Salud Mental
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Con el tiempo, su salud mental puede cambiar. Por ejemplo, puede estar
enfrentando una situación difícil, como tratar de controlar una enfermedad
crónica, cuidar a un pariente enfermo o tener problemas de dinero. La situación
puede agotarle y abrumar su capacidad de lidiar con ella. Esto puede empeorar
su salud mental. Por otro lado, recibir terapia puede mejorarla.
Cuando se trata de sus emociones, puede ser difícil saber qué es normal y qué
no. Pero los problema de salud mental tienen signos de advertencia, como:
LA FAMILIA.
Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de
afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente,
como el matrimonio—que, en algunas sociedades, solo permite la unión entre
dos personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de
consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se
establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También
puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus
miembros.
TIPOS DE FAMILIA.
Otra importante labor que lleva a cabo este grupo primario es preparar a los
miembros para enfrentar cambios que son producidos tanto desde el exterior
como desde el interior y que pueden conllevar a modificaciones funcionales y
estructurales. Estos cambios o crisis familiares no sólo se derivan de los
eventos negativos, traumáticos o desagradables, sino de cualquier situación de
cambio que signifique contradicción y que requiera modificaciones. 3
Según la definición de Salud Familiar emitida por la OMS que plantea que “la
salud familiar se evalúa a partir de la capacidad de cumplir sus funciones
adaptarse y superar las crisis con sus propios recursos”, se puede inferir que
no se tienen en cuenta otros factores determinantes que influyen directamente
en el adecuado funcionamiento de la familia y su influencia sobre el crecimiento
y desarrollo individual de sus miembros.
Ortiz (1997) la define como “la salud del conjunto los miembros de la familia
en términos de funcionamiento efectivo de la misma, en la dinámica interna
relacional, en el cumplimiento de las funciones para el desarrollo de los
integrantes y en la capacidad de enfrentar los cambios del medio social y del
propio grupo, propiciando el crecimiento y desarrollo individual según las
exigencias de cada etapa de la vida”; por lo que se hace aún insuficiente para
definir en toda su generalidad la importancia que se le atribuye a la familia en la
incidencia y prevalencia de los procesos críticos de la salud entre otros
factores.
Pérez (1997) plantea que la salud familiar “no es la suma de la salud
individual, no es estática, es el resultado del equilibrio armónico de sus tres
componentes: la salud – incidencia y prevalencia -, los factores
socioeconómicos y culturales y el funcionamiento familiar- como expresión de
la capacidad de la familia para optimizar sus recursos y disminuir su
vulnerabilidad a los diferentes eventos vitales. La salud familiar adquiere un
carácter específico para cada familia, aunque refleje regularidades generales”.
Desde esta concepción no se hace referencia a la estructura familiar teniendo
en cuenta su composición y al apoyo social como elementos esenciales a
elaborar para una definición de salud familiar.
La salud familiar “se configura en una trama compleja de condiciones
socioeconómicas, culturales, ambientales, biológicas, genéticas, psicológicas y
relacionales que se definen a escala microsocial en el contexto del hogar y se
expresa en el modo particular en que la familia provee experiencias
potenciadoras de salud y asume en forma constructiva y creativa las exigencias
que deviene de cada etapa de desarrollo biopsicosocial de sus integrantes” y
de la vida social.
En los tiempos actuales mucho se habla de la crisis de la familia ya que han
surgido valores emergentes que tienden a sustituir los valores de la familia
tradicional. La familia a su vez se ha diversificado en su composición,
estructura y tipología. Hoy ya no es posible hablar de la familia sino de las
familias. Han cambiado las formas de hacer pareja, los estilos de autoridad, las
pautas de crianza, los modelos de maternidad y paternidad, las formas de
convivencia. Pero nada apunta hacia la desaparición de la familia como grupo
humano, muy por el contrario la familia ha resistido a los impactos de los
cambios sociales.
