Estudia Avanzado Por Imagen en Pacientes Veterinarios Con Cancer PDF
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CLÍNICAS VETERINARIAS
MEDICINA DE PEQUEÑOS ANIMALES
SAUN D ER S
Medicine, Virginia Polytechnic Institute and State University, Mail Code 0442, Blacksburg, VA
24061, USA
E
ste artículo presenta una actualización sobre los últimos avances en el estudio por ima-
gen avanzado específico para veterinaria, haciendo referencia a las modalidades basa-
das en la sección transversal (la TC y la RM) y a la medicina nuclear (tomografía por
emisión de positrones [PET] y PET/TC). Se incluyen, además, un breve resumen de las mejo-
ras técnicas y una revisión de la literatura reciente, para proporcionar una visión general de los
progresos realizados en este elemento tan importante para la práctica del veterinario especialis-
ta en oncología. También se incluye un resumen en profundidad sobre la PET para introducir
los aspectos técnicos y las posibles aplicaciones en la investigación y en la clínica de esta nove-
dosa modalidad de estudio por imágenes en medicina veterinaria.
Existe un pequeño debate sobre la importancia del diagnóstico por imagen en la práctica
oncológica en la medicina veterinaria. La radiografía y la ecografía son ahora de uso habitual;
pero otras modalidades de estudio por imágenes transversales más avanzadas, como la TC y la
RM, se están convirtiendo en técnicas habitualmente disponibles en las clínicas privadas de
referencia y en los centros académicos por igual. Los oncólogos veterinarios recurren ahora
con frecuencia a las avanzadas técnicas de imagen para caracterizar el estado del paciente y
optimizar el tratamiento. La pasada década ha experimentado un gran avance en la experiencia
colectiva y en la base de conocimientos relativos a los estudios por imagen transversal, espe-
cialmente en lo que respecta a la TC y la RM en los pacientes veterinarios.
Aunque la TC y la RM proporcionan imágenes de alta resolución, presentan una capacidad
limitada para detectar la enfermedad neoplásica antes de que se produzcan importantes altera-
ciones anatómicas. La PET es una importante técnica por imagen habitualmente utilizada para
el diagnóstico, la estadificación y el tratamiento de las enfermedades neoplásicas en los seres
humanos. Con la reciente fusión de la tecnología PET/TC, las ventajas del estudio por imagen
anatómico y funcional se realizan en una sola fase. Las posibles aplicaciones de la PET y de la
PET/TC en oncología clínica veterinaria son numerosas e incluyen el diagnóstico y la estadifi-
cación inicial de la malignidad, la evaluación de la respuesta al tratamiento y la detección de la
enfermedad recurrente después del tratamiento. La PET y la PET/TC poseen muchas aplicacio-
nes como herramientas de investigación para el estudio del desarrollo del cáncer espontáneo en
los animales y para ayudar al desarrollo de nuevos radiotrazadores.
El uso de medios de contraste en los estudios por TC mejora el contraste de las partes blan-
das observadas, y ayuda a definir mejor las lesiones neoplásicas y su extensión en los tejidos
circundantes. La mayoría de protocolos del estudio por imágenes exige que se tome la misma
imagen antes y después de la administración intravenosa de un contraste yodado no iónico. El
contraste puede administrarse en forma de bolo intravenoso o en forma de infusión constante
utilizando un autoinyector, si está disponible. Después de la administración del contraste, se
adquiere un segundo conjunto de imágenes unos segundos después de la inyección del bolo de
contraste o durante el tiempo de infusión del mismo. El agente de contraste se acumula en el
tejido altamente vascular o en los tejidos con un aumento de la permeabilidad vascular. Los
márgenes de muchas lesiones neoplásicas aparecen más evidentes después de la administración
del contraste. Debido a que la TC de contraste es útil para la evaluación de la vasculariza-
ción del tumor y el flujo regional de sangre, esta técnica es aplicable a los estudios cuantitativos
de perfusión y de permeabilidad para la investigación de la angiogénesis y la hipoxia celular.
Mediante TC dinámica se realizó la determinación de la cinética wash-in del medio de contras-
te en 9 perros con tumores nasales, para tratar de evaluar la perfusión del tumor antes y durante
la radioterapia, pero no se observó ningún cambio identificable en el patrón de perfusión [1]. La
TC mejorada con contraste también se ha utilizado para evaluar la perfusión y la permeabilidad
de los tumores mediante un modelo de xenotrasplantes en roedores [2].
