Alborch, Carmen Libertad
Alborch, Carmen Libertad
Alborch, Carmen Libertad
Tal vez por eso, desde muy pequeña, comprendí que a los chicos se les trataba
de una forma distinta que a las chicas. Ellos, por su lado, tampoco tenían plena
libertad, ya que nos había tocado vivir en un tiempo y en
Libertad
un espacio donde la libertad estaba muy limitada, ni en el ámbito privado ni en el que es imprescindible pasar de la reflexión
el público. Hay que recordar que, en este país, no se podían ver determinadas pelícu- individual a la colectiva.
las, ni leer ciertos libros, ya que existía la censura. En aquel momento, yo sentía que El gran éxito de la lucha de las mujeres
el hecho de ser mujer condicionaba lo que podía hacer, decir y hasta pensar. ha sido precisamente la fuerza de lo colectivo.
De alguna forma, sentía que había un corsé que nos limitaba tan solo por el Al encontrarnos y poner en común
hecho de ser una mujer. Sentíamos que había restricciones que obedecían a nuestras vivencias, fuimos conscientes de que
una lógica mandatada sin tenernos en cuenta. Sentíamos la desigualdad. Sentía- lo que nos ocurría individualmente no era porque
mos cómo nuestras posibilidades eran menores y que, a pesar de ser capaces, nos llamásemos de una determinada manera
no podíamos desarrollar todo nuestro potencial porque esto iba en contra de o hubiéramos nacido en una familia concreta,
lo que nos era permitido. a todas nos ocurrían situaciones parecidas,
y se debía al hecho de hacer nacido mujeres.
Cuando comienzas a ser consciente de lo que significa la falta de libertad inicias un
proceso que te lleva a rebelarte. En ese momento comienzas a hacerte preguntas Desde esta toma de conciencia, fuimos dando pasos. Primero,
y buscas caminos que te ayuden a comprender las razones de esta desigualdad concretamos nuestros sentimientos donde ubicábamos la discriminación
que nos discrimina y limita. Es un proceso largo y complejo, en el que un paso te a través de la puesta en común de nuestras experiencias, ayudando
lleva a otro para conquistar el espacio que nos corresponde por derecho. a definir y poner en palabras un sistema que denominamos “patriarcal”.
Posteriormente, construimos teorías y, finalmente, desde la comprensión
Gestos tan sencillos como decir lo que una pensaba o sentía, sin temor al rechazo de que lo personal es político, pudimos actuar.
o al castigo, eran verdaderas revoluciones que te etiquetaban como “rara”. Te
convertías en una persona excéntrica o rebelde solo porque no respetabas el En aquellos años en blanco y negro, las feministas buscábamos
mandato de género. Nosotras fuimos una generación que hicimos de la libertad ansiadamente la libertad que nos permitiera ser,
y de la cultura una bandera. rompiendo esas ataduras que nos impedían respirar.
En este trayecto de toma de conciencia y reflexión feminista, fuimos transformando Para nosotras la libertad era imprescindible
la culpa en responsabilidad. Un cambio para para alcanzar la igualdad.
Libertad Libertad
Feminismo y rebeldía
Fui rebelde desde muy joven, tal vez porque no me conformaba con de dominación que nos discriminaba por ser mujeres. En la Asamblea de
obedecer sin comprender. La transgresión siempre comienza cuando te Mujeres de Valencia, nos coordinamos con otras agrupaciones de mujeres
preguntas el porqué, en una época en que la religión estaba muy presente independientes y de grupos políticos incipientes. En aquel momento, a
en las normas y los valores sociales. Al igual que las mujeres de mi época, pesar de las distintas tendencias, tanto teóricas como organizativas, todas
tuve una educación muy conservadora, en la que tenías que obedecer teníamos claro que debíamos lograr una democracia que no reprodujera
por mandato. “Se hace así porque yo lo he dicho, porque lo dice la el sistema patriarcal.
