Etica Ensayo Parte 3
Etica Ensayo Parte 3
Etica Ensayo Parte 3
Ya sea a través
de criaturas sobrenaturales como los vampiros y los hombres lobo, o por medio de personajes más
humanos, como el monstruo creado por el Dr. Frankenstein. Pero, ¿qué significa ser un "monstruo"
en la realidad? ¿Qué situaciones llevarían a la humanidad a convertirse en uno?
En su obra "Frankenstein", Mary Shelley explora los peligros de jugar a ser Dios. El Dr. Frankenstein
crea un monstruo a partir de partes del cuerpo humano y lo trae a la vida. Pero en vez de ser un
ser perfecto, el monstruo es rechazado por su apariencia y por la sociedad en general. Esta obra
nos muestra cómo, a pesar de nuestras intenciones nobles, nuestras creaciones pueden
convertirse en algo peligroso y monstruoso.
El escritor Edgar Allan Poe también exploró el tema del "monstruo" en sus obras. En su cuento "El
corazón delator", el protagonista es llevado a la locura por el sonido del corazón de su víctima, que
ha enterrado en su casa. Este cuento nos muestra cómo la culpa y el remordimiento pueden
convertirse en algo monstruoso, que nos persigue y nos atormenta hasta el punto de la locura.
En la realidad, la corrupción y la injusticia pueden tener un efecto similar en las personas. Cuando
se cometen injusticias o se explota a otros para obtener ganancias personales, la culpa y el
remordimiento pueden comenzar a pesar en la conciencia de los individuos. Si no se aborda y se
rectifica la situación, puede llevar a una degradación de la moralidad y la humanidad.
El concepto de monstruo en la vida real puede ser muy diferente a lo que la literatura nos ha
mostrado. En la ficción, un monstruo a menudo se representa como una criatura sobrenatural, que
puede ser físicamente repulsiva y aterradora. Sin embargo, en la vida real, la idea de un monstruo
puede ser más abstracta y estar asociada con la percepción de lo "diferente" o "extraño".
La realidad nos muestra que a menudo somos prejuiciosos hacia aquellos que son diferentes a
nosotros. Ya sea por su apariencia, género, orientación sexual, raza, cultura o cualquier otra
característica que los diferencie de nosotros, las personas que no se ajustan a nuestra idea de lo
"normal" son a menudo marginadas y excluidas. En algunos casos, esto puede llegar a una
discriminación tan severa que se les considera monstruos en la sociedad.
Un ejemplo de esto son los pacientes con enfermedades mentales, quienes han sido marginados y
estigmatizados durante siglos. Las personas que padecen de enfermedades mentales a menudo
son consideradas peligrosas o inestables, y la sociedad tiende a alejarse de ellas en lugar de
brindarles apoyo y tratamiento adecuado.
En resumen, aunque la literatura a menudo nos presenta a los monstruos como criaturas
sobrenaturales y aterradoras, en la vida real la idea de un monstruo puede ser mucho más
abstracta y estar asociada con la percepción de lo "diferente" o "extraño". La discriminación y el
prejuicio hacia aquellos que no se ajustan a nuestra idea de lo "normal" pueden llevar a que la
sociedad los vea como monstruos, cuando en realidad son seres humanos como todos los demás.
En resumen, estos autores han abordado el tema del cambio social a través de la
aceptación de diferentes maneras y en diferentes contextos literarios, demostrando
cómo la aceptación puede llevar a la comprensión, la integridad y la valentía, así
como a un cambio personal y social significativo.
Hemos abordado diferentes autores e historias para entender qué es un monstruo ficticio y cómo
podemos observar a un monstruo en la vida real, ahora analizaremos un punto más en el tema
donde la humanidad podría transformarse en sociedad. El cambio social a través de la aceptación
es un recurso que se ha utilizado en la literatura desde hace muchos años, de este punto, podemos
observar dos perspectivas; la aceptación de sí mismo y la aceptación hacia los demás.
Autores como Kafka en “la metamorfosis” y Camus en “El extranjero” exploran al protagonista y su
proceso para aceptarse a sí mismo, de tal forma que no sólo obtienen paz mental, sino también
incitan a la comprensión de los demás. Por otro lado, autores como Saint-Exupéry en “El
principito” abordan la aceptación como un medio social mucho más abierto, donde a través de la
aceptación y la comprensión, valorando la singularidad de cada ser humano, el principito logra un
cambio personal y social, de igual forma Hawthorne en “La letra escarlata” donde la protagonista
se muestra como un modelo de valentía e integridad para los demás, al aceptar su condición.
Coincidiendo esta perspectiva, Scott Fitzgerald en “El gran Gatsby” nos expone que no podemos
cambiar la naturaleza de los demás, sino aceptarla, así como abrazar nuestras propias limitaciones
debido a que la búsqueda desesperada de la aceptación social puede llevar a la infelicidad y al
fracaso, sugiriendo que la verdadera aceptación y la felicidad se encuentran en la aceptación de
uno mismo y en la capacidad de amar sin condiciones.
La aceptación social es una necesidad fundamental para los seres humanos, ya que somos seres
sociales y necesitamos el contacto y la interacción con los demás para sobrevivir y desarrollarnos.
Sin embargo, cuando la necesidad de aceptación social se vuelve demasiado importante, puede
llevar a comportamientos inadecuados o poco saludables, como la conformidad excesiva, la
adopción de comportamientos inmorales o la renuncia a la propia identidad. Es importante
encontrar un equilibrio entre la necesidad de aceptación y la preservación de la propia identidad y
los propios valores.