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14 de Abril

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14 DE ABRIL

Conocimiento del Medio El nuevo parque –


Aprenderás a localizar lugares para la recreación en un croquis y a representarlos a través de
símbolos propios

ACTIVIDAD 1 La sesión de hoy te brindará los elementos para contestar la página 127 de
su libro.

ACTIVIDAD 2 Observa todos los lugares que hay en el parque y con tus palabras
escribe en tu cuaderno las indicaciones o instrucciones de cómo llegar a:

De la cruz roja al carrusel de los caballitos.


De la entrada al teatro.
De la resbaladilla a la furnte.
De la cancha de futbol a la rampa de patineta.
Del aérea de juego de mesa a la tiendita donde están las mesas café.
Actividad 3 pega algunos ejemplos de croquis

Actividad 4. En una hoja blanca forma un croquis con estas


imágenes recuerda ponerle nombre .calles
Español: Los textos narrativos son así…
Aprenderás a reconocer características de distintos tipos de textos narrativos como el cuento, la
fábula y la leyenda.

ACTIVIDAD 1. Lee las fabulas.


ACTIVIDAD 2 . lee la leyenda.
Cuento: el pez de oro.
En el medio de un bosque muy antiguo, había una vieja choza en la
que vivían un anciano pescador con su mujer. Ambos eran muy
pobres, pero de algún modo se habían acostumbrado a esa vida.
Un día como cualquier otro día, el anciano se dirigió al lago para
pescar como siempre lo hacía. Arrojó la red que él mismo había
construido con sus propias manos y aguardó a que los peces cayeran
dentro de ella.
Luego de unas horas, el anciano recogió la red pero, para su
asombro, ésta estaba mucho más pesada que de costumbre. Pensó
que tal vez, un enorme pez había caído en la red. Entonces se
apresuró a juntar la misma. Sin embargo, al ver que la red solo
contenía juncos se decepcionó. Bajó su cabeza pensando en que no
tendría nada para llevar de comer a su esposa, pero dicho esto,
escuchó una voz que le decía:
No me coma Señor. Por favor no me coma. Devuélvame al agua y yo
le concederé todo lo que usted desee.
El anciano miró dentro de la red y entre los juncos divisó un diminuto
pez que era de oro puro. Entonces, reflexionó un minuto y dijo:
Descuida pececito que no necesito nada que puedas darme. Vete
nuevamente al agua – acto siguiente lo devolvió y regreso a su choza
con las manos vacías.
Al llegar a la casa su esposa le preguntó:
¿Cómo ha estado la pesca?
El hombre, minimizando lo que había ocurrido le contó a su esposa.
¡Pero que tonto eres! ¿Cómo has podido devolver aquel pez de oro?
Ve ahora y dile a ese pez que no tenemos nada para comer.
Dicho esto, el anciano se fue hasta la orilla del lago y exclamó:
¡Pececito! ¡Pececito! Oh disculpa que te moleste, pero es que mi
esposa me ha dicho que no tenemos nada que comer. ¿Tú podrías
abastecernos con un poco de pan?
El pez escuchó su pedido y a continuación dijo:
Regresa a tu hogar, anciano y verás que nunca más te ha de faltar el
pan
Al regresar a su hogar, el anciano preguntó:
¿Ahora hay pan en la casa, mujer?
Sí, hay en abundancia – respondió la esposa – pero ahora
necesitamos que por favor el pez nos provea de ropajes nuevos. Ve
y dile a pez que necesitamos ropas nuevas y lujosas
Así lo hizo el anciano y, al regresar a su hogar él y su esposa tenían
ropas limpias y elegantes.
No es suficiente – volvió a decir la señora – Ve y dile que ahora nos
construye una casa nueva.
Así fue el anciano tras otro pedido de su esposa…
Cada vez que él llegaba a su hogar, la esposa insaciable, hacía que el
anciano regresara a la orilla del lago para pedirle algo más al pececito
de oro. Así, de tener solamente una choza en ruinas y sin alimento
unas semanas más tarde no tenían más que pedir pues vivían como
reyes durante toda su vida. Pero la mujer seguía sin conformarse y
continuó en sus pedidos al pez.
Ahora quiero ser emperatriz y dueña del mundo – dijo una vez.
Entonces el anciano, resignado por la codicia de su esposa, se acercó
hasta el lago y habló nuevamente con el pez de oro quien escuchó
con atención al anciano y luego dijo:
Es evidente que tu esposa no tendrá límite si tú mismo no te detienes
en acceder a cada uno de sus caprichos.
Es cierto – respondió el hombre – pero ya no puedo controlarla
Siempre puedes decir que NO – respondió el pez y se marchó al lago
El hombre, aún más triste, regresó a su casa pero, para su asombro,
en lugar de encontrarse con un enorme palacio, encontró la vieja
choza con su mujer cubierta de ropas viejas sentada llorando lo todo
lo que habían perdido.
El hombre, maravillado, agradeció al cielo por ese milagro, mientras
que la esposa, desdichada, abandonó su hogar en busca de alguien
que pudiera cumplir con sus caprichos.
El hombre feliz visitó cada tarde la orilla del lago en agradecimiento
por la liberación que había recibido al hacer que su esposa se fuera
de su casa pues él sabía que ella solo adoraba a los lujos y el dinero,
pero no su noble corazón.
Enseñanza: no es posible decir siempre que SI a todo. Es necesario
aprender a decir a veces que NO.
© 2018 Leyenda: El pez de oro. Leyendas infantiles Educapeques

MATEMATICAS
Desarrollarás la percepción geométrica y espacial con la descripción de configuraciones
geométricas y describirás construcciones con cuerpos geométricos.

ACTIVIDAD 1 CONTESTA las páginas 130 y 131, solo dibuja en donde te lo solicita , no comprar los
cubos.

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