Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Trabajo Practico Reales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

Derechos Reales

Estudiante: Torres Reales Juan Ignacio


DNI: 35.971.787
Email: familia.reales@live.com
Profesora: Mabel Vásquez
Comisión: C3
TRABAJO PRACTICO N° 1:

1.a: Conforme al art. 1882 del Código Civil y Comercial de la Nación (en adelante
CCCYN): “el derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce
directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular las
facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código”.
Respecto a su objeto nos ilustra el art. 1883 “El derecho real se ejerce sobre la totalidad
o una parte material de la cosa que constituye su objeto, por el todo o por una parte
indivisa. El objeto también puede consistir en un bien taxativamente señalado por la
ley”. Aquí decimos que ya no se reclama, como lo hacía la anterior regulación, que las
cosas que son objeto de derechos reales estén en el comercio, pues pueden encontrarse
derechos de propiedad sobre cosas relativamente inajenables el objeto puede ser una
materialidad o un “bien taxativamente señalado por la ley”. Entonces, una materialidad
es una cosa pero puede ocurrir que tengamos sobre la cosa un derecho que se extiende a
la totalidad de ella, como acontece en el dominio. También se extiende sobre la
totalidad de la cosa, pero por una parte indivisa, en el caso del condominio. Respecto al
derecho de persecución y preferencia que caracteriza al igual que el objeto al derecho
real, la definición que nos da el art. 1886 dice: “El derecho real atribuye a su titular la
facultad de perseguir la cosa en poder de quien se encuentra, y de hacer valer su
preferencia con respecto a otro derecho real o personal que haya obtenido oponibilidad
posteriormente”. De esta definición es que nace el ius persequendi y el preferendi: el
derecho de persecución otorga a su titular la facultad de perseguir la cosa en poder de
quién se encuentre, esto le da también garantía en contra de algún sujeto que
ulteriormente reclame ese derecho real, es la respuesta a la oponibilidad típica de los
derechos de propiedad. Por su parte, la preferencia tiene un alcance parecido a la
anterior, desde que lo que traduce es hacer valer, en caso de conflicto, el derecho real
por sobre otros de la misma especie o personales constituidos posteriormente, es decir,
prevalece el que mejor se encuentra parado en lapso de tiempo donde ocurra el
conflicto.

1.b: Dalmacio Vélez Sarsfield no definió el derecho real en su obra por varias razones.
Una de varias cuestiones tiene que ver con que en aquella época, en el momento de
redactarse el Código Civil, en lo que atañe al contexto social y político regían los
lineamientos de la revolución industrial. En este contexto, los derechos de propiedad
eran vistos como supremo y por encima de todos. El redactor original del Código Civil,
ha optado por centrarse en fundar fundamentos de los derechos de propiedad, es decir,
los principios basicos y redactar una lista de tipos permitidos, en lugar de proporcionar
una definición exacta. Además, la falta de una definición clara también puede estar
relacionada con el efecto de ideas de la época, cuando se daba mayor importancia a la
autonomía privada y la función social de la propiedad. Por eso, Vélez Sarsfield se
abstuvo de realizar una definición restrictiva de derecho real que podría limitar su
adaptabilidad a diferentes situaciones y contextos que se reflejaran en la sociedad de
aquel tiempo.
2) Respecto al art. 1884 del CCYCN: “la regulación de los derechos reales en cuanto a
sus elementos, contenido, adquisición, constitución, modificación, transmisión,
duración y extinción es establecida sólo por la ley. Es nula la configuración de un
derecho real no previsto en la ley, o la modificación de su estructura”. Tal definición es
la que provee la estructura legal a los derechos reales, es decir, la prohibición al
individuo de crear derechos individuales conforme a su voluntad y ello restringe la libre
disposición jurídica de los particulares en tanto a este derecho. Se afirma que las normas
estatutarias de los derechos reales son de orden público y ello se funda en los principios
sociales, políticos, económicos, morales y religiosos cardinales que operan en una
comunidad jurídica, cuya existencia prima sobre los intereses individuales o sectoriales,
quedando en manos del Estado la creación de los mismos. De este modo, la taxatividad
o numerus clausus contenida en el art. 1887, dicta la enunciación de los derechos reales
contenidos en el CCCYN. En razón de responder la última consigna de este punto, cabe
decir que todos los derechos reales se ejercen por posesión, excepto las servidumbres y
la hipoteca. Tal respuesta nace desde el art. 1980 del CCCYN y agrega: “las
servidumbres positivas se ejercen por actos posesorios concretos y determinados sin que
su titular ostente la posesión”.
