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Pprimer Parcial Domiciliario 12/08/2022 Historia Mundial I Nélida Tarpin Soriano María Belén DNI 38690533

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PPRIMER PARCIAL DOMICILIARIO 12/08/2022

Historia Mundial I Nélida Tarpin

Soriano María Belén DNI 38690533

En los trabajos sobre Constantino de Luño Tola y Moreno Resano se destaca la política
religiosa que llevó a cabo el emperador, vista con el objetivo de unificar el territorio
bajo su autoridad y legalizar su gobierno y la de una concepción utilitaria que le ofreció
protección en la guerra y garantizó su autoridad, además, Moreno Resano también
nombra cuestiones más personales donde nombra no solo su utilidad política sino como
Constantino abrazó la fe cristiana ya que le habría dado grandes victorias militares y
librado de males o mostrándole la salvación personal.

Fue proclamado emperador por las tropas de su difunto padre y respaldadas por los
mismos en el 306, pero este nombramiento no era “legal” sino que se trató de un acto de
usurpación, su fuerza militar obligó a que lo reconocieran como miembro imperial. Por
eso, más allá de las creencias personales que tuviera, se trataba de un discurso político
legitimador de autoridad el uso de la religión, es por eso que promovió el culto imperial
ante, por ejemplo, otras prácticas divinas de sacrificios o adivinatorias-oráculos, como
consecuencia de buscar un medio para consolidar esa posición. En este sentido, la
religión, se convirtió para Constantino en una herramienta política. El cristianismo tenía
una jerarquía eclesiástica a nivel estatal que podía ser de gran ayuda a sus fines de
unificación. Su proyecto se basó a partir del edicto de tolerancia, en dar privilegios a los
clérigos que controlaban la Iglesia. A su vez, destaca en el texto, los conflictos que
separaban a los mismos cristianos y en como con su participación en los concilios
ecuménicos siempre busco unificar y acercar las posturas entre las distintas sedes
episcopales imponiendo su autoridad ante asuntos estrictamente religiosos.

La conversión al cristianismo fue un proceso paulatino, durante su juventud fue testigo


de las persecuciones de cristianos y de sus procesos judiciales y atrocidades cometidas.
Algunas fuentes que no resultaron verosímiles quisieron demostrar que Constantino
tenía una mayor afinidad por el cristianismo debido a su familia, pero Constantino para
esa época no era cristiano, más allá de que pudiera existir cierto afecto a los cristianos
en su familia, fue a partir de esos procesos judiciales donde quizá pudo llegar a conocer
mejor a la doctrina. A partir del 306, ante la necesidad de legitimar su nueva posición
de emperador se relacionó con el culto solar ya que encajaba en varias regiones y se
adaptaba a múltiples creencias en varios sectores poblacionales, es decir, le servía a su
gobierno. Había gran devoción a este culto y él necesitaba identificarse con sus
súbditos. En el 310 se enfrenta militarmente contra su suegro Maximiano, el cual es
asesinado, y no reconocerá a Majencio, su cuñado, al cual derrota en Italia, y actuaría
como único augusto de Occidente. Sin embargo, esta divinidad solar no se acercaba del
todo a sus ambiciones políticas ya que carecía de la organización y jerarquía que si
poseía el cristianismo. Sumado a que los ritos tradicionales y presagios ante este
enfrentamiento no le habían favorecido, por lo que buscó nuevas formas religiosas que
sirvieran a sus aspiraciones, no tardo en proclamar que sus victorias se debían a una
intervención de un dios desconocido con el cual tenía una relación personal y
exclusiva(no era Cristo, sino un protector de Constantino y sus tropas) sin dejar de
cumplir con los ritos propios de la religión tradicional (tener en cuenta que el
cristianismo en esos momentos seguía siendo una religión minoritaria), pero ya
demostrada para Constantino que el culto tradicional no le era tan útil políticamente, de
esta manera ya se veía una cierta dualidad permanente entre el culto tradicional y el
cristianismo. El contexto histórico en el cual vivió, medió entre las guerras augustas
(entre el 314 y 316 y nuevamente en 323 y 324), por lo que Constantino usó la religión
para hacer propaganda y él mismo se manifestaba como garante de tolerancia y libertad
religiosa mientras que su oponente Licinio (que se alejó completamente del
cristianismo) era visto como un tirano.