Iglesia, porque lo manda tu padre…”. Pero los mensajes estaban llenos de
contradicciones y de ambivalencias. Entrelazamos nuestras propias experiencias, nuestras vidas privadas,
nuestros anhelos y nuestros sueños con las luchas colectivas, porque lo que
En la Universidad de Valencia, participé en una asociación de mujeres le ocurría a una mujer nos ocurría a todas. Nos declarábamos adúlteras,
con las que compartí complicidades en la búsqueda de respuestas y cuando una mujer era juzgada, portábamos carteles declarando que
desde la perspectiva feminista. Leíamos textos, organizábamos encuentros habíamos abortado. Nos uníamos para reclamar una igualdad legal que
con expertas y poníamos en común nuestras vivencias y experiencias. no llegaría hasta la aprobación de la Constitución de 1978.
El feminismo contemporáneo en España era muy incipiente. El régimen
franquista había aniquilado los avances en materia de igualdad que se En aquel tiempo comencé a dibujar mi hoja de ruta a través de la causa
habían producido en la Segunda República. Mientras en otros países, como de la igualdad. Con un recorrido tan amplio, nos fuimos descubriendo,
Estados Unidos, Italia o Francia, en el 68 se iban configurando distintas profundizando, conquistando terrenos, aun sabiendo que siempre existe
líneas teóricas, nosotras no teníamos ninguna línea definida. Muy pronto, la posibilidad de una reacción en forma de retroceso. Recuerdo cuando
tanto las mujeres feministas de la doble militancia como las autónomas, leíamos Reacción, de Susan Faludi, en la época de Reagan, y ahora lo
comprendimos que la democracia no podría existir sin igualdad. Fuera cual estamos viviendo en nuestro propio país.
fuera el debate, el trabajo, las relaciones de pareja, el derecho sexual o
reproductivo, el poder, el divorcio… todo estaba atravesado por un sistema
Libertad Libertad
El camino recorrido
La diferencia entre la generación de nuestras madres y la nuestra es trabajando a muchos niveles, fuera
inmensa. Es la diferencia entre ser ciudadanas y no serlo. Hoy seguimos y dentro de casa, aunque con salarios
teniendo dificultades, pero nuestras madres no disponían de autonomía, y condiciones inadecuadas o discriminatorias
no sólo económica, sino de la libertad interior que te permite ser libre para con respecto a los hombres.
decidir sobre todo lo que te atañe. Por una parte, eran dependientes y,
por otra, eran para otros. Vivían para los demás. No se podía decidir si se Este país ha cambiado, pero sobre todo por
quería ser madre, porque su destino era ser madre, o esposa, y cualquier las mujeres. Lo puedes constatar en nuestra
otra alternativa era muy difícil. presencia en las empresas, sindicatos, uni-
versidades y en la política. Y aunque sigue
Las restricciones existían en todos los campos. Cuando yo estudiaba habiendo muchas desigualdades, ahora po-
Derecho nos explicaban que las mujeres no podíamos ser juezas y éramos demos intentar ser y estar. Entonces, muchos
poquísimas profesoras. También en nuestro entorno privado nuestra espacios estaban vetados para nosotras.
capacidad de decisión era muy reducida. La sumisión y la subordinación
estaban muy interiorizadas en el mundo de las mujeres. El solo hecho de Amelia Valcárcel dice que el feminismo ha
caminar por las calles con tranquilidad era un derecho a conquistar. La calle ido contribuyendo a cambiar la libertad
era un lugar lleno de obstáculos, y era el camino para la libertad, para querer subjetiva de las mujeres, y la libertad tam-
tener una profesión, para decidir con quién verte… bién nos ha dado otra manera de estar en
el mundo.
El divorcio fue muy debatido ya que había mujeres que tenían muy
interiorizada la idea de que si había divorcio, los hombres las iban a dejar. También Alessandra Bocchetti explica que
Todos los mensajes de nuestro entorno nos decían que la libertad era buscamos nuestro lugar en el mundo, y el
algo que nos podía perjudicar. A pesar de todo, había muchas mujeres mundo es nuestro lugar, porque todo nos
concierne.
