Teoría - Dilemas Éticos
Teoría - Dilemas Éticos
Teoría - Dilemas Éticos
Toma de decisiones
Guste o no, la esencia de asumir responsabilidades está en tomar decisiones y la mayoría de las
decisiones que se toman son decisiones frente a algún grado de incertidumbre. Es decir, que,
aunque se busque información y trabaje hasta el cansancio analizando las alternativas y sus
posibles resultados, no se va a saber la consecuencia de las decisiones hasta que se las tome.
Además, no hay nada que garantice que las condiciones en las que se tomó la decisión sigan
siendo las mismas, ya que se está en un medio que cambia constantemente; aunque las que se
toman sin previo análisis, al azar, están más expuestas que aquellas que siguen el proceso
adecuado. Cuando se emprende un proyecto, automáticamente se asume un riesgo. Se debe
identificar los riesgos que cada actividad conlleva y tomar las medidas necesarias para minimizar
las dificultades. Pero hay que asumir que el riesgo es algo inherente a la vida. Asumir riesgos es
positivo para aprender de los éxitos y de los fracasos a los que tendrá que enfrentarse. La buena
toma de decisiones permite vivir mejor: Otorga algo de control sobre la vida. Un buen profesional
debe tomar muchas decisiones todos los días. Algunas de ellas son decisiones de rutina o
intrascendentes mientras que otras tienen una repercusión drástica en las operaciones de la
organización. Algunas de estas decisiones podrían involucrar la ganancia o pérdida de los
objetivos, cumplimiento o incumplimiento de la misión y las metas de las instituciones.
La decisión que tomemos puede ser acertada o errónea, cualquiera de las dos genera un
aprendizaje, lo que implica que, si la persona que decide se equivoca, debe esforzarse por aprender
de los errores, para no repetir en el futuro los mismos errores.
Solución de dilemas éticos en el servicio Público
La tarea de la ética es tratar de aclarar qué es eso de la moral e intentar detectar en nuestras
sociedades qué valores traspiramos, tenemos o practicamos, cuáles nos parecen ya irrenunciables.
Pero también intentar dar razón, fundamentar por qué optamos por unos y no por otros. En
definitiva, tratar de esclarecer por qué, a la hora de decidir, elegimos unos valores y unas actitudes
en vez de otros. Teniendo en cuenta que el hecho de que sean esos los que recogen las
disposiciones institucionales - sociales correspondientes no puede ser la única razón, ni siquiera
la más conveniente, para ciudadanas y ciudadanos o clientes como también con las o los
compañeros de trabajo en el sector público.
Algunos autores al explicar el problema ético mencionan que las personas moralmente buenas
tienen poca dificultad en hacer juicios correctos. Otros en cambio afirman que los valores morales
que hemos aprendido desde temprana edad en la vida bastan para orientarnos en la toma de
decisiones éticas. Sin embargo, cuando experimentamos perplejidad o conflicto moral, por lo
general, necesitamos una justificación para resolver problemas complejos. Para construirla, se
debe establecer el caso y presentar suficientes elementos de sustentación sobre lo decidido.
Abordar los dilemas desde el bien común y desde la coyuntura
Como se ha dicho más arriba, el ser humano es ético en relación con los demás. La ética del
servidor público, de igual manera, se la mide en relación con los demás: otros servidores públicos,
los clientes o la sociedad en general, en función del bien común, el bien de todos. Carlos Carranza
Villalobos, escribe un documento para la revista electrónica, de la Dirección General de Servicio
Civil de San José de Costa Rica en la que menciona que:
Para situar el objeto de la ética pública hay que proporcionar razones concretas que
permitan entender los resultados de las acciones de los actores en un campo específico:
el Estado Costarricense. Para dicho fin se opta por: el análisis de coyuntura política para
la interpretación y la intensidad de procesos sociales dinámicos y complejos; partiendo
de la conexión de un escenario y la temporalidad, de una coyuntura (tiempo histórico
corto), para situar los procesos de formación histórico-social.
