Contaminacion de Plaguicidas
Contaminacion de Plaguicidas
Contaminacion de Plaguicidas
SINALOA
FACULTAD DE AGRONOMIA
MATERIA:
PLAGUICIDAS AGROPECUARIOS
TAREA:
CONTAMINACION DE PLAGUICIDAS
MAESTRA:
ALUMNO:
GRADO Y GRUPO:
3-3
FECHA:
13/05/2023
Introducion
En este reporte se hablará sobre los plaguicidas, que son productos químicos utilizados
para controlar plagas, enfermedades y malezas en cultivos agrícolas y ganadería. A pesar
de su efectividad para combatir estas amenazas a la producción de alimentos, los
plaguicidas también pueden tener efectos negativos en el medio ambiente y la salud
humana.
La contaminación causada por los plaguicidas puede ocurrir de varias formas. Por
ejemplo, los plaguicidas pueden entrar en el suelo y contaminar el agua subterránea o los
cuerpos de agua cercanos. También pueden ser arrastrados por la lluvia o el viento hacia
áreas que no se pretendían tratar, lo que puede dañar plantas y animales no objetivo.
Además, los plaguicidas pueden tener efectos negativos en la salud humana, incluyendo
el aumento del riesgo de cáncer, problemas respiratorios y neurológicos, y efectos sobre
el sistema endocrino. Los trabajadores agrícolas y las personas que viven cerca de las
zonas de aplicación de plaguicidas son particularmente vulnerables a estos efectos.
Es importante tener en cuenta que no todos los plaguicidas son igualmente dañinos, y que
su impacto depende de factores como la dosis, la forma de aplicación y el tipo de
plaguicida utilizado. Sin embargo, es importante tomar medidas para minimizar la
contaminación causada por los plaguicidas y buscar alternativas más seguras y
sostenibles para el control de plagas.
Que son los plaguicidas
Los plaguicidas son sustancias químicas utilizadas para controlar, prevenir o destruir las
plagas que afectan a las plantaciones agrícolas. Los plaguicidas, pesticidas o biocidas
son tipos de compuestos químicos destinados a repeler, atraer, destruir, prevenir o
combatir cualquier especie indeseable de plantas.
Clasificacion
Los plaguicidas se clasifican de acuerdo a una gran variedad de criterios; según los
organismos que controlan, su concentración, su modo de acción, su composición química,
la presentación de sus formulaciones comerciales y el uso al que se destinan. Sin
embargo, es conveniente recordar que, por definición, todos los plaguicidas son
sustancias tóxicas diseñadas para interferir o modificar mecanismos fisiológicos
fundamentales de los insectos que también son compartidos por otros animales, incluido
el hombre, y que en determinadas circunstancias pueden provocarle la muerte, estas se
emplean para eliminar insectos, ácaros, hongos, roedores, caracoles, gusanos, etc.
Según los organismos que controlan se agrupan en: Insecticidas, fungicidas, herbicidas,
nematicidas, acaricidas, roenticidas, bactericidas y antibióticos. Las mayores categorías
son; insecticidas, fungicidas y herbicidas. (martinez, 2004)
Según fuentes oficiales las intoxicaciones por plaguicidas en México se elevaron de 2,175
hasta 7,822 intoxicados en el período de 1990-1994, y, desde entonces, han descendido
hasta registrarse 5,642 casos en 1999, y poco más de 2,100 casos en el 2001; sin
embargo, se estima que las cifras reales de intoxicados pueden ser de 5 hasta 50 veces
más, si tomamos en cuenta el grado de subregistro que se alcanza en Centroamérica y en
Brasil. No todos los intoxicados acuden al médico, reciben un diagnóstico adecuado o son
reportados a las autoridades de salud. Los estados donde se presentan el mayor número
de casos registrados a nivel nacional en los últimos años son: Jalisco, Nayarit, Michoacán,
Morelos, Chiapas, Sinaloa, Baja California y Veracruz; y el período de edad donde se
produce el mayor número de intoxicaciones es de los 25 a los 44 años. Según la
Dirección de Sistemas de Información en Salud de la Secretaría de Salud, el número de
muertes ocasionadas por plaguicidas alcanzaron los 349 casos en 1999 y 291 en el año
2000. Las estadísticas epidemiológicas de la Secretaría de Salud no especifican el tipo de
plaguicida causante de la intoxicación, aunque se sabe que la mayoría son insecticidas
organofosforados o carbamatos; tampoco el registro distingue las intoxicaciones agudas
de las crónicas. En la práctica, los médicos no reciben un entrenamiento que les permita
diagnosticar que ciertas enfermedades se deben a una exposición crónica a los
plaguicidas. (bajerano, 2000)
Contaminación del suelo por plaguicidas
Los plaguicidas constituyen impurezas que pueden llegar al hombre directamente a través
del agua potable y en forma indirecta a través de la cadena biológica de los alimentos.
Estas sustancias químicas pueden ser resistentes a la degradación, y en consecuencia,
persistir por largos períodos de tiempo en las aguas subterráneas y superficiales. Los
plaguicidas imparten al agua potable olores y sabores desagradables, aún a bajas
concentraciones. Como generalmente el hombre rechaza el agua con sabor u olor
extraños, bastan ínfimas cantidades para hacer que un agua sea impropia para el
consumo desde el punto de vista organoléptico.
