La Voz Del Cantante
La Voz Del Cantante
La Voz Del Cantante
La voz sigue siendo el único instrumento musical connatural al hombre que se puede manejar con
virtuosismo en distintos tipos de canto.
A continuación, se revisarán ciertos términos utilizados cuando se habla de la voz cantada "lírica" o
"popular".
-Apoyo vocal: sensación de firmeza y "sostén" asociados a los músculos propios de una respiración
costo-diafragmática, que favorece y permite durante el tiempo necesario de sonidos hablados o
cantados, una correcta distribución del soplo aéreo que actúe durante la vibración de los pliegues
vocales.
-Impostación vocal: es el máximo rendimiento de la voz normal logrado con el mínimo esfuerzo. A
veces se la asocia de manera equivocada con una emisión "estereotipada" o "deformada", muy
diferente a la de una voz natural y saludable. Y por eso a muchos “no les gusta escuchar una voz
impostada" por no entender correctamente lo que significa el término.
- Impostazione
3. mus. i. della voce, educazione dei muscoli della laringe, volta a ottenere il canto.
En lo musical, relacionado con la voz, es la educación de los músculos de la laringe, para
conseguir cantar.
El templo bizantino se considera la imagen del universo: mientras las partes inferiores representan la
tierra, la cúpula equivale al cielo, por ser la zona más alta, más iluminada gracias a las ventanas que
se abren en ella y que irradian la luz divina (del sol) hacia abajo. El modelo por excelencia de este tipo
de edificio es la Basílica de Santa Sofía de Constantinopla (hoy Estambul, Turquía) erigida en el siglo
VI.
En el XVII se consolidan en Italia y Francia los templos barrocos y se extiende por el resto de Europa.
La luz tiene un tratamiento cuidadísimo, que deja unas zonas en penumbra para destacar otras. En
sus fachadas se nota el dinamismo de la ondulación, los contrastes entre salientes y entrantes, por la
búsqueda de la luz. Por su significado emblemático de este arte, destacan la Basílica de San Pedro y la
Iglesia del Gesú, ambas en Roma.
Las anteriores descripciones elementales del arte arquitectónico de esas épocas, se tuvieron en
cuenta sabiamente en el arte de cantar clásico, que podría haberlas tomado como imágenes
asociadas al buen uso de la voz. Se consideraba comparativamente que el canto vocal debía
proyectarse y vibrar en un punto superior, en el paladar duro de la boca del ser humano. El mismo
posee naturalmente una forma arqueada como la cúpula de un templo, que vibrando especialmente
durante una buena emisión se genera una voz con un brillo vocal destacado y valioso.
-Extensión vocal: son las notas cantadas, desde la más grave a la más aguda, emitidas con comodidad
y calidad sonora. En el canto lírico se precisa dominar una extensión mínima de 2 octavas, y es
aconsejable que en el canto popular se pueda emitir hasta 1 octava y 1/2 de extensión, para cantar
libremente sin riesgos de fatiga u otras alteraciones vocales.
-Tesitura: son las notas de la extensión vocal emitidas con más comodidad y calidad, con belleza
tímbrica. Se ubican en el llamado “registro medio” de la voz. (ver siguiente)
-Registros: son los grupos de notas emitidas con un timbre semejante, brillante y natural al resonar
en ciertas zonas del tracto vocal o caja de resonancia del cantante.
Es fundamental corregir un error frecuente donde se confunde el “registro vocal” con la clasificación
vocal del cantor: soprano, tenor, etc. (Ver clasificación vocal).
Cuando se inicia un estudio y entrenamiento, frecuentemente los diversos tonos suelen cantarse con
variantes tímbricas notoriamente diferentes. La música clásica occidental busca desde hace siglos un
canto bello y cómodo con un timbre parejo similar a algo que siempre logra un buen instrumentista
musical.
Las notas propias del canto lírico con una extensión vocal de 2 octavas se emiten con un timbre
sonoro bello y parejo a lo largo de sus tres registros: el grave, el medio y el agudo.
registro grave, donde se percibe mayor vibración en la zona conocida por algunos como
“máscara” que abarca los labios, el paladar y las mejillas.
