Poesía Generación Del 98
Poesía Generación Del 98
Poesía Generación Del 98
***
Canciones a Guiomar
De la ciudad moruna
tras las murallas viejas, 1. No sabía
yo contemplo la tarde silenciosa, si era un limón amarillo
a solas con mi sombra y con mi pena. lo que tu mano tenía,
El río va recorriendo, o un hilo del claro día,
Guiomar, en dorado ovillo. Por ti, ¡oh Guiomar!...
Tu boca me sonreía.
Yo pregunté: ¿qué me ofreces? *****
¿Tiempo en fruto, que tu mano
eligió entre madureces 3.Tu poeta piensa en ti...
de tu huerta?
¿Tiempo vano Tu poeta
de una bella tarde yerta? piensa en ti. La lejanía
¿Dorada ausencia encantada? es de limón y violeta,
¿Copia en el agua dormida? verde el campo todavía.
¿De monte en monte encendida, Conmigo vienes, Guiomar;
la alborada nos sorbe la serranía.
verdadera? De encinar en encinar
¿Rompe en sus turbios espejos se va fatigando el día.
amor la devanadera El tren devora y devora
de sus crepúsculos viejos? día y riel. La retama
pasa en Sombra; se desdora
***** el oro de Guadarrama.
Porque una diosa y su amante
2. En un jardín te he soñado, huyen juntos, jadeante,
alto, Guiomar, sobre el río, los sigue la luna llena.
jardín de un tiempo cerrado El tren se esconde y resuena
con verjas de hierro frío. dentro de un monte gigante.
Campos yermos, cielo alto.
Un ave insólita canta Tras los montes de granito
en el almez, dulcemente, y otros montes de basalto,
junto al agua viva y santa, ya es la mar y el infinito.
toda sed y toda fuente. Juntos vamos; libres somos.
Aunque el Dios, como en el cuento
En ese jardín, Guiomar, fiero rey, cabalgue a lomos
el mutuo jardín que inventan del mejor corcel del viento,
dos corazones al par, aunque nos jure, violento,
se funden y complementan su venganza,
nuestras horas. Los racimos aunque ensille, el pensamiento,
de un sueño -juntos estamos- libre amor, nadie lo alcanza.
en limpia copa exprimimos,
y el doble cuento olvidamos. *
Hoy te escribo en mi celda de viajero,
(Uno: mujer y varón, a la hora de una cita imaginaria.
aunque gacela y león, Rompe el iris al aire el aguacero,
llegan juntos a beber. y al monte su tristeza planetaria.
El otro: no puede ser Sol y campanas en la vieja torre.
amor de tanta fortuna: ¡Oh tarde viva y quieta que opuso
dos soledades en una, al panta rhei su nada corre,
ni aun de varón y mujer.) tarde niña que amaba a su poeta!
¡Y día adolescente
* -ojos claros y músculos morenos-,
Por ti el mar ensaya olas y espumas, cuando pensaste a amor, junto a la
y el iris, sobre el monte, otros colores, fuente,
y el faisán de la aurora canto y plumas, besar tus labios y apresar tus senos!
y el búho de Minerva ojos mayores. Todo a esta luz de abril se transparenta;
todo en el hoy de ayer, el todavía Mira el incendio de esa nube grana,
que en sus maduras horas
el tiempo canta y cuenta, y aquella estrella en el azul, esposa.
se funde en una sola melodía, Tras el Duero, la loma de Santana
que es un coro de tardes y de auroras. se amorata en la tarde silenciosa.
A ti, Guiomar, esta nostalgia mía.
Crepúsculo
Cante hondo
Pero aunque fluya hacia la mar ignota, Lora del Río, 4 de abril de 1913.
es la vida también agua de fuente
que de claro venero, gota a gota,
Los borrachos
Glosa de los ojos vivarachos
y la lengua fanfarrona
Nuestras vidas son los ríos te requiebran ¡oh varona!
que van a dar a la mar,
que es el morir. ¡Gran cantar! Y otros borrachos suspiran
por tus ojos de diamante,
Entre los poetas míos tus ojos que a nadie miran.
tiene Manrique un altar.
