Cara de Puta - Maria Galindo
Cara de Puta - Maria Galindo
Cara de Puta - Maria Galindo
María Galindo
TOMAR LA PALABRA
Siempre he repudiado la postura de hablar en nombre de un “tercero”,
porque ése es un acto de silenciamiento; sea este tercero las trabajado-
ras sexuales, l@s indígenas, l@s proletari@s, l@s trans, la mariconada.
La lista es infinita; es una práctica de la izquierda intelectual, del femi-
nismo académico, pero también del “popular” hablar a nombre de l@s
de abajo. El resultado se convierte en un acto de usurpación e impostu-
ra e inclusive muchas veces de simplificación.
No me coloco frente a la cuestión gigante del trabajo sexual, prosti-
tución, situación de prostitución, etcétera, como vocera ni representan-
te de nadie. No hablo en nombre de mis compañeras y creo que si hay
algo importante y político en éste como en todos los temas habidos y
por haber es la palabra en primera persona. Lesbianas, indias, trabaja-
doras del hogar, trabajadoras sexuales, trans y otras hemos venido
construyendo nuestras propias voces en un largo camino de enuncia-
ción que es por demás novelesco y fecundo. Cada uno de esos procesos
de enunciación ha provocado un enriquecimiento de los debates y los
lenguajes de lucha como también la invención de nuevas palabras y de
nuevos espacios.
Al mismo tiempo y aunque parezca contradictorio, tampoco soy de
la idea de que la discusión, por ejemplo, sobre trabajo sexual sea un
tema sobre el cual únicamente las trabajadoras sexuales puedan tomar
la palabra, lo mismo que en la cuestión de los pueblos indígenas o cual-
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Acción en Plaza de Gobierno en La Paz, 2004, para entregar un pliego de solicitud de derechos
para las trabajadoras sexuales. Cortesía de la autora
quier otra. Ninguna discusión sin los sujetos feminismos, un espacio de alianzas insólitas1
protagonistas, pero tampoco encerrarnos en en el que la trabajadora sexual es, como mu-
guetos identitarios que terminan homogenei- chas veces lo he dicho, “anfitriona del cambio
zando y repitiendo una y otra vez el mismo social, es decir, figura central”. Sin trabajado-
contenido autoenunciativo por carencia de ras sexuales no hay feminismo. No estoy ha-
diálogo con otros universos de sentido. blando de una forma de inclusión “caritativa”,
Propongo entonces asistir a toda discusión para “salvarla” sino al contrario, ella, la puta,
desde la primera persona, lo que éticamente tiene la vara con la que remover las sexuali-
nos obliga a explicitar ese lugar desde donde dades de todas las mujeres y por eso es un su-
hablamos reconociendo las limitaciones y el jeto imprescindible.
alcance de la voz singular.
Tengo cara de puta. La palabra puta en mi ABOLICIONISMO VS. REGULACIONISMO
vida como en la vida de todas las mujeres apa- Pareciera que en muchos escenarios feminis-
reció en mi primera infancia y es existencial. tas la discusión entre la lucha por abolir la
Mi comportamiento sexual como el de cientos prostitución o regularla fuera eterna e irre-
de millones de mujeres ha sido calificado como conciliable y, peor aún, pareciera que única-
el de una “puta”. Nunca he ejercido el trabajo
sexual pero muchas veces no lo habría des- 1
“Indias, putas y lesbianas, juntas, revueltas y hermanadas. ¡Un libro
cartado como opción de subsistencia. sobre Mujeres Creando!”, en No pudieron con nosotras: El desafío del
Hablo sobre trabajo sexual y sobre la con- feminismo autónomo de Mujeres Creando, Elizabeth Monasterios P.
(ed.), University of Pittsburgh/Plural Editores, La Paz, 2006,
dición de la puta como propiciadora de un es- pp. 27-59. Es una propuesta teórica que desarrollé y que sirve
pacio que considero imprescindible para los como base fundacional de la organización Mujeres Creando.
mente existen esas dos posibilidades ante el en dos sentidos distintos pero igualmente tó-
trabajo sexual. xicos. A propósito: juego con la incorrección
Las acusaciones mutuas no esclarecen ni de usar puta, trabajo sexual y prostitución de
aportan al avance del debate, sino que repre- forma indistinta.
sentan enfrentamientos estancados hace dé-
cadas. Éstos se intensifican cada que aparecen NINGUNA MUJER NACE PARA PUTA2
financiadores detrás de alguna de las postu- Éste es el título de uno de los ensayos sobre
ras, que no aceptan, por otro lado, ningún ar- trabajo sexual más leídos en castellano. Jun-
gumento nuevo: o te adscribes a una de las dos to con Sonia Sánchez soy su coautora y quie-
o te callas. ro decir que fue robada mi coautoría y mal
De más está decir que ésta es otra de las utilizada por Sonia Sánchez, quien coloca el
discusiones instaladas en los feminismos de texto como un ensayo abolicionista.
esta parte del mundo desde visiones eurocén- El título pertenece a la organización boli-
tricas y estadounidenses; el debate llegó en viana de mujeres en prostitución con quienes
avión con argumentos ya armados y autoras ya habíamos trabajado para nuestra tesis y en
que había que canonizar de antemano de uno ese contexto conocimos a Sonia, a través de
y otro lado. la Lavaca y el Colectivo Situaciones. Monta-
Ambas posturas configuran un cuadro bi- mos la muestra de arte “Ninguna Mujer nace
nario y dicotómico que se sataniza mutua- para puta” en Bolivia y pasamos un mes en
mente y dentro del cual he decidido no colo- una de las llamadas “zonas rojas” de La Paz.
carme. No me adscribo a ninguna de esas Sonia asistió como invitada para que se nu-
posturas, nunca lo hice y para permitirnos triera del trabajo boliviano, de ninguna ma-
pensar la realidad y avanzar es absolutamen- nera como creadora.
te necesario pararse por fuera de ese binaris- Gracias a Lavaca la muestra se llevó a Bue-
mo simplificador que ha terminado por poner nos Aires. Por lo que decidimos escribir un
la cuestión del trabajo sexual sobre un eje ensayo desde ambas realidades en el que So-
moral y no político. Ambas posturas explo-
tan la victimización de la trabajadora sexual 2
http://mujerescreando.org/ninguna-mujer-nace-para-puta/
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Usamos de forma indistinta trabajo sexual y prostitución porque
estamos a medio camino entre ambos conceptos. La organización
en La Paz que lleva adelante este trabajo se llama omesrpo: 7
“Luis Revilla promulgó la ley de trabajo sexual”, Página
Organización de Mujeres en Prostitución, ellas han decidido Siete, disponible en https://www.paginasiete.bo/
impulsar un trabajo colectivo no público, no quieren hacer sociedad/2018/12/29/luis-revilla-promulgo-la-ley-de-trabajo-
una militancia pública, porque no quieren pagar a nivel personal sexual-204521.html y María Galindo, “Hipócritas y proxenetas
el costo político que eso supone. son l@s que se oponen”, Página siete, disponible en https://www.
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La omesrpo, fundada en Mujeres Creando, lucha paginasiete.bo/opinion/maria-galindo/2018/11/14/hipocritas-
simultáneamente contra dueños de locales y contra el Estado. proxenetas-son-ls-que-se-oponen-200026.html