El ciclón Yaku, las inundaciones y el impacto en la vida de las niñas y niños de las regiones afectadas.

Breves
recomendaciones para el desarrollo infantil
Ante esta situación de desastre y riesgo inminente, desde COPERA nos planteamos los siguientes
cuestionamientos en torno al bienestar de los niños y niñas: ¿Cuál es el lugar de nuestros niños y niñas en esta
situación? ¿Cómo atenderlos durante la emergencia? ¿Cómo salvaguardar su bienestar y no perder de vista
todas las posibilidades de desarrollo?
Este artículo busca ofrecer algunas recomendaciones importantes para las familias, las comunidades y los
servicios sociales de los gobiernos locales. Esperamos que sirvan para identificar lo más urgente en lo que al
cuidado de gestantes y bebés se refiere.
Efectos en la salud y formas de prevención o asistencia hacia las niñas y niños
Durante la emergencia, muchas familias debieron salir de sus casas a causa de las inundaciones, daños de sus
pertenencias, pérdida de sus hogares o serias afectaciones en sus estructuras. Otras, vieron afectada su
actividad económica.
Como adultos, responsables de asegurar el cuidado y atención de los niños y niñas, velamos por asegurar la
protección, principalmente, a los menores de 3 años quienes, sin duda, dependen más de sus progenitores. Sin
embargo, cuidar cuando nos sentimos vulnerables no es sencillo, por ello, nos preguntamos ¿a qué aspectos
debemos prestarle especial atención en los próximos días?
Es importante estar conscientes de que como adultos nos encontramos en una situación extrema de
agotamiento, probablemente, sin una buena alimentación y con una fuerte presión sobre el futuro inmediato,
por tanto, la capacidad de priorizar los cuidados que necesita el niño o niña no siempre será fácil. Así, el Centro
para el Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard (s, f.), nos alerta sobre la necesidad de prevenir un efecto
prolongado en los niños pequeños sobre las situaciones estresantes que viven las familias a causa del miedo, las
pérdidas sufridas y las preocupaciones actuales. Al igual que los adultos, los niños también se mostrarán más
ansiosos y demandantes.
Es importante, entonces, que los cuidadores principales sepan que no están solos, que pueden buscar apoyo en
la comunidad y en su entorno cercano. Probablemente han escuchado alguna vez que se necesita toda una
ciudad para criar a un niño. En este tipo de situaciones extremas, esta frase adquiere mayor sentido. Una vez
asegurada la protección de la familia, estando en un sitio a resguardo, empecemos a observar nuestro estado de
salud general.
Lamentablemente, una de las peores reacciones de las personas ante situaciones de alto estrés es la
proliferación de la violencia y, una de sus formas, es la violencia sexual. Durante la pandemia de COVID-19
aumentaron los casos de violencia sexual contra las niñas menores de 10 años, entre las que se registraron hasta
7 partos según el registro de nacido vivo del Ministerio de Salud (CNV, 2023). La mayoría de las veces, sus
abusadores provenían de su entorno cercano. Generemos un entorno seguro donde nuestros niños estén a
salvo. Todos somos responsables de nuestros niños. Estemos atentos y vigilantes.
En lo referente a salud, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC)
advierte que “existen enfermedades como: las infecciones respiratorias agudas (IRAS), enfermedades diarreicas
agudas (EDAS), dengue, leptospirosis, peste y malaria que tienen un riesgo potencial alto de incrementarse en
diversas regiones del Perú”. Las aguas de las inundaciones arrastran todo tipo de elementos, desechos y restos
de animales que se van a comenzar a descomponer debido al calor y la humedad rápidamente.
Esto produce una afectación severa del agua potable y se contamina nuestro entorno más cercano. Sabemos
también, tanto por experiencia como por evidencia científica, que la falta de acceso a agua impide el lavado de
manos, medida que es absolutamente necesaria para evitar las infecciones diarreicas agudas. La Defensoría del
Pueblo (s, f.) nos alerta sobre el incremento de enfermedades infecciosas y hace un llamado a extremar las
medidas de prevención.
Municipios, ollas comunes y otros servicios comunitarios deberán estar atentos a regular y facilitar espacios en
los barrios que ayuden a las familias y a sus niños a estar pendientes de algunos cuidados básicos. La CDC sugiere
las siguientes acciones conjuntas sobre Promoción de la Salud:
Lavado de manos antes y después del consumo de alimentos.
Consumo de agua embotellada, clorada (dos gotas de cloro en un litro de agua y dejar reposar 30 minutos) o
hervida y en abundancia para evitar las enfermedades diarreicas.
Consumo de alimentos cocidos y no perecibles (se recomienda el uso en cocinas y ollas comunes de arroz, atún
en conserva, aceite, fideos, avena, lentejas, azúcar, galletas, entre otros). Para los bebés, se recomienda no
suspender la lactancia materna.
