas, permanecer junto al amigo en el momento de la cruz,
buscar al maestro y comunicar esperanza.
Animador: Uf, ya me habías espantado. Gracias por compartir Pascualina, mi querida amiga. Sabes que con
nuestros amigos compartimos nuestros sueños, jugamos imaginando naves espaciales, camiones de
bomberos y hasta les decimos lo que queremos ser cuando seamos grandes, lo que esperamos en nuestra
familia.
Pascualina: Cierto, por eso quiero compartirte, que hoy sábado santo, es tiempo de espera, de confiar, creer
que, aunque se siente el peso de la noche, llegará la luz. Confiar que la vida va a manifestarse y entonces
haremos fiesta… Por eso, salto de gozo
(Baila).
Animador: Pascualina, no bailes, alborotarás a toda la chiquillada, mejor narra la importancia de hacer una
fiesta especial, sí?, por favor.
Pascualina: Muy bien. Catequistas y niños, muy atentos “anunciémoslo a todos ¡Cristo Resucitó!, la amistad
con Jesús te da vida en plenitud! (se narra la experiencia de la catequesis).
Objetivo: Que el niño y la niña comprendan que Jesús ha resucitado y siempre está con nosotros; por eso
vive la alegría de la Pascua con la comunidad; y agradece a Dios Padre por el don de la resurrección.
Experiencia o Motivación.
Es importante que los niños experimenten la belleza de hacer fiesta y que comprendan el
porqué de esto.
¡Una fiesta especial!
Es sábado y el pequeño Juan acompaña al supermercado a la abuela María, para ayudarla a preparar la
comida del Domingo de Pascua. Mientras la abuela lee la lista de lo que se necesita, Juan mira asombrado el
carrito que se llena de harina, huevos, refrescos… y que se vuelve cada vez más pesado.
- “Abuela”, pregunta Juan, ¿habrá mucha gente en la comida de Pascua?
- “¡Oh sí!” responde la abuela María: “siempre es una grande fiesta y hay que preparar muchas cosas
ricas para comer: El ¡Domingo de Pascua todos los miembros de la familia se reúnen!...
- ¿Y cómo sabes que falta?
- Vamos a ver... la abuela María sigue revisando su lista, deambulando por el supermercado en busca
de ingredientes para hacer los diferentes platillos, el pequeño Juan la sigue, de vez en cuando se distrae por
todo lo que ve.
- En cierto momento Juan se pone pensativo y su abuela le pregunta:
- “Juan, ¿Qué pasa? ¿No estás bien?”
- El pequeño responde con una pregunta: “Abuela, ¿Por qué estamos celebrando la Pascua, por qué
hacemos una gran fiesta cuando murió Jesús? Yo estoy feliz de festejar en Navidad, cuando Jesús nace, pero
¿Por qué cuando muere se hace fiesta?”. “¿No tendríamos que estar tristes?
- Es verdad, Jesús murió, pero la Pascua es ¡la fiesta de la resurrección! ¿Sabes lo que significa esta
palabra?”.
- Juan lo piensa por un momento, luego niega con la cabeza y su abuela sonríe y continúa:
- “¡Entonces te cuento! Jesús, que es tan bueno, quiere el bien de todos y hace el bien a todos, Él
quiere que todos estemos unidos como en una sola familia, y quiere que nos amemos los unos a los otros.
Pero a veces la gente es mala y algunos son malos y lo traicionaron y lo hicieron morir en la cruz. Bajado de
la cruz, fue colocado en una tumba excavada en la roca.
- Pero él, por su gran amor, ha resucitado, es decir, ha vuelto a la vida y no morirá nunca más. Ahora
siempre está cerca de nosotros y quiere que también nosotros estemos cerca de Él como buenos amigos que
jamás se traicionan”.
- La abuela ve que Juan vuelve a sonreír y le pregunta: “¿Quieres estar con Jesús?”.
- El pequeño responde: “¡Sí, siempre!”.
Profundización de la experiencia.
Juan hace un proceso preguntándole a su abuela el motivo de hacer fiesta en la Pascua…
todos los amigos de Jesús hacemos fiesta ya que el Domingo de Pascua representa, para
nosotros la fiesta que le da sentido a todo en nuestra vida.
Y una fiesta no la celebramos solos, de hecho, cuando celebramos nuestra fiesta de cumpleaños queremos
invitar a todos nuestros amigos y quisiéramos que todos vinieran. La fiesta de la Pascua tampoco la
celebramos solos sino en comunidad, que se reúne en torno a la mesa de la Palabra y del Pan, en esa fiesta
cantamos de alegría porque el Señor está presente y nos ama, nuestro amigo ha vencido la muerte y nos
entrega la vida.
Te invito a vivir el último día de nuestro peregrinar en gran gozo, porque Cristo resucitó y nos llena de vida
plena.
