Cómo Preparar Pasta Fresca Casera Paso A Paso
Cómo Preparar Pasta Fresca Casera Paso A Paso
Cómo Preparar Pasta Fresca Casera Paso A Paso
PASO A PASO
Existe una pequeña fórmula que casi siempre funciona cuando preparamos pasta y esta es:
100 g de sémola de trigo duro o harina 00 + 1 huevo por persona. La realidad no es
siempre como las matemáticas ya que con 100 g por persona la porción de pasta es muy
abundante, para mí demasiado, pero claro depende del comensal. Por otro lado la cantidad de
líquido, que puede ser huevo y a veces agua (según el tipo de pasta), dependerá del tipo de
sémola o harina que utilicemos y de su capacidad de absorción. Los grandes maestros de
pasta dicen que hasta la altura a la que nos encontremos respecto al nivel del mar puede influir,
pero eso es ya otra historia…
PASTA FRESCA CASERA
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
• 300 g de sémola de trigo duro o harina + la necesaria para estirar la pasta y para el reposo
• 3 huevos
• 1 pizca de sal
ELABORACIÓN:
• Comenzamos formando una montaña con la sémola o la harina. Abrimos un hueco en el
centro como si fuera un cráter. A continuación rompemos los huevos en el hueco,
añadimos una pizca de sal y batimos con un tenedor.
• Empezamos a incorporar la sémola desde los bordes sin dejar de batir. Poco a poco la
mezcla tomará consistencia de crema. A este punto podemos empezar a utilizar las
manos: seguimos incorporando la sémola a la mezcla. Empezamos a amasar.
• Seguimos amasando durante unos 10-15 minutos. Esta fase la podemos realizar con la
ayuda de un robot de cocina pero se puede hacer perfectamente a mano con un poco
de paciencia. Al principio la masa será bastante irregular y tendrá muchos grumos.
Poco a poco, conforme vayamos amasando, la masa se volverá lisa y elástica.
Utilizaremos la parte baja de la palma de la mano, con la que podemos hacer más
fuerza.
• Es posible que las cantidades señaladas no sean perfectas. Según utilicemos sémola o
harina o según el tamaño de los huevos la masa podría admitir más o menos cantidad
de líquido. De este modo, si vemos que la masa está muy pegajosa podemos aumentar
un poco la cantidad de harina/sémola; por el contrario, si resulta muy seca podemos
añadir un poco de huevo batido o de agua. La masa estará lista cuando sea lisa,
elástica y sin grumos. Haciendo presión con un dedo, la masa recupera rápidamente su
forma. La envolvemos en film transparente y la dejamos reposar en el frigorífico
durante al menos 30 minutos.
• Pasado este tiempo podemos pasar a estirar la pasta. Tomamos un tercio o un cuarto de la
pasta y cubrimos el resto de nuevo con el film transparente. Es importante no dejar la
pasta al aire demasiado tiempo porque se seca muy rápidamente. Ponemos un poco
de sémola o harina en la mesa de trabajo, tomamos la masa y la aplanamos un poco
con las manos. Ajustamos el rodillo de la máquina para pasta en la abertura más
grande (depende de la marca de la máquina ésta puede corresponder al número más
pequeño o más grande).
• Empezamos a estirar la masa: durante las primeras pasadas puede suceder que la pasta no
se presente muy compacta y se deshaga con facilidad. La doblamos sobre sí misma y
la volvemos a pasar hasta que la veamos bien amalgamada. La volvemos a doblar y a
pasar por la abertura más grande, girando el sentido con la que la introducimos en la
máquina 1/4 de vuelta, dos o tres veces más. Estas primeras pasadas son un paso
importante en el amasado de la pasta. Cada una de las veces pasaremos la mano por
la superficie de la pasta añadiendo un poco de harina, sobre todo si la notamos un
poco húmeda.
• Cerramos poco a poco la abertura de los rodillos de la máquina y seguimos pasando la pasta
que cada vez será más fina. Depende del formato de pasta que queramos realizar
podemos dejarla más o menos gruesa. Lo mejor es llegar al quinto número, si
queremos preparar espaguetis, tallarines, tagliatelle, o al sexto, si estamos preparando
pasta rellena. En caso de pasta rellena el grosor también dependerá del tipo de relleno.
Cuando más fina estiremos la pasta más delicada resultará, pero también será más
difícil de manejar y cocer.
• Por último, cuando hayamos estirado la pasta del grosor deseado, podemos utilizar los
accesorios de la máquina para cortar tallarines, espaguetis, tagliatelle o pappardelle
(todos ellos se diferencian por la anchura: de pocos milímetros de los tallarines a un
par de centímetros de las pappardelle).
• Una vez cortada la pasta la dejamos reposar en una bandeja con abundante sémola o harina
(para evitar que se pegue entre sí) o la podemos colgar y dejar secar. Es importante
acordarnos de frotar el secador de pasta con harina antes de colgar la pasta si no ésta
se pegará a la madera.
Ya sea para estirar la pasta como para cortarla la máquina no es completamente necesaria. Es
cierto que es de gran ayuda pero con un poco de práctica podemos aprender a estirar la pasta
con un buen rodillo (como lo solía hacer la mamma). Y para formar nuestros espaguetis nada
más sencillo que seguir estos pasos: esparcimos abundante harina sobre la tira de pasta
estirada y la doblamos sobre sí misma. Volvemos a esparcir la superficie con harina y volvemos
a doblar. Repetimos hasta que tengamos un “paquetito” de unos 8-10 cm. Cortamos tiras del
grosor que queramos la pasta y las abrimos para evitar que se peguen entre ellas.
Ahora, con la masa, haremos lo mismo que con la receta de galletas de avellana. Es decir,
hacemos un cilindro (de más o menos el mismo diámetro que las Oreo de los paquetes, y lo
envolvemos en film, girando el cilindro mientras sujetamos los extremos del film. De esa forma
todo se aprieta y conseguimos que quede bien redondo.
Introducimos la masa en la nevera y cada 15 minutos lo sacamos y damos vueltas. Esto es
para evitar que por su propio peso queden ovaladas, en lugar de redondas. (Cosa que yo no
hice por falta de tiempo). Y bueno, al final también se puede solucionar un poco. Lo siguiente
será cortar las galletas (sin el film) cuando la masa esté dura.
Ponemos las galletas oreo en un papel de horno, un poco separadas por si acaso. Y
horneamos a 180 ºC durante unos 20 minutos. Lo mejor ara saber si están, ya que por el color
no podremos, será ver que se han endurecido un poco. Sacamos, dejamos enfriar unos
minutos y pasamos a una rejilla para que se terminen de enfriar.
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