SC Admisibilidad Sin Instrumento Fundamental (Contrato Verbal)
SC Admisibilidad Sin Instrumento Fundamental (Contrato Verbal)
SC Admisibilidad Sin Instrumento Fundamental (Contrato Verbal)
Mediante escrito presentado el 16 de marzo de 2017, el abogado José Samir Abouras Totúa,
titular de la cédula de identidad N° V-7.537.399, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 129.393,
en representación del ciudadano WILMER ANTONIO GONZÁLEZ MENDOZA, venezolano,
mayor de edad, titular de de la cédula de identidad N° V-11.545.283, interpuso, ante la Secretaría
de esta Sala Constitucional, solicitud de revisión constitucional de la sentencia dictada el 15 de
febrero de 2017 por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del Segundo
Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa, que declaró inadmisible la demanda
por cumplimiento de contrato de venta de vehículo que incoó el solicitante de revisión contra el
ciudadano Valentín Antonio Marchena Castillo, titular de la cédula de identidad N° 7.433.088.
El 21 de marzo de 2017, se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la Magistrada Doctora
Carmen Zuleta De Merchán, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
Que “posteriormente le fue entregando al nombrado vendedor, previo acuerdo con él, la
cantidad de CINCO MIL BOLÍVARES (5.000,oo) mensuales desde el mes de Junio de 2012
hasta el mes de Marzo de 2013, y en el mes de Abril de 2013, Bs. 3.000,oo, en carnes de res, pollo
y charcutería desde el negocio denominado Frigorífico Mi Nazareno, C.A., Rif Nº J-298053445,
situado en la Urbanización Baraure Centro, Calle 4, Sector 2, Nº 29, Araure, Estado Portuguesa,
y otra parte, en dinero efectivo, hasta que completé la cantidad de CINCUENTA Y TRES MIL
BOLÍVARES (Bs. 53.000,oo). Pues, con la entrega del descrito vehículo, lo entregado en dinero
en efectivo, los referidos depósitos bancarios y las carnes de res, pollo y charcutería, suman la
cantidad de TRESCIENTOS VEINTICINCO MIL BOLÍVARES (Bs. 325.000,oo), quedando un
saldo de CUARENTA MIL BOLÍVARES (Bs. 40.000,oo), quedando diferido el otorgamiento del
documento donde conste la transferencia de la propiedad, para cuando le pagara la totalidad del
precio convenido”.
III
COMPETENCIA
Corresponde a esta Sala previamente determinar su competencia para conocer de la
presente solicitud de revisión y, al respecto observa que, de conformidad con lo previsto en el
cardinal 10 del artículo 336 de la Constitución, se le atribuye a este órgano jurisdiccional la
potestad de “revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control
de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los Tribunales de la República, en
los términos establecidos por la Ley Orgánica respectiva”.
Tal potestad de revisión de sentencias definitivamente firmes, abarca tanto fallos que hayan
sido dictados por las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia (artículo 25, cardinal 11 de la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia) como los que emitan los demás Tribunales de la
República (artículo 25, cardinal 10 eiusdem), pues la intención final es que la Sala Constitucional
ejerza su atribución de máximo intérprete de la Constitución, según lo que establece el artículo
335 del Texto Fundamental.
Ahora bien, visto que en el caso de autos se solicitó la revisión de la sentencia dictada el
15 de febrero de 2017 por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del Segundo
Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa, esta Sala se declara competente para
conocer de la misma. Así se decide.
IV
En el caso que se examina, la parte solicitante aduce que la sentencia objeto de revisión
erró en la interpretación de los artículos 340, ordinal 6° y 434 del Código de Procedimiento Civil,
al declarar inadmisible la demanda por no haberse acompañado el instrumento fundamental, con
lo cual le violó su derecho constitucional a la tutela judicial efectiva.
Por último, adujo que junto con la demanda acompañó otros documentos de los que se
puede deducir la celebración del contrato de venta que prueban que hubo consentimiento
recíproco, que fue fijado el precio y que se produjo la entrega de la cosa, por lo que no ha debido
declararse inadmisible la demanda.
