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Tematica 8º 2

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EL SISTEMA ÓSEO

Se denomina sistema óseo a la compleja y completa estructura compuesta por los


206 huesos del esqueleto humano, así como los cartílagos, ligamentos y tendones
que les permiten conectarse adecuadamente a la musculatura o a otros huesos.

El sistema óseo, junto al muscular y al articular, constituye el aparato locotomor del


cuerpo humano, es decir, el que le permite el movimiento preciso y coordinado.

El sistema óseo está conformado entonces por:

• Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y


otros metales, son las partes más duras y resistentes del cuerpo humano
y de los animales vertebrados. En su interior, además, se halla la médula
que cumple con funciones hematopoyéticas (se crean los glóbulos rojos
sanguíneos).
• Cartílagos. Los cartílagos se encuentran en los extremos de los huesos,
protegiéndolos al servirles de amortiguación, para que uno no choque con
otro, evitando así el desgaste. Se trata de estructuras flexibles y gruesas,
compuestas principalmente de colágeno.
• Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que
unen los huesos entre sí en los puntos de rotación que son las
articulaciones. Así, es vital para el movimiento, pero también para evitar
que los huesos se salgan de su lugar o se muevan antinaturalmente.
• Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos
y elásticos, que unen la musculatura a las piezas rígidas de los huesos,
permitiendo que la fuerza de las células musculares se transmita a los
huesos y posibilitando así el movimiento voluntario.

Funciones del sistema óseo


El sistema óseo cumple con las siguientes funciones:

• Estructura. Los huesos del esqueleto le dan al cuerpo humano su forma


definida y determinan su postura. Brindan rigidez y sostén a los tejidos
blandos, manteniendo todo en su respectivo lugar.
• Protección. Al ser piezas duras y poco flexibles, los huesos sirven como
escudo interno, como protección contra las fuerzas provenientes de
afuera del cuerpo, aislando y defendiendo los órganos vitales.
• Movimiento. Junto a la musculatura, los huesos brindan al organismo la
posibilidad de movimiento coordinado voluntario, pudiendo así
desplazarse, utilizar herramientas, etc.
• Hematopoyesis. En la médula ósea se generan distintos tipos de células
sanguíneas, e incluso sustancias regulatorias.
• Almacenamiento. En los huesos se guardan diversos minerales como el
calcio y el fósforo, no sólo para proveerles de dureza, sino para
emplearlos luego como insumo en la contracción muscular y otros
procesos orgánicos, siendo así un almacén de recursos de último minuto.
Por otro lado, los huesos permiten el almacenamiento también de ciertos
tipos de lípidos, en la médula amarilla de su interior.

Tipos de huesos
Dependiendo de su forma y apariencia, los huesos del cuerpo humano pueden
clasificarse en cuatro categorías, que son:

• Huesos largos. Tal y como su nombre indica, poseen


una longitud predominante a la anchura y al espesor, y son huesos
densos, fuertes, dentro de los cuales se alberga la médula roja y la
amarilla.
• Huesos cortos. Se trata de los huesos cuyas tres dimensiones (largo,
anchura y espesor) son prácticamente iguales.
• Huesos planos. En estos huesos predomina notoriamente la longitud y
el ancho por sobre del espesor, dado que suelen constituir el marco de
las distintas cavidades del cuerpo.
• Huesos irregulares. En esta última categoría entran todos los huesos
cuya forma les impide ser clasificados en cualquiera de las tres
anteriores.

ACTIVIDAD EN CASA (realizar un trabajo en hoja de block para entrega)

1. Realiza el esquema de las partes de un hueso largo y menciona cuales son


los huesos largos.
2. Menciona cuales son los huesos cortos del cuerpo humano
3. Menciona cuales son los huesos planos del cuerpo humano
4. Menciona los huesos irregulares.
ESTRUCTURA DE LOS HUESOS

Los huesos están compuestos por tres porciones, llamadas diáfisis (porción
central del cuerpo del hueso), epífisis (extremos de los huesos largos) y metáfisis
(porción intermedia del hueso). De manera similar, desde adentro hacia afuera,
están compuestos por:

• Cavidad medular. La región “hueca” del hueso en donde se alberga la


médula ósea, ubicada generalmente en la diáfisis.
• Endostio. Es una membrana delgada de tejido conjuntivo que tapiza el
interior de la cavidad medular de los huesos largos.
• Arteria nutricia. La arteria que surte de sangre al hueso, a través de
sus agujeros nutricios y que luego se distribuye por el hueso a través de
capilares cada vez más delgados.
• Tejido óseo. El componente principal del hueso, conformado por
células óseas (osteocitos, osteoblastos, osteoclastos y células madre)
en un 2% del tejido, y por un 70% de sustancia extracelular resistente
(hidroxiapatita) segregada por ellos, a partir de calcio y fósforo, además
de alrededor de un 30% de colágeno.
• Periosto. La membrana de tejido conectivo fibroso y resistente que
cubre los huesos en su región externa.