3) Reza el art. 1889: “Los derechos reales son principales, excepto los accesorios de un
crédito en función de garantía. Son accesorios la hipoteca, la anticresis y la prenda”. La
determinación de esta clasificación entonces recae en las obligaciones principales y las
obligaciones accesorias. Los artículos 856 y 857 CCYCN definen a las obligaciones
principales y regulan los derechos y obligaciones accesorias y los efectos entre ambas.
El art. 2186 CCYN viene a complementar esa regulación, precisando que los derechos
reales de garantía son intransmisibles sin el crédito y se extinguen con él. De manera
que no puede pensarse al derecho de garantía con una idea independiente del crédito que
tutela. Puede verse también que la hipoteca, la anticresis y la prenda (únicos derechos
reales de garantía reconocidos por el texto legal), no subsisten independientemente del
derecho personal al que quedan sujetos.
4) En análisis, el artículo nos da las pautas de la adquisición derivada por actos entre
vivos de un derecho real. Para adquirir un derecho real entre vivos se requiere: la
concurrencia de título y modo suficiente a los efectos de la ley. En lo que respecta a la
tradición posesoria se menciona como el modo suficiente para transmitir o constituir el
derecho real, no es necesaria, cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste
por un acto jurídico pasa el dominio de ella al que la poseía a su nombre, o cuando el
que la poseía a nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de otro. Tampoco
es necesaria cuando el poseedor la transfiere a otro reservándose la tenencia y
constituyéndose en poseedor a nombre del adquirente. La inscripción registral es modo
suficiente para transmitir o constituir derechos reales sobre cosas registrables en los
casos legalmente previstos; y sobre cosas no registrables, cuando el tipo del derecho así
lo requiera. Se consagra aquí la inobjetable capacidad plena en tanto a sus otorgantes
legitimados al efecto de adquisición de título y modo suficiente.
5) La oponibilidad está unida indisolublemente al efecto erga omnes, es decir, siempre
que surgiera una controversia respecto al derecho real, para que sea oponible frente a
todos (terceros) debe el titular del mismo estar revestido de su constitución formal y de
la publicidad que requeriría conforme a la ley. Respecto a la importancia de la
publicidad digo que es de suma razonabilidad, ya que nadie puede estar obligado a
respetar un derecho que no conoce y en consecuencia a tal desconocimiento se
producirían controversias que orbitarían al derecho real desplazando su función social
del mismo.
6) Entiendo como ya se dijo en la respuesta N° 2 que los particulares no pueden crear
derechos reales, que exista conformidad entre ellos pienso no hace a la conformación de
los mismos, sino, que es una consecuencia de la aceptación respecto a una trasferencia
del derecho real. El principio de autonomía de la voluntad en el cual se basan algunos
derechos personales, no pueden yuxtaponerse a las normas de orden público.
Respondiendo a la pregunta acerca de que si los jueces podrían crear derechos reales,
fundamento mi respuesta negativa apoyándome en el criterio expuesto por el legislador
conforme al art. 1884 del CCCYN: “La regulación de los derechos reales en cuanto a
sus elementos, contenido, adquisición, constitución, modificación, transmisión,
duración y extinción es establecida sólo por la ley. Es nula la configuración de un
derecho real no previsto en la ley, o la modificación de su estructura”. No obstante,
habría que analizar la vieja arista respecto a si la jurisprudencia es fuente del derecho, es
decir, si a través de una sentencia por parte del juez se crearía un derecho.
