Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Jueves Santo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

06 DE ABRIL DE 2023

CENA DEL SEÑOR


Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y del mandamiento del amor

A la hora indicada, se inicia con este momento. Se coloca música de fondo.

Comentador: El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura,


los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
Discípulo: ¿dónde quieres que te preparemos la cena de pascua?
Jesús: vayan a la ciudad, a la casa de Fulano y díganle: mi hora está cerca, y voy
a tu casa a celebrar la pascua con mis discípulos. Él les mostrará en el piso alto
un cuarto grande y arreglado para la cena. Preparen allí lo necesario.
Comentador: Ellos fueron y encontraron todo como Jesús se los había dicho
y prepararon la cena de pascua.
Canto para ambientar

(Comentador: , dice:)
SENTIDO DEL DÍA
Iniciamos con este día, el gran triduo pascual, tres días en los cuales
celebramos el único misterio Pascual de Cristo. Con esta celebración de la
misa vespertina de la cena del Señor, celebramos que un jueves como hoy
Jesús Instituyó el sacramento de la Eucaristía; al servicio de la Eucaristía
Instituyó el orden sacerdotal, para perpetuar por los siglos su presencia y
nos dio el mandamiento nuevo del amor. En esta Eucaristía demos gracias
por este admirable Sacramento, por todos los sacerdotes del mundo entero,
por nuestro Párroco, por todos los que están haciendo concreto el Amor y
el Servicio en medio de nuestra comunidad Parroquial sobretodo en estos
tiempos difíciles.

El Sacerdote con ornamentos blancos como para la misa, se realiza el comentario y después el
coro canta “Pueblo de Reyes”.

(Comentador: , dice:)
COMENTARIO INICIAL
Como los primeros discípulos, reunidos con Jesús en el cenáculo la víspera
de su pasión, así también nosotros nos congregamos hoy para celebrar la
Santa Cena. Iniciemos gozosos estos tres días centrales del año litúrgico
para resucitar con Cristo a una vida nueva y comprometernos a ser fieles
seguidores de su palabra.
RITOS INICIALES
Concluido el canto de entrada, el sacerdote luego pasa a la Sede y los fieles de pie se signan, mientras el que
preside dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Y el pueblo responde.
R/ Amén.
El Sacerdote dice:
La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre, y de Jesucristo, el Señor,
estén con todos ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL
El Sacerdote invita a los fieles al acto penitencial diciendo:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos
llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado


mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por
mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los
santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.

Se hace una breve pausa de silencio y concluye diciendo:


Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.

El coro entona el Canto del kýrie.


V. Señor, ten piedad / R. Señor, ten piedad
V. Cristo, ten piedad / R. Cristo, ten piedad
V. Señor, ten piedad / R. Señor, ten piedad

GLORIA
A continuación, se recita el himno del Gloria solemne mientras los monaguillos tocan suavemente las
campanas:

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos, te damos gracias, Señor Dios rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor Hijo Único, Jesucristo, Señor Dios, cordero de Dios,
Hijo del padre; Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplica; Tú que estas
sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres
Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en
la Gloria de Dios Padre. Amén.

ORACION COLECTA
AL CONGREGARNOS, OH DIOS, PARA CELEBRAR ESTA SACRATÍSIMA
CENA, EN LA CUAL TU UNIGÉNITO, CUANDO IBA A ENTREGARSE A LA
MUERTE, ENCOMENDÓ A LA IGLESIA EL SACRIFICIO NUEVO Y ETERNO Y
EL BANQUETE DE SU AMOR, CONCÉDENOS, TE ROGAMOS, QUE POR LA
CELEBRACIÓN DE TAN SAGRADO MISTERIO OBTENGAMOS LA PLENITUD
DE AMOR Y DE LA VIDA. POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TU HIJO, QUE VIVE
Y REINA CONTIGO, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO Y ES DIOS POR LOS SIGLOS
DE LOS SIGLOS. /R. AMEN.

