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La verdadera historia de
🐍 MEDUSA🐍
Nunca fui egocéntrica aunque a los hombres les gustaba llamarme de esa manera yo era
hermosa no había duda. Los hombres hablaban sobre mi belleza con lujuria y las mujeres a su
vez con celos. No había nada que yo pudiera hacer al respecto así que yo simplemente seguí
con mi vida protegiendo el templo de ATENEA que había en mi ciudad. Gracias a esto varios
rumores empezaron a surgir sobre mi atrevimiento desvergonzado al proclamarme aún más
bella que la diosa que yo servía, los habitantes no creían en la enorme lealtad que yo tenía
hacia la diosa ATENEA, ya que yo nunca hablaría mal de ella y mucho menos la insultaría de esa
manera. Tan grande fue el rumor que llegó a los oídos del dios de los mares POSEIDÓN.
Sus celos en mí alcanzaban hasta mi sedosa cabellera que decidió convertirla en hileras de
serpientes. La diosa me mandó a vivir con mis hermanas las GORGONAS, en una pequeña Isla
donde no podíamos escapar, unos días después de mi llegada ala isla me di cuenta que estaba
embarazada.
Mi dicha duró muy poco tiempo ya que en otro lado del mundo se estaban haciendo planes
para nuestra destrucción, pensábamos que al estar desterradas no había razón porque los
dioses estuvieran intrigados otra vez por nosotras. Pero no fue como pensábamos, ATENEA al
enterarse de mi embarazo enfureció aún más y decidió hacer un plan para mi ruina. PERSEO
fue el que aceptó tomar el desafío con ayuda de tres dioses, HERMES le dio sus preciadas
sandalias con alas, HADES su capa de invisibilidad y ATENEA su apoyo dentro de la cueva.
Armado con una espada y un escudo espejeado, PERSEO entró a la cueva de nosotras las
GORGONAS, donde estaba dormida junto a mis hermanas, PERSEO se postró frente a mí a
unos centímetros del suelo, gracias a las sandalias de HERMES y sin mirarme a los ojos con el
reflejo del escudo y la ayuda de ATENEA quién le dirigió sus manos a mi cuello, y cortó mi
cabeza de una sola acción. De mi cuello salieron mis hijos Pegaso y el gigante crisaor.
Pensé que al menos en mi muerte tendría paz, pero no fue así, mi cabeza fue utilizada como
arma y mi sangre como veneno y antídoto.