7) La teoría del título y el modo suficiente ya la venimos desarrollando en puntos
anteriores y no cabe ser redundante a los efectos del trabajo practico, no obstante,
decimos que es un sistema de transmisión de la propiedad de las cosas que requiere la
celebración de un contrato y la posterior entrega de la cosa que se quiere transmitir, sin
que sea suficiente cualquiera de las dos por separado. La mencionada, tiene su origen en
el Derecho romano. El modo más común de adquirir la propiedad en Roma era la
entrega de la cosa que se transmitía (si era una cosa mueble) o la entrada en la finca (si
la cosa era inmueble). Este acto podía ser una entrega ficticia pero siempre era necesario
para transmitir la propiedad.Para que se produjese la transmisión de la propiedad era
necesario que esa entrega tuviera una justa causa (iusta causa traditionis) o motivo por
el que se hacía la entrega. Entre estas causas figuraba el contrato de compraventa, de
modo que la entrega la realiza el vendedor para cumplir con su obligación contractual
(causa solvendi).
Bibliografía: Iglesias Santos, Juan (2007). Derecho Romano. Barcelona, Ariel.
8) Para Savigny la posesión es un hecho que permite a un sujeto la disponibilidad
fáctica sobre la cosa con el animus dominii. El corpus es el poder físico sobre la cosa.
La forma en que Savigny define el corpus traduce la idea de libre disponibilidad, en el
sentido de que la disponibilidad fáctica pueda ser ejercida libre e inmediatamente por el
poseedor. El animus dominii o el animus sibi habendi, junto al corpus, determina que
exista posesión. El corpus no basta para ser poseedor si no existe el animus. Así el
arrendatario no tiene posesión porque si bien tiene el corpus, le falta el animus. Y otro
caso: el arrendatario que adquiere el inmueble se convierte inmediatamente, además de
propietario, en poseedor. Para Savigny la existencia del animus implica que éste sea
producto de una conducta no contraria a derecho. El animus no es producto de la
voluntad arbitraria del sujeto. Así el arrendatario no puede convertirse arbitrariamente
en poseedor, sino en virtud de un título, el que le otorga la adquisición del dominio. Esta
teoría es denominada teoría subjetiva, pues para Savigny el animus es producto de la
volutad legal de poseer.
Ihering formula la denominada teoría objetiva. Este jurista también sostiene la
existencia de un corpus y de un animus, pero su interpretación acerca de estos dos
elementos es distinta a la de Savigny. El corpus es el elemento que exterioriza el
animus y que denota la explotación económica de la cosa. El corpus no es solo la
relación física entre el sujeto y la cosa. Esta relación física no tiene relevancia jurídica,
sino existe el interés, interés que tiene por objeto conseguir la explotación económica de
la cosa. Y así, con este interés, el corpus se exterioriza hacia un propósito que es el
animus. Para Ihering los dos elementos no pueden ser separados, como pretende
Savigny. Según Ihering, el error está en denominar el animus dominii, ya que el
propósito no es el dominio sino la explotación económica. Siendo que los dos elementos
son indisolubles, la presencia de uno solo hace presumir la existencia del otro. Pero
resulta que en el arrendatario hay un propósito de explotación económica y sin embargo
no es poseedor. Ihering explica esto diciendo que para que haya posesión el
ordenamiento jurídico debe imponer los límites determinando en qué casos existe
voluntad legal de poseer.
Breves nociones:
Savigny considera que lo esencial es poder hacer de la cosa lo que se quiera y evitar
toda acción extraña irrelevante el contacto físico con la cosa.
Para Ihering, en cambio, es la exterioridad de la propiedad lo que constituye el corpus
posesorio ya que el poseedor se comporta como el propietario.
El animus posesorio resulta ser el elemento distintivo: el que tiene la cosa para sí es
poseedor, el que la tiene para otro es tenedor.
La intención del poseedor, animus possidendi, implica actuar con prescindencia de la
existencia de un propietario sometiendo la cosa a su poder y excluyendo la intromisión
de extraños. Entiende Savigny que para ser considerado poseedor de la cosa es
necesario que el que la detenta se comporte como propietario.
El tenedor reconoce que otro es el propietario o poseedor y que él lo representa en su
posesión.
Para Ihering la diferencia entre posesión y tenencia radica en que exista una norma legal
que quite los efectos de tal a la posesión eliminando la protección posesoria.
