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Clase 1 Dos clinicas de la psicosis Una estructura discola zl titulo de este curso es, como todos los presentes saben, Clinica de las psicosis, pero prefiero rebautizarlo, en funcién del trabajo a realizar, bajo otra denominacién. Propongo una pequefia variacién y decir que se tratara de “algunas reflexio- nes acerca de una clinica posible de la psicosis”. Ya veremos por qué. También es mi propésito para estas reuniones no perder de vista y tratar de ir estableciendo algunos vasos comunicantes con la practica que tenemos como psicoanalistas, frente a esa estructura discola —para decirlo de alguna forma descriptiva— al dispositivo y al discurso analitico. Es conocido que la estructura de la psicosis siempre ha pre- sentado bastantes controversias en el mundo analitico, con- troversias que giran en torno a considerar si es permeable o no al discurso analitico, si es analizable, o si solamente es trata- ble por el psicoandlisis. Esta cuestién debe ser planteada en la medida en que no estd dado de hecho que con esta estructura exista la misma certidumbre respecto a la efectividad verifica- da con otra estructura. Es indudable que luego de mas de 100 afios de existen- cia del psicoanilisis, se ha podido verificar su eficacia, ya sea a través de los clasicos historiales freudianos, ya sea con la presentacién de casos clinicos 0, ya en nuestra orientacién, a partir de los testimonios del pase. Hay entonces un maridaje consistente entre la estructura de la neurosis y la préctica psi- coanalitica que se despliegue en cualquiera de sus diferentes vertientes u orientaciones. Escaneado con CamScanneree aati PE 16 Oscar Zack Ubicados en el campo del psicoanilisis, excluyo 4 orientaciones que resignan en parte el Car CUFALIVO gue tie ne la palabra, en el sentido ms amplio del concepto. Asi... gucontramos son perapsstivas due supers a ft Se, entre la psicosis y la 1 neurosia.no.ohedece 8 ura Soo Tructural, sino que su diferente manifestacion fenoménya ‘ebesolamente a una alivio gurls Reurosis Tuese Ta cura de Ta psicosis. Esta afirmacién encuentra su fundamento en la lectura de algunos autores, sobre todo de orientacién kleinians. donde se pueden leer algunos textos que comulgan con el psicoanilisis oficial de la IPA,' donde se puede observar, a través de los ca- sos clinicos presentados o conceptualizaciones tedricas, cémo se avala esta posicién que estoy presentando muy brevemente y casi de manera periodistica. Pienso que actualmente no vale la pena detenerse en esas consideraciones, pero si subrayar algunas controversias que existen en las distintas orientaciones en el campo analitico. Estas polémicas se presentan también en el campo laca- niano, porque si nos ponemos estrictos ~y creo que hay que ha- cerlo-, se puede ubicar que el origen de las mismas se encuen. tra a partir de la premisa que Freud nos transmitié respecto a la eficacia que el psicoandlisis puede tener en el tratamiento de la psicosis. Desaconsejaba que los psicoanalistas se ¢, tratamiento de la misma. enredaran en el Su recomendacién se apoyaba en las difi dria la préctica del psicoanalista frente a ese nue ue te presenta ribetes tan especifcos, tan enigmarng eer Ue Freud dijo no, y veremos por qué cos; frente a eso, gerencia no impidié que él mismo dedi a reflexionar acerca de la psicosis, no agit 1 IPA: International Peychoanalytical Associag; ternacional de Psicoandlisis). ‘ation ~ Asociaci ‘én In- Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS 17 paradigmatico, el que escribié sobre el caso Schreber, sino en una cantidad de textos que abordan esta cuestién. Entonces Freud dijo no, pero Lacan, sobre todo en el co- mienzo de su ensefianza, en la primera época, definida como la de w un a estructuralista (aui e tacento en la prims Entonces tenemos un abanico q que parte desde un no, el de Freud, a un Lacan que no dijo que st, pero que abrié una perspectiva distinta. Para desarrollarla hay que dejarse guiar por el titulo de ese escrito, que acompaiia al Seminario 3 Las psicosis,* titulado “De una cuestién preliminar a todo trata- miento posible de la psicosis”.* Como se puede apreciar es un titulo muy prudente, y con- sidero que esta prudencia debe ser articulada con esa brijula que Lacan nos proveyé a partir de afirmar que! orque de hacerlo dejaria a los sujetos que responden a esa estructura a merced de otras ofertas terapéuticas que son altamente cuestiona- bles, al menos desde nuestra perspectiva. Todo espacio clinico, politico y epistémico que no se ocupa o se abandona, es tomado por otro. Es una cuestién de légica minima. Esta légica es para tenerla muy en cuenta ya que actual- mente existe, en el amplio terreno de la salud mental, una tendencia preocupante y que plantea una polémica que hay que sostener en el mundo actual, acerca de si el psicoandlisis puede dar cuenta, si tiene algo que ofrecer a ese fenémeno clinico, enigmatico llamado autismo. Suponer o intentar decretar que el psicoandlisis es inope- rante y est4 contraindicado para el tratamiento del autismo suele responder a intereses que provienen de las neurociencias en su alianza con las terapias conductivas comportamentales. 2 Lacan, J., El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidés, Barcelona, 1984, 3 Lacan, J., “De una cuestién preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Escritos 2, Siglo Veintiuno editores, Buenos Aires, 1989, Escaneado con CamScannerOscar ZACK sicosis Para comenzar @ ubicar la posicién de Freud es necesarig aa de la importancia que le adjudica al diagnéstico dife. renal importancia que podemos constatar a partir del texto rencial gobre la IniciaciOn del Tratamiento”, Alli Freud pone de relieve el valor que Loy el tiempo ini. le ensayo”, cial Hamado “ En ese trabajo, advierte la 1 p. mento inicial donde le . Freud nos recuerda, preocupado por instalar el re. conocimiento social del psicoandlisis, el descrédito que caeria sobre la joven ciencia, si perdiésemos la correcta orientacién respecto a quiénes ofertar la experiencia analitica. : Desde esta perspectiva no es un tema menor arribar acier. ta precisién diagnéstica respecto a qué estructura esta ubica- do un sujeto. : : Una precision diagnéstica orientaré al analista en la direc. cién de la cura. : La clinica discontinua al diferenciar con precision la psico- sis de la neurosis le instituye un trascendente valor al diag- néstico diferencial. Freud advierte que no es inusual que algunos sujetos que se presentan a la consulta lo hagan manifestando lo que en apariencia serian sintomas histéricos 0 sintomas obsesivos. Para el analista es necesario descartar si no se trata de pa- cientes que bajo estos sintomas esconden una demencia pre- coz 0 psicosis, que, segtin la terminologia que uno utilice se puede tratar de una esquizofrenia al decir de Bleuler, o de una parafrenia al decir de Freud; quien subraya que estas patolo- gias muchas veces se presentan pasado cierto tiempo. Fundamenta la necesidad diagnéstica en el hecho de que si el analista comete este yerro practico -esta es una expresién literal, “yerro préctico”— comete una equivocacién y genera un gasto inutil para el enfermo, y desacredita el procedimiento analitico. En el articulo que estoy comentando podemos leer: “Si et enfermo no padece de histeria ni de neurosis obsesiva, sino de Escaneado con CamScannerVIGENOIA DE LAB PAICONB 19 parafrenia, 61 oa decir, ol paicoanaliata— no podré mantener su promesa de curacién, y por so tiene unos motivos particu. larmente serios para ovitar el error dingndatico”.“ Esta preocupacién freudiana no es banal ya pone en juego la ética en la cual el analista se debe sostener en su practic Errar en el diagnéstico, puede generar el “ Entonces, frente a la incertidumbre diagnéstica, siempre es mejor ser prudente, y darse todo el tiempo necesario para alcanzar algunas precisiones que permitan sostenerse en el diagnéstico mas preciso posible. Dicho en otras palabras, frente a una incertidumbre, es preferible suponer que se trata de una potencial psicosis no desencadenada que de una neurosis “un poquito rara”. Cuando el discurso del sujeto que consulta no entra cémo- damente en el corsé de la neurosis, cuando ese diagnéstico le chinga demasiado, es aconsejable recurrir al recurso de la prudencia. La posicién de Freud es terminante: “la psicosis es indécil al psicoandlisis”, posicién cuestionable a partir de la ensefian- za de Lacan, que permite abrir un poco el abanico conceptual. Se podria decir “esta bien, podemos a regafiadientes coinci- dir con Freud”, siempre y cuando aclaremos que es al psicoa- nélisis pensado para y desde la neurosis. 