Averigüe bien cómo llegar al punto de atención de salud más cercano en caso de que algún miembro de su
familia deba ser atendido. Acuda si presentan alguno de estos síntomas: fiebre, malestar general, erupciones en
la piel como sarpullido, náuseas, vómitos, diarreas, etc.
Proteja los envases donde almacena agua y alimentos. Atención a la contaminación por contacto con desechos y
excretas, respete los lugares dispuestos para saneamiento.
¿Y cuándo se acabe la emergencia? ¿Cómo nos preparamos para el inicio de clases?
Entornos saludables en las escuelas.
Después del cierre e interrupción de clases, los niños y las niñas regresarán a sus escuelas para explorar,
interactuar y aprender. La manera que los niños tienen de vivir, jugar y desarrollar nuevas competencias es en
contacto con los objetos que tienen a su alrededor y en movimiento. Es por esa razón que los adultos a cargo
nos sentimos obligados a actuar rápidamente para acondicionar los ambientes de la escuela que han sido
afectados. Empecemos por identificar necesidades actuales y reales de cada escuela, para responder de manera
efectiva y, especialmente, prever posibles consecuencias negativas.
¿Qué es el moho?
La exposición al moho puede provocar irritación en los ojos, la piel, la nariz, la garganta y los pulmones de las
personas, tanto al inhalar como por el contacto con el moho. Al igual que cualquier otra afectación, estos
problemas en la salud de los niños afecta inevitablemente el logro en su aprendizaje. El ausentismo de los niños
y niñas ante posibles enfermedades va a tener un efecto negativo también en su desarrollo social y escolar.
¿Para controlar el moho en las escuelas, debemos controlar la humedad?
Para asegurar entornos saludables para los estudiantes, podemos actuar de la siguiente manera:
- Organiza con tu equipo una inspección de cómo se encuentran los espacios y los signos de humedad o moho
que se generaron.
- Reporta los problemas de humedad inmediatamente.
- Ten en cuenta que la ventilación es un factor que influye positivamente en la erradicación del moho y la
humedad.
- Limpia y seca espacios y materiales húmedos dentro de las 48 horas siguientes para evitar el crecimiento del
moho.
- Reemplaza algunos materiales o mobiliario que consideres pueda generar moho.
Efectos de las inundaciones, ¿a qué aspectos prestar especial atención?
El cuidado de niños y adultos no se detiene ni durante la emergencia ni después de ella. El Centro sobre el
Desarrollo Infantil Temprano (s, f.) reconoce que “cuando los padres se enfrentan a problemas de necesidades
básicas, no se centrarán en los problemas más importantes que les causan estrés en su vida”. Atender la salud
mental de las familias no sólo se consigue por medio de sistemas de salud sino estando atentos en comunidad a
entender juntos qué nos está sucediendo en este momento de nuestra vida y animarnos a dar un paso a la vez.
Recordemos que lo más urgente es asegurar la protección de nuestros niños y niñas, su alimentación y su
higiene personal para evitar otras enfermedades. Regresar a los hogares significa muchas horas de drenaje,
trapeo y limpieza. Sin embargo, la labor de mantenimiento no termina habiendo retirado el lodo. Las estructuras
de casas y escuelas han estado expuestas a abundante agua por periodos prolongados. Esto puede ocasionar
moho y daños en los materiales de construcción, con importantes consecuencias para la salud de niños y
adultos. Mantener una buena ventilación y restaurar las zonas dañadas son labores necesarias para mantener en
buen estado los lugares que habitamos y en los que se desarrolla nuestra vida diaria.
Conclusiones:
Debemos recordar que, al haber entrado en alerta de Niño Costero, la vigilancia y control debe hacerse
comunidad a comunidad, persona a persona, así como establecer una sólida vigilancia epidemiológica y de
desastres. Los gobiernos locales deben priorizar la atención inmediata y no perder de vista la ejecución de
acciones de planificación y prevención ante futuros desastres, en las zonas declaradas de riesgo por
deslizamientos, huaicos y desbordes de ríos. Así, desde COPERA invocamos a que los gobiernos locales y
regionales colaboren y contribuyan junto a la comunidad para crear mejores condiciones durante la emergencia
y después de ella, con especial énfasis en la población más vulnerable.
Finalmente, sugerimos que la atención y el cuidado más efectivos son los que están centrados en la persona, en
sus necesidades particulares. Recordemos a los más vulnerables, personas adultas mayores, con discapacidad y a
nuestros niños y niñas pequeños, que dependen de todos nosotros. Recordemos también que después del
desastre, tendremos la oportunidad de reconstruir una ciudad amigable y segura para los niños y niñas,
incluyendo los centros de salud y escuelas como puntos principales de atención para el desarrollo infantil.
Somos comunidad.
Fuentes:
Born, D. & Minujín, A. (2016) Infancia y desigualdad habitacional urbana en ocho países de América Latina.
República de Panamá: UNICEF.

Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC)

Center Developing Child (s, f.). The Brain Architects Podcast: Toxic Stress: Protecting the Foundation
(wpengine.com) Disponible en: https://developingchild.harvard.edu/resources/the-brain-architects-podcast-
toxic-stress-protecting-the-foundation/

CNV (2023). Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo en Línea. Por característica de la madre.
https://webapp.minsa.gob.pe/dwcnv/dwmadrenew.aspx

Defensoría del Pueblo (s, f.). Defensoría del Pueblo: presencia de lluvias y sus efectos aumentan riesgo de
enfermedades infecciosas. Disponible en: https://www.defensoria.gob.pe/defensoria-del-pueblo-presencia-de-
lluvias-y-sus-efectos-aumentan-riesgo-de-enfermedades-infecciosas/

INDECI (2023). Informe de Emergencia Nº 609 – 20/3/2023 / COEN – INDECI / 07:50 HORAS (Informe N° 17).
Lluvias intensas en el departamento de Lambayeque (DEE).

INDECI (2023). Informe de Emergencia N° 607 – 20/3/2023 / COEN – INDECI / 07:30 HORAS (Informe N° 24).
Lluvias intensas en el departamento de Tumbes (DEE).

INDECI (2023). Informe de Emergencia Nº 606 – 20/3/2023 / COEN – INDECI / 07:15 HORAS (Informe N° 7).
Lluvias intensas en el departamento de Lima Provincias (DEE).
La República (2023). Trágico balance: 61 muertos y 12.200 damnificados en 5 meses.
https://larepublica.pe/sociedad/2023/03/14/lluvias-en-peru-tragico-balance-61-muertos-y-12200-damnificados-
en-5-meses-arequipa-coen-lluvias-en-el-sur-inundaciones-1143408

Loyola y Quevedo (2021) Re-diseñar la ciudad para re-invindicar las relaciones. Marco de acción para una ciudad
que atienda las relaciones desde la infancia. Ocupa tu Calle, FIIU5. Resiliencia Urbana-Tomo I: Artículos y
Fotoensayos. Lima, Sistema Urbano