Los amigos de Jesús después de su muerte en cruz, a pesar de la tristeza que experimentan, captan, en lo
profundo de su corazón, sostenidos por la fe de María, que, con la muerte de Jesús, no todo ha terminado y
que Dios los sorprenderá... Ellos esperan confiados en su amigo ya que es capaz de hacer nuevas todas las
cosas, incluso en tiempos difíciles.
Pongámonos en camino y sigamos a los discípulos por donde van, para descubrir junto a ellos las maravillas
de Dios, y reconocer la maravilla de Jesús y de lo que nos mostrará...
No hay mayor acontecimiento en la historia que la resurrección de Jesús. El vence a la muerte y nos da nueva
vida. Jesús es el Hijo de Dios, que por nuestro amor se hace hombre, muere y resucita para hacernos
resucitar con Él. Él entró en la “historia” y asume todo lo que nosotros vivimos: alegrías y esperanzas,
tristezas y angustias, dolor y miedo...
El resucitó y vive, camina con nosotros; iniciemos nuestro camino.
Fiesta de la Resurrección
Para celebrar una fiesta se determina un espacio, se prepara el ambiente con adornos, se invitan a personas
significativas, se sirve la mesa, se anima con música en torno al festejado.
Esta es la fiesta de la amistad, el cierre de la peregrinación, pero sobre todo compartir lo vivido en el recorrido
con los que vivimos en la cotidianidad.
Indicación: Se organizan en pequeños equipos, se les entrega un globo grande. En él escriben el anuncio de
resurrección que desean dar a la comunidad. Se determina el punto de salida y el punto de llegada. Se lee el
texto, e inicia la carrera.
Del Evangelio de Mateo (cfr Mt 28, 16-20).
Jesús dijo: “Se me ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra. Vayan y hagan discípulos a todos los
pueblos. Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo
que les he mandado. Estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo”
Para concluir: ¿Fue fácil hacer llegar el globo? Así es la misión que recibimos, pero la diferencia la marca los
amigos y anunciadores que se esmeran por hacer llegar el mensaje. No será sencillo, pero contamos con la
ayuda para sostenernos en la misión. Jesús va al Padre, vive en intimidad, en amistad con Él y el Espíritu
Santo, pero está siempre con nosotros, más presente que nunca. Nos sostiene, en la misión de testimonio y
anuncio.
Todos: Jesús, haznos anunciadores de tu Buena Noticia.
— Niño: Jesús, concédenos comunicar tu Palabra de vida a cada hermano y hermana.
— Niño: Tú que subes al Padre, haz que, como tu Iglesia, anunciemos el Evangelio con valentía y creatividad.
— Niño: Señor del tiempo y de la historia, haznos tus colaboradores en la construcción de tu Reino.
7. Hacemos fiesta porque el espíritu santo desciende sobre los apóstoles y maría.
Canto: El tren del Espíritu Santo
De los Hechos de los Apóstoles (cf Hch 2, 1-11).
Un gran ruido vino del cielo, casi un viento impetuoso, y llenó la casa donde se alojaban. Aparecieron lenguas
como de fuego y se posaron sobre cada uno de ellos; fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron en lenguas,
en la forma que el Espíritu les dio para expresarse.
Para concluir: Ahora nos subimos al tren del Espíritu Santo, don de Dios Padre y de Jesús, sigue iluminando a
la Iglesia, a los discípulos de hoy, haciéndonos penetrar en el sentido de la palabra de Dios y realizando la
salvación que Jesús obró, también a través de los sacramentos. Y nos vamos felices a nuestra vida con el
gozo de contar con un amigo que nos da vida plena.
Por eso le decimos.
Todos: Jesús resucitado, derrama tu Espíritu sobre nosotros.
— Niño: Danos el Espíritu de sabiduría, que nos revela el misterio del amor de Dios Padre.
— Niño: Danos el Espíritu de amor, que nos infunde tu ternura, para acoger a todos.
— Niño: Danos tu Espíritu, para elegir siempre la vida y dar testimonio de tu amistad a todos.
Reunidos todos: (Nos reunimos alrededor del cirio pascual y de una biblia abierta).
La Pascua es el misterio central de la fe cristiana, pues es en ella en donde los cristianos conmemoran la
resurrección del Hijo de Dios y sin ella vana sería nuestra fe, no terminamos aquí nuestro peregrinar, sino que
a partir de aquí emprendemos un nuevo peregrinar con un Cristo resucitado que no vuelve a morir, sino que
vive para siempre. Y como los primeros discípulos también nosotros escuchamos las palabras del Señor
“Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” que todos conozcan la Buena Noticia de la
vida y de la Resurrección; somos nosotros los que ahora debemos gritar al mundo que hay un Dios que nos
ama tanto “que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna”.
Pidamos a Cristo resucitado, quien derrotó la muerte y el pecado, que nos conceda la gracia de cumplir
nuestro compromiso pascual. Amén.
Juntos como hijos del mismo Padre digamos: Padre nuestro…
María Madre de Cristo resucitado… ruega por nosotros.
Diario de viaje…
Lunes
Martes
Miércoles
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