La relación entre individuo, familia y sociedad hay que entenderla en sus
múltiples interrelaciones y no como un proceso unidireccional. Se hace
necesario entender dos niveles de análisis para la familia: uno
Macrosociológico y uno Microsociológico. El primero para establecer las
relaciones entre familia y sociedad y el segundo para explicar la interrelación
entre familia e individuo.
La familia es una categoría histórica, está determinada por el sistema social
que le sirve de marco. El modo de producción imperante condiciona las formas
de existencia de la familia, las jerarquías de sus funciones, los valores
predominantes, los principios éticos. Esta determinación puede analizarse en
sentido inverso, lo que ocurre en una familia trasciende su marco particular
para influir en la sociedad en su conjunto. El grupo familiar de origen es un
poderoso agente formador de la personalidad, influye decisivamente en la
salud de los individuos.
Aún persiste una visión idealizada retrospectiva de familia vista como un
agrupamiento nuclear compuesto por un hombre y una mujer unidos en
matrimonio, más los hijos tenidos en común, todos bajo el mismo techo; el
hombre trabaja fuera de la casa y consigue los medios de subsistencia de la
familia; mientras la mujer en casa cuida de los hijos del matrimonio. Sin
embargo ya la familia actual está muy lejos de representar esa realidad.
Tras esta deconstrucción el concepto de familia queda para algunos autores
definido como la unión de personas que comparten un proyecto vital de
existencia en común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes
sentimientos de pertenencia ha dicho grupo, existe un compromiso personal
entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad,
reciprocidad y dependencia.
La familia como institución social cumple funciones básicas tales como:
función biológica, función económica y función cultural espiritual. Como
resultado de la realización de estas funciones se cumple la función educativa.
La manera particular en que se dan estas funciones en una sociedad
determinada depende en gran medida del sistema socio económico. Así en una
sociedad dada en cada momento histórico las funciones pueden aparecer en
equilibrio o hipertrofiadas.
La familia cubre las necesidades primordiales del ser humano como ser
biológico, psicológico y social. La función educativa vista como una supra
función de las demás incluye elementos importantes dentro de los que se
destacan:
Dentro de los ciclos evolutivos de la familia podemos señalar, como los más
importantes los siguientes:
1. matrimonio,
2. nacimiento del primer hijo,
3. adolescencia,
4. desprendimiento de los hijos,
5. jubilación
6. muerte.
Si hacemos un análisis de los temas más importantes abordados por los
autores contemporáneos en el estudio psicológico de la familia tanto para la
orientación, prevención y terapia, habría un consenso en destacar los
siguientes conceptos: sistema, limite, espacios, roles, comunicación y
autonomía.11
Es concebida por investigadores del tema como el ambiente donde todos los
individuos aprenden a interactuar con su medio y deben recibir afecto,
comprensión y apoyo, se convierte en eslabón básico del desarrollo emocional
del individuo. Otros autores la consideran como la unión de dos personas que
deciden vivir juntos, y desaparece como tal, cuando ambos fallecen.
Para que la interacción entre los miembros de una familia sea la mejor posible
es necesario que el sistema familiar sea capaz, de unido como grupo, enfrentar
las crisis, expresar los afectos, como permitir el crecimiento individual de sus
miembros y producir el intercambio o interacción constante entre ellos,
respetándose la autonomía y el espacio del otro. La comunicación deberá ser
clara y directa, las funciones de sus miembros estarán bien establecidas, así
como sus responsabilidades y predominará la flexibilidad del sistema. La
familia crea en el hogar un clima de armonía, comunicación, afectos, unión,
respeto y solidaridad que se traduce en bienestar y satisfacción de sus
integrantes, enfrenta problemas y toma decisiones sin adoptar mecanismos
destructivos, asume cambios en las reglas, los roles y jerarquías para
adaptarse en forma transformadora a las exigencias de los procesos críticos de
vida, y es capaz de recurrir a recursos externos y asimilar nuevas experiencias
cuando lo necesite.
