El Maquinista
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El Maquinista
El señor Reznik es un hombre cuyas relaciones sociales se han visto afectadas durante el
último año, momento desde el cual desarrolla un insomnio que lo ha transformado en algo
así como un muerto en vida, dicha situación ha afectado notablemente su imagen corporal y
su desempeño laboral, lo que causa en sus compañeros cierta indiferencia, pues si le
sumamos la anorexia que el sujeto presenta, nadie quisiera relacionarse con un sujeto con
estas características.
Finalmente es muy notable que el sujeto presenta un muy marcado TOC (trastorno obsesivo
compulsivo) del cual parten la gran mayoría de sus síntomas y arman su neurosis, que para
este sujeto es una neurosis obsesiva.
Síntomas:
Anorexia: si bien el sujeto presenta un bajo peso y una obstinación a comer, no se puede
decir que el sujeto presenta la modalidad de anorexia nerviosa, la cual incluye además de la
pérdida del apetito un miedo intenso a ganar peso y ser obeso, además de una alteración de
la percepción de la silueta y el peso, por lo cual en el señor Reznik, lo que aparece es una
anorexia en su forma primaria, es decir, la pérdida de apetito y es de tipo restrictivo, es
decir, la pérdida de peso se logra a través de dieta y ayuno prolongado.
Insomnio: el paciente presenta dificultad para dormir, de hecho no lo logra durante todo un
año, además presenta una fatiga corporal que sumada a su anorexia le da una apariencia
lamentable.
Insomnio: otro síntoma con carácter autopunitivo, pero este comienza inmediatamente
después del accidente y pudo ser que se diera debido a que la psique del señor Reznik
renunciara a dormir como castigo por su acción, pero también para facilitar la represión de
dicho suceso, es decir, es probable que se renunciara a dormir para evitar que el recuerdo
del accidente lo atormentara vía representaciones oníricas. En cierto momento está a punto
de dormirse, pero llega Iván (su Súper yo) y se lo impide; esto puede interpretarse como un
impedimento punitivo, una restricción del descanso, ya que merece descansar hasta que
pague por su delito.
Delirios y alucinaciones: según Sigmund Freud, uno de los componentes más frecuentes de
una neurosis obsesiva además de la angustia, la cual vemos que su mecanismo de temor a
las consecuencias de sus actos se representa en la acción-reproche presente en el TOC, es el
delirio de persecución, esto lo dice Freud en su texto “Las neurosis de defensa” y allí
explica que el neurótico obsesivo teme a las consecuencias sociales de sus actos, por lo cual
delira que todos están al tanto o que están a punto de descubrirlo. En el caso de Trevor
Reznik podemos ver varias alucinaciones que vienen acompañadas de un respectivo delirio
que le sirven para explicárselas. Cuando va al parque de diversiones con Marie y Nicholas,
quienes por cierto son alucinaciones suyas, Trevor entra a una atracción llamada “La ruta
666” con el chico (el nombre de esta atracción es una creación suya basado en un adorno
que tenía en su vehículo), al encontrar un cruce de caminos que dirigían al cielo o “la
salvación” y al infierno a la derecha e izquierda respectivamente el niño se dirige a la
izquierda, a pesar del llamado de Reznik, en este camino el niño sufre un episodio de
epilepsia, él lo saca a toda prisa y su madre llega a auxiliarlo. Esta escena completa es un
delirio que el sujeto arma a partir de unas piezas de información, a saber: una salida con su
propia madre a ese parque en su infancia, el rostro del niño a quién atropella, el rostro de la
madre del niño además de la forma en que ella se acerca corriendo al cuerpo atropellado de
su hijo, el llavero, el color del coche en que iban él y Nicholas y finalmente el cruce de
caminos, el cual en su delirio se muestra a sí mismo que el camino de la salvación es el de
la derecha, camino que no tomó en primer lugar luego del accidente, tomó el de la izquierda
que lo llevaba al aeropuerto, “conoce” a Marie allí, no escapa y allí comienza su “infierno”.
Otro gran delirio que presenta el señor Reznik es que Reynolds, en primer lugar es apresado
por los federales, esto se lo dice Iván, su Súper yo, ¿será que lo hace de cierto modo
responsable del hecho?, ¿será que es su inconsciente existe el reproche por haber acepado
una invitación a pescar que derivó en el accidente?, con la información presentada es difícil
asegurarlo, pero cabría dentro de las posibilidades. Luego de esto, Reynolds pasa a ser
cómplice de Iván en una treta encaminada a desprestigiarlo y tiene sentido: él e Iván son los
únicos que saben al respecto, al menos del hecho de la pesca, Reynolds por ser su
compañero, Iván por ser la parte de sí que conserva la representación (sin afecto, por eso es
tan sonriente) del suceso; el temor de Reznik, inconsciente por cierto, es que Iván y
Reynolds lo delaten. Al punto de alucinar ver a Reynolds con Iván juntos en una foto que
en realidad pertenece a él mismo (alucina la imagen de Iván).
Estrés post-traumático: el episodio del accidente trae consigo un avasallamiento del Yo, lo
cual significa que su Yo no puede con la carga afectiva de sus actos por lo cual recae en
una serie de síntomas cuyo componentes principales son: la angustia, el delirio de
persecución y la vergüenza; todos revestidos de un componente alto de culpa que hace que
los síntomas tomen carácter autopunitivo, llevándolos a niveles tan graves que incluso en
algún momento, impulsado por la culpa inconsciente, Reznik repite el accidente que él
causa poniéndose él como víctima. Bajo las circunstancias de estrés y culpa el sujeto no
encuentra más que reprimir de forma violenta el suceso, por eso no lo puede recordar
aunque sí sienta la culpa y todas esas series de afectos ligados al accidente; el afecto se
desplaza sobre varias acciones o situaciones de su vida, por eso la culpa le impide comer,
dormir, socializar sanamente. Pero como su Súper Yo no le va a permitir que reprima y ya,
sino que le exige que pague por su culpa, se divide de su psique en forma de un alter ego el
cual conserva toda la representación, el recuerdo del accidente.