El documento describe la formación y estructura de los huracanes. Los huracanes se forman sobre aguas oceánicas cálidas cuando el aire cálido y húmedo se eleva en forma de remolinos, generando baja presión. La rotación de la Tierra hace que la tormenta gire en espiral. Los huracanes poseen un ojo central tranquilo rodeado por una pared de fuertes vientos y lluvias. El efecto Coriolis causa que los huracanes del hemisferio norte giren en sentido contrario a las agujas del re
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El documento describe la formación y estructura de los huracanes. Los huracanes se forman sobre aguas oceánicas cálidas cuando el aire cálido y húmedo se eleva en forma de remolinos, generando baja presión. La rotación de la Tierra hace que la tormenta gire en espiral. Los huracanes poseen un ojo central tranquilo rodeado por una pared de fuertes vientos y lluvias. El efecto Coriolis causa que los huracanes del hemisferio norte giren en sentido contrario a las agujas del re
El documento describe la formación y estructura de los huracanes. Los huracanes se forman sobre aguas oceánicas cálidas cuando el aire cálido y húmedo se eleva en forma de remolinos, generando baja presión. La rotación de la Tierra hace que la tormenta gire en espiral. Los huracanes poseen un ojo central tranquilo rodeado por una pared de fuertes vientos y lluvias. El efecto Coriolis causa que los huracanes del hemisferio norte giren en sentido contrario a las agujas del re
El documento describe la formación y estructura de los huracanes. Los huracanes se forman sobre aguas oceánicas cálidas cuando el aire cálido y húmedo se eleva en forma de remolinos, generando baja presión. La rotación de la Tierra hace que la tormenta gire en espiral. Los huracanes poseen un ojo central tranquilo rodeado por una pared de fuertes vientos y lluvias. El efecto Coriolis causa que los huracanes del hemisferio norte giren en sentido contrario a las agujas del re
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ENSAYO SOBRE EL HURACAN
JUAN ANDRES RODRIGUEZ CHAPARRO
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA Y TECNOLOGICA DE COLOMBIA
FACULTAD DE CIENCIAS BASICAS BIOLOGIA TUNJA, BOYACA 2022 HURACANES Uno de los fenómenos meteorológicos más potentes que existen y que más daños pueden dejar a su paso son los huracanes. También se les conoce como ciclones o tifones, aunque se les nombra de acuerdo a la zona en la que se producen. Para que lleguen a formarse se requieren ciertas condiciones específicas, de manera que no se pueden conformar en cualquier parte del mundo. Cuando lo hacen en el Océano Atlántico y el este del Pacífico se les llama huracanes, en el Océano índico son ciclones y en el Pacífico occidental se les conoce como tifones. Los huracanes se forman por la acumulación de tormentas eléctricas que se desplazan sobre aguas oceánicas cálidas. Cuando el aire cálido de la tormenta y de la superficie oceánica se combina, empiezan a elevarse en forma de remolinos. Esto genera baja presión en la superficie del océano. Los vientos que circulan en direcciones opuestas hacen que la tormenta comience a girar. La elevación del aire cálido hace que la presión disminuya a mayor altitud. La tormenta gira debido a la rotación de la Tierra y la energía del agua caliente del océano aumenta la velocidad de los vientos, así es como la tormenta va fortaleciéndose; para que finalmente sea considerado un huracán tiene que alcanzar los 119 km/h. El mecanismo más común de formación de huracanes en el Atlántico (que provoca más del 60% de estos fenómenos), es una onda tropical. La onda empieza como una perturbación atmosférica que crea un área de relativa baja presión. Suele generarse en África Oriental a partir de mediados de julio. Si encuentra las condiciones adecuadas para mantenerse o desarrollarse, esta área de baja presión empieza a moverse de este a oeste, con la ayuda de los vientos alisios. Cuando llega al océano Atlántico, la onda tropical puede ser el germen de un huracán, pero para que este se forme necesita fuentes de energía, como el calor y el viento adecuado. En concreto, es necesario que la superficie del agua esté por encima de los 27ºC y que haya una capa espesa de agua caliente en el océano. También tiene que haber, por un lado, vientos con un giro horizontal para que la tormenta se concentre. Por el otro, vientos que mantengan su fuerza y velocidad constante a medida que suben desde la superficie del océano. Si hay cortante de viento, o variaciones del viento con la altura, esto puede interrumpir el flujo de calor y humedad que hace que el huracán se forme. Además, tiene que haber una concentración de nubes cargadas de agua y una humedad relativa alta presente en la atmósfera. Los huracanes poseen una estructura de viento giratoria, observable desde el espacio como una gran espiral blanca, en torno a un ojo o centro de baja presión que puede llegar a medir casi 50 km de ancho y en el que se produce