Son múltiples las clasificaciones que se ofrecen de familia, cada una de ellas
atendiendo a un criterio determinado. Desde el punto de vista de su desarrollo
se subdivide en moderna, tradicional y arcaica o primitiva, y considerando
aspectos de lugar de residência o demográfico en urbana y rural.
Para que la interacción entre los miembros de una familia sea la mejor posible
es necesario que el sistema familiar sea capaz, de unido como grupo, enfrentar
las crisis, expresar los afectos, como permitir el crecimiento individual de sus
miembros y producir el intercambio o interacción constante entre ellos,
respetándose la autonomía y el espacio del otro. La comunicación deberá ser
clara y directa, las funciones de sus miembros estarán bien establecidas, así
como sus responsabilidades y predominará la flexibilidad del sistema. Entre las
principales funciones que toda familia debe cumplir puede mencionarse:
VISION DE LA SALUD, COMO UN BUEN VALOR Y SERVICIO DESDE EL
CUIDADO HUMANO.
1. DEFINICIÓN DE CUIDADO
Algunos estudiosos derivan cuidado del latín cura. Esta palabra “es un
sinónimo erudito de cuidado, usada en la traducción de Ser e Tempo de
Martín Heidegger. En su forma más antigua, cura en latín se escribía coera y
era usada en un contexto de relación de amor y de amistad. Expresaba actitud
de cuidado, de desvelo, de preocupación y de inquietud por la persona amada
o por el objeto de estimación” (3).
Los grupos que se formaron para cuidar de los heridos, enfermos y peregrinos,
durante las cruzadas, lo hacían siguiendo los principios de la caridad cristiana; de
esta manera el valor social concedido por el cristianismo a las actividades de cuidar
giró alrededor de objetivos espirituales.
Además, los viajes y las guerras colocaban a las personas en contacto con
enfermedades para las cuales carecían de inmunidad natural. La medicina se fue
diferenciando de la cirugía y la enfermería, a medida que aquella
tomaba en cuenta a personas que durante mucho tiempo se habían dedicado al
estudio.
Obsérvese que las palabras cuidar, cuidado y atención aparecen en esta época como
parte de las tareas simples de la enfermera, las cuales se realizaban por amor a Dios,
se aprecia el énfasis en lo curativo más que en lo preventivo a diferencia de las
etapas anteriores.
Además, tal como está descrito este cuidado se refiere más a asistir que a cuidar.
Asistir implica estar presente, comparecer, hacer compañía, auxiliar, socorrer,
testimoniar, observar; mientras que cuidar, tal como se señaló al inicio, consiste en
atender, velar, mimar, esmerarse, imaginar, pensar, meditar, asistir, aplicar la
atención o pensamiento, vigilar, tratar, prevenir. Vemos entonces como el cuidar
incluye asistir, pero asistir no incluye cuidar (yo puedo estar presente, hacer
compañía pero sin atender o esmerarme por el bienestar del otro).
Procura ir más allá, intentando captar un sentido más amplio: el cuidado como una
forma de expresión, de relación con el otro ser y con el mundo, como una forma de
vivir plenamente; aunque infelizmente en su historia representa paradojas y
ambigüedades entre comportamientos de cuidado y no-cuidado: las guerras han
hecho que cada vez sean más sofisticados los instrumentos bélicos fabricados por el
hombre para la destrucción de millares de personas. De igual manera, los
descubrimientos científicos y los avances industriales y tecnológicos, si bien han
sido de mucho beneficio para el mundo entero, también han causado tragedias en
función del incontrolable deseo del hombre de ejercitar su poder.
En este cuidar, la salud, por ejemplo, está incluida. Mientras tanto solo hay una real
preocupación por su ausencia y se toman medidas de protección sólo cuando la salud
está amenazada.
Rescatar el cuidado humano en cada uno de nosotros, los seres humanos, es vital en
el momento actual. En todos los sectores, y en particular, entre las profesiones de la
salud, el cuidado como una condición humana debería constituir un imperativo
moral (1).
