Momento 2: Confronto del concepto de Resiliencia

Estudiantes:
Angie Natalia Sarmiento Araque
Código: 1056553873
Erica Lisseth Rojas
Código: 23965986
Laura Alejandra Mejía Delgado
Código 1049617278
Yeimy Paola Cárdenas Parra
Código: 1002687450
Edith Viviana Hormaza Mesa
Código: 1056555132

Grupo: 712003_40

Tutor:  TANIA BELEN GARCES ALBORNOZ

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD

entusiasmo pues debemos tomar cada tropezón como un aprendizaje para vivir plenamente cada

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día; La vida la podemos comparar con una obra de arte llena de color aun cuando se pintan de

oscuro, grises y silenciosos con fuerza infinita de voluntad y estética donde se muestra los rasgos

de lo bella que es.

En el mundo griego se consideran dos fuerzas opuestas: Apolo y Dionisio. Dionisio era el

dios de la naturaleza quien simboliza las fuerzas ocultas del inconsciente dejando al hombre

experimentar sin límites. Apolo el dios de la luz, brillante, apoderado de la música, inspirado en la

poesía. Infundido en el mundo donde la imaginación predomina en toda su belleza.

En Grecia la tragedia significó un nuevo sentido por la vida buscando respuesta a sus ¿Por

qué?, transformando el dolor en alegría. (Nietzsche). Para Nietzsche todo termina cuando

aceptamos cada día con su afán, “El nada querer diferente” nos lleva a pensar en sobrellevar cada

instante de la vida como llegue, ya sea con su luz o su oscuridad, con nubarrones, vientos y

tormentas siempre eligiendo la fe, la esperanza y viviendo cada día como si fuese el último, nunca

se sabe la hora, ni el día en que la obra de arte llegue a su fin.

Por tanto, para Nietzsche existen dos formas de ver la vida, una que es la luz, la

imaginación y la autoconciencia y la otra que es la oscuridad, la inconciencia y el desenfreno;

estas dos formas de vida están gobernadas por Dionisos el dios de las fuerzas oscuras y Apolo,

el dios de la luz, son dos formas de vida tan contradictorias que simbolizaban el mundo helénico

y fue Nietzsche quien a partir de esto quiso reflexionar sobre su propia realidad; para él era muy

difícil ver la vida sin esperanza , así que decidió abordar la trágica realidad que se vivía en Grecia

y buscar la manera de transformar una vida llena de dolor en una vida alegre, vivir el presente

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con esperanza, incluso en aquellos momentos en los que todo parezca más difícil, viviendo con

una actitud positiva y aprendiendo a valorar la vida y a verla como una obra de arte.

No quiere decir que no esté presente el dolor y el sufrimiento, pero es aprender a vivir

siendo conscientes que existe una realidad que en ocasiones puede ser dura, trágica o triste, pero

que a pesar de los momentos difíciles se puede vivir en amor fati que quiere decir, vivir y amar la

vida en su forma más terrible aceptando la tragedia e intentando transformarla con alegría, amor y

sabiduría. Es importante aprender a amar la vida tal y como debe amarse cada ser humano a sí

mismo en este mundo y no querer vivir otra cosa que no sea la realidad confirmada, la realidad

presente, la realidad del momento que será única e irrepetible.

La fórmula para la grandeza en el hombre es el amor fati, en donde no se quiere vivir

nada distinto sea el momento que sea, reaccionando de una manera única, se debe vivir cada

momento con alegría sin importar las circunstancias porque será irrepetible; si es un momento de

felicidad, disfrutarlo al máximo y si es un momento triste o tal vez trágico hay que aprender a

vivirlo y afrontarlo desde otros puntos de vista viendo una realidad esperanzadora.; El ser humano

está en la capacidad de transformar una vida oscura en una vida llena de luz y alegría. (Nietzsche,

2004).

De acuerdo a lo anterior, podemos comprender que los seres humanos nos definimos por

luz y obscuridad y eso nos hace “ Humanos” por tanto, es importante reconocernos en la

validación de lo que sentimos para afirmar nuestra vida como nos invita Nietzsche, en el sentir,

pensar y actuar para asumir nuestra realidad con autoconciencia en libertad ; por tanto, no

podemos negar nuestra naturaleza de humanidad pues la represión solo hace que los impulsos

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más insensatos cobren vida, por ello, considero desde la mirada de la deidad de Dionisio es

importante permitirnos ser y vivir a plenitud la vida en congruencia con la conciencia orientada

por Apolo en una unión de la razón con la emoción pues esos dos elementos conducen a nuestra

esencia.

En relación a la concepción de la vida, es incesante, es un eterno retorno en la que

podemos considerarla como una metamorfosis continua pues los desaciertos o logros, las

plenitudes o desolaciones, las buenas nuevas o tragedias hacen parte de nuestra obra y nosotros

podemos ser heroínas de nuestra historia si así lo decidimos ¿O dejamos que se cierre el telón o

nos preparamos para resurgir y salir a otra función? Es un cuestionamiento que nos haremos

continuamente; no es una búsqueda de un propósito para vivir sino entendiendo que nuestra meta

diaria es vivir como lo afirma Horacio (65 - 8 a. De C.) En carpe diem en otras palabras,

"Aprovecha el día y no confíes en el mañana".