4 Freud, S., “Sobre la iniciacién del tratamiento”, Obras Completas, t. XII, Amorrortu, Buenos Aires, 1985, p. 126 Escaneado con CamScannerNT Nin” 20 Oscan Zacn Entonces: indécil a exe psicoandlisis, pero cabe la preg, ta: ges indécil al psicoanalista? — — La psicosis no es indécil al psicoanalista, siempre y cuang, se tenga Ia flexibilidad en la préctica para adecuar las inter, venciones a la particularidad de la estructura, y a la singy),_ ridad del caso. ' Es habitual escuchar en los controles de los jévenes pract;, cantes que las preguntas que el psicoanalista se hace frente , una psicosis, estan imbuidas de una urgencia distinta que lag que se formula cuando conduce la cura de una neurosis, Por ejemplo, un psicoanalista puede venir a consultar a una supervisién bajo la pregunta: “qué hacer frente al pa. ciente que amenaza con suicidarse?”. {Qué estatuto darle a esa amenaza, cémo escucharla? {Qué precauciones tomar? Preguntas que no sdlo estén motivadas por una cuestién legal, porque el psicoanalista puede verse inmerso en una proble. matica legal, sino también por una cuestién ética: {qué hacer frente a esa amenaza? {Cémo evaluar la posibilidad cierta de que un sujeto realice un pasaje al acto? Esta posibilidad inquietante se encuentra un poco reduci- da cuando el analizante se inscribe claramente en el campo de Ja neurosis. Los psicoanalistas podemos encontrarnos con manifesta- ciones de una angustia desbordante, con la verbalizacién de fantasmas, en general en la histeria, articulados al deseo de morirse; o también en el neurético obsesivo puede emerger, en la trama de su rumia mental, la dimensién mortificante y atormentante proveniente del superyé que en ocasiones puede desencadenar fantasias que hacen le hacen pensar que la sali- da frente a esa problematica gozosa es la muerte. Hay que distinguir la diferencia existente entre la amena- za de muerte sufrida por el sujeto a la muerte de la persona en la cual ese sujeto se sostiene. Frente a estas problematicas es importante poder preci- sar el estatuto que poseen para el sufriente las ideas suicidas: éSon una solucién posible? {Son la puerta de salida para él tormento? {Fantasmas 0 aviso de pasaje al acto? Estas Preguntas adquieren otra densidad cuando se trat@ de un sujeto que se inscribe en una estructura psicética. Escaneado con CamScannerVIQENOIA DE LAB PRIGORIS a No es lo miamo cuando aparece de manera fantasmation una verborragia de palabras que las voces que #6 escuchan en las alucinaciones, Cuando la voz empuja al pasaje al acto no es sencillo poder decir “no . Frente a la vociferacién que dice que “la solucién, Ja salida, es la muerte”, la dialectizacién de este imperative suele ser una tarea dificil, Es por algunas de estas razones que adquiere relevancia la precisién diagnostica para tratar de saber con la mayor preci- sién posible las coordenadas que determinan la estructura de cada quien. Para nosotros es una cuestién de principios sostener que no hay categorfas universales que nos puedan orientar en el arte del diagnéstico. Es un “deber” del psicoandlisis y de los psicoanalistas no ceder en este terreno para de esta forma evitar que estas pro- blemAticas queden bajo las terapéuticas que emanan desde las neurociencias y de las TCC que pretenden, bajo categorias clasificatorias universales, dejar de lado la singularidad. La perspectiva universalizante, al forcluir la singularidad, aspira a conformar los conjuntos abiertos: jtodos bipolares, to- dos depresivos! Por ejemplo, si se manifiesta cierta alternancia entre la tristeza y la alegria, diagnéstico asegurado: es un bipolar; si estA contento en demasia es un maniaco, 0 si se bajonea con alguna regularidad es un depresivo. ‘Asi se va construyendo una légica infernal de la cual se hace dificil salir. Una practica clinica que se propone universalizar el pade- cimiento, que funda su existencia en el para todos, se sostiene, lo sepa o no lo sepa, en una alianza con la clinica del medica- mento, con el todos medicados. Siempre hay un antidepresivo de ultima generaci6n para ofrecerle al consumidor moderno. Un paradigma para el sujeto contemporéneo podria ser: cada uno con su Alplax, su Valium, su Rivotril, su etc, en el bolsillo. Escaneado con CamScanner2c La solucion prét-a-porter amentalistas hay que recordar que no Para no parecer fund: rec p los avances de la medicina, de lo que se trata de prescindir de Ahora bien: para retomar la cuestién de Freud y la psico- sis es necesario tomar como referencia a dos textos del afio 1895 -o sea previos al de la interpretacién de los suefios— los manuscritos G y H. Allf nos encontramos con un Freud casi pre-psicoanalitico donde se empieza a captar su preocupacién cientffica para ir construyendo el corpus tedrico de una nue- va ciencia. Nueva ciencia alejada de la neurologia como asi también alejada de esa practica un poco esotérica que era el hipnotismo. Esta btisqueda, su investigacién, lo van acercando a la creacién y/o la invencién del psicoandlisis. Recordemos que en el manuscrito G, Freud reflexiona acer- ca de la melancolfa, y en el manuscrito H, acerca de la para- noia.* Es interesante volver a esos textos, que son de alguna ma- nera fundacionales acerca de esta problematica que estamos tratando de abordar, y también se constituyen en el antece- dente de ese texto princeps acerca de la psicosis que es el tra- bajo sobre eliPHesidenitelSchreber*dem911. Es en este ultimo en Freud no conocié a Schreber, nunca lo entrevist6, lo que lle- 5 Freud, S,, “Manuscrito G: Melancolie”, “Manuscrito H: Paranoia’, 'Fragmentos de la correspondencia con Flies”, Obras Completas, t. I, Amorrortu, Buenos Aires, 1985. 6 — 8. ‘Puntualsaooes sobre un caso de paranoia (Demen- ides) descrito autobiogréficamente”, Amorrortu, Buenos Aires, 1985, eee Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS 23 g6 a sus manos fue ese escrito tan singular titulado Memorias de un neurépata,’ y que a partir de su lectura lo convirtié en un texto célebre para el campo analitico. E] libro de Schreber tuvo un destino auspicioso en la me- dida en que encontré el partenaire adecuado, de otro modo hubiera quedado perdido en el olvido, como muchas produccio- nes de sujetos psicéticos. Hay que advertir que no es un libro de facil lectura, pero Freud pudo, a partir de él, precisar una légica de la paranoia, que le permitié afios después a Lacan extraerle un nuevo saber, darle una vuelta mas. No hay que olvidar otras contribuciones freudianas como “La pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis” (1924),* “De la historia de una neurosis infantil (Caso del «Hombre de los Lobos»)” (1918),° donde hay una polémica histérica que en- tretuvo a los psicoanalistas acerca de qué estructura se trata en el caso de este paciente de Freud. Si bien Freud no le dedicé una excesiva atencién a la cues- tién de la psicosis es posible captar algunos desarrollos que permiten ir ubicando algunos mojones que denotan su preocu- pacion por el tema desde una perspectiva conceptual que nos suelen funcionar como una brdjula para la practica. Si bien los conceptos no dicen cémo analizar, no son una guia préc- tica, suelen ofrecer una orientacién para la accién analitica. Una practica siempre debe sustentarse en un fundamento epistémic 7 Schreber, D., P., Memorias de un neurdpata, Centro Editor Ar- gentino, Buenos Aires, 2010. oon 8 Freud, S., “La pérdida de realidad en la neurosis y en la psicosis”, Obras Completas, t. XIX, Amorrortu, Buenos Aires, 1985. 