(Comentador: , dice:)
LITURGIA DE LA PALABRA COMENTARIO
Jesús ha hecho de toda su vida un verdadero servicio, y lo hizo realidad en
los signos de la Eucaristía, el Sacerdocio y el Amor. ¿Estamos dispuestos a
acoger el don de la salvación que Jesús nos ofrece mediante estos signos?
Se omite el lavatorio de los pies

PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro del Éxodo 12,1-8.11-14
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes
será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del
año. Decid a toda la asamblea de Israel: “El diez de este mes cada uno procurará
un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para
comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de
personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin
defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce
del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre
y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche
comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras
amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón
en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor.
Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus
primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de
Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis:
cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora,
cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él
celebraréis la fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones.”» Palabra
de Dios
SALMO RESPONSORIAL SAL 115,12-13.15-16BC.17-18

R/. EL CÁLIZ DE LA BENDICIÓN ES COMUNIÓN CON LA SANGRE DE


CRISTO
- ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré
la copa de la salvación, invocando su nombre. R/.
- Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy
tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R/.
- Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre,
Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R/.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los Corintios
11,23-26
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he
transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan
y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se
entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz,
después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre;
haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que
coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que
vuelva. Palabra de Dios

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 1-15
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar
de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la
cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el
Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se
levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa
agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con
la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor,
¿lavarme los pies tú a mí?» Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes
ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo: «No me lavarás los pies
jamás.» Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.» Simón
Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.» Jesús
le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo
él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.» Porque sabía
quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de
lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo
que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís
bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies,
también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para
que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.» PALABRA
DEL SEÑOR

Homilía
(Comentador: , dice:)
EXPLICACION DEL SIGNO DEL LAVATORIO DE LOS PIES
El agua del lavatorio simboliza pureza y los pies representan la sumisión de quien
los lava o besa. De esta manera, cuando el hijo del Dios Jesucristo lava los pies
a sus 12 apóstoles en la Última cena, muestra con su ejemplo que, si el Hijo de
Dios puede ser servicial y humilde, nosotros también somos capaces de hacerlo
guiados por el amor.

El Santo Padre, el Papa Francisco, convocó a un Sínodo, que significa:


CAMINAR JUNTOS, nosotros hoy, queremos también caminar juntos como
Iglesia, como Comunidad Parroquial, por eso, los Apóstoles de hoy, somos
nosotros. El policía, el tendero, la modista, el de las comidas rápidas, el
joven, el adulto, la abuela, entre otros. Queremos caminar juntos, sirviendo
y amando a Cristo en cada uno de nuestros hermanos.
Se acercan los Apóstoles que están en la asamblea, y se canta, una vez ubicados, para la música y el
comentador continúa con estas palabras

Ahora nuestro Sacerdote lava los pies de algunos hermanos y hermanas


reconocidos en la comunidad por sus oficios, como gesto de vivir el servicio
como un mandato del Señor.
Hermanos, el gesto que hoy repite la Iglesia a través del sacerdote, es muy
sencillo, pero profundamente transformador. Esta actitud de Cristo
debemos hacerla nuestra y actualizarla todos los días entregándonos y
sirviendo a los demás a través del ejercicio de la caridad fraterna.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Presidente: Hermanos: Hemos compartido el pan de la Palabra y luego
seremos comensales en la mesa de esta Cena eucarística. Supliquemos a
Dios, como discípulos misioneros de Jesucristo, diciendo: RENUEVA,
PADRE, LOS PRODIGIOS DE TU AMOR.
1. Roguemos por la Iglesia, sus ministros ordenados, los religiosos y laicos, para
que este Triduo Pascual sea vivido con conciencia clara de ser discípulos y
misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en él, tengan vida.
2. Roguemos por los gobernantes para que en el cumplimiento de su deber
ejerzan la justicia y velen por el bien común.
3. Roguemos por los enfermos, los pobres y afligidos, para que encuentren en
nuestro amor ayuda y consuelo.
4. Roguemos por todo el pueblo de Dios que peregrina en el Atlántico: Sacerdotes,
vida consagrada y fieles laicos, para que con entusiasmo seamos verdaderos
miembros activos de la evangelización, ya que la Misión es de todos.
5. Roguemos por todos nosotros los que compartimos esta Cena, para que
haciendo vida la palabra, vivamos en comunidad y nos esforcemos, a través de la
vivencia plena del amor, en ser verdaderamente hermanos.

Presidente: Dios y Padre Nuestro, atiende la oración que tus hijos te dirigen
en este Triduo Santo que se inicia, y haz que sus vidas sean un permanente
servicio al prójimo, a ejemplo de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de
los siglos. Amén.

