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La Eficiencia de Los Mercados - Oligopolio - Monopsonio: Magister: Karla Patricia Lecca Reaño

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La eficiencia de los mercados - oligopolio - monopsonio

Magister: Karla Patricia Lecca Reaño


Los mercados financieros van adquiriendo mayor importancia a medida que
aumenta la velocidad a la que se desplaza el capital en busca de oportunidades de
inversión, en un contexto de globalización financiera cada vez más acentuado. Los
avances en los sistemas de información y la tecnología aplicada a las finanzas
profundizan la interconexión de los mercados financieros a nivel mundial.
Los mercados financieros tienen ventajas en términos de transferencia de
propiedad y otorgamiento de liquidez a los activos. Al reducir los costos de
transferencia, proporcionan una medida rápida de valor de mercado para los
activos que allí se negocian. El precio de los activos es esencial para canalizar los
flujos de inversión/ ahorro, en función de la valoración que realizan los agentes,
respecto de los diferentes niveles de rendimiento y riesgo asociado.
La globalización financiera facilita las operaciones de arbitraje, que consisten en
adquirir un activo en un mercado e inmediatamente venderlo en otro mercado a
un precio superior. La existencia de agentes económicos que continuamente
buscan oportunidades de arbitraje hace que el precio de los activos financieros sea
prácticamente el mismo en todos los mercados donde coticen. Las diferencias
menores que pueden observarse estarían determinadas por los costos de
transacción, que impiden (hacen no rentable) poder aprovecharlas.
Un mercado es eficiente cuando no existen oportunidades de arbitraje, para lo cual
es fundamental la homogeneidad de los activos que se negocian y la minimización
de los costos de transacción.
En los mercados financieros, los participantes están permanentemente buscando
nueva información que les permita sacar ventaja y beneficiarse en una evolución
futura de los precios. Estas diferencias informacionales entre los agentes
económicos se conocen como “información asimétrica” y dan origen a la inversión
especulativa.
El especulador busca conseguir información privilegiada que le permita comprar un
activo en un momento determinado, mantenerlo en su poder (asumiendo un
riesgo), para luego venderlo cuando el precio de mercado evolucione
favorablemente una vez que esta información sea difundida en forma generalizada.
Teoría de los Mercados Eficientes

Fama (1970) es reconocido como el fundador de la Teoría de los Mercados


Eficientes. Considera que un mercado financiero es “informacionalmente eficiente”
cuando los precios de los activos que en él se negocian reflejan toda la información
disponible y se ajustan total y rápidamente a la nueva información que pueda
surgir. En un mercado eficiente, los precios de los activos reflejan su valor
intrínseco (el valor actual de los flujos de fondos futuros esperados), motivo por el
cual el modelo sostiene que no es posible obtener rendimientos superiores al
promedio a largo plazo (Fama y Blume, 1966).
Hipótesis de la eficacia de los mercados

Para Fama (1970) los mercados son eficientes si los precios de los títulos reflejan
toda la información disponible, o sea, que estarían correctamente valorados dada
su relación rendimiento-riesgo. Considera que la inexistencia de costos de
transacción, la libre disposición de la información en el mercado y la coincidencia
de los agentes en que los precios actuales reflejan plenamente la información
respecto de las expectativas futuras son condiciones suficientes pero no necesarias
para que se cumpla la eficiencia.
La existencia de costos de transacción puede limitar la cantidad de transacciones,
pero esto no significa que los precios dejen de expresar la información disponible.
Fama sostiene la idea de que la pérdida de alguna de las condiciones no genera
necesariamente pérdida de la eficiencia, ya que los precios siguen manteniendo un
recorrido aleatorio. Harry Roberts (1967) definió tres niveles de eficiencia de los
mercados financieros en función de la información que rápidamente era
incorporada a los precios, clasificándolos en mercados con eficiencia débil, semi-
fuerte o fuerte.
Hipótesis de Eficiencia Débil: En un mercado de eficiencia débil, las cotizaciones de
los títulos reflejan plenamente la información pasada, contenida en las series
históricas de los precios.
Bajo la hipótesis de eficiencia débil, ningún inversor podría obtener rendimientos
extraordinarios (superiores al promedio del mercado), analizando la información
contenida en las series históricas de precios. El análisis técnico, basado en el
estudio de gráficos de evolución de precios pasados, no tiene ninguna utilidad en
estos mercados.
Solo podrían lograr rendimientos superiores al promedio del mercado, que no sean
fruto del azar, los inversores que utilicen información pública disponible (hechos
relevantes, anuncios, balances trimestrales) y/o información privilegiada.
Hipótesis de Eficiencia Semi-fuerte: Un mercado con eficiencia semi-fuerte sería
aquel cuyos precios reflejen toda la información histórica y pública disponible.
La hipótesis de eficiencia semi-fuerte supone que ningún inversor podrá conseguir
un rendimiento superior al promedio del mercado en base a análisis de series
históricas de precios, balances, proyecciones de variables macroeconómicas y
demás información de dominio público. El tiempo y dinero invertido en la
realización de análisis fundamental, tendiente a obtener el valor intrínseco de un
activo, no tendría ningún sentido en un mercado con eficiencia semifuerte si no se
cuenta con información privilegiada.
Un inversor podría lograr rendimientos extraordinarios solo con la utilización de
información privilegiada.
Hipótesis de Eficiencia Fuerte: Se considera que un mercado tiene un nivel de
eficiencia fuerte cuando los precios de los títulos reflejan totalmente la información
pasada, pública y privada.
La hipótesis de eficiencia fuerte supone que ningún inversor puede obtener
rendimientos extraordinarios, excepto por medio del azar, y que no existe
información privilegiada. No se justificaría llevar a cabo un análisis técnico, ni
fundamental, ni ninguna búsqueda de información, ya que los precios reflejarían
toda la información disponible.
Estaríamos frente a un mercado prácticamente imposible de encontrar en la
realidad.
Eficiencia del mercado se consigue cuando la asignación de recursos maximiza el
total del excedente.
Además de la eficiencia del mercado, un planificador social debe de preocuparse
por la equidad – la imparcialidad en la distribución del bienestar entre todos los
compradores y todos los vendedores.
Economía del Bienestar y excedente total

