Sistemas Fluviales
Sistemas Fluviales
Sistemas Fluviales
CÁTEDRA DE FOTOINTERPRETACIÓN
1) Conceptos preliminares
Los ríos y las formas del relieve que ellos originan son de importancia fundamental
para muchas obras de Ingeniería, especialmente en las áreas de llanura y por supuesto en el
Nordeste Argentino. Es por ello que el reconocimiento de ambos en las fotografías aéreas
es uno de los aspectos básicos de la Fotointerpretación y en general se pueden distinguir
con suficiente facilidad.
Pero el término “río” o “fluvio” es un genérico no siempre bien entendido,
especialmente teniendo en cuenta que el tamaño de éstos y sus cuencas varían muchísimo,
desde niveles subcontinentales a pequeños arroyos. Comparemos por ejemplo el río y la
Cuenca del Paraná con los del río Sena en Francia
Un río es un sistema de transporte (de agua y sedimentos) en equilibrio dinámico y
cuya función es transportar toda el agua y los sedimentos que le llegan desde su cuenca.
Es por ello que presenta un (o varios) canales definidos y relativamente estables en el
espacio y el tiempo y tienen mecanismos internos (homeóstatos) que le permiten
autocontrolarse para cumplir su función.
La existencia de un escurrimiento encauzado (en el canal) es su rasgo característico
y permite distinguir en la superficie terrestre las áreas de fluvios y las situadas entre ellos:
los interfluvios (que ocupan la mayor parte de la superficie y donde los escurrimientos son
laminares o transicionales, como veremos más adelante) (Fig.1)
Cuando el canal realiza una curva simétrica con su eje medio, ese arco se denomina
meandro (del río Meandros, en el Asia Menor) (Fig. 3) y en la ladera convexa se forman
una especie de barras de sedimentos denominadas espiras meándricas.
Cuando las aguas desbordan durante las crecientes o avenidas los sedimentos también
se depositan a los costados, pero dejando un depósito mucho mayor y más extenso que los
albardones, a los cuales se denomina derrames laterales.
En aquellos casos en los cuales el canal de estiaje presenten meandros, estos tienden a
migrar aguas abajo, hasta que se produce un estrechamiento denominado cuello de cisne
(Fig.4) y finalmente, el curso puede cambiar de posición y dejando meandros
abandonados, los cuales forman lagunas esteros o cañadas, que se reconocen en las
fotografías aéreas por su forma de arcos o curvas cerradas o en herradura, con vegetación
hidrófila.
Existe, no obstante, una faja dentro de la cual el curso puede cambiar de posición y
cuyos límites son restos de albardones de diferentes etapas o posiciones, los cuales se
denominan diques marginales. Dicha zona de divagación recibe el nombre de faja
meándrica y puede ser muy amplia fácilmente reconocible en las fotografías aéreas
Este sector no debería ser ocupado bajo ningún aspecto, ni ser atravesado por
terraplenes de acceso a los puentes, ya que el río necesita esa área o sección para funcionar
normalmente. (Fig. 7)
3) El modelado fluvial
Como hemos visto el curso tiene en cada punto una cierta energía disponible para
cumplir su función de transportar el caudal líquido y el sólido y una velocidad que
determina su capacidad de arrastre. A través del tiempo el curso tiende a ir modificando su
perfil longitudinal tratando lograr un perfil de equilibrio y esto lo consigue mediante un
proceso de erosión hacia atrás o de sus cabeceras a medida que va profundizando el relieve.
Este procesos se denomina erosión remontante, retrocedente o regresiva, con lo
cual la cuenca también se va extendiendo hasta que se logra el perfil de equilibrio, donde el
sistema gasta el mínimo de energía compatible con sus características y puede transportar
sin problema todo el material líquido y sólido que le aporta la cuenca.
Como las precipitaciones no son constantes en realidad el perfil de equilibrio no es
estático sino que oscila con relación a la media para responder a los ingresos de materia y
se puede suponer que está controlado por un nivel terminal llamado nivel de base hídrico.
Puede ser la superficie del mar (nivel de base global) (cursos exorreicos) o bien el lago o
curso en el cual desemboca denominado nivel de base local.
Pero las condiciones de la litología a lo largo de un curso difícilmente son
homogéneas, de manera que pueden existir niveles de base locales constituido por rocas
resistentes, o un perfil compuesto por tramos asociados con las diferencias litológicas de las
áreas por las cuales corre el río.
La capacidad de erosión de un curso está asociada con la velocidad de la corriente y
con el material transportado, en el primer caso decimos que se trata de un proceso de
erosión hídica y en el segundo de corrasión.
En las áreas montañosas con pendientes muy fuertes y regímenes turbulentos, los
materiales trasportados entran en rotación y pueden originar depresiones (en algunos casos
muy grandes en forma de ollas denominadas marmitas de gigantes o provocar socavación
de la base de una catarata, son una forma de erosión regresiva y de busca del perfil de
equilibrio.
En los denominados ríos a lecho móvil los sedimentos transportados por el curso, no
pueden tener granulometría superior a la del fondo, de manera que, si los materiales
transportados son mayores que los de fondo, se retira el material más pequeño y se deposita
el más pesado. De esta manera hay una continua remoción y redepositación y los
materiales terminan por formar lentes o lentejas a lo largo y lo hacho de los depósitos.
Como durante las crecientes el cursos transporta materiales más gruesos y en la
bajantes deposita finos, cuanto más irregular sea el régimen fluvial mas variable será la
sedimentación y las crecientes tienden a mantener limpio el canal en tanto que las bajantes
a colmatarlo, formar islas y bajofondos.
También en el lecho se forman dunas de diferentes formas y tamaños que tienden a
migrar aguas abajo, especialmente durante las crecientes.
La acción lateral del agua tiende especialmente en las laderas cóncavas a erosionar las
laderas, originando varios de los movimientos colectivos indicados en otro capítulo