Universidad Peruana Los Andes
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El delito común se entiende como aquel que puede ser realizado por cualquier persona, no se le
exige ninguna condición natural o jurídica al presunto sujeto agente; y delito especial, aquel que
tan solo puede ser realizado por algunas personas en particular, donde se exige del presunto
sujeto agente una determinada condición natural o jurídica. La diferenciación entre delitos
comunes y especiales, resulta importante para determinar la valoración y efectos del
comportamiento de los sujetos que intervienen en la realización de una conducta prevista como
punible y para establecer o descartar si esa persona se le puede considerar autor, coautor o
partícipe de una determinada clase de delito y de acuerdo a ello, el tipo de sanción a imponer.
En los delitos especiales para que una persona pueda ser considerada autor, el tipo penal exige
del sujeto agente unas condiciones personales naturales o jurídicas (sujeto cualificado). Se
pregunta ¿Qué ocurre cuando un sujeto extraño, vale decir, el no cualificado, realiza o
contribuye con la ejecución de la conducta descrita en el tipo? Este interrogante lo
resolveremos cuando nos detengamos en el análisis de la autoría, coautoría y participación en
los delitos especiales, propósito del presente escrito.
La historia de los delitos coincide con la historia de los bienes jurídicos,. La existencia de
un delito solo es posible sobre el presupuesto de la existencia de un bien jurídico. No
puede existir delito sin bien jurídico objeto de lesión. ¿Cuando un determinado
comportamiento dejó de ser común y corriente, para transformarse en reprochable y
punible? A partir del momento en que la autoridad social de la época bajo la amenaza de
una pena ordena su ejecución o lo prohíbe. Cuando la autoridad social del período
histórico respectivo bajo la amenaza de una pena, prohíbe u ordena la ejecución de un
determinado comportamiento, no hace más que proteger un determinado interés o
valor, el cual adquiere la categoría de bien jurídico, a raíz de la protección normativa.
Mientras esa decisión no ocurra el interés o valor objeto de protección jamás podrá
considerarse un bien jurídico . Una vez que un determinado interés o valor ha sido
objeto de protección jurídica, concomitantemente la autoridad social envía un mensaje
de advertencia a los coasociados, en el sentido de sancionar penalmente a quien lesione
o ponga en peligro de lesión a dicho bien.
DELITOS COMUNES Y ESPECIALES
ice que aquel que cometa un hecho ilícito tendrá que enfrentarse a una serie de
consecuencias que hacen referencia a la pena en sentido estricto, medidas de
seguridad, a las consecuencias accesorias (penas de comiso, beneficios) y la
reparación del daño.
DELITOS DE LESIÓN Y DE PELIGRO
Condición de carácter objetivo que supone la producción de un hecho incierto y, según algunos,
futuro, requerida por la ley en algunos delitos además de la conducta típica y que es
independiente de la acción del autor. Por ello no pertenece al tipo de injusto, ya que la conducta
es típicamente antijurídica, es decir, prohibida y desvalorada de modo general aunque
posteriormente no se cumpla la condición objetiva, que no influye en el desvalor del resultado o
en el del hecho. La concurrencia o no de la condición escapa al control del autor, cuya acción no
puede influir en que se dé o no; y por eso mismo, a diferencia del resultado típico, la condición
objetiva de punibilidad (o, según otra denominación, condición objetiva de penalidad) no tiene
que ser abarcada por el dolo ni tampoco deberse a imprudencia del sujeto, ya que es
independiente de su acción y de su voluntad, con lo que tampoco ha de haber relación de
causalidad ni de imputación objetiva entre la acción y la condición. Por último, tales condiciones
tienen el efecto de que, o se cumplen y entonces hay punibilidad por delito consumado, o no se
cumplen, en cuyo caso el hecho no es en absoluto punible, sin que se castigue como tentativa.
DELITOS COMUNES Y ESPECIALES