Puede concluirse, que es factible otorgar defensas posesorias a los tenedores pues no es
esencial para la distinción negar acciones al tenedor. Las diferencias entre ambos
institutos surgen con referencia a la usucapión, la percepción de frutos y el desalojo.
Respecto a la pregunta acerca de la correcta aplicación en el campo practico, la pregunta
no especifica si apunta a la tenencia o la posesión, aclarado esto desconozco la practica
fáctica de los derechos reales pero a mi juicio la teoría más acertada es la de Savigny
pues explica con integra la teoría y no deja supuestos vacíos legales en tanto a la
explotación económica que plantea Irving. Respecto a la tenencia no veo gran
controversia, la diferencia respecto a la posesion es el comportamiento hacia el bien que
posee el sujeto.

9) Dicho artículo consagra una presunción iuris tantum de legitimidad, respecto a quien
es poseedor o tiene la tenencia de una cosa. Respondiendo a la consigna, quien demande
tener un derecho mejor sobre la relación de poder debe probarlo haciendo caer esta
presunción y la forma de hacerlo es exhibiendo un derecho real constituido mediante
título y modo suficientes (art. 1892 CCyC); lo mismo ocurre con la tenencia, que será
legítima cuando tiene su causa en un contrato de locación, comodato o constitutivo de
otros derechos personales, establecido de conformidad con las disposiciones de la ley.
10) La expresión buena fe aparece en numerosas ocasiones en diversos ámbitos de la
vida humana. Tal es su amplitud que se observan menciones a ella a lo largo de todo el
ordenamiento jurídico. Esta expresión no es nueva, sino que es originaria del Derecho
romano, al cual le debemos en gran parte el estado de nuestro sistema jurídico actual.
Este concepto acuñado en Roma como buonafides ha logrado expandirse por todo el
continente europeo, e incluso ha llegado a tener incidencia en el comercio internacional
poniendo de manifiesto su importancia y utilidad para proporcionar una mayor
seguridad y garantía en el tráfico jurídico. Con el aumento del volumen de la
contratación y con la necesaria garantía del sostenimiento y seriedad tanto de la oferta
como de los operadores responsables, hace que sin duda se retomen y fortalezcan los
principios romanos de la buonafides. Como es lógico, el concepto de buena fe actual ha
sido fruto de una gran evolución histórica cuyos inicios se remontan a la fides primitiva.
Se trata de un concepto que aún muchos no son capaces de definir, pese a parecer en un
principio claramente inteligible. Sin embargo, tanto doctrina como jurisprudencia han
encontrado grandes dificultades a la hora de aproximarse a esta noción y dar con una
definición completa de la misma. En todo caso, la doctrina y jurisprudencia han sido
capaces de distinguir deberes de comportamiento implícitos que derivan de la aplicación
de este concepto en los diversos ordenamientos jurídicos: un comportamiento honesto y
leal. La buonafides, presenta un carácter objetivo que hace referencia a la “bilateralidad
y reciprocidad en la conducta respecto a la persona con la que se establece la relación
jurídica” y que servirá de “punto de referencia” en el ámbito contractual, posesorio y
procesal.
En nuestro ordenamiento jurídico se presenta la buena fe como principio rector que
atraviesa al CCCYN de forma íntegra y por supuesto rige como lineamiento esencial
respecto a todos los negocios jurídicos, el art. 9 manda a que los derechos deben ser
ejercidos de buena fe; el art 961 nos dice que “Los contratos deben celebrarse,
interpretarse y ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a lo que está formalmente
expresado, sino a todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en
ellos, con los alcances en que razonablemente se habría obligado un contratante
cuidadoso y previsor”. En el mismo sentido, en lo que atañe a las diferentes etapas de la
concreción del contrato se impone el mencionado principio, verbigracia, art. 991
“durante las tratativas preliminares, y aunque no se haya formulado una oferta, las
partes deben obrar de buena fe para no frustrarlas injustificadamente. El incumplimiento
de este deber genera la responsabilidad de resarcir el daño que sufra el afectado por
haber confiado, sin su culpa, en la celebración del contrato”. Por último y en relación a
la interpretación de los contratos, se observa en el art. 1061 la exigencia de la buena fe,
pues el mismo debe interpretarse conforme a la intención común de las partes y al
principio de buena fe.