9 Freud, S., “De la historia de una neurosis infantil (Caso del ‘Hom- bre de los Lobos’)”, Obras Completas, t. XVII, Amorrortu, Buenos Aires, 1985. Escaneado con CamScannerLK) oA Osan Zecn algunasdiferengias con el UAE Ue Cb tN Bireceidrn dy ur lube In pregunta "jcudl es ol fundamento en que se sostie. no ona diferencin?", La respuesta se Ia encuentra @ partir ag un hecho fundamental que establece una separacion radieg| ontre las oxtructuras clinicns, Mitratadedadorchasionedetgig: nifleante del Nombre del Padre, En onte tiempo de Ja ensefianza de Lacanplaspresenciay ausencia del Nombre del Padre, que posibilita o no la constity. cién de la methfora paterna, delimita el campo de la neurosi, del campo dela pricosis. La presencia o no de ese significante primordial en la es tructura divide los campos. Esta perspectiva comanda la direccion de la cura. No es una cuestién menor poder constatar la existencia del significante primordial, 0 cudndo el mismo esta forcluido, es decir, que al sujeto le falta ese significante articulador de la cadena discursiva. Hay que saber que los sujetos afectados por este fenédmeno estdn impedidos de sostenerse sélidamente en un discurso. El psicético esta fuera de discurso pero no fuera del Ten- guaje. A consecuencia dedayforelusionse podr verificar la ausen- cia de la significacién félica, razon por la cual el enfermo se encontraré a merced de la metonimia significante, razén por la cual estard impedido, entre otras cuestiones, de establecer una relacién transferencial con el Sujeto supuesto Saber. La transferencia en la psicosis se manifiesta de forma ero" tomanfaca. ’ Esta particularidad de la transferencia es lo que conduce al Psicoanalista a que ndjpueda hacer un uso de la interpretacion como lo hace en la neurosis, m= la paionsia forclusién mediante, se encuentra una sig- nincativa disyuncién entre los tres registros (Real-Imagina- nio-Simbélico), lo que ‘dificulta notoriamente la funcién de la poem falica; perturbando y/o forcluyendo la regulacién el goce félico, dando lugar a la manife i sin medidardclObe ‘anifestacién del goce, Por alguna de estas razones €s sustentable el argumento Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS 25 por el cual se afirmarquelellpsicotige esta fuera del discurso, y por lo tanto hace un uso di ‘ivo de la palabra en la medida en que estd ausente la relacién entre la met4fora y metoni- mia, que si esté presentelenllalneurosis. Es por este motivo, entre otros, que no se puede invitar al paciente a que se zambulla en el campo de la asociacién libre. Una de las consecuencias de la forclusién del Nombre del. Padre es que la palabraldel sujeto se manifiesta a través de una verborragia metonimica que carece de punto de capitén que en ocasiones viene acompafiado de la produccién de un marcado desorden corporal. Una pequefia digresién: estas referencias tedricas se ins- criben en la primera época de la ensefianza de Lacan, época de la primacia de lo simbélico. Epoca que coincide histéricamente con los comienzos del tiempo de la declinacién de la imago paterna, época del um- bral de lo contempordneo que fue definido por Jacques-Alain Miller como de la inexistencia del Otro o del declive de la fun- cién paterna. Como consecuencias de esto comienzan las expresiones en las cuales se manifiesta un marcado desorden de lo real, que tienen consecuencias inéditas y novedosas en la vida subjeti- va, razén por la cual el psicoandlisis ha tenido que aggiornar- se y encontrar nuevos conceptos o nuevas orientaciones para estar a la altura de la subjetividad de la época. Nuestra prdctica ya no puede estar solamente orientada por la presencia o no del Nombre del Padre, en la medida en que hemos transitado un recorrido que nos lleva a considerar a la forclusién como un mecanismo generalizado. Hemos pasado de 1a forclusion.delsNombre del Padre a la forclusién generalizada. Asi la forclusién deja de ser solamente un mecanismo cons- titutivo de la psicosis para ser elevado a un dato de estructura que va a producir un cambio de: paradigma que permite pasar de una clinica enmarcada en la primacia de lo simbélico a una clinica orientada porila primacfa de lo real. Una nueva brijula para la direccién de la cura: la orienta- ei6n porlo.real. Un real que ya no es el real de la ciencia, permeable en Escaneado con CamScannerial 26 Jo simbélico, sino es-Alain Mill arte a vo paradigma Jacdu ler 7 rtir de este nue Le ee amos considerar un nuevo concepto, despejado Jo que podriam aside ine a desi que os fc desarrollaré mas adelante: O orque nos Esta referencia posee una riqueza @! introduce en una IF édita categoria diagnéstica que nos perm; e salir del inarismo neuros!s —psicosis, del binarismo forch te sali bi : sion si o no del Nombre del Padre. : 5 = ena manera la; j rmite alojar de la Duer 8 Esta perspectiva pel ‘a los consultorios 0 a los hos. actuales que legan a Se aeaandal que, en ocasiones, NO suelen no tener las rman clasicas sino que se inscriben bajo la égida de lo que llamamos las nuevas formas del sintoma. Entonces, ya tenemos no solamente la psicosis clasicas (es- quizofrenia, paranoia, melancolia, etc.) sino también la ordi- naria, que es la que se adecua muy claramente a las coordena- das de la subjetividad que se impone en el siglo XXI. La perspectiva propuesta serd la de desarrollar las coor- denadas clinicas y epistémicas que transmite Lacan en el Seminario 3, Las psicosis, y, en la medida de lo posible, su articulacién con la ultima ensefianza de Lacan que se articula en Seminario 20, Aun y fundamentalmente en el Seminario 23, El sinthome. Vale recordar, lo que no es un hecho menor, que Lacan hace su entrada al psicoandlisis de la mano de la psiquiatria. on Los eee de Freud fueron a partir de la neurologia, fue n neurdlogo que devino psicoanalista —que inventé el psicoa- ae Pero nunca se consideré un psiquiatra. can si lo fue, a tal punto que la ultima gran tesis de la psiquiatria clasica se | él, publi i Bena ee } 7 debemos a él, publicada en 1932 bajo nalidad, en donde ae notea Y su relacién con la perso- autocastigo”. i el caso Aimée o la “paranoia de go”. También en este texto Lacan hacen analisis Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS, 27 muy fino del crimen de las hermanas Papin, que fue un caso muy emblemético en Francia, allé por los afios 30, y que le permitié a Jean Genet escribir su obra titulada Las criadas, basada en ese hecho real. Nuestro camino tendré siempre presente que cuando nos referimos a una ef i En la psicosis se van a hacer presente las mismas catego- rias que en la ne is, de ta a i orma que: teal Otro. No hay que perder de vista que una estructura nunca se va a reducir a un fenémeno empirico, nunca se la va a considerar como si se tratase o dependiese de un orden natural. La “estructura” es un concepto, muy desarrollado por Fer- dinand de Saussure y por Lévi-Strauss, que permite articular y establecer una sistematizacién de fenémenos aparentemen- te desarticulados pero que responden a una légica regulada por las leyes de lo simbélico. El sujeto viviente al hacer su entrada al mundo del len- guaje se encontrara bajo los efectos de la estructura simbdlica transmitida por su Otro y como consecuencia moldearé sus condiciones de goce de tal forma que tendra que hacerse res- ponsable de lo que condiciona su singularidad. _ Hay una estructura estructurante y una estructura estruc-_ (@urada y es en la dialéctica entre ambas donde se juega el destino pulsional, el destino de goce, de cada quien. Ahora, cabe recordar que en la perspectiva clasica del es- tructuralismo se pierde el lugar del sujeto, razén por lo cual Lacan va separdndose de esa concepcién y va construyendo un uso diferenciado de esta para poder articularla con la presen- cia de aquel. Es el pasaje que va de la estructura completa a Ja estructura afectada por la c i Escaneado con CamScanner= ee Oscan ZACK 28 | nuestro, invitee NO dejar nunca de lado eiemipuja al sujeto a implicarse oandlisis, € rio de aquello de lo que se ha reaponsabitidad eubjetiva at como participe y/o agente neces#l tre padece. queja: delodue/PiTiacionar la interpretacion, realizada des. cana la cual el paciente suele consi- ve tasma, en u de Ia ventana del fan peice vi ello que e una victima de aqu aque aaa quien enuncié en su escrito ‘Acerca de la causa. lidad psiquica” un sintagma esclarecedor: “la insondable deci- jn del ser”. a : Dicho en otros términos: el sujeto siempre - coeeneabe de su condicién de goce, siempre es responsable de eure Entonces, articulando la estructura con la