Dentro de la concretización se examina la articulación de fuerzas sociales en un momento
determinado, los conflictos entre las mismas y cómo aparece el tema ético, tratado por
estas fuerzas, especialmente en relación con la agenda pública y las políticas públicas más
significativas; existiendo momentos de mayor algidez, alrededor del tema. Para demostrar
esto, recordemos cómo se posicionó el tema luego de que surgieron las acusaciones contra
los expresidentes de la República -Rafael Ángel Calderón, José María Figueres, Miguel
Ángel Rodríguez- por casos de corrupción, que movilizaron las fuerzas hacia el tema de
la corrupción y la ética pública; situación que se consolidó con el discurso electoral del
presidente de la República -Oscar Arias Sánchez- el cual situó como primordial el tema
de la ética en la función pública. (Villalobos, 2009)
En el Ecuador se elige y se cambia al presidente cada cuatro años, éste nombra a los funcionarios
políticos en los puestos estratégicos o de poder político, (ministros, viceministros, y en las
diversas secretarías que existen en el Estado) también son conocidos como personas de confianza
del gobierno central. Junto a las personas de confianza se nombra a todo un conjunto de servidores
públicos de libre remoción. Con estas autoridades interactúan los servidores públicos de carrera,
nuevas autoridades con lineamientos políticos e intereses determinados que tiene el gobierno de
turno en su nuevo ejercicio de poder.
Una de las formas de poder decidir un dilema ético es a partir del análisis de coyuntura política
para la interpretación y la intensidad de procesos sociales dinámicos y complejos; partiendo de la
conexión de un escenario y la temporalidad, de una coyuntura (tiempo histórico corto), para situar
los procesos de formación histórico-social. Se menciona de una temporalidad corta teniendo en
cuenta la coyuntura política, el nuevo gobierno que dura 4 años y la realidad político social que
se está viviendo. Pero esto no significa que los principios éticos duran 4 años o momentos.
Si bien es cierto que para el servidor público lo más importante es la Constitución y las leyes
establecidas; en cambio, desde la ética se dice que la ley es una herramienta para solucionar ciertos
problemas de la institución pública ante la sociedad, de la que se es parte; la ley no dice que el
comportamiento y las actitudes de un servidor público sean éticos, esa no es su función. Se debe
tener cuidado para no convertirse en esclavo de la ley y olvidarse de la ética. Todas las personas
que trabajan en el sector público conocen que la ley cambia constantemente y por eso el servidor
público debe estar al tanto de tales cambios; la ética se mantiene siempre, no tiene fecha de
caducidad.
En la coyuntura socio política el dilema ético está en saber proporcionar los bienes y servicios
propios de la actividad de las administraciones públicas, que en el ámbito del servicio público
tienen como horizonte la ya mencionada promoción del interés general, del bien común. Este
principio, razón de ser de la actividad en cuestión, conllevará una serie de competencias,
individuales y organizacionales, de modo que el principio puede reformularse como hacer bien
las cosas para hacer bien a las personas. El objetivo es lograr el bienestar y mejora de la calidad
de vida de la ciudadanía, no solo en términos de individualidad sino de colectividad, mediante
una buena administración, mediante una buena atención al usuario y sociedad en general.
Aquí es donde entran en juego, aparte de los valores éticos, muchas de las normas técnicas,
organizativas, ecológicas, económicas o de otra índole, que se toman en consideración para una
buena práctica como servidor o servidora pública, tales como: diligencia, formación continua,
austeridad (gestión austera de los recursos, no políticas de austeridad), innovación, sostenibilidad
(hacer lo necesario para hacer sostenible la vida de las personas), liderazgo o confidencialidad.
Decisiones Políticas
Las decisiones políticas derivan de un “juicio de valor”, predomina el aspecto valorativo por
encima del aspecto fáctico. Están referidas al fin último de la institución pública, a la fijación de
objetivos y de políticas organizacionales. Forman parte del proceso político en el que las ideas y
valores de los servidores y servidoras públicas se transforman en objetivos y estrategias para que
a su vez se conviertan en acciones concretas. Al seleccionar un objetivo u otro, una estrategia u
otra se involucran los valores de quienes participan en dicha decisión. Una vez realizada la
elección es muy difícil contrastar cuál hubiera sido mejor. Algunas veces puede ser contrastado
solamente en parte.
