Trabajo de Derecho Social
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TLAXCALA
LICENCIATURA EN DERECHO
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ANTECEDENTES HISTORICOS DEL DERECHO SOCIAL
Para poder entender de mejor manera la historia del derecho social, debemos considerar que los
derechos constituyen el orden institucional encargado de regular los comportamientos humanos en
sociedad. Se trata, por lo tanto, de un conjunto de normativas que permiten resolver los conflictos
sociales. La rama del derecho social nace en el derecho público a partir de los cambios en las formas
de vida. Su objetivo es ordenar y corregir las desigualdades que existen entre las clases sociales, con
la intención de proteger a las personas ante las distintas cuestiones que surgen en el día a día.
Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, las críticas al capitalismo se agudizan y los derechos
sociales experimentaron un renovado impulso político e inclusión legal. Enérgicas experiencias
reformistas inspiran el surgimiento de Estados sociales liberal-reformistas en el mundo anglosajón
(Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Australia) y sientan las bases de un modelo universalista y social
demócrata en los países escandinavos (Suecia, Noruega, Dinamarca). En el viejo Imperio ruso y en
México, por su parte, tienen lugar ensayos revolucionarios de alcance diverso. En este último caso,
las constituciones revolucionarias recogen un generoso alcance de los derechos laborales, todo ello
con alcance limitado, deformado o simplemente cancelado por la realidad política. Los autores
Mendieta y Núñez, señalan que los orígenes del Derecho Social fueron por causas sociológicas
profundas, antecedentes lejanos, pero más que nada, obedece a un conjunto de circunstancias propias
de su tiempo y que se constituyeron con la aportación de varias corrientes creadoras.
Trueba Urbina citado por Delgado, dice que el Derecho Social arranca de las disposiciones o reglas
compiladas en las famosas Leyes de Indias, a los aborígenes… La originaria protección de los
derechos de los mexicanos, del ciudadano, y del jornalero, se encuentran en las proclamas libertarias
del Padre de la Patria, el Cura Miguel Hidalgo y Costilla y en el mensaje de Don José María Morelos y
Pavón que reclamaba aumento de jornal y vida humana para los jornaleros, principios que se
escribieron en el Supremo Código de la Insurgencia: la Constitución de Apatzingán de 1814, aun
cuando no tuvo efectos prácticos.
Fue en México, mucho antes que en otra parte del mundo, donde se habla con sentido autónomo del
Derecho Social, cuando Ignacio Ramírez el ―Nigromante- alza su voz en defensa de los
débiles: mujeres, niños, huérfanos en el Congreso Constituyente de 1856-1857, haciendo un reclamo
a la comisión fuerte y certero adelantándose a sus tiempo; sin embargo, las ideas sociales que se
tuvieron de la legislación de Indias, las proclamas de Hidalgo, Morelos, así como las más precisas
del Nigromante, no llegaron a cristalizar en las Leyes al finalizar el siglo XIX, pese a las inquietudes y
manifestaciones socialistas.
Afirma Trueba Urbina que fue hasta 1917 cuando el Derecho Social se convirtió en norma jurídica
fundamental en la Constitución formulada en el Congreso Constituyente de 1916-1917, instalado en la
Ciudad de Querétaro. En esta Constitución producto de la Revolución Social Mexicana, se crearon por
primera vez en el Universo, derechos sociales para campesinos y trabajadores en los artículos 27 y
123 naciendo así el Derecho Social Positivo, el cual fue incorporado en el Tratado de Paz de Versalles
de 1919 y en las Constituciones de diversos Estados de casi todos los continentes. Por consiguiente,
el origen del Derecho Social Universal se encuentra en nuestra Constitución de 1917.
El criterio que manejó Von Gierke para clasificar a las normas en tres ramas primarias o fundamentales
es el relativo a la forma como el orden jurídico contempla al hombre para regular su conducta. De
acuerdo con el criterio diferencial que propone Otto Von Gierke, en el derecho social deben catalogarse
todas las normas que regulan las relaciones interhumanas, considerando al hombre no como persona
plenamente individual, sino en sus relaciones con un cuerpo social, como integrante de lo social.