11) Definición de las relaciones de poder: son aquellas en las que una persona, ya sea
por sí misma o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre una cosa. Requisitos
para la adquisición en tanto una relación de poder sobre una cosa debe establecerse
voluntariamente:
a) por sujeto capaz, excepto las personas menores de edad, para quienes es suficiente
que tengan diez años;
b) por medio de un contacto con la cosa, de la posibilidad física de establecerlo, o
cuando ella ingresa en el ámbito de custodia del adquirente.
Tradición: las relaciones de poder se adquieren por la tradición, que es el acto de
entregar una cosa de una parte a otra que la recibe. La tradición implica la realización de
actos materiales que otorguen un poder de hecho sobre la cosa, y no se suple, con
relación a terceros, por la mera declaración del que entrega de darla a quien la recibe, o
de éste de recibirla.
La posesión y la tenencia se extinguen cuando se pierde el poder de hecho sobre la cosa.
Conforme al art. 1931 existe extinción cuando:
a) Se extingue la cosa.
b) Otro priva al sujeto de la cosa.
c) Imposibilidad física perdurable: Si el sujeto se encuentra en una situación de
imposibilidad física perdurable para ejercer la posesión o la tenencia, éstas se extinguen.
d) Desaparece la probabilidad razonable de hallar la cosa perdida.
e) Abandono expreso y voluntario de la cosa.
12) La causa de los derechos reales se refiere al origen o fundamento jurídico que da
lugar a la adquisición de un derecho real. Los derechos reales pueden nacer y adquirirse
a partir de hechos o actos jurídicos por título o modo para que ocurra la adquisición del
derecho. Conforme al apunte del Dr. Pepe, se clasifican en:
Por causa de ley: Los derechos reales pueden surgir directamente de la ley en ciertas
situaciones, tales como:
a) Accesorios indispensables y muros, cercos y fosos.
b) Derecho real de habitación cónyuge supérstite.
c) Servidumbres forzosas.
Por actos entre vivos (título y modo): Los derechos reales pueden adquirirse por actos
jurídicos celebrados entre personas vivas, como contratos o donaciones. En este caso, se
requiere tanto un título válido (el acto jurídico que fundamenta la transmisión del
derecho) como el modo (la forma en que el derecho es transferido efectivamente, como
la tradición o inscripción registral).
Por causa de muerte: Los derechos reales pueden adquirirse a través de la sucesión por
causa de muerte, como herencias o legados.
Por causa originaria: Los derechos reales pueden adquirirse independientemente y a
pesar de que haya existido un titular anterior, es decir, sin relación con un titular previo.
Esto puede ocurrir en casos de:
a) Cosas sin dueños o abandonadas.
b) Apropiación: La adquisición de un derecho real sobre cosas que carecían de dueño.
c) Transformación: La adquisición de un derecho real sobre una cosa nueva que resulta
de la modificación de otra preexistente.
d) Accesión: La adquisición de un derecho real sobre una cosa como consecuencia de su
incorporación a otra cosa principal.
f) Prescripción adquisitiva: La adquisición de un derecho real sobre una cosa mediante
la posesión continuada y pacífica por un período de tiempo establecido por la ley.
13)La Definición legal respecto al dominio perfecto se encuentra incoada en nuestra
normativa en el Art. 1941 del CCCYN: “El dominio perfecto es el derecho real que
otorga todas las facultades de usar, gozar y disponer material y jurídicamente de una
cosa, dentro de los límites previstos por la ley. El dominio se presume perfecto hasta
que se pruebe lo contrario. En igual sentido lo define la mayoría de la doctrina
nacional, agregando los caracteres de absoluto, exclusivo y perpetuo”. La importancia
recae en que el dominio perfecto otorga todas las facultades de usar gozar y disponer
material, jurídicamente de los objetos. El termino usar, significa que el titular del
dominio puede servirse del objeto conforme a su destino. El termino gozar en este caso
significa la posibilidad de percibir los frutos que pueden ser frutos naturales, lo que
produce el objeto de manera espontánea conforme a su naturaleza, pueden ser frutos
industriales que son aquellos que produce el objeto pero cuando además de su
naturaleza interviene la actividad humana y también pueden ser frutos civiles, que son
los arriendos que otra persona paga para servirse del objeto. El dominio confiere
facultad de disposición jurídica también confiere la facultad de administración jurídica y
se aclara pese a que la primera parte que se indicó se consagran amplias facultades tanto
materiales como jurídicas que el ejercicio de esas facultades debe este producirse dentro
de los límites previstos por la ley.