No es suficiente que sólo se tenga en cuenta el valor eficiencia, es decir el mejor aprovechamiento
de los recursos, o un mejor nivel de retribución. Hay que considerar cuáles son los valores que
operan para alcanzar los objetivos y metas propuestas. Esos valores, que están en juego, pueden
no considerar al personal, a los clientes, a los proveedores. La calidad de los productos o servicios
puede no ser la esperada por el cliente.
Consulta a terceros
En el servicio público se trabaja según la ley, hay que cumplirla como servidor o servidora
pública, no importa si la ley es o no justa. Por eso los dilemas éticos siempre van a estar presentes
en el servicio público y en otros casos las respuestas no están a la mano y ahí se entra en un
conflicto moral interno. Ante esto se presenta como una alternativa para solucionar los dilemas
éticos la consulta a terceras personas, necesariamente del entorno laboral inmediato.
Es necesario, para la servidora o servidor público, desarrollar habilidad para hacer la reflexión
ética y que la misma permita la más adecuada toma de decisiones, fundamentada en valores,
principios o argumentos éticos, porque de todos modos somos responsables de los resultados de
las acciones que se adopten al tomar una decisión. La calidad no está sólo en cumplir la ley sino
en cómo se actúa y se comporta en la relación que hay con otro ser humano.
A la servidora o servidor público cuando se le presenta un conflicto de dilema ético y no lo puede
resolver por sí mismo, según ciertos autores, que para seguir con los procesos institucionales se
sugiere tener en cuenta los siguientes pasos:
a) Su amigo(a) de confianza, mediante un diálogo reflexivo sobre la decisión a tomar es lo
más aconsejable;
b) Inmediato o inmediato superior, cuando la duda persiste, es la persona indicada porque
le orientará y buscará que la respuesta sea con ética y desde los intereses institucionales;
c) Autoridad institucional, dependiendo de los casos, cuando en la decisión está en juego
valores institucionales y personales, es la persona idónea para orientar desde lo personal,
institucional y constitucional.
Una cosa debe quedar claro en este proceso, no significa que el jefe inmediato o la máxima
autoridad viven a plenitud los valores éticos morales en relación a un servidor o servidora pública.
La diferencia es que, desde fuera, al haber distancia ya no existe el involucramiento de sentimiento
y emociones para poder decidir.
El proceso parte de la deliberación, del diálogo y para ello se requiere haber desarrollado una
serie de actitudes: la escucha activa, la empatía, capacidad de detección de valores implicados en
casos particulares, la búsqueda de posibles soluciones, conocimiento del marco legal,
conocimiento básico de la ética y la capacidad de dar un consejo no directivo.
Jerarquizar principios (Costa, 2008)
En la primera sesión se mencionó sobre unos principios mínimos a tener en cuenta para ser éticos
en el ámbito personal y profesional. Los principios de no- maleficiencia y de justicia tienen
carácter público, es decir, se refieren a la relación del individuo con el exterior, con los demás; y,
por tanto, determinan sus deberes para con todos los seres humanos, en el orden de su vida
biológica y social. Son unos principios exigibles a todos por igual.
Los principios de beneficencia y autonomía son parte del ámbito privado de cada persona, ellos
son parte del desarrollo del proyecto de vida que tiene cada ser humano, y dicho ser los tiene que
gestionar de acuerdo con sus ideales o sueños personales; estos principios son los que se deben
respetar en una ética de mínimos. Los principios de justicia y no-maleficencia se anteponen
siempre a los de beneficencia y autonomía, con estos principios se desarrolla la ética máximos y
aquí no entra la universalización de la ética. Desde un código de normas deontológicas se aplica
o decide desde una jerarquía de valores.
Desde una perspectiva utilitarista, la decisión se la realiza atendiendo a sus consecuencias,
ponderadas de acuerdo al grado de satisfacción, beneficio, o utilidad y se elige aquella que reúne
las mejores consecuencias.
Desde el modelo integrativo se tiene en cuenta en el análisis de caso lo siguiente: componentes
éticos (valores, principios), componente moral (normas), componentes consecuencialistas (se
identifica el problema, posibles acciones, consecuencias de cada una de las posibles acciones,
elección y justificación) y componentes contextuales (valora contexto servidora o servidor
público – cliente y el contexto de la institución pública).