La TC también puede utilizarse para la aspiración con aguja fina o en biopsias de las lesiones
neoplásicas sospechosas, y en veterinaria se han descrito ampliamente biopsias percutáneas guia-
das para diagnosticar tumores ubicados en la cabeza, la columna vertebral, el tórax, el abdomen y
el hueso [3,4]. La aspiración con aguja fina guiada por TC y la biopsia del tejido del núcleo tumo-
ral se han asociado con una alta precisión (95,7%) en el diagnóstico de lesiones óseas (del orbital,
de la columna vertebral, del hueso nasal, de huesos largos y de la bulla) en perros y gatos [5].
Aplicaciones clínicas
Tumores cerebrales y espinales/paraespinales. Es un hecho ampliamente aceptado que la sec-
ción transversal de imágenes es esencial para el diagnóstico de los tumores intracraneales,
proporcionando un alto nivel de detalle anatómico que no se puede obtener mediante la radio-
grafía normal, por la superposición de estructuras óseas de la cabeza. Los primeros ensayos
sobre el estudio por imágenes transversales para caracterizar neoplasias intracraneales en ani-
males de compañía se realizaron a principios de la década de 1980 utilizando la TC [6-8]. El
primer estudio exhaustivo sobre tumores cerebrales del perro se publicó en 1984, en el cual se
describieron las características tomográficas de los hallazgos histológicos de diferentes tumo-
res cerebrales [9]. Desde entonces, muchos estudios han demostrado las ventajas y desventajas
de esta modalidad para el diagnóstico de los tumores intracraneales. Algunas lesiones pueden
no ser visibles mediante TC, debido a la pobre diferenciación de los tejidos circundantes, la
escasa mejora con el contraste o la distribución difusa dentro del cerebro [10]. Las lesiones en
el tronco cerebral, junto al peñasco temporal, pueden quedar ocultas por los artefactos por
endurecimiento del haz. Estos artefactos son atribuibles a los errores de cálculo del coeficiente
de atenuación del tejido profundo en un material de alta densidad, como el hueso en la base del
cráneo. Las líneas hipoatenuantes características del endurecimiento del haz pueden impedir la
detección de la lesión en esta área.
Las características tomográficas comunes de los tumores intracraneales caninos y felinos
se han recopilado a partir de varias referencias [11]. La mayoría de los tumores cerebrales es
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Neoplasia intratorácica
Tumores pulmonares primarios. La detección de tumores pulmonares se logra fácilmente con
las radiografías simples que proporcionan una visión global del tórax. La evaluación precisa de
los ganglios linfáticos traqueobronquiales no se logra tan fácilmente sin imágenes transversa-
les, debido a la superposición de las estructuras circundantes. La estadificación de los tumores
primarios de pulmón y la determinación del estado de los ganglios linfáticos traqueobronquia-
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les son importantes para un pronóstico exacto [36-38]. Recientemente, se ha demostrado que la
TC es más precisa (93%) en la detección de metástasis de los ganglios linfáticos traqueobron-
quiales de tumores primarios de pulmón que la radiografía (57%) [36].
Enfermedad pulmonar metastásica. Del mismo modo, la TC es útil para la detección de las
lesiones pulmonares metástasicas. Un reciente estudio retrospectivo realizado con 18 perros
encontró que sólo el 9% de los nódulos pulmonares detectados por TC fueron identificados
mediante las radiografías torácicas, y esos nódulos fueron detectados en un número significati-
vamente mayor de lóbulos pulmonares mediante la TC, en comparación con las radiografías
[39]. El umbral para la detección de nódulos pulmonares es significativamente menor con la TC
en comparación con la radiografía exploratoria, aunque sólo el 56% de los nódulos pulmonares
inferiores a 5 mm de diámetro fue identificado por, al menos, uno de cada 10 radiólogos en un
estudio de osteosarcoma metastásico canino [40].
Tumores mediastínicos. En las masas mediastínicas, la TC puede ayudar a discriminar entre
estructuras sólidas, grasas, quísticas calcificadas o estructuras vasculares sin la superposición
de estructuras circundantes [41,42]. Un reciente estudio de las características TC de masas
mediastínicas caninas y felinas halló este procedimiento útil para caracterizar el estadio del
tumor, pero no demostró una relación clínicamente relevante entre la apariencia tomográfica y
la histología [42]. Además, la invasividad de las masas mediastínicas en la TC no siempre se
relaciona con los resultados de la cirugía y no siempre puede predecir la facilidad o dificultad
de la resección quirúrgica.