La segunda fase, hacia la década de los 50, se caracteriza por la introducción de los
principios científicos, que eran guías norteadoras de todas las acciones de
enfermería.
Prevalece el énfasis en los aspectos biológicos, ahora con una preocupación en
incluir algunos aspectos psicosociales. Lo importante es que los cuidados de
enfermería, o las técnicas de enfermería, tienen ahora un respaldo científico.
La década de los 50 trajo modificaciones en el escenario de enfermería en los
Estados Unidos, donde las enfermeras brasileñas, así como las venezolanas, también
se inspiraron. La introducción de la alta tecnología tuvo un fuerte impacto en el
mundo hospitalario. La eficiencia en administrar tratamientos sofisticados y nuevos
medicamentos tornan las acciones de enfermería más complejas.
Parece que la fase actual por la que pasa la enfermería es justamente la de discutir y
de cuestionar su conocimiento. Las influencias políticas-sociales y económicas, la
propia historia de enfermería y las prácticas de cuidar y su interrelación con la
categoría género, son actualmente el foco de las discusiones. Es una fase
revolucionaria. Antiguos paradigmas son cuestionados, existen diferentes visiones
del mundo que han acompañado a la enfermería.
Los cuestionamientos, las discusiones y los análisis por los que pasa la enfermería
actualmente deberían resultar en una madurez de la profesión. Las investigaciones
han sufrido un incremento, lo que ha contribuido con el avance del conocimiento.
De la misma forma crecen los cursos de postgrado, que en verdad, son los
responsables por el aumento numérico y de calidad de las investigaciones.
“La dedicación es fundamental para el cuidado. Cuando acaba la dedicación acaba el
cuidado, El cuidado se desarrolla en un proceso de superar obstáculos y dificultades
y la base de mi dedicación es el valor que yo reconozco en el otro” (2).
4. COMPONENTES DEL CUIDADO HUMANO
Mayeroff (2) describe ocho componentes del cuidado, que no deben faltar en este
artículo, pues es necesario que toda persona que pretende brindar cuidados, las
conozca y aplique para que realmente el paciente se sienta satisfecho del cuidado
recibido así como ella misma.
Los principales componentes del cuidado según este autor son: conocimiento, ritmos
alternados, paciencia, sinceridad, confianza, humildad, esperanza y coraje. El autor
hace una descripción de cada uno, los cuales se resumirán de la siguiente manera:
• Ritmos Alternados: No puedo cuidar apenas por hábito; debo ser capaz de aprender
a partir de mi pasado. Veo cuantos comprenden mis acciones, si ayudé o no, y a la
luz de los resultados, mantengo o modifico mi comportamiento de modo de poder
ayudar mejor al otro.
Una responsabilidad social con sentido humano de adquirir plasticidad mental que les
permita repensar el compromiso ético de ofrecerle al paciente con trastorno
neuropsiquiátrico; cuidados oportunos de promoción de la salud que le ayuden a
recuperar su bienestar, desde la atención primaria en salud (APS) y una política
farmacéutica beneficiosa, por la seguridad y bienestar sostenible del paciente.
La crisis humanitaria se podría superar interviniendo los obstáculos del modelo político
neoliberal de tipo cultural, social y de solidaridad deficiente de los actores involucrados;
pero quienes tienen interés alto por la revolución de las tecnologías y de la electrónica
de punta que soportan redes complejas, donde los pacientes son atrapados por el
mercado financiero y por los medios de comunicación impersonal del equipo de salud y
la Internet.
Los SAS deberían ser por talento humano que establezca nexos precisos entre los
pacientes y la red de las instituciones prestadoras de atención integral de la salud y
alteración mental oportuna, así podrían ofrecer otros cuidados y tratamientos benévolos
coadyuvantes, no farmacológico, en cada caso particular. Se trata de hacer conciencia
de las variables psicosociales (VPS) que afecta a cada ser humano en cada contexto
específico, como un problema de salud pública, conexa a la crisis humanitaria.
