Qué Es Un Taller
Qué Es Un Taller
Qué Es Un Taller
En un taller se aprende por medio de la reflexión y la acción común de todos los participantes;
todos aportan, problematizan, interrogan, dudan, buscan respuestas en forma activa y
responsable. Es un lugar de producción, que supone la existencia de “un grupo social
organizado para el aprendizaje” y que, como toda tarea grupal, logra “mayor productividad si
usa técnicas adecuadas”.
Efectivamente, en un taller se utilizan ciertas técnicas educativas; éstas son herramientas que
nos ayudan a reflexionar, debatir, llegar a conclusiones o establecer estrategias frente a un
tema de interés o un proyecto que nos proponemos realizar.
Deberías recordar siempre que “cuando se elige una técnica se debe tener claro a qué objetivo
se quiere llegar, cuáles son sus límites y posibilidades” ya que lo más importante es que los y
las participantes del taller se lleven ese “algo” que vos considerabas importante transmitir
cuando planeaste el encuentro.
Dado que un taller no es sólo un lugar de trabajo, sino también un espacio educativo (ya que
en todo taller
existe una intencionalidad educativa), en él interjuegan tres componentes:
• alguien con la intencionalidad de enseñar algo;
• alguien con cierta intencionalidad de aprender:
• contenidos o conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, etcétera.
Estas combinaciones pueden tener lugar en espacios diversos…, sólo es cuestión de adecuarlos
a tu propósito y de que éste sea “factible”: es decir, posible de ser alcanzado en el tiempo
previsto y con los recursos disponibles.
Por esto, un taller puede hacerse en muchos lugares, como la escuela, el club, la casa de
alguien, la calle,y otros, según el tema y las técnicas que se usarán en dicho taller.
En síntesis, un taller “supone la capacidad de poner en cuestión las propias posiciones y
maneras de pensar y de hacer, en el intercambio con los otros”. Es una idea que empieza a ser
acción porque posee la intencionalidad de cambiar algo. Tiene como uno de sus principios
orientadores el de aprender a aprender, aprender a pensar, sentir y actuar…
¿Por dónde empezar?
Como un taller requiere una preparación previa, las siguientes preguntas te ayudarán para esa
preparación.
QUÉ se quiere hacer.
¿Por qué hacemos esto y no otra cosa? ¿Cuáles son los contenidos que creemos importante
transmitir?
POR QUÉ se quiere hacer.
¿Qué problemas o necesidades dan lugar a la actividad?
PARA QUÉ se quiere hacer.
1
¿Qué objetivos se quieren alcanzar? ¿Qué pretendo lograr con su realización?
CUÁNTO se quiere hacer.
¿En qué proporción se pretende alcanzar esos objetivos?
DÓNDE se quiere hacer.
¿En qué lugar o lugares es posible hacer las actividades?
CÓMO se va hacer.
¿Qué tareas hay que realizar, qué metodología utilizar?
¿Cuál será la manera de evaluar el proceso y los resultados del taller?
CUÁNDO se va a hacer.
¿Dentro de qué período de tiempo hay que realizar las actividades?
QUIÉNES van a hacer.
¿A quiénes se les asignará la responsabilidad de realizar las diferentes actividades? ¿Quiénes
participarán en la formación? ¿Quiénes son los destinatarios del taller?
CON QUÉ se va a hacer.
¿Con qué recursos materiales y financieros se cuenta?
¿Qué es lo que necesitás? ¿A quiénes necesitás? No olvides que los participantes pueden
aportar lo que saben.
Una vez que estas preguntas tienen sus respuestas, recién entonces podés comenzar con la
organización del taller, es decir, con la búsqueda de un lugar para realizarlo y la convocatoria a
quienes te interesaría que participasen.
1. El inicio o presentación tiene por objetivo la presentación de las personas que participan (si
no se conocen), o profundizar el conocimiento de algún aspecto, crear un ambiente distendido
y de confianza que favorezca la participación del conjunto y la conexión del grupo. En este
momento se explicitan los objetivos del encuentro y de los participantes.
2
No se trata de hacer más atractivo o entretenido el encuentro […] sino de facilitar la
construcción de un nuevo conocimiento crítico y reflexivo […] que nos permita tomar
decisiones fundamentadas para intervenir y transformar nuestra vida cotidiana”. “Si bien en el
taller nos valemos de técnicas como herramientas, ellas no son el taller; las técnicas facilitan
pero deben ser utilizadas en función de un tema específico, de un objetivo concreto, de las
características de los y las participantes con los que están trabajando.”
Aunque la planificación se adapte o modifique, siempre deben reconocerse los objetivos que
te habías propuesto.
En el momento de elegir o elaborar una determinada técnica, también debemos hacernos las
siguientes preguntas:
• ¿Por qué la elegimos?
• ¿Para qué la elegimos?
• ¿Cuándo la usamos?
• ¿Cuáles son sus ventajas?
• ¿Cuáles son sus desventajas?
• ¿Se presta para desarrollar los conocimientos, actitudes
o destrezas que queremos transmitir?
• ¿Cuánto tiempo nos lleva prepararla?
• ¿Cuánto tiempo necesitamos para utilizarla?
• ¿Quién o quiénes la coordinarán?
• ¿Cuánto espacio necesitamos?
• ¿Qué materiales necesitamos? ¿Están a nuestro alcance?
La aplicación y el éxito de las técnicas dependerán de las características del grupo, de los
temas y los objetivos, de las condiciones en las que se desarrollará el taller (tiempo de
duración total, lugar, materiales disponibles, etc.); y del conocimiento, la experiencia, la
habilidad y la creatividad de los coordinadores.