una calma relativa. Alrededor de él, en cambio, existe una pared de vientos lluviosos y nubes de tormenta llamadas cumulonimbos. En ellos huracanes área de baja presión hace que el aire húmedo y caliente que viene del océano suba y se enfríe, lo que alimenta las nubes. La condensación de este aire libera calor y provoca que la presión sobre la superficie del océano baje aún más, lo que atrae más humedad del océano, engrosando la tormenta. Los vientos convergen y ascienden dentro de esta área de baja presión, girando en dirección contraria a las agujas del reloj, por influencia de la rotación de la Tierra y dando a los huracanes esa imagen tan característica. A medida que la tormenta se hace más poderosa, el ojo del huracán — el área central de hasta 10 km — permanece relativamente tranquilo. A su alrededor se levanta la pared del ojo, compuesta de nubes densas donde se localizan los vientos más intensos. Más allá, están las bandas nubosas en forma de espiral, donde hay más lluvias. Debido al efecto Coriolis, que imprime cierta aceleración sobre los huracanes debido a la rotación terrestre, los huracanes de cada hemisferio giran hacia el polo: los del hemisferio norte tienden hacia el Polo Norte girando en sentido contrario a las manecillas del reloj; mientras que los del sur tienden al Polo Sur girando en sentido de las agujas del reloj. Para explicar mejor el efecto Coriolis se puede observar hacia dónde rota el agua cuando se va por el desagüe del fregadero; en condiciones físicas ideales (en la que otras fuerzas mayores o condiciones ambientales no lo impidan), si se está en el hemisferio norte, siempre rotará en el sentido contrario a las manecillas del reloj, por el contrario, en el sur, rotara en sentido de las manecillas del reloj. La causa detrás de esto fue descubierta en el siglo XIX y se le conoce como efecto Coriolis y es resultado del movimiento de la Tierra sobre su eje, esta fuerza es la que hace que los huracanes en el hemisferio norte giren en contra de las manecillas del reloj. Ciclo-génesis de un huracán La teoría más aceptada sobre la ciclo-génesis, y que cumple en gran manera con las observaciones y mediciones realizadas, es la de la maquina térmica, en donde supondremos para seguir dicha teoría que un huracán se comporta de manera que sigue un ciclo de Carnot. Dicho ciclo de Carnot consta de: 1. Expansión isotérmica Suponiendo que nuestro sistema está formado por un cilindro que en la parte superior esta tapado por un pistón movible, suponiendo también que este cilindro encierra un gas ideal (P1, V1, T1), donde este gas ideal se puede expandir o comprimir; ahora si ponemos nuestro sistema en contacto con un foco de calor, el gas entonces al calentarse se expande ejerciendo una fuerza sobre el pistón aumentando el volumen (V2), disminuyendo la presión (P2) y manteniendo así la temperatura constante (T1) dentro del pistón. En la formación de un huracán, como lo heos mencionado la superficie del mar actúa como un foco o fuente de calor haciendo que el aíre se expanda, sin embargo, al tener limitado el desplazamiento hacia arriba debido a la presión atmosférica el aíre entonces se dirige hacia el lugar donde la presión atmosférica es menor, siendo en ese lugar donde precisamente se forma el ojo del huracán. El desplazamiento lo hace en forma de espiral sobre la superficie del mar manteniendo la temperatura constante, siendo entonces un proceso isotérmico. 2. Expansión Adiabática En este caso no hay flujo de calor hacia el exterior o el interior del sistema, lo que se logra aislando térmicamente el sistema de manera perfecta o haciendo que los cambios sean tan rápidos que no haya tiempo para la transferencia de calor. Así si el pistón que encierra el gas se desliza de manera brusca hacia arriba, aumentando el volumen del gas, entonces tanto la presión como la temperatura del gas tenderán a disminuir. En el caso de un huracán cuando el aíre ha llegado a la pared del ojo este asciende de forma adiabática, sobre la pared del ojo, disminuyendo la presión desde aproximadamente 100 Kpa hasta 25 Kpa y disminuyendo la temperatura de aproximadamente 28° Celsius hasta -18° Celsius. Ya estando en la máxima altura alcanzada, que es en la troposfera, el aíre pierde por radiación calor de manera muy rápida produciendo un descenso de temperatura de -18◦C hasta -83◦C, es en este momento cuando el aíre ahora desciende adiabáticamente haciendo que se produzca un aumento de presión y de temperatura hasta alcanzar nuevamente la superficie del mar. Es así el factor principal en la trayectoria del movimiento de un huracán es el movimiento del fluido circundante, este fluido circundante obedece la distribución de las zonas de alta y baja presión, las cuales son generadoras de vientos de gran intensidad y que arrastran o dirigen la trayectoria de los huracanes.
Referencias 1. Salazar-Vallejo, S. I. (2002). Huracanes y biodiversidad costera tropical. Revista de Biología Tropical, 50(2), 415-428.