Adela cortina considera que la ética es “un tipo de saber de los que pretende orientar la acción
humana en un sentido racional”. Si se parte de este enunciado, se recurre a varios tipos de
racionalidad, los cuales podrían orientar la acción humana dentro de una institución pública o
privada. En este sentido, considera que es necesario plantear de qué manera puede ayudar al que
toma una decisión la máxima utilitarista de lograr la mayor felicidad del mayor número de
personas; el imperativo kantiano, el del deber ser, de tratar a los hombres como fines en sí mismos
y no como medios para la consecución de objetivos personales e institucionales; o el mandato
dialógico de no tener por correcta una norma si no la deciden todos los afectados por ella, tras un
diálogo celebrado en condiciones de simetría o de igualdad.
Lo que se debe evitar al tomar decisiones de dilemas éticos
Los profesionales cometen muchos errores en la toma de decisiones éticas, estas son visibles tanto
en la vida diaria, en los trabajos del sector público como en el sector privado. Se debe evitar lo
siguiente:
a) La búsqueda de respuestas seguras, simples y cerradas. Esto significa que ante la
compleja serie de problemas que conlleva esa ética aplicada, es imposible generar
respuestas contundentes y exhaustivas.
b) El peso de la experiencia. El autor declara que algunos profesionales consideran
suficiente su experiencia para resolver los conflictos, por lo que pueden mostrarse
reacios a cualquier tipo de reflexión moral sobre los problemas que los afectan.
c) Ética de la situación. Otro problema consiste en centrase únicamente en los casos
concretos, y olvidar la importancia de una reflexión más amplia en la que puedan
quedar enmarcados los casos particulares.
d) El olvido de las particularidades. El error contrario trata acerca de la abstracción
exagerada.
e) La centralidad del código. Un problema común es hacer caso dogmáticamente al código
profesional.
f) El idealismo anticodificador. Este punto es el contrario del tema anterior y se refiere al
rechazo a toda normativa ética. (Bermejo, 2002)
Consideración en la toma de decisiones
Decidir es elegir, optar, seleccionar una o más alternativas entre varias. Las personas, siempre
que se encuentran en situaciones de decidir, tienen al menos dos posibilidades: la de hacer o no
hacer algo, y se puede realizar una sola. De este modo siempre queda sin realizar la posibilidad
contraria.
No se puede eludir la decisión porque el “no decidir” es una decisión contra la decisión. Y si hay
que decidir se trata de que la decisión sea lo más correcta posible. Esto implica que se necesiten
criterios de valoración, cuando se los tiene, las decisiones se tornan más fáciles. El decidir es más
simple porque se hace lo que se considera correcto o coherente con los valores que se sustentan.
Esos criterios de valoración que ayudan a decidir pueden ser cuestionados constantemente por
otras personas. En cada uno de los casos planteados optarían por la decisión contraria y lo
justificarían con otro criterio de valoración. A veces puede ser que claramente unos u otros estén
equivocados, pero no siempre es así. Los valores no siempre son los mismos para todas las
personas, es más, se puede sostener que la mayoría de las veces no lo son.
Se considera que la toma de decisiones constituye el núcleo de la psicología de la elección
humana. Toda acción abarca tanto la elección previa a dicha acción como al hacer que deriva de
dicha elección. La tarea de decidir no se limita a la formulación de políticas en general, sino que
se extiende a la acción laboral total, al hacer.
No se puede eludir la decisión porque el “no decidir” es una decisión contra la decisión. Y si hay
que decidir se trata de que la decisión sea lo más correcta posible. Esto implica que se necesiten
criterios de valoración, cuando los tenemos, las decisiones se tornan más fáciles. Aumentamos la
fuerza de ventas porque de ese modo generamos nuevas fuentes de trabajo. Condonamos la deuda
al cliente porque queremos conservar a este cliente por las vinculaciones que nos representa. El
decidir es más simple porque se hace lo que se considera correcto o coherente con los valores que
se sustentan.