insondable deci- ite posicionarnos de otra sion del ser, abre el campo que perm de ot manera frente a las rarezas discursivas del sujeto psicético, siempre y cuando tengamos presente que de lo que el sujeto padece, de lo que el sujeto sufre, de lo que lo atormenta, siem- pre es responsable, y a partir de esto intentar que el andlisis lo conduzca a poder hacer algo distinto con ese goce atormen- tante que se presenta fuera de la ley simbdlica. Siempre algo queda por hacer, siempre es valido intentar una nueva estabilizacién en la medida en que no pretendamos encorsetar ese goce bajo las coordenadas del Nombre del Pa- dre. Intentarlo no solo es suponer que la cura de la psicosis es la neurosis, sino que ese intento.conduciriayallompeors Forcluido el Nombre del Padre el psicoanalista va a fraca- sar si intenta construir uno. Esta perspectiva determina que la accién analitica, inter- Bretacion ‘Y ACtO, Vaca: renunciar a la busqueda de la significa- gon falica, va a renunciar a intentar producir el sujeto dividi- Va a renunciar ala busqueda de la asociacién libre. a matin intentara ir produciendo un aco- areas pre pomeet lo un freno en la metonimia signi- Reeser ar ren pecnaris Para ir acotando el delirio in- cinaciones-o los desquicios del cuerpo que El psic estabilizacion, aunque no siempre sea posible, que le permita , andar un poco mas ordenadamente en Ta-vida Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS 29 Es por alguno de estos argumentos que pensamos que lo mejor que le puede pasar a un sujeto psicdtico es encontrarse con un paicoanalista de nuestra orientacién, que no lo condene a hacer de su padecimiento un déficit orgénico, que evite su psiquiatrizacién, que no lo conmine a una cura medicamento- sa, No siempre se puede, no siempre se consigue, pero siempre vale la pena intentarlo. Es en este punto fundamental en el que la psicosis desafia la idoneidad y la creatividad en nuestra practica. En la ensefianza de Lacan respecto a la psicosis es necesa- rio, como ya he sefialado, escandir dos momentos fundamen- tales. El punto de partida —para decirlo de alguna forma—es el Seminario 3, del afio 55-56, titulado “La psicosis”, y el escrito que acompafia a este seminario, “De una cuestién preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”; y un segundo mo- mento, veinte afios después, en el Seminario 23, donde Lacan sorprende con la introduccién de un nuevo concepto: el sintho- me, concepto despejado a partir del andlisis que realiza acerca de la escritura de Joyce. Lacan, como Freud con Schreber, nunca atendié adap quien siempre se negé al psicoandlisis, cuestién que no le im- pidié diagnosticarlo como uni a. Joyce no era alguien que andaba delirando por la vida, si bien tuyo una hij igofrénica, pero ha escrito textos como , que son casi ilegibles, sobre todo Ahora, {dénde se apoya Lacan para deducir la psicosis no desencadenada de Joyce? Noes solamente a partir de los libros antes citados sino que es a consecuencia de la interpretacién deun detalle que esté presente en la novela Retrato del artista adolescente, que posee muchas referencias autobiogrdficas. En la novela se relata una escena que experimenta Stephan Escaneado con CamScanner” aca ZAOK a on la cutel atte Une qalpiaa por parte de algunos de 68 ee, yaioroe ¥ lo rolovante eF que alonte nada, wolo wie poquena tian yoflere NO nontir dolar, emai ny ira que Ae osfuma en un in on Lacan io dowtac Esta descripein Ahora bien en ‘el seminario 23 Lacali 8¢ aparta de la clinica discontinuista, estructural, sustentada‘en la nosografia clasi- ca (psicosis, neurosis Y perversion) yva afianzando las bases de la Hamada ign generalizada. ‘La consecuencia de do delira”, que no quiere decir que todo el mundo e& psicético. {Todos delir: ‘A partir del Seminario 23 se van redefiniendo algunos co ceptos e jntroduciendo otros. eee con la articulacion porromea de los tres ani- (siml rio y real), sino que hay que jntroducit jue permite orientarnos en una Con la perspectiva abic ; F ralizada se abre el cai abierta a partir de la forclu: Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS v ia El concepto de real ha sufrido una mutacién respecto de la conceptualizacién que esta presente en el Seminario 11. En este, luego de preguntarse “;qué es el psic isi: ponde. Esta respuesta permite captar i a. Este real es equiparable al real de la ciencia, afectado por le- yes que determinan su funcionamiento y su existencia. Esta concepcién de lo real responde a la afirmacién de Ga- lileo: “la naturaleza esta escrita en lenguaje matematico”, fér- mula verdaderamente insurrecta para su época. Con esta proposicién se capta que el real de la ciencia al- berga un saber que puede y debe ser expuesto. Con el desarrollo y el avance cientifico se hace posible ex- traer el saber que anida en la naturaleza, en lo real, un saber que esta alli. Como ejemplo: la ley de gravedad alberga su ordenamiento como ley escrita en lenguaje matemitico, se- gun la cual los cuerpos saben cémo atraerse, saben la relacién existente entre la masa, la aceleraci6n, la fuerza, etcétera, sa- ber que determina a que cada cuerpo “sepa” cémo caer; que los planetas “sepan” por qué no chocan, etcétera. Asi se constituye el real con ley, real de la ciencia, per- Esta formulacién de lo real comienza a ser reformulado a partir del Seminario 17, El reverso del psicoandlisis, continia en el Seminario 20, Aun, el Seminario 21, Los desengafia- dos se enganan o lo - s nombres del padre; el Seminario 23, sinthome. En estos, y hasta el final de su ensefianza,' simbélico Escaneado con CamScanner‘— Oscan ZACK . . . finitivamente de la ciencia y ge my, det a : Este real se oP itudes contingentes que UN sujeto exp, nifestard en las vi jmentara. : IE La contingencia, el azar, We lo necesario = Si lo real es imposible, se constituye asi como del oy, i Jo contingente es necesario. inos: tro del sujeto con e} } i tros términos: el encuen! bn. sone on elencuentro.dealengua convelicugyy ee por estructura, contingente y hace de este un ‘hecho Peet que introduce un goce articulado a la pulsion de Jorden de lo necesario-y que cumple ¢o, muerte, que es del eu 0 la nD ser una matriz, tanto para la repeticion (decir, hacer y gozar siempre de lo mismo, pero con alguna diferen. cia), como para la iteracién (hacer y gozar siempre delo mis. mosgcasisinidiferencia). oe Es bajo el contexto de este acontecimiento que se hace presente la pulsién, cuyo circuito pivotea alrededor del goce experimentado en el encuentro traumatico, contingente, de Jalengua con el cuerpo. Desde el prisma del real sin ley se instituyen algunas dife- rencias respecto a la prdctica analitica, en la medida que asi orientados, se advierte que se trata de un real que escapa al sentido. El horizonte de la direccién de la cura al renunciar a la btisqueda de un sentido nuevo intentaré aeompanarallanalin zante al encuentro con el sinsentido o con el fuera del sentido. Esta matriz permite alojar, con mas recursos, a aquelique paradigmaticamentelselinscribe por fuera del sentido, y este no es otro que el discurso del sujeto Psicétito. _tAnalistas, abstenerse de tratar de entender lo que dice el a ae amare, se.trata de escuchar lo que dice el psicé- ch Ss entender. ie va Ss las voces? éCémo entender las alucina-cio- a — ee ea ee ealitios! Voces, delirios, alucinacio- son objetivas para el suj a indubitable para quien las |padece, teen ‘ujeto, vienen de afuera, de lo real. éQuién duda que las voces existan? Men Poseen un sentido para quien pie eae un imperativo que orde, n as escucha, empero suelen se nan, habitualmente, a la realizacion Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOS'S 33 de actos que estén fuera de sentido, que obligan al sujeto a acciones que en ocasiones suelen incluso contradecir eu moral y su ética. jAnalistas no olvidar que “todo el mundo delira” que todos navegamos por los mares del sinsentido, por los mares del fuera de sentido! {Es posible encontrarle un sentido al trauma? Su constitucién responde al hecho de que vehiculiza un goce que escapa a la simbolizacién, que sefiala un recorrido pulsional, que ubica un encuentro con lo real. Valga como ejemplo una experiencia que todo sujeto segu- ramente ha experimentado en alguna ocasién: la pesadilla. {Qué sentido tiene la misma? Esta puede servir para ilustrar lo traumatico. Es una expe- riencia que subvierte la teoria clasica que dice que el suefio es una realizacién de deseos o que su funcién es ser el guardién del dormir, y dada su caracteristica permite ubicar cémo el goce traumatico retorna produciendo un encuentro alucina- torio con lo real, por cuyo efecto despierta al sofiante. La pe- sadilla es un suefio que esta més alla del principio del placer y pone de manifiesto la dimensién singular de lo traumatico. Llegado a este punto es util instituir una ae ste binarismo, que adquiere mayor relieve en la ultima engefianza de Lacan estd, de alguna manera, presente en su primera ensefianza. Hay que recordar que su ensefianza es una sola, y cuando ubicamos una primera y su diferencia con la ultima, es como ensefié J.