No se dice Credo.

LITURGIA EUCARÍSTICA
Canto:

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.


CONCÉDENOS, SEÑOR, PARTICIPAR DIGNAMENTE DE ESTOS MISTERIOS,
PUES CADA VEZ QUE CELEBRAMOS EL MEMORIAL DE ESTE SACRIFICIO,
SE REALIZA LA OBRA DE NUESTRA REDENCIÓN. POR JESUCRISTO,
NUESTRO SEÑOR.

PREFACIO DE LA SAGRADA EUCARISTIA I


EL SACRIFICIO Y EL SACRAMENTO DE CRISTO

V: El Señor está con ustedes / R: Y con tu espíritu


V: Levantemos el corazón / R: Lo tenemos levantado hacia el Señor
V: Demos gracias al Señor, Nuestro Dios / R: Es justo y necesario
En verdad es justo y necesario, Es nuestro deber y salvación, darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque con tanta misericordia amaste al mundo, Que nos enviaste al
Redentor Para que compartiera en todo nuestra condición humana, Menos
el pecado Y para amar así entre nosotros lo que amabas en tu Hijo. Con su
obediencia fuimos restablecidos en los dones Que, por desobediencia,
pecando, habíamos perdido. Por eso, nosotros Señor Con los Ángeles y con
todos los Santos, Llenos de alegría, te glorificamos diciendo:
El coro entona el Santo:
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo Llenos están el cielo y la
tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del
Señor. Hosanna en el cielo.

Plegaria Eucarística
Santo eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
das vida y santificas todo,
y congregas a tu pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha
desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:

CC Por eso, Padre, te suplicamos


que santifiques por el mismo Espíritu
estos dones que hemos separado para ti,

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:

de manera que se conviertan


en el Cuerpo y + la Sangre de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,

Junta las manos.

que nos mandó celebrar estos misterios.

En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión,
como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.

Porque él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,

Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:


tomó pan,
y dando gracias te bendijo,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

Se inclina un poco.

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL,


PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo
genuflexión.

Después prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena,

Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomó el cáliz,
dando gracias te bendijo,
y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
*
Se inclina un poco.

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL,


PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR USTEDES Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.

HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión.

CP Éste es el Sacramento de nuestra fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:

Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:

CP Tú, Señor, te preocupas siempre de nosotros y de todos los hombres y no


quieres estar lejos de ellos. Tú nos has enviado a Jesús, tu Hijo muy querido. Él
vino para salvarnos, curó a los enfermos, perdonó a los pecadores. A todos les
dijo que tú nos amas. Se hizo amigo de los niños y los bendecía.

Pero no estamos solos para alabarte, Señor. La Iglesia entera, que es tu pueblo,
extendida por toda la tierra, canta tus alabanzas. Nosotros nos unimos a su
canto con el santo Padre, el Papa FRANCISCO y nuestro Arzobispo PABLO
También en el cielo la Virgen María, los apóstoles y los santos, te alaban sin
cesar.

A ti, Señor, que nunca olvidas a nadie, te pedimos por todas las personas que
amamos y por todos los que han muerto en tu paz.

Acuérdate de todos los que sufren y viven tristes, de la gran familia de los
cristianos y de cuantos viven en este mundo. Al ver todo lo que tú haces por
medio de tu Hijo Jesús, nos quedamos admirados y de nuevo te damos gracias y
te bendecimos.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu
Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos
Junta las manos

por Cristo, Señor nuestro,


por quien concedes al mundo todos los bienes.

Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice.

CP o CC Por Cristo, con él y en él,


a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

El pueblo aclama:

Amén.

Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice:

Llenos de alegría por ser hijos de Dios,


digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:

Padre nuestro, que estás en el Cielo,


santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:

Líbranos de todos los males, Señor,


y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.

Junta las manos.

El pueblo concluye la oración aclamando:

Tuyo es el Reino,
tuyo el poder y la gloria
por siempre, Señor.

Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:


«La paz les dejo, mi paz les doy»,
no tengas en cuenta nuestros pecados
sino la fe de tu Iglesia,
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.

Junta las manos.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

El pueblo responde:

Amén.

El sacerdote, vuelto hacia al pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:

La paz del Señor esté siempre con ustedes.