La zona pectoral no puede vibrar como caja de resonancia porque no tiene cavidades con
espacios dispuestos para resonar. Y además, porque los tonos vocales generados en la laringe,
no pueden “desplazarse hacia abajo para que resuenen en el tórax”. Es algo en total
desacuerdo con la correcta anatomía y fisiología humana: la voz parte de una laringe, con el
soplo aéreo que permite la vibración de sus pliegues vocales. El aire convertido en ondas
sonoras vocales se desplaza siempre hacia arriba, recorre el resto del tracto vocal (la caja de
resonancia) generando además otras ondas sonoras, y luego puede ser proyectada al exterior.
registro medio, donde se percibe la vibración de la “máscara” y se le suma marcadamente la
vibración de la zona nasal.
registro agudo: los sonidos cantados refuerzan su vibración en la máscara agregándose la de
los senos o espacios paranasales de los huesos etmoides y esfenoides y el seno frontal del
hueso de la frente. Además, en tonos muy agudos de este registro, puede sentirse vibración
en el cráneo, que vibra “por simpatía” y no como un resonador, ya que no dispone de
espacios para amplificar y variar el sonido vocal. En forma equivocada, a veces se llama “voz
de cabeza” a las emisión de tonos del registro agudo.
Sin suficiente entrenamiento vocal, cantar notas del registro agudo puede ser imposible o
difícil de lograr. La voz puede “quebrarse” quedando sin sonido para cantar, o cantar tonos
agudos sin una buena afinación, o con esfuerzo, sin naturalidad y comodidad propias de una
voz normal y saludable.
En Europa, los conceptos de “voz de pecho” y “de cabeza” datan de la Edad Antigua durante los
primeros siglos después de Cristo. Y se presume que habrían surgido en el Oriente varios siglos antes,
por ejemplo en la legendaria Egipto, donde se pensaba que la voz femenina más aguda “salía de la
cabeza” y la masculina más grave, “salía del pecho”, sólo por sentir la vibración más marcada de esas
regiones del cuerpo humano de acuerdo al sexo y el tipo de voz del hablante.
Recién a mediados del Siglo XIX, el Maestro Manuel García vio por primera vez una laringe humana al
respirar y fonar, descubriendo que ese es el Sistema fonador donde se generan sonidos por la
vibración de los pliegues vocales. Su sabio descubrimiento sigue estudiándose atentamente.
-Nota/s de pasaje: se encuentran en el límite de los registros medio y agudo. Cada “categoría o
clasificación vocal” (también llamada "cuerda" en grupos corales), posee sus notas de paso propias,
usadas para clasificarlas correctamente. Un cantante popular suele utilizar su voz cantada hasta la
nota de pasaje o algo más grave que esta.
El cantante lírico llega a cantar la nota de paso sin esfuerzo y continuar afinando con comodidad y
calidad sonora, los tonos de su siguiente registro agudo.
-Clasificación vocal: también llamada categoría vocal. El concepto se reemplaza muy frecuentemente
en forma equivocada con el de “registro” o también, “cuerda”.
En la voz femenina se diferencian la contralto, la mezzosoprano y la soprano. En la masculina, el bajo,
el barítono y el tenor, todas con sus variadas subdivisiones.
Varios elementos deben tenerse en cuenta en la enseñanza del canto, en la dirección coral y por
parte del cantante, para realizar una clasificación vocal correcta. Se puede colaborar con el aérea de
la medicina otorrinolaringológica y la fonoaudiología dedicada al área de la Voz.
Son los siguientes:
Hombre Mujer
Puede incurrirse en errores al clasificar la voz de un cantante, cuando un coro no consigue cantantes
con voces de algunas categorías necesarias. Como ejemplo, en nuestro entorno geográfico argentino
donde son poco frecuentes la presencia de bajos y contraltos reales. También a menudo ocurre que
quienes recién se inician en la actividad del canto, prefieran cantar en tonos más graves con menos
"esfuerzo" que las propias de su verdadera categoría vocal.
Hay que atender que quien pone en práctica lo descripto podría generar una importante fatiga vocal
y otras posibles consecuencias negativas.