Una vez que el hombre ha comenzado a explotar al hombre, surge un sistema de gobierno en el que
el explotador podía disponer a su antojo hasta de la vida misma de los explotados. Al tiempo, la
explotación de un solo hombre hacia su pueblo, surge el Estado como ficción jurídica, se une al
Derecho legalizando la explotación del hombre por el hombre, en esta quimera legal aparecen
plenamente identificados los derechos públicos y privado, que rematan desde entonces al Derecho
Social.
A su vez, Böckenförde sostiene que los derechos fundamentales sociales encuentran su justificación
no como un contraprincipio frente a los derechos de libertad, sino a partir del propio principio del
aseguramiento de la libertad. Sostiene también que, si la libertad jurídica debe poder transformarse en
libertad real, sus titulares precisan de una participación básica en los bienes sociales materiales,
incluso esta participación en los bienes materiales es una parte de la libertad, debido a que es un
presupuesto necesario para su realización
Se ha dado cuenta dentro de la doctrina constitucionalista que existe una diferencia irreconciliable
entre la estructura de los derechos sociales con los derechos civiles y políticos, señalándose
principalmente que los derechos sociales son derechos prestacionales, costosos y condicionados a la
realidad económica de un país, poseen enunciados vagos e indeterminados que dificultan la
determinación de los sujetos obligados y la conducta prescrita, junto con ser derechos delimitados a
una colectividad, impide su tutela efectiva ante los órganos jurisdiccionales.
También existe otra forma de explicar la estructuración de los derechos sociales de una manera distinta
a la señalada precedentemente. Lo que se pretende hacer en esta parte es analizar diversas aristas
referidas a la estructura de los derechos sociales, como lo relativo a un concepto amplio de derecho
subjetivo; en segundo lugar, se estudiará la consideración de los derechos sociales como derechos
individuales o colectivos para determinar al titular de los derechos sociales; en tercera instancia, se
examinará al sujeto obligado o pasivo de las obligaciones derivadas de los enunciados normativos
sobre derechos sociales.
La noción de derecho subjetivo (derecho público subjetivo) fue elaborada por la dogmática alemana
en el siglo XIX, respondiendo a la expresión del individualismo dentro del pensamiento positivista,
siendo desarrollado fundamentalmente por George Jellinek a través de su teoría del estatus41 en el
ámbito del derecho público, circunscribiendo a los derechos como límites ante el poder público en su
conjunto, pero no afectando a las relaciones entre particulares.
CONCLUSIONES
Al razonar sobre la estructura de los derechos sociales, no nos centramos en el concepto tradicional
del derecho subjetivo que basa su análisis en la exigibilidad de estos ante los órganos jurisdiccionales,
sino que partimos aceptando que la noción de derecho subjetivo comprende una relación jurídica
centrada principalmente en la existencia de un sujeto de derecho, con un contenido del derecho y el
objeto de este, ubicando a la exigibilidad en un rol secundario dentro de un concepto amplio del
derecho subjetivo.
El sujeto pasivo encargado de realizar los deberes derivados de los enunciados normativos que versan
sobre los derechos sociales compete al Estado, incluyendo a todos los poderes, y a los particulares
en virtud a la eficacia horizontal de los derechos fundamentales realizando acciones negativas y
positivas para dar cumplimiento a lo prescrito por las constituciones que contemplan derechos
sociales.
El objeto de los derechos sociales corresponde a acciones positivas o prestacionales como también a
acciones negativas o de inhibición, característica que se replica en cualquier categoría de derechos,
lo que permite sostener que todos los derechos fundamentales se estructuran de manera heterogénea,
es decir, como derechos de acción y omisión.
BIBLIOGRAFIA
Abramovich, V., y Courtis, C., Los derechos sociales como derechos exigibles, Trotta, Madrid,
2002.
Añon Roig, M.J., "La contribución de los derechos sociales al vínculo social", en Añon Roig,
M.J. (et al.), El vínculo social: ciudadanía y cosmopolitismo, Tirant lo Blanch, Valencia, 2002.