El pueblo responde:

Y con tu espíritu.
Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:

Démonos fraternalmente la paz

Y todos, según las costumbres del lugar, se intercambian un signo de paz, de comunión y de caridad.
El sacerdote da la paz al diácono o al ministro.

Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y pone una partícula dentro del cáliz,
diciendo en secreto:

El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo,


unidos en este cáliz,
sean para nosotros
alimento de vida eterna.

Mientras tanto se canta o se dice:

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

Esta aclamación puede repetirse varias veces, si la fracción del pan se prolonga. La última vez se
dice:

danos la paz.

A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto:

Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo,


que por voluntad del Padre,
cooperando el Espíritu Santo,
diste con tu muerte la Vida al mundo,
líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre,
de todas mis culpas y de todo mal.
Concédeme cumplir siempre tus mandamientos
y jamás permita que me separe de ti.

El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevada sobre la
patena o sobre el cáliz, de cara al pueblo, dice con voz clara:

Este es el Cordero de Dios,


que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.

Y, juntamente con el pueblo, añade:


Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.

El sacerdote, vuelto hacia el altar, dice en secreto:

El Cuerpo de Cristo me proteja para la Vida eterna.

Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo.

Después toma cáliz, y dice en secreto:

La Sangre de Cristo me guarde para la Vida eterna.

Y bebe reverentemente la Sangre de Cristo.

Después toma la patena o la píxide y se acerca a los que van a comulgar. Muestra el pan consagrado
a cada uno, sosteniéndolo un poco elevado y le dice:

El Cuerpo de Cristo.

El que va a comulgar responde:

Amén.

Y comulga.

El diácono, si distribuye la sagrada Comunión, lo realiza de la misma manera observan los mismos
ritos.

Si se comulga bajo las dos especies se observa el rito descrito en su lugar.

Cuando el sacerdote ha comulgado el Cuerpo de Cristo, comienza el canto de comunión.

Finalizada la Comunión, el sacerdote o el diácono, o el acólito, purifica la patena sobre el cáliz y


también el cáliz.

Mientras hace la purificación, el sacerdote dice en secreto:

Haz, Señor, que recibamos con un corazón limpio


el alimento que acabamos de tomar,
y que el don que nos haces en esta vida
nos sirva para la vida eterna.

Después el sacerdote puede volver a la sede. Si se considera oportuno, se puede dejar un breve
espacio de silencio sagrado o entonar un salmo o algún cántico de alabanza.
Luego, de pie en el altar o en la sede, el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, con las manos juntas, dice:

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


CONCÉDENOS, DIOS TODOPODEROSO, QUE DE LA MISMA MANERA
COMO NOS ALIMENTAS EN LA CENA DE TU HIJO, EN ESTA VIDA,
PODAMOS SER SACIADOS TAMBIÉN EN LA ETERNIDAD. POR
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. R/ AMÉN

(Comentador: , dice:)
EXPLICACION DEL SIGNO DE HOY
Las flores, son regalo de la belleza de la creación. Hoy muchos templos están
adornados con hermosos arreglos florales, adornemos o arreglemos un altar en
nuestra casa y hogar.
Los panes, son generosidad de Dios para con nosotros, una vez bendecido, lo
compartimos con alguien que sabemos lo necesita.

(Padre Roberto, dice:)


BENDICIÓN DEL PAN
Bendito seas, Señor, que has colmado a todas las criaturas con tus
bendiciones, atiende las súplicas de estos tus siervos, y concede que
siempre que tomen estos panes en recuerdo de esta Santa Cena, sean
bendecidos con tus dones celestiales y esforzándose siempre por lo que es
santo, crezcan continuamente en el amor. Te lo pedimos por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.

(Comentador: , dice:)
COMENTARIO ANTES DE LA PROCESIÓN AL LUGAR DE LA
RESERVA EUCARÍSTICA
Hermanos, ahora el sacerdote se prepara para llevar en procesión a Jesús
Sacramentado al lugar de la reserva. Jesús hecho Eucaristía es presentado
como verdadero pan de vida para que lo admiremos, lo contemplemos y lo
adoremos.
Permanezcamos ante Él en oración y en alabanza, agradeciéndole por los
dones recibidos a través del misterio que hoy celebramos, misterio de amor
y de entrega.
¡Adorémosle con toda reverencia

También podría gustarte