-Mordiente: es conocido como el “brillo o “mordiente” de una voz, relacionado en forma directa con
el timbre de la voz cantada. El mordiente se conoce como "una sustancia química usada para fijar un
color". Por esto, también se habla del color de la voz relacionándolo con su timbre, clasificándolas
como voces claras, medias y oscuras.
Acústicamente, el brillo vocal o mordiente está presente cuando aparece una frecuencia especial de
vibración del tracto vocal reforzada con gran energía. Desde el Siglo XX se la conoce como el
formante del cantante, y es fundamental su presencia como parte de la fonética acústica de una voz
del repertorio lírico o clásico.
La voz de cada cantante solista o en grupo, con el posible acompañamiento de instrumentos o de
grandes orquestas y coros, debe oírse especialmente diferenciada del resto de los sonidos que
conformen la obra cantada. Esta característica siempre debe estar presente en cualquier teatro lírico
o Auditorio con muy buena acústica.
El formante del cantante tiene valores de vibración en frecuencias que van desde 2200 Hz a 3800 Hz.
En sonidos cantados sin correcta impostación vocal, este formante no puede estar presente. (Ver
Fonética Acústica).
-Vibrato: es la variación en la intensidad de la emisión entre 2 y 3 dB, y de 1/4 a 1/2 tono como tope
en la frecuencia tonal de la nota cantada, con una oscilación o velocidad entre 5 y 8 ciclos por
segundo. Se logra habitualmente con una voz debidamente entrenada, sin esfuerzo, con la lengua
relajada cantando la vocal de un idioma. El cantante lírico debe poseer la facilidad de utilizarlo o no,
de acuerdo a las obras cantadas.
Si estas variaciones en intensidad y frecuencia se acentúan aún más, aparece el trino, utilizado como
adorno en el canto lírico. Si se lentifican por debajo de los valores matemáticamente normales, suena
un trémolo con temblor vocal, asociado a incoordinaciones entre los músculos respiratorios,
laríngeos, linguales, palatinos, labiales y/o mandibulares.
-Falsete: sonido vocal generado sólo por la vibración de los bordes libres de los pliegues vocales que
contactan inicialmente en el inicio de la fonación). La voz normal plena es emitida con la vibración
muscular completa de ambos pliegues. En la voz de falsete la laringe siempre está ascendida y algo
más “escondida” en el cuello. Su emisión no causa fatiga si es emitida con un buen manejo vocal.
Actualmente se sigue identificando la voz de falsete con la de un varón que la usa imitando la
femenina.
Durante mucho tiempo en la Edad Moderna de la historia, en el Occidente se realizaba la castración
de niños en forma brutal, para luego entrenarlos en el Canto. Conocidos como "castrati", una vez
adultos, tenían laringes pequeñas porque estas no habían crecido debido a no poseer sus glándulas
sexuales del Sistema Endócrino, que dirigen ese crecimiento durante la adolescencia. Aunque el resto
de su organismo había crecido, controlado por la glándula hipófisis, sus voces propias de niños
resonaban en sus tractos vocales de adultos.
Al comenzar a condenarse y prohibirse en occidente la castración, a fines de la edad Moderna,
aparecieron en Occidente los "falsetistas" no castrados, con laringes y resonadores de tamaños
normales que imitaban a los "castrati". Y eran llamados para interpretar los cantos religiosos de la
Iglesia Católica, donde las mujeres no podían participar como cantantes.
No poseían la plenitud vocal del "castrati". Esto sólo puede imaginarse pensando en la voz hermosa
de un niño músico y cantor que lograba que su voz se amplificara en una caja de resonancia y
articuladores de adulto. Su riqueza tímbrica habrá sido llamativa y admirable. Hoy en día se identifica
a los contratenores con una laringe normal, especialmente entrenados para cantar con voz de
falsete.
El oído musical frecuentemente diferencia si una melodía está siendo cantada en falsete o no. En el
canto popular y la comunicación de diferentes comunidades humanas se sigue utilizando
frecuentemente. En el canto lírico, a veces de acuerdo a las obras.