Resonancia magnética
Avances técnicos
Aunque no es tan habitual como la TC, la RM se está convirtiendo en una importante modali-
dad en medicina veterinaria. Hoy, la mayoría de los hospitales veterinarios universitarios y
muchas clínicas privadas tienen acceso a la RM. Los principios de formación de imágenes con
la RM no se basan en la atenuación de un haz de rayos X como en TC, pero se basan en las
propiedades químicas y físicas del tejido. La RM tiene el más alto contraste de resolución de
todas las modalidades de diagnóstico por imagen. Las imágenes de RM pueden ser adquiridas
en cualquier plano deseado, sin cambiar la posición del paciente o sin necesidad de reconstruc-
ción multiplanar, evitando así la pérdida de calidad de la imagen.
La RM es superior a la TC en su capacidad de distinguir diferencias entre las partes
blandas, por lo que es una excelente modalidad para evaluar los tumores de estas partes
blandas. En los últimos años, las secuencias de imágenes se han mejorado para ayudar en la
detección de la lesión y su caracterización. Además de las tres tradicionales secuencias de
pulso de eco de espín (potenciada en T1, potenciada en T2, y potenciada en densidad protó-
nica), hay muchas otras secuencias que se utilizan habitualmente para definir la lesión
neoplásica. Las secuencias de imagen de recuperación de la inversión en tiempo corto
(STIR) pueden utilizarse para identificar las lesiones neoplásicas adyacentes al tejido graso.
La clásica lesión neoplásica hiperintensa se hace más evidente si se suprime la intensidad de
la señal de la grasa circundante. Las secuencias de recuperación de la inversión con atenua-
ción de fluido (FLAIR) se utilizan cuando la lesión en cuestión es difícil de definir debido a
la presencia de líquido adyacente o circundante. Esta secuencia suprime la señal del fluido,
pero no la de la lesión.
La principal limitación de la RM sigue siendo el coste inicial del equipo y el coste de
mantenimiento anual. Hay dos grandes tipos de escáneres de RM: los de imanes permanentes
y los de imanes superconductores. Los escáneres de RM con imanes superconductores tienen
mayor capacidad en lo que respecta a las secuencias de imagen, y tienen una calidad de ima-
gen superior, pero sus costes iniciales y de mantenimiento anual son considerablemente más
elevados. Los escáneres de RM con imanes permanentes no son tan caros y tienen menor
coste de mantenimiento anual. También pueden presentar un diseño de pórtico abierto, para
que sea más fácil la accesibilidad del paciente durante el estudio, pero tienden a conseguir
peor calidad de imagen, especialmente cuando los pacientes son pequeños o se escanean
partes pequeñas del cuerpo. Actualmente, la elección entre TC y RM en la medicina veteri-
naria se basa en gran medida en la economía y la disponibilidad.
Aplicaciones clínicas
Tumores cerebrales y espinales/paraespinales. La RM es actualmente la modalidad preferida
para la detección, la estadificación y la evaluación de malignidad tumoral en el SNC. Varios
estudios recientes de RM de las neoplasias del SNC demuestran la utilidad de esta modalidad
para el diagnóstico, y la correlación de los resultados de la RM con el diagnóstico histopatoló-
gico [53-59]. Los rasgos característicos, como el patrón de crecimiento, la presencia de edema,
el aumento de contraste, la intensidad de la señal, y el lugar anatómico, se han identificado para
facilitar el diagnóstico y el pronóstico de los tumores intracraneales [59]. Sin embargo, debido
a la superposición de características de los distintos subtipos histológicos, la predicción precisa
del tipo de tumor basada en las características de la RM no siempre es posible. En la RM pue-
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den observarse ciertas características que ayudan a distinguir entre las enfermedades no neoplá-
sicas y neoplásicas, como la forma de la lesión, el contacto dural, signos del saco dural, aumen-
to del contraste e invasión del hueso adyacente [55]. Para los tumores de la columna vertebral y
la médula espinal, la RM también es útil para la localización de la lesión y para evaluar la infil-
tración ósea. En un estudio, las imágenes sagitales potenciadas en T2 fueron de gran utilidad en
la localización anatómica, mientras que las imágenes transversales potenciadas en T1 con y sin
administración de contraste resultaron muy útiles para la localización y la determinación de la
invasividad tumoral [60].