En definitiva, podemos comprender que hay situaciones de la vida que no podemos

controlar, sin embargo, esas circunstancias no nos pueden envolver en un sin salida pues tenemos

la oportunidad de elegir, de trascender y de hacernos cargo de lo que estamos viviendo; la

pregunta es ¿cómo? A modo de ejemplo, en la película “El día de la marmota” es el aceptar la

vida tal y como es y ¿Qué podemos hacer ante ello? Tenemos dos opciones: 1. Si lo que sucede es

externo a nosotros y se sale de nuestras capacidades humanas podemos soltarlas al universo, a una

deidad, a la madre tierra etc. 2. Si en lo que acontece podemos actuar, es el momento de

plantearnos a lo que llamamos plan A, plan b, plan C hasta la z si es necesario ¿y si no funciona?

Daremos paso a reinventarnos para transformar la realidad en nuestra propia obra de arte.

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 Recordemos que la vida es un gran lienzo y en nuestras manos tenemos los más hermosos

oleos para pintar de colores cada una de nuestras experiencias, sueños e ideas. Somos creadores

de nuestra propia vida, somos quienes decidimos el tiempo y la forma en que deseamos cumplir

cada propósito planteado. Pensemos por un momento ¿Qué es vivir la vida? Seguramente nos

encontraremos con respuestas inclinadas hacia los valores que el dinero representa en la vida,

algunos responderán que vivir la vida es estar rodeado de dinero para así tener lujos y darse gustos

en todos los aspectos; otras ideas estarán inclinadas hacia el amor, respondiendo que vivir la vida

es estar rodeado de su familia sin la existencia de problemas y otros responderán que vivir la

vida se trata de disfrutar al máximo cada segundo, amándonos a nosotros mismos y a los demás

valorando cada momento en el que compartimos con otras personas, haciendo de la vida un

paraíso como en el que todos desearíamos estar.

Todo ello es posible, si al despertarnos tomamos el ejemplo de la película “El día de la

marmota” y al abrir nuestros ojos con la primera luz del día vemos la vida de una forma diferente,

dejemos a un lado las rutinas, cambiemos una palabra por una sonrisa, una tarde de películas por

un café con amigos, el cansancio por energía y el agotamiento por un impulso; porque de eso se

trata la vida, de retarnos a nosotros mismos, de no dejarnos vencer por los obstáculos sino

vencerlos a ellos. La psicología del poeta trágico nos revela como la tragedia se convierte en

renacer y se origina la aceptación, el Sí a la exigencia, el Sí a la voluntad, el Sí a la vida y a sus

dificultades, viviendo el ahora, el hoy y pintando cada día nuestro lienzo de color; nuestra vida, la

mejor obra de arte.

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 En relación a lo anterior, para el autor la tragedia va a renacer cuando el hombre pueda

decir sí a la existencia, sin que de esta manera venga a sufrir terminando por renunciar a ella. Este

decir sí a la voluntad de vivir es lo dionisíaco para Nietzsche, un sí a toda la vida, que abarca de

lleno las fuerzas vitales, para celebrar el momento, el aquí y ahora Beatriz Bello, Marcia (2010,

p.57) . Es de gran importancia darle un buen sentido a la vida ya que debemos comprender que

nos rodean personas, momentos positivos y no tan favorables pero lo verdaderamente importante

es cambiar a una mejor perspectiva, para así no dejarnos decaer por momentos palabras

desagradables, sino seguir luchando pese las adversidades, basándonos en lo dicho por Nietzsche,

quien nos enseña a darle un si a la vida.

Muchas veces cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, vemos el fin de nuestra

vida, momentos como lo es una pérdida de un ser querido, una ruptura de una relación, entre

otras. Demostrando que quizá vivimos por demás olvidando que hemos venido a vivir nuestra

vida, es por eso que al observar lo dicho por Nietzsche debemos ponerlo en práctica y siempre

buscar un motivo por el cual sonreír y vivir “Decir sí a la vida, incluso en sus problemas más

difíciles y extraños; la voluntad de vida, gozando de su sacrificio sin límites de sus propios tipos

más elevados” (Beatriz Bello, Marcia., 2010., p.57)

De la misma manera, nos hemos cuestionado acerca de ¿Qué sería la vida si todo fuese

perfecto, si todos tuviésemos un mismo pensamiento, si los gustos no cambiaran? Quizá se

perdería el sentido de la vida, ya que no existirían los problemas y no buscaríamos el por qué

luchar. Entonces podemos afirmar que el mundo en el que estamos es el ideal ya que viene con

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una gran diversidad de personas y culturas las cuales se deben aceptar y respetar; por esto,

debemos luchar en conjunto y asumir nuestras circunstancias de vida con decisión.

REFERENCIAS APA

Beatriz Bello, Marcia (2010) Nietzsche y la vida como obra de arte. Pensamiento palabra y obra.

Bogotá: Universidad Pedagógica

Nacional. https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/revistafba/article/view/437