Esos criterios de valoración que ayudan a decidir pueden ser cuestionados constantemente por
otras personas. En cada uno de los casos planteados optarían por la decisión contraria y lo
justificarían con otro criterio de valoración. A veces puede ser que claramente unos u otros estén
equivocados, pero no siempre es así. Los valores no siempre son los mismos para todas las
personas, es más, nos permitimos sostener que la mayoría de las veces no lo son. Aquí es donde
comienza una lucha por hacer prevalecer cada uno los valores que considera son los correctos,
cada uno quiere convencer a los demás que sus valores son los justos. Pero ¿qué es lo justo? y
¿para quién? Todos estos interrogantes comienzan a aparecer, porque cada valoración es siempre
subjetiva y requiere un marco de referencia que, a su vez, también es subjetivo. Cada valoración
depende del punto de vista del observador y, por lo tanto, referida a él siempre es correcta. Para
encontrar la solución lo mejor es el diálogo para llegar a un entendimiento que genere una tercera
posibilidad. Por esta razón cada uno de los participantes en las organizaciones tiene que tener
conciencia y comprensión de cuáles son los valores a sostener. Y estos valores deberán ser
discutidos ante cualquier nueva situación o contingencia interna o externa a la organización.
Lo importante en el quehacer profesional y en la vida es no solo saber cómo hacer algo, sino
indagar su razón, por qué, para qué. Se requiere conocer, entender los conceptos de moral y ética.
Para fundamentar y responder ese para qué y por qué de nuestro actuar y quehacer, pero lo más
importante es tener el propósito y hacer un esfuerzo para entender los conceptos de moral y ética,
los principios y valores que fundamentan el quehacer para aplicarlos en la realidad.
En la toma de decisiones se busca la mejor alternativa para lograr el bien, la más justa para la
persona o personas involucradas en la situación. Pero siempre que sea posible se debe permitir la
participación del individuo en el análisis y discusión para la selección de la alternativa.
Recordemos que la toma de decisiones éticas implica responsabilidad de quien decide.
Quien decide y actúa de acuerdo a la supuesta realidad del problema, asume la responsabilidad
de las consecuencias de la decisión. Se debe tener presente que quien sufre las consecuencias de
la decisión, no es con frecuencia quien decide.
Algunos dilemas éticos que se encuentran presentes en la práctica profesional o en situaciones de
la vida cotidiana surgen en situaciones que presentan conflicto, entre otras, las siguientes:
(Garzón, s/f)
1. Conflicto entre dos principios éticos
Por ejemplo, conflicto entre la autonomía de la persona para decidir si acepta o no un
tratamiento y el principio de beneficencia que mantiene el médico, el profesional de salud,
para aplicar el tratamiento que considera más adecuado para la situación de salud.
2. Conflicto entre dos posibles acciones en las cuales hay algunas razones a favor y otras en
contra de la acción.
3. Conflicto de evidencias
La persona ha expresado sus deseos de no querer recibir tratamientos desproporcionados
o extraordinarios cuando esté enferma. La familia, cuando el paciente no puede o está
incapacitado para hacer valer sus deseos, pide que se apliquen todas las medidas
extraordinarias o desproporcionadas.
4. Conflicto entre dos alternativas no satisfactorias
La persona está en huelga de hambre y rechaza toda fuente de alimentación o hidratación.
El médico con el apoyo de la Corte ordena forzar hidratación parenteral.
5. Conflicto entre la ética personal y el rol profesional
Por ejemplo, en la institución donde una persona trabaja como enfermera practican
tratamientos de esterilización. En este caso los principios éticos de ella entran en
conflicto con la práctica de estos tratamientos, pero no al cuidar a los pacientes a
quienes se les ha practicado.
6. Conflicto entre la ética y la ley
Por ejemplo, si la ley permite la eutanasia o el aborto y los principios éticos personales
van en contra de esos procedimientos, el profesional puede negarse a participar y tiene
derecho a hacer uso de la objeción de conciencia.
Los conflictos mencionados se presentan en el quehacer diarios de la vida laboral, social, médico,
así también pueden darse en el trabajo de cualquier otra institución de servicio público. Los
conflictos se verán reflejados cuando se ponen en práctica los bienes internos en donde no sólo
se trata de cumplir un trabajo sino de ser justo con la persona indicada en el momento indicado.