-A. Miller, una articulacién de Lacan contra Lacan, uno no es sin el otro. Ni la perspectiva borromea es una verdad revelada ni la nostalgia del Nombre del Padre es el punto de capitén de su ensefianza, Escaneado con CamScannerOscar ZACK 34 una barrérang, | goce hay Sita) el deseo y © barrera del a prnere econetuye tee amb conan ma que jaléctica ; ‘ fi & ‘empero hay ne pete “Bubversién del oe ile. ue 8e one bear Jeemos que “la cas' pierce ec tica del deseo”. - el goce sea a a eda sey ue es preciso Ue © vertida de Ja ley de wan Araneae en la ee porque en ella Lacan Instituye Es una proposicion del goce, uno que debe ser rechazaq, al menos dos ST a del goce proveniente del supery6, —se trata del ie oor coe y otro que se encuentra a} rticulado i6n, tur por ut camino que ord Is cesta ¥ due ge nera las condiciones para encontrar w 7 deseo y un goce posible. nants el PSS las llaves para abrir las puertas de la salida de i ‘No al goce deliOtroyy,si.a.un nuevo anudamientoyar umnue- swolareglo que permite apaciguar el tormento en la PSICOSis, Dicho una forma valida para la neurosis: “transitar Por el camino del deseo sin temor y sin piedad”, via presentada en el Seminario La ética del psicoandlisis, para que un sujeto pueda desarticular lo que del goce le impide encaminarse en ¢] camino de su deseo, para poder separar esas dos dimensiones de la pulsién, y poder inventar un arreglo distinto al arreglo neurético. Otro camino exige el campo de la psicosis donde la cura adquiere otro ribete, ya que si bien en ellala Posee una articulacién conforme a esté ausente la constitucién ed{pic; forclusién es impedir que se cons' Edipo conforme a cémo Lacan lo ee aH primer tiempo signado por la relacién tituyéndose en i Shien e aa ca aaa Se Sostener la Premisa que el psicéti — x 1 lenguaje aceptamos decir q e Psicético esta inmerso en ¢ manera distinta a eémo fon castracién opera, empero de el {enguaje pero fuera de discurss eee on pumeteo esté di P . dificultado yio impedido de hacer Lae el psi Por ejemplo, castracién existe, una estructura en la que ‘a. Uno de los efectos de la tituya los tres tiempos del Plantea, y donde el sujeto Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS Almoyoperarslasmetéforaspaternay que escribe de un solo trazo el Edipo freudiano y “Totem y tabu”, sélconstatalalaus e. La metafora paterna, introduzco brevemente el tema, es una escritura que se constituye a partir de la sustitucién del padre y de la madre por significantes: “Nombre del Padre” vie- ne al lugar del padre, y el “Deseo de la Madre” al de la madre. ‘al-discurso.ele-sometimie el lazoe En este tiempo de la ensefianza de Lacan, hay que consi- derar siempre que el padre existe a consecuencia que existe el significante. Se puede ser padre porque existe el significante que lo nombra; una vez nombrado puede a su vez nombrar. Del Nombre del Padre al Padre del Nombre. He aqui una diferencia insoslayable con el reino animal. Los animales no son ni padres ni madres, solo son genitores. El ser humano no coincide con el ser viviente mal que les pese a aquellos que confunden cuerpo con organismo, que confunde ser humano con ser viviente. Seguimos en la préxima. Escaneado con CamScannerLa clase anterior habia concluido haciendo un breve co- mentario respecto de una cita del escrito “De una cuestién preliminar...”, en la cual se subrayaba la articulacién entre el mecanismo de la forclusién y el desencadenamiento de la psicosis, a partir del encuentro con Un padre en lo real, recal- cando que por el efecto de la forclusién se rompe la estabiliza- cién alcanzada hasta ese momento, poniéndose de manifiesto la disyuncién entre el sentido y el goce del cuerpo. Es decir que la conjuncién entre el goce del cuerpo y el sen- tido gozado, previo al desencadenamiento, tenia una consis- tencia precaria, pero aun asi impedia la disyuncién, el des- anudamiento, entre estos. De esta forma quedé ubicado un concepto central —que en Ja perspectiva de la clinica borromea es extensivo tanto para la psicosis como también para la neurosis sin Ia com duce de ma- psicosis como eralizar, tanto para la Escaneado con CamScanner102 una nueva brijula que orienta la Peg, 18, ticg r0si8; ; Ia new ra ilustr: ara” e Lacan pa! ar esta pe, itica- e recur ce @ parti TED ee, el model? sign encontrada por Joyee 8 Pattir de oy Teen, uci iva es la 80) . i escritura. «La ultima_vez me ermit{ definir Oo 0 Asi 8 recuerdo inci lentalm, i iento lo que 9) nete -hagan con mi pensamien: ue quie come la clave de lo que le habfa got ttn, qui Scurridg a lo que he pe Pensé que a! dyes’ tiene un sintoma que parte de que su Padre Cra a, “Joyce i nte, solo habla de eso, He cent, rents eae ial nombre propio, y he pensado, hagae : la cosa alre pial este pensamiento, que por querer hacerge ty om naa Joyce compensé la carencia paterna”, cee claro que el arte de Joyce es algo que el término sinthome es justo lo que le com ‘an Particule 1 La iniciativa del Otro, fenémeno clini en la psicosis, expresa a cielo del goce perturbador y enlo. Retomando lo anterior: con e] concepto duce el estallido del Nombre del Padre, mordial, cuy; ‘as esquirlas se alojan bajo nombres de] Padre. Bajo esta CO que se manifiesta dimensién invasiva el sujeto. de suplencia se pro- Como significante pri- la pluralizacién de los quecedor para to es necesario Yomper con un imagi- 8 Y permitir alojar una subversiva — * Lacan, 4, El inari, “ 8, 2006, b aminario, Libro 23, El sinthome, Paidés, Buen Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE Las PSICOsi IS aque aporta el psicoandlisi oe a partir de un ee iSiel padre " t no tienen el mi » 8@ pu 8e consti nos ismo padre! ede afirmar titty Que: log anos Pr Wp os core qistin' ‘siones contorme al Perso, 18 on la pluralizacion de los perteblaass de eae que sopo, gone to de suplencia que es la es del padre sont - ar ae oi bien tiene a la paloasresPuesta al 8e jerarqui wien Pare dar cuenta de la me como referen To estra. scomo 1a metdfora paterna es aad Cia &8 Vélidg pac del sintoma, de su envoltu: lundamento gat nombre debpadre esté en el eo formal, la pate la for. Estas. coordenadas conceptual damento del si ralizacién ja suplencia es Un modo Sai invitan a consi a entre el significante y el goce: Sseneranin aaiee are De esta forma se produce uni a slitica ya que Se abandona el alee de la clini desde la lente de la neurosis. para’ bene pensar la cana ase : vita de la psicosis. a pensar la neurosis Jar que el Solirio, la cuestién de la psicosis clisi liad , pensemos en Schreber, cum sica cabe sefia- . one jora para el sujeto en la medi in ple una funcién a ae que funciona como ae que se trata de a fora ee que es un intento de dar a metéfora, la me- cai na de lo real. Por intermedio del neni sentido a lo que ies ee aquellos significantes Pie ieatenaeers ate significaciones singulares fue) SISTER Da terminar el goce que | que estan al servicio de alsujeto lo perturba y en ese movimi " aan hay en él. jovirmiento situar io es un relato si terieelins epee del — individual, que posibilita suplencia a la forclusi o, al cumplir su funcién de ser nett novedosa pe lusion ‘del significante primordial: matt clinica de ee abre a la consideracion de la i de los nombres ae que se articula a Ja plurali- Con la perspecti padre. ma ee borromea adquiere Oh no Peicética, todos delirantes, enton . , estructural que 8 desp: consistencia el si- ceshaygun