A juicio del sentenciador de alzada, “ante estas omisiones detectadas, esto es ante la falta
de acompañar el contrato cuyo cumplimiento se exige, o en su defecto el de indicar en el libelo
que dicho contrato es de origen verbal…”, la demanda es inadmisible.
Al respecto, observa esta Sala que el juez que dictó la sentencia objeto de revisión, del
Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del Segundo Circuito de la Circunscripción
Judicial del Estado Portuguesa, le exigió al demandante una carga de imposible cumplimiento, por
cuanto de los hechos narrados en el libelo de la demanda por cumplimiento de contrato de venta,
a los que se hace referencia en la narrativa del presente fallo se deduce que no hubo contrato escrito
entre las partes, por lo que mal podía requerirse su acompañamiento junto con el libelo.
Por otra parte, la Sala observa que el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil es
terminante al establecer:
Artículo 341
“Presentada la demanda, el Tribunal la admitirá si no es contraria al orden público, a las
buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley. En caso contrario, negará su
admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal que niegue la
admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos efectos”. (Subrayado
añadido).
De donde se deduce que sólo puede declararse inamisible una demanda cuando la misma
sea contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la ley.
Luego, debe señalarse que para que una pretensión sea inadmitida por ser contraria a la ley
debe aparecer expresa la voluntad del legislador de no permitir el ejercicio de la acción, y ello
puede ocurrir o bien porque se prive del derecho a la jurisdicción en materias concretas y
determinadas por la ley las cuales no gozan de tutela jurídica (como el caso de las deudas de
juego ex artículo 1.801 del Código Civil); porque se haga evidente la caducidad de la acción o
porque aparezca expresa la prohibición de la ley de admitir la acción propuesta.
En ese sentido, es criterio pacífico y reiterado de esta Sala que la decisión de un tribunal
de última instancia mediante la cual se declare inadmisible una acción, basada en un criterio
erróneo del juzgador, concretaría una infracción, en la situación jurídica de quien interpone la
acción, del derecho a la tutela judicial efectiva (Vid. Sentencia N° 708 del 10 de mayo de 2001,
caso: Juan Adolfo Guevara y otros).
En este mismo orden de ideas, se considera pertinente citar, el criterio que sobre el
principio pro actione vinculado al tema de la admisibilidad de la pretensión, en abundante
jurisprudencia ha establecido esta Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, entre
otras, en la sentencia Nº 1.064 del 19 de septiembre de 2000, caso: C.A. Cervecería Regional, en
la cual se expresó lo siguiente:
“...Igualmente, debe destacarse que el alcance del principio pro actione, debe entenderse
como que las condiciones y requisitos de acceso a la justicia no deben imposibilitar o
frustrar injustificadamente el ejercicio de la acción a través de la cual se deduce la
pretensión, toda vez que ‘(…) el propio derecho a la tutela judicial efectiva garantiza la
posibilidad de ejercicio eficiente de los medios de defensa, así como una interpretación de
los mecanismos procesales relativos a la admisibilidad que favorezca el acceso a los
ciudadanos a los órganos de justicia’.
(...Omissis...)
Esta Sala debe destacar que, el derecho a la defensa y al debido proceso, en lo particular,
en lo referente a la tutela judicial efectiva y al principio pro actione, son elementos de
rango constitucional que prevalecen y desplazan otros fundamentos de rango
legal, como son, en este caso, el invocado por la Sala Político Administrativa con respecto
a la seguridad jurídica a través de la estabilidad de los actos administrativos. No puede
imponerse un principio relacionado con la efectividad de los proveimientos dictados por
la Administración, si con ello se impide por vía de interpretación, el acceso de los
particulares para ejercer los medios de defensa ante los tribunales de la República;
valores de expresa delimitación y protección constitucionales que no pueden
disminuirse, se insiste, por interpretación de preceptos legales…”.