Ya se mencionó anteriormente sobre la ley, para la ética es una herramienta que controla el
comportamiento humano y pretende ser justa. Por esa pretensión se modifica o cambia
constantemente cada cierto tiempo según realidad histórico social de la sociedad.
Propuesta EUROSAI
La EUROSAI en el documento de ¿Cómo implementar la ISSAI 30?: Código de ética de
INTOSAI, de mayo 2017, menciona que el personal de las EFS debe tener una formación
permanente, capacitación, de cómo identificar y abordar los dilemas éticos para ser resueltos; para
ello se debe crear un modelo de buenas prácticas en el que deben constar los siguientes pasos:
1. Analizar el problema para determinar si se trata de una situación de lo correcto versus lo
correcto (un verdadero dilema) o de una situación de lo correcto frente a una irregularidad
(un problema de cumplimiento)
2. Evaluar la situación y ofrecer una solución basada en los valores en juego y valorar las
consecuencias.
3. Comprobar si otras personas involucradas (dirección, colegas) están de acuerdo con las
opciones identificadas, o ver alternativas.
4. Evaluar los efectos reales de las medidas adoptadas y las observaciones que se reciban.
EUROSAI: Cómo afrontar los dilemas
PASO ELEMENTOS QUE DEBEN CONSIDERARSE
1. Analizar el problema para evaluar si se Elementos a considerar:
está enfrentando a una situación de lo La prueba de lo correcto contra lo
correcto versus lo correcto (un dilema real) irregular:
y no a una situación de lo correcto versus La prueba de cumplimiento: "¿Infrinjo
una irregularidad (un problema de alguna ley o reglas/principios establecidos
cumplimiento). en la organización?
La prueba del espejo: "¿Puedo vivir con la
- ¿Es una opción contraria a un requisito decisión que estoy tomando?"
legal o contraria a la ética? La prueba de la publicidad: "¿Estoy
(Si la respuesta es afirmativa, usted no se dispuesto a leer sobre esto en el periódico?
enfrenta a un dilema ético) ¿Decírselo a mi familia?"
- Dos líneas de acción son posibles pero no La prueba de la firma: "¿Asumo la
se pueden seguir ambas; dos valores responsabilidad pública de esto?"
deseables están en La prueba kantiana: "¿Y si todos actuaran
conflicto como yo?"
(Si este es el caso, usted se enfrenta a un Paradigmas de dilemas éticos:
dilema ético). La verdad contra la lealtad:
Honestidad e integridad contra
compromiso o promesa
Yo mismo contra los otros; nosotros contra
ellos; el grupo más pequeño contra el más
grande.
Corto plazo versus largo plazo
Ahora frente a entonces; necesidades
inmediatas frente a objetivos futuros
Justicia versus misericordia; imparcialidad
en la aplicación de las reglas versus
compasión y empatía.
2. Evalúe la situación y proporcione su Métodos de resolución
propia solución basada en los valores en BASADO EN EL FIN: el mayor bien para el
juego, evalúe las consecuencias. mayor número (incluye una pequeña
- ¿Tengo todos los elementos para resolver cantidad de efectos negativos para unas
el dilema? pocas personas).
- ¿Cuál es mi solución al dilema? BASADO EN LA NORMA: Quiero que todos
actúen de la misma manera en la misma
situación.
BASADO EN EL CUIDADO: Me pongo en el
lugar de los afectados por mi decisión.
3. Compruebe si otras personas Preguntas a responder
involucradas (jerarquía, colegas) están de ¿Quién está involucrado?
acuerdo con las opciones que usted ¿Qué es lo que piensan?
identifica o ve alternativas. ¿Existen opiniones enfrentadas?
4. Evalúe el impacto real de su acción y Consideraciones finales
cualquier comentario recibido. Adopte medidas en torno a la mejor
opción identificada.
Evalúe el impacto real de su acción y
cualquier comentario recibido, ya que esta
experiencia puede servir como un
precedente o un buen punto de partida
cuando se enfrente a situaciones similares
en el futuro.