Neoplasias de cabeza y cuello sin afectación del sistema nervioso central. Aunque la mayor
parte de la bibliografía veterinaria sobre RM trata sobre neuroimagen, esta modalidad se está
utilizando cada vez más para el diagnóstico o la estadificación de los tumores de la cabeza y el
cuello. La capacidad de obtener imágenes transversales multiplanares evitando al mismo tiem-
po la superposición de estructuras óseas, junto con el contraste superior de las partes blandas,
hace que la RM sea una modalidad atractiva.
La RM proporciona más información exacta sobre el tamaño del tumor y la invasión de las
estructuras adyacentes, pero es similar a la TC para detectar la afectación ósea, como se ha
observado en una serie de perros con tumores intraorales [61]. La TC ha demostrado ser supe-
rior en este estudio en lo que se refiere a los cambios específicos en el hueso, como la calcifica-
ción y la erosión cortical. La RM es superior a la radiografía nasal para evaluar el tamaño del
tumor y para proporcionar información precisa para la estadificación, debido a que el contraste
en partes blandas es superior, pero no se ha publicado ningún estudio a gran escala que compa-
re la RM y la TC en los tumores intranasales [62]. Un artículo de RM sobre un tumor multilo-
bular del hueso del cráneo en 3 perros encontró esta técnica útil para determinar la afectación
del cerebro y las partes blandas, y para la planificación de la resección quirúrgica [63]. Se
puede decir lo mismo en el caso de los tumores de la órbita, el espacio retrobulbar y la oreja. La
disponibilidad y el coste de la TC aún hacen más habitual esta opción para la obtención de
imágenes transversales de los tumores de cabeza y cuello que no afectan al SNC.
Neoplasia abdominal. Hay algunos estudios que describen la exactitud de la RM para eva-
luar las neoplasias intraabdominales sospechosas o conocidas. Un estudio en 35 lesiones
esplénicas focales y hepáticas encontró que la exactitud de la RM era de un 94%, para
diferenciar lesiones esplénicas benignas de malignas, con una sensibilidad y especificidad
del 100 y el 90%, respectivamente [64]. A medida que aumenta la disponibilidad de los
equipos de RM, el uso de la RM en la estadificación, la planificación de procedimientos de
biopsia o de intervención quirúrgica y la vigilancia de la respuesta a la terapia es probable
que aumente.
sión del tumor, teniendo en cuenta la fibrosis, pero subestimó la extensión del tumor en un caso.
Las determinaciones con RM fueron menos precisas, pero no subestimaron la extensión del
tumor en ninguna extremidad. Esto es importante, ya que la subestimación de la extensión
del tumor puede conducir directamente al fracaso del tratamiento conservador de las extremi-
dades en los procedimientos de osteosarcoma [65]. Otro estudio sobre osteosarcoma apendicu-
lar encontró que la RM era más exacta en comparación con la gammagrafía o la TC, y describió
que la RM presentaba menor tendencia a sobrestimar la extensión del tumor que otras modali-
dades de estudio por imagen [66]. La RM es la modalidad de elección en la planificación de los
procedimientos de conservación de las extremidades en pacientes humanos, y estos datos tam-
bién apoyan esta conclusión en perros [65].
realiza el trazado del proceso funcional creado por la distribución de los radionúclidos. Las
imágenes resultantes representan la acumulación de radiofármacos en determinadas áreas del
cuerpo estrechamente relacionadas con el proceso biológico subyacente de interés (fig. 1). En
el caso de la [18F]2-fluoro-2-desoxi-D-glucosa (FDG), esto indicaría las zonas de metabolismo
activo de la glucosa. Otros radionúclidos utilizados en la PET son el 11C, el 13N y el 15O, pero
debido a su corta semivida, su uso clínico en los pacientes es limitado. Los biomarcadores
marcados con 18F, con una semivida de 110 min, pueden ser transportados desde el ciclotrón
hasta los pacientes en un plazo clínicamente razonable [67].