A la altura de tus senos,
Dulce goce de vivir: la batea rebosante
mala ciencia del pasar, llega en tus brazos morenos.
ciego huir a la mar.
¡Oh, mujer,
Tras el pavor de morir dame también de beber!
está el placer de llegar.
¡Gran placer!
Hastío preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
Pasan las horas de hastío a lomos de mula vieja.
por la estancia familiar,
el amplio cuarto sombrío Y no conocen la prisa
donde yo empecé a soñar. ni aún en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
Del reloj arrinconado, donde no hay vino, agua fresca.
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado Son buenas gentes que viven,
odiosamente golpea. laboran, pasan y sueñan,
y un día como tantos,
Dice la monotonía descansan bajo la tierra.
del agua clara al caer:
un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer. Horizonte
Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan Húmedo está, bajo el laurel, el banco...
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Húmedo está, bajo el laurel, el banco
Mala gente que camina de verdinosa piedra;
y va apestando la tierra... lavó la lluvia, sobre el muro blanco,
las empolvadas hojas de la yedra.
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan, Del viento del otoño el tibio aliento
cuando pueden, y laboran los céspedes ondula, y la alameda
sus cuatro palmos de tierra. conversa con el viento...,
¡el viento de la tarde en la arboleda!
Nunca, si llegan a un sitio
Mientras el sol en el ocaso esplende Tus ojos me recuerdan
que los racimos de la vid orea, las noches de verano,
y el buen burgués, en su balcón, negras noches si luna,
enciende orilla al mar salado,
la estoica pipa que el tabaco humea, y el chispear de estrellas
del cielo negro y bajo.
voy recordando versos juveniles... Tus ojos me recuerdan
¿Qué fue de aquel mi corazón -sonoro? las noches de verano.
¿Será cierto que os vais, sombras Y tu morena carne,
gentiles, los trigos requemados,
huyendo entre los árboles de oro? y el suspirar de fuego
de los maduros campos.
¿Mi amor?
Me dijo una tarde...
¿Mi amor?...¿Recuerdas, dime,
Me dijo una tarde aquellos juncos tiernos
de la primavera: lánguidos y amarillos
si buscas caminos que hay en el cauce seco?...
en flor en la tierra,
mata tus palabras ¿Recuerdas la amapola
y oye tu alma vieja. que calcinó el verano,
la amapola marchita,
Que el mismo albo lino negro crespón del campo?...
que te vista, sea
¿Te acuerdas del sol yerto en la tarde que espera luminosa!.
y humilde en la mañana, ¡fugitiva sandalia arrebatada,
que brilla y tiembla roto tenue, bajo la túnica de rosa!
sobre una fuente helada?...
***
Miguel de Unamuno
¿Mi corazón se ha dormido?...
A mi buitre
¿Mi corazón se ha dormido? Este buitre voraz de ceño torvo
Colmenares de mis sueños, que me devora las entrañas fiero
¿ya no labráis? ¿Está seca y es mi único y constante compañero
la noria del pensamiento, labra mis penas con su pico corvo.
los cangilones vacíos El día en que le toque el postrer sorbo
girando, de sombra llenos? apurar de mi negra sangre, quiero
que me dejéis con él solo y señero
No, mi corazón no duerme. un momento, sin nadie como estorbo.
Está despierto, despierto. Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía,
ni duerme, ni sueña, mira, mientras él mi último despojo traga,
los claros ojos abiertos, sorprender en sus ojos la sombría
señas lejanas y escucha mirada al ver la suerte que le amaga
a orillas del gran silencio. sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.
Never more
Me destierro a la memoria...
Luciérnaga celeste, humilde estrella... Me destierro a la memoria,
Luciérnaga celeste, humilde estrella voy a vivir del recuerdo.
de navegante guía: la Boquilla Buscadme, si me os pierdo,
de la Bocina que a hurtadillas brilla, en el yermo de la historia,
violeta de luz, pobre centella
que es enfermedad la vida
del hogar del espacio; ínfima huella y muero viviendo enfermo.
del paso del Señor; gran maravilla Me voy, pues, me voy al yermo
que broche del vencejo en la gavilla donde la muerte me olvida.
de mies de soles, sólo ella los sella.