Asimismo en sentencia de vieja data (N°. 1764 de fecha 25/9/2001) la Sala Constitucional
de este Tribunal Supremo de Justicia, determinó que:
‘…Las causales de inadmisibilidad no constituyen pues, instrumentos al servicio del
arbitrio del juez, de los que se pueda valer irreflexivamente para impedir el acceso a
los órganos de administración de justicia; éstas no se erigen con la finalidad de
comprometer el derecho de accionar que poseen los ciudadanos, de allí que su
tratamiento exija tener presente, en la oportunidad de ser interpretadas, al principio
pro actione “...conforme al cual los presupuestos procesales deben aplicarse de modo tal
que no resulte obstaculizado irrazonablemente el acceso al proceso’ (Sala Constitucional
No.1488/13-08-01).
De lo expuesto se colige que el Juez Constitucional, cuando examina el libelo de
demanda y analiza el caso, debe ser en extremo cuidadoso, limitándose a analizar la
procedencia de las causales que, de manera taxativa, contiene la ley respectiva, esto
es, si en el caso concreto, sometido a su conocimiento, puede ser subsumido en alguna
de ellas, sin que, al realizar tal operación, quede algún margen de duda, pues en tales
casos debe abstenerse de declarar la inadmisibilidad en atención al principio de
interpretación más favorable a la admisión de la acción, garantizando con acertada
preferencia el derecho fundamental de acceso a la jurisdicción; a que se inicie el
proceso en el cual hará valer su pretensión; a acudir a los órganos de administración
de justicia, elementos que conforman, entre otros, el derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva.
La invención o creación de causales de inadmisibilidad distintas a las señaladas por la ley,
o su interpretación de forma extensiva, producto de la creación del juez frente al
conocimiento de un específico caso, debe ser considerado excepcional y aceptable sólo
bajo ciertas y seguras interpretaciones, por ser limitativa del derecho de acción. Con razón
ha manifestado la Sala de Casación Social de este Supremo Tribunal que ‘…la amplitud
con que la Constitución concibe el derecho a la tutela judicial efectiva hace que las causas
de inadmisión de la demanda sean de derecho estricto y de interpretación restringida’.
(Sentencia No. 184 del 26 de julio de 2001)…” (Negrillas del texto).
Del criterio jurisprudencial anteriormente citado, se desprende claramente que los extremos
previstos en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil no fueron constituidos con la
finalidad de comprometer el derecho de accionar que poseen los ciudadanos, de allí que la
determinación de causales de inadmisibilidad distintas a las señaladas por la ley, producto de la
creación del juez frente al conocimiento de un específico caso, debe ser considerada excepcional
y aceptable sólo bajo ciertas y seguras interpretaciones, por ser limitativa del derecho de acción.
En criterio de esta Sala, lo procedente en el presente caso era que el Tribunal Superior
entrara a decidir el fondo del asunto originariamente planteado, en lugar de declarar inadmisible
la acción por cumplimiento de contrato, puesto que el no acompañamiento junto con la demanda
del instrumento fundamental, no es causal para declarar su inadmisibilidad, lo cual hace que resulte
procedente la revisión solicitada. En consecuencia, se declara nula la sentencia dictada el 15 de
febrero de 2017 por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del Segundo
Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa, y se ordena al referido Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito, constituido de manera accidental, dicte una nueva
decisión sobre el fondo de la controversia, considerando lo expuesto en el presente fallo. Así se
declara.
V
DECISIÓN
Por las razones expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
administrando justicia en nombre de la República, por autoridad de la Ley, declara HA
LUGAR la solicitud de revisión constitucional interpuesta por el abogado José Samir Abouras
Totúa, en representación del ciudadano WILMER ANTONIO GONZÁLEZ MENDOZA. En
consecuencia, se declara nula la sentencia dictada el 15 de febrero de 2017 por el Juzgado Superior
en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado
Portuguesa, y se ordena al referido Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito,
constituido de manera accidental, dicte una nueva decisión sobre el fondo de la controversia.
Publíquese y regístrese. Remítase copia certificada de la presente decisión al Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial
del Estado Portuguesa. Archívese el expediente.
VICEPRESIDENTE,
LOS MAGISTRADOS,
LA SECRETARIA,