Se trata de buscar el mejor tratamiento integral que regule la energía vital y el estado
psicoafectivo, entrenando al cerebro a que convierta en oportunidades y retos las VSP
hostiles que inciden en el proceso complejo de la salud-enfermedad. Otra actitud y
práctica permanente de conductas de vida saludables que ayude al paciente a procesar
su problema y problemáticas y lo hagan resiliente en el tiempo, a través de técnicas
lúdicas cognitivas psicopedagógicas11. Max-Neef M. Desarrollo a escala Humana: una
opción para el futuro. Medellín: Edita y Distribuye Proyecto 20 Editores; 2000. ,77.
República de Colombia. Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES)
Política Farmacéutica Nacional. Bogotá: CONPES y Departamento Nacional de
Planeación; 2012. [consultado 2015 Abr 17]. Disponíble en:
http://www.minsalud.gov.co/Politicas%20Farmaceuticas/Pol%C3%ADtica%20farmac
%C3%A9utica/Documentos%20soporte/23042012%20CONPES%20POLIITCA
%20FARMACEUTICA%20PROYECTO.pdf
http://www.minsalud.gov.co/Politicas%20F... –1111. World Health Organizations
(WHO). Countries in Action for Mental Health. Ginebra: WHO; 2009. [consultado
2014 Mar 1]. Disponíble en:
http://www.who.int/mental_health/policy/country/en/index.html
http://www.who.int/mental_health/policy/... .
Esta exploración cualitativa plantea la necesidad hoy de hacer conciencia de la crisis del
servicio y cuidados de la atención en salud integral y alteración mental, en la
perspectiva de la práctica cotidiana de la función social de la promoción de la salud
integral que trascienda fronteras mediante la creación de políticas públicas construidas
por acuerdos democráticos comunes, conforme a las necesidades insatisfechas y el
análisis de la diferenciación de la concepción de bienestar en los sitios distintos en el
mundo, acorde a la magnitud del problema22. Rojas F. Determinantes sociales de la
salud y la acción política. Humanidades Médicas 2013; 13(2):279-291.,1616. Torres Y,
Posada J, Mejía R, Barreño J, Sierra G, Montoya L, Martínez AA. Primer estudio de
salud mental Medellín-Colombia, 2011-2012. Secretaria de Salud Medellín-Grupo
Salud Mental Universidad CES: L Vieco e Hijas Ltda; 2012. ,1717. Tobón F, Gaviria N,
Ramírez J. La lúdica como método psicopedagógico: una experiencia para prevenir la
farmacodependencia en jóvenes. Avances en Psicología Latinoamericana 2012;
30(1):81-92.. Se concibe como el grado de desarrollo holístico sistemático de un ser
humano único, aquel con funciones ejecutivas significativas y avanza hacia su
concientización de cambios ontológicos (procesos mentales complejos) y evoluciona las
VPS de tipo cultural, político-económico, tecnológico y ambiental, para adaptarse a los
cambios sociales.
El propósito fue la indagación de los SAS desde una visión de los alcances y las
limitaciones en torno a lo todo lo expuesto y se plantearon dos interrogantes:
¿Cuál es la percepción de usuarios con trastorno mental, acerca del acceso al SAS, la
información recibida sobre su diagnóstico y acciones de tratamientos promovidos frente
a su estado de salud y grado de satisfacción?
Metodología
1. Revisión documental del estado del arte en los 10 últimos años de la atención en
salud mental y alteración mental en la ciudad de Medellín.
2. Estudio de 30 casos con alteración mental durante 2011-2013, seleccionados a
conveniencia, previo consentimiento informado y comprendido de los
consultados y el principio ético de la confidencialidad.
3. La técnica de recolección de la información fue una entrevista semi-estructura y
el diario de campo.
4. La creación de una unidad explicativa denominada lo ideal de un servicio de
atención y cuidados de la salud mental y la alteración mental, articulado con el
servicio de urgencias, la atención domiciliaria y el servicio farmacéutico.