para- Es Scaneado con CamScannerOscar Zack 104 uenta d, Jarar, una vez més, que todos delirantes coe clarar, 2 oy te sticoe. La presencia 0 no del Nombre del Padre ee. cande la diferencia. icoandlisis sin el Nombre Cabe aa ie Clete al Nombre de] Pads! Pa, are sera un delirios pero terion allé del padre, tambien! mite Ser a, posibilita no medir la Psicosis y/o la 8icogig eal con la medida de la norma edfpica, con Ja ™edida ent de la clinica universal del delirio es que la refe, rencia estd vacia siempre. Si hay verdad, noes adecuacién de a palabra y de la cosa, es interna al decir, o sea ala articula. cién, En este sentido, el significante, en tanto que se artion la al significante, implica que la referencia este vacia, y esto es lo que constituye a lo simbélico como un orden, e] orden simbélico como Lacan lo llamo”. “La referencia vacia, écémo encarnarla? Nada es mAs simple si se mantiene que la clinica freudiana gira toda entera alrededor de un objets te, el pene de la madre”? El pene de la madre, un nombre de la castracion, triz del delirio que se desprende de la clinica freuc medida en que le demos el lu; ria pero no suficiente, La lamada primera clinica, la estructuralista, piensa la psicosis desde la rendija de la neurosis, la Ultima clinica, la borromea, piensa la neurosis desde la ranura de la psicosis. Entonces eg ematicamente y de manera abreviada: 0 que no exis. es la ma. diana en la gar de ser una referencia necesa- 2 Miller, J.-A, “Ironta’, y, A ir » Uno Por Uno, 5 i. icoand- lis, Ediciones alg, Bareelone 2 Revista mundial de psicon ro. 34, marzo/abril de 1993, P- Escaneado con CamScanneri VIGENCIA DE LAS Psicogis 1 vio Pascal: “los hombres son necega: de que no serlo constituiria cent 7 lente | abfa captado con sus rec a a al 8 Loe st pascal habla : ace wae vamer 1a dimensién loca en la ee algo de lowe oo s eto afectado Por el lenguaje. HUTA subjetiva ti punto a este punto voy a introducir una n: clinica que SUrB> & partir de una investigecin Cee on ‘yecques-Alain Miller. ' condu- ndamentos se encuentran esencialm oa panes ordinaria,’ en la conferencia Ge decent a (ote titula “Bfecto de retorno sobre la psicosis ordinaria” que ®eiada en un seminario angléfono realizado en Paris 108 acerca de este tema que tiene como antecedents {bulo de Angers de 1996 y Ja Conversacién de Arca- 997 publicadas en el libro Los inclasificables de la en, Ilegado thao 20 Concili 1 icoanalitica.® blicaciones testimonian acerca de las con- P fn estas tres pul . rsaciones clinicas que pusieron al debate los denominados stos tres textos forman una suerte de imiento que permite situar de manera muy fecunda una practica orienta- da que facilita la elucidacién de los fenémenos clinicos en la época del Otro que no existe. Fenémenos en los que es posible incluir lo que denominamos nuevas formas del sintoma (ano- rexia, bulimia, adicciones de todo tipo, nuevas sexualidades, ete), 3 Miler, J-A., La psicosis ordinaria, Paidés, Buenos Aires, 200 {Miler JA” “efoete rotorno sobre la psicosis ordinari’ El Cot dere de la Bocuse ono. 14, Aiio 2010, Publieaién de le Bscvele ; dela Orientacion Lacaniana, Buenos Aires, p-12 a ia6e AAW. ‘Ine Guetosifeables de la clinica psicoanalitica, Pail Buenos Aires, 1999. Escaneado con CamScannerTUS Oscar Zac, \ En estos se pueden seguir los del construir nuevas categorias diagno, las clasificaciones clasicas, sino iteg ‘ Que sticag i dar’ Pre oa que ge Propon ct Por ay camino que permita situar los dog mo 5 tan a nica lacaniana: permite ir compatibilizando e! Aqui es util incluir la per; los tipos clfnicos responden escribirse ya, aunque no si, | tipo clinieg con rie Pers ‘spectiva que e8try, hy ay Can up). ty ala estructura, og Utiding. 2a: 4 in fluctuacién,, »’ “p, a Que na que aquello que responde a la misma estructura te ind, forzosamente el mismo sentido. Por 80 no hay .” No t de lo particular: no es en absoluto de un Sentido inti fing misma estructura Procede, menos aun cuando esq me Ung alcanza el discurso”, “Los sujetos de un tipo no ties utilidad para los otros del mismo tipo” 6 TEN ue, Para orientarnos en el diagnostico de los Ia: raros” carecemos de la brijula tradici te con certidumbre frente a la nebul pide aniba un diagnostico preciso de psicosis o de neurosis, : Es necesario entonces emplazar un; ‘a Oreja en e] ominalis. moy laotraen la estructura; no se trata del Nominalism, moderno ni ry — 6 Lacan, J, Otros eseri » Introduccién a la edicién alemana de los Eseritos 08, Paidés, Buenos Aires, 2012, pp. 583-584. Escaneado con CamScannerLAS PSICOSIS 107 vigencia DE amos & transitar la lectura de la NI pie? com tad anteriormente, y es para tenerlo ms ; JA stat que 1a paicosis ordinaria no retarite inter cone” tegoria clinica, no es que ahora tenemos neu. on nuev@ f psicosis ordinaria, sino que es una palabra is 9 ides rende de Ja ultima ensefianza de Laca: ‘ee una definici6n muy precisa. 7 a virtud indudable al ofrecer una ar a un tercero excluido que queda , que permite salir del encierro de la sis 0 psicosis, y no por eso entrar en la pein del border-line, que posee una in- gnéstica. Jiarizarnos con 8 unt : a, neue ae ie la descrip imprecision iag dade menZal a famil uu uso, hay que subra- née en las coorde s de ue se trata de una posible psicosis no desenca- al, en ocasiones, posible captar sus indicios. | . re jetiva; SU . } questionable, Pero cuando no estén presentes de manera in equivoca -¥ esto &8 una orientacién clinica— los signos claros } dela neurosis, POT ejemplo una cierta estabilidad, cierta cons- } delanevetiva, una repeticion woicable, os Gatos ubicables| de la neurosis infantil, es alli donde se deben buscar a partir} de los pequefios detalles los indices que permitan orientar la direccién de la cura en la idumbre diag- ihunina Miller ¢ ir del rescate de una frase de Lacan, que ller y que orienta nuestro camino. de “De una La fre 5 cuestig fase en cuestiOn esta extraida del escrito ion preliminar...”: “1 Escaneado con CamScanneraan Zao 108 thins fa funtion mda fh Acti orton provavadto en ilrawe maravillosa! z wyeto’ Javidi Seat von oe lugar donee dobomoy pyyy, Kao ce jcowls ordinaria, ‘ur lL] Jow wignoe do La rdon? “[UaHorayy ‘ eato denord a WO alin 9 aComo dofinit ee quo wu wionte ol mundo. qudstonsrodanway laf ma on que ao aionto ¢/ cuerpo. ¥en In forma do refering” nueatraa propias ideas, pero qué dasordion - ae ate : netrdticos tambion fo atonton: Un nujoto hiatérico wionty en desorden en la relacién con au cuerpo, Un sujeto ObNCHIVG pin te un desorden con respecto a #Us ideas, 4Cual en, Dues, oy desoren que Tega a Ia juntura mas intima del sentimienty 4, Ja vida en el sujeto? Es muy dificil de formular’,* Pare ordenar este devorden} que no es el desorden neur4¢, co, J.-A, Miller estableseiunaitniplerexternalidad, : Primero, Gal@Hernaliddd wocidl "bo trataydeaijeton q.,, experimentan un lazo negativo con su identificacién soca, que se expresa en la manifiesta incapacidad para hacerse ra ponsables de su funcién socialy Estos sujetos muestran que su, desconexién con el Otro, pasa a la realidad de la vida como experimentando una desunién social, sujetos encerrados en gf mismos que evocan las caracteristicas cldsicas que se exterj Niza enrsujetos esquizofrénicos, Es en este tipo clinico, cu: de ; se desencadena, que se constata la ruptura del |. faa el desquicio que experimenta el sujeto a nivel del eee el sujeto esquizofrénico esté impedido de hacers Mant, h, islado. “Por eso incluso ae y que la funcién ide cada as ae ee con lo ; ; 8e le aaa eeushe @squizofrénico ge copeelaege: eee auxilio de ningun discurso stable aa ee lecido”, “De una cuestién preli de la psicosis”, Eeorin ot Preliminar a todo . 