Los músicos de Bremen

La fábula titulada “Los músicos de Bremen” es un cuento infantil escrito por los
Hermanos Grimm que nos explica la historia de como un burro, un perro, un gato y un
gallo unen fuerzas para hacer frente a unos ladrones. Al ser un relato para niños, hay
una clara intención instructiva, y a mi parecer ésta resalta tres factores principales: la
justicia, el ciclo de la vida y el trabajo en equipo.
La primera es el tópico frecuentemente utilizado en este tipo de escritos de “el bien
siempre triunfará sobre el mal”, siendo el grupo de animales los buenos y los
avariciosos ladrones los malos. Dicha enseñanza se ve reflejada en la segunda mitad
del cuento, cuando los ladrones son expulsados por nuestros protagonistas de la casa
que han ocupado y saqueado. De ese modo el acto inmoral que es robar queda
castigado y la justicia prevalece.
Por otro lado, me gustaría destacar la bonita reflexión que hacen sobre el tercer
estadio de la vida y su contraste con el uso que le dan en muchos otros cuentos
infantiles. Frecuentemente, la vejez es utilizada en estos relatos para representar dos
roles diferenciados: uno es el de persona sabia por sus años de experiencia que sirve
de referente a los demás, y el otro es la manifestación de la decadencia humana, de la
inutilidad y debilidad. Es ésta última creencia la que se encarga de debatir el cuento
puesto que además de adjudicar a los protagonistas la mencionada condición y
subrayarla como la causante de todo el conflicto, ya que es justamente porque el
burro se siente mayor e incapaz de cumplir con su deber que huye, sabe cómo quitarle
su connotación negativa, explorando la posibilidad de continuar adelante y volver a
empezar una nueva vida.
Y finalmente la que creo que es la moraleja que predomina en la historia es “la unión
hace la fuerza”. A medida que vamos siguiendo al burro en su camino, vemos como se
van incorporando nuevos integrantes, a cada cual más peculiar y único. La notoria
diversidad es complementada con el uso de diversas razas de animales, indicando así
tanto diferencias físicas como de comportamiento. Aún a pesar de lo distintos que son
los unos de los otros, encuentran el hogar que ansiaban superando los obstáculos,
mediante la cooperación y el trabajo en equipo, lo que demuestra lo poco que
importan las discrepancias en algunos temas cuando hay un objetivo común.
Mi propuesta para Los músicos de Bremen se centraría mayormente en las dos últimas
ideas: las segundas oportunidades y la resiliencia ante la adversidad. Me parece
interesante la caracterización dispar de los protagonistas por lo que acentuaría más las
marcas de vejez y las diferencias de tamaños entre los animales. Por último, me
gustaría crear un ambiente cálido que le haga justicia a los lazos de amistad que crean
entre ellos gracias a su pequeña aventura.
 El hijo del vampiro

“El hijo del vampiro” es un texto narrativo de terror escrito por Julio Cortázar y nos
explica cómo un vampiro llamado Duggu Van abusa de Lady Vanda, la señora del
castillo, para después acabar escapando con su hijo, fruto de la violación del cuerpo de
la doncella. El género del relato se ve reflejado tanto por el uso de personajes
sobrenaturales, como en la misma redacción y contenido de los hechos.
Cortázar emplea un vocabulario retorcido, excesivamente cultivado e infinitud de
figuras retóricas como personificaciones, sinestesias e hipérbatons para recrear el
ambiente oscuro y tétrico del que quiere envolver al monstruo, enfatizando así lo
aterrador que puede resultar. De hecho, es interesante el enfoque tan visceral y
despiadado que le da a Duggu Van en contraste al arquetipo romantizado del vampiro
que reinaba en Hollywood en esos años. La única relación que puedo trazar entre los
dos casos es un interés por representar el erotismo a través del ser sobrenatural, el
cual cuenta con una naturaleza eminentemente sexual; aunque el vampiro de Cortázar
se dedica únicamente al deseo carnal, completamente físico y egoísta. Parte de su
egocentrismo se implica también en el hecho de que al final la doncella se acabe
transformando completamente a su imagen y semejanza. Es curioso como el escritor
censura algunas escenas gráficas (como la violación y la transformación de Lady
Vanda), pero no tiene reparo en describirnos cuán perverso y enfermizo es el
protagonista que, aún y estar obsesionado con la sangre y el cuerpo de la doncella, no
crece el mínimo interés real por ella y al final solo la ve como un medio para llegar al
objetivo final: su hijo.
Otro punto a tener en cuenta es la representación de los personajes humanos en la
historia y en especial, el papel de víctima de Lady Vanda. Mientras todo su círculo
inmediato se muestra aterrorizado por la situación una vez comprenden quién es el
padre de la criatura, una reacción con la que se puede identificar el espectador, la
doncella no permite que nadie intervenga repitiendo una y otra vez que es igual a
Duggu Van. La contradicción de las dos posiciones y el hecho de que la criatura se la
está comiendo desde dentro causa una sensación completamente desgarradora e
impactante.
En conclusión, Cortázar nos muestra la representación un perfil marcado por el trauma
psicológico que conlleva una agresión sexual, al monstruo que la lleva a cabo y el fruto
terrorífico que acaba resultando. Para Ilustrar este relato utilizaría una técnica
contrastada y expresiva que me permita dibujar la oscuridad y transmitir la sensación
de terror de las escenas más impactantes. Enfatizaría la contraposición de bandos
utilizando diferentes tonalidades para los humanos y para los vampiros, mezclándose
las dos en la figura de Lady Vanda. También me gustaría darle especial importancia a la
penumbra y ambientación siniestra que tiñe toda la historia, porque si algo me ha
enseñado “Nosferatum” es que, hasta la sombra del propio vampiro, puede acabar
siendo un personaje más en la historia.