Antecedentes:
En el derecho romano se llamaba “propietas” al señorío más completo que se podía
tener sobre una cosa. Utilizaban el término “dominium” para referirse a cualquier
derecho subjetivo. El Código Civil de Vélez empleaba los dos vocablos de forma
indistinta y los trata como sinónimos. La Constitución Nacional consagra la
inviolabilidad de la propiedad en el art. 17 y garantiza la propiedad a todos los
habitantes en el art. 14.
Perpetuidad: Art. 1942. El dominio es perpetuo. No tiene límite en el tiempo y subsiste
con independencia de su ejercicio. No se extingue aunque el dueño no ejerza sus
facultades, o las ejerza otro, excepto que éste adquiera el dominio por prescripción
adquisitiva. El dominio sobre la cosa subsiste y no se pierde como noción abstracta a
menos que la cosa objeto del dominio sea consumible (desaparece con el primer uso que
de ella se haga) o se hubiere extinguido por destrucción total).
Exclusividad: Art. 1943. El dominio es exclusivo y no puede tener más de un titular.
Quien adquiere la cosa por un título, no puede en adelante adquirirla por otro, si no es
por lo que falta al título. Es el carácter esencial del dominio. Sobre una misma cosa no
puede existir al mismo tiempo y sobre el todo más de un titular de dominio. En caso de
que dos o más personas sean propietarias en común de la misma cosa, por la parte
indivisa que cada una pueda tener, se está en presencia del derecho real de condominio.
No puede haber dos dueños sobre una misma cosa. Si una persona adquirió el dominio
de una cosa como consecuencia de un legado de cosa cierta y determinada, no puede
luego adquirir la misma cosa por un contrato de compraventa o donación. Y cuando
dice: "...si no es por lo que le faltase al título", se refiere al supuesto en el cual el titular
de dominio completa las facultades del derecho de dominio que al momento de
adquirirlo se encontraba desmembrado.
14) Respecto a los modos de adquisición del derecho real de Dominio (art. 1947 sigs y
cc).
Podemos divisar los siguientes:
ARTÍCULO 1947.- Apropiación. El dominio de las cosas muebles no registrables sin
dueño, se adquiere por apropiación.
a) son susceptibles de apropiación: i) las cosas abandonadas; ii) los animales que son el
objeto de la caza y de la pesca; iii) el agua pluvial que caiga en lugares públicos o corra
por ellos.
b) no son susceptibles de apropiación: i) las cosas perdidas. Si la cosa es de algún valor,
se presume que es perdida, excepto prueba en contrario; ii) los animales domésticos,
aunque escapen e ingresen en inmueble ajeno; iii) los animales domesticados, mientras
el dueño no desista de perseguirlos. Si emigran y se habitúan a vivir en otro inmueble,
pertenecen al dueño de éste, si no empleó artificios para atraerlos; iv) los tesoros.
Los modos de adquisición del derecho real de dominio pueden clasificarse en
originarios y derivados. Los modos originarios implican la adquisición del dominio sin
que haya un titular previo, mientras que los modos derivados suponen la transferencia
del dominio desde un titular anterior. A continuación, además de la apropiación se
presentan algunos modos de adquisición del derecho real de dominio:
Accesión: La accesión es un modo originario de adquirir el dominio, en el que una cosa
(accesoria) se une a otra (principal) de manera que la accesoria sigue el destino de la
principal. La accesión puede ser de frutos, inmuebles o muebles.
Transformación: La transformación es un modo originario de adquirir el dominio, en el
que una cosa cambia su forma o sustancia, dando lugar a una nueva cosa.