Excedente del consumidor = Valor para compradores - Cantidad pagada por compradores
y
Excedente del productor= Cantidad recibida por los vendedores - Coste para los vendedores

Excedente total = Excedente del consumidor Excedente del + productor


o
Excedente total = Valor para los compradores _ Coste para los vendedores
Tres conclusiones respectos a los resultados del
mercado.
• Los libres mercados asignan la oferta de bienes a
los compradores que les asignan más valor,
representado por su disposición a pagar.
• Los libres mercados asignan la demanda de
bienes a los vendedores que los pueden producir
con menor coste.
• Los libres mercados producen la cantidad de
bienes que maximiza la suma del excedente del
consumidor y del productor
La eficiencia de la cantidad de equilibrio.
• Como el equilibrio produce una asignación
eficiente de recursos, el planificador social puede
dejar el resultado del mercado tal como lo
encuentra.
• Esta política se llama laissez faire que significa
literalmente “dejar hacer “
En el mercado interactúan muchos compradores y vendedores.
Todas las empresas de la industria producen un producto idéntico (homogéneo).
Las empresas son precio-aceptante:
• Pueden cambiar sus volúmenes de producción y ventas sin que sus acciones
tengan un peso significativo en el precio de mercado del producto.
• Las empresas no tienen poder de mercado (capacidad de influir en el precio de
mercado con su comportamiento).
La industria se caracteriza por la libertad de entrada y salida de las empresas en la
misma.
La información es perfecta y no existen intervenciones gubernamentales.
Oligopolio

Un oligopolio es una industria compuesta por “unas pocas” empresas competitivas


de gran tamaño. Por consiguiente, cada empresa se enfrentara a “unos pocos”
competidores.
Cada empresa posee el suficiente poder de mercado para no ser precioaceptante;
pero no existe la suficiente rivalidad entre ellas para que la curva de demanda de
mercado pueda ser considerada como propia por alguna de ellas.
Dado que el número de competidores es reducido, cada empresa es plenamente
consciente de que éstos pueden responder ante cualquiera de sus acciones.
Es decir, la empresa oligopolística es consciente de la interdependencia entre las
decisiones tomadas por las distintas empresas que componen la industria. Por ello,
su comportamiento es “estratégico” ya que tiene en cuenta el impacto de sus
decisiones en sus competidores.
Factores que favorecen la existencia de oligopolios

Existencia de economías de escala en la producción.


Existencia de costes fijos elevados.
Existencia de “economías de alcance” (costes que se reducen con el tamaño de la
empresa y no con el volumen de producción: costes de financiación,
comercialización,...).
Comportamiento estratégico de las propias empresas que conduce a la disminución
de empresas rivales (fusiones, adquisiciones,...)
Dilema básico del oligopolio

Solución cooperativa: Las empresas de la industria cooperan (abierta o


tácitamente) con el objetivo de producir entre todas el volumen de producción
correspondiente al monopolio y así maximizar su beneficio. Esta solución es
equivalente a la que se obtendría si existiera una única empresa monopolística
propietaria de todas las empresas de la industria.
Solución no-cooperativa: Las empresas de la industria actúan basándose en el
cálculo de su propio beneficio. En un contexto no-cooperativo, en el que las
empresas tienen un comportamiento estratégico, se alcanza el equilibrio,
denominado equilibrio de Nash, cuando, dado el comportamiento de las demás, la
mejor estrategia que puede seguir cada empresa es el mantenimiento de su
comportamiento actual. Esta situación será de equilibrio porque ninguna empresa
tendrá incentivos para desviarse de la situación de equilibrio. El equilibrio de Nash
es un equilibrio “autosostenido”.
En economía, la estructura de un mercado, hace referencia a como se organizan
las transacciones en función del número de intervinientes en el mercado; más
concretamente en cuanto al número de productores u oferentes de servicios y el
número de potenciales clientes.
Tipos de estructuras de mercados

Competencia perfecta: En el que hay muchos oferentes y demandantes, por lo que


ninguno puede interferir en la fijación del punto de equilibrio entre oferta y
demanda.
Competencia imperfecta:
• La competencia monopolística, también llamado mercado competitivo, donde
hay un pequeño número de empresas dependientes, que tienen cada uno
una parte muy importante de la cuota de mercado y productos de diferentes
empresas son diferentes.
• Oligopolio, en el que un mercado está dominado por un pequeño número de
empresas que son propietarias de más del 40% de la cuota de mercado.
Normalmente los oligopolios son de oferta (oferentes de los productos o
servicios).
• Duopolio, un caso especial de oligopolio donde sólo hay dos oferentes frente a
muchos demandantes.
• Oligopsonio, es un mercado donde existen muchos vendedores pero sólo unos
pocos compradores (oligopolio de demanda.
• Monopolio, donde sólo hay un proveedor de un producto o servicio (vendedor u
oferente).
• Monopolio natural, un monopolio en el que las economías de escala hacen que
sea eficiente aumentar continuamente el tamaño de la empresa. Una empresa
es un monopolio natural si es capaz de servir a la demanda del mercado a un
costo más bajo que cualquier combinación de dos o más pequeñas empresas.
• Monopsonio, cuando sólo hay un comprador en un mercado (demandante).
Suele ser cuando el único demandante es el Gobierno (sector defensa/militar).

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