Sistema Inmunitario
Sistema Inmunitario
Sistema Inmunitario
Es un sistema de defensa inteligente capaz de distinguir las células sanas de las células
tumorales.
Para que el cuerpo esté protegido, el sistema inmune cuenta con los glóbulos
blancos (células sanguíneas) cuya función es importante para llevar a cabo esta
defensa y cuyos precursores se forman en la médula ósea:
Los linfocitos, tipo de glóbulo blanco, son los componentes principales. Son las
células que se encargan de combatir las infecciones y destruir células extrañas.
Estuctura
El sistema inmunitario lo componen moléculas solubles (como las proteínas del sistema
complemento, los anticuerpos, la histamina, etcétera) en diferentes fluidos (sangre y linfa,
entre otros) y células localizadas en diferentes tejidos y órganos, principalmente: médula
ósea, timo, bazo, ganglios linfáticos y MALT o tejido linfoide asociado a las mucosas. En la
médula ósea se generan distintos tipos de leucocitos o glóbulos blancos, que son células
especializadas en la función
inmune: neutrófilos, linfocitos, eosinófilos, basófilos, mastocitos, monocitos, células
dendríticas y macrófagos; todas ellas se movilizan a través de la sangre y el sistema
linfático hacia los distintos órganos.
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Podríamos asegurar que desde hace unos meses el sistema inmune es la parte del
organismo más valorada. Nos defiende de peligros externos como virus,
bacterias, tóxicos ambientales, etc., intentando mantener un equilibrio interno
adecuado. Todo ello, gracias a una red de órganos y células perfectamente
coordinados entre sí y conectados por vasos sanguíneos y linfáticos.
Sistema inmunitario
¿Qué es el sistema inmunitario?
Muchas células y órganos colaboran entre sí para proteger al cuerpo. Los glóbulos
blancos (también llamados "leucocitos"), desempeñan un papel importante en el
sistema inmunitario.
Los dos tipos de linfocitos son los linfocitos B y los linfocitos T. Los linfocitos se
fabrican en la médula ósea y permanecen allí y maduran hasta convertirse en
linfocitos B, o bien se desplazan hasta la glándula del timo y maduran hasta
convertirse en linfocitos T. Los linfocitos B vienen a ser el sistema de inteligencia
militar del cuerpo: detectan a los invasores y los inmovilizan. Los linfocitos T
actúan como si fueran soldados: destruyen a los invasores que ha detectado el
sistema de inteligencia.
Esto también explica que las vacunas sirvan para prevenir algunas enfermedades.
Una vacuna introduce en el cuerpo el antígeno de una forma que no hace que la
persona vacunada enferme. Pero permite que el cuerpo fabrique anticuerpos que
la protegerán de futuros ataques por parte del germen causante de esa
enfermedad.