1987, p. BA e708 2, Siglo Veintiuno ‘editors: mento posible a Mees , Buenos Aires, 9 Lacan J agin Psicosis ordinaria, op 312 pr agtclondradicho”, Qzyoe, cits P. 20, res, 2012, p. 498, 708 escritos, Paidég B Ai. Buenos Ai- i Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAS PSICOSIS 109 E] uso de esta categoria exige que se la articule clinica- mente ala nosografia cldsica, es decir que una vez que se dice que es una psicosis ordinaria, hay que aspirar a clasificarla de forma psiquidtrica. Conformarse con descripcién fenoménica del caso es insuficiente. Otra versién es la descri Ja traza de la llamada fd llos captar que estan ubicados en esta categoria clinica? Es en los momentos que se confrontan con una contingencia, encuentro ' con lo real, que los empuja a una pérdida de la cierta iden- tificacién, en ocasiones megalémanas, en que se sostenian, contingencias como puede ser la pérdida de un trabajo. Situa- cién vital que puede promover un desencadenamiento. Estos sujetos, los workaholic que en alguna medida son el prototipo del ideal que suscita el capitalismo, que exhibfan un desenfre- nado éxito social y/o econémico y que ostentaban el exceso de su goce. No es inusual toparse con sujetos que despliegan una ac- tividad, a veces orillando cierto desenfreno, que funcionaba como una suplencia del Nombre del Padre forcluido. En esta categoria también es posible ubicar a algunos su- jetos ubicados en las antipodas de la descripcién anterior y que llegan a la consulta, en ocasiones empujados por la fami- lia, que desarrollan su vida en una suerte de “como si”, donde nada de lo que hacen, si es que hacen algo, los conmueve o los atraviesa de manera comprometida. Estos nuevos y modernos depresivos muestran una marca- da deslibidinizacién del mundo. ‘Asi transitamos del exceso libidinal a la ausencia de libido. Recuerdo el caso de un analizante que habiendo ocupado por muchos afios un cargo ejecutivo en una empresa multina- cional se confronta al tentador ofrecimiento de tomar la opcién i icipado, para lo cual di recompensado con un retiro anticipado, ea dinero absolutamente atrayente. le ofrecen una cantidad de a nt i i tuvo instalado por afios Luego de salir de la rutina en la que es! se Ceaea con un vacio existencial, desenganchado del Otro y sin una causa para vivir. Lo sorprendente fue cémo a partir = Escaneado con CamScanner~ Oscar Zack 110 vital se fue manifestando, languj da, de esa aoe saath imperceptible, un cuadro melg 7 mente, casi - ujando realizar negocios, inversiones, due, co que lo fue et rantizaban una pérdida de su capital econgm;, simple vista . decir que el goce desencadenado fue imposibj, aes ta conclusién es obvia: para Hevar més répida 7 ales etido pulsional interrumpié el anélisis, eat fo de un goce eee de la norma fal. junfan al fracasar. oun eae i ca ‘pcos ordinaria que velaba una me, lancolia subyacente aque, una ee lo Hev6 a con. vertirse en un sujeto desl rujulado. Su lazo al trabajo era eee es # soudabe, lo El segundo punto puesto a nuestra consideracién es1@D \ternalidad corpora! Aqui J.-A. Miller parte del siguiente princ: aniano: ibrayar esta diferencia no es un tema menor ya que instituye lo irre- conciliable entre el cuerpo y el organismo, entre la pulsién y el instinto. éCémo se constituye La respuesta encue el cuerpo desi ide nuestra Perspectiva? nt 10 Lacan, J., El Seminario, Libro 23, E1 gi . Aires, 2006, p. 18. Min, Poltie, Bisons Escaneado con CamScanner\VIGENCIA DE LAS PSICOSIS 11 pees formanelcuerPo.s® constituye ensunsterritoriojde : aati a pacan nos invita a captar que elssignifical or mo el gore SC" origina a partir de dicho eneuontro, es : Sempre 8 contingente. rae Entonces para todo ser hablante existe un hecho de est! . gin palabra no hay cuerpo, sin cuerpo no hay er ma gore 10 hay vida. | sta perspectiva expresada con los significantes Jacania- encuentra sus raices en la clinica freudiana en la cual esté resente, YB desde sus primeros historiales, c6mo 8 estructu- yan los sintomas neuréticos, en particular la histeria, donde ge pone de manifiesto cémo estos dan testimonio de que ha habido un acontecimiento traumético que introdujo en el cuer- ‘un goce perturbador. Ya Freud pone de manifiesto cémo los sintomas responden @ perturbaciones, vividas 0 fantaseadas, ocasionadas en Ja vida sexual infantil. Los sintomas neuréticos, que se jnscriben en el cuerpo, abrevan en Jas fantasias sexuales infantiles y cumplen la fun- cion de ser una practica sexual para la neurosis. Esta légica encuentra su continuidad, conceptualen Lacan, subrayada,Por. J.-AcMillers al afirmar que el sintoma es defi- nido como un acontecimiento del cuerpo: £] sintoma: acontecimiento ‘del cuerpo e& 18 prujula que se- Ja ultima ensefianza de Lacan. 4Qué senala esta projula? Que el cuerpo, el cuerpo hablan- ,den del ser sino del tener. :blante tiene un cuerpo, ergo tiene sintomas que se presentan como con cierta ajenidad manifestandose de ma- nera gisfuncional. = Esta perspectiva expresa que El cuerpo es vivido como cuer- deh Otro fundamentalmente en momento del goce, que, en nes, 5€ maneja con cierta jndependencia, que a veces pacer lo que quiere, tal como senverifica en 1a sintoma- tologi#
se emancipa de la voluntad. pe jnadecuacion entre cuerpo y ‘pensamiento puede oscilar entre la gragedia y 1 comedia. Escaneado con CamScannerOscan Zack 412 on los aintomas cldaicos que ae revelan en 1a neuro o : dai algo mis, Ms no ta dey Ut . + {Cuiles son los medios artificiales que tiene a cee Un bu. jeto? Entre estos recursos es notorio el uso que se ce, @ par. ria iercings, los tatuajes, las incryg. tir de la moda actual, de los piercings, los t idad d taciones, las escarificaciones y toda esta diversi ad de mediog que hoy el mercado ofrece y el sujeto dispone para Soportar el cuerpo, “La moda esté claramente inspirada enla Psicosis ordinaria, Ciertos usos de los tatuajes son un criterio de la Psicosis ordinaria cuando pereiben que para el sujeto es una manera de ligarse a su propio cuerpo. Este elemento suple. mentario oficia de Nombre del Padre”.!? La cuestién del tatuaje no paso inadvertida para Lacan quien escribié, luego de hacer una referencia a una cuestion estructural que llamo imagos del cuerpo fragmentado, lo si- guiente: “Hay aqui una relacién especifica del hombre con su Propio cuerpo que se manifiesta igualmente en la generalidad de una serie de practicas sociales- des: de los ritos del tatuaje, de la incisién, de la circuncisién en las 8 sociedades primitivas, hasta en lo que podria Namarse lo arbitrario Procustiano de la moda, en cuanto que desmi i ese respeto de las formas n: idea es tardia en la cultura”: En estas lineas Lacan evoca un uso ancestral de estos re- cursos para intentar anuda) dela ‘agmentacién corporal. 11 Miller, J.-A, La 12 Ibid., p. 22, 13 Lacan, J., “La agresividad en Psicoanslisis”, Ryo, ; Veintiuno editores, Buenos Aires, 2003, p. 97,’ “*°"#08 1, Sigio psicosis ordinaria, op. cit., p. 22, _— Escaneado con CamScanner-— ViGENok DE LAS P81005'5 113 EI sujeto contempordneo que en alguna medida pareceria que responde al cogito estoy tatuado,... luego existo, se inscri- pe comodamente en ser el partenaire exhibicionista del mun- do omni-voyeur en la medida en que detr4s de toda imagen expuesta existe una demanda a la mirada. Bajo estas consideraciones es posible evocar a Ray Bradbury quien escribié esa maravillosa coleccién de historias de ciencia ficcién agrupadas en su libro El hombre ilustrado. El protago- nista es un hombre cuyo cuerpo esta en su totalidad cubierto de tatuajes, con la inquietante particularidad que las figuras poseen una existencia vital que le permite relatar historias. En la actualidad hay un uso del cuerpo de forma tal que lo constituye en una tela pictérica, en una superficie adecuada para la expresién visual que demanda una mirada del Otro para aspirar a cierta reunificacién del cuerpo desajustado. Cuando estas manifestaciones estéticas alcanzan los excesos se puede conjeturar que son la expresién, en ocasiones, de cier- to desorden en la juntura intima del sentimiento de la vida. Es un recurso que intenta o viene a cumplir la funcién del Nombre del Padre. “E] parlétre adora su cuerpo porque cree que lo tiene. En realidad, no lo tiene, pero su cuerpo es su unica consisten- cia —consistencia mental, por supuesto, porque su cuerpo a cada rato levanta campamento”. “Ciertamente, el cuerpo no se evapora, y, en este sentido, es consistente, el hecho se cons- tata incluso entre los animales. Cosa que resulta antipatica a la mentalidad, porque esta cree tener un cuerpo para adorar. Esta es la raiz de lo imaginario”.