5. El análisis se realizó por categorías a partir de los siguientes referentes
conceptuales en la siguiente Figura 1.
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Figura 1
Referentes conceptuales como categorías de análisis
Hallazgos
Segunda, 28 de los 30 participantes opinaron que las IPS y EPS no prestaron asistencia
psiquiátrica y psicológica holística sistemática, según el trastorno neuropsiquiátrico del
paciente de forma persistente. Ellos señalaron: el médico se limitó a solicitarles que
firmaran el consentimiento, sin la información comprendida suficiente por parte del
paciente e involucrar a la familia. El médico se limitó a prescribirles psicofármacos por
períodos prolongados entre 6 meses a 10 años o enviarlos a la consulta psicológica
individual (promedio de cinco sesiones). Además que la infraestructura de las
instituciones y las redes de servicios asistenciales de las EPS e IPS locales es reducida
para la derivación de los pacientes al psiquiatra, psicólogo o ambos; el número de citas
son escasas y muy demoradas, entre 1-4 meses.
Tercera, la mayoría de las EPS e IPS no suministran los medicamentos de costo alto
para tratamiento crónico, máxime de aquellos casos que solo están cubiertos por el plan
obligatorio de salud (POS) del sistema general de seguridad social en salud (SGSSS).
Cuarta, los 30 casos, refieren una actitud y práctica del SAS de no asistir el trastorno
mental en el entorno domiciliario, desde lo humano, en aquellos casos que sea posible.
Dos profesionales explicaron a los familiares que no tienen las condiciones adecuadas,
la formación integral ni la capacidad suficiente para prestar el servicio domiciliario, en
ciertos casos críticos, como cualquier otra urgencia.
Análisis y discusión
Los hallazgos obtenidos ameritan referirse que hoy el objetivo prioritario es la premura
de otra educación en aprendizajes en salud integral de las autoridades responsables
directas (educación, salud y justicia; estudiantes, profesionales, comunidades y
representantes de la industria farmacéutica), en el episteme dialectico de la resiliencia,
hincada a principios y valores; enfocada al aumento de la plasticidad mental en el saber-
hacer del deber ser significativo, centrada en el espíritu humano en virtud de la
responsabilidad social.
El análisis de los hallazgos indica que todos los involucrados, deberían hacer mayor
conciencia de los significados de la responsabilidad social de las crisis de los servicios
de atención y cuidados de la salud y la alteración mental, procediendo en forma
oportuna en el tiempo en equipo intersectorial, se re-piense cómo forjar actitudes y
prácticas cotidianas de respeto, reconocimiento por el otro, seguridad y bienestar del
paciente, desde las siguientes reflexiones2121. Ardila S. La salud mental a la luz de la
Constitución colombiana: análisis de algunas sentencias de la Corte Constitucional
1992-2009. Rev Colomb Psiquiat 2010; 39(3):492-509.–2525. Appiani F. Efectos
adversos y seguridad de psicofármacos. Buenos Aires: Editorial Librería Akadia; 2009.:
Se encontró que los psicofármacos más utilizados en el estado crítico y crónico del
trastorno mental, sin explorar otras alternativas menos tóxicas; están la Fluoxetina,
Sertralina, Imipramina, Carbonato de Litio; Haloperidol, Clozapina, Risperidona,
Olanzapina, Diazepam, Alprazolam, Lorapezam, Buspirona. Estos ayudan a mejorar la
salud, pero a la vez, pueden inducir síntomas, signos hasta enfermedad medicamentosa
y en algunos casos a gravar la enfermedad de base.