En el año 324 luego de la guerra civil con su victoria ante Licinio y con el apoyo de los
cristianos, Constantino manifestó públicamente su adhesión exclusiva al cristianismo,
aunque no fue bautizado ni participaba en ceremonias litúrgicas, la religión cristiana que
profesaba tenía muchas similitudes con los cultos tradicionales de los cuales se alejaba
gradualmente. Poco antes de su muerte en 337 y viéndose enfermo pidió ser bautizado.

Con respecto a las disposiciones legales, los autores nombran al Edicto de Milán (más
que edicto se trató de una carta imperial) promulgado en el año 313 en donde se
reunieron Constantino y Licinio, el cual estableció la tolerancia religiosa para todo el
territorio romano, el cual concedía al cristianismo la condición de religio, e incluía la
devolución de bienes confiscados a la iglesia durante el tiempo de persecución. Esto
supone un hito sin precedentes, porque además a partir de Constantino nunca antes se
habían promulgado tantas leyes en beneficio de una religión. También hubo exenciones
fiscales para clérigos lo cual creo problemas con respecto a la administración y la crisis
económica que atravesaba al imperio. Otros privilegios fueron: la prohibición de que
cristianos fueran esclavos de judíos, la manumisión de esclavos dentro de la iglesia, la
capacidad de recibir donaciones y herencias, y la denominada audientia episcopalis, la
cual otorgaba autoridad judicial a los obispos y concedía rango de ley a sus sentencias,
las cuales eran sagradas, inviolables e inapelables. Su política eclesiástica y los
privilegios se vieron también en las construcciones arquitectónicas de basílicas a lo
largo del territorio. A su vez, ante las controversias entre cristianos (con donatistas en
África, o el arrianismo) usó su autoridad de pontifex maximus, celebrando concilios y
emitiendo edictos para amenizar los conflictos, ya que no quería inconvenientes que
pudiesen debilitar la nueva posición de la Iglesia. En concilios como los celebrados en
Roma en 313, en Arles en 314 ante los conflictos de donatistas, y en Nicea en el 325
para condenar la doctrina arriana, elaborar una fe común para todos los cristianos y
aprobar un código de conducta de aplicación general en las iglesias. Dentro de lo que
fue la religión tradicional, siempre le dio importancia a la veneración del emperador (el
culto imperial), el culto estaba centrado en este aspecto, desplazando a divinidades del
panteón. Una de las principales medidas fue la de controlar los ritos adivinatorios que
pudieran ser perjudiciales para su gobierno. Pero nunca prohibió la religión tradicional
en sí, sino aspectos puntuales que le eran contraproducentes políticamente.
Cabe destacar que la conversión fue un proceso que como se nombro con anterioridad
tuvo varias etapas y fue paulatino, entre el 306 al 312 hizo referencia al dios Apolo y
observancia de los cultos tradicionales y se mantuvo fiel a estas tradiciones, hasta que
utilizó la “protección de un dios con nombre desconocido entre el 312 al 314 luego de
recibir respuestas adivinatorias que no le eran favorables en su campaña contra
Majencio, hasta que reconoció a partir de estas fechas a Cristo como divinidad
protectora personal y privilegió a cristianos y sobre todo a clérigos, seguida de una
etapa a partir del324 donde manifiesta públicamente su adhesión a la fe cristiana y
finalmente cercano a su muerte donde pide ser bautizado.

Su acercamiento al cristianismo siempre debe ser considerado dentro del cálculo


político que le fue útil a su gobierno, en sus campañas militares y en la vida en general,
sumado a su afecto personal por esta doctrina.
BIBLIOGRAFIA.

CONSTANTINO (306 – 337): ENTRE POLITICA Y RELIGION Daniel Luño


Tola

Constantino y su relación personal con el cristianismo: de la piedad tradicional a la


conversión1 Esteban MORENO RESANO Universidad de Zaragoza

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