El marcaje de sustancias con emisores de positrones permite que los procesos biológicos
específicos, como el metabolismo de la glucosa o la síntesis de ADN, sean trazados dentro de
los tejidos. El radiofármaco más utilizado en la PET moderna es la FDG. Desarrollada en 1976
con el propósito del trazado del metabolismo cerebral de la glucosa, esta molécula es un análo-
go de la glucosa que se utiliza para cuantificar el ritmo al que la reacción de glucólisis de la
hexocinasa se está produciendo en un tejido u órgano [72]. El desarrollo de este compuesto se
basa en el destino intracelular de la 2-desoxiglucosa (2-DG), un análogo de la glucosa que
es fosforilado de manera similar por la enzima hexocinasa, el primer paso de la glucólisis. Una
vez fosforilada, sin embargo, la 2-DG-6-P no es un sustrato para la glucosa fosfato isomerasa,
por lo que es atrapada dentro de la célula, y no puede someterse a los pasos de la glucólisis o de
la vía de las pentosas fosfato.
ESTUDIO AVANZADO POR IMAGEN EN PACIENTES CON CÁNCER 1069
Aspectos prácticos del estudio por imagen mediante tomografía por emisión
de positrones y de la tomografía por emisión de positrones/TC
En oncología humana, la preparación de rutina del paciente implica el ayuno de aproximada-
mente 6 h antes de la inyección de FDG para maximizar la captación del marcador del tumor.
Después de la inyección, es importante que el paciente permanezca quieto y tranquilo entre
60 y 90 min mientras se produce la absorción de FDG, con el fin de evitar problemas en
la interpretación debidos a la captación activa de FDG por el músculo esquelético [75]. La
FDG se inyecta en una vena periférica, ya que el uso de una vía central se ha asociado con la
retención de actividad en esa misma vena, lo que da lugar a artefactos lineales en la recons-
trucción. En la experiencia de los autores con pacientes veterinarios, se recomienda el ayuno
y la premedicación con un sedante, y dejar al animal en una jaula de confinamiento después
de la inyección de FDG, para reducir al mínimo la captación aberrante de la FDG por el
músculo esquelético. En general, la PET, de forma similar a la TC o la RM, se lleva a cabo
bajo anestesia general en pacientes veterinarios. Los efectos de la anestesia general en la
captación y la distribución de la FDG se desconocen si la FDG se inyecta después de
la inducción anestésica.
El uso de agentes de contraste de TC por vía intravenosa u oral en la PET/TC es objeto de
controversia debido a la preocupación por la obtención de valores erróneos de atenuación en la
corrección de las imágenes obtenidas mediante PET. En la práctica clínica, sin embargo, no hay
un impacto negativo demostrable sobre la interpretación de la imagen con el uso de contraste
por vía oral o intravenosa [76]. En el caso de un posible artefacto, observado con mayor fre-
cuencia en los vasos sanguíneos, la falta de corrección de la atenuación de las imágenes se
puede utilizar para descartar un foco de aumento de la captación de trazador como una lesión
neoplásica (David Townsend, PhD, comunicación personal, 2007).
μCi/ml en la ROI
SUV =
total μCi inyectados/peso
La captación de FDG no es específica para el cáncer, y se sabe que los órganos sanos, como
el cerebro, el hígado, el bazo, las amígdalas, el timo, las glándulas salivales, el aparato urinario
ESTUDIO AVANZADO POR IMAGEN EN PACIENTES CON CÁNCER 1071
y la médula ósea presentan diversos grados de absorción de la FDG [75]. Hay rangos de valores
SUV que, normalmente, se observan en las zonas de cicatrización postoperatoria, inflamación,
infección o neoplasia. En general, un SUV superior a 2 se considera como sospechoso de
malignidad [77]. Todavía es necesaria la biopsia de tejido para un diagnóstico definitivo, pero
la exploración con PET puede ser importante en la toma de decisiones para pacientes con cán-
cer recurrente o sin tratamiento.
Aplicaciones clínicas
La PET con FDG se ha convertido en una técnica rutinaria para la evaluación diagnóstica
de ciertos cánceres en los humanos. Las células tumorales presentan una mayor absorción de
glucosa, por lo que aunque la FDG sea inespecífica para el cáncer, se utiliza para evaluar todo
el organismo de los pacientes con sospecha o confirmación de neoplasia [68,71]. Numerosos
estudios demuestran la exactitud y el valor de la PET en la estadificación de una enfermedad
neoplásica conocida [78-80]. La PET también es idónea para detectar la enfermedad recurrente
y distinguirla de la fibrosis, cicatrices o necrosis postratamiento. Esto es especialmente impor-
tante para los tumores invasivos que requieren técnicas de biopsia, como los tumores cerebra-
les, o para aquellos con una alta tasa de metástasis locales y distantes, como es el caso de los
carcinomas de mama o los colorrectales [67].