El análisis anterior permite plantear las siguientes reflexiones cuando se opta por el uso
de psicofármacos por períodos prolongados, este debe ser bien analizados en el deber
ser de la certeza de un diagnóstico preciso y estudios epidemiológicos del psicofármaco
seleccionado, basados en la evidencia de indicadores de impacto social 2626. Asociación
Colombiana de Neurología. Neurotoxicología. Bogotá: Editorial Producción Exlibris
Editores S.A.; 2001.–2727. Carvalho J. Acerca del riesgo: para comprender la
epidemiología. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2005.,2929. Rang H, Dale M, Ritter J. El
sistema nervioso. En: Farmacología. 5ª ed. Madrid: Editorial Elsevier; 2004. p. 496-
552.–3131. Tobón F, López L, Ramírez J. Acompañamiento psicosocial a jóvenes
marginados para prevención de la farmacodependencia. Humanidades Médicas 2013;
13(2):348-371.:
1. El objetivo prioritario del SAS público y privado sea ofrecer cuidados integrales
a las comunidades más vulnerables, expuestas a los riesgos del abandono,
condiciones inhóspitas, la discapacidad y la discriminación social.
2. La caracterización de los tipos de exclusión del SAS por urgencia y en familia,
se asocie al estigma e impacto de los efectos.
3. Las redes de servicios de salud y alteración mental tengan responsabilidad social
con sentido humano, coordinados por profesionales bien formados y
comprometidos.
4. La construcción de un conjunto de indicadores midan la relación de las VPS
diversas con la salud y la alteración mental en cada contexto.
5. El riesgo/utilidad de la prescripción y su uso beneficioso razonado a largo plazo,
debe considerar los siguientes aspectos:
Uno, los ensayos de la mayoría de psicofármacos cada vez más potentes, se realizan en
muestras poblaciones estadísticamente no representativa de la población mundial,
controladas en condiciones diferentes a las colombianas. Por tanto, la extrapolación de
los datos no corresponde a las condiciones del contexto, con base en la evidencia
preclínica, clínica y pos-mercadeo de beneficio/riesgo mínimo.
Dos, la mayoría de los estudios clínicos sobre psicofármacos son desarrollados por la
industria farmacéutica y esta tiene conflicto de intereses particulares. Estos son la
principal fuente de información y educación más accesible al médico por los visitadores
médicos y la publicidad de los medios de comunicación, no regulada ni controlada por
académicos.
En esta visión, se presume que una bio-política pública que supere los dilemas de salud
desde la APS en familia, como el acompañamiento social mediante prácticas lúdicas
que estimula reacciones y funciones biológicas por neurotransmisoras, hormonas y
neuropéptidos; en el SNC originan efectos específicos de tipo psíquico y emocional
hacia lo orgánico; estos pueden ser de enlentecimiento, estimulación o antagonismo del
estado de ánimo que induce a una conducta emocional impredecible de vida particular y
colectiva; dependiente la fisiopatología de cada ser humano único y las VPS 1212.
Zehentbauer J. Drogas Endógenas. Las drogas que produce nuestro cerebro. Barcelona:
Ediciones Obelisco; 1995.,1313. Londoño J, Frenk J. Structured pluralism towards an
innovative and innovative model for health system reform in Latin America health
Policy. Health Policy 1997; 41(1):1-36.,1818. Bonilla E, Rodríguez S. El proceso de
investigación cualitativa. In: Más allá del dilema de los métodos. Bogotá: Editorial
Norma; 1997. p. 119-145.,2323. Arias B. Salud mental y violencia política. Atender al
enfermo psiquiátrico o reconocer al sujeto de la micropolítica. Rev Colomb Psiquiat
2013; 42(3):276-282.,3232. Tobón F, Mejía M, Gutiérrez P. Un mundo Mejor es Posible.
Educación humanista hacia la búsqueda del ser humano en la Atención Farmacéutica y
en la ciudadanía. Saarbrücken: Editorial Académica Española; 2012. –3434. Belmonte M.
Emociones y cerebro. Rev. R. Acad. Cienc. Exact. Fís. Nat. 2007; 101(1):59-68..
También las hormonas como los estrógenos, progestágenos y los andrógenos (hormonas
sexuales), el Cortisol y la Insulina (hormonas suprarrenales), la Tiroxina y la
Melatonina (hormonas circulantes); participan en la regulación de la actividad mental.