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El feminismo es un patrimonio de las mujeres de todo el mundo y debería situaciones injustas que eran aceptadas como naturales. A todas nos han
ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, porque creo que temblado las piernas cuando, por primera vez, hemos expresado nuestras
ha mejorado el mundo. Sin embargo, ha sido en los países democráticos ideas en público. Por eso, es importante saber que no estamos solas y que
donde hemos podido ir realizando mayores conquistas. Los derechos, otras ya han recorrido con valentía este camino, aportándonos la fuerza
como la educación, nos han abierto la puerta a empleos y profesiones, a la que necesitamos.
participación, a la ciudadanía… y, gracias a ello, somos más conscientes
de lo que somos, de la injusticia y, sobre todo, de los retos que nos quedan. Ser parte de esa red nos ayuda a sentir la libertad de reclamar nuestro
derecho a incidir en un mundo más justo y apoya el que nos sintamos más
En los países donde las mujeres no tienen acceso a la educación, ni al libres por la lucha de otras mujeres y por la igualdad, desde el respeto a
conocimiento, es mucho más difícil que puedan llegar a la autonomía. su propia diversidad.
Es muy posible que intuyan la libertad, incluso que intenten encontrar
un camino a través de la rebelión, como en el caso de Malala, pero La diversidad ha enriquecido la política, la cultura, la educación… porque
necesitamos que las mujeres de todo el mundo accedan a la educación, la diversidad es enriquecedora. Cuando hay más voces, más miradas, más
para empoderarse y conseguir una autoestima individual y colectiva que perspectivas, se construye un discurso más humano. Cuando incorporamos
les permita transformar la discriminación en igualdad y libertad. las necesidades, opiniones y expectativas de las mujeres en la agenda
política, en las instituciones, en los acuerdos internacionales, hacemos
Ser feminista es comprometerte con el destino de todas las mujeres, presentes realidades que han estado invisibilizadas, ayudando a construir
ampliando las redes de reivindicación y apoyo. Las feministas debemos una estrategia donde hombres y mujeres estemos representados.
de dotarnos de referentes pasados y presentes que nos aporten seguridad.
A pesar del gran camino recorrido, aún existen condicionantes que sitúan Aprender a amar desde
a las jóvenes en la fragilidad. Una de las muestras más dramáticas es la el reconocimiento sólo
violencia contra las mujeres jóvenes. Parecen empoderadas, porque tienen se puede conseguir a través
información, estudian, se mueven en mundos donde hay otras muchas de una educación que enseñe
mujeres, espacios de más diversidad, sacan estupendas notas, son guapas, a amar de forma saludable,
se relacionan estupendamente, pero luego las controlan con los móviles: con equidad, con respeto
“¿dónde estás?”, “no me gusta cómo vas”, “¿qué has hecho?”. Estrategias y de forma alegre.
para crear inseguridades y esa es la demostración más dramática y
preocupante de la desigualdad. A todas nos gustan los violines y la música
que te lleva al cielo… pero es necesario ser
La vida con amor es muchísimo mejor que la vida sin amor, pero el precio consciente de lo que nos conviene y de lo
del amor no puede ser tu valía, tu autoestima o tu plenitud. No es posible que no nos viene bien. Hay que aprender
que nuestra realización personal siga dependiendo de si estás en pareja o que los celos no son una muestra de amor,
no, y, sin embargo, no hemos superado esto. Cuando veo a una chica joven sino de posesión. El amor se manifiesta
llorar, sé que llora por desamor o por incomprensión, y ese sufrimiento cuando dos personas se sienten libres
va acompañado de la devaluación de una misma. La tarea pendiente es y pueden amarse tal y como son, sin
aprender que tú eres estupenda aunque fulanito no te quiera, este es el imposiciones, eso es buscar la libertad.
verdadero paso que creo que todavía no hemos aprendido.
Virginia Woolf decía que los hombres, cuando se miran a un espejo, se ven
dos tallas más, mientras que nosotras nos vemos a través de ellos.
Libertad
Hemos sido unas rebeldes con causa. Tal vez comenzamos de forma
intuitiva porque sentíamos que en el sometimiento, en la ausencia de
libertad, hay una tristeza profunda que tiene que ver con la renuncia
vital. La vida tiene que ser vivida con toda la intensidad. Una intensi-
dad que no sería posible sin los derechos que nos permiten sentirnos
partícipes del mundo y poder disfrutar. El feminismo es reivindica-
ción, pero también es la energía que necesitamos para participar de
todo lo que nos concierne individual y colectivamente.