.
ENFERMEDADES DE LOS HUESOS
Como otras partes del cuerpo, los huesos pueden sufrir lesiones (fracturas,
traumatismos) o bien pueden ser víctima de enfermedades. Las más conocidas de
éstas son:

• Cáncer. El cáncer de médula ósea se produce, como otros tumores, por


la multiplicación anormal de las células de su parte blanda (tumores
llamados mielomas), o a veces entre las células endurecidas de su parte
rígida (llamados sarcomas). Conduce al debilitamiento de la estructura y
a dolorosos entumecimientos locales.
• Osteoporosis. Esta enfermedad consiste en una pérdida crónica de
calcio en los huesos, ocasionando el adelgazamiento de los mismos y el
incremento de su fragilidad. Está muy asociada a la edad avanzada y a
otros procesos propios del cuerpo, de modo que requiere de un
tratamiento combinado, mediante suplementos de calcio y ejercicio
físico.
• Enfermedad de Paget. Este es el nombre de una dolencia congénita,
que causa un funcionamiento anormal de las células que originan el
hueso, ocasionando un engrosamiento y ensanchamiento anormal de la
estructura del esqueleto, que atenta contra la salud del paciente.
• Raquitismo. Una enfermedad derivada de la deficiencia de vitamina D
en la dieta, o también de algún problema endógeno que impide la
absorción de dicho nutriente, indispensable para la calcificación de los
huesos. Por ello las personas aquejadas con esta enfermedad sufren de
un debilitamiento progresivo de los huesos, que se tornan así
dolorosamente frágiles y quebradizos.

NUMERO DE HUESOS

El número de huesos que forman el esqueleto de un adulto humano es 206, sin


contar los pequeños huesos sesamoideos ni los huesos sutúrales o
supernumerarios que algunas personas tienen en el cráneo. En la infancia el
número de huesos es superior, pues algunos se sueldan durante el proceso del
desarrollo, esto ocurre con los huesos de la pelvis (ilion, isquion y pubis) que se
sueldan en el adulto originando el hueso coxal, también el coxis está formado por la
fusión de 3 o 4 pequeñas vértebras.
SISTEMA MUSCULAR

El sistema muscular es un conjunto de músculos que pueden ser controlados de


forma voluntaria por un organismo vivo (músculos esqueléticos). Su función
principal es conseguir movilidad, acción que tiene lugar cuando los estímulos
eléctricos procedentes del sistema nervioso provocan la contracción de las fibras
musculares. Los músculos que se contraen de forma automática como el músculo
cardíaco o la musculatura lisa no se consideran habitualmente parte del sistema
muscular. El conjunto de la musculatura esquelética corresponde aproximadamente
al 40% del peso de un hombre adulto. La suma del sistema muscular más el sistema
óseo formado por los huesos da lugar al aparato locomotor.
TEJIDO MUSCULAR

Existen básicamente tres tipos de tejido muscular: esquelético, cardiaco y liso. Los
tres presentan la propiedad de la contractibilidad por la cual las células pueden
disminuir y aumentar su longitud, pero difieren por sus características
microscópicas, localización y la forma en que se regula la contracción que puede
ser voluntaria a través de órdenes generadas en el lóbulo frontal del cerebro o
involuntaria, es decir automática sin que intervenga la voluntad, tal como ocurre en
el músculo cardiaco o en la capa muscular que está situada en la pared del
intestino.2El tejido muscular está formado por células llamadas miocitos y tiene
cuatro propiedades principales que lo diferencian del resto de los tejidos:

• Excitabilidad eléctrica. El tejido muscular recibe impulsos eléctricos


del sistema nervioso y responde a los mismos generando movimiento.
• Contractibilidad. Se define como la capacidad de acortamiento que
genera una tensión llamada fuerza de contracción. Si la tensión producida
supera la resistencia, se produce un movimiento que será diferente
dependiendo del lugar en el que esté situado el músculo.
• Extensibilidad. Es la capacidad del músculo para extenderse sin sufrir
daño alguno. Esta propiedad puede apreciarse claramente en la capa
muscular del estómago que se distiende considerablemente cuando el
estómago se llena de comida durante el proceso de digestión.
• Elasticidad. Se refiere a la capacidad del tejido muscular para volver a su
longitud original después del proceso de contracción o tras su
estiramiento.
Si se compara el tejido muscular con otros tejidos como el tejido óseo que forma los
huesos, puede comprenderse fácilmente la importancia de estas cuatro
propiedades. El tejido óseo no es excitable eléctricamente, tampoco tiene
capacidad de contraerse o variar de forma. No es extensible, si sufre un
alargamiento se rompe provocando una fractura.

FELICES VACACONES, DISFRUTEN Y ESTUDIEN MUCHO.

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