Los Libros: Historia Del Libro
Los Libros: Historia Del Libro
Los Libros: Historia Del Libro
Los libros, para ser considerados como tales, deben poseer por lo menos 49 páginas, pues de
lo contrario, si posee menos de 48 y más de cinco, será tenido por folleto, mientras que si
tiene menos de cinco se le considerará hojas sueltas.
El origen y evolución del libro en la antigüedad continúa en Egipto, donde se cree que
se comenzó a utilizar la tinta por primera vez, así como el soporte de papiro —el cual
comparte unas características muy similares con el papel y era obtenido de una planta
acuática que crecía a orillas del Nilo—. El libro egipcio puede considerarse como la
segunda forma de libro en la historia. Continuando con la explicación sobre el origen y
la evolución del libro, el siguiente lugar donde debemos fijarnos es en Grecia. En esta
región se empezó a utilizar el papiro hacia el siglo VII a.C. Este convivió con otros
materiales como las tablillas de madera rehundida, que eran rellenadas de cera o de
pergamino —aunque también las pieles utilizadas como soporte de escritura—. Las
constantes relaciones comerciales entre Egipto y Roma dieron paso, por otro lado, a
que el pergamino también se extendiera en esta zona del mapa. Ahora bien, el
pergamino fue cayendo poco a poco en desuso, hasta que desapareció por completo
en el país. A finales del siglo V d.C. este fue sustituido por el códice de pergamino en
el cual se podía escribir por las dos caras.
Ahora bien, el origen y la evolución del libro tiene su origen más exacto en la Edad
Media —antes de que fuera inventada la imprenta en 1440 por Johannes
Gutenberg, fecha en cual hubo una expansión descontrolada por toda Europa en lo
referente a la impresión de los libros—. Durante la Edad Media, no obstante, se
comenzaron a escribir una gran cantidad de libros. La iglesia fue la institución que se
ocupó de transmitir y de conservar la cultura según la doctrina de la fe. Se crearon
monasterios donde se promovía la lectura, la copia y la conservación de manuscritos.
De hecho, la producción de los códices en los monasterios era realizados a gran escala
en unas salas específicas para ello que recibían el nombre de escriptorios —o
scriptorium, en latín—.
Antes de inventarse la impresión con tipos móviles se realizaron otro tipo de libros
mediante la técnica xilográfica de origen chino. Esta consistía en la impresión
mediante una plancha de madera, la cual era previamente tallada y entintada, para
llevar a cabo los estampados. Tal como ubican algunos historiadores, el libro más
antiguo de la historia podría ser El Sutra del diamante. Este ejemplar fue estampado
en China a partir del 11 de mayo de 868 mediante la técnica xilográfica y contó con la
autorización de Wang Jie. Se trata del texto impreso más antiguo de la historia
conservado a fecha de hoy.