La secreción de esta última, depende de la menor intensidad de luz en la noche y regula
el reloj biológico o ritmo circadiano que influye en los efectos del tratamiento
farmacológico.
Las sustancias endógenas pueden ser estimuladas o antagonizadas por factores múltiples
de origen endógeno y exógeno, como VPS y APST, modulando en ciertos casos, la
retroalimentación entre los ejes hormonales, desde el hipotálamo a la hipófisis, ovarios,
testículos o glándula suprarrenal; desencadenando interacciones bioquímicas endógenas
complejas en secuencia con efecto favorable y desfavorable, desde el SNC al sistema
nervioso autónomo simpático y parasimpático; y, al sistema nervioso periférico.
Esta red nerviosa muy compleja se intercomunica con las áreas cerebrales de la
amígdala, corteza cerebral, pre-frontal y el sistema límbico y se acoplan al estado
clínico característico de cada ser humano único y están involucradas en los mecanismos
de defensa, en el comportamiento emocional estructurado y organizado o
desorganizado; y, a la vez, incide el origen de reacciones de tipo neuro-psico-endocrino-
inmunológico, que afectan el estado fisio-patológico neurológico y neuropsiquiátrico
del ser humano.
Las alternativas de salud desde el arte y la cultura lúdica, el ocio, el tiempo libre y la
recreación, forja plasticidad del cerebro de autocuidado y bienestar del paciente con
trastorno en la salud mental. Esto se logra con acompañamiento psicoafectivo y
psicosocial de manera holística sistemática, tratamientos alternativos, centrados hacia la
renovación humana para que comprenda la complejidad de la psiquis, conexa a las
realidades y busque la satisfacción de las necesidades de tipo ontológico, socio-cultural,
político-económico, psicoafectivo, tecnológico y ambiental1212. Zehentbauer J. Drogas
Endógenas. Las drogas que produce nuestro cerebro. Barcelona: Ediciones Obelisco;
1995.,3434. Belmonte M. Emociones y cerebro. Rev. R. Acad. Cienc. Exact. Fís. Nat.
2007; 101(1):59-68.–3636. Ruales, J. Tendencias en servicios de salud y modelos de
atención en salud. Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2004; 22(n. esp.):33-39..
Los interrogantes planteados por el estudio se respondieron con una tendencia más
negativa que positiva, por el contrario surgieron más inquietudes sobre la atención a la
salud y la alteración mental, por la seguridad y una mejor calidad de vida del paciente y
el bienestar colectivo. Las cuales deberían responderlas otras investigaciones más
profundas intersectoriales, considerando los estudios de diagnósticos en la ciudad de
Medellín, Colombia y en el mundo, tales como:
¿Será que la fuerza pública está más capacitada que un profesional o un auxiliar de la
salud integral para transportar un enfermo mental? ¿El servicio de salud que ofrece el
modelo político-económico neoliberal global, a alguien que necesita atención en salud
integral de forma urgente, es coherente entre la retórica y la práctica de los gobernantes?
¿Cómo lograr a través de una reflexión profunda que los entes gubernamentales en
salud educación y justicia desarrollen una bio-política pública que se practique en el
quehacer cotidiano académico y profesional? ¿Cuál es el impacto de la educación en la
formación integral de los estudiantes de psiquiatría y demás profesionales de la salud en
el cumplimiento de la función social? ¿Cuál es la formación de talento humano en salud
mental que requiere la sociedad actual? ¿Qué capacidad y habilidad manifiestas en el
saber-hacer del deber ser están desarrollando los estudiantes y los profesionales en
salud y alteración mental? ¿Cómo promueve las Universidades el desarrollo humano
integral sostenible, diverso y equitativo, como eje trasversal de los programas
curriculares? ¿Qué tipo de formación académica en liderazgo, biopolítica pública,
realidad social, cultura, medio ambiental y en valores, entre otros, se ofrece a los
estudiantes y profesionales en general en las universidades, EPS e IPS?