* El sin limite de las manifestaciones del goce puede ser una brajula que nos oriente en la busqueda de la diferencia entre histeria y psicosis ordinaria. En tercer lugar Miller nos presenta la €2@PHGlidaaSUbje> _tiva, Bajo este sintagma presenta el Otro subjetivo. En este nos provee de una orientacién clinica muy precisa, al ubicar que lo que se constata en la psicosis ordinaria es el encuentro 14 Miller, J.-A., La psicosis ordinaria, op. cit., p. 64. Escaneado con CamScannerOscar Zack 114 Tiatj, oportunidad de atendey aoe i ae eaabad una joven que, pensada desde ce muchos a se inscribirfa sin dudas en una posicién en " taxa categns Ga la externalidad social. Su vida tran, ia vida es letargo, sin deseo, sin inquietudes, sin inte. enel més "i uso de un semblante de normalidad que confun, natn dsesiee se encontraba también en el uso del Cuerpo, : j 108 piercing. / mace te a enrida por su unica amiga, que la em. puja luego de haberla escuchado decir, de a qinida, que tenfa el anhelo de cambiar algo de su vida. Las i ‘evistas ge desarrollaban con una marcada dificultad de hal ar, perma. necfa en silencio. Con el transcurso de las sesiones comienzy a constatar que el silencio que la joven padecia se debia a ung éEn qué detalle clinico me orienté? En principio en lajau- , era como si no hubiera tenido vida ante- rior, era como una muje1 Pero lo mas significativo era la a entros se pudo recuperar un recuerdo que sittio con un poco mas de precisién el diagnostico. Siendo una nifia y estando jugando con su hermana un aiio mayor se encuentran ambas con una reaccién violenta, cruel, del padre. Ambas son victimas de una feroz golpiza de ese padre. Inte- rrogada acerca del efecto corporal experimentado, relata de manera desafectivizada, que no tuvo ningtin dolor es mas re- cuerda no haber sentido nada, ni dolor, ni temor, ni angustia. iNada es nada! Cualquier evocacién a J loyce no es pura coincidencia, La vivencia de ajenidad, el abandono del Cuerpo es un dato diagnéstico, que sin dudas nos conduce a ubicar alli un fené- meno elemental. Su precario lazo al Otro se vehiculizaba en gy Pertinaz pre- Escaneado con CamScannerVIGENCIA DE LAs Psicosis 115 sencia en las redes soci iales, Para ci F esta forma de gozra, para fine Ciertos sujetos tomados por ey un partenaire ideal otak a paciente presentab: 7 : a UN signi ia : ignifica ivi hacia que el trabajo analttico se redujera a toneuentn an ncuentro se- manal en el cual el i inter ocasiones m cambio verbal era muy escaso U8, la computadora se n Esta descriy ble de ese eee cua del caso intenta transmitir lo indialectiza- subjetivo, y - la en este caso no producia ningun tormento intento de eub expresion de un real refractario a cualquier 2 Subsumirlo bajo los efectos de lo simbélico. Con i is esta orientacién se pudo ubicar una int Llegado a este punto es posible comenzay empezar a eX- traer algunas consecuencias tedricas Y clinicas a partir de la diferenciacion que existe entre neurosis psicosis, y @ partir de este pinarismo clésico pode ubicar esta nueva categoria que nsideracion a las psicosis se ordena & partir de poner en co! ordinaria. Cabe recordar que no se trata de una nueva categoria es- tructural, sino que su manife id wyidencia a partir de ‘a partir de ahi es posible concluir que son casos que Escaneado con CamScanner—— 116 i matriz de la neurosis, pero que no entran 6m ifestaciones evidentes a eee consideradag presentan enlaica® psicosis a es aconsejabl, como psicosis cla precision diagnostica As A le rag. Para una mayor Fe iusién del Nombre del Padre a partir ee a detalles que se exteriorizan en el despliegy, de los peque! del discurso. . lo voy & relatar un Caso conmo. fio ejemp: A modo San control. La pregunta que ordenaba |g vedor escuchado ra 1 se estructuraba a partir de un aconteci. demanda de con or un hombre luego del nacimiento E hecho fatidico sin dudas, miento traumético vivido pol hijo ; iata muerte de su primer hijo, * Po e inmonitilecimiento que olfa a mala praxis, porque o Nifio nace asfixiado por el cordén umbilical, ee oT pro iio mente podria haberse evitado, cesdrea mediante. En a a se escuchaba cierta tonalidad feminizada, eae ser un poco mas preciso, respecto @ lo acontecido. Hablaba en élun Otro materno. Hasta aqui se trata de un hecho traumé- tico con un tinte siniestro. . C Lo curioso, el desorden, se presentifica afios después a par- tir de la respuesta a un hecho contingente acontecido en su vida que reactualizo lo patologico del duelo. Su primera reacci6n, en ese momento, fue de un rechazo a ver el cuerpo del nifio, hasta aqui podria tratarse de una mere prudente frente a la emergencia de una angustia lesbordante. 7 Atios mds tarde y con una familia constituida con su mujer y tres hijos, empieza a hablar con ellos luego de afios de silen- cio, de ese hecho trauméatico. Lo significativo es que trata de ubi ; 7 icar fi junto de los hermanos. # @8e nifio en el con- Sin lugar a dudas él y su es i eee posa tuvie oo nunca coexistieron cuatro hermanos. Tiemn cuatro hijos pero una idea que lleva adelante, le escribe cae mage tarde tiene fallecida y promueve la realizacién de un certa a esa nifia ficticio, velorio y un entierro Esta conducta presentifica cierto desorde: que pone de manifiesto que se trata de una as en la medida tornos claramente delirantes. ®Monia con con- Escaneado con CamScanner~ Vice 08S ne abe sefialar que se trataba di oot ca a Se monteals matin nee cit funciona de manera bastante estandar en law a aa fea conducta extraviads, sostenida en una dea inte. permite captar un efecto forclusivo que ba eee ga"ingnéstico mediante, bajo las Sede a ee perenne le 1a psicosis La cura estaba conducida de manera orientada, se traté di encontrarle una vuelta distinta a aquello que aparecia y kes no encajaba cémodamente en el conjunto de las piezas con las cuales se construia el caso. Es como un rompecabezas donde hay una pieza que no entra cémoda en el agujero destinado acompletarlo, habia algo distinto, un resto que no encajaba. Es ‘un caso raro en el cual se produce un sutil desencade- namiento luego de varios afios de haber transitado normal- mente. elirante que no se inscribe en el “todos delirantes”. Es el efecto del los signos discretos de la for- clusién del Nombre del Padre y no Ja forclusion generalizada. En nuestra practica encontramos muchos casos en los cua- les, a partir de un divino detalle, es posible ubicar el efecto de la forclusion. A partir de estas consideraciones eS aconsejable no dejarse sugestionar por UD uso adecuado de los semblantes de la neu- rosis por parte del analizante. gPor qué darle tanta importancia aesta cuestion? ener presente que frente a la forclusién existen. Ha: que t tantas respuestas subjetivas como sujetos. Escaneado con CamScannerOscar ZACK 118 io recorday a que creo neces ae "a 7 una diferencia a com _ Pasa binarismo clasico. Hay un esquem: Miller circunscribe ordinaria respecto al icosil Psicosis ordinaria ii Psicosis Neurosis OO ® Como se puede observar en la ee eat a eects ordinaria “no hay Nombre del Padre, sino » UN apa. icional.” 5 events bajo la sigla CMB (compensatory ee un Hacer creer compensatorio) una idea, la de un hacer-creey. compensatorio, que puede ser pensado como un buen uuso del semblante que funciona como un anudamiento que estabiliza, Esta forma de suplencia y estabilizacién no hace que se trate de una nueva estructura, es la misma estructura que supo arribar a un buen arreglo, a un buen enganche que le Posibilita al sujeto evitar un desencadenamiento clasico, No es una nueva estructura pero es, al menos asi lo pienso, una categoria diagnéstica que establece una diferencia marcada ya que hay diferencia entre las Psicosis desencadenadas y las que se mantienen estabilizadas, “La categoria de la psicosis ordinaria tiene su origen en la Prctica, en las dificultades Précticas. Si no se reconoce una neurosis, si no se detectan signos evidey que buscar los pequerios indicios. Es un, fios indicios de la forclusién...”, “Bs y: dad. Es su uso. Pero debe ser reductible a de psicosis oa una forma original de Psicosi Tener presente esta orientacién eg P de la funcién deseo del psicoanalista. fund: una forma clésica is”,16 ara recordarnos acerca 15 Miller, J.-A., La psicosis ordinaria, op. cit., p, 23, 16 Miller, J.-A., La psicosis ordinaria, op. cit,, Dp. 25 Escaneado con CamScanner
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