Prescripción adquisitiva: La prescripción adquisitiva es un modo originario de adquirir
el dominio, en el que una persona adquiere el dominio de una cosa por haberla poseído
de manera continua, pacífica e ininterrumpida durante el tiempo establecido por la ley.
Modos derivados: Los modos derivados de adquirir el dominio incluyen la transferencia
del dominio por actos entre vivos (como la compraventa, la permuta o la donación) o
por causa de muerte (como la sucesión testamentaria o la intestada).
Resumiendo, el artículo 1947 establece la apropiación como uno de los modos de
adquisición del derecho real de dominio. No obstante, existen otros modos originarios y
derivados de adquirir el dominio, como la accesión, transformación, prescripción
adquisitiva, y la transferencia del dominio por actos entre vivos o por causa de muerte.
15) Conforme al apunte del Doctor pepe:
El dominio imperfecto se refiere a situaciones en las que el titular del derecho real de
dominio no posee todas las facultades y características del dominio perfecto. Existen
tres tipos de dominio imperfecto: revocable, fiduciario y desmembrado.
1. Dominio revocable: El dominio revocable es aquel en el que la titularidad del
dominio se encuentra supeditada a la ocurrencia de un hecho incierto o al vencimiento
de un plazo. Esto significa que, si se cumplen las condiciones resolutorias impuestas por
ley o por la propia voluntad del transmitente, el transmitente recupera la cosa. Aunque
el titular del dominio revocable tiene las mismas facultades que el dueño del dominio
perfecto, los actos jurídicos que realiza están sujetos a las consecuencias de la extinción
de su derecho.
2. Dominio fiduciario: El dominio fiduciario se adquiere en virtud de un negocio o
contrato de fideicomiso o testamento y está sometido a durar hasta la extinción del
fideicomiso. En este caso, el titular del dominio fiduciario (dueño imperfecto) adquiere
la relación directa e inmediata con la cosa, pero está sujeto a las condiciones del
fideicomiso. Al extinguirse el fideicomiso, el dominio se transfiere al beneficiario del
fideicomiso, quien adquiere el dominio perfecto.
3. Dominio desmembrado: El dominio desmembrado se produce cuando el titular del
dominio conserva su titularidad, pero la cosa está gravada con cargas reales. Esto
significa que el titular del dominio desmembrado ha constituido un derecho real sobre
cosa ajena, como por ejemplo, un derecho real de hipoteca sobre un inmueble. En esta
situación, el titular del dominio desmembrado conserva su derecho de dominio, pero
con ciertas limitaciones derivadas de la existencia de la carga real.
En pocas palabras, el dominio imperfecto se refiere a situaciones en las que el titular del
derecho real de dominio no goza de todas las facultades y características del dominio
perfecto. Los tres tipos de dominio imperfecto son el revocable, el fiduciario y el
desmembrado, cada uno con sus particularidades y limitaciones.
16) Se trata de normas que tienden a fijar los límites dentro de los cuales deben
ejercerse las facultades del titular del dominio a fin de que la institución cumpla sus
fines individuales, económicos y sociales. En un "Estado de Derecho" es inconcebible
un derecho "absoluto", falto de toda limitación. Nuestra Constitución establece que
todos los derechos, aun aquellos que el iusnaturalismo ha señalado como ínsitos en la
propia naturaleza humana, están condicionados a las leyes que reglamenten su ejercicio
(art. 14). Se dijo que el CCCN impone tales restricciones en razón de un principio de
"igualdad" y "reciprocidad" en el goce del derecho de propiedad por parte de los
propietarios vecinos, para que éstos se conduzcan como "buenos vecinos" y se
establezca entre ellos una "entente cordial". Algunos de los límites impuestos en el
CCCN son: Clausulas de inenajenabilidad, art. 1972; Inmisiones, art. 1973; Camino de
sirga, art.1974; Obstáculo al curso de las aguas, art. 1975; Vistas, art. 1978; Luces,
art.1979; Privación de luces o vistas, art. 1981; Arboles o arbustos u otras plantas, art.
1982, ETC
Bibliografía: CCyC_Nacion_Comentado_Tomo_V.

También podría gustarte