Y os llevo conmigo, hermanos,
Era al girar del universo quicio para poblar mi desierto.
basado en nuestra tierra; fiel contraste Cuando me creáis más muerto
del Hombre Dios y de su sacrificio. retemblaré en vuestras manos.
El pasajero
¡Tengo rota la vida! En el combate Garrote vil
de tantos años ya mi aliento cede,
y al orgulloso pensamiento abate ¡Tan ! ¡Tan! ¡Tan! Canta el martillo,
la idea de la muerte, que lo obsede. el garrote alzando están,
Quisiera entrar en mí, vivir conmigo, canta en el campo un cuclillo,
poder hacer la cruz sobre mi frente, y las estrellas se van
y sin saber de amigo ni enemigo, al compás del estribillo
apartado, vivir devotamente. con que repica el martillo:
¿Dónde la verde quiebra de la altura ¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!
con rebaños y músicos pastores?
¿Dónde gozar de la visión tan pura El patíbulo destaca
que hace hermanas las almas y las trágico, nocturno y gris;
flores? la ronda de la petaca
¿Dónde cavar en paz la sepultura sigue a la ronda de anís,
y hacer místico pan con mis dolores? pica tabaco la faca
y el patíbulo destaca
sobre el alba flor de lis.
Áspera copla remota
En un libro guardada está... que rasguea un guitarrón
En el espejo mágico aparece se escucha. Grito de jota
toda mi vida, y bajo su misterio del morapio peleón.
aquel amor lejano se florece El cabileño patriota
como un arcángel en un cautiverio. canta la canción remota
Llega por un camino nunca andado, de las glorias de Aragón.
ya no son sus verdades tenebrosas, Apicarada pelambre
desgarrada la sien, triste, aromado, al pie del garrote vil
llega por el camino de las rosas. se solaza muerta de hambre.
Vibró tan duro en contra de la suerte Da vayas al alguacil
aquel viejo dolor, que aún se hace y, con un rumor de enjambre,
nuevo, acoge hostil la pelambre
está batido como el hierro fuerte, a la hostil Guardia Civil.
Un gitano vende churros lágrimas, cartas y cantares,
al socaire de un corral, el aire pleno de azahares,
asoman flautistas burros la tarde azul, sólo una estrella.
las orejas al bardal ¡Es la hora de la doncella !
y en el corro de baturros,
el gitano de los churros Es la hora de la lechuza:
beatifica al criminal. descifra escrituras el viejo,
El reo espera en capilla, se quiebra de pronto el espejo,
reza un clérigo en latín, sale la vieja con la alcuza.
llora una vela amarilla ¡Es la hora de la lechuza!
y el sentenciado da fin
a la amarilla tortilla Es la hora de la raposa:
de yerbas. Fue a la capilla ronda la calle una vihuela,
la cena del cafetín. porta la vieja a la mozuela
Canta en la plaza el martillo, Un anillo con una rosa.
el verdugo gana el pan, ¡Es la hora de la raposa!
un paño enluta el banquillo.
Como el paño es catalán Es la hora del alma en pena:
se está volviendo amarillo una bruja en la encrucijada,
al son que canta el martillo: con la oración excomulgada
¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! le pide al muerto su cadena
¡Es la hora del alma en pena!
De tu clara frente
me oculto en el muro,
como la serpiente Rosa del sanatorio
del enigma oscuro. Bajo la sensación del cloroformo
me hacen temblar con alarido interno
Soy en tu conciencia la luz de acuario de un jardín moderno,
la interrogación y el amarillo olor del yodoformo.
a la triste ciencia Cubista, futurista y estridente,
del rey Salomón. por el caos febril de la modorra
vuela la sensación, que al fin se borra,
Sobre tu blancura, verde mosca, zumbándome en la frente.
paloma benigna, pasa mis nervios, con gozoso frío,
de mi mordedura el arco de lunático violín;
dejaré el estigma. de un sí bemol el transparente pío
tiembla en la luz acuaria del jardín,
El pecado encarna y va mi barca por el ancho río
mi testa. El laurel que separa un confín de otro confín.
del mundo es mi llama,
soy luz de Luzbel.