Reflexionessobrela Univmoderna
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Reflexionessobrela Univmoderna
a la Universidad Moderna
Por: Alberto Pacheco Benites
no mucho tiempo.
En ese contexto, transitan las posiciones académicas caminos distintos: hay quienes
buscan «rescatar» la Universidad como espacio de la reflexión crítica, pero que lo hacen
desde la orilla casi nostálgica de una puesta en valor de ciertos –valga la redundancia–
valores perdidos. Por otro lado, están quienes sustentan que la validación de las lógicas
universitarias debe darse del lado de una optimización de ciertos procesos diseñados
Están también quienes reclaman una urgente mutación de la Universidad, hacia una
institución que abrace estas lógicas que demanda el mercado (y se levantan voces,
incluso, que invocan a evitar un «rezago» por parte de la Universidad). Desde esta
tribuna, pues, el nexo entre la universidad y el mercado se hace fuerte y las fronteras
Pero quizá no muchos ojos se han posado sobre las implicancias y dinámicas que
crítica, ni tampoco se han dado luces sobre todas las lógicas que suponen este viraje (y
dimensiones que abarcan muchos aspectos. Desde las taras que ya estarían sentadas en
las bases de la Universidad Moderna (cuyo modelo de sustento –la propia Modernidad–
cuyas propias mutaciones atestiguamos, sobre todo, desde el lado de nuestras esferas de
(donde el peso de lo reflexivo se diluye de forma acelerada) o del valor de los títulos,
que a mano de las acreditaciones y estandarizaciones pierden el valor que tenían, con
De modo que habría que partir por una reflexión en torno a la Universidad Moderna
1
Cabría, si no, pensar en todo el discurso publicitario que alienta una versión de la Universidad enfocada
en el trabajo sobre los conocimientos especializaos propio de las carreras desde los primeros momentos
de la formación, manifestando, incluso, que es una «pérdida de tiempo» cualquier cariz general, amplio
o reflexivo en el sentido más genérico del término.
Hay quienes consideran en el proyecto de Kant, de finales del S. XVIII, ya una entrada
alemana, el periodo que abarca toda la hegemonía del pensamiento moderno transformó
Quizás (y con cierta desazón) podría reconocerse de común en ambas posiciones que
estéril, en tanto su falta de diálogo con otras disciplinas, temáticas y contextos, lejos
pues del rol activo que suponía en la visión de Kant y que suponía un conflicto de
2
THAYER, W. La Crisis no moderna de la Universidad Moderna. Editorial Cuarto Propio; Santiago;
Chile. pp. 32
3
Cfr. WITTROCK, B. “Las tres transformaciones de la Universidad Moderna”, en: ROTHBLATT,
S. y WITTROCK, B. (eds.), La Universidad europea y americana desde 1800. Pomares–Corredor;
Barcelona; España; 1996
promotores decimonónicos alemanes, probablemente) terminó de base para el discurso
Es decir, que sería la cuna de una tendencia no solo hacia una final especialización de
filosofía–, se vuelve dispersa y laxa, atentando de lleno contra el espíritu, que había sido
que legitimaría al poder (y a sus prácticas) y que, en tanto su base discursiva, permitiría
el despliegue de todos los mecanismos y microfísicas a las que son sometidos los
sujetos, en tanto cuerpos dóciles, a lo largo del desarrollo y constitución disciplinar del
periodo moderno 5. Dicho de otro modo, la validación del ideal cientificista como algo
4
Cfr. FOUCAULT, M. Vigilar y Castigar; Segunda edición; Editorial Siglo XXI; México; 2010
5
Cfr. FOUCAULT, M. Op. Cit; pp. 155 y siguientes. y FOUCAULT, M. El Poder, una bestia
magnífica; Editorial Siglo XXI; Argentina; 2012 pp. 67-86 y 139-158
Esta preponderancia por el discurso cientificista, incluso, llevaría a que la idea de una
búsqueda –una investigación científicamente pura–, tuviera asidero más allá del campo
como paradigma de la sociedad y la cultura), sobre todo por el dinamismo que estos
representan y por sus lógicas, dadas a permutar y rebasar las categorías conceptuales de
Lo cierto es que es precisamente este contexto el que invita a pensar en una revaloración
técnicas aplicativas, precisamente científicas la mayor de las veces. Quizás, pues, una
Otra dimensión medular a tomar en cuenta, de cara a una aproximación a las herencias
ocurre en nuestros días, un punto sobre el cual se sustenta una de las dificultades que
6
Cfr. WALLERSTEIN, I. Impensar las Ciencias Sociales. Límites de los paradigmas decimonónicos;
Editorial Siglo XXI; México; 1999
7
BAUMAN, Z. La sociedad sitiada. Fondo de cultura económica; Buenos Aires; Argentina; 2002; pp. 9-
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dependencia de lo que el Estado supone como constitución y roles del conocimiento), la
sus escollos contemporáneos, al verse frente a una crisis que atraviesa el propio Estado-
Nación 8.
Esta crisis de la dinámica estatal o nacional puede focalizarse, por un lado, en las
dinámicas de los capitales tras-nacionales, que los sustentan pero los superan, dado que
mercado pueden –como sí estos capitales– circular más allá de las fronteras, rezagando
incluso a las figuras supranacionales de los acuerdos de tipo contractual entre naciones
(ONU, OEA, etc…) 9. En tal sentido, cabe mencionar la idea planteada por los autores
Michael Hardt y Antonio Negri, al referir a este nuevo panorama como Imperio,
sobre los cuales, la mayor de las veces, las instituciones Estatales muchas veces no
Pues bien, pareciera que nuestras modernas universidades han también adoptado esta
variante del mercado y esta nueva lógica de los capitales privados. Y así, más que
Podríamos decir que, allí donde para el filósofo alemán Wilhelm Von Humboldt era una
8
Al respecto, la propuesta del escritor norteamericano Bill Readings precisamente concentra en esta
dimensión lo que él considera como el motor de una universidad en ruinas. Cfr.: READINGS, B. The
University in ruins; Harvard University Press; EEUU; 1997 (no se cuenta aún con una traducción a
nuestro idioma)
9
Podría considerarse, incluso, que tales Contratos Supranacionales de herencia moderna, se ven
reemplazados en nuestros días por unos más ponderados, acuerdos de Comercio Libre (NAFTA,
MERCOSUR, TLC, etc…)
10
Cfr.: HARDT, N y NEGRI, A. Imperio. Paidós; Buenos Aires; Argentina; 2002
preocupación central que el Estado financie la investigación de la ciencia en la
también en las dinámicas sociales y el mercado), fueran algunas de las más grandes
empresas del planeta las que se constituyen como las principales promotoras y
Claro, aquí solo se ha hecho hincapié sobre aspectos muy puntuales (y ciertamente, se
del Siglo XX, con la entrada y primacía de los modelos norteamericanos), pero lo cierto
es que las versiones de la institución universitaria que se desarrollaron desde finales del
Siglo XVIII, se encuentran sin una vigencia que sea evidenciable, del mismo modo en
REFERENCIAS
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Podría recordarse, también que su libro La Condición Posmoderna es un «informe sobre el saber»
o BOURDIEU, P. “La juventud no es más que una palabra” en: Bourdieu, P.
Sociología y Cultura. México DF.: Editorial Grijalbo.1984