Por aplicación directa a los cursos de agua, para el control de plantas acuáticas,
insectos o peces indeseables.
Por infiltración a los mantos de agua subterráneos o escurrimiento superficial a
ríos, arroyos, lagos y embalses desde las zonas agrícolas vecinas.
Por aplicación aérea sobre el terreno.
Por descarga de aguas residuales de industrias productoras de plaguicidas.
Por descargas provenientes del lavado de equipos empleados en la mezcla y
aplicación de dichos productos, como puede ocurrir en los aeropuertos de
fumigación aérea al regreso de los vuelos, en el proceso de descontaminación de
los aviones y sus equipos de aplicación de plaguicidas.
En las aguas se encuentran seres vivos (ostiones, almejas, etc.), que se alimentan por
"filtrado" del agua, de la que retienen las partículas orgánicas aprovechables. Si hay
residuos de un plaguicida orgánico, como el DDT, esta capacidad de filtración hace que
vayan acumulando el tóxico, llegando a concentraciones miles de veces mayores que las
del agua; por lo que aparecerán residuos en estos seres vivos aunque no sean
detectables en el medio circundante. Cuando las ostras u otros organismos similares son
presa de otros más voraces, se acumula en estos últimos más cantidad del plaguicida, y
la escalada prosigue a través de seres inferiores, moluscos, peces, aves, etc., hasta
alcanzar niveles peligrosos para ciertas especies.
Los plaguicidas entran en contacto con el hombre a través de todas las vías de exposición
posibles: respiratoria, digestiva y dérmica, pues estos pueden encontrarse en función de
sus características, en el aire inhalado, en el agua y en los alimentos, entre otros medios
ambientales. Los plaguicidas tienen efectos agudos y crónicos en la salud; se entiende
por agudos aquellas intoxicaciones vinculadas a una exposición de corto tiempo con
efectos sistémicos o localizados, y por crónicos aquellas manifestaciones o patologías
vinculadas a la exposición a bajas dosis por largo tiempo. Un plaguicida dado tendrá un
efecto negativo sobre la salud humana cuando el grado de exposición supere los niveles
considerados seguros. Puede darse una exposición directa a plaguicidas (en el caso de
los trabajadores de la industria que fabrican plaguicidas y los operarios, en particular,
agricultores, que los aplican), o una exposición indirecta (en el caso de consumidores,
residentes y transeúntes), en particular durante o después de la aplicación de plaguicidas
en agricultura, jardinería o terrenos deportivos, o por el mantenimiento de edificios
públicos, la lucha contra las malas hierbas en los bordes de carreteras y vías férreas, y
otras actividades. (j., 2009)
Toxicidad oral aguda: se refiere a la ingestión "de una sola vez" de un plaguicida,
que causa efectos tóxicos en un ser vivo. Puede afectar tanto al manipulador como
al resto de la población expuesta, aunque el riesgo de ingerir en una sola dosis la
cantidad correspondiente a la DL 50 oral aguda sólo puede ocurrir por accidente,
error, ignorancia o intento suicida.
Toxicidad dérmica: se refiere a los riesgos tóxicos debidos al contacto y absorción
del plaguicida por la piel, aunque es menos evidente y sus dosis letales son
siempre superiores a las orales, es por eso que presenta mayor riesgo para el
manipulador que para el resto de la población.
Toxicidad por inhalación: se produce al respirar una atmósfera contaminada por el
plaguicida, como ocurre con los fumigantes, o cuando un ser vivo está inmerso en
una atmósfera cargada de un polvo insecticida o en pulverizaciones finas
(nebulización, rociamiento o atomización).
Toxicidad crónica: se refiere a la utilización de dietas alimenticias preparadas con
dosis variadas del producto tóxico, para investigar los niveles de riesgo del
plaguicida, mediante su administración repetida a lo largo del tiempo.9,11 Las
alteraciones más importantes a considerar son: problemas reproductivos, cáncer.
Conclusion
El uso de plaguicidas en la agricultura ha sido una práctica común durante muchos años,
pero también ha llevado a la contaminación del medio ambiente y la salud humana. Los
plaguicidas pueden ser transportados por el aire, el agua y el suelo, y pueden acumularse
en los cuerpos de los seres vivos, incluyendo los humanos.
A pesar de que algunos plaguicidas son necesarios para proteger los cultivos y asegurar
el suministro de alimentos, también es importante considerar los riesgos asociados con su
uso. Los agricultores y los trabajadores que utilizan estos productos regularmente deben
seguir prácticas de seguridad adecuadas para minimizar la exposición a los plaguicidas.
Además, los consumidores pueden optar por comprar alimentos orgánicos o cultivados sin
el uso de plaguicidas para reducir su exposición a estas sustancias. Es importante que los
gobiernos y las empresas regulen y limiten el uso de plaguicidas, y promuevan prácticas
agrícolas sostenibles que minimicen la necesidad de estos productos. En resumen, es
necesario equilibrar la necesidad de proteger los cultivos con la protección del medio
ambiente y la salud humana.
Fuente: https://concepto.de/plaguicidas/#ixzz81YmhwccK
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/26576/riesgos.pdf
http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/22188/Antecedentes.pdf