La falta de equipamiento disponible y el elevado coste de los radiofármacos para la PET
limitan su uso como herramienta de diagnóstico veterinario en oncología. Los artículos
sobre PET y PET/TC en animales son escasos en la bibliografía veterinaria [81-83]. Estu-
dios de viabilidad de la captación de DG-2 y de [3H]-timidina en tumores en roedores y
modelos de tumores espontáneos caninos aparecieron por primera vez en 1981 [81,82]. El
estudio por imágenes con PET usando el fragmento monoclonal Fab marcado con 18F en
4 perros con osteosarcoma también está descrito [83]. La PET se utilizó para caracterizar la
blastomicosis natural y la inducida experimentalmente, y se comparó con los casos de lin-
foma canino, en los que se encontró que las lesiones causadas por blastomicosis presenta-
ban SUV mayores que las lesiones causadas por el linfoma en perros con enfermedad
espontánea [84,85]. Recientemente, se han realizado estudios con PET que han utilizado
18F-fluoromisonidazol y 15O-H O para evaluar la hipoxia del tumor y la perfusión del tumor,
2
respectivamente, en sarcomas caninos de partes blandas [86]. La PET también se ha utiliza-
do para la toma de imágenes en un perro con carcinoma pulmonar después del tratamiento
con radioterapia de intensidad modulada [87].
En nuestra experiencia, muchos tumores comunes caninos pueden estudiarse con éxito
con la PET. Los autores han escaneado casos de mastocitomas caninos cutáneos, linfomas
multicéntricos y cutáneos, carcinomas mamarios y hemangiosarcomas con un prototipo de
escáner con gran campo de visión, para así determinar la afinidad de diversos tumores por
la FDG y evaluar la sensibilidad y especificidad de la PET en comparación con los estudios
por imagen anatómicos (radiografía, TC y ecografía) para la estadificación de estas neopla-
sias. La figura 2 ilustra un ejemplo de cómo la FDG-PET se utiliza para realizar la estadifi-
cación en un perro con una gran masa en la pared torácica, en la que la biopsia confirmó un
hemangiosarcoma. Nótese el centro «frío» de captación de FDG dentro de la masa, que
indica la presencia de una cavidad llena de sangre dentro del tumor con mínima actividad
metabólica. La figura 3 muestra cómo se utilizó la FDG-PET para detectar la respuesta a la
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Fig. 2. Imágenes obtenidas con radiografía torácica convencional (arriba) y de todo el orga-
nismo FDG-PET (en la parte inferior; dorsal, transversal y sagital) de un perro con un gran
hemangiosarcoma de pared torácica. (Cortesía de Bjoern Jakoby, MS, Knoxville, TN.)
RESUMEN
El uso generalizado y la experiencia colectiva con la TC y la RM en medicina veterinaria
representan un avance importante en el cuidado de los animales de compañía con cáncer. La
PET es una modalidad importante en el estudio por imágenes, que ha cambiado la práctica
de la oncología en los últimos 10 años, mejorando el tratamiento de los tumores malignos
mediante el aumento de la exactitud, la estadificación del tumor y la detección de la enfer-
medad residual. Con una mayor disponibilidad, se espera que, en un futuro próximo, la PET
y la fusión PET/TC se encuentren al mismo nivel que la TC y la RM, en beneficio de las
mascotas con cáncer.
ESTUDIO AVANZADO POR IMAGEN EN PACIENTES CON CÁNCER 1073
Fig. 3. Imágenes de FDG-PET (frontal, sagital y transversal) obtenidas en un perro con un gran
mastocitoma de grado II en la región axilar derecha, en la que se inyectó FDG (2,55 mCi)
utilizando un tiempo de exploración de 15 min y una única posición. (A) Imágenes creadas
durante la estadificación del tumor, con flechas delgadas que señalan destacando el tumor.
(B) Imágenes después de una dosis de quimioterapia con CCNU, que demuestran una reduc-
ción significativa de la absorción de FDG en la zona del tumor. (Cortesía de Bjoern Jakoby,
MS, Knoxville, TN.)
Bibliografía
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ESTUDIO AVANZADO POR IMAGEN EN PACIENTES CON CÁNCER 1075
1076 AMY K. LEBLANC Y GREGORY B. DANIEL
ESTUDIO AVANZADO POR IMAGEN EN PACIENTES CON CÁNCER 1077